Una escalera curva es la protagonista de esta casa moderna y acogedora que rompe las reglas del espacio
Una reforma que desafía a la tradición para convertirse en una vivienda contemporánea
En un barrio tranquilo de la ciudad de Mortsel (Bélgica) rodeado de viviendas construidas entre la década de los cincuenta y los sesenta, surge el proyecto Sint Benedictus de la mano del estudio de Amberes Poot Architectuur que respira modernidad y geometría en su diseño. Esta renovación, completada en 2022, es toda una declaración de intenciones que reinterpreta el estilo más tradicional del entorno; desafía las convenciones y demuestra cómo el diseño contemporáneo puede integrarse en un entorno tradicional, aportando nueva vida y vitalidad a lo cotidiano.
Su carta de presentación es la fachada exterior de ladrillo rojo, dando continuidad a las casas adyacentes, pero que se desmarca a través de su colocación en vertical y de las formas redondeadas del volumen externo, rompiendo con esa rigidez y simplicidad de la arquitectura de la posguerra dando una estética más orgánica al edificio.
El interior se divide en dos niveles abiertos que se conectan a través de una escalera curva, que permanece escondida y actúa como eje central del apartamento; el diseño de la planta refleja una distribución funcional pensada para adaptarse a las necesidades de cada día. Los espacios comunes, en el piso principal se dividen a diferentes alturas creando una división orgánica de los ambientes y favorecer la iluminación natural. De esta manera se consigue una fluidez que se aleja de los tradicionales pasillos y no solo maximiza la sensación de amplitud, sino que conecta de manera visual todo el área.
Aunque el diseño flexible es una de las características principales, los arquitectos han sabido equilibrar esta apertura con la creación de áreas privadas donde la intimidad es fundamental. Los dormitorios, ubicados en la planta superior, están diseñados para ofrecer un refugio de calma en contraste con la vida activa del resto de la casa. Cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para maximizar el confort, desde la disposición de las ventanas hasta los colores y materiales.
En general, todo el piso se ha mantenido casi en bruto, con hormigón visto y una paleta llena de contrastes con verdes y burdeos que dan esa estética más contemporánea. Por su parte, el mobiliario es una mezcla bien pensada de piezas de diseño contemporáneo y elementos más orgánicos que refuerza la idea de contraste entre lo moderno y lo acogedor.
A través de su juego entre líneas rectas y curvas, de su uso innovador de los materiales y su enfoque en la luz natural, la vivienda reinterpreta la relación entre la tradición y la modernidad. Cada espacio está pensado no solo para ser habitado, sino para ser experimentado, donde los detalles, como la barandilla roja de la escalera o la alfombra verde del salón, son tan importantes como la estructura que los rodea.
Sint Benedictus es un ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea puede inspirarse en el pasado sin caer en la nostalgia. Poor Architectuur ha logrado crear una vivienda profundamente arraigada en su contexto histórico, pero completamente abierta a las necesidades y deseos del presente. Las formas redondeadas, el uso innovador del ladrillo y la distribución fluida del espacio no solo son decisiones estéticas, sino que responden a una forma de vida moderna y adaptable.