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Verificado por Psychology Today

¿Qué es el dolor crónico?

Cuando alguien toca una estufa caliente y se quema los dedos, es normal sentir un poco de dolor. De hecho, es una reacción saludable a una amenaza del medio ambiente, que le advierte a esa persona que debe cambiar su comportamiento de inmediato. Pero a veces el dolor persiste mucho tiempo después de que el peligro ha pasado, volviéndose crónico.

El dolor crónico en forma de dolores de cabeza, problemas en las articulaciones o fibromialgia en toda regla puede afectar radicalmente la vida de una persona. Para muchas personas, no hay fin a la vista para ese dolor; incluso puede afectar su empleo y relaciones. Por ejemplo, alrededor de 100 millones de estadounidenses sufren de algún tipo de dolor crónico. Puede ser influenciado por muchos factores, incluyendo la emoción y la memoria.

Causas y síntomas del dolor crónico
bmf-foto.de/Shutterstock

Cuando ocurre una lesión, los sensores de dolor se encienden y envían mensajes a través de una señal eléctrica al cerebro. El dolor normal, como un dolor de cabeza leve, puede aliviarse con unas aspirinas o el paso del tiempo. Pero el dolor crónico es algo diferente; el cerebro continúa recibiendo señales de dolor mucho después de la lesión original o el inicio del dolor.

¿Cuáles son los síntomas del dolor crónico?

El dolor de una afección crónica puede variar desde un dolor punzante hasta una agonía palpitante. Otros síntomas pueden incluir agotamiento, fatiga diurna, dormir mal o cambios de humor. A veces, el dolor es lo suficientemente severo como para interferir con el funcionamiento diario y el disfrute. El dolor crónico también puede provocar problemas cognitivos y, en algunos casos, depresión.

 

¿Cuánto dura el dolor crónico?

En general, cualquier dolor que dura tres meses o más se considera crónico. Para aquellos que tienen suerte, terminará en cuestión de meses, pero para otros, el dolor crónico puede continuar de forma indefinida.

 

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Cómo manejar el dolor crónico
Syda Productions/Shutterstock

Tradicionalmente, el dolor se trataba principalmente como un problema físico. A los pacientes se les medicaba, se les daba terapia física o, en casos extremos, eran enviados a cirugía. Si bien estos métodos ayudaron a algunas personas, otras experimentaron consecuencias negativas de moderadas a graves, incluidas algunas complicaciones quirúrgicas y adicción a los analgésicos y los opioides.

Hoy en día, los expertos entienden que el dolor también se puede abordar a nivel psicológico y social. Aunque el dolor de cada individuo es diferente y puede responder a diferentes intervenciones, existen ciertas estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas del dolor crónico.

¿El dolor está en la cabeza de una persona?

Históricamente, el dolor se consideraba una sensación física que se sentía en algún lugar del cuerpo. La investigación ha demostrado que el dolor activa algunas de las mismas áreas del cerebro que manejan las emociones, como el sistema límbico. Esto significa que el dolor puede ser causado o exacerbado por factores biológicos, psicológicos o sociales, lo que abre más vías para un tratamiento efectivo.

 

¿Cuáles son los principales tratamientos para el dolor crónico?

Las prácticas de respiración y meditación pueden ayudar a reducir los síntomas de estrés que pueden estar exacerbando el dolor. Para controlar aún más el dolor, se recomienda no fumar y limitar el alcohol. Practicar una buena higiene del sueño, hacer ejercicio adecuado y comer de manera saludable también puede tener efectos beneficiosos, al igual que practicar la autocompasión.

 

Lecturas esenciales