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La iniciativa del OIEA para racionalizar el despliegue de SMR pasa a la fase de implementación

El Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, pronuncia su declaración introductoria en la apertura de la tercera reunión plenaria de la Iniciativa de Armonización y Normalización Nuclear (NHSI), celebrada en la Sede del Organismo. (Fotografía: D. Calma/OIEA)

Los esfuerzos a nivel mundial en pos de la convergencia de los distintos tipos de tecnologías de reactores modulares pequeños, así como de sus enfoques reguladores, siguen avanzando decididamente, según la última reunión de la Iniciativa de Armonización y Normalización Nuclear del OIEA. 

La creación de esta iniciativa, conocida como NHSI, responde a la necesidad de que un diseño normalizado obtenga la licencia en varios países para que el despliegue a nivel mundial de los reactores avanzados y, sobre todo, de los SMR sea rápido y eficiente, y los promotores consigan economías de escala. Los enfoques reguladores armonizados también son esenciales para posibilitar el despliegue rápido y seguro de los SMR. 

La tercera reunión plenaria de la NHSI se celebró en Viena esta semana, antes de la inauguración de la Conferencia Internacional sobre Reactores Modulares Pequeños y sus Aplicaciones, organizada por el Organismo, y en ella se trataron los avances logrados hasta el momento y se celebraron debates sobre el rumbo propuesto para la siguiente fase. 

El Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, declaró abierta la reunión anual con las siguientes palabras: “Es raro el día en que no hay noticias muy emocionantes sobre alguna empresa que llega a un acuerdo o alguien que dice que va a hacer algo importante y apasionante en el ámbito de los SMR. La NHSI se ocupa de lo que va más allá de los titulares, más allá de las expectativas”. 

El Director General añadió que los SMR son tanto “lo que el mercado necesita como lo que el planeta necesita”. 

Convergencia en materia de regulación

“El despliegue a nivel mundial de los SMR requerirá un cierto nivel de convergencia en materia de regulación—añadió el Sr. Grossi—. No aspiramos a ir al unísono, puesto que es imposible, pero sin ciertos niveles de colaboración puntual que nos permitan aprovechar lo que están haciendo otros, el modelo de negocio de la modularidad y la flexibilidad simplemente no va a funcionar”.  

Vía industrial

Aline des Cloizeaux, Directora de la División de Energía Nucleoeléctrica del OIEA, explicó que la visión del proyecto es “simplificar la energía nuclear, pero manteniéndola física y tecnológicamente segura”. 

A lo que añadió: “Estamos allanando el camino para proyectos de SMR cuyo despliegue será más rápido, sencillo y económico”.  

La vía industrial de la NHSI ha contado con más de 200 contribuyentes de más de 30 países y ha trabajado en cuatro esferas de armonización principales, incluidos los requisitos de los usuarios finales y la colaboración en los códigos informáticos para monitorizar la seguridad y el comportamiento de los reactores nucleares avanzados (NEXSHARE). 

Los objetivos a corto plazo son: trazar las vías de comercialización y reducir los plazos y los costos tanto para los proveedores como para los clientes; facilitar enfoques comunes para las aprobaciones reglamentarias, y recopilar las enseñanzas extraídas de los modelos de despliegue de SMR. Mientras que el objetivo a largo plazo es preparar a la industria, los usuarios finales y los países para el despliegue a gran escala de los SMR.

Vía reguladora

Anna Hajduk Bradford, Directora de la División de Seguridad de las Instalaciones Nucleares del OIEA, explicó los objetivos de la segunda vía de la iniciativa: “La aspiración a largo plazo de la vía reguladora de la NHSI es elaborar un marco mundial para los exámenes reglamentarios de los reactores avanzados. Lo cual es un objetivo ambicioso”. 

Entre las medidas que conducen a ese objetivo se encuentran la generación de un alto nivel de confianza entre los órganos reguladores y la comprensión de las similitudes y las diferencias existentes entre los marcos reguladores de los distintos países.  

La NHSI ha colaborado estrechamente con los reguladores nacionales “asegurando siempre que los Estados Miembros mantienen su soberanía y su capacidad de tomar decisiones —añadió Bradford—. 

Además, prevemos la creación de un grupo de trabajo dedicado a la seguridad física nuclear de los SMR, que será otro recurso importante para los Estados Miembros”. 

Debate internacional

Decenas de países expusieron también sus puntos de vista sobre los avances que ha logrado la NHSI hasta la fecha y sus planes para el futuro. Hubo un amplio consenso sobre el valor de la labor realizada en la primera fase y sobre el rumbo previsto para la segunda fase, y se plantearon muchos temas para su examen continuo. 

Christer Viktorsson, Director General de la Autoridad Federal de Reglamentación Nuclear (FANR) de los Emiratos Árabes Unidos, afirmó: “No hay duda de que esta iniciativa está teniendo repercusión, ya está creando impulso para trabajar en pos de la armonización y la normalización. Está claro que la segunda fase debería centrarse en la ejecución de los proyectos resultantes de la primera fase”. 

Paul Fyfe, de la Oficina de Reglamentación Nuclear (ONR) del Reino Unido, se mostró de acuerdo: “La cooperación y la colaboración entre la industria y los reguladores es fundamental. La ONR del Reino Unido apoya firmemente la segunda fase. Es realmente necesario que se lleve a cabo esta labor”. 

Marcus Nichol, Director Ejecutivo del Departamento de Nuevos Proyectos Nucleares del Instituto de Energía Nuclear de los Estados Unidos de América, se expresó en la misma línea: “Compartimos las perspectivas que se han planteado tanto para la vía industrial como para facilitar los marcos reguladores y reducir los cambios de diseño innecesarios, así que estamos agradecidos. Todas las propuestas para la segunda fase van por buen camino, todos esos ámbitos serán útiles”. 

Los representantes de los reguladores y la industria debatieron muchas otras cuestiones relativas a las salvaguardias; las cuestiones de seguridad física y tecnológica; el intercambio de información con países en fase de incorporación; la confidencialidad; evitar la duplicación del trabajo; la colaboración entre los reguladores, los diseñadores y los explotadores; elegir bien las prioridades, y asegurarse de que se consulte a los expertos técnicos. 

La NHSI va a pasar ahora a la siguiente fase, que consistirá en aplicar muchas de las recomendaciones formuladas por los grupos de trabajo.  

La segunda fase también se centrará en proporcionar herramientas para ayudar a conocer mejor las similitudes y las diferencias en materia de regulación; en ella se examinarán los requisitos de los usuarios en relación con la tecnología y se estudiará qué se necesita para facilitar la aprobación de lo que se conoce como artículos con largo plazo de entrega. 

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