Durante el año de 1561 Uesugi Kenshin se encontraba en el punto más alto de su campaña en contra del clan Hōjō y había capturado varios de sus castillos. Durante este mismo año asedió el castillo Odawara en la Provincia de Sagami. Las tropas de Kenshin pudieron penetrar en las defensas y quemaron el pueblo-castillo. El castillo permaneció sin conquistar y Kenshin se retiró a los dos meses de haber comenzado el asedio como resultado de la escasez de provisiones y la reaparición de Takeda Shingen, un enemigo legendario que amenazaba sus territorios, con lo que concluyó el primero de los tres asedios que se llevarían a cabo en este escenario.