En el año 426 a. C., los atenienses enviaron a la isla de Milo una flota de 60 trirremes y 2000 hoplitas, con el strategosNicias al mando. Milo había rehusado unirse a la Liga de Delos y siguió haciéndolo incluso cuando los atenienses saquearon la isla. Sin embargo, no conquistaron Milo, sino que siguieron hacia Oropo, polis de la costa de Beocia. Los hoplitas desembarcaron y marcharon hacia Tanagra, donde se unieron al cuerpo principal del ejército ateniense, comandado por Hipónico y Eurimedonte. Después de saquear la zona se enfrentaron victoriosamente a un ejército compuesto de tanagreos y tebanos en la batalla de Tanagra, una vez concluida regresaron a Atenas.