Feminismo radical
El feminismo radical es una rama dentro del movimiento feminista que sostiene que la raíz de la desigualdad social es el patriarcado, definido como el sistema de opresión del hombre sobre la mujer. Esta corriente exige un reordenamiento radical de la sociedad en el que se elimine la supremacía masculina en todos los contextos sociales y económicos, al tiempo que se reconoce que las experiencias de las mujeres también se ven afectadas por otras divisiones sociales como la raza, la clase y la orientación sexual.[1][2][3] El feminismo radical aboga por el abolicionismo de la prostitución, de la pornografía, de la gestación subrogada y del género.[4][5][6] El feminismo radical surgió en Estados Unidos a finales de la década de 1960, durante la segunda ola del feminismo. Las radicales identificaron como centros de la dominación patriarcal esferas de la vida que hasta entonces se consideraban «privadas». A ellas corresponde el mérito de haber revolucionado la teoría política al analizar las relaciones de poder que estructuran la familia y la sexualidad, que sintetizaron en un eslogan: lo personal es político.[7] Consideraban que todos los varones, y no solo la parte élite, recibían beneficios económicos, sexuales y psicológicos del sistema patriarcal, pero en general acentuaban la dimensión psicológica de la opresión. Así lo refleja el manifiesto fundacional de las New York Radical Feminists, Politics of the Ego (1969): «Pensamos que el fin de la dominación masculina es obtener satisfacción psicológica para su ego y que sólo secundariamente esto se manifiesta en las relaciones económicas».[7]
Antecedentes
A finales de la década de los sesenta se vivía, especialmente en Estados Unidos, el descontento con el sistema capitalista. El denominado «sueño dorado» llegaría a su fin con la muerte de Kennedy, las guerras en el sudoeste asiático y la falta de confianza en los gobiernos. Al malestar generalizado se sumó lo que en 1963 Betty Friedan denominó «el problema que no tiene nombre»[8] en su libro La mística de la feminidad. Por ello, si bien el movimiento de mujeres se encuadró en sus orígenes en las protestas sociales emergentes de la época, sus objetivos los rebasaron.Error en la cita: Error en la cita: existe un código de apertura <ref> sin su código de cierre </ref>
Muchas mujeres que formaban parte de los movimientos de emancipación que surgieron en esos años se sintieron decepcionadas por el papel al que estaban relegadas y decidieron organizarse. Así, la primera decisión política del feminismo radical fue la separación de los varones y la constitución del Movimiento de Liberación de la Mujer.
Aportaciones
Grupos de autoconciencia
Algunas especialistas en historia del feminismo consideran que una de las aportaciones más significativas del movimiento feminista radical fue la organización en grupos de autoconciencia.[cita requerida] Esta práctica comenzó en el New York Radical Women (1967). Kathie Sarachild fue quien le dio el nombre de consciousness raising. Consistía en que cada mujer del grupo explicase las formas en que experimentaba y sentía su opresión. El propósito de estos grupos era «despertar la conciencia latente que [...] todas las mujeres tenemos sobre nuestra opresión»[cita requerida] para propiciar «la reinterpretación política de la propia vida»[cita requerida] y poner las bases para su transformación. Con la autoconciencia también se pretendía que las mujeres de los grupos se convirtieran en expertas en su opresión: estaban construyendo la teoría desde la experiencia personal y no solamente desde el filtro de las ideologías previas.[cita requerida] Otra función importante de estos grupos fue la de contribuir a la revalorización de la palabra y las experiencias de un colectivo sistemáticamente inferiorizado y humillado a lo largo de la historia.[7]
Reivindicaciones
- Abolicionismo de la prostitución: Para el feminismo radical, la prostitución debe ser abolida, es decir, eliminada de forma permanente, no prohibida, porque es una institución patriarcal basada en la desigualdad entre varones y mujeres. Esta corriente teórica considera que la explotación sexual y la prostitución son fenómenos inescindibles cercanos al maltrato o abuso sexual. Considera a la prostitución como un sistema de opresión sexista, racista y clasista. Se opone a la constante represión policial que sufren las mujeres que la ejercen y a la desaparición de mujeres, secuestradas por redes de trata con fines de explotación sexual. Considera especialmente a la trata como una violación de los derechos humanos y que la mayoría de las personas en situación de prostitución son víctimas de la trata. No se puede hablar de libre elección por cuanto las mujeres que se prostituyen lo hacen en un contexto de vulnerabilidad social que influye en su supuesto consentimiento.
- Abolicionismo de la pornografía: El feminismo radical entiende la pornografía como un ejemplo claro de la cultura de la violación y promueve leyes de protección y prohibición.[9]
- Abolicionismo de la gestación subrogada: El feminismo radical defiende que la gestación subrogada, también conocida como alquiler de vientres, es una forma de violencia contra las mujeres. La gestación subrogada la entienden como explotación reproductiva hacia el cuerpo de las mujeres más vulnerables. Además de tráfico de menores, convierten a las mujeres y a los recién nacidos en objetos de comercio.[10]
- Abolición del género: El feminismo radical defiende que el sexo es una realidad biológica y el género en cambio, es un conjunto de normas, una serie de creencias y formas de actuar o reaccionar en la sociedad que están en el imaginario colectivo y son otorgadas y asignadas de forma educacional y social según el sexo con el que se nace.[11]
Referencias
- ↑ Willis, Ellen (1984). «Radical Feminism and Feminist Radicalism». Social Text (en inglés) (9/10): 91-118. doi:10.2307/466537. Consultado el 12 de marzo de 2021.
- ↑ Giardina, Carol (2010). Freedom for women: Forging the Women's Liberation Movement, 1953-1970 (en inglés). University Press of Florida. ISBN 978-0-8130-3456-0. OCLC 833292896. Consultado el 12 de marzo de 2021. (requiere registro).
- ↑ Martins, Amanda (14 de mayo de 2019). «Feminist Consciousness: Race and Class». meetinggroundonline.org (en inglés). Consultado el 12 de marzo de 2021.
- ↑ Applications Of Feminist Legal Theory. (en inglés). Temple University Press. 2009. ISBN 978-1-282-04729-7. OCLC 823841693. Consultado el 17 de diciembre de 2021.
- ↑ Ana De Miguel (0000 uuuu). Neoliberalismo sexual. Ediciones Cátedra. OCLC 1252820129. Consultado el 17 de diciembre de 2021.
- ↑ Valcárcel, Amelia (2020). Ahora, feminismo: cuestiones candentes y frentes abiertos. ISBN 978-84-376-4037-2. OCLC 1144498784. Consultado el 17 de diciembre de 2021.
- ↑ a b c Ana de Miguel. «Los feminismos a través de la historia. Capítulo III». Mujeres en Red. Consultado el 29 de septiembre de 2016.
- ↑ Friedan, Betty (1963). «El problema que no tiene nombre» (PDF). La mística de la feminidad. Consultado el 24 de octubre de 2020.
- ↑ Z., Mickey (3 de abril de 2017). «Pornografía: La Propaganda del Patriarcado». El Plural. Consultado el 9 de noviembre de 2020.
- ↑ Maldonado, Lorena (8 de marzo de 2019). «Cuotas, prostitución y vientres de alquiler: diferencias entre feminismo liberal y radical». El Español. Consultado el 28 de noviembre de 2020.
- ↑ «La abolición del género nos hará libres». Elplural.com. 23 de mayo de 2020. Consultado el 7 de noviembre de 2020.