Opciones de control del peso científicamente comprobadas
Ya sea que se trate de una terapia conductual, un medicamento contra
la obesidad o una cirugía bariátrica, existen diferentes maneras de
tratar la obesidad. Un profesional del cuidado de la salud capacitado
puede ayudarlo a diseñar un plan de control del peso específicamente
para usted, combinando diferentes tratamientos que funcionan de
diferentes maneras.
La obesidad es una enfermedad compleja con muchas causas. Por eso,
según el profesor Arya Sharma: “Ninguna estrategia de control única
funcionará para todos los pacientes”. Él es el director científico de
Obesity Canada y un médico que se ha especializado en el tratamiento
de la obesidad durante los últimos 20 años.
“Cualquier plan de control exitoso incluye estrategias de defensa a
largo plazo que ayudan a los pacientes a reducir su peso corporal y
evitar la recuperación de peso”, agrega. Por lo tanto, las personas
que viven con obesidad necesitan un plan de tratamiento personalizado,
diseñado específicamente para ellos.
El plan puede incluir varias opciones de tratamiento diferentes. Y,
a medida que avanza en el proceso de control del peso, los diferentes
tipos de tratamientos podrían ser más o menos relevantes. Por eso su
plan de control del peso debe adaptarse a sus necesidades y puede
evolucionar con el tiempo.
Encontrar un profesional del cuidado de la salud capacitado en
obesidad es el primer paso. Cada vez más profesionales del cuidado de
la salud comprenden la ciencia detrás de la enfermedad y cómo tratarla
de manera eficaz, así que no se rinda si se tarda un poco en encontrar
uno. Si no está seguro de cómo iniciar una conversación, esta
guía puede darle una idea sobre cómo hacerlo.
Veamos algunas de las opciones de tratamiento científicamente
comprobadas que tienen los profesionales del cuidado de la salud en
sus cajas de herramientas*.
Alimentación
saludable: comprender "cómo" y "por qué" cuando
se trata de su relación con los alimentos
Olvídese de la dieta milagrosa. Cuando se trata de obesidad, cambiar
la forma en que come significa mucho más que comer menos calorías por
cualquier medio necesario. En su lugar, su médico tendrá en cuenta sus
patrones de alimentación al desarrollar su plan de control del peso.
Por ejemplo, ¿hay algún momento específico del día en el que esté
más propenso de comer en exceso o comer alimentos no saludables?
¿Dónde come normalmente? ¿Come
cuando se siente cansado, estresado o triste? ¿Y cómo experimenta la
sensación de saciedad después de una comida? Todas estas preguntas
proporcionan pistas para ayudarlo a avanzar hacia una relación más
sostenible con los alimentos.
Aumento
de la actividad física
No necesita correr una maratón todos los días. Para comenzar, agregar
un poco de movimiento adicional a su vida cotidiana puede significar
mucho. Si está mucho tiempo sentado durante el día, ponerse de pie y
moverse unos minutos cada hora puede marcar la diferencia. Así que
puede caminar hasta las tiendas o subir por las escaleras, si es posible.
Lo
importante es que encuentre formas de estar físicamente activo que
disfrute todos los días. El objetivo es de 150 minutos de actividad
física por semana. Desarrolle esto lentamente agregando gradualmente a
su vida nuevas rutinas de actividades que disfrute y pueda sostener en
el tiempo.
Terapia conductual
Nuestro cuerpo y mente están profundamente conectados. Los terapeutas
conductuales trabajan con los aspectos psicológicos del control del
peso, lo que le ayuda a identificar patrones de pensamiento, emociones
y comportamientos que, por ejemplo, impulsan la ingesta de alimentos y
el subsiguiente aumento de peso. Esto podría manifestarse en porciones
grandes o refrigerios frecuentes, o comer/beber cuando no tiene hambre.
El objetivo aquí es empoderarlo en el desarrollo de habilidades para
modificar estos patrones y ayudarlo a mantener la pérdida de peso y
las mejoras en la salud a largo plazo.
Reemplazo de comidas/dieta de baja energía
Los reemplazos de comidas son productos con calorías controladas que
contienen nutrientes esenciales, vitaminas y minerales. Los reemplazos
de comidas suelen ser altos en proteínas y bajos en grasas y carbohidratos.
Los reemplazos de comidas pueden ser
parte de un plan de dieta supervisado clínicamente que implique
reemplazar una o más comidas por día con alimentos o fórmulas que
proporcionen una cantidad específica de calorías, por ejemplo, entre
800 y 1200 calorías por día.
Medicamentos contra la obesidad
Así como no podemos controlar nuestra temperatura corporal con el
poder de nuestro pensamiento, tampoco podemos controlar
conscientemente algunos de los procesos biológicos que afectan nuestro
apetito. Aquí es donde los medicamentos contra la obesidad cumplen una
función, al trabajar con estos diferentes procesos biológicos.
Los diferentes medicamentos funcionan de diferentes maneras. Algunos
medicamentos contra la obesidad ayudan a regular el apetito y reducir
las porciones de alimentos. Esto le ayuda a comer menos y facilita las
modificaciones en el estilo de vida.
Los medicamentos contra la obesidad también pueden ayudar a prevenir
la recuperación del peso controlando las respuestas biológicas de su
cuerpo a la pérdida de peso, como el aumento persistente del hambre.
Otros
medicamentos lo ayudan a perder peso cambiando la forma en que su
cuerpo absorbe los alimentos. Por ejemplo, disminuyendo la cantidad de
grasa que absorbe el cuerpo.
Cirugía bariátrica
En términos generales, estas operaciones reducen el apetito y la
cantidad de alimento que una persona puede comer cómodamente de una
vez. Se ha demostrado que producen cambios metabólicos y hormonales,
que cumplen una función importante en la regulación del peso. Los
cambios hormonales que se producen previenen la recuperación del peso.
Encontrar tratamientos que funcionen para usted
Su médico ayudará a crear su plan personalizado de control del peso.
Pero no puede predecir cómo responderá a los diferentes tratamientos
que recomiendan. Todos somos diferentes y eso también significa que
nuestra respuesta a los tratamientos será muy personal.
Es por eso que su médico puede ajustar su plan de control del peso
en el camino, según la respuesta de su cuerpo y sus necesidades de salud.
La meseta de peso
Independientemente de qué enfoques de tratamiento conformen su plan
de control del peso, en algún punto la pérdida de peso se detendrá y
se nivelará. Esto se conoce como alcanzar una “meseta de peso”. Es una
parte inevitable del camino del control del peso que puede generar
frustración y desánimo.
Sin embargo, la meseta de peso es un resultado de adaptaciones
naturales a la pérdida de peso (en términos evolutivos, la pérdida de
peso no es buena para la supervivencia y la reproducción). Por lo
tanto, el cuerpo responde a ella gradualmente y, a menudo, aumenta
inconscientemente la ingesta de alimentos, al igual que enlentece el
gasto energético. Estudios han demostrado que esto puede durar años.
No es de extrañar que 8 de cada 10 personas terminen recuperando el
peso perdido a largo plazo. Esto es una prueba más de que a pesar de
nuestras mejores intenciones, nuestra biología a menudo tiene su
propia agenda, elaborada por millones de años de selección natural.
Las personas que experimentan la meseta de peso a menudo remarcan:
“¿Cuál es el punto? ¡Esto ya no funciona!” o “Estoy atascado. Ya que
mis esfuerzos ya no producen resultados, bien podría dejar de hacerlos”.
Sin embargo, a menudo no nos damos cuenta de que mantener la pérdida
de peso es un esfuerzo igualmente grande y un enorme logro dadas todas
las fuerzas en juego. Por eso muchos médicos sugieren que se deben
celebrar las mesetas de peso.
Y recuerde que los tratamientos que está haciendo aún podrían estar
trabajando detrás de escena para “dominar” a la persistente biología,
incluso si no ve los resultados de mejora en la balanza. Pero, ¿qué
sucede si la pérdida de peso que ha logrado no es suficiente para ver
las mejoras en la salud o la calidad de vida que usted busca? Bueno,
debe estar igualmente orgulloso de sus esfuerzos y la determinación
que lo llevaron a donde está hoy. Mantenga el buen trabajo y reserve
un tiempo con su médico para revisar su plan de control del peso para
ver si el enfoque de tratamiento debe intensificarse o ajustarse.
* Algunos tratamientos pueden causar efectos secundarios.
Esta información no se entenderá como asesoramiento ni
recomendaciones de tratamiento. Consulte siempre a su profesional
del cuidado de la salud para obtener asesoramiento sobre el tratamiento.
Referencias
Puhl RM & Heuer CA. Obesity Stigma: Important
Considerations for Public Health. American Journal of Public
Health 2010; 100:6:1019-1028.
Freedhoff Y. &
Sharma A.M. Best Weight – A practical guide to office-based
obesity management. Canadian Obesity Network 2010.
Wadden TA et al. Overview of the Treatment of Obesity in Adults.
In: Thomas A. Wadden & George A. Bray (eds.). Handbook of
Obesity Treatment. New York: Guilford Press 2018.
RF
Kushner & Kahan S. The Emerging Field of Obesity Medicine. In:
Thomas A. Wadden & George A. Bray (eds.). Handbook of Obesity
Treatment. New York: Guilford Press 2018.
Berthoud H,
Münzberg H., & Morrison, C.D. Blaming the brain for obesity.
Gastroenterology 2017;152(7):1728-1738.
American
Association of Clinical Endocrinologists. Empower your health:
Guide to physical activity:
https://www.empoweryourhealth.org/sites/all/files/EmPower-Physical-Activity-Guide.pdf
[Consultado en julio de 2019].
Gomez-Rubalcava S, Stabbert
K & Phelan S. Behavioral Treatment of Obesity.In:
Thomas A Wadden & George A Bray (eds.). Handbook of Obesity
Treatment. New York: Guilford Press 2018.
Forman E
& Butryn M. Effective Weight Loss: An Acceptance-Based
Behavioral Approach - Treatments That Work (Workbook Ed.). New
York: Oxford University Press 2016.
Butryn ML, Webb V &
Wadden TA. Behavioral treatment of obesity. Psychiatric
Clinics 2011; 34(4):841-859.
Li M & Cheung BMY.
Pharmacotherapy for obesity. British Journal of Clinical.
Pharmacology 2009; 68:804–810.
Stefanidis A &
Oldfield BJ. Neuroendocrine mechanisms underlying bariatric surgery:
Insights from human studies and animal models. Journal of
Neuroendocrinology 2017; 29:e12534.
Schmidt JB et al.
Effects of RYGB on energy expenditure, appetite and glycaemic
control: a randomized controlled clinical trial. International
Journal of Obesity 2016; 40:281–290.
Xulong S et al.
From Genetics and Epigenetics to Precision treatment of obesity:
Gastroenterology Report 2017; 5(4):266–270.
Vanwormer FM et al. Weight-Loss Outcomes: A Systematic Review
and Meta-Analysis of Weight-Loss Clinical Trials with a Minimum
1-Year Follow-Up. J Am Diet Assoc. 2007. 107:1755-1767.
Rosenbaum M et al. Long-term persistence of adaptive
thermogenesis in subjects who have maintained a reduced body weight.
Am. J. Clin Nutr. 2008; 88:906–912.
Schwartz A
& Doucet É. Relative changes in resting energy expenditure
during weight loss: a systematic review. Obesity Reviews.
2010; 11:531–547.
Hall KD & Kahan S. Maintenance of
lost weight and long-term management of obesity. Medical Clinics
of North America 2018; 102(1):183-197.
Tsai AG &
Wadden TA. Treatment of Obesity in Primary Care. In: Thomas A Wadden
& George A Bray (eds.). Handbook of Obesity Treatment.
New York: Guilford Press 2018; 453-465.
Su índice de masa corporal (IMC) es un número calculado a partir de su
peso y estatura. No es un cálculo preciso del porcentaje de grasa
corporal, pero es una forma fácil de determinar dónde se encuentra su
peso en el rango de saludable a no saludable.
Estas diez preguntas pueden ayudar a iniciar un diálogo y dar los
primeros pasos para comprender qué opciones de tratamiento para el
control del peso están disponibles.
La obesidad es una enfermedad compleja, pero el tratamiento no tiene que
serlo. Los profesionales del cuidado de la salud capacitados cuentan con
el conocimiento y las herramientas para crear un plan de tratamiento que
funcione para usted.