La Vall d'Aran es uno de los lugares más bonitos de Cataluña, la esencia de los Pirineos. Sus valles, cimas superiores a los 2.000 metros, osos, pistas de esquí, ríos caudalosos, frondosos bosques, iglesias románicas y pueblos con mucho encanto es solo una pincelada de lo que vas a encontrar.
Hemos seleccionado cinco de los 33 pueblos que podrás encontrar en sus más de 600 km2 de extensión. Si te gusta la naturaleza y el deporte al aire libre, este será tu paraíso.
ARTIES
La iglesia de Santa Maria de Artíes recibe al viajero, nada más llegar es lo primero que se ve. Tal y como señalan, Arties es una joya escondida del Pirineo catalán, gracias, sobre todo, a su iglesia románica construida del siglo XI al XII. Con su elegante torre gótica de cinco pisos, con cubierta piramidal de pizarra que aloja un gran reloj, sorprende por su retablo mayor gótico, del siglo XV, dedicado a la Virgen María.
Su casco urbano destaca por las típicas casas aranesas, algunas son renacentistas de los siglos XVI y XVII, como Çò de Paulet o la torre y capilla privada de la antigua casa solariega de los Portolà, hoy integrados al Parador de Arties. Sin duda, esta es la joya turística del pueblo, el Parador, que abrió sus puertas en los años 80.
En el otro extremo del pueblo, se encuentra la iglesia de Sant Joan, que es actualmente la sede del Museu dera Val d’Aran.
Si te gusta el senderismo, no te puedes perder este encantador pueblo que es una de las entradas al Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
MONTGARRI
Montgarri ocupa lo que casi ves en esta foto. A unos 5 km de Beret, se encuentra el Santuario de Montgarri, y justo más abajo, lo que queda de la población que creció en el siglo XIX, pero que quedó deshabitada a partir de 1960 debido, principalmente, a las duras condiciones de vida. Recordemos que estamos a una altura de unos 1645 metros, y con nieve casi la mitad del año.
El Santuario sobre el río Noguera Pallaresa es una de las imágenes más emblemáticas del valle. Su construcción se remonta al siglo XII cuando, según cuenta la leyenda, se produjo un milagro: la aparición de la Virgen en los prados. Hoy en día, se conserva solo un pequeño refugio de montaña.
Montgarri es un pueblo que debe aparecer en cualquier excursión por la Vall d'Arán. Existe una ruta circular de unos 10 km muy popular que va desde Beret hasta Montgarri. En invierno se puede hacer en trineo o con esquís de fondo.
BAGUERGUE
¿Buscas una escapada de cuento en España? Entonces, has llegado a tu destino. Baguergue no es solo un pueblo para ir en Navidad. Situado a 1.490m de altitud en el Alto Aran, este es el pueblo habitado más alto de la Vall d'Arán. Aquí podrás encontrar muchas actividades para hacer, por ejemplo, una visita a su museo Eth Corrau que cuenta con más de 2.500 piezas que enseñan la vida cotidiana del valle y la economía tradicional aranesa.
También se puede visitar la iglesia parroquial de Sant Feliu del siglo XIII, y a un kilómetro del pueblo se encuentra la ermita de Santa Margarida.
Por supuesto, el senderismo es aquí una obligación en todas las épocas del año, aunque especialmente bonito en primavera y otoño por el cambio de colores. Tomando el río Unhòla como referencia hay varios senderos, uno de ellos lo remonta hasta llegar al lago de Liat y llega hasta el gran recorrido GR 211.
Ver fotos: 12 paisajes en los Pirineos donde ser feliz
BAQUEIRA
Baqueira es muy conocido por sus pistas de esquí, unas de las mejores de España. Su estación fue declarada Centro de Interés Turístico Nacional, con sus más de 150 km esquiables en montañas que en algunos puntos superan los 2.500 metros de altitud, como Maladeta y Aneto.
Sin embargo, el pueblo que parece de postal cuando llega la nieve, es mucho más que sus pistas. Baqueira cuenta con hoteles de madera en los que disfrutar leyendo al lado del fuego, también de restaurantes con comida típica aranesa y con senderos muy apetecibles. Puedes conocerlos en el Plan de Beret, Montgarri o el valle de Ruda. En este enlace puedes conocer más planes para hacer en Baqueira que no son solo esquiar.
SALARDÚ
Salardú es la capital del municipio de Naut Aran, una población con casi 600 habitantes, que es bastante teniendo en cuenta la mayoría de los habitantes del resto de pueblos del valle. Sobre el río Garona, su situación estratégica la ha convertido siempre en una población interesante entre el Pallars y Francia, por eso en la Edad Media estaba fortificada.
Sobre sus casitas de pizarra se alza la iglesia de Sant Andrèu, una construcción del románico tardío con un vistoso campanario. Se recomienda hacer una visita a la iglesia y conocer todos sus secretos, por ejemplo, la imagen tallada y policromada del Cristo de Salardú que preside el ábside central.
También puede ser un buen punto de partida de excursiones hacia Banhs de Tredòs y los lagos de Colomers o al valle del rio Unhòla con los pueblos de Unha y Bagergue.