En Australia sigue imperando la ley Djokovic

Por mucho que pasen los años, en Australia sigue imperando la jerarquía de Novak Djokovic. Pese a las adversidades, pese al rival y pese a los mil y un contra tiempos por el camino, el serbio sigue haciendo de la Rod Laver Arena su jardín.

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Esta vez le tocó sufrirlo a Carlos Alcaraz, que sigue viendo como se le resiste el Open de Australia, en el que todavía no ha podido acceder nunca a las semifinales. Pese a imponerse en el primer set, el murciano acabó cayendo en las redes de un Djokovic (4-6, 6-4, 6-3 y 6-4) que sigue rumbo a su undécimo título en Melbourne.

No funcionó bien el nuevo servicio de Alcaraz ante un Djokovic que restó todo lo que pudo y más, obligando siempre a jugar una bola más en todos los puntos. Se le fue haciendo cuesta arriba el partido al tenista de El Palmar, que a cada intento de rebelión, encontraba una respuesta todavía más contundente en Djokovic. Sobre todo, a partir del final del segundo set, donde la dinámica cambió por completo.

Había podido revertir el mal inicio de partido Alcaraz, que sufrió una rotura nada más arrancar, y tras igualar el marcador y el ritmo de partido, encontró el peor juego de Djokovic en todo el partido. Entregó su servicio el serbio con varios fallos, mientras se dolía de su pierna izquierda. Tuvo que tratarse en el vestuario 'Nole', que de vuelta a pista vio como Alcaraz se apuntaba el primer set en el mejor juego con su servicio en todo el partido.

Parecía que el ritmo de partido iba a ser una odisea para Djokovic, que como siempre, demostró que nunca es sensato darlo por muerto. Sin que nadie lo esperara saltó decidido a cambiar la dinámica y lo hizo en un abrir y cerrar de ojos. Volvió a tomar ventaja a las primeras de cambio, aunque de nuevo, sufrió la respuesta de Alcaraz. Fue el momento de más igualdad del partido, con los servicios tomando el mando, hasta un décimo juego fatal para el español.

Se exigió Djokovic sabiendo la importancia del momento y dejó en blanco a Alcaraz, que sufrió un duro golpe viendo como el serbio resurgía e igualaba el duelo.

DJOKOVIC TOMA LAS RIENDAS

No fue un hecho pasajero, y es que con el segundo set en el bolsillo, 'Nole' cambió la dinámica del partido por completo. Se adueñó del ritmo y de los tiempos y empezó a hacer sufrir al murciano en cada servicio. Era una pared infranqueable que exigía de golpes imposibles a Alcaraz para sumar puntos, algo que acabó por encontrar muchas veces la precipitación del español.

Tuvo que salvar varias bolas de rotura Alcaraz en los primeros juegos del nuevo set, pero ya en el tercer intento dejó de poder aguantar. Volvió a tomar la delantera Djokovic en el tanteador y pese a que otra vez más, Alcaraz reaccionó de inmediato, tenía bajo control el partido, volviendo a romper el servicio del murciano y cerrando con un punto a la épica, haciendo nuevamente gala de su resistencia y calidad.

No se lo podía creer Alcaraz que miraba atónito como el serbio hacía estallar a la Rod Laver Arena, con el dedo en la oreja y la satisfacción de haber hecho caer en su trampa al español. Una trampa de la que ya no iba a salir Alcaraz por mucho que lo intentó.

Volvió a ceder a las primeras de cambio su servicio y esta vez, Djokovic no iba a permitir que Alcaraz volviera a recuperar terreno. Lo tuvo a tocar en el octavo juego, con dos bolas de rotura a favor de un Carlitos que volvió a toparse con una pared. Le obligó a sacar hasta el final para llevarse el partido, pero Djokovic no falló.

UNA HISTORIA INTERMINABLE

38 años pero sigue siendo un chaval. Novak Djokovic quiere su 25º Grand Slam y tras conseguir por fin la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de París, va dispuesto a seguir agrandando su leyenda. Solo queda que admirar su figura y a Alcaraz, seguir aprendiendo. Volvió a toparse el murciano con el mejor Djokovic, que le vuelve a negar quien sabe si un nuevo título de Grand Slam. Ya pasó en las semifinales de Roland Garros 2023 y ahora en un Open de Australia que seguirá siendo el único de los cuatro grandes torneos faltante en sus vitrinas.

Nueva dolorosa lección para Alcaraz, que volvió a sufrir en sus carnes la grandeza de una leyenda que no se contenta nunca. "Ha sido uno de mis partidos más épicos. Solo me queda felicitar a Carlos por todo lo que ha conseguido y por todo lo que le queda por conseguir" aseguró un Novak Djokovic que se cruzará ahora con Alexander Zverev en semifinales.