Desde que nuestro recién nacido llega al mundo, una de las cosas que hay que observar son las heces, ya que nos dan información sobre cómo está funcionando el interior del pequeño. No todas las heces son normales y es primordial acudir a un pediatra cuando vemos signos que se salen de lo común. Un pediatra nos explica más sobre las heces cuando se tornan blanquecinas.
Observar la caca de nuestro bebe a lo largo de la infancia es importante para reconocer qué signos de enfermedad pueden aparecer durante los primeros años de vida. Existe una guía completa sobre las cacas del bebé en donde puedes consultar todas las tipologías de heces para saber si todo va bien. Aunque en el artículo de hoy vamos a hablar sobre las cacas blancas. El experto en pediatría Francisco Recio Valcarce nos da los detalles más importantes para alertarnos y saber más sobre ello.
Qué significa la caca blanca en niños
El pediatra Francisco Recio Valcarce, parte de la Junta Directiva de la Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria, nos explica que "las heces blancas o más bien pálidas, que es lo que se suele ver en los niños, se llaman heces acólicas o hipocólicas respectivamente". Este color aparece en bebés y niños por la "falta de pigmentos intestinales que se liberan en el hígado por pequeñas hepatitis leves que pueden causar muchos virus".
Normalmente, las heces tienen un característico color marrón, por la presencia de bilis, un líquido producido en el hígado que ayuda a la digestión de grasas. Desde que la bilis sale del hígado, su color va tornándose de verde a marrón por mezclarse con alimentos digeridos y bacterias. Cuando el color comienza a cambiar a un tono blanquecino puede significar que algo en el hígado o en el sistema digestivo no está funcionando como debería.
¿Por qué mi hijo tiene la caca blanca?
Según el Instituto Nacional de Salud, asegura que este tipo de heces que pueden ser blanquecinas, pero también de un tono arcilla, se producen por problemas en el sistema biliar. Normalmente, el hígado segrega sales biliares que es lo que le dan el color marrón a las heces. "Cuando hay una infección en el hígado, se reduce la producción de bilis", por lo que la bilis no llega a las heces.
Puede existir además una disfunción hepatocelular o un síntoma de colestasis, implicando una alteración del flujo biliar con un aumento de la bilirrubina en la sangre.
¿Cuándo hay que preocuparse de las heces blancas?
El doctor Francisco Recio asegura que las heces blancas "por lo general mejoran solas y desaparecen", aunque el pronóstico y tratamiento dependerá de la causa que origina este color. También este color puede deberse a que la alimentación del pequeño es solo a base de leche, por lo que se tienen que tener en cuenta varios factores.
Además de la hepatitis leve, que puede aparecer en recién nacidos y bebés, existen casos -más raros- de atresia biliar. Es una patología en la que las vías biliares, de dentro o fuera del hígado, están anormalmente estrechas, bloqueadas o no existen.
"Más raros son los casos de atresia de vías biliares, síndrome de Alagille u otros síndromes que causan acolia total y son más graves" asegura el doctor. El síndrome de Alagille, solo aparece en uno de cada 30.000 nacimientos y en lo que consiste el síndrome es que la persona tiene menos de la cantidad normal de conductos biliares pequeños dentro del hígado, según la American Liver Foundation.
Síntomas que acompañan a las heces blancas
Cuando las cacas comienzan a tornarse de color blanco es debido a que la bilis no llega a su destino final. Esto deriva otros daños y síntomas en el cuerpo del bebé que pueden alertarnos también de que algo no va bien. El Childhood Liver Disease Research Network concreta algunas de las más comunes:
- Piel y ojos amarillos, por alguna enfermedad hepática infantil.
- Hígado más grande. Se puede comprobar en pruebas como radiografías, por la acumulación de bilis.
- Abdomen inflamado. Esta inflamación suele ir acompañada de un dolor por la acumulación de líquidos.
- Oscurecimiento de la orina a marrón. Es debido a que la bilis que viaja por la sangre, se elimina por la orina, provocando un color más oscuro en el pis.
Tratamiento para la caca blanca en niños
El pronóstico y el tratamiento dependerá de la causa que lo origina pero, por lo general mejoran solas y desaparecen. No obstante, se tiene que asistir a un profesional de la salud infantil para observar y llevar a un diagnóstico previo para poder escoger el mejor tratamiento.
En primer lugar el pediatra Francisco Recio advierte que "si la hipocolia es continua debería hacerse una inspección física completa, una analítica de heces y una analítica sanguínea", para de esta forma tener un resultado definitivo sobre lo que le ocurre al menor.
Otros colores de heces que pueden alertarte
Las heces se pueden tornar de distintos colores, además del blanco que pueden alertar de que algo está ocurriendo en el recién nacido. La Academia de Pediatras Americana, destaca unos colores en las heces en concreto. Aquí tienes algunos colores que más tienen que alertarte:
Heces rojas
Tienen un tono color sangre, pero en muchas de las ocasiones "no es la sangre la que provoca el color", aseguran los expertos. Puede tornarse de este color por medicamentos como la amoxicilina o el cefdinir, que al entrar en el tracto gastrointestinal se vuelve rojo. Otra causa puede ser un sangrado en el tracto intestinal.
Heces verdes
el color verde en las cacas del bebé es totalmente normal, así aseguran desde el propio organismo, pero alertan que "se pueden confundir con las heces negras". Este color se debe a la presencia de bilis, más comunes con la diarrea, ya que la bilis para tan rápido por el tracto intestinal que no le da tiempo a tornarse marrón. Existen alimentos como el hierro que las pigmentan de verde.
Heces negras
Este color puede deberse a un sangrado en el estómago, en el que el ácido pone la sangre de color negro alquitranado. Además algunos alimentos como el zumo de uva, el regaliz o algunas galletas pueden poner negra la caca. El organismo asegura que puede ser también por la bilis cuando hay diarrea. Un truco que dan los pediatras es untar un poco de la caca en un papel blanco y examinarlo con una buena iluminación, para comprobar si es negra o verde.