Tantos posibilidades, tantos cuidados de las suculentas
Del desierto del Namib a los páramos de México, las suculentas son plantas que destacan no solo por sus muchas formas y ‘diseños’, sino también por su simbolismo como planta resiliente y muy adaptable a cualquier entorno. En cualquier caso, y como siempre sucede con este tipo de plantas, mitos como los “no hace falta regarla mucho” o “todas las suculentas son cactus” palidecen ante una realidad que bien merece de los consejos adecuados para convertir tu pequeño jardín en uno que habría enamorado a tu abuela (e incluso a Frida Kahlo).
Te contamos todo lo que necesitas saber sobre los cuidados de las suculentas y desmontamos algunos mitos.
¿Qué son las suculentas?
Son plantas que se caracterizan por sus hojas y tallos carnosos. Los cactus constituyen un grupo de suculentas pero, a diferencia de la creencia general, no todas las suculentas son cactus, ya que también engloban otras especies de plantas. De hecho, se conocen entre 900 y 1500 especies de suculentas de 35 géneros diferentes. 373 de estas especies y 13 géneros se encuentran solo en México.
Las suculentas viven en áreas cálidas y secas, como los desiertos, y sus hojas les permiten acumular agua que aseguran su supervivencia durante largos tiempos de sequía. En cualquier caso, la mayoría de suculentas sí necesitan luz para desarrollarse pero, y ahí va otro tópico, no todas crecen bien a pleno sol.
Mitos y verdades sobre los cuidados de las suculentas
Es una creencia generalizada que las suculentas no necesitan demasiada agua. Sin embargo, esto es un error, ya que si bien la frecuencia de riego es menor en las suculentas que en otras plantas, sí se debe utilizar bastante agua al regar, especialmente en su periodo de crecimiento activo, generalmente a las tres semanas de adquirirlas. Además, en aquellas suculentas que se encuentran en exterior, el uso de agua es más necesario, ya que el sustrato tiende a secarse más rápido debido a la aireación continua.
Generalmente se piensa que las suculentas necesitan de espacios áridos y muy calurosos, por lo que no soportan los climas demasiado fríos. Si bien esto es cierto, en parte, existen muchas variedades de suculentas que se adaptan a los climas fríos, por ejemplo, los inviernos del norte de España. Siempre que se les proporcionemos un buen drenaje, los géneros Sedum y Sepervivum soportan bien las temperaturas frías, al igual que algunas especies de Agave y cactus, o menos conocida como la Rosularia y la Orostachys.
Aunque tengamos esa percepción de la suculenta como una planta que “lo aguanta todo”, lo cierto es que una maceta con drenaje siempre será una opción necesaria. Ten en cuenta que, aunque sean plantas que retienen el agua en sus hojas, un exceso de riego en una suculenta sin maceta puede pudrir las raíces. Al igual que sucede con otras plantas, las suculentas requieren de macetas con buen drenaje para alcanzar un crecimiento saludable y evitar la humedad excesiva.
Ni un extremo ni el otro. Las suculentas son plantas muy resistentes, pero sí necesitan luz solar para crecer de forma saludable. Eso sí, la mayoría de especies requieren una horas de luz indirecta pero rara vez a pleno sol de forma continuada. En caso de que la suculenta no reciba demasiado luz, pueden estirarse hacia la dirección del sol (el fenómeno conocido como etiolación), lo cual puede deformarla e incluso acabar con ella.
Si bien las suculentas alcanzaron su momento de auge hace un lustro gracias a redes sociales como Pinterest, lo cierto es que es una planta cuya popularidad nunca ha decaído. Su facilidad de cuidado resuena con las nuevas generaciones que, en un mundo cada vez más acelerado e impermanente, encuentran en estas aliadas la mejor excusa para contar con vastas colecciones sin necesidad de excesivos cuidados.