¿Qué es la adopción?

Se han formado familias por medio de la adopción durante siglos; en los últimos años, los psicólogos han comenzado a investigar cómo los niños adoptados y sus familias adoptivas navegan sus vidas juntos. En un intento por ayudar a los niños que han sido adoptados a adaptarse y prosperar en un nuevo hogar, y para entender por qué pueden surgir problemas, los estudios analizan las influencias genéticas, así como las ambientales prenatales y post natales, en el desarrollo de los niños que han sido adoptados.

Otras áreas de interés para los profesionales de la salud mental y los investigadores son la experiencia post-adopción y la mentalidad de los nuevos padres y la adaptación de los hermanos, que, si bien pueden estar entusiasmados con la incorporación a su familia, a menudo se enfrentan a desafíos emocionales inesperados.

Estadísticas recientes del Departamento de Estado de los Estados Unidos indican que en 2019, aproximadamente 3,000 niños fueron adoptados de otros países. Los datos de la Oficina de la Infancia indican que 66,000 niños fueron adoptados desde su programa de adopciones en 2019. El Consejo Nacional de la Adopción indicó que en 2014 se habían adoptado 18,239 niños, ese era el año más reciente del que se tenían datos.

Los adoptados a menudo experimentan una amplia gama de emociones relacionadas con su adopción. Muchos informan tener una estrecha relación con sus familias adoptivas y siempre sienten que "pertenecen"; algunos dicen que se sienten agradecidos con sus padres adoptivos por la vida que les proporcionaron. Por otro lado, muchos niños y adultos adoptados han compartido sus desafíos con la formación de identidad o sentimientos de abandono relacionados con ser colocados en adopción. Pueden sentir como si realmente no encajaran con sus familias adoptivas y pueden preguntarse cómo sería su vida si no hubieran sido adoptados.

Del mismo modo, muchos adoptados que fueron criados en adopciones confidenciales desean encontrar y conocer a sus familias biológicas; otros, sin embargo, encuentran que no tienen interés en hacerlo y están contentos con las relaciones familiares que tienen. Algunos adoptados tienen opiniones muy negativas sobre la adopción, a menudo como resultado de traumas u otras experiencias negativas; un pequeño número de adoptados adultos abogan en contra de la práctica por completo.

La adopción es compleja, y los propios adoptados varían ampliamente en su respuesta psicológica. La mayoría debe navegar los sentimientos de pérdida y/o las preguntas de formación de identidad, mientras que un subconjunto lidia con experiencias traumáticas. Como resultado, algunos adoptados, luchan con trastornos psicológicos, desafíos de comportamiento o un sentido de "no pertenencia" que puede afectar negativamente su estado mental. Los mitos culturales sobre la adopción (como que los niños adoptados deben sentirse agradecidos por ser "salvados", o que los padres adoptivos no pueden amar a los niños adoptados tanto como aman a sus hijos "reales") pueden contribuir a efectos emocionales y psicológicos negativos.

Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, muchos adoptados crecen felices y bien adaptados. Los adoptados que tienen relaciones estrechas y honestas con sus padres adoptivos (y con sus padres biológicos, si corresponde) pueden sentirse más seguros en sus identidades y más capaces de sortear los desafíos de la adopción.

El "síndrome del niño adoptado" es un término ampliamente debatido y controvertido utilizado para describir los desafíos emocionales y conductuales que los niños adoptados pueden experimentar. El "síndrome" abarca problemas con la vinculación y el apego, así como comportamientos problemáticos como retar continuamente o la violencia. No se incluyó en la última versión del DSM y actualmente no se considera un diagnóstico validado.

La adopción es un tema complejo que está sujeto a malentendidos, mitos y estigma. Las narrativas de que los padres adoptivos "salvaron" a los niños adoptados pueden ser hirientes para los adoptados y las familias biológicas; por otro lado, las creencias generalizadas de que las familias adoptivas no son "reales" o que los adoptados no son tan amados como los niños biológicos pueden dañar de manera similar a los padres y los niños. Tanto los padres adoptivos como los adoptados pueden confrontar regularmente nociones falsas sobre la adopción; depende de ellos si quieren ignorarlas o educar a quien las expone.

La adopción no es igual para todos, y las narrativas que tratan de pintar la práctica como totalmente buena o mala probablemente están perdiendo algunos matices críticos y la amplia gama de experiencias posibles. Algunos adoptados informan sentirse apoyados y nutridos por sus familias adoptivas; otros se sienten fuera de lugar o luchan con sentimientos de abandono, dolor o culpa. Al igual que con los niños biológicos, tristemente hay casos en los que los adoptados fueron objeto de abuso o trauma después de ser adoptados.

La adopción se ha discutido durante mucho tiempo en términos de blanco y negro: los niños que la experimentaron fueron pintados como "salvados" o "traumatizados", con poco espacio en el medio. Recientemente, las discusiones más matizadas que incorporan las historias de los adoptados adultos sugieren que no es ni universalmente buena ni universalmente mala; más bien, el resultado depende de una amplia variedad de factores que incluyen el comportamiento del padre (o padres), la composición genética del niño y la historia personal, los rasgos de personalidad de ambas partes y el entorno en el que el niño crece.

Colocar a un niño en adopción puede ser un proceso emocionalmente complejo. Mientras que algunos padres biológicos informan sentirse seguros de su decisión y felices de ver a su hijo biológico crecer con su familia adoptiva, otros luchan con sentimientos de culpa, tristeza o arrepentimiento. Todas estas respuestas emocionales son válidas, y los padres biológicos no deben dudar en buscar apoyo si es necesario. Antes de tomar la decisión de colocar a un niño en adopción, los padres biológicos deben esforzarse por aprender todo lo que puedan sobre el proceso, considerar sus propias expectativas de contacto y leer o escuchar las perspectivas de otros padres biológicos para tener una idea de lo que la adopción podría significar para ellos.

El cuidado temporal puede ser el primer paso en el camino de un niño hacia la adopción, pero no siempre lo es. Algunos niños que son colocados en hogares de guarda se reúnen finalmente con sus familias; otros permanecen en hogares de guarda hasta que cumplen la mayoría de edad, mientras que otros son colocados en adopción después de que sus familias de origen renuncien a la patria potestad. Si bien los niños adoptados de hogares de crianza temporal pueden tener necesidades emocionales y físicas especiales, para las cuales los padres deben prepararse mentalmente antes de embarcarse en su viaje de adopción, la adopción de hogares de crianza temporal puede ser una forma gratificante (y de menor costo) para formar una familia.