5 películas de alienígenas para reflexionar sobre el ser humano

'The Ocean', como aparece en la película rusa de Andrei Tarkovsky de 1972, es el nombre que recibe el único habitante del misterioso planeta Solaris, una masa gigante de plasma que cubre todo un mundo y que posee una conciencia que le permite entrar en el subconsciente de otros seres vivos y utilizar los recuerdos enterrados materializándolos y sacando a relucir lo mejor y peor de nuestra raza.

El guionista y director Alex Garland ya nos ofreció una interpretación convincente de la inteligencia artificial con su película debut, 'Ex Machina'. Para su segundo largometraje, 'Aniquilación', apostó por los aliens. Al igual que 'The Ocean', el personaje que aquí tenemos no es ninguna criatura, sino más bien una especie de entorno que vive y respira. 'The Shimmer', que es como se llama, tiene la capacidad de distorsionar el tiempo, borrar pensamientos y copiar y alterar el ADN de sus "visitantes", como lo hace con la protagonista Lena, interpretada por Natalie Portman, y a través de la cual podemos reflexionar acerca de nuestra capacidad de autodestrucción o el sentido de la vida.

Cuando unos investigadores se hacen con las instrucciones de cómo construir un vehículo capaz de realizar vuelos espaciales intergalácticos, mandan a la joven astrofísica Ellie (Jodie Foster)
a probar el viaje al espacio profundo. Lo que no se espera es que le espere a su llegada su padre. Obviamente no es él. Su padre murió cuando la protagonista era pequeña. Es un extraterrestre que ha asumido el aspecto de un ser querido para la recién llegada para así hacerla sentir más cómoda. ¿Qué cuqui, no?

Estos gigantes azules de la película animada de 1973 de René Laloux solo tienen algún detalle que los diferencia de nosotros. Dejando de lado su tamaño o su capacidad para alterar su anatomía, viven en sociedad como el ser humano, con sus gobiernos, escuelas y parques recreativos. se organizan en familias compuestas por madres, padres y niños, y mantienen relaciones sociales similares a las nuestras. Y duermen acurrucados como muchos de nosotros.

Vale que estos aliens son completamente diferentes, pero en realidad solo en la forma. Los tentáculos que nos presentó Denis Villeneuve en 'la Llegada' son más humanos de lo que podemos creer a primera vista. Por un lado, porque se necesita una película entera para entenderlos; y por otro, porque son el ejemplo perfecto de la importancia del lenguaje y la manera en que éste influye al individuo.