El popular personaje de la lucha libre mexicana demandó al CMLL por el delito de fraude, el delito en grado de autoría y para reclamar salarios
MÉXICO -- KeMonito, la figura de talla baja más famosa de la época moderna de la lucha libre mexicana, aseguró este lunes estar dispuesto a cerrar la Arena México con ayuda de compañeros sindicalistas si tras un proceso legal el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) le despoja del personaje que porta desde 2002.
“Si es necesario, tendría que cerrarse la Arena México e incluso tirar basura enfrente de la casa del director del CMLL, Salvador Lutteroth Lomelí, porque de otra manera no entenderían”, señaló a EFE.
Jesús Juárez Rosales, el nombre verdadero de KeMonito, interpuso recientemente una demanda en contra del CMLL, que de acuerdo con el antiguo compañero de Místico aún es su patrón.
El mexicano de talla baja denunció a la empresa que trajo la lucha libre a México por el delito de fraude, el delito en grado de autoría y para reclamar salarios que se le deben por un tiempo no revelado.
Según KeMonito, quien tomó este personaje después de usar el de Alushe, con el que era compañero del difunto Tinieblas, nunca le dieron a conocer los contratos que firmó con el CMLL.
La marca de KeMonito es una de las más explotadas por la compañía fundadora de este deporte en México para hacer colaboraciones con una plataforma de películas y series, además de una importante panificadora.
Se hizo famoso en sus primeros años por ser el compañero de Místico, el último luchador mexicano mediático, y después se convirtió en una celebridad de las redes sociales.
Sin embargo, KeMonito consideró que no se le pagó como se debió e incluso sufrió “humillaciones, vejaciones, maltrato laboral y discriminación por su condición de enanismo”.
KeMonito afirmó que a él no se le daba el mismo pago que a sus compañeros de estatura normal y tampoco la atención médica cuando la solicitaba.
“Solo quiero que se me retribuya lo que merezco, mis derechos patrimoniales. Cuando se me dio el personaje solo se me dio un dibujo, yo fui quien hizo los trajes. Tengo registro de los souvenirs, el nombre no fue dado por el Consejo, sino por un narrador”, sentenció.