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MEDICINA - VolumenISSN
73 - Nº
5, 2013
0025-7680
ARTÍCULO ORIGINAL
MEDICINA (Buenos Aires) 2013; 73: 406-410
HONGOS TÓXICOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y ALREDEDORES
GONZALO M. ROMANO, LEOPOLDO IANNONE, MARÍA V. NOVAS, CECILIA CARMARÁN,
ANDREA I. ROMERO, SILVIA E. LOPEZ, BERNARDO E. LECHNER
Programa de Plantas Medicinales y Programa de Hongos que Intervienen en la Degradación Biológica
(PROPLAME-PRHIDEB, CONICET), Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires
Resumen
En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN-UBA)
funciona el Servicio de Identificación de Hongos Tóxicos. Lo integran los investigadores del Programa de Plantas Medicinales y Programa de Hongos que Intervienen en la Degradación Biológica (PROPLAMEPRHIDEB, CONICET) y colabora con servicios médicos, estatales y privados, identificando los materiales remitidos
en casos de intoxicaciones con hongos, permitiendo, en muchos casos, realizar el tratamiento adecuado. El
presente trabajo da a conocer los casos atendidos por el servicio desde 1985 hasta 2012 inclusive, además de
una tabla para reconocer las especies tóxicas más comunes de la región. Según esta información, el 47% de las
consultas que se recibieron correspondieron a pacientes menores de 18 años de edad que ingirieron materiales
fúngicos de forma accidental (o al menos se sospechaba que lo hubieran hecho). El 53% restante correspondió
a adultos que afirmaron ser capaces de distinguir hongos comestibles de tóxicos. Se determinó que Chlorophyllum molybdites fue la principal especie causante de intoxicaciones, la cual es comúnmente confundida con el
hongo comestible Macrolepiota procera. En segundo lugar Amanita phalloides, un hongo altamente tóxico, que
se caracteriza por presentar inicio de síntomas en forma tardía (latencia de 6-10 horas), evolucionando a falla
hepática con el consiguiente requerimiento de trasplante o la muerte, si no se realiza el tratamiento adecuado
en forma oportuna.
Palabras clave: agaricales, hongos, intoxicación por hongos
Abstract
Toxic fungi in Buenos Aires City and surroundings. In Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales,Universidad de Buenos Aires there is a service called Servicio de Identificación de Hongos
Tóxicos, directed by researchers of the Program of Medicinal Plants and Fungi Involved in Biological Degradation
(PROPLAME-PRHIDEB, CONICET) that assist hospitals and other health establishments, identifying the different
samples of fungi and providing information about their toxicity, so that patients can receive the correct treatment.
The objective of the present study was to analyze all the cases received from 1985 to 2012. This analysis permitted
the confection of a table identifying the most common toxic species. The information gathered revealed that 47% of
the patients were under 18 years of age and had eaten basidiomes; the remaining 53% were adults who insisted
that they were able to distinguish edible from toxic mushrooms. Chlorophyllum molybdites turned out to be the main
cause of fungal intoxication in Buenos Aires, which is commonly confused with Macrolepiota procera, an edible
mushroom. In the second place Amanita phalloides was registered, an agaric known to cause severe symptoms
after a long period of latency (6-10 hours), and which can lead to hepatic failure even requiring a transplant to
prevent severe internal injuries or even death, is not early and correctly treated.
Key words: agaricales, mushroom, mushroom poisoning
En 1888 Carlos Spegazzini relata la intoxicación de
Florentino Ameghino con un hongo desconocido para
la época en la localidad de La Plata. Luego, lo llamaría
Amanita ameghinoi, describiendo por primera vez esta
especie1. Este fue el primer caso de intoxicación con
hongos registrado en la República Argentina.
En el año 1985, el Dr. Jorge Wright comienza con la
prestación del servicio de identificación de hongos tóxicos
desde el Programa de Plantas Medicinales y Programa
Recibido: 7-II-2013
Aceptado: 25-VI-2013
Dirección postal: Dr. Bernardo E. Lechner, Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, UBA, Intendente Güiraldes 2160, Pabellón II, 4°
piso, Laboratorio 7, Ciudad Universitaria, 1428 Buenos Aires, Argentina
e-mail:
[email protected]
de Hongos que Intervienen en la Degradación Biológica
(PROPLAME-PRHIDEB, CONICET) en la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Se trata del único
Servicio que existe en la Ciudad de Buenos Aires, que
junto al Laboratorio Criptogámico de la Fundación Miguel
Lillo en Tucumán, son los únicos centros especializados
en el tema en la Argentina. Debido a la posible gravedad
de los casos, este servicio funciona las 24 horas del día,
los 7 días de la semana. Para cubrir con el amplio espectro
de horarios de atención, cuenta con varios investigadores
capacitados en la identificación de los principales hongos
responsables de intoxicaciones graves.
Los hongos que generalmente están involucrados
en las intoxicaciones son los Agaricales (comúnmente
denominados “hongos de sombrero”), caracterizados por
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HONGOS TÓXICOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
poseer estructuras macroscópicas, denominadas basidiomas, en las cuales se reconocen el píleo (sombrero),
el pie, y las laminillas que portan las esporas de origen
sexual. Además, según la especie, pueden o no tener
volva, estructura que cubre todo el basidioma desde el
inicio del desarrollo (velo universal) y persiste en la parte
inferior del pie; también pueden o no poseer un anillo,
estructura formada a partir del velo que cubre las laminillas en formación en los ejemplares inmaduros (Fig. 1).
El objetivo de este trabajo fue analizar los casos de
intoxicación atendidos por el servicio desde 1985 hasta
2012 inclusive. Este análisis permitió elaborar una tabla
para reconocer las especies tóxicas más comunes, permitiendo identificarlas y distinguirlas de aquellas no tóxicas
que son recolectadas o cosechadas e ingeridas frecuentemente. Otro de los objetivos es concientizar acerca de
la importancia de la consulta con expertos antes de ingerir
hongos silvestres, para asegurar su comestibilidad.
Materiales y métodos
Las casos analizados corresponden a todas las muestras que
el Servicio ha recibido por parte de distintos centros de salud
ubicados en la Ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires: Hospital Nacional Profesor A. Posadas, Hospital
de Agudos Fernández, Sanatorio Mater Dei, Hospital Francés,
Hospital Británico, Hospital General de Agudos Dr. E. Tornú,
Hospital Churruca Visca, Sanatorio San Lucas, Sanatorio Las
Lomas, Casa Hospital San Juan de Dios, Hospital Municipal
Dr. D. Thompson, Hospital de Niños Dr. R. Gutiérrez, Hospital
Descentralizado Zonal General Mariano y Luciano de la Vega,
Hospital General de Agudos Donación F. Santojanni, Hospital
Universitario Austral, Clínica Bazterrica, Sanatorio de la Trinidad,
Hospital Materno Infantil J. Equiza, Clínica y Maternidad Suizo
Argentina, Hospital Municipal de Niños de San Justo, entre otros.
Para la correcta identificación taxonómica de las muestras
se evaluaron características tanto macro- como microscópicas,
prestando atención además al sustrato en el que se encontraban
y a la región donde se los recolectó. Para la caracterización
microscópica se hicieron cortes con bisturí del píleo (sombrero),
las laminillas y el pie según la oportunidad y el estado de las
muestras. La utilización de hidróxido de potasio (KOH) al 5% y
de colorantes como floxina, permitieron una mejor observación
bajo el microscopio óptico. Según el caso, también se utilizaron
reactivo de Melzer y azul de cresilo para observar reacciones
químicas de las paredes de las esporas, basidios y cistidios2.
Fig. 1.– Arriba: Ejemplares maduros de Chlorophyllum molybdites. Abajo: Ejemplares inmaduros y maduros de Amanita
phalloides. Se señalan las partes del basidioma en el
ejemplar maduro de Amanita phalloides.
Resultados
Sobre un total de 133 casos recibidos en los 27 años del servicio, 79 fueron asintomáticos, en 48 se presentaron síntomas
leves (mareos, vómitos, diarreas), y seis con síntomas graves,
de ellos cinco presentaron parálisis de miembros inferiores
y disartria, y un menor de edad, falla hepática que derivó en
trasplante de hígado. Se informa además un caso de muerte.
La mayor frecuencia de casos correspondió al período comprendido entre fines del verano y principios del otoño (Fig. 2).
Chlorophyllum molybdites es el principal causante de
intoxicaciones en Buenos Aires, seguido por Amanita
phalloides. En tercer lugar siguen distintas especies del
Fig. 2.– Número de intoxicados según el mes.
género Coprinus (Fig. 3), ampliamente distribuido en la
ciudad de Buenos Aires y alrededores, con una mayoría
de especies no tóxicas. Se elaboró una tabla que permite
distinguir entre los hongos más frecuentemente consultados por intoxicación (Tabla 1).
La Figura puede observarse en color en www.medicinabuenosaires.com
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Fig. 3. – Porcentaje de casos según especie fúngica o grupo
taxonómico.
En cuanto a las características, síntomas y tratamientos de los principales hongos involucrados en intoxicaciones, describimos a continuación las dos especies con
mayor cantidad de casos.
Amanita phalloides: Píleo verde oliva, generalmente
más pálido en los bordes; ligero olor a pétalos de rosas que
se acentúa con la edad o con la desecación; anillo en la
parte superior del pie de 1 a 1.5 cm de diámetro; laminillas
blanquecinas, numerosas, separadas. El pie es blanco con
escamas verdosas, con una volva protuberante, rasgada,
con forma de saco y de color blanco. Esporas en masa de
color blanco. Esporas globulares a ovoides, entre 8-10 μm
de longitud, amiloides. Esta especie posee α-amanitina y
faloidina, los cuales le otorgan el carácter letal en caso de
ingestión. La α-amanitina es un péptido cíclico de ocho
aminoácidos que no es sintetizado en ribosomas y actúa
inhibiendo a la ARN polimerasa II, siendo por ello una de las
toxinas más letales. Pertenece al grupo de las amatoxinas,
encontradas en varias especies del género Amanita, en
particular Amanita phalloides y Amanita virosa. También
posee faloidina, una micotoxina del grupo de las falotoxinas, cuya estructura es la de un heptapéptido bicíclico que
impide la despolimerización de filamentos de actina, lo
cual interfiere en las actividades esenciales de las células.
La faloidina une la interfaz presente entre monómeros de
actina consecutivos en los filamentos de actina F; de este
modo, los estabiliza, disminuyendo la tasa de disociación
en los extremos del microfilamento3, 4. Después de un largo
período de latencia (un promedio de 6 a 10 horas, en casos
extremos 24 y hasta 36 horas) se observan los síntomas
de la fase inicial de intoxicación (vómito excesivo y diarrea
profusa por 1 o 2 días), llevando a la deshidratación que
culmina con un shock hipovolémico. Al mismo tiempo, se
TABLA 1.– Características de los hongos más frecuentemente consultados por intoxicación
Especie
Agaricus
Sombrero
Consistencia
Cambio de
Presencia de
(píleo)
del basidioma
color del
anillo, volva o
basidioma
restos de velo
Con laminillas
Carnosa
Sí, amarillo
Anillo
xanthodermus
Hábitat
Toxicidad
Sobre
Síndrome gastro-
suelo
intestinal de
latencia corta (1-4 hs)
Amanita
Con laminillas
Carnosa
No
phalloides
Anillo, volva,
Sobre suelo,
restos de velo
asociado
a pinos o robles
Boletales
Con poros
Carnosa
Intoxicación grave con
periodo de
latencia largo
Algunos
Generalmente
Sobre suelo,
No se conocen
especímenes
sin anillo
asociado a
especies tóxicas en
diversos tipos
nuestro país
de plantas
Chlorophyllum
Con laminillas
Carnosa
No
Anillo
molybdites
Sobre
Síndrome gastro-
suelo
intestinal de
latencia corta (1-2 hs)
Coprinus spp.
Con laminillas
Frágil,
No
delicuescente
Algunos con
Generalmente
Solo se conocen
anillo
sobre suelo
intoxicaciones
en la madurez
gastrointestinales con
Coprinus atramentarius
cuando es ingerido con
bebidas alcohólicas.
Psilocybe
Con laminillas
Carnosa
cubensis
Sí, azulado
Anillo
Sobre estiércol
Alucinógeno
Sin presencia
Sobre madera en
No es tóxico
de anillo, volva
descomposición
al corte
Schizophyllum
Con laminillas
commune
hendidas
Coriácea
No
y velo, no posee pie.
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HONGOS TÓXICOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
desarrolla hipoglucemia, que rara vez puede ser letal. A
pesar de que el paciente se siente mejor cuando la enfermedad gastrointestinal finaliza, se desarrolla una lesión
hepática con aumento de la concentración en suero de
enzimas como GOT, GPT y LDH. La coagulación sanguínea se ve alterada, caracterizándose por prolongación del
KPTT, descenso del factor V y la antitrombina III, además
pueden observarse diferentes signos de sangrado como
petequias, hematomas y en algunos casos hasta sangrados internos. El paciente puede desarrollar encefalopatía
hepática y coma. Evoluciona conjuntamente a falla renal
que se evidencia por oliguria y aumento de la concentración
de urea y creatinina5. La muerte puede ocurrir a los 6-8
días después de la ingestión (existe bibliografía en la cual
se pueden encontrar más detalles sobre sintomatología
médica6). El tratamiento específico de la intoxicación con
Amanita phalloides incluye: administración de penicilina
(que bloquea la captación de amatoxinas por los hepatocitos7, 8); depuración extrarrenal (hemoperfusión con carbón
o hemodiálisis que es de primera elección, ya que solo es
útil si se realiza dentro de las 24 a 36 horas de la ingestión,
debido al rápido clearance plasmático de las amatoxinas8-12;
o trasplante hepático en los casos de hepatotoxicidad)13.
Chlorophyllum molybdites: posee un píleo que habitualmente supera los 20 cm de diámetro, incluso se
han encontrado ejemplares de 30 o más cm. Es de
color blanquecino, con escamas distribuidas en forma
de estrella en el ápice; laminillas blanquecinas cuando
son jóvenes, adquiriendo luego tonos verdosos, para
finalmente volverse pardas. Pie cilíndrico que puede superar los 20 cm de altura, de color blanquecino o beige
cuando joven, volviéndose pardo rojizo. Tiene un anillo
doble móvil, color blanquecino. De sabor dulce y olor débil.
Esporas de color verde pálido en masa. Este organismo
es responsable de un síndrome cuya sintomatología
incluye vómitos a intervalos de 1-2 horas, dolores gastrointestinales agudos, diarrea, depresión del estado de
conciencia, mareos, visión borrosa, fotofobia, impotencia
funcional en los cuatro miembros, sudación, escalofríos,
mala perfusión periférica con el abdomen blando, doloroso
a la palpación superficial y profunda; a veces acompaña
a estos síntomas un cuadro febril. Los síntomas suelen
desaparecer a las 48 horas y muchos de ellos se deben
al grado de deshidratación (pre-shock). Se debe tratar el
cuadro de deshidratación y pérdida electrolítica y posible hipotensión. Puede realizarse un lavado gástrico en
casos de grandes ingestas y en que haya transcurrido
poco tiempo, además de suministrarse carbón activado2.
En cuanto a las consultas que recibió el Servicio, el
47% de ellas correspondieron a pacientes menores de
edad, mientras el restante 53% fue de adultos. La mayoría de los adultos intoxicados aseguraban reconocer la
especie ingerida como comestible. Con relación a esto,
debemos afirmar que los diferentes mitos sobre cómo
reconocer las especies comestibles fueron también mo-
tivo de algunas de las intoxicaciones. Cabe destacar que
no hay ninguna regla general que pueda seguirse para
distinguir entre hongos tóxicos y comestibles.
Del 47% de consultas que correspondieron a menores
de 18 años de edad, el 64% se trató de niños menores de
6 años. En muchos de estos casos, por tratarse de niños
muy pequeños, no se tuvo certeza de la ingestión del
material, a pesar de lo cual se aplicaron los tratamientos
de rigor. Se observó una mayor frecuencia de casos desde
fines de verano a principios de otoño, que coincide con
la época en la cual los basidiomas (“fructificaciones”) son
encontrados con mayor frecuencia (Fig. 2).
Discusión
En la Argentina, los casos de intoxicaciones involucran
en su mayoría a solo una persona, a diferencia de lo que
se ha observado en España, donde los casos suelen ser
grupales, porque ingieren los hongos que recolectan en
familia. Más aún, la distribución etaria de intoxicados en
este trabajo muestra un 47% de menores de 18 años,
mientras que en España hay una mayor cantidad a la
edad de 50 años, con un 20% de los casos, aunque se
observa una mayor homogeneidad ya que los restantes
rangos de edades no superan el 17%13. Esto también
demuestra la diferencia cultural con España en torno a
la micofagia, dado que las consultas que hemos recibido
por menores de edad fueron por ingestión accidental, y
no producto de una ingesta familiar. Además, se observa
un promedio de 32 casos por año en España13, mientras
que en la Argentina se reciben aproximadamente 5 casos para el mismo periodo de tiempo. Se observa una
concordancia en ambos países respecto a que el otoño
es la estación en la que se recibe un mayor número de
consultas. Para el país europeo, además, el número de
casos permitió aseverar que el 62.7% ocurre durante los
fines de semana, cuando típicamente las familias salen
a recolectar hongos silvestres.
La información obtenida permite concluir que Chlorophyllum molybdites es la especie tóxica registrada con
más frecuencia, comúnmente confundida con Macrolepiota procera, comestible. La diferencia más clara perceptible entre C. molybdites y M. procera es el color de las
esporas en masa (esporada) al secarse, siendo verde en
la primera y blanca en la segunda especie. C. molybdites
ha sido informada como causante de intoxicaciones en
Brasil14, Venezuela y Guyana15, 16, Guyana Francesa17 y
Trinidad18. Si comparamos los casos atendidos en Brasil14
con los recibidos en nuestro país, se puede observar
que las intoxicaciones también fueron producto de ingestas familiares y no accidentales. Singer explicó que
la especie C. molybdites probablemente forme distintas
razas con diferencias morfológicas menores, y que está
distribuida geográficamente en América del Norte, del
Sur y Filipinas19.
410
Amanita phalloides, el segundo hongo que más
intoxicaciones causó en el periodo estudiado, con el
registro del fallecimiento de un paciente, se caracteriza
por poseer amanitina en una concentración de hasta
8 mg/100g de hongo fresco, siendo su dosis letal de
aproximadamente 0.1 mg/kg. Este hongo también ha
sido causante de muertes en Uruguay20, con dos casos
ocurridos en 1989, sin haber sido informadas allí intoxicaciones previas debidas a ese hongo.
El género Coprinus comprende tanto especies tóxicas
como comestibles, aunque generalmente de bajo valor
culinario. Coprinopsis atramentaria, previamente conocido
como Coprinus atramentarius, es un ejemplo de especie
tóxica dentro de este grupo, y su toxicidad se pone de
manifiesto solo si se consume junto con bebidas alcohólicas, dado que la toxina interfiere en el metabolismo del
etanol y genera acumulación de acetaldehído21.
En los casos en que los hongos fueron determinados
como tóxicos, la identificación temprana (menos de
12 horas desde el momento de la ingestión) permitió
aplicar el tratamiento adecuado, mientras que en los
determinados como no tóxicos se evitó un tratamiento
prolongado que generalmente es agresivo, en particular
para ancianos y niños de corta edad, donde puede constituir un problema de salud posterior. En Uruguay hubo
2 casos donde la identificación de las muestras ocurrió
luego de transcurridas 30 horas desde la aparición de los
síntomas, y hasta ese momento se trató como un cuadro
de gastroenterocolitis bacteriana, con el fallecimiento de
ambos pacientes20. Como medidas generales que deben
tenerse en cuenta para tratar una intoxicación con hongos, podemos mencionar el tratamiento de soporte de la
vía aérea y hemodinámico con administración de fluidos
según necesidad; un plan de hidratación parenteral para
mantener ritmo diurético de 3 ml/kg/hora; lavado gástrico, respetando vómitos espontáneos, la colocación de
una sonda con aspiración continua; la administración de
carbón activado 1 g/kg de peso en forma seriada (cada
4 horas), sorbitol al 70% siempre que no se presente
diarrea, y además evitar el uso de antiespasmódicos22.
El presente trabajo permite reconocer las especies
tóxicas más comunes halladas en la Ciudad de Buenos
Aires y alrededores, evidenciando las características
culturales en relación a la micofagia y la importancia de
una identificación correcta y temprana de las mismas
para aplicar el tratamiento más correcto y menos agresivo
para el paciente.
MEDICINA - Volumen 73 - Nº 5, 2013
Conflictos de interés: Los autores declaran no tener conflictos de interés.
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