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Teresa Gonzâlez Ãrce (coord,inadora) Triunfar de la veiez Y del olvido Miradas sobre el retrato titerario en la España contemPoránea t enr,nquf N ^ Miembro fundador de la Alianza de Editoriales Mexicanas lndependientes (AEMI) www.aemi.com.mx Este libro fue fìnanciado por la Convocatoria 2009 deApoyos Complementarios a lnvestigadores en Proceso de Consolidación del Conacyt,con el número de proyecto I 18407. @ 20 I 3 Teresa González Arce @ 2013 Felipe A. Ríos Baeza, Genara Pulido Tirado,Jorge Oræga Lourdes Franco Bagnouls, LuisVicente de Aguinaga, Maarten Steenmeiier; Marco Kunz, María Ema Llorente, Mara B. Ferrari,Teresa GonálezArce D.R. @ 201 3 Alequín Editorlal y Servicios, S.A. de C.V Mo¡èlos I 742, Col.Amerícana, 44 I 60, Guadalaiara, Jalisco. Tel. (s2 33) 36 s7 37 86 y 36 57 50 4s [email protected] www.edicionesarlequin.com.mx tsBN 978-607-9046-63 -7 lmpreso y hecho en Méxlco Los retratos pánicos de Fernando Arrabal Marco Kunz melillense FernanA la lista de artes y géneros cultivados por el polifacético cineasta y aiedrecista' hay do Arrabal, dramaturgo, novelista, Poeta, pintor' dedica varias docenas que añadir la de retraiista literario . En Genios y f.gu.ras desemblanzasalosque,enelsubtítuo,llama*"'miSidolatradosgenios"' Setrataprincipalm"nt"d.escritores,algunosdeloscualesfueronamigos Margueejemplo, los ya fallecidos Samuel Beckett'Jean Genet' ,rryo, Kundera)' -po. (Milan rite Yourcenaç María Zambtanc¡- o lo siguen siendo (Thomas Bernhard) como de mientras que a otros, tanto contemporáneos Hugo), admira por el siglos p^udo, (cervantes, Feliciano de silva, victor entre iÀpr.lo que le causó la lectura de sus obras. También encontramos músicos Duchamp)' to, no-"rrajeados a pintores (Andy Warhol, Marcel (André (Berlioz), científicosìAt,orrio GarcíaBellido), cuatro surrealistas Michel Tiusevitch) ' Breton, Antonin Artaud, Luis Buñuel y el poeta ruso Sigmund Freud, e el ajedrecista Bobby Fischeç el padre del psicoanálisis, borrachera. irrciuro un personaje bíblico, Nãé, incluido por su proverbial ofrecen una amEstos textos, de una extensión media de cuatro páginas' el plia gama cle formas: relatos de anécdotas, cuento ía estnJy/o la cemática del autor, diálogos, cartas' su o' de los casos podemos hablar de retratos en el sent a la que describen conpues llevan .o-o título el nombre de una Persona que a veces iu.rdo episodios de su vida y destacando sus rasgos peculiares, la peculiaridad moincluyen el aspecto físico, pero sobre todo insisten en sin embargo, ral, caracterial y artística. Algunos artículos de Genios y f'gurø¡ nocumplenconlosrequisitosparaserconsideradoscomor€tratosporque nolratandepersonas,sinodelugares,v'gr'elvolcánandinoNevadode Ruiz o Melilla, la ciudad natal del escntor' imaginarias La relación entre las semblanzas arrabalianas y las vidas deMarcelSchwob,enelcasodeexistir,nopuedesermásqueoblicua:los t8l Los retratos pánicos de Fernando Arrabal tres cuentos apócrifos muerte espejo y el coito,, triunfo,, y nLz segunda "El -"El de mi padre"- que Arrabal atribuye a Borges, muestran cierta semejanza con la Hisloria uniuersal de la infamia, quizá la obra más influensin duda la más famosa-, ciada por Schwob en el ámbito hispánico -y ya que relatan versiones heterodoxas de las vidas de personajes históricos en el primero y el mismo Arrabal en el último de la serie- o -Cervantes narran la ignominia de una figura ficticia como si fuera un caso real -el científico Lucas Montaña en el segundo texto seudoborgeano-. Sin em- bargo, hay una diferencia fundamental en la elección de los retratados. Schwob escogió para sus Vies imaginaires personajes únicos, ejemplares ^ que no representan tipos, sino una idiosincrasia inconfundible: "L'art est à I'opposé des idées générales, ne décrit que I'individuel, ne désire que I'unique' (Schwob, 2004:53). Arrabal muestra una preferencia semejante por los individuos excepcionales, cuyo rasgo diferenciador es su genialidad. Y en esto se distingue de Schwob, cuyos protagonistas no son necesariamente modélicos, sino que hay entre ellos fracasados, suicidas, criminales, y pocos se han hecho célebres por su obra artística. Pueden ser objeto del vivo interés, pero difícilmente de la idolatría del biógrafo: quel que soit leur métier ou leur statut, ces frgures sont marquées par une forme d'originalité qui les met au ban de la société et en fait des héros .à I'envers" (davantage que des anti-héros). Leur grandeur est dans le ratage qu'ils syrnbolisent ou, plus exactement, dans la résistance qu'ils incarnent face à une société qui ne peut les comprendre (dans les deux sens du terme) (Bertrand, et a1.,2004:38). Los person4jes de Schwob encarnan pasiones, vicios y virtudes en un grado extremo y radicalmente individual, son extraordinarios en la característica que los destaca ¡ a menudo, ordinarios en todo lo demás; mientras que los genios y figuras arrabalianos tienen algo sobrehumano, casi semidivino, son héroes de la inteligencia creativa, incomprendidos a veces por la mayoría de sus contemPoráneos, pero venerados por los privilegiados capaces de entender el espíritu vanguardista de sus obras, lo que les ha valido el reconocimiento internacional, incluso el premio Nobel en varios casos (Beckett, CeIa). Tanto en Vies imaginaires como en Genios y f'gnas, cada capítulo va encabezado por un título que identifica al retratado y un subtítulo que, en Schwob, especifica su profesión o categoría social e indica en el adjetivo, 182 Marco Kunz facultativamente, una calidad particular ej., oMatrone impud.iqueo, -p. haineux", amoureuser, *pirate par humeu.,_; €n Arrabal "Poète "Fille sólo en algunos casos tiene una forma semejante ejemplo .Feliciano -por insobornable),, de silva (Autor maldito) ", "Bobby Fischer (Rebelde "Michel rrusevitch (Poeta pirómano),-, pues predominan los subtítulos que definen el enfoque peculiar, el tema específico de la semblanza con fórmulas quintaesenciales Bernhard (Insultos a la patria) >_, -,.Thomas muchas veces poéticas o enigmáticas gr. osamuel Becketi (Un copo -v. de gracia)", 1|acqueline Picasso (La minifalda y los castrados)o, oAntonio García Bellido (La mosca del vinagre de un español genial)o, etcétera_. si en schwob son numerosos oles personnages habités par le désir prométhéen ou faustien jusqu'au bout d'une intuition ou d'une expérience, (Bertrand et a1.,2004:42), obsesión que frecuentemente cond.uce a actos destructivos; en Arrabal el impulso prometeico y fáustico caracteriza al artista y, por consiguiente, repercute en la creación de textos, cuad.ros, películas, etc., en que sus aspiraciones excesivas encuentran una válvula de escape y una sublimación con resultados positivos para la humanidad. Los héroes arrabalianos triunfaron porque, como dice de dos biólogos, o[i] mperturbables, actuaron como heterodoxo5, (Arrabal, l9g3: 150). según Arrabal, los logros extraordinarios, en ras ciencias como en las artes, necesitan para realizarse el exceso, el anticonformismo, la anomalía, el genio de la locura, inspirado por la ebriedad de Noé: Noé aquel día de locuras, travesuras y desnudeces, comprendió que necesitamos fiestas, carnestolendas, .entierros cte la sardina> y poetas -jldito, e insumisos, interpretando el sublime paper de oimprecadoreso o de perturbadores. [...] Noé en el día de la rebelión festiva trazó el sendero que recorrerían los mejores para estupor de.los sabihondos yjolgorio de Ios inocentes. Lacan actuando en el manicomio de santa Ana, Tüsuín Tzara fundando el dadaísmo, Dalí celebrando la teoría de las catástrofes. Por ello William Blake tuvo histriónicamente que reconocer que "si algunos no actuaran como locos no podríamos ser forma- les" (Arrabal, 1993: 153). otra diferencia importante respecto de schwob es que los retratos arrabalianos no son imaginarios, por lo menos no en el mismo sentido, pues una gran parte de sus semblanzas cuentan episodios donde Arrabal fue testigo, y otras presentan sus hipótesis, tal vez extravagantes, pero que t83 Los retratos pánicos de Fernando Arrabal gr. el autor considera plausibles, acerca de la vida de los retratados -v. audel la biografía de etapas oscuras sus especulaciotres sobre algunas tor del Quijote, desarrolladas extensamente en su libro Un esclauo llamado Ceraantcs-. Arrabal no se despreocupa de la veracidad de sus re[ratos, sino que la funda en otra concepción de la realidad en las biografías con ambición científica positivista, pues del surrealismo ha heredado una visión amplia de lo real que incluye los sueños y las fantasías que brotan del subconsciente, capaces de revelar verdades rigurosamente subjetivas breves textos dedicados aMaríaZambrano, Sigmund Freud y Walter -los Benjamin son puros relatos oníricos. Las vidas imaginarias de Schwob pueden describirse como "condensés de vie,, ya que reducen la biografía de los personajes a pocos episodios, en función de la imagen de su quintaesencia que el autor desea transmitir: .C'est bien de frägments qu'il convient de parler pour ces vies, racontées à travers le prisme ténu d'un narrateur qui choisit de n'en retenir que quelques aspects. Chaque vie se présente comme un fragment métonymique et en cela totalisant [. . .] , (Bertrand et aI., 2004:40). cuentan biografías como historias con trama y desenlace. En Genios y f,gur(ß, en cambio, se reduce la narratividad y se exacerba la fragmentariedad, pues en general no se relatan ni siquiera las etapas principales de las vidas, sólo unos momentos destacadoi, aPtos tanto para caracque a menudo es rnás importante- decirnos terizar al retratado como -lo algo sobre Arrabal. Pues aunque habla de otros, Genios y f'guras no carece en absoluto del egocentrismo lúdico, típico de la imagen pública que Arrabal siempre se ha divertido de crear de sí. A lo largo de su vida se ha hecho reLralaÍ muchas veces por pintores y fotógrafos, a menudo en poses provocadoras, p. ej., de Dios o de enano perverso, a modo de alegoría de sus ideas, poniéndose en escena como icono de su megalomanía irónica, celebrándose a sí mismo en papeles que simbolizan sus obsesiones y confusiones. Son particularmente llamativos algunos cuadros al óleo pintados por amigos artistas según las instrucciones del escritor, donde lo vemos representado, por ejemplo en un retrato ecuestre inspirado en Goya y Velásquez (Luis Arnaiz, Arrabal combatiendo su megalomanía, L963 23), como hermafrodita (Rafael G. Las Vies imaginaires sus cuerþos intercarnbiados, 1966 Glibota, 1994:91) o como Prometeo (S.M. Félez, Arrabal Prometeo, 1968; Glibota, 1994:102). Sus sueños, pasiones y fobias adquieren una dimensión mítica Crespo, Femando y Luce seducidos þor t84 Marco Kunz de en lienzos como AtTabaI d,ecaþitand,o a Narciso,1964; Glibota, 1994:69), Arnaiz, Arrabal castrad.o por el asno bíblico,1967; Glibota,1994:105) o Arrabal y sus místico tratand,o d,e d,omar su libid.o, 1967; Gtibota, 1994:100), de Félez, las ansias de inmortalidad y resurrección se tematiz an en Arrabal adorado þor de Crespo, gigantes y amenazad,o d.e la inmortalid,ad, 1965; Glibota, 1994:84), de 1966, ambas por elFênix, á ãr tr. dos versiones del motivo Arrabal saluado as literarias de o sea' la mitad a los retratados adora Genios y f,guras (seis de los "apZstoles"), Cristo quien n realidad deflne con exactitud la modestia una egoc escri descubro ante el señor B' Brecht, que puede cuando escribo, sólo sé hablar de mí mismo''r la Es frecuente en Genios y f,guras el desvío del personaje retratado a personalidad del retratista. En el capítulo <.Victor Hugo ("'y los mutilal-nr-u"l en l9ó9, citado por FranciscoTorres Monreal como epígrafe de comPleto. t85 la <<lntroducción> a su edición del reotro Los retratos pánicos de Fernando Arrabal dores dogmáticos) ", Arrabal construye un diálogo con frases del autor francés y réplicas de él mismo que presenta a Hugo como un precursor en la lucha por un teatro nuevo y lo cita para confirmar sus propias ideas estéticas. En su homenaje a Thomas Bernhard, se apropia de las opiniones anti-patrióticas del austriaco y sustituye en ellas Austria por España, Hitler por Franco, etc., hispanizando así las diatribas bernhardianas para volver a hacer el papel del antiespañol al que lo condenó la propaganda del franquismo en la época de la dictadura.2 En "CamiloJosé Cela (Carta sin monigotes)>, parte del proceso en que, en 1967, Arrabal se vio ante un tribunal español, acusado de blasfemia e insulto alapatria, con la presencia de cela en el público para apoyar moralmente al reo. Enumera a algunos del "çe¡¡s de biennacidos" que habían participado en la protesta internacional contra su detención: Vicente Aleixandre, samuel Beckett, octavio Paz, Maiguerite Yourcena¡ Naguib Mahfouz. La selección es sumamente interesada, pues contribuye a enaltecer al preso que honraron con su solidaridad: Todos vosotros erais entonces, a pesar del inmenso talento que encerrabais, soldados rasos de la Literatura. Años después, los seis ibais a ser alzados al premio Nobel. "Menos mal ---comentó recientemente un 5¿ls¡s59- que los escritores españoles disciplinados se r4jaron asustados y no fueron a defenderte. ¡Menudos premios nobeles tan esmeraditos, aprovechados y micos hubiéramos lucido!o (Arrabal, 1993:30). Arrabal, hacedor de premios nobeleros, omite en su lista a varios escritores que también lo apoyaron alasazóny que obtuvieron el Premio Nobel antes de la publicación de Genios y Figuras, como François Mauriac (tg5l) y Heinrich Boll (1972) se podría añadir a Günrer Grass (1999)-, -hoy también a otros autores como Eugène Ionesco, Peter weiss, Arthur Miller, Jean Anouilh, Michel Butor, incluso a españoles comoJosé Marîapemán. Lo importante en su texto no es contar la vida de Cela ni describirlo, sino únicamente destacar sus méritos por defender a un escritor encarcelado, Fernando Arrabal, y oponerlo como modelo a otros autores famosos que se 2 Las fr¿ses bernhardianas hispanizadas por Arrabal se parêcen mucho a sus propias palabras en la época de Franco: <<Je déteste l'Espagne d'aulourd'hui. Et forsque je m'y rendais, ie la détestais encore plus.Je me disais que ie n'étais pas Espagnol, mais anti-Espagnol.Je suis de l'anti-Espagne [...].Je n'ai pas la chance d'aimer ce qu'aiment les Espagnols.Je déteste la course de taureaux.Je ne goûte pas le flamenco,j'ai horreur des castagneÉes):Arrabal en la entrevista con Alain Schifres: Entretiens ovecArrobot (Schifres, I 969;5g-59). r86 Marco Kunz callaban ante la persecución de la literatura o incluso la aplaudían (el reproche se dirige implícitamente contra Bertold Brecht -"¡Ah, si tuvieras iu conciencia empañada por las lágrimas de los obreros rebeldes del Berlín de 1953 o el Budapest de 1956 t...1!" (Arrabal, 1933:31)-y explícitamente contra Louis Aragon: nEn Moscú no se dljo nunca: "Cuidado, este es un cela", pero se dijo, por ejemplo: "cuidado, este es un aragón"... refiriéndose a los "titi-poetas" tan graciosamente sayones de los partidos comunistas de la vieja Europa, (Arrabal, 1993:31). El capítulo titulado "CamiloJosé Celao revela ser una carta de agradecimiento, una declaración a favor de la libertad de expresión y en contra de la represión política, un homenaje más que un retrato, Para alguien que se hizo merecedor de los ditiramla mejor Prosa española del siglo" (Arrabal, bos arrabalianos -oescribes 1993:31)- por haberse solidarizado con Arrabal en un momento difícil. El texto dedicado aJean Genet es otro ejemplo de cómo un heterorretrato se desvía hacia el autorretrato de Arrabal, algo que se anuncia en el subtítulo: .Los generales Almodóvar y Arrabal" (Arrabal, 1993:45). Bien mirado, sólo en los primeros y los últimos dos párrafos se habla de Genet, y también allí en relación con Arrabal. Empieza el texto con frases que, ésas sí, presentan un conciso retrato del escritor viejo mencionando, en muy pocas palabras, los datos clave relativos a las etaPas principales de su vida y a sus ideas políticas y religiosas: El conmovedor inclusero finfancia] y portentoso dramaturgo [madurez] Genet pasó los últimos años de su Jean vida [época en que Arrabal lo conoció personal- mente] defendiendo y exculpando a todos los insurrectos de Ia Tiera sin dejarse entre los renglones ni las mismísimas Brigadas Rojas italianas [compromiso polí- tico]. se consideraba, además, y sobre todo, como un ateo categórico vicciones religiosasl (Arrabal, 1993: 45). [...] [con- En la tercera frase ya, Arrabal introduce su testimonio personal al recordar cómo, trasjugar con él una partida de ajedrez, Genet le dljo nque le gustaría que existiera un Dios sonriente que le permitiera ganar alajedrez" (Arrabal, 1993:45). En el segundo párrafo, el texto vuelve a centrarse en Genet, pero sólo aparentemen¡s; .El sable castrense, el hisopo y la toga judicial encarnaban para Genet el mal. En su revoltosa obra El balcón mi entrañable compañero puso en solfa a sus más aborrecidos arquetipos: el militar, el eclesiástico y eljuezo (Arrabal, 1993:45). Ahora bien, Arrabal no t87 Los retratos pánicos de Fernando Arrabal nos cuenta esto como introducción a una apreciación de la obra de Genet, sino para reflexionar sobre quién habría podido ser Fernando Arrabal si hubiera optado por una de estas tres carreras: oHabía conocido a estos tres modelos, en mi propia adolescencia, del otro lado del espejo" (Arrabal, 1993:45). Siguen tres párrafos largos que podrían constituir gérmenes de otras tantas vidas imaginarias del general Arrabal, del jesuita padre Arrabal o del magistrado Fernando Arrabal Terán, pues nos cuenta tres episodios de sujuventud: su fracaso en el examen de gimnasia que impidió su ingreso a la Academia General del Aire a los dieciséis años, sus seis meses de prácticas espirituales en la Compañía deJesús a los diecinueve, sus estudios interrumpidos en la Facultad de Derecho de Madrid. Sólo al final del texto vuelve a referirse a Genet, contando una confesión extravagante que éste le hizo: (que nunca sufrió, como han repetido algunos de sus biógrafos, la añoìanza de los incluseros, pues desde niño estuvo convencido de que sus padres desconocidos eran Hércules y una sirena" (Arrabal, 1993:47). Cierra el capítulo con reflexiones sobre el ateísmo de Genet con otra confesión: .un día me dijo que podía Íezar a un dios que nada tuviera que ver con la divinidad nietzscheana, pero que se divirtiera con él vertiginosamente" (Arrabal, 1993:48) y unas fantasías sobre los "deliciosos angelotes argelinos o puertorriqueños> (Arrabal, 1993:48) que le endulzarían lavida eterna en su más allá laico, *cantando quizâuna célebre canción de mijuventud: "Si yo fuera capitán...'i, (Arrabal, 1993:48). Con esta canción recordada por Arrabal, la memoria autobiogrâfr'ca penetra incluso en la existencia póstuma del homenajeado. Algunos de los textos de Genios ) figuras desarrollan un tema que el retratado personifica ex profeso, por ejemplo, en la semblanza dedicada a Antonio García Bellido, la ciencia, en Particular la investigación biológica sobre el código genético que fascina a Arrabal. De nuevo se implica personalmente, con repetidas referencias a su novela La torce herida þor eI examinador odiado que, a los rayo (7983), un recuerdo de juventud -un (un gran hombre de ciencia" (148) tuvo once años, le profetizó que será la culpa de que el pequeño Fernandojurara que no seguiría el consejo- y una curiosa asociación que establece entre Ciudad Rodrigo, donde pasó gran parte de su infancia, y los experimentos del científrco García Bellido con un insecto, la mosca del vinagre (Drosoþhila melanogaster) que (yo imaginaba, hasta que tuve ecos de su trab4jo, que sólo existía en Ciudad t88 Marco Kunz Rodrigo" (Arrabal, 1993:148). García Bellido, cuya obra Arrabal dice admirar sin conocer personalmente al científico García Bellido -"Antonio es el morfólogo, o si se prefiere, el embrio-genético por antonomasia, es el Einstein en su dominio y uno de los investigadores más importantes del siglo" (Arrabal, 1993:747)-, es un mero pretexto para hablar del noN y de la importancia que tiene en la unicidad de cada individuo, condición previa que legitima el género mismo de la biografía código genético -"El es nuestra tarjeta de identidad" (Arrabal, 1993:149)-. García Bellido es para Arrabal la personificación de la genética moderna, un desconocido idolatrado por admiración en el resultado de su trabajo. Por consiguiente, el retrato de García Bellido es un auténtico antirretrato, una no descripción: "A Antonio García Bellido no puedo imaginarlo:' pàra, mí es casi como un óvulo de ciencia del que no sé ni como son sus ojos ni sus manos, ni su cabeza, ignoro qué edad tiene, desconozco el pueblo en que nació, o si cree en Dios o en el diablo, en Marx o enJesús" (Arrabal, 1993: 148). El especialista de la morfología no tiene forma para el retratista. Pese a lafaltade detalles descriptivos, Arrabal consigue definir en su antirretrato la quintaesencia científica del biólogo por compararlo con un óvulo, objeto principal de su investigación: "García Bellido analiza la evolución de la vida desde el óvulo, es decir, desde la célula fecunda microscópica, hasta el ser en tres dimensiones con ojos y pelos, con corazón y sexo> (Arrabal, 1993:147-148). No sólo encontramos en Genios y f.guras retratos heterodoxos y antirretratos, sino también cierto número de textos que cumplen claramente las funciones principales del género retratista, aunque no falte en ellos la implicación autobiográfica del autor Arrabal. Un buen ejemplo es el artículo (Arrabal, 1993:215sobre Luis Buñuel, cuyo subtítulo "La Edad de Oro" 219) puede entenderse en varios sentidos: como alusión a la película L'âge d'or, realizada en colaboración con Salvador Dalí en los años de apogeo del surrealismo, o como referencia a la época en que la obra de Buñuel alcanzó su mayor éxito o calidad, cuando Arrabal tuvo el privilegio de encontrarse con el cineasta español en varias ocasiones que relata en su semblanza. El texto se compone de trece párrafos cuyo análisis nos mostrará los ingredientes típicos de un retrato literario de la pluma de Arrabal. 1. Empieza con una cita que ocupa todo el párrafo inicial, tras la breve frase introductoria que señala el carácter de testigo del autor: "Buñuel, t89 Los retratos pánicos de Fernando Arrabal socarrón que fatalista, me dÜo, (Arrabal, 1993:215). Arrabal suele elegir frases sorprendentes, difícilmente compatibles con la imagen pública del retratado, chocante a veces, siempre original, pretendiendo revelarnos una confidencia, una faceta desconocida, una opinión heterodoxa. Este es también el caso aquí, pues Buñuel dice en la cita que él y el general Franco tenían <gustos cinematográficos muy simila¡e5" (Arrabal, 1993:215) y lo corrobora con ejemplos concretos. Tal asociación del dictador fascista con el director de cine vanguardista y antiburgués recuerda que Buñuel produjo algunas de sus películas en la España franquista -v. gr. Viridiana, mencionada en la cita-, y también indica su desvío de la línea bretoniana del surrealismo <puro> por haber optado por un cine más comercial que en sus principios experimentales. 2. El segundo párrafo contextualiza la enunciación de la cita describiendo la perrita de Buñuel que <correteaba, saltarina, como un convulsivo lujo de la inestabilidad" (Arrabal, 1993:215). Arrabal insiste mucho en informarnos sobre las circunstancias en que sus (genios y figuras" le dijeron las frases memorables que reproduce en sus textos, relacionando detalles de esas situaciones con las obras y las vidas de los personajes: aquí el lugar chalé mexicano- y el nombre de la perra, Tristana, también -el título de la famosa adaptación buñueliana de la novela homónima de Pérez Galdós, de modo que se establece un nexo asociativo entre las dos edades de oro: "Se llamaba Tästana, como su segunda película producida por el "antiguo régimenn, y guardaba, más que su vivienda, las proporciones del chalé mexicano del coautor [de] Un puro andaluz (Arrabal, 1993:214). 3. Sigue una descripción de la casa de Buñuel, llena de recuerdos que fomentan la nostalgia, "un plano de París y un retrato de don Luis firmado por Salvador Dalí" (Arrabal, 1993:216), y el relato del encuentro concreto en que se enunció la cita inicial, con detalles que aumentan la gr. el estofado que les guisó la mujer del ciimpresión de autenticidad -v. neasta-. En otros artículos Arrabal insiste menos en enumerar las obras del retratado; aquí, en cambio, menciona de paso los títulos de algunas de sus películas, con fórmulas estereotipadas como "el director de Belle de jounr,,.el autor de La rnuerte en el jard,ín" (Arrabal, 1993: 216), etcétera, presentando así a lo largo de su texto una filmografía selectiva de Buñuel. El motivo del encuentro, sin embargo, se relaciona más con la autobiografía arrabaliana; qûizáL menos t90 Marco Kunz Durante aquel festín, el autor de La muerte en el jardín se devanó los sesos para encontrarme una manera de huir de México. por culpa de una estación de la ceremonia de la confusión, malparida por mi obra Fando y lrs, un padre y un esposo habían jurado organizarme un via crucis abzlazo limpio (Arrabal, 1993:216). 5.Los próximos párrafos contienen el retrato propiamente dicho. Tras una caracterización gener¿l Buñuel un campechano hombrón -jf,¡¿ dócil a la fatalidad de su inocencia" (Arrabal, 1993:216)- pasa a descri_ bir los rasgos físicos orejas, el cuerpo, la mirad.a, la cabeza, el pelo- y a asociarlos-lavoz,las con características no materiales, sino espirituales, 4- y éticas y estéticas: su campanuda voz no engolaba la prestancia, contrariamente a lo que sucede a algunos de nuestros mejores comediantes. Dominaban su semblante dos grandes orejas. Amadrigaban precisamente el órgano que peor le funcionaba y mejor le asistía; refugiado en su sordera escuchaba el murmullo de la cabal esencia del mundo. Su corpachón se fue inclinando, no por culpa de los años sino por necesidad de acercarse a su interlocutor para mejor oírle. Su mirada m:ís bondadosa que pícara alumbraba una cabeza que se ha dado en decir de campesino, pero que más me parecía de escultor. su silueta estaba presidida por una cabeza extraordinariamente redonda que fue perdiendo cabellos y canas para exhibir, ufana, una perfección esférica (Arrabal,1993:216). Tales descripciones alternan con observaciones que elevan al retratado a la esfera de lo excepcional, lo presentan como un individuo por encima de lo comúr., capaz de captar "la cabal esencia del mundo" (216), grandioso en su ecuanimidad, virtud de los sabios oSu eminencia se ofrecía como serenidad" (216). Como cierre del retrato físico, Arrabal coloca una frase que rompe las dimensiones del caso concreto por su generalidad excesiva: ,,llodo el universo encaja en un recuerdo, pero cambién en un olvido, (Arrabal, 1993: 216). 6. Se completa en el sexto párraro el retrato sensu stricto con unos comentarios acerca de la hispanidad original de Buñuel, resultado de su larga estancia en el extranjero y de su anticonformismo: el "esp¿¡o1 de antología, que hablaba se atribuye al exilio puede pronunciarlo, saborearlo y -"sólo conservarlo contra vientos de destierro y mareas integristas aquel que ha pat9t Los retratos pánicos de Fernando Arrabal sado media vida fuera del suelo ¡¿¡¿l¡- y su heterodoxia se manifestaba en tres antojos poco carpetovetónicos: opuntualidad, mañaneo madrugador y querencia por lluvia, nieblas y fríos" (Arrabal, lgg\:2lZ). 7.y B. Siguen dos párrafos cortos en que Arrabal menciona las escasas ocasrones que estuvo con Buñuel, sobre todo a comienzos de los años 60 en París, "media docenas de veces en ambiente surrealista, antiburgués y revo- lucionario de salón, , suficientes para autorizarle a matizar las anécdotas que circulan sobre los dichos y ocurrencias del cineasta: oPocas veces estuve con é1, pero en mi presencia siempre se manifestó menos dicharachero que práctics, (Arrabal, lggï:217 ). 9. Al recuerdo de estas reuniones parisinas, en compañía deJodorowsky, Topo¡ cortâzar y otros amigos, dedica el próximo apartado, el más largo del texto Por contener uno de los desvíos digresivos típicos de las semblanzas arrabalianar, caso sobre la codicia yvenalidadde los cineastas, diatri"t "ri. ba enmarcada, al principio y al final, por dos frases que elogian la excepcionalidad de Buñuel: "sorprendía su cultura tan inhabitual entre cineastaso (217); oPero a Buñuel no llegó a contaminarle esta infeccióno (218). 10., 11. y 12. como en la semblanza sobre Genet, hacia el final del texto surge la cuestión religiosa, tan importante en la obra del melillense, acusado muchas veces de blasfemia, a pesar de ser uno de los autores contemporáneos más interesados en preguntas teológicas. Arrabal se declara incapaz de atestiguar la paradójica frase que todos pretenden haber oído: ."soy ateo gracias a Dios". Me pregunto si en verdad algún díaladljo. Lo que sí puedo asegurar es que su originalidad le hubiera impedido repetirl¿" (Arrabal, lg93:218). A continuación ofrece una de sus anécdotas contra corriente, una confesión que le hizo Buñuel sobre una presunta visión de la Virgen María que habría desafiado su agnosticismo. 1 13. El último párrafo presenta en su primera mitad una fantasía sobre la suerte mortem del cineasta, fallecido en lg83 este recurso . se empleaþost -también en el artículo sobre Çs¡s¿-, aludiendo en sólo dos frases a siete ' películas de Buñuel, subida al c'iclo,7g5z; La uoie lactêe,lg6g; Nazarín, lg59; El ángel exterm'inador,1962; Lâ,ge dbr, rgz0; Los obidados,lgb}; Lefantôme d.e la liberté,7974: ' ' Probablemente el autor de subida aI cizto t^oy se halla muy por encima de la vía Láctea, con Nazarín, lejos de ángeles exterminadores, viviendo una eterna Edad t92 Marco Kunz de oro' Aquí quedamos los olvidados corriendo en pos de fanrasmas de libertad, y en mi caso soñando, yaveces con él (Arrabal, 1993:2lg). Termina el texto con la person tre Arrabal y Buñuel al convertirse producto del subco p o derosa para un' J'.".ili"1råirlîo,un en un interiorización: Ia relación en_ magen onírica, sín roma, :ilïit;: ïä Por cierto, anoche soñé que un policía romano llamado valre-Incrán me metía de nuevo en los carabozos de la puerta der Sol. Todo mi cuerpo me picaba como si tuviera un sarpullido. Me desnudé y me vi plagado de infinitos ol-uis Buñuelo (Arrabal, l99B:219). con este sueño termina er ribro Genios yf,guras,roque Ie confiere un vaIor poetológico particular. soñar al retratad.o es la más arta forma de com_ penetración posible; no hay impacto más fuerte de un artista sobre otro BIBLIOGRAFíA Arrabal, Fernando ( I 993), Genios y figuras,Madrid, Espasa Calpe. (1997), Teotro completo, Francisco Torres Monreal, Madrid, Espasa_Calpe. (1996), rJn escrovo llomodo cervontes,Madrid, Espasa-carpe. y PatriceTrigano (2010), Rendez_vous ò Zonzibor,parís, La Différence. 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