DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN
DE CONTEXTOS EDUCATIVOS DESDE
EXPERIENCIAS CONCRETAS
Juan Sebastián Alejandro Perilla Granados
Compilador
Escuela de Educación - Universidad Sergio Arboleda.
Secretaría de Educación del Distrito.
Bogotá, D.C.
2018
Diseño curricular y transformación de contextos educativos desde
experiencias concretas / Juan Sebastián Alejandro Perilla Granados,
compilador – Bogotá: Universidad Sergio Arboleda. Escuela de
Educación ; Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría de Educación del
Distrito, 2019.
337 p.
ISBN: 978-958-5511-29-3
DESARROLLO CURRICULAR 2. DESARROLLO EDUCATIVO
3. PLANIFICACIÓN CURRICULAR
I. Perilla Granados, Juan
Sebastián Alejandro, comp. II. Título
375.001 ed. 22
Diseño curricular y transformación de contextos educativos desde experiencias concretas
© Escuela de Educación
Universidad Sergio Arboleda
© Secretaría de Educación del Distrito
© Alcaldía Mayor de Bogotá D.C.
ISBN: 978-958-5511-29-3
Perilla Granados, Juan Sebastián
Alejandro Camargo, María Fernanda
Murillo Moreno, Walter Giovanny
Acosta, Marco
Barinas Bello, Camilo Andrés
Barriga Chía, Jairo Alberto
Morales, Juan Carlos
Niño Díaz, Stefanni
Rodríguez Gerena, Jessica Natalí
Zambrano, Catherine
Carvajal Alfonso, Alexandra
Cercado, Ivan Mauricio
Rodríguez Jaimes, Fabio Andrés
Rojas, Carlos Germán
Benavides Ocampo, Andrés Felipe
Ramírez Ramírez, Nelson David
González, Viviana
Novoa, Johan
Acevedo Cuadros, Wilson
González, Jhon Alexander
Hoyos Cuartas, Neftalí
Santamaría Valencia, Martha Lucía
Ramos Torres, Sandra Carolina
Galindo Rodríguez, Danny Fernando
Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional
(CC BY-NC-ND 4.0).
Este libro tuvo un proceso de arbitraje doble ciego.
Primera edición: diciembre de 2018.
Fondo de Publicaciones de la
Universidad Sergio Arboleda.
El contenido del libro no representa la opinión de
la Universidad Sergio Arboleda y es responsabilidad
de los autores.
Edición:
Dirección de Publicaciones Científicas
Deisy Janeth Osorio Gómez
Coordinadora Editorial
Director del Fondo de Publicaciones:
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[email protected]
Corrección de estilo:
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Diseño de Carátula:
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Diagramación:
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Teléfono: (571) 325 7500 ext. 2131/2260.
Bogotá, D. C.
www.usergioarboleda.edu.co
Contenido
Capítulo I
Estrategias de diseño curricular desde
antecedentes y exigencias contextuales ......................................... 13
I. Delimitación del contexto educativo desde
sus antecedentes directos ......................................................... 15
II. Identificación de intereses, necesidades y exigencias de
los diferentes actores del contexto educativo .......................... 22
III. Relación de intereses, necesidades y exigencias con
los elementos de la experiencia de formación .......................... 28
IV. Conclusiones ........................................................................... 32
Capítulo II
La alineación curricular como una estrategia para
el fortalecimiento de los contextos educativos ............................. 41
I. Elementos susceptibles de alineación en el diseño curricular... 43
II. Estrategia de alineación curricular desde afirmaciones,
evidencias y tareas.................................................................... 54
III. Conclusiones ........................................................................... 60
Capítulo III
Procesos curriculares desde y para la educación media ................ 69
I. El macro y meso contexto de la educación media en Bogotá... 70
II. Elementos curriculares para el micro-contexto
de la educación media.............................................................. 78
III. Conclusiones ........................................................................... 85
Capítulo IV
Propuesta de modelo de alineación curricular entre
núcleos en la educación media ...................................................... 93
I. Fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos
para la sistematización ............................................................. 96
II. Implementación de la intervención ....................................... 102
III. Modelo de alineación curricular ............................................ 104
IV. Conclusiones ......................................................................... 111
Capítulo V
Transformaciones curriculares y didácticas de la línea
de profundización en comunicación y medios de
la IED Álvaro Gómez Hurtado 2012-2018 ................................ 119
I. Principios investigativos para el abordaje de la experiencia.... 123
II. El desarrollo curricular y didáctico de la linea de
profundización en comunicación y medios de
la IED Álvaro Gómez hurtado.............................................. 130
III. Reconocimiento de las transformaciones curriculares
y didácticas a partir de la transversalización de
la profundización en comunicación y medios ........................ 139
IV. Conclusiones ......................................................................... 151
Capítulo VI
Transformaciones curriculares y didácticas en la educació
media integral de la IED República Dominicana
como sistematización de experiencias pedagógicas .................... 159
I. Fundamentos investigativos para la sistematización
de experiencias pedagógicas en educación media .................. 162
II. Experiencia pedagógica en inclusión de estudiantes
con discapacidad auditiva desde tecnología e informática ..... 167
III. Experiencia pedagógica de la línea de deporte y salud
desde la construcción de un currículo alternativo .................. 177
IV. Experiencia pedagógica de la línea de profundización cisco .. 182
6
V.
Experiencia pedagógica de la línea de profundización
en danzas el cuerpo como territorio de expresión .................. 186
VI. Experiencia pedagógica de la línea de profundización
comunicación para el desarrollo de competencias
socioemocionales ................................................................... 190
VII. Conclusiones ......................................................................... 193
Capítulo VII
Sistematización de la experiencia grupo de
teatro Guerreros ACT en la IED Álvaro Gómez Hurtado
para el reconocimiento de saberes y prácticas asociados
a la formación interdisciplinar .................................................... 201
I. Fundamentos epistemológicos, teóricos y
metodológicos para la sistematización del grupo de
teatro guerreros ACT (arte, cultura y teatro) ........................ 204
II. El grupo de teatro Guerreros ACT: una obra para
poner en escena ..................................................................... 208
III. Las artes escénicas en formación
de saberes interdisciplinarios ................................................. 212
IV. Conclusiones ......................................................................... 224
Capítulo VIII
La Escuela Erótica como proyecto formativo lectoescritor
para el fomento de competencias básicas y socioemocionales
desde el arte y la estética en la IED Álvaro Gómez Hurtado ..... 231
I. Fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos
para la sistematización de la escuela erótica ........................... 233
II. La Escuela Erótica un proyecto formativo con vida propia ... 241
III. Los saberes y prácticas para la formación de competencias
básicas y socioemocionales implícitas en La Escuela Erótica 248
IV. Conclusiones ......................................................................... 259
7
Capítulo IX
Investigación educativa – escenarios de exploración a favor
de la construcción de trayectorias de vida para una estrategia
de seguimiento a egresados de la IED Sotavento ....................... 267
I. Contexto................................................................................ 269
II. Marco referencial................................................................... 273
III. Metodología .......................................................................... 284
IV. Impacto, análisis y discusión de resultados............................. 286
V. Conclusiones ......................................................................... 293
Capítulo X
La escuela en la universidad y la universidad en la escuela,
dos mundos inherentes ................................................................ 301
I. Contexto de análisis desde referentes teóricos ....................... 303
II. La práctica pedagógica como micro-contexto para
materializar referentes teóricos .............................................. 320
III. Conclusiones ......................................................................... 323
Capítulo XI
Conclusiones en torno al diseño curricular y transformación
de contextos educativos desde experiencias concretas................ 331
8
Capítulo I
Estrategias de diseño curricular desde
antecedentes y exigencias contextuales
Juan Sebastián Alejandro Perilla Granados1
Los procesos de diseño curricular son el eje transversal de la educación, dado que en el currículo confluyen todos los elementos
que consolidan las experiencias de formación, en él se encuentran
los objetivos curriculares y educativos, el enfoque para materializarlos, las estrategias pedagógicas y metodologías, así como los
modelos de evaluación para generar mediciones con diferentes
propósitos. De esta forma, este es el fundamento de la experiencia
de formación, sea o no consciente su proceso de formulación y
siempre está vigente en los contextos educativos, aunque en muchas ocasiones no se comprende a cabalidad cómo se llegó a su
respectiva enunciación.
De esta forma, el debate recae en cómo hacer la formulación
curricular, dado que en muchas ocasiones se generan discursos
impuestos que no atienden a las características específicas del
contexto en el cual se van a materializar. Esto se debe en parte a
que “la investigación del currículo, y gran parte de la investigación
educativa, es todavía una actividad especializada en la que traba1
Decano de la Escuela de Educación de la Universidad Sergio Arboleda.
Magíster en Educación, Magíster en Derecho Privado, Especialista en
Derecho Comercial y abogado cum laude con minor en Educación y Estudios Críticos de la Universidad de los Andes. Investigador Asociado acreditado ante Colciencias. Gerente del Convenio 282260 de 2018 suscrito entre
la Universidad Sergio Arboleda y la Secretaría de Educación del Distrito de
Bogotá. Correo electrónico:
[email protected]
13
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
jan científicos sociales profesionalmente formados, que operan fuera del
currículo y del aula en beneficio principalmente de los que están fuera de
la escuela y del aula” (MacKernan, 2008, p. 35). En ocasiones estas imposiciones responden a dinámicas estatales, intereses de los focos de poder que
sostienen las instituciones, las creencias de las directivas, la intuición de los
docentes o los preconceptos infundados de los estudiantes. Cada una de
estas concepciones curriculares tiene aciertos y desaciertos, pero en general
todas ellas tienden a privilegiar a un actor educativo frente a otro. Así, es
posible preguntar ¿cómo consolidar un modelo de diseño curricular que
pueda ser implementado en un número plural de contextos educativos diversos asegurando la participación dinámica de los diferentes actores desde
sus intereses, necesidades y exigencias?
Frente a esta pregunta pueden existir múltiples hipótesis, pero se adoptará aquella tendiente a plantear un proceso de diseño curricular que se
desarrolle un proceso de investigación, en el cual confluyan los diferentes
intereses, necesidades y exigencias de quienes aprenden, quienes enseñan,
el medio educativo, los expertos curriculares y los expertos disciplinares. De
esta consolidación de exigencias se estructuran los objetivos curriculares,
para ser materializados en otros elementos pedagógicos que lleven a materializar las finalidades planteadas para la experiencia curricular. Se trata de
una hipótesis cercana al eclecticismo reflexivo, donde se han de construir
propuestas de formación desde diferentes fuentes de información validadas
para asegurar confiabilidad en el resultado final.
Así, el objetivo general que se planteó fue el de consolidar un modelo
de diseño curricular que pudiera ser implementado en un número plural
de contextos educativos diversos asegurando participación dinámica de los
diferentes actores desde sus intereses, necesidades y exigencias. Para esto
se propusieron los siguientes objetivos específicos que, articulados entre sí,
configuraron la estructura del trabajo: primero, reconocer los criterios que
permiten delimitar el contexto educativo desde sus antecedentes directos;
segundo, comprender cómo identificar intereses, necesidades y exigencias
de los diferentes actores del contexto educativo; y tercero, relacionar los intereses, necesidades y exigencias con los objetivos curriculares como medio
articulador de los demás elementos de la experiencia de formación.
14
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
Para el desarrollo de esta estructura se utilizaron métodos de investigación cualitativos, adscritos a un enfoque socio crítico. Esto quiere decir
que, a través de una revisión documental contextualizada desde la experiencia del autor, es posible consolidar una propuesta de diseño curricular
que atienda a la aspiración ecléctica fundamentada en diferentes actores
del contexto educativo, para ser aplicada en el amplio campo de los estudios en educación, por esto debe ser complementada con la evaluación de
su materialización en cada contexto educativo específico. Así, no se persigue plantear una teoría con aspiración de perfección pedagógica, sino
una posibilidad que puede ser ajustada eclécticamente desde cada contexto
concreto.
I.
Delimitación del contexto educativo desde sus antecedentes
directos
Para empezar un proceso de diseño curricular, el encargado de conjugar las
propuestas educativas debe estar en la capacidad de reconocer los antecedentes directos en los cuales se encuentra; “una propuesta curricular debe
ser fruto de un proceso de investigación, es decir, no puede considerarse
como algo impuesto o sin un debido fundamento” (Torres, 2010, p. 14). Es
reprochable formular un currículo sin tener plena conciencia de dónde se
ubica el mismo desde su historia, tradiciones y costumbres;
En aquellos casos en los que el diseño curricular no responde a un proceso de investigación del contexto en el cual será aplicado, es natural
la existencia de una brecha entre lo que se pretende alcanzar desde el
currículo y lo que realmente pasa en la práctica. (Perilla, 2016a, p. 73).
Esto se justifica al considerar que no es lo mismo un currículo en un
contexto latinoamericano que en uno europeo o un currículo en determinado país respecto de otro (Gimeno, 2007; Schwab, 1970). Tampoco es lo
mismo un currículo en las diferentes regiones de un país, porque incluso
hay muchos cambios de municipio a municipio, localidad a localidad o
barrio a barrio (García, Espinosa, Jiménez y Parra, 2013). Por lo tanto, es
fundamental reconocer desde la investigación las características de cada
apuesta curricular, para dotarla de rigor y vocación de ser implementada.
15
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
En este sentido,
El diseño del currículo es un proceso eminentemente investigativo, tanto
de construcción conceptual como de aplicación. De la manera como se
lleve a cabo el proceso, dependerán en gran medida el éxito, la calidad
y la pertinencia del plan elaborado. El proceso para diseñar el currículo
requiere una continua problematización frente a su pertinencia contextual, pedagógica y filosófica, por cuanto el currículo no tiene nunca un
término, sino que siempre se hace, crea y significa; su naturaleza no es de
llegada sino de camino. (Sarmiento y Tovar, 2007, p. 55).
Pese a esto, un número plural de investigaciones en educación plantea
apuestas curriculares con aspiración de generalidad que no son suficientes
para efectos de dotar de pleno rigor a la materialización de una experiencia de formación específica; “la influencia de una perspectiva curricular se
extiende más allá del currículo oficial mismo, puesto que influye también
sobre el proceso de implementación” (Posner, 1999, p. 216). Muchos teóricos del currículo y de la pedagogía, tienden a establecer sus propias concepciones de la educación como una teoría con vocación de aplicarse de
manera generalizada.
Escribir sobre temas pedagógicos tiende a ser un ejercicio de alta complejidad, pues no basta con limitarse a formular propuestas teóricas, sino
que exige que el autor cuente con experiencias desde contextos específicos. De esta manera, se trascienden las dinámicas relacionadas con la
formulación de propuestas con aspiración de corrección y se propende
por alcanzar planteamientos fundamentos en contextos específicos que
eviten incurrir en generalización. En este sentido, las propuestas que se
planteen para la educación deben tener como fundamento situaciones
concretas que den cuenta de las necesidades, intereses y exigencias de
actores como estudiantes, docentes, administrativos, entre otros sujetos
concretos. De lo contrario, se tendrán teorías abstractas cuya pertinencia
y efectividad no se encuentra probada. (Perilla, 2017a, p. 15).
No obstante, esta dinámica basada en teorías abstractas (o supuestos de
lo que debe ser) es adoptada en muchas ocasiones por las políticas públicas
que buscan generar lineamientos para ambientes educativos y al final resultan ser normas ineficaces por la imposibilidad de implementarse concre-
16
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
tamente en cada contexto educativo (Pérez, 2016). En muchos ambientes
gubernamentales o de dirección educativa se formulan los postulados del
deber ser de la educación, contratando asesores aparentemente expertos
que plantean sus propias visiones sobre la educación (Arias y Torres, 2014;
Altabach, 2006; Gil y Pessoa, 2000). Se generan políticas de lineamientos,
contenidos mínimos para las áreas de estudio e incluso dinámicas administrativas de funcionamiento. Sin embargo, la aspiración de generalidad de
estas políticas y su poca lectura de cada contexto específico hacen que al
momento de llegar a las instituciones educativas no tengan la plena posibilidad de ser implementadas (Arias, 2009; 2014); si no se comprenden las
características propias, las políticas educativas pueden desconocer las verdaderas exigencias que han de ser atendidas por la educación. Se evidencia
que el desconocimiento de los antecedentes contextuales se da tanto en
las investigaciones teóricas como en la formulación de políticas públicas,
sugiriendo explicaciones a los niveles cuestionables de calidad en muchos
contextos específicos (Bruno, 2007; Grinberg, 2006).
En este sentido, quien se arriesga a consolidar un currículo lo primero
que ha de preguntarse es sobre las características de cada lugar en función de los antecedentes que se tienen (Álvarez, 1997; Añorga y Valcárcel,
1996). Estos son fundamentalmente históricos, que vinculan características
políticas, económicas, culturales, entre otras. Por lo mismo, el diseñador del
currículo debe ser, ante todo, un investigador que tenga la posibilidad de
comprender su contexto desde una perspectiva práctica, crítica y objetiva
(Hativa, 2000). Conocer los antecedentes históricos dota de un sentido
riguroso al diseño curricular, porque se entienden múltiples características
arraigadas y se comprende cuál de ellas debe ser transformada para fundamentar una innovación tendiente a beneficiar los procesos de formación
que se pretende adelantar.
Para consolidar estos antecedentes se sugiere ver el contexto desde sus
propias características, vinculadas a los acontecimientos comunes del contexto que lo enmarca y los desarrollos anteriores que lo inspiraron desde
otras latitudes de la historia global; “no puede haber desarrollo educativo
sin el del profesor y el mejor medio para esto no se obtiene clarificando
los fines, sino criticando la práctica” (Stenhouse, 1998, p. 126). En ella se
17
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
presenta una relación dinámica que explica, en gran medida, la consolidación de las características de cada conglomerado social, donde unas condiciones contextuales están permeadas por relaciones dinámicas con otros
contextos más generales y globales. De esta manera es como se hablará de
un micro-contexto, un meso-contexto y un macro-contexto, lo que gráficamente puede entenderse así:
MACRO
MESO
MICRO
Figura 1.1. Micro, meso y macro contextos en relación. Fuente: elaboración propia.
Esto quiere decir que ningún contexto está aislado de otro, pero tampoco está perfectamente inmerso en otro. Lo que se tienen son relaciones
dinámicas entre ellos, que lo justifican en mayor o menor medida; “el currículo debe estar contextualizado en el mundo plural en donde la organización educativa ejerce su influencia, pero al mismo tiempo debe ser universal
para que los educandos, agentes activos, no se sientan extraños” (Ortiz,
2014, p. 23). A manera de ejemplo: el diseño curricular de un colegio (micro-currículo), puede estar enmarcado en las características de la localidad,
municipio o la ciudad en la cual se encuentra (meso-currículo) y estas a su
vez se encuentran relacionadas con el departamento, región o país en la cual
se encuentren (macro-currículo). Estas relaciones pueden ser más o menos
específicas según la magnitud del currículo a diseñar. La correspondencia
entre los contextos no tiene la misma proporción si se trata del diseño
curricular de una asignatura concreta de un programa de estudios a si se
trata de la política pública de una ciudad, en torno a cierto segmento de
la educación. Por lo mismo, depende del criterio informado del diseñador
curricular el alcance que se le debe dar a la relación entre contextos.
18
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
Se ha de advertir que la gráfica no incluye el micro-contexto dentro del
meso-contexto y del macro-contexto, dado que sería un error considerar
que todas las características de los diferentes contextos son compartidas.
Esta sería una concepción que llevaría a una conclusión errónea en torno al
verdadero alcance de una propuesta curricular, pues sería un error pretender
aplicar todas las características de un contexto específico a uno general y
viceversa; estas son las generalizaciones que se evidenciaban como un error
al pretender formular teorías pedagógicas. Siendo así, hay características
que se comparten con otros contextos, pero en últimas cada uno tiene sus
propias especificidades que exige a quien diseña el currículo generar estrategias de interpretación concretas para cada caso.
Ahora bien, no quiere decir que los contextos se relacionan de forma
lineal y solamente en esos tres niveles. Generalmente se habla de esos tres
niveles a nivel curricular (Tovar y Sarmiento, 2011), pero es una visión limitada si se considera que incluso para cada estudiante es posible generar
una propuesta específica de formación (Lopes, 2006). Así, hay niveles supra
e infra respecto de los anteriores, lo cual debe ser construido a medida que
se investiguen los antecedentes de cada contexto educativo. No obstante, cada vez es menos común encontrar propuestas curriculares fundadas
en la investigación como eje transversal; “un punto crítico para discutir,
a propósito del tema central de este artículo, consiste en que, contrario
al concepto de currículo integrado, interdisciplinario, holista e investigativo, la investigación se gesta, desarrolla y prospera por fuera del currículo”
(Quintero, Munévar y Munévar, 2008, p. 41). Por lo cual, se requiere fortalecer la investigación para la construcción de currículos de manera especial
en cuanto a sus antecedentes. Esto se justifica al considerar la posibilidad
de que haya contextos con diferentes relaciones a nivel macro y compartan
múltiples características a nivel micro (Hewson y Hewson, 1987). Lo cual,
a manera de ejemplo variable según cada situación, puede evidenciarse en
la Figura 1.2.
19
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
MACRO
MESO
MICRO
MESO
MICRO
MACRO
MACRO
MESO
MESO
MICRO
MICRO
MICRO
MICRO
MICRO
Figura 1.2. Micro, meso y macro contextos en relaciones complejas. Fuente: Elaboración
propia.
Si bien se evidencia que pueden existir muchas relaciones de antecedentes entre contextos, se debe asegurar que el estudio de los mismos sea
directamente aplicable; “el problema del currículum más sencillo y directamente formulado, es el de relacionar ideas con realidades” (Stenhouse,
1987, p. 14). En ocasiones pueden existir relaciones indirectas que en caso
de tomarlas como relevantes llevan a que se desvíe la atención del punto
central del estudio y que los elementos identificados generen equívocos en
el diseño curricular. Si se pretende, por ejemplo, encontrar los antecedentes
del micro-contexto señalado con la letra A (véase la figura 1.3), se han de
documentar los demás contextos señalados con la letra B dada la relevancia
que tienen entre sí.
20
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
MACRO
D
MICRO
D
B
MICRO
B
D
B
A
C
B
MICRO
C
Figura 1.3. Relaciones directas entre contextos. Fuente: Elaboración propia.
Nótese cómo la caracterización del micro-contexto A tiene en cuenta el micro-contexto B que se relaciona directamente, dado que comparten características similares que permiten identificar elementos en común
que pueden ser considerados. Sin embargo, no es absolutamente necesario
documentar los micro-contextos identificados con la letra C, puesto que
si bien se ubican en una relación cercana no tienen una correspondencia
directa con el contexto A. Su delimitación podría ser aplicable solamente
en el caso de que se busque realizar un estudio de comparación o de validación, donde se podrán implementar pilotos educativos para efectos de
generar estudios de pertinencia de determinada propuesta pedagógica.
Siguiendo esta misma caracterización del contexto A es posible considerar el meso-contexto B y los dos macro-contextos B que generan relaciones directas. Sin embargo, no se relacionan los demás meso-contextos
identificados con la letra D, pues sugieren relaciones lejanas respecto del
micro-contexto A, objeto de estudio. Se asegura de esta manera la focalización del objeto de estudio y la optimización de los recursos investigativos
con que se cuenta, llevando en últimas a asegurar la identificación de antecedentes directamente aplicables para comprender el contexto al cual se
21
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
le generará un diseño curricular, que comprenda sus antecedentes, con esto
tiene mayor vocación de impactar positivamente el contexto en el cual será
implementado (Baeza, 2008; Cuevas, 2007), pues su materialización puede
generar menores resistencias o falencias que otros que no reconozcan las
características específicas a las cuales se verá enfrentado el diseño curricular
(Delgado, 2011).
Ahora bien, no sobra advertir que no se trata de una tarea sencilla dada
la complejidad investigativa que esto exige. Así, quien pretenda asumir la
tarea de diseñar currículos debe desarrollar actividades de investigación
permanentes, dotando de rigor al resultado final. No obstante, esta investigación no debe ser meramente documental y encaminada a generar una
propuesta teórica, sino una investigación que medie acertadamente métodos cualitativos e investigativos para efectos de asegurar una respuesta
directa al contexto que se analiza y no una abstracción teórica sin vocación
de ser aplicada. Una vez identificados acertadamente los antecedentes, es
posible pasar a analizar los actores que se ubican dentro del contexto al cual
se le diseñará el currículo para efectos de comprender la realidad específica
desde los intereses, necesidades y exigencias que se presentarán a renglón
seguido.
II. Identificación de intereses, necesidades y exigencias de los
diferentes actores del contexto educativo
Una vez identificados los antecedentes directamente relacionados con cada
contexto, se requiere reconocer la realidad propia del ambiente educativo
desde sus actores. La identificación de los actores dota de un enfoque holístico del diseño curricular, dado que quienes viven el currículo cuentan con
información fundamental para constituirse en fuentes primarias. Ellos son
quienes materializan en la cotidianidad los antecedentes del nivel macro,
meso y micro, puesto que son quienes consolidan procesos específicos en
el marco de los elementos curriculares. Ubicar a los actores resulta ser un
insumo fundamental para que el diseño reconozca lo que se requiere y lo
que no se requiere hacer para cada momento específico.
Se trata en este punto de abordar las características específicas que se
gestan al interior de cada micro, meso o macro contexto antes delimitados.
22
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
Una vez se conocen los antecedentes se tiene la posibilidad de desglosar
detalladamente las características internas de cada contexto. Así, los antecedentes pueden corresponder a características externas, mientras que los
intereses, necesidades y exigencias de los actores sugieren características
internas. La conjugación de ambas permite tener plena conciencia de lo
que se pretende alcanzar y de esta manera contribuir efectivamente a la
consolidación de un diseño curricular pertinente y reflexivo.
En este sentido, los actores a identificar pueden resumirse en cinco categorías: (1) quienes aprenden; (2) quienes enseñan; (3) el medio educativo;
(4) los expertos curriculares; y (5) los expertos disciplinares. Con ellos se
hace énfasis en la práctica pedagógica (Delval, 1983; Dewey, 1938; 1978),
así como en la rigurosidad investigativa que se ha desarrollado en contextos
similares (Lawton, 1975; 1983). Si se genera una recolección de información equilibrada desde cada una de estas cinco fuentes es posible consolidar
un cúmulo de información que permite al diseñador curricular generar una
propuesta pertinente con vocación de tener mayor aplicación en la práctica.
Esto se representa gráficamente como puede observarse en la Figura 1.4:
ACTOR
1
ACTOR
2
ACTOR
5
ACTOR
4
ACTOR
3
Figura 1.4. Actores de un micro-contexto en relación con los antecedentes. Fuente:
elaboración propia.
23
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
Se evidencia de esta manera que una vez delimitados los antecedentes
de cada contexto, los cuales permiten comprender las características específicas, se procede a consolidar información desde los diferentes actores que
interactúan en la cotidianidad del currículo. Tanto los antecedentes como
los actores se relacionan de manera dinámica entre sí, para efectos de dotar
de sentido al resultado final que alcance el diseñador del currículo; “todo,
absolutamente todo, en la escuela educa: lo explícito, lo prescrito, lo nulo,
lo oculto (…) todo lo que se haga o se deje de hacer en las instituciones
educativas contribuye y obstaculiza el proceso de formación” (Martínez,
2014, p. 39).
Considerar diferentes fuentes de información contribuye a superar los
errores comunes del diseño curricular, en el cual se le da protagonismo a
uno solo o a algunos pocos actores a través de un proceso desequilibrado
de información, el cual puede generar un ciclo vicioso de imposibilidad de
materialización de la propuesta curricular diseñada. Así, por ejemplo, si las
directivas de una institución diseñan el currículo desde sus propios intereses, puede que los profesores no lo vean plenamente válido y se nieguen a
aplicarlo. Por lo mismo, algunos docentes acostumbran a reemplazar ese
diseño por uno en el cual primen sus propias necesidades y pretenden llevarlo al aula de clase. Cuando llegan al trabajo con estudiantes se evidencia
que ellos no tienen interés en la apuesta generada por el docente, haciendo
que se generen desconexiones y, por lo mismo, imposibilidades de plena
implementación. Se evidencia así que existen dos apuestas curriculares
desde fuentes diferentes, pero que al final ninguna tiene plena implementación dado que se generan rupturas al momento de querer consolidar la
propuesta entre actores diferentes.
Pero igual sucedería si el diseño curricular se hace de manera inversa,
preguntando a los estudiantes qué desean hacer y con ello concebir una
propuesta curricular. Por ejemplo, si en un nivel de educación básica se les
pregunta a los estudiantes qué desean hacer en su proceso de formación se
pueden tener respuestas como jugar o hacer actividades de esparcimiento
todo el día. Si se tomara en cuenta este único interés, no se tendrían en
cuenta sus reales necesidades para hacer del proceso de formación una experiencia integral. En consecuencia, los estudiantes todo el día estarían en
el patio de juegos desaprovechando otras posibilidades de formación. Pero
24
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
si ese interés se conjuga con las necesidades de estudiantes, las exigencias
de los profesores, los lineamientos del medio educativo, las propuestas de
expertos curriculares y disciplinares, probablemente las clases no se desarrollarían en el aula sino en el patio de juegos, permitiéndoles, a través de
metodologías activas, adquirir ciertos conocimientos que han sido considerados como fundamentales para la etapa de formación en que se encuentran quienes aprenden.
Se evidencia de esta manera una delimitación contextual holística,
desde un número plural de fuentes que llevan a que la apuesta curricular
pueda ser más pertinente y cuente con mayor vocación para ser implementada (Apple, 1993); “la determinación de las necesidades de aprendizaje es
indispensable para poder garantizar la calidad de los programas de superación profesional en cualesquiera de sus variantes” (Salas, 2003, p. 26). Esta
apuesta se consustancia con la identificación de antecedentes para que se
tengan mayores posibilidades de efectividad y se eviten prácticas que no
han tenido éxito en situaciones específicas. Se asegura un aporte significativo a la experiencia formativa, desde un proceso de validación propio de
procesos investigativos.
Para esto es que se hace especialmente útil implementar estrategias de
investigación que no sean meramente teóricas, sino estrategias que puedan
relacionar los avances científicos con la práctica. Así, entre otras, se puede
considerar la investigación acción como una estrategia valiosa para la construcción de diseños curriculares pertinentes y con posibilidades de asegurar eficacia. La investigación acción facilita la identificación de exigencias
propias del contexto, se validan con apuestas teóricas específicas y se generan comportamientos concretos que tengan la posibilidad de fortalecer el
proceso formativo. Se trata de un modelo cíclico, que en el marco de unos
antecedentes contextuales dotan de rigurosidad a la apuesta curricular y
aseguran dinamismo respecto de unos actores que viven la cotidianidad de
la formación.
Del proceso de investigación se desprenden intereses, necesidades y
exigencias de cada actor que en conjunto pueden generar una propuesta de
diseño curricular equilibrada. Se ha de considerar que de los intereses y las
necesidades se desprenden las exigencias, generando la fórmula “Intereses
25
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
(i) + Necesidades (n) = exigencias (e)”, que en términos más sencillos sería
“(i)+(n)=(e)”. Se sugiere de esta forma la importancia de no solo centrarse
en aquello que le interesa a cada sujeto sino también en lo que efectivamente necesita para efectos de ver, qué exige cada contexto. La diferencia
entre estos elementos puede ser confusa, dado que ni los mismos actores
tienen plena conciencia de qué les interesa o qué necesitan (Greca y Moreira, 2000). Por lo mismo se hace fundamental la construcción de instrumentos de recolección de información que estén validados para asegurar
confiabilidad en la información que sea obtenida como producto final. Pero
en cualquier caso es fundamental asegurar la identificación de estos elementos, pues asegura pertinencia no solo formal sino social.
El diseño curricular y la implantación de cualquier figura docente es uno
de los momentos más importantes y complejos, es el proceso de planificación y organización que concibe cómo debe ser el proceso de formación del profesional en el cual se determinan las cualidades a alcanzar
por el egresado y de la estructura organizacional del proceso docente, a
nivel de la figura docente de que se trate. Siempre está vinculado al encargo social, es decir, a la necesidad de formación o perfeccionamiento
para el desarrollo del país, de acuerdo con las características socioeconómicas y culturales de la sociedad. 2 Para satisfacer el encargo social,
se parte de la identificación de necesidades de formación, como primer
paso en el diseño. (Vidal, Álvarez y Borroto, 2013, p. 175)
En este sentido, la recolección de información se puede realizar a través
de entrevistas en los casos en que los sujetos sean muy específicos, grupos
focales para grupos más amplios y encuestas para poblaciones mucho más
numerosas. Si bien existen múltiples posibilidades de recolección de información, lo importante en cualquiera de estos casos es analizar cada grupo
de actores para determinar cuál es la mejor forma de identificar sus intereses y necesidades. Sobre el particular se puede considerar que:
Las técnicas y procedimientos a emplear en el proceso investigativo de
determinación de las necesidades de aprendizaje son muy variadas y disímiles, en dependencia de la oportunidad, magnitud, complejidad y el
perfil de la investigación. Resulta necesario aclarar que, no siempre la
técnica de la que menos se habla es la menos útil, ni de la que más se
habla, tampoco siempre resulta ser la más útil. (Salas, 2003, p. 35).
26
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
Es por lo mismo, que corresponde a quien asume la tarea de diseñar
el currículo, determinar cuáles son los instrumentos de recolección de información más idóneos para identificar necesidades, intereses y exigencias
de los actores. Pero en cualquier caso se debe evitar que el diseñador del
currículo haga una interpretación propia de los intereses y las necesidades,
para que de manera subjetiva valide sus propias preconcepciones (Hammer,
1994; Haney, Czerniak y Lumpe, 1996). Se requiere objetividad en este
proceso para así comprender qué es lo que efectivamente se requiere en
cada contexto educativo (Salas, 1998; Vilanova, García y Señoriño, 2007).
Al conocer que los intereses y necesidades originan las exigencias; la
conjugación de las exigencias de los diferentes actores sugieren las exigencias
del contexto que se desea impactar con un diseño curricular. Así, se trata de
una relación dinámica de origen de características múltiples que puede ser
evidenciada a través del siguiente esquema:
Figura 1.5. Relación de intereses, necesidades y exigencias de los actores de un
micro-contexto en relación con los antecedentes. Fuente: elaboración propia.
Así, las exigencias de un contexto provienen de manera conjunta y dinámica de diferentes actores concretos. Si se tienen en cuenta además los
antecedentes, se tiene la posibilidad de comprender a qué punto funda27
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
mental se debe enfocar el diseño curricular, evitando recaer sobre temas
innecesarios y desconociendo características específicas que tienen la posibilidad de fortalecer el proceso de implementar efectivamente la propuesta
de formación que se pretenda realizar. Estas exigencias identificadas serán
el fundamento para consolidar los demás elementos de la experiencia de
formación, en especial los objetivos curriculares y educativos que serán el
fundamento para establecer los enfoques educativos, las estrategias pedagógicas, las metodologías y las formas de evaluación que se proceden a
analizar a continuación.
III. Relación de intereses, necesidades y exigencias con los elementos
de la experiencia de formación
Una vez identificados los intereses, las necesidades y las exigencias de cada
contexto educativo, se han de considerar como la base fundamental para
que el diseño curricular que sea diseñado tenga vocación de utilidad; “los
procesos de diseño curricular se deben analizar de forma integral, sin limitar la concepción de currículo a los diseños formales y que muchas veces
olvidan a los actores” (Perilla, 2016b, p. 26). Se superan las dinámicas de
imposición sobre lo que debe ser la educación, para conjugar participativamente a los diferentes actores para encontrar sentido a la experiencia
de formación (Gimeno y Pérez, 1992). Las exigencias son el producto decantado de los intereses y las necesidades, cuya formulación debe asegurar
quien diseña el currículo. Las exigencias por sí mismas no se identifican
expresamente por parte de los actores, sino que ellos evidencian sus intereses y sus necesidades para que el diseñador del currículo asuma la responsabilidad de conjugar ambos elementos para la formulación de las exigencias.
Luego de que se cuente con las exigencias, son estas las que pueden
configurarse en los objetivos que orientarán el proceso de formación y son
el derrotero que permite que el proceso formativo no se disperse, y asegura
que todos los elementos que se vincularán en la experiencia de formación
tienen una intencionalidad hacia un mismo punto.
Todo proceso formativo y todo diseño curricular deben tener un objetivo que los guíe hacia lo que se requiere como relevante. La existencia de
28
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
un objetivo permite que el currículo cobre sentido desde cada una de sus
particularidades, siendo así necesario que toda experiencia formativa cuente siempre con una meta clara a la cual se debe llegar.
Se propone de esta manera que las exigencias formuladas son las intenciones que debe alcanzar el currículo, es decir, los objetivos. Es por esto que
la delimitación del contexto, la recolección de información de manera objetiva y el análisis riguroso del mismo asegura que la experiencia de formación que se diseñe responda a estándares de coherencia permanentemente.
La intención del currículo está mediada de esta forma por todos los actores
del contexto educativo, siendo más fácil que cada uno de los actores tenga
la posibilidad de encontrar sentido de utilidad a su proceso de formación.
Quienes diseñan el currículo ya no deberán justificar su propuesta académica desde la importancia que reviste para ellos, sino que se justificará por
sí sola desde la utilidad que genera para el contexto. No se trata de una
utilidad meramente operativa, sino una utilidad mediada por las realidades
de quienes participan en el contexto cotidianamente y el rigor de quienes
investigan en áreas directamente aplicables a la propuesta formativa.
Cuando las exigencias se constituyen en objetivos, se ha de considerar
que hay interpretaciones diversas sobre el término y niveles diferentes para
su real interpretación. Múltiples autores han dedicado sus trabajos académicos en torno a la semántica del término objetivo en contraposición a
meta y fin (Bernstein, 2001; Birley, 1972; Cave, 1971; Cremin, 1975). De
esta manera, se encuentran múltiples interpretaciones: (i) el fin es el más
general de todos, la meta se ubica en un punto medio y el objetivo corresponde a la intención para una actividad concreta; (ii) el objetivo es lo más
general, la meta es un punto medio y el fin lo más particular; (iii) otros
señalan que objetivo es sinónimo de meta para llegar a un fin; y (iv) incluso
ciertas teorías señalan que el objetivo plantea el fin para llegar a la meta.
No obstante, se propone superar estas discusiones semánticas para entender que cualquiera sea el término es necesario que el currículo tenga una
orientación dada por una formulación de desempeño clara y concreta de lo
que se pretende alcanzar. Para efectos prácticos, y superando discusiones
criticadas desde su eventual utilidad, se entenderá que esa intención es el
objetivo del diseño curricular.
29
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
Ese objetivo puede tener dos alcances, uno curricular y otro educativo.
El objetivo curricular es el que materializa de forma directa la exigencia
del contexto en el cual se recolectó la información de diferentes actores. Se
constituye en aquella orientación general que siempre acompaña el contexto educativo y que tiene la vocación de ser ajustado para cada caso de
formación concreto. Cuando ese objetivo curricular es ajustado para un
contexto concreto se consolida el objetivo educativo, entendido como aquella intención específica para una experiencia de formación concreta. Para
comprender esta diferencia teórica es posible analizar un caso: se esperaría
que cada institución educativa cuente con una misión, visión o intencionalidad en su Plan Educativo Institucional (o la denominación que se use en
cada caso concreto). Sería esperable que todas las actividades de la institución se guíen por aquellos elementos del PEI, caso en el cual el PEI contará
con el objetivo curricular, el cual tiene la vocación para permanecer en el
tiempo, consolidar procesos de largo alcance y no solamente responderá a
particularidades pasajeras. De ese objetivo curricular de la institución, cada
profesor tendrá la posibilidad de diseñar sus propias sesiones de clase con
intenciones claras. Ese diseño específico corresponde a los objetivos educativos concretamente hablando.
Sería esperable que el objetivo curricular y el objetivo educativo respondan siempre a la conjugación de intereses y necesidades, para generar un
proceso de utilidad en la formación superando la lógica de la imposición.
Pero debe tratarse de un proceso reflexivo y riguroso, pues “el tomar ideas
de todos los expertos, sin realizar una crítica, conduce a un eclecticismo de
‘bote a la basura’, donde las prácticas basadas en hipótesis contradictorias
o no válidas se integran en una ‘bolsa de trucos’” (Posner, 1999, p. 4). Cada
objetivo rigurosamente construido permitirá que el diseño curricular tenga
posibilidad de éxito para los actores a los cuales se dirige, al tiempo que
requiere su permanente actualización. Cada formulación curricular exige
de una estrategia de actualización permanente, donde no se considere que
la primera formulación es la respuesta exacta a cada contexto, sino que se
considere que los mismos son cambiantes. Se trata de una posibilidad de
leer los contextos desde su propia realidad, para alcanzar logros relevantes
de cara a la cotidianidad. Sobre este diseño curricular fundamentado en
objetivos Tyler (2013) refiere:
30
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
La mayoría de los trabajos formulados por grupos de asignaturas no
se detienen a señalar objetivos, así como muchos de ellos tampoco los
enumeran específicamente. Casi todos comienzan por definir su concepción del campo propio de la asignatura para indicar luego cómo se la
puede emplear con propósitos de educación general. Quienes trabajen
en la preparación de un currículo encontrarán que es necesario leer los
informes con algún cuidado y extraer de ellos inferencias de muchos
enunciados que se refieren a objetivos. (p. 32)
Adviértase que estos objetivos curriculares y educativos dependen del
punto desde el cual se evalúe, pues el objetivo curricular para una institución se constituye en educativo en comparación con el objetivo de la Secretaría de Educación específica. A su vez, el objetivo que en un momento fue
curricular para la Secretaría de Educación puede ser educativo en relación
al objetivo del Ministerio de Educación Nacional. Así que independiente
de la denominación, lo que cobra relevancia es que debe existir alineación
curricular entre niveles macro y micro del currículo (Addine, 2000). Esa
alineación debe fundamentarse en relaciones específicas respecto de la intención que se pretende alcanzar, asegurando mayor pertinencia en caso en
que su formulación esté precedida de una lectura rigurosa de cada contexto
(Añorga, 1997). Así, se puede evidenciar la relación de las exigencias contextuales con los objetivos en el siguiente diagrama:
Figura 1.6. La exigencia del contexto como fundamento directo del objetivo curricular y
posibilidad de derivación de los objetivos educativos. Fuente: elaboración propia.
31
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
Se evidencia de esta forma que las exigencias se constituyen en el objetivo curricular en sí mismo, a partir del cual es posible derivar objetivos
educativos concretos. De un objetivo curricular se pueden derivar múltiples
objetivos educativos, los cuales al mismo tiempo tienen la posibilidad de
constituirse en nuevos objetivos curriculares y generar derivaciones específicas. Este ejercicio depende de la delimitación del contexto que realice
quien diseña el currículo, atendiendo a criterios propios según lo que se
pretenda alcanzar para cada proceso de formación. En cualquier caso, se
recomienda que la delimitación del contexto llegue al punto necesario para
consolidar la mejor estrategia de formación, atendiendo en parte a la consolidación de antecedentes analizados en la primera parte.
Y es en este punto donde el diseñador del currículo tiene la posibilidad
de empezar a estructurar de manera coherente los demás elementos de formación, a saber: enfoque educativo, estrategias o metodologías pedagógicas
y procesos de evaluación. Se evita pensar primero en, qué hacer en el currículo, para centrarse en los fines (¿para qué?) y justificación (¿por qué?) del
diseño curricular. He ahí la posibilidad de construir currículos con vocación
de utilidad, a partir de la conjugación de exigencias que se constituyen en
los objetivos que orientarán las estrategias de formación. Se trata de una
apuesta que debe ser analizada desde el contexto concreto en el cual se
pretenda aplicar, generando los ajustes concretos que sugiera un proceso
consciente y reflexivo de construcción de la propuesta de formación.
IV. Conclusiones
El diseño curricular corresponde a un proceso de construcción que debe
trascender las dinámicas de imposición, para asegurar pertinencia desde las
características de cada contexto específico. De este modo, antes de diseñar
un currículo deben ser identificados los antecedentes del mismo y ellos
pueden estar delimitados desde un nivel macro hasta un nivel micro. El
nivel macro corresponde a antecedentes de los cuales se derivan un número
plural de meso-contextos. Si bien los meso-contextos pueden provenir del
mismo macro-contexto, no necesariamente cuentan con las mismas características generales y mucho menos las mismas particularidades. Así, es
32
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
fundamental propender por evitar generalizaciones y reconocer con exactitud cuáles características del macro-contexto aplican al meso-contexto.
Una vez delimitado el meso-contexto se evidencia la derivación a partir
del mismo de otros micro-contextos, que en cualquier caso corresponden
a antecedentes que determinan realidades concretas. Los micro-contextos
son múltiples y pueden compartir características con contextos del mismo
nivel, pero su diferenciación hace que el diseño curricular pueda encontrar
sentido de utilidad para actores específicos. Y es en el micro-contexto desde
donde es posible identificar actores concretos para diseñar un proceso de
formación. Esos actores constituyen la cotidianidad que se materializa de
forma permanente en acciones concretas, de quienes se ha de comprender
la información fundamental para efectos de construir la mejor propuesta
curricular desde y para ellos.
Estos actores de los micro-contextos educativos pueden ser delimitados desde cinco categorías fundamentales, a saber: (i) quienes aprenden,
en la mayoría de contextos llamados estudiantes; (ii) quienes enseñan, en
la mayoría de los contextos llamados profesores; (iii) el medio educativo,
que comprende en sí mismo un número plural de fuentes de información
que han de ser seleccionadas rigurosamente; (iv) los expertos disciplinares
del área de formación de la cual se trate; y (v) los expertos curriculares que
han propuesto teorías o prácticas fundamentadas en contextos análogos al
cual se dirige el diseño curricular. Cada uno de ellos ha de ser identificado
por el diseñador del currículo, al tiempo que identificados sus intereses y
necesidades frente al proceso de formación.
De los intereses y las necesidades surgen las exigencias, como el resultado de aquello que requiere el micro-contexto desde el diseño curricular.
Eso que requiere el contexto se constituye en una finalidad a alcanzar, que
para efectos prácticos se consolida en el término objetivos. De esta forma,
cada currículo debe estar estructurado en objetivos que se desprenden directamente de la lectura del contexto para el cual se dirige la experiencia de
formación. Estos objetivos pueden ser de dos niveles, donde el más general
es el curricular y el más específico es el educativo.
33
DISEÑO CURRICULAR Y TRANSFORMACIÓN DE CONTEXTOS EDUCATIVOS
DESDE EXPERIENCIAS CONCRETAS
El objetivo curricular representa una intención que en sí misma contiene la posibilidad de derivar objetivos educativos para situaciones concretas. Otra vez este nivel de generalidad depende de la delimitación que
el diseñador del currículo haga de su contexto, impidiendo que sean respuestas exactas, pero sugiriendo una posibilidad amplia de derivaciones.
Establecidos de manera consciente y rigurosa los objetivos, se puede dotar
de coherencia los demás elementos educativos. Entre esos elementos educativos puede estar el enfoque, las estrategias pedagógicas y los procesos
de evaluación. Se evita de esta manera empezar el diseño curricular desde
la perspectiva de qué hacer, para centrarse en un para qué encaminado a
dotar de utilidad la formación. Es una propuesta que ha de ser validada
desde diferentes contextos, pero que a pesar de sus derivaciones específicas
en esencia pretende que el diseño curricular sea una auténtica construcción
social; “el reto está planteado, es hora de asumirlo y materializarlo” (Perilla,
2017b, p. 28).
34
Capítulo I. Estrategias de diseño curricular desde antecedentes y exigencias contextuales
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