BUENOS AIRES,
UNA CIUDAD
SIN TECHO
EL PROBLEMA HABITACIONAL DE LA CIUDAD DE
BUENOS AIRES SE HA AGRAVADO DURANTE LAS
ÚLTIMAS DÉCADAS. EL CARÁCTER EXCLUYENTE DE LA
CIUDAD PUEDE APRECIARSE EN EL CRECIMIENTO DE LA
POBLACIÓN RESIDENTE EN VILLAS O ASENTAMIENTOS.
A CONTINUACIÓN, UN DIAGNÓSTICO PRECISO DE LOS
PRINCIPALES PROBLEMAS Y PUNTOS A RESOLVER.
9 8 > por MARÍA MERCEDES DI VIRGILIO y MARÍA CARLA RODRÍGUEZ
> 99
por
MARÍA MERCEDES DI VIRGILIO
Dra. en Ciencias Sociales, UBA.
Investigadora del Instituto de
Investigaciones Gino Germani (IIGGUBA-CONICET)
MARÍA CARLA RODRÍGUEZ
Dra. en Ciencias Sociales, UBA.
Investigadora del Instituto de
Investigaciones Gino Germani (IIGGUBA-CONICET)
A
ctualmente en la ciudad de Buenos Aires
142.924 hogares desarrollan su vida cotidiana
en condiciones habitacionales deicitarias
(Cuadro 1). En esos hogares conviven 470.966 habitantes que
representan al 16,7% de la población de la ciudad.
Una mirada retrospectiva sobre el problema habitacional en
Buenos Aires pone en evidencia que la situación se ha agravado
durante las últimas décadas. Entre 1991 y 2001, de acuerdo con
el Instituto de Vivienda de la Ciudad, la incidencia del déicit
habitacional aumentó tanto en términos relativos como absolutos. El déicit habitacional afectaba al inal de ese periodo a
unos 86.185 hogares (que representaban el 8,4% del total de los
hogares residentes en la CABA); 5.690 hogares más que en 1991.
En aquel año el déicit habitacional afectaba a 80.495 hogares
que representaban el 7,9% del total de hogares residentes en la
ciudad, según datos de la Dirección Nacional de Políticas Habitacionales de la Subsecretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano.
En ese marco, 229.306 porteños estaban afectados por situaciones habitacionales deicitarias. En 2010, a los 86.185 hogares con
problemas de vivienda se suman 56.739 nuevos (Cuadro 1).
1 0 0 > www.vocesenelfenix.com
Entre 1991 y 2010, la
proporción de hogares
afectados por problemas habitacionales en
la ciudad aumentó un
77,6%. Del aumento
ocurrido en los últimos
20 años, aproximadamente el 70% se
explica por el del
período 2001/2010.
Tal como surge de los datos consignados hasta aquí, entre
1991 y 2010, la proporción de hogares afectados por problemas
habitacionales en la ciudad aumentó un 77,6%. Del aumento
ocurrido en los últimos 20 años, aproximadamente el 70%
se explica por el del período 2001/2010. La situación en este
período se torna aún más crítica si se tiene en cuenta que: (i)
la población de la ciudad no crece desde ines de la década de
1940. (ii) Existen en la ciudad 342.842 inmuebles deshabitados.
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2010, el parque
habitacional de la ciudad de Buenos Aires comprende 1.425.840
viviendas y el 24% se encuentra actualmente desocupadas.
(iii) En las estadísticas oiciales los hogares que habitan en inmuebles ocupados y los que se encuentran en situación de calle
están habitualmente sub-estimados. Resulta evidente, entonces,
que en materia habitacional la ciudad, lejos de haber avanzado,
ha retrocedido.
Según los datos del Censo de Población y Vivienda 2010,
las situaciones habitacionales deicitarias afectan a familias
que habitan tipologías de vivienda que desde el punto de vista
constructivo son consideradas inadecuadas –ranchos, casillas,
BUENOS AIRES, UNA CIUDAD SIN TECHO > 1 0 1
CUADRO 1. Hogares según situación habitacional, tipo de vivienda y hacinamiento. CABA. 2001 y 2010
TIPO DE VIVIENDA
SITUACIÓN
HABITACIONAL
Y HACINAMIENTO
TOTAL
CASAS
DEPTO
TIPO A
CASILLA
RANCHO
PIEZAS
EN
INQUILIN.
PIEZAS
EN
HOTEL
LOCAL
NO
CONSTR.
VIVIENDA
MOVIL
TIPO B
Total de
hogares
2001
2010
1.024.231 237.827
1.150.134 261.476
11.099
18.838
725.110
818.341
7.811
2.308
415
708
20.826
25.558
18.608
20.348
2.461
2.458
74
99
No presentan
situación de
hacinamiento
habitacional
2001
2010
925.661 231.783
1.033.241 237.539
5.422
9.365
706.263
760.306
3.735
1.308
221
407
7.785
11.287
9.429
11.148
1.647
1.793
54
88
Presentan
situación de
hacinamiento
habitacional
2001
2010
98.570
116.893
6.044
23.937
5.677
9.473
18.847
58.035
4.076
1.000
194
301
13.041
14.271
9.179
9.200
814
665
20
11
Total de
hogares
deficitarios
2001
2010
86.185
142.924
6.044
23.937
11.099
9.473
18.847
58.035
7.811
2308
415
708
20.826
25.558
18.608
20348
2.461
2458
74
99
Nota: Se define como casa a la vivienda con salida directa al exterior (sus moradores no pasan por patios, zaguanes o corredores de uso común).
La casa tipo B es aquella que cumple por lo menos una de las siguientes condiciones: no tiene provisión de agua por cañería dentro de la vivienda; no dispone de
retrete con descarga de agua; tiene piso de tierra u otro material precario. El resto de las casas es considerado como casas de tipo A.
Fuente: Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en base a datos del Indec, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
INDEC, Censo de Población y Vivienda 2010. http://www.censo2010.indec.gov.ar/resultadosdefinitivos.asp Consultado el 5/10/2012.
piezas en inquilinato y hotel, locales no construidos para habitación y vivienda móvil– y a familias que aun cuando habitan
en viviendas que no presentan déicits constructivos graves,
resultan inadecuadas en relación al tamaño del hogar –familias
que residen en casas tipo A y B y departamentos y conviven con
situaciones de hacinamiento–. Ambos grupos han visto empeorar su situación durante la década: más hogares residen en
viviendas constructivamente deicitarias y más hogares habitan
en condiciones de hacinamiento. Interesa destacar que habitualmente, entre las familias que residen en viviendas consideradas
inadecuadas, los problemas constructivos de sus unidades
habitacionales se superponen y conviven con situaciones de
hacinamiento críticas.
Tal como venimos señalando en trabajos anteriores, ofrecer
una medida que permita estimar la magnitud del problema
habitacional no es una tarea sencilla. Esta diicultad se relaciona
con la complejidad del problema y con las restricciones que
presentan las fuentes, en general, y los indicadores, en particular, que permiten aproximarse a su medición. De este modo, no
es posible contar con un único indicador que devuelva una foto
más o menos ajustada del problema. El tipo de vivienda nos permite aproximarnos, en parte, al estado de la construcción de los
inmuebles clasiicando a los hogares según desarrollen su vida
cotidiana en viviendas deicitarias o no deicitarias. El hacinamiento nos permite incorporar en el análisis la relación entre las
características de la vivienda y la composición de los hogares,
deiniendo entre las situaciones deicitarias a aquellas familias
que conviven en condiciones de hacinamiento (dos o más personas por cuarto). Sin embargo, ninguno de estos indicadores nos
aproxima a las características del entorno en el que se localizan
viviendas y hogares. Es por ello que, para completar el cuadro de
la situación, resulta necesario indagar cómo ha evolucionado,
durante el período 1991-2001, la situación de la población residente en villas de emergencia y de las personas que se encuentran en situación de calle.
Tal como señala Tomás Guevara en su tesis doctoral ¿La
ciudad para quién? Transformaciones territoriales, políticas urbanas y procesos de producción del hábitat en la Ciudad de Buenos
Aires (1996-2011), en 1991, un 1,8% de población residente en la
ciudad de Buenos Aires se localizaba en villas o asentamientos.
CUADRO 2. Evolución de la población en villas en la ciudad de Buenos Aires
VILLA O
ASENTAMIENTO
Total
1-11-14
3
6
13-13bis
15
16
17
19
20
21-24
26
31-31bis
N.H.T. Av. Del Trabajo
N.H.T. Zavaleta
Villa Dulce
Piletones
Carrillo 2
Calacita
Reserva Ecológica
Ciudad Universitaria
Ex AU7 (Lacarra y Av. Roca)
Ex Fca. Morixe
Nuevos asentamientos
1976
213823
36515
48737
13775
355
14579
200
1750
9000
21305
12120
125
24324
1558
2367
-
1980
1991
37010
3114
2097
1982
319
7137
180
714
2438
4144
6525
117
796
1525
2110
-
52608
4894
3503
5604
266
5167
110
554
2006
7460
10822
220
5668
1645
2572
-
2001
DATOS
POSTCENSO
2001
107805
21693
7090
7993
621
9776*
118
784
3343
16323
16108
456
12204
1735
4814*
280
2328
383
640
356
76
547
137
-
7551***
9136****
3467**
17820****
14584***
1869***
2814**
2606***
430***
808***
-
2010
163587
25973
10144
9511
482
15568
162
471
4010
19195
29782
636
26492
1836
2906
5218
499
2795
8907
%
%
VARIACIÓN VARIACIÓN
RELATIVA RELATIVA
2001-2010 1991-2010
51,7
19,7
43,1
19,0
-22,4
59,2
37,3
-39,9
20,0
17,6
84,9
39,5
117,1
5,8
-39,6
124,1
-22,0
685,1
-
211,0
430,7
189,6
69,7
81,2
201,3
47,3
-15,0
99,9
157,3
175,2
189,1
367,4
11,6
13,0
-
*Incluye nuevo asentamiento; **Dato relevado en 2002; ***Dato relevado en 2003; ****Dato relevado en 2004
Fuente: Di Virgilio, 2007 y Dirección General de Estadística y Censos (Ministerio de Hacienda GCBA), 2011
Diez años más tarde, en 2001, el porcentaje de población que
habitaba en villas de emergencia trepó al 3,9%, lo que implicó un
crecimiento relativo del 116%. En la actualidad, según datos del
Censo 2010, unas 163.587 personas viven en una villa porteña
–que representan aproximadamente el 52% más de la población
residente en 2001 y el 211% más de la residente en 1991 (Cuadro
2)–. Ubicada en el barrio de Barracas, la 21-24 es la villa más
poblada: residen allí casi 30.000 personas luego de haber experimentado en el período un importante crecimiento (84,9%).
Le siguen en tamaño las villas 31-31bis y la 1-11-14. La villa
31-31bis, si bien se ha convertido en el barrio más mediático de
los últimos años por su ubicación en la metrópolis, no es la que
más ha crecido en el período 2001-2010: sobresalen dramáticamente el asentamiento Reserva Ecológica (Rodrigo Bueno)
(685%) y el barrio Los Piletones (124%). En algunos barrios se
observan procesos de de-crecimiento poblacional vinculados a
planes de urbanización y ordenamiento urbano (Villa 13-13bis
y 17). Cuando se analiza la localización de las urbanizaciones
populares no pasa inadvertido al observador atento que su amplísima mayoría se localiza en el sur y suroeste de la ciudad –a
excepción de la villa 31-31bis–. El crecimiento de la población
residente en las villas porteñas se da en un contexto en el que la
población total de la ciudad, durante el período, no experimenta
variaciones signiicativas: en 1991 residían en la ciudad unos
2.965.403 habitantes, y en la actualidad, unos 2.827.535.
La ciudad es también hogar de los homeless que desarrollan su vida cotidiana en el espacio público. El fenómeno de los
homeless crece a partir de los ’90 y se consolida con la crisis del
1 0 2 > por MARÍA MERCEDES DI VIRGILIO y MARÍA CARLA RODRÍGUEZ
BUENOS AIRES, UNA CIUDAD SIN TECHO > 1 0 3
El crecimiento de la población residente en las
villas porteñas se da en un contexto en el que la
población total de la ciudad, durante el período, no
experimenta variaciones significativas.
2001. En el año 2000 se realizó en la ciudad de Buenos Aires el
tercer Conteo de Población “Sin techo” en situación de calle en
el mes de noviembre. El mismo arrojó un número inal de 1.103
personas “sin techo”: este total se obtuvo de la suma de la cantidad de personas relevadas en calle (705), sumadas las personas
que solicitaron pernocte el día del relevamiento en las distintas
instituciones (398). En este caso se deinió como unidad de
análisis a todas las personas que se hallaban pernoctando en
lugares públicos o privados, sin contar con infraestructura tal
que pueda ser caracterizada como vivienda aunque la misma
sea precaria. A inicios de la década, la mayor concentración de
población “sin techo” en la ciudad fue hallada entre las avenidas
Pueyrredón-Jujuy, Amancio Alcorta-Brandsen. En este circuito
imaginario que incluye los barrios de Balvanera, Constitución,
Congreso, Barrio Norte, Recoleta, Retiro habitan 486 homeless.
Dicha concentración coincide con la fuerte red asistencial en la
zona. La menor concentración de personas sin techo se da en
los barrios de Villa Devoto, Villa del Parque, Soldati, Villa Pueyrredón y Agronomía. Ello se explica porque estas son zonas de
casas bajas con un circuito asistencial más acotado. La situación
de inicios de 2000 parece haberse consolidado transcurridos largos 10 años: el conteo realizado en diciembre de 2010 arrojó que
hay 1.287 personas adultas viviendo en las calles de la ciudad de
Buenos Aires, una cifra que prácticamente se mantiene estable
respecto de 2009, cuando se contabilizaron 1.356 personas
en esa situación. Las localizaciones más frecuentes tampoco
parecen haber cambiado, tal como detecta Rosa en su tesis
doctoral en curso Entramado de relaciones: Las Organizaciones
de la Sociedad Civil y la asistencia a los habitantes de la calle en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
¿Cómo se explican estas cifras? Desde hace más de dos
décadas la ciudad experimenta importantes transformaciones
motorizadas por la acción pública y privada. Tímidamente, en
las postrimerías de la década de 1980 y abiertamente desde 1990
hasta la actualidad, el desarrollo de inversiones inmobiliarias,
la dinamización comercial, la oferta de servicios culturales y
de recreación impulsaron la modernización y la valorización
de ciertas zonas de la ciudad potenciando procesos de acumulación de capital. Las huellas de esta dinámica resultan evidentes. Imposible no advertir la enorme cantidad de emprendimientos inmobiliarios construidos en Buenos, Aires. De los 47 barrios
porteños, cinco son los que concentran estos nuevos desarrollos
(Palermo, Belgrano, Núñez, Caballito y Flores), que la más de las
veces coincide con la tipología de vivienda suntuosa. Se trata de
ediicios en altura, que integran el segmento de viviendas destinadas a hogares de ingresos altos y que se localizan en zonas de
alta renta. Si bien algunos ofrecen unidades de vivienda con 3 o
4 dormitorios, la mayoría ofrece monoambientes o departamentos con un único dormitorio, pensados para hogares unipersonales o parejas sin niños. El mercado orientó su oferta hacia
los sectores de mayor poder adquisitivo, asegurándose una
demanda estable y con capacidad de compra, que se traduce
en márgenes de ganancia seguros. Paradójicamente, muchas de
estas nuevas unidades de vivienda permanecen vacías. Tal como
señaláramos anteriormente, según datos del Censo de Población
y Vivienda de 2010, por ejemplo, en las comunas 13 y 14, que
comprenden los barrios de Palermo y Belgrano, un 24,6% y un
29,5% de las viviendas particulares se encuentran deshabitadas.
¿Qué hace el gobierno local frente a esta situación? ¿Cómo se ha
posicionado frente a ella? Resulta evidente que la ciudad no ha
llegado a esta situación en materia habitacional por obra y arte
del accionar del partido actualmente a cargo de la Jefatura de
Gobierno. Durante las últimas décadas los gobiernos nacional
y local han jugado papeles complementarios fomentando los
distintos procesos de valorización a través de la deinición de
políticas que fueron favoreciendo esos patrones inequitativos de
acceso a la ciudad, a través de cambios de normativas, desalojos
en zonas a ser renovadas, inversiones en obras de infraestructura, deiniciones del uso del suelo de propiedad pública, incidencia en las condiciones de acceso al crédito, etc., así como de
sus omisiones, que acentuaron la liberalización del suelo, como
escenario de fondo de este proceso.
La política urbana
y habitacional del
gobierno de Mauricio
Macri fortaleció, de
este modo, el carácter
excluyente de la
ciudad, naturalizando
la decisión política,
transformada y
reforzada activamente
como sentido común
de que “se puede vivir
donde se puede pagar”.
En ese marco, la política habitacional del macrismo poco
ha contribuido a zanjar la situación. La política hacia estos
sectores estuvo orientada al debilitamiento de la percepción social de derechos ganados con rango constitucional:
ignorándolos cuando le resultó posible y desarticulando las
construcciones institucionales y jurídicas que, en muchos casos, han sido producto de la participación popular en democracia. También incorporó notas de ilegalidad asociadas al
ejercicio de la represión directa (como expresivo sucesor del
ingrato y celebre dicho dictatorial “hay que merecer la ciudad”), junto con la creación de la –hasta ahora dudosamente
útil pero no por ello menos inquietante– Policía Metropolitana. La política urbana y habitacional del gobierno de Mauricio Macri fortaleció, de este modo, el carácter excluyente de
la ciudad, naturalizando la decisión política, transformada y
reforzada activamente como sentido común de que “se puede
vivir donde se puede pagar”, con los ingresos que cada familia
percibe de modo individual vía el mercado de trabajo.
Asimismo, el actual gobierno local desanda la construcción social e histórica de derechos constitucionales expresados en el artículo 31º de la Constitución de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. El desinanciamiento de las asignaciones presupuestarias que permitirían su cumplimiento,
la desactivación de las capacidades institucionales con que
contaba el Estado, la neutralización de la existencia del
Banco de Inmuebles previsto en la ley de creación del IVC
(Ley Nº 1.251/03) –y su constitucional direccionamiento
hacia los sectores populares de demanda crítica de hábitat–,
los deliberados intentos de la gestión por desprenderse del
patrimonio estatal incluyéndolo en el mercado inmobiliario,
y la obstaculización de los planes autogestionados (leyes
341/964) dan cuenta de ello.
Durante los ’90 las gestiones locales tuvieron una política
más bien permisiva respecto de los desalojos en las propiedades públicas, que el ex jefe de gobierno Aníbal Ibarra
empezó a modiicar, siendo expresivo el desalojo efectuado
en 2003 del Ex Padelai, con uso de la fuerza pública. La actual
gestión profundizó el carácter represivo e instaló notas de
ilegalidad en los desalojos. El surgimiento de la UCEP implicó la articulación paraestatal de un grupo de choque que
impulsó de manera violenta, sistemática e intimidatoria la
expulsión de numerosas familias que residían en la ciudad,
sin orden judicial, haciendo del “desalojo administrativo” una
práctica habitual. De esta manera la UCEP fue desplazando el
accionar del programa Buenos Aires Presente (BAP) –programa del gobierno porteño que tenía como objetivo asistir
y contener a las personas en situación de calle–, expulsando
a los sin techo de la ciudad formal y empujándolos hacia los
pasillos de las villas.
La gestión macrista mantiene, de este modo, un conjunto
de acciones y omisiones que redundan en la falta de intervención con respecto a la recuperación de los inmuebles
ociosos de la ciudad y el castigo impositivo de quienes especulan con el valor del suelo; al mejoramiento de viviendas
precarias y los procesos de regularización urbana y dominial;
a la regulación de los alojamientos temporarios y la exclusión
de los que encubren locaciones, y al cumplimiento de las obligaciones impositivas por parte de los grandes propietarios.
Finalmente, entre las intervenciones (también sujetas a la
lógica de acción/omisión) de competencia recurrente entre
el gobierno local y el nacional, encontramos: el impulso de
lógicas inmobiliarias que deinen procesos de expulsión y no
de radicación; omisiones respecto de la regulación del precio
de las locaciones, que siguen una curva ascendente pronunciada (y cotizada en dólares) escindida de la curva de los
ingresos familiares; omisiones con respecto a la regulación
del valor y la creación de suelo urbano de calidad; omisiones
en cuanto a la derogación de la igura de usurpación y su
carácter de causalidad penal. En otras palabras, intervenciones que refuerzan la centralidad, la concentración y la
desigualdad.
1 0 4 > por MARÍA MERCEDES DI VIRGILIO y MARÍA CARLA RODRÍGUEZ