Temario
Lecc. 1ª
Introducción
Lecc. 2ª
Alternativas de Producción
Lecc. 3ª
Comercio Exterior (I)
Lecc. 4ª
Los Costes de Producción
Lecc. 5ª
Teoría de la Elección del Consumidor
Lecc. 6ª
Oferta y Demanda
Lecc. 7ª
Elasticidad
Lecc. 8ª
Controles de Precio e Impuestos
Lecc. 9ª
Salario Mínimo
Lecc. 10ª
Eficiencia del Mercado
Lecc. 11ª
La Competencia Perfecta
Lecc. 12ª
El Monopolio
Lecc. 13ª
El Oligopolio
Lecc. 14ª
La Competencia Monopolística
Lecc. 15ª
Los Mercados de Factores Productivos
Lecc. 16ª
Efectos de la Tributación
Lecc. 17ª
Sistema Tributario
Lecc. 18ª
Las Externalidades
Lecc. 19ª
Los Bienes Públicos y los Recursos Comunes
Lecc. 20ª
Comercio Exterior (II)
Lección 1ª: Introducción
Microeconomía vs Macroeconomía
La economía permite dos tipos de aproximaciones a las que responden la microeconomía y la macroeconomía:
La microeconomía centra su análisis en el comportamiento de las pequeñas unidades de decisión (hogares y empresas). Analiza cómo toman sus decisiones y cómo interactúan en los distintos mercados.
La macroeconomía centra su análisis en el funcionamiento global de la economía (crecimiento económico, inflación, tipo de interés y tipo de cambio, balanza de pago, etc.).
Un ejemplo:
El micro economista estudia como una subida del impuesto sobre el tabaco afecta a su consumo, como una subida de los alquileres afecta al mercado de la vivienda, como una subvención del precio del gasolina influye en la demanda de vehículos, etc.
El macroeconomista estudia como una subida del tipo de interés afecta al consumo, como una devaluación de la moneda afecta a la balanza comercial, la relación entre inflación y paro, etc.
No obstante, se trata del estudio de la economía desde dos enfoques diferentes pero al mismo tiempo complementarios ya que en definitiva el comportamiento global de la economía depende de las decisiones que toman millones de hogares y empresas.
Diagrama de flujo circular
El diagrama de flujo circular es un modelo que nos permite ver cómo interactúan los hogares y las empresas.
(*) Las flechas rojas exteriores representan flujos monetarios
(*) Las flechas azules interiores son flujos de bienes y servicios
Los hogares poseen los factores de producción (trabajo, tierra, capital, entre otros) que venden a las empresas para que éstas puedan desarrollar su actividad.
Las empresas fabrican bienes y ofrecen servicios que son demandados por los hogares.
Los hogares y las empresas interactúan en dos tipos de mercados:
Mercado de bienes y servicios. Los hogares son demandantes y las empresas son oferentes.
Mercado de factores de producción. Aquí las empresas son demandantes mientras que los hogares son los oferentes.
El modelo aquí presentado es una visión simplificada de la economía ya que para facilitar su comprensión se ha prescindido del Sector Público y del Sector Exterior. No obstante, esta simplificación no altera la esencia del modelo.
Lección 2ª: Alternativas de producción
Alternativas de producción
Dado un nivel tecnológico, la dotación de factores productivos de una economía (mano de obra, tierra, recursos naturales, capital, etc.) determina su capacidad de producción.
El capital representa todo aquello producido por el hombre que se utiliza en la producción de otros bienes finales (maquinaria, instalaciones, naves, edificios, ordenadores, etc.).
Estos factores se pueden emplear en la producción de diferentes bienes o en la prestación de distintos servicios. La capacidad de producción de la economía viene limitada por dicha dotación de factores.
Ninguna economía tiene una capacidad infinita de producción.
Ejemplo:
Vamos a suponer que un país centra su actividad en la fabricación de dos únicos tipos de bienes (lavadoras y zapatos).
Dado un nivel de factores productivos (y un nivel tecnológico determinado) este país podrá producir un determinado volumen de lavadoras y de zapatos.
El siguiente gráfico (frontera de posibilidades de producción) muestra las diferentes combinaciones de lavadoras y zapatos que se pueden fabricar.
La "frontera de posibilidades de producción" representa la disyuntiva entre fabricar un bien u otro.
El punto A sería aquel en el que el país dedicara toda su capacidad productiva exclusivamente a la fabricación de lavadoras, mientras que el punto B sería aquel en el que se centrase únicamente en la producción de zapatos.
Todos los puntos de dicha curva, desde el punto A al punto B (incluidos) son niveles eficientes de producción, es decir, combinaciones de lavadoras y zapatos resultado de un uso eficiente de los factores productivos disponibles.
Los puntos de la curva son los niveles máximos de producción de una economía dado unos recursos determinados.
Los puntos interiores (zona sombreada) representan niveles de producción factibles (la economía del país los puede alcanzar) pero ineficientes (ya que con los mismos factores productivos la economía es capaz de situarse en algún punto de la curva con volúmenes de producción mayores).
Los puntos fuera de la curva (a su derecha) representan volúmenes de producción que no son alcanzables a partir de los factores productivos con los que cuenta.
La frontera de posibilidades de producción tiene una forma curvada hacia fuera debido a un principio general de la economía, la llamada "Ley de rendimientos decrecientes".
Cuando el volumen de producción de un bien es acotado, al incrementar los factores productivos destinados a su fabricación se consigue un fuerte aumento de su producción. Pero a medida que se van destinando nuevos factores productivos el incremento de la producción es cada vez menor.
Ejemplo:
Si la economía se encuentra en el punto A (100 % concentrada en la fabricación de lavadoras) y decide dedicar una parte de su capacidad productiva a la fabricación de zapatos, conseguirá un fuerte aumento en el volumen producido de este segundo bien.
Si vuelve a ampliar la capacidad productiva destinada a la fabricación de zapatos el volumen producido de este bien aumentará nuevamente, pero cada vez en menor cuantía. Y así sucesivamente.
Una disminución de la producción de lavadoras en un volumen D permite un incremento de la producción de zapatos en un volumen F. Una disminución posterior de la fabricación de lavadoras en un volumen E logra un incremento de la producción de zapatos en tan sólo un volumen G.
Se indicó al principio de la lección que esta curva nuestra la frontera de posibilidades de producción de una economía dado un nivel determinado de factores productivos y de tecnología. Ahora bien si la tecnología avanza el volumen de fabricación aumentará (dado un volumen determinado de factores productivos). La frontera de posibilidades de producción se desplazaría hacia la derecha.
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Lección 3ª: Comercio Exterior (I)
Comercio Exterior
El comercio exterior engloba los intercambios de bienes y servicios entre países. El comercio internacional permite mejorar el bienestar de cada país (comprador y vendedor).
Consideremos dos países: el primero (Milkland) sólo produce leche y el segundo (Meatland) sólo carne. Si no hubiera comercio entre ellos el primero sólo podría consumir leche y el segundo sólo carne. La situación de ambos mejoraría con el comercio internacional ya que ambos podrían diversificar su dieta y consumir leche y carne.
Incluso en el caso de que ambos países pudieran producir ambos bienes la situación de los dos mejoraría si cada uno se especializase en producir aquello que mejor supiese hacer.
Ventaja absoluta
Cuando se compara la eficacia productiva de dos países en relación con la producción de un determinado bien, aquel que utiliza menor cantidad de factores productivos para su elaboración se dice que presenta una ventaja absoluta.
Como primera aproximación se podría afirmar que cada país debería especializarse en producir aquello en lo que cuenta con ventaja absoluta.
Veamos un ejemplo:
Supongamos dos países, Alfa y Beta, que tan sólo elaboran dos tipos de productos, comida y bebida. Supongamos que el único factor productivo es la mano de obra.
En la siguiente tabla se recoge el nº de horas que cada país necesita para la producción de una unidad de estos bienes.
Se puede ver que Alfa es más eficiente en la producción de comida (necesita 5 horas frente a 10 que necesita Beta), mientras que este último lo es en la elaboración de bebida (4 horas frente a 6 horas).
Supongamos que el número de horas de trabajo con las que cuenta cada país es de 600 horas. En el gráfico siguiente (frontera de posibilidades de producción) se representan las distintas posibilidades de producción con las que cuentan Alfa y Beta en función del porcentaje de sus recursos que dedican a la producción de cada uno de estos bienes.
Alfa podría producir 120 kg de comida si dedicara el 100% de su mano de obra a la elaboración de este bien, 100 lt de bebida si se centrara en este bien, o alguna combinación intermedia de comida y bebida (situada en la línea que une ambos puntos) si dedica una parte de sus recursos a cada bien.
Beta podría producir 60 kg de comida, 150 lt de bebida, o alguna combinación intermedia.
Si entre ellos no hubiese comercio internacional las posibilidades de consumo de ambos vendrían limitadas por sus respectivas fronteras de posibilidades de producción.
En cambio, si cada país se especializase en la producción de aquello que mejor sabe hacer y luego comercializasen entre ellos aumentarían las posibilidades de consumo de ambos países.
Cada país estaría dispuesto a comprar al otro aquel producto que no fabrica siempre que le costase menos que elaborarlo el mismo.
Alfa compraría 1 lt. de bebida siempre que le costase menos de 1,2 kg de comida (ya que para elaborar un litro de bebida necesita 6 horas de trabajo, recursos con los que podría fabricar 1,2 kg de comida). Si le costase más de 1,2 kg de comida le resultaría más rentable producir su propia bebida.
Por su parte, Beta compraría 1 kg de comida siempre que le cueste menos de 2,5 lt. de bebida (para producir 1 kg. de comida necesita 10 horas de trabajo, recursos con lo que podría elaborar 2,5 lt. de bebida). Si le costase más de 2,5 lt. de bebida le resultaría más rentable producir su propia comida.
Vamos a comparar estos precios (para ello los expresamos en una misma base, por ejemplo kg. de comida).
Alfa compraría bebida siempre que la relación de intercambio sea 1 lt. < 1,2 kg. de comida.
Beta compraría comida siempre que la relación de intercambio sea 1 lt. > 0,4 kg. de comida (si el valor de 1 kg. de comida debe ser menor que el de 2,5 lt. de leche, dándole la vuelta a la expresión el valor de 0,4 lt. de bebida debe ser mayor que el de 1 kg. de comida).
Dentro de este intervalo (1 lt. > 0,4 kg, pero < 1,2 kg.) ambos países estarían interesados en comerciar.
Cuando un país abre sus fronteras al comercio exterior sus posibilidades de consumo aumentan, mejorando por tanto su bienestar.
Ventaja comparativa
La ventaja comparativa es el menor coste de oportunidad en la fabricación de un bien. El coste de oportunidad hace referencia a aquello a lo que hay que renunciar para producir un bien.
Por ejemplo, en el ejemplo anterior si un país decide producir determinado volumen de comida no podrá dedicar esos recursos a la elaboración de bebida.
Aunque es posible que un país presente ventaja absoluta en la fabricación de los dos bienes (comida y bebida) cada país tendrá ventaja relativa en uno de ellos, lo que justifica el desarrollo del comercio internacional.
Veamos un ejemplo:
En este ejemplo Alfa tiene ventaja absoluta en la fabricación de ambos bienes.
Analicemos ahora la ventaja relativa:
Comida: para producir 1 kg. Alfa renuncia (coste de oportunidad) a 1,66 lt. de bebida (para producir 1 kg. de comida necesita 5 horas de trabajo, recursos con los que podría producir 1,66 lt. de bebida) , mientras que Beta renuncia a 2,5 lt. de bebida. Por lo tanto, Alfa tiene ventaja relativa.
En bebida, por cada lt. Alfa renuncia a 0,6 Kg. de comida, mientras que Beta renuncia a 0,4 Kg. de comida, por lo que Beta cuenta con ventaja relativa.
Esta situación justificaría que Alfa se especialice en la preparación de comida y Beta en la elaboración de bebidas.
Alfa estará dispuesta a comprar bebida siempre que la relación de intercambio sea 1 lt. < 0,6 Kg. de comida y Beta comprará comida siempre que esta relación sea 1 lt. > 0,4 Kg.
Luego en ese intervalo (1 lt. > 0,4 kg. y < 0,6 kg.) surgirá y se desarrollará el comercio internacional entre ambos países.
Las posibilidades de consumo de Alfa y Beta con comercio internacional serían las siguientes:
Conclusión: si dos países tienen costes de oportunidad diferentes cada uno debería especializarse en producir aquello en lo que cuente con ventaja relativa, beneficiándose ambos del comercio internacional.
Lección 4º: Los Costes de Producción
Función de producción
La función de producción relaciona la cantidad de factores productivos utilizada (mano de obra, maquinaria, materia prima, otros suministros, etc.) con la producción obtenida de un determinado bien.
En una fase inicial la función de producción puede presentar una pendiente creciente:
Al incrementar los factores productivos la cantidad obtenida aumenta de forma más que proporcional.
Por ejemplo: supongamos que la actividad consiste en vallar una finca. Es muy probable que 2 personas lo hagan más del doble de rápido que una sola, ya que cada uno de ellos se puede especializar en una determinada tarea (uno va colocando los postes en el suelo y el otro va instalando la malla metálica).
Este incremento de la eficiencia al aumentar los factores productivos se puede deber a múltiples causas.
En el ejemplo anterior la incorporación de un segundo trabajador permite la especialización.
Pero normalmente a partir de cierto nivel de producción este incremento inicial de la eficiencia desaparece y comienza a haber ineficiencias. La pendiente de la función de producción va disminuyendo.
El aumento de la producción obtenido al aumentar los factores productivos empleados es cada vez menor.
Por ejemplo, llega un determinado momento en el que un aumento de los factores productivos en un 40 por ciento consigue aumentar la producción en tan sólo un 25 por ciento.
Esta ley se denomina "ley del producto marginal decreciente". Producto marginal es el incremento de la producción que se obtiene al incrementar un determinado factor productivo en 1 unidad.
En el ejemplo anterior de la colocación de la valla llega un momento en el que la incorporación de nuevos empleados va consiguiendo productividades cada vez menores (hay que compartir herramientas, algunas tareas se convierten en cuellos de botella, resulta difícil coordinar a tanta gente, etc.).
La ley del producto marginal decreciente no sólo afecta al factor trabajo sino que afecta normalmente a todos los factores productivos.
El producto marginal es igual a la pendiente de la curva de producción, y en el gráfico anterior se puede observar cómo está pendiente va disminuyendo (la curva se va haciendo cada vez más plana).
Curvas de costes
La curva de costes totales representa los costes incurridos por la empresa en función del nivel de actividad.
Los costes totales son la suma de los costes fijos y de los costes variables.
Costes fijos son aquellos que no varían en función del nivel de actividad. La empresa incurre en ellos con independencia de que funcione al 100 por cien de su capacidad, al 50 o incluso de que esté parada (por ejemplo, el alquiles de las oficinas centrales).
Costes variables son aquellos que varían en función del nivel de actividad. (Por ejemplo, el consumo de materia prima depende del volumen de fabricación).
A continuación vamos a distinguir entre el corto plazo y el largo plazo.
Curva de costes a corto plazo
a) Coste total medio
La curva del coste total medio se obtiene dividiendo el coste total por las unidades producidas.
Esta curva tiene forma de U.
El coste total medio es la suma del coste fijo medio y del coste variable medio.
El coste fijo medio siempre será decreciente (dentro de ciertos niveles de actividad). Al ser un coste fijo, a medida que aumenta la producción el coste a imputar a cada unidad es cada vez menor.
El coste variable medio (coste variable por unidad de producto) puede ser decreciente en una fase inicial (coincide con los volúmenes de actividad en los que la función de producción tiene pendiente creciente). Pero a medida que comienza a cumplirse la ley de la productividad marginal decreciente el coste variable medio comienza a ascender. Su pendiente irá aumentando en la misma medida en que la pendiente de la función de producción se vaya haciendo más plana.
Resultado de la interacción de los dos tipos de costes, la curva de coste total medio presenta inicialmente una pendiente descendiente (nivel de actividad con coste fijo medio y coste variable medio a la baja), pero a medida que la actividad aumenta y el coste variable medio comienza a elevarse, la curva de coste total medio cambia de pendiente y comienza a subir.
b) Coste marginal
La curva de coste marginal representa el incremento del coste total al incrementarse la producción en una unidad.
En una fase inicial la pendiente de esta curva es decreciente. Al igual que ocurría con el coste variable medio, corresponde a aquel nivel inicial de actividad donde la función de producción tiene pendiente creciente.
Al aumentar la producción mejora la eficiencia y el coste de producir una unidad adicional disminuye.
Pero cuando la ley de la producción marginal decreciente comienza a manifestarse la pendiente de la curva de coste marginal comienza a aumentar.
Cada vez cuesta más producir una unidad adicional.
c) Curva de coste total medio y curva de coste marginal
Si se representa en un mismo gráfico la curva de coste marginal y la curva de coste total medio se puede observar:
La curva de coste marginal corta a la curva de coste total medio por su punto más bajo.
Mientras el coste marginal esté por debajo del coste total medio (es decir, mientras el coste de producir una unidad adicional sea menor que el coste total medio) el coste total medio será decreciente.
Desde el momento en el que el coste marginal se sitúa por encima del coste total medio, dicho coste total medio comenzará a subir.
El punto más bajo de la curva de coste total medio corresponde al nivel de actividad más eficiente de la empresa, es decir aquel en el que la empresa produce al mínimo coste por unidad de producto.
Una vez que el coste total medio comienza a ascender, incrementos adicionales en el volumen de actividad harán que su pendiente sea cada vez más inclinada.
La ley de la producción marginal decreciente explica el coste de una unidad adicional será cada vez mayor.
Curva de costes a largo plazo
La diferencia fundamental entre los costes a corto plazo y los costes a largo plazo es la siguiente:
A corto plazo existen costes fijos, costes en los que incurre la empresa con independencia de su nivel de actividad, costes que se originan incluso aunque la empresa estuviese parada (amortización de las máquinas, costes financieros, alquileres, etc.). Son costes que la empresa no puede eliminar inmediatamente aunque decidiera finalizar sus actividades.
A largo plazo todos los costes son variables. La empresa puede cancelar los contratos de alquiler de sus oficinas o alquilar nuevas oficinas, puede vender sus instalaciones, maquinarias, etc., o adquirir otras nuevas, cancelar sus préstamos o solicitar otros nuevos, etc.
El coste total medio a largo plazo tiene también forma de U (igual que la curva a corto plazo) pero su forma es más abierta.
La curva a largo plazo se situará siempre por debajo de las diferentes curvas a corto plazo:
Al ser todos los costes variables la empresa tiene libertad de movimiento para buscar en cada momento su dimensión más adecuada.
En cada nivel de actividad se situará en el punto más bajo de la curva de coste total medio correspondiente a dicho nivel (curva a corto plazo). A medida que su dimensión vaya cambiando (nuevas curvas a corto plazo) buscará posicionarse en el punto inferior de cada una de ellas.
Uniendo los puntos mínimos de las curvas a corto plazo correspondientes a cada nivel de actividad obtendremos la curva a largo plazo. El punto mínimo de cada curva de costes totales medio a corto plazo es tangente a la curva a largo plazo.
El tramo descendente de la curva de costes totales medios a l/p corresponde a niveles de actividad en los que hay economías de escalas:
Es decir, aumentos de actividad conllevan disminución del coste total medio. La empresa gana en eficiencia a medida que aumenta su actividad. Los motivos pueden ser muy variados: por ejemplo, el mayor volumen permite mecanizar cierta fases del proceso productivo, o permite segmentar la plantilla en unidades especializadas en fases concretas del proceso productivo, etc.
En el tramo plano hay rendimientos constantes a escala:
Han desaparecido ya las economías a escala, pero la empresa consigue mantener su nivel de eficiencia.
En el tramo ascendente hay deseconomías de escala.
El elevado volumen de actividad perjudica la eficiencia, elevando el coste medio por unidad de producto. Las causas pueden ser múltiples (se complica la toma de decisiones, se burocratiza la empresa, se producen solapamientos de funciones, etc.).
En definitiva toda actividad tiene un nivel óptimo de actividad a largo plazo, aquél en el que se minimiza el coste medio total.
Lección 5ª: Teoría de la Elección del Consumidor
Teoría de la Elección del Consumidor
La decisión del consumidor en cuanto al conjunto de bienes que desea adquirir para su consumo viene determinada por dos factores:
a) Renta disponible
b) Gustos
En este capítulo, a efectos de simplificar la explicación, consideraremos que el consumidor únicamente puede elegir entre 2 tipos de bienes, no obstante este análisis es válido para analizar la vida real en la que el consumidor tiene acceso a una amplísima gama de bienes.
a) Renta disponible
La renta disponible fija un límite a la capacidad de gasto del consumidor, quien podrá consumir como máximo el importe de su renta.
Por ejemplo, si un consumidor dispone de 3.000 euros y puede elegir entre adquirir comida (10 euros kg) o bebida (20 euros /litro) sus posibilidades de elección se situarán dentro del área sombreada.
Este consumidor podrá situarse en algún punto interior del área (no gastaría toda su renta disponible) o en algún punto de la línea presupuestaria que limita dicho área (gastaría completamente su renta). Lo que no podrá hacer es elegir una combinación de comida y bebida situada fuera del área (no podría pagarla).
Los puntos de corte de la línea presupuestaria con los ejes representan aquella elección en la que el consumidor dedica toda su renta a la adquisición de un sólo tipo de bien (sólo comida o sólo bebida).
La pendiente de la línea presupuestaria equivale al precio relativo de los dos bienes (el precio de un bien en función del otro).
En el ejemplo anterior la pendiente de la línea presupuestaria es 2 (= 2 / 1; ya que 1 kg de comida cuesta 2 euros y 1 lt. de bebida cuesta 1). Esto quiere decir que por cada kg de comida al que renuncie el consumidor podrá adquirir 2 litros de bebida.
b) Gusto
El gusto hace referencia al nivel de satisfacción que le proporcionan al consumidor las distintas opciones de consumo.
Una curva de indiferencia representa a todas aquellas decisiones de consumo que proporcionan al consumidor el mismo nivel de satisfacción.
Por ejemplo, si una persona obtiene el mismo nivel de satisfacción tomado 2 hamburguesas y 1 refresco que 1 hamburguesa y 2 refrescos ambas cestas de bienes se situarán en la misma curva de indiferencia.
Propiedades de estas curvas:
a) Tienen pendiente negativa: si disminuye la cantidad de un bien, para mantenerse en el mismo nivel de satisfacción tendrá que compensarlo con mayor cantidad del otro bien.
b) Las curvas de indiferencia no se cortan: si se cortasen habría un punto (punto de corte) en el que ambas curvas tendrían el mismo nivel de satisfacción, pero como dentro de cada curva todos sus puntos tienen el mismo nivel de satisfacción, esto implicaría que todos los puntos de las dos curvas tendrían el mismo nivel de satisfacción.
Esto no tendría sentido ya que a un lado del punto de cruce una de las curvas estaría más alejada del origen (por lo que debería tener un nivel de satisfacción mayor) mientras que al otro lado del punto de cruce se situaría más cerca del origen (nivel de satisfacción menor).
La pendiente de la curva equivale a la relación a la que el consumidor estaría dispuesto a cambiar un bien por otro (relación marginal de sustitución) para mantenerse en la misma curva de indiferencia.
Si la pendiente es 1 quiere decir que el consumidor podría cambiar 1 unidad del bien A por 1 unidad del bien B obteniendo el mismo nivel de satisfacción.
Si la pendiente es 2 quiere decir que cambiaría 2 unidades del bien A por 1 del bien B y seguiría obteniendo el mismo nivel de satisfacción.
Dentro de cada curva la pendiente va cambiando a lo largo de la misma. Esto se debe a que no es igual el valor que para un consumidor tiene un determinado bien cuando tiene mucha cantidad de él que cuando tiene poca.
En nuestro ejemplo, en el punto C la pendiente de la curva es muy inclinada. Se trata de una cesta de consumo integrada básicamente por comida, con muy poca bebida.
Situado en este punto, el consumidor estaría dispuesto a renunciar a una cantidad importante de comida (x), ya que tiene en abundancia, por obtener algo de bebida (y).
En el punto D ocurre justo lo contrario. Representa a una cesta de consumo compuesta principalmente por bebida y con muy poca comida. El consumidor valorará mucho la escasa comida que tiene, por lo que sólo renunciaría a parte de ella (w) a cambio una gran cantidad de bebida (z).
Las curvas de indiferencia a medida que se alejan del origen representan niveles superiores de satisfacción.
Por ejemplo, si una persona obtiene mayor satisfacción tomando 2 hamburguesas y 2 refresco que 1 hamburguesa y 1 refresco, ambas cestas de consumo se encontrarán en curvas de indiferencia diferentes; la primera cesta se situará en una curva de indiferencia más alejada del origen que la segunda.
c) Restricción presupuestaria y gustos
El consumidor tratará de obtener la mayor satisfacción posible a partir de su renta disponible.
Tratará de situarse en la curva de indiferencia más alejada del origen compatible con su limitación presupuestaria.
De las tres curvas del gráfico aquella que proporciona mayor satisfacción al tiempo que es compatible con la restricción presupuestaria es la segunda curva. El consumidor racional se situará en el punto A donde dicha curva es tangente a la recta de la restricción presupuestaria.
Representa aquella cesta de consumo que siendo compatible con su restricción presupuestaria se encuentra situada en una curva de indiferencia más alejada del origen.
El punto B perteneciente a la primera curva es compatible con la restricción presupuestaria pero no maximiza el nivel de satisfacción. Esta curva se encuentra más cerca del origen que aquella en la que se encuentra el punto A.
El punto C (exterior) está situado en la curva de indiferencia más alejada de las tres representadas (mayor nivel de satisfacción) pero no es compatible con la restricción presupuestaria.
Al ser tangente en el punto A la curva de indiferencia a la recta de restricción presupuestaria quiere decir que en dicho punto ambas líneas tienen la misma pendiente. Por lo tanto, en dicho punto el precio relativo de los dos bienes será igual a la relación marginal de sustitución.
Es decir, en dicho punto la valoración que hace el consumidor de los dos bienes (relación marginal de sustitución) es igual a la valoración que hace el mercado (precio relativo).
Por ejemplo, consideremos que el precio de 1 kg de comida son 2 euros y el de 1 lt. de bebida 1 euro. La pendiente de esta línea de restricción presupuestaria es igual a 2.
En el punto de tangencia de la curva de indiferencia con esta recta su pendiente también será igual a 2, es decir que en dicho punto el consumidor estará dispuesto a cambiar 1kg de comida por 2 litros de bebida manteniendo el mismo nivel de satisfacción.
Variaciones de la renta: efectos sobre la decisión del consumidor
Un aumento de la renta implica un desplazamiento paralelo hacia afuera de la recta presupuestaria.
Esto va a permitir al consumidor situarse en una nueva curva de indiferencia más alejada del origen (mayor nivel de satisfacción), donde lo normal será que consuma mayor cantidad de ambos bienes (si ambos bienes fueran normales)
No obstante, también cabría que el incremento de la renta originase una caída en el consumo de uno de los bienes, en cuyo caso nos encontraríamos ante un bien inferior.
Bien inferior es aquel cuyo consumo evoluciona de forma inversa a la renta disponible: si aumenta la renta disponible su consumo baja y si baja la renta su consumo aumenta.
Por ejemplo, el consumo de sucedáneos del café disminuye cuando aumenta la renta, ya que el consumidor prefiere sustituirlo por café.
Por su parte, una disminución de la renta originaría el efecto contrario, desplazamiento paralelo hacia el interior de la recta de restricción presupuestaria.
Variaciones del precio: efectos sobre la decisión del consumidor
La variación del precio de uno de los dos bienes considerados produce dos efectos:
Desplazamiento de la línea de restricción presupuestaria y variación de su pendiente.
Representamos en el siguiente gráfico la restricción presupuestaria que vimos al analizar la renta disponible (apartado a). El aumento del precio de la comida a 15 euros / kg desplaza la restricción presupuestaria hacia el interior y modifica su pendiente (ya que cambia el precio relativo de los dos bienes).
El punto de corte con el eje de aquel bien cuyo precio no ha variado permanece constante, en cambio el punto de corte del bien cuyo precio ha aumentado se acerca al origen.
Este desplazamiento de la línea de restricción presupuestaria unido a un cambio de su pendiente provoca dos efectos:
a) Efecto renta: el aumento del precio de un bien provoca un efecto renta negativo ya que el consumidor se habrá empobrecido en términos relativos (dado un nivel determinado de renta podrá adquirir menos cantidad de ese bien). Si antes con 3.000 euros de renta podía adquirir 300 kg de comida, ahora tan sólo podrá adquirir 200 kg.
b) Efecto sustitución: debido a que la relación de precio entre los dos bienes contemplados se altera. Si antes la bebida era 2 veces más cara que la comida, ahora esta diferencia se reduce a 1,3 veces más cara.
El desplazamiento de la restricción presupuestaria hacia el interior obliga al consumidor a posicionarse en una curva de indiferencia más cercana al origen. En su nueva decisión influirán estos dos efectos.
El efecto renta negativo reduce el consumo de ambos bienes considerando que ambos bienes son normales (paso del punto A al punto B).
El efecto sustitución favorece el consumo del bien que se ha abaratado en términos relativos (en este caso la bebida) y perjudica el del bien que se ha encarecido (la comida) (paso del punto B al punto C).
Un efecto similar pero de signo contrario es el que se produce cuando se abarata el precio de uno de los bienes.
Si se unieran los distintos puntos que representan las decisiones óptimas del consumidor ante variaciones del precio de un bien se obtendría la curva de demanda de dicho bien.
Lección 6ª: Oferta y Demanda
Oferta y Demanda
Oferta y demanda son las dos fuerzas que interactúan en los mercados, determinando la cantidad negociada de cada bien (o servicio) y el precio al que se vende.
La demanda
La demanda de un bien determina la cantidad de dicho bien que los compradores desean comprar para cada nivel de precio.
La demanda viene determinada por una serie de variables:
a) Precio del bien: La cantidad demandada se mueve de forma inversa al precio: si el precio de un bien sube su demanda disminuye, mientras que una baja en el precio trae consigo un aumento en la demanda.
b) Renta: Normalmente si aumenta la renta del consumidor aumenta también la cantidad demandada de un bien. Este es el comportamiento que presenta la mayoría de los bienes, a los que se denomina "bienes normales".
Pero cabe la posibilidad de que al aumentar la renta del consumidor disminuya su consumo de un determinado bien; son los llamados "bienes inferiores". El mayor poder adquisitivo del consumidor le permite sustituirlos por otros de mayor calidad.
Por ejemplo, el sucedáneo del café. El consumidor de este producto cuando aumenta su renta tiende a reemplazarlo por café.
c) Precio de los bienes relacionados: distinguiremos entre bienes sustitutivos y bienes complementarios.
Bien sustitutivo es aquel que puede satisfacer la necesidad del consumidor prácticamente igual que el bien en cuestión (por ej. la margarina es un bien sustitutivo de la mantequilla).
Bien complementario es aquel que se consume conjuntamente con el bien en cuestión (por ejemplo, raqueta de tenis y pelota de tenis).
Si sube el precio de un determinado bien aumentará la demanda del bien sustitutivo (y lo contrario si baja).
Si sube el precio de la mantequilla tenderá a aumentar la demanda de la margarina (muchos consumidores sustituirán la mantequilla por la margarina).
En cambio, si sube el precio de un bien complementario baja la demanda del bien (y lo contrario si baja).
Si sube el precio de las raquetas de tenis disminuirá la demanda de pelotas, ya que algunas personas dejarán de practicar este deporte.
d) Los gustos. Si un producto se pone de moda aumentará su demanda, mientras que si pierde popularidad disminuirá su demanda.
e) Las expectativas sobre el futuro. En función de cómo prevea el consumidor que puede cambiar el escenario influirá positiva o negativamente en la demanda de un bien.
Si el consumidor anticipa cambios de tecnología, subidas o bajadas de precio, aumentos o disminuciones de sus ingresos, etc., su actual demanda de un bien puede verse afectada.
La curva de la demanda es el resultado de la decisión de millones de potenciales consumidores. Representa la cantidad demandada de ese bien para cada nivel de precio.
Tiene pendiente negativa ya que a medida que sube el precio disminuye la cantidad demandada, mientras que si baja el precio aumenta.
Variaciones en el precio del bien producen movimientos a lo largo de la curva, mientras que variaciones en las otras variables señaladas producen desplazamientos de la curva.
Si aumenta la renta del consumidor, o sube el precio de los bienes sustitutivos, o baja el precio de los bienes complementarios, o el producto se pone de moda, o las expectativas favorecen el consumo actual, la curva de demanda se desplazará hacia la derecha. Para cada nivel de precio los consumidores demandarán una mayor cantidad.
Por el contrario, si disminuye la renta del consumidor, o disminuye el precio de los bienes sustitutivos, o sube el precio de los bienes complementarios, o el producto pierde popularidad, o las expectativas perjudican el consumo actual, la curva de demanda se desplazará hacia la izquierda. Para cada nivel de precio los consumidores demandarán una menor cantidad.
Veamos un ejemplo.
Si el precio medio actual de un vehículo todoterreno es de 25.000 euros y sus ventas anuales son de 10.000 unidades, una disminución del precio producirá un aumento en las ventas.
Si se mantiene el precio de estos vehículos, pero se ponen de moda entre los jóvenes aumentarán sus ventas. Al mismo precio que antes (25.000 euros) las ventas superarán las 10.000 unidades.
La oferta
La oferta determina la cantidad de un bien que los vendedores ofrecen al mercado en función del nivel de precio.
La oferta viene determinada por las siguientes variables:
a) Precio del bien. Cantidad ofertada y precio se mueven en la misma dirección. Si el precio sube los vendedores aumentarán su oferta, en cambio si el precio baja la oferta también disminuirá.
Cuando baja el precio de un bien disminuye la rentabilidad que obtiene el vendedor lo que le llevará a orientar su actividad hacia otros tipos de bienes.
Esta relación paralela de cantidad ofrecida y precio determina que la curva de oferta tenga pendiente positiva.
b) Precios de los factores o insumos (recursos utilizados en su fabricación). Si sube el precio de los factores aumenta el coste de fabricación con lo que la rentabilidad obtenida por el vendedor se reduce. Por tanto la relación de esta variable con la oferta es inversa:
Si sube el precio de los factores disminuye la cantidad ofertada y si baja el precio aumenta.
c) Tecnología: tecnología y cantidad ofertada se mueven de forma paralela. Una mejora tecnológica conllevará una disminución del coste de fabricación, aumentando la rentabilidad del producto. Esto impulsará al vendedor a aumentar su oferta.
d) Las expectativas: su influencia en la oferta es similar a la que se vio al analizar la demanda. Las expectativas, según cual sean (subida o bajada prevista del precio del bien, cambios de gustos, tendencia al alza o a la baja del coste de los factores, etc.), pueden favorecer o perjudicar la cantidad ofertada.
De las cuatro variables anteriores, variaciones en el precio provocan movimientos a lo largo de la curva.
Mientras que variaciones en las otras tres variables provocan desplazamientos de la curva.
Ejemplo:
Si baja el precio de los equipos de música su oferta disminuye; el vendedor centrará sus esfuerzos en otros bienes que le reporten una mayor rentabilidad (movimiento descendente a lo largo de la curva).
Si sube el precio de los componentes de los equipos de música se incrementará su coste de fabricación, disminuyendo su rentabilidad para cada nivel de precio. Esto originará, al igual que en el caso anterior, una reducción de la oferta (desplazamiento hacia la izquierda de la curva).
La oferta y la demanda
El punto de corte de las curvas de oferta y demanda se denomina punto de equilibrio, determinando una cantidad y un precio de mercado.
En este punto la cantidad que los compradores quieren adquirir coincide con la que los vendedores desean vender. Ambos grupos quedan satisfechos y no surgen presiones sobre el precio (ni al alza ni a la baja).
En un mercado competitivo las decisiones individuales de miles de compradores y vendedores empujan de forma natural hacia el punto de equilibrio.
Si en un momento dado el mercado no está en equilibrio esto se puede deber a que el precio sea superior al de equilibrio en cuyo caso la cantidad demandada será inferior a la ofrecida.
O a que el precio sea inferior al de equilibrio en cuyo caso la cantidad demandada será superior a la ofrecida.
En ambos casos el precio sufrirá presiones que lo irán empujando hasta alcanzar el punto de equilibrio.
En el primer caso (precio superior al de equilibrio) se producirá un exceso de oferta (la cantidad ofrecida a ese precio será superior a la demandada). Se genera un excedente de oferta que queda sin vender lo que llevará a los vendedores a ir bajando el precio a fin de darle salida a estos bienes. A medida que baja el precio la demanda del bien irá aumentando al tiempo que la oferta se reduces. Este proceso continuará hasta que se alcanza el punto de equilibrio.
En el segundo caso (precio inferior al de equilibrio) se origina un exceso de demanda (la cantidad demandada será superior a la cantidad ofrecida). Esta demanda insatisfecha permitirá a los vendedores subir el precio, lo que producirá un aumento de la oferta y una disminución de la demanda. Este proceso continúa hasta que se alcanza el punto de equilibrio.
Ejemplo:
El mercado de bicicletas se encuentra en equilibrio, con ventas anuales de 100.000 unidades a un precio medio de 100 euros.
Tras la victoria de un ciclista nacional en el Tour, este deporte se hace muy popular en el país, desplazando hacia la derecha la curva de demanda.
Al precio actual (100 euros) surge un desequilibrio: los vendedores continúan ofreciendo 100.000 unidades pero los compradores desean adquirir 180.000 unidades.
Este exceso de demanda empuja al alza el precio de la bicicleta, subida que hará que los vendedores quieran vender más y los compradores adquirir menos.
Este proceso finaliza cuando se alcanza el nuevo punto de equilibrio, en el cual el precio de la bicicleta ha subido a 120 euros y las ventas anuales a 140.000 unidades.
Lección 7ª: Elasticidad
Elasticidad
El concepto de elasticidad mide la amplitud de la variación de una variable cuando varía otra variable de la que depende.
Este concepto se aplica a las curvas de demanda y de oferta para medir la variación de la cantidad demandada u ofertada a raíz de variaciones de las variables que las determinan.
Elasticidad-precio de la demanda
Esta elasticidad mide la variación de la cantidad demandada ante una variación del precio.
Se calcula dividiendo la variación porcentual de la cantidad demandada por la variación porcentual del precio.
Elasticidad-precio de la demanda = Variación % de la cantidad / Variación % del precio
Ejemplo:
Consideremos la demanda de raquetas de tenis. Al precio de 100 euros se demandan 10.000 raquetas. Si el precio sube a 120 euros la cantidad demandada baja a 9.000 unidades.
La variación porcentual del precio ha sido del 20 %, mientras que la variación porcentual de la cantidad demandada ha sido del -10 % (aprox.).
La elasticidad de la demanda de raquetas de tenis es del 0,5 (-10% / 20%; aunque el resultado sea negativo la elasticidad se suele expresar con signo positivo).
Esto quiere decir que ante una variación del precio la cantidad demandada varía la mitad en términos porcentuales.
La demanda de un bien es elástica si la cantidad demandada responde significativamente a una variación del precio, e inelástica si la cantidad demandada responde muy levemente a una variación del precio.
Según el valor de la elasticidad se puede hablar de:
Demanda perfectamente elástica (elasticidad = infinito)
Demanda elástica (elasticidad > 1)
Demanda con elasticidad unitaria (elasticidad = 1)
Demanda inelástica (elasticidad < 1)
Demanda perfectamente inelástica (elasticidad < 0)
Se puede observar en los gráficos anteriores que cuanto más inclinada sea la curva de demanda menor será su elasticidad-precio.
La elasticidad de la demanda no suele ser la misma a lo largo de toda la curva, sino que al igual que la pendiente de la curva la elasticidad-precio también va variando.
Factores que determinan que una demanda sea elástica o inelástica
a) Bien necesario versus bien de lujo. Los bienes necesarios suelen tener una demanda inelástica. Su demanda oscila poco ante variaciones de precio (la gente va a seguir comprando ese bien porque tienen necesidad del mismo).
Por ejemplo, el pan es un bien necesario y presenta una demanda muy inelástica. Aunque suba su precio (dentro de ciertos límites) la gran mayoría de familias seguirá comprando la misma cantidad de pan.
Por el contrario, la demanda de bienes de lujo suele ser muy elástica. Al no ser bienes necesarios el consumidor puede prescindir de ellos en un momento determinado. Esto determina que su demanda reaccione con intensidad ante variaciones del precio.
Por ejemplo, los cruceros de placer. Si su precio sube considerablemente muchas personas renunciarán al mismo y buscarán un tipo de vacaciones alternativas. En cambio si su precio baja la demanda se disparará.
b) Existencia o no de bienes sustitutivos cercanos. Si existen bienes sustitutivos cercanos la demanda tenderá a ser más elástica ya que ante una subida de precio muchos consumidores comprarán el bien sustituto.
Por ejemplo, el aceite de oliva tiene un sustitutivo cercano que es el aceite de girasol. Si el precio del aceite de oliva sube considerablemente muchos consumidores comprarán aceite de girasol.
Cuando no existen bienes sustitutivos cercanos la demanda suele ser más inelástica.
Por ejemplo, la leche no tiene un sustitutivo cercano, presentando una demanda inelástica. Aunque suba su precio la gente no tendrá más remedio que seguir comprando leche.
c) Horizonte temporal: los bienes suelen tener una demanda más elástica cuando se analiza un horizonte temporal mayor.
Por ejemplo, si sube el precio de la gasolina (dentro de ciertos límites) el consumidor tendrá que seguir llenando el tanque de su vehículo por lo que la cantidad demandada no sufrirá en el corto plazo una gran variación.
A largo plazo la situación cambia, ya que muchos consumidores a la hora de renovar su coche elegirán uno con motor diesel, lo que hará caer la demanda de gasolina.
Valor económico de las transacciones y elasticidad-precio de la demanda
El valor económico de las transacciones es igual a la cantidad total que pagan los compradores por sus adquisiciones y que perciben los vendedores. Se calcula multiplicando el precio por la cantidad adquirida.
Por ejemplo, si anualmente se compran 100.000 televisores y su precio medio es de 300 euros, el valor económico de estas transacciones será igual a 30 millones de euros.
La elasticidad de la curva de demanda influye en cómo varía este valor económico ante una variación del precio.
Si la demanda es inelástica (la cantidad varia poco ante variaciones del precio), un aumento del precio conlleva un aumento del valor económico (igual al área sombreada), y una bajada del precio lo contrario.
Elasticidad renta de la demanda
La elasticidad-renta de la demanda mide la magnitud de la variación de la cantidad demandada ante una variación en la renta del consumidor.
Elasticidad-renta de la demanda = Variación % de la cantidad / Variación % de la renta
Los bienes se clasifican en:
Normales: tienen elasticidad renta positiva (un aumento de la renta conlleva un aumento de la demanda del bien).
Inferiores: tienen elasticidad renta negativa (un aumento de la renta origina una disminución de la demanda del bien).
Ejemplos:
Un bien inferior puede ser un producto alimenticio de baja calidad: cuando aumenta la renta el consumidor en lugar de adquirir más cantidad de ese bien lo sustituye por otro de mayor calidad.
Los bienes necesarios suelen tener una baja elasticidad-renta. El consumidor tiende a adquirir la cantidad que necesita con independencia de que su renta suba o baje.
Los bienes de lujo suelen tener una elevada elasticidad-renta: su demanda varía notablemente ante variaciones en la renta del consumidor.
Elasticidad-precio de la oferta
Esta elasticidad mide la magnitud de la variación de la cantidad ofertada ante una variación del precio.
Elasticidad-precio de la oferta = Variación % de la cantidad / Variación % del precio
Su funcionamiento es similar al de la elasticidad de la demanda.
Consideremos que el mercado de ordenadores se encuentra en equilibrio, con una oferta anual de 200.000 unidades a un precio medio de 1.000 euros.
La fuerte demanda hace subir el precio un 10 por ciento, lo que provoca que la oferta aumente hasta los 250.000 ordenadores (variación porcentual del 25%).
Por lo tanto, la elasticidad de la oferta es del 2,5 (= 25% / 10% ).
Esto implica que una variación del precio origina una variación de la cantidad ofertada 2,5 veces superior.
Según su elasticidad, la oferta de un mercado se puede clasificar en:
Oferta perfectamente elástica (elasticidad = infinito)
Oferta elástica (elasticidad > 1)
Oferta con elasticidad unitaria (elasticidad = 1)
Oferta inelástica (elasticidad < 1)
Oferta perfectamente inelástica (elasticidad < 0)
Como se puede apreciar, la oferta es elástica cuando la cantidad ofertada es muy sensible a una variación de precio y es inelástica cuando apenas fluctúa.
Un ejemplo de oferta elástica es el de las casas rurales. Si sube el precio del alojamiento muchos propietarios decidirán acondicionar sus segundas viviendas como casas rurales, mientras que cuando baja el precio algunas casas rurales dejan de ofertarse.
En cambio, un ejemplo de oferta inelástica es la del petróleo ya que los pozos están a pleno rendimiento y es muy difícil a corto plazo aumentar su producción por mucho que se eleve el precio.
Al igual que vimos con la demanda, la elasticidad de la oferta suele variar a lo largo de su curva.
La elasticidad suele ser mayor en la zona baja de la curva, cuando la cantidad ofrecida es pequeña (existe capacidad productiva ociosa que se puede utilizar si fuera necesario) y menor en la zona alta de la curva (la capacidad productiva está utilizada al máximo por lo que es muy difícil a corto plazo aumentar la oferta).
La elasticidad de la oferta va a depender en gran medida del horizonte temporal que se analice:
A corto plazo la oferta de un bien puede ser muy rígida, con muy poco margen para varias (la capacidad productiva es la que existe y no se puede aumentar a corto plazo, ni tampoco es fácil cerrar).
A largo plazo, la situación varía y las empresas tienen posibilidad de construir nuevas instalaciones o de cerrar y abandonar la industria.
Esto permite que la oferta pueda oscilar ante variaciones del precio. Esto determina que las curvas de oferta suelan ser muy verticales a corto plazo, mientras que a largo plazo tienden a ser menos inclinadas.
Por ejemplo, la oferta de apartamentos en la costa para el verano es inelástica a corto plazo (son los que son), pero a largo plazo la oferta sí puede variar (se pueden construir nuevos apartamentos o buscar otros usos para aquellos que no son rentables).
Lección 8ª: Controles de precio e impuestos
Controles de precio
A veces las autoridades intentan que el precio de algunos bienes oscile dentro de un determinado rango y no fluctúe libremente.
Con ello busca en algunos casos defender a los consumidores (evitando que el precio se eleve en demasía) y en otros proteger a los productores (impidiendo que el precio sea demasiado bajo), según considere cuál de los dos colectivos presenta una situación más débil.
Esta protección la realiza el gobierno estableciendo límites a los precios:
Límite inferior: es el precio mínimo al que se puede vender un bien. Es una medida destinada a proteger los intereses de los vendedores.
En algunos países el gobierno fija un precio mínimo para determinados productos agrícolas y ganaderos, tratando de asegurarle a estos colectivos unos ingresos mínimos.
Límite superior: es el precio máximo al que se puede vender un bien. Es una medida destinada a proteger los intereses de los compradores.
Algunos gobiernos estableces un precio máximo para algunos fármacos.
Estos topes mínimos y máximos pueden afectar tanto a la cantidad demandada como a la cantidad ofertada.
Precio mínimo
El impacto del precio mínimo sobre el funcionamiento del mercado va a depender de si dicho precio se sitúa por debajo o por arriba del precio de equilibrio (aquel al que tendería libremente el mercado si no hubiera intervención pública).
Si el precio mínimo está por debajo del precio de equilibrio no tiene ningún impacto ya que el mercado de modo natural se situará por encima de dicho precio mínimo.
En cambio, si el precio mínimo es superior al precio de equilibrio este tope impedirá al mercado alcanzar su punto de equilibrio. El precio se situará en dicho nivel mínimo donde la cantidad ofrecida será mayor que la cantidad demandada, lo que provocará un exceso de oferta que quedará sin vender.
La paradoja de esta medida es que el gobierno trata con ella de favorecer a los vendedores pero el resultado es que este colectivo se encuentra con un stock invendido.
Precio máximo
Al igual que en el caso anterior su impacto dependerá de si dicho precio se sitúa por debajo o por encima del precio de equilibrio.
Si el precio máximo está por encima del precio de equilibrio no tendrá ningún impacto ya que el mercado de forma natural tenderá a situarse por debajo de dicho límite máximo.
Si por el contrario, el precio máximo es inferior al precio de equilibrio entonces este límite impedirá al mercado alcanzar el equilibrio. El precio se situará en dicho tope máximo donde la cantidad ofertada será menor que la cantidad demandada. Esto provocará un exceso de demanda por lo que parte de la misma quedará sin satisfacer.
Al igual que en el caso anterior se produce la paradoja de ser una medida destinada a favorecer a los consumidores pero cuyo resultado es que muchos de ellos se quedarán sin poder adquirir el bien.
En definitiva, el control de precios a veces tiene un efecto perverso, perjudicando en última instancia a aquellos a los que trata de proteger.
Los impuestos
Cuando el Estado grava un bien con un impuesto altera el precio de dicho bien, ya a que a su precio de mercado (precio de equilibrio) habrá que sumarle el importe del impuesto.
El impuesto recae a veces sobre el comprador.
Cuando un fumador adquiere una cajetilla de cigarros en el precio que paga va incluido el impuesto sobre el tabaco.
Y otras veces sobre el vendedor.
Los productores de bebidas alcohólicas deben pagar un impuesto especial por cada unidad vendida.
No obstante, con independencia de sobre quien recaiga inicialmente el impuesto su impacto final (quien es el que finalmente soporta la carga del impuesto) puede ser diferente al pretendido.
Impuesto sobre el comprador
Partiendo de una posición de equilibrio, este impuesto provoca en primera instancia un desplazamiento hacia abajo de la curva de demanda en la misma cuantía que el impuesto (la curva de oferta no se altera).
Si en situación de equilibrio los compradores estaban dispuestos a adquirir 100.000 ordenadores a un precio de 900 euros.
Si se establece un impuesto especial que graba cada ordenador con 100 euros, los compradores estarán dispuestos a comprar la misma cantidad que antes (100.000 unidades) siempre que su precio sea ahora de 800 euros, ya que a este precio habrá que sumarle otros 100 euros del impuesto, lo que dará un total de 900 euros (coste que finalmente tendrá el ordenador para el comprador).
El desplazamiento de la curva de demanda hacia abajo conlleva que el punto de equilibrio pase de A a B.
En este nuevo punto de equilibrio la cantidad comprada será menor que la inicial (el impuesto afecta negativamente a la actividad el mercado), lo mismo que el precio.
En el ejemplo de los ordenadores, el nuevo punto de equilibrio se situará en 90.000 ordenadores a un precio de 860 euros.
Esto quiere decir que el comprador (que antes pagaba 900 euros) tendrá ahora que pagar 960 euros (860 + 100 de impuestos), con lo que su coste inicial habrá aumentado en 60 euros.
Por su parte, el vendedor, que antes recibía 900 euros, ahora tan sólo recibirá 860 euros (40 menos).
En definitiva la carga del impuesto se ha repartido entre comprador y vendedor.
En nuestro ejemplo, el 60% del impuesto ha recaído finalmente sobre el comprador y el 40% restante sobre el vendedor.
¿Quién soporta más carga?
Esto dependerá de las elasticidades de las curvas de demanda y de oferta.
Cuanto más inelástica sea una curva (de demanda o de oferta) más parte del impuesto soportará, y mientras más elástica sea menos parte del impuesto absorberá.
Impuesto sobre el vendedor
Su efecto es muy similar al anterior. Partiendo de una posición de equilibrio este impuesto provoca inicialmente un desplazamiento hacia arriba de la curva de oferta en la misma cuantía que la del impuesto (la curva de demanda no se altera).
Si en situación de equilibrio los vendedores estaban dispuestos a vender 100.000 ordenadores a un precio de 900 euros, con este nuevo impuesto que graba cada ordenador con 100 euros, los vendedores estarán dispuestos a vender la misma cantidad que antes (100.000 unidades) a un precio de 1.000 euros, ya que de este importe tendrán que pagar a Hacienda 100 euros con lo que se quedarán con un neto de 900 euros.
El desplazamiento de la curva de oferta hacia arriba conlleva que el punto de equilibrio se desplace de A a B.
En este nuevo punto de equilibrio la cantidad vendida será menor (igual que ocurría cuando el impuesto grababa a los compradores) pero el precio será más elevado.
El nuevo punto de equilibrio implica una venta de 90.000 ordenadores a un precio de 960 euros.
El comprador, que antes pagaba 900 euros, tendrá que pagar ahora 960 euros, mientras que el vendedor, que antes percibía 900 euros, recibirá ahora 960 euros de los que, tras pagar 100 euros de impuestos a Hacienda, le quedará un neto de 860 euros.
Al igual que en el caso anterior la carga del impuesto se ha repartido entre comprador y vendedor.
En este ejemplo el 60% del impuesto ha recaído finalmente sobre el comprador y el 40% restante sobre el vendedor.
¿Quién soporta más carga?
También en este caso dependerá de las elasticidades de las curvas de demanda y de oferta.
En definitiva:
Con independencia de quien tiene que pagar directamente el impuesto al Estado, su impacto se repartirá entre comprador y vendedor.
Por otra parte, hemos visto que el establecimiento de un impuesto produce una disminución de la actividad comercial.