MERALVIS
Asociación civil sin fines de lucro C. J. 3-002-332734
Mejorando al desarrollo rural de la región a través de la conservación
de la vida silvestre y el entendimiento cultural de los pueblos
__________________________________________________________________
FAVOR CITAR ESTE DOCUMENTO DE ACUERDO A:
Carbonell, F e I. Torrealba. 2009. Cómo la economía ecológica puede
ayudar a conservar el jaguar, en el Parque Internacional La
Amistad, Costa Rica, Panamá. ONG-MERALVIS y Doctorado
en Ciencias Naturales para el Desarrollo (DOCINADE).
Documento aceptado para presentar ante el Eje de: Economía
ecológica en el contexto de las disciplinas científicas y del
desarrollo, IV Congreso Iberoamericano sobre Desarrollo y
Ambiente, llevado a cabo del 8 al 10 de Octubre (2009) en la
Pontificia Universidad Javeriana de Colombia. Bogotá,
Colombia.
Apdo. 1854-3000, Heredia, Costa Rica. Tel/fax 2261-8276
www.meralvis.com y enlace en www.geocities.com/maralvis
[email protected]
Conservamos y nos empoderamos junto con las comunidades rurales
Cómo la economía ecológica puede ayudar a conservar el jaguar, en el Parque
Internacional La Amistad, Costa Rica, Panamá.
Carbonell, Fabricio1,2 y Torrealba, Isa1,2
1: Asociación sin fines de lucro MERALVIS. Apdo. 1854-3000, Heredia, Costa Rica.
Investigadores. Tel/fax:+ 506+22618276, email:
[email protected],
2: Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo. Programa inter-universitario
de Costa Rica (ITCR, UNED, UNA), México (UNAM, UACH), Nicaragua (UNAN)
y Cuba (UNICA, ICIDCA). Doctorandos. Tel: +506 2475-5310.
Palabras clave: CIA-Sur, jaguar, transdisciplina, desarrollo rural, economía
ecológica.
Resumen:
El jaguar, es una especie simbólica y emblemática de los esfuerzos de
conservación en Latinoamérica y además forma parte de la identidad cultural de
nuestros países. Su conservación pasó a manos de los científicos positivistas de la
biología de la conservación; pero, desde que se crearon las áreas protegidas y luego
de muchos estudios ecológicos y biológicos sobre esta especie, aún se encuentra
amenazada sobre todo en Centroamérica. Se discute el hecho de la necesidad de un
acercamiento científico transdisciplinario que la economía ecológica puede aportar,
pero también la necesidad de ubicar a la ecología en su contexto histórico e
ideológico. Aportamos la propuesta teórico metodológica Conservación Integral
Alternativa desde el Sur (CIA-Sur) que considera estos aspectos, tomando como área
de estudio el Parque Internacional La Amistad de Costa Rica y Panamá.
1- Introducción
Dentro del desarrollo humano, surge la ciencia como una herramienta para
generar conocimiento racional, que en sus inicios fue considerado un apartado de
dogmas, ideologías, mitos y oscurantismo (Cazau, 1997). Sin embargo, como lo han
planteado varios autores (Bueno, 1995, Leff, 2008, Mires, 1990, Morín, 1999,
Naredo, 2001, Noguera 2007), las ciencias -en especial las positivistas- pasaron, de
tener un reconocimiento por su neutralidad y aporte al desarrollo, a un claro sesgo
político e ideológico. Se consolidó así una ciencia con disciplinas inconexas unas de
otras y en nombre del conocimiento y del desarrollo, la ciencia encaminó su quehacer
al servicio del desarrollo industrial, tecnológico y económico con las consecuencias
devastadoras que vemos hoy (Noguera 2007). Así, nuestra visión del mundo
occidental se basa en los descubrimientos y avances de la ciencia y la tecnología
moderna. Pero, no es una crisis del pensamiento científico sino del cientifismo, que
según Popper es el pensamiento que intenta convertir las ciencias en compendios de
verdades absolutas e inmutables (Mires, 1990). No obstante, es necesario reconocer
también los beneficios a nuestra sociedad derivados de la ciencia y tecnología; es
innegable que el acceso a la información, el conocimiento del universo, las
matemáticas, las medicinas y la producción agrícola, entre otros, han contribuido a
mejorar nuestra calidad de vida.
Actualmente, ante el hecho de abordar los problemas medioambientales y
sociales de una manera más integral y holista, ha surgido la necesidad de
pensamientos ambientales y de desarrollo alternativos, como la transdiciplina, el
pensamiento complejo, la economía ecológica y el paradigma ecológico (Alier, 2004 ,
Capra, 2000, Follari, 1999 , Leff 2004, Noguera 2007, Morín, 2007, Torrealba y
Carbonell, 2009); que vienen de contextos regionales y locales no globalizados, como
son las reivindicaciones de los saberes indígenas en América Latina (Carbonell, 2008,
Betancourt 2006). Para efectos de este artículo enfatizaremos en la economía
ecológica y en el pensamiento ambiental alternativo e indígena para conservar al
jaguar en el Parque Internacional La Amistad (PILA), en Costa Rica y Panamá.
2- Objetivo General
Discutir las carencias teóricas de la economía ecológica y la ecología para la
conservación integral de una especie amenazada dentro de un contexto local y
cultural y la necesidad de nuevos conceptos inclusivos de pensamientos ambientales y
de desarrollo alternativos.
3- Método
Este trabajo se basa en los resultados de estudios biológicos y en encuestas y
talleres de aprendizaje participativos con enfoque de género sobre elementos para el
ordenamiento territorial, la gestión ambiental, y estado de las especies silvestres
amenazadas con el conocimiento tradicional de las comunidades indígenas y
campesinas del PILA (ver Carbonell y Torrealba, 2008), como parte de una tesis
doctoral (Carbonell, 2008). Además, los resultados son discutidos con relación a la
Conservación Integral Alternativa (CIA-Sur) (Torrealba, 2009) dentro del marco
teórico del análisis multicriterial de la economía ecológica.
4- Breve historia ambiental del PILA, Costa Rica y Panamá
La creación de los Parques Nacionales en Centroamérica inicia en la década
de los 70´s, consolidándose en los 80´s, de hecho, el Parque Internacional La Amistad
(PILA) se creó en 1982 en Costa Rica y un año después en Panamá, posteriormente la
UNESCO lo declaró área núcleo de Reserva de Biosfera y Sitio de Patrimonio
Mundial. Es un área de excepcional riqueza cultural y biológica y de gran cobertura
forestal ya que alcanza una extensión de 207.000 has en Panamá y 190.513 has en
Costa Rica (Torrealba y Carbonell, 2008).
El PILA se ubica en la Cordillera de Talamanca, en Mesoamérica sur (Figura
1) área escapada de los intentos de conquista española por su inaccesibilidad y
resistencia de los pueblos Bribri, Cabécar y Naso. Sin embargo, pese su gran riqueza
biológica y cultural, los indicadores socio económicos indican que la situación en la
región del PILA, refleja inequidad entre el Caribe y el Pacífico en ambos países; los
niveles tienden a ser más bajos en el Caribe siendo una región de pobreza extrema,
mientras que los niveles sociales en el Pacífico, salvo algunas regiones, tienden a ser
más elevados (Carbonell y Guevara, 2003, ANAM, 1999). El perfil étnico de la
población igualmente refleja tal dicotomía. En el Pacífico encontramos
predominantemente una población de origen criollo-mestizo, dedicados a la
caficultura, cultivo de hortalizas y ganadería, organizados en asociaciones agrícolas y
conservacionistas. Aquí la presencia indígena vive en una situación marginal y sus
tierras parcialmente invadidas, se encuentran sobre explotadas y constituyen un pobre
recurso para la agricultura; su organización depende de líderes que no han podido
aprovechar las oportunidades financieras para su desarrollo. En el Caribe, en cambio,
la presencia y organización indígena es más fuerte y democrática y las tradiciones de
producción sostenible están aún presentes. También es una región con influencia de
poblaciones de origen afroantillano, y donde el mestizo irrumpió tardíamente, en la
segunda mitad del siglo XX, en busca de tierras para reproducir los esquemas
productivos del pacífico de donde era originario (Carbonell y Guevara, 2003). Es en
esta área donde enfocaremos el problema de la conservación del jaguar y de las
disciplinas científicas para su conservación.
Figura 1: Ubicación del Parque Internacional La Amistad en la Reserva de
Biosfera del mismo nombre.
5- La multidisciplinariedad y multidimensionalidad para la conservación del
jaguar en el PILA
El jaguar es una especie silvestre importante desde el punto de vista cultural y
biológico, es el felino más grande de las Américas y se tiene su registro desde hace
unos 2.000.000 de años. La especie forma parte importante de cadenas tróficas, es un
mamífero de enorme área de acción y con un nivel de cromosomas que le hace crucial
para la biodiversidad que conserva, tanto a nivel genético intra-específico, como a
nivel del área que abarca; permite, por tanto, la conservación de un número mucho
mayor de especies en ecosistemas considerados megadiversos a nivel mundial. Es el
tercer felino más grande del mundo y el más grande de América; mide unos 180 cm
más unos 50 cm de cola y pesa unos 100 Kg.; su coloración es amarilla con manchas
negras; existe la forma oscura conocida como pantera negra. Es un animal diurno y
nocturno; solitario –excepto cuando tienen cachorros- y territorial; frecuenta
diferentes hábitats pero prefiere el bosque primario y sale a potreros y a caminos
desde el nivel del mar hasta los 2000 metros de altitud; se alimenta principalmente de
chanchos o puercos de monte (Tayassu pecari), saíno (Tayassu tajacu), puerco espín
(Coendu mexicanus) y perezosos (Bradypus variegatus), entre otras presas y animales
domésticos; se estima que un macho necesita hasta 3.000 has de territorio y tras 3
meses de gestación nace una camada de 2 a 4 cachorros que permanecen 1-2 años
con la madre (Carrillo et al.2002).
En el PILA, posee muchas historias, canciones y danzas dentro de la cultura indígena.
Para los bribris, namú es un espíritu superior guiador de su cultura; el dios Sibö lo escogió
para proteger a los indígenas de todo mal colectivo con todo el poder sobre el dominio
espiritual en la naturaleza, es un usëkla (un sabio o espíritu poderoso que domina la fuerza de
la naturaleza). Para los cabécares, namá es el reflejo terrenal de la hermana del Dios Sibö,
quien creó a la tierra a partir de la carne y sangre de la hija de su hermana, la niña Iriria.
Bribris y Cabécares poseen diversos rituales para permitir su uso, sólo de acuerdo a ciertos
permisos y regulaciones de dioses y espíritus protectores. Para los naso, dbong está
representado por un ser poderoso en una danza y en el gran temor que se tiene a esta especie
(Figura 2), utilizan la grasa contra las inflamaciones y la historia de su pueblo habla del
jaguar negro que diezmó la población indígena. Los ngöbe –buglé, representan la agilidad y
fuerza del kruá en el deporte cultural “balsería”. Se le caza por su piel o cuando causa daño
a los animales domésticos (Torrealba y Carbonell, 2008).
Figura 2. Jaguar cazado por indígena Naso, Panamá
Se le conoce como Panthera onca (Linnaeus 1758); a nivel científico; Jaguar
(inglés); jaguareté (guaraní), (el término yaguar viene del guaraní y en su ortografía
afrancesada pasó a ser jaguar), uthurunku, otorongo (quechua) y Jaguareté, onca
pintada (portugués). Las poblaciones mestizas de Centroamérica le llaman jaguar,
tigre, tigre pintado y pantera negra. Posee muchas historias entre los campesinos. Los
indígenas en el PILA le denominan: “Namú” (bribri), “Namá” (cabécar), “dbong”
(naso) y “Kruá” (ngöbe). A nivel regional los jaguares han sido deificados y
difamados. Los mayas tenían al Dios Jaguar del inframundo. Los mayas-quiché
distinguían tres de los cuatro tipos de seres humanos como jaguares: jaguar del cedro,
jaguar de la noche y jaguar oscuro; se consideraba símbolo de su poder el vestir con
su piel. El Dios Tezcatlipoca de los aztecas se vestía con una piel de jaguar y sus
órdenes militares correspondían a los depredadores más grandes de la tierra y el cielo,
el jaguar y el águila. Los indígenas Rama en Nicaragua, pensaban que el idioma que
hablaban era el del jaguar (Torrealba y Carbonell, 2008).
Anteriormente el jaguar se encontraba desde el suroeste de los Estados Unidos
hasta la Patagonia, Argentina. No obstante, desde la llegada de los europeos su
número empezó a reducirse; se sabe que para 1900 prácticamente no quedaban
jaguares en los EEUU y hoy sólo llegan hasta el norte de la Argentina. Actualmente
se considera extinto en EEUU (aunque a fines de los 1990s se avistaron jaguares en
Arizona), El Salvador, Uruguay y Chile. Es catalogado como casi amenazado por la
UICN (2001) –aunque en algunos países se le cataloga como vulnerable o en peligroy se ubica dentro del Apéndice I de CITES1. Está completamente protegido en casi
toda su amplitud geográfica y su caza está prohibida o restringida en la mayoría de
los países que todavía habita. Se estima que existen entre unos 3.000 y 5.000 jaguares
en toda Mesoamérica, excepto en El Salvador, pero en poblaciones aisladas dentro de
áreas protegidas (Sanderson et al. 1999). En el PILA, se cree que la población de
jaguares es relativamente estable.
Aunque enfrenta muchas amenazas y su ámbito de acción original ha sido
considerablemente reducido, todavía existen áreas que pueden asegurar su
sobrevivencia, como la Amazonía y otras áreas de Suramérica, como el Pantanal en
Brasil. Las áreas más importantes para su conservación son unidades grandes
(mínimo 125.000 has) con bloques bien conectados de hábitat de alta calidad, con
presas suficientes y variadas, con diversas poblaciones de jaguares residentes y con
una baja amenaza por parte de las actividades humanas. Se le caza por su piel, y las
razones primordiales para la declinación de su población han sido la fragmentación
de su hábitat debido a la deforestación y su cacería con fines comerciales – hoy día
una actividad ilegal, pero no lo fue así durante gran parte del siglo XX (Sanderson et
al. 1999). Tanto para Costa Rica como para Panamá, el jaguar está considerado por
las leyes de vida silvestre en peligro de extinción y en la lista I de CITES (Fundación
Panamá 2007).
A nivel local, es frecuente el conflicto directo entre las comunidades rurales y
el jaguar. Los científicos convencionales de la biología de la conservación sostienen
que el aumento de la población humana y la cada vez mayor demanda sobre los
recursos naturales y terrenos para la producción agrícola y ganadera ha ocasionado la
disminución del hábitat de los jaguares y, por ende, la exposición al ataque de los
animales domésticos; desatando una intensa persecución hacia ellos (Hoogesteijn y
Hoogesteijn 2005). Pero ello no refleja algún tipo de desequilibrio en el ecosistema,
ya que los jaguares suelen huir de la gente y buscan cazar sus presas en áreas extensas
de bosque. No obstante, en el PILA, algunos campesinos, ganaderos e indígenas
reconocen su importancia turística, como una forma de obtener recursos económicos
de la conservación. Por tanto, la conservación del jaguar no puede aislarse de los
problemas socio- ambientales en el PILA, tales como (Carbonell y Guevara, 2003,
Araya y de Marco, 2001, ANAM, 1999): i) divisiones político administrativas de
ambos países y barreras culturales entre vertientes, indígenas y mestizos, ii) Débil
1
Siglas en inglés que refieren al convenio internacional para controlar el tráfico de especies silvestres
amenazadas. Las especies se organizan por listas de la I a la III, en la primera están las más amenazadas.
gestión de áreas protegidas por falta de recursos y personal, iii) falta de planificación
y ordenamiento territorial local rural, iv) grandes infraestructuras y proyectos a futuro
(hidroeléctricas, caminos y desarrollo turístico), v) dspectos sociales tales como
desruralización, pobreza, discriminación y desintegración social (conflictos internos e
inter-tribales, así como el alcoholismo y la drogadicción), vi) dependencia
económica basada en agricultura de exportación, i. e. café en el Pacífico y banano y
cacao en el Caribe.
5- La economía ecológica (EE) para la conservación del jaguar
De acuerdo a los argumentos anteriormente planteados se puede afirmar que
los problemas ambientales y de conservación no pueden ser objeto ni sujeto de
estudio de una ciencia en particular, ni siquiera cuando se trata como en este caso de
una sola especie, pues como hemos visto, la extinción tiene implicaciones biológicas,
sociales, políticas y culturales. Pero pareciera que esto es difícil de aceptar por la
mayoría de los científicos y de las grandes transnacionales de la conservación, ya que
pese los gastos en investigación básica y aplicada, aunada al fomento económico
para incrementar las áreas protegidas, el jaguar no ha sido librado de las amenazas a
sus poblaciones, y su situación empeora lentamente. La economía ecológica con su
crítica a la economía neoliberal y con los conceptos de inconmensurabilidad y
multidimensionaliad pareciera que podría acercarse a visualizar las diferentes
alternativas para la conservación del jaguar dentro de este contexto.
Según Alier (1998), la economía desde el punto de vista ecológico no tiene
una medida común porque no sabemos cómo dar valores actuales a las
incertidumbres y a las contingencias irreversibles, y también porque tales valores
dependerían de la asignación de los derechos de propiedad y de la distribución del
ingreso. Inconmensurabilidad significa que no hay una unidad común de medida,
pero no significa que no podamos comparar decisiones alternativas sobre una base
racional, sobre diferentes escalas de valores, como se hace en la evaluación
multicriterial. Así, el análisis multicriterio es el método utilizado por la EE para
llegar a resultados que contemplen las diferentes opiniones de las personas
involucradas en una problemática económica ambiental que según Furst (2008),
cuatro son sus fortalezas: 1- Es de tipo epistemológico, al circunscribirse en la
propuesta de la Ciencia Pos-Normal enfrentándose a cómo percibir y enfrentar un
mundo real de múltiple representación y de complejidad reflexiva. 2- Caracteriza y
afronta adecuadamente el reto de ayudar a la toma de decisiones, con un fundamento
multicriterial. 3- Consiste en el postulado de evaluación participativa como
precondición para alcanzar una calidad de decisión en términos de transparencia,
eficacia y gobernabilidad y 4- Se refiere al enfoque iterativo de agregación sobre los
criterios y sus evaluaciones, el cual pretende ofrecer una solución aproximada al
problema de la inconmensurabilidad técnica.
Este instrumento ha probado ser efectivo para casos de gestión ambiental
(Falconi y Burbano, 2004), sin embargo, para efectos del PILA, el jaguar y los
pueblos indígenas y campesinos, es claro para nosotros, que la EE debe promover la
democratización del conocimiento, al incluir el saber tradicional y artístico y por otro
lado, debe considerar que la ecología como cualquier otra ciencia tiene “escuelas” de
pensamiento y diferentes teorías de acuerdo a sus niveles de estudio (especies,
comunidades, etc.) (Soulé y Wilcox 1980). Adoptar conceptos ecológicos sin tener
un marco epistemológico que siga una línea de pensamiento podría ocasionar que a la
larga no encajen ni se desarrollen de la misma forma que los conceptos económicos.
A continuación presentamos un acercamiento a una nueva forma de abordar los
problemas ambientales con los del desarrollo, basados en un enfoque regional y local
dentro del paradigma ecológico y la transdisciplinariedad.
6- La conservación del jaguar es igual al desarrollo: hacia un pensamiento
alternativo, la Conservación Integral Alternativa desde el Sur (CIA-Sur).
El desarrollo humano deber ir relacionado de manera integral con la
conservación de su medioambiente y viceversa; ésta es la principal premisa para que
ambos sean considerados como dos caras de una misma moneda en la llamada CIASur. Por conservación entendemos un uso respetuoso de los recursos para la recreación de un ambiente que permita el desarrollo de los grupos humanos actuales, a
la vez que sustente un legado para los futuros, sobre la base de una equidad intra e
intergeneracional. Este enfoque, al igual que la economía ecológica, intenta ser
integrador de ciencias, conocimientos, artes y disciplinas humanas, enriquecido
además con nuestra identidad y bagaje cultural. Entre los principales conceptos que
sustentan a la CIA-Sur tenemos:
1. Desarrollo Sustentable desde el Sur equivalente a Conservación y basado en un
crecimiento económico limitado, cualitativo y equitativo,
2. Biodiversidad y Diversidad Biocultural, están integradas e inseparables.
3. Sistemas Complejos, con múltiples interrelaciones y conexiones, donde interesa
más la forma y los patrones que la cantidad (su cuantificación) o su constitución
(materiales que la forman),
4. Instituciones Sociales, los valores y fuerzas operantes al nivel individual que
incluyen múltiples redes y conexiones intangibles, de poder y de liderazgo
basadas en características culturales, en conjunto con las
5. Fuerzas Conductoras, valores grupales que operan sobre y entre los diversos
sistemas, usualmente en una mediación político-económica, y que pueden forjar,
parar o hacer retroceder algo,
6. Visión de Múltiples Partícipes o todos los entes sociales que forman parte de un
problema enfocado -aun cuando no sean percibidos directamente.
7. Racismo Medioambiental, cuando las decisiones de carácter medioambiental
restringen o afectan a un grupo de personas en particular.
8. Aprendizaje para No Aprender, aprendemos a no ver holísticamente,
9. Políticas Medioambientales de la Gran Corporación Privada sensu Wallerstein
(1996) y
10. Duchicelam en conjunto con Kaklavetzá, la primera es el respeto por la naturaleza
que han tenido muchos de nuestros pueblos autóctonos latinoamericanos, implica
nuestro deber de salvaguardar nuestras cultura e historia de conservación;
Kaklavetzá, implica los poderes del viento, de la montaña, del agua, el fuego, los
animales, la lluvia, las plantas y personas que viven un mismo territorio; es una
palabra holística de los cabécares, que engloba los ecosistemas con el bienestar
humano, en una interrelación de reciprocidad y respeto, que se traduce en el
bienestar indígena y el bienestar del ambiente (Torrealba y Carbonell, 2008).
Al respecto llamamos la atención sobre el uso de sistemas de múltiple
conocimiento tales como el científico y el tradicional o indígena, que permiten
visualizar diferentes escalas y enfoques para conocer de una manera más integral los
problemas y sus posibles soluciones (Nirvana y Valdez 2006, Ericksen y Woodley,
2005). Los conocimientos tradicionales tienen su base en la historia, sus prácticas
ancestrales, la religión y una perspectiva de mundo diferente, eminentemente
cualitativa, que no puede ser fragmentada para un análisis y validación científica.
Conocer estas características permitirá considerar la necesidad de los diferentes
conocimientos y su utilidad a la hora de proponer alternativas de desarrollo con el
ambiente en medio de sistemas complejos con incertidumbres (Fabricius et al. 2006).
La aplicación de tal marco teórico metodológico para la conservación del jaguar en el
PILA enfoca nuevos conceptos y dimensiones de apoyo a una EE y ecología
endógena territorial y local (Tabla 1).
Tabla 1. La conservación del jaguar en el PILA, de acuerdo a las ciencias y
pensamientos alternativos en conservación y desarrollo.
Disciplina de
estudio
VISIÓN
CONVENCION
AL
DE LA
ECONOMÍA,
abarca la
economía
Neoliberal y la
de los recursos
naturales o
ambiental.
VISIÓN
CONVENCION
AL
DE LA
ECOLOGÍA
Humanos
excluidos de lo
natural.
Ecología
¿Cómo podemos conservar el
jaguar en el PILA?
Mejorar la calidad de vida a
través del crecimiento económico
y encadenamiento productivo.
Internalizar las externalidades de
los procesos productivos y una
“valoración” de los bienes y
servicios del PILA y del mismo
jaguar.
Turismo “sostenible”.
Incentivo económico para la
conservación.
Indemnización por los daños
ocasionados por el jaguar
Realizar estudios de biología y
ecología básica del jaguar para su
conservación.
A nivel sociocultural, trabajar en
educación ambiental para
“concientizar” a las poblaciones
sobre la importancia del jaguar.
El ecoturismo para mejorar las
condiciones de las comunidades.
Indemnización por los daños
Elementos conceptuales para
discusión y análisis
Instrumentos cuantitativos
Medio ambiente simple y medible.
Asume que al mejorar los procesos
productivos y la calidad de vida,
mejorará la salud ambiental.
La “valoración del ambiente” cae
en lo mismo al someterse a las
fuerzas del mercado.
No considera los problemas
socioculturales y ambientales
ocasionados por el consumo, la
conservación y el crecimiento
económico
Positivista, cuantitativo
El humano es considerado “plaga”
de la naturaleza.
Relaciona causa y efecto de
manera lineal.
Dominado por un pensamiento
preservacionista.
Incompatible con el “uso directo
de la biodiversidad”.
Asume que la ciencia y las
aplicada:
Biología de la
conservación
ocasionados por el jaguar.
Importancia de incluir criterios
múltiples de expertos para la
toma de decisiones y analizar las
VISIÓN
complejas relaciones de los seres
ALTERNATIVA
humanos con su ambiente.
Necesidad de tomar en cuenta la
DE LA
opinión e intereses de las
ECONOMÍA
comunidades.
Economía
Considera la institucionalidad y
ecológica
las políticas económicas sobre
estilo de desarrollo.
El desarrollo deberá ser igual a la
conservación del jaguar.
VISIÓN
Aprendizaje participativo y
ALTERNATIVA
fortalecimiento de las
DE LA
comunidades
ECOLOGÍA
Democratización de las
Conservación
capacidades con perspectiva de
Integral
género.
Alternativa
Utilización en los análisis
multicriteriales del conocimiento
desde el Sur:
tradicional intergeneracional.
CIA-Sur
Necesidad de nuevas formas de
seguridad y soberanía alimentaria
con la biodiversidad y las áreas
silvestres.
Turismo endógeno.
Estudios socio-ecológicos del
jaguar y las comunidades.
Mejorar la calidad de vida a
través de programas de desarrollo
que tengan en cuenta la cultura, la
Un tipo de CIAidentidad y la visión indígena de
Sur. Uso del
la naturaleza.
saber
Los modos de vida indígena están
tradicional de
interrelacionados con la
los pueblos
conservación.
indígenas en el Turismo cultural
PILA
Educación y capacitación.
Revitalización de la hegemonía
de la mujer en culturas
matriarcales y matrilineales.
Desarrollo de la relación jaguarindígena dentro del contexto
actual
políticas de conservación son
neutrales políticamente y sin
ideología.
Instrumentos cuantitativos y
cualitativos en el análisis
multicriterial.
Cuestiona el sistema económico y
político imperante de dominación.
Utiliza los conceptos ecológicos
del “norte”, sin discutirlos.
No contempla hasta ahora los
criterios de disciplinas no
científicas como el arte ni el
conocimiento indígena.
Instrumentos cuantitativos y
cualitativos, asume patrones e
imágenes para su análisis.
Asume que la ciencia es ideológica
y su epistemología tiene que
discutirse dentro de un contexto
histórico y económico.
Intenta poner todos los saberes en
igualdad de condiciones.
Asume que cada comunidad,
región o país puede diseñar sus
propias políticas de desarrollo y
conservación basado en el
principio de diversidad biocultural
y desarrollo endógeno.
Instrumentos en su mayoría
cualitativos y de carácter local.
El ambiente y el ser humano son
uno sólo.
Cosmovisión mítica y mágica de la
naturaleza. Es histórico y cultural,
de transmisión milenaria. Incluye
otros elementos de importancia
para la cultura como las
constelaciones, las piedras y el
fuego.
Está sometida en desventaja a
fuerzas externas de política
económica y desarrollo.
7- Conclusión
Como se mencionó al inicio, existe la necesidad de la transdisciplinariedad
para una comprensión más holística de los problemas y soluciones en el tema
sociedad-medioambiente. Sin embargo, por ser un área nueva y de poca tradición,
son diversos los métodos y técnicas que podrían aplicarse en un trabajo investigativo
de este tipo. Si bien la EE puede abordar este tema, el hecho de que tenga una
ideología globalizada y conceptos ecológicos del norte, hace que no pueda enfrentar
adecuadamente los problemas dentro de un contexto local y latinoamericano; por ello
proponemos una EE endógena que junto con la historia ambiental y conceptos de la
CIA-Sur podría dar las herramientas necesarias para que la conservación del jaguar,
el desarrollo de las comunidades y la conservación de las áreas silvestres y
biodiversidad sean abordados de manera integral e indisoluble.
Agradecimientos
Al MICIT-CONICIT, Costa Rica, por el apoyo económico recibido, al Dr. Liberio
Victorino, tutor de nuestras tesis doctorales y al CINPE – UNA y DOCINADE.
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interuniversitario de doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo
(DOCINADE), énfasis en Gestión y Cultura Ambiental. Costa Rica: ITCR,
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