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ACACIA G R A N D E VOLUMEN - 1 O R I E N T E E S P A Ñ O L N-1 CfiDOO a IMS i CEDOC Vol. I ACACIA EDITORIAL SALUTACIONES HISTORIA El Grande Oriente Español A.VILADO! N9 1 3 5 9 DIVULGACIÓN ¿Qué es la Masonería? ¿Cuáles son las finalidades de la Masonería 15 20 RITO El Escocismo y los Altos Grados 24 REFLEXIÓN Espiritualidad y humanismo 27 ¿Pagus...? 30 BIOGRAFÍA En memoria del hermano Mozart 35 ESTUDIO Inteligencia y Cretinismo 41 ENSAYO Importancia matemática y filosófica del C e r o La Gran Pirámide de Keops 46 49 ACTUALIDAD Xenofobia, ¿mal natural o provocado? Acoso en el trabajo: un problema de ayer y de hoy La Masonería y la Iglesia INMEMORIAM INVITACIÓN 52 55 59 62 63 ACACIA. Boletín Oficial del Grande Oriente Español. Asociación inscrita en el Ministerio del Interior con el ng 32.886, CIFG-78884921. Redacción y Administración: En Madrid (Apdo. 21.003 -29080 MADRID). En Barcelona (Montmajor 11-13, entlo. D -08031 BARCELONA) Tel. (93)420.59.03. Fax 780.05.14. Impreso en los Talleres de la M.C.E.HOREB, c/Ramón Llull, 5-9. Pol. Ind. «Can Trias» VILADECAVALLS (Barcelona) España. D.L. 41.993-1991. ACACIA es una publicación interna del «Grande Oriente Español», que se distribuye gratuitamente a sus componentes. Dignatarios de la Masonería Universal y amigos que lo solicitan en todos los países del mundo. No se vende ni se cobra por la suscripción. Franjáis C'est.avecuneémotionprofondequ'apréslongueetpéniblesannéesdusilenceforcéenrexil, le GrandOríentEspagnol, a l'honneurdeprésenterau monde, maconnique etprofane, ceprémier n!deACACIA.Nousprétendomsatteindredeuxobjectifsdifférents,sib¡enqu'ilss'enconnectent. Leprémier,versl'¡ntérieur,s'ycentreenconstituerunedoubleplate-formedeprojectionenméme tempsquedecaptationdelapenséemagonnique.Sespagessont,parconséquence,ouvertes á tous les Ireres magons, espagnols ou étrangers, sans distinction ¡nstitutlonnel, qu'aientun message ácommuniqueraveclesidéalesqu'inspirenotreOrdre,savisiondu monde el son message sociald'universalisme, toléranceetétre bien ensemble avec tous les hommes. Ledeuxiéme, vers le mondeprofane, estacheminé á facilítenme image réelle ei équilibrée de la Fraternitéetdurólequ'ellejoueaumondeactuelle(d'aujourd'hui).Contrecarrer,d'aucunefagon, les resultáis funestes dequelquesdécadesdeconventionnalismes,moyennant unportrait legitime de cequ'étaít la magonnerie.c'est que suitreprésentant,dedansetdehors de nos frontiéres.enladéfensedeladémocratieetleprogrésdel'étatetdubien-étre. Depu¡sleXVIIIéme.siécle,leGrandOr¡entEspagnolaété,danslamagconnerieínternacionale, un symbole sincere de tenacitéetsacrifice en défensedeces ideales. Lesangde ses martyres aarroséabondantementcepaysenqueactuellements'yaffirmejouird'unrégimedelibertélequelest un entre les plus avancé duplanéte.Caneveuxpas diré que le róledelamagonnerie espagnoleestterminé.Lesproblémescreésparl'evidentvideenladimensionspirituelethumanistedeshommes,suiventengendre,n'importeoü,dessituat¡onsangoissantesetilfautquenous intervenions,sionveuxéviterquelasociététombeenradicalismesextrémistes,quiterminent poursetransformereux-mémesensesbourreaux.Etlamagonnerieabeaucoupádireetáfaire. Parconséquence, c'eslíe désirdu GrandOríentEspagnol, utiítsercettetríbune internacionale d'opinionpourparleretpourécouter. Fairearriversa voixau monde, aumémetemps que, réciproquement.prétel'attentionacequelemondeaádire. English Itis with deep emotion that, afterlongandpainfulyears offorcedsilencein exile, the Grate Orient ofSpainfeelshonoredtointroducethisfirstissueofACACIAtotheMasonicandlayworld.We propose,with thispublication,toreachtwodifferent,albe¡trelated,goals. First, inwardly, the goalistosetadoubleplatform.bothofoutreach and otpersuasión to the masonicídeas. Itspagesare, therefore, opentoall masón brethren, spanishorforeign, without anyinstitutionaldiscrimination.whichmayhaveamessagetheywanttospreadhavingtodowith the principies underlyingourOrder.itsworldvisión, and its social message otUniversality, Tolerance,andCoexistenceamongstmen. Second,addressingthelayworld,ithasthepurposeofgivingarealandbalancedviewofthe Brotherhoodanditsroleinthepresentworldandsociety. Tocounteract, insomeway, thefateful resultsofdecadesoffalsecommonplaces.bymeansofalegitimateportraitofwhatMasonryhas been,is,andrepresents,withinandwithoutourborders,forthemaintenanceofdemocracyand theturtheranceofthewelfarestate. FromtheXVIIIcenturyonwards,theGrateOrientofSpainhasbeen,within¡nternat¡onalMasonry, atruesymbolofenduranceandsacrificeinthedetenseoftheseprinciples.Thebloodofitsmartyrs has wateredabundantiyhis earth where nowweaffirm we enjoya regime offreedoms amongst the mostadvancedin the planet.Butitdoesnot mean that SpanishMasonry has finishedits mission.Theproblemscreatedbyanevidentvacuumastohespirítualandhumanisticdimension otman keepproducingtroubüngconditionseverywhere/mwhich itis absolutelynecessaryto ¡ntervene,ifwewishtoavoidsocietyfallingintoextremistradicalisms,whichendinbecoming society'sownexecutioners.AndMasonryhasmuchtodoanttosayaboutit. ThereforeJheGrateOrientofSpainwishestousethisinternationalopinionforumtoexpressitself andto listen as well toprojectits volee lo the worldat the same time as, conversely, listeningin itspagestothemanythingstheworldhastosaytoit. Es con profunda emoción que, tras largos y penosos años de forzado silencio en el exilio, el Grande Oriente Español se honra en presentar al mundo, masónico y profano, este primer número de ACACIA. Con ella pretendemos alcanzar dos objetivos distintos, aunque conexos entre si: El primero, cara al interior, se centra en constituir una doble plataforma, de proyección a la vez que de captación del pensamiento masónico. Sus páginas están, por tal motivo, abiertas a todos los hermanos masones, españoles o extranjeros, sin distinciones institucionales, que tengan un mensaje que comunicar en relación con los principios que inspiran nuestra Orden, su visión del mundo y su mensaje social de universalismo, de tolerancia y convivencia entre los hombres. El segundo, dirigido al mundo profano, va encaminado a facilitar una imagen real y equilibrada de la Fraternidad y su papel en la sociedad actual. Contrarrestar, de algún modo, los resultados funestos de varias décadas de convencionalismos, mediante un retrato legítimo de lo que la masonería ha sido, es y sigue representando, dentro y fuera de nuestras fronteras, en el mantenimiento de la democracia y el progreso del estado del bienestar. Desde el siglo xvm el Grande Oriente Español ha sido, dentro de la masonería internacional, un verdadero símbolo de tenacidad y sacrificio en la defensa de estos principios. La sangre de sus mártires ha regado abundantemente esta tierra en la que actualmente afirmamos disfrutar de un régimen de libertades que se sitúa entre los más avanzados del planeta. Mas no cabe, por ello, decir que la masonería española haya completado su papel. Los problemas creados por un vacío patente en la dimensión espiritual y humanista del hombre, siguen generando por doquier situaciones angustiosas en las que es imperioso intervenir, si hemos de evitar que la sociedad caiga en radicalismos extremistas, que acaban por transformarse en sus propios verdugos. Y en ello, la Masonería tiene mucho que hacer y que decir. El Grande Oriente Español desea, por tanto, utilizar esta tribuna internacional de opinión para hablar y para escuchar. Hacer llegar su voz al mundo a la vez que, reciprocanmente, atiende en sus páginas a lo mucho que el mundo tiene por decir. FRANCISCO JOSÉ ALONSO RODRÍGUEZ Gran Maestre del Grande Oriente Español La Grande Loge de France est hereuse de voir naítre une nouvelle revue maconnique. II est en effet de notre tradition d'accueillir avec fraternité, dans le paysage maconnique européen, toutes les initiatives qui permettent d'approfondir la dimensión spirituelle et humaniste de l'Ordre maconnique en son ensemble. Par delá les questions institutionnelles, par delá les reconnaissances, il est important que, á l'heure oú l'Europe se reconstruit, les Macons soient capables d'approfondir leurs propres traditions de maniere á promouvoir leurs idéaux de tolérance, d'universalité, de liberté, d'égalité, de fraternité. La Grande Loge de France se congratula de ver nacer una nueva publicación masónica. Forma parte de nuestra tradición acoger con fraternidad, dentro del paisaje masónico europeo, todas las iniciativas que conduzcan a profundizar en la dimensión espiritual y humanista de la Orden masónica en su conjunto. Mas allá de las cuestiones puramente institucionales, por encima de los mutuos reconocimientos, lo verdaderamente importante, en este momento en que Europa se reconstruye, es que los Masones sean capaces de profundizar en sus propias tradiciones, como medio para promover sus ideales de tolerancia, de universalismo, de libertad, de igualdad y fraternidad. MlCHEL BARAT Grand Maltre ^Ztartid Uu&rU c¿e KJA¿WIC& «...les liens qui unissent le Grand Orient de France et le Grand Orient d'Espagne sont anciens et le rétablissement des relations amicales m'apparalt comme garant du développement de la Maconnerie Libérale en Europe...» «... los lazos que unen al Grand Orient de France con el Grande Oriente Español son antiguos y el restablecimiento de relaciones amistosas me parece una garantía del desarrollo de la Masonería Liberal en Europa...» JEAN ROBERT RAGACHE Grand Ma'üre du Grand Orient de France GRANDE LOGE D E GRECE «...the ideáis of Masonic Unity and Universality in which I do personally believe should prevail throughout in our thoughts, speech and actions. In this connection, I think it will be helpful that we maintain a communication with your respected Grand Orient by exchanging information and publications thereby helping and promoting our common cause.» «...los ideales de Unidad y Universalismo Masónico en los que personalmente creo deben prevalecer a través de nuestros pensamientos y acciones. En tal sentido, creo que será beneficioso el mantener relaciones con vuestro respetado Grande Oriente, intercambiando información y comunicaciones que ayuden a promover nuestra causa común.» J. TERZOPOULOS Grand Master of the Grande Loge de Gréce Qkatfot ©rtenfc Íit stt mt 0 «... Portugal e Espanha viveram um período de historia com intensas perseguicóes durante décadas neste século, em que o fascismo de ambos os países deixou marcas e feridas difíceis de desaparecer e de sarar, dominando o obscurantismo e em que os direitos humanos foram fortemente atingidos. Mas podes crer que continuamos convosco sempre irmanados na Tradicao e na vanguarda da Magonaria Liberal e Progressista. A Magonaria Liberal na Europa merece-nos toda a atencáo e reflexáo no sentido tamben em que ela poderá contribuir, no Mundo actual que nos vivemos, para urna defesa sólida da Liberdade da Laicidade e dos Direitos Humanos. «... Portugal y España vivieron un período de su historia marcado por intensas persecuciones durante este siglo, en el que el fascismo de ambos países dejó marcas y heridas difíciles de desaparecer y sanar, dominando un oscurantismo en el que los derechos humanos fueron fuertemente restringidos. Mas podéis tener la seguridad que continuamos con vosotros siempre hermanados en la Tradición y en la vanguardia de la Masonería Liberal y Progresista. La Masonería Liberal en Europa merece toda nuestra atención y reflexión en el mismo sentido en que ella podrá contribuir, en el mundo actual en que vivimos, a una defensa sólida de la Libertad, la Laicidad y ^^^ los Derechos Humanos. ' RAMÓN DE LA FERIA o Grao-Mestre da Maconaria portuguesa Grande Oriente Lusitano GRANDE ORIENTE DO RIO GRANDE DO SUL «Venho pormeio desta, transmitirminhasf elicitacóes pela sua iniciativa de lancar a revista ACACIA. Estamos certo de que tal acontecimiento enriquecerá o estudo e o relacionamento entre os Macons da Espanha e de outras partes do mundo. Noitro deseo e de estreitar os lacos de amizade existentes entre nossas Potencias Sen mais para o momento auguramos-lhe os mais significativos éxitos nessa empreitada. -LIBERADE, IGUALDADE E FRATERNIDADE PARA TODOS OS POVOSPor medio de esta, deseo transmitir mis felicitaciones por su iniciativa de lanzar la reuista ACACIA. Estamos seguros de que tal acontecimiento enriquecerá el estudio y las relaciones entre los masones de España y de otras partes del mundo. Nuestro deseo es el de estrechar los lazos de amistad existentes ya entre nuestras Potencias. Sin más por el momento le auguramos los más significativos éxitos en esa tarea. -LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD PARA TODOS LOS PUEBLOS- MILTON BARBOSA D A SILVA Grao Mestre do Grande Oriente Do Rio Grande Do Sul Brasil gayw¿Logm ?>E COÍILÍL «Esta publicación marcará sin duda un hito en el camino siempre ascendente de esta Potencia Masónica» /^ GONZALO FIGUEROA YAÑES Representante de la Gran Logia de Chile Antonio M- Claret Pérez Gangoso Grado 33° Secretario General del Grande Oriente Español EL GRANDE ORIENTE ESPAÑOL E « l día 9 de enero de 1889, tras la fusión del GRAN ORIENTE NACIONAL DE ESPAÑA con el GRAN ORIENTE DE ESPAÑA, se constituyó en nuestra patria un nuevo Cuerpo Masónico que, el 21 de mayo, adoptó como título distintivo GRANDE ORIENTE ESPAÑOL. Su impulsor fue el catedrático de Historia de la Universidad Central, abogado, político y periodista, D. Miguel Morayta y Sagrario. Este, hace más de cien años, trató de realizar una vieja aspiración: la unidad masónica. No existe constancia documental de la fecha en que Morayta ingresó en la Francmasonería, aunque podemos situarla en vísperas de la Revolución de 1868; sí, en cambio, se sabe que fue iniciado en la logia Mantuana n9 1 de Madrid, auspiciada por el GRAN ORIENTE DE ESPAÑA, tomando como nombre simbólico «Pizarro» y llegando a presidir el taller. En 1870 fue elevado al grado 30 9 , y en 1871 al 33 9 . El 16 de junio de 1889 fue aprobada su Constitución, y el l 9 de julio se publicaba el primer número de su Boletín Oficial. Acogiéndose a la Ley de Asociaciones, el GRANDE ORIENTE ESPAÑOL presentó sus Estatutos en el Gobierno Civil de Madrid (el 5 de julio de 1889), adquiriendo personalidad jurídica el 7 de agosto siguiente. Esta circunstancia le permitió actuar ante los tribunales y proveerse en justicia como Sociedad de Derecho Público, llevando al clérigo Wenceslao Balaguer, director de la publicación castellonense «La Verdad», al banquillo, acusado de calumnias e injurias a la Masonería Española. El GRANDE ORIENTE experimentó un rápido crecimiento, relacionándose en su estadística de 1890 un total de 136 logias; y llegando a contar, en 1894 -año en que Morayta fue reelegido Gran Maestre-, con 235 logias simbólicas, 7 de adopción, 4 Triángulos, 2 Grandes Consejos Regionales, 5 Capítulos del grado 18 9 , 11 Cámaras del grado 30 9 y 25 garantes de amistad con las potencias de su relación. En 1895 se había instalado en Cuba y Puerto Rico la Masonería Norteamericana, hecho que levantó protestas en la Española, que consideró tal proceder como una ingerencia en su soberanía, y rehusó asistir a la reunión de Supremos Consejos que en 1875 se celebró en Lausana. Las Filipinas estaban entonces administradas por el clero; la mayoría de los indígenas desconocían el castellano y los frailes se oponían a que lo aprendieran, pretextando que la barrera lingüística contribuiría a mantenerlos en la «ortodoxia» -cuando en realidad lo que pretendían era ser los únicos intermediarios entre aquéllos y la Metrópoli-. El GRANDE ORIENTE ESPAÑOL batalló contra este estado de cosas, propugnando el Asimilismo, iniciativa que perseguía para el Archipiélago la representación parlamentaria y la plena aplicación de la Constitución y de las leyes de Prensa y Asociación. José Rizal, Marcelo Hilario del Pilar y varios lideres nacionalistas filipinos pertenecían al GRANDE ORIENTE, organización que inconsultamente fue acusada de incurrir en responsabilidad por la pérdida de las colonias. El gobierno español clausuró las logias que trabajaban en Cuba, medida criticada públicamente por Morayta, y el 21 de agosto de 1896 el Gobernador Civil de Madrid irrumpió con la Policía en las sedes del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL y de la ASOCIACIÓN HISPANO-FIUPINA, apoderándose de diversa documentación y deteniendo a los directivos de ambas sociedades, entre los que se encontraba Morayta, si bien fueron puestos rápidamente en libertad. El 11 de junio de 1901 resultó elegido Gran Maestre el diputado a Cortes D. Emilio Menéndez Pallares, pasando Morayta a presidir el Supremo Consejo del Grado 33°. Esta coyuntura favoreció la federación de ambos Organismos en una administración común, tras la reforma de la Constitución del GRANDE ORIENTE (8 de marzo de 1903). Al frente de la Gran Maestría fueron sucediéndose el General D. José Marenco, nuevamente D. Miguel Morayta -reelegido el año 1906 hasta su fallecimiento, acaecido en 1917- e, interinamente, D. Antonio López del Villar y D. José Lescura Borras. En 1917 fue nombrado Gran Maestre en propiedad, el catedrático de Psicología Experimental de la Universidad de Madrid, D. Luis Simarro Lacabra; durante su mandato se adoptó una importante decisión: la cooperación del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL con la Liga Española para la defensa de los derechos del Hombre y del Ciudadano, en cuyo Comité Nacional figuraban Diego Martínez Barrio, Augusto Barcia Trelles y Eduardo Ortega y Gasset. Con la Dictadura del General Primo de Rivera, la Francmasonería atravesó un difícil período; las relaciones oficiales con el Directorio se mantuvieron a través de Augusto Barcia, quien las estableció con el Vicepresidente, contralmirante Magaz, el general Nouvilas y el coronel Bazán, llegándose al compromiso de que las autoridades del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL velaran por el apoliticismo de las logias -el contralmirante Magaz era un hombre moderado y conocedor de la Institución, que contribuyó extraor-dinariamente a la fluidez de aquéllasD. Augusto Barcia y D. Enrique Barea Pérez, Gran Maestre y Gran Secretario, respectivamente, suscribieron, en 1924, un nuevo Pacto con el Supremo Consejo del Grado 33°, en virtud del cual se reconocía mutua exclusividad en ambas jurisdicciones. Patriota en su acción y cosmopolita en su pensamiento, la Masonería alcanzó considerable desarrollo entre los militares destacados en Marruecos, y, a pesar de los muchos obstáculos, las autoridades extremaron su tolerancia -se puede citar, por ejemplo, el caso del general Barrera, que permitió la celebración en Barcelona de un congreso masónico prohibido por el Dictador en Madrid. El 29 de enero de 1930 cayó la Dictadura; el Boletín Oficial del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL saludó el acontecimiento «ajeno a partidismos políticos», congratulándose «no por espíritu sectario sino por amor a España, a la libertad y a la justicia». La Dictablanda de Berenguer fue liquidada por el Pacto de San Sebastián, que auspició una sublevación militar comunicada en la «logia Ibérica de Madrid», en la que Fermín Galán juró proclamar la República el día señalado por el Comité Organizador. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, en cuyo Gobierno Provisional los miembros del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL ocuparon cargos de importancia: Diego Martínez Barrio, la cartera de Comunicaciones; Alejandro Lerroux -que al año siguiente se afiliaría al taller «La Unión»-, la de Estado; Santiago Casares Quiroga, la de Marina; Marcelino Domingo Sanjuán, la de Instrucción Pública; Alvaro de Albornoz Liminiana, la de Fomento; Fernando de los Ríos Urruti, la de Justicia; Luis Nicolau D'Olwer, la de Economía; Azaña -que fue iniciado el 2 de marzo de 1932-, la de Guerra. Además eran masones 15 Directores generales, 5 Subsecretarios, 5 Embajadores... y, aparte de otros políticos e intelectuales, cuya enumeración sería prolija, contaba en el Ejército con los Generales de División: Eduardo LópezOchoa y Bortuondo -que en los primeros meses de la Guerra Civil sería asesinado por milicianos anarquistas, y cuya cabeza clavada en una pica fue paseada por las calles de Madrid-; D. Miguel Cabanellas Ferrer; D. Agustín Gómez Morato; D. José Riquelme y López Bago; D. Miguel Núñez de Prado y Subielas -asesinado por los «nacionales»-; D. José Sánchez-Ocaña y Beltrán; D. Juan García Gómez Caminero; D. José Fernández-Villa Abrile-Calivara; y D. Nicolás Molero Lobo. Los Generales de Brigada: D. Juan Urbano Palma, D. Francisco Llano de la Encomienda, D. José Miaja Menant, D. Manuel de la Cruz Buollona, D. Sebastián Pozas Perea, D. Toribio Martínez Cabrera, D. Leopoldo Jiménez García, D. Rafael López Gómez, D. Femando Martínez Monje, D. Luis Castellón Pantoja, D. Manuel Romerales Quintero -asesinado en Melilla, en el Alzamiento militar de 1936y D. Jacinto Fernández Ampón; y numerosos jefes, oficiales y suboficiales. En la Cámara, 152 diputados pertenecían a la Orden: 136 de ellos al GRANDE ORIENTE ESPAÑOL y 16 a la GRAN LOGIA ESPAÑOLA. En un ambiente de mayor libertad se celebró la «X Asamblea Nacional» del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL (5 y 6 de julio de 1931), en el curso de la cual Diego Martínez Barrio sucedió en la Gran Maestría al catedrático Demófilo de Buen Lozano, acordándose el traslado de la sede a Madrid. En el año 1933 se elaboró la nueva Constitución del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL, estableciendo en el apartado I de su Declaración de Principios los siguientes: «La Francmasonería es un movimiento del espíritu dentro del cual tienen cabida todas las tendencias y convicciones favorables al mejoramiento moral y material del género humano.» «La Francmasonería no se hace órgano de ninguna tendencia política o social determinada. Su misión es ¡a de estudiar desinteresadamente todos los problemas que conciernen a la humanidad, para hacer su vida más fraternal... La Francmasonería declara reconocer por base de su trabajo un Prin- cipio Superior e Ideal, el cual es generalmente conocido con la denominación Gran Arquitecto del Universo. No recomienda ni combate ninguna convicción religiosa, y ni puede, ni debe, ni quiere poner límites, con afirmaciones dogmáticas sobre la Causa Suprema, a las posibilidades de libre investigación de la verdad...» Las medidas regresivas adoptadas durante el Bienio Negro (1933-1935) provocaron reacciones en determinados talleres, destacando la declaración aprobada por la Gran Logia Regional de Marruecos: í- La Masonería Española considera indigno llevar el título de republicano al actual gobierno. 2- Su Gran Maestre abandonará el mismo y provocará su crisis, impidiendo con su conducta la formación de un gobierno que tenga mayoría en las Cortes, y por lo tanto provocará su disolución (17 febrero 1934). A primeros de marzo, Martínez Barrio dimitió de su cargo como Ministro de la Gobernación, e hizo pública su mptura con el Partido Radical, al prosperar la Ley de Amnistía que reintegraba al Ejército a Sanjurjo y a los sublevados, el año 1932 -este cabecilla se libró en su día de la pena capital, gracias a la iniciativa de indulto propuesto por Azaña al Presidente de la República, medida apoyada por las logias del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL, que cursaron telegramas de felicitación a los titulares de ambas magistraturas. Diego Martínez Barrio presentó su dimisión de la Gran Maestría, alegando que «no se debían tener cargos, cuando por ineludibles deberes de orden profano no se podían consagrar al servicio de la Francmasonería el esfuerzo y tiempo necesarios» (26 de mayo de 1934), sucediéndole, al año siguiente, el Jefe de la Armada, Ángel Rizo Bayona. En octubre de 1934 sacudió a España un movimiento revolucionario encaminado a impedir el ejercicio del poder a la coalición de centro-derecha. Las operaciones para restablecer el orden corrieron en Asturias a cargo del general francmasón López-Ochoa, cuya condición facilitó las negociaciones con el líder revolucionario González Peña, que culminaron en la entrega de armamento y de 14.000.000 de pts., sustraídas por los insurrectos del Banco de España. Al estallar la Rebelión de 1936, Azaña encargó a Martínez Barrio la formación de un gobierno que pactara con los insurgentes, confiando en su talante moderado, su tendencia a «buscar zonas de armonía» y en que su condición francmasónica convenciera al hermano Cabanellas, ganando para la causa republicana a los altos mandos afiliados a la Institución. Fue inútil. Apenas establecidos los enclaves rebeldes, se inició la persecución antimasónica: el «Decreto de 15 de septiembre de 1936» será el primer escalón de una sucesión de subterfugios jurídicos. Paralelamente, eran asesinados un gran número de miembros del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL. El historiador Ferrer Benimeli refiere textualmente: de la logia Hermantia, de Salamanca, fueron fusilados 30; de la Constancia, de Zaragoza, otros 30. Del Triángulo Zurbano, de Logroño, 15; del Libertador, de Burgos, 7; y otros 7 del Joaquín Costa, de Huesca. De la logia Hijos de la Viuda, de Ceuta, 17; de la logia Trafalgar, de Algeciras, 24; de la Resurrección, de la Línea, 9; de la Fiat Lux, de igual población, 3; de la Vicus, de Vigo, todos. Todos los masones de La Coruña fueron fusilados, entre ellos el Comandante Quesada, Jefe de Seguridad, y el Capitán Tejero; todos los de la Lucus (Lugo) y Zamora. Todos los de las logias de Cádiz y Granada, hasta un número de 54, fueron fusilados, entre ellos el Oftalmólogo y Profesor de la Facultad de Medicina, D. Rafael Duarte y su hijo, también médico. También fueron asesinados los integrantes de varias logias de Sevilla, entre ellos Fermín de Zayas Molina, Coronel de Estado Mayor, y su hijo. Así podríamos seguir con los de Melilla, Tetuán, Las Palmas... donde fueron eliminados; todavía en 1937 se fusilaba diariamente a 80 personas, acusadas de francmasones. Tras la Guerra Civil se promulgó la siniestra «Ley para la Represión de la Masonería y del Comunismo», de l 9 de marzo de 1940, imponiendo su aberrante casuística penas de reclusión menor (12 años y 1 dia a 20 años) a los miembros de la Institución que no se hubieran retractado; penas que «por haber obtenido alguno de los grados del 18 al 33, ambos inclusive, o bien haber tomado parte en las Asambleas de la Asociación Masónica Internacional, o similares, o en las Asambleas Nacionales del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL...» se veían cualificadas a reclusión mayor (20 años y 1 día a 30 años). En 1943 el GRANDE ORIENTE ESPAÑOL se reconstruyó en Méjico y demás países del exilio. Y, nuevamente, proliferaron las logias: Presidente Cárdenas, Presidente Azaña y Presidente Companys, en Méjico; la Esperanza, en Marsella (1947); la Lealtad Española, en Nueva York -a la que perteneció el general José Asensio Torrado y el industrial Mendiguchía-; la Unión Hispana, en París-, la Fraternidad, en Toulouse; la Unión, también en Marsella; la Blasco Ibáñez, en Casablanca; la Amistad Fraternal, en Rabat; la Aníeo, en Tánger; la Fénix y la Ulises, en Oran; la Hispano, en Argel; la Patria, en Oujda; los Triángulos Igualdad y Fraternidad, en Port Lyautey (Kenitra); Libertad, en Agadir... Durante el exilio falleció Lucio Martínez Gil, designado Gran Maestre en 1938. Le sucedieron: Antonio Montaner, Mateo Hernández Barroso y Juan Grediaga Villa. A la muerte de este último (1970), ocupará la Gran Maestría el escritor Jaime Fernández Gil de Terradillos, llamado a protagonizar importantes sucesos en la reciente historia del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL. La muerte de Franco era previsible. El GRANDE ORIENTE ESPAÑOL inició una discreta labor con el objetivo de repatriar la Sociedad. El 2 de noviembre de 1977 se celebró en Madrid la primera asamblea masónica tras la Guerra. Por entonces, una gestión del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL, con M. Peridieu, Presidente de la Fraternal Masónica que agrupaba al 36% de los entonces diputados de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, dio como resultado la incorporación de España a este organismo. Inmediatamente, se solicitó la legalización ante las Autoridades gubernativas; pero éstas, indecisas y refractarias, denegaron la autorización, que debió imponerse en virtud de Sentencia del Tribunal Supremo, dictada el 3 de julio de 1979. Tras su inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones se inició la batalla legal para conseguir la devolución del patrimonio que al GRANDE ORIENTE ESPAÑOL le había sido incautado durante la contienda civil; batalla que aún perdura, ya que la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional desestimó, el 15 de marzo de 1989, la demanda interpuesta a tal fin, señalando la vía política como único medio para conseguir tal objeto, sentencia recurrida y pendiente de resolución por el Supremo. En 1988, Francisco José Alonso Rodríguez sucedió en la Gran Maestría a Antonio del Villar Massó. Reelegido en 1990, el Simbolismo del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL normaliza sus relaciones masónicas con las Potencias Internacionales e inicia, con la formación bajo sus auspicios de la Gran Logia de Cataluña, el establecimiento de Grandes Logias Autónomas en las distintas comunidades aportando en la obra -nunca interrumpida- esfuerzos y voluntades que contribuyan al engrandecimiento moral e intelectual de España, y a la implantación de una civilización europea consciente de sus deberes históricos. Heraldo R. R Gran Orador del Grande Oriente Español ¿Qué es la MASONERÍA? IIntentar encontrar una definición es casi siempre una tarea difícil y a veces de resultados inexactos, mucho más si se pretende estudiar un concepto amplio y complejo como es el de Masonería. Pese a esas limitaciones, se va a esbozar una posible definición de síntesis y descriptiva. La Francmasonería es una «ASOCIACIÓN UNIVERSAL, FILANTRÓPICA, FILOSÓFICA Y PROGRESIVA que tiene como principios la LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD, RACIONALIDAD Y TOLERANCIA» Conviene analizar y desarrollar, uno por uno, los elementos de esta definición. ASOCIACIÓN Una asociación, por lo general, es un grupo de personas que teniendo unas características iniciales comunes se reúnen para el cumplimiento de una finalidad. Para pertenecer a la asociación Masónica se requiere ser hombre, adulto, libre, tolerante y de buenas costumbres, con suficiente discernimiento y ciertos recursos, para que las obras de beneficencia que se realicen no perjudiquen las obligaciones económicas familiares del aspirante. UNIVERSAL La Masonería es una y Universal. Esto quiere decir dos cosas: que la Francmasonería se extiende por toda la tierra, y que sus principios son tan universales que pueden tener validez en todo tiempo y en cualquier lugar. La Universalidad implica una visión abierta del mundo y del hombre, que en el fondo es un «ciudadano del Universo». FILANTRÓPICA La Masonería actúa en beneficio de la Humanidad. Entre sus objetivos está el de ayudar al hombre a ser más libre, más ilustrado,-más feliz. Por eso se dice en el Código Moral Masónico que el verdadero culto al G.A.D.U.'1' son las buenas obras. FILOSÓFICA Hay en todo lo masónico una búsqueda filosófica que puede llevar a una Filosofía, una Ética y, lo que es más importante, a una actitud ante la vida. Y precisamente por eso, La Masonería es una forma de vida. Se dice que el masón es un filósofo práctico, porque sus ideas no pueden ser sólo teóricas sino que deben reflejarse en su estilo, práctica vita! y en su conducta. PROGRESIVA Progreso significa marchar adelante; y es sinónimo de evolución, transformación, avance, cambio, adaptación. Lo contrario es el inmovilismo o la regresión. Progreso implica variedad. Desde el punto de vista físico y biológico, cuando se progresa o evoluciona se pasa de lo elemental a lo complejo, de lo homogéneo a lo diverso. El progreso, desde el punto de vista sociológico, es el conjunto de los esfuerzos realizados para alcanzar formas superiores de existencia. Negar este progreso es oponerse a las nuevas ideas y al impulso imparable de los tiempos. La Masonería es progresiva pues apoya el progreso de la humanidad (antiestatismo) y del conocimiento (progresismo) y, además, porque tiene como fin el perfeccionamiento gradual y progresivo del hombre a través del estudio, de la reflexión y del intercambio pacífico de las ideas. Tiene, por tanto, un componente pedagógico y progresivo pero no dogmático, puesto que en la Masonería no hay dogmas ni verdades de significación forzosa sino referentes intelectuales (simbólicos) de libre interpretación. LIBERTAD IGUALDAD La libertad es el derecho inherente al hombre que le faculta para obrar como mejor le parezca, por lo cual es dueño y responsable de sus actos. Es la antítesis de la coacción. Alguna vez he escrito que la libertad es la facultad de poder pensar (libertad de pensamiento), hacer (libertad de acción), decir (libertad de expresión) y desplazarse (libertad de movimiento) que tiene el hombre y que, como consecuencia de todo ello, implica poder ser. Es decir, el hombre pasa a ser auténticamente humano al vivir la vida como ejercicio de libertad. La libertad debe ser el fundamento del Estado, del Derecho y del Sistema Democrático. Ahora bien, ¿cómo llevar a una praxis jurídicopolítica este enunciado? Pues reconociendo y defendiendo todos los Estados, los Derechos Fundamentales del Hombre. La Masonería proclama la libertad absoluta de pensamiento y de conciencia, o sea, el librepensamiento. Quiere esto decir que el masón debe ser libre en sus actos, conciencia y opiniones. La Masonería defiende la libertad y las libertades; y ese compromiso con la libertad se plasma en la defensa de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Entre los masones no se conocen distinciones, como puede ser la riqueza. En ese sentido se podría decir que nadie es más que nadie. La Masonería, como alguien ha dicho, enseña a valorar a las personas en función del verbo ser, no del verbo tener. Cada uno vale por lo que es, no por lo que tiene. Lo que distingue al masón es su trabajo, su estudio, su talento. El fundamento de la igualdad es que la presencia o raíz profunda de cada hombre es idéntica (igualdad de identidad, o al menos de especie) a la de los demás y ello por las siguientes razones: I a Porque pertenecemos a un mismo todo. 2- Porque estamos unidos por un origen biológico común. a 3 Porque la vida forma una unidad y esa unidad es la que Masonería denomina «principio de la unidad del todo». a 4 Porque en lo más pequeño y elemental (célula, átomo) está el misterio del todo. Por esa identidad de origen común, la Masonería reconoce que los hombres han nacido iguales y, por lo tanto, considera que no deben existir diferencias de partida ya que todas las personas están formadas por un mismo principio, compuestas de una misma materia, sujetas a las mismas afecciones físicas y a las mismas causas de destrucción. Sin embargo, la igualdad para la Masonería no es una igualdad cuartelera o uniformidad porque -como señala acertadamente Espinar- no es lo mismo un «igual derecho a desarrollo» que un «derecho al desarrollo igual». Los diversos individuos no pueden llegar, todos ellos, a unas mismas metas, ya que sus condiciones naturales son distintas. Pero tienen derecho a unas condiciones sociales equivalentes. Lo contrario a esto es lo que se llama privilegios. La igualdad debe materializarse como mínimo en la igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades y ausencia de discriminaciones y, sobre todo, el respeto a la dignidad del hombre. La expresión en el orden político de la igualdad es la democracia (cada persona un voto de idéntico valor). Ésa es una de las razones del compromiso de la Masonería con el sistema democrático. FRATERNIDAD El masón debe considerar al otro (al hombre o a la humanidad) como un fin, nunca como un medio. Ello implica no desear a los demás lo que uno no desea para sí mismo. El hecho de la iniciación, que confiere la condición masónica, hace que un masón, desde ese momento, sea hermano de todos los masones de la tierra que le deben ayuda y protección. Eso es la hermandad o fratría, como una familia de adopción. La fraternidad significa uiuir auténticamente la solidaridad como verdadero compromiso de ayuda mutua. RACIONALIDAD El masón debe desarrollar una reflexión y una crítica propias. Debe pensar por sí mismo, utilizando elementos de análisis racional. Cabe decir por extensión que la Masonería es racionalista y por tanto antidogmática, puesto que la creencia en cualquier dogma (sólo por el hecho de que sea dogma) es algo contrario a los principios de libre examen y de la razón crítica. La Masonería no reconoce ninguna autoridad superior a la razón humana; la verdad debe ser para los masones lo que la razón debidamente esclarecida determina. Porque racionalidad significa luchar contra la ignorancia y los prejuicios; queda fuera de lo masónico todo lo que sea superstición o superchería. TOLERANCIA Es el hábito de respetar las opiniones en cualquier materia. En este sentido el masón Saint-Exupéry escribió: «Si tu pensamiento difiere del mío, lejos de ofenderme me enriqueces». La tolerancia es un valor fundamental de la Masonería, que siempre ha postulado la libertad de culto religioso y el respeto a la libre manifestación de ideas políticas, sociales o filosóficas. La tolerancia implica un relativismo crítico según el cual es muy difícil hablar de verdades absolutas. Nos aproximaríamos al concepto de tolerancia en la medida en que fuésemos sustituyendo el dogmatismo por el relativismo, la coacción por el consenso, el Estado policial por el Estado de Derecho. En el fondo, ser tolerante es aprender a entender a los demás, poder trasladarse uno al punto de vista del otro y, en consecuencia, tener un enfoque amplio, abierto, de las cosas, de las ideas y de la vida. La tolerancia supone toda una ética de la paz y del diálogo, que es la antítesis de la intransigencia, del fanatismo y de todas las dictaduras. A A A (1) Abreviatura de «Gran Arquitecto del Universo», fundamento axiológico ambiguo, simbólico y general, carente de significación forzosa y, por tanto, de libre interpretación, que se utiliza muchas veces como un referente universal dentro de la Masonería. Mandil d e Maestro ( é p o c a d e N a p o l e ó n I) Francisco J o s é Alonso Rodríguez Grado 33° Grart Maestre del Grande Oriente Español ¿Cuáles son las finalidades de la MASONERÍA? x \ muchos, cuando por primera vez oyen decir de alguien: «Fulano es masón», les surgen en su mente, de inmediato, una serie de preguntas: ¿Qué significa y en qué consiste ser «masón»?, ¿es una religión, una secta ocultista, un club filosófico, un partido político, o qué? El término «masón», de connotación francesa, significa constructor, es decir, el que levanta desde sus cimientos un edificio. Antiguamente, se aplicaba a los componentes de los «gremios» o asociaciones de constructores que fueron los artífices de las espléndidas catedrales, palacios y edificios de Europa en la Edad Media y el Renacimiento. Pero, posteriormente, fue adquiriendo un sentido figurado, aplicándose al que construye simbólicamente el templo de la ciencia y la virtud en su propia personalidad. En otras palabras, masón es el hombre o mujer que construye, se esfuerza y trabaja en evolucionar, perfeccionándose tanto en sus conocimientos científicos y filosóficos como en su comportamiento social y moral, utilizando para ello las pautas y caminos trazados por la antigua asociación de constructores conocida como MASONERÍA y, más correctamente, como FRANCMASONERÍA. La institución francmasónica tiene, pues, el objetivo de constituirse en guía de quienes buscan y anhelan este perfeccionamiento, para lo cual va desgranando una a una sus sabias enseñanzas, en dosis graduadas o «grados» y de acuerdo con los progresos realizados por cada uno de sus miembros. De modo que a través del estudio crítico y razonado de la filosofía se obtenga un mayor conocimiento de las virtudes de la convivencia y del modo de ponerlas en práctica. ¿Cabe, pues, decir que la Masonería es una institución de carácter universitario, una escuela? Por supuesto que no, siempre que entendamos como «escuela» un lugar donde se imparten clases sobre materias específicas basándose en unos textos, capacitando a los alumnos para desempeñar, más tarde, un trabajo con el que ganarse el propio sustento. La Masonería es más que esto. Va mucho mas allá. En primer lugar su filosofía educativa y su enfoque pedagógico difieren totalmente de la de cualquier escuela, en tanto que en lugar de exigir el aprendizaje concreto y la aceptación a priori de unos determinados postulados y principios, estimula la exposición libre, la discusión ilustrada y el desarrollo de la imaginación y del pensamiento original como medio para conseguir que cada cual llegue de por sí, a través del estudio independiente y de la meditación profunda, a sus propias conclusiones lógicas, que le conduzcan a la afirmación de sus convicciones. Para ello, utiliza ampliamente el símbolo y la alegoría, pero sin ofrecer para los mismos explicación fija o dogmática alguna, antes bien dejando en libertad al iniciado para que, ejercitando sus propias facultades deductivas e inductivas, llegue a descifrarlos por sí mismo, aprendiendo en sus propias conclusiones las provechosas y útiles lecciones que encierran. ¿QUÉ UTILIDAD TIENE ESTO? La historia muestra claramente que de la Masonería han salido, en todos los tiempos, hombres de gran visión, acrisolado altruismo e inagotable energía, que han dado a la humanidad sus más grandes impulsos de avance y progreso. Hombres que descubrieron nuevos caminos para la raza humana nutriéndose no de la certeza dogmática sino de la duda filosófica; y para ello precisaron examinar, lo atípico, rechazando el conformismo con lo vulgar, lo usual y corriente. Hombres que dispusieron de una maravillosa facultad: la imaginación creadora. Y aferrados a ella, desecharon los cartabones, los textos consagrados y los manuales establecidos, decidiéndose a recorrer sendas supuestamente prohibidas para el pensamiento; alcanzando y aportando así soluciones a los problemas irresueltos por los esquemas tradicionales. La Masonería ha sido, a lo largo de la historia, la única institución que se ha percatado de la importantísima función de esta imaginación creadora en el desarrollo evolutivo de la humanidad, descubriendo y aplicando un método sencillo y eficaz para desarrollarla y hacerla operativa en sus aspectos más prácticos. Por ello ha sido, y seguirá siendo, el semillero de nuevas ideas, el portaestandarte de las vanguardias, y la escuela en la que se moldean los hombres marginales que viven y piensan entre el hoy y el mañana... los conductores de la humanidad. Pero no se limita únicamente a esto. La Masonería no se conforma con que cada uno de sus miembros se cultive y perfeccione a sí mismo hasta convertirse en líder. Va más allá. Trata de desarrollar en todos y cada uno de ellos el firme sentimiento de la tolerancia y la convivencia, la fraternidad y la abnegación, encauzando cuidadosamente todos sus esfuerzos hacia los nobles fines de la justicia social, equidad, libertad, auténtica democracia y progreso material y espiritual para la humanidad. Dejaría la Masonería de ser universal en sus finalidades si se mostrara partidaria de algún «ismo», o enemiga de alguna religión. En su seno admite a hombres de todas las confesiones y se respetan todas las creencias personales en sus distintas formas de rendir culto a Dios. Por tal motivo, proscribe entre sus componentes toda clase de discusiones sobre las virtudes o deméritos de tal o cual ideología religiosa, como no sea para reconocer que todas ellas incluyen y representan modalidades distintas del sentimiento innato en el hombre de veneración hacia esa Entidad Suprema a quien se llama con distinto nombre. La Masonería resume todas esas apelaciones en un denominador común y le llama «Gran Arquitecto del Universo», sin establecer ningún culto especial para adorarle, puesto que considera que todos son buenos y aceptables en tanto nazcan de los anhelos puros del hombre. En concomitancia con estos principios de libertad de conciencia y de culto, la Masonería no permanece al margen de cualquier violación de estos postulados, como suele ocurrir cuando los ministros de alguna religión (sea ésta cristiana, mahometana, budista, etc.), o personas controladas bajo su influencia directa, detentan los poderes públicos y la soberanía de los pueblos. Cuando las religiones, convertidas por los hombres en tiranías esclavizadoras de las conciencias y prostituidas en sus alianzas por la ambición del poder temporal, pretenden sojuzgar a los hombres, la Masonería se yergue como campeona de la legítima libertad religiosa, de culto y de conciencia, de creer o de no creer, del derecho del hombre a atender únicamente a los dictados íntimos de su razón. De ahí que, aunque a veces y en algunos países, ante la intransigencia y el totalitarismo, la Masonería se haya visto obligada, en defensa de la libertad, a adoptar posturas anticlericales; mas no por ello es antirreligiosa. En resumen, la Masonería no es una religión, ni discute los principios de ninguna religión; antes al contrario, las respeta todas. De otra parte, es mucho más que un simple club filosófico o una escuela de moral. Es una libre asociación de hombres procedentes de todo tipo de conceptos religiosos, de todos los niveles culturales y de todos los estratos económicos, pero unidos por un solo denominador común: el deseo de alcanzar una evolución y un desarrollo más elevado de su personalidad interna, un dominio más perfecto de sí mismos, una mayor afirmación de sus convicciones, una agudización más sutil de sus facultades intelectuales y un acendrado espíritu de servicio abnegado hacia sus semejantes. Los que tal anhelan encuentran, dentro de la Masonería, un ambiente de libertad, de mutuo respeto, orden, seriedad, estudio y fraternidad. La Masonería contiene una filosofía educativa propia, basada en el estudio imaginativo y profundo de símbolos y alegorías, que persigue como finalidad el desarrollo del pensamiento propio, original, lógico y constructivo, con el resultado de que cada masón, al aplicarlo, palpa pronto los frutos del perfeccionamiento personal que la misma genera, al notar que con su aplicación se ensancha extraordinariamente su manera de ver la vida, se despiertan aptitudes dormidas, surgen perspectivas de mejoramiento y entra plenamente en el camino que llegará a transformarlo, como tantos que le han precedido, en perfecto guía y benefactor de la sociedad. A A A Rafael Vilaplana Fuentes Gr. 33oSoberano Gran Comendador Supremo Consejo para España El ESCOCISMO y los ALTOS GRADOS «Utthicvtft Smtmim £vbi# 3ummi ^ívcíjüccuimé (ftíoda ct 3ugcmt$» 9{ps, Federico, por Ca gracia de 'Dios, 'J(ey de Trusia, 9dargrave de 'BrandeBurgo, etc., etc. SoBerano Gran '2rotector, Gran Comendador, Gran Maestro Universal y Conservador de La muy antigua y muy respetable Sociedad de ios ¡Antiguos jranc-Masones o ¡Arquitectos Unidos, tamBién Clamada Orden 1{eal y militar del arte libre de tallar la piedra o francMasonería. ¡A todos los Ilustres y Bienamados hermanos que vieren estas líneas: TOffEH&HCM - U<H}Ó9t- 'PKDS'PE'ÍJ'D^D Estas palabras encabezaban las Grandes Constituciones promulgadas por el Emperador Federico el Grande, el l e de mayo de 1786, por las que se creaba y regularizaba el funcionamiento de los Supremos Consejos del grado 33 2 , es decir, de los Altos Organismos que en lo sucesivo acogerían, agruparían y encauzarían, en cada nación, a los masones que habiendo sido ya iniciados en la Masonería Simbólica, después de trabajar el espíritu y mejorar sus conocimientos a través de las enseñanzas que les ofrecen los tres primeros grados simbólicos, quieren profundizar en el amplio haz que la espiritualidad masónica les ofrece. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, o, lo que es lo mismo, el Escocismo, tiene raíces muy profundas. Sus símbolos y sus enseñanzas nos llegan desde el fondo de los tiempos. Las encontramos en las tabletas de los sumerios, pasando por los templos egipcios y griegos, hasta llegar a los constructores de catedrales. En estas fuentes buscaron nuestros antepasados; y adquirieron la posibilidad de llegar a alcanzar la eterna grandeza del espíritu consciente y de llegar a comprender el destino del hombre y su lugar en el universo. La espiritualidad profunda del Rito nos induce a buscar y encontrar los lazos que unen lo visible a lo invisible del mundo manifiesto con las Leyes y el Orden que obedece el Cosmos. En el recorrido iniciático, en cada etapa, el Rito nos permite descubrir, gracias a la interpretación de leyendas y símbolos, la clave que da acceso al grado superior, y también el rechazo de todo dogma exclusivo. Verdadero centro de la unión, el Escocismo reúne a todos los que buscan. A todos los que, en un momento de crisis de la metafísica, no quieren referirse únicamente a la materia, aclarando, sin embargo, que el Escocismo no es una religión y que no tiene dogmas ni cultos. Se basa en textos de estudio que, efectivamente, concilian la existencia de un Principio Creador, con el respeto más absoluto de la libertad de conciencia. El iniciado, ciudadano libre, no reconoce a nadie superior a él en lo social, político o religioso. Sus juramentos no limitan nunca su libertad de expresión y de pensamiento. Con la ayuda de las leyendas, de los mitos y del simbolismo, el masón escocés conoce y estudia la existencia de un orden trascendental y de la moral natural. Los Altos Grados Escoceses son el bastión y la continuación de la tradición iniciática. Quieren la elevación del hombre y la promoción del espíritu de fraternidad y de ayuda en todos los dominios. Y son los mantenedores de los principios fundamentales del Escocismo: FILANTROPÍA, FILOSOFÍA, PROGRESO, TOLERANCIA RESPETO DE LOS DEMÁS Y DE SÍ MISMO, LIBERTAD ABSOLUTA DE CONCIENCIA. MUTUA, Cordón de Soberano Gran Inspector General -Grado 3 3 2 Jobeza Grado 33° Teniente Gran Comendador Supremo Consejo del Grande Oriente Español ESPIRITUALIDAD y HUMANISMO E » n la revista de origen francés L'Evenement, n s 357, correspondiente a la semana del 5 al 11 de septiembre, en la sección de comentarios y réplicas («L'Evenement des Lecteurs»), dedicada al artículo publicado en el n 2 351, semana del 25 al 31 de julio, titulado La guerre des Francs-Magons, uno de los lectores se refería a la masonería actual como un cubil de oportunistas, un círculo de influencias en el que prima la caza de prebendas en cargos públicos, políticos y sociales. La crítica y las acusaciones no son para la masonería nada nuevo. En todas las épocas, la Fraternidad Masónica ha tenido en el mundo profano tanto enemigos como defensores. Las múltiples y variopintas calumnias, tipificadas en los llamados famosos «escándalos» de la masonería, que han hecho correr grandes ríos de tinta, van desde la excomunión de Clemente XII (aparentemente levantada por el Concilio Vaticano II) hasta el affaire de la supuesta Logia P-2, sin olvidar a Leo Taxil o las barbaridades que sobre la Orden se publicaban en los libros de texto españoles de hace 30 años. Afirmar, pues, que la Masonería pueda llegar a convertirse, indirectamente, en plataforma de proyección social o profesional para algunos de sus miembros, podría, hasta cierto punto, interpretarse, dentro de este contexto, como un halago más que un ultraje. Cabe decir, por lo tanto, que semejantes comentarios tienen una mínima trascendencia y son de muy poco interés. Creo, sin embargo, que por encima de su intencionalidad peyorativa, pueden servir para conducimos, en el orden interno, a una importante reflexión: ¿Cuál es el papel de ¡a Masonería actual, dentro de nuestra sociedad democrática, y qué fin persiguen aquellos que se unen a ella a través de la experiencia iniciática? Nuestro mundo está viviendo un proceso de cambios que no sólo han redibujado el mapa de Europa sino que han alterado, por el lado bueno, el difícil y trágico equilibrio de poderes vividos por la humanidad durante los últimos cuarenta años. La humanidad se apresta a entrar en un nuevo orden, en el que los principios humanistas masónicos de libertad, igualdad y fraternidad que inspiraron la «nouvelle société» de la revolución francesa, han jugado históricamente un papel vital hasta llegar a imponerse totalmente por encima del dogmatismo y de la tiranía. El «edificio» parece, por tanto, progresar y adquirir cada vez mayor solidez. Ahora bien, debemos permanecer muy vigilantes respecto a la equilibrada composición de los materiales, si queremos que esta aparente solidez no se vea truncada repentinamente por un desmororonamiento interno en las piedras que lo componen; si hemos de evitar que los rebrotes radicalistas no acaben por despertar viejos dragones del pasado que nos sumerjan, de nuevo, en un baño de sangre. Y este justo equilibrio tan sólo puede lograrse mediante una mezcla adecuada entre el factor humanista con la dimensión espiritual. Gentes malintencionadas tratan de ver y de oponer, dentro de la Masonería contemporánea, corrientes enfrentadas entre el humanismo y la espiritualidad. Si bien es cierto que distintas Obediencias suelen enfatizar una de las dos tendencias más que otra, no es menos cierto que, en todas, ambas son consustanciales, en tanto que cualquier abandono de una u otra pondría en serio peligro su mismísima esencia. Un humanismo radical. Enfocado tan sólo hacia la acción social. Que conciba al hombre, exclusivamente, como un ser gregario, incapaz de desgajarse de la sociedad en la que se desenvuelve. Y que olvidando, por consiguiente, los aspectos individuales, tienda únicamente a influir en los colectivos, corre grave peligro de dejar de ser Masonería para convertirse en política. Un espiritualismo exacerbado. Encasillado en el ritualismo. Que lo entienda exclusivamente como un conjunto de valores morales a perfeccionar. Preocupado únicamente en lograr que encuentre, interiormente, su sentido de equilibrio y de libertad. Pero desgajándolo de una praxis encaminada a transformar, mediante la influencia sobre los colectivos, a la sociedad que le rodea, acabará por transmutar en esoterismo, dejando de ser Masonería. El correcto y verdadero equilibrio, -como muy acertadamente dijera un Gran Maestre de la Masonería europea actual-, está en conseguir una Masonería que promueva un universalismo espiritual a la vez que un humanismo universal. Encontrar este justo balance dentro del concepto universalista, debe ser, y es, la meta que persigue todo aquel que se adentra en la experiencia iniciática. Alcanzar una espiritualidad que, transformando sus esquemas vitales de pensamiento, le conduzca a una nueva concepción del mundo. Que le conduzca a una nueva dimensión de sí mismo y de todo aquello que le rodea. Una espiritualidad que trueca el vicio de imponer por el arte de saber escuchar. El dogmatismo en tolerancia. Que le hace seguro de sí mismo. Que le lleva a sentirse defensor del extranjero en tierra propia y amparado por el hermano en tierra extraña. Es entonces, y sólo entonces, cuando, proyectándose fuera de sí mismo, el universalismo espiritual forjado en el interior del individuo se transforma en humanismo universal que fluye de él, incidiendo en la transformación de la sociedad. El nuevo orden debe fundamentarse en esta piedra sólida. Pues únicamente así el edificio se verá coronado por una libertad, igualdad y fraternidad, justas y perfectas, hasta lograr, a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, que el gozo llene los corazones, el amor reine entre los hombres y la paz sea sobre la Tierra. A A A Armando Hurtado Respetable Logia Prudente Amistad nQ 13 Madrid ^M-Js cierto que se está perdiendo el sentido de «lo trascendente»? Cuando ogio hablar de cosas «trascendentales» no puedo evitar el recuerdo de aquel profesor de Derecho Político, de perfecta dicción, que se cuestionaba, en uno de sus más notorios libros, sobre el «haz de posibilidades» que pudiera ofrecerse al Hombre, cuando por su propia decisión se separaba de «lo trascendente». La respuesta, repetida con regocijo de escolares por cuantos pasamos con él porlasaulasde la Complutense, era lacónica: «Harto menguado»'1' Naturalmente, el desglose de la amplia temática en la que se inserta una pregunta así excede de mis intenciones en todo caso. Habría que poder precisar adecuadamente los conceptos de «haz de posibilidades», «decisión», «separa» y «trascendente», para empezar. Por ello, doy por supuesto que cuando se habla aquí de «lo trascendente» se está aludiendo a algo así como «lo divino» por contraposición a lo «humano». Mi respuesta es: creo que no. Ciñéndonos a nuestro entorno occidental y al ámbito de las llamadas religiones «positivas», la respuesta debería ser la contraria. Pero, ¿qué podemos entender por «lo humano»? Lo «trascendente», según la respuesta escolar, sería todo aquello a lo que no podemos acceder a través del conocimiento. Lo esencial del mensaje de las grandes religiones monoteístas parece ser esto, con el complemento de una indispensable «revelación» a la medida de la humana «capacidad». Lo cierto es que las masas sociales no entran nunca en este tipo de debates filosóficos sino que participan en la parafernalia montada en tomo a conceptos de ese orden a partir del momento en que se materializan socialmente en forma de instituciones y órganos de poder. «Lo trascendente» = «lo divino», entendido como principio creador y al mismo tiempo personificado en un ser innaccesible a nuestra mente, que viene a representar la sublimación de todas las aspiraciones humanas, según el modelo propuesto por las religiones positivas, dentro de un sistema de postulados dogmáticos, atrae cada vez menos la atención del hombre medio occidental. Es evidente. Sin embargo, la «religiosidad» es consubstancial en nosotros y esto es lo que confunde a tantos. A menudo se explota esta realidad humana tanto por laicistas como por teístas, aduciéndola triunfalmente como prueba de esto o aquéllo. Pero la «religiosidad» es un sentimiento innato, una reacción de la psique, un a modo de resorte de «toma de conciencia» de la vinculación de cada individuo con el resto de lo existente, con su entorno físico. Entorno planetario y cósmico, inevitablemente. La lluvia, el viento, la flora... la Tierra. La vida que palpita en cuanto nos rodea, parecen decididos, para el observador ingenio (puro), por una voluntad semejante a la que nos mueve a nosotros mismos cuando actuamos. Un primer gesto de identificación con ese mundo circundante parece lógico. El Hombre empieza a razonar y a decidir identidades, dando nombres a las fuerzas telúricas que observa, y nace así un método con un código de conocimentos «religioso-científicos». Ciencia, por tanto, en cuando scientia y religión en cuanto vínculo, nexo, nacen juntos y se explican mutuamente. En todas las culturas planetarias subyace la misma corriente de pensamiento-sentimiento. ¿Y qué vienen a decir esas manifestaciones del substráete «científicoespiritual» común? En esencia se acentúa lo siguiente: La materia adopta formas múltiples que no son sino «apariencia». Lo que percibimos es sólo una ínfima parte de la Realidad que nos rodea y en la que estamos insertos. Nuestros sentidos sólo detectan determinados niveles y cualidades vibratorios electro-magnéticos y sólo tomando conciencia de ello y esforzándonos disciplinadamente podremos «mejorar» nuestra percepción sin que sepamos hasta qué punto y de cuántas formas nos es posible conseguirlo. Algunos individuos están especialmente dotados para percibir y, en determinadas circunsancias, se convierten en médiums, guías, profetas o «reveladores». Además, cada uno de nosotros es un microcosmos que resume y explica el macrocosmos. La evolución, el devenir del Hombre, hace posible la profundización de sus procesos mentales. La analogía le lleva a desarrollar tesis, antítesis y síntesis en su elaboración de conceptos. Su horizonte se ensancha. Parte de lo tangible para llegar a lo abstracto y trata, a continuación, de comprobar empíricamente que puede convertir sus abstracciones en concreciones. Inventa técnicas. Desde la simple palanca con la que otrora advirtió que podría moverse el mundo, hasta la última generación de ordenadores. En Occidente, desde hace mucho, se han levantado reiteradamente voces advirtiendo que las técnicas (la Técnica) no son la scientia, el conocimiento, sino su armadura. Existe una intensa interacción entre ambos, necesariamente. Las técnicas abren caminos en la construcción lógica de conceptos nuevos. La Física de Aristóteles dio paso a una Metafísica que ha pesado durante siglos en el devenir socio-cultural de Occidente. La física relativista y la mecánica cuántica están haciendo otro tanto. El binomio «ciencia-religión» está empezando a ser entendido, de nuevo, en su acepción primigenia, ya que esa «religiosidad» innata, ese sentimiento de vinculación de cada uno de nosotros con la Gran Realidad cósmica actuando como fuerza impulsora, es lo que da razón a las ciencias. Pero, atención; esa inspiración subyacente no puede ser confundida con priorismos dogmáticos que no han hecho sino enquilosar el proceso evolutivo. Yes, precisamente, la comprensión y asimilación de esa evidencia histórica la que «separa» a nuestras gentes de «lo trascendente» entendido como sistema de postulados inalterables. El concepto del orden cósmico como «programa» dimanante de una voluntad absoluta, inaccesible ella misma a la comprensión del Hombre, es incompatible con la anhelante búsqueda de la propia identidad que es la epopeya humana. El concepto de «voluntad omnímoda», generado en entornos sociales históricos característicos excede un estricto concepto de «necesidad» y las religiones positivas que han propugnado este tipo de orden se hacen incompatibles con la toma de conciencia «científica» a que están accediendo los pueblos de Occidente, aunque de forma un tanto atropellada. Una ley «necesaria» no trata de lo que «es» sino de lo que «tiene que ser» y el orden moral «necesario» derivado de ella está en entredicho final por muchas razones. Una, nada desdeñable, es el rechazo que de semejante concepto hace toda la Física actual. Por otra parte, las especulaciones de los «revelacionistas» se mueven en el campo de lo socio-emocional, aceptando en personajes, reales o míticos, capacidades de percepción, comunicación y análisis que, por otro lado, suelen estar al servicio de intereses de etnia o de otro carácter fácilmente observables a lo largo de la Historia. Dan por resuelto el tema del Conocimiento andándolo en sistemas teogónicos fijados dogmáticamente. Todos ellos intentan consolidar un determinado «orden» que pretenden sea reflejo de una «revelación» específicamente suministrada en algún momento por «entidades» superiores. En la medida en que el Hombre es reflejo y parte intrínseca del Universo parece sensato partir de un análisis profundo de nuestra naturaleza como vía inmediata de acceso a cualquier conocimiento. Si somos piedras de ese monumento universal tendremos que aplicar mallete y cincel sobre nosotros mismos... Pagus... Volvemos, pues, al principio. Cuando la lluvia y el viento, la foresta y las rocas reciben nombre por simbolizar una dinámica y plantean al Hombre un interrogante sobre su propia identidad y su vinculación con el mundo que le rodea, estamos asistiendo al nacimiento de un método de análisis científico y, simultáneamente, al de la más auténtica formulación del impulso «religioso» en el sentido en que estamos entendiendo este término. Es siempre el Hombre en su «pagus» el pagano, quien da, a lo largo y ancho de la Historia, la primera voz convocando a nuestra especie a la escala del Conocimiento. Cualquier forma de filosofía ha tenido su cuna en el pagus y la sacralización de ese anhelo, de esa «religiosidad» que ha movido al pagano, traduce el respeto íntimo de los hombres por sí mismos y por la Naturaleza en la que se sienten insertos. Nace así la primera Simbología. Nace el Mito, que llega a alcanzar grados de belleza máximos en su intención docente. Una metodología auténticamente pagana exige un profundo respecto por la libertad de los procesos evolutivos mentales. Partimos de una (1) Javier Conde honrada observación de «las cosas» y nos apoyamos en un andamiaje analógico, tanto en nuestra infancia como en la de nuestra especie. Llamamos «razón» a la concatenación de secuencias lógicas, pero hemos de descubrir en qué medida conocemos aún la materia prima o fuente real que mueve a nuestra mente suministrando las pulsiones que pueden determinar la puesta en marcha del mecanismo. No todas son evidentes, aunque todas se hallan en nuestro entorno energético. En este sentido la «razón» sería sólo un método de «procesar datos». ¿De cuántas «memorias» está dotado el Hombre? ¿Qué vibraciones llevan a los elementos químicos del ácido desoxirribonucleico a ordenarse y combinarse de una determinada forma? ¿Qué determina que un cristal de cloruro sódico deba tener forma cúbica y no otra? La Simbología, el Mito, la Alquimia, la Energética... dejan de ser términos «oscurantistas» en la medida en que analicemos sus contenidos últimos a la luz de los conocimientos adquiridos, dejando a un lado los fraudes inseparables del quehacer humano, huyendo de las trabas apriorísticas de cualquier sistema dogmático. Nuestras gentes no quieren separarse de «lo trascendente» sino que están yendo hacia ello, retomando el camino perdido. Como siempre, los que tienen oídos para oír, oyen. Lo que se está produciendo realmente es un retomo... A A A Mozart revestido con los ornamentos masónicos en grado de Maestro 34 J. M. D. Respestable Logia Prudente Amistad, n 9 13 Madrid En memoria del hermano MOZART E»n el siglo xvm, la Francmasonería se encontraba en pleno apogeo en la mayor parte de Europa Central. La Augusta Sociedad, conceptuada por los profanos como sociedad secreta y por sus miembros como sociedad discreta, se dedicaba, igual que en la actualidad, a impulsar, a través de la práctica y el ejemplo, lo que se podría definir como «las virtudes más elevadas, inherentes en todo ser humano, sin distinción de sexo, raza, credo político y religioso», para buscar el significado de la vida y el desarrollo espiritual y mental del Hombre en consonancia con la armonía universal, coparticipando en el Plan del Gran Arquitecto del Universo. Uno de los más conocidos y renombrados ejemplos de este incidir del pensamiento masónico en el desarrollo de «las virtudes más elevadas, inherentes en todo ser humano», integrante de un nutrido grupo de grandes genios, famosos unos y anónimos otros, pero que esparcidos por todas las ramas de las artes, las letras y las ciencias forman el legado de la francmasonería al progreso de la humanidad es, indiscutiblemente, Wolfgang Amadeus Mozart. El día 5 de diciembre de 1784, Mozart fue propuesto para la iniciación en la tenida de la L. Beneficencia, de los Valles de Viena; y nueve días después, el 14 de diciembre, fue iniciado y admitido en categoría de Aprendiz. E 24 de diciembre, Mozart visitó la Logia Verdadera Armonía presidida por el V.M. Ignaz von Born, famoso científico humanitario. Es probable que Haydn fuera convencido por Mozart, su gran amigo, para que se iniciase en la Masonería. Haydn fue admitido e iniciado en la Logia Zur Wahren Eintracht, el 11 de febrero de 1785. La iniciación de Haydn se había propuesto para finales de enero y en dicha tenida se encontraba Mozart para felicitarle, pero no se llevó a cabo porque Haydn recibió tarde la noticia. Mozart no pudo presenciar la iniciación de su amigo por estar esa misma noche interpretando su concierto K 466 en Do menor, en el Mehlgrube de Viena. Un mes después de la iniciación de Haydn, el padre de Mozart, Leopoldo, entró en la masonería, siendo elevado rápidamente al Grado de Maestro por dispensa extraordinaria, debido a sus méritos excepcionales. L. Van Beethoven también era masón. Mozart nos ha legado un considerable número de partituras masónicas, la mayoría de ellas.en uso en los rituales masónicos de muchas Logias. Sus obras más famosas están dedicadas al Gran Arquitecto del Universo, nombre con el que se designa al Ser Supremo en la Augusta Fraternidad Masónica: O heiliges Band K418 «Sagrado es el lazo que une a los verdaderos hermanos...» Dir, Seele des Weltalls K429 «A Ti, Creador del Universo, dedicamos estos cánticos y agradecemos el privilegio de permitirnos contemplar este nuevo día...» Die ihr neuen Grade K468 «Tú, hermano, que vas a ser exaltado a un Grado superior, continúa en la rectitud de tu camino...» Sehen, wide dem starren Forscherauge K471 «Agradable y placentero para el Masón, ver cómo la Naturaleza revela su semblante mediante distintos grados al ojo presto a indagar las cosas...» Zerfliesset heut K483 «Juntaos, queridos hermanos, en expresiones de dicha y cantos de regocijo...» Ihr unsre Leiter K484 «A vosotros, Maestros, agradecemos vuestra dedicación y lealtad ...y por el sagrado juramento, prometemos también trabajar para construir el gran edificio...» Die ihr des unermesslichen Weltalls Schopferehrt K619 «Vosotros que honráis al Creador del Universo infinito, cualquiera que sea su nombre...» Laut werkünde unsre Freude K623 «Proclamad abiertamente nuestro regocijo... (al dedicar este nuevo Templo) porque por primera vez, nobles hermanos, este nuevo domicilio de la sabiduría y la virtud nos acoge...» Sin lugar a dudas, las más conocidas y discutidas son Maurerische Trauermusik KV 477 y Die Zauber flüte (La flauta mágica). La primera es indiscutible, puesto que se trata de música de funeral masónico, compuesta en 1785, año en el que su padre fue iniciado, para ser utilizada en el ritual fúnebre de dos hermanos fallecidos, el Conde Esterhazy y el Duque de Mecklenburg. Respecto a la La flauta mágica, hay quienes ponen en duda su carácter masónico, pese a que el libreto fue escrito por hermanos masones, alegando que la ópera como tal nada tiene que ver con la masonería. Sin embargo, esta afirmación pierde de vista la intencionalidad masónica de incidir en la sociedad, transmitiendo al mundo profano, a través del lenguaje profano, la visión masónica del mundo. En este sentido, La flauta mágica es un claro intento, por parte de Mozart y sus hermanos, de trasladar al lenguaje profano un ritual masónico. Tal y como correctamente afirma el profesor Sánchez Pascual al decir que «contiene evidentes alusiones a esas ceremonias», describiéndola como un intento, por parte del músico, de ofrecer «una síntesis del mundo... en una visión del arte como espejo que, desde el cielo, refleja lo bueno y lo malo de la tierra». En 1790, con el pretexto de las guerras entabladas con Francia, la masonería fue prohibida en Austria (finalizada la Primera Guerra Mundial volvió a legalizarse). En todas las épocas en las que han existido absolutismos, tiranías y dictaduras, se arremete contra las sociedades de librepensadores, sobre todo si éstas, como es el caso de la francmasonería, promulgan la hermandad del hombre y la fraternidad universal a través de la tolerancia, la igualdad y la libertad, rechazando todo tipo de dogmatismos. Pero, algún día no muy lejano, rebasaremos los tres obstáculos que impiden a la Humanidad alcanzar el bienestar material, mental y espiritual, es decir, venciendo la Ignorancia, el Fanatismo y la Ambición. Entre tanto, la vida y la obra musical del Hermano Mozart seguirán siéndonos de estimuló y ejemplo. A A A La "Lire macone» -Recopilación de canciones y música masónica realizada en el año 1 7 7 5 (Gran Logia de Francia)- Circular de Antonio Machado a la muerte de FEDERICO GARCÍA LORCA Impresa y distribuida clandestinamente en Francia, 1942 yelcrimen tuvo tugaren. Qranada, ensu Qranada. La voz delpoeta se ha caííado. yo digo que no, no es verdad, no puede estar muerto. Torque si es así, nuestras esperanzas están muertas; debemos de escribir, entonces, (a última palabra, Jederico Qarcía Lorca. "Es un doíor entraño, íntimo, agudo, que no puede reemplazar tu gloria. Estas palabras no son suficientes, esotros te seguiremos amando en la vida, yo siento en mi conciencia la terrible acusación. Esa acusación que ha escrito tu nombre con sangre, yo la siento en mi corazón de español y creyente, yo la siento por aquellos que no la sintieron cuando te asesinaron. Este terrible dolor sobrepasa todos los terribles dolores humanos conocidos, cuando pienso que son manos de españoles que te dieron (a muerte. & ti, Federico, es la ignorancia ciega de esos fascistas que te mataron. Ignoraban quién tú eras. Es por ello que te mataron, porque te ignoraban. Como han matado España por ignorancia. Es por esa ignorancia que matan. Tero es una ignorancia culpable, la peor de todos los crímenes. 9{g hay delito más espantoso, más inhumano, Toda la sangre fascista no será suficiente para borrarla. 9{g hay esperanza humana que te devuelva la respiración y la voz, que nos rinda las lágrimas. 9{g hay silencio que pueda callar nuestra cólera. 9{g hay respuesta que valga para justificar tu muerte, mismo si arda entera España. 9{p hay palabras que valgan. Federico, tu nombre se ha inmortalizado para siempre como un grito. Tu nombre no será olvidado, no conocerá el olvido. ¿Cómo es posible que tú hayas caído por las balas? í¡Yp es posible que tu sangre derramada, sea un acto de ejemplo, como dicen los falangistas. Tor muy profunda que sea esajusticia, no podrá nuncafraternizar el odio por la venganza. Un día el pueblo español, donde tú fuiste la voz, te hará justicia. Es en nuestra conciencia de españoles, duminados por tus palabras y ejemplos, que firmo el fervor de una esperanza. SL Machado Federico García Lorca Nació en Fuentevaqueros, provincia de Granada, el 11 de junio de 1898. Controvertido por tradicional y vanguardista es uno de lo escritores españoles contemporáneos más reconocido fuera de nuestras fronteras. Mundialmente famoso por su Romancero Gitano (1928), fue durante los los años de la República (1931-1936) que vertió al teatro lo mejor de su genio creador -Yerma, Bodas de Sangre y la Casa de Bernalda Alba- en las que imprime de un modo simbólico el drama ideológico y político de la España de la época. Fue precisamente esto, su ideología y su derecho a pensar y a expresarse con libertad, que le costó la vida, ya que la madrugada del 19 de agosto de 1936 cayó abatido por balas asesinas, víctima del fanatismo. Manuel López Respetable Logia Iberia París INTELIGENCIA y CRETINISMO O e habla de generaciones y con intención de distinguirlas se les pone una divisa, o se les cuelga un número, como si de prendas de guardarropa se tratase. Así, la generación del 1898. Toma la fecha en que España no supo ser justa y prefirió ser vencida. Esa generación, como las anteriores y las que siguen, ¿dónde empiezan?, ¿dónde terminan? Imposible decirlo con exactitud matemática, o con acierto histórico. Más fácil es descubrir sus rasgos. Tuvo muchos, pero resaltaré uno solo con dos caras. Pretendió comenzar la Historia y para ello empezó con el intento de sepultar a quienes en el arte le habían precedido; creyeron necesitar espacio vital. Desdeñosamente cubrieron los nombres de Núñez de Arce, de Zorrilla, de Campoamor, de Balart, y hasta de Pérez Galdós. Su otra cara (después de declararse mutuamente los únicos) fueron hermanos enemigos. Más que dialogar, disputaron. Aspiraron a hacer de la intelectualidad un coto cerrado, y del intelectual un título que ellos otorgaban. Talentos indudables volaron tan alto que dejaron de ver al pueblo. Ellos, casi imberbes, eran ya don Ramón, o don Miguel, o don José, o don Jacinto, o don Femando, o don Ramiro. Situemos a García Lorca en una generación que se da a conocer en los años 20 de este siglo. Su signo es distinto. No es agria, es una generación de amigos cordiales. Es una generación que rezuma juventud. No dice don Pedro sino Salinas; ni de Alberto, don Rafael; Benjamín, no es don José, ni siquiera José, es Pepe. Decimos y escribimos Dámaso Alonso, Vicente Alexandre, Jorge Guillen... y Federico. Esta cumbre ni siquiera necesita el apellido. Generación que siendo alegre, ya que se divierte con sus ingenios, no es envidiosa sino que es amiga. No reniega ni intenta enterrar a la generación del 1898. Antes al contrario, a la mayoría de sus hombres los respetan como maestros. Vuelven a Galdós y a Alarcón. No sabemos si son liberales, o socialistas, o comunistas, o anarquistas. Sabemos, sí, que sus reacciones ante los hechos y las peripecias son siempre nobles, con sus manos tendidas hacia el pueblo. Sometido éste por la fuerza bárbara e inculta. En América muere Juan Ramón Jiménez -a quien nadie llamó don Juan- y Pedro Salinas. En Francia, Antonio Machado. Los que en destierro no han muerto, peregrinos hemos sido por tierras extrañas o conocimos las prisiones de España y presos vivimos sin alientos, que truncó en angustia en tierra española, latifundio insólito que fue de un general africano. Federico, bueno y genial, no muere; es asesinado en su Granada natal. Tan grande era que los que lo mataron, los cómplices y los encubridores, creyeron el momento hipócrita de explotarlo. Después del silencio, de ser su nombre prohibido y sus obras llevadas al índice chavacano del franquismo, en 1936, sin duda por creer que el crimen había prescrito, editaron y hasta con lujo sus obras completas. Y hay en ellas, en su página 1.909, algo que al leerlo produce la náusea. Se hace la cronología de Federico comenzando, precisamente, en 1898, fecha de su nacimiento, en el pueblecito granadino de Fuente Vaqueros. Año a año se sigue el caminar del poeta, hasta llegar a 1936. Y se escribe: «16 de julio, sale de Madrid para Granada. 19 de agosto, muerte». Así, con hipócrita falsedad, hay que escribir en España la Historia... ¡NO! Ese 19 de agosto, Federico García Lorca fue asesinado, y él ha- bía definido un día a sus asesinos. Lo hizo en una carta a un poeta amigo. En la misma le daba noticia de la aparición en Granada de una revista, la revista'Gallo, que dirigía Federico. Estaba contento. Gallo cantaba entre las nieves eternas y el valle florido, anunciando la aurora, y añadía:«... tiene la repulsa entre los putrefactos». Sí. Estos señoritos andaluces, militares del ¡viva la muerte y muera la inteligencia! lo asesinaron. El poeta amaba la vida, por ello le atormentaba la muerte. Había escrito: «Si muero, dejad el balcón abierto. El niño come naranjas (desde mi balcón lo veo). El segador siega el trigo (desde mi balcón lo siento). Si muero, ¡dejad el balcón abierto!» Los putrefactos lo dejaron tendido boca abajo, para que no viera ni naranjas ni espigas. Creyeron condenarle a las eternas tinieblas. Mas se equivocaron; alrededor de su cuerpo malherido surgió la luminosa aureola del poeta, que llevaba en sus ojos las estrellas. Ya sé que hay actualmente quienes gritan -y muchos masones también-: ¡Nada de política! y se consideran heréticos hacerla con un muerto que es sagrado. Frente a ellos, a los que han escrito con fariseísmo: «19 de agosto, muerte», se alza un andaluz como él, sevillano, para gritar: «¡19 de agosto, crimen!» Tan repugnante e inmenso, como grande era la víctima. ¿Por qué lo mataron? A esta pregunta de nuestras angustias se le han dado varias respuestas, todas absurdas. La que con más facilidad ha circulado es la supuesta inquina del poeta a la Guardia Civil. Escalofriante explicación. Venganza de rufianes {poema de la guardia ciuil). ¿Qué ve en ese romance un alma noble, una inteligencia serena, un sentimiento puro? Su belleza: la estampa de la raza gitana, obligada a no detenerse en los caminos del mundo, desposeída de ciudadanía, ciegamente perseguida. Las fuerzas del orden la menosprecian. Federico, no gitano pero también peregrino como lo es todo poeta, ha visto que ha sentido la grandeza de una raza, sin principio ni fin, que no sabe de dónde viene, ni puede decir a dónde va. Ha pe- netrado, como Cervantes, en su belleza y su dolor. No, la explicación de venganza, por ese romance, no es la acertada. Y es que no es necesario buscarle explicaciones. El acero, cuando choca con el pedernal, produce la chispa. Y ello por los siglos de los siglos. Es la cerrilidad, la incultura, el odio a la inteligencia; los putrefactos no toleran el talento y menos aún el genio. Les hiere el hombre culto, les irrita el que canta a las estrellas; que ellos sólo las conciben en las bocamangas. No comprenderán nunca que alguien descubra la belleza de la tribu gitana acampada, borracha de colores, airosa de volantes, siempre alegre bajo la bóveda estrellada, melodiosa, arrancando a sus gargantas las más profundas melodías al cante «hondo» ancestral. No tolerarán al ser superior -que lo es-, por su mente abierta a los cuatros puntos cardinales, pues para ser superior no se necesitan uniformes galardonados ni hábitos morados. Es el odio del analfabeto del espíritu, hacia el que sabe leer en las almas, al que sabe sufrir con el sufrimiento de los humildes, al que descubre en la estrella, en el pájaro y en la flor, la belleza y la ternura; al que sabio y andariego recorría España con la «Barraca», llevando de aldea en aldea los gozos ignorados del Arte: farsa que hace reír o tragedia que hace llorar. Los putrefactos con camisa azul, o uniformes estrellados, o sotanas malolientes, habían dejado en libertad su odio, y lo que más odian, lo que odiarán siempre: la inteligencia. Odian al que abre los brazos al pueblo; odian al que no se somete al dogma; odian al que, ansioso de aprender, sabe dudar; y odian al que sabe amar, porque ellos nunca amaron con dolor. Federico, en la Granada en manos asesinas de los putrefactos, era el «Emplazado»; en su puerta habían pintado la cruz que lo condenaba. Los cruzados convirtieron el símbolo de vida y amor en señal blasfema de muerte. Federic conocía las angustias del Emplazado (leer su poema). El 19 de agosto, no muerte sino crimen. Y no podemos decir: «perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen». Ellos lo sabían y no podían perdonar al que, nacido en buena casa, había sabido volar; al que gozaba ante el teclado de un piano, traduciendo sentimientos en improvisaciones de sonidos; al que, con el lápiz y el pincel, traducía imágenes de su alma exquisita; al que, con la pluma, cincelaba poemas; al que sabía hacer desfilar por los «tablaos» los sentimientos más hondos, tales como el amor y la muerte, la obsesión sexual de la mujer sin hombre, las angustias infinitas de entrañas estériles. Santander, mientras montaba la Barraca, alguien le preguntó: «¿Cómo le va con ¡a República?», a lo que él respondió: «Como pez en el agua». Al que había sabido saltar del colegio de Escolapios -de esos maestros sin maestrías- a la más profunda pedagogía de la Institución de la Libre Enseñanza, de sabios que no querían ser maestros sino hermanos; que no querían tener alumnos sino, como Cristo, discípulos; que no eran predicadores sino ejemplares. Federico: como masón que soy, como hombre de izquierda que soy, no puedo hablar de venganzas. Pero, eso sí, déjame hablar de justicia; para que nunca más esos putrefactos puedan emplazar con su odio y su envidia a la inteligencia en ti genial; para que las estrellas de los que te asesinaron vuelvan al cielo, donde te hacían temblar por su belleza y su misterio y, a través de la ventana abierta de tus fantasías, vuelvas a verlas en tu noche eterna. Ya sé que hubierais querido más recitaciones poéticas que reflexiones de un masón. Yo conmemoro siempre, desde hace años, una República lejana que amo, porque amo al pueblo. Un viejo exiliado socialista en Francia, D. Ángel Galarza y Gago, me contaba que un día escuchó de labios de Federico el mayor elogio que se le puede hacer a una República. Una tarde de abril de 1933, en una aldea de la provincia de Nos arrancaron un tesoro. No podemos perdonarlos. O los vencemos, o España no será la de sus genios y sus ingenios. Cuando salgáis esta noche mirad al cielo, y veréis, en medio de la oscuridad del firmamento, un poco de claridad. Un mismo ideal nos une a todos nosotros. Hoy somos pueblos transfugantes; mañana, la unidad fraternal nos dará nuestras libertades, nuestras igualdades y nuestras esperanzas. A A A Antonio Henares Rojo Madrid Importancia matemática y filosófica del CERO r \ pesar de la importancia matemática de la cifra CERO, no fue conocida en Europa hasta el siglo xia, siendo introducida, según se dice, procedente de la India, por un tal Brahmagupta. Los matemáticos occidentales anteriores a esa época, tuvieron que hacer sus cálculos sin emplear el CERO, que era desconocido para ellos; por lo que podemos suponer las dificultades que tendrían en sus operaciones, sin utilizar este importantísimo elemento matemático. Pitágoras de Samos, filósofo y matemático griego, que vivió entre los años 570 y 497 a.C. y que fue creador del famoso teorema geométrico y de la tabla de multiplicar que llevan su nombre, entre otros muchos procesos de cálculo, tuvo que realizar éstos sin el auxilio poderoso que le hubiera prestado el CERO. Del mismo modo, el filósofo y matemático Eratóstenes, también griego, que vivió entre los años 275 y 194 a.C, creador del famosísimo sistema para obtener los números primos llamado «Criba de Eratóstenes», se vio privado en sus cálculos de la importante ayuda que le hubiera prestado el conocimiento del CERO. Del origen e invención del CERO, únicamente sabemos que procede de Asia y que fue introducido en Europa en la fecha arriba indicada, añadiéndose como primera cifra de la numeración árabe. A partir de entonces, las matemáticas empezaron a tomar el gran auge que han alcanzado hasta nuestros días. Aparentemente el CERO simboliza NADA. Mas si meditamos que el CERO representa la suma de dos números de cualquier magnitud y de signo contrario, veremos que el CERO en su aparente nulidad lo encierra «TODO». Existen dos mundos matemáticos de signo contrario: el positivo y el negativo. En ambos se pueden efectuar todas las posibles operaciones matemáticas con total independencia el uno del otro; pero siempre que operaciones iguales de ambos mundos sean sumados, se destruirán entre sí, dando lugar al CERO. Además de su gran importancia matemática, no es menor la que tiene el CERO considerado en su aspecto cósmico-filosófico. Casi todas las religiones ponen la Creación del Universo en la voluntad de un Dios que lo creó de la NADA. ¡¡¡Tremenda contradicción!!! De la NADA ni un Dios podría hacer nada. ¡Y un Dios Creador no puede tener contradicciones! Para que de la NADA pudiera crearse algo, esa NADA filosóficamente considerada, tendríamos que representarla como una especie de CERO cósmico que pudiera desdoblarse en dos Universos: uno positivo y otro negativo; o sea, que ese CERO cósmico fuera potencialmente la suma de Materia y Antimateria. (La existencia de la antimateria está universalmente reconocida por la ciencia moderna.) De esta manera, un Dios creador podría, sin contradicción alguna, crear el Universo de la nada; al ser este Universo de carácter dual, o sea, formado por un universo de materia y otro universo de antimateria. De acuerdo con lo anteriormente expuesto, veremos que la mejor manera de simbolizar la potencia de un Dios Creador sería representándolo por el número CERO. A A A 48 Farhad Azarmi Madrid La Gran Pirámide señalando el gran año de la humanidad: la Pirámide de KEOPS *a desde hace tiempo las pirámides de Egipto han impresionado a todo el mundo en general y, en particular, a los astrónomos que, desde Herschel, se han ocupado de la Gran Pirámide de Egipto. de ciencia, majestad y excelencia incomparable, alcanzando de un golpe un ideal que la humanidad tal vez jamás superará. La pirámide de Keops es una pirámide de base cuadrada orientada (siendo el plano de orientaLas propiedades astronómicas ción el plano meridiano que cony geodésicas que a continuación tiene el eje del paso de entrada) vienen en este artículo no son de norte a sur, con un error de 4' más que una parte pequeña de 35", error que corresponde a la los conocimientos depositados en 4.700ava parte del horizonte anesta montaña artificial durante gular, o a la 1.175ava parte del miles de años. Los maestros que cuadrante. Es una precisión rara con su sabiduría realizaron este vez obtenida actualmente. El monumento, abrieron, según la meridiano de la Gran Pirámide es expresión del abate Moreux, la el que atraviesa más continentes era de arquitectura por un impulso y menos mares, y divide exacta- mente en dos partes iguales las tierras de la superficie del globo. El paralelo 30 2 norte (exactamente el 292 58' 5") sobre efrcual se encuentra el centro de la Gran Pirámide, es también el que atraviesa el máximo de tierras. Si se multiplica la altura de la Gran Pirámide h=148m208 por 1.000,000.000 se encuentra 148,208.000 kilómetros." Ahora bien, la distancia de la tierra al sol es de 149.400.000 km con una oscilación de error de 70.000 kilómetros. La razón 2a _ 232m805 365,242 " 365m242 donde 2a representa la longitud del cuadrado de la base y 365,242 el número de días del año, da una medida igual a 0,6373991, llamada metro piramidal, por PiazziSmyth, y codo sagrado por el abate Moreux. Multiplicando esta longitud por 10,000.000 se tiene 6,374 km; ahora bien, el radio medio del esferoide terrestre es de 6,371 kilómetros. El abate Moreux observa también que multiplicando la pulgada piramidal, es decir, la 25ava parte del codo sagrado por cien mil millones, resulta la longitud de veinticuatro horas, y que agregando el número de pulgadas piramidales contenidas en las dos diagonales de la base obtenemos 25.800, que es el número de años del ciclo de la precisión del eje terrestre sobre la elíptica. El canal de entrada orientado al norte en el plano meridiano de la Gran Pirámide, es un telescopio meridiano natural que tiene una inclinación fija de 26 2 30', aproximadamente, sobre el horizonte y que permite actualmente la observación circunmeridiana (culminación inferior) de la estrella polar. Según los cálculos del abate Moreux, en el momento de la construcción de la Gran Pirámide era la estrella del Dragón la que desempeñaba el papel astronómico de la polar y culmina en el campo visual del canal en cuestión. La latitud exacta de la Gran Pirámide es de 292 58' 51"; este paralelo coincide de manera curiosa con un elemento de la teoría de Drayson sobre lo que llama el año cósmico, correspondiente a un ciclo de 31.756 años. la época de los equinocios cíclicos y encontró como oblicuidad 29 s 58' 53". En el año del Gran Otoño, y en el año de la Gran Primavera, los Este ciclo, de 31.756 años, hombres que habiten el paralelo reproduce en gran escala las esta- que tiene esta latitud verán el sol culminar en el cénit... exactaciones del año ordinario. mente por encima del centro de El último solsticio de invierno la Gran Pirámide, ya que está e del Gran Año, o Ciclo de Drayson, situada sobre el paralelo 29 58' corresponde al período glacial que 51"N. siguió a la era auriñaciense. La Gran Pirámide reproduciEl último equinocio cíclico, o rá así, para el Gran Año, una Gran Primavera, tuvo lugar en el variante de los alineamientos año 5644 antes de Jesucristo equinociales observados en cier(diluvio, período lacustre). En la tos grupos megalíticos, como si, actualidad nos acercamos a la con miras al planeta más notanoche de San Juan o Solsticio bles (y al abrigo de las mareas del Gran Verano, que caerá en el glaciales), maestros que poseían año 2295. en Geofísica y en Astronomía conocimientos que nosotros El Gran Otoño del año 10234 apenas acabamos de adquirir, verá el comienzo de la próxima hubiesen querido erigir un monuépoca glacial, y Europa se con- mento que debiera durar tanto vertirá de nuevo en un inmenso como el Globo y que fuera un ventisquero, marcando el año gnomo, un cuadrante cósmico, el 18173 el solsticio de este invier- que señala el Gran Año de la Humanidad, que regula las eras no cíclico. glaciales y los diluvios, las muerEl astrónomo inglés, Alfred tes y los nacimientos de nuevas Barley, calculó la oblicuidad para civilizaciones. A A A Eduard Picallo i Gil Gran Experto del Grande Oriente Español XENOFOBIA ¿Mal natural o provocado? E» 1 resurgimiento en toda Europa de la xenofobia en forma casi simultánea, difundida por todos ios medios de comunicación social, engrandecida en sus razonamientos y justificada, en algunos casos, con los más dispares argumentos, es tema de profunda preocupación para la Masonería mundial. La xenofobia, exponente práctico de los elevados niveles de intolerancia que el ser humano alcanza a desarrollar, es, en esencia, una de las principales lacras sociales a las que históricamente se ha enfrentado nuestra Fraternidad. Desde tiempos inmemoriales, los «Hijos de la Viuda» hemos trabajado incesantemente para erradicar del mundo este mal. Y en los últimos tiempos daba la sensación de que, nuestro esfuerzo, iba ganando terreno. ¿De dónde parte, pues, la fuerza oculta impulsora de que, en tan poco tiempo, haya resurgido con tal vigor y de esta forma tan espectacular? El sentido de la lógica no nos permite atribuirla al azar. En nuestros Talleres veniamos trabajando, desde hace tiempo, sobre la problemática implícita en los cambios futuros que se intuían en el horizonte, encaminados a la construcción del nuevo continente euroasiático. La velocidad de los acontecimientos ha superado nuestras previsiones. Tal vez hayamos pecado, una vez más, de un exceso de confianza en el ser humano, al considerar que los radicalismos estaban enterrados. Que Europa había traspasado, en su avance cultural, el punto límite que haría imposible su regresión hacia atrás. Evidentemente, la enfermedad no estaba sanada sino lanzada. Y ha rebrotado con una virulencia estremecedora. ¿Por qué? ¿Es fruto de la casualidad que los principales medios de comunicación social en Europa estén bombardeando la opinión pública con noticias que, de alguna manera, parecen justificar actitudes irracionales? ¿No habrá detrás alguien con suficiente capacidad económica como para fomentar este resurgir y, al tiempo, crear un estado de opinión que vaya asimilando la xenofobia como algo natural? Lejos de mí el intento de descubrir y analizar tales causas en un simple artículo. Ni dispongo personalmente de la suficiente información para ello, ni considero que la magnitud y complejidad del tema lo haga asequible a una sola opinión. Lo que propongo y ofrezco es abrir sobre el mismo, en las páginas de esta revista, un Foro de Debate. Invitar a todos aquellos, masones o profanos, que entiendan pueden decir o aportar algo, a darnos luz sobre el tema. Como masón, mantengo la másfirmede las posturas en contra de la xenofobia, sin poder encontrar ninguna justificación a ella. Nuestra Orden, impulsora del Universalismo, siempre se ha opuesto a ella de la forma más taxativa y enérgica, como verdadera lacra social reveladora de la degradación moral del hombre, incapaz de convivir con sus semejantes. Pero no somos los «Hijos de la Viuda» simples plañideras que limitemos nuestra actitud a denuncia pasiva de este auténtico crimen de lesa humanidad. Somos operativos y sabemos, por tanto, que es mediante la operación quirúrgica de abrir el tumor y profundizar en sus causas que alcanzaremos curar el mal. Analicemos las razones, busquemos los beneficiarios, descubramos los objetivos que se persiguen y habremos establecido las bases para erradicar el mal. No caigamos en la candidez de pensar que se trata de algo espontáneo y pasajero. Necio sería olvidar la historia reciente y a dónde condujo a la humanidad el no haber afrontado a tiempo esta locura, cuando era posible. Recordemos que, no hace mucho, se empezaron a violar tumbas judías; luego aparecieron síntomas de un resurgimiento ideológico muy concreto, al tiempo que en la mayoría de los países europeos renacían organizaciones bajo símbolos de todos bien conocidos. Hay, por un lado, países pobres a los que no se da a sus habitantes solución de vida; seres humanos a los que se confina a vivir en la mayor de las indigencias; por otro, una trama organizada de trata de esclavos, de introducción de mano de obra desesperada en los países industrializados, donde son rudamente explotados y utilizados durante los períodos de euforia económica, marginándolos, sin facilitarles verdaderos horizontes ni vías reales de integración social. Luego, cuando se dan las circunstancias adversas, cuando se alteran las coordenadas, se crea el clima preciso para que el ciudadano-masa achaque a una determinada raza lo que es producto de una situación social. Y así, de forma sibilina, leemos repetidamente, y contemplamos en la mayoría de las televisiones, noticias que, bajo el pretexto de la información, excitan al pueblo contra unos marginados, no por marginados sino por razón de su raza. Me cuesta creer en la casualidad, formado en el estudio de la casualidad. «Acacia» es una publicación Masónica, dirigida al mundo masón. Es una herramienta de trabajo. Pero no está cerrada ni limitada a los masones. La Fraternidad jamás ha renunciado a la valiosa aportación de aquellas mentes privilegiadas que, aun sin pertenecer a ella, han querido aportarle sus conocimientos. Bienvenida es siempre la luz, sin necesidad de matizar su fuente, pues toda Luz viene de la Razón y la Razón es lo único que permite al hombre comprender la naturaleza de las cosas remontándose a la causa que las produce. Los masones trabajan y callan. Pero en este tema concreto, y ahora, no pueden ni deben callar. Hacerlo, sería limitar nuestra Fraternidad a iluminarse sin dar luz. Quizás no sea necesario ni lo más indicado llamar a los Hermanos al trabajo contra esta plaga. Pero sí estudiarla y analizarla, profundizando en sus causas y exponer abiertamente al mundo el resultado de nuestros estudios. Queda, pues abierto, el Foro. Que el Gran Arquitecto del Universo se digne hacerlo útil para aportar un gramo de cordura a esta enloquecida Europa. A A A Gcdcó S.P.V. Gran Primer Vigilante de la Gran Logia de Catalunya ACOSO EN EL TRABAJO: Un problema de ayer y de hoy t-»l acoso sexual en el trabajo está tomando unos incrementos impensables. En Alemania, estudios recientes nos dicen que el 92% de las mujeres trabajadoras han sido, en un momento u otro, molestadas por sus superiores con requerimientos no deseados. En Japón la cifra es algo menos abultada, con la diferencia de que allí, en lugar de ser acosadas, son directamente violadas. En otros países europeos, aunque las estadísticas se mantienen por debajo de estas cantidades, se reconoce como normal la existencia de casos de abuso sexual de mujeres por parte de los superiores jerárquicos. En España, y a tenor de trabajos realizados en nuestros Talleres, podemos asegurar que el número de mujeres molestadas es importante. Más aún, matizamos que una mayoría de casos se dan en empresas u organismos que debieran ser, por su naturaleza, ejemplarizadores, lo que convierte el hecho en más repulsivo incluso, si cabe utilizar esta expresión. Estamos, pues, ante un problema con dimensión mundial, de características medievales, pero del todo vigente y actual en los albores del siglo xxi. Desalentador, aunque correspondiente, si tenemos en cuenta que se desarrolla dentro de una sociedad donde se permite que un juez determine la agresión como justificada si la falda de la víctima es algo más corta que su propia concupiscencia. No queremos, sin embargo, caer en extremismos genéricos y olvidarnos que existen también casos de provocación intencionada, en los que el camino es facilitado interesadamente, llegando incluso a la presunción de la intimidad con el superior. La propia Biblia cita el -caso de la mujer de Putifar para alertarnos sobre los ardides de la hembra desairada. Pero tales situaciones, que ciertamente se dan, son un grano de arena en un desierto, comparadas cuantitativamente con los casos de auténtico acoso sexual que padece la mujer en sus relaciones laborales y frente a los que se halla relativamente indefensa. Cierto que existen algunas leyes encaminadas a protegerla de semejante villanía, pero no debemos olvidar que las mismas son coetáneas a un mercado laboral en crisis, con limitadas posibilidades de promoción profesional y un extendido temor a presentar la denuncia, que muchas veces es más objeto de burla que de apoyo y comprensión, ante una sociedad regentada por machos, más que seres humanos. De nuestros estudios sobre el tema se desprende cómo la víctima más propiciatoria es la mujer separada, la viuda o soltera con hijos, de mediana edad y con responsabilidades de cargas familiares. En una palabra, las que precisan el trabajo con mayor urgencia y que por su edad no pueden alegar inocencia, desconocimiento del riesgo, ni negación del consentimiento, y por tanto proscritas a un obligado silencio que es la salvaguarda del villano. Simultáneamente a este acoso de tipo sexual, no podemos ni debemos olvidar el ideológico, practicado intensa y abiertamente en los regímenes totalitarios y que afecta, en su caso, por igual a mujeres que a hombres. Se traduce en tener que aceptar, con objeto de conservar el puesto de trabajo o poder optar a una promoción, situaciones, hechos, posicionamientos o ideologías contrarias a las propias creencias u opiniones. ¿Qué hace posible, cuáles son las causas de que tales situaciones, que deberían estar ampliamente superadas en nuestra sociedad occidental, que al desarrollarse dentro de un Estado de Derecho hace a todos los ciudadanos iguales ante la Ley, persistan, al parecer, como una herencia insoslayable de costumbres y épocas pasadas? Lamentablemente, vemos, situación tras situación, cómo las grandes empresas entregan la administración de los empleos a personas cuya moral no se cuestiona. Técnicos formados exclusivamente en la ciencia de la competitividad, la cual ejercen con mayor o menor fortuna, pero cuya formación humanística no se ha requerido y cuyos valores morales no les ha sido necesario acreditar. Sobre esta premisa, y a partir de este momento, cualquier abuso moral que ocurra no puede ni debe extrañarnos. No pueden esperarse límites morales si la filosofía total de la empresa se rige por la más absoluta inmoralidad. Hasta diríamos más; parece demostrado que, en muchos casos, la presencia entre los cuadros directivos de personas preocupadas por este concepto esencial resulta enojosa y molesta. Quien no se presta a la complicidad, deviene en conflictivo, y se convierte en alguien al que es mejor separar, degradar y, si es posible, retirar del mando. Los masones no podemos asistir indiferentes a esta degradación. Ocupamos, a nivel mundial, suficientes lugares destacados en la sociedad y nuestra área de influencia es lo suficientemente amplia para admitir que el materialismo sea aceptado como un mal menor. Por ello, me permito convocar a los Venerables de todas nuestras Respetables Logias a un trabajo común de análisis del tema, de propuestas jurídicas, de amparo legal, y de defensa a nivel mundial de los afectados, de modo que no tengamos que seguir soportando por más tiempo que el trabajador -hombre o mujer- se vea en la alternativa de tener que aceptar otras cargas que aquellas que se contemplan en su contrato laboral. Tenemos muy clara la matización diferenciadora entre el lógico atractivo y posible intimidad voluntaria entre dos seres que comparten horas y responsabilidades y el abuso desde la jerarquía. También tenemos el poder de nuestra propia discreción y de nuestra versatilidad. Agrupamos, en nuestra Fraternidad, personas con la formación necesaria para afrontar desde el estudio legal a la defensa jurídica de quien sufra esta opresión. Y tenemos el derecho y el deber de la defensa de estas víctimas, hasta sus últimas consecuencias. La Masonería, como Institución, no puede ni debe asumir esta tarea. Los masones, como tales, no pueden eludirla. Que nadie se espante, pues, de esta propuesta de trabajo en el primer número de nuestra revista. Abogamos por un nuevo estilo más dinámico. No podemos limitar nuestros trabajos a planteamientos teóricos. Cuando buscamos la Luz, en nuestros Talleres, es para irradiarla luego, individualmente, en nuestras distintas actividades en el mundo profano. Cada uno, desde sus respectivas posibilidades, en sus propios ambientes, pero compartiendo el formal compromiso de defender a una aquello que aprobamos como causa común tras cuantas matizaciones hayan sido necesarias. La Redacción de ACACIA se brinda a servir de vehículo de transmisión de cuantos trabajos le lleguen en este sentido, desde las diferentes Potencias. Usémoslo. La libertad del ser humano es nuestro primer compromiso. Cumplamos con él. A A A José Torrcgrosa y Vallcaneraq Grado 33 Soberano Gran Comendador «De Honor Ad Vitam» Supremo Consejo para España LA MASONERÍA Y LA IGLESIA L a Masonería española, alI re- opinión todavía intransigente de surgir de nuevo en la actual era algún sector integrista- que la Igle40 sia católica latina posee un nuevo democrática, después de más de>40 nina Código de derecho canónico, que años durmiente, analiza y examina lica, entró en vigor el 17 de noviembre sus relaciones con la Iglesia católica, con el deseo ferviente y fraternalil de de 1983, por el cual se restringen las entablar contactos espirituales que diversas causas de excomunión del jnta antiguo Código, entre ellas la conpermitan una colaboración conjunta cón cerniente a la Masonería, formaen la obra común de regeneración lizando una liberalidad más amplia moral del pueblo español. en sus concepciones. :ión Nos consta que la apreciación • Sin embargo, debemos destacar actual de la Iglesia católica con ela relación a la Masonería suscita ya los razonamiento de L'Observatore >n y Romano al manifestar, pese al nuenuevos destellos de comprensión ri- vo Código citado, que los «principios modifica concepciones antiguass rigurosas e injustas para con ella, a, y de la Masonería y los de la fe crisüaque algunas voces de altas autouto- na son fundamentalmente inconciridades eclesiásticas reconoceni el Hables, y que el inscribirse en las filas carácter humanitario y fraternal1 de de de una equivale a separarse de la nuestra institución; y aún más hoy otra». Consideramos inadecuada tal en día nos place conocer -pese a la la expresión, pues la realidad nos demuestra que la Masonería en el mundo occidental, con sus diversos ritos, y en la mayoría el Rito Escocés antiguo y aceptado, proveniente de las Constituciones de Anderson, está nutrida en gran proporción por miembros cristianos que se desenvuelven y trabajan en sus respectivos Talleres y Grandes Logias, con los Evangelios en el altar de sus Templos y con el apoyo y adhesión de las confesiones y religiones cristianas, con la excepción 'del catolicismo. Podemos afirmar, también, que la Iglesia cristiana -compendio de la ortodoxa, católica y protestante aceptando la creencia en Jesucristoy la Masonería universal no se sitúan absolutamente en el mismo plano ni propugnan la misma finalidad, pues el cristianismo es una religión que se consagra a la salvación del hombre y a su vida eternal, estimulándole para ganar el cielo, mientras que la Masonería estima solamente permitirle la organización de su vida en la tierra y el estudio, capacitación y perfeccionamiento filosófico y espiritual, lo cual en manera alguna está en contradicción o en oposición con ninguna Iglesia. Durante el exilio en el extranjero, destacadas personalidades masónicas españolas mantuvieron relaciones de amistad con representantes de las diferentes Iglesias y confesiones religiosas de diversos países europeos, en todas las cuales reinó siempre un espíritu de conciliación y de armonía que expresan y avecinan una mayor compenetración con la obra común de defensa de la espiritualidad y fraternidad humana. Esto fue fácilmente conciliable debido a que la Masonería universal se desenvuelve ampliamente en todas las naciones democráticas de Occidente y que las relaciones espirituales que ella practica con las instituciones religiosas son perfectamente cordiales e impregnadas de fraternidad. Por tal motivo, con el resurgimiento de la Masonería española en territorio propio y con el interés de dar a conocer todo cuanto a ella concierne en su obra espiritual, su origen, organización y sus postulados fundamentales, tenemos el deber de instar y recabar en España iguales relaciones fraternales con las instituciones españolas religiosas y espirituales, ofreciendo nuestra sincera colaboración al fin común de salvaguardar a nuestra patria de los extremismos que le acechan, de subvenir a la consolidación de la democracia y de contribuir a la paz y a la fraternidad entre todos los españoles. La Masonería española, consecuente con sus principios, espera entablar relaciones con la Iglesia española y desenvolverlas impregnadas de Amor y de Paz en bien de ellas compendian el alma y espíritu de nuestra nación, de la nueva España, con su Constitución democrática, y de la otra, emigrante y dispersa por todo el mundo, sin olvidar a la gran masa de los 300 millones de seres de habla españoa que alrededor de nosotros gira anhelante, silenciosa y atenta, en espera de la realización de nuestra gran obra fraternal, entusiasta y espiritual y con la fe en la reconstrucción y engrandecimiento de nuestra patria. nuestra patria y de todos los españoles, propugnando establecer una vida común nacional entre todas aquellas instituciones que se consideren portadoras de un estandarte espiritual, moral o religioso, estimulando la práctica de la Virtud y, desprendiéndose de la intolerancia y del predominio, aportar donde hubiere tinieblas, odio o venganza, la Luz resplandeciente del amor y de la fraternidad. España necesita en los actuales momentos de la más grande compenetración espiritual para ayudarla a obtener los objetivos propuestos en su proceso de democratización. Y la unidad espiritual de todas las instituciones morales y religiosas es imprescindible para su desarrollo y consolidación. España, la nueva España, despierta ahora con la expresión de libertad democrática que el pueblo se ha señalado; y la misión espiritual que nos compete no puede ni debe defraudar las aspiraciones de los españoles que en su período de transición han sabido, con calma y entereza, iniciar la gran obra histórica de su democratización. Una nueva civilización se nos aparece a pasos de gigante y es necesario el esfuerzo y sacrificio de todos los hombres de buena voluntad para llevar a cabo la gran obra moral, social y espiritual que nuestra patria reclama para su engrandecimiento y dignificación. Si los políticos, estadistas y científicos de nuestra España tienen la enorme y alta responsabilidad de su destino en esta nueva aurora resplandeciente del pueblo español, las fuerzas espirituales, representadas por sus instituciones respectivas, la tienen aún más, porque A La Iglesia, como la Masonería y los demás organismos espirituales, tiene la responsabilidad el momento actual de nuestra patria, y acunándonos en las palabras del Cardenal Tarancón, debemos ser el instrumento de reconciliación de nuestro pueblo, acercándonos a él, infundiéndole confianza y fe en nuestro destino y, con la práctica de la convivencia y de la fraternidad, elevar a España hacia nuevas cumbresflorecientesde Amor y de Paz. A A 9Á0%I%J%WH£M!A(;Ó En Miquel era membre de la meva Logia mare. Era present al moment en qué vareig ser instituit francmacó. I va estar al meu costat al rebre els augments de salari. Várem guarnir els nostres manils el mateix dia. Com a francmacó era Germá. Per tot el dit ho era mes entranyable. Visquérem moments molt emotius plegats. Várem treballar amb molts planys i les nostres matitzacions no varen ser sempre coincidents. Les seves sempre em varen enriquir. Apassionat defensor deis seus criteris, de vehement eloqüéncia, la reflexió i la tolerancia el feien un magnífic home de síntesi. Miquel a emprés el llarg viatge. Ho ha fet per voluntat propia, amb els guarniments exteriors del seu grau i condició. Pero és el seu interior el que vull recordar, el que va voler viure com a francmacó. La seva voluntat de fer deis nostres principis-moráis una forma de vida, va ser la seva gran aportado en aquest moment de recuperado de la nostra fraternitat: el Temple per rebre la Llum, el món per expandir-la. Obligacions profanes no varen permetre la meva presencia ais ades d'acomiadament. Permeteu-me usar la nostra revista per dir-li al Món Francmagónic unes paraules que em dicta el cor: íMiqueC, mai morirás en eCnostre record, perqué ía teva vida será per sempre un record i un e\emp(e, Cjrácks per haver-Ca voígut compartir amb nosattres. G. Gedeó En nom de tots els teus GG. de La Gran Logia de Catalunya In memoriam de Miquel Cuadrat ACACIA ha nacido para servir. Nada más la mueve, ni otra razón impulsa a sus promotores, que la de ser útil como herramienta de perfeccionamiento y mejora individual y colectiva. No es una obra individual ni cerrada a una sola idea, por lo que sus páginas están abiertas a todos. Queremos invitar desde aquí a todo aquel, Masón o no, que tenga algo que decir o aportar en pro de los derechos del hombre o de libertad, igualdad y fraternidad que la Orden Masónica profesa. También queremos que sirva como vínculo de comunicación del pensamiento entre las distintas Obediencias en los diferentes países, especialmente los que compartimos la misma lengua. No obstante, dentro de nuestro principio Universalista, consideramos que el idioma no debe ser en absoluto elemento generador de discrepancias y menos aún limitador de la comunicación. Por ello, y en la búsqueda de una mayor fidelidad al pensamiento original de nuestros colaboradores, ACACIA es polilingüe. Los artículos se publican en el idioma original en que han sido escritos. Si en algún caso deseas recibir el contenido de alguno de ellos traducido a otro idioma, basta con que lo solicites y gustosamente atenderemos, dentro de las posibilidades, la demanda. A la vez, queremos que cumpla su función como medio difusor del pensamiento masónico ante las Instituciones Públicas y, en especial, a todos ¡os que por su forma de ser y de pensar coinciden y comparten personalmente, sin saberlo quizás, con los ideales y postulados fundamentales por los que la Masonería ha luchado, lucha y seguirá luchando durante Siglos: el derecho del hombre a decidir por sí mismo en base a su propia razón. Por eso, si sabes de personas que apreciarían su contenido o amigos que te interesa la reciban, no tienes más que indicarnos su dirección completa y se la enviaremos sin compromiso alguno. Por último si deseas recibir regularmente todos los números que vayan apareciendo de ACACIA, si tienes algún comentario o algo que comunicarnos, te rogamos nos lo indiques, utilizando para ello el impreso que ponemos a tu disposición al reverso de esta página. ¡GRACIAS por tu generosa atención y colaboración! 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