ACACIA
G R A N D E
VOLUMEN - 1
O R I E N T E
E S P A Ñ O L
N-1
CfiDOO
a IMS
i
CEDOC
Vol. I
ACACIA
EDITORIAL
SALUTACIONES
HISTORIA
El Grande Oriente Español
A.VILADO!
N9 1
3
5
9
DIVULGACIÓN
¿Qué es la Masonería?
¿Cuáles son las finalidades de la Masonería
15
20
RITO
El Escocismo y los Altos Grados
24
REFLEXIÓN
Espiritualidad y humanismo
27
¿Pagus...?
30
BIOGRAFÍA
En memoria del hermano Mozart
35
ESTUDIO
Inteligencia y Cretinismo
41
ENSAYO
Importancia matemática y filosófica del C e r o
La Gran Pirámide de Keops
46
49
ACTUALIDAD
Xenofobia, ¿mal natural o provocado?
Acoso en el trabajo: un problema de ayer y de hoy
La Masonería y la Iglesia
INMEMORIAM
INVITACIÓN
52
55
59
62
63
ACACIA. Boletín Oficial del Grande Oriente Español. Asociación inscrita en el Ministerio del
Interior con el ng 32.886, CIFG-78884921. Redacción y Administración: En Madrid (Apdo.
21.003 -29080 MADRID). En Barcelona (Montmajor 11-13, entlo. D -08031 BARCELONA)
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Llull, 5-9. Pol. Ind. «Can Trias» VILADECAVALLS (Barcelona) España. D.L. 41.993-1991.
ACACIA es una publicación interna del «Grande Oriente Español», que se distribuye gratuitamente a sus componentes. Dignatarios de la Masonería Universal y amigos que lo solicitan en
todos los países del mundo. No se vende ni se cobra por la suscripción.
Franjáis
C'est.avecuneémotionprofondequ'apréslongueetpéniblesannéesdusilenceforcéenrexil,
le GrandOríentEspagnol, a l'honneurdeprésenterau monde, maconnique etprofane, ceprémier
n!deACACIA.Nousprétendomsatteindredeuxobjectifsdifférents,sib¡enqu'ilss'enconnectent.
Leprémier,versl'¡ntérieur,s'ycentreenconstituerunedoubleplate-formedeprojectionenméme
tempsquedecaptationdelapenséemagonnique.Sespagessont,parconséquence,ouvertes
á tous les Ireres magons, espagnols ou étrangers, sans distinction ¡nstitutlonnel, qu'aientun
message ácommuniqueraveclesidéalesqu'inspirenotreOrdre,savisiondu
monde el son
message sociald'universalisme, toléranceetétre bien ensemble avec tous les hommes.
Ledeuxiéme, vers le mondeprofane, estacheminé á facilítenme image réelle ei équilibrée de la
Fraternitéetdurólequ'ellejoueaumondeactuelle(d'aujourd'hui).Contrecarrer,d'aucunefagon,
les resultáis funestes dequelquesdécadesdeconventionnalismes,moyennant unportrait
legitime de cequ'étaít la magonnerie.c'est que suitreprésentant,dedansetdehors de nos
frontiéres.enladéfensedeladémocratieetleprogrésdel'étatetdubien-étre.
Depu¡sleXVIIIéme.siécle,leGrandOr¡entEspagnolaété,danslamagconnerieínternacionale,
un symbole sincere de tenacitéetsacrifice en défensedeces ideales. Lesangde ses martyres
aarroséabondantementcepaysenqueactuellements'yaffirmejouird'unrégimedelibertélequelest un entre les plus avancé duplanéte.Caneveuxpas diré que le róledelamagonnerie
espagnoleestterminé.Lesproblémescreésparl'evidentvideenladimensionspirituelethumanistedeshommes,suiventengendre,n'importeoü,dessituat¡onsangoissantesetilfautquenous
intervenions,sionveuxéviterquelasociététombeenradicalismesextrémistes,quiterminent
poursetransformereux-mémesensesbourreaux.Etlamagonnerieabeaucoupádireetáfaire.
Parconséquence, c'eslíe désirdu GrandOríentEspagnol, utiítsercettetríbune internacionale
d'opinionpourparleretpourécouter. Fairearriversa voixau monde, aumémetemps que,
réciproquement.prétel'attentionacequelemondeaádire.
English
Itis with deep emotion that, afterlongandpainfulyears offorcedsilencein exile, the Grate Orient
ofSpainfeelshonoredtointroducethisfirstissueofACACIAtotheMasonicandlayworld.We
propose,with thispublication,toreachtwodifferent,albe¡trelated,goals.
First, inwardly, the goalistosetadoubleplatform.bothofoutreach
and otpersuasión to the
masonicídeas. Itspagesare, therefore, opentoall masón brethren, spanishorforeign, without
anyinstitutionaldiscrimination.whichmayhaveamessagetheywanttospreadhavingtodowith
the principies underlyingourOrder.itsworldvisión, and its social message otUniversality,
Tolerance,andCoexistenceamongstmen.
Second,addressingthelayworld,ithasthepurposeofgivingarealandbalancedviewofthe
Brotherhoodanditsroleinthepresentworldandsociety. Tocounteract, insomeway, thefateful
resultsofdecadesoffalsecommonplaces.bymeansofalegitimateportraitofwhatMasonryhas
been,is,andrepresents,withinandwithoutourborders,forthemaintenanceofdemocracyand
theturtheranceofthewelfarestate.
FromtheXVIIIcenturyonwards,theGrateOrientofSpainhasbeen,within¡nternat¡onalMasonry,
atruesymbolofenduranceandsacrificeinthedetenseoftheseprinciples.Thebloodofitsmartyrs
has wateredabundantiyhis earth where nowweaffirm we enjoya regime offreedoms amongst
the mostadvancedin the planet.Butitdoesnot mean that SpanishMasonry has finishedits
mission.Theproblemscreatedbyanevidentvacuumastohespirítualandhumanisticdimension
otman keepproducingtroubüngconditionseverywhere/mwhich itis absolutelynecessaryto
¡ntervene,ifwewishtoavoidsocietyfallingintoextremistradicalisms,whichendinbecoming
society'sownexecutioners.AndMasonryhasmuchtodoanttosayaboutit.
ThereforeJheGrateOrientofSpainwishestousethisinternationalopinionforumtoexpressitself
andto listen as well toprojectits volee lo the worldat the same time as, conversely, listeningin
itspagestothemanythingstheworldhastosaytoit.
Es con profunda emoción que, tras largos y penosos años de
forzado silencio en el exilio, el Grande Oriente Español se honra
en presentar al mundo, masónico y profano, este primer número de
ACACIA. Con ella pretendemos alcanzar dos objetivos distintos,
aunque conexos entre si:
El primero, cara al interior, se centra en constituir una doble
plataforma, de proyección a la vez que de captación del pensamiento masónico. Sus páginas están, por tal motivo, abiertas a todos los
hermanos masones, españoles o extranjeros, sin distinciones institucionales, que tengan un mensaje que comunicar en relación con
los principios que inspiran nuestra Orden, su visión del mundo y su
mensaje social de universalismo, de tolerancia y convivencia entre los
hombres.
El segundo, dirigido al mundo profano, va encaminado a facilitar
una imagen real y equilibrada de la Fraternidad y su papel en la sociedad actual. Contrarrestar, de algún modo, los resultados funestos
de varias décadas de convencionalismos, mediante un retrato legítimo
de lo que la masonería ha sido, es y sigue representando, dentro y fuera de nuestras fronteras, en el mantenimiento de la democracia y el
progreso del estado del bienestar.
Desde el siglo xvm el Grande Oriente Español ha sido, dentro de
la masonería internacional, un verdadero símbolo de tenacidad y sacrificio en la defensa de estos principios. La sangre de sus mártires ha
regado abundantemente esta tierra en la que actualmente afirmamos
disfrutar de un régimen de libertades que se sitúa entre los más avanzados
del planeta.
Mas no cabe, por ello, decir que la masonería española haya completado su papel. Los problemas creados por un vacío patente en la
dimensión espiritual y humanista del hombre, siguen generando por
doquier situaciones angustiosas en las que es imperioso intervenir, si
hemos de evitar que la sociedad caiga en radicalismos extremistas, que
acaban por transformarse en sus propios verdugos. Y en ello, la
Masonería tiene mucho que hacer y que decir.
El Grande Oriente Español desea, por tanto, utilizar esta tribuna internacional de opinión para hablar y para escuchar. Hacer llegar su voz
al mundo a la vez que, reciprocanmente, atiende en sus páginas a lo
mucho que el mundo tiene por decir.
FRANCISCO JOSÉ ALONSO RODRÍGUEZ
Gran Maestre
del Grande Oriente Español
La Grande Loge de France est hereuse de voir naítre une nouvelle
revue maconnique.
II est en effet de notre tradition d'accueillir avec fraternité, dans le
paysage maconnique européen, toutes les initiatives qui permettent
d'approfondir la dimensión spirituelle et humaniste de l'Ordre maconnique en son ensemble.
Par delá les questions institutionnelles, par delá les reconnaissances,
il est important que, á l'heure oú l'Europe se reconstruit, les Macons
soient capables d'approfondir leurs propres traditions de maniere á
promouvoir leurs idéaux de tolérance, d'universalité, de liberté, d'égalité,
de fraternité.
La Grande Loge de France se congratula de ver nacer una nueva
publicación masónica.
Forma parte de nuestra tradición acoger con fraternidad, dentro del
paisaje masónico europeo, todas las iniciativas que conduzcan a profundizar en la dimensión espiritual y humanista de la Orden masónica en su
conjunto.
Mas allá de las cuestiones puramente institucionales, por encima de
los mutuos reconocimientos, lo verdaderamente importante, en este momento en que Europa se reconstruye, es que los Masones sean capaces de
profundizar en sus propias tradiciones, como medio para promover sus
ideales de tolerancia, de universalismo, de libertad, de igualdad y
fraternidad.
MlCHEL BARAT
Grand Maltre
^Ztartid Uu&rU c¿e KJA¿WIC&
«...les liens qui unissent le Grand Orient de France et le Grand Orient
d'Espagne sont anciens et le rétablissement des relations amicales m'apparalt
comme garant du développement de la Maconnerie Libérale en Europe...»
«... los lazos que unen al Grand Orient de France con el Grande Oriente Español
son antiguos y el restablecimiento de relaciones amistosas me parece una garantía
del desarrollo de la Masonería Liberal en Europa...»
JEAN ROBERT RAGACHE
Grand Ma'üre
du Grand Orient de France
GRANDE LOGE D E GRECE
«...the ideáis of Masonic Unity and Universality in which I do personally
believe should prevail throughout in our thoughts, speech and actions. In this
connection, I think it will be helpful that we maintain a communication with
your respected Grand Orient by exchanging information and publications
thereby helping and promoting our common cause.»
«...los ideales de Unidad y Universalismo Masónico en los que personalmente
creo deben prevalecer a través de nuestros pensamientos y acciones. En tal sentido,
creo que será beneficioso el mantener relaciones con vuestro respetado Grande
Oriente, intercambiando información y comunicaciones que ayuden a promover
nuestra causa común.»
J. TERZOPOULOS
Grand Master
of the Grande Loge de Gréce
Qkatfot ©rtenfc Íit stt mt 0
«... Portugal e Espanha viveram um período de historia com intensas perseguicóes durante décadas neste século, em que o fascismo de
ambos os países deixou marcas e feridas difíceis de desaparecer e de
sarar, dominando o obscurantismo e em que os direitos humanos foram
fortemente atingidos.
Mas podes crer que continuamos convosco sempre irmanados na
Tradicao e na vanguarda da Magonaria Liberal e Progressista.
A Magonaria Liberal na Europa merece-nos toda a atencáo e
reflexáo no sentido tamben em que ela poderá contribuir, no Mundo
actual que nos vivemos, para urna defesa sólida da Liberdade da
Laicidade e dos Direitos Humanos.
«... Portugal y España vivieron un período de su historia marcado por
intensas persecuciones durante este siglo, en el que el fascismo de ambos
países dejó marcas y heridas difíciles de desaparecer y sanar, dominando
un oscurantismo en el que los derechos humanos fueron fuertemente
restringidos.
Mas podéis tener la seguridad que continuamos con vosotros siempre
hermanados en la Tradición y en la vanguardia de la Masonería Liberal y
Progresista.
La Masonería Liberal en Europa merece toda nuestra atención y reflexión en el mismo sentido en que ella podrá contribuir, en el mundo
actual en que vivimos, a una defensa sólida de la Libertad, la Laicidad y
^^^
los Derechos Humanos.
'
RAMÓN DE LA FERIA
o Grao-Mestre da Maconaria portuguesa
Grande Oriente Lusitano
GRANDE ORIENTE
DO RIO GRANDE DO SUL
«Venho pormeio desta, transmitirminhasf elicitacóes pela sua iniciativa de
lancar a revista ACACIA. Estamos certo de que tal acontecimiento enriquecerá
o estudo e o relacionamento entre os Macons da Espanha e de outras partes
do mundo.
Noitro deseo e de estreitar os lacos de amizade existentes entre nossas
Potencias
Sen mais para o momento auguramos-lhe os mais significativos éxitos
nessa empreitada.
-LIBERADE, IGUALDADE E FRATERNIDADE PARA TODOS OS
POVOSPor medio de esta, deseo transmitir mis felicitaciones por su iniciativa de lanzar
la reuista ACACIA. Estamos seguros de que tal acontecimiento enriquecerá el
estudio y las relaciones entre los masones de España y de otras partes del mundo.
Nuestro deseo es el de estrechar los lazos de amistad existentes ya entre
nuestras Potencias.
Sin más por el momento le auguramos los más significativos éxitos en esa tarea.
-LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD PARA TODOS LOS PUEBLOS-
MILTON BARBOSA D A SILVA
Grao Mestre
do Grande Oriente Do Rio Grande Do Sul Brasil
gayw¿Logm
?>E COÍILÍL
«Esta publicación marcará sin duda un hito en el camino siempre ascendente
de esta Potencia Masónica»
/^
GONZALO FIGUEROA YAÑES
Representante
de la Gran Logia de Chile
Antonio M- Claret
Pérez Gangoso
Grado 33°
Secretario General
del Grande Oriente Español
EL GRANDE ORIENTE
ESPAÑOL
E « l día 9 de enero de 1889, tras la
fusión del GRAN ORIENTE NACIONAL
DE ESPAÑA con el GRAN ORIENTE
DE ESPAÑA, se constituyó en nuestra
patria un nuevo Cuerpo Masónico que,
el 21 de mayo, adoptó como título distintivo GRANDE ORIENTE ESPAÑOL.
Su impulsor fue el catedrático de Historia de la Universidad Central, abogado,
político y periodista, D. Miguel Morayta
y Sagrario. Este, hace más de cien años,
trató de realizar una vieja aspiración: la
unidad masónica.
No existe constancia documental de
la fecha en que Morayta ingresó en la
Francmasonería, aunque podemos situarla en vísperas de la Revolución de
1868; sí, en cambio, se sabe que fue
iniciado en la logia Mantuana n9 1 de
Madrid, auspiciada por el GRAN
ORIENTE DE ESPAÑA, tomando como
nombre simbólico «Pizarro» y llegando a
presidir el taller. En 1870 fue elevado al
grado 30 9 , y en 1871 al 33 9 .
El 16 de junio de 1889 fue aprobada
su Constitución, y el l 9 de julio se publicaba el primer número de su Boletín
Oficial.
Acogiéndose a la Ley de Asociaciones, el GRANDE ORIENTE ESPAÑOL
presentó sus Estatutos en el Gobierno
Civil de Madrid (el 5 de julio de 1889),
adquiriendo personalidad jurídica el 7 de
agosto siguiente. Esta circunstancia le
permitió actuar ante los tribunales y
proveerse en justicia como Sociedad de
Derecho Público, llevando al clérigo
Wenceslao Balaguer, director de la publicación castellonense «La Verdad», al
banquillo, acusado de calumnias e injurias a la Masonería Española.
El GRANDE ORIENTE experimentó
un rápido crecimiento, relacionándose
en su estadística de 1890 un total de 136
logias; y llegando a contar, en 1894
-año en que Morayta fue reelegido
Gran Maestre-, con 235 logias simbólicas, 7 de adopción, 4 Triángulos, 2
Grandes Consejos Regionales, 5 Capítulos del grado 18 9 , 11 Cámaras del
grado 30 9 y 25 garantes de amistad con
las potencias de su relación.
En 1895 se había instalado en Cuba y Puerto Rico la Masonería Norteamericana, hecho que levantó protestas
en la Española, que consideró tal proceder como una ingerencia en su soberanía, y rehusó asistir a la reunión de
Supremos Consejos que en 1875 se celebró en Lausana.
Las Filipinas estaban entonces administradas por el clero; la mayoría de los
indígenas desconocían el castellano y los
frailes se oponían a que lo aprendieran,
pretextando que la barrera lingüística
contribuiría a mantenerlos en la «ortodoxia» -cuando en realidad lo que pretendían era ser los únicos intermediarios
entre aquéllos y la Metrópoli-.
El GRANDE ORIENTE ESPAÑOL
batalló contra este estado de cosas, propugnando el Asimilismo, iniciativa que
perseguía para el Archipiélago la representación parlamentaria y la plena aplicación de la Constitución y de las leyes
de Prensa y Asociación. José Rizal, Marcelo Hilario del Pilar y varios lideres
nacionalistas filipinos pertenecían al
GRANDE ORIENTE, organización que
inconsultamente fue acusada de incurrir
en responsabilidad por la pérdida de las
colonias. El gobierno español clausuró
las logias que trabajaban en Cuba, medida criticada públicamente por Morayta, y el 21 de agosto de 1896 el
Gobernador Civil de Madrid irrumpió
con la Policía en las sedes del GRANDE
ORIENTE ESPAÑOL y de la ASOCIACIÓN HISPANO-FIUPINA, apoderándose de diversa documentación y deteniendo a los directivos de ambas sociedades, entre los que se encontraba
Morayta, si bien fueron puestos rápidamente en libertad.
El 11 de junio de 1901 resultó
elegido Gran Maestre el diputado a
Cortes D. Emilio Menéndez Pallares, pasando Morayta a presidir el Supremo
Consejo del Grado 33°. Esta coyuntura
favoreció la federación de ambos Organismos en una administración común,
tras la reforma de la Constitución del
GRANDE ORIENTE (8 de marzo de
1903). Al frente de la Gran Maestría
fueron sucediéndose el General D. José
Marenco, nuevamente D. Miguel Morayta -reelegido el año 1906 hasta su
fallecimiento, acaecido en 1917- e, interinamente, D. Antonio López del Villar
y D. José Lescura Borras.
En 1917 fue nombrado Gran
Maestre en propiedad, el catedrático de
Psicología Experimental de la Universidad de Madrid, D. Luis Simarro Lacabra; durante su mandato se adoptó una
importante decisión: la cooperación del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL con la
Liga Española para la defensa de los
derechos del Hombre y del Ciudadano,
en cuyo Comité Nacional figuraban
Diego Martínez Barrio, Augusto Barcia
Trelles y Eduardo Ortega y Gasset.
Con la Dictadura del General Primo
de Rivera, la Francmasonería atravesó
un difícil período; las relaciones oficiales
con el Directorio se mantuvieron a través
de Augusto Barcia, quien las estableció
con el Vicepresidente, contralmirante
Magaz, el general Nouvilas y el coronel
Bazán, llegándose al compromiso de que
las autoridades del GRANDE ORIENTE
ESPAÑOL velaran por el apoliticismo
de las logias -el contralmirante Magaz
era un hombre moderado y conocedor
de la Institución, que contribuyó extraor-dinariamente a la fluidez de aquéllasD. Augusto Barcia y D. Enrique Barea
Pérez, Gran Maestre y Gran Secretario,
respectivamente, suscribieron, en 1924,
un nuevo Pacto con el Supremo Consejo del Grado 33°, en virtud del cual
se reconocía mutua exclusividad en ambas jurisdicciones. Patriota en su acción
y cosmopolita en su pensamiento, la Masonería alcanzó considerable desarrollo
entre los militares destacados en Marruecos, y, a pesar de los muchos obstáculos,
las autoridades extremaron su tolerancia
-se puede citar, por ejemplo, el caso del
general Barrera, que permitió la celebración en Barcelona de un congreso
masónico prohibido por el Dictador en
Madrid.
El 29 de enero de 1930 cayó la
Dictadura; el Boletín Oficial del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL saludó
el acontecimiento «ajeno a partidismos
políticos», congratulándose «no por espíritu sectario sino por amor a España,
a la libertad y a la justicia». La Dictablanda de Berenguer fue liquidada
por el Pacto de San Sebastián, que auspició una sublevación militar comunicada en la «logia Ibérica de Madrid», en
la que Fermín Galán juró proclamar la
República el día señalado por el Comité
Organizador.
El 14 de abril de 1931 se proclamó
la Segunda República, en cuyo Gobierno
Provisional los miembros del GRANDE
ORIENTE ESPAÑOL ocuparon cargos
de importancia: Diego Martínez Barrio,
la cartera de Comunicaciones; Alejandro
Lerroux -que al año siguiente se afiliaría
al taller «La Unión»-, la de Estado; Santiago Casares Quiroga, la de Marina;
Marcelino Domingo Sanjuán, la de Instrucción Pública; Alvaro de Albornoz
Liminiana, la de Fomento; Fernando de
los Ríos Urruti, la de Justicia; Luis
Nicolau D'Olwer, la de Economía; Azaña
-que fue iniciado el 2 de marzo de
1932-, la de Guerra.
Además eran masones 15 Directores
generales, 5 Subsecretarios, 5 Embajadores... y, aparte de otros políticos e
intelectuales, cuya enumeración sería
prolija, contaba en el Ejército con los
Generales de División: Eduardo LópezOchoa y Bortuondo -que en los primeros meses de la Guerra Civil sería asesinado por milicianos anarquistas, y cuya
cabeza clavada en una pica fue paseada
por las calles de Madrid-; D. Miguel
Cabanellas Ferrer; D. Agustín Gómez
Morato; D. José Riquelme y López Bago; D. Miguel Núñez de Prado y Subielas
-asesinado por los «nacionales»-; D.
José Sánchez-Ocaña y Beltrán; D. Juan
García Gómez Caminero; D. José Fernández-Villa Abrile-Calivara; y D. Nicolás Molero Lobo. Los Generales de Brigada: D. Juan Urbano Palma, D. Francisco Llano de la Encomienda, D. José
Miaja Menant, D. Manuel de la Cruz
Buollona, D. Sebastián Pozas Perea, D.
Toribio Martínez Cabrera, D. Leopoldo
Jiménez García, D. Rafael López
Gómez, D. Femando Martínez Monje,
D. Luis Castellón Pantoja, D. Manuel
Romerales Quintero -asesinado en Melilla, en el Alzamiento militar de 1936y D. Jacinto Fernández Ampón; y numerosos jefes, oficiales y suboficiales.
En la Cámara, 152 diputados pertenecían a la Orden: 136 de ellos al
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL y 16 a
la GRAN LOGIA ESPAÑOLA.
En un ambiente de mayor libertad se
celebró la «X Asamblea Nacional» del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL (5 y 6
de julio de 1931), en el curso de la cual
Diego Martínez Barrio sucedió en la
Gran Maestría al catedrático Demófilo
de Buen Lozano, acordándose el traslado de la sede a Madrid.
En el año 1933 se elaboró la nueva
Constitución del GRANDE ORIENTE
ESPAÑOL, estableciendo en el apartado I de su Declaración de Principios los
siguientes:
«La Francmasonería es un
movimiento del espíritu dentro
del cual tienen cabida todas las
tendencias y convicciones favorables al mejoramiento moral y
material del género humano.»
«La Francmasonería no se
hace órgano de ninguna tendencia política o social determinada. Su misión es ¡a de estudiar desinteresadamente
todos
los problemas que conciernen a
la humanidad, para hacer su
vida más fraternal... La Francmasonería declara reconocer
por base de su trabajo un Prin-
cipio Superior e Ideal, el cual es
generalmente conocido con la
denominación Gran Arquitecto
del Universo. No recomienda ni
combate ninguna
convicción
religiosa, y ni puede, ni debe, ni
quiere poner límites, con afirmaciones dogmáticas sobre la
Causa Suprema, a las posibilidades de libre investigación de
la verdad...»
Las medidas regresivas adoptadas
durante el Bienio Negro (1933-1935)
provocaron reacciones en determinados talleres, destacando la declaración
aprobada por la Gran Logia Regional
de Marruecos:
í- La Masonería Española considera
indigno llevar el título de republicano
al actual gobierno.
2- Su Gran Maestre abandonará el
mismo y provocará su crisis, impidiendo con su conducta la formación
de un gobierno que tenga mayoría en
las Cortes, y por lo tanto provocará su disolución (17 febrero 1934).
A primeros de marzo, Martínez
Barrio dimitió de su cargo como Ministro
de la Gobernación, e hizo pública su
mptura con el Partido Radical, al prosperar la Ley de Amnistía que reintegraba
al Ejército a Sanjurjo y a los sublevados,
el año 1932 -este cabecilla se libró en
su día de la pena capital, gracias a la
iniciativa de indulto propuesto por
Azaña al Presidente de la República,
medida apoyada por las logias del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL, que
cursaron telegramas de felicitación a los
titulares de ambas magistraturas.
Diego Martínez Barrio presentó su
dimisión de la Gran Maestría, alegando
que «no se debían tener cargos, cuando
por ineludibles deberes de orden profano no se podían consagrar al servicio de
la Francmasonería el esfuerzo y tiempo
necesarios» (26 de mayo de 1934), sucediéndole, al año siguiente, el Jefe de
la Armada, Ángel Rizo Bayona.
En octubre de 1934 sacudió a España un movimiento revolucionario
encaminado a impedir el ejercicio del
poder a la coalición de centro-derecha.
Las operaciones para restablecer el orden corrieron en Asturias a cargo del
general francmasón López-Ochoa, cuya
condición facilitó las negociaciones con
el líder revolucionario González Peña,
que culminaron en la entrega de armamento y de 14.000.000 de pts., sustraídas por los insurrectos del Banco de
España.
Al estallar la Rebelión de 1936,
Azaña encargó a Martínez Barrio la formación de un gobierno que pactara con
los insurgentes, confiando en su talante
moderado, su tendencia a «buscar zonas
de armonía» y en que su condición
francmasónica convenciera al hermano
Cabanellas, ganando para la causa republicana a los altos mandos afiliados a la
Institución. Fue inútil. Apenas establecidos los enclaves rebeldes, se inició la persecución antimasónica: el «Decreto de
15 de septiembre de 1936» será el primer escalón de una sucesión de subterfugios jurídicos. Paralelamente, eran asesinados un gran número de miembros
del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL.
El historiador Ferrer Benimeli refiere
textualmente: de la logia Hermantia, de
Salamanca, fueron fusilados 30; de la
Constancia, de Zaragoza, otros 30. Del
Triángulo Zurbano, de Logroño, 15; del
Libertador, de Burgos, 7; y otros 7 del
Joaquín Costa, de Huesca. De la logia
Hijos de la Viuda, de Ceuta, 17; de la
logia Trafalgar, de Algeciras, 24; de la
Resurrección, de la Línea, 9; de la Fiat
Lux, de igual población, 3; de la Vicus,
de Vigo, todos. Todos los masones de
La Coruña fueron fusilados, entre ellos
el Comandante Quesada, Jefe de Seguridad, y el Capitán Tejero; todos los de
la Lucus (Lugo) y Zamora. Todos los de
las logias de Cádiz y Granada, hasta un
número de 54, fueron fusilados, entre
ellos el Oftalmólogo y Profesor de la
Facultad de Medicina, D. Rafael Duarte
y su hijo, también médico. También fueron asesinados los integrantes de varias
logias de Sevilla, entre ellos Fermín de
Zayas Molina, Coronel de Estado Mayor,
y su hijo. Así podríamos seguir con los
de Melilla, Tetuán, Las Palmas... donde
fueron eliminados; todavía en 1937 se
fusilaba diariamente a 80 personas, acusadas de francmasones.
Tras la Guerra Civil se promulgó la
siniestra «Ley para la Represión de la
Masonería y del Comunismo», de l 9 de
marzo de 1940, imponiendo su aberrante casuística penas de reclusión menor
(12 años y 1 dia a 20 años) a los miembros de la Institución que no se hubieran
retractado; penas que «por haber obtenido alguno de los grados del 18 al 33,
ambos inclusive, o bien haber tomado
parte en las Asambleas de la Asociación Masónica Internacional, o similares,
o en las Asambleas Nacionales del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL...» se
veían cualificadas a reclusión mayor
(20 años y 1 día a 30 años).
En 1943 el GRANDE ORIENTE
ESPAÑOL se reconstruyó en Méjico y
demás países del exilio. Y, nuevamente,
proliferaron las logias:
Presidente Cárdenas,
Presidente
Azaña y Presidente Companys, en
Méjico; la Esperanza, en Marsella
(1947); la Lealtad Española, en Nueva
York -a la que perteneció el general
José Asensio Torrado y el industrial Mendiguchía-; la Unión Hispana, en París-,
la Fraternidad, en Toulouse; la Unión,
también en Marsella; la Blasco Ibáñez,
en Casablanca; la Amistad Fraternal, en
Rabat; la Aníeo, en Tánger; la Fénix y
la Ulises, en Oran; la Hispano, en Argel;
la Patria, en Oujda; los Triángulos
Igualdad y Fraternidad, en Port Lyautey
(Kenitra); Libertad, en Agadir...
Durante el exilio falleció Lucio Martínez Gil, designado Gran Maestre en
1938. Le sucedieron: Antonio Montaner, Mateo Hernández Barroso y Juan
Grediaga Villa. A la muerte de este último (1970), ocupará la Gran Maestría el
escritor Jaime Fernández Gil de Terradillos, llamado a protagonizar importantes sucesos en la reciente historia del
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL.
La muerte de Franco era previsible.
El GRANDE ORIENTE ESPAÑOL inició
una discreta labor con el objetivo de
repatriar la Sociedad. El 2 de noviembre
de 1977 se celebró en Madrid la primera asamblea masónica tras la Guerra. Por
entonces, una gestión del GRANDE
ORIENTE ESPAÑOL, con M. Peridieu,
Presidente de la Fraternal Masónica
que agrupaba al 36% de los entonces
diputados de la Asamblea Parlamentaria
del Consejo de Europa, dio como resultado la incorporación de España a este
organismo. Inmediatamente, se solicitó
la legalización ante las Autoridades gubernativas; pero éstas, indecisas y refractarias, denegaron la autorización, que
debió imponerse en virtud de Sentencia
del Tribunal Supremo, dictada el 3 de
julio de 1979. Tras su inscripción en el
Registro Nacional de Asociaciones se inició la batalla legal para conseguir la devolución del patrimonio que al GRANDE
ORIENTE ESPAÑOL le había sido incautado durante la contienda civil; batalla que aún perdura, ya que la Sala de
lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional desestimó, el 15 de
marzo de 1989, la demanda interpuesta
a tal fin, señalando la vía política como
único medio para conseguir tal objeto,
sentencia recurrida y pendiente de resolución por el Supremo.
En 1988, Francisco José Alonso
Rodríguez sucedió en la Gran Maestría
a Antonio del Villar Massó. Reelegido
en 1990, el Simbolismo del GRANDE
ORIENTE ESPAÑOL normaliza sus relaciones masónicas con las Potencias
Internacionales e inicia, con la formación
bajo sus auspicios de la Gran Logia de
Cataluña, el establecimiento de Grandes
Logias Autónomas en las distintas comunidades aportando en la obra -nunca
interrumpida- esfuerzos y voluntades
que contribuyan al engrandecimiento
moral e intelectual de España, y a la
implantación de una civilización europea consciente de sus deberes históricos.
Heraldo R. R
Gran Orador
del
Grande Oriente Español
¿Qué es la
MASONERÍA?
IIntentar
encontrar una definición es casi siempre una tarea difícil
y a veces de resultados inexactos,
mucho más si se pretende estudiar
un concepto amplio y complejo como es el de Masonería.
Pese a esas limitaciones, se va a
esbozar una posible definición de
síntesis y descriptiva.
La Francmasonería es una
«ASOCIACIÓN UNIVERSAL,
FILANTRÓPICA,
FILOSÓFICA Y PROGRESIVA
que tiene como principios la
LIBERTAD, IGUALDAD,
FRATERNIDAD,
RACIONALIDAD
Y TOLERANCIA»
Conviene analizar y desarrollar,
uno por uno, los elementos de esta
definición.
ASOCIACIÓN
Una asociación, por lo general, es un grupo de personas que teniendo unas características iniciales
comunes se reúnen para el cumplimiento de una finalidad.
Para pertenecer a la asociación
Masónica se requiere ser hombre,
adulto, libre, tolerante y de buenas
costumbres, con suficiente discernimiento y ciertos recursos, para que
las obras de beneficencia que se
realicen no perjudiquen las obligaciones económicas familiares del
aspirante.
UNIVERSAL
La Masonería es una y Universal. Esto quiere decir dos cosas:
que la Francmasonería se extiende
por toda la tierra, y que sus principios son tan universales que pueden
tener validez en todo tiempo y en
cualquier lugar.
La Universalidad implica una
visión abierta del mundo y del
hombre, que en el fondo es un
«ciudadano del Universo».
FILANTRÓPICA
La Masonería actúa en beneficio de la Humanidad. Entre sus
objetivos está el de ayudar al hombre
a ser más libre, más ilustrado,-más
feliz. Por eso se dice en el Código
Moral Masónico que el verdadero
culto al G.A.D.U.'1' son las buenas
obras.
FILOSÓFICA
Hay en todo lo masónico una
búsqueda filosófica que puede llevar
a una Filosofía, una Ética y, lo que
es más importante, a una actitud ante la vida. Y precisamente por eso,
La Masonería es una forma de
vida. Se dice que el masón es un
filósofo práctico, porque sus ideas
no pueden ser sólo teóricas sino que
deben reflejarse en su estilo, práctica
vita! y en su conducta.
PROGRESIVA
Progreso significa marchar adelante; y es sinónimo de evolución,
transformación, avance, cambio,
adaptación. Lo contrario es el inmovilismo o la regresión. Progreso
implica variedad. Desde el punto de
vista físico y biológico, cuando se
progresa o evoluciona se pasa de lo
elemental a lo complejo, de lo homogéneo a lo diverso.
El progreso, desde el punto de
vista sociológico, es el conjunto de
los esfuerzos realizados para alcanzar formas superiores de existencia.
Negar este progreso es oponerse a
las nuevas ideas y al impulso imparable de los tiempos.
La Masonería es progresiva pues
apoya el progreso de la humanidad
(antiestatismo) y del conocimiento
(progresismo) y, además, porque
tiene como fin el perfeccionamiento
gradual y progresivo del hombre a
través del estudio, de la reflexión y
del intercambio pacífico de las ideas.
Tiene, por tanto, un componente pedagógico y progresivo pero no
dogmático, puesto que en la Masonería no hay dogmas ni verdades
de significación forzosa sino referentes intelectuales (simbólicos)
de libre interpretación.
LIBERTAD
IGUALDAD
La libertad es el derecho inherente al hombre que le faculta para
obrar como mejor le parezca, por lo
cual es dueño y responsable de sus
actos. Es la antítesis de la coacción.
Alguna vez he escrito que la libertad es la facultad de poder pensar
(libertad de pensamiento), hacer
(libertad de acción), decir (libertad
de expresión) y desplazarse (libertad
de movimiento) que tiene el hombre
y que, como consecuencia de todo
ello, implica poder ser. Es decir, el
hombre pasa a ser auténticamente
humano al vivir la vida como ejercicio de libertad.
La libertad debe ser el fundamento del Estado, del Derecho y del
Sistema Democrático. Ahora bien,
¿cómo llevar a una praxis jurídicopolítica este enunciado? Pues reconociendo y defendiendo todos los
Estados, los Derechos Fundamentales del Hombre.
La Masonería proclama la
libertad absoluta de pensamiento
y de conciencia, o sea, el librepensamiento. Quiere esto decir que
el masón debe ser libre en sus actos,
conciencia y opiniones.
La Masonería defiende la libertad y las libertades; y ese compromiso con la libertad se plasma
en la defensa de la Declaración
Universal de los Derechos del
Hombre.
Entre los masones no se conocen
distinciones, como puede ser la riqueza. En ese sentido se podría decir
que nadie es más que nadie. La
Masonería, como alguien ha dicho,
enseña a valorar a las personas en
función del verbo ser, no del verbo
tener. Cada uno vale por lo que es,
no por lo que tiene. Lo que distingue
al masón es su trabajo, su estudio,
su talento.
El fundamento de la igualdad es
que la presencia o raíz profunda de
cada hombre es idéntica (igualdad
de identidad, o al menos de especie)
a la de los demás y ello por las siguientes razones:
I a Porque pertenecemos a un
mismo todo.
2- Porque estamos unidos por
un origen biológico común.
a
3 Porque la vida forma una
unidad y esa unidad es la que
Masonería denomina «principio de la unidad del todo».
a
4 Porque en lo más pequeño y
elemental (célula, átomo) está
el misterio del todo.
Por esa identidad de origen
común, la Masonería reconoce que
los hombres han nacido iguales y,
por lo tanto, considera que no deben
existir diferencias de partida ya que
todas las personas están formadas
por un mismo principio, compuestas
de una misma materia, sujetas a las
mismas afecciones físicas y a las
mismas causas de destrucción.
Sin embargo, la igualdad para la
Masonería no es una igualdad cuartelera o uniformidad porque -como
señala acertadamente Espinar- no
es lo mismo un «igual derecho a
desarrollo» que un «derecho al desarrollo igual». Los diversos individuos
no pueden llegar, todos ellos, a unas
mismas metas, ya que sus condiciones naturales son distintas. Pero
tienen derecho a unas condiciones
sociales equivalentes. Lo contrario a
esto es lo que se llama privilegios.
La igualdad debe materializarse
como mínimo en la igualdad ante la
ley, la igualdad de oportunidades y
ausencia de discriminaciones y,
sobre todo, el respeto a la dignidad
del hombre.
La expresión en el orden político de la igualdad es la democracia
(cada persona un voto de idéntico
valor). Ésa es una de las razones del
compromiso de la Masonería con
el sistema democrático.
FRATERNIDAD
El masón debe considerar al otro
(al hombre o a la humanidad) como
un fin, nunca como un medio. Ello
implica no desear a los demás lo que
uno no desea para sí mismo.
El hecho de la iniciación, que
confiere la condición masónica,
hace que un masón, desde ese momento, sea hermano de todos los
masones de la tierra que le deben
ayuda y protección.
Eso es la hermandad o fratría,
como una familia de adopción. La
fraternidad significa uiuir auténticamente la solidaridad
como
verdadero compromiso de ayuda
mutua.
RACIONALIDAD
El masón debe desarrollar una
reflexión y una crítica propias. Debe
pensar por sí mismo, utilizando
elementos de análisis racional.
Cabe decir por extensión que
la Masonería es racionalista y
por tanto antidogmática, puesto
que la creencia en cualquier dogma
(sólo por el hecho de que sea
dogma) es algo contrario a los
principios de libre examen y de la
razón crítica.
La Masonería no reconoce
ninguna autoridad superior a la
razón humana; la verdad debe ser
para los masones lo que la razón
debidamente esclarecida determina. Porque racionalidad significa
luchar contra la ignorancia y los
prejuicios; queda fuera de lo masónico todo lo que sea superstición
o superchería.
TOLERANCIA
Es el hábito de respetar las opiniones en cualquier materia. En este
sentido el masón Saint-Exupéry
escribió: «Si tu pensamiento difiere
del mío, lejos de ofenderme me enriqueces». La tolerancia es un valor
fundamental de la Masonería, que
siempre ha postulado la libertad de
culto religioso y el respeto a la libre
manifestación de ideas políticas,
sociales o filosóficas.
La tolerancia implica un relativismo crítico según el cual es muy
difícil hablar de verdades absolutas.
Nos aproximaríamos al concepto
de tolerancia en la medida en que
fuésemos sustituyendo el dogmatismo por el relativismo, la coacción por el consenso, el Estado
policial por el Estado de Derecho.
En el fondo, ser tolerante es
aprender a entender a los demás,
poder trasladarse uno al punto
de vista del otro y, en consecuencia, tener un enfoque amplio,
abierto, de las cosas, de las ideas
y de la vida.
La tolerancia supone toda
una ética de la paz y del diálogo,
que es la antítesis de la intransigencia, del fanatismo y de todas
las dictaduras. A A A
(1) Abreviatura de «Gran Arquitecto del Universo», fundamento axiológico ambiguo,
simbólico y general, carente de significación forzosa y, por tanto, de libre interpretación,
que se utiliza muchas veces como un referente universal dentro de la Masonería.
Mandil d e Maestro ( é p o c a d e N a p o l e ó n I)
Francisco J o s é
Alonso Rodríguez
Grado 33°
Grart Maestre
del Grande Oriente Español
¿Cuáles son las finalidades
de la MASONERÍA?
x \ muchos, cuando por primera
vez oyen decir de alguien: «Fulano
es masón», les surgen en su mente,
de inmediato, una serie de preguntas: ¿Qué significa y en qué consiste
ser «masón»?, ¿es una religión, una
secta ocultista, un club filosófico, un
partido político, o qué?
El término «masón», de connotación francesa, significa constructor,
es decir, el que levanta desde sus cimientos un edificio. Antiguamente,
se aplicaba a los componentes de los
«gremios» o asociaciones de constructores que fueron los artífices de
las espléndidas catedrales, palacios
y edificios de Europa en la Edad
Media y el Renacimiento. Pero,
posteriormente, fue adquiriendo un
sentido figurado, aplicándose al que
construye simbólicamente el templo
de la ciencia y la virtud en su propia
personalidad. En otras palabras, masón es el hombre o mujer que construye, se esfuerza y trabaja en evolucionar, perfeccionándose tanto en
sus conocimientos científicos y filosóficos como en su comportamiento social y moral, utilizando para ello
las pautas y caminos trazados por la
antigua asociación de constructores
conocida como MASONERÍA y,
más correctamente, como FRANCMASONERÍA.
La institución francmasónica tiene, pues, el objetivo de constituirse
en guía de quienes buscan y anhelan
este perfeccionamiento, para lo cual
va desgranando una a una sus sabias
enseñanzas, en dosis graduadas o
«grados» y de acuerdo con los progresos realizados por cada uno de sus
miembros. De modo que a través del
estudio crítico y razonado de la filosofía se obtenga un mayor conocimiento
de las virtudes de la convivencia y del
modo de ponerlas en práctica.
¿Cabe, pues, decir que la Masonería
es una institución de carácter universitario, una escuela? Por supuesto que
no, siempre que entendamos como
«escuela» un lugar donde se imparten
clases sobre materias específicas basándose en unos textos, capacitando a los
alumnos para desempeñar, más tarde,
un trabajo con el que ganarse el propio
sustento.
La Masonería es más que esto. Va
mucho mas allá. En primer lugar su filosofía educativa y su enfoque pedagógico difieren totalmente de la de cualquier
escuela, en tanto que en lugar de exigir
el aprendizaje concreto y la aceptación
a priori de unos determinados postulados y principios, estimula la exposición
libre, la discusión ilustrada y el desarrollo de la imaginación y del pensamiento original como medio para conseguir
que cada cual llegue de por sí, a través
del estudio independiente y de la meditación profunda, a sus propias conclusiones lógicas, que le conduzcan a la
afirmación de sus convicciones.
Para ello, utiliza ampliamente el
símbolo y la alegoría, pero sin ofrecer para los mismos explicación fija
o dogmática alguna, antes bien dejando en libertad al iniciado para
que, ejercitando sus propias facultades deductivas e inductivas, llegue
a descifrarlos por sí mismo, aprendiendo en sus propias conclusiones
las provechosas y útiles lecciones
que encierran.
¿QUÉ UTILIDAD TIENE ESTO?
La historia muestra claramente
que de la Masonería han salido, en
todos los tiempos, hombres de gran
visión, acrisolado altruismo e inagotable energía, que han dado a la humanidad sus más grandes impulsos
de avance y progreso.
Hombres que descubrieron nuevos caminos para la raza humana
nutriéndose no de la certeza dogmática sino de la duda filosófica; y
para ello precisaron examinar, lo atípico, rechazando el conformismo
con lo vulgar, lo usual y corriente.
Hombres que dispusieron de una
maravillosa facultad: la imaginación
creadora. Y aferrados a ella, desecharon los cartabones, los textos
consagrados y los manuales establecidos, decidiéndose a recorrer
sendas supuestamente prohibidas
para el pensamiento; alcanzando y
aportando así soluciones a los problemas irresueltos por los esquemas
tradicionales.
La Masonería ha sido, a lo largo
de la historia, la única institución
que se ha percatado de la importantísima función de esta imaginación creadora en el desarrollo
evolutivo de la humanidad, descubriendo y aplicando un método
sencillo y eficaz para desarrollarla y
hacerla operativa en sus aspectos
más prácticos. Por ello ha sido, y
seguirá siendo, el semillero de
nuevas ideas, el portaestandarte de
las vanguardias, y la escuela en la
que se moldean los hombres marginales que viven y piensan entre el
hoy y el mañana... los conductores
de la humanidad.
Pero no se limita únicamente a
esto. La Masonería no se conforma
con que cada uno de sus miembros
se cultive y perfeccione a sí mismo
hasta convertirse en líder. Va más
allá. Trata de desarrollar en todos y
cada uno de ellos el firme sentimiento de la tolerancia y la convivencia, la fraternidad y la abnegación, encauzando cuidadosamente
todos sus esfuerzos hacia los nobles
fines de la justicia social, equidad,
libertad, auténtica democracia y
progreso material y espiritual para
la humanidad.
Dejaría la Masonería de ser
universal en sus finalidades si se
mostrara partidaria de algún «ismo»,
o enemiga de alguna religión. En su
seno admite a hombres de todas las
confesiones y se respetan todas las
creencias personales en sus distintas formas de rendir culto a Dios.
Por tal motivo, proscribe entre
sus componentes toda clase de
discusiones sobre las virtudes o
deméritos de tal o cual ideología religiosa, como no sea para reconocer
que todas ellas incluyen y representan modalidades distintas del
sentimiento innato en el hombre de
veneración hacia esa Entidad Suprema a quien se llama con distinto
nombre.
La Masonería resume todas esas
apelaciones en un denominador
común y le llama «Gran Arquitecto
del Universo», sin establecer ningún
culto especial para adorarle, puesto
que considera que todos son buenos
y aceptables en tanto nazcan de los
anhelos puros del hombre.
En concomitancia con estos
principios de libertad de conciencia
y de culto, la Masonería no permanece al margen de cualquier
violación de estos postulados, como
suele ocurrir cuando los ministros
de alguna religión (sea ésta cristiana,
mahometana, budista, etc.), o personas controladas bajo su influencia directa, detentan los poderes
públicos y la soberanía de los
pueblos.
Cuando las religiones, convertidas por los hombres en tiranías
esclavizadoras de las conciencias y
prostituidas en sus alianzas por la
ambición del poder temporal, pretenden sojuzgar a los hombres, la
Masonería se yergue como campeona de la legítima libertad religiosa, de
culto y de conciencia, de creer o de
no creer, del derecho del hombre a
atender únicamente a los dictados
íntimos de su razón. De ahí que,
aunque a veces y en algunos países,
ante la intransigencia y el totalitarismo, la Masonería se haya visto
obligada, en defensa de la libertad,
a adoptar posturas anticlericales;
mas no por ello es antirreligiosa.
En resumen, la Masonería no es
una religión, ni discute los principios
de ninguna religión; antes al contrario, las respeta todas.
De otra parte, es mucho más que
un simple club filosófico o una
escuela de moral.
Es una libre asociación de
hombres procedentes de todo tipo
de conceptos religiosos, de todos
los niveles culturales y de todos los
estratos económicos, pero unidos
por un solo denominador común: el
deseo de alcanzar una evolución y
un desarrollo más elevado de su
personalidad interna, un dominio
más perfecto de sí mismos, una
mayor afirmación de sus convicciones, una agudización más sutil
de sus facultades intelectuales y un
acendrado espíritu de servicio abnegado hacia sus semejantes. Los
que tal anhelan encuentran, dentro
de la Masonería, un ambiente de
libertad, de mutuo respeto, orden,
seriedad, estudio y fraternidad.
La Masonería contiene una filosofía educativa propia, basada en
el estudio imaginativo y profundo de
símbolos y alegorías, que persigue
como finalidad el desarrollo del
pensamiento propio, original, lógico
y constructivo, con el resultado de
que cada masón, al aplicarlo, palpa
pronto los frutos del perfeccionamiento personal que la misma
genera, al notar que con su aplicación se ensancha extraordinariamente su manera de ver la vida,
se despiertan aptitudes dormidas,
surgen perspectivas de mejoramiento y entra plenamente en el
camino que llegará a transformarlo,
como tantos que le han precedido,
en perfecto guía y benefactor de la
sociedad. A A A
Rafael Vilaplana
Fuentes
Gr. 33oSoberano Gran Comendador
Supremo Consejo para España
El ESCOCISMO
y los ALTOS GRADOS
«Utthicvtft Smtmim £vbi#
3ummi ^ívcíjüccuimé
(ftíoda ct 3ugcmt$»
9{ps, Federico, por Ca gracia de 'Dios,
'J(ey
de Trusia, 9dargrave de 'BrandeBurgo,
etc., etc. SoBerano Gran '2rotector, Gran Comendador,
Gran Maestro Universal y Conservador de La muy antigua
y muy respetable Sociedad de ios ¡Antiguos jranc-Masones
o ¡Arquitectos Unidos, tamBién Clamada Orden 1{eal y
militar del arte libre de tallar la piedra o francMasonería. ¡A todos los Ilustres y Bienamados
hermanos que vieren estas líneas:
TOffEH&HCM - U<H}Ó9t- 'PKDS'PE'ÍJ'D^D
Estas palabras encabezaban las Grandes Constituciones
promulgadas por el Emperador Federico el Grande, el l e de mayo
de 1786, por las que se creaba y regularizaba el funcionamiento
de los Supremos Consejos del grado 33 2 , es decir, de los Altos
Organismos que en lo sucesivo acogerían, agruparían y encauzarían,
en cada nación, a los masones que habiendo sido ya iniciados en la
Masonería Simbólica, después de trabajar el espíritu y mejorar sus
conocimientos a través de las enseñanzas que les ofrecen los tres
primeros grados simbólicos, quieren profundizar en el amplio haz
que la espiritualidad masónica les ofrece.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, o, lo que es lo mismo, el
Escocismo, tiene raíces muy profundas. Sus símbolos y sus enseñanzas nos llegan desde el fondo de los tiempos. Las encontramos
en las tabletas de los sumerios, pasando por los templos egipcios y
griegos, hasta llegar a los constructores de catedrales. En estas fuentes buscaron nuestros antepasados; y adquirieron la posibilidad de
llegar a alcanzar la eterna grandeza del espíritu consciente y de llegar
a comprender el destino del hombre y su lugar en el universo.
La espiritualidad profunda del Rito nos induce a buscar y encontrar los lazos que unen lo visible a lo invisible del mundo manifiesto con las Leyes y el Orden que obedece el Cosmos.
En el recorrido iniciático, en cada etapa, el Rito nos permite
descubrir, gracias a la interpretación de leyendas y símbolos, la clave
que da acceso al grado superior, y también el rechazo de todo dogma exclusivo.
Verdadero centro de la unión, el Escocismo reúne a todos los que
buscan. A todos los que, en un momento de crisis de la metafísica,
no quieren referirse únicamente a la materia, aclarando, sin embargo, que el Escocismo no es una religión y que no tiene dogmas ni
cultos. Se basa en textos de estudio que, efectivamente, concilian la
existencia de un Principio Creador, con el respeto más absoluto de
la libertad de conciencia.
El iniciado, ciudadano libre, no reconoce a nadie superior a él en
lo social, político o religioso. Sus juramentos no limitan nunca su libertad de expresión y de pensamiento. Con la ayuda de las leyendas,
de los mitos y del simbolismo, el masón escocés conoce y estudia
la existencia de un orden trascendental y de la moral natural.
Los Altos Grados Escoceses son el bastión y la continuación de
la tradición iniciática. Quieren la elevación del hombre y la promoción del espíritu de fraternidad y de ayuda en todos los dominios.
Y son los mantenedores de los principios fundamentales del
Escocismo:
FILANTROPÍA, FILOSOFÍA, PROGRESO, TOLERANCIA
RESPETO DE LOS DEMÁS Y DE SÍ MISMO,
LIBERTAD ABSOLUTA DE CONCIENCIA.
MUTUA,
Cordón de Soberano Gran Inspector General -Grado 3 3 2
Jobeza
Grado 33°
Teniente Gran Comendador
Supremo Consejo
del Grande Oriente Español
ESPIRITUALIDAD y HUMANISMO
E » n la revista de origen francés
L'Evenement, n s 357, correspondiente a la semana del 5 al 11 de
septiembre, en la sección de comentarios y réplicas («L'Evenement
des Lecteurs»), dedicada al artículo
publicado en el n 2 351, semana del
25 al 31 de julio, titulado La guerre
des Francs-Magons, uno de los lectores se refería a la masonería actual
como un cubil de oportunistas, un
círculo de influencias en el que prima la caza de prebendas en cargos
públicos, políticos y sociales.
La crítica y las acusaciones no
son para la masonería nada nuevo.
En todas las épocas, la Fraternidad Masónica ha tenido en el
mundo profano tanto enemigos
como defensores.
Las múltiples y variopintas calumnias, tipificadas en los llamados
famosos «escándalos» de la masonería, que han hecho correr grandes
ríos de tinta, van desde la excomunión de Clemente XII (aparentemente levantada por el Concilio
Vaticano II) hasta el affaire de la
supuesta Logia P-2, sin olvidar a Leo
Taxil o las barbaridades que sobre
la Orden se publicaban en los libros
de texto españoles de hace 30 años.
Afirmar, pues, que la Masonería
pueda llegar a convertirse, indirectamente, en plataforma de proyección social o profesional para algunos de sus miembros, podría, hasta
cierto punto, interpretarse, dentro
de este contexto, como un halago
más que un ultraje.
Cabe decir, por lo tanto, que semejantes comentarios tienen una
mínima trascendencia y son de muy
poco interés. Creo, sin embargo,
que por encima de su intencionalidad peyorativa, pueden servir para
conducimos, en el orden interno, a
una importante reflexión:
¿Cuál es el papel de ¡a Masonería actual, dentro de nuestra
sociedad democrática, y qué fin
persiguen aquellos que se unen a
ella a través de la experiencia
iniciática?
Nuestro mundo está viviendo un
proceso de cambios que no sólo han
redibujado el mapa de Europa sino
que han alterado, por el lado bueno,
el difícil y trágico equilibrio de
poderes vividos por la humanidad
durante los últimos cuarenta años.
La humanidad se apresta a entrar
en un nuevo orden, en el que los
principios humanistas masónicos
de libertad, igualdad y fraternidad
que inspiraron la «nouvelle société»
de la revolución francesa, han jugado históricamente un papel vital
hasta llegar a imponerse totalmente
por encima del dogmatismo y de la
tiranía.
El «edificio» parece, por tanto,
progresar y adquirir cada vez mayor solidez. Ahora bien, debemos
permanecer muy vigilantes respecto
a la equilibrada composición de los
materiales, si queremos que esta
aparente solidez no se vea truncada
repentinamente por un desmororonamiento interno en las piedras
que lo componen; si hemos de evitar que los rebrotes radicalistas no
acaben por despertar viejos dragones del pasado que nos sumerjan,
de nuevo, en un baño de sangre. Y
este justo equilibrio tan sólo puede
lograrse mediante una mezcla adecuada entre el factor humanista con
la dimensión espiritual.
Gentes malintencionadas tratan
de ver y de oponer, dentro de la
Masonería contemporánea, corrientes enfrentadas entre el humanismo y la espiritualidad.
Si bien es cierto que distintas
Obediencias suelen enfatizar una
de las dos tendencias más que otra,
no es menos cierto que, en todas,
ambas son consustanciales, en tanto que cualquier abandono de una u
otra pondría en serio peligro su
mismísima esencia.
Un humanismo radical. Enfocado tan sólo hacia la acción social. Que
conciba al hombre, exclusivamente,
como un ser gregario, incapaz de
desgajarse de la sociedad en la que
se desenvuelve. Y que olvidando, por
consiguiente, los aspectos individuales, tienda únicamente a influir
en los colectivos, corre grave peligro de dejar de ser Masonería para
convertirse en política.
Un espiritualismo exacerbado.
Encasillado en el ritualismo. Que lo
entienda exclusivamente como un
conjunto de valores morales a perfeccionar. Preocupado únicamente
en lograr que encuentre, interiormente, su sentido de equilibrio y de
libertad.
Pero desgajándolo de una praxis
encaminada a transformar, mediante
la influencia sobre los colectivos, a la
sociedad que le rodea, acabará por
transmutar en esoterismo, dejando
de ser Masonería.
El correcto y verdadero equilibrio,
-como muy acertadamente dijera un
Gran Maestre de la Masonería europea actual-, está en conseguir una
Masonería que promueva un universalismo espiritual a la vez que un
humanismo universal.
Encontrar este justo balance dentro del concepto universalista, debe
ser, y es, la meta que persigue todo
aquel que se adentra en la experiencia iniciática.
Alcanzar una espiritualidad que,
transformando sus esquemas vitales
de pensamiento, le conduzca a una
nueva concepción del mundo.
Que le conduzca a una nueva
dimensión de sí mismo y de todo
aquello que le rodea. Una espiritualidad que trueca el vicio de
imponer por el arte de saber
escuchar.
El dogmatismo en tolerancia.
Que le hace seguro de sí mismo.
Que le lleva a sentirse defensor del
extranjero en tierra propia y amparado por el hermano en tierra
extraña.
Es entonces, y sólo entonces,
cuando, proyectándose fuera de sí
mismo, el universalismo espiritual
forjado en el interior del individuo se
transforma en humanismo universal que fluye de él, incidiendo en la
transformación de la sociedad.
El nuevo orden debe fundamentarse en esta piedra sólida. Pues
únicamente así el edificio se verá
coronado por una libertad, igualdad
y fraternidad, justas y perfectas,
hasta lograr, a la Gloria del Gran
Arquitecto del Universo, que el gozo
llene los corazones, el amor reine
entre los hombres y la paz sea sobre la Tierra. A A A
Armando Hurtado
Respetable Logia
Prudente Amistad nQ 13
Madrid
^M-Js cierto que se está perdiendo el sentido de «lo trascendente»?
Cuando ogio hablar de cosas
«trascendentales» no puedo evitar el
recuerdo de aquel profesor de Derecho Político, de perfecta dicción, que
se cuestionaba, en uno de sus más
notorios libros, sobre el «haz de posibilidades» que pudiera ofrecerse al
Hombre, cuando por su propia decisión se separaba de «lo trascendente».
La respuesta, repetida con regocijo
de escolares por cuantos pasamos
con él porlasaulasde la Complutense,
era lacónica: «Harto menguado»'1'
Naturalmente, el desglose de la
amplia temática en la que se inserta
una pregunta así excede de mis
intenciones en todo caso. Habría que
poder precisar adecuadamente los
conceptos de «haz de posibilidades»,
«decisión», «separa» y «trascendente»,
para empezar. Por ello, doy por supuesto que cuando se habla aquí de
«lo trascendente» se está aludiendo a
algo así como «lo divino» por contraposición a lo «humano».
Mi respuesta es: creo que no.
Ciñéndonos a nuestro entorno occidental y al ámbito de las llamadas
religiones «positivas», la respuesta
debería ser la contraria. Pero, ¿qué
podemos entender por «lo humano»?
Lo «trascendente», según la
respuesta escolar, sería todo aquello
a lo que no podemos acceder a través del conocimiento. Lo esencial
del mensaje de las grandes religiones monoteístas parece ser esto, con
el complemento de una indispensable «revelación» a la medida de la
humana «capacidad».
Lo cierto es que las masas sociales no entran nunca en este tipo de
debates filosóficos sino que participan en la parafernalia montada en
tomo a conceptos de ese orden a
partir del momento en que se
materializan socialmente en forma
de instituciones y órganos de poder.
«Lo trascendente» = «lo divino»,
entendido como principio creador y
al mismo tiempo personificado en un
ser innaccesible a nuestra mente, que
viene a representar la sublimación
de todas las aspiraciones humanas,
según el modelo propuesto por las
religiones positivas, dentro de un sistema de postulados dogmáticos, atrae
cada vez menos la atención del hombre medio occidental. Es evidente.
Sin embargo, la «religiosidad» es
consubstancial en nosotros y esto es
lo que confunde a tantos. A menudo
se explota esta realidad humana tanto por laicistas como por teístas,
aduciéndola triunfalmente como
prueba de esto o aquéllo.
Pero la «religiosidad» es un sentimiento innato, una reacción de la
psique, un a modo de resorte de
«toma de conciencia» de la vinculación de cada individuo con el resto de
lo existente, con su entorno físico.
Entorno planetario y cósmico,
inevitablemente.
La lluvia, el viento, la flora... la
Tierra. La vida que palpita en cuanto
nos rodea, parecen decididos, para el
observador ingenio (puro), por una
voluntad semejante a la que nos mueve
a nosotros mismos cuando actuamos.
Un primer gesto de identificación con
ese mundo circundante parece lógico.
El Hombre empieza a razonar y a
decidir identidades, dando nombres a
las fuerzas telúricas que observa, y
nace así un método con un código de
conocimentos «religioso-científicos».
Ciencia, por tanto, en cuando scientia
y religión en cuanto vínculo, nexo,
nacen juntos y se explican mutuamente. En todas las culturas planetarias subyace la misma corriente de
pensamiento-sentimiento.
¿Y qué vienen a decir esas manifestaciones del substráete «científicoespiritual» común? En esencia se
acentúa lo siguiente:
La materia adopta formas múltiples que no son sino «apariencia». Lo
que percibimos es sólo una ínfima
parte de la Realidad que nos rodea y
en la que estamos insertos. Nuestros
sentidos sólo detectan determinados
niveles y cualidades vibratorios electro-magnéticos y sólo tomando conciencia de ello y esforzándonos disciplinadamente podremos «mejorar»
nuestra percepción sin que sepamos
hasta qué punto y de cuántas formas
nos es posible conseguirlo. Algunos
individuos están especialmente dotados para percibir y, en determinadas
circunsancias, se convierten en médiums, guías, profetas o «reveladores».
Además, cada uno de nosotros es
un microcosmos que resume y explica el macrocosmos. La evolución, el
devenir del Hombre, hace posible la
profundización de sus procesos
mentales. La analogía le lleva a desarrollar tesis, antítesis y síntesis en su
elaboración de conceptos. Su horizonte se ensancha. Parte de lo tangible para llegar a lo abstracto y trata, a
continuación, de comprobar empíricamente que puede convertir sus
abstracciones en concreciones.
Inventa técnicas. Desde la simple palanca con la que otrora advirtió que
podría moverse el mundo, hasta la
última generación de ordenadores.
En Occidente, desde hace mucho,
se han levantado reiteradamente voces advirtiendo que las técnicas (la
Técnica) no son la scientia, el conocimiento, sino su armadura. Existe
una intensa interacción entre ambos,
necesariamente. Las técnicas abren
caminos en la construcción lógica
de conceptos nuevos. La Física de
Aristóteles dio paso a una Metafísica
que ha pesado durante siglos en el
devenir socio-cultural de Occidente.
La física relativista y la mecánica
cuántica están haciendo otro tanto.
El binomio «ciencia-religión» está
empezando a ser entendido, de nuevo, en su acepción primigenia, ya que
esa «religiosidad» innata, ese sentimiento de vinculación de cada uno de
nosotros con la Gran Realidad cósmica actuando como fuerza impulsora,
es lo que da razón a las ciencias.
Pero, atención; esa inspiración
subyacente no puede ser confundida
con priorismos dogmáticos que no
han hecho sino enquilosar el proceso
evolutivo. Yes, precisamente, la comprensión y asimilación de esa evidencia histórica la que «separa» a nuestras
gentes de «lo trascendente» entendido como sistema de postulados inalterables. El concepto del orden cósmico como «programa» dimanante de
una voluntad absoluta, inaccesible ella
misma a la comprensión del Hombre,
es incompatible con la anhelante
búsqueda de la propia identidad que
es la epopeya humana.
El concepto de «voluntad omnímoda», generado en entornos sociales históricos característicos excede
un estricto concepto de «necesidad» y
las religiones positivas que han propugnado este tipo de orden se hacen
incompatibles con la toma de conciencia «científica» a que están accediendo los pueblos de Occidente,
aunque de forma un tanto atropellada.
Una ley «necesaria» no trata de lo que
«es» sino de lo que «tiene que ser» y el
orden moral «necesario» derivado de
ella está en entredicho final por muchas razones. Una, nada desdeñable,
es el rechazo que de semejante concepto hace toda la Física actual.
Por otra parte, las especulaciones
de los «revelacionistas» se mueven
en el campo de lo socio-emocional,
aceptando en personajes, reales o
míticos, capacidades de percepción,
comunicación y análisis que, por otro
lado, suelen estar al servicio de intereses de etnia o de otro carácter fácilmente observables a lo largo de la
Historia. Dan por resuelto el tema del
Conocimiento andándolo en sistemas
teogónicos fijados dogmáticamente.
Todos ellos intentan consolidar un
determinado «orden» que pretenden
sea reflejo de una «revelación» específicamente suministrada en algún
momento por «entidades» superiores.
En la medida en que el Hombre
es reflejo y parte intrínseca del Universo parece sensato partir de un
análisis profundo de nuestra naturaleza como vía inmediata de acceso
a cualquier conocimiento. Si somos
piedras de ese monumento universal
tendremos que aplicar mallete y cincel sobre nosotros mismos...
Pagus...
Volvemos, pues, al principio.
Cuando la lluvia y el viento, la foresta y las rocas reciben nombre por
simbolizar una dinámica y plantean
al Hombre un interrogante sobre su
propia identidad y su vinculación con
el mundo que le rodea, estamos asistiendo al nacimiento de un método de
análisis científico y, simultáneamente, al de la más auténtica formulación
del impulso «religioso» en el sentido
en que estamos entendiendo este
término.
Es siempre el Hombre en su
«pagus» el pagano, quien da, a lo largo y ancho de la Historia, la primera
voz convocando a nuestra especie a
la escala del Conocimiento. Cualquier
forma de filosofía ha tenido su cuna
en el pagus y la sacralización de ese
anhelo, de esa «religiosidad» que ha
movido al pagano, traduce el respeto
íntimo de los hombres por sí mismos
y por la Naturaleza en la que se
sienten insertos. Nace así la primera
Simbología. Nace el Mito, que llega a
alcanzar grados de belleza máximos
en su intención docente.
Una metodología auténticamente
pagana exige un profundo respecto
por la libertad de los procesos evolutivos mentales. Partimos de una
(1) Javier Conde
honrada observación de «las cosas» y
nos apoyamos en un andamiaje analógico, tanto en nuestra infancia como
en la de nuestra especie. Llamamos
«razón» a la concatenación de secuencias lógicas, pero hemos de descubrir
en qué medida conocemos aún la
materia prima o fuente real que mueve a nuestra mente suministrando las
pulsiones que pueden determinar la
puesta en marcha del mecanismo. No
todas son evidentes, aunque todas se
hallan en nuestro entorno energético. En este sentido la «razón» sería
sólo un método de «procesar datos».
¿De cuántas «memorias» está dotado
el Hombre? ¿Qué vibraciones llevan
a los elementos químicos del ácido
desoxirribonucleico a ordenarse y
combinarse de una determinada
forma? ¿Qué determina que un cristal de cloruro sódico deba tener forma cúbica y no otra?
La Simbología, el Mito, la Alquimia, la Energética... dejan de ser
términos «oscurantistas» en la medida en que analicemos sus contenidos
últimos a la luz de los conocimientos
adquiridos, dejando a un lado los fraudes inseparables del quehacer humano, huyendo de las trabas apriorísticas de cualquier sistema dogmático.
Nuestras gentes no quieren
separarse de «lo trascendente» sino
que están yendo hacia ello, retomando el camino perdido. Como siempre,
los que tienen oídos para oír, oyen.
Lo que se está produciendo realmente es un retomo... A A A
Mozart revestido con los ornamentos masónicos
en grado de Maestro
34
J. M. D.
Respestable Logia
Prudente Amistad, n 9 13
Madrid
En memoria del hermano
MOZART
E»n el siglo xvm, la Francmasonería se encontraba en pleno
apogeo en la mayor parte de Europa Central. La Augusta Sociedad,
conceptuada por los profanos como sociedad secreta y por sus
miembros como sociedad discreta, se dedicaba, igual que en la
actualidad, a impulsar, a través de la práctica y el ejemplo, lo que
se podría definir como «las virtudes más elevadas, inherentes en todo
ser humano, sin distinción de sexo, raza, credo político y religioso»,
para buscar el significado de la vida y el desarrollo espiritual y mental
del Hombre en consonancia con la armonía universal, coparticipando
en el Plan del Gran Arquitecto del Universo.
Uno de los más conocidos y renombrados ejemplos de este incidir
del pensamiento masónico en el desarrollo de «las virtudes más
elevadas, inherentes en todo ser humano», integrante de un nutrido
grupo de grandes genios, famosos unos y anónimos otros, pero que
esparcidos por todas las ramas de las artes, las letras y las ciencias
forman el legado de la francmasonería al progreso de la humanidad
es, indiscutiblemente, Wolfgang Amadeus Mozart.
El día 5 de diciembre de 1784, Mozart fue propuesto para la
iniciación en la tenida de la L. Beneficencia, de los Valles de Viena;
y nueve días después, el 14 de diciembre, fue iniciado y admitido
en categoría de Aprendiz. E 24 de diciembre, Mozart visitó la Logia
Verdadera Armonía presidida por el V.M. Ignaz von Born, famoso
científico humanitario.
Es probable que Haydn fuera convencido por Mozart, su gran
amigo, para que se iniciase en la Masonería. Haydn fue admitido e
iniciado en la Logia Zur Wahren Eintracht, el 11 de febrero de 1785.
La iniciación de Haydn se había propuesto para finales de enero y
en dicha tenida se encontraba Mozart para felicitarle, pero no se llevó a cabo porque Haydn recibió tarde la noticia. Mozart no pudo
presenciar la iniciación de su amigo por estar esa misma noche
interpretando su concierto K 466 en Do menor, en el Mehlgrube
de Viena.
Un mes después de la iniciación de Haydn, el padre de Mozart,
Leopoldo, entró en la masonería, siendo elevado rápidamente al
Grado de Maestro por dispensa extraordinaria, debido a sus méritos
excepcionales. L. Van Beethoven también era masón.
Mozart nos ha legado un considerable número de partituras
masónicas, la mayoría de ellas.en uso en los rituales masónicos de
muchas Logias. Sus obras más famosas están dedicadas al Gran Arquitecto del Universo, nombre con el que se designa al Ser Supremo
en la Augusta Fraternidad Masónica:
O heiliges Band K418
«Sagrado es el lazo que une a los verdaderos hermanos...»
Dir, Seele des Weltalls K429
«A Ti, Creador del Universo, dedicamos estos cánticos y agradecemos el privilegio de permitirnos contemplar este nuevo
día...»
Die ihr neuen Grade K468
«Tú, hermano, que vas a ser exaltado a un Grado superior, continúa en la rectitud de tu camino...»
Sehen, wide dem starren Forscherauge K471
«Agradable y placentero para el Masón, ver cómo la Naturaleza
revela su semblante mediante distintos grados al ojo presto a
indagar las cosas...»
Zerfliesset heut K483
«Juntaos, queridos hermanos, en expresiones de dicha y cantos
de regocijo...»
Ihr unsre Leiter K484
«A vosotros, Maestros, agradecemos vuestra dedicación y lealtad
...y por el sagrado juramento, prometemos también trabajar
para construir el gran edificio...»
Die ihr des unermesslichen Weltalls Schopferehrt K619
«Vosotros que honráis al Creador del Universo infinito, cualquiera
que sea su nombre...»
Laut werkünde unsre Freude K623
«Proclamad abiertamente nuestro regocijo... (al dedicar este nuevo
Templo) porque por primera vez, nobles hermanos, este nuevo
domicilio de la sabiduría y la virtud nos acoge...»
Sin lugar a dudas, las más conocidas y discutidas son Maurerische
Trauermusik KV 477 y Die Zauber flüte (La flauta mágica). La
primera es indiscutible, puesto que se trata de música de funeral
masónico, compuesta en 1785, año en el que su padre fue iniciado,
para ser utilizada en el ritual fúnebre de dos hermanos fallecidos, el
Conde Esterhazy y el Duque de Mecklenburg.
Respecto a la La flauta mágica, hay quienes ponen en duda su
carácter masónico, pese a que el libreto fue escrito por hermanos
masones, alegando que la ópera como tal nada tiene que ver con
la masonería.
Sin embargo, esta afirmación pierde de vista la intencionalidad
masónica de incidir en la sociedad, transmitiendo al mundo profano,
a través del lenguaje profano, la visión masónica del mundo. En este
sentido, La flauta mágica es un claro intento, por parte de Mozart
y sus hermanos, de trasladar al lenguaje profano un ritual masónico.
Tal y como correctamente afirma el profesor Sánchez Pascual al decir
que «contiene evidentes alusiones a esas ceremonias», describiéndola
como un intento, por parte del músico, de ofrecer «una síntesis del
mundo... en una visión del arte como espejo que, desde el cielo, refleja
lo bueno y lo malo de la tierra».
En 1790, con el pretexto de las guerras entabladas con Francia,
la masonería fue prohibida en Austria (finalizada la Primera Guerra
Mundial volvió a legalizarse). En todas las épocas en las que han
existido absolutismos, tiranías y dictaduras, se arremete contra las
sociedades de librepensadores, sobre todo si éstas, como es el caso
de la francmasonería, promulgan la hermandad del hombre y la
fraternidad universal a través de la tolerancia, la igualdad y la libertad, rechazando todo tipo de dogmatismos.
Pero, algún día no muy lejano, rebasaremos los tres obstáculos
que impiden a la Humanidad alcanzar el bienestar material, mental
y espiritual, es decir, venciendo la Ignorancia, el Fanatismo y la
Ambición. Entre tanto, la vida y la obra musical del Hermano Mozart
seguirán siéndonos de estimuló y ejemplo.
A A A
La "Lire macone» -Recopilación de canciones y música masónica
realizada en el año 1 7 7 5 (Gran Logia de Francia)-
Circular de Antonio Machado a la muerte de
FEDERICO GARCÍA LORCA
Impresa y distribuida clandestinamente en Francia, 1942
yelcrimen tuvo tugaren. Qranada, ensu Qranada. La voz delpoeta
se ha caííado. yo digo que no, no es verdad, no puede estar muerto.
Torque si es así, nuestras esperanzas están muertas; debemos de escribir, entonces, (a última palabra, Jederico Qarcía Lorca.
"Es un doíor entraño, íntimo, agudo, que no puede reemplazar tu
gloria. Estas palabras no son suficientes, esotros te seguiremos
amando en la vida, yo siento en mi conciencia la terrible acusación.
Esa acusación que ha escrito tu nombre con sangre, yo la siento en mi
corazón de español y creyente, yo la siento por aquellos que no la
sintieron cuando te asesinaron. Este terrible dolor sobrepasa todos los
terribles dolores humanos conocidos, cuando pienso que son manos de
españoles que te dieron (a muerte. & ti, Federico, es la ignorancia ciega
de esos fascistas que te mataron.
Ignoraban quién tú eras. Es por ello que te mataron, porque te
ignoraban. Como han matado España por ignorancia. Es por esa
ignorancia que matan. Tero es una ignorancia culpable, la peor de todos los crímenes. 9{g hay delito más espantoso, más inhumano, Toda
la sangre fascista no será suficiente para borrarla. 9{g hay esperanza
humana que te devuelva la respiración y la voz, que nos rinda las
lágrimas. 9{g hay silencio que pueda callar nuestra cólera. 9{g hay
respuesta que valga para justificar tu muerte, mismo si arda entera
España. 9{p hay palabras que valgan.
Federico, tu nombre se ha inmortalizado para siempre como un
grito. Tu nombre no será olvidado, no conocerá el olvido. ¿Cómo es posible que tú hayas caído por las balas? í¡Yp es posible que tu sangre
derramada, sea un acto de ejemplo, como dicen los falangistas. Tor
muy profunda que sea esajusticia, no podrá nuncafraternizar el odio
por la venganza.
Un día el pueblo español, donde tú fuiste la voz, te hará justicia.
Es en nuestra conciencia de españoles, duminados por tus palabras y
ejemplos, que firmo el fervor de una esperanza.
SL Machado
Federico García Lorca
Nació en Fuentevaqueros, provincia de Granada, el 11 de junio de
1898. Controvertido por tradicional y vanguardista es uno de lo
escritores españoles contemporáneos más reconocido fuera de
nuestras fronteras. Mundialmente famoso por su Romancero Gitano (1928), fue durante los los años de la República (1931-1936)
que vertió al teatro lo mejor de su genio creador -Yerma, Bodas de
Sangre y la Casa de Bernalda Alba- en las que imprime de un modo
simbólico el drama ideológico y político de la España de la época.
Fue precisamente esto, su ideología y su derecho a pensar y a
expresarse con libertad, que le costó la vida, ya que la madrugada
del 19 de agosto de 1936 cayó abatido por balas asesinas, víctima
del fanatismo.
Manuel López
Respetable Logia
Iberia
París
INTELIGENCIA
y CRETINISMO
O e habla de generaciones y
con intención de distinguirlas se les
pone una divisa, o se les cuelga un
número, como si de prendas de
guardarropa se tratase.
Así, la generación del 1898.
Toma la fecha en que España no
supo ser justa y prefirió ser vencida.
Esa generación, como las anteriores
y las que siguen, ¿dónde empiezan?,
¿dónde terminan? Imposible decirlo
con exactitud matemática, o con
acierto histórico. Más fácil es descubrir sus rasgos. Tuvo muchos,
pero resaltaré uno solo con dos
caras.
Pretendió comenzar la Historia y
para ello empezó con el intento de
sepultar a quienes en el arte le habían precedido; creyeron necesitar
espacio vital. Desdeñosamente cubrieron los nombres de Núñez de
Arce, de Zorrilla, de Campoamor,
de Balart, y hasta de Pérez Galdós.
Su otra cara (después de declararse
mutuamente los únicos) fueron hermanos enemigos. Más que dialogar,
disputaron. Aspiraron a hacer de la
intelectualidad un coto cerrado, y
del intelectual un título que ellos
otorgaban. Talentos indudables volaron tan alto que dejaron de ver al
pueblo.
Ellos, casi imberbes, eran ya don
Ramón, o don Miguel, o don José,
o don Jacinto, o don Femando, o
don Ramiro.
Situemos a García Lorca en una
generación que se da a conocer en
los años 20 de este siglo. Su signo
es distinto. No es agria, es una generación de amigos cordiales. Es una
generación que rezuma juventud.
No dice don Pedro sino Salinas; ni
de Alberto, don Rafael; Benjamín,
no es don José, ni siquiera José, es
Pepe. Decimos y escribimos Dámaso Alonso, Vicente Alexandre, Jorge
Guillen... y Federico. Esta cumbre
ni siquiera necesita el apellido.
Generación que siendo alegre,
ya que se divierte con sus ingenios,
no es envidiosa sino que es amiga.
No reniega ni intenta enterrar a la
generación del 1898. Antes al
contrario, a la mayoría de sus hombres los respetan como maestros.
Vuelven a Galdós y a Alarcón.
No sabemos si son liberales, o
socialistas, o comunistas, o anarquistas. Sabemos, sí, que sus reacciones
ante los hechos y las peripecias
son siempre nobles, con sus manos
tendidas hacia el pueblo. Sometido
éste por la fuerza bárbara e inculta.
En América muere Juan Ramón
Jiménez -a quien nadie llamó don
Juan- y Pedro Salinas. En Francia,
Antonio Machado. Los que en destierro no han muerto, peregrinos
hemos sido por tierras extrañas o
conocimos las prisiones de España y
presos vivimos sin alientos, que
truncó en angustia en tierra española, latifundio insólito que fue de
un general africano.
Federico, bueno y genial, no
muere; es asesinado en su Granada
natal. Tan grande era que los que
lo mataron, los cómplices y los
encubridores, creyeron el momento
hipócrita de explotarlo. Después del
silencio, de ser su nombre prohibido y sus obras llevadas al índice
chavacano del franquismo, en 1936,
sin duda por creer que el crimen
había prescrito, editaron y hasta con
lujo sus obras completas. Y hay en
ellas, en su página 1.909, algo que
al leerlo produce la náusea.
Se hace la cronología de Federico comenzando, precisamente,
en 1898, fecha de su nacimiento,
en el pueblecito granadino de Fuente Vaqueros. Año a año se sigue el
caminar del poeta, hasta llegar a
1936. Y se escribe:
«16 de julio, sale de Madrid
para Granada. 19 de agosto,
muerte».
Así, con hipócrita falsedad, hay
que escribir en España la Historia...
¡NO! Ese 19 de agosto, Federico
García Lorca fue asesinado, y él ha-
bía definido un día a sus asesinos.
Lo hizo en una carta a un poeta
amigo. En la misma le daba noticia
de la aparición en Granada de una
revista, la revista'Gallo, que dirigía
Federico. Estaba contento. Gallo
cantaba entre las nieves eternas y
el valle florido, anunciando la
aurora, y añadía:«... tiene la repulsa
entre los putrefactos». Sí. Estos
señoritos andaluces, militares del
¡viva la muerte y muera la inteligencia! lo asesinaron.
El poeta amaba la vida, por ello
le atormentaba la muerte. Había
escrito:
«Si muero,
dejad el balcón abierto.
El niño come naranjas
(desde mi balcón lo
veo).
El segador siega el trigo
(desde mi balcón lo
siento).
Si muero,
¡dejad el balcón abierto!»
Los putrefactos lo dejaron tendido boca abajo, para que no viera
ni naranjas ni espigas. Creyeron
condenarle a las eternas tinieblas.
Mas se equivocaron; alrededor de su
cuerpo malherido surgió la luminosa aureola del poeta, que llevaba
en sus ojos las estrellas.
Ya sé que hay actualmente
quienes gritan -y muchos masones
también-: ¡Nada de política! y se
consideran heréticos hacerla con
un muerto que es sagrado. Frente a
ellos, a los que han escrito con
fariseísmo: «19 de agosto, muerte»,
se alza un andaluz como él, sevillano, para gritar: «¡19 de agosto,
crimen!» Tan repugnante e inmenso, como grande era la víctima.
¿Por qué lo mataron?
A esta pregunta de nuestras
angustias se le han dado varias respuestas, todas absurdas. La que con
más facilidad ha circulado es la supuesta inquina del poeta a la Guardia Civil. Escalofriante explicación.
Venganza de rufianes {poema de la
guardia ciuil).
¿Qué ve en ese romance un alma noble, una inteligencia serena,
un sentimiento puro? Su belleza: la
estampa de la raza gitana, obligada
a no detenerse en los caminos del
mundo, desposeída de ciudadanía,
ciegamente perseguida.
Las fuerzas del orden la menosprecian. Federico, no gitano pero
también peregrino como lo es todo
poeta, ha visto que ha sentido la
grandeza de una raza, sin principio
ni fin, que no sabe de dónde viene,
ni puede decir a dónde va. Ha pe-
netrado, como Cervantes, en su
belleza y su dolor.
No, la explicación de venganza,
por ese romance, no es la acertada.
Y es que no es necesario buscarle explicaciones. El acero, cuando
choca con el pedernal, produce la
chispa. Y ello por los siglos de los
siglos. Es la cerrilidad, la incultura, el
odio a la inteligencia; los putrefactos no toleran el talento y menos
aún el genio. Les hiere el hombre
culto, les irrita el que canta a las
estrellas; que ellos sólo las conciben
en las bocamangas.
No comprenderán nunca que
alguien descubra la belleza de la tribu gitana acampada, borracha de
colores, airosa de volantes, siempre
alegre bajo la bóveda estrellada,
melodiosa, arrancando a sus gargantas las más profundas melodías
al cante «hondo» ancestral.
No tolerarán al ser superior -que
lo es-, por su mente abierta a los
cuatros puntos cardinales, pues para ser superior no se necesitan
uniformes galardonados ni hábitos
morados.
Es el odio del analfabeto del
espíritu, hacia el que sabe leer en
las almas, al que sabe sufrir con el
sufrimiento de los humildes, al que
descubre en la estrella, en el pájaro
y en la flor, la belleza y la ternura;
al que sabio y andariego recorría
España con la «Barraca», llevando
de aldea en aldea los gozos ignorados del Arte: farsa que hace reír o
tragedia que hace llorar.
Los putrefactos con camisa azul,
o uniformes estrellados, o sotanas
malolientes, habían dejado en libertad su odio, y lo que más odian,
lo que odiarán siempre: la inteligencia. Odian al que abre los brazos
al pueblo; odian al que no se somete al dogma; odian al que, ansioso
de aprender, sabe dudar; y odian al
que sabe amar, porque ellos nunca
amaron con dolor.
Federico, en la Granada en
manos asesinas de los putrefactos,
era el «Emplazado»; en su puerta
habían pintado la cruz que lo condenaba. Los cruzados convirtieron
el símbolo de vida y amor en señal
blasfema de muerte. Federic conocía las angustias del Emplazado
(leer su poema).
El 19 de agosto, no muerte sino
crimen. Y no podemos decir:
«perdónalos Señor, porque no saben
lo que hacen». Ellos lo sabían y no
podían perdonar al que, nacido en
buena casa, había sabido volar; al
que gozaba ante el teclado de un
piano, traduciendo sentimientos en
improvisaciones de sonidos; al que,
con el lápiz y el pincel, traducía
imágenes de su alma exquisita; al
que, con la pluma, cincelaba poemas; al que sabía hacer desfilar por
los «tablaos» los sentimientos más
hondos, tales como el amor y la
muerte, la obsesión sexual de la
mujer sin hombre, las angustias
infinitas de entrañas estériles.
Santander, mientras montaba la
Barraca, alguien le preguntó:
«¿Cómo le va con ¡a
República?»,
a lo que él respondió:
«Como pez en el agua».
Al que había sabido saltar del
colegio de Escolapios -de esos
maestros sin maestrías- a la más
profunda pedagogía de la Institución de la Libre Enseñanza, de
sabios que no querían ser maestros
sino hermanos; que no querían tener
alumnos sino, como Cristo, discípulos; que no eran predicadores sino
ejemplares.
Federico: como masón que soy,
como hombre de izquierda que soy,
no puedo hablar de venganzas. Pero, eso sí, déjame hablar de justicia;
para que nunca más esos putrefactos puedan emplazar con su odio y
su envidia a la inteligencia en ti genial; para que las estrellas de los que
te asesinaron vuelvan al cielo, donde
te hacían temblar por su belleza y su
misterio y, a través de la ventana
abierta de tus fantasías, vuelvas a
verlas en tu noche eterna.
Ya sé que hubierais querido más
recitaciones poéticas que reflexiones de un masón. Yo conmemoro
siempre, desde hace años, una República lejana que amo, porque amo
al pueblo.
Un viejo exiliado socialista en
Francia, D. Ángel Galarza y Gago,
me contaba que un día escuchó de
labios de Federico el mayor elogio
que se le puede hacer a una República. Una tarde de abril de 1933,
en una aldea de la provincia de
Nos arrancaron un tesoro. No
podemos perdonarlos. O los vencemos, o España no será la de sus
genios y sus ingenios.
Cuando salgáis esta noche mirad
al cielo, y veréis, en medio de la
oscuridad del firmamento, un poco
de claridad.
Un mismo ideal nos une a todos
nosotros. Hoy somos pueblos
transfugantes; mañana, la unidad
fraternal nos dará nuestras libertades, nuestras igualdades y nuestras
esperanzas.
A A A
Antonio Henares
Rojo
Madrid
Importancia matemática
y filosófica del
CERO
r \ pesar de la importancia matemática de la cifra CERO, no fue
conocida en Europa hasta el siglo xia, siendo introducida, según se
dice, procedente de la India, por un tal Brahmagupta.
Los matemáticos occidentales anteriores a esa época, tuvieron
que hacer sus cálculos sin emplear el CERO, que era desconocido
para ellos; por lo que podemos suponer las dificultades que tendrían
en sus operaciones, sin utilizar este importantísimo elemento
matemático.
Pitágoras de Samos, filósofo y matemático griego, que vivió entre
los años 570 y 497 a.C. y que fue creador del famoso teorema
geométrico y de la tabla de multiplicar que llevan su nombre, entre
otros muchos procesos de cálculo, tuvo que realizar éstos sin el auxilio poderoso que le hubiera prestado el CERO.
Del mismo modo, el filósofo y matemático Eratóstenes, también
griego, que vivió entre los años 275 y 194 a.C, creador del
famosísimo sistema para obtener los números primos llamado
«Criba de Eratóstenes», se vio privado en sus cálculos de la importante ayuda que le hubiera prestado el conocimiento del CERO.
Del origen e invención del CERO, únicamente sabemos que
procede de Asia y que fue introducido en Europa en la fecha arriba
indicada, añadiéndose como primera cifra de la numeración árabe.
A partir de entonces, las matemáticas empezaron a tomar el gran
auge que han alcanzado hasta nuestros días.
Aparentemente el CERO simboliza NADA. Mas si meditamos que
el CERO representa la suma de dos números de cualquier magnitud
y de signo contrario, veremos que el CERO en su aparente nulidad
lo encierra «TODO».
Existen dos mundos matemáticos de signo contrario: el positivo
y el negativo. En ambos se pueden efectuar todas las posibles
operaciones matemáticas con total independencia el uno del otro;
pero siempre que operaciones iguales de ambos mundos sean
sumados, se destruirán entre sí, dando lugar al CERO.
Además de su gran importancia matemática, no es menor la que
tiene el CERO considerado en su aspecto cósmico-filosófico.
Casi todas las religiones ponen la Creación del Universo en la
voluntad de un Dios que lo creó de la NADA.
¡¡¡Tremenda contradicción!!!
De la NADA ni un Dios podría hacer nada. ¡Y un Dios Creador
no puede tener contradicciones!
Para que de la NADA pudiera crearse algo, esa NADA filosóficamente considerada, tendríamos que representarla como una
especie de CERO cósmico que pudiera desdoblarse en dos Universos:
uno positivo y otro negativo; o sea, que ese CERO cósmico fuera
potencialmente la suma de Materia y Antimateria. (La existencia de
la antimateria está universalmente reconocida por la ciencia
moderna.)
De esta manera, un Dios creador podría, sin contradicción alguna, crear el Universo de la nada; al ser este Universo de carácter
dual, o sea, formado por un universo de materia y otro universo de
antimateria.
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, veremos que la mejor
manera de simbolizar la potencia de un Dios Creador sería representándolo por el número CERO. A A A
48
Farhad Azarmi
Madrid
La Gran Pirámide señalando el
gran año de la humanidad:
la Pirámide de KEOPS
*a desde hace tiempo las pirámides de Egipto han impresionado a todo el mundo en general
y, en particular, a los astrónomos
que, desde Herschel, se han ocupado de la Gran Pirámide de
Egipto.
de ciencia, majestad y excelencia
incomparable, alcanzando de un
golpe un ideal que la humanidad
tal vez jamás superará.
La pirámide de Keops es una
pirámide de base cuadrada orientada (siendo el plano de orientaLas propiedades astronómicas ción el plano meridiano que cony geodésicas que a continuación tiene el eje del paso de entrada)
vienen en este artículo no son de norte a sur, con un error de 4'
más que una parte pequeña de 35", error que corresponde a la
los conocimientos depositados en 4.700ava parte del horizonte anesta montaña artificial durante gular, o a la 1.175ava parte del
miles de años. Los maestros que cuadrante. Es una precisión rara
con su sabiduría realizaron este vez obtenida actualmente. El
monumento, abrieron, según la meridiano de la Gran Pirámide es
expresión del abate Moreux, la el que atraviesa más continentes
era de arquitectura por un impulso y menos mares, y divide exacta-
mente en dos partes iguales las
tierras de la superficie del globo.
El paralelo 30 2 norte (exactamente el 292 58' 5") sobre efrcual
se encuentra el centro de la Gran
Pirámide, es también el que atraviesa el máximo de tierras. Si se
multiplica la altura de la Gran
Pirámide h=148m208 por
1.000,000.000 se encuentra
148,208.000 kilómetros." Ahora
bien, la distancia de la tierra al sol
es de 149.400.000 km con una
oscilación de error de 70.000
kilómetros.
La razón
2a
_ 232m805
365,242 " 365m242
donde 2a representa la longitud
del cuadrado de la base y 365,242
el número de días del año, da una
medida igual a 0,6373991, llamada metro piramidal, por PiazziSmyth, y codo sagrado por el
abate Moreux.
Multiplicando esta longitud por
10,000.000 se tiene 6,374 km;
ahora bien, el radio medio del
esferoide terrestre es de 6,371
kilómetros.
El abate Moreux observa también que multiplicando la pulgada
piramidal, es decir, la 25ava parte
del codo sagrado por cien mil
millones, resulta la longitud de
veinticuatro horas, y que agregando el número de pulgadas
piramidales contenidas en las
dos diagonales de la base obtenemos 25.800, que es el número de
años del ciclo de la precisión del
eje terrestre sobre la elíptica.
El canal de entrada orientado
al norte en el plano meridiano de
la Gran Pirámide, es un telescopio meridiano natural que tiene
una inclinación fija de 26 2 30',
aproximadamente, sobre el horizonte y que permite actualmente
la observación circunmeridiana
(culminación inferior) de la estrella polar.
Según los cálculos del abate
Moreux, en el momento de la
construcción de la Gran Pirámide
era la estrella del Dragón la que
desempeñaba el papel astronómico de la polar y culmina
en el campo visual del canal en
cuestión.
La latitud exacta de la Gran
Pirámide es de 292 58' 51"; este
paralelo coincide de manera curiosa con un elemento de la teoría de Drayson sobre lo que llama
el año cósmico, correspondiente
a un ciclo de 31.756 años.
la época de los equinocios cíclicos y encontró como oblicuidad
29 s 58' 53".
En el año del Gran Otoño, y en
el año de la Gran Primavera, los
Este ciclo, de 31.756 años, hombres que habiten el paralelo
reproduce en gran escala las esta- que tiene esta latitud verán el sol
culminar en el cénit... exactaciones del año ordinario.
mente por encima del centro de
El último solsticio de invierno la Gran Pirámide, ya que está
e
del Gran Año, o Ciclo de Drayson, situada sobre el paralelo 29 58'
corresponde al período glacial que 51"N.
siguió a la era auriñaciense.
La Gran Pirámide reproduciEl último equinocio cíclico, o rá así, para el Gran Año, una
Gran Primavera, tuvo lugar en el variante de los alineamientos
año 5644 antes de Jesucristo equinociales observados en cier(diluvio, período lacustre). En la tos grupos megalíticos, como si,
actualidad nos acercamos a la con miras al planeta más notanoche de San Juan o Solsticio bles (y al abrigo de las mareas
del Gran Verano, que caerá en el glaciales), maestros que poseían
año 2295.
en Geofísica y en Astronomía
conocimientos que nosotros
El Gran Otoño del año 10234 apenas acabamos de adquirir,
verá el comienzo de la próxima hubiesen querido erigir un monuépoca glacial, y Europa se con- mento que debiera durar tanto
vertirá de nuevo en un inmenso como el Globo y que fuera un
ventisquero, marcando el año gnomo, un cuadrante cósmico, el
18173 el solsticio de este invier- que señala el Gran Año de la
Humanidad, que regula las eras
no cíclico.
glaciales y los diluvios, las muerEl astrónomo inglés, Alfred tes y los nacimientos de nuevas
Barley, calculó la oblicuidad para civilizaciones. A A A
Eduard Picallo
i Gil
Gran Experto
del
Grande Oriente Español
XENOFOBIA
¿Mal natural o provocado?
E» 1 resurgimiento en toda Europa de la xenofobia en forma casi
simultánea, difundida por todos ios medios de comunicación social,
engrandecida en sus razonamientos y justificada, en algunos casos,
con los más dispares argumentos, es tema de profunda preocupación
para la Masonería mundial. La xenofobia, exponente práctico de los
elevados niveles de intolerancia que el ser humano alcanza a desarrollar, es, en esencia, una de las principales lacras sociales a las que
históricamente se ha enfrentado nuestra Fraternidad.
Desde tiempos inmemoriales, los «Hijos de la Viuda» hemos trabajado incesantemente para erradicar del mundo este mal. Y en los
últimos tiempos daba la sensación de que, nuestro esfuerzo, iba
ganando terreno.
¿De dónde parte, pues, la fuerza oculta impulsora de que, en tan
poco tiempo, haya resurgido con tal vigor y de esta forma tan
espectacular?
El sentido de la lógica no nos permite atribuirla al azar.
En nuestros Talleres veniamos trabajando, desde hace tiempo, sobre la problemática implícita en los cambios futuros que se intuían en
el horizonte, encaminados a la construcción del nuevo continente
euroasiático. La velocidad de los acontecimientos ha superado nuestras
previsiones. Tal vez hayamos pecado, una vez más, de un exceso de
confianza en el ser humano, al considerar que los radicalismos estaban
enterrados. Que Europa había traspasado, en su avance cultural, el
punto límite que haría imposible su regresión hacia atrás. Evidentemente, la enfermedad no estaba sanada sino lanzada. Y ha rebrotado
con una virulencia estremecedora.
¿Por qué?
¿Es fruto de la casualidad que los principales medios de comunicación social en Europa estén bombardeando la opinión pública con noticias que, de alguna manera, parecen justificar actitudes irracionales?
¿No habrá detrás alguien con suficiente capacidad económica como
para fomentar este resurgir y, al tiempo, crear un estado de opinión que
vaya asimilando la xenofobia como algo natural?
Lejos de mí el intento de descubrir y analizar tales causas en un
simple artículo. Ni dispongo personalmente de la suficiente información para ello, ni considero que la magnitud y complejidad del tema lo
haga asequible a una sola opinión. Lo que propongo y ofrezco es abrir
sobre el mismo, en las páginas de esta revista, un Foro de Debate. Invitar
a todos aquellos, masones o profanos, que entiendan pueden decir o
aportar algo, a darnos luz sobre el tema.
Como masón, mantengo la másfirmede las posturas en contra de
la xenofobia, sin poder encontrar ninguna justificación a ella. Nuestra
Orden, impulsora del Universalismo, siempre se ha opuesto a ella de la
forma más taxativa y enérgica, como verdadera lacra social reveladora de la degradación moral del hombre, incapaz de convivir con sus
semejantes.
Pero no somos los «Hijos de la Viuda» simples plañideras que
limitemos nuestra actitud a denuncia pasiva de este auténtico crimen
de lesa humanidad. Somos operativos y sabemos, por tanto, que es
mediante la operación quirúrgica de abrir el tumor y profundizar en sus
causas que alcanzaremos curar el mal. Analicemos las razones, busquemos los beneficiarios, descubramos los objetivos que se persiguen
y habremos establecido las bases para erradicar el mal. No caigamos
en la candidez de pensar que se trata de algo espontáneo y pasajero.
Necio sería olvidar la historia reciente y a dónde condujo a la humanidad
el no haber afrontado a tiempo esta locura, cuando era posible.
Recordemos que, no hace mucho, se empezaron a violar tumbas judías;
luego aparecieron síntomas de un resurgimiento ideológico muy concreto, al tiempo que en la mayoría de los países europeos renacían
organizaciones bajo símbolos de todos bien conocidos.
Hay, por un lado, países pobres a los que no se da a sus habitantes
solución de vida; seres humanos a los que se confina a vivir en la mayor
de las indigencias; por otro, una trama organizada de trata de esclavos,
de introducción de mano de obra desesperada en los países industrializados, donde son rudamente explotados y utilizados durante los
períodos de euforia económica, marginándolos, sin facilitarles verdaderos horizontes ni vías reales de integración social.
Luego, cuando se dan las circunstancias adversas, cuando se alteran
las coordenadas, se crea el clima preciso para que el ciudadano-masa
achaque a una determinada raza lo que es producto de una situación
social. Y así, de forma sibilina, leemos repetidamente, y contemplamos
en la mayoría de las televisiones, noticias que, bajo el pretexto de la
información, excitan al pueblo contra unos marginados, no por marginados sino por razón de su raza. Me cuesta creer en la casualidad,
formado en el estudio de la casualidad.
«Acacia» es una publicación Masónica, dirigida al mundo masón.
Es una herramienta de trabajo. Pero no está cerrada ni limitada a los
masones. La Fraternidad jamás ha renunciado a la valiosa aportación
de aquellas mentes privilegiadas que, aun sin pertenecer a ella, han
querido aportarle sus conocimientos. Bienvenida es siempre la luz, sin
necesidad de matizar su fuente, pues toda Luz viene de la Razón y la
Razón es lo único que permite al hombre comprender la naturaleza de
las cosas remontándose a la causa que las produce.
Los masones trabajan y callan. Pero en este tema concreto, y ahora,
no pueden ni deben callar. Hacerlo, sería limitar nuestra Fraternidad a
iluminarse sin dar luz. Quizás no sea necesario ni lo más indicado llamar a los Hermanos al trabajo contra esta plaga. Pero sí estudiarla y
analizarla, profundizando en sus causas y exponer abiertamente al
mundo el resultado de nuestros estudios. Queda, pues abierto, el Foro.
Que el Gran Arquitecto del Universo se digne hacerlo útil para aportar un gramo de cordura a esta enloquecida Europa.
A A A
Gcdcó S.P.V.
Gran Primer Vigilante
de la
Gran Logia de Catalunya
ACOSO EN EL TRABAJO:
Un problema de ayer y de hoy
t-»l acoso sexual en el trabajo está tomando unos incrementos
impensables. En Alemania, estudios recientes nos dicen que el 92% de
las mujeres trabajadoras han sido, en un momento u otro, molestadas
por sus superiores con requerimientos no deseados. En Japón la cifra
es algo menos abultada, con la diferencia de que allí, en lugar de ser
acosadas, son directamente violadas. En otros países europeos, aunque
las estadísticas se mantienen por debajo de estas cantidades, se reconoce como normal la existencia de casos de abuso sexual de mujeres
por parte de los superiores jerárquicos.
En España, y a tenor de trabajos realizados en nuestros Talleres,
podemos asegurar que el número de mujeres molestadas es importante. Más aún, matizamos que una mayoría de casos se dan en empresas
u organismos que debieran ser, por su naturaleza, ejemplarizadores, lo
que convierte el hecho en más repulsivo incluso, si cabe utilizar esta
expresión.
Estamos, pues, ante un problema con dimensión mundial, de características medievales, pero del todo vigente y actual en los albores del
siglo xxi. Desalentador, aunque correspondiente, si tenemos en cuenta
que se desarrolla dentro de una sociedad donde se permite que un juez
determine la agresión como justificada si la falda de la víctima es algo
más corta que su propia concupiscencia.
No queremos, sin embargo, caer en extremismos genéricos y
olvidarnos que existen también casos de provocación intencionada,
en los que el camino es facilitado interesadamente, llegando incluso a
la presunción de la intimidad con el superior.
La propia Biblia cita el -caso de la mujer de Putifar para alertarnos
sobre los ardides de la hembra desairada. Pero tales situaciones, que
ciertamente se dan, son un grano de arena en un desierto, comparadas
cuantitativamente con los casos de auténtico acoso sexual que padece
la mujer en sus relaciones laborales y frente a los que se halla relativamente indefensa.
Cierto que existen algunas leyes encaminadas a protegerla de semejante villanía, pero no debemos olvidar que las mismas son coetáneas
a un mercado laboral en crisis, con limitadas posibilidades de promoción profesional y un extendido temor a presentar la denuncia, que
muchas veces es más objeto de burla que de apoyo y comprensión, ante una sociedad regentada por machos, más que seres humanos.
De nuestros estudios sobre el tema se desprende cómo la víctima
más propiciatoria es la mujer separada, la viuda o soltera con hijos, de
mediana edad y con responsabilidades de cargas familiares.
En una palabra, las que precisan el trabajo con mayor urgencia y que
por su edad no pueden alegar inocencia, desconocimiento del riesgo,
ni negación del consentimiento, y por tanto proscritas a un obligado
silencio que es la salvaguarda del villano.
Simultáneamente a este acoso de tipo sexual, no podemos ni debemos olvidar el ideológico, practicado intensa y abiertamente en los
regímenes totalitarios y que afecta, en su caso, por igual a mujeres que
a hombres. Se traduce en tener que aceptar, con objeto de conservar
el puesto de trabajo o poder optar a una promoción, situaciones, hechos, posicionamientos o ideologías contrarias a las propias creencias
u opiniones.
¿Qué hace posible, cuáles son las causas de que tales situaciones, que
deberían estar ampliamente superadas en nuestra sociedad occidental,
que al desarrollarse dentro de un Estado de Derecho hace a todos los
ciudadanos iguales ante la Ley, persistan, al parecer, como una herencia insoslayable de costumbres y épocas pasadas?
Lamentablemente, vemos, situación tras situación, cómo las grandes
empresas entregan la administración de los empleos a personas cuya
moral no se cuestiona. Técnicos formados exclusivamente en la ciencia de la competitividad, la cual ejercen con mayor o menor fortuna,
pero cuya formación humanística no se ha requerido y cuyos valores
morales no les ha sido necesario acreditar.
Sobre esta premisa, y a partir de este momento, cualquier abuso
moral que ocurra no puede ni debe extrañarnos. No pueden esperarse
límites morales si la filosofía total de la empresa se rige por la más
absoluta inmoralidad. Hasta diríamos más; parece demostrado que,
en muchos casos, la presencia entre los cuadros directivos de personas
preocupadas por este concepto esencial resulta enojosa y molesta.
Quien no se presta a la complicidad, deviene en conflictivo, y se
convierte en alguien al que es mejor separar, degradar y, si es posible,
retirar del mando.
Los masones no podemos asistir indiferentes a esta degradación.
Ocupamos, a nivel mundial, suficientes lugares destacados en la sociedad y nuestra área de influencia es lo suficientemente amplia para
admitir que el materialismo sea aceptado como un mal menor. Por
ello, me permito convocar a los Venerables de todas nuestras Respetables Logias a un trabajo común de análisis del tema, de propuestas
jurídicas, de amparo legal, y de defensa a nivel mundial de los afectados,
de modo que no tengamos que seguir soportando por más tiempo que
el trabajador -hombre o mujer- se vea en la alternativa de tener que
aceptar otras cargas que aquellas que se contemplan en su contrato
laboral.
Tenemos muy clara la matización diferenciadora entre el lógico
atractivo y posible intimidad voluntaria entre dos seres que comparten
horas y responsabilidades y el abuso desde la jerarquía. También
tenemos el poder de nuestra propia discreción y de nuestra versatilidad. Agrupamos, en nuestra Fraternidad, personas con la formación
necesaria para afrontar desde el estudio legal a la defensa jurídica de
quien sufra esta opresión.
Y tenemos el derecho y el deber de la defensa de estas víctimas,
hasta sus últimas consecuencias. La Masonería, como Institución, no
puede ni debe asumir esta tarea. Los masones, como tales, no pueden
eludirla.
Que nadie se espante, pues, de esta propuesta de trabajo en el
primer número de nuestra revista. Abogamos por un nuevo estilo más
dinámico. No podemos limitar nuestros trabajos a planteamientos
teóricos. Cuando buscamos la Luz, en nuestros Talleres, es para
irradiarla luego, individualmente, en nuestras distintas actividades en
el mundo profano.
Cada uno, desde sus respectivas posibilidades, en sus propios
ambientes, pero compartiendo el formal compromiso de defender a
una aquello que aprobamos como causa común tras cuantas matizaciones hayan sido necesarias.
La Redacción de ACACIA se brinda a servir de vehículo de
transmisión de cuantos trabajos le lleguen en este sentido, desde las
diferentes Potencias. Usémoslo. La libertad del ser humano es nuestro primer compromiso. Cumplamos con él. A A A
José Torrcgrosa
y Vallcaneraq
Grado 33
Soberano Gran Comendador
«De Honor Ad Vitam»
Supremo Consejo para España
LA MASONERÍA
Y LA IGLESIA
L a Masonería española, alI re- opinión todavía intransigente de
surgir de nuevo en la actual era algún sector integrista- que la Igle40 sia católica latina posee un nuevo
democrática, después de más de>40
nina Código de derecho canónico, que
años durmiente, analiza y examina
lica, entró en vigor el 17 de noviembre
sus relaciones con la Iglesia católica,
con el deseo ferviente y fraternalil de de 1983, por el cual se restringen las
entablar contactos espirituales que diversas causas de excomunión del
jnta antiguo Código, entre ellas la conpermitan una colaboración conjunta
cón cerniente a la Masonería, formaen la obra común de regeneración
lizando una liberalidad más amplia
moral del pueblo español.
en sus concepciones.
:ión
Nos consta que la apreciación
• Sin embargo, debemos destacar
actual de la Iglesia católica con ela
relación a la Masonería suscita ya los razonamiento de L'Observatore
>n y Romano al manifestar, pese al nuenuevos destellos de comprensión
ri- vo Código citado, que los «principios
modifica concepciones antiguass rigurosas e injustas para con ella,
a, y de la Masonería y los de la fe crisüaque algunas voces de altas autouto- na son fundamentalmente inconciridades eclesiásticas reconoceni el Hables, y que el inscribirse en las filas
carácter humanitario y fraternal1 de
de de una equivale a separarse de la
nuestra institución; y aún más hoy otra». Consideramos inadecuada tal
en día nos place conocer -pese a la
la expresión, pues la realidad nos
demuestra que la Masonería en el
mundo occidental, con sus diversos
ritos, y en la mayoría el Rito Escocés
antiguo y aceptado, proveniente de
las Constituciones de Anderson, está nutrida en gran proporción por
miembros cristianos que se desenvuelven y trabajan en sus respectivos Talleres y Grandes Logias, con
los Evangelios en el altar de sus
Templos y con el apoyo y adhesión
de las confesiones y religiones
cristianas, con la excepción 'del
catolicismo.
Podemos afirmar, también, que
la Iglesia cristiana -compendio de la
ortodoxa, católica y protestante
aceptando la creencia en Jesucristoy la Masonería universal no se sitúan
absolutamente en el mismo plano ni
propugnan la misma finalidad, pues
el cristianismo es una religión que se
consagra a la salvación del hombre
y a su vida eternal, estimulándole
para ganar el cielo, mientras que la
Masonería estima solamente permitirle la organización de su vida en
la tierra y el estudio, capacitación y
perfeccionamiento filosófico y espiritual, lo cual en manera alguna
está en contradicción o en oposición
con ninguna Iglesia.
Durante el exilio en el extranjero,
destacadas personalidades masónicas españolas mantuvieron relaciones de amistad con representantes de las diferentes Iglesias y
confesiones religiosas de diversos
países europeos, en todas las cuales
reinó siempre un espíritu de conciliación y de armonía que expresan y
avecinan una mayor compenetración con la obra común de defensa
de la espiritualidad y fraternidad
humana.
Esto fue fácilmente conciliable
debido a que la Masonería universal
se desenvuelve ampliamente en todas las naciones democráticas de
Occidente y que las relaciones
espirituales que ella practica con
las instituciones religiosas son perfectamente cordiales e impregnadas
de fraternidad.
Por tal motivo, con el resurgimiento de la Masonería española
en territorio propio y con el interés
de dar a conocer todo cuanto a ella
concierne en su obra espiritual, su
origen, organización y sus postulados fundamentales, tenemos el
deber de instar y recabar en España
iguales relaciones fraternales con
las instituciones españolas religiosas
y espirituales, ofreciendo nuestra
sincera colaboración al fin común
de salvaguardar a nuestra patria de
los extremismos que le acechan, de
subvenir a la consolidación de la
democracia y de contribuir a la paz
y a la fraternidad entre todos los
españoles.
La Masonería española, consecuente con sus principios, espera
entablar relaciones con la Iglesia española y desenvolverlas impregnadas de Amor y de Paz en bien de
ellas compendian el alma y espíritu
de nuestra nación, de la nueva
España, con su Constitución democrática, y de la otra, emigrante y
dispersa por todo el mundo, sin
olvidar a la gran masa de los 300
millones de seres de habla españoa que alrededor de nosotros gira
anhelante, silenciosa y atenta, en
espera de la realización de nuestra
gran obra fraternal, entusiasta y
espiritual y con la fe en la reconstrucción y engrandecimiento de
nuestra patria.
nuestra patria y de todos los
españoles, propugnando establecer
una vida común nacional entre todas aquellas instituciones que se
consideren portadoras de un estandarte espiritual, moral o religioso,
estimulando la práctica de la Virtud
y, desprendiéndose de la intolerancia y del predominio, aportar
donde hubiere tinieblas, odio o
venganza, la Luz resplandeciente
del amor y de la fraternidad.
España necesita en los actuales
momentos de la más grande compenetración espiritual para ayudarla
a obtener los objetivos propuestos
en su proceso de democratización. Y
la unidad espiritual de todas las
instituciones morales y religiosas es
imprescindible para su desarrollo y
consolidación.
España, la nueva España, despierta ahora con la expresión de
libertad democrática que el pueblo
se ha señalado; y la misión espiritual
que nos compete no puede ni debe
defraudar las aspiraciones de los
españoles que en su período de
transición han sabido, con calma y
entereza, iniciar la gran obra histórica de su democratización.
Una nueva civilización se nos
aparece a pasos de gigante y es
necesario el esfuerzo y sacrificio de
todos los hombres de buena
voluntad para llevar a cabo la gran
obra moral, social y espiritual que
nuestra patria reclama para su
engrandecimiento y dignificación.
Si los políticos, estadistas y científicos de nuestra España tienen la
enorme y alta responsabilidad de su
destino en esta nueva aurora
resplandeciente del pueblo español,
las fuerzas espirituales, representadas por sus instituciones respectivas, la tienen aún más, porque
A
La Iglesia, como la Masonería y
los demás organismos espirituales,
tiene la responsabilidad el momento
actual de nuestra patria, y acunándonos en las palabras del Cardenal
Tarancón, debemos ser el instrumento de reconciliación de nuestro
pueblo, acercándonos a él, infundiéndole confianza y fe en nuestro
destino y, con la práctica de la
convivencia y de la fraternidad,
elevar a España hacia nuevas cumbresflorecientesde Amor y de Paz.
A
A
9Á0%I%J%WH£M!A(;Ó
En Miquel era membre de la meva Logia mare.
Era present al moment en qué vareig ser instituit francmacó. I va
estar al meu costat al rebre els augments de salari. Várem guarnir els
nostres manils el mateix dia.
Com a francmacó era Germá. Per tot el dit ho era mes entranyable. Visquérem moments molt emotius plegats. Várem treballar amb
molts planys i les nostres matitzacions no varen ser sempre coincidents.
Les seves sempre em varen enriquir. Apassionat defensor deis seus
criteris, de vehement eloqüéncia, la reflexió i la tolerancia el feien un
magnífic home de síntesi.
Miquel a emprés el llarg viatge. Ho ha fet per voluntat propia, amb
els guarniments exteriors del seu grau i condició. Pero és el seu interior el que vull recordar, el que va voler viure com a francmacó. La seva
voluntat de fer deis nostres principis-moráis una forma de vida, va ser
la seva gran aportado en aquest moment de recuperado de la nostra
fraternitat: el Temple per rebre la Llum, el món per expandir-la.
Obligacions profanes no varen permetre la meva presencia ais
ades d'acomiadament. Permeteu-me usar la nostra revista per dir-li
al Món Francmagónic unes paraules que em dicta el cor:
íMiqueC, mai morirás en eCnostre record, perqué ía teva vida será
per sempre un record i un e\emp(e, Cjrácks per haver-Ca voígut
compartir amb nosattres.
G. Gedeó
En nom de tots els teus GG.
de La Gran Logia de Catalunya
In memoriam de Miquel Cuadrat
ACACIA ha nacido para servir. Nada más la mueve, ni otra
razón impulsa a sus promotores, que la de ser útil como herramienta de perfeccionamiento y mejora individual y colectiva. No
es una obra individual ni cerrada a una sola idea, por lo que sus
páginas están abiertas a todos. Queremos invitar desde aquí a
todo aquel, Masón o no, que tenga algo que decir o aportar en
pro de los derechos del hombre o de libertad, igualdad y fraternidad que la Orden Masónica profesa.
También queremos que sirva como vínculo de comunicación
del pensamiento entre las distintas Obediencias en los diferentes
países, especialmente los que compartimos la misma lengua. No
obstante, dentro de nuestro principio Universalista, consideramos que el idioma no debe ser en absoluto elemento generador
de discrepancias y menos aún limitador de la comunicación. Por
ello, y en la búsqueda de una mayor fidelidad al pensamiento
original de nuestros colaboradores, ACACIA es polilingüe. Los
artículos se publican en el idioma original en que han sido escritos. Si en algún caso deseas recibir el contenido de alguno de
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en especial, a todos ¡os que por su forma de ser y de pensar coinciden y comparten personalmente, sin saberlo quizás, con los ideales y postulados fundamentales por los que la Masonería ha
luchado, lucha y seguirá luchando durante Siglos: el derecho del
hombre a decidir por sí mismo en base a su propia razón. Por
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