SEXTA EDICIÓN
TEORÍAS
DEL APRENDIZAJE
Una perspectiva educativa
DALE H. SCHUNK
N
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Teorías del aprendizaje
Una perspectiva educativa
Sexta edición
Dale H. Schunk
The University of North Carolina at Greensboro
Traducción
Leticia Esther Pineda Ayala
Universidad Anáhuac Norte
María Elena Ortiz Salinas
Universidad Nacional Autónoma de México
Revisión técnica
Sandra Castañeda Figueiras
Facultad de Psicología
Universidad Nacional Autónoma de México
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DAlE H. SCHuNK
Teorías del aprendizaje.
una perspectiva educativa
Sexta edición
PEARSON EDUCACIÓN, México, 2012
ISBN: 978-607-32-1475-9
Área: Psicología
Formato: 19
23.5 cm
Páginas: 568
Authorized translation from the English language edition, entitled LEARNING THEORIES: AN EDUCATIONAL PERSPECTIVE,
6th edition, by DALE SCHUNK, published by Pearson Education, Inc., publishing as Pearson, Copyright © 2012. All rights reserved.
ISBN 9780137071951
Traducción autorizada de la edición en idioma inglés, titulada LEARNING THEORIES: AN EDUCATIONAL PERSPECTIVE, 6ª edición
por DALE SCHUNK, publicada por Pearson Education, Inc., publicada como Pearson, Copyright © 2012. Todos los derechos reservados.
Esta edición en español es la única autorizada.
Dirección Educación Superior:
Editor:
Mario Contreras
Mónica Vega Pérez
e-mail:
[email protected]
Felipe Hernández Carrasco
Gustavo Rivas Romero
Suzanne Duda
Editor de Desarrollo:
Supervisor de Producción:
Diseño de portada:
Gerencia Editorial
Educación Superior Latinoamérica: Marisa de Anta
SEXTA EDICIÓN, 2012
D.R. © 2012 Pearson Educación de México, S.A. de C.V.
Atlacomulco 500-5o. piso
Industrial Atoto, C.P. 53519
Naucalpan de Juárez, Estado de México
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Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Reg. Núm. 1031
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación puede reproducirse, registrarse o transmitirse, por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético
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El préstamo, alquiler o cualquier otra forma de cesión de uso de este ejemplar requerirá también la autorización del editor o de sus
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ISBN VERSIÓN IMPRESA: 978-607-32-1475-9
ISBN E-BOOK: 978-607-32-1476-6
ISBN E-CHAPTER: 978-607-32-1477-3
Impreso en México. Printed in Mexico.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 - 15 14 13 12
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Dedicatoria
A Barry Zimmerman,
maestro, colega y amigo
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Contenido breve
1 Introducción al estudio del aprendizaje
1
2 Neurociencia del aprendizaje
29
3 Conductismo
71
4 Teoría cognoscitiva social
117
5 Teoría del procesamiento de la información
163
6 Constructivismo
228
7 Procesos del aprendizaje cognoscitivo
278
8 Motivación
345
9 Autorregulación
399
444
10 Desarrollo
Glosario
489
Referencias
501
Índice temático
539
iv
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Contenido
1
Clase de psicología educativa de Gina
Brown 26
Introducción al estudio del
aprendizaje 1
Resumen 27
Lecturas adicionales 28
Deinición de aprendizaje 3
Precursores de las teorías modernas
del aprendizaje 4
2
Teoría y ilosofía del aprendizaje 5
Comienzos del estudio psicológico
del aprendizaje 7
Estructuralismo y funcionalismo 8
Evaluación del Aprendizaje
Observación directa 14
Exámenes escritos 15
Exámenes orales 16
Caliicaciones de terceros
Autorreportes 16
29
Organización y estructuras 31
Teoría e investigación del aprendizaje
Funciones de las teorías 10
Conducción de la investigación
Neurociencia
del aprendizaje
10
11
14
Organización neuronal 32
Estructuras del cerebro 33
Localización e interconexiones 37
Métodos de investigación del cerebro
39
Neuroisiología del aprendizaje 43
Sistema de procesamiento de la información 43
Redes de memoria 46
Aprendizaje del lenguaje 49
16
Desarrollo del cerebro 50
Factores inluyentes 50
Fases del desarrollo 51
Periodos cruciales 52
Desarrollo del lenguaje 55
Relación entre el aprendizaje
y la instrucción 18
Perspectiva histórica 18
Similitudes instruccionales 19
Integración de la teoría y la práctica
20
Temas fundamentales para las teorías
del aprendizaje 21
¿Cómo ocurre el aprendizaje? 22
¿Qué papel desempeña la memoria? 23
¿Cuál es el papel de la motivación? 23
¿Cómo ocurre la transferencia? 24
¿Qué procesos participan
en la autorregulación? 24
¿Cuáles son las implicaciones
para la instrucción? 25
Tres escenarios de aprendizaje 25
Clase de tercer grado de Kathy Stone 25
Clase de historia de Estados Unidos de Jim
Marshall 26
Motivación y emociones 58
Motivación 58
Emociones 60
Aplicaciones instruccionales 62
Relevancia de la investigación del cerebro 62
Aspectos educativos 63
Prácticas educativas basadas en el cerebro 64
Resumen 67
Lecturas adicionales 70
3
Conductismo
Conexionismo
71
73
Aprendizaje por ensayo y error
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73
v
vi
Contenido
Prestigio y competencia del modelo 134
Leyes del ejercicio y del efecto 74
Otros principios 75
Revisiones de la teoría de Thorndike
Thorndike y la educación 76
Condicionamiento clásico
Consecuencias vicarias para los
modelos 135
75
Procesos motivacionales 138
78
Metas 138
Expectativas de los resultados
Valores 145
Procesos básicos 79
Variables informativas 81
Inluencias biológicas 81
Reacciones emocionales condicionadas
Condicionamiento por contigüidad
Actos y movimientos 84
Fuerza asociativa 84
Recompensas y castigos 85
Formación y cambio de hábitos
Condicionamiento operante
Autoeicacia 146
82
84
85
156
Modelos 157
Autoeicacia 157
Ejemplos resueltos 158
Tutoría y asesoría 158
Resumen 159
102
Lecturas adicionales 162
Objetivos conductuales 103
Tiempo de aprendizaje 105
Aprendizaje de dominio 107
Instrucción programada 109
Contratos de contingencias 112
5
Teoría del procesamiento
de la información 163
Sistema de procesamiento de la
información 165
Resumen 114
Lecturas adicionales 116
4
Revisión de conceptos 146
Autoeicacia en situaciones de logro 147
Modelos y autoeicacia 149
Habilidades motoras 152
Autoeicacia en la instrucción 153
Actividades terapéuticas y sanitarias 154
Aplicaciones a la instrucción
88
Marco conceptual 89
Procesos básicos 90
Cambio conductual 98
Modiicación conductual 100
Autorregulación 102
Aplicaciones a la instrucción
143
Teoría cognoscitiva social
117
Marco conceptual para el aprendizaje 119
Interacciones recíprocas 119
Aprendizaje y desempeño 122
Autorregulación 122
Supuestos 165
Modelo de memoria de dos almacenes
(dual) 165
Alternativas al modelo de dos almacenes 168
Atención
171
Teorías de la atención 171
Atención y aprendizaje 172
Atención y lectura 174
Procesos de modelamiento 123
Percepción 175
Teorías de la imitación 123
Funciones del modelamiento 125
Aprendizaje de habilidades
cognoscitivas 129
Aprendizaje de habilidades motoras
Teoría Gestalt 175
Registros sensoriales 178
Comparaciones con la MLP
131
Inluencias sobre el aprendizaje y el
desempeño 133
Estado de desarrollo de los aprendices
133
179
Modelo de la memoria de dos almacenes 180
Aprendizaje verbal 181
Memoria a corto plazo (de trabajo) 183
Memoria a largo plazo 184
Inluencias en la codiicación 187
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Contenido
Memoria a largo plazo. Almacenamiento 191
Proposiciones 191
Almacenamiento del conocimiento 193
Sistemas de producción y modelos
conexionistas 196
Memoria a largo plazo. Recuperación
y olvido 200
Recuperación 200
Comprensión del lenguaje
Olvido 209
vii
Autorregulación 252
Motivación
254
Factores contextuales 254
Teorías implícitas 256
Expectativas de los profesores
258
Ambientes de aprendizaje constructivistas 261
Principales características
261
Principios de la APA centrados en el
aprendiz 263
204
Aplicaciones a la enseñanza
Imaginería 213
Representación de la información espacial 213
Imaginería en la MLP 216
Diferencias individuales 217
Aplicaciones a la instrucción 217
Organizadores avanzados 218
Condiciones de aprendizaje 219
Carga cognoscitiva 223
265
Aprendizaje por descubrimiento 266
Enseñanza por indagación 268
Aprendizaje asistido por los pares 269
Discusiones y debates
271
Enseñanza relexiva 271
Resumen 274
Lecturas adicionales 277
Resumen 224
Lecturas adicionales 227
6
Constructivismo
7
228
Adquisición de habilidades
Panorama 230
Perspectivas 232
Cognición situada 233
Contribuciones y aplicaciones
Conocimiento condicional
y metacognición 284
234
Teoría de Piaget en el desarrollo
cognoscitivo 236
Procesos del desarrollo 236
Implicaciones para la enseñanza
239
Teoría sociocultural de Vygotsky 240
241
Principios básicos 242
Zona de desarrollo próximo
Aplicaciones 245
Críticas 247
280
Habilidades generales y especíicas 280
Metodología de investigación de novato
a experto 281
Diferencias en ciencia entre expertos
y novatos 283
Constructivismo. Supuestos y
perspectivas 230
Antecedentes
Procesos del aprendizaje
cognoscitivo 278
Aprendizaje de conceptos 292
243
Discurso privado y aprendizaje mediado
socialmente 248
Discurso privado 248
Verbalización y aprovechamiento
Conocimiento condicional 285
Metacognición y aprendizaje 286
Variables que inluyen
en la metacognición 288
Metacognición y conducta 289
Metacognición y lectura 290
249
Aprendizaje mediado socialmente 251
La naturaleza de los conceptos 292
Adquisición de conceptos 294
Enseñanza de conceptos 295
Procesos motivacionales 298
Solución de problemas
299
Inluencias históricas 299
Heurística 302
Estrategias de solución de problemas
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304
viii
Contenido
Solución de problemas y aprendizaje 309
Expertos y novatos 310
Razonamiento 311
Implicaciones para la enseñanza 315
Transferencia 317
322
Autoconcepto 383
Dimensiones y desarrollo 383
Autoconcepto y aprendizaje 385
Motivación intrínseca 386
332
Perspectivas teóricas 386
Sobrejustiicación y recompensa
332
Aplicaciones a la instrucción
389
392
Entrenamiento en la motivación
para el logro 392
Programas para cambiar la atribución
Orientaciones a la meta 395
Resumen 342
Lecturas recomendadas 344
Motivación
380
Creencias de control 380
Impotencia aprendida 381
Estudiantes con problemas de aprendizaje 382
Entornos de aprendizaje basados
en computadoras 325
Aprendizaje a distancia 328
Direcciones futuras 330
8
Metas y expectativas 372
Comparación social 372
Control percibido
Tecnología y enseñanza 324
Ejemplos resueltos
Escritura 334
Matemáticas 337
Teoría cognoscitiva social 371
Orientaciones a la meta 376
Concepciones de capacidad 379
Transferencia de estrategias 321
Aplicaciones a la enseñanza
368
Teoría de la meta 374
Perspectivas históricas 317
Activación del conocimiento en la
memoria 318
Tipos de transferencia 319
Enseñanza para la transferencia
Teoría de la atribución del logro
393
Resumen 397
345
Lecturas adicionales 398
Perspectivas históricas 347
Teoría
Teoría
Teoría
Teoría
de la pulsión 347
del condicionamiento 348
de la congruencia cognoscitiva
humanista 351
Modelo de aprendizaje motivado
9
349
356
Antes de la tarea 357
Durante la tarea 357
Después de la tarea 358
Motivación para el logro
358
Teoría conductual 401
Autosupervisión 401
Autoinstrucción 404
Autorreforzamiento 405
Marco conceptual 405
Procesos cognoscitivos sociales 407
Naturaleza cíclica de la autorregulación 411
Inluencias sociales y del aprendiz 414
Teoría del procesamiento de la
información 415
Modelo de autorregulación 415
Estrategias de aprendizaje 417
Teoría constructivista 427
366
Locus de control 367
Análisis ingenuo de la acción
399
Teoría cognoscitiva social 405
Teoría de las expectativas y el valor 359
Inluencias familiares 361
Modelo contemporáneo de la motivación
para el logro 362
Teoría de la valía personal 364
Involucramiento en la tarea y en el yo 366
Teoría de la atribución
Autorregulación
367
Inluencias socioculturales
Teorías implícitas 430
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428
Contenido
Temas contemporáneos del desarrollo 460
Motivación y autorregulación 431
Volición 432
Valores 434
Esquemas personales 434
Búsqueda de ayuda 435
Aplicaciones de enseñanza
Estudio académico
Redacción 438
Matemáticas 439
Cambios con el desarrollo 460
Instrucción apropiada para el desarrollo
Transiciones en los niveles de
escolaridad 463
436
Inluencias familiares
436
Desarrollo
465
Motivación y desarrollo 474
444
Inicios del estudio cientíico del desarrollo 446
Fundamentos históricos 446
Fundamentos ilosóicos 446
El Movimiento para el Estudio del Niño
Temas relevantes para el aprendizaje
Tipos de teorías del desarrollo 452
Teorías estructurales 455
Teoría del crecimiento cognoscitivo
de Bruner 457
Cambios con el desarrollo
Implicaciones 476
475
Aplicaciones a la instrucción
477
Estilos de aprendizaje
Interacciones entre profesor y estudiante
447
Resumen 486
Lecturas adicionales 487
450
Glosario
489
Referencias
457
478
Modelo de instrucción de Case 482
Perspectivas sobre el desarrollo 449
Representación del conocimiento
Currículo en espiral 458
461
Estatus socioeconómico 465
Ambiente del hogar 468
Participación de los padres 469
Medios electrónicos 472
Resumen 441
Lecturas adicionales 443
10
ix
501
Índice temático
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539
483
Prefacio
El estudio del aprendizaje humano continúa su desarrollo y expansión. A medida que los investigadores de diversas tradiciones teóricas ponen a prueba sus ideas e hipótesis en escenarios básicos y
aplicados, sus hallazgos originan mejoras en la enseñanza y el aprendizaje de estudiantes de todas
las edades. En especial, es digna de mención la forma en que los investigadores y los profesionales están trabajando, cada vez con mayor ahínco, en el estudio de temas que alguna vez se pensó
que no tenían una conexión estrecha con el aprendizaje, como la motivación, la tecnología y la
autorregulación.
Aunque el campo del aprendizaje vive un cambio continuo, los objetivos principales de esta
sexta edición son los mismos que los de las ediciones anteriores: a) comunicar a los estudiantes los
principios teóricos, los conceptos y los hallazgos de las investigaciones sobre el aprendizaje, sobre
todo aquellos que se relacionan con la educación; y b) ofrecer aplicaciones de los principios y conceptos a escenarios donde ocurren la enseñanza y el aprendizaje. El texto se mantiene enfocado en
la cognición, aunque también se revisa el conductismo. Este enfoque cognoscitivo es congruente con
el énfasis constructivista contemporáneo en aprendices activos que buscan, forman y modiican sus
habilidades, conocimientos, estrategias y creencias.
ESTRUCTURA DE ESTE TEXTO
Los 10 capítulos del libro están organizados de la siguiente manera. El capítulo introductorio revisa la
teoría, la investigación y los problemas, así como los fundamentos históricos del estudio del aprendizaje y la relación de éste con la enseñanza. Al inal del capítulo se presentan tres escenarios que
incluyen entornos de educación primaria, media y universitaria, los cuales se utilizan a lo largo del
texto para ilustrar las aplicaciones de los principios del aprendizaje, la motivación y la autorregulación.
El capítulo 2 analiza la neurociencia del aprendizaje. La presentación de este material al inicio del
texto es conveniente para que los lectores entiendan mejor los vínculos que se establecen más adelante, entre las funciones del cerebro y los principios cognoscitivos y constructivistas del aprendizaje.
El tema del conductismo, que dominó el campo del aprendizaje durante muchos años, se estudia en
el capítulo 3. Las visiones cognoscitivas y constructivistas actuales del aprendizaje se cubren en los
siguientes cuatro capítulos: la teoría cognoscitiva social, la teoría del procesamiento de la información,
el constructivismo y los procesos cognoscitivos del aprendizaje. Los tres últimos capítulos cubren
temas pertinentes y estrechamente integrados con las teorías del aprendizaje: la motivación, la autorregulación y el desarrollo.
LO NUEVO EN ESTA EDICIÓN
Los lectores familiarizados con las ediciones anteriores advertirán muchos cambios en el contenido y
la organización de esta edición, los cuales relejan la evolución tanto de los intereses teóricos como
de la investigación. La autorregulación, que en ediciones recientes se examinaba en otros capítulos,
ahora tiene su propio capítulo, donde se destaca su importancia para el aprendizaje, a la vez que se
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Prefacio
xi
hace evidente el énfasis cada vez mayor de los investigadores y los profesionales en el tema. Dado el
predominio de la tecnología en las escuelas y los hogares, el libro incluye secciones nuevas sobre
el aprendizaje en medios electrónicos y en entornos basados en las computadoras. En ediciones anteriores, el aprendizaje de las áreas de contenido y los modelos instruccionales se revisaban en capítulos
separados. En esta sexta edición, el material se integra en lugares adecuados de otros capítulos, lo
que brinda mayor coherencia y relación entre el aprendizaje y la enseñanza del contenido. Algunos
capítulos fueron reordenados en el texto, en tanto que algunos temas se cambiaron dentro de los capítulos para mejorar la luidez. El continuo crecimiento de la investigación relevante para el aprendizaje
académico dio lugar a la incorporación de términos nuevos en el glosario y a más de 140 referencias
nuevas.
Esta edición también ofrece muchos ejemplos de la aplicación de los conceptos y principios del
aprendizaje a los escenarios donde éste tiene lugar. Después del capítulo introductorio, cada capítulo
incluye una nueva sección sobre aplicaciones a la instrucción. Los capítulos inician con viñetas que
ilustran algunos de los principios revisados en el capítulo, así como abundantes ejemplos informales
y aplicaciones detalladas, muchas de las cuales se sitúan en los escenarios descritos en el capítulo 1.
La mayoría de las aplicaciones presentadas corresponden a aprendices desde la educación preescolar
hasta el bachillerato; no obstante, algunas también se reieren a estudiantes más jóvenes o mayores,
así como al aprendizaje fuera de los escenarios académicos.
El texto va dirigido tanto a estudiantes de nivel licenciatura interesados en la educación,
como estudiantes en posgrados de educación o disciplinas aines. Se supone que la mayoría de
los lectores tomaron algún curso sobre educación o psicología, y que en la actualidad trabajan en
una institución académica o pretenden seguir una carrera en la educación. Además de los cursos
sobre aprendizaje, el texto es adecuado para cualquier curso que revise el aprendizaje con cierta
profundidad, como los cursos de motivación, psicología educativa, desarrollo humano y diseño
para la instrucción.
RECONOCIMIENTOS
Quiero expresar mi agradecimiento a varias personas por la ayuda que me brindaron para este proyecto. A lo largo de mi carrera, muchos colegas han enriquecido mi pensamiento acerca de los
procesos y las aplicaciones del aprendizaje, incluyendo a Albert Bandura, Curt Bonk, James
Chapman, Herb Clark, Lyn Corno, Peg Ertmer, Doreen Ferko, el difunto Nate Gage, Marilyn Haring,
Carolyn Jagacinski, Mark Lepper, Dave Lohman, Judith Meece, Sam Miller, Carol Mullen, los difuntos John Nicholls, Frank Pajares y Paul Pintrich, así como Don Rice, Ellen Usher, Claire Ellen
Weinstein, Allan Wigield, Phil Winne y Barry Zimmerman. Sigo beneiciándome de las actividades
con miembros de organizaciones profesionales, sobre todo del grupo interesado en la motivación
en la educación especial de la Asociación Psicológica Estadounidense y la División 15 (psicología
educativa) de tal asociación. Mi aprendizaje se ha visto ampliado por los extraordinarios estudiantes,
profesores, consejeros, administradores y superintendentes con quienes he trabajado. Expreso mi
sincero agradecimiento a los estudiantes de licenciatura y posgrado por su colaboración y ayuda en
los proyectos de investigación.
Durante muchos años, Kevin Davis fue mi editor en Pearson. Estoy muy agradecido con Kevin
por su orientación, y el apoyo que me brindó y que contribuyó a enriquecer y mejorar este libro. En
esta edición, Paul Smith asumió las responsabilidades editoriales y realizó un espléndido trabajo; ha
sido un placer trabajar con él. También debo un agradecimiento especial a Matt Buchholz y a Cynthia
Parsons, de Pearson, por su valioso apoyo editorial.
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xii
Prefacio
Asimismo, deseo expresar mi agradecimiento a los siguientes revisores de la quinta edición:
Ronald, A. Beghetto, de la Universidad de Oregon; Denise Ward Hood, de la Universidad del Norte de
Arizona y a Sherri Horner, de la Universidad Estatal Bowling Green. Agradezco el apoyo ofrecido en
las tareas administrativas por Tomi Register, Liz Meeks y Melissa Edmonds-Kruep, de la Universidad de
Carolina del Norte en Greensboro.
Siempre estaré agradecido por el amor y el aliento que recibí de mis padres, los inados Mil y Al
Schunk, así como por la ayuda de mis amigos Bill Gattis, Rob Eyman, Doug Curyea y el fallecido Jim
Tozer, para mantener irmes las prioridades de la vida. Expreso mi profunda gratitud a Caryl y Laura
Schunk por la comprensión, el apoyo, el aliento y el amor que me han brindado desde que apareció
la primera edición de este libro en 1991. Caryl aportó muchos de los ejemplos y las aplicaciones a
partir de sus experiencias en la educación desde preescolar hasta preparatoria. Laura, que era una
bebé cuando se publicó la primera edición y hoy se prepara para graduarse de la universidad, es
una joven inteligente, motivada y sociable. La inluencia del aprendizaje en su vida acerca continuamente este libro al hogar.
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Capítulo
1
Introducción al estudio
del aprendizaje
Russ Nyland imparte un curso de educación a los estudiantes de un posgrado sobre instrucción
cognitiva y aprendizaje. El semestre está llegando a su in y, al inal de un día de clases, tres
estudiantes se acercan a él: Jeri Kendall, Matt Bowers y Trisha Pascella.
Russ:
¿Qué sucede? ¿No fui muy claro hoy?
Jeri:
Doctor Nyland, ¿podríamos hablar con usted? Hemos estado platicando; el curso ya
está muy avanzado y aún nos sentimos confundidos.
Russ:
¿Acerca de qué?
Jeri:
Bueno, hemos estudiado a todos esos teóricos y pareciera que dicen cosas distintas,
aunque tal vez no sea así. Bandura, Bruner, Anderson, Vygotsky y los demás. Plantean
diferentes puntos, pero algunas de sus ideas parecen traslaparse con las de los otros
autores.
Matt:
Sí, estoy muy confundido. Leo acerca de las teorías de estos autores y pienso: “Sí, estoy
de acuerdo con esta teoría”. Pero luego me parece que estoy de acuerdo con todas y,
según yo, se supone que uno adopta una teoría, que es consistente con ella y no con
las demás. Pero parece que hay un gran traslape entre ellas.
Russ:
Tienes razón, Matt, sí lo hay. La mayor parte de la información que hemos estudiado
en este curso se reiere a teorías cognoscitivas o cognitivas, y todas se parecen porque
airman que el aprendizaje implica un cambio en las cogniciones, es decir, en el conocimiento, las habilidades y las creencias. La mayoría de los autores también considera
que los aprendices construyen su conocimiento y sus creencias; que no adoptan de
forma automática lo que alguien les dice. Así que es verdad, hay un gran traslape.
Trisha:
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Yo debo ser una especie de teórica del procesamiento
de información, una teórica social cognoscitiva o una constructivista? Eso es lo que me
tiene confundida.
Russ:
No, no tienes que ser ni lo uno ni lo otro. Es probable que una teoría te parezca mejor
que las otras, pero también que esta no explique todo lo que tú quisieras. En ese caso,
puedes adoptar conceptos de otras teorías. Por ejemplo, cuando estaba estudiando un
posgrado trabajé con un profesor que era especialista en el aprendizaje cognoscitivo.
Había otra profesora que se dedicaba a la investigación del desarrollo, y me gustaba
mucho lo que hacía, tal vez porque alguna vez trabajé como profesor y estaba
1
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2
Capítulo 1
interesado en el desarrollo, especialmente en los cambios que atraviesan los niños de
la escuela primaria a la secundaria. Entonces, me convertí en un teórico del aprendizaje que tomó conceptos de la literatura del desarrollo, y lo sigo haciendo. ¡No hay nada
malo en eso!
Jeri:
Bueno, eso me hace sentir mejor. Pero el curso está por terminar y quiero saber qué
debo hacer después.
Russ:
Les diré algo, la próxima clase dedicaré un tiempo a hablar de este tema. Pero podrían
empezar por no decidir qué tipo de teóricos son, y en vez de eso determinar qué
piensan acerca del aprendizaje y cuáles son los tipos de aprendizaje que les interesan.
Entonces podrán ver cuál teoría encaja con sus creencias y suposiciones, y tal vez
hacer lo que yo hice: adoptar algunos conceptos de otras teorías.
Matt:
¿No es a esto a lo que le llaman ser ecléctico?
Russ:
Tal vez, pero puedes preferir una teoría y adaptarla cuando sea necesario. Está bien
hacerlo. De hecho, así es como se mejoran las teorías, incorporándoles ideas que no
contenían originalmente.
Trisha:
Gracias doctor Nyland, esto fue muy útil.
Aprender implica construir y modiicar nuestro conocimiento, así como nuestras habilidades, estrategias,
creencias, actitudes y conductas. Las personas aprenden habilidades cognoscitivas, lingüísticas, motoras y
sociales, las cuales pueden adoptar muchas formas.
A un nivel sencillo, los niños aprenden a resolver
2 + 2 = ?, a reconocer la letra p en la palabra papá,
a amarrarse las agujetas y a jugar con otros niños. A
un nivel más complejo, los estudiantes aprenden a
resolver problemas con divisiones largas, a redactar
trabajos escolares, a andar en bicicleta y a trabajar en
cooperación para un proyecto de grupo.
El tema del que se ocupa este libro es la manera
en que ocurre el aprendizaje humano, los factores
que intervienen y la forma en que se aplican los principios del aprendizaje en diversos contextos educativos. Aquí no se hace mucho énfasis en el aprendizaje
animal, lo cual no signiica que se le reste importancia, ya que hemos obtenido muchos conocimientos
acerca del aprendizaje a partir de la investigación en
animales. Sin embargo, el aprendizaje humano es
fundamentalmente diferente del animal porque el primero es más complejo, elaborado y rápido, y por lo
general involucra el lenguaje.
En este capítulo se presenta un panorama del estudio del aprendizaje. Se empieza por deinirlo para
después examinarlo en los contextos en que ocurre;
luego, se presenta a algunos de los ilósofos y psi-
cólogos que se considera fueron importantes precursores de las teorías contemporáneas y ayudaron
a establecer las bases para la aplicación de las teorías
del aprendizaje en la educación. Se analiza también
el papel que desempeñan la teoría y la investigación
del aprendizaje, y se describen los métodos que, por
lo común, se utilizan para evaluar el aprendizaje.
Asimismo, se explica la relación que existe entre las
teorías del aprendizaje y la instrucción, y después
se presentan cuestiones cruciales en el estudio del
aprendizaje.
Al inal de este capítulo se presentan tres escenarios que involucran el aprendizaje de estudiantes
de primaria, secundaria y universidad. Se proporciona
información antecedente acerca de los aprendices, los
profesores, la instrucción, el contenido, el entorno y
otros aspectos. En capítulos posteriores se utilizarán
estos escenarios para ejempliicar cómo operan los
principios del aprendizaje. Los lectores se beneiciarán al entender cómo se aplican los diferentes
principios del aprendizaje, de manera integrada, en
contextos iguales.
El primer escenario describe una situación a la
que se enfrentan muchos estudiantes cuando toman
un curso de aprendizaje, instrucción o motivación y
se ven expuestos a diferentes teorías. Con frecuencia
piensan que lo que se espera de ellos es que crean en
una teoría, adopten las perspectivas del teórico que la
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Introducción al estudio del aprendizaje
sostiene y excluyan a las demás. A menudo, también
se sienten confundidos por el traslape que perciben
entre las teorías.
Como airma Russ, eso es normal. Aunque las
teorías diieren en muchos aspectos, incluyendo sus
supuestos generales y los principios que las guían,
muchas se apoyan en bases comunes. Este texto se
enfoca en las perspectivas cognoscitivas del aprendizaje, que plantean que éste involucra cambios en
la cognición de los aprendices (sus pensamientos,
creencias, habilidades y aspectos similares). Estas teorías diieren en su forma de predecir lo que ocurre
durante el aprendizaje (en el proceso de aprendizaje)
y en los aspectos del aprendizaje que enfatizan. Así,
algunas teorías se orientan más hacia el aprendizaje
básico y otras hacia el aprendizaje aplicado (y, dentro
de éste, se enfocan en diferentes áreas de contenido);
algunas destacan el papel que desempeña el desarrollo, otras están fuertemente vinculadas con la instrucción y otras hacen hincapié en la motivación.
Russ aconseja a sus estudiantes examinar sus
creencias y suposiciones acerca del aprendizaje en
lugar de decidir qué tipo de teóricos son, y éste es
un buen consejo. Una vez que nos formemos una
postura general muy clara acerca del aprendizaje, entonces surgirá la perspectiva o perspectivas teóricas
más relevantes. A medida que el lector avance en el
estudio de este texto, le será útil relexionar acerca de
sus creencias y suposiciones sobre el aprendizaje y
decidir hasta qué punto se alinean con las diferentes
teorías.
3
Este capítulo le ayudará a prepararse para un
estudio profundo del aprendizaje, ya que le proporcionará un marco de referencia para entender este
tema, así como cierta información previa que le servirá de base para analizar las teorías contemporáneas.
Después de estudiar este capítulo, el lector deberá
poder hacer lo siguiente:
n
Deinir el aprendizaje e identiicar casos de
fenómenos aprendidos y desaprendidos.
n
Distinguir entre racionalismo y empirismo, y
explicar los principales principios de cada uno.
n
Explicar de qué manera el trabajo de Wundt y
Ebbinghaus, así como el de los estructuralistas
y los funcionalistas, ayudó a que la psicología
se estableciera como ciencia.
n
Describir las principales características de diferentes paradigmas de investigación.
n
Analizar los aspectos centrales de diferentes
métodos de evaluación del aprendizaje.
n
Establecer algunos principios instruccionales
comunes a muchas teorías del aprendizaje.
n
Explicar las maneras en que la teoría del aprendizaje y la práctica educativa se complementan
y se perfeccionan una a otra.
n
Explicar en qué diieren las teorías conductual y
cognoscitiva con respecto a diversas cuestiones
en el estudio del aprendizaje.
DEFINICIÓN DE APRENDIZAJE
La gente coincide en que el aprendizaje es importante, pero tiene diferentes puntos de vista sobre las
causas, los procesos y las consecuencias de él. No existe una deinición de aprendizaje aceptada por
todos los teóricos, investigadores y profesionales (Shuell, 1986). Aunque las personas no coinciden
acerca de la naturaleza precisa del aprendizaje, la siguiente es una deinición general del ese proceso
que es consistente con el enfoque cognoscitivo de este libro y reúne los criterios que la mayoría de los
profesionales de la educación consideran centrales para el aprendizaje.
El aprendizaje es un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de comportarse de cierta
manera, el cual es resultado de la práctica o de otras formas de experiencia.
Ahora examinaremos a fondo esta deinición para identiicar los tres criterios del aprendizaje
(tabla 1.1).
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4
Capítulo 1
Tabla 1.1
n
El aprendizaje implica un cambio.
Criterios del aprendizaje.
n
El aprendizaje perdura a lo largo del tiempo.
n
El aprendizaje ocurre por medio de la experiencia.
Uno de los criterios consiste en que el aprendizaje implica un cambio en la conducta o en la capacidad de conducirse. La gente aprende cuando adquiere la capacidad para hacer algo de manera
diferente. Al mismo tiempo, debemos recordar que el aprendizaje es inferencial. No observamos el
aprendizaje de manera directa, sino a través de sus productos o resultados. El aprendizaje se evalúa
con base en lo que la gente dice, escribe y realiza. Sin embargo, debemos añadir que el aprendizaje
implica un cambio en la capacidad para comportarse de cierta manera, ya que a menudo las personas
aprenden habilidades, conocimientos, creencias o conductas sin demostrarlo en el momento en que
ocurre el aprendizaje (capítulo 4).
Un segundo criterio consiste en que el aprendizaje perdura a lo largo del tiempo. Esto excluye los
cambios temporales en la conducta (por ejemplo, el habla mal articulada) provocados por factores
como las drogas, el alcohol y la fatiga. Este tipo de cambios son temporales porque se revierten al
eliminar el factor que los causa. Sin embargo, existe la probabilidad de que el aprendizaje no sea permanente debido al olvido. Se sigue debatiendo respecto al tiempo que deben durar los cambios para
ser clasiicados como aprendizaje, pero la mayoría de la gente coincide en que los cambios de poca
duración (por ejemplo, unos cuantos segundos) no caliican como aprendizaje.
Un tercer criterio es que el aprendizaje ocurre por medio de la experiencia (la que se adquiere, por
ejemplo, practicando u observando a los demás), lo cual excluye los cambios en la conducta determinados principalmente por la herencia, como los cambios que presentan los niños en el proceso de
maduración (por ejemplo, cuando empiezan a gatear o a ponerse de pie). Sin embargo, la diferencia
entre la maduración y el aprendizaje no siempre es muy clara. Es probable que las personas estén
genéticamente predispuestas a actuar de cierta manera, pero el desarrollo de las conductas especíicas
depende del entorno. El lenguaje es un buen ejemplo. A medida que el aparato vocal del ser humano
madura, éste va adquiriendo la capacidad de producir lenguaje; pero las palabras reales que produce
las aprende al interactuar con otros individuos. Aunque la genética es fundamental para la adquisición
del lenguaje en los niños, la enseñanza y las interacciones sociales con los padres, los profesores y
los compañeros ejercen una fuerte inluencia sobre sus logros en relación con el lenguaje (Mashburn,
Justice, Downer y Pianta, 2009). De manera similar, en su desarrollo normal los niños gatean y se
ponen de pie, pero el entorno debe ser receptivo y permitir que ocurran todas estas conductas. Los
niños a los que se les impide realizar estos movimientos no se desarrollan normalmente.
PRECURSORES DE LAS TEORÍAS MODERNAS DEL APRENDIZAJE
Los orígenes de las teorías contemporáneas del aprendizaje se remontan a hace muchos años. Gran
parte de las cuestiones y los problemas que abordan los investigadores modernos no son nuevos, y
relejan el deseo de las personas por entenderse a sí mismos, a los demás y al mundo que los rodea.
En esta sección se describen los orígenes de las teorías contemporáneas del aprendizaje. Se comienza con un análisis de las posturas ilosóicas sobre el origen del conocimiento y su relación con
el ambiente, y se concluye con algunas de las primeras perspectivas psicológicas del aprendizaje. Esta
revisión es selectiva e incluye material histórico relevante para el aprendizaje en contextos educativos.
Los lectores que estén interesados en un análisis más detallado deben consultar otras fuentes (Bower
y Hilgard, 1981; Heidbreder, 1993; Hunt, 1993).
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Introducción al estudio del aprendizaje
5
Teoría y ilosofía del aprendizaje
Desde un punto de vista ilosóico, el aprendizaje podría analizarse bajo el título de epistemología, que
se reiere al estudio del origen, la naturaleza, los límites y los métodos del conocimiento. ¿Cómo adquirimos conocimientos? ¿Cómo podemos aprender algo nuevo? ¿Cuál es la fuente de conocimiento?
La complejidad del aprendizaje humano está ejempliicada en el siguiente párrafo de la obra Menón
de Platón (427?-347? a. C.):
Entiendo, Menón lo que dices... Arguyes que el hombre no puede inquirir acerca de lo que sabe, mas
tampoco de lo que ignora, porque si sabe, no tiene razón de inquirir lo que ya sabe ; y si no, no puede
hacerlo, puesto que no conoce la propia materia sobre la que ha de investigar (1965, p. 16).
Las dos posturas sobre el origen del conocimiento y su relación con el entorno son el racionalismo y el empirismo, y ambas están presentes en las teorías actuales del aprendizaje.
Racionalismo. El racionalismo se reiere a la idea de que el conocimiento se deriva de la razón, sin la
participación de los sentidos. La diferencia entre mente y materia, que igura de forma prominente en
las perspectivas racionalistas del conocimiento humano, se remonta a Platón, quien distinguió entre
el conocimiento adquirido por medio de los sentidos y el adquirido por la razón. Platón creía que las
cosas (por ejemplo, las casas, los árboles) se revelan a las personas gracias a los sentidos, aunque los
individuos adquieren las ideas mediante el razonamiento o pensando acerca de lo que conocen.
Las personas se forman ideas acerca del mundo y aprenden (descubren) esas ideas relexionando
sobre ellas. La razón es la facultad mental más elevada, ya que mediante ella la gente aprende ideas
abstractas. La verdadera naturaleza de las casas y de los árboles sólo se puede conocer relexionando
acerca de las ideas de casas y de los árboles.
Platón elude el dilema en Menón asumiendo que el verdadero conocimiento o el conocimiento de
las ideas es innato y que se torna consciente a través de la relexión. Se aprende recordando lo que
existe en la mente. La información adquirida con los sentidos al observar, escuchar, saborear, olfatear
o tocar constituye materia prima en lugar de ideas. La mente está estructurada de manera innata para
razonar y dar signiicado a la información que obtiene a través de los sentidos.
La doctrina racionalista también es evidente en los escritos del ilósofo y matemático francés René
Descartes (1596-1650). Descartes utilizó la duda como método de indagación. Mediante ella, llegó a
conclusiones que eran verdades absolutas y que no estaban sujetas a duda alguna. El hecho de poder
dudar lo llevó a considerar que la mente (el pensamiento) existe, tal como lo releja en su máxima
“Pienso, luego existo”. Por medio del razonamiento deductivo, a partir de premisas generales para
situaciones especíicas, demostró que Dios existe y concluyó que las ideas a las que se llega gracias a
la razón deben ser verdaderas.
Al igual que Platón, Descartes estableció un dualismo mente-materia; sin embargo, para este
último el mundo exterior era mecánico, al igual que las acciones de los animales. Las personas se
distinguen por su capacidad de razonar. El alma humana, o la capacidad de pensamiento, inluye en
las acciones mecánicas del cuerpo, pero éste actúa sobre la mente proporcionándole experiencias
sensoriales. Aunque Descartes postulaba el dualismo, también planteó hipótesis sobre la interacción
entre la mente y la materia.
El ilósofo alemán Emmanuel Kant (1724-1804) amplió la perspectiva racionalista. En su obra
Crítica de la razón pura (1781) Kant abordó el tema del dualismo mente-materia y señaló que el mundo
externo está desordenado, pero lo percibimos como ordenado porque la mente impone el orden. La
mente capta el mundo exterior mediante los sentidos y lo altera de acuerdo con leyes innatas subjetivas. No es posible conocer el mundo tal como es, sino sólo como se percibe. Las percepciones de las
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6
Capítulo 1
personas le dan un orden al mundo. Kant reairmó el papel de la razón como fuente de conocimiento,
pero airmó que ésta opera dentro del ámbito de la experiencia. No existe el conocimiento absoluto
sin inluencia del mundo externo. Más bien, el conocimiento es empírico en el sentido de que la información se toma del mundo y la mente la interpreta.
En resumen, el racionalismo es la doctrina que establece que el conocimiento surge gracias a la
mente. Aunque existe un mundo externo a partir del cual la gente adquiere información sensorial, las
ideas se originan del funcionamiento de la mente. Descartes y Kant creían que la razón actúa a partir
de la información adquirida en el mundo; Platón pensaba que el conocimiento puede ser absoluto y
que se adquiere mediante la razón pura.
Empirismo. En contraste con el racionalismo, el empirismo sostiene la idea de que la única fuente del
conocimiento es la experiencia. Esta postura se deriva de Aristóteles (384-322 a. C.), discípulo y sucesor de Platón. Aristóteles no estableció una diferencia clara entre la mente y la materia; el mundo
externo es la base de las impresiones sensoriales de los seres humanos, y estas impresiones, a su vez,
son interpretadas como válidas (consistentes, inmutables) por la mente. Las leyes de la naturaleza no
se pueden descubrir por medio de las impresiones sensoriales, sino por la razón, a medida que la
mente obtiene datos del entorno. A diferencia de Platón, Aristóteles creía que las ideas no existen de
forma independiente del mundo externo, ya que éste es la fuente de todo conocimiento.
Aristóteles contribuyó a la psicología con sus principios de asociación aplicados a la memoria. El
recuerdo de un objeto o idea dispara el recuerdo de otros objetos o ideas que se asemejan o diieren
del objeto o idea original, o que fueron experimentados en forma cercana, en tiempo o espacio, al
objeto o idea original. Cuanto más asociados estén dos objetos o ideas, mayor es la probabilidad de
que el recuerdo de uno dispare el recuerdo del otro. El concepto del aprendizaje asociativo destaca
en muchas teorías del aprendizaje.
Otro personaje importante fue el ilósofo británico John Locke (1632-1704), quien desarrolló
una escuela de pensamiento que, si bien fue empírica, no llegó a ser verdaderamente experimental (Heidbreder, 1933). En su obra Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), Locke señaló que
no existen ideas innatas, sino que todo el conocimiento se deriva de dos tipos de experiencias: las
impresiones sensoriales del mundo externo y de la conciencia personal. Al nacer, la mente es una
tabula rasa (página en blanco). Las ideas se adquieren a partir de las impresiones sensoriales y de
las relexiones personales acerca de esas impresiones. En la mente no puede existir nada que no se
haya originado en los sentidos. La mente está compuesta de ideas que se han combinado de diferentes maneras y sólo se pueden entender descomponiendo tales combinaciones para obtener ideas
en unidades simples. Esta noción atomista del pensamiento es asociacionista; las ideas complejas son
conjuntos de ideas simples.
Los temas planteados por Locke fueron debatidos por pensadores tan profundos como George
Berkeley (1685-1753), David Hume (1711-1776) y John Stuart Mill (1806-1873). Berkeley creía que la
mente es la única realidad. Era empirista porque consideraba que las ideas se derivan de las experiencias. Hume estaba de acuerdo con que las personas nunca pueden tener plena certeza acerca de
la realidad externa, pero además creía que tampoco pueden tener absoluta certeza sobre sus propias
ideas. Los individuos experimentan la realidad externa mediante sus ideas, que constituyen la única
realidad. Al mismo tiempo, Hume aceptó la doctrina empirista de que las ideas se derivan de la experiencia y se asocian entre sí. Mill fue empirista y asociacionista, pero rechazó el concepto de que
las ideas simples se combinan en forma ordenada para formar ideas complejas. Él sostenía que las ideas
simples generan ideas complejas, pero que estas últimas no necesariamente están compuestas de las
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Introducción al estudio del aprendizaje
7
primeras. Las ideas simples pueden producir un pensamiento complejo que podría tener poca relación
evidente con las ideas que lo originaron. Las creencias de Mill relejan el concepto de que el todo es
más que la suma de sus partes, el cual es un supuesto integral de la psicología Gestalt (capítulo 5).
En resumen, el empirismo sostiene que la única fuente de conocimiento es la experiencia. Desde
Aristóteles, los empiristas han airmado que el mundo externo es la base de las impresiones de las personas. La mayoría de los autores acepta la noción de que los objetos o las ideas se asocian para formar
estímulos complejos o patrones mentales. Locke, Berkeley, Hume y Mill son algunos de los ilósofos
más conocidos que adoptaron perspectivas empíricas.
Aunque las posturas ilosóicas y las teorías de aprendizaje no coinciden entre sí de forma
exacta, las teorías del condicionamiento (capítulo 3) suelen ser empiristas, en tanto que las teorías
cognoscitivas (capítulos 4 a 6) son más racionalistas. A menudo el traslape es evidente; por ejemplo,
la mayoría de las teorías coinciden en que gran parte del aprendizaje ocurre a través de la asociación. Las teorías cognoscitivas destacan la asociación entre las cogniciones y las creencias, en tanto
que las teorías del condicionamiento enfatizan la asociación de los estímulos con las respuestas y
las consecuencias obtenidas.
Comienzos del estudio psicológico del aprendizaje
Es difícil señalar el comienzo formal de la psicología como ciencia (Mueller, 1979), aunque la investigación psicológica sistemática empezó a aparecer a inales del siglo XIX. Los personajes que inluyeron
en forma signiicativa en la teoría del aprendizaje fueron Wundt y Ebbinghaus.
Laboratorio psicológico de Wundt. El primer laboratorio de psicología fue fundado por Wilhelm Wundt
(1832-1920) en Leipzig, Alemania, en 1879, aunque William James abrió un laboratorio de enseñanza en la Universidad de Harvard cuatro años antes (Dewsbury, 2000). Wundt quería establecer a la
psicología como una ciencia nueva. Su laboratorio adquirió fama internacional, por lo que recibió un
grupo impresionante de visitantes; asimismo, fundó una revista para difundir investigación psicológica. El primer laboratorio de investigación de Estados Unidos fue fundado en 1883 por G. Stanley Hall
(Dewsbury, 2000; véase el capítulo 10).
El establecimiento de un laboratorio psicológico fue especialmente importante porque marcó el
paso de la teorización ilosóica formal a un mayor énfasis en la experimentación y la instrumentación
(Evans, 2000). El laboratorio incluía a un conjunto de académicos que realizaban investigación con el
in de encontrar una explicación cientíica para los fenómenos (Benjamin, 2000). En su libro Principios
de psicología isiológica (1873) Wundt airmó que la psicología es el estudio de la mente. El método
psicológico debería ser modelado a partir del método isiológico; es decir, el proceso por estudiar
debería ser investigado de manera experimental en términos de estímulos controlados y medición de
respuestas.
El laboratorio de Wundt atrajo a un grupo de investigadores para estudiar fenómenos tales como
la sensación, la percepción, los tiempos de reacción, las asociaciones verbales, la atención, los sentimientos y las emociones. Además, Wundt fue tutor de muchos psicólogos que posteriormente fundaron
laboratorios en Estados Unidos (Benjamin, Durkin, Link, Vestal y Acord, 1992). Si bien el laboratorio
de Wundt no produjo grandes descubrimientos psicológicos o experimentos fundamentales, sí estableció a la psicología como una disciplina y a la experimentación como el método de generación y
perfeccionamiento de conocimientos.
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8
Capítulo 1
Aprendizaje verbal de Ebbinghaus. Hermann Ebbinghaus (1850-1909) fue un psicólogo alemán que
nunca estuvo relacionado con el laboratorio de Wundt, pero que también ayudó a validar el método
experimental y a establecer a la psicología como ciencia. Ebbinghaus investigó los procesos mentales
elevados mediante estudios sobre la memoria. Este autor aceptó los principios de asociación y creyó
que el aprendizaje y el recuerdo de la información aprendida dependen de la frecuencia de exposición
al material. Para probar adecuadamente esta hipótesis requería utilizar material con el que los participantes no estuvieran familiarizados. Con ese in, Ebbinghaus inventó sílabas sin sentido, en combinaciones de tres letras (consonante-vocal-consonante); por ejemplo, cew, tij.
Ebbinghaus era un ávido investigador que a menudo se utilizaba a sí mismo como sujeto de
estudio. En un experimento típico, diseñaba una lista de sílabas sin sentido, observaba cada sílaba
brevemente, hacía una pausa y luego observaba las siguientes sílabas. Así determinó la cantidad de
veces (ensayos) que necesitaba repasar la lista para aprenderla. Con el estudio repetido de la lista cometía menos errores. Si bien necesitaba más ensayos para aprender más sílabas, las cuales al principio
olvidaba rápidamente, después de manera gradual, iba disminuyendo la cantidad de ensayos que requería para reaprender las sílabas en comparación con los que requería para aprenderlas por primera
vez. También estudió una lista de sílabas poco tiempo después del aprendizaje original y calculó una
puntuación de ahorro, deinida como el tiempo o los ensayos necesarios para el reaprendizaje, como
porcentaje del tiempo o de los ensayos requeridos para el aprendizaje original. Después memorizó algunos párrafos con signiicado y encontró que el signiicado facilita el aprendizaje. Ebbinghaus reunió
los resultados de su investigación en el libro Memoria (1885/1964).
Aunque históricamente es importante, hay inquietudes respecto a esta investigación. Ebbinghaus
solía utilizar un solo participante (él mismo), por lo que cabe la posibilidad de que estuviera prejuiciado o fuera un aprendiz poco común. También podríamos preguntarnos hasta qué punto es posible
generalizar los resultados del aprendizaje de sílabas sin sentido a un aprendizaje signiicativo (por
ejemplo, párrafos de textos). Sin embargo, Ebbinghaus era un investigador cuidadoso, y muchos de
sus hallazgos fueron validados posteriormente de manera experimental. Además, fue pionero en la
conducción de los procesos mentales al laboratorio experimental.
Estructuralismo y funcionalismo
El trabajo de Wundt y Ebbinghaus era sistemático, pero estaba restringido a aspectos especíicos y su
inluencia se encontraba limitada a la teoría psicológica. El cambio de siglo marcó la fundación de
escuelas más inluyentes en el pensamiento psicológico. Dos de las perspectivas que surgieron fueron
el estructuralismo y el funcionalismo. Aunque en la actualidad ninguna de las dos existe como doctrina uniicada, sus partidarios iniciales ejercieron gran inluencia en la historia de la psicología en lo
referente al aprendizaje.
Estructuralismo. Edward B. Titchener (1867-1927) fue estudiante de Wundt en Leipzig. En 1892 fue
nombrado director del laboratorio de psicología de la Universidad de Cornell, lo cual le permitió introducir los métodos experimentales de Wundt a la psicología estadounidense.
La psicología de Titchener, que con el tiempo se llegó a conocer como estructuralismo, representa
una combinación del asociacionismo con el método experimental. Los estructuralistas creían que la
conciencia humana es un área legítima de investigación cientíica, por lo que estudiaron la estructura
o conformación de los procesos mentales. Postularon que la mente está compuesta de asociaciones de
ideas y que para estudiar los aspectos complejos de la mente es necesario separar esas asociaciones
en ideas individuales (Titchener, 1909).
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Introducción al estudio del aprendizaje
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El método experimental que Wundt, Titchener y otros estructuralistas utilizaban con frecuencia
era la introspección, una especie de autoanálisis. Titchener airmó que los cientíicos se basaban en la
observación de los fenómenos y que la introspección era una forma de observación. Los individuos
que participaban en estudios de introspección reportaban verbalmente sus experiencias inmediatas
después de ser expuestos a objetos o eventos. Por ejemplo, si se les mostraba una mesa, debían reportar sus percepciones de su forma, tamaño, color y textura. Se les indicaba que no debían etiquetar
o reportar su conocimiento acerca del objeto o los signiicados de sus percepciones. De esta manera,
si verbalizaban “mesa” mientras veían ese objeto, debían atender al estímulo más que a sus procesos
conscientes.
La introspección era un proceso exclusivamente psicológico, por lo que ayudó a distinguir a la
psicología de otras ciencias. Era un método profesional que requería capacitación para su uso, de
modo que el introspeccionista pudiera identiicar que los individuos estaban examinando sus propios
procesos conscientes y no sus interpretaciones de los fenómenos.
Por desgracia, la introspección a menudo era problemática y poco coniable. Es difícil y poco
realista esperar que las personas pasen por alto signiicados y etiquetas. Cuando se les muestra una
mesa es natural que digan “mesa”, piensen en sus usos y extraigan conocimientos relacionados.
La mente no está estructurada para separar la información con tanta habilidad, así que, al tratar de
ignorar los signiicados, los introspeccionistas pasaron por alto un aspecto central de la mente. Watson
(capítulo 3) criticó el uso de la introspección, pero las desventajas que le encontró ayudaron a desarrollar una psicología objetiva que estudiara sólo la conducta observable (Heidbreder, 1993). Edward
L. Thorndike, un destacado psicólogo (capítulo 3), sostuvo que la educación debe basarse en hechos
cientíicos y no en opiniones (Popkewitz, 1998). El énfasis resultante en la psicología conductual dominó la psicología estadounidense durante la primera mitad del siglo XX.
Otra crítica a los estructuralistas fue que estudiaban asociaciones de ideas pero no decían mucho
sobre cómo se adquieren tales asociaciones. Además, no quedaba claro si la introspección era el
método apropiado para estudiar procesos mentales elevados como el razonamiento y la solución de
problemas, que quedaban eliminados de la sensación y la percepción inmediatas.
Funcionalismo. Mientras Titchener estaba en Cornell, los estudios psicológicos surgidos en otros lugares desaiaban la validez del estructuralismo. Entre ellos estaban los postulados de los funcionalistas. El
funcionalismo sostiene que los procesos mentales y las conductas de los organismos vivos les ayudan
a adaptarse a su entorno (Heidbreder, 1933). Esta escuela de pensamiento loreció en la Universidad
de Chicago con John Dewey (1867-1949) y James Angell (1869-1949). Un funcionalista especialmente
reconocido fue William James (1842-1910). El funcionalismo fue la perspectiva psicológica dominante
en Estados Unidos desde la década de 1890 hasta la Primera Guerra Mundial (Green, 2009).
El principal trabajo de James fue la serie de dos volúmenes Los principios de psicología (1890), considerado uno de los mejores textos de psicología que se hayan escrito (Hall, 2003). Se publicó una
versión abreviada para su uso en el salón de clases (James, 1892). James fue un empirista que creía
que la experiencia es el punto de partida para examinar el pensamiento, pero no era asociacionista.
Consideraba que las ideas simples no son copias pasivas de la información del entorno, sino el producto del pensamiento abstracto y del estudio (Pajares, 2003).
James (1890) postuló que la conciencia es un proceso continuo en lugar de un conjunto de partes
discretas de información. El “lujo de pensamiento” cambia a medida que las experiencias se modiican. “A partir del mismo día en que nacemos nuestra conciencia produce una abundante multiplicidad
de objetos y relaciones, y las que denominamos sensaciones simples son el resultado de la atención
discriminativa, a menudo impulsada a un grado muy alto” (vol. I, p. 224). James consideró que el propósito de la conciencia es el de adaptar a los individuos a su entorno.
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Capítulo 1
Los funcionalistas incorporaron las ideas de James a su doctrina. Dewey (1896) planteó que no es
posible separar los procesos psicológicos en partes discretas, y que la conciencia debe verse de manera integral. “Estímulo” y “respuesta” describen los papeles que desempeñan los objetos o eventos,
pero esos papeles no se pueden separar de la realidad general (Bredo, 2003). Dewey cita un ejemplo
de James (1890) acerca de un bebé que observa una vela encendida, estira el brazo para asirla y, al
sentir la llama, adquiere la experiencia de quemarse los dedos. Desde una perspectiva de estímulo y
respuesta la imagen de la vela es un estímulo y estirar el brazo es la respuesta; el hecho de quemarse
(dolor) es un estímulo para la respuesta de retirar la mano. Dewey consideró que es mejor ver esta
secuencia como un gran acto coordinado en donde ver y estirar el brazo se inluyen mutuamente.
Los funcionalistas fueron inluidos por los escritos de Darwin sobre la evolución y estudiaron la
utilidad de los procesos mentales para la adaptación de los organismos a su entorno y su supervivencia (Bredo, 2003; Green, 2009). Los factores funcionales eran las estructuras corporales, la conciencia
y los procesos cognitivos, tales como pensar, sentir y juzgar. Los funcionalistas se interesaron en la
forma en que operan los procesos mentales, en lo que llevan a cabo y en cómo varían de acuerdo con
las condiciones ambientales. Además, consideraban que la mente y el cuerpo interactúan, en lugar de
tener una existencia separada.
Los funcionalistas se opusieron al empleo del método de introspección, no porque se usara para
estudiar la conciencia, sino por la manera en que lo hacía. La introspección trataba de reducir la conciencia a elementos discretos, lo cual, según los funcionalistas, era imposible. El estudio de un fenómeno aislado no revela la forma en que éste contribuye a la supervivencia de un organismo.
Dewey (1900) planteó que los resultados de los experimentos psicológicos debían ser aplicables
a la educación y a la vida cotidiana. Aunque esta meta era encomiable, también era problemática, ya
que los objetivos de investigación del funcionalismo eran demasiado amplios para brindar un enfoque
claro. Esta debilidad del funcionalismo preparó el terreno para el surgimiento de otra corriente, el
conductismo, que se convertiría en la fuerza dominante de la psicología estadounidense (capítulo 3).
El conductismo utilizó métodos experimentales, y su énfasis puesto en la experimentación y en los
fenómenos observables ayudó a garantizar el establecimiento de la psicología como ciencia (Asher,
2003; Tweney y Budzynski, 2000).
TEORÍA E INVESTIGACIÓN DEL APRENDIZAJE
La teoría y la investigación forman parte del estudio del aprendizaje. En esta sección analizaremos
algunas funciones generales de la teoría, junto con aspectos clave del proceso de investigación.
Funciones de las teorías
Una teoría es un conjunto cientíicamente aceptable de principios que explican un fenómeno. Las
teorías ofrecen marcos de referencia para interpretar las observaciones ambientales y sirven como
puentes entre la investigación y la educación (Suppes, 1974). Los hallazgos de la investigación se
organizan y se vinculan sistemáticamente con las teorías. Sin las teorías la gente podría considerar
los hallazgos de la investigación como conjuntos de datos desorganizados, ya que los investigadores
y profesionales carecerían de estructuras superiores para aianzar la información que obtienen.
Incluso si obtienen resultados que no parecen relacionarse de manera directa con las teorías, los
investigadores deben esforzarse por dar algún sentido a los datos y determinar si éstos sustentan
predicciones teóricas.
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Introducción al estudio del aprendizaje
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Las teorías relejan los fenómenos del entorno y generan nuevas investigaciones por medio de hipótesis o supuestos que se pueden probar empíricamente. A menudo las hipótesis se pueden expresar
como enunciados condicionales: “Si hago X, entonces debe ocurrir Y”. Así, X y Y podrían representar
eventos tales como “elogiar a los estudiantes por su progreso en el aprendizaje” y “aumentar su conianza y sus logros”, respectivamente. De esta manera, podríamos probar la hipótesis: “Si elogiamos a
los estudiantes cuando progresan en el aprendizaje, entonces adquirirán mayor conianza en sí mismos y obtendrán más logros que aquellos cuyo progreso no se elogia”. Una teoría se fortalece si las
hipótesis son sustentadas por los datos, pero podría requerir revisiones si esto no ocurre.
Con frecuencia los investigadores exploran áreas que presentan poca teoría que los guíe. En
esos casos proponen objetivos de investigación o preguntas por responder. Pero sin importar si
están probando hipótesis o explorando preguntas, necesitan especiicar las condiciones en las que están
realizando la investigación de la manera más precisa posible. Debido a que la investigación sienta
las bases para el desarrollo de las teorías y tiene implicaciones importantes para la enseñanza, en
la siguiente sección se examinan los tipos de investigación y los procesos para realizarla.
Conducción de la investigación
Para especiicar las condiciones de investigación, debemos responder preguntas como las siguientes:
¿Quiénes participarán?, ¿en dónde se realizará el estudio?, ¿qué procedimiento se empleará? y ¿cuáles
son las variables y los resultados por evaluar?
Debemos deinir con precisión el fenómeno que nos proponemos estudiar. Necesitamos también
proporcionar deiniciones conceptuales de los fenómenos, así como deinirlos operacionalmente, o en
términos de las operaciones, los instrumentos y los procedimientos que utilizaremos para medirlos.
Por ejemplo, conceptualmente podríamos deinir la autoeicacia (la estudiaremos en el capítulo 4)
como el conjunto de las capacidades personales para aprender o desempeñar una tarea, tal como
uno la percibe, en tanto que operacionalmente podríamos deinirla especiicando la forma en que la
mediremos en nuestro estudio (por ejemplo, con una caliicación en un cuestionario de 30 reactivos).
Además de deinir operacionalmente los fenómenos por estudiar, también debemos precisar el procedimiento que seguiremos para hacerlo. Lo ideal sería que especiiquemos las condiciones de manera
tan precisa que otro investigador, al leer la descripción, pueda repetir nuestro estudio.
Los estudios de investigación que exploran el aprendizaje utilizan varios tipos de paradigmas (modelos). En los siguientes párrafos se describen los paradigmas correlacional, experimental y cualitativo,
y después se analizan los estudios de campo y de laboratorio (tabla 1.2).
Tabla 1.2
Paradigmas de la investigación del aprendizaje.
Tipo
Cualidades
Correlacional
Examina las relaciones entre variables.
Experimental
Se manipulan una o más variables y se evalúan sus efectos sobre otras variables.
Cualitativa
Se ocupa de la descripción de los eventos y la interpretación de los signiicados.
De laboratorio
Proyecto que se efectúa en un ambiente controlado.
De campo
Proyecto que se efectúa en un ambiente natural (por ejemplo, escuela, hogar, trabajo).
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Capítulo 1
Investigación correlacional. La investigación correlacional se ocupa de explorar las relaciones entre variables. Por ejemplo, un investigador podría plantear la hipótesis de que la autoeicacia está correlacionada positivamente (relacionada) con el aprovechamiento, de manera que cuanto mayor autoeicacia
caracterice a los estudiantes, mayor será su aprovechamiento. Con el in de probar esta relación, el
investigador podría medir la autoeicacia de los estudiantes para resolver problemas matemáticos y
después evaluar qué tan buenos son en realidad para resolverlos. Luego, para determinar la dirección
de la relación (positiva, negativa), así como su fuerza (alta, media, baja), el investigador podría correlacionar estadísticamente las caliicaciones de autoeicacia y las de aprovechamiento.
La investigación correlacional sirve para aclarar si existen relaciones entre variables. Los hallazgos
correlacionales a menudo sugieren el rumbo de futuras investigaciones. Si el investigador descubriera
una correlación alta positiva entre la autoeicacia y el logro, el siguiente estudio podría consistir en un
experimento que intente aumentar la autoeicacia de los estudiantes para el aprendizaje y determinar
si tal incremento produce un mayor aprovechamiento.
Una limitación de la investigación correlacional es que no puede identiicar causas y efectos.
Una correlación positiva entre la autoeicacia y el aprovechamiento podría signiicar que a) la autoeicacia inluye en el aprovechamiento, b) el aprovechamiento inluye en la autoeicacia, c) la autoeicacia y el aprovechamiento se inluyen mutuamente, o d ) la autoeicacia y el aprovechamiento
son inluidos por otras variables que no se midieron (por ejemplo, los padres, los profesores). Para
determinar causa y efecto se necesita un estudio experimental.
Investigación experimental. En la investigación experimental, el investigador manipula una o más variables (independientes) y determina sus efectos sobre otras variables (dependientes). El investigador
experimental podría formar dos grupos de estudiantes, aumentar de manera sistemática las creencias
de autoeicacia entre los estudiantes de un grupo, pero no entre los del otro grupo, y evaluar el
aprovechamiento de ambos. Si el primer grupo muestra un mejor desempeño, el investigador podría
concluir que la autoeicacia inluye en el aprovechamiento. Mientras el investigador altera las variables
para determinar sus efectos sobre los resultados, puede mantener constantes otras variables que podrían afectar los resultados (por ejemplo, las condiciones del aprendizaje).
La investigación experimental puede aclarar las relaciones causa y efecto, lo que nos ayuda a
entender la naturaleza del aprendizaje. Al mismo tiempo, la investigación experimental con frecuencia
tiene un alcance limitado. Por lo general los investigadores sólo estudian unas cuantas variables y
tratan de minimizar los efectos de otras, lo que es difícil y a menudo poco realista. El salón de clases y otros contextos de aprendizaje son lugares complejos donde operan muchos factores al mismo
tiempo. Al decir que una o dos variables causan ciertos resultados se estaría exagerando su importancia. Es necesario replicar los experimentos y examinar otras variables para entender mejor sus efectos.
Investigación cualitativa. El paradigma de la investigación cualitativa se caracteriza por estudios intensivos, descripciones de acontecimientos e interpretación de signiicados. Las teorías y los métodos que
se utilizan se etiquetan de diversas formas, se les denomina cualitativos, etnográicos, de observación
participante, fenomenológicos, constructivistas e interpretativos (Erickson, 1986).
La investigación cualitativa es especialmente útil cuando los investigadores están interesados en
la estructura de los acontecimientos más que en su distribución general, cuando los signiicados y las
perspectivas de los individuos son importantes, cuando los experimentos reales son poco prácticos
o poco éticos y cuando existe el deseo de buscar nuevas relaciones causales potenciales que no han
sido descubiertas con métodos experimentales (Erickson, 1986). La investigación es diversa y puede ir
desde el análisis de interacciones verbales y no verbales en clases aisladas, hasta observaciones y entrevistas detalladas durante periodos más largos. Los métodos pueden incluir observaciones, el uso de
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Introducción al estudio del aprendizaje
13
registros existentes, entrevistas y protocolos de pensamiento en voz alta (es decir, los participantes hablan en voz alta mientras realizan tareas). No es la elección del método lo que caracteriza este enfoque
—todos los métodos mencionados pueden aplicarse a los estudios correlacionales o experimentales—,
sino la profundidad y la calidad del análisis, así como la interpretación de los datos.
El investigador cualitativo podría sentir curiosidad por investigar cómo contribuye la autoeicacia al desarrollo de habilidades con el paso del tiempo, para lo cual podría trabajar con un grupo
pequeño de estudiantes durante varios meses. Mediante observaciones, entrevistas y otras formas de
recolección de datos, el investigador podría examinar cómo la autoeicacia de los estudiantes para el
aprendizaje cambia en relación con el perfeccionamiento de habilidades en la lectura, la escritura y
las matemáticas.
La investigación cualitativa produce ricas fuentes de datos, más profundos y completos que los
que se suele obtener en los estudios correlacionales y experimentales. Este modelo también puede
plantear nuevas preguntas y formas novedosas de abordar las viejas cuestiones, que con frecuencia
se escapan a los métodos tradicionales. Una posible limitación de los estudios cualitativos consiste en
que suelen incluir a unos cuantos participantes, que tal vez no sean representativos de una población
más grande de estudiantes o profesores. Esto limita la generalización de los hallazgos más allá del
contexto de investigación. Otra desventaja de este paradigma de investigación es que la recolección, el
análisis y la interpretación de los datos podría tomar demasiado tiempo, lo que lo haría poco práctico
para los estudiantes que desean graduarse y para los profesores que desean incrementar sus registros
de publicaciones. Sin embargo, como modelo de investigación este paradigma ofrece un enfoque útil
para obtener datos que por lo general no se pueden recolectar con otros métodos.
Investigación de laboratorio y de campo. La investigación de laboratorio se lleva a cabo en ambientes
controlados, en tanto que la investigación de campo se realiza en el lugar en donde viven los participantes, o en donde trabajan o asisten a la escuela. Durante la primera mitad del siglo xx, la mayor
parte de la investigación del aprendizaje se realizó en animales en los laboratorios. En la actualidad
la mayor parte de los estudios sobre el aprendizaje se lleva a cabo con personas y en ambientes de
campo. Cualquiera de los modelos de investigación antes nombrados (experimental, correlacional y
cualitativo) se puede aplicar en el laboratorio o en el campo.
Los laboratorios permiten un alto grado de control sobre factores extraños que podrían afectar los
resultados de la investigación, como el sonido del teléfono, el ruido de gente platicando, las ventanas
que distraen al invitar a asomarse y la presencia en la habitación de individuos que no forman parte
del estudio. También es posible regular la luz, el sonido y la temperatura. Los laboratorios permiten a
los investigadores instalar su equipo durante periodos largos y tener todos los materiales a su disposición.
Este tipo de control no es posible en el campo. Las escuelas son ruidosas y a menudo es difícil
encontrar espacio para trabajar. Existen numerosas distracciones: el paso de estudiantes y docentes, el
sonido de timbres, anuncios públicos y simulacros de incendios. Los salones podrían estar demasiado
iluminados o demasiado oscuros, podrían ser fríos o calurosos y podrían ser utilizados también para
otros propósitos, por lo que los investigadores tendrían que instalar su equipo cada vez que necesiten
trabajar. Interpretar los resultados a la luz de estas distracciones podría ser problemático.
Una ventaja de la investigación de campo es que los resultados se pueden generalizar fácilmente a
otros entornos similares, ya que los estudios se llevan a cabo en los lugares donde las personas suelen
aprender. En contraste, los hallazgos de laboratorio no se podrían generalizar con tanta conianza. La
investigación de laboratorio ha aportado muchos conocimientos importantes sobre el aprendizaje y
con frecuencia los especialistas tratan de replicar esos hallazgos en el campo.
Decidir si se investiga en el laboratorio o en el campo depende de factores como el propósito del
estudio, la disponibilidad de los participantes, y los costos y la forma en que se utilizarán los resultados.
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Capítulo 1
Si elegimos el laboratorio, contaremos con un mayor control, pero sacriicamos la posibilidad de generalizar los resultados, y lo opuesto ocurre si optamos por la investigación de campo. En el campo los
estudiosos del aprendizaje tratan de reducir las inluencias extrañas para poder tener mayor conianza
en que sus resultados se deben a los factores que están estudiando.
EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE
Sabemos que el aprendizaje es inferido, es decir, que no lo observamos de manera directa sino a
través de sus productos y resultados. Los investigadores y profesionales que trabajan con estudiantes
podrían creer que éstos han aprendido, pero la única forma en que podrían saberlo es evaluando los
productos y los resultados del aprendizaje.
La evaluación implica “un intento formal de determinar el estatus de los estudiantes con respecto a
las variables educativas de interés” (Popham, 2008, p. 6). En la escuela la variable educativa de mayor
interés suele ser el aprovechamiento en áreas como lectura, escritura, matemáticas, ciencias y estudios
sociales. Aunque el aprovechamiento de los estudiantes siempre ha sido fundamental, la Ley para que
ningún niño se quede atrás de 2001, del gobierno federal estadounidense, le restó importancia a ese
aspecto (Shaul y Ganson, 2005). Esta ley incluye muchas cláusulas (Popham, 2008) y algunas de las más
signiicativas son los requisitos para la evaluación anual de la lectura y las matemáticas para los estudiantes de tercero a octavos grados, y nuevamente en bachillerato, y la obligación de los sistemas escolares
de demostrar mejoras en los estudiantes que presentan un progreso anual adecuado en estas asignaturas.
Existen dos puntos sobresalientes con respecto a este texto. Aunque la responsabilidad a menudo provoca que las pruebas sean el medio de evaluación, por lo regular ésta incluye muchos procedimientos de medición además de las pruebas (los cuales se describen más adelante). Los investigadores y los profesionales desean saber si ha ocurrido el aprendizaje, para lo cual existen otros
procedimientos, además de las pruebas, con los que es posible obtener evidencia del aprendizaje
de los estudiantes. En segundo lugar, con frecuencia el resultado del aprendizaje que se evalúa son
las habilidades de los estudiantes en áreas de contenido, aunque los investigadores y los profesionales también podrían estar interesados en otras formas de aprendizaje. Por ejemplo, podrían querer
saber si los educandos adquirieron nuevas actitudes o estrategias de autocontrol, o bien, si sus intereses, valores, autoeicacia y motivación cambiaron como resultado del aprendizaje del contenido.
En esta sección abordamos las formas de evaluar los productos o resultados del aprendizaje, y los
métodos abarcan la observación directa, los exámenes escritos, los exámenes orales, las caliicaciones
de terceros y los autorreportes (tabla 1.3).
Observación directa
La observación directa consiste en observar ejemplos de comportamiento de los estudiantes para evaluar si ha ocurrido o no el aprendizaje. Los docentes utilizan la observación directa con frecuencia.
Un profesor de química quiere que los estudiantes aprendan procedimientos de laboratorio, así que
los observa en este contexto para determinar si están o no aplicando los procedimientos adecuados.
Un instructor de educación física observa a los alumnos mientras botan una pelota de basquetbol para
evaluar su aprendizaje de estabilidad. Un profesor de primaria calcula el grado en que sus educandos
han aprendido las reglas que se deben seguir en el aula con base en su conducta durante la clase.
La observación directa es un índice válido del aprendizaje si las observaciones son claras e implican poca inferencia por parte del observador, y funciona mejor cuando se especiica la conducta
esperada y después se observa a los estudiantes para establecer si sus conductas se ajustan al estándar.
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Introducción al estudio del aprendizaje
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Tabla 1.3
Métodos de evaluación del aprendizaje.
Categoría
Deinición
Observaciones
directas
Ejemplos de conducta que demuestran aprendizaje.
Exámenes escritos
Desempeño por escrito en pruebas, cuestionarios, tareas, trabajos y proyectos.
Exámenes orales
Preguntas, comentarios y respuestas verbales durante la enseñanza.
Caliicaciones
de terceros
Juicios de los observadores sobre los atributos que indican el aprendizaje
de los sujetos.
n
Autorreportes
Juicio de las personas sobre sí mismas.
n
Cuestionarios
Respuestas escritas a reactivos o respuestas a preguntas.
n
Entrevistas
Respuestas orales a preguntas.
n
Recapitulación
dirigida
Pensamiento en
voz alta
Recuerdo de los pensamientos que acompañaban a la ejecución de una tarea
en un momento dado.
Verbalización de los propios pensamientos, acciones y sentimientos mientras
se desempeña una tarea.
Diálogos
Conversaciones entre dos o más personas.
n
n
Un problema con la observación directa es que sólo se enfoca en lo que se puede observar y, por
lo tanto, se salta los procesos cognoscitivos y afectivos que subyacen en las acciones. Por ejemplo,
el profesor de química sabe que los estudiantes aprendieron procedimientos de laboratorio, pero no
sabe qué es lo que los alumnos están pensando mientras realizan los procedimientos, ni cuánta conianza tienen en que se están desempeñando bien.
Un segundo problema es que, aunque la observación directa de una conducta indica que
ha ocurrido el aprendizaje, la ausencia de una conducta apropiada no signiica que el individuo no ha
aprendido. Aprendizaje no es lo mismo que desempeño, y muchos factores, además del aprendizaje,
podrían afectarlo. Existe la probabilidad de que los estudiantes no realicen las acciones aprendidas
porque no se sienten motivados, porque se sienten enfermos o están ocupados haciendo otras cosas.
Hay que descartar esos otros factores antes de concluir, a partir de la ausencia del desempeño, que el
aprendizaje no ha ocurrido. Esto requiere suponer que —lo cual en ocasiones podría no estar justiicado—, dado que los estudiantes por lo general tratan de realizar su mayor esfuerzo, si no muestran
un desempeño es porque no han aprendido.
Exámenes escritos
A menudo el aprendizaje se evalúa a partir de los exámenes escritos de los alumnos mediante
pruebas, cuestionarios, tareas, trabajos inales e informes. Con base en el nivel de dominio indicado
por las respuestas, los profesores deciden si tuvo o no lugar un aprendizaje adecuado, o si se requiere
instrucción adicional porque los educandos no comprendieron plenamente el material. Por ejemplo,
suponga que un docente está planeando una unidad sobre la geografía de Hawai. Al principio asume
que los estudiantes saben poco acerca de este tema. Si el profesor aplica una prueba previa al inicio de
la instrucción y los estudiantes obtienen bajas caliicaciones, el resultado apoyará su creencia. Si después de la unidad de instrucción el profesor evalúa otra vez a los estudiantes y observa una mejoría en
las caliicaciones, el resultado lo llevaría a concluir que los aprendices adquirieron algún conocimiento.
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Capítulo 1
Su relativa facilidad de uso y su capacidad para abarcar una amplia variedad de material hace
que los exámenes escritos sean indicadores deseables del aprendizaje. Suponemos que los exámenes
escritos relejan aprendizaje, pero muchos factores pueden afectar el desempeño de los estudiantes
incluso cuando han aprendido. Este tipo de exámenes nos exigen creer que, durante su aplicación,
los estudiantes están realizando su mayor esfuerzo para responder las preguntas y que no hay factores extraños operando (por ejemplo, fatiga, enfermedad, trampa) que pudieran provocar que el
examen escrito no represente lo que aprendieron. Debemos tratar de identiicar factores extraños que
puedan afectar el desempeño y entorpecer la evaluación del aprendizaje.
Exámenes orales
Los exámenes orales son parte integral de la cultura escolar. Los docentes piden a los alumnos que
respondan preguntas y evalúan su aprendizaje con base en sus respuestas. Los estudiantes también
plantean preguntas durante las lecciones, y si éstas indican falta de comprensión, constituyen una
señal de que no ha ocurrido el aprendizaje adecuado.
Como ocurre con el examen escrito, asumimos que los exámenes orales son relejos válidos del
conocimiento de los estudiantes, pero esto no siempre es verdad. Además, la expresión verbal es una
tarea y los educandos podrían enfrentar problemas para traducir en palabras lo que saben debido a
desconocimiento de la terminología, diicultad para hablar en público o problemas de lenguaje. Los
profesores podrían parafrasear lo que dicen los estudiantes, pero esto podría no relejar de forma precisa la naturaleza de sus pensamientos.
Caliicaciones de terceros
Otra forma de evaluar el aprendizaje consiste en que otros individuos (por ejemplo, profesores, padres, administradores, investigadores, compañeros) caliiquen la calidad o la cantidad del aprendizaje
de los alumnos. Estas caliicaciones de terceros (por ejemplo, “¿Qué tan capaz es Timmy de resolver
problemas del tipo 52 × 36 = ?”, “¿cuánto ha progresado Alicia en sus habilidades de escritura durante
los últimos seis meses?”) proporcionan datos útiles para identiicar a los educandos con necesidades
especiales (por ejemplo, “¿Con cuánta frecuencia Matt necesita tiempo adicional para aprender?”,
“¿cuánto tarda Jenny en terminar su trabajo?”).
Una ventaja de las caliicaciones de terceros consiste en que los observadores podrían ser más objetivos con respecto a los estudiantes que éstos con respecto a ellos mismos (como en el caso de los autorreportes, que se analizan a continuación). También es posible caliicar los procesos de aprendizaje que
subyacen a las acciones (por ejemplo, comprensión, motivación, actitudes) y, por lo tanto, proporcionar
datos que no se pueden obtener a través de la observación directa; por ejemplo: “¿Hasta qué punto comprende Seth las causas de la Segunda Guerra Mundial?”. Sin embargo, las caliicaciones de terceros requieren más inferencias que las observaciones directas. Podría ser difícil caliicar con precisión la facilidad de
aprendizaje de los alumnos, la profundidad de su comprensión o sus actitudes. Además, las caliicaciones
requieren que los observadores recuerden lo que hacen los estudiantes, y esto podría distorsionarse si los
observadores recuerdan selectivamente sólo las conductas positivas o las conductas negativas.
Autorreportes
Los autorreportes son las evaluaciones y airmaciones que formulan las personas acerca de ellas
mismas. Los autorreportes adoptan varias formas: cuestionarios, entrevistas, recapitulación dirigida,
pensamiento en voz alta y diálogos.
Los cuestionarios presentan a los participantes reactivos o preguntas acerca de sus pensamientos
y acciones. Los individuos podrían registrar los tipos de actividades en las que participan, caliicar sus
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niveles de competencia y juzgar con qué frecuencia o duración participan en ellas (por ejemplo, “¿Cuánto
tiempo has estado estudiando español?”, “¿qué tan difícil es para ti aprender teoremas de geometría?”).
En muchos instrumentos de autorreporte los individuos deben anotar caliicaciones sobre escalas numéricas (“En una escala de 10 puntos, donde el número 1 = bajo y 10 = alto, caliique qué tan bueno
es usted para simpliicar fracciones”).
Las entrevistas son un tipo de cuestionario en el que un entrevistador plantea las preguntas o
puntos por discutir y la persona responde de manera oral. Las entrevistas suelen realizarse de forma
individual, aunque también se pueden aplicar en grupo. Un investigador podría describir un contexto
de aprendizaje y preguntar a los estudiantes cómo suelen aprender en ese ambiente (por ejemplo:
“Cuando el profesor de francés empieza una lección, ¿en qué piensa? ¿Qué resultados piensa que obtendrá?”). En ocasiones los entrevistadores necesitan incitar a los estudiantes a explicar su respuesta si
ésta es breve o poco honesta.
En el procedimiento de recapitulación dirigida las personas realizan una tarea y después recuerdan
qué estaban pensando en diversos momentos mientras la realizaban. Los entrevistadores les plantean
preguntas como: “¿Qué estaba pensando cuando se quedó atorado aquí?”). Si se ilmó el desempeño,
los individuos deben observar la grabación posteriormente y recapitular, en especial cuando los entrevistadores la detienen para plantearles preguntas. Es imperativo que el procedimiento se realice
inmediatamente después del desempeño para que los participantes no olviden sus pensamientos.
El pensamiento en voz alta es un procedimiento por medio del cual los estudiantes expresan
verbalmente sus pensamientos, acciones y sentimientos mientras participan en una tarea. Los observadores registran las verbalizaciones y después las caliican para evaluar el nivel de comprensión. El
pensamiento en voz alta requiere que los participantes se expresen verbalmente y muchos estudiantes
no están acostumbrados a hablar mientras trabajan en la escuela. A algunas personas les resulta extraño pensar en voz alta, en cuyo caso este procedimiento podría hacer que se sientan avergonzados
o que se les diiculte expresar sus pensamientos. Si esto sucediera los investigadores podrían incitar a
los estudiantes que se mantienen en silencio a expresarse.
Otro tipo de autorreporte es el diálogo, es decir, una conversación entre dos o más personas mientras
participan en una tarea de aprendizaje. Al igual que los pensamientos en voz alta, los diálogos se graban
para posteriormente analizar las airmaciones que indiquen aprendizaje y los factores que parecen afectarlo en ese contexto. Aunque los diálogos utilizan interacciones reales mientras los estudiantes trabajan
en una tarea, su análisis requiere una interpretación que sobrepasa los elementos reales de la situación.
La selección del tipo de medida de autorreporte debe ajustarse al propósito de la evaluación. Los
cuestionarios pueden abarcar una gran cantidad de material, las entrevistas podrían ser más adecuadas
para explorar unos cuantos temas a fondo, la recapitulación dirigida pide a los individuos que recuerden lo que pensaron mientras realizaban ciertas acciones, los pensamientos en voz alta examinan
relexiones actuales y los diálogos permiten investigar patrones de interacción social.
Por lo general, es fácil crear y aplicar los instrumentos de autorreporte; los cuestionarios suelen
ser fáciles de responder y de caliicar. Los problemas podrían surgir cuando se deben extraer inferencias acerca de las respuestas de los estudiantes. Es esencial contar con un sistema de caliicación
coniable. En el caso de los autorreportes también preocupa que los estudiantes den respuestas socialmente aceptables aunque éstas no coincidan con sus creencias, que la información autorreportada no
corresponda a la conducta real y que los niños sean capaces de hacer autorreportes precisos. Una manera en que los investigadores pueden promover respuestas más honestas es garantizar la conidencialidad de los datos. Un buen medio para validar los autorreportes es el uso de múltiples evaluaciones
(por ejemplo, autorreportes, observaciones directas, exámenes orales y escritos). Existe evidencia de
que, más o menos a partir del tercer grado, los autorreportes son indicadores válidos y coniables
de las creencias y acciones que se supone deben medir (Assor y Connell, 1992), pero los investigadores necesitan utilizar los autorreportes con cautela para reducir los problemas potenciales.
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18
Capítulo 1
RELACIÓN ENTRE EL APRENDIZAJE Y LA INSTRUCCIÓN
Perspectiva histórica
Ya vimos cómo las teorías y los hallazgos de investigación ayudan al avance en el campo del aprendizaje. Sin embargo, su principal contribución debería ser la de mejorar la enseñanza que promueve
el aprendizaje. Aunque parezca extraño, históricamente hubo poca coincidencia entre los campos del
aprendizaje y la instrucción (Shuell, 1988). Una razón para esta falta de integración podría ser que
estos campos tradicionalmente estaban dominados por personas con intereses diferentes. La mayoría
de los teóricos e investigadores del aprendizaje han sido psicólogos y gran parte de las primeras investigaciones del aprendizaje utilizaban especies animales. La investigación animal ofrece beneicios,
pero los animales no permiten una exploración adecuada de los procesos de instrucción. En contraste,
la instrucción solía ser un dominio de los educadores, que se interesaban sobre todo en la aplicación
directa de los métodos de enseñanza en los salones de clase y otros entornos de aprendizaje. Este enfoque aplicado no siempre se ha prestado para explorar la forma en que los procesos de aprendizaje
se ven afectados por las variaciones en la instrucción.
Una segunda razón para la falta de integración del aprendizaje con la instrucción se deriva de la
creencia común de que la enseñanza es un arte y no una ciencia como la psicología. Como señaló
Highet (1950): “[Este libro] se llama El arte de enseñar porque creo que la enseñanza es un arte y no
una ciencia. Me parece muy peligroso aplicar los objetivos y los métodos de la ciencia a los seres
humanos como individuos” (p. vii). Sin embargo, Highet airmó que la enseñanza no se puede separar del aprendizaje. Los buenos profesores continúan aprendiendo acerca de sus materias, así como
formas de fomentar el aprendizaje de los estudiantes.
Gage (1978) señaló que el uso del término “arte” para referirse a la enseñanza es una metáfora.
El “arte de la enseñanza”, como una forma de entender y mejorar la enseñanza, ha recibido poca
atención. La enseñanza como arte podría convertirse en el objeto del mismo tipo de escrutinio e investigación cientíica que cualquier otra clase de arte, incluyendo el dibujo, la pintura y la composición
musical. De esta manera, la enseñanza podría mejorar por medio del estudio cientíico.
Una tercera razón posible de la falta de integración entre enseñanza e instrucción surge de la
idea de que tal vez las dos áreas estén gobernadas por diferentes principios teóricos. Sternberg (1986)
planteó que la cognición (o aprendizaje) y la instrucción requieren teorías separadas. Tal vez esto sea
verdad para el aprendizaje y la instrucción por sí mismos pero, como señaló Shuell (1988): “Aprender
por medio de la instrucción diiere de los conceptos tradicionales del aprendizaje y la enseñanza considerados de forma separada” (p. 282). Aprender por medio de la instrucción implica una interacción
entre los aprendices y los contextos (por ejemplo, profesores, materiales, ambiente), mientras que
gran parte de la investigación psicológica del aprendizaje es menos dependiente del contexto. Por
ejemplo, la secuencia del material afecta las organizaciones cognoscitivas y el desarrollo de estructuras
de memoria de los alumnos. A su vez, la manera en que estas estructuras se desarrollan afecta lo que
hacen los profesores. Cuando los docentes se dan cuenta de que los estudiantes no comprenden su
instrucción, cambian su método; por el contrario, cuando los alumnos comprenden el material que los
profesores les presentan, estos últimos pueden continuar utilizando el mismo método.
En cuarto lugar, los métodos tradicionales de investigación podrían ser inadecuados para estudiar
la instrucción y el aprendizaje de manera simultánea. La investigación de proceso-producto realizada en
las décadas de 1970 y 1980 relacionaba los cambios en los procesos de enseñanza (como el número
y el tipo de preguntas planteadas, la cantidad de calidez y entusiasmo demostrados) con los productos o resultados de los estudiantes (por ejemplo, aprovechamiento, actitudes; Pianta y Hamre, 2009).
Aunque este paradigma de investigación produjo muchos resultados útiles, ignoró el importante papel
que desempeñan los pensamientos del profesor y del estudiante. Por consiguiente, podíamos saber
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Introducción al estudio del aprendizaje
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qué tipo de preguntas producían un mayor aprovechamiento de los educandos, pero no por qué
(es decir, cómo es que las preguntas cambian el pensamiento de los alumnos). La investigación de
proceso-producto también se enfocaba principalmente en el aprovechamiento de los estudiantes, a
expensas de otros resultados relevantes para el aprendizaje (por ejemplo, expectativas, valores). En
resumen, un modelo de proceso-producto no está bien diseñado para examinar cómo aprenden los
estudiantes.
Al mismo tiempo, gran parte de la investigación del aprendizaje ha utilizado métodos experimentales en los que se varían algunas condiciones y se determinan los cambios en los resultados. Con
frecuencia los métodos de enseñanza se mantenían constantes en todos los cambios de las variables,
lo que negaba los posibles efectos del anterior método.
Por fortuna la situación ha cambiado. Los investigadores están considerando cada vez más la
enseñanza como la creación de ambientes de aprendizaje que ayudan a los estudiantes a ejecutar
las actividades cognoscitivas necesarias para desarrollar capacidades y habilidades de razonamiento
(Floden, 2001). Los investigadores están examinando el aprendizaje de los alumnos mediante la
observación de la enseñanza durante la instrucción de contenido, especialmente en las escuelas y
en otros lugares donde la gente suele aprender (Pellegrino, Baxter y Glaser, 1999; Pianta y Hamre,
2009). Los especialistas sobre el tema de la actualidad están interesados en analizar los patrones de
enseñanza, más que las conductas de enseñanza discretas (Seidel y Shavelson, 2007). El aprendizaje de los niños ha recibido cada vez más atención (Siegler, 2000, 2005), y cada vez más estudios
se dedican a analizar cómo se relaciona lo que se aprende en la escuela con las habilidades que
son importantes fuera de ella (Anderson, Reder y Simon, 1996). Investigadores de diferentes posturas aceptan la idea de que la instrucción y el aprendizaje interactúan y que es mejor estudiarlos en
conjunto. La investigación de la instrucción puede provocar un profundo efecto sobre las teorías del
aprendizaje y sus aplicaciones para fomentar el aprendizaje de los estudiantes (Glaser, 1990; Glaser
y Bassok, 1989; Pianta y Hamre, 2009).
Similitudes instruccionales
Sin importar cuál sea su perspectiva, la mayoría de las teorías del aprendizaje comparten principios
que predicen una mejora en el aprendizaje a partir de la instrucción (tabla 1.4). Un principio es que
los educandos progresan mediante etapas o fases de aprendizaje que pueden distinguirse de diversas
maneras; por ejemplo, en términos de niveles de habilidad progresiva: principiante, principiante avanzado, competente, hábil y experto (Shuell, 1990). Los procesos y las conductas que suelen utilizarse en
este tipo de clasiicaciones incluyen la rapidez del tipo de procesamiento cognitivo, la habilidad para
reconocer formatos de problemas, la pericia para enfrentar los problemas que surjan, la organización
y profundidad de las estructuras de conocimiento, y la habilidad para vigilar el desempeño y elegir
estrategias dependiendo de factores personales y contextuales.
Tabla 1.4
Principios de instrucción
comunes a diversas
teorías de aprendizaje.
n
Los aprendices progresan a lo largo de etapas o fases.
n
El material debe organizarse y presentarse en pequeños pasos.
n
Los aprendices requieren práctica, retroalimentación y repaso.
n
Los modelos sociales facilitan el aprendizaje y la motivación.
n
El aprendizaje es inluido por factores motivacionales y contextuales.
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Capítulo 1
La enseñanza y el aprendizaje destacan la importancia de diversos factores en la adquisición de
habilidades, estrategias y conductas, los cuales incluyen la organización del material que se enseñará,
la presentación del material en pequeños pasos (pequeñas unidades para ser procesadas a nivel cognoscitivo), oportunidades para practicar, retroalimentación correctiva y sesiones de repaso frecuentes
(Rosenshine y Stevens, 1986; Shuell, 1988, 1990).
El papel que desempeña la práctica es especialmente importante. Thorndike y otros conductistas
consideraban que la práctica ayuda a establecer conexiones o asociaciones entre los estímulos y las
respuestas. Las perspectivas cognoscitivas del aprendizaje destacan la práctica como un medio de
creación de asociaciones entre conceptos y proposiciones en la memoria (Anderson, 1990).
Ericsson, Krampe y Tesch-Römer (1993) señalaron que la práctica programada incluye actividades
diseñadas para mejorar el nivel de desempeño actual. El desarrollo de habilidades exige tiempo y
energía a los aprendices, así como acceso a materiales de instrucción, profesores e instalaciones. Los
padres u otros adultos a menudo invierten recursos económicos, tiempo y esfuerzo para incrementar
los niveles de habilidad de sus hijos (por ejemplo, les asignan tutores y los llevan a prácticas y competencias).
Las investigaciones muestran que un régimen de práctica programada no sólo promueve un desempeño experto, sino que también reduce los problemas de memoria y las limitaciones en el proceso
cognitivo (Ericsson y Charness, 1994). Aunque las habilidades y los talentos naturales son importantes,
sólo el entrenamiento intenso y prolongado en un área puede producir un desempeño experto.
Muchos niños pequeños no son propensos a dedicar muchas horas a mejorar sus habilidades. En
este caso es fundamental que los padres apoyen en la práctica regular de sus hijos (Ericsson et al.,
1993). Los padres y otros adultos pueden servir como modelos al practicar sus propias habilidades,
proporcionar retroalimentación a los niños sobre su progreso y brindarles oportunidades para que
practiquen y reciban retroalimentación experta (es decir, de profesores y entrenadores).
La mayoría de las perspectivas del aprendizaje y la instrucción destacan la importancia de los
factores motivacionales del aprendiz, incluyendo el valor que asignan al aprendizaje, la autoeicacia,
las expectativas de un resultado positivo y las atribuciones que hacen hincapié en la habilidad, el
esfuerzo y el uso de estrategias (Stipek, 1996; capítulo 8). Asimismo, la investigación muestra que
algunos factores ambientales afectan lo que hacen los profesores y la manera en que los estudiantes
aprenden (Ames, 1992a, 1992b; Shuell, 1996).
Integración de la teoría y la práctica
Uno de los objetivos de este libro es ayudar al lector a entender la manera en que las teorías del
aprendizaje y la práctica educativa se complementan entre sí. Las teorías del aprendizaje no sustituyen
la experiencia. La teoría sin experiencia podría ser engañosa porque tendería a subestimar los efectos
de factores situacionales. Cuando se utiliza de manera apropiada, la teoría proporciona un marco de
referencia para la toma de decisiones educativas.
Por el contrario, la experiencia sin teoría a menudo puede ser inútil e incluso dañina. La experiencia sin un marco de referencia que la guíe implica que cada situación se considere única y que
se tomen decisiones con base en el ensayo y error hasta que una funcione. Aprender a enseñar implica aprender qué se debe hacer en situaciones especíicas.
La teoría y la práctica se afectan entre sí. Con el tiempo, muchos avances teóricos se aplican en
los salones de clases. Las prácticas educativas contemporáneas —como el aprendizaje cooperativo, la
enseñanza recíproca y la instrucción diferenciada para aprendices individuales— tienen irmes bases
teóricas e investigación que las sustenta.
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Introducción al estudio del aprendizaje
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La práctica educativa también inluye en la teoría. La experiencia puede conirmar los pronósticos
teóricos o sugerir revisiones. Las teorías se modiican cuando la investigación y la experiencia revelan
evidencia conlictiva o sugieren que se deben incluir otros factores. Las primeras teorías del procesamiento de información no podían aplicarse de manera directa al aprendizaje escolar porque sólo
tomaban en cuenta aquellos factores conectados con el procesamiento del conocimiento. Cuando los
psicólogos cognoscitivos empezaron a estudiar el contenido escolar, las teorías fueron revisadas y se
empezaron a incorporar factores personales y situacionales.
Los profesionales de la educación deben luchar por integrar la teoría, la investigación y la práctica. Debemos preguntarnos cómo se podrían aplicar los principios del aprendizaje y los hallazgos de
la investigación dentro y fuera de la escuela. Al mismo tiempo, debemos tratar de incrementar nuestro
conocimiento teórico por medio de los resultados de la práctica informada de la enseñanza.
TEMAS FUNDAMENTALES PARA LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE
La mayoría de los teóricos aceptan en principio la deinición de aprendizaje que se presentó al inicio
de este capítulo. Sin embargo, cuando vamos más allá de la deinición, encontramos menos coincidencia en muchos temas acerca del aprendizaje. Esta sección se ocupa de algunos de estos temas y
fuentes de controversia entre las perspectivas teóricas (tabla 1.5). Expondremos estos temas en los
capítulos posteriores, cuando estudiemos las diferentes teorías del aprendizaje. Sin embargo, antes de
hablar de ellos necesitamos explicar las teorías conductuales y cognoscitivas que nos proporcionarán
el marco de referencia en el cual podremos enmarcar las teorías del aprendizaje que se cubren en este
texto, y que, además, nos permitirán entender mejor los conceptos subyacentes en los principios del
aprendizaje humano.
Las teorías conductuales consideran que el aprendizaje es un cambio en la tasa, frecuencia de
aparición, o en la forma de conducta o respuesta que ocurre principalmente en función de factores
ambientales (capítulo 3). Estas teorías plantean que aprender consiste en la formación de asociaciones
entre estímulos y respuestas. Según la perspectiva de Skinner (1953), una respuesta a un estímulo
tiene más probabilidades de repetirse en el futuro en función de las consecuencias de las respuestas
previas: el reforzamiento aumenta la probabilidad de que se repita la respuesta, mientras que el castigo reduce esa probabilidad.
El conductismo fue muy importante en la psicología de la primera mitad del siglo XX, y la mayoría
de las primeras teorías del aprendizaje son conductuales. Estas teorías explican el aprendizaje en términos de fenómenos observables. Los teóricos conductuales airman que las explicaciones del aprendizaje no necesitan incluir eventos internos (por ejemplo, pensamientos, creencias, sentimientos), no
Tabla 1.5
Temas fundamentales
en el estudio del
aprendizaje.
n
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
n
¿Qué papel desempeña la memoria?
n
¿Cuál es el papel de la motivación?
n
¿Cómo ocurre la transferencia?
n
¿Qué procesos participan en la autorregulación?
n
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
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22
Capítulo 1
porque estos procesos no existan (porque sí existen: ¡incluso los teóricos conductuales deben pensar
en sus teorías!), sino porque las causas del aprendizaje son acontecimientos ambientales observables.
En contraste, las teorías cognoscitivas destacan la adquisición del conocimiento y las habilidades,
la formación de estructuras mentales y el procesamiento de la información y las creencias. Las teorías
que se presentan en los capítulos 4 al 6 son cognoscitivas, al igual que los principios que se analizan
en capítulos posteriores. Desde la perspectiva cognoscitiva, el aprendizaje es un fenómeno mental
interno que se iniere a partir de lo que la gente dice y hace. Un tema central es el procesamiento
mental de la información: su construcción, adquisición, organización, codiicación, repetición, almacenamiento en la memoria y recuperación o no recuperación de la memoria. Aunque los teóricos
cognoscitivos destacan la importancia de los procesos mentales en el aprendizaje, no concuerdan en
cuáles de ellos son importantes.
Estos dos conceptos del aprendizaje presentan implicaciones importantes para la práctica educativa. Las teorías conductuales implican que los profesores deben organizar el ambiente de modo
que los estudiantes puedan responder de manera apropiada a los estímulos. Las teorías cognoscitivas
se enfocan en lograr que el aprendizaje sea signiicativo y toman en cuenta las percepciones que los
aprendices tienen de sí mismos y de sus entornos de aprendizaje. Es necesario que los maestros consideren en qué forma la instrucción afecta el pensamiento de los estudiantes durante el aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
Las teorías conductuales y cognoscitivas concuerdan en que las diferencias entre los aprendices y en el
entorno pueden afectar el aprendizaje, pero disienten en la importancia relativa que conceden a estos
dos factores. Las teorías conductuales destacan el papel que desempeña el ambiente, especíicamente
la disposición y la presentación de los estímulos, así como la manera en que se refuerzan las respuestas. Las teorías conductuales asignan menos importancia a las diferencias del aprendiz que las teorías
cognoscitivas. Dos variables del estudiante que considera el conductismo son: el historial de reforzamiento (el grado al que el individuo ha sido reforzado en el pasado por desempeñar la misma tarea
o una similar) y el estadio de desarrollo en que se encuentra (lo que el individuo puede hacer dado su
nivel actual de desarrollo). Así, las limitaciones cognoscitivas diicultarán el aprendizaje de habilidades
complejas y las discapacidades físicas podrían impedir la adquisición de conductas motoras.
Las teorías cognoscitivas reconocen la inluencia de las condiciones ambientales sobre el aprendizaje. Las explicaciones y demostraciones que los docentes ofrecen de los conceptos proporcionan
entradas de información para los educandos. La práctica de habilidades del estudiante, combinada con
la retroalimentación correctiva necesaria, promueve el aprendizaje. Las teorías cognoscitivas plantean
que los factores instruccionales por sí mismos no explican plenamente el aprendizaje de los alumnos
(Pintrich, Cross, Kozma y McKeachie, 1986). Lo que los estudiantes hagan con la información —cómo
la reciben, repasan, transforman, codiican, almacenan y recuperan— es sumamente importante. La
manera en que los aprendices procesan la información determina qué aprenden, cuándo y cómo, así
como el uso que darán al aprendizaje.
Las teorías cognoscitivas subrayan la función de los pensamientos, las creencias, las actitudes
y los valores de los estudiantes. Aquellos que dudan de su capacidad para aprender, tal vez no se
dediquen convenientemente a sus tareas o trabajen sin entusiasmo, lo que retardará el aprendizaje.
Pensamientos como “¿por qué esto es importante?” o “¿qué tal lo estaré haciendo?” pueden afectar el
aprendizaje. Los educadores necesitan tomar en cuenta los procesos de pensamiento de los alumnos
al planear sus lecciones.
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Introducción al estudio del aprendizaje
23
¿Qué papel desempeña la memoria?
Las teorías del aprendizaje diieren en el papel que asignan a la memoria. Algunas teorías conductuales conciben la memoria en términos de conexiones nerviosas establecidas como una función de
comportamientos asociados con estímulos externos. Más a menudo, los teóricos debaten la formación
de maneras habituales de respuesta y prestan poca atención al cómo la memoria retiene esas pautas de
conducta y los acontecimientos externos que las activan. La mayor parte de las teorías conductuales
consideran el olvido como el resultado de la falta de respuesta con el paso del tiempo.
Las teorías cognoscitivas asignan un papel relevante a la memoria. Las teorías del procesamiento
de la información equiparan el aprendizaje con la codiicación, es decir, con el almacenamiento en
la memoria de conocimiento organizado y signiicativo. La información se recupera de la memoria
en respuesta a claves relevantes que activan las estructuras apropiadas de la memoria. El olvido es
la incapacidad de recuperar la información de la memoria debido a la interferencia, la pérdida de la
memoria o a claves inadecuadas para acceder a ella. La memoria es fundamental para aprender, y
la forma en que se aprende la información determina cómo se almacena y se recupera.
La visión que cada quien adopta sobre el papel que desempeña la memoria tiene implicaciones
importantes para la enseñanza. Las teorías conductuales postulan que el repaso periódico y espaciado
mantiene la fuerza de las respuestas en el repertorio de los aprendices. Las teorías cognoscitivas asignan mayor importancia a la presentación del material de forma que los estudiantes puedan organizarlo, relacionarlo con lo que saben y recordarlo de manera signiicativa.
¿Cuál es el papel de la motivación?
La motivación puede afectar todas las fases del aprendizaje y del desempeño. Aunque dedicamos un
capítulo completo a la motivación (capítulo 8), su relevancia para las teorías del aprendizaje también
se analiza en otros capítulos.
Las teorías conductuales deinen a la motivación como una mayor tasa o probabilidad de ocurrencia de la conducta, lo que resulta de la repetición de las conductas en respuesta a los estímulos o
como consecuencia del reforzamiento. La teoría del condicionamiento operante de Skinner (1968) no
incluye principios nuevos para explicar la motivación: la conducta motivada aumenta o las respuestas se repiten debido al reforzamiento. Los estudiantes maniiestan una conducta motivada porque
anteriormente fueron reforzados por ella y debido a la presencia de reforzadores eicaces. Las teorías
conductuales no distinguen entre la motivación y aprendizaje, sino que utilizan los mismos principios
para explicar toda la conducta.
En contraste, las teorías cognoscitivas consideran que la motivación y el aprendizaje están relacionados, pero no que sean idénticos (Schunk, 1991). Una persona puede estar motivada y no aprender,
o bien, puede aprender sin estar motivada para hacerlo. Las teorías cognoscitivas destacan que la
motivación ayuda a dirigir la atención e inluye en la forma en que se procesa la información. Aunque
el reforzamiento motiva a los estudiantes, sus efectos sobre la conducta no son automáticos, sino
que dependen de la forma en que los estudiantes lo interpretan. Cuando el historial de reforzamiento
(las conductas reforzadas anteriormente) entra en conlicto con las creencias actuales, es más probable
que las personas actúen con base en sus creencias (Bandura, 1986; Brewer, 1974). La investigación
ha identiicado muchos procesos cognoscitivos que motivan a los estudiantes, como las metas, las
comparaciones sociales, la autoeicacia, los valores y los intereses. Los profesores necesitan tomar en
cuenta los efectos motivacionales de las prácticas de instrucción y los factores del salón de clases para
asegurarse de que los estudiantes se mantengan motivados para aprender.
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Capítulo 1
¿Cómo ocurre la transferencia?
La transferencia se reiere a la aplicación del conocimiento y las habilidades en formas nuevas, con
nuevos contenidos o en situaciones distintas de aquellas en que fueron adquiridos (capítulo 7). La
transferencia también explica el efecto del aprendizaje previo sobre el aprendizaje nuevo, es decir, si
lo facilita, lo inhibe o no muestra ningún efecto sobre él. La transferencia es fundamental, ya que sin
ella todo el aprendizaje sería especíico de cada situación; asimismo, es el corazón de nuestro sistema
educativo (Bransford y Schwartz, 1999).
Las teorías conductuales plantean que la transferencia depende de que existan elementos idénticos o características (estímulos) similares entre las situaciones. Las conductas se transieren (o generalizan) cuando la situación antigua y la situación nueva tienen elementos en común. Así, el estudiante
que aprende que 6 × 3 = 18 debe ser capaz de resolver esta multiplicación en diferentes entornos
(escuela, hogar) y cuando los mismos números aparecen en un problema con un formato similar (por
ejemplo, 36 × 23 = ?).
Las teorías cognoscitivas postulan que la transferencia ocurre cuando los aprendices entienden
cómo se aplica el conocimiento en diferentes contextos. La forma en que la información se almacena
en la memoria es importante. Los usos del conocimiento se almacenan junto con el conocimiento en
sí, o pueden ser recuperados fácilmente de otro lugar de almacenamiento de la memoria. Las situaciones no necesitan contar con elementos comunes.
Las implicaciones de estas perspectivas para la instrucción son divergentes. Desde el punto de
vista conductual, los profesores deben incrementar la similitud entre las situaciones y señalar los elementos comunes. Las teorías cognoscitivas complementan estos factores al destacar que la forma en
que los estudiantes perciben el valor del aprendizaje es fundamental. Los profesores pueden apoyar
estas percepciones incluyendo en las lecciones información sobre cómo se utiliza el conocimiento en
diferentes contextos, enseñando a los estudiantes las reglas y los procedimientos que deben aplicar
en las situaciones para determinar qué conocimiento será necesario y proporcionándoles retroalimentación sobre cuáles habilidades y estrategias podrían beneiciarlos de diferentes maneras.
¿Qué procesos participan en la autorregulación?
La autorregulación (o aprendizaje autorregulado) se reiere al proceso mediante el cual los aprendices
dirigen de forma sistemática sus pensamientos, sentimientos y acciones hacia el logro de sus metas
(Zimmerman y Schunk, 2001; capítulo 9). Los investigadores de diferentes enfoques teóricos postulan
que la autorregulación implica el hecho de tener un propósito o una meta, utilizar acciones dirigidas
a metas, así como supervisar y ajustar las estrategias y las acciones para garantizar el éxito. Las teorías
postulan diferentes mecanismos para el uso que dan los alumnos a los procesos cognoscitivos y conductuales en la regulación de sus actividades.
Los investigadores conductuales plantean que la autorregulación consiste en establecer las propias
contingencias de reforzamiento, es decir, los estímulos a los que uno responde y las consecuencias de
las propias respuestas. No se necesitan procesos nuevos para explicar la conducta autorregulada. Los
investigadores conductuales se enfocan en las respuestas abiertas de los aprendices: la autovigilancia,
la autoinstrucción y el autorreforzamiento.
En este contexto, los investigadores cognoscitivos destacan las actividades mentales como la atención, la repetición, el uso de estrategias de aprendizaje y la vigilancia de la comprensión. Además,
hacen hincapié en las creencias motivacionales acerca de la autoeicacia, los resultados y el valor
percibido del aprendizaje (Schunk, 2001). Un elemento clave es la elección. Para que ocurra la autorregulación, los aprendices deben tener ciertas opciones en sus motivos o métodos para aprender,
el tiempo que dedican al aprendizaje, el nivel del criterio del aprendizaje, el contexto en que ocurre el
aprendizaje y las condiciones sociales existentes (Zimmerman, 1994, 1998, 2000). Cuando los
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Introducción al estudio del aprendizaje
25
estudiantes cuentan con pocas opciones, su conducta suele estar regulada por aspectos externos en
vez de ser autorregulada.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
Las teorías tratan de explicar diversos tipos de aprendizaje pero diieren en su enfoque (Bruner,
1985). Las teorías conductuales subrayan la formación de asociaciones entre estímulos y respuestas
a través del reforzamiento selectivo de las respuestas correctas. Parecería que las teorías conductuales son más adecuadas para explicar formas más sencillas de aprendizaje que involucran asociaciones, como los hechos de la multiplicación, el signiicado de las palabras en otros idiomas y recordar
ciudades capitales.
Las teorías cognoscitivas, por su parte, explican el aprendizaje en términos de factores como el
procesamiento de la información, las redes de memoria y las percepciones e interpretación de los
estudiantes de los elementos del salón de clases (maestros, compañeros, materiales, organización).
Pareciera que las teorías cognoscitivas son más apropiadas para explicar formas complejas de aprendizaje, como la solución de problemas matemáticos, la extracción de inferencias de los textos y la
redacción de ensayos.
Sin embargo, a menudo existen similitudes entre las diversas formas de aprendizaje (Bruner,
1985). Aprender a leer diiere fundamentalmente de aprender a tocar el violín, aunque ambas actividades se beneician de la atención, el esfuerzo y la perseverancia. Es probable que aprender a redactar
trabajos escolares y aprender a lanzar la jabalina no parezcan similares, pero ambos se beneician con
el establecimiento de metas, la vigilancia del progreso, la retroalimentación correctiva por parte de los
maestros y entrenadores, y los sentimientos de motivación intrínseca.
La enseñanza efectiva requiere que determinemos las mejores posturas teóricas para cada forma
de aprendizaje que nos ocupe y que obtengamos de ellas sugerencias para la enseñanza. Si la práctica
reforzada es importante para aprender, entonces los profesores deberían incluirla en sus programas.
Si aprender estrategias para la solución de problemas es importante, entonces deberíamos estudiar las
implicaciones de la teoría del procesamiento de la información. Un desafío constante de la investigación consiste en especiicar las similitudes y las diferencias entre los tipos de aprendizaje e identiicar
métodos instruccionales eicaces para cada uno de ellos.
TRES ESCENARIOS DE APRENDIZAJE
A continuación se presentan tres escenarios que representan los contextos típicos en que ocurre el
aprendizaje escolar. A lo largo de este texto estos escenarios servirán para ejempliicar la aplicación
sistemática de los principios del aprendizaje y para demostrar cómo se puede dar un aprendizaje
coherente.
Clase de tercer grado de Kathy Stone
Kathy Stone imparte una de las cinco clases independientes de tercer grado de una escuela primaria
que cuenta con 550 estudiantes. La escuela se ubica en las orillas de una ciudad, cerca de una gran
comunidad residencial suburbana. Kathy ha sido maestra en estas instalaciones durante ocho años, y
antes impartió clases en segundo grado en otra escuela durante cuatro años. Ha participado activamente en el desarrollo curricular y ha encabezado varios comités escolares para la implementación de
programas creativos con el in de ampliar las actividades incorporadas al programa regular.
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Capítulo 1
La clase de Kathy está conformada por 21 estudiantes de diferentes orígenes étnicos; alrededor
de 50 por ciento de ellos pertenece a la clase media, y gran parte del resto recibe desayunos gratuitos
o de bajo costo. Hay 11 niños y 10 niñas de entre 8 y 10 años de edad. La mayoría de los estudiantes
está ansiosa por aprender, aunque algunos tienen diicultades debido a problemas de aprendizaje,
familiares o emocionales. Seis alumnos asisten a clases especiales, dos reciben terapia por conducta
agresiva y uno porque su madre padece una enfermedad grave.
Los estudiantes acuden a la escuela de las 8:15 am a las 2:45 pm y asisten a la clase de Kathy
para aprender las principales áreas de contenido académico: lectura, escritura, ortografía, matemáticas,
ciencias, estudios sociales, salud y aplicaciones de cómputo. Con otros profesores reciben clases de
arte, música, educación física y realizan actividades de biblioteca. Los infantes cuentan con una hora
para el almuerzo y el recreo, tiempo durante el cual son supervisados por el personal de la cafetería y
del patio de recreo. La amplia gama de habilidades en la clase plantea desafíos para la implementación
de un programa curricular eicaz.
Clase de historia de Estados Unidos de Jim Marshall
La historia de Estados Unidos es un curso básico del currículum obligatorio para graduarse en una
preparatoria de un pueblo pequeño de ese país. Cada semestre la preparatoria ofrece múltiples secciones para que todos los estudiantes puedan tomarlo. Jim Marshall imparte este curso, así como otras
clases en el departamento de historia. Jim tiene 14 años trabajando como profesor en esta escuela, y
ha recibido becas de historia, así como varios premios como docente.
En su clase hay 23 estudiantes, cuatro de los cuales reprobaron el curso el año anterior. Los alumnos provienen de distintos orígenes étnicos y pertenecen principalmente a la clase media. La mayoría
de ellos muestra un desempeño promedio o superior al promedio, aunque algunos no se sienten
motivados para participar en la clase o realizar las tareas. Además, se detectó que tres estudiantes presentan problemas de aprendizaje y reciben ayuda de un profesor especial.
El curso se imparte todos los días durante 50 minutos y sus objetivos consisten en que los estudiantes conozcan más los principales periodos de la historia de Estados Unidos, desde el establecimiento de las 13 colonias hasta la actualidad. Los objetivos del curso también incluyen el análisis de
esos periodos, así como examinar la repercusión de diversos acontecimientos en la formación de ese
país. Las unidades incluyen conferencias y demostraciones, discusiones en grupos pequeños, investigación por parte de los estudiantes, proyectos de historia, tareas en línea y juegos de roles.
Clase de psicología educativa de Gina Brown
EDUC 107, Psicología educativa para maestros, es un curso obligatorio de tres créditos en el programa
de la licenciatura de enseñanza en una universidad grande. Cada semestre se imparten varias secciones del curso. Gina Brown, profesora asociada en la Facultad de educación, imparte una de ellas. Gina
ha sido profesora durante siete años y antes de terminar su doctorado fue profesora de matemáticas
de secundaria durante 10 años.
Este semestre hay 30 estudiantes en la clase: 12 que se especializan en educación primaria, 10 en
secundaria y ocho en educación especial. Su origen étnico es variado y pertenecen principalmente
a la clase media. Su edad varía de los 18 a los 37 años (media = 20.7 años). El curso se imparte tres
horas por semana e incluye conferencias, discusiones, videos en el salón de clases y tareas en línea.
De manera simultánea, los estudiantes tienen una práctica de campo que les otorga un crédito, la cual
Gina supervisa.
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Introducción al estudio del aprendizaje
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El contenido del curso es el acostumbrado para una materia de psicología educativa. Algunos
de los temas que se abordan son el desarrollo, las diferencias individuales, el aprendizaje, la motivación, el manejo del aula, los estudiantes con necesidades especiales y la evaluación. Los estudiantes
realizan proyectos (en conjunto con la experiencia de campo) y son evaluados en el contenido del
curso. El material que se cubre es muy extenso, sin embargo, los alumnos por lo general están muy
motivados porque consideran que la comprensión de estos temas es importante para su futuro éxito
en la enseñanza.
RESUMEN
El estudio del aprendizaje humano se enfoca en la forma en que los individuos adquieren y modiican
su conocimiento, habilidades, estrategias, creencias y conductas. El aprendizaje representa un cambio
perdurable en la conducta o en la capacidad para comportarse de cierta manera, el cual resulta de la
práctica o de otras experiencias. Esta deinición no incluye los cambios temporales en la conducta debido a enfermedades, fatiga o uso de drogas, ni a los que relejan factores genéticos y de maduración,
aunque muchos de éstos requieren ambientes sensibles para manifestarse.
El estudio cientíico del aprendizaje se inició en los escritos de antiguos ilósofos como Platón
y Aristóteles. Dos posturas relevantes sobre la forma en que se adquiere el conocimiento son el racionalismo y el empirismo. El estudio psicológico del aprendizaje se inició a inales del siglo XIX. El
estructuralismo y el funcionalismo fueron escuelas de pensamiento activas que surgieron a inicios del
siglo XX con teóricos como Titchener, Dewey y James, pero estas posturas contenían problemas que
impidieron su aplicación generalizada a la psicología.
Las teorías proporcionan marcos de referencia para darles sentido a las observaciones del ambiente; además, sirven como puente entre la investigación y la práctica educativa, y como herramientas para organizar y convertir los hallazgos de investigación en recomendaciones para la práctica
educativa. La investigación puede ser de varios tipos —correlacional, experimental y cualitativa— y se
puede realizar en laboratorios o en un ambiente de campo. Algunas formas comunes para evaluar el
aprendizaje son la observación directa, los exámenes escritos y orales, las caliicaciones de terceros y
los autorreportes.
A menudo se considera que las teorías del aprendizaje y la práctica educativa son cuestiones diferentes, pero de hecho deberían complementarse entre sí. Ninguna de las dos basta para garantizar una
buena enseñanza y un buen aprendizaje. La teoría por sí misma no capta plenamente la importancia
de factores situacionales; la experiencia práctica sin teoría es especíica de cada situación y carece de
un marco general para organizar el conocimiento de la enseñanza y el aprendizaje. La teoría y la práctica se ayudan mutuamente a perfeccionarse.
Las teorías conductuales explican el aprendizaje en términos de eventos observables, mientras
que las teorías cognoscitivas también toman en cuenta las cogniciones, las creencias, los valores
y los sentimientos de los aprendices. Las teorías del aprendizaje diieren respecto a la forma en
que abordan temas fundamentales. Algunos de los más importantes son la forma en que ocurre el
aprendizaje, el papel que desempeña la memoria, el papel de la motivación, la forma en que ocurre la transferencia, los procesos que participan en la autorregulación y las implicaciones para la
instrucción.
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Capítulo 1
LECTURAS ADICIONALES
Benjamin, L. T., Jr. (2000). The psychological laboratory at the turn of the 20th century. American
Psychologist, 55, 318-321.
Bruner, J. (1985). Models of the learner. Educational Researcher, 14 (6), 5-8.
Glaser, R. (1990). The reemergence of learning theory within instructional research. American
Psychologist, 45, 29-39.
Popham, W. J. (2008). Classroom assessment: What teachers need to know (5a ed.). Boston: Allyn & Bacon.
Shuell, T. J. (1988). The role of the student in learning from instruction. Contemporary Educational
Psychology, 13, 276-295.
Tweney, R. D. y Budzynski, C. A. (2000). The scientiic status of american psychology in 1900. American
Psychologist, 55, 1014-1017.
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Capítulo
2
Neurociencia
del aprendizaje
El distrito escolar de Tarrytown Uniied estaba llevando a cabo un taller para profesores y
administradores sobre el tema “El uso de la investigación del cerebro para diseñar una
instrucción efectiva”. Durante el receso vespertino, un grupo de cuatro participantes hablaba
acerca de la sesión del día: Joe Michela, asistente del director en la secundaria North Tarrytown;
Claudia Orondez, directora de la primaria Templeton; Emma Thomas, docente de la preparatoria
Tarrytown Central y Bryan Young, profesor de la secundaria South Tarrytown.
Joe:
Entonces, ¿qué piensan de esto hasta ahora?
Bryan:
Estoy muy confundido. Esta mañana entendí bien la explicación sobre las diferentes
áreas del cerebro, pero me está costando trabajo relacionar eso con mi trabajo como
profesor.
Emma:
Yo también estoy confundida, y los conferencistas están diciendo cosas que contradicen lo que pensaba. Yo había escuchado que cada estudiante tiene un lado del cerebro dominante y que debemos diseñar la instrucción para ajustarla a esas preferencias,
pero estos conferencistas dicen que eso no es verdad.
Joe:
Bueno, no dicen exactamente que no sea verdad. Lo que yo entendí es que diferentes
partes del cerebro realizan distintas funciones principales, pero que existen muchos
entrecruzamientos y muchas partes del cerebro deben trabajar en conjunto para que
ocurra el aprendizaje.
Claudia: Yo también escuché eso. Sin embargo, coincido con Bryan en que es confuso saber
qué es lo que debe hacer un profesor con esa información. Si se supone que debemos
recurrir a todas las partes del cerebro, ¿qué no es eso lo que los educadores estamos
tratando de hacer en la actualidad? Durante años les hemos estado diciendo a los
profesores que adapten su enseñanza a los diferentes estilos de aprendizaje, como el
visual, el auditivo y el táctil. Y parece que esta investigación sobre el cerebro recomienda lo mismo.
Joe:
Y especialmente el estilo visual de aprendizaje. Escuché decir que el sentido de la vista
es muy importante, por ello, trabajo con mis profesores al respecto. Les digo que no
utilicen tanto la conferencia, ya que no es una forma eicaz para aprender.
Bryan:
Es verdad, Joe. Y otra idea que me impresionó fue lo que dijeron respecto a todo lo
que se está desarrollando en el cerebro de los adolescentes. Yo pensaba que su conducta extravagante se debía sobre todo a las hormonas. Ahora veo que necesitamos
ayudarlos a tomar mejores decisiones.
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30
Capítulo 2
Emma:
Creo que esto es realmente fascinante. Esta sesión me permitió comprender cómo el
cerebro recibe la información y la utiliza. ¡Pero es tan complejo! Para mí el desafío
consiste en enlazar el funcionamiento del cerebro con la forma en que organizo y presento
la información, y con las actividades que diseño para los estudiantes.
Claudia: Voy a plantear muchas preguntas después de este receso. Sé que hay muchas cosas
que los investigadores no saben, pero estoy lista para empezar a trabajar con mis
profesores de primaria, con el in de enseñarles a utilizar los resultados de esta
investigación sobre el cerebro en beneicio de nuestros niños.
En los siguientes capítulos de este texto se analizan
muchas teorías y procesos del aprendizaje diferentes. Las teorías del condicionamiento (capítulo 3) se
enfocan en las conductas externas y en las consecuencias, mientras que las teorías cognoscitivas (que
constituyen el enfoque de este libro) plantean que el
aprendizaje ocurre a nivel interno. Los procesos cognoscitivos incluyen los pensamientos, las creencias
y las emociones, todos los cuales tienen representaciones nerviosas.
En este capítulo se expone la neurociencia del
aprendizaje o la ciencia sobre la relación que existe
entre el sistema nervioso, el aprendizaje y la conducta. Aunque la neurociencia no es una teoría del
aprendizaje, el hecho de estudiarla le proporcionará
un mejor fundamento para entender los siguientes capítulos acerca del condicionamiento y del aprendizaje
cognoscitivo.
Este capítulo se enfoca en el sistema nervioso
central (SNC ), que está compuesto por el cerebro
y la médula espinal. La mayor parte del capítulo se
reiere a las funciones del cerebro más que a las
de la médula espinal. El sistema nervioso autónomo
(SNA), que regula los actos involuntarios (como la
respiración y las secreciones), se menciona cuando
es relevante.
El papel que desempeña el cerebro en el aprendizaje y en la conducta no es un tema nuevo, pero su
importancia para los educadores aumentó sólo hasta
hace poco tiempo. Aunque los educadores siempre se
han interesado por el cerebro debido a su interés en
el aprendizaje y a que éste ocurre en ese órgano, gran
parte de la investigación del cerebro ha estudiado las
disfunciones que éste llega a presentar. Hasta cierto
punto los resultados de la investigación del cerebro
son importantes para la educación, ya que los profesores tienen estudiantes con discapacidades. Sin embargo, como la mayoría de los alumnos no presenta
disfunciones cerebrales, se ha considerado que los
resultados de este tipo de investigación no son muy
aplicables a los aprendices típicos.
Los avances tecnológicos ocurridos en los últimos años han producido nuevos métodos que muestran lo que sucede en el cerebro mientras se realizan
operaciones mentales que implican al aprendizaje
y la memoria. Los datos proporcionados por estos
nuevos métodos son muy importantes para la enseñanza y el aprendizaje en el salón de clases, y
sugieren algunas implicaciones para el aprendizaje,
la motivación y el desarrollo. Los educadores están
manifestando cada vez más interés en los resultados de la investigación de las neurociencias debido
a que buscan formas de mejorar la enseñanza y el
aprendizaje (Byrnes y Fox, 1998). Este interés de los
educadores quedó plasmado en el diálogo con el
que se inicia este capítulo.
Este capítulo comienza con un repaso de la organización nerviosa del cerebro y de las principales
estructuras involucradas en el aprendizaje, la motivación y el desarrollo. Se estudian los temas de la
localización y las conexiones entre las estructuras
del cerebro, junto con los métodos utilizados para
investigarlo. Se explora la neuroisiología del aprendizaje, que incluye la organización nerviosa del procesamiento de la información, las redes de memoria
y la adquisición del lenguaje. Se presenta el importante tema del desarrollo del cerebro, incluyendo los
factores que inluyen en él, sus fases, sus periodos
críticos y el desarrollo del lenguaje. Se explica la
manera en que la motivación y las emociones están
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Neurociencia del aprendizaje
representadas en el cerebro y al inal del capítulo se
realiza un análisis sobre las principales implicaciones de la investigación del cerebro para la enseñanza
y el aprendizaje.
Las explicaciones acerca del SNC son necesariamente complejas, tal como lo señala Emma en la
conversación con la que se inicia el capítulo. Se involucran muchas estructuras, existe mucha terminología
técnica y la forma en que opera el SNC es complicada.
El material de este capítulo se presenta de forma tan
clara como es posible, pero es necesario utilizar ciertos tecnicismos para conservar la exactitud de la información. A los lectores que busquen descripciones
más técnicas de cómo las estructuras y funciones del
SNC se relacionan con el aprendizaje, la motivación
y el desarrollo se les remite a otras fuentes (Bradford,
1998; Byrnes, 2001; Jensen, 2005; National Research
Council, 2000; Trevarthen, 1998; Wolfe, 2001).
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de hacer lo siguiente:
n
Describir la organización nerviosa y la función
de los axones, las dendritas y las células gliales.
31
n
Analizar las funciones importantes de las áreas
principales del cerebro.
n
Identiicar algunas funciones del cerebro localizadas en los hemisferios derecho e izquierdo.
n
Analizar los usos de diferentes tecnologías de
investigación cerebral.
n
Explicar cómo ocurre el aprendizaje desde una
perspectiva neurocientíica, incluyendo el funcionamiento de la consolidación y las redes de
memoria.
n
Analizar cómo se forman las conexiones nerviosas y la manera en que interactúan durante la
adquisición y el uso del lenguaje.
n
Analizar los cambios fundamentales y los periodos críticos del desarrollo cerebral como una
función de la maduración y la experiencia.
n
Explicar el papel que desempeña el cerebro en
la regulación de la motivación y las emociones.
n
Analizar algunas de las implicaciones de la investigación del cerebro para la instrucción y el
mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje.
ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURAS
El sistema nervioso central (SNC) está conformado por el cerebro y la médula espinal, y es el mecanismo central del cuerpo para el control de la conducta voluntaria (por ejemplo, el pensamiento y el
comportamiento). El sistema nervioso autónomo (SNA) regula las actividades involuntarias, como las
que se involucran en la digestión, la respiración y la circulación de la sangre. Estos sistemas no son
completamente independientes. Por ejemplo, las personas pueden aprender a controlar su frecuencia
cardiaca, lo que signiica que están manejando de manera voluntaria una actividad involuntaria.
La médula espinal mide aproximadamente 18 pulgadas de largo y su ancho es como el de un
dedo índice. Va desde la base del cerebro hasta la mitad de la espalda, y en esencia es una extensión
del cerebro. Su principal función es la de transmitir señales desde y hacia el cerebro, lo que la convierte en el mensajero central entre el cerebro y el resto del cuerpo. Su ruta ascendente lleva señales
desde lugares del cuerpo hasta el cerebro, y su ruta descendente transmite mensajes desde el cerebro
hasta la estructura corporal apropiada (por ejemplo, para provocar el movimiento). La médula espinal
también participa en algunas reacciones independientemente del cerebro (un ejemplo de éstas es el
relejo patelar). Los daños a la médula espinal, como los provocados por un accidente, pueden producir síntomas que van desde la falta de sensibilidad hasta la parálisis total (Jensen, 2005; Wolfe, 2001).
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Capítulo 2
Figura 2.1
Estructura de las neuronas.
Fuente: Brain Matters: Translating Research into
Classroom Practice, de P. Wolfe, p. 15 © 2001.
Reproducido con autorización de la Association
for Supervision and Curriculum Development,
Alexandria, VA.
Cuerpo celular
Cubierta de mielina
Espinas dendríticas
Núcleo
Axón
Sinapsis
Sinapsis
Axón
Dendrita
Organización neuronal
El SNC está compuesto por miles de millones de células en el cerebro y en la médula espinal. Existen
dos tipos principales de células: las neuronas y las células gliales. En la igura 2.1 se muestra una descripción de la organización neuronal.
Neuronas. El cerebro y la médula espinal contienen alrededor de 100 mil millones de neuronas que
envían y reciben información a lo largo de los músculos y órganos (Wolfe, 2001). La mayoría de las
neuronas del cuerpo se localizan en el SNC, y estas diieren de otras células corporales (por ejemplo,
las de la piel o las de la sangre) en dos aspectos importantes. Por un lado, la mayoría de las células
del cuerpo se regeneran. Esta renovación continua es deseable, por ejemplo, cuando nos cortamos, en
cuyo caso se regeneran células nuevas para reemplazar a las que resultaron dañadas. Sin embargo, no
ocurre lo mismo con las neuronas, estas no se regeneran igual. Las células del cerebro y de la médula
espinal que se destruyen cuando se presenta una embolia, una enfermedad o un accidente podrían
perderse para siempre. Sin embargo, una buena noticia es que existe evidencia de que las neuronas
muestran cierta regeneración (Kempermann y Gage, 1999), aunque aún no se sabe bien en qué grado
se regeneran ni se conoce a fondo el proceso mediante el cual ocurre esto.
Las neuronas también diieren de otras células del cuerpo debido a que se comunican entre sí por
medio de señales eléctricas y reacciones químicas. Por lo tanto, su organización es distinta a las de
otras células corporales. Su organización se analizará posteriormente en esta sección.
Células gliales. El segundo tipo de células del SNC son las células gliales, las cuales son mucho más
numerosas que las neuronas. Estas células se podrían considerar de soporte, ya que apoyan las funciones de las neuronas. Las células gliales no transmiten señales como las neuronas, pero ayudan en
el proceso.
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Neurociencia del aprendizaje
33
Las células gliales realizan muchas funciones. Una de las principales es garantizar que las neuronas operen en un ambiente adecuado, para lo cual ayudan a eliminar las sustancias químicas que podrían interferir en su funcionamiento y eliminan las células muertas del cerebro. Otra de sus importantes funciones es colocar la mielina, una envoltura en forma de vaina que rodea a los axones y ayuda a
transmitir las señales del cerebro (este tema se analizará en la siguiente sección). Al parecer las células
gliales también desempeñan funciones fundamentales en el desarrollo del cerebro fetal (Wolfe, 2001).
Por consiguiente, las células gliales trabajan en conjunto con las neuronas para garantizar un eicaz
funcionamiento del SNC.
Sinapsis. La igura 2.1 muestra la organización de las neuronas con los cuerpos celulares, los axones y
las dendritas. Cada neurona consta de un cuerpo celular, miles de pequeñas dendritas y un axón. Una
dendrita es la prolongación de tejido que recibe información de otras células. Un axón es una trama
larga de tejido que envía mensajes a otras células. La vaina de mielina rodea al axón y facilita el viaje
de las señales.
Cada axón termina en una estructura ramiicada. Las terminales de estas estructuras ramiicadas se
conectan con las terminales de las dendritas, y a esta conexión se le conoce como sinapsis. La estructura interconectada es la clave de la comunicación entre las neuronas, ya que los mensajes viajan de
una neurona a otra a través de la sinapsis.
El proceso mediante el cual se comunican las neuronas es complejo. En el extremo de cada axón
se encuentran neurotransmisores químicos, los cuales no están en contacto directo con las dendritas
de otra célula. A este hueco entre las dendritas y el axón se le conoce como espacio sináptico. Cuando
las señales eléctricas y químicas alcanzan un nivel suiciente, se liberan neurotransmisores en ese espacio, los cuales activan o inhiben una reacción en la dendrita con la que tienen contacto. Por ello,
el proceso comienza como una reacción eléctrica en la neurona y el axón, después se convierte en
una reacción química en el espacio y por último se convierte nuevamente en una respuesta eléctrica
en la dendrita. Este proceso continúa de una neurona a otra a gran velocidad. Como veremos más
adelante en este capítulo, el papel que desempeñan los neurotransmisores en el espacio sináptico es
fundamental para el aprendizaje. Desde una perspectiva neurocientíica, el aprendizaje es un cambio
en la receptividad de las células, provocado por las conexiones neuronales que se forman, fortalecen
y conectan con otras a través del uso (Jensen, 2005; Wolfe, 2001).
Estructuras del cerebro
El cerebro de un ser humano adulto pesa aproximadamente tres libras y tiene el tamaño de un melón
o de una toronja grande (Tolson, 2006; Wolfe, 2001). Su cobertura externa presenta una serie de pliegues y una apariencia arrugada, como la de una colilor. Se compone principalmente de agua (78%),
grasas y proteínas. Su textura suele ser suave. En la igura 2.2 se muestran las principales estructuras
cerebrales que participan en el aprendizaje (Byrnes, 2001; Jensen, 2005; Wolfe, 2001), las cuales se
describen a continuación.
Corteza cerebral. El cerebro está cubierto por la corteza cerebral, que es una capa delgada, con un grosor similar al de la cáscara de una naranja (menos de un cuarto de pulgada). La corteza cerebral es la
“materia gris” arrugada del cerebro. Los pliegues permiten que la corteza cerebral tenga una supericie
mayor y, por lo tanto, un mayor número de neuronas y de conexiones neuronales. La corteza cerebral
contiene dos hemisferios (derecho e izquierdo), cada uno de los cuales se compone de cuatro lóbulos
(occipital, parietal, temporal y frontal). La corteza es el área central involucrada en el aprendizaje, la
memoria y el procesamiento de la información sensorial.
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Capítulo 2
Tálamo
Cuerpo calloso
LÓBULO
PARIETAL
LÓBULO
FRONTAL
LÓBULO
OCCIPITAL
Hipotálamo
Amígdala
Hipocampo
LÓBULO
TEMPORAL
Cerebelo
Tallo cerebral
Figura 2.2
Principales estructuras cerebrales.
Fuente: Brain Matters: Translating Research into Classroom Practice, de P. Wolfe, p. 20 © 2001.
Reproducido con autorización de la Association for Supervision and Curriculum Development,
Alexandria, VA.
Tallo cerebral y formación reticular. En la base del cerebro se encuentra el tallo cerebral, que se encarga de las funciones del SNA (involuntarias por medio de su formación reticular, que es una red
de neuronas y ibras encargadas de regular el control de funciones corporales básicas como la respiración, la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, el movimiento ocular, la salivación y el gusto. La
formación reticular también está involucrada en los niveles de conciencia (como el sueño y la vigilia).
Por ejemplo, cuando uno entra en una habitación silenciosa y oscura, la formación reticular disminuye la activación del cerebro y facilita el sueño. La formación reticular también ayuda a controlar la
información sensorial. Aunque estamos bombardeados constantemente por múltiples estímulos, esta
estructura permite que nos enfoquemos sólo en los estímulos relevantes, lo cual es fundamental para
la atención y la percepción (capítulo 5), componentes básicos en el sistema de procesamiento de información del ser humano. Por último, la formación reticular produce muchos de los mensajeros químicos del cerebro.
Cerebelo. El cerebelo, localizado en la zona posterior del cerebro, regula el equilibrio corporal, el control muscular, los movimientos y la postura del cuerpo. Aunque estas actividades están principalmente
bajo control consciente y, por lo tanto, en el el dominio de la corteza, esta última no cuenta con todo
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Neurociencia del aprendizaje
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el equipo necesario para regularlas, por lo que debe trabajar en conjunto con el cerebelo para la coordinación de los movimientos. El cerebelo es la clave para adquirir las habilidades motoras. Con la
práctica muchas habilidades motoras se convierten en automáticas (como tocar el piano y conducir un
automóvil). Este automatismo ocurre porque el cerebelo tomará parte del control, con lo cual permitirá que la corteza se concentre en las actividades que requieren la conciencia (por ejemplo, pensar y
resolver problemas).
Tálamo e hipotálamo. Arriba del tallo cerebral se encuentran dos estructuras del tamaño de una nuez:
el tálamo y el hipotálamo. El tálamo actúa como un puente por el cual se envía la información desde
los órganos de los sentidos (con excepción del olfato) hacia la corteza. El hipotálamo forma parte del
SNA y controla las funciones corporales necesarias para mantener la homeostasis, como la temperatura corporal, el sueño, y las sensaciones de sed y hambre. El hipotálamo también es responsable del
incremento en la frecuencia cardiaca y respiratoria que experimentamos cuando nos asustamos o nos
sentimos estresados.
Amígdala. La amígdala participa en el control de las emociones y la agresividad. La información
sensorial (exceptuando al olfato, que viaja directamente a la corteza) va al tálamo, el cual a su vez
envía la información al área apropiada de la corteza y a la amígdala. La función de la amígdala
consiste en evaluar qué tan peligrosa es la información sensorial; si reconoce un estímulo potencialmente dañino, envía una señal al hipotálamo, que provoca los cambios emocionales antes señalados
(como el aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión sanguínea).
Hipocampo. El hipocampo es la estructura cerebral responsable de la memoria del pasado inmediato.
¿Cuánto dura el pasado inmediato? Como veremos en el capítulo 5, no existe un criterio objetivo sobre
lo que constituyen la memoria inmediata y la memoria a largo plazo (o permanente). Al parecer el
hipocampo ayuda a establecer la información en la memoria a largo plazo (que reside en la corteza),
pero continúa desempeñando su papel de activar esa información cuando se necesita. Por consiguiente, el hipocampo intervendría en la memoria actual activa (de trabajo) hasta que la información se haya
codiicado completamente en la memoria a largo plazo, momento en el que es posible que el hipocampo
deje de desempeñar su función.
Cuerpo calloso. A lo largo de todo el cerebro (encéfalo), del frente hacia atrás, existe una banda de ibras conocidas como cuerpo calloso, la cual lo divide en dos mitades o hemisferios y los conecta para el
procesamiento neuronal. Esto es fundamental porque gran parte del procesamiento mental ocurre
en diferentes lugares del cerebro y a menudo involucra a ambos hemisferios.
Lóbulo occipital. Los lóbulos occipitales del cerebro participan principalmente en el procesamiento de la
información visual. Al lóbulo occipital también se le conoce como corteza visual. Recuerde que el tálamo recibe primero los estímulos visuales y luego envía esas señales a los lóbulos occipitales. Aquí se
llevan a cabo varias funciones, como la determinación del movimiento, el color, la profundidad, la distancia y otras características visuales. Una vez que se dan estas determinaciones, los estímulos visuales
son comparados con la información almacenada en la memoria para determinar el reconocimiento (la
percepción). De esta manera se reconoce un objeto que coincide con un patrón almacenado. Cuando
no hay coincidencia, se codiica un nuevo estímulo en la memoria. La corteza visual debe comunicarse
con otros sistemas del cerebro para determinar si un estímulo visual coincide con un patrón almacenado (Gazzaniga, Ivry y Mangun, 1998). En el diálogo que abre este capítulo, Joe destaca la importancia
del procesamiento visual en el aprendizaje.
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36
Capítulo 2
Las personas pueden controlar fácilmente su percepción visual obligándose a poner atención en
ciertas características del ambiente y a ignorar otras. Por ejemplo, si estamos buscando a un amigo
en una multitud, podemos ignorar miles de estímulos visuales y enfocarnos sólo en aquellos estímulos
que nos servirán para determinar si nuestro amigo está presente (por ejemplo, sus rasgos faciales).
Los profesores utilizan esta idea cuando piden a los estudiantes que pongan atención en exposiciones
visuales y les informan acerca de los objetivos de la lección al principio de la clase.
Lóbulo parietal. Los lóbulos parietales, localizados en la parte superior del cerebro, son responsables
del sentido del tacto, y ayudan a determinar la posición del cuerpo y a integrar la información visual.
Los lóbulos parietales poseen una sección anterior (adelante) y posterior (atrás). La parte anterior
recibe información del cuerpo con respecto al tacto, la temperatura, la posición del cuerpo y las sensaciones de dolor y presión (Wolfe, 2001). Cada parte del cuerpo tiene ciertas zonas en la parte anterior
que reciben la información que éste envía y la identiican con exactitud.
La parte posterior integra la información táctil para brindar una conciencia corporal espacial o
para conocer la posición del cuerpo en todo momento. Los lóbulos parietales también pueden aumentar o reducir la atención a diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, el lóbulo parietal recibe e identiica el dolor en una pierna, pero si el individuo está viendo una película divertida y le pone mucha
atención, es probable que “se olvide” de que le duele la pierna.
Lóbulo temporal. Los lóbulos temporales, localizados en un costado del cerebro, son responsables del
procesamiento de la información auditiva. Cuando se recibe información auditiva (como una voz u
otros sonidos), esa información se procesa y transmite a la memoria auditiva para determinar el reconocimiento. Luego, el reconocimiento puede conducir a la acción. Por ejemplo, cuando un profesor
ordena a los estudiantes que guarden sus libros y se formen en la puerta, la información auditiva es
procesada y reconocida, lo que conduce a la acción apropiada.
En la zona donde los lóbulos occipital, parietal y temporal se cruzan en la corteza del hemisferio
izquierdo, se encuentra el área de Wernicke, la cual nos permite comprender el lenguaje y utilizar la
sintaxis adecuada cuando hablamos. Esta área trabaja de forma estrecha con otra zona ubicada en el
lóbulo frontal del hemisferio izquierdo conocida como área de Broca, que es necesaria para hablar.
Si bien estas áreas fundamentales de procesamiento del lenguaje están situadas en el hemisferio izquierdo (aunque, como se explicará más adelante, en algunas personas el área de Broca se localiza en
el hemisferio derecho), muchas partes del cerebro trabajan en conjunto para comprender y producir el
lenguaje. Más adelante en este capítulo profundizaremos en el análisis del lenguaje.
Lóbulo frontal. Como su nombre lo indica, los lóbulos frontales se localizan en la zona frontal del cerebro y conforman la parte más grande de la corteza. Sus principales funciones son el procesamiento de
la información con respecto a la memoria, la planeación, la toma de decisiones, el establecimiento
de metas y la creatividad. Los lóbulos frontales también contienen la corteza motora primaria que regula los movimientos musculares.
Podría decirse que los lóbulos frontales del cerebro nos distinguen más claramente de los
animales inferiores, e incluso de nuestros ancestros de generaciones pasadas. Los lóbulos frontales han evolucionado para asumir funciones aún más complejas, ya que nos permiten planear
y tomar decisiones conscientes, resolver problemas y conversar con otras personas. Además, nos
hacen conscientes de nuestros procesos mentales, lo que constituye una forma de metacognición
(capítulo 7).
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Neurociencia del aprendizaje
37
En la parte superior del cerebro surge una banda de ibras que baja hacia los oídos, conocida
como corteza motora primaria, la cual controla los movimientos corporales. Por consiguiente, si mientras usted está bailando el “Hokey Pokey” piensa “tengo que poner mi pie derecho adelante”, será la
corteza motora la que lo dirija para hacer este movimiento. Cada parte del cuerpo está localizada en
un lugar especíico de la corteza motora, así que una señal que se origina en cierta parte de la corteza
conduce a realizar el movimiento apropiado.
Enfrente de la corteza motora se localiza el área de Broca, la cual gobierna la producción del lenguaje. En alrededor del 95% de las personas esta área se localiza en el hemisferio izquierdo, mientras
que en el 5% restante (30% de los zurdos) esta área se ubica en el hemisferio derecho (Wolfe, 2001).
No es de sorprender que esta área esté conectada con el área de Wernicke en el lóbulo temporal
izquierdo por medio de ibras nerviosas. El lenguaje se forma en el área de Wernicke y luego se transiere al área de Broca para su producción (Wolfe, 2001).
La parte anterior del lóbulo frontal, o corteza prefrontal, es proporcionalmente más grande en los
seres humanos que en otros animales. En esta zona ocurren las formas más elevadas de actividad mental (Ackerman, 1992). En el capítulo 5 se analiza cómo se forman las asociaciones del procesamiento
de la información cognoscitiva en el cerebro. La corteza prefrontal es fundamental para estas asociaciones, ya que la información que recibe de los sentidos se relaciona con la información almacenada en
la memoria. En resumen, el asiento del aprendizaje parece estar en la corteza prefrontal. Esta zona es
también la que regula la conciencia, por ello, nos permite estar conscientes de lo que pensamos, sentimos y hacemos. Como se explica más adelante, al parecer la corteza prefrontal también participa en
la regulación de las emociones.
En la tabla 2.1 se resumen las principales funciones de cada una de las áreas más importantes del
cerebro (Byrnes, 2001; Jensen, 2005; Wolfe, 2001). Cuando revise esta tabla no olvide que ninguna
parte del cerebro trabaja de manera independiente, sino que la información (en forma de impulsos
nerviosos) se transiere con rapidez de una zona a otra del cerebro. Aunque muchas funciones cerebrales están localizadas, las distintas partes del cerebro participan incluso en las tareas más sencillas.
Por lo tanto, no es razonable airmar que algunas funciones del cerebro residen en una sola área,
como airmó Emma en la conversación al inicio del capítulo.
Localización e interconexiones
En la actualidad sabemos más que nunca acerca de cómo funciona el cerebro, pues este órgano ha sido
estudiado desde hace muchos años. Las funciones de los hemisferios izquierdo y derecho han formado
parte de continuos debates. Wolfe (2001) señaló que, alrededor del 400 a. C., Hipócrates habló de la
dualidad del cerebro. Cowey (1998) informó que, en 1870, investigadores estimularon eléctricamente
diferentes partes del cerebro de animales y de soldados con lesiones en la cabeza, y encontraron
que la estimulación de ciertas zonas causaba movimientos en distintas partes del cuerpo. La idea de que
el cerebro tiene un hemisferio dominante fue propuesta desde 1874 (Binney y Janson, 1990).
Durante muchos años se ha sabido que, en general, el hemisferio izquierdo gobierna el campo
visual derecho y el lado derecho del cuerpo, y que el hemisferio derecho regula el campo visual
izquierdo y el lado izquierdo del cuerpo. Sin embargo, los dos hemisferios están conectados por
conjuntos de ibras, y el conjunto más grande es el cuerpo calloso. Gazzaniga, Bogen y Sperry (1962)
demostraron que el lenguaje está controlado principalmente por el hemisferio izquierdo. Estos investigadores descubrieron que, cuando se seccionaba el cuerpo calloso, los pacientes que sostenían un
objeto fuera de la vista con su mano izquierda, decían que no estaban sosteniendo objeto alguno. Al
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Capítulo 2
Tabla 2.1
Funciones principales de las áreas del cerebro.
Área
Funciones principales
Corteza cerebral
Procesa información sensorial; regula varias funciones del aprendizaje
y la memoria.
Formación reticular
Controla funciones corporales (como la respiración y la presión sanguínea),
activación, sueño-vigilia.
Cerebelo
Regula el equilibrio corporal, la postura, el control muscular, el movimiento,
la adquisición de habilidades motoras.
Tálamo
Envía la información de los sentidos (con excepción del olfato) a la corteza.
Hipotálamo
Controla funciones corporales homeostáticas (como temperatura, sueño,
sed y hambre); incrementa la frecuencia cardiaca y respiratoria durante
situaciones de estrés.
Amígdala
Controla las emociones y la agresividad; evalúa el nivel de peligrosidad de la
información sensorial.
Hipocampo
Mantiene la memoria del pasado inmediato y la memoria de trabajo; establece
la información en la memoria a largo plazo.
Cuerpo calloso
Conecta los hemisferios derecho e izquierdo.
Lóbulo occipital
Procesa la información visual.
Lóbulo parietal
Procesa la información táctil; determina la posición del cuerpo; integra la
información visual.
Lóbulo temporal
Procesa la información auditiva.
Lóbulo frontal
Procesa información para la memoria, la planeación, la toma de decisiones,
el establecimiento de metas, la creatividad; regula los movimientos
musculares (corteza motora primaria).
Área de Broca
Controla la producción del lenguaje.
Área de Wernicke
Comprende el lenguaje; regula el uso de la sintaxis apropiada al hablar.
parecer, sin el estímulo visual y debido a que la mano izquierda se comunica con el hemisferio derecho, cuando este hemisferio recibía la información no podía producir un nombre (porque el lenguaje
se localiza en el hemisferio izquierdo), y con un cuerpo calloso seccionado, la información no podía
transferirse al hemisferio izquierdo.
La investigación del cerebro también ha identiicado otras funciones localizadas. Al parecer el
pensamiento analítico se localiza en el hemisferio izquierdo, mientras que el procesamiento espacial,
auditivo, emocional y artístico ocurre en el hemisferio derecho (aunque es probable que el hemisferio
derecho procese las emociones negativas y el hemisferio izquierdo las emociones positivas; Ornstein,
1997). La música se procesa mejor en el hemisferio derecho, la direccionalidad también en el hemisferio derecho y el reconocimiento facial en el hemisferio izquierdo.
El hemisferio derecho también desempeña un papel crucial en la interpretación de los contextos
(Wolfe, 2001). Por ejemplo, suponga que alguien escucha una noticia y dice: “¡Eso es grandioso!”.
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Eso podría signiicar que el individuo piensa que la noticia es maravillosa u horrible, en cuyo caso
lo que determinaría el signiicado correcto (por ejemplo, si el interlocutor está siendo sincero o sarcástico) sería el contexto en que pronuncia la oración. El contexto se puede determinar a partir de la
entonación, las expresiones faciales y los gestos de las personas, así como del conocimiento de otros
elementos de la situación. Al parecer el principal lugar en donde se ordena la información contextual
para hacer una interpretación correcta es el hemisferio derecho.
Debido a que existen funciones localizadas en secciones del cerebro, ha sido tentador postular
que las personas con grandes habilidades verbales son dominadas por su hemisferio izquierdo (cerebro izquierdo), mientras que los individuos con habilidades artísticas y más emocionales son controlados por su hemisferio derecho (cerebro derecho). Pero ésta es una conclusión simplista y confusa,
como ahora saben los educadores de la conversación que inicia el capítulo. Aunque los hemisferios
tienen algunas funciones localizadas, también están conectados y existe un gran intercambio de información (impulsos nerviosos) entre ellos. Es probable que haya muy pocos procesos mentales que
ocurran en un solo hemisferio (Ornstein, 1997). Además, podríamos preguntarnos cuál hemisferio
gobierna a los individuos que maniiestan grandes habilidades verbales y emocionales (por ejemplo,
oradores apasionados).
Los hemisferios trabajan en conjunto; la información está disponible para ambos todo el tiempo.
El habla es un buen ejemplo. Si usted mantiene una conversación con un amigo, el hemisferio que
le permite producir el lenguaje es el izquierdo, pero el que le proporciona el contexto y le ayuda a
comprender su signiicado es el derecho.
Existe un gran debate entre los neurocientíicos cognoscitivos acerca del grado de lateralización.
Algunos argumentan que funciones cognoscitivas especíicas se localizan en regiones particulares del
cerebro, mientras que otros consideran que diferentes regiones presentan la habilidad de desempeñar
varias tareas (Byrnes y Fox, 1998). Este debate es similar al que existe en la psicología cognoscitiva
entre la perspectiva tradicional, que plantea que el conocimiento se codiica a nivel local, y la perspectiva del procesamiento paralelo distribuido (véase el capítulo 5), que asegura que el conocimiento no
se codiica en un solo lugar sino a lo largo de muchas redes de memoria (Bowers, 2009).
Hay evidencia cientíica que sustenta ambas posturas. Distintas partes del cerebro realizan diferentes funciones, pero las funciones pocas veces están, si es que alguna vez lo están, completamente
localizadas en una sola zona. Esto es verdad especialmente en las operaciones mentales complejas,
que dependen de varias operaciones mentales básicas cuyas funciones podrían estar distribuidas en
diversas áreas. Como señalan Byrnes y Fox (1998): “casi cualquier tarea requiere que participen ambos
hemisferios, aunque éstos parecen procesar ciertos tipos de información de manera más eiciente
que otros” (p. 310). Por lo tanto, en lo que se reiere al ámbito educativo, la práctica de enseñar a
los diferentes lados del cerebro (el cerebro derecho y el cerebro izquierdo) no está sustentada por la
investigación empírica. En la aplicación 2.1 se incluyen algunas aplicaciones de estos aspectos en las
interconexiones y la lateralización.
Métodos de investigación del cerebro
Una de las razones por las que ahora sabemos mucho más que antes sobre cómo funciona el SNC es el
interés por la investigación del cerebro que comparten personas de diferentes campos. Históricamente
los profesionales que investigaban el cerebro eran sobre todo de los campos de medicina, de ciencias biológicas y de psicología, pero con el tiempo también los profesionales de otros campos empezaron a interesarse por investigarlo creyendo que los hallazgos podrían tener implicaciones para el
avance de sus disciplinas. En la actualidad encontramos educadores, sociólogos, trabajadores sociales,
consejeros, trabajadores del gobierno (especialmente en el sistema judicial) y otros interesados en la
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Capítulo 2
APLICACIÓN 2.1
Enseñanza para los dos hemisferios cerebrales
La investigación del cerebro revela que gran parte
del contenido académico se procesa principalmente en el hemisferio izquierdo, aunque el hemisferio
derecho procesa el contexto. Una queja común en
el ámbito de la educación es que la enseñanza se
enfoca demasiado en el contenido y presta poca
atención al contexto. Enfocarse sobre todo en el
contenido produce un aprendizaje que suele estar
desconectado de los eventos cotidianos y que básicamente carece de signiicado. Esto sugiere que,
para lograr que el aprendizaje sea signiicativo (y,
por lo tanto, crear más conexiones nerviosas extensas), los profesores deberían incorporar la mayor
cantidad de contextos posible.
Kathy Stone está impartiendo una unidad sobre las mariposas a su grupo de tercer grado. Los
alumnos están estudiando el material de un libro
y Kathy les muestra fotografías con diferentes mariposas y una película. Para lograr que relacionen
este aprendizaje con el contexto, Kathy utiliza otras
actividades. Un museo local cuenta con una zona
de mariposas, donde estos animales viven en un
ambiente controlado. Kathy lleva a su grupo a visitar el museo para que vean el mundo de las mariposas. La exposición incluye una exhibición que
muestra las distintas fases de la vida de las mariposas. Las diferentes actividades sirven para que los
niños relacionen las características de las mariposas con factores contextuales que involucran a su
desarrollo y ambiente.
Jim Marshall sabe que el estudio de la historia
de manera aislada es aburrido para muchos estudiantes. En el transcurso de los años, muchos líderes
del mundo han buscado soluciones para lograr la
paz mundial. Cuando Jim expuso el tema sobre el
trabajo realizado por el presidente Wilson para establecer la Liga de las Naciones expuso analogías con
las Naciones Unidas y con las estrategias que utilizan
los gobiernos contemporáneos para tratar de eliminar la agresividad (por ejemplo, el desarme nuclear).
El objetivo de esto era poner en contexto a la Liga de
las Naciones. Por medio de discusiones en clase, Jim
logra que los estudiantes relacionen las metas, las
estructuras y los problemas de la Liga de las Naciones con eventos actuales, y que analicen la forma en
que este organismo estableció un precedente para
las Naciones Unidas y para una vigilancia mundial
de la agresividad.
Conocer los procesos psicológicos aislados de
las situaciones reales a menudo deja a los estudiantes
preguntándose cómo es que estos se podrían aplicar a las personas. Cuando Gina Brown habla sobre
los procesos piagetianos en el desarrollo infantil (por
ejemplo, el egocentrismo) pide a los estudiantes que
en sus prácticas busquen ejemplos de conductas infantiles que indiquen tales procesos. Gina hace lo
mismo con otras unidades en el curso para garantizar
que el aprendizaje de contenido se relacione con los
contextos (es decir, que los estudiantes vean cómo
los procesos psicológicos presentan manifestaciones
conductuales).
investigación del cerebro. El inanciamiento para investigar el cerebro también ha aumentado, incluyendo el que proporcionan organismos que inancian sobre todo estudios que no están relacionados
con el cerebro (por ejemplo, las relacionadas con la educación).
Otra de las razones por las que actualmente poseemos más conocimientos al respecto son los
grandes avances en la tecnología para realizar investigación del cerebro. Hace muchos años la única
forma de analizar el cerebro era mediante una autopsia. Aunque el examen del cerebro de individuos
muertos produjo información útil, este tipo de investigación no permite determinar cómo funciona el
cerebro y cómo procesa la información. Esto último es necesario para entender los cambios que ocurren en el cerebro durante el aprendizaje y la manera en que éste utiliza la información aprendida para
producir acciones y nuevo aprendizaje.
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Neurociencia del aprendizaje
41
Tabla 2.2
Métodos que se utilizan para la investigación del cerebro.
Método
Descripción
Rayos X
Ondas electromagnéticas de alta frecuencia que se utilizan para determinar
anormalidades en estructuras sólidas (por ejemplo, huesos).
Escaneo de tomografía
axial computarizada (TAC)
Imágenes mejoradas (tridimensionales) que se utilizan para detectar
anormalidades corporales (por ejemplo, tumores).
Mide patrones eléctricos causados por el movimiento de las neuronas; se
Electroencefalografía (EEG) utiliza para investigar diversos trastornos del cerebro (por ejemplo, del lenguaje
y del sueño).
Escaneo de tomografía por
emisión de positrones (PET
por sus siglas en inglés)
Evalúa los rayos gamma producidos por la actividad mental; proporciona una
imagen general de la actividad cerebral, pero está limitada por su lentitud y
porque los participantes deben ingerir material radiactivo.
Imagen por resonancia
magnética (MRI, por sus
siglas en inglés)
Las ondas de radio provocan que el cerebro produzca señales que puedan ser
registradas; se utiliza para detectar tumores, lesiones y otras anormalidades.
Imagen por resonancia
magnética funcional (fMRI,
por sus siglas en inglés)
La realización de tareas mentales dispara las neuronas, provoca el lujo
sanguíneo y cambios en el lujo magnético; la comparación con imágenes
del cerebro en reposo muestra las regiones que responden.
A continuación se analizan técnicas que han producido información útil, las cuales se resumieron
en la tabla 2.2. Las técnicas aparecen ordenadas de menor a mayor soisticación.
Rayos X. Los rayos X son ondas electromagnéticas de alta frecuencia que pueden atravesar objetos no
metálicos en los lugares donde no son absorbidos por las estructuras corporales (Wolfe, 2001). Los
rayos que no se absorben chocan contra una placa fotográica. La interpretación se basa en zonas de
luz y oscuridad (sombras de grises). Los rayos X son bidimensionales y son la técnica más útil para las
estructuras sólidas, por ejemplo, para determinar si un hueso está roto. No funcionan particularmente
bien en el cerebro porque éste está compuesto por tejido suave, aunque los rayos X pueden revelar
un daño en el cráneo (una estructura ósea).
Escaneo de TAC. El escaneo TAC (tomografía axial computarizada) se desarrolló a principios de la década de 1970 para aumentar los detalles de las sombras grises producidas por los rayos X. Los escaneos
TAC utilizan tecnología de rayos X pero mejoran la imagen de dos a tres dimensiones. Esta técnica es
utilizada por los médicos para investigar tumores y otras anormalidades; sin embargo, al igual que los
rayos X, no proporcionan información detallada sobre el funcionamiento del cerebro.
EEG. La EEG (electroencefalografía) es un método de imagen que mide los patrones eléctricos creados
por los movimientos de las neuronas (Wolfe, 2001). Consiste en colocar electrodos en el cuero cabelludo para detectar los impulsos neuronales que atraviesan el cráneo. La tecnología de EEG magniica las
señales y las registra sobre un monitor o sobre una gráica de papel (ondas cerebrales). La frecuencia
de las ondas cerebrales (oscilaciones) aumenta durante la actividad mental y disminuye durante el
sueño. El método de EEG ha demostrado su utilidad para revelar ciertos tipos de trastornos cerebrales
(como epilepsia y trastornos del lenguaje), y para vigilar trastornos del sueño (Wolfe, 2001). El EEG
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42
Capítulo 2
proporciona información temporal valiosa a través de los potenciales relacionados con eventos (véase
la sección Desarrollo del lenguaje), pero no pueden detectar el tipo de información espacial (es decir,
en dónde ocurre la actividad) que se necesita para investigar el aprendizaje a fondo.
Escaneo TEP. El escaneo TEP (tomografía por emisión de positrones) permite investigar la actividad del
cerebro mientras el individuo realiza tareas. A la persona se le inyecta una pequeña dosis de glucosa
radiactiva que la sangre lleva el cerebro. El individuo realiza tareas mentales mientras se encuentra
dentro del escáner TEP; aquellas áreas del cerebro que participan utilizan más glucosa y producen rayos
gamma, que son detectados por el equipo. Esto produce imágenes computarizadas a color (mapas)
que muestran las áreas de actividad.
Aunque los escaneos TEP constituyen un avance en la tecnología de imagen cerebral, su utilidad
es limitada. Como el procedimiento requiere ingerir material radiactivo, existe un límite en la cantidad
de sesiones que se pueden realizar y en el número de imágenes que se pueden producir al mismo
tiempo. Además, el proceso para producir las imágenes es relativamente lento, así que no capta por
completo la velocidad a la que ocurre la actividad nerviosa. Aunque esta técnica ofrece una buena
imagen de la actividad general del cerebro, no muestra las áreas de actividad especíica con suiciente
detalle (Wolfe, 2001).
MRI y fMRI. La imagen por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) y la más reciente imagen por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) son técnicas de imágenes cerebrales que resuelven los problemas del escaneo TEP. En una MRI se dispara un haz de ondas de radio
hacia el cerebro, el cual está compuesto principalmente por agua, que contiene átomos de hidrógeno.
Las ondas de radio provocan que los átomos de hidrógeno produzcan señales de radio, las cuales son
detectadas por sensores y registradas en una imagen por computadora. Las imágenes producidas por
las MRI presentan un nivel de detalle superior a las que produce un escaneo TAC, y por lo general se
utilizan para detectar tumores, lesiones y otras anormalidades (Wolfe, 2001).
La fMRI funciona de manera muy parecida a la MRI, sólo que en este caso se les pide a las personas realizar tareas mentales o conductuales. Cuando las personas realizan estas tareas, las partes del
cerebro responsables disparan neuronas, lo cual causa que aumente el lujo de sangre que llega a esas
regiones. El lujo sanguíneo provoca cambios en el campo magnético, así que las señales se vuelven
más intensas. El escáner fMRI detecta estos cambios y los registra en una imagen por computadora.
Esta imagen se puede comparar con una imagen del cerebro en reposo para detectar cambios. La fMRI
puede captar la actividad cerebral cuando ocurre y donde ocurre porque es capaz de registrar cuatro
imágenes por segundo y al cerebro le toma alrededor de medio segundo reaccionar ante un estímulo
(Wolfe, 2001). Sin embargo, existe un poco de disparidad temporal porque pasan varios segundos
antes de que ocurran los cambios en el lujo sanguíneo (Varma, McCandliss y Schwartz, 2008).
En comparación con otros métodos, el escaneo fMRI ofrece muchas ventajas: no requiere ingerir una sustancia radiactiva, funciona con rapidez, mide la actividad cerebral de manera precisa y es
capaz de registrar una imagen del cerebro en pocos segundos. Por ello, este escaneo es más rápido
que otros métodos y se puede aplicar varias veces sin problemas.
Una desventaja de las tecnologías cerebrales es que deben utilizarse en contextos artiiciales
(por ejemplo, laboratorios), lo cual impide captar el aprendizaje en salones de clases activos. Esta
desventaja se puede resolver en parte asignando a los participantes tareas de aprendizaje durante
los experimentos cerebrales, o sometiéndolos a la tecnología inmediatamente después de que hayan
experimentado diferentes contextos en salones de clases (Varma et al., 2008). Asimismo, el campo de
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Neurociencia del aprendizaje
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la investigación del cerebro está cambiando con rapidez y las tecnologías avanzan y se perfeccionan.
En el futuro podemos esperar el surgimiento de técnicas más soisticadas que nos ayudarán aún más
a identiicar los procesos cerebrales que ocurren durante el aprendizaje. Pasaremos ahora al tema de
la neuroisiología del aprendizaje, es decir, al cómo funciona el cerebro para procesar, integrar y utilizar la información.
NEUROFISIOLOGÍA DEL APRENDIZAJE
Para el análisis en esta sección sobre el procesamiento cerebral durante el aprendizaje, se utiliza como
marco de referencia el modelo del procesamiento de la información que se estudiará en el capítulo 5
(véase la igura 5.1). El procesamiento cerebral durante el aprendizaje es complejo (como se muestra en
el diálogo inicial del capítulo) y lo que se expone a continuación constituye sólo los elementos centrales.
Los lectores que deseen información detallada sobre el aprendizaje y la memoria desde una perspectiva
neuroisiológica deberán consultar otras fuentes (Byrnes, 2001; Jensen, 2005; Rose, 1998; Wolfe, 2001).
Sistema de procesamiento de la información
Como se explica en el capítulo 5, el sistema de procesamiento de la información incluye los registros sensoriales, la memoria a corto plazo (MCP) o de trabajo (MT) y la memoria a largo plazo
(MLP). Los registros sensoriales reciben información y la mantienen durante una fracción de segundo, después de lo cual la información se descarta o se envía a la memoria de trabajo. La mayor
parte de la información sensorial se descarta, ya que en todo momento somos bombardeados por
múltiples estímulos sensoriales.
Antes, en este capítulo, vimos que toda la información sensorial (excepto la que proporciona el
olfato) viaja directamente al tálamo, donde al menos parte de ella es enviada a la parte apropiada
de la corteza cerebral para su procesamiento (por ejemplo, a los lóbulos cerebrales que procesan la
información sensorial correspondiente). Pero no se envía en la misma forma en que se recibió, sino
como una “percepción” nerviosa de ella. Por ejemplo, un estímulo auditivo recibido por el tálamo será
transformado en el equivalente nervioso de la percepción de ese estímulo. Esta percepción también es
responsable de hacerla coincidir con la que ya se encuentra almacenada en la memoria, un proceso
que se conoce como reconocimiento de patrones (véase el capítulo 5). Por consiguiente, si el estímulo
visual es el profesor en el salón de clases, la percepción que se envía a la corteza coincidirá con la
representación del profesor almacenada y se reconocerá el estímulo.
Parte de lo que da signiicado a la percepción es que el sistema de activación reticular del cerebro iltra la información para eliminar la que sea trivial y enfocarse en el material importante (Wolfe,
2001). Este proceso es adaptativo, ya que si tratáramos de poner atención a todos los estímulos, no
podríamos enfocar nuestra atención en nada. Existen varios factores que inluyen en esta iltración.
La importancia percibida, como cuando los profesores anuncian que el material es importante (por
ejemplo, que habrá un examen), es capaz de llamar la atención de los estudiantes. Lo novedoso atrae
la atención; el cerebro tiende a enfocarse en información novedosa o diferente a la esperada. Otro
factor es la intensidad; los estímulos a un volumen más alto, más brillantes o más pronunciados llaman
más la atención. El movimiento también ayudará a enfocar la atención. Aunque estos sistemas para
llamar la atención funcionan sobre todo de forma inconsciente, es posible utilizar este conocimiento
para ayudar a enfocar la atención de los estudiantes en el salón de clases, como cuando se utilizan
presentaciones visuales brillantes y novedosas. En la aplicación 2.2 se describen aplicaciones de estas
ideas en los ambientes de aprendizaje.
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44
Capítulo 2
APLICACIÓN 2.2
Activación y mantenimiento de la atención de los estudiantes
La investigación de la neurociencia cognoscitiva
muestra que diversos factores ambientales pueden
activar y mantener la atención de las personas. Estos factores son la relevancia, la novedad, la intensidad y el movimiento. Cuando los profesores
planean la instrucción, pueden determinar formas
de incluir esos factores en sus lecciones y en las
actividades de los estudiantes.
Relevancia
Kathy Stone está enseñando a los niños a localizar
las ideas principales en diferentes párrafos. Ella
quiere que los niños se concentren en las ideas
principales y que no se distraigan con los detalles
interesantes. Los alumnos preguntan: “¿De qué se
trata la historia principalmente?”. Leen la historia
y vuelven a plantear la pregunta. Luego eligen la
oración que la responde mejor. Kathy repasa las
otras oraciones para mostrarles cómo incluyen los
detalles que podrían sustentar la idea principal
pero sin plantearla.
Un profesor de grado medio está impartiendo
una unidad sobre la historia del estado. Hay muchos detalles en el texto y quiere que los estudiantes se concentren en los acontecimientos y personajes clave que ayudaron a crear la historia. Antes
de exponer cada sección, el profesor proporciona
a sus alumnos una lista de términos clave que incluye acontecimientos y personajes. Los estudiantes
deben escribir una oración explicativa breve para
cada término.
Novedad
Una profesora de quinto grado se puso en contacto con un catedrático de entomología, experto
en cucarachas, de la universidad local. Ella llevó
a sus estudiantes al laboratorio del experto. Ahí
vieron todo tipo de cucarachas. El profesor tenía
equipo que permitió a los alumnos ver de primera mano las actividades de las cucarachas, como
la rapidez con la que corren y el tipo de cosas
que comen.
Un entrenador de tenis de preparatoria obtuvo una máquina que lanza pelotas a diferentes
velocidades y ángulos, a las que los jugadores tratan de pegarles. En lugar de pedir a los jugadores
que practiquen muchas veces golpear las pelotas,
el entrenador organiza cada sesión como si fuera
un partido (jugador contra máquina) sin los servicios. Si el jugador logra golpear la pelota lanzada
por la máquina, obtiene un punto; si no lo hace
la que gana el punto es la máquina. El formato de
puntuación que utiliza es el estándar (cero-15-3040-juego).
Intensidad
Muchos niños de primaria tienen problemas para
reagrupar en la resta y se equivocan cuando tratan de sustraer la cifra más pequeña de la cifra
más grande en cada columna. Para ayudarlos a
corregir este error, un docente les pide que dibujen una lecha desde el número de arriba hasta el
número de abajo en cada columna antes de restar.
Si el número de arriba es menor, los estudiantes
primero dibujan una lecha desde el número de
arriba en la columna adyacente hacia el número
de arriba en la columna que se está restando y
luego hacen el reagrupamiento apropiado. El uso
de las lechas resalta el orden en que se deben
realizar las operaciones.
Jim Marshall desea que sus estudiantes memoricen el discurso de Gettysburg y lo repitan
haciendo énfasis en partes clave. Jim lee mientras
es acompañado por una versión instrumental
de “El himno de batalla de la República” a muy
bajo volumen. Cuando llega a una parte clave
(por ejemplo, “del pueblo, por el pueblo, para el
(Continúa)
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45
APLICACIÓN 2.2 (Continuación)
pueblo”) utiliza lenguaje corporal y manual con
el in de aumentar su inlexión y enfatizar ciertas
palabras.
Movimiento
El estudio de las aves y los animales en los libros
es aburrido y no releja sus actividades típicas.
Una profesora de primaria utiliza fuentes de Internet y videos interactivos para mostrar a aves y
animales en sus hábitats naturales. Los estudiantes pueden ver cuáles son sus actividades típicas
cuando cazan para alimentarse y depredar, así
como cuando cuidan a sus crías y se trasladan de
un lugar a otro.
Gina Brown trabaja con sus estudiantes de
servicio social mientras enseñan y trabajan con niños. Gina hace que cada uno de ellos practique
una lección con otros alumnos. Mientras enseñan,
deben permanecer en movimiento en lugar de limitarse a permanecer de pie o sentados en un lugar
al frente del salón. Les enseña que deben alejarse
de la pantalla si utilizan proyectores de imágenes y
cómo sentarse a vigilar el trabajo que sus alumnos
realicen en la clase, o a moverse por el salón de
manera eicaz al tiempo que revisan el progreso
de los alumnos cuando están enfrascados en tareas
individuales o en grupos pequeños.
En resumen, la información sensorial se procesa en las zonas de la memoria sensorial del cerebro,
y aquella que se retiene el tiempo suiciente se transiere a la memoria de trabajo. Al parecer la MT
reside en múltiples partes del cerebro, pero principalmente en la corteza prefrontal del lóbulo frontal
(Wolfe, 2001). Como veremos en el capítulo 5, la información de la MT se pierde en pocos segundos,
a menos que se repita o se transiera a la MLP. Para retener la información debe haber una señal neurológica que indique hacerlo, es decir, la información debe considerarse importante y necesaria.
Las principales partes del cerebro involucradas en la memoria y en el procesamiento de la información son la corteza y el lóbulo temporal medio (Wolfe, 2001). Al parecer el cerebro procesa y
almacena recuerdos en las mismas estructuras que inicialmente perciben y procesan la información.
Al mismo tiempo, las partes especíicas del cerebro involucradas en la MLP varían dependiendo del
tipo de información. En el capítulo 5 se presenta una distinción entre la memoria declarativa (hechos,
deiniciones, acontecimientos) y la memoria procedimental (procedimientos, estrategias). En el uso de
la información declarativa y procedimental participan diferentes partes del cerebro.
En el caso de la información declarativa (como la visual y la auditiva), los que reciben la
información y la transieren al hipocampo y al lóbulo temporal medial cercano son los registros
sensoriales de la corteza cerebral. Los estímulos se registran en un formato muy similar conforme
aparecen (por ejemplo, como estímulos visuales o auditivos). El hipocampo no es el último lugar de
almacenamiento, sino que actúa como procesador y transmisor de información. Como veremos en
la siguiente sección, la información que aparece con mayor frecuencia produce conexiones nerviosas más irmes. Con múltiples activaciones los recuerdos forman redes nerviosas que se integran con
mayor irmeza en las cortezas frontal y temporal. Por lo tanto, al parecer la MLP de la información
declarativa reside en las cortezas frontal y temporal.
Gran parte de la información procedimental se convierte en automática, de manera que se pueden realizar los procedimientos con poca o ninguna conciencia (como escribir en el teclado y andar
en bicicleta). El aprendizaje procedimental inicial involucra la corteza prefrontal, el lóbulo parietal
y el cerebelo, lo cual garantiza que atendamos de forma consciente los movimientos o pasos, y que
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46
Capítulo 2
esos movimientos o pasos se integren de manera correcta. Con la práctica estas áreas muestran menor
actividad y otras estructuras cerebrales, como la corteza motora, se vuelven más activas (Wolfe, 2001).
El aprendizaje por observación se estudia en el capítulo 4. La neurociencia cognoscitiva apoya la
idea de que se puede aprender mucho a por medio de la observación (Bandura, 1986). La investigación revela que los circuitos corticales involucrados en la realización de una acción también responden
cuando observamos a otra persona realizarla (van Gog, Paas, Marcus, Ayres y Sweller, 2009).
Cuando se trata de procedimientos que no involucran aspectos motores (por ejemplo, la decodiicación de palabras y la suma simple) la corteza visual participa de manera importante. La
repetición en realidad puede modiicar la estructura nerviosa de la corteza visual. Estos cambios
nos permiten reconocer estímulos visuales (como palabras y números) con rapidez sin tener que
procesar conscientemente su signiicado. Como consecuencia, muchas de estas tareas cognoscitivas
se tornan rutinarias. El procesamiento consciente de la información (como cuando nos detenemos a
pensar sobre el signiicado de un párrafo que leímos) requiere una extensa actividad en otras partes
del cerebro.
¿Pero qué ocurre si no es posible asignar un signiicado a un estímulo? ¿Qué pasaría si la información que ingresa, aunque se considera importante, no se puede relacionar con algo que ya está en la
memoria (como cuando un profesor dice: “¡Pongan atención!”)? Esta situación exigiría crear una nueva
red de memoria, como se analiza a continuación.
Redes de memoria
Con la presentación repetida de estímulos o información, las redes nerviosas pueden volverse tan
fuertes que las respuestas neuronales se den con gran rapidez. Desde la perspectiva de la neurociencia
cognoscitiva, aprender implica formar y fortalecer conexiones y redes nerviosas (conexiones sinápticas). Esta deinición es bastante similar a la deinición del aprendizaje utilizado por las teorías actuales
del procesamiento de la información (por ejemplo, ACT-R; capítulo 5).
Teoría de Hebb. El proceso mediante el cual se forman estas conexiones y redes sinápticas ha sido
objeto de estudio de investigaciones cientíicas durante muchos años. Hebb (1949) formuló una teoría
neuroisiológica del aprendizaje que subraya el papel que desempeñan dos estructuras corticales: las
asambleas celulares y las secuencias de fase. Una asamblea celular es una estructura que incluye células de la corteza y de los centros subcorticales (Hilgard, 1956). Básicamente, una asamblea celular es
un equivalente nervioso de una asociación simple, y se forma gracias a estimulaciones que se repiten
con frecuencia. Cuando la estimulación especíica ocurre otra vez, se activa la asamblea celular. Hebb
creía que cuando la asamblea celular fuera activada, facilitaría las respuestas nerviosas en otros sistemas, así como las respuestas motoras.
¿Cómo se forman las asambleas celulares? Hebb sólo pudo especular sobre esto, porque en su
época la tecnología para examinar los procesos cerebrales era muy limitada. Él pensaba que las estimulaciones repetidas provocaban el crecimiento de botones sinápticos que aumentaban el contacto
entre los axones y las dendritas (Hilgard, 1956). Con las estimulaciones repetidas, la asamblea celular
se activaría de manera automática, lo cual facilitaría el procesamiento nervioso.
Una secuencia de fase es una serie de asambleas celulares. Las asambleas celulares que se estimulan de manera repetida forman un patrón o una secuencia que impone cierta organización sobre el
proceso. Por ejemplo, estamos expuestos a múltiples estímulos visuales cuando observamos el rostro
de un amigo. Uno puede imaginar múltiples asambleas celulares, cada una de las cuales cubre un
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47
aspecto especíico del rostro (como la esquina izquierda del ojo izquierdo o la parte baja de la oreja
derecha). Al observar de manera repetida el rostro del amigo, estas múltiples asambleas celulares se
activan de manera simultánea y se conectan para formar una secuencia de fase coordinada que ordena
las partes (de manera que no sobreponemos la parte baja de la oreja derecha en la esquina izquierda
del ojo izquierdo). La secuencia de fase permite que el todo coordinado sea signiicativo y que se
perciba de manera consciente.
Conexiones nerviosas. A pesar de que las ideas de Hebb tienen más de 60 años, son sorprendentemente consistentes con las perspectivas contemporáneas acerca de cómo ocurre el aprendizaje
y cómo se forman los recuerdos. Como veremos en la siguiente sección sobre el desarrollo, nacemos con una gran cantidad de conexiones nerviosas (sinápticas). Entonces, nuestras experiencias
funcionan con este sistema. Las conexiones se seleccionan o se ignoran, se fortalecen o se pierden.
Además, a través de nuevas experiencias se pueden añadir y desarrollar otras conexiones (National
Research Council, 2000).
Es necesario destacar que el proceso de la formación y fortalecimiento de las conexiones sinápticas
(aprendizaje) modiica la estructura física del cerebro y altera su organización funcional (National
Research Council, 2000). El aprendizaje de tareas especíicas produce cambios localizados en las áreas
del cerebro correspondientes a la tarea, y estos cambios establecen una nueva organización cerebral.
Tendemos a pensar que el cerebro determina el aprendizaje, pero de hecho se trata de una relación
recíproca debida a la “neuroplasticidad” del cerebro, o a su capacidad para modiicar su estructura y
sus funciones como resultado de la experiencia (Begley, 2007).
Aunque la investigación del cerebro sobre este importante tema aún continúa, la información
disponible indica que la memoria no está formada por completo en el momento en que ocurre el
aprendizaje inicial. Más bien parece que la formación de la memoria es un proceso continuo en el que
se establecen conexiones nerviosas durante un tiempo (Wolfe, 2001). El proceso de estabilización y
fortalecimiento de las conexiones nerviosas (sinápticas) se conoce como consolidación. Al parecer, el
hipocampo desempeña un papel importante en la consolidación, a pesar del hecho de que no es en
él donde se almacenan los recuerdos.
¿Qué factores favorecen la consolidación? Como se analiza a fondo en el capítulo 5, la organización, el repaso y la elaboración son importantes porque sirven para establecer una estructura. La
investigación revela que el cerebro, lejos de ser un receptor y grabador pasivo de información, desempeña un papel activo en el almacenamiento y recuperación de la información (National Research
Council, 2000).
En resumen, parece que los estímulos o la información entrante activan la parte apropiada del
cerebro y se codiican como conexiones sinápticas. Con la repetición estas conexiones se hacen más
numerosas y se fortalecen, lo que signiica que ocurren de manera más automática y se comunican
mejor entre sí. El aprendizaje altera las regiones especíicas del cerebro involucradas en las tareas
(National Research Council, 2000). Las experiencias son fundamentales para el aprendizaje, tanto
las que ofrece el entorno (por ejemplo, estímulos visuales y auditivos) como las que resultan de nuestras actividades mentales (como nuestros pensamientos).
Dado que el cerebro impone cierta estructura a la información entrante, es importante que esta
estructura ayude a facilitar los recuerdos. Entonces, podríamos decir que la simple consolidación y la
memoria son insuicientes para garantizar el aprendizaje a largo plazo, y que más bien la instrucción
debería cumplir la función fundamental de ayudar a establecer una estructura adecuada para ello, un
punto que señalaron Emma y Claudia en el diálogo inicial. En la aplicación 2.3 se muestran algunas
aplicaciones de estas ideas, así como sugerencias para ayudar a los estudiantes a consolidar recuerdos.
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48
Capítulo 2
APLICACIÓN 2.3
Enseñanza para la consolidación
Factores como la organización, el repaso y la elaboración ayudan al cerebro a establecer una estructura
para el aprendizaje y lo asisten en la consolidación
de las conexiones nerviosas en la memoria. Los profesores pueden incorporar estas ideas de diversas
maneras.
Organización
Los alumnos de la profesora Standar están estudiando la revolución de Estados Unidos. En lugar
de pedirles que se aprendan muchas fechas, crea
una línea del tiempo de los principales acontecimientos y explica cómo cada uno de ellos llevó
a los acontecimientos posteriores. De esta manera
ayuda a los estudiantes a organizar cronológicamente los principales sucesos al relacionarlos con
acontecimientos que ellos provocaron.
En su curso de estadística de preparatoria la
profesora Conwell organiza información acerca de
datos distribuidos normalmente utilizando la curva
normal. Sobre la curva ella marca la media y las
desviaciones estándar por arriba y por debajo de
la media. Además, anota los porcentajes del área
bajo partes de la curva de modo que los estudiantes puedan relacionar la media y las desviaciones
estándar con los porcentajes de la distribución. El
uso de este organizador visual es más signiicativo
para ellos que la información escrita que explica
estos elementos.
Repaso
Los alumnos de primaria del profesor Luongo
montarán una obra de teatro acerca del Día de Acción de Gracias para los padres. Los estudiantes
deben aprender sus diálogos y sus movimientos.
El docente divide la obra en subpartes, trabaja en
una parte cada día y luego integra gradualmente
las partes en una secuencia de mayor duración. Así
los educandos realizan muchos ensayos, incluyendo varios de la obra completa.
El profesor Gómez pone a sus estudiantes
de inglés de noveno grado a repasar sus palabras
de vocabulario. Para cada lista de palabras los
alumnos anotan la palabra y la deinición, y después escriben una oración en la que la utilizan. Los
estudiantes también redactan ensayos breves cada
semana, en los que tratan de incorporar al menos
cinco palabras del vocabulario que estudiaron el
presente año. Este repaso sirve para crear redes de
memoria con la ortografía, el signiicado y el uso
de las palabras.
Elaboración
La elaboración es el proceso de ampliar la información para hacerla signiicativa. La elaboración sirve
para crear redes de memoria y relacionarlas con
otras redes importantes.
El profesor Jackson sabe que para los estudiantes es especialmente difícil relacionar el precálculo con otro conocimiento. Él encuesta a sus
alumnos para saber cuáles son sus intereses y qué
otros cursos están tomando. Luego relaciona conceptos de precálculo con esos intereses y cursos.
Por ejemplo, en el caso de los estudiantes que toman física, vincula los principios del movimiento y
de la gravedad con secciones cónicas (como parábolas) y ecuaciones cuadráticas.
Los alumnos de secundaria de la profesora
Kay trabajan periódicamente en una unidad que
requiere utilizar el pensamiento crítico sobre temas de responsabilidad social. Los estudiantes
leen viñetas y luego las analizan. En lugar de dejar que simplemente se muestren de acuerdo o
en desacuerdo con las decisiones del personaje
de la historia, los obliga a elaborar y plantearse
preguntas como: ¿De qué manera esta decisión
afecta a otras personas?, ¿cuáles habrían sido las
consecuencias si el personaje hubiera tomado una
decisión diferente?, ¿qué hubiera hecho usted y
por qué?
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Neurociencia del aprendizaje
49
Aprendizaje del lenguaje
La interacción de múltiples estructuras cerebrales y conexiones sinápticas se aprecia con claridad en
el aprendizaje del lenguaje y especialmente en la lectura. Aunque las tecnologías modernas permiten
que los investigadores estudien las funciones cerebrales en tiempo real cuando los individuos adquieren y utilizan habilidades del lenguaje, gran parte del estudio del cerebro en lo que se reiere a la
adquisición y uso del lenguaje se ha realizado en personas que han sufrido daño cerebral y que han
experimentado cierto grado de pérdida del lenguaje. Este tipo de investigación informa qué funciones
son afectadas por el daño a zonas especíicas del cerebro, pero no explica la adquisición y uso del
lenguaje en el cerebro infantil en desarrollo.
Los estudios sobre los traumas cerebrales han demostrado que el lado izquierdo de la corteza
cerebral es fundamental para la lectura, y que las áreas corticales posteriores (atrás) de asociación del
hemisferio izquierdo son fundamentales para entender y utilizar el lenguaje, y también para la lectura
normal (Vellutino y Denckla, 1996). Los trastornos de lectura a menudo son síntomas de lesiones
corticales posteriores izquierdas. Las autopsias de cerebros de adolescentes y adultos jóvenes con una
historia de problemas de lectura han revelado anormalidades estructurales en el hemisferio izquierdo.
Los trastornos de lectura en ocasiones también se asocian con lesiones en el lóbulo anterior (frontal)
—el área que controla el habla—, aunque la evidencia los relaciona más fuertemente con anormalidades en el lóbulo posterior. Como estos resultados provienen de estudios de personas que sabían leer
(en diferentes grados) y después perdieron toda o parte de su habilidad para la lectura, podemos concluir que el área izquierda del cerebro, que está asociada principalmente con el lenguaje y el habla,
es fundamental para la conservación de la lectura.
Sin embargo, es importante no olvidar que no existe un área central del cerebro relacionada con
la lectura y que, más bien, los diversos aspectos de esta habilidad (como la identiicación de letras
y palabras, la sintaxis, la semántica) involucran muchas estructuras cerebrales y conexiones sinápticas localizadas y especializadas que deben coordinarse para leer de manera adecuada (Vellutino y
Denckla, 1996). En la siguiente sección se examina cómo estas interconexiones se desarrollan en los
lectores normales y en aquellos individuos con problemas de lectura. La idea es que la lectura coordinada requiere la formación de asambleas nerviosas o conjuntos de grupos neuronales que han creado
conexiones sinápticas entre sí (Byrnes, 2001). Las asambleas nerviosas parecen ser conceptualmente
similares a las asambleas celulares y secuencias de fase planteadas por Hebb.
Los resultados de investigaciones neurocientíicas indican que hay regiones especíicas del cerebro asociadas con el procesamiento ortográico, fonológico, semántico y sintáctico necesario para la
lectura (Byrnes, 2001). El procesamiento ortográico (por ejemplo, de letras y caracteres) depende en
gran parte del área visual primaria. El procesamiento fonológico (como los fonemas y las sílabas) se
asocia con el lóbulo temporal superior. El procesamiento semántico (por ejemplo, los signiicados)
se relaciona con el área de Broca en el lóbulo frontal y las áreas del lóbulo temporal medial en el
hemisferio izquierdo. Al parecer el procesamiento sintáctico (como la estructura de las oraciones)
también ocurre en el área de Broca.
Anteriormente señalamos que existen dos áreas principales del cerebro relacionadas con el lenguaje. El área de Broca desempeña un papel fundamental en la producción del lenguaje gramaticalmente correcto. El área de Wernicke, localizada en el lóbulo temporal izquierdo, por debajo de la isura
lateral, es fundamental para la selección adecuada de las palabras y para la pronunciación. Las personas
que presentan deiciencias en el área de Wernicke podrían utilizar una palabra incorrecta, pero con un
signiicado parecido (por ejemplo, podrían decir “cuchillo” cuando quieren decir “tenedor”).
El lenguaje y la lectura requieren la coordinación de varias áreas del cerebro, y esa coordinación
ocurre mediante haces de ibras nerviosas que conectan las áreas del lenguaje entre sí y con otras
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50
Capítulo 2
partes de la corteza cerebral en ambos lados del cerebro (Geschwind, 1998). El cuerpo calloso es el
conjunto más grande de estas ibras, pero hay otras. La lesión o la destrucción de esas ibras afecta la
comunicación en el cerebro que es necesaria para un funcionamiento adecuado del lenguaje, lo que
puede provocar un trastorno en esta habilidad. Los investigadores del cerebro están explorando la manera en que operan las disfunciones y cuáles funciones cerebrales continúan en presencia de un daño.
En la siguiente sección se estudia este tema más a fondo, ya que está íntimamente ligado al desarrollo del cerebro. Para los educadores es importante saber cómo se desarrolla el cerebro, ya que
tomar en cuenta los cambios que ocurren como resultado del desarrollo en el momento de planear la
instrucción les ayudaría a garantizar el aprendizaje de los estudiantes.
DESARROLLO DEL CEREBRO
Hasta ahora este capítulo se ha enfocado en el funcionamiento maduro del SNC. Sin embargo, muchos
educadores trabajan con niños en edad preescolar, así como con escolares y adolescentes. El tema
del desarrollo del cerebro no sólo es interesante por derecho propio, sino también porque las implicaciones educativas para la enseñanza y el aprendizaje varían dependiendo del nivel de desarrollo
cerebral. En la conversación que se encuentra al inicio del capítulo, Bryan señala la importancia de
que los educadores comprendan el desarrollo del cerebro. En esta sección se analizan los factores que
inluyen en el desarrollo, el curso del desarrollo, los periodos críticos en el desarrollo y el papel
que éste desempeña en la adquisición y el uso del lenguaje.
Factores inluyentes
Aunque los cerebros de los seres humanos son estructuralmente similares, existen diferencias entre los
individuos. Cinco factores que inluyen en el desarrollo del cerebro son la genética, la estimulación
ambiental, la nutrición, los esteroides y los teratógenos (Byrnes, 2001; tabla 2.3).
Genética. El cerebro humano diiere en tamaño y composición del cerebro de otros animales. Aunque
la diferencia entre el genoma humano y el de nuestro pariente animal más cercano (el chimpancé) es
de sólo 1.23% (Lemonick y Dorfman, 2006), esa diferencia y otras variaciones genéticas producen una
especie que puede diseñar y construir puentes, componer música, escribir novelas, resolver ecuaciones complejas, etcétera.
Los cerebros humanos tienen una estructura genética similar, pero diieren con respecto a su
tamaño y estructura. Estudios de gemelos monocigóticos (un óvulo) revelan que en ocasiones ambos
desarrollan cerebros estructuralmente diferentes (Byrnes, 2001). Las instrucciones genéticas determinan el tamaño, la estructura y la conectividad nerviosa del cerebro. La mayoría de las veces esas
Tabla 2.3
n
Genética
Factores que afectan el desarrollo del cerebro.
n
Estimulación ambiental
n
Nutrición
n
Esteroides
n
Teratógenos
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Neurociencia del aprendizaje
51
diferencias producen cerebros con un funcionamiento normal, pero se continúa con la investigación
para identiicar cómo ciertas diferencias genéticas producen anormalidades.
Estimulación ambiental. El desarrollo del cerebro requiere estimulación del ambiente. El desarrollo prenatal prepara el terreno para el aprendizaje creando circuitos nerviosos que pueden recibir y procesar
estímulos y experiencias. Tales experiencias ainan aún más los circuitos añadiendo y reorganizando
las sinapsis. Por ejemplo, las mujeres embarazadas que le hablan y le cantan a sus bebés podrían, mediante su discurso y su canto, ayudarlos a establecer conexiones nerviosas (Wolfe, 2001). El desarrollo
del cerebro se retrasa cuando las experiencias son escasas o nulas. Aunque existen ciertos periodos
críticos en los que la estimulación puede producir efectos profundos (Jensen, 2005), la investigación
sugiere que la estimulación es importante durante toda la vida para garantizar un desarrollo continuo
del cerebro.
Nutrición. La falta de una buena nutrición puede tener efectos importantes sobre el desarrollo del cerebro y los efectos especíicos dependen del momento en que se presenta la mala nutrición (Byrnes,
2001). Por ejemplo, la desnutrición prenatal desacelera la producción y el crecimiento de las neuronas
y de las células gliales. Uno de los periodos críticos se da entre el cuarto y el séptimo mes de gestación, cuando se producen la mayoría de las células cerebrales (Jensen, 2005). Si la desnutrición ocurre
posteriormente, desacelera la velocidad a la que crecen las células y la velocidad a la que adquieren la
vaina de mielina. Aunque este último problema podría corregirse con una dieta adecuada, el primero
no puede solucionarse debido a que se han desarrollado muy pocas células. Por esto, a las mujeres
embarazadas se les aconseja evitar las drogas, el alcohol y el tabaco; asimismo se les recomienda alimentarse bien y evitar el estrés, el cual también le causa problemas a un feto en desarrollo.
Esteroides. Los esteroides son una clase de hormonas que afectan varias funciones, incluyendo el desarrollo sexual y las reacciones ante el estrés (Byrnes, 2001). Los esteroides pueden afectar el desarrollo
cerebral de diversas maneras. El cerebro tiene receptores para hormonas, y durante el desarrollo prenatal
se absorben hormonas como el estrógeno y el cortisol, que pueden modiicar la estructura del cerebro.
Un exceso de hormonas del estrés puede causar muerte neuronal. Los investigadores también han explorado si las diferencias en el género y la preferencia sexual se deben en parte a las diferencias en los
esteroides. Aunque la evidencia del papel que desempeñan estas sustancias en el desarrollo cerebral es
menos concluyente que la del papel que desempeña la nutrición, se sabe que tienen el potencial de
afectar el cerebro.
Teratógenos. Los teratógenos son sustancias extrañas (como el alcohol y los virus) que pueden provocar anormalidades en un embrión o feto en desarrollo (Byrnes, 2001). Se considera que una sustancia
es teratógena sólo si la investigación demuestra que un nivel no demasiado elevado puede afectar el
desarrollo del cerebro. Por ejemplo, la cafeína en pequeñas cantidades no suele ser teratógena, pero
podría serlo si se ingiere en grandes cantidades. Los teratógenos pueden afectar el desarrollo y la interconexión de las neuronas y las células gliales. En casos extremos (como sucede con el virus de la
rubéola) pueden provocar defectos en el nacimiento.
Fases del desarrollo
Durante el desarrollo prenatal aumenta el tamaño del cerebro y el de sus estructuras, y se incrementa
el número de las neuronas, las células gliales y las conexiones nerviosas (sinapsis). El desarrollo cerebral prenatal es rápido, ya que ocurre en nueve meses y la mayoría de las células se producen entre el
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52
Capítulo 2
cuarto y el séptimo mes (Jensen, 2005). Las células viajan hacia arriba del tubo neural, emigran hacia
diferentes partes del cerebro y forman conexiones. Se estima que en su punto máximo el embrión
genera un cuarto de millón de células cerebrales por minuto.
El cerebro de un recién nacido cuenta con más de un millón de conexiones, lo que representa
alrededor de 60 por ciento del número máximo de sinapsis que se desarrollan en el transcurso de la
vida (Jensen, 2005). Dadas estas cifras, no es de sorprender que el desarrollo prenatal sea tan importante.
Los cambios que ocurren en esa etapa pueden provocar efectos profundos y permanentes.
El desarrollo del cerebro también ocurre con rapidez en los niños pequeños. Hacia los dos años
de edad un niño presenta tantas sinapsis como un adulto, y a los tres años cuenta con miles de millones más que un adulto. El cerebro de los niños pequeños es denso y muestra muchas conexiones
nerviosas complejas, más que en cualquier otra etapa de la vida (Trawick-Smith, 2003).
De hecho, los niños pequeños tienen demasiadas sinapsis. Alrededor de 60 por ciento de la
energía de los bebés es utilizada por su cerebro. En comparación, el cerebro adulto requiere sólo
de 20 a 25 por ciento de la energía (Brunton, 2007). Con el desarrollo los niños y los adolescentes
pierden muchas más sinapsis de las que crean. En el momento en que un adolescente cumple 18
años ya ha perdido casi la mitad de sus sinapsis de la infancia. Las conexiones cerebrales que no
se utilizan o que no son necesarias simplemente desaparecen. Esta estrategia de “usar o perder” es
deseable porque las conexiones que se utilizan serán reforzadas y consolidadas, mientras que las
que no se utilizan se perderán para siempre.
Hacia los cinco años de edad, el cerebro del niño ya adquirió el lenguaje y ya desarrolló habilidades motoras y sensoriales, así como otras capacidades. Los cambios rápidos de los primeros años se
desaceleran, pero el cerebro continúa creando sinapsis. Las redes nerviosas se vuelven más complejas
en sus conexiones y este proceso continúa durante todo el desarrollo.
Como comentó Bryan en la conversación inicial, durante la adolescencia ocurren cambios importantes, ya que en esta etapa el cerebro sufre varias alteraciones estructurales (Jensen, 2005). Los lóbulos frontales, que manejan el razonamiento abstracto y la solución de problemas, están madurando,
y el tamaño de los lóbulos parietales está aumentando. La corteza prefrontal, que controla el juicio y
los impulsos, madura con lentitud (Shute, 2009). También ocurren cambios en los neurotransmisores,
especialmente en la dopamina, que pueden provocar que el cerebro sea más sensible a los efectos
placenteros de las drogas y el alcohol. Ocurre un engrosamiento de las células del cerebro y reorganizaciones masivas de las sinapsis, lo que hace que esta etapa sea fundamental para el aprendizaje. La
estrategia de “usar o perder” provoca que ciertas regiones del cerebro se fortalezcan mediante la práctica; por ejemplo, practicar el piano causa el engrosamiento de las neuronas en la región del cerebro
que controla los dedos (Wallis, 2004).
Dados estos cambios generalizados en el cerebro, no es de sorprender que a menudo los adolescentes tomen malas decisiones y practiquen conductas de alto riesgo que involucren drogas, alcohol
y sexo. Es necesario que las estrategias para la instrucción tomen en cuenta estos cambios. En la aplicación 2.4 se presentan algunas aplicaciones de estas ideas a la instrucción.
Periodos cruciales
Muchos libros sobre la crianza infantil enfatizan que los primeros dos años de vida son un periodo
tan fundamental que si el niño no vive ciertas experiencias, su desarrollo se verá afectado de manera
permanente. Esta airmación es verdadera hasta cierto punto, ya que tiende a ser exagerada. Cinco
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APLICACIÓN 2.4
Enseñanza y aprendizaje con adolescentes
Los cambios rápidos y extensos que ocurren en el
cerebro de los adolescentes sugieren que no debemos considerarlos como adultos pequeños (ni
como niños jóvenes). A continuación se incluyen
algunas sugerencias para la instrucción de adolescentes basada en la investigación del cerebro.
Proporcionar instrucciones sencillas y directas
El profesor Glenn, que imparte la clase de inglés
en décimo grado, sabe que la memoria de sus
estudiantes no puede acomodar muchas ideas al
mismo tiempo. Para cada novela que leen los estudiantes deben realizar un análisis literario, el cual
incluye varias secciones (un resumen de la trama,
componentes literarios, análisis de un personaje
principal). El profesor revisa estas secciones de
forma cuidadosa. Explica lo que debe incluir cada
una y presenta uno o dos ejemplos.
Usar modelos
Los estudiantes procesan bien la información cuando
ésta se presenta de múltiples formas (visual, auditiva,
táctil). En su clase de química la profesora Carchina quiere asegurarse de que sus estudiantes entiendan los procedimientos de laboratorio. Ella explica
y demuestra cada procedimiento que quiere que
aprendan sus alumnos, luego les pide que los realicen en parejas. Mientras los estudiantes trabajan, la
profesora camina entre ellos y le proporciona retroalimentación correctiva cuando es necesario.
Asegurarse de que los estudiantes desarrollen
competencias
La teoría de la motivación y las investigaciones demuestran que los estudiantes tratan de evitar dar una
imagen de incompetencia (capítulo 8). Esto ocurre
especialmente durante los años en que se está desarrollando su sentido del yo. La profesora Patterson imparte la materia de cálculo, que es difícil para algunos
estudiantes. Por medio de cuestionarios, tarea en casa
y trabajo en clase ella sabe cuáles alumnos tienen diicultades. La maestra realiza sesiones de repaso todos
los días después de la escuela y aconseja a los estudiantes con problemas asistir a ellas.
Incorporar la toma de decisiones
El rápido desarrollo que ocurre en el cerebro de
los adolescentes a menudo provoca que tomen
malas decisiones. Es probable que basen esas decisiones en información incompleta o en lo que
creen que agradará a sus amigos, por lo cual no
piensan en las posibles consecuencias. El profesor Manley incorpora la toma de decisiones y el
análisis de consecuencias a sus clases de ciencias
del mar. Los estudiantes leen sobre temas como el
calentamiento global y la contaminación del agua,
y luego el docente les presenta estudios de caso
para su análisis (como el del capitán de un barco
que desea lanzar basura al mar). Los profesores
deben plantear a sus estudiantes problemas que
incluyan las posibles consecuencias de algunas
conductas y las otras formas en que éstos se pueden resolver.
aspectos del desarrollo del cerebro para los que parece haber periodos cruciales son el lenguaje, las
emociones, el desarrollo sensoriomotor, el desarrollo auditivo y el desarrollo visual (Jensen, 2005;
tabla 2.4). El lenguaje y las emociones se analizan en otra sección de este capítulo; los tres aspectos
restantes se estudian a continuación.
Desarrollo sensoriomotor. Los sistemas asociados con la visión, la audición y los movimientos motores
se desarrollan ampliamente a través de la experiencia durante los primeros dos años de vida.
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54
Capítulo 2
Tabla 2.4
n
Sensoriomotor
Aspectos del desarrollo del cerebro
sujetos a periodos cruciales.
n
Auditivo
n
Visual
n
Emocional
n
Lenguaje
El sistema vestibular del oído interno inluye en el movimiento y en el sentido del equilibrio, y
afecta a otros sistemas sensoriales. Hay evidencias de que la estimulación vestibular inadecuada en los
bebés y en los niños pequeños podría provocar problemas de aprendizaje posteriores (Jensen, 2005).
Sin embargo, con demasiada frecuencia los bebés y los niños pequeños no son colocados en
ambientes estimulantes, especialmente los niños que pasan gran parte del día en guarderías que
proporcionan sólo cuidados básicos. Muchos niños tampoco reciben estimulación suiciente fuera
de ese contexto, ya que pasan demasiado tiempo en asientos de automóvil, carreolas o frente
a un televisor. Fomentar el movimiento de los niños pequeños, e incluso mecerlos, les proporciona
estimulación. Alrededor de 60 por ciento de los bebés y los niños pequeños pasan una o dos horas
al día, en promedio, viendo televisión o videos (Courage y Setliff, 2009). Aunque los niños pequeños pueden aprender de estos medios, no lo hacen con mucha facilidad. Su comprensión y aprendizaje aumentan cuando los padres los ven junto con ellos y les ofrecen descripciones y explicaciones
(Courage y Setliff, 2009).
Desarrollo auditivo. Los primeros dos años de la vida del niño son cruciales para el desarrollo
auditivo. Hacia los seis meses de edad los bebés pueden discriminar la mayoría de los sonidos de
su entorno (Jensen, 2005). Durante los primeros dos años, el sistema auditivo de los niños madura
en términos de la gama de sonidos que escuchan y la habilidad para discriminar entre ellos. Las
alteraciones en el desarrollo auditivo pueden producir problemas para aprender a hablar, ya que
gran parte de la adquisición del lenguaje depende de que el niño escuche hablar a otras personas
a su alrededor.
Visión. La visión se desarrolla principalmente durante el primer año de vida, sobre todo después
del cuarto mes. La densidad sináptica del sistema visual aumenta de manera drástica, incluyendo
las conexiones nerviosas que regulan la percepción del color, la profundidad, el movimiento y el
tono. El desarrollo visual adecuado requiere un ambiente rico en estímulos visuales, donde los
bebés puedan explorar objetos y movimientos. La televisión y las películas son malos sustitutos,
pues si bien proporcionan color y movimiento, son bidimensionales, y el cerebro en desarrollo
necesita percibir la profundidad. La acción que se muestra en la televisión y en las películas a
menudo ocurre con tanta rapidez que los bebés no se pueden centrar en ella de manera adecuada
(Jensen, 2005).
En resumen, los primeros dos años de vida son fundamentales para el desarrollo adecuado de
los sistemas sensoriomotor, visual y auditivo, el cual se ve favorecido cuando los bebés viven en
un ambiente lleno de estímulos que les permite experimentar movimientos, imágenes y sonidos.
Al mismo tiempo, el desarrollo del cerebro es un proceso que continúa durante toda la vida; el
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cerebro necesita estimulación después de los dos años de edad. El cerebro continúa añadiendo,
borrando y reorganizando las conexiones sinápticas, y sigue cambiando estructuralmente. Aunque
los investigadores han demostrado que ciertos aspectos del desarrollo del cerebro ocurren con
mayor rapidez en determinados momentos, los individuos de cualquier edad se beneician de
ambientes estimulantes.
Desarrollo del lenguaje
Anteriormente vimos cómo operan en el cerebro ciertas funciones asociadas con el lenguaje. Aunque
los investigadores han explorado los procesos cerebrales con diferentes tipos de contenido, incluyendo diversas habilidades mentales, se han realizado muchos estudios sobre la adquisición y el uso
del lenguaje. Este es un aspecto fundamental en el desarrollo cognoscitivo, que también tiene profundas implicaciones para el aprendizaje.
Como antes señalamos, se han hecho muchas investigaciones del cerebro y el lenguaje en personas que han sufrido daño cerebral y que han experimentado cierto grado de pérdida del lenguaje.
Este tipo de estudios informa cuáles funciones se ven afectadas por el daño en áreas especíicas del
cerebro, pero no abordan el tema de la adquisición y uso del lenguaje en el cerebro de los niños en
desarrollo.
Los estudios del cerebro de los niños en desarrollo, aunque menos comunes, han proporcionado
conocimientos importantes sobre el desarrollo de las funciones del lenguaje. Con frecuencia los estudios comparan a niños que se están desarrollando normalmente con niños que muestran diicultades
para aprender en la escuela. En lugar de las técnicas quirúrgicas que suelen utilizarse en pacientes con
daño cerebral o que han muerto, en estos estudios se utilizan técnicas menos invasivas, como las que
se describieron antes en este capítulo. Los investigadores a menudo miden los potenciales relacionados con eventos (o potenciales evocados), que son cambios en las ondas cerebrales que ocurren cuando
los individuos anticipan o participan en diversas tareas (Halliday, 1998).
Las diferencias encontradas en los potenciales relacionados con eventos distinguen de
forma confiable a los niños promedio de los que están por arriba y por debajo del promedio
(Molfese et al., 2006). Los niños que se están desarrollando normalmente muestran una extensa
activación cortical, bilateral y anterior (frontal), y una acentuada activación en las áreas del lenguaje y el habla del hemisferio izquierdo. En contraste con el mantenimiento de la lectura, al
parecer, el desarrollo de la lectura también depende de la activación anterior, quizás en ambos
lados del cerebro (Vellutino y Denckla, 1996). Otros estudios demuestran que los niños en desarrollo que sufren anomalías en el hemisferio izquierdo aparentemente las compensan, hasta
cierto grado, aprendiendo a leer utilizando el hemisferio derecho. Tal vez el hemisferio derecho
sea capaz de sustentar y mantener un nivel adecuado de lectura, aunque al parecer es fundamental que esta transición ocurra antes del desarrollo del lenguaje. La suposición de que las
funciones del lenguaje podrían ser suplidas por el hemisferio derecho no se cumpliría cuando
el daño en el hemisferio izquierdo ocurriera en la edad adulta. Un periodo crucial en el desarrollo del lenguaje parece ser el que va desde el nacimiento hasta los cinco años. Durante este
tiempo el cerebro de los niños desarrolla la mayoría de sus capacidades para el lenguaje. Entre
los 19 y los 31 meses de edad ocurre un rápido incremento en el vocabulario (Jensen, 2005). El
desarrollo de estas capacidades de lenguaje mejora cuando los niños viven en ambientes ricos
en lenguaje, donde los padres y las demás personas hablan con ellos. Este periodo fundamental
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56
Capítulo 2
para el desarrollo del lenguaje se traslapa con el periodo crucial del desarrollo auditivo entre el
nacimiento y los dos años de edad.
Además de este periodo crítico, al parecer el desarrollo del lenguaje forma parte de un proceso
natural programado. Hemos visto cómo los sistemas auditivo y visual desarrollan capacidades para
proporcionar información que ayuda al desarrollo del lenguaje. Tal vez, en el desarrollo de lenguaje,
ocurra un proceso paralelo para la capacidad de percibir fonemas, que son las unidades más pequeñas
de los sonidos del habla (por ejemplo, los sonidos de la “b” y la “p” en “beso” y “peso”). Los niños
aprenden o adquieren fonemas cuando están expuestos a ellos en su entorno; si no hay fonemas
en su ambiente, los infantes no los adquieren. Por consiguiente, es probable que exista un periodo
crucial en el que se forman conexiones sinápticas de manera adecuada, pero sólo si el ambiente proporciona los estímulos. En resumen, quizás el cerebro de los niños esté “preparado” (“preconectado”)
para aprender varios aspectos del lenguaje en diferentes momentos, según su nivel de desarrollo cerebral (National Research Council, 2000).
Algo importante para la educación consiste en que la instrucción puede ayudar a facilitar el
desarrollo del lenguaje. Diferentes áreas del cerebro deben trabajar en conjunto para aprender
el lenguaje, como las áreas involucradas en la vista, la audición, el habla y el pensamiento (Byrnes,
2001; National Research Council, 2000). La adquisición y el uso de lenguaje es una actividad coordinada: las personas escuchan hablar a otras y leen textos, piensan en lo que escucharon y en
lo que leyeron, y componen oraciones para escribir o para hablar. Esta actividad coordinada implica
que el desarrollo del lenguaje podría beneiciarse de una instrucción que coordine estas funciones,
es decir, de experiencias que involucren la visión, la audición, el habla y el pensamiento (véase la
aplicación 2.5).
En resumen, en el desarrollo del lenguaje de niños normales participan diferentes áreas del cerebro, aunque las contribuciones del hemisferio izquierdo suelen ser mayores que las del hemisferio
derecho. Con el tiempo, el hemisferio izquierdo asume en gran medida las funciones del lenguaje. En
particular, al parecer la habilidad para leer requiere el control del hemisferio izquierdo. Sin embargo,
se requieren más investigaciones para entender plenamente la relación que existe entre las funciones
del cerebro, el desarrollo de lenguaje y la habilidad para leer.
Al igual que otros aspectos del desarrollo cerebral, la adquisición del lenguaje releja la interacción entre la herencia y el ambiente, aspecto que se analizó en el capítulo 1. La experiencia cultural
de los bebés y los niños determina, en gran medida, cuáles sinapsis se conservarán. Si la cultura subraya las funciones motoras, esas serán las que se fortalecerán; en cambio, si la cultura asigna mayor
importancia a los procesos cognoscitivos, entonces serán éstos los que mejorarán. Si los niños pequeños están expuestos a un ambiente rico en estímulos lingüísticos, con un énfasis en el lenguaje oral y
escrito, entonces adquirirán el lenguaje con mayor rapidez que los niños que viven en ambientes que
carecen de esos estímulos.
Para facilitar el desarrollo temprano del cerebro de los bebés y los niños pequeños hay que
proporcionarles buenas experiencias, enfatizando las funciones perceptual, motora y del lenguaje,
especialmente durante sus primeros años de vida. Esas experiencias deberían fomentar la formación
de conexiones y redes sinápticas. También existe evidencia de que los bebés que sufren en el útero
(por ejemplo, por el abuso de drogas o alcohol de la madre), así como los que padecen problemas del
desarrollo (como retraso y autismo), se beneician de una intervención temprana durante los primeros
tres años de vida (Shore, 1997).
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APLICACIÓN 2.5
Cómo facilitar el desarrollo del lenguaje
Aun cuando el periodo que va del nacimiento a los
cinco años de edad representa un periodo crucial
para el desarrollo del lenguaje, la adquisición y el uso
del lenguaje son actividades de toda la vida. Los profesores pueden trabajar con estudiantes de cualquier
edad para ayudarlos a desarrollar sus habilidades del
lenguaje. Es importante que la instrucción coordine
las funciones componentes del lenguaje de la vista, la
audición, el pensamiento y el habla.
Un profesor de jardín de niños trabaja habitualmente con sus estudiantes en el aprendizaje de fonemas. Para fomentar el desarrollo del reconocimiento
de fonemas en palabras que terminan con “-ama”
(como mamá, cama, rama), escribe cada una de ellas
en un pedazo grande de cartón; escribe el fonema en
rojo y la terminación “ama” en negro. Para fomentar
la práctica el profesor sostiene una tarjeta y les pide
que lean la palabra, y luego le solicita a cada alumno
que la utilice en una oración.
Kathy Stone enseña a sus estudiantes los nombres de algunos animales y cómo se escriben.
Tiene una fotografía de cada animal y su nombre
escrito en un tablero, junto con dos o tres hechos
interesantes del mismo (por ejemplo, el lugar en
el que vive y lo que come). Pide a los niños que
pronuncien varias veces el hombre del animal y
que lo deletreen en voz alta; luego escribe una oración breve utilizando la palabra. Esto es especialmente útil cuando se trata de nombres de animales
que son difíciles de pronunciar o que tienen una
ortografía complicada (por ejemplo, rinoceronte,
hipopótamo).
Un profesor de matemáticas de primaria trabaja con sus estudiantes en la asignación de valor.
A algunos alumnos les está resultando muy difícil
el tema, por lo que no pueden ordenar de manera correcta los números del más pequeño al más
grande (por ejemplo, 0.007, 7/100, siete décimos,
7). El profesor tiene tres rectas numéricas largas
con números magnéticos, cada una de ellas numeradas del 0 al 1 y separadas en unidades de
décimos, centésimos y milésimos. Les pide a los
estudiantes que coloquen una barra magnética en
la recta numérica apropiada (por ejemplo, que coloquen la barra del 7 en la línea de centésimos para
números 7/100). Luego separa a los alumnos en
grupos pequeños, les asigna problemas y les pide
que utilicen rectas numéricas o gráicas de pastel
para demostrar el lugar que ocupan los números
de modo que puedan ordenarlos adecuadamente.
Después trabaja con ellos para convertir todos los
números a un denominador común (por ejemplo,
7/10 = 70/100) con el in de poder colocar los marcadores sobre el mismo tablero (por ejemplo, el
de milésimos), de modo que puedan ver el orden
correcto.
Los alumnos de la clase de Jim Marshall estudian documentos históricos clave de la historia de
Estados Unidos (como la Declaración de Independencia, la Constitución, la Declaración de derechos).
Para estimular varios sentidos, Jim llevó a la clase
copias en facsímil de esos documentos. Después,
pidió a los estudiantes que participaran en un juego
de roles en el que leían partes selectas de los documentos y les enseñó a enfatizar los párrafos apropiados durante la lectura para resaltarlos.
Muchos estudiantes de la clase de psicología
educativa de Gina Brown presentan problemas
para comprender y utilizar correctamente términos
psicológicos (por ejemplo, asimilación, saciedad,
zona de desarrollo próximo). Siempre que le es
posible, consigue películas que demuestran esos
conceptos (por ejemplo, niños a los que se les aplican tareas piagetianas). Para otros alumnos utiliza
sitios web con estudios de caso que incluyen el
concepto por estudiar y les pide que los lean y
respondan, y que cuando terminen analicen en la
clase cómo se aplica. Por ejemplo, en un estudio
de caso una profesora elogia de manera repetida a
un alumno, hasta que éste se sacia de elogios y le
dice que no siempre debe decirle que lo hizo bien.
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58
Capítulo 2
MOTIVACIÓN Y EMOCIONES
Los investigadores han estudiado cómo se relacionan los procesos cerebrales con muchas funciones
cognoscitivas diferentes. Pero también se han preocupado por los procesos del cerebro involucrados
con funciones de otro tipo, como la motivación y las emociones. A continuación analizaremos esas
funciones.
Motivación
En el capítulo 8 la motivación se deine como el proceso mediante el cual se incitan y mantienen las
actividades dirigidas a metas. Las acciones motivadas incluyen opciones de tareas, esfuerzo (físico y
mental), perseverancia y logro. En el capítulo 8 también se analizan los diferentes procesos que se
cree que afectan la motivación, como las metas, la autoeicacia, las necesidades, los valores y las
percepciones de control.
Las teorías contemporáneas describen la motivación principalmente en términos cognoscitivos.
La mayoría de los procesos motivacionales tienen componentes cognoscitivos. La autoeicacia, por
ejemplo, se reiere a la percepción de las capacidades para aprender o realizar conductas a niveles
designados. La autoeicacia es una creencia cognoscitiva, y como tal, es probable que tenga una representación nerviosa como las que analizamos en este capítulo. Si bien aún falta investigación en esta
área, podríamos esperar que las creencias de autoeicacia estén representadas en el cerebro como una
red nerviosa que vincula el dominio por estudiar (por ejemplo, fracciones y lectura de novelas) con
la estimulación sensorial actual. Otros procesos motivacionales también podrían estar representados
en redes sinápticas, como los procesos involucrados en la autorregulación, por ejemplo la metacognición y las metas (capítulo 9). Trabajar más en la investigación neuroisiológica sobre las variables de
la motivación y la autorregulación ayudará a eliminar la brecha entre la educación y la neurociencia
(Byrnes y Fox, 1998).
Desde el punto de vista de la neurociencia cognoscitiva, existen al menos dos clases de equivalentes nerviosos de la motivación: las recompensas y los estados motivacionales.
Recompensas. Las recompensas tienen una larga historia en el estudio de la motivación; son componentes clave de las teorías del condicionamiento, las cuales plantean que las conductas que son
reforzadas (recompensadas) tienden a repetirse en el futuro. La motivación representa un incremento
en la frecuencia, la intensidad y la duración de la conducta (capítulo 3).
Las teorías cognoscitivas y constructivistas de la motivación postulan que es la expectativa de la
recompensa, más que la propia recompensa, lo que motiva la conducta. Las recompensas pueden
mantener la motivación cuando se aplican de manera contingente al desempeño competente o al progreso en el aprendizaje. Es posible que la motivación disminuya con el paso del tiempo, cuando las
personas consideren que las recompensas controlan su conducta (es decir, que realizan una tarea con
el in de ganar una recompensa).
Al parecer el cerebro cuenta con un sistema para procesar las recompensas (Jensen, 2005), pero, al
igual que otras funciones cerebrales, ésta también es compleja. Participan muchas estructuras cerebrales, incluyendo el hipotálamo, la corteza prefrontal y la amígdala. El cerebro produce sus propias recompensas en la forma de opiáceos, los cuales causan un estado placentero natural. Este efecto sugiere
que el cerebro podría estar predispuesto a experimentar y mantener resultados placenteros. La expectativa de que uno podría recibir una recompensa por un mejor desempeño, o uno más competente, activaría a esta red del placer, que produce el neurotransmisor dopamina. Existe la probabilidad de que el
cerebro almacene, como parte de una red nerviosa, la expectativa de la recompensa por desempeñar la
conducta. De hecho, la dopamina puede producirse por la simple expectativa del placer (anticipación
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de la recompensa), así como por el placer en sí mismo. La dopamina aumenta cuando hay una discrepancia entre la recompensa esperada y la recompensa obtenida (por ejemplo, cuando las personas
esperan una recompensa grande pero reciben una pequeña). El sistema de dopamina puede ayudar a
las personas a ajustar sus expectativas, lo cual representa un tipo de aprendizaje (Varma et al., 2008).
Sin embargo, el cerebro también se puede saciar de recompensas, de tal manera que la expectativa de una recompensa o la obtención de la misma no produzca tanto placer como antes. En este
caso es probable que si no se aumenta la recompensa que produce la expectativa, que a su vez lleva
a la producción de dopamina, el efecto termine por extinguirse. Esto podría ayudar a explicar por qué
ciertas recompensas pierden su poder motivador con el paso del tiempo.
Es necesario investigar si otros motivadores cognoscitivos —como las metas y la percepción de un
progreso en el aprendizaje— también disparan respuestas de dopamina y, por lo tanto, tienen referentes neuroisiológicos. Sin embargo, debemos señalar que la producción de dopamina es idiosincrásica.
El mismo nivel de recompensa o expectativa de recompensa no motiva a todos los estudiantes de
manera uniforme, lo que sugiere que existen otros procesos cerebrales involucrados en la motivación.
Esto tiene implicaciones prácticas para la enseñanza, pues sugiere que los profesores que planean
utilizar recompensas deben identiicar qué motiva a cada estudiante y establecer un sistema de recompensas que pueda ajustarse a los cambios en sus preferencias.
Estados motivacionales. Desde la perspectiva de la neurociencia cognoscitiva, los estados motivacionales son conexiones nerviosas complejas que incluyen emociones, cogniciones y conductas (Jensen,
2005). Los estados cambian con las condiciones. Si han pasado varias horas desde que comimos, es
probable que nuestro estado sea de hambre. Si nos sentimos presionados por problemas, nuestro estado podría ser de preocupación. Si las cosas van bien, quizás experimentemos un estado de felicidad.
De manera similar, un estado motivacional podría incluir emociones, cogniciones y conductas dirigidas hacia el aprendizaje. Como ocurre con otros estados, un estado motivacional es una combinación
integrada de mente, cuerpo y conducta que al inal se relaciona con una red de conexiones sinápticas
parecida a una telaraña.
Los estados son luidos, ya que cambian constantemente con base en acontecimientos internos
(por ejemplo, pensamientos) y externos (como el ambiente). Cualquier estado motivacional puede
fortalecerse, debilitarse o cambiar a otro tipo de estado. Esta naturaleza cambiante de las conexiones
sinápticas coincide con la naturaleza de la motivación (que se estudia en el capítulo 8), ya que esta
última es un proceso más que una cosa. Como proceso, no suele ser estable sino que tiende a aumentar y disminuir. La clave para la educación y el aprendizaje es mantener la motivación dentro de un
rango óptimo.
Los profesores comprenden de forma intuitiva la idea de los estados motivacionales. Su meta
consiste en lograr que los estudiantes alcancen un estado motivacional para aprender. En cualquier
momento, algunos estudiantes lo alcanzarán, pero otros estarán experimentando diferentes estados,
incluyendo la apatía, tristeza, hiperactividad y distracción. Para cambiar estos estados los profesores
primero tendrían que identiicar el estado en el que están los estudiantes (por ejemplo, determinar por
qué Kira está triste) y luego tratar de enfocar su atención en la tarea.
La integración de la cognición, la emoción y la conducta, planteada por la neurociencia, es importante, pues si estos componentes actúan de manera individual no conducen al aprendizaje deseable.
Por ejemplo, los alumnos que creen que quieren aprender y que están emocionalmente preparados
para hacerlo aprenderán muy poco si no realizan ciertas conductas. De la misma forma, una conducta
motivada, pero sin un enfoque cognoscitivo claro en el aprendizaje, será una actividad desperdiciada.
Los estudiantes que estén experimentando estrés emocional, pero desean aprender y se involucran en
conductas de aprendizaje, descubren que no logran aprender al máximo porque sus emociones están
evitando la formación y consolidación de conexiones sinápticas.
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60
Capítulo 2
Emociones
Como ocurre con la evidencia neuroisiológica de la motivación, aún no entendemos por completo cómo operan las emociones en el SNC. Existen varias teorías que tratan de explicar las emociones humanas (Byrnes, 2001).
Una teoría que es consistente con la perspectiva anterior de la motivación es la de la red (Halgren
y Marinkovic, 1995), la cual plantea que las reacciones emocionales constan de cuatro etapas superpuestas: el complejo de orientación, la integración del evento emocional, la selección de la respuesta
y el contexto emocional sostenido. El complejo de orientación es una respuesta automática en la que
los individuos dirigen su atención hacia un estímulo o evento, y movilizan recursos para enfrentarlo.
El complejo de orientación produce una respuesta nerviosa que se envía a otras etapas. En la etapa
de integración del evento emocional el estímulo o acontecimiento se integra a la información de la
memoria de trabajo y la de la memoria a largo plazo, tal como la información sobre la deinición o el
signiicado del estímulo o evento y el contexto.
En la tercera etapa (selección de respuesta) el individuo asigna un signiicado cognoscitivo al
estímulo o evento, e integra este signiicado a un componente afectivo, identiica posibles acciones
y elige una. Por último, durante la etapa del contexto emocional sostenido el estado de ánimo del
individuo se vincula con los resultados o las etapas anteriores. Cada etapa está relacionada con áreas
nerviosas especíicas. Por ejemplo, el contexto emocional sostenido parece estar asociado con activaciones neuronales en áreas del lóbulo frontal (Halgren y Marinkovic, 1995).
Pero las emociones parecen ser más complejas que este análisis, porque el mismo acontecimiento tiene el potencial de provocar diferentes emociones. El idioma español releja esta posible
activación múltiple, un ejemplo de esto es cuando, después de escuchar una noticia, uno dice: “no
sabía si reír o llorar”. También es posible que la actividad emocional en el cerebro sea diferente para
emociones primarias y para emociones con bases culturales (Byrnes, 2001). Tal vez las emociones
primarias, como el miedo, el enojo y la sorpresa, tengan una base nerviosa innata, localizada en el
hemisferio derecho (el cual regula muchas de las funciones del SNA), mientras que las emociones
que involucran signiicados culturales (como las airmaciones de las personas que pueden interpretarse de diferentes maneras) podrían estar gobernadas principalmente por el hemisferio izquierdo
con sus funciones del lenguaje.
Las emociones pueden ayudar a dirigir la atención, lo cual es necesario para aprender (Phelps,
2006). La información del ambiente va hacia el tálamo y luego es enviada a la amígdala y a la corteza
frontal. La amígdala determina el signiicado emocional del estímulo (Wolfe, 2001). Esta determinación
es facilitadora, ya que nos indica si debemos huir, buscar refugio, atacar o permanecer neutrales. La
corteza frontal hace la interpretación cognoscitiva del estímulo, pero esto toma más tiempo. Parte
del signiicado de la frase “control emocional” se basa en el hecho de no reaccionar simplemente ante la
importancia emocional (aunque esto es deseable cuando la seguridad está en riesgo), sino postergar
la acción hasta que se haya hecho la interpretación cognoscitiva apropiada.
Además del papel que desempeñan en la atención, las emociones también inluyen en el aprendizaje y la memoria (Phelps, 2006). Al parecer, las hormonas epinefrina y norepinefrina, secretadas
por la corteza adrenal para producir las respuestas autónomas involucradas en las emociones, también
incrementan la memoria para el estímulo o evento activador en el lóbulo temporal del cerebro (Wolfe,
2001). La memoria consciente de las situaciones emocionales se consolida mejor debido a la acción
de esas hormonas.
La airmación de que las emociones pueden aumentar el aprendizaje no debe interpretarse como
una recomendación para que los educadores conviertan el aprendizaje en una experiencia tan estresante
como sea posible. Como vimos antes, demasiado estrés interiere con la formación y consolidación
de redes nerviosas. Más bien, lo que esa airmación sugiere es que la motivación y las emociones
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APLICACIÓN 2.6
Inclusión de emociones en el aprendizaje
Kathy Stone desea que sus estudiantes disfruten
la escuela. Ella sabe lo importante que es para
el aprendizaje despertar las emociones de los niños. Con ese in siempre trata de relacionar el
contenido académico con las experiencias de los
alumnos, de modo que las emociones positivas
asociadas con tales experiencias también se asocien con el aprendizaje. Cuando sus estudiantes
leyeron una historia sobre un niño que se fue de
viaje, les pidió que relataran un viaje que hubieran realizado para visitar a un pariente, para ir de
vacaciones, etcétera. Cuando en la clase de matemáticas trabajó la división, les pidió a los niños
que pensaran en algo que se divide en partes para
que varias personas puedan disfrutarlo (como un
pastel).
Jim Marshall quiere que sus estudiantes no sólo
aprendan historia de Estados Unidos, sino que también experimenten las emociones involucradas con
acontecimientos clave. Es probable que leer acerca
de eventos como la Guerra civil y la Gran Depresión no les provoque emociones, aunque esos y
otros acontecimientos despertaron fuertes emociones en las personas que vivieron en esa época.
Jim recurre mucho a las películas que describen
acontecimientos y organiza juegos de roles con sus
estudiantes. Trabaja con sus alumnos para asegurarse de que expresen las emociones que podrían
haber sentido. En un juego de roles sobre la Gran
Depresión, un estudiante interpretó a una persona
que buscaba trabajo, mientras que otros actuaron
como las personas a quienes les pedía empleo.
A medida que cada posible empleador lo volvía
a rechazar, aumentaba la frustración del alumno,
hasta que terminó llorando y diciendo: “Todo lo
que quiero es un trabajo para poder mantener a
mi familia. ¡Espero que a mis hijos nunca les toque
volver a vivir esto!”.
Gina Brown sabe que algunos estudiantes
pueden considerar el contenido de la psicología
educativa árido y aburrido. Para despertar emociones en ellos cada semana les pide que se concentren en uno o dos conceptos en sus prácticas
(véase la aplicación 2.1). Les dice, por ejemplo,
“leer acerca del aprendizaje puede ser tedioso,
pero ver a un niño aprender es emocionante”.
Como resultado, cuando los estudiantes trabajan
con los alumnos llevan un diario en el que anotan
cómo se comportan y reaccionan los niños cuando están aprendiendo una lección. Los estudiantes de Gina le informan lo emocionados que se
sienten cuando dan tutoría a los niños y estos empiezan a demostrar lo que han aprendido. Como
informó uno de ellos: “Me sentí muy emocionado
cuando trabajaba con Keenan y me dijo, ‘¡Oh, ya
entendí!’, ¡y sí que había entendido!”.
se pueden utilizar de manera constructiva para fomentar un mejor aprendizaje. Los docentes que
utilizan mucho la conferencia provocan poco involucramiento emocional en los estudiantes. Sin embargo, podrían aumentar el interés emocional de los estudiantes si los involucraran en el aprendizaje.
Actividades tales como el juego de roles, las discusiones y las demostraciones suelen fomentar la
motivación y las emociones, y conducir a un mejor aprendizaje que las conferencias (aplicación 2.6).
Estimular las emociones durante el aprendizaje es eicaz sólo hasta cierto punto. No es deseable
estimularlas demasiado (por ejemplo, hasta provocar estrés) ni durante largos periodos porque hacerlo
provoca efectos colaterales negativos (aumento de la presión sanguínea, debilitamiento del sistema
inmunológico). Además, los estudiantes sometidos a situaciones estresantes prolongadas también se
preocupan en exceso y los pensamientos asociados con la preocupación impiden el aprendizaje.
Los efectos negativos del estrés o las amenazas son provocados en parte por la hormona cortisol
que, al igual que la epinefrina y la norepinefrina, es secretada por las glándulas adrenales (Lemonick,
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Capítulo 2
2007). La epinefrina y la norepinefrina actúan con rapidez, y el cortisol es un tipo de respaldo de larga
duración. Grandes cantidades de cortisol en el cuerpo durante mucho tiempo podrían deteriorar el
hipocampo y provocar una disminución de las funciones cognoscitivas (Wolfe, 2001).
El cortisol también es crítico durante el desarrollo del cerebro. Los bebés se apegan emocionalmente a los padres o a los cuidadores. Cuando los bebés experimentan estrés, aumentan los niveles de
cortisol en su cuerpo. El cortisol retrasa el desarrollo del cerebro porque reduce el número de sinapsis
y deja a las neuronas vulnerables a sufrir daños (Trawick-Smith, 2003). En contraste, cuando los bebés
forman apego y lo mantienen con el paso del tiempo, los niveles de cortisol no se elevan (Gunnar,
1996). Cuando el apego es seguro, el cortisol no se eleva a niveles peligrosos, incluso en condiciones
de estrés. Por consiguiente, es fundamental que los niños pequeños crean que sus padres o sus cuidadores los aman y que pueden coniar en ellos.
En resumen, vimos que la motivación y las emociones están relacionadas de forma integral con el
procesamiento cognoscitivo y las actividades nerviosas. Además, la evidencia que se presentó en esta
sección deja claro que, cuando la motivación y las emociones se regulan de manera apropiada, inluyen de manera positiva la atención, el aprendizaje y la memoria. Ahora estudiaremos las aplicaciones
instruccionales de la neurociencia para la enseñanza y el aprendizaje.
APLICACIONES INSTRUCCIONALES
Relevancia de la investigación del cerebro
En los últimos años ha aumentado el interés por la investigación neuroisiológica que explora el
desarrollo y el funcionamiento del cerebro. Muchos educadores se interesan por la investigación del
cerebro, ya que consideran que podría sugerir formas para lograr que los materiales educativos y la
instrucción sean compatibles con la manera en que los niños procesan la información y aprenden.
Por desgracia, la historia de la ciencia conductual revela una desconexión entre la investigación
del cerebro y las teorías del aprendizaje. La investigación sobre el cerebro y la conducta no es nueva;
recuerde la teoría neuroisiológica de Hebb (1949) que se estudió anteriormente en este capítulo. Los teóricos del aprendizaje de varias escuelas, aunque reconocen la importancia de la investigación del cerebro,
han tendido a formular y probar teorías independientemente de los hallazgos de este tipo de estudios.
Es evidente que esta situación está cambiando. Los investigadores educativos están cada vez
más convencidos de que la comprensión de los procesos cerebrales proporciona más conocimientos
sobre la naturaleza del aprendizaje y el desarrollo (Byrnes y Fox, 1998). De hecho, algunas explicaciones cognoscitivas del aprendizaje (por ejemplo, la activación de la información en la memoria, la
transferencia de la información desde la memoria de trabajo hacia la memoria a largo plazo; capítulo
5) involucran procesos del SNC, y la psicología del cerebro ha empezado a explicar las operaciones
involucradas en el aprendizaje y la memoria. Los hallazgos de la investigación del cerebro en realidad
apoyan muchos de los resultados obtenidos en los estudios del aprendizaje y la memoria (Byrnes,
2001; Byrnes y Fox, 1998).
Desafortunadamente algunos educadores han generalizado mucho los resultados de la investigación
del cerebro y han recomendado aplicarlos a la instrucción sin fundamento. Aunque las funciones cerebrales están hasta cierto punto localizadas, existe mucha evidencia de que las tareas requieren la actividad
de ambos hemisferios, y que sus diferencias son más relativas que absolutas (Byrnes y Fox, 1998). La
identiicación de estudiantes con “cerebro derecho” y “cerebro izquierdo” suele basarse en observaciones
informales más que en medidas e instrumentos cientíicamente válidos y coniables. El resultado es que se
están utilizando algunos métodos educativos con los estudiantes, no porque se hayan probado sus efectos
sobre el aprendizaje, sino porque se supone que utilizan las preferencias cerebrales de los alumnos.
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Tabla 2.5
Aspectos educativos relevantes para
la investigación del cerebro.
n
Papel de la educación temprana.
n
Complejidad de los procesos cognoscitivos.
n
Diagnóstico de diicultades especíicas.
n
Naturaleza multifacética del aprendizaje.
63
Aspectos educativos
La investigación del cerebro, y la investigación del SNC en general, plantean muchas cuestiones importantes para la educación (tabla 2.5). Con respecto a los cambios que resultan del desarrollo, una cuestión involucra al papel fundamental de la educación temprana. El hecho de que el cerebro de los niños
sea muy denso implica que tener más neuronas no necesariamente es mejor. Lo más probable es que
haya un estado óptimo de funcionamiento en el que el cerebro tiene el número “correcto” de neuronas
y sinapsis (ni demasiadas ni muy pocas). El desarrollo físico, emocional y cognoscitivo involucra un
cerebro que se aproxima a su estado óptimo. El desarrollo atípico, que da como resultado problemas
del desarrollo, quizá se deba a que el proceso de conexión (las sinapsis) no se realiza de forma normal.
Este proceso de moldeamiento y formación en el cerebro sugiere que la educación infantil temprana es muy importante. Es probable que los periodos de desarrollo de la infancia y de la etapa preescolar preparen el terreno en el que los niños podrán adquirir las competencias necesarias para tener
éxito en la escuela (Byrnes y Fox, 1998). Los programas de intervención temprana (como el de Head
Start) han demostrado mejorar la preparación del niño para la escuela y el aprendizaje, y muchos estados de la Unión Americana han implementado programas de educación preescolar. La investigación
del cerebro justiica este énfasis en la educación temprana.
Una segunda cuestión se reiere a la idea de que las experiencias de instrucción y aprendizaje se
deben planear tomando en cuenta las complejidades de los procesos cognoscitivos, como la atención
y la memoria (capítulo 5). Los estudios neurocientíicos han demostrado que la atención no es un
proceso unitario, sino que incluye muchos componentes (por ejemplo, alertar para lograr un cambio
en el estado actual, localizar la fuente del cambio). Lo mismo ocurre con la memoria, que se divide
en diferentes tipos, por ejemplo la declarativa y la procedimental. Esto implica que los educadores no
pueden asumir que una técnica de instrucción especíica “atraiga la atención de los estudiantes” o “los
ayude a recordar”. En vez de eso debemos ser más especíicos en lo que se reiere a qué aspectos de
la atención apelará la instrucción y qué tipo especíico de memoria se estimulará.
Una tercera cuestión involucra resolver los problemas de aprendizaje de los estudiantes. La investigación del cerebro sugiere que la clave para corregir las deiciencias en una materia especíica es
determinar cuáles son los aspectos de la materia que se le diicultan al aprendiz y luego resolverlos de
manera especíica. Por ejemplo, las matemáticas incluyen muchos subcomponentes, como la comprensión de los números escritos y los símbolos, el recuerdo de hechos y la habilidad para escribir números.
La lectura incluye procesos ortográicos, fonológicos, semánticos y sintácticos. Decir que un individuo
lee mal no determina en dónde reside la diicultad. Sólo una evaluación precisa puede hacer este tipo
de diagnóstico, con base en el cual se podrá implementar un procedimiento correctivo que resuelva
la deiciencia especíica. Implementar para todos un programa general de lectura, que incluya todos
los aspectos de esta habilidad (como la identiicación o el signiicado de palabras), sería como dar el
mismo antibiótico a todos los enfermos; lo que podría o no ser la mejor terapia. Al parecer, cuando
se trata de educación es ventajoso ofrecer instrucción correctiva en aquellas áreas que requieran más
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Capítulo 2
corrección. Por ejemplo, en niños con diicultades para la lectura se combinaría la instrucción en estrategias cognoscitivas con la instrucción tradicional de lectura (Katzir y Paré-Blagoev, 2006).
La última cuestión se reiere a la complejidad de las teorías del aprendizaje. La investigación del
cerebro ha demostrado que las teorías multifacéticas del aprendizaje parecen explicar mejor la situación real que los modelos parsimoniosos. Existe mucha redundancia en las funciones cerebrales, lo
cual explica el descubrimiento común de que cuando se lesiona un área del cerebro, que se sabe está
asociada con una determinada función, la función podría no perderse por completo (otra razón por
la que la diferencia entre “cerebro derecho” y “cerebro izquierdo” no tiene mucha credibilidad). Con
el tiempo las teorías del aprendizaje se han vuelto más complejas. Las teorías del condicionamiento
clásico y operante (capítulo 3) son mucho más sencillas que la teoría social cognoscitiva, la teoría
cognoscitiva del procesamiento de información y la teoría constructivista (capítulos 4 a 6), las cuales
relejan mejor la realidad del cerebro. Esto sugiere que los educadores deben aceptar la complejidad
de los ambientes escolares de aprendizaje e investigar formas de coordinar los muchos aspectos del
entorno con el in de mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Prácticas educativas basadas en el cerebro
Este capítulo sugiere algunas prácticas educativas especíicas que facilitan el aprendizaje y que están
sustentadas por la investigación del cerebro. Byrnes (2001) planteó que la investigación del cerebro
es relevante para la psicología y la educación en la medida en que ayuda a los psicólogos y a los
educadores a entender mejor el aprendizaje, el desarrollo y la motivación; es decir, cuando ayuda a
fundamentar los pronósticos existentes de las teorías del aprendizaje.
En otros capítulos de este texto se estudian teorías y descubrimientos de investigación que sugieren prácticas para una enseñanza y aprendizaje efectivos. La tabla 2.6 lista algunas prácticas educativas
que se derivan de teorías del aprendizaje y que están sustentadas por investigación del aprendizaje e
investigación del cerebro. Por lo que comentan Emma y Claudia en el diálogo que se encuentra al inicio del capítulo, sospechamos que ellas utilizarán estas prácticas (entre otras). En la aplicación 2.7 se
presentan ejemplos aplicados en ambientes de aprendizaje. A continuación se analizan tales prácticas.
Aprendizaje basado en problemas. El aprendizaje basado en problemas es un método de aprendizaje efectivo (capítulo 6), el cual involucra a los estudiantes en el aprendizaje y ayuda a motivarlos.
Cuando los alumnos trabajan en grupos también pueden mejorar sus habilidades de aprendizaje
cooperativo. El aprendizaje basado en problemas requiere que los estudiantes piensen de forma
creativa y manejen su conocimiento en formas únicas. Es especialmente útil para proyectos que no
tienen una solución correcta.
Tabla 2.6
n
Aprendizaje basado en problemas.
Prácticas educativas sustentadas
por la investigación del cerebro.
n
Simulaciones y juego de roles.
n
Discusiones activas.
n
Gráicas.
n
Atmósfera positiva.
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APLICACIÓN 2.7
Prácticas educativas efectivas
Hay muchas prácticas educativas cuyos efectos
positivos sobre el aprendizaje están sustentados
por investigación del aprendizaje y del cerebro.
Algunas prácticas importantes son el aprendizaje
basado en problemas, las simulaciones y el juego
de roles, las discusiones activas, las gráicas y la
atmósfera positiva.
Aprendizaje basado en problemas
Los alumnos de octavo grado del profesor Abernathy estudiaron la geografía de su estado, incluyendo las características de sus principales regiones
y ciudades. El profesor dividió al grupo en dos
partes para trabajar en el siguiente problema: una
empresa grande de computadoras quiere abrir una
fábrica en el estado. A cada mitad del grupo el
profesor le asigna una región especíica del estado
y la tarea de elaborar un argumento convincente
respecto a por qué la fábrica se debe de ubicar
en esa región. El argumento debe incluir factores
como los costos asociados con el establecimiento
de la fábrica en esa área, el acceso a carreteras
y aeropuertos importantes, la disponibilidad de
una fuerza laboral, la calidad de las escuelas, la
cercanía a instalaciones de educación superior y
el apoyo de la comunidad. Los estudiantes deben
obtener información de varias fuentes (por ejemplo, del centro de medios e Internet), preparar un
cartel con imágenes y descripciones y elaborar una
presentación de 10 minutos que apoye su postura.
Cada miembro de las dos mitades del grupo deberá responsabilizarse de uno o más aspectos del
proyecto.
Simulaciones y juego de roles
Los alumnos de quinto grado del profesor Barth
leyeron Freedom on the Menu, de Carole Boston
Weatherford. Este libro cuenta la historia de las cafeterías de Greenboro, Carolina del Norte, en la dé-
cada de 1960, a través de los ojos de una pequeña
niña afroestadounidense. El profesor Barth analiza
este libro con los estudiantes y les pregunta cómo
creen que se sentían esas personas al ser discriminadas. Después organiza simulaciones y juegos de
roles en clase para que los estudiantes vean cómo
es la discriminación. Para una actividad eligió a las
niñas como líderes y a los niños como sus subordinados, en otra actividad eligió sólo a niños con
ojos azules y en una tercera actividad pasó a todos
los estudiantes de cabello oscuro al frente de la
clase. Por medio de estas actividades el profesor
esperaba que los alumnos vieran y sintieran la injusticia de tratar a las personas de forma diferente
con base en características que no pueden cambiar.
Discusiones activas
La clase de civismo de la maestra Carring ha estado
estudiando las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Los presidentes de ese país son elegidos por medio de votos electorales. Ha habido
ocasiones en que los presidentes electos mediante
la obtención de los votos electorales necesarios no
han conseguido la mayoría de los votos populares (50%) o han obtenido menos votos populares
que el candidato perdedor. La profesora Carring
organiza una discusión en clase sobre el siguiente
tema: “¿Los presidentes de Estados Unidos deben
ser elegidos mediante el voto popular?”. Ella facilita la discusión planteando preguntas en respuesta a ciertos temas comentados por los estudiantes.
Por ejemplo, Candace airma que un voto popular
releja mejor la voluntad del pueblo. Entonces, la
docente comenta que, si sólo se utilizara el voto
popular, los candidatos tenderían a enfocarse en
los votantes de las grandes ciudades (como Nueva York y Chicago) y a ignorar a los votantes de
estados con poblaciones pequeñas (por ejemplo,
Montana y Vermont).
(Continúa)
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66
Capítulo 2
APLICACIÓN 2.7 (Continuación)
El profesor Antonelli, instructor vocacional de
preparatoria, pide a sus estudiantes que diseñen
una casa, la cual luego tendrán que construir
con la ayuda de miembros de la comunidad. El
terreno pertenece al sistema escolar, los cimientos serán colocados por un contratista local, y
una compañía de materiales para construcción
donará la madera y el material eléctrico y de plomería. Los alumnos utilizan gráicas por computadora para diseñar diferentes estilos de casas y
diseños de interiores. El grupo los evalúa y elige un plan de diseño exterior e interior. Luego,
los estudiantes trabajan con el profesor Antonelli
y con la empresa de materiales para construcción con el in de determinar los suministros y el
equipo que necesitarán. Varios miembros de la
comunidad se ofrecen a ayudar a los estudiantes
a construir la casa y después de terminarla la
entregan a una familia local que es seleccionada
por una organización comunitaria.
Atmósfera positiva
La señorita Taylor es una educadora de segundo
grado en una escuela que atiende a un vecindario
muy pobre. Muchos de sus estudiantes viven en hogares con un solo padre, y más del 80 por ciento de
ellos recibe desayunos gratuitos o de bajo costo. La
profesora Taylor hace muchas cosas para crear una
atmósfera positiva. Su salón de clases (“el nido de
Taylor”) es cálido y atractivo, y cuenta con esquinas
cómodas en donde los estudiantes pueden sentarse
a leer. Todos los días platica con cada uno de los
alumnos de manera individual para saber qué está
pasando en su vida. La señorita Taylor tiene un profesor adjunto y un practicante de una universidad
local en su clase, por lo que los alumnos reciben
mucha atención individual. Tiene un espacio privado (“la esquina de Taylor”), en donde platica en privado con los estudiantes sobre cualquier problema
o tensión que puedan estar experimentando. Además, se pone en contacto con los padres o tutores
de sus estudiantes y los invita a asistir a la clase y a
ayudar en lo que puedan.
La eicacia del aprendizaje basado en problemas tiene sustento en la investigación del cerebro.
Con sus múltiples conexiones, el cerebro humano está diseñado para resolver problemas (Jensen,
2005). Los alumnos que colaboran en la resolución de problemas descubren nuevas formas de usar y
combinar el conocimiento, lo cual crea nuevas conexiones sinápticas. Además, el aprendizaje basado
en problemas es útil para incrementar la motivación de los escolares y fomentar el involucramiento
emocional, que también puede crear redes nerviosas más extensas.
Simulaciones y juegos de roles. Las simulaciones y los juegos de roles ofrecen muchos de los beneicios que proporciona el aprendizaje basado en problemas. Las simulaciones pueden realizarse por
medio de computadoras, en la clase regular o en ambientes especiales (por ejemplo, museos). El juego
de roles es una clase de modelamiento (capítulo 4) en el que los estudiantes se observan unos a otros.
Tanto las simulaciones como los juegos de roles ofrecen a los estudiantes oportunidades de aprendizaje que no suelen estar disponibles. Estos métodos mejoran la motivación y exigen la atención de los
estudiantes; y a la vez, les permiten involucrarse emocionalmente y de manera activa con el material.
En conjunto, estos beneicios ayudan a fomentar el aprendizaje.
Discusiones activas. Muchos temas sirven para organizar discusiones entre los estudiantes. Los alumnos que forman parte de una discusión se ven obligados a participar; no pueden ser observadores
pasivos. Este nivel mayor de participación cognoscitiva y emocional conduce a un mejor aprendizaje.
Además, al participar en discusiones los estudiantes se exponen a nuevas ideas, las cuales después
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integran a sus propias ideas. Esta actividad cognoscitiva ayuda a crear conexiones sinápticas y nuevas
formas de utilizar la información.
Gráicas. El cuerpo humano está estructurado de tal forma que obtiene más información a través
de la vista que de los otros sentidos (Wolfe, 2001). Las exhibiciones visuales ayudan a fomentar la
atención, el aprendizaje y la retención. Los descubrimientos obtenidos mediante la investigación del
aprendizaje y del cerebro apoyan los beneicios de las gráicas. Los profesores que utilizan gráicas en
su enseñanza y piden a los estudiantes que las utilicen (por ejemplo con proyectores, presentaciones
de PowerPoint©, demostraciones, dibujos, mapas conceptuales, organizadores gráicos) les permiten
beneiciarse del procesamiento de la información visual y mejorar su aprendizaje.
Atmósfera positiva. En la sección sobre las emociones vimos que el aprendizaje es más productivo
cuando los estudiantes tienen una actitud positiva y se sienten emocionalmente seguros. Por el contrario, el aprendizaje se diiculta cuando los alumnos están estresados o ansiosos, por ejemplo, cuando
temen responder de forma voluntaria porque el profesor se enoja si sus respuestas son incorrectas.
En el capítulo 8 y en otras partes de este texto planteamos que las creencias positivas de los alumnos
acerca de sí mismos y de su entorno son fundamentales para un aprendizaje efectivo. La investigación
del cerebro sustenta el efecto positivo que puede tener el involucramiento emocional sobre el aprendizaje y la creación de conexiones sinápticas. Los profesores que crean una atmósfera positiva en el
aula descubrirán que los problemas de conducta se reducen y que los estudiantes participan más en
el aprendizaje.
RESUMEN
La neurociencia del aprendizaje es la ciencia de la relación del sistema nervioso con el aprendizaje y la
conducta. Aunque la investigación neurocientíica se ha realizado durante muchos años en medicina y
en otras ciencias, recientemente ha despertado el interés de los educadores debido a las implicaciones
de sus hallazgos en la instrucción. La investigación neurocientíica estudia el sistema nervioso central
(SNC) —que está compuesto por el cerebro y la médula espinal, los cuales regulan la conducta voluntaria—, y el sistema nervioso autónomo (SNA), que regula los actos involuntarios.
El SNC está compuesto por miles de millones de células en el cerebro y en la médula espinal.
Existen dos clases de células principales: las neuronas y las células gliales. Las neuronas envían y reciben
información a través de los músculos y los órganos. Cada neurona está compuesta de un cuerpo celular,
miles de pequeñas dendritas y un axón. Las dendritas reciben información de otras células, mientras que
los axones envían los mensajes a las células. La vaina de mielina rodea los axones y facilita el viaje de las
señales. Los axones terminan en estructuras ramiicadas (sinapsis) que se conectan con las terminaciones
de las dendritas. En las terminaciones de los axones existen neurotransmisores químicos que activan o
inhiben las reacciones en las dendritas contraídas. Este proceso permite que las señales sean enviadas
con rapidez a lo largo de estructuras nerviosas y corporales. Las células gliales apoyan el trabajo de las
neuronas ya que eliminan tanto las sustancias químicas innecesarias como las células cerebrales muertas;
además, colocan la vaina de mielina.
El cerebro humano adulto pesa aproximadamente tres libras y tiene el tamaño de un melón. Su
supericie exterior es rugosa. El cerebro está cubierto por la corteza cerebral, una capa delgada que
constituye la materia gris plegada del cerebro. Los pliegues permiten que la corteza tenga más neuronas y conexiones nerviosas. La corteza tiene dos hemisferios (izquierdo y derecho), y cada uno de
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Capítulo 2
ellos consta de cuatro lóbulos (occipital, parietal, temporal, frontal). Con algunas excepciones, la estructura del cerebro es bastante simétrica. La corteza es la principal área involucrada en el aprendizaje,
la memoria y el procesamiento de la información sensorial. Algunas otras áreas fundamentales del
cerebro son el tallo cerebral, la formación reticular, el cerebelo, el tálamo, el hipotálamo, la amígdala,
el hipocampo, el cuerpo calloso, el área de Broca y el área de Wernicke.
Por lo general, el hemisferio izquierdo del cerebro domina el campo visual derecho y a la inversa.
Muchas funciones cerebrales están hasta cierto punto localizadas. Al parecer el pensamiento analítico
se localiza en el hemisferio izquierdo, mientras que los procesamientos espacial, auditivo, emocional y
artístico ocurren principalmente en el hemisferio derecho. Al mismo tiempo, muchas áreas del cerebro
trabajan en conjunto para procesar la información y regular las acciones. Existe un gran traslape entre
los dos hemisferios, ya que están unidos por conjuntos de ibras, de los cuales el más grande es el
cuerpo calloso.
El trabajo conjunto de múltiples áreas cerebrales se ve con claridad en la adquisición y uso del
lenguaje. La corteza cerebral izquierda es fundamental para la lectura. Regiones cerebrales especíicas
están asociadas con el procesamiento ortográico, fonológico, semántico y sintáctico que requiere la
lectura. El área de Wernicke, en el hemisferio izquierdo, controla la comprensión del habla y el uso
de la sintaxis adecuada en la producción del lenguaje. El área de Wernicke trabaja de forma estrecha
con el área de Broca en el lóbulo frontal izquierdo, que es necesario para hablar. Sin embargo, el
hemisferio derecho es fundamental para interpretar el contexto y, por lo tanto, el signiicado de gran
parte del lenguaje.
Para investigar el cerebro se utilizan diversas tecnologías, como los rayos X, el escaneo TAC, el
EEG, el escaneo TEP, la MRI y la fMRI. El campo de la investigación del cerebro está cambiando con
rapidez y se continúan desarrollando nuevas tecnologías más soisticadas.
Desde una perspectiva neurocientíica, el aprendizaje es el proceso de construir y modiicar conexiones y redes nerviosas (sinápticas). Los estímulos sensoriales se procesan en las partes de los
recuerdos sensoriales del cerebro; estos son retenidos y transferidos a la memoria de trabajo, que al
parecer reside en múltiples partes del cerebro, pero principalmente en la corteza prefrontal del lóbulo
frontal. Después, la información puede ser transferida a la memoria a largo plazo. Distintas partes del
cerebro están involucradas en la memoria a largo plazo, dependiendo del tipo de información (por
ejemplo, declarativa y procedimental). Con presentaciones repetidas de estímulos o de información
las redes nerviosas se fortalecen, de manera que las respuestas nerviosas ocurren con rapidez. El proceso de estabilización y fortalecimiento de las conexiones sinápticas se conoce como consolidación,
y a través de ella se modiican la estructura física y la organización funcional del cerebro.
Algunos factores que inluyen en el desarrollo del cerebro son la genética, la estimulación
ambiental, la nutrición, los esteroides y los teratógenos. Durante el desarrollo prenatal, el cerebro
aumenta en tamaño, estructura, número de neuronas, células gliales y sinapsis. El cerebro se desarrolla
rápidamente en los bebés; los niños pequeños tienen conexiones nerviosas complejas. Cuando los
niños pierden sinapsis cerebrales, aquellas que conservan dependen en parte de las actividades que
realizan. Al parecer existen periodos cruciales durante los primeros años de vida para el desarrollo del
lenguaje, las emociones, las funciones sensoriomotoras, las capacidades auditivas y la visión. El desarrollo temprano del cerebro se beneicia de experiencias ambientales estimulantes y de las relaciones
emocionales con los padres y los cuidadores. También ocurren cambios importantes en el cerebro de
los adolescentes, como en tamaño, estructura, y número y organización de las neuronas.
Dos equivalentes nerviosos de la motivación implican las recompensas y los estados motivacionales. Al parecer el cerebro tiene un sistema para procesar las recompensas y produce sus propias
recompensas en forma de opiáceos, las cuales producen placer de manera natural. Es probable que
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el cerebro esté predispuesto a experimentar y mantener resultados placenteros, y que la red del placer
pueda activarse mediante la expectativa de una recompensa. Los estados motivacionales son conexiones nerviosas complejas que incluyen emociones, cogniciones y conductas. La clave para la educación
consiste en mantener la motivación por el aprendizaje dentro de un rango óptimo.
La operación de las emociones en el SNC es compleja. Las reacciones emocionales constan de
etapas, como la orientación hacia el evento, la integración del evento, la selección de una respuesta
y el mantenimiento de un contexto emocional. La actividad emocional relacionada con el cerebro
podría diferir de las emociones primarias y basadas en la cultura. Las emociones pueden facilitar el
aprendizaje porque dirigen la atención e inluyen en el aprendizaje y la memoria. El involucramiento
emocional es bueno para el aprendizaje; sin embargo, cuando las emociones son demasiado intensas,
impiden el aprendizaje cognoscitivo.
Los resultados de la investigación del cerebro apoyan muchos de los resultados obtenidos en
estudios cognoscitivos sobre el aprendizaje y la memoria. Sin embargo, es importante evitar que los
resultados de este tipo de investigación se generalicen demasiado, por ejemplo, etiquetando a los estudiantes como individuos con cerebro derecho o izquierdo. La mayor parte de las tareas de aprendizaje
requieren la actividad de ambos hemisferios y la diferencia entre las funciones del cerebro son relativas más que absolutas.
La investigación del cerebro sugiere que la educación temprana es fundamental, que la instrucción debe tomar en cuenta las complejidades cognoscitivas de los niños, que es necesario evaluar
los problemas especíicos para planear las intervenciones apropiadas y que las teorías complejas del
aprendizaje explican mejor el funcionamiento del cerebro que las teorías más sencillas. Algunas prácticas educativas eicaces basadas en el cerebro son: el aprendizaje basado en problemas, las simulaciones y el juego de roles, las discusiones activas, las gráicas y una atmósfera positiva.
En la tabla 2.7 se muestra un resumen de algunos temas acerca del aprendizaje.
Tabla 2.7
Resumen de cuestiones sobre el aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
Desde la perspectiva de la neurociencia cognoscitiva, el aprendizaje implica la formación y el fortalecimiento de
conexiones nerviosas (sinapsis), un proceso conocido como consolidación. Las experiencias repetidas ayudan
a fortalecer las conexiones y permiten que las activaciones nerviosas y la transmisión de información sean
más rápidas. Otros factores que favorecen la consolidación son: la organización, el repaso, la elaboración y el
involucramiento emocional en el aprendizaje.
¿Qué papel desempeña la memoria?
La memoria no es un fenómeno unitario, ya que diferentes áreas del cerebro participan en la memoria a corto plazo
(MCP) y en la memoria a largo plazo (MLP). La memoria incluye la información por establecer, de manera que se
forman conexiones nerviosas y la transmisión nerviosa se vuelve automática.
¿Cuál es el papel de la motivación?
El cerebro tiene una predisposición natural hacia los resultados placenteros y produce opiáceos para obtenerlos
de forma natural. Al parecer esta predisposición también es activada por la expectativa de lograr recompensas.
Los estados motivacionales son conexiones nerviosas complejas que incluyen emociones, cogniciones y
conductas.
(Continúa)
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70
Capítulo 2
Tabla 2.7 (Continuación)
¿Cómo ocurre la transferencia?
La transferencia implica el uso de información de formas novedosas o en situaciones nuevas. Desde una perspectiva
neurocientíica, esto signiica que se forman nuevas conexiones nerviosas entre el aprendizaje y los nuevos usos y situaciones.
Estas conexiones no se forman de manera automática. Los estudiantes deben aprenderlas mediante la experiencia (por ejemplo,
mediante la enseñanza) o determinarlas por sí mismos (por ejemplo, a través de la solución de problemas).
¿Cuáles procesos participan en la autorregulación?
Los procesos involucrados en la autorregulación (metas, evaluación del progreso hacia las metas, autoeicacia; capítulo 9), que
se estudian en otra parte de este texto, son las cogniciones que son representadas igual que el conocimiento; a saber, por medio
de las conexiones sinápticas del cerebro. Es probable que la mayor parte de estas actividades autorregulatorias residan en el
lóbulo frontal del cerebro. Las conexiones nerviosas que se forman entre las actividades de autorregulación y las tareas que
realizan los estudiantes les permiten autorregular su aprendizaje.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
La investigación del cerebro sugiere que la educación infantil temprana es importante, y que la instrucción y los programas
remediales deben especiicarse con claridad, de modo que las intervenciones se ajusten a las necesidades individuales. Las
actividades que atraen a los aprendices (como las discusiones y los juegos de roles), y que captan y mantienen su atención
(por ejemplo, los exhibidores gráicos) pueden producir un mejor aprendizaje.
LECTURAS ADICIONALES
Ackerman, S. (1992). Discovering the brain. Washington, DC: National Academy Press.
Byrnes, J. P. (2001). Mind, brains, and learning: Understanding the psychological and educational
relevance of neuroscientiic research. Nueva York: Guilford Press.
Byrnes, J. P. y Fox, N. A. (1998). The educational relevance of research in cognitive neuroscience.
Educational Psychology Review, 10, 297-342.
Jensen, E. (2005). Teaching with the brain in mind (2a ed.). Alexandria, VA: Association for Supervision
and Curriculum Development.
Ornstein, R. (1997). The right mind.
Varma, S., McCandliss, B. D. y Schwartz, D. L. (2008). Scientiic and pragmatic challenges for bridging
education and neuroscience. Educational Researcher, 37(3), 140-152.
Wolfe, P. (2001). Brain matters: Translating research into classroom practice. Alexandria VA:
Association for Supervision and Curriculum Development.
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Capítulo
3
Conductismo
Es el inal del día escolar en la Primaria Park Lane y tres profesores salen juntos del ediicio:
Leo Battaglia, Shayna Brown y Emily Matsui. Mientras caminan hacia el estacionamiento surge la
siguiente conversación entre ellos:
Leo:
Caray, hoy sí estuvieron inquietos. No sé qué les pasó. Casi nadie ganó puntos hoy.
Emily:
¿Cuáles puntos, Leo?
Leo:
Les doy puntos por buena conducta que pueden intercambiar por privilegios, como
más tiempo libre. Cuando se comportan mal hago lo contrario, les quito puntos.
Emily:
¿Y funciona?
Leo:
Claro que sí. La mayoría de las veces los mantiene controlados. Pero hoy no funcionó.
Quizás había algo en el agua.
Shayna: O en sus cabezas, lo que es más probable. ¿En qué crees que estaban pensando?
¿Quizás en los días libres de la próxima semana?
Leo:
Tal vez. Pero ver en sus cabezas no es en realidad mi trabajo. Además, hay muchas
cosas que pueden provocar que se comporten mal, ¿y cómo se supone que yo sepa
a qué se debe? Lo mejor que puedo hacer es enfocarme en la conducta.
Shayna: Sí, pero en ocasiones tienes que ir más allá de la conducta. Por ejemplo, Sean se ha
portado violento últimamente. Si sólo me enfocara en su conducta, no me habría
enterado de que sus padres se están divorciando y que él se siente culpable.
Leo:
¿Y no es para eso que tenemos un orientador? ¿No es ese su trabajo?
Shayna: Sí, lo es, pero nosotros también debemos participar en estas cosas. Creo que tú te
enfocas demasiado en lo que ves y muy poco en lo que no ves.
Leo:
Tal vez tengas razón, pero al menos los tengo bajo control con mi sistema de
recompensas y castigos. No pierdo demasiado tiempo en cuestiones de manejo del aula.
Emily:
O en asuntos personales, como sus pensamientos y emociones.
A principios del siglo XX la psicología era una ciencia
joven. Las dos escuelas de pensamiento importantes
eran el estructuralismo y el funcionalismo (capítulo 1),
pero las dos tenían sus problemas. El estructuralismo utilizaba el método de la introspección, lo que
lo alejaba de desarrollos importantes en la ciencia y
71
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72
Capítulo 3
no incorporaba el trabajo de Darwin sobre la adaptación y la evolución. El funcionalismo tenía un enfoque demasiado general, ya que sus partidarios apoyaban muchas áreas de investigación.
En contra de estas orientaciones, el conductismo surgió para convertirse en la principal
disciplina psicológica (Rachlin, 1991). John B.
Watson (1878-1958), quien suele ser considerado
el fundador y defensor del conductismo moderno
(Heidbreder, 1933; Hunt, 1993), creía que las escuelas de pensamiento y los métodos de investigación que manejaban el concepto de la mente eran
poco cientíicos. Si la psicología quería convertirse
en una ciencia, debía adoptar una estructura similar
a la de las ciencias físicas, que examinan fenómenos observables y medibles. El material que los psicólogos debían estudiar era la conducta (Watson,
1924). La introspección era poco coniable, las experiencias conscientes no eran observables y no se
podía coniar en que las personas que las experimentaban las informaran con exactitud (Murray,
Kilgour y Wasylkiw, 2000).
Watson (1916) creía que el modelo de condicionamiento de Pavlov (que se analizará más adelante
en ese capítulo) era apropiado para crear una ciencia
de la conducta humana. Le impresionaba la precisión
con la que Pavlov medía las conductas observables y
creía que su modelo podría extenderse para explicar
diversas formas de aprendizaje y características de la
personalidad. Watson airmaba, por ejemplo, que los
recién nacidos son capaces de manifestar tres emociones: amor, miedo y enojo (Watson, 1926a). También
señalaba que, mediante el condicionamiento pavloviano, estas emociones podrían asociarse con estímulos para producir una vida adulta compleja. Watson
expresó su creencia en el poder del condicionamiento
en su famosa declaración:
Denme una docena de bebés saludables, bien
formados, y mi propio mundo especíico para criarlos, y les garantizo que puedo elegir cualquiera de
ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en cualquier tipo de especialista. Podría elegir: un médico,
un abogado, un artista, un comerciante y, sí, incluso un
mendigo y un ladrón, sin importar sus talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocación y raza de
sus ancestros (Watson, 1926b, p. 10).
Aunque la investigación de Watson tiene poca
relevancia para el aprendizaje académico, habló y escribió con convicción, y sus irmes puntos de vista
inluyeron en la psicología desde alrededor de 1920
hasta principios de la década de 1960 (Hunt, 1993).
Su énfasis en la importancia del ambiente es fácil de
observar en el trabajo que Skinner realizó posteriormente, el cual se analizará más adelante en este capítulo (Horowitz, 1992).
En este capítulo se estudia el conductismo, expresado en teorías del condicionamiento del aprendizaje. El sello distintivo de las teorías del condicionamiento no es que se ocupen de la conducta (todas las
teorías lo hacen), sino que explican el aprendizaje en
términos de eventos ambientales. Aunque no niegan
la existencia de los fenómenos mentales, estas teorías
plantean que tales fenómenos no son necesarios para
explicar el aprendizaje. En el diálogo que se encuentra al inicio del capítulo, Leo adopta una postura de
condicionamiento.
La teoría del condicionamiento más conocida
es la teoría del condicionamiento operante de B. F.
Skinner. Antes de analizarla, y con el in de establecer
sus antecedentes, se presenta parte del trabajo que
otros investigadores realizaron a lo largo de la historia de la teoría del condicionamiento. Se analiza en
particular el conexionismo de Thorndike, el condicionamiento clásico de Pavlov y el condicionamiento
contiguo de Guthrie.
Al terminar de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de hacer lo siguiente:
n
Explicar cómo se aprenden las conductas según
la teoría del conexionismo.
n
Analizar algunas de las contribuciones de
Thorndike a la práctica educativa.
n
Explicar cómo, según la teoría del condicionamiento clásico, se condicionan, extinguen
y generalizan las respuestas.
n
Describir el proceso con el que una respuesta
emocional se podría convertir en una respuesta
condicionada a un objeto que inicialmente era
neutral.
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Conductismo
n
Explicar, por medio de los principios del condicionamiento contiguo, cómo se combinan los
movimientos para convertirse en un acto.
n
Describir el modelo de contingencia de tres
términos, así como el del condicionamiento
operante de Skinner, y proporcionar ejemplos.
n
Deinir y ejempliicar los principales conceptos
del condicionamiento operante: el reforzamiento
positivo y negativo, el castigo, la generalización,
73
la discriminación, el moldeamiento y el principio
de Premack.
n
Proporcionar un breve panorama de un modelo
conductual de autorregulación.
n
Explicar algunas aplicaciones fundamentales de
los principios operantes a la educación: los objetivos conductuales, el momento de aprender, el
aprendizaje experto, la instrucción programada
y los contratos de contingencias.
CONEXIONISMO
Edward L. Thorndike (1874-1949) fue un destacado psicólogo estadounidense, cuya teoría del aprendizaje (el conexionismo) dominó en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX (Mayer, 2003).
A diferencia de muchos psicólogos pioneros, él estaba interesado en la educación, en especial en el
aprendizaje, la transferencia, las diferencias individuales y la inteligencia (Hilgard, 1996; McKeachie,
1990). Thorndike aplicó un enfoque experimental al medir el aprovechamiento de los estudiantes. Su
gran inluencia en la educación se releja en el Premio Thorndike, el honor más alto que la División de
Psicología Educativa de la Asociación de Psicología Estadounidense entrega a quienes aportan contribuciones distinguidas a la psicología educativa.
Aprendizaje por ensayo y error
El trabajo más importante de Thorndike es su obra en tres volúmenes Psicología educativa (Thorndike,
1913a, 1913b, 1914). Este autor postuló que el tipo fundamental de aprendizaje implica la formación
de asociaciones (conexiones) entre las experiencias sensoriales (percepciones de estímulos o eventos)
y los impulsos nerviosos (respuestas) que se maniiestan en una conducta. Thorndike creía que el
aprendizaje suele ocurrir por ensayo y error (seleccionando y conectando).
Empezó a estudiar el aprendizaje mediante una serie de experimentos con animales (Thorndike,
1911). Los animales que se encuentran en situaciones problemáticas tratan de lograr una meta (por
ejemplo, obtener comida o llegar a un destino). De entre las muchas respuestas que pueden emitir,
seleccionan una, la llevan a cabo y experimentan las consecuencias. Cuanto mayor sea el número de
veces que emitan una respuesta ante un estímulo, la respuesta se conecta con mayor irmeza a ese
estímulo.
En una situación experimental típica se coloca un gato en una jaula. El gato puede abrir una compuerta de escape presionando una varilla o jalando una cadena. Después de una serie de respuestas
aleatorias, el gato termina escapándose al encontrar la respuesta que abre la compuerta. Luego, se
vuelve a colocar al gato en la jaula. Después de varios ensayos el gato logrará la meta (escapar) con
mayor rapidez y cometerá menos errores antes de responder correctamente. En la igura 3.1 se muestra una gráica típica de los resultados.
El aprendizaje por ensayo y error ocurre de manera gradual (incremental) a medida que se establecen las respuestas exitosas y se abandonan las respuestas fallidas. Las conexiones se forman de
manera mecánica por medio de la repetición; no es necesario darse cuenta de forma consciente. Los
animales no “captan” ni “tienen discernimiento”. Thorndike comprendía que el aprendizaje humano
es más complejo, ya que las personas participan en otros tipos de aprendizaje relacionado con la
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74
Capítulo 3
Figura 3.1
Mejoría en el desempeño a medida que
se realizan más ensayos, como ejemplo
del aprendizaje por ensayo y error de
Thorndike.
Tiempo para escapar
Alto
Bajo
Ensayos sucesivos
conexión de ideas, el análisis y el razonamiento (Thorndike, 1913b). No obstante, la similitud entre
los resultados de investigaciones con animales y con seres humanos llevó a Thorndike a explicar el
aprendizaje complejo con principios fundamentales del aprendizaje. Un adulto educado posee millones de conexiones estímulo-respuesta.
Leyes del ejercicio y del efecto
Las ideas básicas de Thorndike sobre el aprendizaje están incluidas en las leyes del ejercicio y del
efecto. La ley del ejercicio tiene dos partes: la ley del uso, según la cual cuando un estímulo recibe respuesta, se fortalece la conexión; y la ley del desuso, de acuerdo con la cual, cuando no hay respuesta
para un estímulo, la fuerza de la conexión se debilita (se olvida). Cuanto más tiempo pase antes de
que se produzca una respuesta, más se debilita la conexión.
La ley del efecto es fundamental para la teoría de Thorndike (Thorndike, 1913b):
Cuando se establece una conexión modiicable entre una situación y una respuesta, y esta va
acompañada o seguida por un estado de satisfacción, dicha conexión se fortalece o se incrementa;
cuando la conexión se establece y va acompañada o seguida por un estado de insatisfacción, su fuerza
se debilita (p. 4).
La ley del efecto hace hincapié en las consecuencias de la conducta: las respuestas que producen
consecuencias satisfactorias (recompensantes) se aprenden; las respuestas que producen consecuencias insatisfactorias (punitivas) no se aprenden. Ésta es una explicación funcional del aprendizaje
porque los satisfactores, es decir, las respuestas que producen resultados deseables, permiten que los
individuos se adapten a sus entornos.
El siguiente estudio ilustra la aplicación de la ley del efecto (Thorndike, 1927). A un grupo de participantes se les mostraron 50 tiras de papel con longitudes que iban de 3 a 27 centímetros (cm), una
por una. Junto a cada tira que se les mostraba había otra que medía 10 cm de largo, lo cual sabían los
participantes. Se comenzaba con una prueba en la que los participantes estimaban la longitud de cada
tira sin recibir retroalimentación. Después se les presentaron de nuevo las 50 tiras, una por una. En
esta ocasión el experimentador les decía “correcto” o “incorrecto” después de cada estimación. Luego
de presentarles durante varios días, y de forma repetida, las 50 tiras dándoles retroalimentación, se
les volvían a mostrar pero esta vez sin darles retroalimentación sobre la exactitud de sus estimaciones
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Conductismo
75
respecto a la longitud. Al terminar el adiestramiento las estimaciones de los participantes se aproximaban
más a la longitud real de las tiras que en sus primeros intentos. Thorndike concluyó que esos resultados,
similares a los obtenidos en experimentos en los que se recompensó a un grupo de animales con
comida o con libertad, apoyaban la idea de que las conexiones estímulo-respuesta satisfactorias (correctas) se fortalecen y las insatisfactorias (incorrectas) se debilitan.
Otros principios
La teoría de Thorndike (1913b) incluía otros principios importantes para la educación. Uno de ellos es
la ley de la disposición, que airma que cuando alguien está preparado (dispuesto) a actuar, si lo hace
se siente recompensado, mientras que si no lo hace se siente castigado. Si una persona tiene hambre,
las respuestas que conducen a la comida se encuentran en un estado de disposición, en tanto que otras
respuestas que no conducen a la comida no se encuentran en este estado. Si la persona está fatigada,
forzarla a hacer ejercicio es un castigo. Al aplicar esta idea al aprendizaje diríamos que cuando los estudiantes están preparados para aprender una acción en particular, en términos de su nivel de desarrollo
o de las habilidades que previamente han adquirido, las conductas que fomentan este aprendizaje serán
reforzantes, por el contrario, cuando los estudiantes no están preparados para aprender o no poseen las
habilidades con las que podrían hacerlo, tratar de aprender sería un castigo y una pérdida de tiempo.
El principio de cambio asociativo se reiere a una situación en la que las respuestas emitidas ante
un estímulo especíico terminan por presentarse ante un estímulo completamente diferente si, en
ensayos repetidos, se van haciendo pequeñas modiicaciones en la naturaleza del estímulo. Por ejemplo, para enseñar a los estudiantes a dividir un número de dos dígitos entre un número de cuatro
dígitos, comenzamos por enseñarles a dividir números de un dígito entre un número de un dígito y
gradualmente añadimos más dígitos al divisor y al dividendo.
El principio de los elementos idénticos afecta la transferencia (generalización), o el grado en que
el fortalecimiento o el debilitamiento de una conexión produce un cambio similar en otra conexión
(Hilgard, 1996; Thorndike, 1913b; véase el capítulo 7). La transferencia ocurre cuando las situaciones
tienen elementos idénticos y provocan respuestas similares. Thorndike y Woodworth (1901) descubrieron que la práctica o entrenamiento de una habilidad en un contexto especíico no mejora en
general el desempeño de tal habilidad. Por consiguiente, el entrenamiento en el cálculo del área de
rectángulos no mejora la habilidad de los aprendices para calcular el área de triángulos, círculos y
iguras irregulares. Es necesario enseñar a los estudiantes las habilidades con diferentes tipos de contenido educativo para que entiendan cómo aplicarlas (aplicación 3. 1).
Revisiones de la teoría de Thorndike
Thorndike tuvo que revisar las leyes del ejercicio y del efecto debido a que los resultados de otras
investigaciones cuestionaron su validez (Thorndike, 1932). Thorndike descartó la ley del ejercicio
cuando descubrió que repetir una situación no necesariamente “imprime” las respuestas. Por ejemplo, en un experimento que se realizó con sujetos a los que se les pidió que, con los ojos cerrados,
dibujaran cientos de líneas con dos, cuatro, seis y ocho pulgadas de longitud durante varios días, sin
recibir retroalimentación sobre la exactitud de las líneas que estaban dibujando (Thorndike, 1932). Si
la ley del ejercicio fuera correcta, la respuesta emitida con mayor frecuencia durante los primeros 100
o más dibujos se volvería aún más frecuente en los sucesivos; sin embargo, Thorndike no encontró
apoyo para esta idea. En vez de eso, observó que las longitudes promedio cambiaban con el tiempo.
Al parecer los sujetos experimentaban con diferentes longitudes porque no estaban seguros de la
longitud correcta. Por consiguiente, la repetición de una situación no necesariamente incrementa
la probabilidad de que la respuesta se repita.
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76
Capítulo 3
APLICACIÓN 3.1
Facilitación de la transferencia
Thorndike sugirió que adiestrar a los alumnos en
una habilidad especíica no los ayudaba a dominarla ni les enseñaba cómo aplicarla en contextos
diferentes.
Cuando los profesores instruyen a estudiantes de
secundaria en el uso de los mapas a escala, también deben enseñarles a convertir las millas en
pulgadas. Los aprendices se vuelven más eicientes
si realmente aplican la habilidad en varios mapas y si
trazan mapas de sus alrededores en vez de limitarse
a resolver numerosos problemas.
Cuando los docentes de primaria empiezan a
trabajar con los niños en las medidas de líquidos
y materiales, tiene más sentido que les pidan preparar una receta en la que requieran medir ingredientes
y cocinar que usar muchas imágenes y gráicas o
sólo llenar recipientes con agua y arena.
En la escuela de medicina, llevar a los estudiantes a observar y participar realmente en varios
procedimientos o cirugías es mucho más signiicativo
para ellos que sólo leer sobre las enfermedades en
los libros de texto.
Con respecto a la ley del efecto, Thorndike pensó originalmente que los efectos de los satisfactores (recompensas) y de los inhibidores (castigos) eran opuestos pero comparables; sin embargo, las
investigaciones demostraron que no era así. Por el contrario, las recompensas fortalecen las conexiones, pero los castigos no necesariamente las debilitan (Thorndike, 1932). Más bien, las conexiones
se debilitan cuando otras conexiones se fortalecen. En un estudio (Thorndike, 1932), presentó a los
participantes palabras en inglés poco comunes (por ejemplo, edacious [voraz] y eidolon [ídolo]). Cada
palabra iba seguida por cinco palabras comunes, una de las cuales era un sinónimo correcto de la primera. En cada ensayo los participantes elegían un sinónimo y lo subrayaban, a lo que el experimentador
respondía “correcto” (recompensa) o “incorrecto” (castigo). La recompensa mejoró el aprendizaje,
pero el castigo no disminuyó la probabilidad de que esa respuesta se presentara ante el estímulo
de la palabra.
El castigo suprime las respuestas, pero no provoca que se olviden. El castigo no es un medio eicaz para alterar la conducta porque no les enseña a los educandos conductas correctas, sino que les
indica lo que no deben hacer. Esto ocurre también con las habilidades cognoscitivas. Brown y Burton
(1978) descubrieron que los estudiantes aprenden algoritmos viciados (reglas incorrectas) para resolver problemas (por ejemplo, restar el número más pequeño del más grande, columna por columna,
4371 2 2748 5 2437). Cuando se les informa a los estudiantes que este método es incorrecto y se
les proporciona retroalimentación correctiva y práctica para resolver problemas de manera acertada,
aprenden el método adecuado pero no olvidan el anterior.
Thorndike y la educación
Como profesor de educación en Teachers College de la Universidad de Columbia, Thorndike escribió libros sobre temas como metas educativas, procesos de aprendizaje, métodos de enseñanza,
secuencias curriculares y técnicas para evaluar los resultados educativos (Hilgard, 1996; Mayer, 2003;
Thorndike, 1906, 1912; Thorndike y Gates, 1929). Las siguientes son algunas de las muchas contribuciones de Thorndike a la educación.
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Conductismo
77
Principios de enseñanza. Los profesores deben formar buenos hábitos en sus estudiantes. Como
Thorndike señaló (1912):
n Forme hábitos. No espere que se formen solos.
n Cuídese de formar un hábito que se deba de eliminar más adelante.
n No forme dos o más hábitos si uno es suiciente.
n En igualdad de circunstancias, forme hábitos de la manera en que serán utilizados.
(pp. 173-174).
El último principio previene a los profesores de enseñar contenido al margen de sus aplicaciones.
“Como las formas de los adjetivos en alemán o latín siempre se emplean con sustantivos, hay que enseñarlas con sustantivos” (p. 174). Los estudiantes necesitan comprender cómo aplicar el conocimiento
y las habilidades que adquieren. Las aplicaciones se deben aprender junto con el contenido.
Seriación de los programas. Una habilidad debe introducirse (Thorndike y Gates, 1929):
n
n
n
n
n
En el momento o justo antes del momento en que se pueda utilizar de manera provechosa.
Cuando el estudiante esté consciente de que la necesita como un medio para cumplir algún
propósito útil.
Si su diicultad se ajusta mejor a la capacidad del aprendiz.
Cuando armoniza plenamente con el nivel y el tipo de emociones, gustos, disposiciones
distintivas y volitivas del alumno que en ese momento estén más activas.
Cuando el aprendizaje inmediato anterior la facilite más y cuando ésta facilite más el que
vendrá en breve (pp. 209-210).
Estos principios entran en conlicto con la asignación típica del contenido en las escuelas cuando este
último está segregado por materia (por ejemplo, estudios sociales, matemáticas, ciencias). Pero Thorndike
y Gates (1929) instaron a enseñar ese conocimiento y habilidades con diferentes materias. Por ejemplo, la
enseñanza del tema de las formas de gobierno no sólo es apropiada en las materias de civismo e historia,
sino también para la de literatura (por ejemplo, para que los estudiantes comprendan cómo se relejan los
gobiernos en la literatura) y en la de lenguas extranjeras (para que conozcan la estructura gubernamental
de otros países). En la aplicación 3.2 se muestran algunas aplicaciones adicionales.
Disciplina mental. La disciplina mental es la creencia de que aprender ciertas materias (como literatura
y matemáticas) contribuye a mejorar, más que otras, el funcionamiento mental general. La disciplina
mental fue una perspectiva popular entre los educadores durante la época de Thorndike, quien probó esta idea con 8500 estudiantes de noveno a decimoprimer grado (Thorndike, 1924). Se aplicaron
pruebas de inteligencia a los estudiantes, con un año de diferencia entre ellas, y se compararon sus
programas de estudio de ese año para determinar si ciertos cursos se asociaban con mayores mejoras
intelectuales. Los resultados no apoyaron la disciplina mental. Los estudiantes que mostraban mayor
habilidad desde el principio progresaron más, independientemente de lo que estudiaron.
Si nuestra investigación hubiera sido realizada por un psicólogo de Marte, que no supiera nada de nuestras teorías de la disciplina mental y simplemente tratara de responder la pregunta, “¿hasta qué punto
inluyen durante un año el género, la raza, la edad, la pericia y los cursos tomados, en el aumento de la
capacidad de pensar o del intelecto, o lo que sea que nuestras pruebas de inteligencia midan?”, quizás
descartaría el término “cursos tomados” con el siguiente comentario: “Las diferencias son tan pequeñas
y las incertidumbres tan relativamente grandes, que este factor parece despreciable”. El único factor
causal que podría asegurar que inluye sería el intelecto ya existente. Los que tienen más para comenzar, avanzan más durante el año (Thorndike, 1924, p. 95).
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78
Capítulo 3
APLICACIÓN 3.2
Seriación de los programas
Los puntos de vista de Thorndike sobre la secuencia
de los programas sugieren que el aprendizaje debería integrarse en diversas materias. En otoño,
Kathy Stone preparó una unidad para su clase de
tercer grado sobre las calabazas. Los alumnos estudiaron la importancia de las calabazas para los
colonos estadounidenses (historia), los lugares
donde se cultivan (geografía) y las variedades que
existen (agricultura). También midieron e hicieron
gráicas de los diversos tamaños de las calabazas
(matemáticas), las esculpieron (arte), plantaron
semillas y estudiaron su crecimiento (ciencias), y
leyeron y escribieron historias acerca de las calabazas (literatura). Este método les ofrece a los niños
una experiencia signiicativa, y un aprendizaje “en
la vida real” de diversas habilidades.
Para enseñar una unidad de historia sobre la
Guerra Civil, Jim Marshall fue más allá de sólo tratar los hechos e incorporó comparaciones con otras
guerras, actitudes y sentimientos del pueblo en ese
periodo, biografías y personalidades de los participantes en la guerra, su repercusión en Estados
Unidos y sus implicaciones para el futuro. Además,
el profesor Marshall trabajó en conjunto con otros
profesores de la escuela para extender la unidad
examinando el terreno en el que se libraron las
principales batallas (geografía), las condiciones climáticas durante las mismas (ciencias), la producción
literaria (literatura) y el trabajo creativo (arte, música,
teatro) de ese periodo.
Así que, en lugar de asumir que algunas materias desarrollan más que otras las habilidades mentales de los estudiantes, debemos evaluar cómo investigar la forma en que las diferentes materias
inluyen en la capacidad de los alumnos para pensar, así como qué otros efectos tienen (por ejemplo,
en sus intereses y metas). El inluyente trabajo de Thorndike provocó que los educadores rediseñaran
los programas dejando de lado el modelo de la disciplina mental.
CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
Ya vimos que los acontecimientos que ocurrieron en Estados Unidos a principios del siglo XX ayudaron al establecimiento de la psicología como ciencia y del aprendizaje como un campo de estudio
legítimo. Al mismo tiempo, hubo desarrollos importantes en otros países. Uno de los más signiicativos
fue el trabajo de Iván Pavlov (1849-1936), un isiólogo ruso que ganó el Premio Nobel en 1904 por sus
investigaciones sobre la digestión.
El legado de Pavlov a la teoría del aprendizaje fue su trabajo del condicionamiento clásico (Cuny,
1965; Hunt, 1993; Windholtz, 1997). Cuando fue director del laboratorio de isiología del Instituto de
Medicina Experimental en San Petersburgo observó que los perros solían salivar al ver al asistente
que les llevaba la comida, e incluso ante el sonido de sus pasos. Pavlov se dio cuenta de que el asistente no era un estímulo neutral del ambiente para el relejo de la salivación, sino que había adquirido
ese poder al quedar asociado con la comida.
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Conductismo
Tabla 3.1
Proceso del condicionamiento clásico.
79
Fase
Estímulo
Respuesta
1
EI (carne en polvo)
RI (salivación)
2
EC (metrónomo), luego
EI (carne en polvo)
RI (salivación)
3
EC (metrónomo)
RC (salivación)
Procesos básicos
El condicionamiento clásico es un procedimiento de varios pasos que en un principio involucra la
presentación de un estímulo incondicionado (EI), el cual provoca una respuesta incondicionada (RI).
Pavlov le mostraba a un perro hambriento carne en polvo (EI) y esto provocaba la salivación (RI).
Para condicionar al animal era necesario presentar de manera repetida un estímulo que originalmente
era neutro durante un periodo breve antes de presentar el EI. Pavlov a menudo utilizaba un metrónomo
como estímulo neutro. En los primeros ensayos, el sonido del metrónomo no producía salivación,
pero con el tiempo el perro salivaba al oírlo antes de la presentación de la carne en polvo. El metrónomo se había convertido en un estímulo condicionado (EC) que producía una respuesta condicionada (RC) similar a la RI original (tabla 3.1). La presentación repetida no reforzada del EC, es decir, sin
la presencia del EI, provoca que disminuya la intensidad de la RC y luego desaparezca, un fenómeno
que es conocido como extinción (Larrauri y Schmajuk, 2008; Pavlov, 1932b).
La recuperación espontánea se presenta después de un periodo en el que no se presenta el EC
y que se supone que la RC se extingue. Si después se presenta el EC y la RC reaparece, se dice que
la RC se recuperó espontáneamente de la extinción. La RC recuperada no dura mucho tiempo, salvo
que se vuelva a presentar el EC. El emparejamiento repetido del EC con el EI restaura por completo
la RC. El hecho de que los emparejamientos EC-RC se puedan establecer sin gran diicultad sugiere
que la extinción no implica que haya ocurrido un desaprendizaje de las asociaciones (Redish, Jensen,
Johnson y Kurt-Nelson, 2007).
La generalización ocurre cuando la RC se presenta ante estímulos similares al EC (igura 3.2).
Una vez que un perro es condicionado a salivar en respuesta a un metrónomo con un ritmo de
70 golpes por minuto, también podría salivar en respuesta a un metrónomo con un ritmo mayor
o menor, así como en respuesta a relojes o cronómetros. Cuanto menos similitud hay entre el
nuevo estímulo y el EC, o cuantos menos elementos tienen en común, menor es la generalización
(Harris, 2006).
La discriminación es el proceso complementario, que ocurre cuando el perro aprende a responder
ante el EC, pero no ante otros estímulos similares. Para entrenar la discriminación, un experimentador podría emparejar el EC con el EI y también presentar otros estímulos similares, pero sin el EI.
Si el EC es un metrónomo con un ritmo de 70 golpes por minuto, éste se presenta con el EC, mientras
otros ritmos (por ejemplo, 50 y 90 golpes por minuto) se presentan sin el EI.
Una vez que se condiciona un estímulo, se puede utilizar como EI para el condicionamiento de
orden superior (Pavlov, 1927). Si un perro está condicionado a salivar con el sonido de un metrónomo a un ritmo de 70 golpes por minuto, este podría funcionar como EI en un condicionamiento de
orden superior. Por ejemplo, se presenta un estímulo neutro nuevo (como un timbre) durante algunos
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Capítulo 3
Alto
Magnitud de la respuesta
Figura 3.2
Curva de generalización que muestra
un decremento en la magnitud de la
respuesta condicionada como una función
del aumento en la diferencia del estímulo
condicionado.
Baja
40
50
60
70
80
90
100
Golpes del metrónomo por minuto
segundos, seguido por los golpes del metrónomo. Si después de algunos ensayos el perro empieza
a salivar ante el sonido del timbre, entonces este se ha convertido en un EC de segundo orden. En
el condicionamiento de tercer orden, el EC de segundo orden actúa como EI, y un nuevo estímulo
neutro se empareja con él. Pavlov (1927) reportó que es difícil lograr un condicionamiento mayor al
de tercer orden.
El condicionamiento de orden superior es un proceso complejo poco comprendido (Rescorla,
1972). El concepto es interesante desde el punto de vista teórico y podría ayudar a explicar por qué
algunos fenómenos sociales, por ejemplo, el fracaso en los exámenes, provocan reacciones emocionales condicionadas, como estrés y ansiedad. En una etapa temprana de la vida el fracaso podría ser
un evento neutro, pero como es frecuente asociarlo con la desaprobación de los padres y los profesores, esta desaprobación termina por convertirse en un EI que provoca ansiedad y, en consecuencia,
el fracaso puede provocar ansiedad como resultado del condicionamiento. Las señales asociadas con
la situación también pueden convertirse en estímulos condicionados. De esta manera, los alumnos
podrían sentir ansiedad al caminar hacia el salón de clases en donde tendrán que resolver un examen
o cuando el docente les entrega un examen.
Los estímulos condicionados capaces de producir respuestas condicionadas se denominan señales
primarias. A diferencia de los animales, las personas tienen la capacidad del habla, lo que amplía
considerablemente el potencial de condicionamiento (Windholz, 1997). El lenguaje es el sistema de
segunda señal. Las palabras o los pensamientos son etiquetas que representan eventos u objetos, y
pueden convertirse en estímulos condicionados. En consecuencia, pensar en un examen o escuchar
al profesor decir que aplicará un examen podría causar ansiedad en los estudiantes, pero no es el
examen en sí lo que le produce ansiedad, sino las palabras o pensamientos acerca de éste, es decir,
su representación lingüística o su signiicado.
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Conductismo
81
Variables informativas
Pavlov creía que el condicionamiento es un proceso automático que ocurre por la repetición de
emparejamientos de EC-EI, y que la ausencia de ésta extingue la RC. Sin embargo, en los seres
humanos el condicionamiento puede ocurrir con rapidez, en ocasiones después de un solo emparejamiento de EC-EI, y es probable que la ausencia repetida de este emparejamiento no extinga la
RC. Al parecer, la extinción depende en gran medida del contexto (Bouton, Nelson y Rosas, 1999).
Las respuestas permanecen extinguidas en el mismo contexto, pero las respuestas condicionadas
podrían reaparecer si éste se modiica. Estos hallazgos ponen en tela de juicio la descripción del
condicionamiento de Pavlov.
La investigación subsecuente ha demostrado que el condicionamiento depende menos del emparejamiento de EC-EI y más de la información que el EC comunica al individuo acerca de la probabilidad de que ocurra el EI (Rescorla, 1972, 1976). Como ejemplo, suponga que hay dos estímulos: uno
siempre va seguido por un EI mientras que el otro sólo algunas veces. El primer estímulo debe producir condicionamiento, ya que predice de manera coniable la aparición del EI. Tal vez ni siquiera sea
necesario emparejar el EC y el EI; el condicionamiento puede ocurrir con sólo decirle a los sujetos que
están relacionados (Brewer, 1974). De la misma manera, es probable que no se requiera la constante
ausencia del emparejamiento de los estímulos para la extinción: decir a la gente que la contingencia
ya no existe en efecto puede reducir o extinguir la RC.
Una explicación de estos resultados es que la gente forma expectativas respecto a la probabilidad
de que aparezca el EI (Rescorla, 1987). Para que un estímulo se convierta en EC debe de transmitir información al individuo acerca del tiempo, lugar, cantidad y calidad del EI. Incluso cuando un estímulo
es predecible, cabe la posibilidad de que no se vuelva condicionado si otro estímulo predice mejor.
Al parecer el condicionamiento, más que ser automático, está mediado por procesos cognoscitivos. Si
las personas no se dan cuenta de que existe un vínculo EC-EI, el condicionamiento no ocurre. Cuando
no hay tal vínculo, el condicionamiento podría presentarse si las personas creen que existe. Aunque
es probable que esta perspectiva contingente del condicionamiento no sea del todo precisa (Papini y
Bitterman, 1990), ofrece una explicación para el condicionamiento diferente a la de Pavlov y resalta
su complejidad.
Inluencias biológicas
Pavlov (1927, 1928) creía que cualquier estímulo percibido puede condicionarse a cualquier respuesta.
Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que no siempre es posible generalizar el condicionamiento. Dentro de cualquier especie, la respuesta se puede condicionar a ciertos estímulos pero
no a otros. El condicionamiento depende de la compatibilidad del estímulo y la respuesta con las
reacciones especíicas de las especies (Hollis, 1997). Todos los organismos poseen de forma inherente
los patrones conductuales básicos que les permiten sobrevivir en sus hábitats, pero el aprendizaje les
proporciona los matices necesarios para lograr una adaptación exitosa (Garcia, Garcia y Robertson,
1985, p. 197).
Un experimento con ratas realizado por Garcia y Koelling (1966) demostró la importancia de los
factores biológicos. Algunas ratas bebieron agua acompañada por luces brillantes y ruidos (estímulos
aversivos: agua brillante y ruidosa). Inmediatamente después se les aplicaron choques eléctricos o se
les provocaron náuseas. Otras ratas bebieron agua regular (con sacarina) e inmediatamente después
recibieron choques eléctricos o se les provocaron náuseas. El agua combinada con luz, ruido y choques eléctricos produjo una aversión condicionada hacia el líquido, pero esto no ocurrió cuando el
agua se combinó con luz, ruido y náuseas. El agua regular (con sacarina) combinada con las náuseas
produjo una aversión hacia el líquido, pero el agua regular junto con el choque eléctrico no lo hizo.
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82
Capítulo 3
El choque eléctrico (un evento externo) se asoció con facilidad con las luces brillantes y el ruido (indicios externos), pero las náuseas no (un evento interno). Las náuseas se convirtieron en una RC ante
un estímulo interno (sabor). Aunque el intervalo entre la conducta de beber el agua y las náuseas
(una hora) era demasiado largo para satisfacer un modelo de condicionamiento clásico, los resultados
apoyan la complejidad de este tipo de condicionamiento al sugerir que las ratas han desarrollado un
mecanismo evolutivo que las protege en contra de la aversión a los sabores. En general, al parecer el
condicionamiento sólo se puede dar si los estímulos “van” juntos y, por lo tanto, el proceso ayuda a
los animales a adaptarse a su entorno (Hollis, 1997).
Reacciones emocionales condicionadas
Pavlov (1932a, 1934) aplicó los principios del condicionamiento clásico a la conducta anormal y analizó cómo se podrían desarrollar las neurosis y otros estados patológicos. Sus ideas eran especulativas
y sin fundamentos, pero otros investigadores han aplicado los principios del condicionamiento clásico
para condicionar reacciones emocionales.
Watson airmó que con su famoso experimento con el pequeño Albert (Watson y Rayner, 1920)
quedó demostrado el poder del condicionamiento emocional. Albert era un bebé de 11 meses de
edad que no mostraba miedo ante una rata blanca. Durante el condicionamiento se colocó una
barra de acero detrás del niño, la cual fue golpeada con un martillo cuando el pequeño se acercó a
la rata. “El bebé saltó violentamente y cayó hacia adelante, hundiendo su cara en el colchón” (p. 4).
La secuencia se repitió de inmediato. Una semana después, al mostrarle la rata, Albert estiró la mano
pero luego la retiró. El condicionamiento de la semana anterior fue evidente. Las pruebas realizadas
durante los siguientes días demostraron que Albert reaccionaba emocionalmente ante la presencia
de la rata. También se observó que el miedo se generalizó a un conejo, un perro y un abrigo de
pieles. Cuando un mes más tarde se volvió a hacer una prueba con la rata, el niño mostró una leve
reacción emocional.
Aunque este estudio se cita ampliamente para demostrar cómo el condicionamiento puede producir reacciones emocionales, la inluencia del condicionamiento no suele ser tan poderosa (Harris,
1979). Como vimos en la sección anterior, el condicionamiento clásico es un fenómeno complejo; no
es posible condicionar cualquier respuesta a cualquier estímulo. Las especies han desarrollado mecanismos que las predisponen a ser condicionadas en algunas formas pero no en otras (Hollis, 1997). En
los seres humanos el condicionamiento ocurre cuando los individuos están conscientes de la relación
entre el EC y el EI, y la información de que el EI no ocurre después del EC suele producir extinción.
Los intentos por replicar los hallazgos de Watson y Rayner no han tenido un éxito uniforme. Por ejemplo, Valentine (1930a) no encontró evidencia de condicionamiento al utilizar objetos como estímulos
condicionados en lugar de animales.
Un medio más coniable de producir un condicionamiento emocional es la desensibilización sistemática, que a menudo se utiliza con individuos que sufren de miedos debilitantes (Wolpe, 1958; véase
la aplicación 3.3). La desensibilización incluye tres fases. En la primera fase el terapeuta y el cliente
elaboran una jerarquía de ansiedad con varias situaciones, ordenadas desde la que produce menor
ansiedad hasta la que provoca mayor ansiedad. Para un estudiante que sufre de ansiedad ante los
exámenes, algunas situaciones de baja ansiedad podrían ser el hecho de enterarse de un próximo examen en una clase y reunir el material para estudiar; el hecho de estudiar la noche anterior al examen
y caminar hacia el salón de clases el día del examen podrían ser situaciones de ansiedad moderada; y
recibir el examen en la clase y desconocer la respuesta a una pregunta serían ejemplos de situaciones
de ansiedad elevada.
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Conductismo
83
APLICACIÓN 3.3
Condicionamiento emocional
Los principios del condicionamiento clásico son
relevantes para algunas conductas disfuncionales. Algunos niños que ingresan al jardín de niños
o a primer grado podrían presentar miedos relacionados con la nueva experiencia. A inicios del
año escolar los profesores de primaria deberían
crear procedimientos para desensibilizar algunos
de los miedos infantiles. Las sesiones de visita les
dan a los alumnos la oportunidad de conocer a su
profesor y a los otros estudiantes, de ver su salón
de clases y el asiento con su nombre. Durante los
primeros días de clases el docente podría planear
actividades divertidas y relativamente tranquilas
para que los alumnos conozcan a sus profesores,
a sus compañeros, el salón de clases y el ediicio
escolar. Los infantes podrían dar un paseo por el
ediicio, regresar a su salón y hacer dibujos acerca de lo que vieron. También podrían visitar las
oicinas para conocer al director, a su asistente, al
enfermero y al orientador. Asimismo, sería conveniente que jugaran juegos de nombres para presentarse y luego trataran de recordar los nombres de
sus compañeros.
Estas actividades representan un procedimiento
informal de desensibilización. Para algunos niños
las señales asociadas con la escuela fungen como
estímulos provocadores de ansiedad. Las actividades divertidas provocan sentimientos agradables,
que son incompatibles con la ansiedad. El emparejamiento de actividades divertidas con señales asociadas con la escuela podría disminuir la ansiedad
que provocan.
Es probable que algunos estudiantes de educación se muestren ansiosos ante la idea de impartir
lecciones a un grupo completo. Esa sensación deberá reducirse cuando los estudiantes pasen algún
tiempo en el salón de clases y de manera gradual
asuman mayor responsabilidad por la instrucción.
El emparejamiento del salón de clases y las experiencias de enseñanza con el estudio formal
podrían desensibilizar los miedos relacionados con
el hecho de responsabilizarse del aprendizaje de
los niños.
Algunos estudiantes de teatro maniiestan una
ansiedad escénica extrema. Los alumnos podrían
trabajar con ellos para reducir esta ansiedad haciéndolos que practiquen más en el escenario real
y permitiendo que otras personas observen los ensayos. La actuación enfrente de otros suele ayudar
a reducir un poco el miedo.
En la segunda fase el cliente aprende a relajarse imaginándose escenas agradables (por ejemplo,
que está recostado en una playa) y relacionando una señal de relajación (decir “relajado”). En la tercera fase, mientras el cliente está relajado, se imagina la primera escena de la jerarquía (la de menor
ansiedad). Esto puede repetirse varias veces, después de lo cual se pasa a la siguiente escena. El
tratamiento continúa ascendiendo en la jerarquía hasta llegar al momento en el que el cliente puede
imaginar la escena que le provocaba mayor nivel de ansiedad sin sentirse ansioso. Si el cliente informa
que siente ansiedad mientras imagina una escena, deberá regresar en la jerarquía a una escena que no
lo haga tener esa sensación. El tratamiento suele requerir varias sesiones.
La desensibilización implica un contracondicionamiento. Las escenas relajantes que el cliente
imagina (EI) producen relajación (RI). Las señales que producen ansiedad (EC) se emparejan con las
escenas relajantes, ya que la relajación es incompatible con la ansiedad. Al emparejar inicialmente una
señal de ansiedad débil con la relajación, y al avanzar lentamente en la jerarquía, todas las señales que
producen ansiedad eventualmente deberán producir relajación (RC).
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84
Capítulo 3
La desensibilización es un procedimiento eicaz que se puede realizar en el consultorio de un
terapeuta o de un consejero. No requiere que el cliente lleve a cabo las actividades de la jerarquía.
Una de sus desventajas es que el cliente debe ser capaz de imaginar las escenas, y las personas tienen
diferentes habilidades para hacerlo. Además, la desensibilización también requiere las habilidades de
un terapeuta o consejero profesional, ya que no debe ser aplicada por personal que no esté capacitado para hacerlo.
CONDICIONAMIENTO POR CONTIGÜIDAD
Otro psicólogo que desarrolló una perspectiva conductista del aprendizaje fue Edwin R. Guthrie
(1886-1959), quien postuló principios de aprendizaje basados en asociaciones (Guthrie, 1940). Para
ese investigador, las conductas fundamentales eran los actos y los movimientos.
Actos y movimientos
Los principios básicos de Guthrie relejan la idea de contigüidad de estímulos y respuestas:
Una combinación de estímulos con la cual se logra un movimiento, al recurrir tenderá a ser seguida por
ese movimiento (Guthrie, 1952, p 23).
Y, de manera alternativa:
Los patrones de estímulos que se encuentran activos en el momento de una respuesta tienden, al ser
repetidos, a provocar dicha respuesta (Guthrie, 1938, p. 37).
Los movimientos son conductas discretas que resultan de contracciones musculares. Guthrie distinguía los movimientos de los actos, o clases de movimientos a gran escala que producen un resultado. Tocar el piano y utilizar una computadora son actos que incluyen muchos movimientos. Un acto
en especíico podría ir acompañado de una variedad de movimientos; y quizá no especiique con
precisión de cuáles movimientos se trata. Por ejemplo, en el basquetbol, la anotación de una canasta
(un acto) se puede lograr con una gran variedad de movimientos.
El aprendizaje por contigüidad implica que una conducta en una situación se repetirá cuando
dicha situación se presente de nuevo (Guthrie, 1959); sin embargo, este tipo de aprendizaje es selectivo. En un momento dado, una persona se enfrenta a muchos estímulos y no le es posible establecer
asociaciones con todos ellos, en cuyo caso sólo selecciona una pequeña cantidad de estímulos, que
forman asociaciones entre ellos y las respuestas. El principio de contigüidad también se aplica a la
memoria. Las señales verbales se asocian con condiciones de estímulos o eventos en el momento del
aprendizaje (Guthrie, 1952). El olvido involucra un nuevo aprendizaje y se debe a una interferencia en
la cual se provoca una respuesta alternativa a un viejo estímulo.
Fuerza asociativa
La teoría de Guthrie plantea que el aprendizaje ocurre a través del emparejamiento de un estímulo y
una respuesta. Guthrie (1942) también analizó la fuerza del emparejamiento o fuerza asociativa.
Un patrón de estímulo adquiere toda su fuerza asociativa en el momento de su primer emparejamiento
con una respuesta (p. 30).
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Conductismo
85
Guthrie rechazó el concepto de las asociaciones mediante la frecuencia, como plantea la ley del
ejercicio original de Thorndike (Guthrie, 1930). Aunque no sugiere que las personas aprenden conductas complejas realizándolas sólo una vez, creía que desde el inicio quedan asociados uno o más
movimientos. La repetición de una situación añade movimientos, combina movimientos en actos y
establece el acto en diferentes condiciones ambientales.
El experimento que llevaron a cabo Guthrie y Horton (1946) con gatos fue interpretado como
evidencia de este principio del todo o nada del aprendizaje. Estos autores utilizaron una caja de escape similar a las de Thorndike. Al tocar un poste colocado en el centro, se disparaba el mecanismo
que abría la puerta y permitía que el gato escapara. Cuando los gatos eran colocados por primera
vez en la caja, la exploraban y realizaban una serie de movimientos aleatorios. Con el tiempo emitían
una respuesta que liberaba el mecanismo y escapaban. Algunos golpeaban el poste con la pata, otros
se restregaban o se apoyaban sobre él. La última respuesta del gato (golpear el poste) tenía éxito porque abría la puerta, y los gatos repetían su última respuesta cuando eran colocados nuevamente dentro
de la caja. El último movimiento se asociaba con la caja, porque le permitía al animal escapar.
La posición de Guthrie no implica que una vez que los estudiantes hayan resuelto con éxito una
ecuación cuadrática o redactado un informe de investigación ya dominen esa habilidad. La práctica
vincula los diversos movimientos involucrados en los actos de resolver ecuaciones y redactar informes. Los propios actos podrían tener muchas variantes (tipos de ecuaciones e informes) y de manera
ideal deben transferirse, es decir, los estudiantes deben ser capaces de resolver ecuaciones y de redactar informes en diferentes contextos. Guthrie aceptó el concepto de Thorndike de los elementos
idénticos. Para que se dé la transferencia, las conductas deben practicarse exactamente en las mismas
situaciones en las que se originaron, por ejemplo, en un escritorio, en grupos pequeños o en casa.
Recompensas y castigos
Guthrie creía que el aprendizaje no requería que las respuestas fueran recompensadas. Para él, el
mecanismo clave es la contigüidad o el emparejamiento cercano en el tiempo entre el estímulo y la
respuesta. Esta última no necesita ser satisfactoria; un emparejamiento sin consecuencias puede conducir al aprendizaje.
Guthrie (1952) rechazó la ley del efecto de Thorndike porque los satisfactores y los irritantes son
efectos de las acciones, por consiguiente, no pueden afectar el aprendizaje de conexiones previas,
sino sólo a las subsecuentes. Las recompensas podrían servir para evitar el desaprendizaje (olvido)
porque evitan el asociar respuestas nuevas con las señales del estímulo. En el experimento de Guthrie
y Horton (1946), la recompensa (escapar de la caja) sacaba al animal del contexto de aprendizaje y
evitaba la adquisición de nuevas asociaciones con la caja. De manera similar, el castigo provoca olvido
sólo si causa que el animal aprenda alguna otra cosa.
La contigüidad es una característica fundamental del aprendizaje escolar. Las tarjetas didácticas
ayudan a los estudiantes a aprender hechos aritméticos, ya que aprenden a asociar un estímulo (por
ejemplo, 4 × 4) con una respuesta (16). Las palabras de un idioma extranjero se asocian con sus
equivalentes en español y los símbolos químicos se asocian con los nombres de los elementos.
Formación y cambio de hábitos
Los hábitos son disposiciones aprendidas al repetir respuestas previas (Wood y Neal, 2007). Como los
hábitos son conductas establecidas ante muchas señales, los profesores que quieren que sus alumnos se comporten bien en la escuela necesitan vincular las reglas escolares con muchas señales. Es
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86
Capítulo 3
Tabla 3.2
Métodos que se utilizan para la investigación del cerebro.
Método
Explicación
Ejemplo
Del umbral
Se introduce un estímulo débil,
el cual se incrementa, pero
manteniéndose por debajo del
valor del umbral que produce la
respuesta indeseada.
Introducir el contenido académico en
bloques pequeños para los niños. La
duración de la sesión se incrementa de
manera gradual, pero nunca hasta el punto
en que los estudiantes se sientan frustrados
o aburridos.
Fatiga
Se obliga al niño a repetir la
Dar al niño que hace aviones de papel en
respuesta indeseada en presencia clase un paquete de hojas y pedirle que
del estímulo.
elabore un avión con cada hoja.
Respuesta incompatible
En presencia del estímulo se
pide al niño que dé una respuesta
incompatible con la respuesta
indeseada.
Emparejar las señales asociadas con el
salón de medios (o aula de medios) usando
la lectura más que la charla.
necesario relacionar la frase “hay que ser respetuosos con los demás” con el salón de clases, el laboratorio de cómputo, los pasillos, la cafetería, el gimnasio, el auditorio y el patio de juegos. Al aplicar esta
regla en cada uno de estos contextos, la conducta respetuosa de los estudiantes hacia los demás se
convierte en un hábito. Si ellos creen que sólo deben ser respetuosos en el salón de clases, entonces
esta conducta no se volverá habitual.
La clave para modiicar la conducta consiste en “encontrar las señales que inician la acción y practicar otra respuesta ante ellas” (Guthrie, 1952, p. 115). Guthrie identiicó tres métodos para eliminar
hábitos: el umbral, la fatiga y la respuesta incompatible (tabla 3.2). Aunque existen diferencias entre
ellos, todos presentan señales de una acción habitual, pero impiden que se realice (aplicación 3.4).
En el método del umbral la señal (estímulo) para modiicar el hábito (la respuesta indeseada) se
presenta a un nivel tan bajo que no provoca la respuesta, es decir, está por debajo del umbral de respuesta. Después, de manera gradual, se va aumentando la intensidad del estímulo hasta que alcance
toda su fuerza. Esto es porque, si desde el principio se presentara el estímulo con toda su intensidad,
la respuesta sería la conducta que se desea cambiar (el hábito). Por ejemplo, algunos niños responden
al sabor de las espinacas negándose a comerlas. Para modiicar este hábito, los padres podrían presentarles las espinacas en pedazos pequeños o mezcladas con alimentos que les gusten e incrementar
poco a poco la cantidad de espinacas que les dan.
En el método de la fatiga la señal para emitir la conducta se transforma en una señal para evitarla.
En este caso el estímulo se presenta con toda su fuerza y el individuo emite la respuesta indeseada
hasta que se siente exhausto. El estímulo entonces se convierte en una señal para no emitir la respuesta. Para modiicar la conducta de un niño que no para de lanzar juguetes, los padres podrían
ponerlo a lanzar juguetes hasta que ya no le parezca divertido (¡se necesitan ciertos límites!).
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Conductismo
87
APLICACIÓN 3.4
Eliminación de hábitos
El principio de contigüidad de Guthrie ofrece sugerencias prácticas para modiicar hábitos. Una
aplicación del método del umbral es el tiempo
que los niños pequeños dedican a actividades
académicas. Muchos de estos niños tienen periodos cortos de atención, lo que limita el tiempo
que pueden permanecer trabajando en una actividad. La mayoría de las actividades deben organizarse para que sólo duren de 30 a 40 minutos.
Sin embargo, al inicio del año escolar los periodos
de atención terminan con rapidez, provocando
problemas de conducta. Para aplicar la teoría de
Guthrie, un profesor podría, al inicio del año, limitar las actividades a un rango de 15 a 20 minutos.
Durante las siguientes semanas podría incrementar de manera gradual el tiempo que los alumnos
dedican a trabajar en una actividad especíica.
El método del umbral también se puede aplicar
a la enseñanza de los trazos y la escritura. Cuando
los niños aprenden a formar letras, sus movimientos
son imprecisos ya que carecen de coordinación motora ina. A eso se debe la amplitud de los renglones
en los cuadernos que usan los niños en esa etapa.
La intención es que puedan ajustar las letras a ese
espacio, pues si tuvieran que trabajar en renglones
estrechos desde el principio, las letras se saldrían del
espacio y esto les provocaría frustración. Una vez
que son capaces de formar letras dentro de los renglones amplios, pueden utilizar papel con renglones
más angostos, lo cual les ayuda a perfeccionar sus
habilidades.
Los docentes deben utilizar con sensatez
el método de la fatiga. A Jason le gusta hacer
aviones de papel y arrojarlos por el salón. Su
profesor podría sacarlo del salón de clases, entregarle un paquete de hojas y pedirle que elabore
aviones. Una vez que Jason haya hecho muchos
aviones la actividad perderá su atractivo y el papel dejará de ser una señal de la conducta de
construir aviones.
A algunos estudiantes les gusta correr por el
gimnasio cuando toman su primera clase de educación física. Utilizando el método de la fatiga, el
profesor de esta materia podría simplemente dejarlos que sigan corriendo cuando inicie la clase. En
poco tiempo se cansarán y dejarán de correr.
El método de la respuesta incompatible se puede emplear con alumnos que hablan y se comportan mal en el salón de medios. Leer y hablar son
actividades incompatibles. El profesor del salón de
medios podría pedirles que busquen libros interesantes y que los lean mientras están en el salón. Si a
los estudiantes les gusta leer, con el tiempo el salón
de medios se convertirá en una señal para seleccionar y leer libros, en lugar de una señal para hablar
con sus compañeros.
Un profesor de ciencias sociales tiene algunos
alumnos que por lo general no ponen atención en
clase. Él se dio cuenta de que usar el pizarrón y
diapositivas era muy aburrido, así que empezó a
incorporar otros elementos en las lecciones, por
ejemplo, experimentos, fragmentos de videos y debates, en un intento por involucrar a los estudiantes y aumentar su interés en el curso.
En el método de la respuesta incompatible, la señal de la conducta indeseable se empareja con
una respuesta que es incompatible con la respuesta indeseada, lo cual signiica que no es posible emitir las dos respuestas al mismo tiempo. La respuesta que se emparejará con la señal debe ser más atractiva para el individuo que la respuesta indeseada. El estímulo se convierte en una señal para dar la
respuesta alternativa. Un ejemplo de esto es cuando, para que las personas dejen de comer bocadillos
mientras ven la televisión, se les recomienda mantener las manos ocupadas realizando otra actividad,
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88
Capítulo 3
por ejemplo, coser, pintar, o resolver crucigramas. Con el tiempo la conducta de ver la televisión se
convierte en una señal para realizar una actividad diferente a comer bocadillos. La desensibilización
sistemática, que antes se describió, también utiliza respuestas incompatibles.
El castigo no es eicaz para modiicar hábitos (Guthrie, 1952). Aplicar un castigo después de
una respuesta no afecta la asociación estímulo-respuesta. El castigo que se aplica mientras se realiza una conducta podría interrumpir o suprimir el hábito, pero no modiicarlo, ya que este no establece
una respuesta alternativa ante el estímulo. La amenaza de castigo incluso podría resultar estimulante
y fomentar el hábito. Es mejor modiicar los hábitos negativos reemplazándolos por hábitos deseables
(es decir, respuestas incompatibles).
Como la teoría de Guthrie no incluye los procesos cognoscitivos, en la actualidad no se considera
una teoría viable del aprendizaje. Sin embargo, su énfasis en la contigüidad es vigente porque las
teorías de hoy hacen hincapié en este aspecto. Un elemento fundamental en las teorías cognoscitivas
es que las personas deben entender la relación que existe entre un estímulo (situación, eventos) y la
respuesta apropiada. Las ideas de Guthrie sobre la modiicación de hábitos se consideran inspiradoras
y ofrecen una buena guía general para todo aquel que desee desarrollar mejores hábitos.
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
Una teoría conductual reconocida es el condicionamiento operante planteado por B. F. (Burrhus
Frederic) Skinner (1904-1990). A inicios de la década de 1930, Skinner publicó una serie de trabajos
con los resultados de estudios de laboratorio realizados con animales, en los que identiicó los diversos componentes del condicionamiento operante. Skinner resumió gran parte de este trabajo pionero
en su importante libro La conducta de los organismos (Skinner, 1938).
Skinner aplicó estas ideas a problemas humanos. Desde el principio de su carrera, se interesó
por la educación y desarrolló máquinas de enseñanza e instrucción programada. En su obra La
tecnología de la enseñanza (Skinner, 1968), abordó temas como la instrucción, la motivación, la
disciplina y la creatividad. En 1948, después de un periodo difícil en su vida, publicó Walden dos,
donde describe cómo se pueden aplicar los principios conductuales para crear una sociedad utópica. Skinner (1971) estudió el problema de la vida moderna y aconsejó la aplicación de la tecnología conductual al diseño de las culturas en Más allá de la libertad y la dignidad. Él y otros autores
aplicaron los principios del condicionamiento operante en áreas tales como el aprendizaje y la disciplina escolar, el desarrollo infantil, la adquisición del lenguaje, la conducta social, la enfermedad
mental, los problemas médicos, el abuso de sustancias y la orientación vocacional (DeGrandpre,
2000; Karoly y Harris, 1986; Morris, 2003).
En su juventud Skinner quería ser escritor (Skinner, 1970):
Construí un pequeño estudio en el ático y empecé a trabajar. Los resultados fueron desastrosos. Desperdicié mi tiempo. Leí sin ningún propósito, construí barcos a escala, toqué el piano, escuché la recién
inventada radio, contribuí a la columna de humor de un periódico local pero casi no escribí nada más
y pensé en ver a un psiquiatra (p. 6).
Después de leer Relejos condicionados de Pavlov (1927) y El conductismo de Watson (1924) se
interesó por la psicología. Su carrera posterior tuvo una profunda repercusión en la psicología del
aprendizaje.
A pesar de admitir que “había fracasado como escritor porque no tenía nada importante que
decir” (Skinner, 1970, p. 7), se convirtió en un escritor prolíico que canalizó sus aspiraciones literarias en escritos cientíicos que abarcaron seis décadas (Lattal, 1992). Su dedicación a su profesión fue
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Conductismo
89
evidente en el discurso que dio ocho días antes de morir, cuando fue invitado a la convención de la
Asociación Psicológica Estadounidense (Holland, 1992; Skinner, 1990). La asociación lo honró con un
número especial de su publicación mensual American Psychologyst (American Psychology Association,
1992). Aunque su teoría ha sido impugnada por los teóricos actuales del aprendizaje porque no
puede explicar de manera adecuada el aprendizaje de orden superior y otras formas complejas de
aprendizaje (Bargh y Ferguson, 2000), su inluencia continúa debido a que los principios del condicionamiento operante se siguen aplicando para mejorar el aprendizaje y la conducta de los estudiantes
(Morris, 2003). Por ejemplo, en la conversación que se encuentra al inicio del capítulo, Leo utiliza los
principios del condicionamiento operante para controlar la mala conducta de sus alumnos. Emily y
Shayna, por otro lado, hablan de la importancia de los factores cognoscitivos.
Marco conceptual
En esta sección se analizan los supuestos del condicionamiento operante, la manera en que relejan
un análisis funcional de la conducta y las implicaciones de la teoría para la predicción y el control
de la conducta. La teoría y los principios del condicionamiento operante son complejos (Dragoi y
Staddon, 1999), por lo que en este capítulo sólo se estudian los principios más importantes para el
aprendizaje humano.
Supuestos cientíicos. Pavlov planteó que el aprendizaje tenía lugar en el sistema nervioso y consideró la conducta como una manifestación del funcionamiento neurológico. Skinner (1938) no negó
que el funcionamiento neurológico afecta el comportamiento, pero creía que una psicología de la
conducta puede entenderse en sus propios términos sin hacer referencia a aspectos neurológicos u
otros eventos internos.
También planteó objeciones similares a los procesos y las entidades no observables propuestas por las teorías cognoscitivas del aprendizaje modernas (Skinner, 1953). Los eventos privados, o
respuestas internas, sólo los puede conocer el individuo, pero es posible estudiarlos mediante las
expresiones verbales que ese individuo formula de tales eventos, debido a que esas expresiones
son formas de comportamiento (Skinner, 1953). Nunca negó la existencia de las actitudes, creencias,
opiniones, deseos y otras formas de autoconocimiento (después de todo, él mismo las tenía), sino
que evaluó su papel.
Las personas no experimentan la conciencia o las emociones, más bien lo hacen sus cuerpos, y las
reacciones internas son respuestas a estímulos internos (Skinner, 1987). Otro problema de los procesos internos es la diicultad para expresarlos en forma de lenguaje, ya que éste no capta por completo
las dimensiones de una experiencia interna (por ejemplo, el dolor). Gran parte de lo que se denomina
saber implica el uso del lenguaje (conducta verbal). Los pensamientos son tipos de conductas provocadas por otros estímulos (ambientales o privados) que producen respuestas (abiertas o cubiertas).
Cuando los eventos privados se maniiestan como conductas abiertas, es posible determinar el papel
que desempeñan en un análisis funcional.
Análisis funcional de la conducta. Skinner (1953) se reirió a estos medios para examinar la conducta
como análisis funcional:
Las variables externas de las que la conducta es una función brindan lo que podríamos llamar el análisis
causal o funcional. Nos encargamos de predecir y controlar el comportamiento del individuo, y ésta es
nuestra “variable dependiente”, el efecto del que buscamos la causa. Nuestras “variables independientes”,
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90
Capítulo 3
las causas de la conducta, son las condiciones externas de las que el comportamiento es una función.
Las relaciones entre ambas (las “relaciones de causa y efecto” en la conducta) son las leyes de la ciencia. Una síntesis de estas leyes, expresadas en términos cuantitativos, produce una imagen general del
organismo como un sistema de conducta (p. 35).
El aprendizaje es “la reclasiicación de las respuestas en una situación compleja”; condicionamiento se reiere “al fortalecimiento de la conducta que resulta del reforzamiento” (Skinner, 1953,
p. 65). Existen dos tipos de condicionamiento: el tipo E y el tipo R. El primero es el condicionamiento
pavloviano, que se caracteriza por el emparejamiento del estímulo reforzador (incondicionado) con
otro estímulo (condicionado). El condicionamiento tipo E destaca la importancia del estímulo en la
emisión de una respuesta por parte del organismo. La respuesta dada al estímulo que origina la respuesta se conoce como conducta correspondiente.
Aun cuando el condicionamiento tipo E podría explicar las reacciones emocionales condicionadas, la mayoría de las conductas humanas, más que ser provocadas de manera automática por ellas,
son emitidas en la presencia de estímulos. Las respuestas son controladas por sus consecuencias y no
por estímulos antecedentes. Este tipo de comportamiento, al que Skinner llamó tipo R para destacar el
aspecto de la respuesta, es conducta operante porque opera en el ambiente para producir un efecto.
Si la ocurrencia de una conducta operante es seguida por la presentación de un estímulo reforzador, su fuerza se incrementa... Si la ocurrencia de una conducta operante, ya fortalecida a través de
condicionamiento, no es seguida por el estímulo reforzador, su fuerza disminuye (Skinner, 1938, p. 21).
Podríamos considerar la conducta operante como “aprender haciendo” y, de hecho, gran parte
del aprendizaje ocurre cuando presentamos conductas (Lesgold, 2001). A diferencia de la conducta
correspondiente, que no ocurre antes del condicionamiento, la probabilidad de ocurrencia de una
conducta operante nunca es cero, ya que se debe emitir la respuesta para recibir el reforzamiento.
El reforzamiento cambia la probabilidad o la tasa de ocurrencia de la respuesta. Las conductas operantes actúan sobre el ambiente y su probabilidad de ocurrencia aumenta o disminuye debido al
reforzamiento.
Procesos básicos
En esta sección se examinan los procesos básicos del condicionamiento operante: reforzamiento,
extinción, reforzadores primarios y secundarios, principio de Premack, castigo, programas de reforzamiento, generalización y discriminación.
Reforzamiento. El reforzamiento es el responsable de fortalecer la respuesta, es decir, se reiere al
incremento de la tasa de respuesta o al aumento de la probabilidad de que ocurra la respuesta. Un
reforzador (o estímulo reforzante) es cualquier estímulo o evento que sigue a una respuesta y que provoca su fortalecimiento. Los reforzadores (recompensa) se deinen con base en sus efectos, los cuales
no dependen de procesos mentales, como la conciencia, las intenciones o las metas (Schultz, 2006).
Puesto que los reforzadores se deinen por sus efectos, no es posible determinarlos de antemano.
La única manera de saber si cierto acontecimiento refuerza o no a cierto organismo en ciertas
condiciones, consiste en hacer una prueba directa. Observamos la frecuencia de una respuesta elegida, hacemos que un evento sea contingente a su emisión y vemos si cambia la frecuencia. Si hay
un cambio, clasiicamos el acontecimiento como reforzador para el organismo en esas condiciones
(Skinner, 1953, pp. 72-73).
Los reforzadores son especíicos de las situaciones: se aplican a individuos en momentos especíicos y en condiciones determinadas. Lo que refuerza a un estudiante en particular durante una clase de
lectura tal vez no lo haga en la de matemáticas o en otra clase de lectura. A pesar de su especiicidad,
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Conductismo
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es posible predecir, hasta cierto punto, los estímulos y acontecimientos que refuerzan la conducta
(Skinner, 1953). Por lo general los alumnos consideran reforzantes eventos como los elogios del profesor, el tiempo libre, los privilegios, las estampas y las altas caliicaciones. Sin embargo, nunca podemos tener plena certeza de que una consecuencia será reforzante hasta que ésta se presenta después
de una respuesta y vemos que cambia la conducta.
El modelo de condicionamiento operante básico es la contingencia de tres términos:
ED → R → ER
Un estímulo discriminativo (E D) da pie a que se emita una respuesta (R), la cual va seguida por
un estímulo reforzante (E R o reforzamiento). El estímulo reforzante es cualquier estímulo (acontecimiento, consecuencias) que incrementa la probabilidad de que la respuesta será emitida en el futuro
cuando el estímulo discriminativo esté presente. En términos más sencillos, podríamos denominarlo modelo A-B-C:
A (antecedente) → B (conducta) → C (consecuencia)
El reforzamiento positivo implica presentar un estímulo, o añadir algo a una situación, después de
una respuesta, lo que aumenta la probabilidad de que esa respuesta ocurra en el futuro en la misma
situación. Un reforzador positivo es un estímulo que, cuando se presenta después de una respuesta,
aumenta la probabilidad de que esa respuesta ocurra en el futuro en la misma situación. En la plática
inicial, Leo utiliza reforzadores positivos para la buena conducta (tabla 3.3).
Tabla 3.3
Los procesos de reforzamiento y castigo.
ED →
R→
ER →
Estímulo discriminativo
Respuesta
Estímulo reforzante (punitivo)
Reforzamiento positivo (presentación del reforzador positivo)
P asigna tiempo de estudio independiente
A estudia*
P elogia a A por su buen trabajo
Reforzamiento negativo (retiro de un reforzador negativo)
P asigna tiempo de estudio independiente
A estudia
P le dice a A que no le va a dejar tarea
Castigo (presentación de un reforzador negativo)
P asigna tiempo de estudio independiente
A pierde el tiempo
P le asigna tarea para la casa
A pierde el tiempo
P le dice a A que no tendrá tiempo libre
Castigo (retiro de un reforzador positivo)
P asigna tiempo de estudio independiente
*P se reiere al profesor y A al aprendiz.
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Capítulo 3
El reforzamiento negativo implica retirar un estímulo o quitar algo de una situación después de
una respuesta, lo cual incrementa la probabilidad de que esa respuesta ocurra en el futuro en la misma
situación. Un reforzador negativo es un estímulo que, al ser eliminado por una respuesta, incrementa
la probabilidad de que esa respuesta ocurra en el futuro en la misma situación. Algunos estímulos
que a menudo funcionan como reforzadores negativos son las luces brillantes, los ruidos fuertes, las
críticas, las personas molestas y las caliicaciones bajas, ya que las conductas que los eliminan tienden
a ser reforzantes. El reforzamiento positivo y el negativo producen el mismo efecto: aumentan la probabilidad de que la respuesta se repita en el futuro en la presencia del estímulo.
Para ilustrar estos procesos, suponga que un profesor tiene una sesión de preguntas y respuestas
con la clase. El docente plantea una pregunta (ED o A), señala a un estudiante que de manera voluntaria desea dar la respuesta correcta (R o B), por lo que a cambio recibe un elogio (ER o C). Si el hecho
de ofrecerse como voluntario para responder aumenta o permanece a un nivel alto, el elogio es un
reforzador positivo y éste es un ejemplo de reforzamiento positivo debido a que el elogio incrementó
la conducta de responder voluntariamente. Ahora suponga que, después de que un alumno da una
respuesta correcta, el profesor le dice que está exento de hacer la tarea. Si la conducta de ofrecerse
como voluntario aumenta o permanece a un nivel alto, la tarea es un reforzador negativo y éste es
un ejemplo de reforzamiento negativo, ya que la eliminación de la tarea incrementó la conducta de
ofrecerse como voluntario. En la aplicación 3.5 se muestran otros ejemplos de reforzamiento positivo
y negativo.
APLICACIÓN 3.5
Reforzamiento positivo y negativo
Los profesores pueden utilizar los reforzamientos
positivo y negativo para motivar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades y a dedicar más
tiempo a las tareas. Por ejemplo, al enseñar los
conceptos en una unidad de ciencias, el docente podría pedirles a los alumnos que respondan
preguntas al inal del capítulo. También podría organizar centros de actividades alrededor del salón
de clases que incluyan experimentos prácticos relacionados con la lección. Los estudiantes pasarían
por todos los centros y realizarían los experimentos
de manera contingente a la respuesta correcta de
las preguntas del capítulo (reforzamiento positivo).
Esta contingencia releja el principio de Premack,
que consiste en brindar la oportunidad de participar en una actividad (experimentos) más valorada
como reforzador después de realizar una actividad
menos valorada (responder preguntas del capítulo). A los estudiantes que respondan correctamente
80 por ciento de las preguntas, y que participen en
un mínimo de dos experimentos, no se les dejará
tarea. Esto funcionaría como reforzamiento negativo en la medida en que los educandos perciban
las tareas para realizar en casa como un reforzador
negativo.
El orientador de secundaria que trabaja con
un estudiante para mejorar su conducta en la clase
podría pedirle a cada uno de sus profesores que
contesten “sí” o “no” a reactivos relacionados con
su conducta en clase durante ese día (aceptable,
inaceptable). Por cada “sí” el estudiante recibe un
minuto de estancia en el laboratorio de cómputo
para divertirse con juegos de computadora (reforzamiento positivo para este estudiante). Al inal
de la semana, el alumno podría utilizar el tiempo
ganado después del almuerzo. Además, si obtiene
un mínimo de 15 minutos en el laboratorio, no
tendría que llevar a su casa una nota de mala conducta para que sus padres la irmen (esto supone
que el estudiante percibe a la nota de mala conducta como un reforzador negativo).
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Conductismo
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Extinción. La extinción se reiere a la disminución de la fuerza de la respuesta debido a la falta de reforzamiento. Los estudiantes que levantan la mano en clase pero nunca son elegidos podrían determinar
ya no hacerlo. Las personas que envían muchos mensajes por correo electrónico a la misma persona
sin nunca recibir respuesta podrían, con el tiempo, dejar de enviarle mensajes.
La rapidez de la extinción depende del historial de reforzamiento (Skinner, 1953). La extinción
ocurre con rapidez si pocas respuestas previas han sido reforzadas. La emisión de respuestas dura
mucho más tiempo cuando hay un largo historial de reforzamientos. La extinción no es sinónimo del
olvido. Las respuestas extinguidas podrían emitirse, y si esto no ocurre es por la falta de reforzamiento.
En los ejemplos anteriores, los estudiantes aún saben cómo levantar la mano y las personas saben
cómo enviar mensajes por correo electrónico. El olvido implica una verdadera pérdida del condicionamiento con el paso del tiempo, en el que no han habido oportunidades de responder.
Reforzadores primarios y secundarios. Los estímulos como la comida, el agua y el refugio se denominan reforzadores primarios porque son necesarios para sobrevivir. Los reforzadores secundarios son
estímulos que se condicionan asociándolos con reforzadores primarios. El vaso de leche favorito de
un niño se convierte en un reforzador secundario a través de su asociación con la leche (un reforzador
primario). Un reforzador secundario que se empareja con más de un reforzador primario es un reforzador generalizado. Las personas trabajan muchas horas para ganar dinero (un reforzador generalizado),
el cual utilizan para comprar muchos reforzadores (como comida, vivienda, televisores y vacaciones).
El condicionamiento operante explica el desarrollo y el mantenimiento de muchas conductas sociales con reforzadores generalizados. Los niños suelen comportarse de ciertas formas para atraer la
atención de los adultos. La atención es reforzante porque está relacionada con reforzadores primarios
proporcionados por los adultos (por ejemplo, comida, agua y protección). Los reforzadores educativos
generalizados importantes son el elogio de los profesores, las altas caliicaciones, los privilegios, los
honores y los títulos. A menudo estos reforzadores están relacionados con otros reforzadores generalizados, como la aprobación de los padres y los amigos, y el dinero (un título universitario permite
tener un buen trabajo y dinero).
Principio de Premack. Recuerde que dijimos que una consecuencia conductual es reforzante sólo si
después de aplicarla vemos que sí afecta la conducta futura. Hasta cierto punto es complicado que
debamos utilizar el sentido común o el ensayo y el error para elegir los reforzadores, ya que no
podemos garantizar de antemano si una consecuencia funcionará como reforzador.
Premack (1962, 1971) describió un medio para ordenar los reforzadores que nos permite predecirlos. El principio de Premack dice que la oportunidad de participar en una actividad más valiosa
refuerza la participación en una actividad menos valiosa, y “valor” se deine en términos de la cantidad de respuesta o de tiempo dedicado a la actividad en ausencia de reforzamiento. Si se ordena una
contingencia de modo que el valor del segundo evento (contingente) es mayor que el valor del primer
evento (instrumental), se espera que haya una mayor probabilidad de ocurrencia del primer evento
(supuesto de recompensa). Si el valor del segundo evento es menor que el del primero, se espera que
disminuya la probabilidad de ocurrencia del primero (supuesto de castigo).
Suponga que a un niño se le permite elegir entre trabajar en un proyecto de arte, asistir al salón
de medios, leer un libro en el salón de clases o trabajar en la computadora. Durante el transcurso de
10 de estas decisiones, el niño va al salón de medios seis veces, trabaja en la computadora tres veces,
trabaja en un proyecto de arte una vez y nunca lee un libro en el salón de clases. Este niño considera
más valiosa la oportunidad de visitar el salón de medios. Para aplicar el principio de Premack, un
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Capítulo 3
profesor podría decirle al niño. “Cuando termines de leer este libro, puedes ir al salón de medios”.
Una gran cantidad de evidencia empírica apoya las ideas de Premack, especialmente en lo que
respecta al supuesto de recompensa (Dunham, 1977).
El principio de Premack brinda la guía para elegir reforzadores eicaces: observar lo que la gente
hace cuando tiene que tomar una decisión y ordenar esas conductas en términos de probabilidad. El
orden no es permanente, ya que el valor de los reforzadores puede cambiar. Cualquier reforzador que
se aplique con mucha frecuencia puede provocar saciedad y reducir las respuestas. Los profesores
que utilizan el principio de Premack necesitan veriicar las preferencias de los estudiantes de manera
periódica observándolos y preguntándoles lo que les gusta hacer. Determinar con anterioridad cuáles
son los reforzadores que podrían ser eicaces en una situación es fundamental en la planeación de un
programa de modiicación de conducta (Timberlake y Farmer-Dougan, 1991).
Castigo. El castigo disminuye la probabilidad futura de responder ante un estímulo. El castigo puede
incluir el retiro de un reforzador positivo o la presentación de un reforzador negativo después de
una respuesta, tal como se muestra en la tabla 3.3. Suponga que durante una sesión de preguntas
y respuestas un estudiante molesta de manera repetida a un compañero cuando el docente no está
observando (el profesor no observa = E D o A; mala conducta = R o B). El profesor detecta la mala
conducta y dice: “Deja de molestarlo” (E R o C). Si el alumno deja de molestar al compañero, la crítica
del profesor sirve como reforzador negativo, en cuyo caso se trata de un ejemplo de castigo porque
la crítica disminuyó la mala conducta. Sin embargo, observe que desde la perspectiva del docente se
trata de un ejemplo de reforzamiento negativo (mala conducta = E D o A; crítica = R o B; in de la mala
conducta = E R o C). Dado que el profesor fue reforzado negativamente, es probable que continúe
criticando la mala conducta del estudiante.
Suponga que en lugar de criticar al alumno, el profesor le dice: “Tendrás que quedarte en el salón
durante el recreo”. Si la mala conducta del alumno cesa, el recreo opera como un reforzador positivo
y este sería un ejemplo de castigo debido a que la pérdida del recreo elimina la mala conducta. Como
antes, la eliminación de la mala conducta del estudiante es un reforzador negativo para el profesor.
El castigo suprime una respuesta, pero no la elimina; cuando la amenaza o el castigo se retiran,
la respuesta castigada podría regresar. Los efectos del castigo son complejos, ya que a menudo éste
provoca respuestas incompatibles con la conducta castigada que son demasiado fuertes para ser suprimidas (Skinner, 1953). Golpear a un niño por comportarse mal puede producirle culpa y temor,
lo cual podría suprimir la conducta. Si el niño tuviera un mal comportamiento en el futuro, la culpa
y el miedo condicionados podrían reaparecer y provocar que de inmediato deje de comportarse
mal. El castigo también condiciona respuestas que conducen al escape o a evitar el castigo. Los estudiantes que se ofrecen voluntariamente a responder las preguntas del profesor pero reciben críticas
por equivocarse en sus respuestas, aprenden con rapidez a no levantar la mano para responder. El
castigo podría condicionar conductas desadaptadas, ya que no enseña una conducta más productiva.
Además, el castigo podría limitar el aprendizaje al crear un conlicto tal que el individuo vacile entre
responder de una u otra manera. Si el profesor a veces critica y a veces no critica a los estudiantes
por dar respuestas incorrectas, los alumnos nunca saben cuándo vendrán las críticas. Un comportamiento tan variable podría tener efectos emocionales (como miedo, enojo y llanto) que interieran
con el aprendizaje.
El castigo se utiliza a menudo en las escuelas para manejar las interrupciones. Los castigos más
comunes son la pérdida de privilegios, el tener que salir del salón de clases, la suspensión dentro y
fuera de la escuela y la expulsión (Maag, 2001). Sin embargo, existen muchas opciones al castigo (tabla
3.4). Una es cambiar los estímulos discriminativos para la conducta indeseable. Por ejemplo, es común
que los estudiantes que se sientan hasta atrás en el salón de clases se comporten mal. En este caso los
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Conductismo
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Tabla 3.4
Opciones al castigo.
Opción
Ejemplo
Cambiar los estímulos discriminativos.
Alejar al estudiante con mala conducta de otros alumnos
con mal comportamiento.
Permitir que continúe la conducta
indeseada.
Permitirle al estudiante que está de pie (cuando debe estar
sentado) que continúe de pie.
Extinguir la conducta indeseable.
Ignorar las fallas menores para evitar reforzarlas al prestarles
atención.
Condicionar una conducta incompatible.
Reforzar el progreso en el aprendizaje, lo que ocurre únicamente
cuando el estudiante no tiene un mal comportamiento.
profesores podrían cambiar el estímulo discriminativo pasando al estudiante con mala conducta al
frente del salón. Otra opción, similar al método de la fatiga de Guthrie, es permitir que la conducta
indeseada continúe hasta que el individuo se sacie. Un padre podría dejar que un niño que hace un
berrinche continúe haciéndolo hasta que se fatigue. Una tercera opción es extinguir una conducta
indeseable ignorándola. Esto puede funcionar bien con faltas menores (como cuchichear en clase),
pero cuando todo el grupo tiene mala conducta los profesores necesitan actuar de otras maneras. La
cuarta opción es condicionar una conducta incompatible con reforzamiento positivo. Cuando el docente elogia los hábitos de trabajo productivos ayuda a condicionar tales hábitos. La principal ventaja
de esta opción sobre el castigo es que le enseña al estudiante cómo comportarse de forma adaptativa.
Programas de reforzamiento. Los programas se reieren al momento en que se aplica el reforzamiento
(Ferster y Skinner, 1957; Skinner, 1938; Zeiler, 1977). En un programa continuo se refuerza cada respuesta correcta, lo cual podría ser deseable mientras se adquieren habilidades: los estudiantes reciben
retroalimentación después de cada respuesta con respecto a la precisión de su trabajo. El reforzamiento continuo ayuda a asegurar que no se aprendan respuestas incorrectas.
En un programa intermitente se refuerzan algunas respuestas correctas, pero no todas. Este tipo
de programa es común en los salones de clases porque por lo general es imposible que el profesor
refuerce a cada alumno por cada respuesta correcta o deseable. Los estudiantes no son elegidos cada
vez que levantan la mano, no reciben un elogio después de resolver cada problema ni se les dice
constantemente que se están comportando de manera apropiada.
Los programas intermitentes se deinen en términos de tiempo o del número de respuestas. Un
programa de intervalo implica reforzar la primera respuesta correcta después de un periodo especíico. En un programa de intervalo ijo (IF), el intervalo de tiempo entre un reforzamiento y otro permanece constante. Un programa IF5 signiica que el reforzamiento se aplica ante la primera respuesta
emitida después de cinco minutos. Los estudiantes que reciben 30 minutos de tiempo libre cada
viernes (contingente a un buen comportamiento durante la semana) operan bajo un programa de
intervalo ijo. En un programa de intervalo variable (IV) el intervalo de tiempo varía de una ocasión a
otra alrededor de algún valor promedio. Un programa IV5 signiica que la primera respuesta correcta
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Capítulo 3
emitida se reforzará después de cinco minutos, en promedio, aunque el intervalo varía (por ejemplo
entre 2, 3, 7 y 8 minutos). Los estudiantes que reciben 30 minutos de tiempo libre (contingentes a un
buen comportamiento) una vez por semana, en promedio, pero no necesariamente el mismo día de
cada semana, están sometidos a un programa de intervalo variable.
Un programa de razón depende del número de respuestas correctas o tasa de respuestas. En
un programa de razón ija (RF) se refuerza cada enésima respuesta correcta, donde n es constante.
Un programa RF10 signiica que el reforzamiento se recibe cada décima respuesta correcta. En un
programa de razón variable (RV) se refuerza cada enésima respuesta correcta, pero el valor varía
alrededor de un número promedio n. Un profesor podría otorgar tiempo libre por cada cinco tareas
completadas en el libro de trabajo (RF5), o periódicamente alrededor de un promedio de cinco
tareas completadas (RV5).
Los programas de reforzamiento producen patrones característicos de respuesta, tal como se muestra en la igura 3.3. En general los programas de razón producen tasas de respuesta más altas que los
programas de intervalo. Un factor limitante de los programas de razón es la fatiga debida a la rapidez
de las respuestas. Los programas de intervalo ijo producen un patrón festoneado. La respuesta cae inmediatamente después del reforzamiento, pero se eleva hacia el inal del intervalo entre los refuerzos.
El programa de intervalo variable produce una tasa estable de respuestas. Los exámenes sorpresa operan conforme estos programas, y generalmente logran que los alumnos estudien con regularidad. Los
programas intermitentes son más resistentes a la extinción que los continuos: cuando el reforzamiento
se suspende, la respuesta continúa durante mucho tiempo si se ha reforzado de forma intermitente en
vez de continua. La durabilidad de los programas intermitentes se puede ver en la conducta persistente de individuos en situaciones como la pesca, el juego en máquinas tragamonedas y las compras
con regateo.
Generalización. Una vez que cierta respuesta ocurre con regularidad ante un estímulo dado, la respuesta
también podría presentarse ante otros estímulos. A esto se le llama generalización (Skinner, 1953).
= Reforzador proporcionado
RF
Altas
RV
IF
Respuestas acumulativas
Figura 3.3
Patrones de respuesta de acuerdo con
diferentes programas de reforzamiento.
Nota: RV = razón variable; RF = razón
ija; IF = intervalo ijo; IV = intervalo
variable.
IV
Bajas
Tiempo
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La generalización plantea un problema a la teoría operante, ya que una respuesta no debería presentarse en una situación en la que nunca ha sido reforzada. Skinner explicó la generalización señalando que
las personas realizan muchas conductas que conducen a la respuesta inal (reforzada). Estas conductas
componentes suelen formar parte de las cadenas de conducta de diferentes tareas y, por lo tanto, son
reforzadas en diferentes contextos. Cuando el individuo se encuentra en una situación nueva, es probable que emita las conductas componentes, lo cual produce una respuesta precisa o la adquisición
rápida de la respuesta correcta.
Por ejemplo, los estudiantes con buenos hábitos escolares suelen asistir a clases, participar en las actividades, tomar notas, leer lo que se les pide y realizar todas las tareas. Estas conductas componentes
producen un buen aprovechamiento y caliicaciones altas. Cuando estos alumnos empiezan una clase
nueva, no es necesario que el contenido sea similar a las clases a las que han asistido anteriormente.
En vez de eso, las conductas componentes han recibido reforzadores de forma repetida, por lo que es
muy probable que se generalicen al nuevo contexto.
Sin embargo, la generalización no ocurre de manera automática. O´Leary y Drabman (1971) airmaron que la generalización “debe programarse como cualquier otro cambio conductual” (p. 393).
Uno de los problemas de muchos programas de modiicación conductual es que cambian el comportamiento pero las nuevas conductas no se generalizan más allá del contexto del adiestramiento.
O´Leary y Drabman (1971) sugieren formas para facilitar la generalización (tabla 3.5 y aplicación 3.6).
Discriminación. La discriminación, el proceso complementario de la generalización, implica responder
de forma diferente (en intensidad o frecuencia), dependiendo del estímulo o de las características de
una situación (Rilling, 1977). Aunque los profesores esperan que sus estudiantes generalicen lo que
Tabla 3.5
Sugerencias para facilitar la generalización.
Participación de los padres
Comunicar a los estudiantes que son capaces de tener un buen
desempeño.
Altas expectativas
Comunicar a los estudiantes que son capaces de tener un buen
desempeño.
Autoevaluación
Enseñar a los alumnos a vigilar y a evaluar su comportamiento.
Contingencias
Quitar las contingencias artiiciales (por ejemplo, los puntos),
y sustituirlas por contingencias naturales (privilegios).
Participación
Permitir que los estudiantes participen en la especiicación de las
conductas a reforzar y en las contingencias del reforzamiento.
Aspectos académicos
Ofrecer un buen programa académico, ya que muchos alumnos
con problemas de conducta presentan deiciencias escolares.
Beneicios
Mostrar a los estudiantes cómo se beneiciarán con los cambios
conductuales vinculando estos últimos con las actividades de interés.
Reforzamiento
Reforzar a los estudiantes en diferentes ambientes para reducir
la discriminación entre situaciones reforzadas y no reforzadas.
Consistencia
Preparar a los profesores de las clases regulares para que continúen
moldeando la conducta de los estudiantes que participaron en clases
especiales después de que regresan al programa regular.
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Capítulo 3
APLICACIÓN 3.6
Generalización
La generalización puede fomentar el desarrollo de
habilidades en diferentes materias. Localizar las ideas
principales es fundamental para las clases de literatura, estudios sociales, matemáticas (problemas) y otros
contenidos. Un profesor de literatura podría enseñar
a los estudiantes una estrategia para encontrar las
ideas principales. Una vez que los alumnos la dominan, el docente les explica cómo modiicarla para
utilizarla en otras materias académicas, y luego les
pide que piensen qué usos podría tener. Al enseñar
bien la estrategia en un área y facilitar las aplicaciones
potenciales en otros campos, los profesores ahorran
tiempo y esfuerzo porque no necesitan enseñar la
estrategia en cada área de contenido.
La enseñanza de las conductas esperadas (por
ejemplo, cómo caminar en los pasillos y levantar la
mano para hablar) también se puede generalizar.
Por ejemplo, si todos los profesores de séptimo
grado decidieran pedirles a los estudiantes que
utilicen el mismo formato de encabezado en sus
trabajos bastaría con que lo explicaran en una clase. Luego, les podrían pedir que utilicen el mismo
formato (con modiicaciones mínimas) en las demás clases.
aprenden a otras situaciones, también desean que respondan con discriminación. Es probable que los
profesores quieran que los alumnos, cuando resuelvan problemas matemáticos, adopten un método
general de solución de problemas que incluya etapas como determinar la información recibida y la
información necesaria, dibujar un esquema y generar fórmulas útiles. Los docentes también esperan
que los educandos aprendan a discriminar distintos tipos de problemas (por ejemplo, de área, tiempofrecuencia-distancia, tasa de interés, etc.). La capacidad de identiicar con rapidez el tipo de problema
incrementa el éxito de los alumnos.
Spence (1936) propuso que, para enseñar la discriminación, las respuestas deseadas deben reforzarse y las respuestas no deseadas deben extinguirse retirando el reforzador. En la escuela los
profesores señalan las semejanzas y las diferencias entre contenidos similares y proporcionan repasos
periódicos para asegurarse de que los estudiantes discriminan adecuadamente y aplican de manera
correcta los métodos para la solución de problemas.
Por lo general se piensa que los errores son perjudiciales y provocan el aprendizaje de respuestas
incorrectas. Esto sugiere que deberíamos tratar de que los alumnos cometan el menor número posible
de errores. La necesidad de eliminar todos los errores es tema de debate. Los estudios sobre la motivación revelan que los estudiantes que aprenden a enfrentarse a los errores de manera adaptativa
son más persistentes en las tareas difíciles que los alumnos que han tenido un aprendizaje sin errores
(Dweck, 1975; véase el capítulo 8).
Cambio conductual
El reforzamiento se puede aplicar por emitir las respuestas correctas sólo cuando las personas saben
lo que deben hacer. Sin embargo, a menudo las respuestas operantes no existen de forma terminada y
pulida. Si los profesores esperan a entregar el reforzador hasta que los estudiantes emitan las respuestas adecuadas, muchos nunca recibirían reforzadores porque nunca adquirirían las respuestas. Ahora veremos cómo ocurre el cambio conductual en el condicionamiento operante, el cual tiene implicaciones
importantes para el aprendizaje.
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Conductismo
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Aproximaciones sucesivas (moldeamiento). El método básico del condicionamiento operante para el
cambio conductual es el moldeamiento, o el reforzamiento diferencial de las aproximaciones sucesivas
hacia la forma o frecuencia deseada de la conducta (Morse y Kelleher, 1977). Para moldear la conducta,
se siguen los pasos que se listan a continuación:
n
n
n
n
n
Identiicar lo que el estudiante es capaz de hacer ahora (conducta inicial).
Identiicar la conducta deseada.
Identiicar los reforzadores potenciales en el ambiente del estudiante.
Separar la conducta deseada en pequeños pasos para ser dominados de manera secuencial.
Llevar al estudiante desde la conducta inicial hasta la conducta deseada reforzando de manera
sucesiva cada aproximación hacia el comportamiento deseado.
Moldear signiica aprender haciendo con una retroalimentación correctiva. Un ejemplo natural
del moldeamiento se observa cuando un alumno trata de encestar una canasta desde un punto de
la cancha. El primer tiro no llega a la canasta; la segunda vez, tira más duro y la pelota golpea el
tablero; la tercera vez, no tira con tanta fuerza y la pelota golpea el lado derecho del aro y se sale;
en el cuarto intento, el estudiante envía tan duro el balón como en el tercer intento, pero hacia
la izquierda, por lo que la pelota golpea el lado izquierdo del aro y se sale; por último, lanza con la
misma fuerza pero ligeramente hacia la derecha y encesta. De manera gradual el tiro fue acercándose hacia una forma precisa.
El moldeamiento se podría aplicar de manera sistemática con un estudiante hiperactivo que sólo
es capaz de trabajar un par de minutos en una tarea antes de distraerse. La meta consiste en moldear
su conducta para que trabaje de forma ininterrumpida durante 30 minutos. Al principio el profesor
lo refuerza cuando trabaja de manera productiva durante dos minutos. Después de varios intervalos
exitosos de dos minutos, el criterio para recibir el reforzador se eleva a tres minutos. Suponiendo que
el estudiante trabaje de forma ininterrumpida durante varios periodos de tres minutos, el criterio se
incrementa a cuatro minutos. Este proceso continúa hasta alcanzar la meta, que son los 30 minutos,
siempre y cuando el alumno se desempeñe de manera coniable al nivel del criterio. Si enfrenta diicultades en algún momento, el criterio para el reforzador se disminuye a un nivel en el que pueda
seguir desempeñándose con éxito.
Una de las habilidades académicas susceptible de moldearse es el aprendizaje de la tabla del 6.
Un estudiante actualmente sólo sabe que 6 × 1 5 6 y 6 × 2 5 12. Para ganarse el reforzador, debe
repetir las dos multiplicaciones y 6 × 3 5 18 de forma correcta. Una vez que puede hacerlo, el criterio
para recibir el reforzador se incrementa para incluir 6 × 4 5 24. Este proceso continúa hasta que repite
todas las multiplicaciones hasta 6 × 10 5 60.
Encadenamiento. La mayoría de las acciones humanas son complejas e incluyen varias contingencias
de tres términos (A-B-C) vinculadas de forma sucesiva. Por ejemplo, lanzar una pelota de basquetbol
requiere botar ésta, girar, ponerse en posición, saltar y lanzar la pelota. Cada respuesta altera el entorno y esta condición alterada sirve como estímulo para la siguiente respuesta. El encadenamiento es
el proceso de producir o alterar algunas de las variables que funcionan como estímulos para las respuestas futuras (Skinner, 1953). Una cadena consta de una serie de operantes, cada uno de los cuales
da origen a más respuestas.
Considere al estudiante que resuelve una ecuación algebraica, por ejemplo, 2x 2 10 5 4. El término 210 sirve como E D, ante el cual el alumno emite la respuesta apropiada (R, sumar 10 en ambos
lados de la ecuación). Este producto (2x 5 14) es el E R y también el E D para la siguiente respuesta
(dividir ambos lados de la ecuación entre 2) para resolver la ecuación (x 5 7). Este estímulo sirve
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100
Capítulo 3
como E D para pasar a la siguiente ecuación. Las operaciones que se realizan para cada ecuación constituyen una cadena, y el conjunto completo de problemas constituye una cadena.
Las cadenas son similares a los actos de Guthrie, mientras que las contingencias individuales de
tres términos se asemejan a los movimientos. Algunas cadenas adquieren una unidad funcional; la cadena es una secuencia integrada, de manera que su realización exitosa deine una habilidad. Cuando
las habilidades están bien desarrolladas, la ejecución de una cadena ocurre de manera automática.
Montar en bicicleta consta de varios actos discretos, sin embargo, un piloto exitoso realiza esto con
muy poco o ningún esfuerzo consciente. Este tipo de automatismo suele estar presente en las habilidades cognoscitivas, como leer y resolver problemas matemáticos. El encadenamiento desempeña un
papel fundamental en la adquisición de habilidades (Gollub, 1977; Skinner, 1978).
Modiicación conductual
La modiicación conductual (o terapia conductual) se reiere a la aplicación sistemática de los principios del aprendizaje conductual para facilitar comportamientos adaptativos (Ullman y Krasner, 1965).
La modiicación conductual se ha utilizado con adultos y niños en contextos tan diversos como salones de clases, ambientes de orientación, prisiones y hospitales mentales. Se ha utilizado para tratar fobias, lenguaje disfuncional, conductas perturbadoras, interacciones sociales negativas, crianza infantil
inadecuada y bajos niveles de autocontrol (Ayllon y Azrin, 1968; Becker, 1971; Keller y Ribes-Inesta,
1974; Ulrich, Stachnik y Mabry, 1966). Lovas (1977) utilizó de manera exitosa la modiicación conductual para enseñar el lenguaje a niños autistas. En la aplicación 3.7 se muestran algunas aplicaciones
para el salón de clases.
APLICACIÓN 3.7
Modiicación conductual
La modiicación conductual para los estudiantes
problemáticos es difícil porque rara vez muestran
las respuestas apropiadas para darles reforzamiento
positivo. Un profesor podría utilizar el moldeamiento para tratar un comportamiento especialmente molesto. Kathy Stone ha tenido problemas
con Erik, ya que se la pasa empujando a otros
alumnos cuando se forman para dirigirse a alguna
zona de la escuela. En este caso, cuando la clase
haya avanzado un poco la profesora Stone podría
informarle a Erik que si se mantiene en la ila sin
empujar, irá a la cabeza de la ila en el viaje de
regreso; sin embargo, si empuja a alguien, se tendrá que salir de inmediato de la ila. Este procedimiento podría repetirse hasta que el alumno pueda
controlarse en distancias cortas. Luego, ella podría
permitirle caminar con el grupo durante
recorridos cada vez más largos, hasta que se comporte bien en la ila sea cual sea la distancia a recorrer.
Sarah, otra alumna de Kathy Stone, con frecuencia entrega trabajos descuidados, sucios, rotos
y apenas legibles. Para ayudar a Sarah, la docente
podría utilizar reforzadores generalizados, como
estampas especiales intercambiables por diversos
privilegios. Deberá decirle que obtendrá una estampa si entrega un trabajo limpio, otra si no tiene
roturas y una tercera si carece de tachaduras y borrones. Una vez que Sarah empiece a mejorar, la
profesora podría cambiar de manera gradual a recompensar otras áreas que requieran mejoría (por
ejemplo, redacción del trabajo o puntualidad en la
entrega).
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Conductismo
101
Técnicas. Las técnicas básicas de la modiicación conductual incluyen el reforzamiento de las conductas
deseadas y la extinción de las no deseadas. Pocas veces se aplica el castigo, pero cuando se emplea
por lo general se retira un reforzador positivo en lugar de aplicar uno negativo.
Al elegir un programa de modiicación, los profesionales suelen enfocarse en los siguientes tres
aspectos (Ullmann y Krasner, 1965):
n
n
n
¿Cuáles conductas del individuo no son adaptativas y cuáles deben incrementarse
(o disminuirse)?
¿Cuáles contingencias ambientales mantienen actualmente las conductas del individuo
(ya sea para mantener conductas indeseables o para reducir la probabilidad de emitir
respuestas más adaptativas)?
¿Cuáles características del ambiente pueden ser alteradas para modificar la conducta
del individuo?
El cambio conductual tiene más probabilidades de ocurrir cuando el modiicador y el cliente
coinciden en que es necesario un cambio y deciden de manera conjunta las metas deseadas. El primer
paso para establecer un programa consiste en deinir el problema en términos conductuales. Por ejemplo, la airmación “Keith se levanta de su lugar con demasiada frecuencia” se reiere a una conducta
abierta que se puede medir. Es posible llevar un registro de la cantidad de tiempo que Keith se levanta
de su lugar. Las expresiones generales que se reieren a conductas no observables (“Keith tiene una
mala actitud”) nos permiten formular una deinición objetiva del problema.
El siguiente paso consiste en determinar cuáles son los reforzadores que mantienen la conducta
indeseable. Tal vez Keith sólo recibe la atención del profesor cuando se levanta de su lugar y no
cuando está sentada. Un plan sencillo es que el docente atienda a Keith sólo cuando esté sentada y
realizando trabajo académico, y que la ignore cuando se levanta de su lugar. Si disminuye la cantidad
de veces que Keith se levanta de su lugar, entonces la atención del profesor es un reforzador positivo.
Un programa de modiicación conductual podría utilizar reforzadores generalizados como puntos
que los estudiantes podrían intercambiar por reforzadores de respaldo, como recompensas tangibles,
tiempo libre o privilegios. El hecho de contar con más de un respaldo asegura que al menos uno de
ellos será eicaz para cada alumno en todo momento. Se debe establecer un criterio conductual para
la obtención de los reforzadores. Se podría utilizar el procedimiento de cinco pasos del moldeamiento
(analizado anteriormente). Al principio el criterio se deine al nivel de la conducta inicial y luego
avanza con pequeños incrementos hacia la conducta deseada. El estudiante recibe un punto cada vez
que satisface el criterio. Para extinguir cualquier conducta indeseable de Keith, el profesor no debería
ponerle demasiada atención si se levanta de su lugar; en vez de eso, tendría que informarle de manera
privada que no ganará un punto debido a que no cumple con el criterio.
El castigo se utiliza muy poco, aunque podría ser necesario cuando la conducta sea tan molesta
que no se pueda pasar por alto (por ejemplo, pelear). Un castigo común es el tiempo fuera (del reforzamiento), durante el cual se retira al estudiante del contexto social del grupo; el alumno debe continuar realizando su tarea académica sin interactuar con sus compañeros y sin tener oportunidad de
ganar reforzadores. Otro castigo consiste en retirar reforzadores positivos (por ejemplo, tiempo libre,
recreo, privilegios) por el mal comportamiento.
Los críticos argumentan que la modiicación conductual moldea conductas tranquilas y dóciles
(Winett y Winkler, 1972). Aunque se requiere una cantidad razonable de tranquilidad para que ocurra
el aprendizaje, algunos profesores desean un salón de clase silencioso todo el tiempo, incluso cuando
un poco de ruido provocado por las interacciones sociales podría facilitar el aprendizaje. El uso de
la modiicación conductual no es inherentemente bueno ni malo. Puede producir un salón de clases
silencioso o fomentar el contacto social en los niños tímidos (Strain, Kerr y Ragland, 1981). Como las
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102
Capítulo 3
técnicas en sí, las metas de la modiicación conductual deben ser planteadas de forma cuidadosa por
quienes implementarán los procedimientos.
Modiicación cognitivo-conductual. Los investigadores también han incorporado elementos cognoscitivos a los procedimientos de modiicación conductual. En la modiicación cognitivo-conductual
los pensamientos de los aprendices (al ser verbalizados) funcionan como estímulos discriminativos y
reforzantes. Por consiguiente, los estudiantes podrían instruirse a sí mismos verbalmente sobre lo que
deben hacer y luego realizar la conducta apropiada. Las técnicas de modiicación cognitivo-conductual
a menudo se aplican a alumnos con discapacidades (Hallahan, Kneedler y Lloyd, 1983) y se utilizan
para reducir la hiperactividad y la agresividad (Robinson, Smith, Miller y Brownell, 1999). El entrenamiento de autoinstrucciones de Meichenbaum (1977) es un ejemplo de modiicación cognitivo conductual (véase el capítulo 4).
Autorregulación
El condicionamiento operante también incluye la autorregulación (Mace, Beliore y Hutchinson, 2001;
Mace Beliore y Shea, 1989). En el capítulo 9, estudiaremos a fondo este tema. La teoría operante
plantea que la conducta autorregulada implica elegir entre varios cursos de acción (Brigham, 1982),
por lo general posponiendo un reforzador inmediato en favor de un reforzador futuro diferente, casi
siempre de mayor valor. Por ejemplo, Trisha se queda en casa un viernes por la noche con el in de
estudiar para un examen en lugar de salir con sus amigos, y Kyle continúa realizando una tarea académica a pesar de la cercanía de sus bromistas compañeros. Ellas están posponiendo el reforzamiento
inmediato por la anticipación de un reforzamiento futuro, como lo hace John en el siguiente ejemplo.
John tiene problemas para estudiar. A pesar de sus buenas intenciones, no dedica el tiempo
suiciente al estudio y se distrae con facilidad. Una clave para modiicar esta conducta es establecer estímulos discriminativos (señales) para estudiar. Con la ayuda de su orientador de preparatoria,
John establece un tiempo y un lugar deinidos para estudiar (de 7 pm a 9 pm en su habitación, con un
descanso de 10 minutos). Para eliminar señales distractoras, John decide no utilizar su teléfono celular,
ni escuchar música, ni tampoco emplear su computadora ni su televisor durante este periodo. Como
reforzador, John se entregará un punto por cada noche que tenga éxito en su rutina. Cuando junte 10
puntos podrá tomar una noche libre.
Desde la perspectiva del condicionamiento operante, la persona decide cuáles conductas regulará, establece los estímulos discriminativos, evalúa el desempeño en términos del cumplimiento con
el estándar y administra al reforzador. Como se analizará en el capítulo 9, los tres subprocesos fundamentales son la autovigilancia (poner atención de forma deliberada a los aspectos elegidos del propio
comportamiento), la autoinstrucción (E D, que da lugar a Rs autorregulatorias que producen E R) y el
autorreforzamiento (reforzarse uno mismo por realizar una respuesta correcta).
APLICACIONES A LA INSTRUCCIÓN
Skinner (1954, 1961, 1968, 1984) escribió ampliamente sobre cómo se pueden aplicar estas ideas para
resolver problemas educativos. Él consideraba que existe demasiado control aversivo. Si bien los estudiantes pocas veces reciben castigos corporales, a menudo trabajan en sus tareas no porque quieran
aprender o porque las disfruten, sino para evitar castigos, como las críticas del profesor, la pérdida de
privilegios o una visita a la oicina del director.
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Conductismo
103
Otro problema es que el reforzamiento se aplica con poca frecuencia y a menudo en el momento
inadecuado. Los profesores ponen atención a cada estudiante durante unos cuantos minutos por día.
Cuando los alumnos realizan trabajo en clase pueden pasar varios minutos entre el momento en que
lo terminan y el momento en que reciben la retroalimentación del docente. En consecuencia, los estudiantes podrían aprender de manera incorrecta, lo que signiica que los profesores deben dedicar más
tiempo a proporcionar una retroalimentación correctiva.
Un tercer problema lo constituye el hecho de que el ámbito y la secuencia de los programas no
garantizan que todos los estudiantes adquieran habilidades. Los alumnos no aprenden al mismo ritmo.
Para cubrir todo el material, los docentes deben pasar a la siguiente lección antes de que todos los
alumnos hayan dominado la anterior.
Skinner consideraba que éstos y otros problemas no se pueden resolver pagando más dinero a los
profesores (¡aunque a ellos les gustaría eso!), alargando el día y el año escolar, elevando los estándares
o endureciendo los requisitos de certiicación para los profesores. En vez de eso, Skinner recomendó
aprovechar más el tiempo de la instrucción. Dado que es poco realista esperar que los estudiantes
avancen en el programa al mismo ritmo, la instrucción individualizada aumentaría la eiciencia.
Skinner creía que la enseñanza exige la aplicación adecuada de las contingencias del reforzamiento. No se necesitaba ningún principio nuevo para aplicar el condicionamiento operante en la
educación. La instrucción es más eicaz cuando 1) los docentes presentan el material en pequeños
pasos, 2) los aprendices responden de forma activa en lugar de escuchar de forma pasiva, 3) los
profesores dan retroalimentación inmediatamente después de las respuestas de los estudiantes,
y 4) los alumnos van aprendiendo el material a su propio ritmo.
El proceso básico de la instrucción implica un moldeamiento. Se identiica el objetivo de la instrucción (conducta deseada), así como la conducta inicial de los estudiantes. Se establecen submetas
(conducta) que van desde la conducta inicial hasta la conducta inal deseada. Cada submeta representa una pequeña modiicación de la anterior. Los estudiantes avanzan a lo largo de la secuencia
utilizando diversos métodos, como las demostraciones, el trabajo en grupos pequeños y el trabajo
individual. Ellos responden de manera activa al material y reciben retroalimentación inmediata.
En este método de instrucción, se especiica el conocimiento actual de los aprendices y los objetivos deseados en términos de lo que hacen los estudiantes. Con frecuencia las conductas deseadas se
especiican como objetivos conductuales, a los que nos referiremos en breve. Se toman en cuenta las
diferencias individuales al iniciar la instrucción en el nivel de desempeño actual de los aprendices y al
permitirles avanzar a su propio ritmo. Dados los métodos de enseñanza que prevalecen en nuestros
sistemas educativos, estas metas son poco prácticas: los docentes deberían iniciar la instrucción en
diferentes puntos y cubrir el material a ritmos diferentes para cada estudiante. La instrucción programada resuelve esos problemas: los aprendices inician con el material que corresponde a su nivel de
desempeño y avanzan a su propia velocidad.
El resto de esta sección describe algunas aplicaciones educativas que incorporan los principios
conductistas. No todas esas aplicaciones se derivan de la teoría de Skinner o de otras teorías descritas
en este capítulo, pero relejan hasta cierto punto las ideas del conductismo.
Objetivos conductuales
Los objetivos conductuales son enunciados claros de los resultados que se esperan de la instrucción. Los
objetivos pueden ser muy generales o muy especíicos. Los objetivos generales o vagos, como “mejorar la conciencia del estudiante”, pueden ser cumplidos por casi cualquier tipo de instrucción. Por
el contrario, los objetivos que son demasiado especíicos y documentan cada minuto los cambios en
la conducta del estudiante exigen demasiado tiempo de redacción y pueden provocar que los profesores
pierdan de vista los resultados más importantes del aprendizaje. Los objetivos óptimos se encuentran
en algún punto intermedio entre estos extremos (aplicación 3.8).
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104
Capítulo 3
APLICACIÓN 3.8
Objetivos conductuales
Cuando los profesores planean sus lecciones, es
importante que decidan los objetivos conductuales
especíicos y planeen las actividades que ayudarán
a los alumnos a dominarlos. En lugar de que el
profesor de artes prepare una lección con el objetivo: “que los estudiantes realicen un dibujo a tinta
de la fachada de la escuela”, debería decidir cuál es
el principal objetivo que los alumnos deben dominar: ¿es el empleo de las tintas o dibujar la fachada
del ediicio? El objetivo queda mejor expresado
como sigue: “que los estudiantes tracen las prin-
cipales líneas de la fachada de la escuela con la
perspectiva correcta (materiales/medios: papel de
dibujo, plumas, tinta)”.
Una educadora de jardín de niños escribe que
quiere que “los alumnos reciban educación artística, musical y física de forma ordenada”. Para los
niños de esa edad, sería mejor si la maestra expresara el objetivo en términos más especíicos, por
ejemplo: “los alumnos se dirigirán a los otros salones en ila, sin hablar ni agitar las manos”.
Un objetivo conductual describe qué realizarán los estudiantes cuando demuestren sus logros
y cómo sabrán los profesores lo que están haciendo (Mager, 1962). Las cuatro partes de un buen
objetivo son:
n
n
n
n
El grupo específico de estudiantes.
Las conductas reales que los estudiantes deben realizar como consecuencia de las
actividades educativas.
Las condiciones o los contextos en los que los estudiantes realizarán las conductas.
Los criterios para evaluar la conducta de los estudiantes y determinar si se cumplieron
los objetivos.
Un ejemplo de un objetivo con las partes señaladas es:
Dados ocho problemas de suma de fracciones con denominadores diferentes (3), los estudiantes de matemáticas de cuarto grado (1) anotarán las sumas correctas (2) de al menos siete problemas (4).
Los objetivos conductuales pueden servir para determinar los resultados importantes del aprendizaje, los cuales ayudan a planear las lecciones y los exámenes para evaluar el aprendizaje. La formulación de objetivos también sirve para que los profesores decidan cuál contenido pueden dominar los
estudiantes. Dados los objetivos de enseñanza por unidad y una cantidad ija de tiempo para cubrirlos,
los docentes podrían decidir cuáles objetivos son importantes y concentrarse en ellos. Aunque los
objetivos para resultados de aprendizaje de bajo nivel (conocimiento y comprensión) suelen ser más
fáciles de especiicar, también se pueden redactar los objetivos de buena conducta para evaluar resultados de nivel superior (aplicación, análisis, síntesis, evaluación).
La investigación revela que los estudiantes que reciben objetivos conductuales tienen un mejor
recuerdo verbal de la información de ese mismo tipo en comparación con los que no los reciben (Faw
y Waller, 1976; Hamilton, 1985). Es probable que los objetivos les indiquen a los estudiantes que procesen la información en el nivel adecuado, de manera que cuando reciban objetivos que requieren
memorizar, se dediquen a repasar y a utilizar otras estrategias que faciliten ese tipo de recuerdos. La
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Conductismo
105
investigación también muestra que proporcionar objetivos a los estudiantes no mejora el aprendizaje del material que no tiene ninguna relación con los objetivos (Duchastel y Brown, 1974), lo cual
sugiere que los alumnos tal vez se concentren en aprender el material relevante para los objetivos
y descarten el resto.
El efecto de los objetivos sobre el aprendizaje depende de la experiencia que han tenido los estudiantes con ellos y de la importancia que le asignan a la información. El adiestramiento en el uso
de objetivos o la familiaridad con la enseñanza basada en criterios conduce a un mejor aprendizaje
en comparación con la enseñanza en la que falta dicho adiestramiento y familiaridad. Cuando los
educandos pueden determinar por su cuenta cuál material es importante que aprendan, el hecho de
proporcionarles los objetivos no facilita el aprendizaje. Al parecer es mejor informarles de los objetivos
cuando ellos no saben cuál material es importante. Asimismo, Muth, Glynn, Britton y Graves (1988)
descubrieron que la estructura del texto puede moderar el efecto de los objetivos sobre el aprendizaje.
La información central que se resalta colocándola en una posición prominente (por ejemplo, al inicio
de un texto o subrayada) se recuerda bien, incluso cuando no se proporcionan objetivos.
Tiempo de aprendizaje
La teoría operante predice que las variables ambientales afectan el aprendizaje de los alumnos. Una
variable ambiental clave es el tiempo de aprendizaje.
Carroll (1963, 1965) plantea un modelo del aprendizaje escolar que pone un gran énfasis en la variable instruccional del tiempo que se dedica al aprendizaje. El éxito de los estudiantes en el aprendizaje
depende de si dedican la cantidad de tiempo necesaria para aprender. El término tiempo se reiere al
tiempo dedicado a tareas académicas o al dedicado a poner atención y a tratar de aprender. Aunque
se trata de una variable ambiental (observable) esta deinición es cognoscitiva porque va más allá de
un simple indicador conductual del tiempo del reloj. Dentro de este esquema Carroll postuló factores
que inluyen en cuánto tiempo requiere el aprendizaje y cuánto tiempo se dedica realmente al mismo.
Tiempo necesario para aprender. Algo que inluye en este factor es la aptitud para aprender la
tarea. La aptitud para aprender depende de la cantidad de aprendizaje previo relevante para la tarea,
y de características personales como las habilidades y las actitudes. Un segundo factor relacionado es
la habilidad para entender la instrucción. Esta variable interactúa con el método de instrucción; por
ejemplo, algunos alumnos comprenden bien la instrucción verbal, mientras que otros se beneician
más de las presentaciones visuales.
La calidad de la instrucción se reiere a qué tan bien organizada está la tarea y qué tan bien
se presenta a los alumnos. La calidad incluye lo que se les dice a los estudiantes acerca de lo que
aprenderán y cómo lo harán, el grado en el que estarán en contacto adecuado con los materiales
de aprendizaje y la cantidad de conocimientos previos con los que deberán contar antes de aprender la tarea. Cuanto más baja sea la calidad de la instrucción, mayor tiempo requerirán los estudiantes
para aprender.
Tiempo dedicado al aprendizaje. Este factor es inluido por el tiempo asignado al aprendizaje. El
programa escolar incluye un contenido tan amplio que el tiempo que se dedica a un tipo especíico de
aprendizaje no es el ideal para algunos alumnos. Cuando los profesores presentan el material a todo
el grupo al mismo tiempo, algunos estudiantes son más propensos a tener diicultades para captarlo,
por lo que requerirán instrucción adicional. Cuando los alumnos se agrupan según sus habilidades, la
cantidad de tiempo dedicada a los diferentes contenidos varía dependiendo de la facilidad con la que
aprenda cada uno de ellos.
Otro factor que inluye es el tiempo que el estudiante está dispuesto a dedicar al aprendizaje.
Incluso cuando los estudiantes cuentan con mucho tiempo para aprender, a veces no lo utilizan en
un trabajo productivo.
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106
Capítulo 3
Ya sea porque tienen poco interés, porque consideran que la tarea es muy difícil o por otros
factores, los alumnos podrían no sentirse motivados para persistir en una tarea la cantidad de tiempo
que se requiere para aprender. Carroll incorporó estos factores en una fórmula para estimar el grado
de aprendizaje para cualquier estudiante en una tarea determinada:
grado de aprendizaje = tiempo invertido/tiempo necesario
De manera ideal, los alumnos deberían dedicar el tiempo que se requiere para aprender (grado
de aprendizaje = 1.0), pero por lo general los educandos dedican más tiempo (grado de aprendizaje >
1.0) o menos tiempo (grado de aprendizaje < 1.0) del que requieren.
El modelo de Carroll destaca la importancia del tiempo académico requerido para aprender y
de los factores que inluyen en el tiempo invertido y el tiempo necesario para aprender. El modelo
incorpora principios psicológicos válidos, pero sólo a un nivel general, como factores de instrucción
o de motivación; no explora la participación cognoscitiva a fondo. Carroll (1989) admitió que se necesitaban más investigaciones para completar esos detalles. Como veremos en la siguiente sección, los
investigadores del aprendizaje de dominio, que han estudiado de manera sistemática la variable del
tiempo, han proporcionado mayor especiicidad.
De acuerdo con lo planteado por Skinner (1968), muchos educadores han condenado la forma en
que se desperdicia el tiempo (Zepeda y Mayers, 2006). La variable del tiempo es fundamental para el
análisis actual sobre las formas de incrementar lo más posible el aprovechamiento de los estudiantes.
Por ejemplo, la Ley para que ningún niño se quede atrás, de 2001 incrementó en gran medida el papel
del gobierno federal en la educación primaria y secundaria de Estados Unidos (Shaul y Ganson, 2005).
Aunque la ley no especiica cuánto tiempo se debe dedicar a la instrucción, sus requisitos para el
aprovechamiento de los estudiantes y los estándares de responsabilidad, combinados con los llamados
de diversos escritores para un mejor uso del tiempo, han provocado que los sistemas escolares revisen de
nuevo su uso del tiempo para garantizar un mejor aprendizaje.
Una consecuencia es que muchas escuelas secundarias han sustituido el horario tradicional de
seis horas por un horario en bloque. Aunque existen muchas variaciones, muchas escuelas utilizan el
bloque A/B, en el que los grupos se reúnen en días alternados durante periodos más largos por día. Se
supone que el horario por bloques permite a los profesores y a los estudiantes explorar el contenido
más a fondo que los periodos de clase tradicionales, que son más cortos (por ejemplo, de 50 minutos).
Dado que el horario por bloques aún es relativamente nuevo, no hay muchas investigaciones
que evalúen su eicacia. En su revisión, Zepeda y Mayers (2006) encontraron que este tipo de horario
podría mejorar la atmósfera escolar y las caliicaciones promedio de los estudiantes, pero algunos
estudios revelaron resultados inconsistentes respecto a su asistencia y a sus caliicaciones en pruebas
estandarizadas. Conforme el horario por bloque sea más común, se realizarán más investigaciones que
podrían aclarar estas inconsistencias.
Otros medios para incrementar el tiempo para aprender son los programas extraescolares, como
la escuela de verano y los programas que se aplican después del horario de clases. En comparación
con la investigación sobre el horario por bloques, los estudios sobre los efectos de los programas
extraescolares muestran mayor consistencia. En su revisión, Lauer et al., (2006) encontraron efectos
positivos de estos programas en el aprovechamiento de la lectura y las matemáticas; los efectos eran
más duraderos en los programas con elementos adicionales (por ejemplo, tutorías). Mahoney, Lord y
Carryl (2005) encontraron que estos programas beneiciaban el desempeño y la motivación académica
de los niños; los resultados fueron más evidentes en los infantes descritos como más involucrados en
las actividades de los programas extraescolares. En consistencia con el modelo de Carroll, podríamos
concluir que los programas extraescolares tienen éxito en la medida en que se enfoquen en el aprendizaje de los estudiantes y proporcionen apoyo para fomentarlo.
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Conductismo
107
Aprendizaje de dominio
El modelo de Carroll predice que si los estudiantes poseen diferentes aptitudes para aprender una
materia, y todos reciben la misma cantidad y tipo de instrucción, su aprovechamiento será diferente. Si
la cantidad y el tipo de instrucción varía dependiendo de las diferencias individuales entre los aprendices, entonces cada alumno tiene el potencial de demostrar dominio; la relación positiva entre la
aptitud y el aprovechamiento desaparecerá debido a que todos los estudiantes demostrarán el mismo
aprovechamiento sin importar sus aptitudes.
Estas ideas conforman la base del aprendizaje de dominio (Anderson, 2003; Bloom, 1976; Bloom,
Hastings y Madaus, 1971), el cual incorpora las ideas de Carroll en un plan de instrucción sistemático
que incluye la deinición del dominio, la planeación para el dominio, la enseñanza para el dominio y
la evaluación para el dominio (Block y Burns, 1977). El aprendizaje de dominio contiene elementos
cognoscitivos, aunque su planteamiento parece tener una naturaleza más conductual en comparación
con muchas de las teorías cognoscitivas actuales.
Para deinir el dominio, los profesores preparan un conjunto de objetivos y un examen inal (sumativo). Se establece el nivel de dominio (por ejemplo, el nivel en que los estudiantes con caliicación de
10 suelen desempeñarse bajo la instrucción tradicional). Los docentes dividen el curso en unidades
de aprendizaje asignadas con base en los objetivos del curso.
La planeación para el dominio implica que los profesores planeen procedimientos de instrucción para
sí mismos y para los estudiantes, incluyendo procedimientos de retroalimentación correctiva (evaluación
formativa). Este tipo de evaluación suele adoptar la forma de exámenes de dominio de unidad que establecen el dominio en cierto nivel (por ejemplo, 90 por ciento). La instrucción correctiva, que se utiliza
con alumnos que no logran dominar algunos aspectos de los objetivos de la unidad, se proporciona en
sesiones de estudio en grupos pequeños, tutorías individuales y materiales complementarios.
Al inicio de la enseñanza para el dominio, los profesores orientan a los estudiantes hacia los procedimientos de dominio y proporcionan la instrucción utilizando a todo el grupo, grupos pequeños o
actividades individuales en la clase. Los docentes aplican el examen formativo y certiican cuáles alumnos logran el dominio. Aquellos que no lo logran podrían trabajar en grupos pequeños repasando el
material problemático, a menudo con la tutoría de los compañeros que ya dominan el material. Los
profesores brindan tiempo para que trabajen con materiales remediales junto con tarea para la casa.
La evaluación para el dominio incluye un examen sumativo (al inal del curso). Los estudiantes que
obtienen una puntuación equivalente o superior al nivel de desempeño de dominio del curso reciben
una caliicación de 10; se asignan caliicaciones más bajas de acuerdo con el nivel de dominio.
El énfasis que se da a las habilidades del alumno como determinantes del aprendizaje podría
parecer poco interesante, dado que las habilidades por lo general no cambian mucho como resultado
de las intervenciones de instrucción. Bloom (1976) también destacó la importancia de variables modiicables de la enseñanza: conductas cognitivas iniciales (por ejemplo, las habilidades y las estrategias
de procesamiento cognoscitivo de los estudiantes al inicio de la instrucción), características afectivas
(como interés y motivación) y factores especíicos que afectan la calidad de la instrucción (por ejemplo, la participación del estudiante y el tipo de retroalimentación correctiva). Las intervenciones de
instrucción pueden mejorar esas variables.
Las revisiones de los efectos del aprendizaje de dominio en el aprovechamiento académico revelan resultados contradictorios. Block y Burns (1977) en general encontraron que el aprendizaje de dominio es más eicaz que las formas de instrucción tradicional. Con estudiantes universitarios, Péladeau,
Forget y Gagné (2003) obtuvieron resultados que indican que el aprendizaje de dominio aumentó el
aprovechamiento de los estudiantes, su retención a largo plazo y sus actitudes hacia el curso y la materia. Kulik, Kulik y Bangert-Drowns (1990) examinaron más de 100 evaluaciones de programas con
aprendizaje de dominio y encontraron efectos positivos sobre el desempeño académico y las actitudes
hacia el curso de alumnos universitarios, de preparatoria y de los últimos grados de primaria. Además,
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108
Capítulo 3
descubrieron que el aprendizaje de dominio podía aumentar el tiempo que los estudiantes dedicaban
a tareas de instrucción. En contraste, Bangert, Kulik y Kulik (1983) encontraron menor apoyo para los
programas de aprendizaje de dominio. Estos autores observaron que la instrucción basada en el dominio era más eicaz en el nivel universitario que en los niveles más bajos. Sin duda su eicacia depende
del establecimiento de condiciones de instrucción apropiadas (por ejemplo, planeación, enseñanza,
evaluación); (Kulik et al., 1990).
Los estudiantes que participan en instrucción de dominio a menudo dedican más tiempo al aprendizaje que los alumnos de grupos tradicionales (Block y Burns, 1977). Dado que el tiempo es tan
valioso para las escuelas, gran parte del trabajo de dominio (especialmente los esfuerzos remediales)
debería realizarse fuera del horario escolar regular. La mayoría de los estudios ha revelado menores
efectos de la instrucción de dominio en los resultados afectivos (por ejemplo, las actitudes y el interés
por la materia) que en los resultados académicos.
Una premisa importante del aprendizaje de dominio es que las diferencias individuales en el
aprendizaje de los estudiantes van disminuyendo con el tiempo. Anderson (1976) encontró que
cuando los alumnos utilizaban los recursos remediales ganaban experiencia en la instrucción de dominio y gradualmente requerían menos tiempo adicional para alcanzar el dominio porque sus habilidades iniciales mejoraban. Estos resultados implican que el aprendizaje de dominio tiene beneicios
acumulativos. Sin embargo, aún existe la duda de cuánta práctica es suiciente (Péladeau et al., 2003).
La práctica repetitiva excesiva podría producir efectos negativos sobre la motivación, lo cual no promueve el aprendizaje. Estas cuestiones requieren mayores investigaciones, pero revelan importantes
implicaciones para la instrucción. En la aplicación 3.9 se muestran algunos ejemplos del aprendizaje
de dominio.
APLICACIÓN 3.9
Aprendizaje de dominio
El enfoque del aprendizaje de dominio puede ser
benéico en ciertos entornos de aprendizaje. Por
ejemplo, en un grupo de lectura remedial para estudiantes de secundaria, un programa de aprendizaje de dominio bien organizado permitiría a los
estudiantes avanzar a su propio ritmo. Los alumnos
motivados para hacer grandes progresos no se ven
afectados por este tipo de instrucción, como ocurriría si se les colocara en un formato de aprendizaje tradicional. Un requisito fundamental es incluir
actividades progresivas, de la más fácil a la más
difícil. El programa debe contar con puntos de
veriicación en los que los educandos interactúen
con el profesor para que éste evalúe su progreso y
aclare sus dudas, o les proporcione ayuda especial
en caso necesario.
Los niños pequeños ingresan a la escuela con
una amplia gama de experiencias y habilidades. El
aprendizaje de dominio ayuda a los docentes a
manejar de manera eicaz las diferencias en habilidades y niveles de desarrollo. Las técnicas del
aprendizaje de dominio se pueden implementar
utilizando centros de aprendizaje y grupos pequeños. Los niños se colocan en los diferentes centros
y grupos de acuerdo con sus niveles actuales. Luego, avanzan en los diferentes niveles a su propio
ritmo.
El aprendizaje de dominio también aumenta la
autoeicacia de los estudiantes para el aprendizaje
(capítulo 4). Conforme observan su progreso al terminar las unidades, creen que son capaces de aprender más. Es especialmente importante aumentar la
autoeicacia de los estudiantes remediales que han
enfrentado fracasos en la escuela y dudan de sus
capacidades para aprender, así como la de los niños
pequeños con experiencias y habilidades limitadas.
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Conductismo
109
Instrucción programada
La instrucción programada (IP) se reiere a los materiales para la instrucción elaborados según los
principios del condicionamiento operante del aprendizaje (O´Day, Kulhavy, Anderson y Malczynski,
1971). En la década de 1920, Sidney Pressey diseñó máquinas que utilizaba principalmente para
evaluación. A los estudiantes se les presentaban preguntas de opción múltiple y se les pedía que
presionaran el botón de la máquina correspondiente a su elección. Si respondían correctamente, la
máquina presentaba la siguiente opción; si se equivocaban, el error se registraba y podían continuar
respondiendo el mismo reactivo.
Skinner reutilizó las máquinas de Pressey en la década de 1950 y las modiicó para incorporar la
instrucción (Skinner, 1958). Estas máquinas de enseñanza presentaban a los estudiantes el material
en pequeños pasos (imágenes). Los alumnos debían dar una respuesta abierta ante cada una de las
imágenes. El material se presentaba en una secuencia cuidadosa y se separaba en unidades pequeñas para reducir los errores. Los estudiantes recibían retroalimentación inmediata sobre la precisión
de cada respuesta y pasaban a la siguiente imagen cuando daban la respuesta correcta. Cuando se
equivocaban recibían material complementario. Aunque presentaban algunos problemas, los programas fueron diseñados para reducir los errores y asegurarse de que los aprendices tuvieran éxito
(Benjamin, 1988).
Los estudiantes se beneician mucho cuando tienen un buen desempeño general; pero, como
se señaló antes, las investigaciones sugieren que probablemente no sea tan bueno evitar los errores.
Dweck (1975) descubrió que un fracaso ocasional funciona mejor que el éxito constante cuando se
trata de lograr que el estudiante sea más perseverante en la realización de tareas difíciles. Además, el
éxito constante no da tanta información sobre las propias capacidades como el hecho de encontrarse
con diicultades ocasionales, ya que esto último revela lo que uno puede y no puede hacer. Esto no
nos sugiere que los profesores favorezcan el fracaso de los estudiantes, sino que, en las circunstancias
adecuadas, los alumnos se pueden beneiciar de tareas estructuradas de tal forma que de vez en vez
enfrenten diicultades.
La IP no requiere del uso de una máquina; un libro de Holland y Skinner (1961) es un ejemplo de
IP. Sin embargo, en la actualidad la mayor parte de la IP está computarizada y muchos programas
de instrucción computarizados incorporan principios de instrucción conductual.
La IP incorpora varios principios de aprendizaje (O´Day et al., 1971). Los objetivos conductuales
especiican cuál debe ser el desempeño de los estudiantes al terminar la instrucción. La unidad se subdivide en esquemas secuenciales, cada uno de los cuales presenta una pequeña parte de información
y un reactivo de examen que los alumnos deben responder. Aunque es posible incluir mucho material
en el programa, los incrementos de un esquema a otro son pequeños. Los aprendices trabajan a su
propio ritmo y responden las preguntas a medida que trabajan a lo largo del programa. Las respuestas
podrían requerir que los estudiantes proporcionen palabras o respuestas numéricas, o bien, que elijan
el enunciado que describe mejor la idea presentada. La retroalimentación depende de la respuesta del
alumno. Si da la respuesta correcta, se presenta el siguiente reactivo. Si contesta de manera incorrecta,
se presenta más información remedial y un reactivo ligeramente diferente.
Puesto que la IP releja un moldeamiento, los incrementos del desempeño son pequeños y los estudiantes casi siempre responden correctamente. Los programas lineales y los programas ramiicados
diieren en la forma en que tratan los errores de los alumnos. Los programas lineales están estructurados de tal forma en que todos los estudiantes avanzan con la misma secuencia (pero no necesariamente al mismo ritmo). Sin importar si los alumnos responden de forma correcta o incorrecta a un
esquema, avanzan al siguiente esquema en el que reciben retroalimentación sobre la exactitud de su
respuesta. Estos programas reducen los errores exponiendo el mismo material en más de un esquema
y sugiriendo a los estudiantes las respuestas (igura 3.4).
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110
Capítulo 3
P5. Cuando un pie poético
consta de una sílaba átona
seguida de una tónica se llama
acento
ritmo
x yambo
prosodia
¡Correcto! El pie se llama yambo
.
Ahora has completado el cuestionario
1 de la sección 1: Ritmo
Respondiste correctamente cuatro
de cinco preguntas.
CONTINÚA
CONTINÚA
Esquema 2
Esquema 1
Sección 2: Rima
Rimar” es hacer que las terminaciones suenen igual.
Observa los ejemplos que siguen. Si lo deseas, léelos
en voz alta.
En esta sección:
• aprenderás la definición de rima
• conocerás algunos usos de la rima en la poesía, y
• prácticas para identificar palabras que riman
1. “Luna” rima con “tuna”; “pato” con “maltrato”.
2. “Peso” rima con “hueso”, “queso” y “rezo”.
CONTINÚA
Esquema 3
CONTINÚA
Esquema 4
Figura 3.4
Esquemas de un programa lineal.
Los programas ramiicados están dispuestos de modo que el avance de los estudiantes dependa
de cómo responden las preguntas (igura 3.5). Aquellos que aprenden con rapidez se saltan esquemas
y evitan gran parte de la repetición de los programas lineales, en tanto que los aprendices más lentos
reciben instrucción adicional. Una de sus desventajas es que a veces no proporcionan la repetición
suiciente para garantizar que todos los estudiantes aprendan bien los conceptos.
Las investigaciones sugieren que los programas lineales y ramiicados fomentan igualmente bien el
aprendizaje de los alumnos, y que la IP es tan eicaz como la enseñanza convencional en el salón de
clases (Bangert et al., 1983; Lange, 1972). Que se utilice la IP en lugar de la instrucción tradicional depende en parte de qué tan bien cubran los programas disponibles el alcance requerido y la secuencia
de la instrucción. Al parecer la IP es especialmente útil para los estudiantes que demuestran habilidades
deicientes; el trabajo con los programas ofrece instrucción remedial y práctica. La IP también es útil
para el estudio independiente de un tema.
La instrucción programada en formato para computadora es un tipo de instrucción basada
en computadora (IBC). Hasta hace algunos años, la IBC era la aplicación más común del aprendizaje
por computadora en las escuelas (Jonassen, 1996; actualmente es Internet). Con frecuencia la IBC se
utiliza para las prácticas y los tutoriales. Mientras que la práctica repasa la información, los tutoriales
son interactivos: presentan información y retroalimentación a los estudiantes y responden con base en
sus respuestas (por ejemplo, programas ramiicados).
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Conductismo
P5. Cuando abrieron
el agua pasó por el dique.
x río arriba
río abajo
el embalse
el vertedero
la esclusa
No. “Río arriba” es la dirección
en contra del flujo del agua.
La respuesta correcta es una
parte del dique.
INTÉNTALO DE NUEVO
Esquema 1
P5. Cuando abrieron
el agua pasó por el dique.
río abajo
el embalse
el vertedero
x la esclusa
Correcto. La esclusa
deja salir el agua
del dique.
Esquema 2
CONTINÚA
Has terminado la
SECCIÓN 1: VOCABULARIO
¿Qué quieres hacer ahora?
Repetir la sección 1
Ver el resumen de la sección 1
Ir a la sección 2
x MENÚ PRINCIPAL
Esquema 3
MENÚ PRINCIPAL
Sección 1:
Sección 2:
Sección 3:
Sección 4:
Sección 5:
Sección 6:
SALIR
VOCABULARIO
CAUSAS DE LAS INUNDACIONES
CONSECUENCIAS DE LAS INUNDACIONES
CONTROL DE INUNDACIONES
SIMULACIÓN
CONSECUENCIAS DEL CONTROL
Esquema 4
Figura 3.5
Esquemas de un programa ramiicado.
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111
112
Capítulo 3
Estudios de la IBC en cursos universitarios mostraron efectos benéicos en el aprovechamiento
y las actitudes de los estudiantes (Kulik, Kulik y Cohen, 1980). Varias características de la IBC tienen
una base irme en la teoría e investigación del aprendizaje. Las computadoras atraen la atención de los
estudiantes y ofrecen retroalimentación inmediata, lo que difícilmente puede ocurrir en la clase (por
ejemplo, comparar el desempeño actual con el desempeño anterior para destacar el progreso). Las
computadoras individualizan el contenido y la velocidad de presentación.
Aunque las prácticas y los tutoriales limitan la manera en que los estudiantes interactúan con
el material, una ventaja de la IBC es que se puede personalizar: los alumnos ingresan información
personal, de sus padres y de sus amigos, la cual luego se incluye en la presentación de la instrucción. La personalización puede producir mayor aprovechamiento que otros formatos (Anand y Ross,
1987; Ross, McCormick, Krisak y Anand, 1985). Anand y Ross (1987) instruyeron a niños de primaria
para dividir fracciones de acuerdo con uno de tres formatos de problemas (abstracto, concreto y
personalizado):
(Abstracto) Hay tres objetos. Cada uno está cortado a la mitad. ¿Cuántas piezas habrá en total?
(Concreto) Billy tenía tres barras de caramelo y partió cada una de ellas a la mitad. ¿Cuántos pedazos
de caramelo tenía Billy en total?
(Personalizado para Joseph) La señorita Williams, maestra de Joseph, lo sorprendió el 15 diciembre
con un regalo de cumpleaños: le llevó tres barras de caramelo. Joseph partió cada una de ellas a la
mitad para compartir su regalo con sus amigos. ¿Cuántos pedazos de caramelo tenía Joseph en total?
(pp. 73-74).
El formato personalizado produjo un mejor aprendizaje y mayor transferencia que el formato
abstracto, y también actitudes más positivas hacia la instrucción que el formato concreto.
Contratos de contingencias
Un contrato de contingencias es un acuerdo entre el profesor y el estudiante en el que se especiica el trabajo que este último realizará y el resultado esperado (reforzamiento) por un desempeño
exitoso (Homme, Csanyi, Gonzalez y Rechs, 1970). El contrato se puede hacer de forma verbal,
aunque por lo general se realiza por escrito. Los profesores pueden diseñar el contrato y preguntar al alumno si está de acuerdo, pero se acostumbra elaborarlo de manera conjunta. Una ventaja
de que ambos participen es que con esto los estudiantes suelen sentirse más comprometidos a
cumplir los términos del contrato. Cuando las personas participan en la selección de una meta con
frecuencia se muestran más comprometidos a alcanzarla que cuando se les excluye del proceso
de selección (Locke y Latham, 1990).
Los contratos especiican las metas o los resultados esperados en términos de la manifestación
de conductas especíicas. La “contingencia” es el resultado esperado, que a menudo se reduce a la
forma de “si tú haces esto, entonces recibirás esto otro”. Las conductas deben ser especíicas —por
ejemplo, “terminar las páginas 1 a 30 de mi libro de matemáticas con un 90 por ciento de aciertos
como mínimo”, o “me quedaré en mi asiento durante la clase de lectura”—. No se aceptan conductas
generales (por ejemplo, “estudiaré matemáticas” o “me portaré bien”). Con los niños más pequeños,
los periodos deben ser breves; sin embargo, los objetivos del contrato pueden cubrir más de un plazo,
como periodos sucesivos de 30 minutos o en cada periodo de ciencias sociales durante una semana.
Los contratos incluyen conductas académicas y no académicas (aplicación 3.10).
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Conductismo
113
APLICACIÓN 3.10
Contrato de contingencias
Un contrato de contingencia representa una aplicación sistemática de los principios de reforzamiento
para el cambio de conducta. Se puede utilizar para
modiicar cualquier comportamiento, como terminar las tareas, no interrumpir en la clase y participar en las discusiones. Al elaborar un contrato,
el profesor debe asegurarse de que la recompensa sea algo que realmente interese y motive a los
estudiantes.
Suponga que Kathy Stone ha tratado sin éxito
de aplicar varias técnicas de motivación para animar
a James, uno de sus alumnos, a realizar su trabajo de
literatura. Ellos podrían elaborar en conjunto un contrato para resolver las conductas inapropiadas. Primero deben analizar el problema, identiicar la conducta
deseada y elaborar una lista de las consecuencias y
el esquema temporal para cumplir con los términos
del contrato. Un ejemplo de contrato podría ser el
siguiente:
Contrato para la semana del 9 al 13 de enero
Terminaré mis tareas de literatura con un 80 por
ciento de aciertos en el tiempo asignado durante
la clase.
Si termino mi trabajo, podré participar en una
actividad del centro de aprendizaje.
Si no termino mi trabajo, no saldré a recreo y
lo terminaré en ese lapso.
Lunes:
terminado
no terminado
terminado
no terminado
Martes:
Miércoles:
terminado
no terminado
terminado
no terminado
terminado
no terminado
Jueves:
Viernes:
Bono: si termino mi trabajo tres de los cinco
días, podré trabajar en el laboratorio de cómputo
durante 30 minutos el viernes por la tarde.
Estudiante
Firma/fecha
Profesor
Firma/fecha
Elaborar contratos con los alumnos y supervisar el progreso toma mucho tiempo. Por fortuna, la
mayoría de los estudiantes no requieren contratos para tener una buena conducta o realizar el trabajo.
Al parecer los contratos son especialmente útiles como un medio de ayuda para los alumnos a in
de que trabajen en las tareas de manera más productiva. Una tarea extensa y a largo plazo se puede
subdividir en una serie de metas a corto plazo con fechas límite. Este tipo de plan sirve para que los
aprendices se mantengan al día en sus tareas y entreguen a tiempo el material.
Los contratos se basan en el principio de que las metas especíicas, temporalmente a la mano
y difíciles pero asequibles, producen el máximo desempeño (Schunk, 1991). Los contratos también
comunican información a los estudiantes acerca de su progreso en la tarea, lo cual incrementa su motivación y logros (Locke y Latham, 1990). Los contratos fomentarían el logro si reforzaran el progreso
de los estudiantes en el aprendizaje o en el logro de conductas más enfocadas a las tareas.
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114
Capítulo 3
RESUMEN
El conductismo, tal como se expresa en las teorías del condicionamiento, dominó la psicología del
aprendizaje durante la primera mitad del siglo XX. Esas teorías explican el aprendizaje en términos de
eventos ambientales. Los procesos mentales no son necesarios para explicar la adquisición, el mantenimiento y la generalización del comportamiento.
Las teorías del aprendizaje de Thorndike, Pavlov y Guthrie tienen gran importancia histórica.
Aunque todas ellas diieren, consideran el aprendizaje como un proceso de formación de asociaciones entre estímulos y respuestas. Thorndike creía que las respuestas ante los estímulos se fortalecen cuando van seguidas de consecuencias satisfactorias. Pavlov demostró experimentalmente
la manera en que se pueden condicionar los estímulos para que produzcan respuestas mediante el
emparejamiento con otros estímulos. Guthrie planteó que una relación contigua entre un estímulo y
una respuesta establece su asociación. Aunque estas teorías ya no son viables en su forma original,
muchos de sus principios son evidentes en las perspectivas teóricas de la actualidad. Esas teorías,
y la investigación que generaron, sirvieron para establecer a la psicología del aprendizaje como un
área legítima de estudio.
El condicionamiento operante (la teoría del aprendizaje formulada por B. F. Skinner) se basa en
el supuesto de que las características del ambiente (estímulos, situaciones y eventos) funcionan como
señales para responder. El reforzamiento fortalece las respuestas y aumenta la probabilidad de que
ocurran en el futuro cuando los estímulos estén presentes. No es necesario referirse a los estados isiológicos o mentales subyacentes para explicar la conducta.
El modelo básico del condicionamiento operante es una contingencia de tres términos que incluye un estímulo discriminativo (antecedente), una respuesta (conducta) y un estímulo reforzante
(consecuencia). Las consecuencias de las conductas determinan la probabilidad de que las personas
respondan a señales ambientales. Las consecuencias reforzantes aumentan la conducta; las consecuencias punitivas, la disminuyen. Otros conceptos importantes del condicionamiento operante son la
extinción, la generalización, la discriminación, los reforzadores primarios y secundarios, los programas
de reforzamiento y el principio de Premack.
El moldeamiento es un proceso que se utiliza para alterar la conducta e implica reforzar
aproximaciones sucesivas de la conducta deseada hasta lograr la forma deseada o la frecuencia de
ocurrencia esperada. Las conductas complejas se forman encadenando conductas simples en contingencias sucesivas de tres términos. Los programas de modiicación conductual se han aplicado
en diversos contextos para fomentar las conductas adaptativas. La autorregulación es el proceso
de lograr que las propias conductas estén bajo el control de estímulos y reforzamientos elegidos
por uno mismo.
La generalización de los principios del condicionamiento operante ha sido cuestionada por
los teóricos cognoscitivos que plantean que, al ignorar los procesos mentales, el condicionamiento operante ofrece una explicación incompleta del aprendizaje humano. Los estímulos y el
reforzamiento tal vez expliquen parte del aprendizaje humano, pero gran parte de las investigaciones demuestran que, para explicar el aprendizaje (especialmente el aprendizaje complejo y
de orden superior) debemos tomar en cuenta los pensamientos, las creencias y los sentimientos de
las personas.
Los principios operantes se han aplicado a muchos aspectos de la enseñanza y el aprendizaje,
incluyendo los objetivos conductuales, el tiempo de aprendizaje, el aprendizaje de dominio, la instrucción programada y los contratos de contingencias. La evidencia de la investigación por lo general
revela efectos positivos de estas aplicaciones en el aprovechamiento de los estudiantes. Sin importar
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Conductismo
115
su orientación teórica, el profesor puede aplicar los principios conductuales para facilitar el aprendizaje y los logros de los alumnos.
En la tabla 3.6 se muestra un resumen de temas acerca del aprendizaje (capítulo 1) para las teorías
del condicionamiento.
Tabla 3.6
Resumen de temas acerca del aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
El modelo básico del aprendizaje operante se expresa mediante la contingencia de tres términos: E D → R → E R.
Una respuesta se emite en la presencia de un estímulo discriminativo y es seguida por un estímulo reforzador.
La probabilidad de que la R se presente en el futuro, en la presencia de ese E D, aumenta. El establecimiento de
conductas complejas requiere del moldeamiento, el cual consta de cadenas de contingencias de tres términos,
y en el que se refuerzan las aproximaciones sucesivas hacia la forma deseada de la conducta. Los factores que
inluyen en el aprendizaje son el estado del desarrollo y el historial de reforzamientos. Para que ocurra el condicionamiento el individuo debe tener las capacidades físicas para realizar las conductas. Las respuestas que se
emiten en ciertas situaciones dependen de las conductas que han sido reforzadas previamente.
¿Qué papel desempeña la memoria?
Las teorías del condicionamiento no se ocupan de forma explícita del tema de la memoria, ya que no estudian
procesos internos. Las respuestas a los estímulos dados se fortalecen mediante el reforzamiento repetido. Este
fortalecimiento de la respuesta explica la conducta presente.
¿Cuál es el papel que desempeña la motivación?
La motivación es un incremento en la cantidad o frecuencia de la conducta. No se utilizan procesos internos para
explicar la motivación. El incremento en la cantidad o la frecuencia se puede explicar en términos del historial
de reforzamientos. Ciertos programas de reforzamiento producen mayores tasas de respuesta que otros.
¿Cómo ocurre la transferencia?
La transferencia o generalización ocurre cuando el individuo responde de forma idéntica o similar a estímulos
diferentes a los que se utilizaron en el condicionamiento. Para que ocurra la transferencia al menos algunos
de los elementos en el entorno de transferencia deben ser similares a los del entorno del condicionamiento.
¿Cuáles procesos participan en la autorregulación?
Los principales procesos son la autovigilancia, la autoinstrucción y el autorreforzamiento. El individuo decide
cuáles conductas regulará, establece estímulos discriminativos para su ocurrencia, participa en la instrucción
(a menudo en un formato basado en computadora), vigila el desempeño y determina si cumple con los
estándares y aplica el reforzamiento.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
El aprendizaje requiere el establecimiento de respuestas ante estímulos discriminativos. La práctica es necesaria
para fortalecer las respuestas. Es posible establecer habilidades complejas moldeando aproximaciones sucesivas
en pequeños pasos hacia la conducta deseada. La instrucción debe tener objetivos claros y medibles, proceder
en pasos pequeños y otorgar reforzadores. El aprendizaje de dominio, la instrucción basada en computadoras
y los contratos de contingencias son formas útiles para fomentar el aprendizaje.
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116
Capítulo 3
LECTURAS ADICIONALES
Mager, R. (1962). Preparing instructional objectives. Palo Alto, CA: Fearon.
Mayer, R. F. (2003). E. L. Thorndike´s enduring contributions to educational psychology. En B. J.
Zimmerman y D. H. Schunk (eds.), Educational Psychology: A century of contributions (pp. 113154). Mahwah, NJ: Erlbaum.
Morris, E. K. (2003). B. F. Skinner: A behavior analyst in educational psychology. En B. J. Zimmerman
y D. H. Schunk (eds.), Educational Psychology: A century of contributions (pp. 229-250). Mahwah,
NJ: Erlbaum.
Skinner, B. F. (1968). The technology of teaching. Nueva York: Appleton-Century-Crofts.
Watson, J. B y Rayner, R. (1920). Conditioned emotional reactions. Journal of Experimental Psychology,
3, 1-14.
Windholz, G. (1997), Ivan P. Pavlov: An overview of his life and psychological work. American
Psychologist, 52, 941-946.
Wood, W., y Neal, D. T. (2007). A new look at habits and the habit-goal interface. Psychological
Review, 114, 843-863.
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Capítulo
4
Teoría cognoscitiva social
El equipo de tenis femenil de la preparatoria Westbrook está practicando después de la escuela. El
equipo ha jugado algunos partidos; están jugando bien, pero necesitan hacer algunas mejoras. Sandra
Martin, la entrenadora, está trabajando con Donnetta Awalt, la jugadora número cuatro de las competencias individuales. Su juego general es bueno, pero últimamente ha estado enviando muchos de sus
golpes de revés a la red. La entrenadora le pide a Donnetta que dirija sus golpes de revés hacia ella
mientras le envía la pelota.
Donnetta:
Es imposible; no puedo hacerlo.
Entrenadora Martin: Claro que puedes. Antes podías dar buenos golpes de revés, y lo harás
de nuevo.
Donnetta:
Entonces, ¿qué hago?
Entrenadora Martin: Veo que cuando das tu golpe de revés giras hacia abajo, con lo cual casi
garantizas que dirigirás la pelota a la red. Necesitamos que desarrolles un
giro hacia arriba. Ven acá, por favor, y te demostraré (la entrenadora Martin demuestra el giro de Donnetta y luego un giro hacia arriba, después
señala las diferencias). Ahora inténtalo tú, primero despacio. ¿Sientes
alguna diferencia?
Donnetta:
Sí. ¿Pero desde dónde debo iniciar el giro? ¿Qué tan atrás y tan abajo?
Entrenadora Martin: Obsérvame de nuevo. Ajusta tu agarre así antes de dar un golpe de revés
(la entrenadora demuestra el agarre). Ponte en posición, más o menos así,
con respecto a la pelota (la entrenadora hace una demostración). Ahora,
inicia tu golpe de revés así (la entrenadora vuelve a hacer una demostración). ¿Ya ves que ahora estás girando hacia arriba y no hacia abajo?
Donnetta:
Muy bien, así está mejor (practica). ¿Podrías hacer algunos golpes para mí?
Entrenadora Martin: Claro. Intentémoslo, despacio al principio, después comenzamos a aumentar la velocidad (las dos practican durante varios minutos). Así está bien.
Tengo un libro que quiero que te lleves a casa para que revises la sección
sobre golpes de revés. Contiene algunas imágenes buenas con explicaciones sobre lo que te he estado enseñando esta tarde.
117
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118
Capítulo 4
Donnetta:
Gracias, lo haré. Realmente creía que ya nunca podría dar golpes de revés;
por eso los he estado evitando en los juegos. Ahora me siento más segura.
Entrenadora Martin: Muy bien. Sigue pensando así y practicando, y podrás alcanzar el tercer
lugar en las competencias individuales.
En el capítulo anterior nos enfocamos en las teorías
del condicionamiento (conductismo), que predominaron en el campo del aprendizaje durante la primera
mitad del siglo XX. Desde principios de la década de
1950 y hasta inicios de la década de 1960, estas teorías
fueron rebatidas en muchos aspectos. Su inluencia
disminuyó hasta el punto en que, en la actualidad, las
principales perspectivas teóricas son cognoscitivas.
Uno de los principales cuestionamientos al conductismo surgió de los estudios sobre el aprendizaje
observacional realizados por Albert Bandura y sus colaboradores. Un descubrimiento central de esta investigación fue que las personas podían aprender nuevas
acciones con el simple hecho de observar a otros realizarlas. Los observadores no tenían que llevar a cabo
la acción en el momento del aprendizaje. Tampoco
era necesario el reforzamiento para que se diera el
aprendizaje. Estos hallazgos pusieron en tela de juicio los supuestos fundamentales de las teorías del
condicionamiento.
En este capítulo estudiaremos la teoría cognoscitiva social, que destaca la idea de que gran parte del
aprendizaje humano ocurre en un entorno social. Al
observar a los demás, las personas adquieren conocimiento, reglas, habilidades, estrategias, creencias y
actitudes. Los individuos también aprenden la utilidad
e idoneidad de las conductas y las consecuencias de
las conductas modeladas a partir de la observación
de modelos, y actúan de acuerdo con las capacidades que consideran tener y conforme a los resultados
esperados de sus acciones. El diálogo inicial muestra
una aplicación del modelamiento en la instrucción.
Este capítulo está dedicado a la teoría cognoscitiva social de Bandura (1986, 1997, 2001), quien nació
en Alberta, Canadá, en 1925. Recibió su doctorado en
psicología clínica en la Universidad de Iowa, donde
fue inluido por la obra Aprendizaje social e imitación
de Miller y Dollard (1941), que se analizará más adelante en este capítulo.
Una vez que llegó a la Universidad de Stanford
en la década de 1950, inició un programa para investigar los factores que inluyen en la conducta social.
Bandura creía que las teorías del condicionamiento,
que estaban en boga en ese momento, no explicaban
por completo la adquisición y la realización de conductas prosociales y desviadas:
En realidad, la mayor parte de las aplicaciones
previas de la teoría del aprendizaje a temas relacionados con la conducta prosocial y la conducta
desviada... han sufrido las consecuencias de basarse
en una gama limitada de principios establecidos y
apoyados principalmente por estudios de aprendizaje animal o aprendizaje humano en situaciones
individuales (Bandura y Walters, 1963, p. 1).
Bandura desarrolló una teoría detallada del
aprendizaje observacional, que se ha extendido para
abarcar la adquisición y el desempeño de diversas habilidades, estrategias y comportamientos. Los principios
cognoscitivos sociales se han aplicado al aprendizaje
de habilidades cognoscitivas, motoras, sociales y de
autorregulación, así como a otros temas; por ejemplo
la violencia (en vivo y ilmada), el desarrollo moral, la
educación, la salud y los valores sociales (Zimmerman
y Schunk, 2003).
Bandura es un escritor prolíico. Desde su primer
libro, Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad, que escribió en 1963 con Richard Walters, ha sido
autor de muchas otras obras, incluyendo Principios
de modiicación conductual (1969), Agresión: análisis del aprendizaje social (1973), Teoría del aprendizaje
social (1977b) y Fundamentos sociales del pensamiento
y la acción: una teoría cognoscitiva social (1986). Con
la publicación de Autoeicacia: el ejercicio del control (1997), Bandura amplió su teoría para explicar la
manera en que las personas buscan controlar acontecimientos importantes de su vida mediante la autorregulación de sus pensamientos y acciones. Los pasos
básicos para la autorregulación son: establecer metas,
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Teoría cognoscitiva social
calcular por adelantado los resultados de las acciones,
evaluar el progreso hacia las metas y autorregular los
pensamientos, las emociones y las acciones. Tal como
lo explicó Bandura (1986):
Otra característica distintiva de la teoría cognoscitiva
social es el papel central que asigna a las funciones de autorregulación. Las personas no actúan sólo
para ajustarse a las preferencias de los demás; gran
parte de su conducta es motivada y regulada por
estándares internos y respuestas de autoevaluación
de sus propias acciones. Una vez que se adoptan
estándares personales, las discrepancias que existen
entre una acción y los estándares con que se mide
activan reacciones de autoevaluación que inluyen en
el comportamiento subsecuente. Por lo tanto, entre
las cuestiones que determinan una acción se encuentran las inluencias autoproducidas (Bandura,
1986, p. 20).
En este capítulo se analiza el marco conceptual de la teoría cognoscitiva social, junto con los
supuestos subyacentes acerca de la naturaleza del
aprendizaje y el comportamiento humano. Una parte
importante del capítulo se dedica a los procesos de
modelamiento. Se describen varias de las cuestiones
que inluyen en el aprendizaje y el desempeño, y se
analizan las inluencias de la motivación poniendo
especial énfasis en el papel fundamental que desempeña la autoeicacia. También se describen algunas
aplicaciones a la instrucción que relejan los principios del aprendizaje cognoscitivo social.
119
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector
deberá ser capaz de lo siguiente:
n
Describir y ejempliicar el proceso de causalidad
triádica recíproca.
n
Distinguir entre aprendizaje en acto y vicario,
y entre aprendizaje y desempeño.
n
Explicar el papel de la autorregulación en la teoría cognoscitiva social.
n
Deinir y ejempliicar tres funciones del modelamiento.
n
Analizar los procesos del aprendizaje por observación.
n
Explicar los diversos factores que afectan el
aprendizaje y el desempeño por observación.
n
Analizar las propiedades motivacionales de las
metas, los resultados esperados y los valores.
n
Deinir la autoeicacia y explicar sus causas
y efectos en ambientes de aprendizaje.
n
Analizar cómo las características de los modelos (por ejemplo, los pares, múltiples modelos,
el afrontamiento) afectan la autoeicacia y el
aprendizaje.
n
Describir algunas aplicaciones educativas que
relejen los principios de la teoría cognoscitiva
social.
MARCO CONCEPTUAL PARA EL APRENDIZAJE
La teoría cognoscitiva social se basa en algunos supuestos acerca del aprendizaje y las conductas, los
cuales hacen referencia a las interacciones recíprocas de personas, conductas y ambientes; el aprendizaje en acto y vicario (es decir, la manera en que ocurre el aprendizaje); la diferencia entre aprendizaje
y desempeño; y el papel de la autorregulación (Zimmerman y Schunk, 2003).
Interacciones recíprocas
Bandura (1982a, 1986, 2001) analizó la conducta humana dentro del esquema de una reciprocidad triádica o interacciones recíprocas entre conductas, variables ambientales y factores personales como las
cogniciones (igura 4.1). Estos factores de interacción se pueden ejempliicar utilizando la autoeicacia
percibida o las creencias acerca de las propias capacidades para organizar e implementar las acciones
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120
Capítulo 4
Figura 4.1
Modelo de causalidad de reciprocidad triádica.
Persona
Fuente: Social Foundations of Thought and Action por A.
Bandura, © 1986. Reproducido con autorización
de Pearson Education, Inc. Upper Saddle River, NJ.
Conducta
Ambiente
necesarias para aprender o desempeñarse a los niveles designados (Bandura, 1982b, 1986, 1997). Con
respecto a la interacción de la autoeicacia (factor personal) y el comportamiento, la investigación
muestra que las creencias sobre la autoeicacia inluyen en el logro de conductas como la selección de
las tareas, la perseverancia, el nivel de esfuerzo y la adquisición de habilidades (persona → conducta;
Schunk, 1991, 2001; Schunk y Pajares, 2002). Observe en la conversación que se encuentra al inicio
del capítulo que el bajo nivel de autoeicacia de Donnetta provocó que evitara utilizar golpes de revés
en los juegos. Las acciones de los estudiantes, a su vez, modiican su autoeicacia. A medida que los
estudiantes trabajan en las tareas advierten que están progresando hacia sus metas de aprendizaje (por
ejemplo, al terminar las tareas y al terminar las secciones de un trabajo inal), lo que se convierte en
un indicador de que son capaces de conseguir un buen desempeño. Eso aumenta su creencia en su
autoeicacia para un aprendizaje continuo (conducta → persona). Las investigaciones con estudiantes
que enfrentan problemas de aprendizaje han demostrado la interacción entre la autoeicacia y los
factores ambientales. Muchos de estos alumnos maniiestan un bajo sentido de autoeicacia por un
buen desempeño (Licht y Kistner, 1986). Los individuos que pertenecen al entorno social de estos
estudiantes podrían reaccionar ante ellos con base en los atributos que típicamente se asocian con
alumnos con problemas de aprendizaje (por ejemplo, un bajo nivel de autoeicacia) y no con base en
las habilidades reales del aprendiz (persona → ambiente). Algunos profesores, por ejemplo, consideran que estos estudiantes son menos capaces que los alumnos que no tienen discapacidades y tienen
menos expectativas académicas para ellos, incluso en áreas de contenido en las que los estudiantes
con problemas de aprendizaje se desempeñan adecuadamente (Bryan y Bryan, 1983). Asimismo, la retroalimentación del docente puede afectar la autoeicacia (ambiente → persona). Cuando un profesor
le dice a un estudiante: “Sé que puedes hacerlo”, aumenta las probabilidades de que el alumno confíe
en que tendrá éxito en su tarea.
Las conductas de los aprendices y los ambientes del salón de clases se inluyen de muchas maneras. Considere una secuencia de instrucción típica en la que el profesor presenta información a los
estudiantes y les pide que se ijen en el pizarrón. Los aspectos ambientales inluyen en la conducta de
los estudiantes cuando observan el pizarrón de una manera poco consciente (ambiente → conducta).
Las conductas de los estudiantes a menudo alteran el ambiente de instrucción. Si el profesor plantea
preguntas y los alumnos las responden de manera incorrecta podría volver a explicar algunos puntos
en lugar de continuar con la lección (conducta → ambiente).
El modelo que se muestra en la igura 4.1 no implica que los factores personales y ambientales
inluyan siempre en el mismo sentido. En un momento dado podría ser más inluyente uno de ellos.
Cuando los factores ambientales son débiles, predominan los factores personales, como cuando se
pide a los aprendices que escriban un informe sobre el libro que deseen y eligen uno que disfrutan.
El caso contrario, es decir, el de una conducta dictada por el ambiente, quedaría ejempliicado con
el caso de una persona que queda atrapada en una casa en llamas y sale de ella de inmediato.
Los tres factores interactúan la mayor parte del tiempo. Cuando un docente enseña una lección
a su grupo, los estudiantes piensan en lo que el profesor está diciendo (el ambiente inluye en la
cognición, que es un factor personal). Quienes no entienden algo levantan la mano para preguntar
(la cognición afecta la conducta). El profesor responde repasando el concepto (la conducta inluye
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Teoría cognoscitiva social
121
en el ambiente). Después, el docente asigna a los alumnos algún trabajo (el ambiente inluye en la
cognición, que a su vez inluye en la conducta). Cuando los estudiantes realizan la tarea creen que se
están desempeñando bien (la conducta inluye en la cognición), deciden que les gusta la tarea, le preguntan al profesor si pueden continuar trabajando en ella, lo cual él les permite (la cognición inluye
en la conducta, que a su vez inluye en el ambiente).
Aprendizaje en acto y vicario
En la teoría cognoscitiva social:
El aprendizaje es principalmente una actividad de procesamiento de información, en la que la información acerca de la estructura de la conducta y acerca de acontecimientos ambientales se transforma en
representaciones simbólicas que guían la acción (Bandura, 1986, p. 51).
El aprendizaje ocurre de manera activa, es decir, a través del hacer real, o de forma vicaria, mediante
la observación del desempeño de modelos, ya sea en vivo, de manera simbólica o de manera electrónica.
El aprendizaje en acto implica aprender de las consecuencias de los propios actos. Las conductas
que tienen consecuencias exitosas se conservan; en tanto que aquellas que conducen al fracaso se modiican o se descartan. Las teorías del condicionamiento también airman que las personas aprenden
mediante el desempeño, pero la teoría cognoscitiva social ofrece una explicación diferente. Skinner
(1953) señaló que las cogniciones acompañan al cambio conductual pero no inluyen en él (capítulo
3). La teoría cognoscitiva social plantea que las consecuencias de las conductas sirven como fuente
de información y de motivación, y no como el medio para fortalecer las conductas, como airman las
teorías del condicionamiento. Las consecuencias informan a las personas acerca de la precisión o lo
apropiado de la conducta. Los individuos que logran éxito en una tarea o que son recompensados por
realizarla entienden que se están desempeñando bien; cuando fracasan o son castigados por realizarla
saben que están efectuando algo mal y podrían tratar de corregir el problema. Las consecuencias
también motivan a las personas, hacen que se esfuercen por aprender conductas que valoran y que
consideran tendrán consecuencias deseables, así como que eviten aprender conductas que son castigadas o que no son satisfactorias. Son las cogniciones de las personas, más que las consecuencias, las
que afectan el aprendizaje.
Gran parte del aprendizaje humano es vicario, es decir, ocurre sin que el aprendiz realice la
conducta en el momento de aprender. Algunas fuentes comunes del aprendizaje vicario provienen
de observar o escuchar modelos en vivo (en persona), modelos simbólicos o no humanos (como los
animales que hablan que se ven en la televisión y los personajes de caricaturas), modelos electrónicos
(por ejemplo, la televisión, la computadora, el DVD) o modelos impresos (libros y revistas). Las fuentes
vicarias permiten un aprendizaje más acelerado del que sería posible si las personas tuvieran que realizar cada conducta para aprenderla. Las fuentes vicarias también evitan que los individuos experimenten
por sí mismos consecuencias negativas. Por ejemplo, aprendimos que las serpientes venenosas son
peligrosas porque otros nos lo enseñaron, lo leímos en libros o lo vimos en las películas, etc., ¡más que
por experimentar en carne propia las desagradables consecuencias de sus mordidas!
El aprendizaje de habilidades complejas suele darse por medio de la combinación de observación
y desempeño. Los estudiantes comienzan observando a los modelos explicar y demostrar las habilidades, y luego las practican. Esta secuencia es evidente en el diálogo inicial, en la que la entrenadora le
explica y demuestra a Donnetta cómo hacer el giro, mientras la tenista observa y practica. Los aspirantes a golistas, por ejemplo, no sólo observan a los profesionales jugar golf, sino que practican mucho
y reciben retroalimentación correctiva de los instructores. Los estudiantes observan a los profesores explicar y demostrar las habilidades. Mediante la observación, los alumnos a menudo aprenden algunos
de los componentes de una habilidad compleja y no otros. La práctica ofrece a los profesores las oportunidades para brindar retroalimentación correctiva a los estudiantes con el in de que perfeccionen
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Capítulo 4
sus habilidades. Al igual que en el aprendizaje en acto, las consecuencias de la respuesta de fuentes
vicarias informan y motivan a los observadores, los cuales tienen más aptitudes para aprender las conductas modeladas que conducen al éxito que para aprender las que conducen al fracaso. Cuando las
personas creen que las conductas modeladas son útiles, observan con cuidado a los modelos que
las realizan y las ensayan mentalmente.
Aprendizaje y desempeño
La teoría cognoscitiva social distingue entre un nuevo aprendizaje y el desempeño de conductas
aprendidas previamente. A diferencia de las teorías del condicionamiento, que plantean que el aprendizaje implica la conexión de respuestas con estímulos o respuestas seguidas por consecuencias, la
teoría cognoscitiva social airma que el aprendizaje y el desempeño son procesos diferentes. Aunque
gran parte del aprendizaje se produce mediante el hacer, aprendemos muchas cosas a través de la
observación. El aplicar alguna vez lo que aprendemos depende de factores como nuestra motivación,
interés, incentivos para actuar, necesidad percibida, estado físico, presiones sociales y tipos de actividades en las que somos competentes. El reforzamiento, o la creencia de que pronto aparecerá, afectan
el desempeño más que el aprendizaje.
Hace muchos años Tolman y Honzik (1930), demostraron mediante experimentos la diferencia
entre aprendizaje y desempeño. Estos investigadores estudiaron el aprendizaje latente, como denominaron al aprendizaje que ocurre por observación sin que exista una meta o un reforzamiento. Un
experimento consistió en dejar que dos grupos de ratas caminaran en un laberinto durante 10 ensayos.
Uno de los grupos recibió alimento todas las veces que recorrió el laberinto, mientras que el otro
grupo nunca lo recibió. Las ratas alimentadas redujeron rápidamente el tiempo y el número de errores
que cometían al recorrer el laberinto, a diferencia del otro grupo, que siguió cometiendo el mismo
número de errores. En el ensayo 11, algunas de las ratas del grupo que no recibió alimento como reforzamiento fue alimentado después de recorrer el laberinto, y el tiempo y el número de errores que
cometían al recorrerlo se redujo rápidamente al mismo nivel del grupo que siempre recibió alimento,
lo cual no ocurrió con los tiempos de recorrido y las tasas de error de las ratas que no recibieron
reforzamiento. Las ratas del grupo sin reforzamiento habían aprendido las características del laberinto
al recorrerlo sin recibir una recompensa y cuando se introdujo el alimento el aprendizaje latente se
manifestó con rapidez.
Algunas actividades escolares (como las sesiones de repaso) implican el desempeño de habilidades aprendidas previamente, pero gran parte del tiempo se dedica al aprendizaje. Al observar al
profesor y a los compañeros como modelos, los estudiantes adquieren conocimientos que no siempre
demuestran en el momento en que los aprenden. Por ejemplo, los alumnos podrían aprender en la
escuela que un procedimiento útil para captar la idea principal de un párrafo escrito es echarle un
vistazo rápido y aprender una estrategia para hacerlo, pero no utilizar ese conocimiento para mejorar
su aprendizaje hasta que se encuentran en casa leyendo un texto.
Autorregulación
Un supuesto básico de la teoría cognoscitiva social es que las personas desean “controlar los acontecimientos que afectan su vida” y percibirse a sí mismos como agentes (Bandura, 1997, p. 1). Este
sentimiento de agencia se maniiesta en actos intencionales, procesos cognoscitivos y procesos afectivos. La autoeicacia percibida, que se analiza más adelante en este capítulo, es un proceso central
que afecta la sensación de agencia. Otros procesos fundamentales, que también se analizan en este
capítulo, son las expectativas del resultado, los valores, el establecimiento de metas, la autoevaluación
del avance hacia la meta, y el modelamiento cognoscitivo y la autoinstrucción.
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Teoría cognoscitiva social
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Un aspecto central en este concepto de la agencia personal es la autorregulación (aprendizaje
autorregulado) o el proceso mediante el cual los individuos activan y mantienen las conductas, las cogniciones y los afectos, los cuales están sistemáticamente orientados hacia el logro de metas (Zimmerman
y Schunk, 2001). Al esforzarse por autorregular aspectos importantes de su vida, los individuos logran
un mayor sentimiento de agencia personal. En situaciones de aprendizaje, la autorregulación requiere
que los aprendices tengan opciones; por ejemplo, en lo que hacen y en cómo lo hacen. Los alumnos
no siempre disponen de opciones, como ocurre cuando los profesores controlan muchos aspectos y
les asignan las tareas y determinan los parámetros. Cuando todos o la mayoría de los aspectos son controlados por terceros, se puede hablar de regulación externa o regulación de otros. El potencial para la
autorregulación varía dependiendo de las opciones de las que disponen los aprendices.
Una de las primeras perspectivas cognoscitivas sociales consideraba que la autorregulación incluye tres procesos: la autoobservación (o autovigilancia), la autoevaluación y la reacción personal
(Bandura, 1986; Kanfer y Gaelick, 1986). Los estudiantes participan en actividades de aprendizaje con
metas tales como adquirir conocimiento y estrategias para resolver problemas, completar páginas del
libro de trabajo y realizar experimentos. Con estas metas en la mente los alumnos observan, juzgan
y reaccionan a su percepción del progreso.
Zimmerman (1998, 2000) amplió esta perspectiva al proponer que la autorregulación incluye tres
fases: preparación, control del desempeño y autorrelexión. La fase de preparación precede al desempeño real e incluye procesos que preparan el terreno para la acción. La fase de control del desempeño
involucra procesos que ocurren durante el aprendizaje y afectan la atención y la acción. Durante la
fase de autorrelexión, que ocurre después del desempeño, las personas responden conductual y
mentalmente a sus esfuerzos. El modelo de Zimmerman releja la naturaleza cíclica de la reciprocidad
triádica, o la interacción de los factores personales, conductuales y ambientales. Además, amplía la
perspectiva clásica, la cual abarca la participación en la tarea, ya que incluye las conductas y los procesos mentales que ocurren antes y después de la participación. El concepto de la autorregulación de
la teoría cognoscitiva social se expone con mayor detalle en el capítulo 9.
PROCESOS DE MODELAMIENTO
El modelamiento —un componente fundamental de la teoría cognoscitiva social— se reiere a los
cambios conductuales, cognoscitivos y afectivos que se derivan de la observación de uno o más modelos (Rosenthal y Bandura, 1978; Schunk, 1987, 1998; Zimmerman, 1977). A lo largo de la historia, el
modelamiento se ha equiparado con la imitación, pero es un concepto más incluyente. A continuación
describiremos algunos aspectos históricos que proporcionan un contexto que permite apreciar la importancia de la investigación realizada por Bandura y otros autores acerca del modelamiento.
Teorías de la imitación
En el transcurso de la historia se ha considerado a la imitación como un medio importante de transmisión de comportamientos (Rosenthal y Zimmerman, 1978). Los antiguos griegos utilizaban el término
mimesis para referirse al aprendizaje que ocurría a través de la observación de las acciones de los
demás y de modelos abstractos que ejempliicaban estilos literarios y morales. Otros puntos de vista
acerca de la imitación la relacionan con los instintos, el desarrollo, el condicionamiento y el comportamiento instrumental (tabla 4.1).
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Capítulo 4
Tabla 4.1
Teorías de la imitación.
Perspectiva
Supuestos
Del instinto
Las acciones observadas despiertan un impulso instintivo por copiarlas.
Del desarrollo
Los niños imitan las acciones que se ajustan a sus estructuras cognoscitivas.
Del condicionamiento
Las conductas se imitan y refuerzan por modelamiento. La imitación se vuelve
una clase de respuesta generalizada.
De la conducta instrumental
La imitación se convierte en un impulso secundario mediante el reforzamiento
repetido de las respuestas similares a las de los modelos. La imitación da
como resultado que se reduzcan los impulsos.
Instinto. A principios del siglo XX, la perspectiva cientíica dominante era que las personas poseen un
instinto natural para imitar las acciones de otros (James, 1890; Tarde, 1903). James creía que la imitación era la principal responsable de la socialización, aunque no explicó los procesos mediante los
cuales ésta ocurría. McDougall (1926) restringió su deinición de la imitación a la copia instintiva de
las acciones de otros.
Los conductistas rechazaron y terminaron por descartar el concepto de instinto porque asumía
la existencia de un impulso interno y posiblemente de una imagen mental que intervenía entre el
estímulo (la acción de otra persona) y la respuesta (copiar esa acción). Watson (1924) creía que las
conductas consideradas “instintivas” eran producto principalmente del entrenamiento y, por lo tanto,
eran aprendidas.
Desarrollo. Piaget (1962) ofreció una perspectiva diferente de la imitación. Creía que el desarrollo
humano implicaba la adquisición de esquemas o estructuras cognoscitivas que subyacen y permiten
pensamientos y acciones organizados (Flavell, 1985). Los pensamientos y las acciones no son sinónimos de los esquemas, sino manifestaciones abiertas de los mismos. Los esquemas de los que disponen
los individuos determinan la manera en que reaccionan a los eventos. Los esquemas relejan las experiencias previas y constituyen el propio conocimiento en un momento dado.
Es probable que los esquemas se desarrollen a través de la maduración y de experiencias un poco
más avanzadas que las que se encuentran en las estructuras cognoscitivas. La imitación se restringe
a las actividades que corresponden a los esquemas existentes. Los niños imitan las conductas que
entienden, pero no las que son incongruentes con sus estructuras cognoscitivas. Por lo tanto, el desarrollo debe preceder a la imitación.
Esta perspectiva restringe de manera importante el potencial de la imitación para crear y modiicar
estructuras cognoscitivas. Además, esta postura del desarrollo tiene poco apoyo empírico (Rosenthal
y Zimmerman, 1978). En uno de los primeros estudios Valentine (1930b) descubrió que los bebés podían, dentro de sus capacidades, imitar acciones que no habían ejecutado antes. Los bebés mostraron
una fuerte tendencia a imitar acciones poco comunes que llamaban la atención. La imitación no siempre era inmediata y las acciones a menudo tenían que repetirse para que los bebés pudieran imitarlas.
El individuo que realizaba las acciones originales era un factor importante: los bebés tendían más a
imitar a su madre. Estos resultados y los de investigaciones posteriores revelaron que la imitación no
es un simple relejo del nivel del desarrollo, sino que desempeña un papel importante en fomentarlo
(Rosenthal y Zimmerman, 1978).
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Condicionamiento. Los teóricos del condicionamiento interpretan la imitación en términos de asociaciones. Según Humphrey (1921), la imitación es un tipo de respuesta circular en la que cada respuesta
sirve como estímulo para la siguiente. Un bebé podría empezar a llorar (respuesta) porque siente
dolor (estímulo). El bebé escucha su propio llanto (estímulo auditivo), que luego se convierte en un
estímulo para el llanto subsecuente. Mediante el condicionamiento, pequeñas unidades relejas forman
progresivamente cadenas más complejas de respuestas.
La teoría del condicionamiento operante de Skinner (1953) considera la imitación como una
clase de respuesta generalizada (capítulo 3). En la contingencia de tres términos (E D → R →
E R), un acto modelado sirve como E D (estímulo discriminativo). La imitación ocurre cuando un
observador responde igual que el modelo (R) y recibe reforzamiento (E R). Esta contingencia se
establece en una etapa temprana de la vida. Por ejemplo, un padre produce un sonido (“papá”),
el niño lo imita y el padre lo refuerza (sonrisa, abrazo). Una vez que se establece una clase de
respuesta de imitación, se puede mantener con un programa de reforzamiento intermitente. Los
niños imitan las conductas de modelos (padres, amigos) en tanto sigan siendo estímulos discriminativos de reforzamiento.
Una limitación de esta postura es que las personas sólo pueden imitar aquellas respuestas que
pueden realizar. De hecho, muchas investigaciones demuestran que es posible adquirir muchos comportamientos por medio de la observación (Rosenthal y Zimmerman, 1978). Otra limitación se reiere a
la necesidad de dar reforzamiento para lograr mantener la imitación. Estudios realizados por Bandura
y sus colaboradores muestran que los observadores aprenden de los modelos en ausencia de refuerzo
de los modelos o los observadores (Bandura, 1986). El reforzamiento afecta principalmente el desempeño de los aprendices de respuestas aprendidas previamente en vez de a su desempeño de respuestas del nuevo aprendizaje.
Conducta instrumental. Miller y Dollard (1941) propusieron una elaborada teoría de la imitación o
conducta de igualación dependiente, la cual plantea que la imitación es una conducta instrumental
aprendida porque conduce al reforzamiento. La conducta de igualación dependiente es igual a (es la
misma que) la del modelo y depende o es producida por la acción del modelo.
Millery Dollard creían que al principio el imitador responde por ensayo y error a los indicios conductuales, pero con el tiempo emite la respuesta correcta y es reforzado. Las respuestas emitidas por
los imitadores fueron aprendidas previamente.
Este concepto de la imitación, como una conducta instrumental aprendida, fue un importante
avance, pero presenta algunos problemas. Al igual que las otras perspectivas históricas, esta teoría
postula que las nuevas respuestas no se crean mediante la imitación, sino que la imitación representa
el desempeño de conductas aprendidas. Esta postura no puede explicar el aprendizaje por medio de
la imitación aplazada (es decir, cuando los imitadores realizan las mismas respuestas tiempo después
de que el modelo las exhibió) o por medio de las conductas imitadas que no son reforzadas (Bandura
y Walters, 1963). Este concepto tan restringido de la imitación sólo es útil en el caso de las respuestas
que remedan con exactitud las que despliegan los modelos.
Funciones del modelamiento
Bandura (1986) distingue tres funciones fundamentales del modelamiento: facilitación de la respuesta,
inhibición y desinhibición, y aprendizaje por observación (tabla 4.2).
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Capítulo 4
Tabla 4.2
Funciones del modelamiento.
Función
Proceso subyacente
Facilitación de la respuesta
Los incitadores sociales crean alicientes para que los observadores
reproduzcan las acciones (“haz lo que veas”).
Inhibición y desinhibición
Las conductas modeladas crean expectativas en los observadores
de que tendrán consecuencias similares si imitan las acciones.
Aprendizaje por observación
Los procesos son atención, retención, producción y motivación.
Facilitación de la respuesta. Las personas aprenden muchas habilidades y conductas que no ejercen por falta de motivación. La facilitación de la respuesta se reiere a las acciones modeladas que
sirven como incitadores sociales para que los observadores se comporten en consecuencia. Considere
a una educadora de primaria que ha colocado una presentación llamativa en una esquina del salón de
clases. Los primeros estudiantes que llegan en la mañana ven la presentación y de inmediato se acercan a observarla. Cuando otros estudiantes ingresan al salón y ven a un grupo en la esquina, también
se dirigen hacia allá para ver qué es lo que los demás están observando. Varios alumnos juntos sirven
como incitador social para que los demás se les unan, aun cuando estos últimos no sepan por qué los
otros están reunidos.
Los efectos de la facilitación de la respuesta son comunes. ¿Alguna vez ha visto un grupo de personas mirando hacia una dirección? Esto puede actuar como una señal para ver en la misma dirección.
Los recién llegados a las juntas de voluntarios observan con interés la canasta que pasan para recibir
donaciones. La mayoría de las personas pone unas monedas o un billete, lo que funciona como una
señal de que ésta es una donación aceptable. Observe que la facilitación de la respuesta no releja
un verdadero aprendizaje, puesto que las personas ya saben cómo realizar las conductas; más bien,
los modelos funcionan como señales para las acciones del observador, el cual obtiene información
acerca de la pertinencia de la conducta y podría sentirse motivado a actuar si los modelos reciben
consecuencias positivas.
El modelamiento para la facilitación de la respuesta puede darse sin que el individuo tenga conciencia. Chartrand y Bargh (1999) encontraron evidencia de un efecto camaleón en el que las personas
imitan de manera inconsciente las conductas y los modales de las personas de su entorno social. El
simple hecho de percibir la conducta podría provocar la respuesta de actuar en consecuencia.
Inhibición/desinhibición. Observar un modelo fortalece o debilita las inhibiciones para ejecutar las
conductas ya aprendidas. La inhibición ocurre cuando los modelos son castigados por exhibir ciertos
comportamientos, lo cual detiene o evita que los observadores se comporten de la misma forma. La
desinhibición ocurre cuando los modelos se comportan de maneras amenazadoras o prohibidas sin
sufrir consecuencias negativas, lo cual lleva a los observadores a comportarse de la misma manera.
Los efectos inhibitorios y desinhibitorios aparecen porque las exhibiciones modeladas comunican a
los observadores que podrían recibir consecuencias similares si muestran esos comportamientos. Esta
información también puede inluir en las emociones, por ejemplo, aumentando o disminuyendo la
ansiedad; y en la motivación.
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Teoría cognoscitiva social
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Las acciones de los profesores pueden inhibir o desinhibir la mala conducta en el aula. La mala
conducta que no recibe un castigo puede tener un efecto desinhibitorio: los estudiantes que observan
que la mala conducta modelada no es castigada podrían empezar a comportarse mal. Por el contrario,
el ver a un docente disciplinar a un estudiante por su mal comportamiento, inhibe la mala conducta
de los otros. Los observadores tienden más a creer que también serán disciplinados si el profesor ve
que se comportan mal.
La inhibición y la desinhibición se asemejan a la facilitación de la respuesta en el hecho de que las
conductas relejan acciones que los individuos ya han aprendido, pero diieren en que la facilitación
de la respuesta por lo general involucra conductas aceptadas socialmente, mientras que las acciones
inhibidas o desinhibidas suelen tener una connotación moral o legal (es decir, involucran la violación
de reglas o leyes) y van acompañadas de emociones (por ejemplo, temores). Si durante un disturbio
o un desastre natural ocurre un saqueo y los maleantes no reciben un castigo, aumentan las probabilidades de que esto desinhiba el saqueo (un acto ilícito) en algunos observadores.
Aprendizaje por observación. El aprendizaje por observación a través del modelamiento ocurre cuando los observadores maniiestan nuevos patrones de conducta que, antes de estar expuestos a las
conductas modeladas, no tenían ninguna probabilidad de manifestar, incluso aunque estuvieran muy
motivados a hacerlo (Bandura, 1969). Un mecanismo clave es la información que transmiten los modelos a los observadores acerca de las formas de producir nuevas conductas (Rosenthal y Zimmerman,
1978). En la plática inicial, Donnetta necesitaba aprender (o reaprender) el procedimiento correcto
para dar un golpe de revés. El aprendizaje por observación incluye cuatro procesos: atención, retención, producción y motivación (Bandura, 1986; tabla 4.3).
El primer proceso es la atención del observador a los eventos relevantes para percibirlos de manera signiicativa. En cualquier momento, la persona puede poner atención a muchas actividades. Las
características del modelo y del observador afectan la atención que reciben los modelos. Las características de la tarea también requieren atención, especialmente cuando presentan tamaños, formas,
colores o sonidos inusuales. Muchos profesores acostumbran resaltar el modelamiento con colores
brillantes y tamaños exagerados. La atención también se ve afectada por el valor funcional percibido
de las actividades modeladas. Las actividades modeladas que los observadores consideran importantes
Tabla 4.3
Procesos del aprendizaje observacional.
Proceso
Actividades
Atención
La atención del estudiante se dirige al hacer énfasis físicamente en los aspectos
relevantes de la tarea, al dividir en partes las actividades complejas, usando
modelos competentes y demostrando la utilidad de las conductas modeladas.
Retención
Producción
Motivación
La retención aumenta al repasar la información que se va a aprender, al
codiicarla en forma visual y simbólica, y al relacionar el material nuevo con
la información ya almacenada en la memoria.
Las conductas emitidas se comparan con la propia representación conceptual
(mental). La retroalimentación ayuda a corregir las deiciencias.
Las consecuencias de las conductas modeladas informan a los observadores
de su valor funcional y de su pertinencia. Las consecuencias tienen un efecto
motivador al formar expectativas de los resultados y al incrementar la
autoeicacia.
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Capítulo 4
y que tienden a conducir a resultados recompensantes exigen mayor atención. Los estudiantes creen
que la mayoría de las actividades del docente son muy funcionales, ya que buscan aumentar el aprendizaje de los alumnos. Los aprendices también suelen creer que sus profesores son muy competentes,
lo que incrementa la atención. Los factores que fomentan la percepción de la competencia del modelo
son aquellas acciones modeladas que conducen al éxito y los indicadores simbólicos de habilidad,
como el título o el puesto.
El segundo proceso es la retención, la cual requiere que la información modelada se organice a
nivel cognoscitivo, se repase, se codiique y se transforme para su almacenamiento en la memoria. El
aprendizaje por observación propone dos formas de almacenar el conocimiento. Una conducta modelada se puede almacenar como imagen, de forma verbal o de ambas maneras (Bandura, 1977b). La codiicación en imágenes es especialmente importante para las actividades que no son fáciles de describir con palabras; por ejemplo, las habilidades motoras que se realizan tan rápido que los movimientos
individuales se funden en una secuencia o acción mayor organizada (por ejemplo, un golpe de golf).
Gran parte del aprendizaje de habilidades cognoscitivas se basa en la codiicación verbal de reglas o
procedimientos. (El almacenamiento de la información en la memoria se analizará en el capítulo 5).
El repaso, o la revisión mental de la información, desempeña un papel fundamental en la retención del conocimiento (capítulo 5). Bandura y Jeffery (1973) demostraron los beneicios de la codiicación y el repaso. Un grupo de adultos observó coniguraciones complejas de movimientos modelados. Algunos participantes los codiicaron en el momento de la presentación asignándoles índices
numéricos o verbales, mientras que a otros participantes, en vez de instruirlos para que los codiicaran,
se les pidió que subdividieran los movimientos de modo que pudieran recordarlos. Además, a unos se
les permitió repasar los códigos o los movimientos después de la presentación y a otros no. Tanto la
codiicación como el repaso mejoraron la retención de los eventos modelados; los sujetos que codiicaron y repasaron recordaban mejor. El repaso sin codiicación y la codiicación sin repaso, fueron
menos eicaces.
El tercer proceso del aprendizaje por observación es la producción, que consiste en traducir las
ideas visuales y simbólicas de los eventos modelados en conductas abiertas. Muchas acciones simples
se pueden aprender con sólo observarlas y el que los observadores las produzcan después indica
que las han aprendido. Sin embargo, son raras las conductas complejas que se aprenden por mera
observación. Los aprendices suelen adquirir una burda aproximación de una habilidad compleja observando demostraciones modeladas (Bandura, 1977b). Luego, con la práctica, la retroalimentación
correctiva y el repaso perfeccionan sus habilidades.
Los problemas de producir conductas modeladas no proceden sólo de que la información esté
inadecuadamente codiicada, sino también de que los estudiantes presentan diicultades para convertir
la información codiicada en la memoria en acciones abiertas. Por ejemplo, un niño podría tener un
conocimiento básico de cómo atarse los cordones de los zapatos, pero ser incapaz de transformar
dicho conocimiento en conducta. Los profesores que sospechan que los alumnos están enfrentando
problemas para demostrar lo que han aprendido podrían tener que evaluar a los estudiantes de diferentes maneras.
La motivación, el cuarto proceso, afecta el aprendizaje por observación porque aumenta las probabilidades de que las personas se involucren en los tres procesos anteriores (atención, retención,
producción) para las acciones modeladas que consideran más importantes. Los individuos se forman
expectativas acerca de los resultados anticipados de acciones a partir de las consecuencias experimentadas por ellos y por los modelos (Bandura, 1997); ejecutan aquellas acciones que creen que producirán resultados recompensantes y evitan actuar en formas que consideran les traerán consecuencias
negativas (Schunk, 1987). Las personas también actúan con base en sus valores, y realizan las actividades que valoran y evitan aquellas que consideran insatisfactorias sin importarles las consecuencias que
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Teoría cognoscitiva social
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tengan para ellos o para los demás; renuncian al dinero, al prestigio y al poder cuando piensan
que para recibir esas recompensas deben realizar actividades poco éticas; por ejemplo, prácticas
de negocios cuestionables.
La motivación es un proceso crucial del aprendizaje por observación que los profesores fomentan
de diversas maneras: haciendo que el aprendizaje sea interesante, relacionando el material con los
intereses de los estudiantes, logrando que los aprendices establezcan metas y vigilen su avance hacia
ellas, proporcionando retroalimentación que indique que está aumentando su competencia y resaltando el valor del aprendizaje. Estos y otros factores se estudiarán en el capítulo 8.
Aprendizaje de habilidades cognoscitivas
El aprendizaje por observación amplía el alcance y la tasa del aprendizaje más de lo que ocurriría
por medio del moldeamiento (capítulo 3), en el que cada respuesta debe ejecutarse y reforzarse. Las
representaciones modeladas de habilidades cognoscitivas son frecuentes en los salones de clases. En
una secuencia educativa común el docente explica y demuestra las habilidades por aprender y luego
los alumnos reciben la práctica guiada mientras el profesor veriica su comprensión; si experimentan
diicultades, el docente les enseña otra vez la habilidad. Cuando el profesor considera que los estudiantes ya lograron una comprensión básica, realizan una práctica independiente mientras el profesor
supervisa periódicamente su trabajo. En la aplicación 4.1 se muestran ejemplos del modelamiento del
profesor.
Muchos aspectos de la instrucción utilizan modelos y existen muchas evidencias empíricas de que
los estudiantes de diversas edades aprenden habilidades y estrategias observando modelos (Horner,
2004; Schunk, 2008). Dos aplicaciones del modelamiento a la instrucción especialmente relevantes son
el modelamiento cognoscitivo y la autoinstrucción.
Modelamiento cognoscitivo. El modelamiento cognoscitivo complementa la explicación y la demostración modelada con la verbalización de los pensamientos y razones del modelo para realizar las
acciones dadas (Meichenbaum, 1977). La entrenadora Martin utilizó modelamiento cognoscitivo con
Donnetta. Al enseñar a dividir, el profesor podría verbalizar lo que sigue para responder al problema
276 ÷ 4:
Primero tengo que decidir qué número dividir entre 4. Tomo 276, empiezo por la izquierda y me
muevo hacia la derecha hasta llegar a un número igual o mayor que 4. ¿Es 2 mayor que 4? No. ¿Es 27
mayor que 4? Sí, por consiguiente, mi primera división será 27/4. Ahora necesito multiplicar 4 por un
número que produzca un resultado igual o un poco menor que 27. ¿Qué tal 5? 5 × 4 = 20. No, es muy
pequeño. Probemos con 6: 6 × 4 = 24. Tal vez. Probemos con 7: 7 × 4 = 28. No, es demasiado grande.
Lo correcto es 6.
El modelamiento cognoscitivo puede incluir otros tipos de enunciados. Se podrían introducir errores en la demostración para que los estudiantes vean cómo reconocerlos y manejarlos. Los enunciados
autorreforzantes, como “lo estoy haciendo bien”, también son útiles, sobre todo con los estudiantes
que enfrentan diicultades de aprendizaje y dudan de su capacidad para desempeñarse bien.
Los investigadores respaldan la utilidad del modelamiento cognoscitivo y han descubierto que el
modelamiento combinado con explicación es más eicaz para enseñar habilidades que las explicaciones solas (Rosenthal y Zimmerman, 1978). Schunk (1981) comparó los efectos del modelamiento cognoscitivo con los de la instrucción didáctica en la autoeicacia y el aprovechamiento de los niños ante
las divisiones largas. Niños que carecían de habilidades para dividir recibieron instrucción y práctica. En la situación con modelamiento cognoscitivo, los estudiantes observaron a un modelo adulto
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130
Capítulo 4
APLICACIÓN 4.1
Modelamiento de los profesores
A menudo los profesores utilizan demostraciones
modeladas en las lecciones con el in de enseñar
a sus alumnos diversas habilidades, como resolver
problemas matemáticos, identiicar las principales
ideas en un texto, redactar oraciones de un tema,
utilizar herramientas eléctricas y ejecutar movimientos defensivos de básquetbol. Las demostraciones modeladas se pueden utilizar para enseñar
a los niños de primaria a poner títulos a sus documentos correctamente. En su grupo de tercer
grado, Kathy Stone podría dibujar en el pizarrón
un bosquejo del documento que los estudiantes
están utilizando para repasar el procedimiento de
poner títulos paso a paso, explicando y demostrando cómo se hace.
En su clase de historia de Estados Unidos
de noveno grado, Jim Marshall modela la forma de
estudiar para un examen. Utiliza varios capítulos para explicar y demostrar cómo localizar y
resumir los conceptos más importantes de cada
sección.
En una clase de economía doméstica para secundaria, los estudiantes pueden aprender a colocar una manga en una prenda mediante
demostraciones modeladas. El profesor podría iniciar
describiendo el proceso y luego utilizar auxiliares
visuales para ilustrar el procedimiento, y concluir
la presentación demostrando el proceso en una
máquina de coser.
Varios de los estudiantes de licenciatura de
Gina Brown han acudido a su oicina después
de clase con dudas sobre cómo deben presentar
los resultados de sus proyectos de campo. Durante
la siguiente clase, ella utiliza un proyecto de investigación que realizó para demostrar una forma de
presentar los resultados ante un grupo. Gina utiliza
notas, gráicas y diapositivas para ejempliicar formas de presentación de datos.
Un profesor de teatro podría modelar diversas habilidades de actuación mientras sus estudiantes ensayan una obra. Podría demostrar las inlexiones
de voz deseadas, el estado de ánimo, el volumen y
los movimientos corporales para cada personaje de
la obra. En primer grado, cuando la clase estudia
fonética para decodiicar palabras, el docente podría demostrar el sonido de cada letra de una lista
de palabras.
explicar y demostrar las divisiones mientras las aplicaba a ejemplos de problemas. En las condiciones
de instrucción didáctica, los aprendices repasaron el material educativo que explica y demuestra las
operaciones, pero no estuvieron expuestos a modelos. El modelamiento cognoscitivo mejoró más que
la instrucción didáctica el aprendizaje de los niños de las habilidades para dividir.
Autoinstrucción. La autoinstrucción se ha utilizado para enseñar a los estudiantes a regular sus
actividades durante el aprendizaje (Meichenbaum, 1977). En un estudio pionero Meichenbaum y Goodman (1971) incorporaron el modelamiento cognoscitivo al entrenamiento de autoinstrucción para
estudiantes de segundo grado que eran impulsivos y estaban en un grupo de educación especial. El
procedimiento incluyó lo siguiente:
n
n
n
n
n
Modelamiento cognoscitivo: el adulto le dice al niño qué debe hacer mientras el primero
realiza la tarea.
Guía abierta: el niño actúa bajo la dirección del adulto.
Guía personal abierta: el niño actúa mientras se da instrucciones a sí mismo en voz alta.
Guía personal abierta desvanecida: el niño murmura las instrucciones mientras realiza la tarea.
Autoinstrucción cubierta: el niño actúa mientras es guiado por un discurso interno en silencio.
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Teoría cognoscitiva social
131
La autoinstrucción se utiliza a menudo para desacelerar la tasa de desempeño de los niños. Un
modelo adulto utilizó las siguientes oraciones durante la tarea de dibujar una línea:
Muy bien, ¿qué tengo que hacer? Quieres que copie la imagen con las diferentes líneas. Tengo que
hacerlo lentamente y con cuidado. Muy bien, dibujo la línea hacia abajo, hacia abajo, bien; luego a la
derecha, ya está; ahora un poco más abajo y a la izquierda. Bien, hasta ahora voy bien. Recuerda hacerlo despacio. Ahora voy hacia arriba nuevamente. No, debía ir hacia abajo. Está bien, sólo borro la línea
con cuidado... Bien. Incluso si cometo un error puedo continuar lenta y cuidadosamente. Muy bien,
ahora tengo que ir hacia abajo. Terminé. Lo hice (Meichenbaum y Goodman, 1971, p. 117).
Observe que el modelo comete un error y muestra cómo resolverlo. Esta es una forma importante de aprendizaje para los estudiantes con problemas de atención, hiperactividad y problemas
conductuales, ya que se pueden sentir frustrados y desistir con facilidad después de cometer errores. Meichenbaum y Goodman (1971) descubrieron que el modelamiento cognoscitivo desaceleró el
tiempo de respuesta y que la autoinstrucción disminuyó los errores.
La autoinstrucción se ha utilizado con diversas tareas y tipos de estudiantes (Fish y Pervan, 1985).
Es especialmente útil para alumnos con problemas de aprendizaje (Wood, Rosenberg y Carran, 1993)
y para enseñar a los estudiantes a trabajar con estrategias. Para enseñar comprensión de lectura, las
instrucciones anteriores podrían modiicarse de la siguiente manera: “¿Qué tengo que hacer? Tengo
que encontrar el enunciado del tema en el párrafo. El enunciado del tema indica de qué trata el párrafo. Empiezo buscando un enunciado que resuma los detalles, o bien, que indique de qué se trata el
párrafo” (McNeil, 1987, p. 96). En la demostración modelada se pueden incluir enunciados para enfrentar las diicultades (“No lo he podido encontrar, pero no hay problema”).
Aprendizaje de habilidades motoras
La teoría cognoscitiva social postula que el aprendizaje de habilidades motoras implica la construcción
de un modelo mental que proporciona la representación conceptual de la habilidad para producir
respuestas y sirve como norma para corregirlas después de recibir retroalimentación (Bandura, 1986;
McCullagh, 1993; Weiss, Ebbeck y Wiese-Bjornstal, 1993). La representación conceptual se forma
transformando secuencias de conductas observadas en códigos visuales y simbólicos que se repasan a
nivel cognoscitivo. Por lo general, los individuos poseen un modelo mental de una habilidad antes de
tratar de ejecutarla. Por ejemplo, al observar jugadores de tenis los individuos construyen un modelo
mental de actividades como sacar, bolear y golpear de revés. Estos modelos mentales son rudimentarios, ya que requieren retroalimentación y corrección para perfeccionarlos, pero permiten ejecutar
a los aprendices aproximaciones de las habilidades al principio del entrenamiento. Vimos esto en el
diálogo que se encuentra al inicio del capítulo, donde Donnetta necesitaba construir un modelo mental del golpe de revés. En el caso de conductas nuevas o complejas, es probable que los aprendices
no posean un modelo mental previo o que necesiten observar demostraciones modeladas antes de
tratar de ejecutarlas.
El modelo cognoscitivo social del aprendizaje de habilidades motoras diiere de las explicaciones
tradicionales. La teoría del circuito cerrado de Adams (1971) postula que las personas crean huellas
perceptuales (internas) de los movimientos de habilidad motora mediante la práctica y la retroalimentación. Estas huellas sirven como referencia de los movimientos correctos. Cuando la persona ejecuta
una conducta, recibe retroalimentación interna (sensorial) y externa (conocimiento de resultados), y
compara esta retroalimentación con la huella; la discrepancia que encuentra al hacer esto sirve para
corregir la huella. Cuando la retroalimentación es precisa, el aprendizaje mejora y con el tiempo se
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132
Capítulo 4
puede realizar la conducta sin retroalimentación. Adams distinguió dos mecanismos de memoria, uno
que produce la respuesta y otro que evalúa su precisión.
Otra perspectiva se basa en la teoría de los esquemas (Schmidt, 1975). En el capítulo 5 se estudiará
esta teoría en relación con el procesamiento de la información. Schmidt planteó que las personas
almacenan en la memoria una gran cantidad de información acerca de movimientos de habilidad
motora, incluyendo las condiciones iniciales, las características de la secuencia motora generalizada,
los resultados del movimiento, el conocimiento de los resultados y la retroalimentación sensorial. Los
aprendices almacenan esta información en dos esquemas generales o redes de memoria organizadas
que comprenden la información relacionada. Uno es el esquema de recuerdos, que se ocupa de producir la respuesta, y el otro es el esquema de reconocimiento, que se ocupa de evaluar las respuestas.
La teoría cognoscitiva social argumenta que al observar a los demás las personas forman una representación cognoscitiva que inicia respuestas subsecuentes y sirve como norma para determinar su
precisión (Bandura, 1986). Las teorías del aprendizaje motor diieren de la teoría cognoscitiva social en
que esta última da mayor importancia a la corrección de los errores después de actuar y postula dos
mecanismos de memoria para almacenar y evaluar la exactitud de la información (McCullagh, 1993).
La teoría cognoscitiva social también destaca el papel que desempeñan las cogniciones personales
(metas y expectativas) en el desarrollo de las habilidades motoras (aplicación 4.2).
Un problema del aprendizaje de las habilidades motoras es que los aprendices no pueden observar los aspectos de su desempeño que están fuera de su campo de visión. Los individuos que empuñan un palo de golf, que hacen un saque de tenis, que patean un balón, que lanzan una bola, o que
lanzan un disco no pueden observar muchos aspectos de esas secuencias. Esto nos obliga a coniar
en la retroalimentación cinestésica y a compararla con la representación conceptual. La ausencia de
retroalimentación visual diiculta el aprendizaje.
Carroll y Bandura (1982) expusieron a un grupo de aprendices a modelos que ejecutaban
una habilidad motora y les pidieron que reprodujeran el patrón de movimientos. Los experimentadores les dieron a algunos de los aprendices retroalimentación visual concurrente mediante una
cámara de video que mostraba su desempeño, en tiempo real, en un monitor. Otros aprendices
no recibieron retroalimentación visual. Cuando se dio la retroalimentación visual antes de que
los aprendices formaran un modelo mental de los movimientos, no tuvo ningún efecto sobre el
APLICACIÓN 4.2
Aprendizaje de habilidades motoras
El aprendizaje por observación sirve para adquirir habilidades motoras. Cuando los profesores de
educación física enseñan a los estudiantes a manejar una pelota de basquetbol, empiezan con ejercicios como botar la pelota sin moverse y avanzar y
botarla a cada paso. Conforme introducen cada habilidad para lograr la secuencia inal, demuestran
lentamente y con precisión lo que los estudiantes
deben imitar; luego, los estudiantes deben practicar
esa habilidad. Si tienen diicultades en alguna etapa
los profesores deben repetir la demostración modelada antes de continuar con la práctica.
Para que los alumnos de preparatoria aprendan
bien el baile para el festival de primavera, el docente necesita demostrarlo y progresar lentamente hasta
acoplar el baile con la música. Tal vez podría separar los pasos del baile y trabajar con cada uno por
separado, y después combinarlos poco a poco hasta
integrarlos inalmente con la música.
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Teoría cognoscitiva social
133
desempeño. Una vez que los individuos se formaban un modelo adecuado en la mente, la retroalimentación visual mejoró la reproducción exacta de las conductas modeladas. Una vez que se
establecieron los modelos, la retroalimentación visual eliminó las discrepancias entre los modelos
conceptuales y sus acciones.
Los investigadores también han examinado la eicacia del uso de modelos para la enseñanza de
habilidades motoras. Weiss (1983) comparó los efectos de un modelo silencioso (demostración visual)
con los de un modelo verbal (demostración visual más explicación verbal) sobre el aprendizaje de
una habilidad motora de seis partes en una pista con obstáculos. Los niños mayores (de siete a nueve
años) aprendieron igualmente bien con cualquier modelo; los más pequeños (de cuatro a seis años)
aprendieron mejor con el modelo verbal. Tal vez el añadido de explicaciones creó un modelo cognoscitivo que sirvió para mantener la atención de los niños y ayudó a codiicar la información en la
memoria. Weiss y Klint (1987) encontraron que los niños en las condiciones con modelo visual y sin
modelo, quienes repasaron en voz alta la secuencia de las acciones, las aprendieron mejor que los
que no las repasaron. En conjunto estos resultados sugieren que algunas formas de verbalización son
sumamente importantes para la adquisición de las habilidades motoras.
INFLUENCIAS SOBRE EL APRENDIZAJE Y EL DESEMPEÑO
La observación de modelos no garantiza que ocurrirá el aprendizaje ni que las conductas aprendidas se ejecutarán posteriormente. Hay varios factores que inluyen en el aprendizaje vicario y
en la ejecución de las conductas aprendidas (tabla 4.4). En esta sección hablaremos del estado
de desarrollo, del prestigio y la competencia del modelo, y de las consecuencias vicarias; en la
siguiente sección, estudiaremos las expectativas del resultado, el establecimiento de metas y
la autoeicacia.
Estado de desarrollo de los aprendices
El aprendizaje depende en gran parte de factores del desarrollo (Wigield y Eccles, 2002), entre
los que se incluye la habilidad de los estudiantes para aprender de modelos (Bandura, 1986). Las
investigaciones demuestran que los niños de entre 6 y 12 meses de edad pueden ejecutar conductas mostradas por modelos (Nielsen, 2006); sin embargo, los niños pequeños tienen problemas
para atender eventos modelados durante periodos largos y para diferenciar los indicios relevantes
de los irrelevantes. Las funciones del procesamiento de información, como el repaso, la organización y la elaboración (capítulos 5 y 10) mejoran con el desarrollo. Los niños más grandes adquieren una base de conocimientos más amplia que les sirve para comprender información nueva y se
vuelven más capaces de utilizar estrategias de memoria. Los niños pequeños codiican los eventos
modelados en términos de sus características físicas (por ejemplo, una pelota redonda bota y se
puede lanzar), mientras que los niños más grandes a menudo representan la información de manera visual o simbólica.
Con respecto al proceso de producción, la información adquirida a través de la observación no
se puede ejecutar si los niños carecen de las capacidades físicas necesarias. La producción también
requiere que la información almacenada en la memoria se traduzca en acciones, que se compare el
desempeño con la representación en la memoria y que se corrija el desempeño según sea necesario.
La capacidad para regular las propias acciones durante periodos más largos mejora con el desarrollo. La motivación para la acción también varía según el desarrollo. Los niños pequeños se sienten
motivados por las consecuencias inmediatas de sus acciones. Conforme los observadores maduran,
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134
Capítulo 4
aumentan las probabilidades de que ejecuten acciones modeladas consistentes con sus metas y sus
valores (Bandura, 1986).
Tabla 4.4
Factores que afectan el aprendizaje y el desempeño por observación.
Característica
Efectos en el modelamiento
Estado del desarrollo
Las mejoras que conlleva el desarrollo incluyen periodos de atención más largos
y mayor capacidad para procesar información, utilizar estrategias, comparar el
desempeño con las representaciones de la memoria y utilizar motivadores intrínsecos.
Prestigio y
competencia
del modelo
Los observadores prestan mayor atención a los modelos competentes y con un alto
estatus. Las consecuencias de las conductas modeladas transmiten información
acerca del valor funcional. Los observadores buscan aprender las acciones que
consideran necesitarán realizar.
Consecuencias
vicarias
Las consecuencias de los modelos comunican información acerca de lo apropiado
de la conducta y de los probables resultados de las acciones. Las consecuencias
valoradas motivan a los observadores. La similitud en atributos o en competencia
indica hasta qué grado la conducta es apropiada e incrementa la motivación.
Expectativas
del resultado
Es más probable que los observadores ejecuten las acciones modeladas que
consideran apropiadas y las que tendrán resultados reforzantes.
Establecimiento
de metas
Es más probable que los observadores atiendan a los modelos que demuestran
conductas que los ayudarán a alcanzar sus metas.
Valores
Es más probable que los observadores atiendan a los modelos que demuestran
conductas que consideran importantes y autosatisfactorias.
Autoeicacia
Los observadores prestan atención a los modelos si creen que son capaces
de aprender o de ejecutar la conducta modelada. La observación de modelos
semejantes inluye en la autoeicacia (“si ellos pueden hacerlo, yo también”).
PRESTIGIO Y COMPETENCIA DEL MODELO
La utilidad de las conductas modeladas es variable. Aquellas que sirven para adaptarse al ambiente
llaman más la atención que las que son menos eicaces. Las personas atienden a un modelo en parte
porque creen que podrían enfrentar la misma situación y desean aprender las acciones necesarias para
tener éxito. Los estudiantes ponen atención al profesor porque este los incita a hacerlo, pero también
porque piensan que deben demostrar las mismas habilidades y conductas. Donnetta atiende a su entrenadora porque es una experta jugadora de tenis y porque sabe que necesita mejorar su juego. Cuando
los modelos rivalizan por la atención, las personas tienden más a atender a los modelos competentes.
La competencia del modelo se iniere de los resultados de sus acciones (éxito, fracaso) y de los
símbolos que indican esa competencia. Un atributo importante es el prestigio. Los modelos que han
logrado distinciones llaman más la atención que los de menor prestigio. Una conferencia suele tener
un mayor número de asistentes cuando el conferencista es una persona reconocida. En la mayoría de
los casos los modelos de alto estatus han ascendido a esa posición porque son competentes y tienen
un buen desempeño; sus acciones poseen un mayor valor funcional para los observadores, ya que
creen que recibirán recompensas si actúan de la misma forma.
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Teoría cognoscitiva social
135
APLICACIÓN 4.3
Atributos del modelo
Las personas ponen atención a los modelos en parte porque creen que deberán enfrentar las mismas
situaciones. El uso eicaz del prestigio y de la competencia del modelo ayuda a motivar a los estudiantes de secundaria para que atiendan y aprendan
las lecciones.
Si uno de los problemas en la preparatoria
es el consumo de alcohol, el personal de la escuela podría organizar un programa de educación
sobre el abuso de alcohol (prevención, tratamiento) con oradores externos, los cuales podrían ser
individuos recién graduados de la preparatoria y
la universidad que han superado sus problemas
con el alcohol o que trabajan con alcohólicos. La
semejanza de edad entre los modelos y los estudiantes, aunada a sus experiencias personales, los
hará parecer como individuos muy competentes
que tendrán más probabilidades de inluir en los
estudiantes que la literatura o las lecciones de los
profesores y orientadores.
En la primaria, la participación de los compañeros para enseñar habilidades académicas
puede fomentar el aprendizaje y la autoeicacia
de los estudiantes. Los niños suelen identiicarse con
los compañeros que tienen los mismos problemas. En la clase de Kathy Stone, hay cuatro estudiantes que presentan diicultades para aprender
a dividir. Ella los junta con estudiantes que han
demostrado que saben resolver divisiones largas.
El niño que explica a su compañero cómo resolver divisiones largas lo hará de una forma que
éste lo pueda entender.
Los padres y los profesores son modelos con un estatus elevado para la mayoría de los niños. El
alcance de la inluencia del adulto en el modelamiento infantil puede generalizarse a muchas áreas.
Aunque los docentes son modelos importantes en el desarrollo de las habilidades intelectuales, su inluencia suele extenderse a otras áreas, como las conductas sociales, los logros educativos, el vestido
y los modales. Los efectos del prestigio del modelo se generalizan a campos en los que el modelo no
tiene alguna competencia, como ocurre cuando los adolescentes adoptan la vestimenta y los productos que anuncian personajes reconocidos en los comerciales (Schunk y Miller, 2002). El modelamiento
se torna más predominante con el desarrollo, aunque los niños pequeños son muy susceptibles a la
inluencia de los adultos (aplicación 4.3).
Consecuencias vicarias para los modelos
Las consecuencias vicarias para los modelos pueden afectar el aprendizaje y el desempeño de las
acciones de los observadores. Los individuos que observan a los modelos cuando éstos son recompensados por sus acciones tienen más probabilidades de prestarles atención y de repasar y codiicar sus acciones para recordarlas. Las recompensas vicarias motivan a los observadores a ejecutar
las mismas conductas. Por consiguiente, las consecuencias vicarias sirven para informar y motivar
(Bandura, 1986).
Información. Las consecuencias que experimentan los modelos transmiten información a los observadores acerca de los tipos de acciones que podrían ser más eicaces. Observar a modelos
competentes ejecutar acciones exitosas transmite información a los observadores acerca de la
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136
Capítulo 4
secuencia de acciones que se debe seguir para lograr éxito. Al observar conductas modeladas y
sus consecuencias, las personas forman creencias con respecto a cuáles conductas serán recompensadas y cuáles castigadas.
En una demostración clásica, Bandura, Ross y Ross (1963) expusieron a un grupo de niños a modelos de agresividad en vivo, ilmados o con personajes de caricaturas. Los modelos, que atacaban a
un muñeco Bobo con golpes, patadas, empujones y sentándose sobre él, no recibieron recompensas
ni castigos, lo que comunicó a los observadores que las conductas modeladas eran aceptables. A continuación, se permitió a los niños expuestos a los modelos de agresividad jugar con el muñeco Bobo
y se les comparó con un grupo de niños que también jugaron con el muñeco pero que no fueron
expuestos a tales modelos. El resultado fue que los niños que vieron a los modelos de agresividad se
mostraron signiicativamente más agresivos que los que no los vieron. El tipo de modelo de agresividad (en vivo, ilmado o en caricaturas) no produjo diferencias en el nivel de agresividad.
La similitud con el modelo es un factor importante (Schunk, 1987, 1995). Cuanto más se parezcan
los observadores a los modelos, mayor será la probabilidad de que consideren que acciones similares
son apropiadas socialmente. Con frecuencia los atributos del modelo predicen el valor funcional de
las conductas. La mayoría de las situaciones sociales están estructuradas de modo que lo apropiado
de las conductas depende de factores como la edad, el sexo o el estatus. La similitud ejerce una gran
inluencia cuando los observadores tienen poca información acerca del valor funcional. De esta manera, las tareas modeladas con las que los observadores no están familiarizados, o aquellas que no
son seguidas de inmediato por sus consecuencias, suelen estar muy inluidas por la similitud con el
modelo (Akamatsu y Thelen, 1974).
Aunque algunas investigaciones demuestran que los niños tienden más a prestar atención y a
aprender de modelos de su propio sexo (Maccoby y Jacklin, 1974), otros estudios sugieren que el sexo
del modelo tiene un mayor efecto sobre el desempeño que sobre el aprendizaje (Bandura y Bussey,
2004; Perry y Bussey, 1979; Spence, 1984). Los niños aprenden de modelos de ambos sexos y clasiican las conductas como apropiadas para ambos sexos o como más apropiadas para los miembros de
uno de ellos. Los niños que exhiben conductas apropiadas para miembros de ambos sexos o de su
propio sexo quizá lo hagan porque consideran que esas conductas muestran más probabilidades de
ser recompensadas (Schunk, 1987). Por lo tanto, el sexo del modelo parece ser importante como un
transmisor de información acerca de lo apropiado de la tarea (Zimmerman y Koussa, 1975). Cuando
los niños dudan sobre la pertinencia del sexo de una conducta modelada, podrían modelar la de sus
compañeros del mismo sexo, ya que tienden a pensar que esas conductas son socialmente aceptables.
La similitud de edad entre el modelo y el observador es importante cuando los niños perciben
que las acciones de compañeros de la misma edad son más apropiadas para ellos que las de modelos
más jóvenes o más grandes (Schunk, 1987). Brody y Stoneman (1985) descubrieron que si no hay
información sobre la competencia, los niños muestran más probabilidades de modelar las acciones de
personas de su misma edad. Cuando recibían información de que había similitud en la competencia,
el modelamiento aumentaba independientemente de la edad del modelo.
Los investigadores no encontraron evidencia de que los niños aprendan mejor o peor de sus
compañeros o de los adultos (Schunk, 1987); sin embargo, los niños y los adultos utilizan diferentes
estrategias de enseñanza: los niños suelen usar demostraciones no verbales y vincular la instrucción con asuntos especíicos (por ejemplo, cómo hacerlo), mientras que los adultos acostumbran
utilizar más instrucciones verbales destacando principios generales y relacionando la información
por aprender con otro material (Ellis y Rogoff, 1982). La instrucción por parte de los compañeros
podría ser muy benéica para los estudiantes con problemas de aprendizaje y que no procesan bien
el material verbal.
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Teoría cognoscitiva social
137
El mayor nivel de similitud entre modelo y observador ocurre cuando la persona actúa como
su propio modelo. El automodelamiento se ha empleado para desarrollar habilidades sociales, de
elección de carrera, motoras, cognoscitivas y de instrucción (Bellini y Akullian, 2007; Dowrick,
1983, 1999; Hartley, Bray y Kehle, 1998; Hitchcock, Doweick y Prater, 2003). En un procedimiento común, se graba el desempeño del individuo, quien luego debe ver la grabación. La
observación de un desempeño automodelado es una forma de repaso y es especialmente buena
para informar a la persona acerca de su desempeño en la realización de una tarea, en la cual requiere aplicar habilidades que no puede observar al mismo tiempo que la ejecuta (por ejemplo,
ejercicios gimnásticos).
Las ejecuciones que contienen errores son problemáticas (Hosford, 1981). Los comentarios de un
experto que le vaya explicando cómo ejecutar mejor las habilidades mientras el individuo ve la grabación ayudan a evitar que se desanime. Observar un buen desempeño comunica al individuo que es
capaz de aprender, lo cual puede estimularlo a continuar trabajando para perfeccionar sus habilidades
y aumentar su autoeicacia.
Schunk y Hanson (1989b) encontraron que el automodelamiento es útil para adquirir habilidades aritméticas para trabajar con fracciones. Un grupo de niños recibió instrucción y práctica en la
solución de problemas. Los estudiantes con automodelamiento fueron ilmados mientras resolvían
problemas con éxito y luego vieron las grabaciones; otros alumnos fueron ilmados pero vieron las
grabaciones hasta el inal del estudio para controlar los efectos de la grabación; y un tercer grupo
no fue ilmado con el in de controlar los efectos de la participación. Los niños con automodelamiento obtuvieron caliicaciones más altas en la autoeicacia para aprender, en la motivación y en
la autoeicacia y el aprovechamiento después de las pruebas. Los investigadores no encontraron
diferencias entre los niños con automodelamiento que vieron las grabaciones que los mostraban
resolviendo los problemas con éxito y los que vieron las grabaciones de su mejora gradual mientras
adquirían las habilidades, lo que respalda la idea de que la percepción del progreso o del dominio
aumenta la eicacia (Schunk, 1995).
Motivación. Los observadores que ven modelos que son recompensados se muestran más motivados a
imitar la conducta de esos modelos. Percibirse similares a ellos, aumenta estos efectos motivacionales,
los cuales dependen en parte de la autoeicacia (Bandura, 1982b, 1997). El hecho de que los individuos
observen que otras personas similares a ellos tienen éxito aumenta su motivación y autoeicacia, ya
que los hace inclinarse a creer que si otros pueden triunfar, ellos también podrán hacerlo. Este tipo
de efectos en la motivación son comunes en el salón de clases. Los estudiantes que observan a sus
compañeros realizar bien una tarea, se sienten más motivados a efectuar su mejor esfuerzo.
El reforzamiento de los modelos afecta las conductas de los observadores (Rosenthal y Zimmerman,
1978). De particular importancia educativa es la observación de los esfuerzos que conducen al éxito
(Schunk, 1995). Ver a otros alumnos triunfar por su esfuerzo y recibir el elogio de los docentes motiva a los observadores a trabajar con mayor empeño. Los estudiantes tienen más probabilidades de
sentirse motivados cuando observan a individuos similares a ellos lograr éxito que al observar que lo
tienen aquellos que consideran más competentes.
Pero el éxito vicario no mantiene la conducta durante periodos largos; con el tiempo se vuelve
necesario un desempeño real exitoso. La motivación de los estudiantes aumenta cuando observan a
los profesores elogiar y asignar caliicaciones altas a sus compañeros por trabajar duro y por desempeñarse bien; pero con el tiempo, para mantenerse motivados los alumnos necesitan creer que sus
propios esfuerzos los están conduciendo a un mejor desempeño.
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Capítulo 4
PROCESOS MOTIVACIONALES
Entre las variables importantes que inluyen en el aprendizaje en acto y vicario y en la ejecución de
las conductas aprendidas están las metas del observador, sus expectativas del resultado, sus valores y
su autoeicacia. En esta sección presentamos las primeras tres variables; la autoeicacia se estudiará en
la siguiente sección.
Metas
Gran parte de la conducta humana se mantiene durante largos periodos en ausencia de incentivos
externos inmediatos. Esta perseverancia depende del establecimiento de metas y de las autoevaluaciones del progreso. Una meta releja los propósitos del individuo y se reiere a la cantidad, calidad y
tasa de desempeño (Locke y Latham, 1990, 2002; Locke, Shaw, Saari y Latham, 1981; Schunk, 1990).
El establecimiento de metas consiste en determinar una norma o un objetivo que impulse a actuar. Las
personas pueden establecer sus propias metas o perseguir las que otros hayan determinado, como sus
padres, profesores y supervisores).
Las metas son el tema central de la teoría del conductismo propositivo de Tolman (1932, 1942,
1951, 1959). Como la mayoría de los psicólogos de esa época, Tolman era conductista. Sus experimentos eran similares a los de Thorndike y Skinner (capítulo 3), ya que estudiaban las respuestas a estímulos en diversas condiciones ambientales. Sin embargo, Tolman disentía de los teóricos del condicionamiento en cuanto a su deinición de la conducta como una serie de conexiones estímulo-respuesta; ya
que él consideraba que el aprendizaje no es sólo el fortalecimiento de respuestas a estímulos. Tolman
recomendó un enfoque en la conducta molar, como se denomina a una larga secuencia de conductas
dirigidas a metas.
El aspecto “propositivo” de la teoría de Tolman (1932) se reiere a su creencia de que la conducta
está dirigida a metas: “Parece que la conducta... siempre proviene o se dirige a un objeto-meta especíico o situación meta” (p. 10). Los estímulos del ambiente (por ejemplo, los objetos y caminos) son
medios para lograr metas y no se pueden estudiar de manera aislada; más bien, es necesario analizar
secuencias conductuales completas para entender por qué las personas realizan actos especíicos. Los
estudiantes de preparatoria, cuya meta consiste en asistir a una universidad reconocida, se esfuerzan
mucho en sus clases. Al enfocarse sólo en el estudio, los investigadores descuidan el propósito de la
conducta. Los alumnos no estudian porque en el pasado han sido reforzados por estudiar, es decir,
por obtener buenas caliicaciones; más bien, estudian porque hacerlo es un medio para conseguir
metas intermedias, como aprender u obtener altas caliicaciones, lo que, a su vez, aumenta sus probabilidades de ser aceptados en la universidad. “Dado que la conducta es propositiva, también es cognoscitiva; y tales propósitos y cogniciones son tan evidentes... independientemente de si la conducta
es de una rata o de un ser humano” (Tolman, 1932, p. 12).
La sugerencia de Tolman de que las ratas y otros animales inferiores persiguen metas y actúan
como si tuvieran cogniciones fue rechazada por los teóricos del condicionamiento. Tolman aclaró su
uso de los términos “propósito” y “cognición” al señalar que se deinen de manera objetiva. La conducta de las personas y de los animales está orientada a metas; actúan “como si” persiguieran una
meta y hubieran elegido un medio para ello. De esta manera, Tolman fue más allá de simples asociaciones estímulo-respuesta al plantear mecanismos cognoscitivos subyacentes.
La teoría cognoscitiva social plantea que las metas mejoran el aprendizaje y el desempeño a través
de sus efectos sobre las percepciones del progreso, la autoeicacia y las autoevaluaciones (Bandura,
1988, 1997; Locke y Latham, 1990, 2002; Schunk, 1990). En un inicio los individuos deben hacer un
compromiso para tratar de lograr sus metas, ya que éstas no afectan el desempeño si no hay compromiso. Mientras trabajan en la tarea comparan su desempeño actual con sus metas. Las autoevaluacio-
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Teoría cognoscitiva social
139
nes positivas del progreso incrementan la autoeicacia y mantienen la motivación. La percepción de
una discrepancia entre el desempeño actual y la meta provoca insatisfacción, lo que incrementa el
esfuerzo. Las metas también se pueden adquirir por medio del modelamiento. Las personas son más
propensas a poner atención a los modelos cuando creen que las conductas modeladas les servirán
para alcanzar sus metas.
Las metas motivan a las personas a realizar el esfuerzo necesario para cubrir las demandas
de la tarea y perseverar en la conducta con el paso del tiempo (Locke y Latham, 1990, 2002). Las
metas también dirigen la atención a las características relevantes de la tarea y a las conductas por
realizar, y los posibles resultados afectan la forma en que los individuos procesan la información.
Las metas provocan una “visión en túnel” para enfocarse en la tarea, elegir las estrategias apropiadas y decidir qué tan eicaz es el método que se está usando; todos estos aspectos tienden a
mejorar el desempeño.
Sin embargo, las metas por sí mismas no mejoran de manera automática el aprendizaje y la motivación. Son más bien las propiedades de la especiicidad, proximidad y diicultad las que mejoran
la autopercepción, la motivación y el aprendizaje (Locke y Latham, 2002; Nussbaum y Kardash, 2005,
aplicación 4.4 y tabla 4.5).
APLICACIÓN 4.4
Propiedades de las metas
Es fácil incorporar las propiedades de las metas
a las lecciones. En su grupo de tercer grado,
Kathy Stone introdujo una nueva unidad de ortografía en sus clases estableciendo la siguiente
meta:
Esta semana estudiaremos la ortografía de 20
palabras. Sé que todos aprenderán a escribir correctamente las primeras 15. Vamos a trabajar
en clase con empeño en esas palabras, y espero
que hagan lo mismo en casa. Con nuestro trabajo en la escuela y en la casa, sé que todos podrán deletrear esas palabras de manera correcta
el viernes. Las últimas cinco palabras son más
difíciles, por lo que las consideraremos como
material adicional.
Esta meta es especíica, pero para algunos
niños es distante y quizá demasiado difícil. Para
asegurarse de que todos los estudiantes logren la
meta general, Kathy Stone establece metas a corto
plazo cada día: “Hoy vamos a trabajar con estas
cinco palabras. Sé que al inal de la clase podrán
deletrear todas”. Los niños consideran que es más
fácil alcanzar las metas diarias que la meta semanal. Para garantizar aún más el logro de la meta,
la maestra veriicará que las 15 palabras que los
estudiantes deben dominar para el viernes sean
un reto para ellos pero sin ser demasiado difíciles.
Un profesor que trabaja con la mecanografía
de los estudiantes podría establecer una meta de
palabras por minuto para el inal del semestre:
Alumnos, sé que este semestre todos ustedes
aprenderán a utilizar el teclado. Algunos de ustedes, debido a otras experiencias o a sus habilidades, escribirán con mayor rapidez, pero sé que
al inalizar el semestre todos podrán escribir al
menos 30 palabras por minuto sin errores.
Para ayudarlos a lograr esta meta, el docente podría establecer metas semanales; así, en la
primera semana la meta sería de 10 palabras por
minuto sin errores, la segunda semana de 12 palabras por minuto y así sucesivamente, aumentando
cada semana el número de palabras.
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140
Capítulo 4
Tabla 4.5
Propiedades de las metas y sus efectos.
Propiedad de las metas
Efectos en la conducta
Especiicidad
Las metas con normas especíicas de desempeño aumentan la motivación
y la autoeicacia porque es fácil evaluar el progreso hacia la meta.
Proximidad
Las metas cercanas aumentan la motivación y la autoeicacia, y son especialmente importantes para los niños pequeños que no pueden dividir una meta
a largo plazo en una serie de metas a corto plazo.
Diicultad
Las metas difíciles pero asequibles aumentan más la motivación y la autoeicacia que las metas fáciles o difíciles.
Especiicidad. Las metas que incorporan normas de desempeño especíicas presentan más probabilidades de mejorar el aprendizaje y de activar autoevaluaciones que las metas generales (por ejemplo,
“hacer mi mejor esfuerzo”; Locke y Latham, 1990). Las metas especíicas mejoran el desempeño de la
tarea al describir mejor la cantidad de esfuerzo que requiere el éxito y fomentan la autoeicacia porque
es fácil evaluar el progreso hacia una meta explícita.
Muchas investigaciones prueban la efectividad de las metas especíicas para mejorar el desempeño (Bandura, 1988; Locke y Latham, 1990, 2002; Schunk, 1990). Schunk (1983b) proporcionó a un
grupo de niños instrucción y práctica para resolver problemas de divisiones largas. Durante las sesiones algunos niños recibieron una meta especíica que les indicaba el número de problemas por resolver; los demás recibieron la meta general de trabajar de forma productiva. Dentro de cada condición,
la mitad de los niños recibieron información comparativa social sobre el número de problemas que
sus compañeros resolvieron (el cual era igual a la meta de la sesión) para comunicarles que las metas
eran asequibles. Las metas aumentaron la autoeicacia; las metas más la información comparativa condujeron a los niveles más altos de autoeicacia y de aprovechamiento.
Schunk (1984a) comparó los efectos de las metas con los de las recompensas. Los niños recibieron
varias sesiones de instrucción y práctica en las divisiones largas. A algunos se les ofrecieron recompensas con base en el número de problemas que resolvían, a otros se les pusieron metas (resolver
cierto número de problemas) y a los de la tercera condición se les entregaron recompensas y se les
pusieron metas. Las tres condiciones aumentaron la motivación durante las sesiones; las recompensas y
las metas produjeron la mayor autoeicacia y aprovechamiento. La combinación de las recompensas
con las metas dio a los niños dos fuentes de información para evaluar el progreso del aprendizaje.
Proximidad. Las metas se distinguen por su grado de proyección hacia el futuro. Las metas cercanas,
a corto plazo, están más al alcance de la mano, se logran con mayor facilidad y producen mayor motivación para conseguirlas que las metas más distantes y a largo plazo. Aunque las metas cercanas o a
corto plazo ofrecen beneicios sin importar el estado de desarrollo, en el caso de los niños son necesarias porque ellos manejan esquemas de tiempo breves y no han desarrollado totalmente la capacidad
de representar resultados distantes en su pensamiento (Bandura y Schunk, 1981). Las metas próximas
se ajustan bien a la planeación de las lecciones normales cuando los profesores de primaria planean
las actividades en torno a secuencias temporales. Las metas con frecuencia son cercanas y especíicas,
como cuando los educadores piden a los niños que lean tres páginas (especíica) en cinco minutos
(cercana).
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Teoría cognoscitiva social
141
Bandura y Schunk (1981) dieron a tres grupos de niños siete sesiones de instrucción y práctica en
las restas. Los niños recibieron siete paquetes de material. A un grupo se le asignó una meta cercana,
la de terminar un paquete en cada sesión; a un segundo grupo se le asignó una meta distante, la de
terminar todos los paquetes hacia el inal de la última sesión; y a un tercer grupo se le asignó la meta
general de trabajar productivamente. Las metas cercanas produjeron la mayor motivación durante las
sesiones, así como la mayor autoeicacia para las restas, el mayor aprovechamiento e interés intrínseco
(basado en el número de problemas resueltos durante un periodo de libre elección). La meta distante
no produjo beneicios comparada con la meta general. Manderlink y Harakiewicz (1984) encontraron
que las metas cercanas y distantes no inluyen de ninguna manera en el desempeño de adultos en la
solución de crucigramas, pero que quienes persiguieron una meta próxima consideraron que tenían
mayores expectativas de alcanzarla y se percibieron más competentes.
Diicultad. La diicultad de la meta se reiere al nivel de pericia que requiere la tarea, medido con
respecto a una norma. La cantidad de esfuerzo que las personas invierten para alcanzar una meta depende del nivel de habilidad requerido; se esfuerzan mucho más para lograr una meta difícil que una
fácil (Locke y Latham, 2002); sin embargo, los niveles de diicultad y desempeño no presentan una
relación positiva ilimitada. Los efectos positivos debidos a la diicultad de la meta dependen de que
el aprendiz tenga la habilidad suiciente para alcanzarla. Las metas difíciles no mejoran el desempeño
si se carece de las habilidades necesarias. La autoeicacia también es importante. Los aprendices que
piensan que no pueden alcanzar una meta maniiestan una baja autoeicacia, no se comprometen a
lograr la meta y trabajan sin entusiasmo. Los profesores puedan animar a estos estudiantes a trabajar
en la tarea y proporcionarles retroalimentación sobre su progreso.
Schunk (1983c) asignó a un grupo de niños una meta difícil (pero asequible) o una meta fácil de
terminar cierto número de problemas con divisiones largas durante cada sesión de instrucción. Para
evitar que creyeran que las metas eran demasiado difíciles, el docente le dio a la mitad de cada grupo
información sobre sus posibilidades (“pueden resolver 25 problemas”); la otra mitad recibió información social comparativa que indicaba que compañeros similares a ellos resolvieron esa cantidad de
problemas. Las metas difíciles aumentaron la motivación; los niños que recibieron metas difíciles e
información sobre sus posibilidades exhibieron la autoeicacia y el aprovechamiento más elevados.
Locke, Frederick, Lee y Bobko (1984) encontraron que la asignación de metas difíciles a estudiantes
universitarios produjo un mejor desempeño y un posterior establecimiento de metas más elevadas,
comparados con estudiantes a los que inicialmente se les permitió establecer sus propias metas.
Cuando los individuos establecieron sus propias metas, la autoeicacia se relacionó positivamente con
el nivel de la meta y del compromiso.
Metas autoimpuestas. Los investigadores han descubierto que permitir que los estudiantes establezcan sus propias metas mejora su autoeicacia y aprendizaje, quizá porque se sienten más comprometidos a alcanzarlas. Schunk (1985) enseñó a restar a alumnos de sexto grado con problemas de aprendizaje. Algunos establecieron sus metas diarias de desempeño, a otros se les asignaron metas similares
y un tercer grupo trabajó sin metas. Las metas autoimpuestas llevaron a los mejores juicios sobre la
conianza en alcanzarlas, así como a los mayores niveles de eicacia en la solución de los problemas
y de desempeño exitoso. Los niños en los dos grupos con metas demostraron una mayor motivación
durante las sesiones de instrucción que los niños sin metas.
Hom y Murphy (1985) dividieron a un grupo de estudiantes universitarios con alta o baja motivación
de logro en dos condiciones: una con metas autoimpuestas y otra con metas asignadas. Al primer grupo
le permitieron decidir cuántos anagramas podía resolver y al segundo le asignaron metas similares.
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142
Capítulo 4
Los alumnos con alta motivación de logro se desenvolvieron igualmente bien en ambas condiciones; las metas autoimpuestas mejoraron el desempeño de los estudiantes con baja motivación de logro.
Retroalimentación sobre el progreso hacia la meta. La retroalimentación ofrece información acerca
del progreso hacia las metas (Hattie y Timperley, 2007). Esa información, especialmente valiosa cuando las personas no pueden conseguir información coniable por su cuenta, aumenta la autoeicacia,
la motivación y el logro al indicarles que son competentes y que pueden seguir mejorando si trabajan
con ahínco. Una autoeicacia elevada mantiene la motivación cuando los individuos creen que el esfuerzo continuado les permitirá alcanzar sus metas. Una vez que las alcanzan, tienden más a establecer
nuevas metas (Schunk, 1990).
Schunk y Rice (1991) les enseñaron a estudiantes con problemas para leer una estrategia para responder correctamente las preguntas de lectura de comprensión. Con ese in asignaron a los niños una
meta producto, la de responder preguntas; una meta proceso, la de aprender a utilizar la estrategia, o
una meta proceso más retroalimentación del progreso, que vinculaba el desempeño con el uso de la
estrategia y les informaba que estaban progresando hacia su meta de aprender a utilizar la estrategia
para responder preguntas. Después de la instrucción, los niños con metas más retroalimentación demostraron mayor aprovechamiento y autoeicacia en la lectura que los aprendices asignados a las condiciones con metas proceso y metas producto. Schunk y Swartz (1993a, 1993b) obtuvieron resultados
similares en el aprovechamiento de la escritura con estudiantes de primaria que tenían rendimiento
promedio y con alumnos superdotados. La autoeicacia y el aprovechamiento se generalizaron a varios tipos de tareas de escritura y se mantuvieron a lo largo del tiempo.
Contratos y reuniones. Los contratos y las reuniones que incorporan principios para el establecimiento de metas fomentan el aprendizaje de los estudiantes. Tollefson, Tracy, Johnsen, Farmer y Buenning
(1984) trabajaron con alumnos de secundaria con problemas de aprendizaje, los cuales semanalmente
elegían de una lista palabras para aprender su ortografía o problemas matemáticos con diicultad
moderada. Después del estudio, los estudiantes predecían cuántos problemas resolverían de forma
correcta en un examen. La meta y el plan de estudio se establecieron en un contrato escrito, cuyo in
era ayudar a los estudiantes a asumir la responsabilidad personal de sus acciones y demostrar que el
esfuerzo aumenta el aprovechamiento (véase el análisis de la teoría de la atribución en el capítulo 8).
Después de cada examen, los alumnos graicaban sus caliicaciones y hacían una atribución para el
resultado. Comparados con los estudiantes asignados a una condición de control sin tratamiento, los
alumnos que establecieron metas dieron mayor importancia al esfuerzo como una causa de los resultados y establecieron metas más asequibles.
Gaa (1973, 1979) descubrió que las reuniones para establecer metas mejoraban el aprendizaje y
la autoevaluación de los niños. Estos fueron asignados a una de tres condiciones: reuniones con establecimiento de metas, reuniones sin establecimiento de metas y sin reuniones (Gaa, 1973). Durante la
instrucción de lectura en clase, los niños que establecieron metas en una reunión recibieron una lista
de habilidades de lectura y eligieron aquellas que entregarían la siguiente semana, junto con la retroalimentación del logro de sus metas de la semana anterior. Los niños que participaron en reuniones
en las que no se establecieron metas recibieron información general acerca del material cubierto con
anterioridad y del que se estudiaría la siguiente semana. Los niños que participaron en reuniones en
las que sí se establecieron metas desarrollaron el más alto nivel de aprovechamiento en la lectura y las
percepciones más precisas acerca de sus capacidades para leer.
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Teoría cognoscitiva social
143
Expectativas de los resultados
Las expectativas de los resultados son las creencias personales acerca de las consecuencias de los actos
(Schunk y Zimmerman, 2006). Las expectativas de los resultados constituyeron una de las primeras
variables cognoscitivas incluidas en las explicaciones del aprendizaje. Tolman (1932, 1949) habló de
las expectativas de campo, que incluían las relaciones entre estímulos (E1 – E2) o entre un estímulo, una
respuesta y un estímulo (E1 – R – E2). De manera que las relaciones entre estímulos se reieren a cuál
estímulo puede aparecer después de otro estímulo; por ejemplo, el trueno sigue al rayo. En relaciones
de tres términos las personas desarrollan la creencia de que cierta respuesta a un estímulo dado produce cierto resultado. Si su meta es subirse a un techo (E2), ver la escalera (E1) podría provocar que
piense: “Si coloco esta escalera sobre el muro de la casa (R), podré subir al techo”. Esto es similar a la
contingencia de tres términos de Skinner (1953; capítulo 3), excepto que Tolman consideraba que este
tipo de relación relejaba una expectativa cognoscitiva.
Las expectativas de campo eran importantes porque ayudaban a las personas a formar mapas
cognoscitivos o planes internos con las expectativas de las acciones que se necesitaban para lograr
metas. Las personas siguen las señales hacia una meta; aprenden signiicados más que respuestas
discretas. Utilizan sus mapas cognoscitivos con el in de determinar el mejor curso de acción para
lograr una meta.
Tolman puso a prueba sus ideas en una ingeniosa serie de experimentos (Tolman, Ritchie y
Kalish, 1946a, 1946b). En un estudio se entrenó a un grupo de ratas para correr en el aparato que se
muestra en la igura 4.2 (laberinto 1). Después, el aparato fue reemplazado por otro en el que el camino original estaba bloqueado. Las teorías del condicionamiento predicen que los animales elegirán
un camino cercano al original, tal como se muestra en la igura 4.2 (laberinto 2a). De hecho, las ratas
suelen elegir un camino que va en la dirección en la que originalmente encontraron comida (laberinto 2b). Estos resultados apoyaban la idea de que los animales forman un mapa cognoscitivo de la
localización de la comida y que responden con base en ese mapa más que en las respuestas dadas
previamente ante los estímulos.
La teoría cognoscitiva social airma que las personas forman expectativas de las posibles consecuencias de determinadas acciones con base en experiencias personales y observaciones de modelos
(Bandura, 1986, 1997). Los individuos actúan en formas que consideran tendrán éxito y ponen atención a los modelos que les enseñan habilidades valiosas. Las expectativas mantienen las conductas
durante periodos largos cuando los individuos creen que sus actos eventualmente producirán los
resultados deseados. También inluyen mucho en la transferencia: en situaciones nuevas las personas
realizan las conductas que tuvieron éxito en situaciones previas debido a que creen que lograrán consecuencias similares.
Las expectativas se pueden referir a resultados externos (“si hago mi mayor esfuerzo en
este examen, obtendré una buena caliicación”) o internos (“si hago mi mayor esfuerzo en este
examen, me sentiré bien conmigo mismo”). Un tipo de expectativa importante se relaciona con
el progreso en el aprendizaje de habilidades (“si hago mi mayor esfuerzo, me convertiré en un
mejor lector”). Los estudiantes que consideran que no progresan o que progresan poco en el
aprendizaje podrían sentirse desmoralizados y apáticos. En muchos casos el progreso es lento y
los alumnos observan pocos cambios de un día a otro. Por ejemplo, es posible que los estudiantes mejoren sus habilidades para leer párrafos más largos y más difíciles, para encontrar las ideas
principales, para hacer inferencias y para encontrar los detalles y aun así progresen lentamente.
Los profesores necesitan informarles de su progreso en la comprensión de la lectura cuando éste
no sea muy evidente.
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144
Capítulo 4
Figura 4.1
Modelo de causalidad de reciprocidad triádica.
Laberinto 1: Entrenamiento
Fuente: Social Foundations of Thought and Action por A.
Bandura, © 1986. Reproducido con autorización
de Pearson Education, Inc. Upper Saddle River, NJ.
COMIDA
Laberinto 2a: Resultados esperados de la prueba
(conducta por estímulo-respuesta)
COMIDA
Laberinto 2b: Resultados reales de la prueba (aprendizaje “del lugar”)
COMIDA
El papel inluyente de las expectativas de los resultados fue demostrado por Shell, Murphy y
Bruning (1989). Estudiantes universitarios respondieron cuestionarios sobre su autoeicacia en la lectura y la escritura, sus expectativas de los resultados y su aprovechamiento. La evaluación de la autoeicacia pedía a los estudiantes que evaluaran sus competencias al desempeñar diversas tareas de
lectura y escritura (por ejemplo, una carta de un amigo, una solicitud de empleo, un breve cuento
de icción). Con el in de medir las expectativas, los alumnos juzgaron la importancia de la lectura y la
escritura para lograr metas de vida como conseguir un empleo, tener seguridad inanciera y ser feliz.
La autoeicacia y las expectativas se relacionaron positivamente con el aprovechamiento en lectura y escritura. En ambas áreas la autoeicacia estaba más relacionada con el aprovechamiento que
con las expectativas. Este estudio también demostró que las creencias de las expectativas para cada
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Teoría cognoscitiva social
145
área estaban relacionadas signiicativamente con el aprovechamiento en la otra área, lo que sugiere
que los intentos de los profesores por mejorar la autoeicacia de los estudiantes y las expectativas de
los resultados en una de las áreas se generaliza a otras.
Valores
El valor se reiere a la importancia o utilidad percibida del aprendizaje. Una premisa importante de la
teoría cognoscitiva social es que las acciones de los individuos relejan sus preferencias más valiosas
(Bandura, 1986). Los aprendices hacen cosas para cumplir sus deseos y trabajan para evitar resultados
que sean inconsistentes con sus valores, y se sienten motivados para aprender y actuar cuando consideran que ese aprendizaje o desempeño es importante.
Los valores se pueden evaluar con respecto a estándares externos e internos. Hay muchas razones
por las que los estudiantes podrían considerar que las caliicaciones altas son valiosas. Tal vez obtener
caliicaciones excelentes y aparecer en el cuadro de honor les proporcione reconocimiento externo
(es decir, de padres y profesores), que su nombre aparezca en los diarios locales y que sean aceptados
en las universidades. Sin embargo, una alta caliicación también les puede proporcionar satisfacción
interna, como ocurre cuando los alumnos se sienten orgullosos de su trabajo y obtienen un sentido de
logro. Este tipo de satisfacción interna también se presenta cuando los aprendices actúan de acuerdo
con sus creencias éticas personales.
Los valores se desarrollan de manera activa o vicaria. Cuando las personas aprenden con la
práctica también experimentan las consecuencias de sus actos. Sin embargo, muchas creencias sobre
valores se aprenden observando a los demás. Los niños podrían observar que el docente recompensa
a alguno de sus compañeros de clase por entregar trabajos bien hechos, lo que convertiría a las tareas
hechas con limpieza en un medio valioso para conseguir la aprobación del profesor.
En el capítulo 8 se estudiarán los valores más a fondo, ya que son importantes para las teorías
de la motivación. Los valores están íntimamente relacionados con los otros procesos motivacionales
que se analizan aquí: las metas, las expectativas del resultado y la autoeicacia. Por ejemplo, suponga que
la familia de Larissa se mudó de casa y que ella, quien estudia el quinto grado, asiste a una escuela
nueva. Una de sus metas consiste en hacer nuevos amigos. Ella valora la amistad y disfruta pasar
tiempo con otros niños y compartir aspectos personales con ellos (es hija única). Larissa cree que si es
agradable con otros niños, ellos responderán de la misma forma y se convertirán en sus amigos (expectativas positivas). Aunque es un poco tímida al principio en su escuela nueva, ya ha hecho amigos
antes y se siente razonablemente autoeicaz para realizarlo de nuevo. Ella observa la conducta de sus
nuevos compañeros para aprender qué tipo de cosas les gusta hacer; interactúa con ellos en formas
que cree que le permitirán ganar amigos y, a medida que lo logra, su autoeicacia social se fortalece.
Una parte importante del trabajo de un profesor consiste en determinar las preferencias valiosas
de los estudiantes, especialmente si estas relejan estereotipos o diferencias culturales. Las investigaciones de Wigield y Eccles (1992) revelaron algunos estereotipos entre los adolescentes: los hombres
valoran más las matemáticas, mientras que las mujeres dan mayor importancia a la literatura. Mickelson
(1990) argumentó que percibir inequidades basadas en la raza puede provocar que algunos alumnos
de grupos minoritarios devalúen el aprovechamiento escolar. Los docentes tienen la responsabilidad de
fomentar los valores de logro en todos los estudiantes, y la manera en que lo pueden conseguir es
enseñándoles a establecer metas y a evaluar su progreso hacia ellas, mostrándoles los resultados positivos de sus logros e incrementando su autoeicacia para el éxito escolar.
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146
Capítulo 4
AUTOEFICACIA
Revisión de conceptos
La autoeicacia (expectativas de la eicacia) se reiere a las creencias personales sobre las propias
capacidades para aprender o ejecutar acciones a ciertos niveles (Bandura, 1977a, 1977b, 1986, 1993,
1997). La autoeicacia es lo que el individuo cree que es capaz de hacer, y no es lo mismo que saber
qué es lo que se debe hacer. Para determinar la autoeicacia, los individuos evalúan sus habilidades
y sus capacidades para convertir esas habilidades en acciones. La autoeicacia es fundamental para
fomentar en las personas un sentimiento de que tienen libertad de acción (agencia) para inluir en sus
vidas (Bandura, 1997, 2001).
La autoeicacia y las expectativas de los resultados no tienen el mismo signiicado (Schunk y
Zimmerman, 2006). La autoeicacia se reiere a la percepción de la propia capacidad para producir
acciones; las expectativas de los resultados se reieren a las creencias acerca de los posibles resultados
de esas acciones. Es probable que algunos estudiantes piensen que ciertas acciones traerán un resultado positivo, pero también podrían pensar que carecen de la capacidad para realizarlas. Por ejemplo,
Jeremy piensa que si responde correctamente las preguntas del profesor, este lo elogiará (expectativa
de un resultado positivo). Tal vez valore el elogio del docente, pero si duda de su capacidad para
responderlas de manera correcta (baja autoeicacia) no se esforzará por contestar.
A pesar de que la autoeicacia y las expectativas de los resultados son conceptos diferentes, a
menudo están relacionados. Los estudiantes que suelen mostrar un buen desempeño poseen conianza en sus capacidades para aprender y esperan (y casi siempre logran) resultados positivos por sus
esfuerzos. Al mismo tiempo, no necesariamente existe una relación entre la autoeicacia y las expectativas. Incluso los alumnos que presentan una alta autoeicacia para aprender podrían esperar obtener
una baja caliicación si piensan que no le agradan al profesor.
Aunque algunas evidencias indican que las percepciones de la autoeicacia se generalizan a diferentes tareas (Smith, 1989), la teoría y la investigación sugieren que la autoeicacia suele ser especíica
de un dominio (Pajares, 1996, 1997). Por consiguiente, adquiere sentido hablar de la autoeicacia para
hacer inferencias en un texto, balancear ecuaciones químicas, resolver fracciones, lograr ciertos tiempos en las carreras de pista, etcétera. Smith y Fouad (1999) descubrieron que la autoeicacia, las metas
y las expectativas del resultado son especíicas de cada materia, y que se generalizan poco a diferentes
áreas. Sin embargo, es posible que la autoeicacia se transiera a nuevas situaciones cuando los aprendices creen que las mismas habilidades los llevarán al éxito. Por consiguiente, los estudiantes que
se creen autoeicaces para realizar proyectos en la clase de literatura también podrían coniar en
que son capaces de organizar proyectos en la clase de ciencias, de modo que su autoeicacia los motive a construir un proyecto en ciencias.
La autoeicacia diiere del autoconcepto (Pajares y Schunk, 2002; Schunk y Pajares, 2005), el cual
se reiere a las percepciones colectivas que un individuo tiene de sí mismo formadas a través de las
interpretaciones y experiencias ambientales, y el cual depende en gran medida de los reforzamientos
y evaluaciones recibidos de las personas que son importantes para él (Shavelson y Bolus, 1982; Wylie,
1979). La autoeicacia se reiere a la percepción de capacidades especíicas; el autoconcepto es la
percepción general del individuo sobre sí mismo, el cual incluye la autoeicacia en diferentes áreas
(Schunk y Zimmerman, 2006; capítulo 8).
La autoeicacia depende, en parte, de las habilidades del estudiante. En general los alumnos muy
hábiles se sienten más eicaces para aprender que los poco hábiles; sin embargo, la autoeicacia no es
un sinónimo de habilidad. Collins (1982) identiicó estudiantes con habilidades elevadas, promedio y
bajas para las matemáticas. Dentro de cada nivel encontró alumnos con alta y baja autoeicacia. Collins
les dio a los estudiantes problemas para resolver y les dijo que podían volver a trabajar en aquellos
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Teoría cognoscitiva social
147
en los que fallaran. La habilidad se relacionó positivamente con el logro; no obstante, sin importar su
nivel de habilidad, los estudiantes con autoeicacia elevada resolvieron más problemas correctamente
y decidieron volver a trabajar en sus errores que aquellos con baja autoeicacia.
La autoeicacia puede tener diversos efectos sobre el aprovechamiento (Bandura, 1993; Pajares,
1996, 1997; Schunk, 1990, 1991). La autoeicacia puede afectar la selección de actividades. Muchos
estudiantes con baja autoeicacia para aprender evitan realizar tareas, mientras que aquellos que se
consideran eicaces suelen participar con mayor empeño. La autoeicacia también afecta el nivel de
esfuerzo, la perseverancia y el aprendizaje. Los alumnos que se sienten eicaces para aprender por lo
general se esfuerzan más y son más perseverantes que quienes dudan de sus capacidades, especialmente cuando enfrentan diicultades. Esas conductas, a su vez, fomentan el aprendizaje.
Las personas adquieren información acerca de su autoeicacia en cierta área a partir de sus ejecuciones, de las observaciones de modelos (experiencias vicarias), de formas de persuasión social
y de índices isiológicos, como la frecuencia cardiaca y la sudoración. El desempeño real ofrece
la información más válida para evaluar la autoeicacia. Los éxitos suelen aumentar la eicacia y los
fracasos la reducen, aunque un fracaso ocasional (éxito) después de muchos éxitos (fracasos) no
tiene mucho efecto.
Los estudiantes adquieren una gran cantidad de información acerca de sus capacidades a través
del conocimiento de cómo se desempeñan los demás. La semejanza con otras personas es un indicio
importante para valorar la propia eicacia (Brown e Inouye, 1978; Rosenthal y Bandura, 1978; Schunk,
1987, 1998). Observar el éxito de personas parecidas aumenta la autoeicacia de los observadores y
los motiva a tratar de realizar la tarea porque creen que si los demás pueden tener éxito, ellos también pueden lograrlo. Al mismo tiempo, la mejora vicaria de la autoeicacia puede anularse debido a
fracasos personales posteriores. Los alumnos que observan a sus compañeros fracasar podrían pensar
que carecen de la competencia para triunfar, lo cual podría disuadirlos de intentar realizar la tarea.
Donnetta experimentó cierto aumento en su autoeicacia al observar a su entrenadora demostrar el
golpe de revés, pero el hecho de practicarlo sin golpear en la red tiene una inluencia más poderosa.
A menudo los aprendices reciben información de los profesores que los convence de poseer la
capacidad para un buen desempeño (por ejemplo, “Tú puedes lograrlo”). Aunque la retroalimentación
positiva aumenta la autoeicacia, esta mejoría no dura mucho tiempo si los estudiantes muestran un
mal desempeño subsecuente. Los aprendices también adquieren cierta información sobre su autoeicacia a partir de sus síntomas isiológicos. Los síntomas emocionales (sudoración y temblor) podrían
interpretarse como señal de que no se tiene la capacidad para aprender. Cuando los alumnos observan que experimentan menos estrés en respuesta a las demandas académicas, se sienten más eicaces
para dominar la tarea.
La información adquirida de estas fuentes no afecta la autoeicacia de manera automática, sino
que se valora a nivel cognoscitivo (Bandura, 1982b, 1993, 1997). La evaluación de la autoeicacia
es un proceso inferencial en el que el individuo pondera y combina las contribuciones de factores
personales, conductuales y ambientales. Al realizar evaluaciones de la eicacia, los estudiantes toman
en cuenta factores como la habilidad, el esfuerzo, la diicultad de la tarea y la ayuda del docente, así
como el número y el patrón de los éxitos y los fracasos (Bandura, 1981, 1997).
Autoeicacia en situaciones de logro
La autoeicacia se relaciona especialmente con el aprendizaje escolar y con otras situaciones de logro.
Los investigadores han estudiado los supuestos efectos de la autoeicacia sobre las decisiones, el
esfuerzo, la perseverancia y el logro (Pajares, 1996, 1997; Schunk y Pajares, 2005). La autoeicacia
también se relaciona con las decisiones de carrera. Betz y Hackett (1981, 1983; Hackett y Betz, 1981)
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Capítulo 4
encontraron que, aun cuando existen inluencias estructurales y sociales sobre las elecciones de carrera, la autoeicacia es un mediador importante de estas inluencias externas y muestra una inluencia
directa en la elección de carrera. Además, las diferencias de sexo que se observan en las decisiones
vocacionales se deben a diferencias en la autoeicacia. Las mujeres son más autoeicaces para carreras
consideradas femeninas que para carreras tradicionalmente masculinas, mientras que la autoeicacia
de los varones depende menos de los estereotipos de sexo.
La autoeicacia está muy relacionada con el esfuerzo y la perseverancia en la tarea (Bandura y
Cervone, 1983, 1986; Schunk, 1995). Los individuos que se consideran muy eicaces tienden a esforzarse
ante las diicultades y a perseverar en una tarea cuando cuentan con las habilidades requeridas. Sin
embargo, existe cierta evidencia de que el hecho de dudar de sí mismos podría fomentar el aprendizaje
cuando los estudiantes no poseen habilidades previamente adquiridas. Como señaló Bandura (1986):
“Las dudas personales crean el ímpetu para aprender, pero inhiben el uso experto de las habilidades
adquiridas previamente” (p. 394). Salomon (1984) encontró que los estudiantes con una autoeicacia
elevada tendían más a involucrarse a nivel cognoscitivo en el aprendizaje cuando percibían que la tarea
era difícil, pero que se esforzaban e involucraban menos cuando consideraban que la tarea era sencilla.
Además de la cantidad de esfuerzo, la calidad del esfuerzo (procesamiento cognoscitivo más profundo y mayor participación cognoscitiva general) se ha vinculado irmemente con la autoeicacia
(Graham y Golan, 1991; Pintrich y Schrauben, 1992). Pintrich y De Groot (1990) reportaron que alumnos
de secundaria con una autoeicacia elevada tendían más a reportar el uso de estrategias de aprendizaje
cognoscitivas y de autorregulación. En una serie de estudios experimentales Schunk (1982a, 1982b, 1983a,
1983b, 1983c, 1983d, 1984a, 1984b, 1996) encontró que los estudiantes autoeicaces dominaban diversas
tareas académicas mejor que los estudiantes con una autoeicacia más baja. La autoeicacia de los alumnos
para el cómputo se relaciona positivamente con su éxito en ambientes de aprendizaje basados en computadoras (Moos y Azevedo, 2009). La autoeicacia es muy útil para pronosticar el aprendizaje y el logro,
aun cuando no se tomen en cuenta las habilidades cognoscitivas y el logro previos (Schunk, 1981, 1982a).
En resumen, la autoeicacia inluye de manera importante en la motivación y el logro (Multon,
Brown y Lent, 1991; Pajares, 1996, 1997; Schunk y Pajares, 2005; Valentine, DuBois y Cooper, 2004). Se
supone que la autoeicacia es más especíica de las situaciones, dinámica, luctuante y cambiante que
medidas más estáticas y estables del autoconcepto y la autocompetencia general (Schunk y Pajares,
2002). La autoeicacia para una tarea especíica, durante cierto día, podría luctuar debido a la preparación del individuo, a su condición física (enfermedad y fatiga) y su estado de ánimo, así como
debido a condiciones externas como la naturaleza de la tarea (duración y diicultad) y el medio social
(condiciones generales del salón de clases). En contraste, otras perspectivas de la autocompetencia la
consideran de forma más global (por ejemplo, la competencia matemática) y se interesan menos por
la inestabilidad de las creencias.
Es muy fácil observar la interacción recíproca entre los factores personales y ambientales con
variables sociales y del yo. Los factores sociales (ambientales) pueden afectar muchas variables del
yo (personales), como las metas del individuo, su autoeicacia, sus expectativas, sus atribuciones, las
autoevaluaciones de su progreso en el aprendizaje y sus procesos autorregulatorios. Las inluencias del
yo, a su vez, pueden afectar los contextos sociales, como ocurre cuando los aprendices deciden que
necesitan más instrucción para aprender una habilidad y buscan un profesor caliicado (Schunk, 1999).
Los resultados del logro, como el progreso hacia las metas, los índices motivacionales (selección
de actividades, esfuerzo y perseverancia) y el aprendizaje son afectados por inluencias sociales y del
yo. Las acciones del alumno, a su vez, afectan esos factores. Cuando los estudiantes trabajan en una
tarea evalúan el progreso de su aprendizaje. Las percepciones del progreso, las cuales se ven facilitadas por la retroalimentación sobre el progreso, mejoran su autoeicacia para aprender, y al mismo
tiempo fomenta su motivación y el aprendizaje (Hattie y Timperley, 2007; Schunk, 1995).
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Un proceso clave es la internalización de las variables sociales como inluencias del yo. Los
aprendices transforman la información adquirida del entorno social en mecanismos de autorregulación
(capítulo 9). Con una mayor adquisición de habilidades este proceso de transformación de lo social al
yo se convierte en un proceso bidireccional interactivo a medida que los aprendices alteran y ajustan
sus entornos sociales para incrementar sus logros (Schunk, 1999).
Modelos y autoeicacia
Los modelos en el ambiente del estudiante constituyen una fuente importante de información para
evaluar la autoeicacia. Los padres y otros adultos importantes, como docentes y entrenadores, son
modelos fundamentales del entorno social de los niños. Bandura, Barbaranelli, Caprara y Pastorelli
(1996) encontraron que las aspiraciones académicas que tienen los padres para sus hijos afectan tanto
sus logros académicos como su autoeicacia.
Modelos adultos. Las investigaciones revelan que exponer a los estudiantes a modelos adultos inluye
en su autoeicacia para el aprendizaje y un buen desempeño. Zimmerman y Ringle (1981) hicieron
que un grupo de niños observara a un modelo que trataba, sin éxito, de resolver un rompecabezas
durante un lapso breve o prolongado, y en el transcurso hacía comentarios de conianza o de pesimismo, y luego los niños intentaron resolver el rompecabezas. La observación de un modelo coniado
pero sin perseverancia aumentó la autoeicacia; los niños que observaron a un modelo pesimista pero
perseverante redujeron su autoeicacia. Relich, Debus y Walker (1986) encontraron que exponer a
niños con bajo aprovechamiento a modelos que les explicaban la división aritmética y les brindaban
retroalimentación que destacaba la importancia de las habilidades y del esfuerzo tuvo un efecto positivo en la autoeicacia.
Schunk (1981) describió que tanto el modelamiento cognoscitivo como la instrucción didáctica
aumentaron la autoeicacia de los niños; sin embargo, el modelamiento cognoscitivo tuvo un mayor
efecto en sus habilidades para dividir y en la precisión de las percepciones de sus capacidades, ya que
los juicios de autoeicacia de esos niños concordaban más con su desempeño real. Los estudiantes que
sólo recibieron instrucción didáctica sobreestimaron sus capacidades. Sin importar la condición de tratamiento, la autoeicacia se relacionó de manera positiva con la perseverancia y el aprovechamiento.
Modelos coetáneos. Observar a compañeros semejantes a ellos como modelos realizando una tarea
puede aumentar la autoeicacia de los observadores, lo que se valida cuando realizan la tarea de forma
exitosa. Brown e Inouye (1978) investigaron los efectos de percibir que se tienen las mismas competencias que los modelos. Estudiantes universitarios juzgaron su autoeicacia para solucionar anagramas
y luego trataron de resolverlos; después se les dijo que se desempeñaron igual o mejor que el modelo.
Posteriormente observaron a un modelo fallar, juzgaron la autoeicacia y de nuevo trataron de resolver
los anagramas. Decirles que eran más competentes que el modelo aumentó más su autoeicacia y su
perseverancia que decirles que eran igual de competentes que él.
Una forma de elevar la autoeicacia consiste en utilizar modelos de afrontamiento, que al principio
demuestran temores y habilidades deicientes pero mejoran su desempeño y autoeicacia de manera
gradual. Los modelos de afrontamiento ilustran el modo en que determinados esfuerzos y relexiones
positivas superan las diicultades. En contraste, los modelos de dominio exhiben ejecuciones perfectas
y mucha conianza desde el principio (Thelen, Fry, Fehrenbach y Frautschi, 1979). Los modelos de
afrontamiento incrementan más que los modelos de dominio la percepción de similitud y la autoeicacia para aprender mejor entre los alumnos, que tienden a considerar que las diicultades iniciales y
el progreso gradual de los modelos de afrontamiento se parecen más a su propio desempeño habitual
que el rápido aprendizaje de los modelos de dominio.
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Capítulo 4
En un estudio, niños que habían mostrado diicultades para aprender la resta con reagrupamiento observaron videos de un modelo coetáneo de dominio, un modelo coetáneo de afrontamiento,
un modelo de profesor o un video sin modelo (Schunk y Hanson, 1985). En las condiciones que
incluyeron a un modelo coetáneo, un profesor adulto ofrecía instrucción y después el niño resolvía
problemas. El modelo coetáneo de dominio aprendía rápidamente las operaciones y manifestaba verbalmente creencias positivas de logro que relejaban autoeicacia y habilidades elevadas, baja diicultad
de la tarea y actitudes positivas. El modelo coetáneo de afrontamiento al principio cometía errores y
manifestaba verbalmente creencias negativas de logro, pero de manera gradual mejoraba su desempeño y expresaba comentarios de afrontamiento (por ejemplo, “necesito poner atención a lo que estoy
haciendo”). Con el tiempo las conductas y verbalizaciones del modelo de afrontamiento durante la
solución de los problemas alcanzaban el nivel del modelo de dominio. Los niños que tuvieron como
modelo a un docente sólo observaron videos en los que el profesor daba instrucción; los infantes
sin modelo no observaron ningún video. Todos los niños evaluaron su autoeicacia para aprender a
restar y recibieron instrucción y práctica durante las sesiones.
La observación de un modelo coetáneo aumentó la autoeicacia y el logro más que la observación
de un modelo de profesor y la falta de un modelo; la condición con el modelo de profesor resultó mejor
que la condición sin modelo. Las condiciones de dominio y de afrontamiento produjeron resultados similares. Es probable que los niños se enfocaran más en los elementos que los modelos tenían en común
(éxito en la tarea) que en sus diferencias. Tal vez los infantes se basaron en sus éxitos previos con la
resta sin reagrupamiento y concluyeron que si el modelo podía aprender, ellos también podían hacerlo.
Otra variable importante es el número de modelos. En comparación con un solo modelo, la presencia de múltiples modelos aumenta la probabilidad de que los observadores consideren que son
similares al menos a uno de los modelos (Thelen et al., 1979). Es probable que los estudiantes que ignoran fácilmente el éxito de un solo modelo se vean inluidos al observar a varios individuos exitosos
y piensen que si todos esos modelos pueden aprender, ellos también pueden hacerlo. Observe en la
conversación inicial que la entrenadora de Donnetta actuó como modelo y dio a ésta materiales que
presentaban a otros modelos realizando golpes de revés.
Schunk, Hanson y Cox (1987) investigaron los efectos de uno y varios modelos de afrontamiento
y de dominio en una tarea (fracciones) en la que un grupo de niños habían tenido poco éxito. La observación de un solo modelo de afrontamiento o de múltiples modelos de dominio y de afrontamiento
aumentó más su autoeicacia y su logro que la observación de un solo modelo de dominio. En este
caso un solo modelo de dominio fue el menos eicaz.
Schunk y Hanson (1989a) investigaron aún más las variaciones en la similitud percibida al pedir a
un grupo de niños con un aprovechamiento promedio que observaran a tres tipos de modelos coetáneos. Los modelos de dominio aprendían con facilidad operaciones aritméticas y expresaban verbalmente ideas positivas, como: “Sé que puedo resolver esto”. Los modelos emotivos de afrontamiento
al inicio experimentaban diicultades y expresaban comentarios negativos, por ejemplo “no soy muy
bueno para esto”, y después hacían comentarios y mostraban conductas de afrontamiento, como
“tendré que trabajar duro en esto”; con el tiempo exhibían un desempeño tan bueno como el de los
modelos de dominio. Los modelos de afrontamiento se comportaban exactamente de la misma forma
que los modelos emotivos de afrontamiento, pero nunca expresaban ideas negativas.
Los modelos emotivos de afrontamiento produjeron los mayores niveles de autoeicacia para
aprender. Los niños que observaron modelos de dominio y de afrontamiento consideraron tener la
misma habilidad que el modelo; los que observaron al modelo emotivo de afrontamiento consideraron
ser más competentes que él. La creencia del individuo de que es más talentoso que un modelo que no
tiene éxito puede aumentar la autoeicacia y la motivación. Las tres condiciones incrementaron de la
misma forma la autoeicacia y el aprovechamiento, lo que releja que la experiencia con la tarea real
superó los efectos iniciales debidos a la observación de los modelos.
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Los modelos coetáneos se han utilizado para fomentar las conductas prosociales. Strain y sus colaboradores (1981) demostraron la forma en que se puede enseñar a los niños a iniciar el juego social
con compañeros tímidos utilizando señales verbales; por ejemplo, diciéndoles “juguemos con bloques”,
y respuestas motoras, entregándoles juguetes. Este tipo de conductas suelen incrementar las iniciativas
sociales posteriores de los niños. Este entrenamiento toma mucho tiempo pero es eicaz, ya que los métodos para solucionar el aislamiento social (incitación, reforzamiento) exigen la participación casi continua del profesor. En la aplicación 4.5 se analizan algunos usos adicionales de los modelos coetáneos.
APLICACIÓN 4.5
Fomento de la autoeficacia con modelos coetáneos
Observar a compañeros parecidos a ellos realizar una tarea aumenta la autoeicacia de los estudiantes para aprender. Esta idea se aplica cuando el profesor elige a ciertos alumnos para que
resuelvan problemas de matemáticas en el pizarrón. Al demostrar el éxito los modelos aumentan
la autoeicacia de los observadores para un buen
desempeño. Si los niveles de habilidad en una
clase varían de manera considerable, el docente
podría elegir modelos con distintos niveles de habilidad. Los estudiantes de la clase tienden más a
percibirse como igual de competentes que por lo
menos uno de los modelos.
Los compañeros que ya dominan las habilidades podrían enseñar a los observadores, pero no
tendrán mucha repercusión en la autoeicacia de
los alumnos con problemas de aprendizaje. Para
estos últimos los estudiantes con problemas similares que han dominado las habilidades son modelos
excelentes. Jim Marshall, en su clase de historia
de Estados Unidos, está explicando las batallas de
la Guerra Civil. Como son tantas batallas, algunos
alumnos han mostrado problemas para aprender
todas. El profesor Marshall separa a sus estudiantes
en tres grupos: el grupo 1 consta de los alumnos
que aprendieron el material de manera inmediata;
el grupo 2 incluye a los que han trabajado duro y
están logrando el dominio de manera gradual; y el
grupo 3 consta de los que aún tienen diicultades.
El profesor reúne a los grupos 2 y 3 para realizar
una tutoría de pares. Los estudiantes utilizan mapas
y gráicas, y trabajan en conjunto asignando códigos de color y aprendiendo los agrupamientos de
las batallas.
Los docentes también podrían utilizar los modelos coetáneos que observan otros estudiantes;
podrían hacer hincapié en la concentración y el
gran empeño de los modelos. Por ejemplo, cuando
Kathy Stone recorre el salón de clases para supervisar el trabajo de sus alumnos, les proporciona
información social comparativa (por ejemplo: “¿Ves
lo bien que está trabajando Kevin? Estoy segura de
que tú también puedes trabajar bien”). Los profesores deben asegurarse de que los alumnos se
consideren capaces de lograr el nivel de desempeño comparativo; para lo cual es necesario ser
cuidadosos al elegir a los estudiantes de referencia.
Los compañeros también pueden aumentar la autoeficacia durante el trabajo en grupos
pequeños. Los grupos exitosos son aquellos en
los que cada miembro asume alguna responsabilidad y en los que los integrantes comparten
las recompensas por su desempeño colectivo.
El uso de este tipo de grupos ayuda a reducir
las comparaciones sociales negativas de las habilidades de los estudiantes con problemas de
aprendizaje. Es importante que los profesores
elijan las tareas de forma cuidadosa, ya que los
grupos poco exitosos no aumentan la autoeficacia.
Al escoger a los alumnos para los proyectos
grupales, Gina Brown podría evaluar su pericia en
las habilidades necesarias (por ejemplo: redacción,
análisis, interpretación, investigación y organización) y luego asignar alumnos con diferentes capacidades a cada grupo.
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Capítulo 4
Habilidades motoras
Se ha visto que la autoeicacia sirve para pronosticar la adquisición y la ejecución de habilidades
motoras (Bandura, 1997; Poag-DuCharme y Brawley, 1993; Wurtele, 1986). Gould y Weiss (1981)
encontraron beneicios debido a la semejanza con el modelo. Mujeres universitarias observaron a un
modelo similar a ellas (una estudiante sin antecedentes deportivos) o a uno diferente (un profesor
de educación física) realizar una tarea de resistencia muscular. Las que vieron al modelo similar
realizaron mejor la tarea y manifestaron mayor autoeicacia que las que observaron a un modelo
diferente. Sin importar la condición de tratamiento, la autoeicacia se relacionó de manera positiva
con el desempeño.
George, Feltz y Chase (1992) replicaron esos resultados utilizando alumnas universitarias y modelos desempeñando una tarea que consistía en extender las piernas. Aquellas que observaron modelos
femeninos o masculinos sin características atléticas extendieron sus piernas durante más tiempo y
mostraron mayor autoeicacia que las que observaron a un modelo atlético. Entre estas observadoras
inexpertas la capacidad del modelo fue una señal de similitud más importante que su sexo.
Lirgg y Feltz (1991) expusieron a estudiantes de sexto grado a un profesor experto o inexperto,
o a un modelo coetáneo ilmado que demostraban la tarea de subir una escalera; otras niñas de un
grupo de control no observaron modelo alguno. Luego, juzgaron su autoeicacia para trepar de manera sucesiva peldaños cada vez más altos de la escalera, y lo hicieron durante varios ensayos. Las
estudiantes del grupo de control demostraron un desempeño más pobre que las que observaron los
modelos; de estas últimas, las que vieron un modelo experto (adulto o coetáneo) tuvieron un mejor
desempeño que las que observaron un modelo inexperto. Las alumnas que observaron un modelo
experto mostraron una mayor autoeicacia.
Bandura y Cervone (1983) demostraron la importancia de la retroalimentación durante la adquisición de habilidades motoras. Estudiantes universitarios operaron un ergómetro empujando y jalando
alternativamente palancas que resistían su esfuerzo. Algunos participantes tenían la meta de aumentar
el desempeño en 40 por ciento con respecto a la línea base, a otros se les dijo que debían aumentar
su desempeño 24 por ciento, a un tercer grupo se le asignaron metas y se le dio retroalimentación, y
a un grupo de control no se le asignaron metas ni se le dio retroalimentación. Las metas combinadas
con retroalimentación mejoraron más el desempeño y aumentaron más el sentimiento de autoeicacia
para el logro de metas, lo que predijo el esfuerzo subsecuente.
En un seguimiento (Bandura y Cervone, 1986), a los participantes se les asignó la meta de mejorar 50 por ciento con respecto a la línea base. Después de su ejecución recibieron retroalimentación
falsa que les indicaba una mejoría de 24, 36, 46 o 54 por ciento. La autoeicacia fue más baja en la
condición de 24 por ciento y más alta en la condición de 54 por ciento. Una vez que los estudiantes
establecieron metas para la siguiente sesión y realizaron la tarea nuevamente, el esfuerzo se relacionó
de manera positiva con las metas y la autoeicacia en todas las condiciones.
Poag-DuCharme y Brawley (1993) encontraron que la autoeicacia predice la participación de los
individuos en programas comunitarios de ejercicio. Evaluaron la autoeicacia para realizar actividades
dentro de la clase, así como para superar obstáculos para ejercitarse y problemas de horario. La autoeicacia tuvo una relación positiva con la iniciación y el mantenimiento del ejercicio habitual. De
manera similar, Motl, Dishman, Saunders, Dowda y Pate (2007) descubrieron que la autoeicacia para
superar obstáculos con el in de ejercitarse pronosticó el ejercicio físico realizado por mujeres adolescentes. Estos resultados sugieren que para fomentar el ejercicio es necesario lograr que los individuos
desarrollen la autoeicacia para afrontar los problemas de horario y un compromiso real.
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Autoeicacia en la instrucción
La autoeicacia es importante tanto para los profesores como para los estudiantes (Pajares, 1996;
Tschannen-Moran, Woolfolk Hoy y Hoy, 1998). La autoeicacia en la instrucción se reiere a las creencias personales sobre las propias capacidades para ayudar a que los estudiantes aprendan. La autoeicacia en la instrucción debe inluir en las actividades, el esfuerzo y la perseverancia de los profesores
con los estudiantes (Ashton, 1985; Ashton y Webb, 1986). Es probable que los docentes con baja autoeicacia eviten planear actividades que consideran que exceden sus capacidades, que no perseveren
en su trabajo con los alumnos que muestran diicultades de aprendizaje, que se esfuercen poco por
encontrar materiales y que no repasen el contenido para mejorar la comprensión de los estudiantes.
Los profesores con una autoeicacia elevada tienen más posibilidades de desarrollar actividades desaiantes, de ayudar a los estudiantes a tener éxito y de ser perseverantes en su trabajo con los alumnos
que presentan problemas de aprendizaje. Estos efectos en la motivación de los docentes mejoran el
aprovechamiento de los alumnos. Los profesores con una autoeicacia elevada también maniiestan
un mayor compromiso con su trabajo (Chan, Lau, Nie, Lim y Hogan, 2008). Ashton y Webb (1986)
reportaron que los profesores con mayores niveles de autoeicacia presentaban más probabilidades de
desarrollar un ambiente positivo en el aula, de apoyar las ideas de los estudiantes y de resolver sus
necesidades. La autoeicacia del docente resultó ser útil para pronosticar el aprovechamiento de los
alumnos. Woolfolk y Hoy (1990) obtuvieron resultados similares con profesores practicantes. Feltz,
Chase, Moritz y Sullivan (1999) mostraron que las mismas predicciones para la autoeicacia de los profesores también se aplican a los entrenadores.
Una gran cantidad de investigaciones han estudiado las dimensiones de la eicacia en la instrucción
que están más relacionadas con el aprendizaje (Gibson y Dembo, 1984; Woolfolk y Hoy, 1990). Ashton
y Webb (1986) distinguieron la eicacia para enseñar, o las expectativas acerca de las consecuencias
de la enseñanza en general, de la eicacia personal, que se deinen como la autoeicacia para realizar
conductas especíicas con el in de producir ciertos resultados. Como se señaló antes, la autoeicacia
y las expectativas a menudo se relacionan pero no necesariamente deben estar relacionadas. Un profesor podría tener una eicacia personal elevada y aun así presentar una baja eicacia para enseñar si
considera que la mayoría del aprendizaje de los estudiantes se debe a factores ambientales y del hogar
que están fuera de su control. Otra investigación sugiere que la autoeicacia en la instrucción releja
una diferencia interna y externa: los factores internos representan las percepciones de la inluencia y el
poder personales del docente, mientras que los factores externos se relacionan con las percepciones de
la inluencia y el poder de elementos que residen fuera del salón de clases (Guskey y Passaro, 1994).
Goddard, Hoy y Woolfolk Hoy (2000) se reirieron a la eicacia colectiva del profesor, es decir,
a las percepciones de los docentes de que su esfuerzo general afectará de manera positiva a los estudiantes. Aunque la investigación sobre la eicacia colectiva del profesor es escasa (Bandura, 1993,
1997; Pajares, 1997), el concepto está recibiendo cada vez mayor atención debido a que a menudo
aparece en las habilidades y los estándares de los programas del siglo XXI, y a que parece ser fundamental para una reforma escolar eicaz.
La eicacia colectiva del profesor depende de un apoyo sólido por parte de los administradores
que fomentan y facilitan una mejoría creando un entorno sin obstáculos. También depende de fuentes
coniables de información acerca de la autoeicacia (Bandura, 1997). Los docentes que trabajan en
colaboración para lograr metas comunes (desempeño de dominio) y que se beneician de tutores que
fungen como modelos (información vicaria) suelen exhibir una autoeicacia colectiva.
El papel de la eicacia colectiva del profesor también podría depender del nivel del acoplamiento
organizacional (Henson, 2002). En las escuelas poco integradas, cabe la posibilidad de que la eicacia
colectiva del profesor no pronostique tan bien los resultados de los estudiantes como la autoeicacia
individual. Esta situación se podría dar en algunas secundarias en las que el acoplamiento, de existir,
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Capítulo 4
se da a un nivel departamental más que en toda la escuela. En las escuelas primarias, que suelen estar
más acopladas, ocurre lo contrario, en ellas la eicacia colectiva de los profesores pronostica mejor los
resultados de los aprendices.
Goddard y sus colaboradores (2000) analizaron el proceso mediante el cual la eicacia colectiva
del profesor podría inluir en el aprendizaje de los alumnos. Existen cuatro fuentes de autoeicacia
que afectan la eicacia colectiva: los logros de desempeño, las experiencias vicarias, la persuasión
social y los indicadores isiológicos. La eicacia colectiva se fortalece cuando los docentes trabajan
exitosamente en conjunto para realizar cambios, cuando aprenden entre sí y de otras escuelas exitosas, cuando los administradores y las fuentes de desarrollo profesional los motivan para el cambio, y
cuando trabajan en conjunto para afrontar diicultades y reducir el estrés (Goddard, Hoy y Woolfolk
Hoy (2004)). A medida que se fortalece la eicacia colectiva de los profesores, aumentan también las
oportunidades educativas que éstos les pueden dar a los estudiantes.
Parece que la eicacia colectiva del profesor también es importante para su satisfacción laboral
y su permanencia como docentes. Caprara, Barbaranelli, Borgogni y Steca (2003) revelaron que las
creencias sobre la eicacia colectiva del profesor tienen una relación positiva signiicativa con su
satisfacción laboral. Además, la eicacia colectiva depende de que los docentes crean que los otros
participantes (por ejemplo, directivos, personal administrativo, padres y estudiantes) trabajan con empeño para cumplir con sus obligaciones. De acuerdo con la posición de Bandura (1997), incluso un
alto nivel de autoeicacia no producirá cambios benéicos a menos que el entorno se muestre sensible
al cambio. La permanencia de los profesores en la docencia (una prioridad crítica dada la escasez de
docentes en muchas áreas) se verá beneiciada con la creación de un entorno en el que se fomente
en los profesores el sentimiento de que tienen libertad de acción y de que sus esfuerzos conducen a
cambios positivos.
Un desafío importante para los programas educativos de profesores en activo y practicantes es
elaborar métodos para aumentar su autoeicacia en la instrucción mediante la incorporación de fuentes que desarrollen la eicacia, como el desempeño real, las experiencias vicarias, la persuasión y los
índices isiológicos. Los entornos en los que los futuros docentes trabajan con sus tutores proporcionan un desempeño exitoso real y un modelamiento experto. Los profesores que fungen como modelos no sólo enseñan habilidades a los observadores, sino que también desarrollan su autoeicacia para
el éxito en el aula (aplicación 4.6).
Actividades terapéuticas y sanitarias
Los investigadores han demostrado que la autoeicacia sirve para pronosticar conductas terapéuticas
y sanitarias (Bandura, 1997; Maddux, 1993; Brawley y Boykin, 1995). El modelo de creencias sobre la
salud se aplica comúnmente para explicar los cambios en la conducta sanitaria (Rosenstock, 1974).
Este modelo asigna una función prominente a las percepciones de los individuos de cuatro factores
cognoscitivos que inluyen en las conductas sanitarias: la susceptibilidad (la evaluación personal de los
riesgos de ciertas amenazas para la salud), la gravedad de las amenazas a la salud, los beneicios de las
conductas recomendadas para reducirlas y los obstáculos para la acción (las creencias personales sobre
las posibles consecuencias indeseables que resultarían de adoptar la conducta preventiva recomendada). Este último factor cuenta con la mayor evidencia empírica y se relaciona estrechamente con la
autoeicacia (es decir, la autoeicacia para superar obstáculos; Maddux, 1993). Un modelo más reciente
de las metas de la conducta sanitaria (Maes y Gebhardt, 2000) incluye la competencia percibida (que
es análoga a la autoeicacia) como un proceso fundamental.
La importante función de la autoeicacia como un medio para pronosticar las conductas sanitarias
es evidente en muchos estudios (DiClemente, 1986; Strecher, DeVellis, Becker y Rosenstock, 1986).
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APLICACIÓN 4.6
Autoeficacia de la instrucción
La autoeicacia entre los profesores se fomenta de
la misma forma que en los estudiantes. Un medio
eicaz para desarrollar la autoeicacia consiste en
observar a otra persona modelar conductas especíicas de enseñanza. Un nuevo docente de primaria
podría observar a su tutor implementar el uso de
centros de aprendizaje antes de presentar en su
clase la misma actividad. Al observar al tutor, el
nuevo profesor adquiere las habilidades y la autoeicacia para ser capaz de implementar ese tipo
de centros.
La autoeicacia de los profesores novatos también podría aumentar observando a profesores
con algunos años de experiencia como docentes
conducirse de forma exitosa; los profesores nuevos podrían percibir que hay más similitudes entre
ellos y otros profesores relativamente novatos que
entre ellos y otros con más experiencia.
Practicar las conductas ayuda a desarrollar
habilidades y aumentar la autoeicacia. Los profesores de música podrían aumentar su autoeicacia
para enseñar piezas musicales practicándolas en
el piano después de las clases hasta dominarlas y
sentirse coniados cuando las trabajen con los estudiantes. Cuando los docentes aprenden a utilizar
una nueva aplicación de cómputo antes de presentarla en sus clases, se sienten más autoeicaces para
enseñar a sus alumnos a usarla.
Aprender más de una materia especíica aumenta la autoeicacia para analizarla de forma más
completa y precisa. Jim Marshall lee varios libros
y artículos acerca de la Gran Depresión antes de
enseñar la unidad a su grupo. El conocimiento adicional incrementa su autoeicacia para ayudar a los
estudiantes a aprender sobre este importante periodo de la historia de Estados Unidos. Gina Brown
repasa el trabajo de investigadores importantes en
cada área temática importante del curso. Esto le
permite brindar información adicional a los estudiantes, además de la que leen en el libro, e incrementa su autoeicacia para enseñar el contenido de
manera efectiva.
La autoeicacia se correlaciona de manera positiva con el tabaquismo controlado (Godding
y Glasgow, 1985) y con periodos más largos de abstinencia de tabaco (DiClemente, Prochaska y
Gilbertini, 1985), de manera negativa con la tentación de fumar (DiClemente et al., 1985) y de manera
positiva con la pérdida de peso (Bernier y Avard, 1986). Love (1983) encontró que la autoeicacia
para resistir conductas bulímicas se correlaciona negativamente con los atracones y las purgas. Bandura
(1994) analizó el papel que desempeña la autoeicacia en el control de la infección por VIH.
En un estudio de DiClemente (1981), individuos que habían dejado de fumar recientemente evaluaron su autoeicacia para evitar fumar en situaciones con diferentes niveles de estrés; varios meses
después se les contactó para determinar si habían mantenido la conducta. Aquellos que se mantuvieron sin fumar se consideraron más autoeicaces que los que recayeron. La autoeicacia fue más útil
para pronosticar el tabaquismo futuro que el historial de tabaquismo o las variables demográicas. La
autoeicacia para evitar fumar en varias situaciones se correlaciona positivamente con las semanas
de abstinencia exitosa. Los individuos tendían a recaer en situaciones en las que se consideraron poco
autoeicaces para evitar fumar.
Bandura y sus colaboradores investigaron hasta qué punto la autoeicacia sirve para pronosticar
cambios conductuales terapéuticos (Bandura, 1991). En un estudio (Bandura, Adams y Beyer, 1977),
adultos que mostraban fobia a las serpientes recibieron un tratamiento de modelamiento participante
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156
Capítulo 4
que comenzaba con un terapeuta modelando una serie de encuentros, cada vez más amenazantes,
con una serpiente. Después de realizar las diversas actividades en conjunto con el terapeuta, los individuos con la fobia las empezaron a realizar solos para aumentar su autoeicacia. Comparados con los
individuos con la fobia que sólo observaron al terapeuta modelar las actividades y con los individuos
que no recibieron entrenamiento, los clientes que recibieron el modelamiento participante demostraron el mayor incremento en la autoeicacia y en las conductas de acercamiento hacia la serpiente.
Independientemente del tratamiento, la autoeicacia para realizar tareas tuvo una alta relación con las
conductas reales de los clientes. En un estudio relacionado, Bandura y Adams (1977) concluyeron que
el modelamiento participante es mejor que la desensibilización sistemática (capítulo 3). Estos resultados apoyan la airmación de Bandura (1982b, 1997) de que los tratamientos basados en el desempeño
que combinan el modelamiento con la práctica miden mejor la autoeicacia y producen un mayor
cambio conductual.
Bandura (2005) enfatizó la importancia de la autorregulación para la salud y el bienestar. El
desarrollo y mantenimiento de estilos de vida saludables a menudo se han descrito en términos de
prescripciones de manejo médico, pero los investigadores y los profesionales están destacando cada
vez más el automanejo en colaboración; el cual incluye muchos de los procesos cognoscitivos sociales
descritos en este capítulo: la autovigilancia de las conductas relacionadas con la salud, las metas y la
autoeicacia para alcanzarlas, la autoevaluación del progreso, y los incentivos personales y los apoyos
sociales para mantener estilos de vida saludables (Maes y Karoly, 2005).
Esta perspectiva de la salud y el bienestar releja el concepto de agencia de Bandura (2005) sobre
el funcionamiento humano descrito al inicio de este capítulo. Un cambio exitoso del estilo de vida que
se mantiene con el tiempo exige que las personas se consideren autoeicaces para manejar sus propias
actividades y controlar los eventos que afectan sus vidas. La autoeicacia afecta el comportamiento a
través de procesos cognoscitivos, de motivación, afectivos y de toma de decisiones. Por consiguiente,
la autoeicacia inluye en los pensamientos de las personas, que pueden ser positivos o negativos,
en la manera en que se motivan a sí mismas y perseveran durante las diicultades, en la forma en que
manejan sus emociones, especialmente durante periodos de estrés, en qué tan resilientes son ante los
obstáculos y en las decisiones que toman en momentos críticos (Benight y Bandura, 2004).
En resumen, la autoeicacia ha generado una gran cantidad de investigación. Las evidencias
indican que la autoeicacia sirve para pronosticar diversos resultados, como el abandono del tabaquismo, la tolerancia al dolor, el desempeño deportivo, la asertividad, el afrontamiento de eventos temidos, la recuperación de ataques cardiacos y el desempeño en las ventas (Bandura, 1986,
1997). La autoeicacia es una variable clave que inluye en las elecciones de carrera (Lent, Brown
y Hackett, 2000), y la autoeicacia de los niños inluye en los tipos de ocupaciones en los que
consideran tienen posibilidades de lograr éxito (Bandura, Barbaranelli, Caprara y Pastorelli, 2001).
Los investigadores de la autoeicacia han utilizado diversos ambientes, participantes, medidas, tratamientos, tareas y periodos. La posibilidad de generalizar los efectos de la autoeicacia sin duda se
conocerá en futuras investigaciones.
APLICACIONES A LA INSTRUCCIÓN
Muchas ideas de la teoría cognoscitiva social se pueden aplicar a la instrucción y al aprendizaje de
los estudiantes. Las aplicaciones a la instrucción que incluyen modelos, autoeicacia, ejemplos resueltos
y tutoría relejan principios cognoscitivos sociales.
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Teoría cognoscitiva social
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Modelos
El empleo de profesores como modelos facilita el aprendizaje y proporciona información acerca de la
autoeicacia. Los alumnos que observan a los docentes explicar y demostrar conceptos y habilidades
pueden aprender y considerar que cuentan con la capacidad de aprender más. Los profesores también
ofrecen a los estudiantes información persuasiva sobre la autoeicacia; aquellos que les presentan las
lecciones diciéndoles que todos las pueden aprender y que si trabajan duro dominarán las nuevas
habilidades, les infunden autoeicacia para el aprendizaje, la cual aumenta cuando se desempeñan con
éxito en la tarea. En los estudios en que los modelos actuaron de una forma y les dijeron a los observadores que actuaran de otra, se encontró que más que las palabras, lo que inluye en los niños son
los actos (Bryan y Walbek, 1970). Los profesores deben asegurarse de que sus actos sean congruentes
con lo que enseñan a sus alumnos; por ejemplo, si les dicen, “mantengan limpio su escritorio”, deben
tener limpio su propio escritorio.
De manera similar, los modelos coetáneos pueden fomentar la motivación y el aprendizaje de los
estudiantes. A diferencia de los docentes, cuando los compañeros actúan como modelos suelen enfocarse más en “cómo se hace”, lo que aumenta el aprendizaje de los observadores. Además, observar
que un compañero similar al observador tiene éxito infunde en el segundo un sentimiento vicario de
autoeicacia para aprender, el cual se valida cuando logra un buen desempeño (Schunk, 1987). Si se
utiliza a los compañeros como modelos, es mejor elegir a aquellos con los que todos los estudiantes
se puedan identiicar; esto podría implicar que se requiera utilizar múltiples modelos coetáneos con
distintos niveles de habilidades.
Autoeicacia
El papel que desempeña la autoeicacia en el aprendizaje está bien documentado. Para determinar
cuáles métodos de instrucción se deben utilizar es importante que los profesores evalúen los efectos
que tendrán sobre la autoeicacia y el aprendizaje de los estudiantes. Podría ocurrir que un método que
produzca aprendizaje no incremente la autoeicacia. Por ejemplo, ofrecer a los alumnos mucha ayuda
sirve para incrementar su aprendizaje pero no contribuye gran cosa a aumentar su autoeicacia para
aprender y desempeñarse bien por su cuenta. Como Bandura recomendó (1986, 1997), se necesitan
periodos de dominio autodirigido en los que los estudiantes practiquen las habilidades de manera
independiente.
Los modelos competentes enseñan habilidades, pero los modelos similares son mejores para aumentar la autoeicacia. Pedirle al mejor estudiante de matemáticas de la clase que demuestre cómo se
realizan las operaciones servirá para enseñar habilidades a los observadores pero podría hacer que
muchos de ellos sientan que son menos eicaces que el modelo y que nunca serán tan buenos como
él. Con frecuencia los mejores estudiantes sirven como tutores de los alumnos con menos capacidades, lo cual suele mejorar el aprendizaje; sin embargo, para aumentar la autoeicacia de los segundos
esto debe ir acompañado de periodos de práctica independiente (véase la sección sobre tutoría y
asesoría más adelante).
La autoeicacia de los profesores practicantes puede desarrollarse por medio de la preparación, la
cual incluye trabajo con profesores expertos en donde los practicantes pueden observar y aplicar sus
habilidades de enseñanza. Para los docentes en activo el desarrollo profesional continuo les ayuda a
aprender nuevas estrategias para situaciones difíciles, como la manera de fomentar el aprendizaje en
estudiantes con habilidades diversas, la manera de trabajar con alumnos que no tienen un lenguaje muy
luido y la forma de involucrar a los padres en el aprendizaje de sus hijos. Al eliminar los elementos que
obstaculizan la enseñanza, como el exceso de papeleo, los administradores permiten a los profesores
enfocarse en mejorar los programas y el aprendizaje de los estudiantes (véase la aplicación 4.6).
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158
Capítulo 4
Ejemplos resueltos
Los ejemplos resueltos son presentaciones gráicas de las soluciones de problemas (Atkinson, Derry,
Renkl y Wortham, 2000). Los ejemplos resueltos presentan las soluciones paso a paso, a menudo
acompañadas de diagramas o sonido (narraciones). Un ejemplo resuelto proporciona un modelo,
junto con una explicación, que ilustra qué haría un solucionador de problemas hábil. Los aprendices
estudian ejemplos resueltos antes de tratar de resolver problemas por sí mismos. Con frecuencia se
utilizan ejemplos resueltos en la enseñanza de las matemáticas y ciencias, aunque su uso no debe
limitarse a estas materias.
Las bases teóricas de los ejemplos resueltos se derivan de la teoría del procesamiento de la información y se estudiarán a fondo en el capítulo 7. Sin embargo, los ejemplos resueltos también relejan
muchos principios de la teoría cognoscitiva social; incorporan modelos cognoscitivos y una demostración más una explicación. Al igual que en otras formas complejas de aprendizaje por observación, los
estudiantes no aprenden a resolver un problema en especíico sino habilidades y estrategias generales
que pueden utilizar para resolver una amplia gama de problemas. Los ejemplos resueltos también inluyen positivamente en la motivación, ya que sirven para aumentar la autoeicacia en los aprendices
cuando, después de revisarlos, piensan que ya entendieron el modelo y que ya pueden aplicar las
habilidades y las estrategias por sí mismos (Schunk, 1995).
Al utilizar los ejemplos resueltos es necesario considerar ciertos principios. Es mejor utilizar más
de una forma de presentación, de manera que un ejemplo resuelto podría incluir información textual
(palabras y números), gráica (lechas y cuadros) y auditiva (sonidos). Sin embargo, no es conveniente
aumentar demasiado la complejidad, ya que esto podría sobrecargar las capacidades de atención y
memoria de los aprendices. Las investigaciones también revelan que es mejor utilizar dos ejemplos
que uno, que emplear ejemplos diferentes es mejor que emplear ejemplos del mismo tipo y que combinar la práctica con ejemplos resueltos produce mayor aprendizaje que comenzar siempre presentando los ejemplos y después realizar la práctica (Atkinson et al., 2000). Por consiguiente, un profesor
de álgebra que está enseñando a resolver ecuaciones con una incógnita podría presentar dos ejemplos
resueltos con la forma 4x + 2 = 10 y después pedirles a los estudiantes que resuelvan otros problemas.
Luego, el profesor podría presentar dos ejemplos resueltos con la forma x ÷ 2 + 1 = 5 y después pedir
a los estudiantes que resuelvan problemas de este tipo. Los ejemplos resueltos podrían ir acompañados de gráicas y sonidos, como en los entornos de aprendizaje interactivos por computadora.
Tutoría y asesoría
La tutoría releja muchos de los principios cognoscitivos sociales analizados en este capítulo. La tutoría
se reiere a una situación en la que una o más personas sirven como agentes de instrucción, generalmente en una materia especíica o para un propósito en particular (Stenhoff y Lignugaris/Kraft, 2007).
Cuando los compañeros son los agentes de la instrucción, la tutoría es una forma de aprendizaje asistido por los pares (Rohrbeck, Ginsburg-Block, Fantuzzo y Miller, 2003; capítulo 6).
Los tutores fungen como modelos de instrucción al explicar y demostrar las habilidades, operaciones y estrategias que los individuos deben aprender. Tanto los adultos como los niños pueden
ser tutores eicaces para los niños. Sin embargo, como se señaló antes, la tutoría de pares suele tener
algunos efectos positivos en la motivación. Los pares que actúan como tutores más eicaces son aquellos que son percibidos por sus pupilos como similares, con la única diferencia de que adquirieron la
habilidad mucho tiempo antes. La percepción de los estudiantes de que son semejantes a sus tutores
los lleva a pensar que, si estos últimos pudieron aprender, también ellos pueden hacerlo, lo que aumenta su autoeicacia y motivación.
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Teoría cognoscitiva social
159
Los investigadores también han examinado los efectos de la tutoría sobre los tutores. Como ocurre con los resultados de la autoeicacia para instruirse, los tutores con mayor autoeicacia para la
tutoría son más capaces de esforzarse, de resolver material difícil y de perseverar que los tutores con
baja autoeicacia (Roscoe y Chi, 2007). También existe evidencia de que la tutoría puede incrementar
la motivación y la autoeicacia de los tutores (Roscoe y Chi, 2007).
La asesoría implica la enseñanza de habilidades y estrategias a estudiantes u otros profesionales
en contextos de orientación y capacitación (Mullen, 2005). La asesoría puede ser formal e institucionalizada, o informal y casual. En una situación de orientación formal, el asesor podría ser asignado
con base en la estructura y procedimientos organizacionales, mientras que las situaciones informales
se dan de manera espontánea y no suelen estar oicialmente estructuradas (Mullen, 2005). De manera
ideal, la asesoría incorpora aprendizaje y participación mutuos entre el orientador y el aprendiz. Así,
la asesoría es una experiencia educativa más completa y más profunda que la tutoría, que está más
orientada hacia el aprendizaje. Mientras que la tutoría destaca la instrucción de contenidos en un
periodo corto, la asesoría suele involucrar consejo y guía modelados durante un periodo más largo.
La asesoría es común en diversos niveles educativos, como las comunidades de aprendizaje, los
grupos de indagación y redacción, las sociedades de escuelas universitarias, el desarrollo de personal,
la educación superior y el entrenamiento de pares (Mullen, 2005). En la educación superior la asesoría
suele darse entre docentes más o menos experimentados o entre profesores y estudiantes. En este
contexto la asesoría idealmente se convierte en una relación en desarrollo, donde los profesores más
experimentados comparten sus conocimientos y dedican tiempo a fomentar el aprovechamiento y la
autoeicacia de los docentes o estudiantes con menos experiencia (Johnson, 2006; Muller, en prensa).
La asesoría releja muchos principios cognoscitivos sociales y puede inluir de manera positiva
en la instrucción y la motivación. Los aprendices adquieren habilidades y estrategias que les pueden
servir para tener éxito en sus entornos, las cuales adquieren de asesores que las modelan, explican y
demuestran. Los alumnos que se perciben parecidos en aspectos importantes a sus asesores suelen
desarrollar una autoeicacia más elevada para lograr éxito a través de sus interacciones con ellos. De
manera similar a la motivación, la asesoría es un proceso de aprendizaje autorregulado fundamental que destaca la actividad dirigida a metas (Mullen, en prensa). Se ha demostrado que la asesoría
de estudiantes de doctorado mejora su autorregulación, autoeicacia, motivación y aprovechamiento
(Mullen, en prensa). Los asesores también pueden aprender y perfeccionar sus habilidades a través de
sus interacciones con los aprendices, lo cual también podría aumentar su autoeicacia para continuar
teniendo éxito. En consonancia con la teoría cognoscitiva social, la relación de asesoría puede proporcionar beneicios a ambas partes.
RESUMEN
La teoría cognoscitiva social plantea que las personas aprenden de sus entornos sociales. En la teoría
de Bandura, el funcionamiento humano es considerado como una serie de interacciones recíprocas
entre factores personales, conductas y acontecimientos ambientales. El aprendizaje es una actividad de
procesamiento de información en la que el conocimiento se organiza a nivel cognoscitivo como representaciones simbólicas que sirven como guías para la acción. El aprendizaje ocurre en acto mediante
la ejecución real y de forma vicaria al observar modelos, escuchar instrucciones y utilizar materiales
impresos o electrónicos. Las consecuencias de la conducta son especialmente importantes. Las conductas que producen consecuencias exitosas se conservan y las que conducen al fracaso se descartan.
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160
Capítulo 4
La teoría cognoscitiva social presenta una perspectiva de libertad de acción del comportamiento
humano, ya que las personas pueden aprender a establecer metas y a autorregular sus cogniciones,
emociones, conductas y entornos en formas que les faciliten lograr esas metas. Algunos procesos clave
de autorregulación son la autoobservación, autoevaluación y reacción personal. Estos procesos ocurren antes, durante y después de participar en las tareas.
Existe una gran cantidad de trabajo histórico sobre la imitación, pero esas perspectivas no captan
plenamente el alcance y la inluencia de los procesos de modelamiento. Bandura y sus colaboradores
han demostrado que el modelamiento amplía de manera importante el rango y la tasa de aprendizaje.
Se destacan los efectos del modelamiento vicario: inhibición y desinhibición, facilitación de respuesta
y aprendizaje por observación. El aprendizaje por observación a través del modelamiento incrementa
la tasa de aprendizaje, así como la cantidad de conocimiento adquirido. Los subprocesos del aprendizaje por observación son la atención, la retención, la producción y la motivación.
Según la teoría cognoscitiva social, observar a un modelo no garantiza el aprendizaje ni que se
adquirirá la capacidad para ejecutar las conductas. Más bien, los modelos proporcionan información acerca de las posibles consecuencias de las acciones y motivan a los observadores a actuar de
acuerdo con ellas. Algunos factores que inluyen en el aprendizaje y el desempeño son: el estado
de desarrollo del aprendiz, el prestigio y la competencia de los modelos, y las consecuencias vicarias para los modelos.
Entre los elementos que inluyen de manera más importante en la motivación para el aprendizaje
se encuentran las metas, las expectativas del resultado, los valores y la autoeicacia. Las metas, o lo
que la persona trata de lograr, mejoran el aprendizaje debido a sus efectos sobre la percepción del
progreso, la autoeicacia y las autoevaluaciones. Cuando las personas trabajan en una tarea, comparan
sus progresos con su meta. La percepción de progreso aumenta la autoeicacia y mantiene la motivación. Las propiedades de especiicidad, proximidad y diicultad de las metas mejoran las percepciones
personales y la motivación del individuo, al igual que las metas que él mismo se ija y las que se
compromete a lograr.
Las expectativas del resultado (las consecuencias percibidas de la conducta) afectan el aprendizaje
y la motivación debido a que las personas luchan por conseguir los resultados deseados y por evitar
los no deseados. Las personas también actúan según sus valores y trabajan para obtener los resultados
que consideran satisfactorios.
La autoeicacia se reiere a las capacidades percibidas para aprender o ejecutar conductas en
ciertos niveles, y no es igual que saber qué hacer. Los individuos evalúan su autoeicacia con base
en sus logros de desempeño, las consecuencias vicarias para los modelos, las formas de persuasión y
los indicadores isiológicos. La ejecución real proporciona la información más coniable para evaluar
la autoeicacia y esta puede inluir en la selección de actividades, el esfuerzo, la perseverancia y el
logro. La autoeicacia para instruirse y la autoeicacia colectiva, que se han estudiado con profesores,
se relacionan de forma positiva con el aprendizaje y el aprovechamiento de los estudiantes.
Los investigadores han encontrado apoyo para la teoría de Bandura en diversos contextos, incluyendo el de las habilidades cognoscitivas, sociales y motoras, así como en el de las habilidades
para la salud y la instrucción y las autorregulatorias. Se ha demostrado que la autoeicacia sirve para
pronosticar los cambios conductuales en diferentes tipos de participantes, como adultos y niños, en
diversos contextos. Los estudios también han revelado que el aprendizaje de habilidades complejas
ocurre mediante una combinación de aprendizaje en acto y vicario. Los observadores adquieren una
aproximación de la habilidad observando modelos. La práctica subsecuente de la habilidad permite
a los docentes proporcionar retroalimentación correctiva a los aprendices. Con práctica adicional los
estudiantes perfeccionan e internalizan habilidades y estrategias de autorregulación. Algunas aplicaciones importantes de la teoría cognoscitiva social en la instrucción incluyen los modelos (de dominio,
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Teoría cognoscitiva social
161
de afrontamiento, de profesor, coetáneos, múltiples), la autoeicacia, los ejemplos resueltos, las tutorías y las asesorías.
En la tabla 4.6 se muestra un resumen de los temas de aprendizaje.
Tabla 4.6
Resumen de temas acerca del aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
El aprendizaje ocurre en acto (participando de manera activa) o de forma vicaria (observando, leyendo y escuchando). Gran parte del aprendizaje escolar requiere una combinación de experiencias vicarias y en acto. El
aprendizaje por observación amplía de manera importante las posibilidades del aprendizaje humano. El aprendizaje por observación consta de cuatro procesos: atención, retención, producción y motivación. Una contribución
importante de la teoría cognoscitiva social es su énfasis en el aprendizaje del entorno social.
¿Cuál es el papel que desempeña la memoria?
Los investigadores cognoscitivos sociales no han estudiado a fondo el papel que desempeña la memoria
humana. La teoría cognoscitiva social pronostica que la memoria incluye información almacenada en forma
e imágenes o símbolos.
¿Cuál es el papel que desempeña la motivación?
Los principales procesos que inluyen en la motivación son las metas, los valores y las expectativas. Las
personas establecen metas de aprendizaje y evalúan su progreso con respecto a esas metas. Los valores relejan lo que las personas consideran satisfactorio e importante. Existen dos tipos de expectativas. Las expectativas
de resultados se reieren a las consecuencias de las acciones. Las expectativas de eicacia o autoeicacia se reieren a la percepción de las propias capacidades para aprender o realizar tareas en niveles determinados.
La creencia del individuo de que está progresando hacia la meta aumenta su autoeicacia y lo motiva a continuar
aprendiendo.
¿Cómo ocurre la transferencia?
La transferencia es un fenómeno cognoscitivo y depende de que las personas crean que ciertas acciones
en situaciones nuevas o diferentes son socialmente aceptables y que obtendrán resultados favorables.
La autoeicacia de los aprendices también puede facilitar la transferencia.
¿Cuáles procesos participan en la autorregulación?
Según la perspectiva clásica, la autorregulación consta de tres procesos: autoobservación, juicio personal y reacción personal. Este punto de vista se ha ampliado para incluir las actividades realizadas antes y después de participar en la tarea. La teoría cognoscitiva social hace hincapié en las metas, la autoeicacia, las atribuciones, las
estrategias de aprendizaje y las autoevaluaciones. Estos procesos interactúan de manera recíproca, de manera
que el logro de las metas puede conducir al establecimiento de metas nuevas.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
Se recomienda mucho el uso del modelamiento en la instrucción. La clave consiste en empezar con inluencias
sociales, como modelos, y gradualmente, conforme los estudiantes internalizan habilidades y estrategias, cambiarlas por inluencias personales. También es importante determinar cómo la instrucción afecta no solo al
aprendizaje sino también a la autoeicacia de los aprendices. Se debe animar a los estudiantes a establecer
metas y a evaluar su progreso hacia ellas. La autoeicacia de los profesores afecta la instrucción debido a que
quienes se consideran eicaces fomentan más el aprendizaje de sus alumnos. Los principios de la teoría cognoscitiva
social también se relejan en los ejemplos resueltos, la tutoría y la asesoría.
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Capítulo 4
LECTURAS ADICIONALES
Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action: A social cognitive theory. Englewood
Cliffs, NJ: Prentice Hall.
Bandura, A. (1997). Self-eficacy: The exercise of control. Nueva York: Freeman.
Goddard, R D., Hoy, W. K. y Woolfolk Hoy, A. (2004). Collective eficacy beliefs: Theoretical developments, empirical evidence, and future directions. Educational Researcher, 33 (3), 3-13.
Locke, E. A., y Latham, G. P. (2002). Building a practically useful theory of goal setting and task motivation: A 35-year odyssey. American Psychologist, 57, 705-717.
Pajares, F. (1996). Self-eficacy beliefs in achievement settings. Review of Educational Research, 66,
543-578.
Schunk, D. H. (1995). Self-eficacy and education and instruction. En J. E. Maddux (Ed.), Self-eficacy,
adaptation, and adjustment: Theory, research and application. (pp. 281-303). Nueva York: Plenum
Press.
Zimmerman, B. J., y Schunk, D. H. (2003). Albert Bandura: The scholar and his contributions to educational psychology. En B. J. Zimmerman y D. H. Schunk (Eds.), Educational psychology: A century
of contributions (pp. 431-457). Mahwah, NJ: Erlbaum.
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Capítulo
5
Teoría del procesamiento
de la información
Cass Paquin, profesora de matemáticas de secundaria, parecía triste cuando se reunió con Don
Jacks y Fran Killian, sus compañeros de equipo.
Don:
¿Qué sucede, Cass? ¿Estás desanimada?
Cass:
Ellos no entienden. No logro que comprendan qué es una variable. Para ellos “X” es
un misterio.
Fran:
Sí, “X” es demasiado abstracta para los niños.
Don:
También es abstracta para los adultos. “X” es una letra del alfabeto, un símbolo. He
tenido el mismo problema. Parece que algunos lo entienden, pero muchos no.
Fran:
En el programa de maestría nos enseñan que debemos lograr que el aprendizaje sea
signiicativo. Las personas aprenden mejor cuando pueden relacionar el nuevo aprendizaje con conocimientos previos. “X” no tiene signiicado en matemáticas. Necesitamos cambiarla por algo que los niños conozcan.
Cass
Por ejemplo, ¿galletas?
Fran:
Bueno, sí. Usemos el problema 4x + 7 = 15. ¿Qué tal si decimos: 4 veces cuántas galletas más 7 galletas harían un total de 15 galletas? O podemos utilizar manzanas,
o ambas. De esa manera los niños pueden relacionar “X” con algo tangible, real. Así,
“X” no sólo será algo que necesitan memorizar para poder trabajar con ella; la asociarán con cosas que pueden asumir diferentes valores, como galletas y manzanas.
Don:
Ese es el problema con muchos conceptos matemáticos, son demasiado abstractos.
Cuando los niños son pequeños utilizamos objetos reales para darles un signiicado.
Cortamos pasteles en rebanadas para ejempliicar fracciones. Luego, cuando crecen,
dejamos de hacerlo y utilizamos símbolos abstractos la mayor parte del tiempo. Claro,
deben saber cómo utilizarlos, pero nosotros debemos tratar de hacer que los conceptos
tengan un signiicado.
Cass:
Sí. He caído en esa trampa, enseñar el material como aparece en el libro. Necesito
tratar de relacionar mejor los conceptos con lo que los niños ya saben y lo que tiene
sentido para ellos.
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164
Capítulo 5
Las teorías del procesamiento de información se enfocan en la manera en que las personas ponen atención
a los eventos que ocurren en el ambiente, codiican la
información que deben aprender, la relacionan con los
conocimientos que tienen en la memoria, almacenan
el conocimiento nuevo en la memoria y lo recuperan
a medida que lo necesitan (Shuell, 1986). Los principios de esas teorías son los siguientes: “Los seres humanos son procesadores de información; la mente es
un sistema que procesa información; la cognición
es una serie de procesos mentales; el aprendizaje es
la adquisición de representaciones mentales”. (Mayer,
1996, p. 154).
El procesamiento de información no sólo es el
nombre de una teoría, sino un término genérico que se
aplica a las perspectivas teóricas que se reieren a la secuencia y ejecución de eventos cognoscitivos. Aunque
en este capítulo se analizan ciertas teorías, ninguna de
ellas predomina sobre las otras, y algunos investigadores no apoyan ninguna de las teorías actuales (Matlin,
2009). Dada esta situación, se podría concluir que el
procesamiento de la información carece de una identidad clara, lo cual quizá se deba, en parte, a que en él
han inluido los avances en diversas áreas, incluyendo
las comunicaciones, la tecnología y la neurociencia.
Gran parte de las primeras investigaciones sobre
el procesamiento de la información se realizaron en
laboratorios e incluían el estudio de fenómenos como
los movimientos oculares, los tiempos para el reconocimiento y el recuerdo, la atención hacia los estímulos
y la interferencia en la percepción y la memoria. Las
investigaciones posteriores han estudiado el aprendizaje, la memoria, la solución de problemas, la percepción visual y auditiva, el desarrollo cognoscitivo y la
inteligencia artiicial. A pesar de contar con una loreciente literatura de investigación sobre los principios
del procesamiento de la información, no siempre ha
sido fácil aplicarlos al aprendizaje escolar, la estructura curricular y el diseño de la instrucción. Esto no
signiica que el procesamiento de la información sea
poco relevante para la enseñanza, sino que muchas
aplicaciones potenciales aún están por desarrollarse.
Cada vez más, los investigadores están aplicando sus
principios a entornos educativos que incluyen materias
como lectura, matemáticas y ciencias, y estas aplicaciones siguen siendo prioridades de la investigación. Las
personas que participan en la conversación del inicio
del capítulo están hablando sobre el signiicado, un
aspecto clave del procesamiento de la información.
Este capítulo empieza analizando los supuestos
del procesamiento de la información y presentando
un panorama general del modelo prototípico dual de
la memoria. La mayor parte del capítulo se dedica
a explicar los procesos que componen la atención,
la percepción, la memoria a corto plazo (de trabajo)
y la memoria a largo plazo (almacenamiento, recuperación y olvido). Se mencionan aspectos históricos
relevantes sobre el aprendizaje verbal y la psicología
Gestalt, junto con otras perspectivas acerca de los niveles de procesamiento y la activación de la memoria.
También se analiza la comprensión del lenguaje y, al
inal, se presenta el tema de la imaginería y el de las
aplicaciones a la instrucción.
Al terminar de estudiar este capítulo, el lector
deberá ser capaz de lo siguiente:
n
Describir los principales componentes del procesamiento de la información: atención, percepción,
memoria a corto plazo (de trabajo), memoria a
largo plazo.
n
Distinguir las diferentes teorías de la atención y
explicar cómo esta inluye en el aprendizaje.
n
Comparar y contrastar la teoría Gestalt con la del
procesamiento de la información y la de la percepción.
n
Analizar las principales formas de investigación
del aprendizaje verbal.
n
Diferenciar la memoria a corto plazo de la de
largo plazo con base en la capacidad, la duración y los procesos que la componen.
n
Deinir las proposiciones y explicar el papel que
desempeñan en la codiicación y recuperación
de la información contenida en la memoria a
largo plazo.
n
Explicar los principales factores que inluyen en
la codiicación, la recuperación y el olvido.
n
Analizar los principales componentes de la comprensión del lenguaje.
n
Explicar la teoría del código doble y aplicarla a
la imaginería.
n
Identiicar los principios del procesamiento de la
información inherentes a las aplicaciones a la enseñanza, incluyendo los organizadores avanzados, las
condiciones del aprendizaje y la carga cognoscitiva.
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Teoría del procesamiento de la información
165
SISTEMA DE PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Supuestos
Los teóricos del procesamiento de la información desaiaron la idea inherente al conductismo (véase
el capítulo 3) de que el aprendizaje implica formar asociaciones entre estímulos y respuestas. Sin embargo, no rechazaron las asociaciones, ya que postulan que el asociar trozos de conocimiento ayuda a
que sea más fácil adquirirlo y almacenarlo en la memoria. Lo que los distingue de los conductistas es,
más bien, que se interesan menos en las condiciones externas y se enfocan más en los procesos internos (mentales) que intervienen entre los estímulos y las respuestas. Los aprendices son buscadores activos y procesadores de información. A diferencia de los conductistas, que airmaban que las personas
responden cuando los estímulos los afectan, los teóricos del procesamiento de la información plantean
que las personas seleccionan y atienden ciertos aspectos del ambiente, transforman y repasan la información, relacionan la información nueva con el conocimiento que ya poseen y lo organizan para
darle signiicado (Mayer, 1996).
Las teorías del procesamiento de la información diieren en los procesos cognoscitivos que consideran importantes y en la manera como piensan que operan, pero comparten algunos supuestos. Uno de
ellos es que el procesamiento de la información ocurre en etapas que transcurren entre la aparición
del estímulo y la producción de la respuesta. Un corolario es que la forma de la información, o la
manera en que se representa en la mente, diiere dependiendo de la etapa. Cada una de las etapas es
cualitativamente diferente de las demás.
Otro supuesto es que el procesamiento de la información es análogo al procesamiento de las
computadoras, por lo menos metafóricamente. Entonces, el sistema humano funciona de manera similar a la computadora: recibe información, la almacena en la memoria y la recupera cuando la necesita.
El procesamiento cognoscitivo es muy eiciente, ya que hay muy poco desperdicio o traslape. Los investigadores no coinciden en cuanto al grado en que se puede extender esta analogía. Para algunos la
analogía con la computadora no es más que una metáfora; otros utilizan computadoras para simular las
actividades del ser humano. El campo de la inteligencia artiicial se interesa en programar computadoras
para que realicen actividades humanas como pensar, utilizar el lenguaje y resolver problemas (véase el
capítulo 7).
Los investigadores también suponen que el procesamiento de la información participa en todas
las actividades cognoscitivas: percibir, repasar, pensar, resolver problemas, recordar, olvidar e imaginar
(Farnham-Diggory, 1992; Matlin, 2009; Mayer, 1996; Shuell, 1986; Terry, 2009). El procesamiento de la
información va más allá del aprendizaje humano, como tradicionalmente se ha delineado. En este capítulo nos ocupamos sobre todo de las funciones de la información más relacionadas con el aprendizaje.
Modelo de memoria de dos almacenes (dual)
La igura 5.1 muestra un modelo de procesamiento de la información que incorpora etapas de procesamiento. Aunque se trata de un modelo genérico, es muy similar al modelo clásico propuesto por
Atkinson y Shiffrin (1968, 1971).
El procesamiento de la información comienza cuando uno o más sentidos, como el oído, la vista
y el tacto, perciben un estímulo, ya sea visual o auditivo. El registro sensorial adecuado recibe la información y la mantiene un instante en forma sensorial. Es en este momento cuando ocurre la percepción
(el reconocimiento de patrones), el proceso en el que se le da signiicado a un estímulo. Esto por lo
general no implica darle un nombre, ya que nombrar toma algún tiempo y la información permanece
en el registro sensorial apenas una fracción de segundo. La percepción, más bien, consiste en empatar
la información que se acaba de recibir con la información conocida.
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166
Capítulo 5
Figura 5.1
Modelo de procesamiento de la información
del aprendizaje y la memoria.
Procesos de control (ejecutivo)
Entrada de
información
Registro
sensorial
Memoria
de trabajo
Memoria a
largo plazo
Activa
Mecanismos
de respuesta
El registro sensorial transiere la información a la memoria a corto plazo (MCP), que es una memoria de trabajo (MT) y corresponde aproximadamente al estado de alerta, o a ese estado en el que
se está consciente de un momento determinado. La capacidad de la MT es limitada. Miller (1956)
propuso que su capacidad es de siete más o menos dos unidades de información. Una unidad es un
elemento con signiicado: una letra, una palabra, un número o una expresión común, por ejemplo, “el
pan de cada día”. La duración de la MT también es limitada, por lo tanto, para retener las unidades en
esta memoria es necesario repasarlas (repetirlas). Si la información no se repasa, se pierde después de
unos pocos segundos.
Aunque la nueva información se encuentra en la MT, el conocimiento relacionado con ella, que se
localiza en la memoria a largo plazo (MLP) o memoria permanente, se activa y coloca en la MT para
integrarlo con la nueva información. Para nombrar todas las capitales de los estados que comienzan
con la letra A, los estudiantes recuerdan los nombres de los estados (quizás de cada región del país)
y rastrean los nombres de sus ciudades capitales. Cuando los estudiantes de Estados Unidos que no
conocen la capital de Maryland aprenden “Annapolis”, podrían almacenarla con “Maryland” en la MLP.
Una cuestión de debate es si se pierde la información de la MLP, es decir, si se olvida. Algunos
investigadores aseguran que sí se pierde, mientras que otros dicen que más que el olvido, lo que releja la imposibilidad para recordar es que no se cuenta con buenas claves de recuperación. Si Sarah
no recuerda que su profesora de tercer grado se llamaba Mapleton, quizá lo haga si alguien le da una
pista, diciéndole, por ejemplo, “piensa en árboles”. Independientemente de su perspectiva teórica, los
investigadores coinciden en que la información permanece mucho tiempo en la MLP.
Los procesos de control (ejecutivos) regulan el lujo de información a través del sistema de procesamiento. El repaso es un proceso de control importante que ocurre en la MT. En el caso del
material verbal, repasar consiste en repetir la información en voz alta o en silencio. Otros procesos
de control incluyen codiicar la información, es decir, colocarla en un contexto signiicativo, una
cuestión que se analiza en la plática inicial; crear imágenes, o sea, representar la información de
manera visual; aplicar reglas de decisión, organizar la información, supervisar el nivel de comprensión, y usar estrategias de recuperación, autorregulación y motivación. En este capítulo y en el 7 se
estudian Los procesos de control.
El modelo de dos almacenes explica muchos resultados de investigaciones. Uno de los hallazgos
más consistentes es que cuando las personas deben aprender una lista de objetos, tienden a recordar
mejor los primeros (efecto de primacía) y los últimos (efecto de recencia), tal como se muestra en la
igura 5.2. Según el modelo de dos almacenes, los objetos iniciales se repasan más y se transieren
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Teoría del procesamiento de la información
Alto
Número promedio de errores
Figura 5.2
Curva de posición serial que muestra
los errores en los recuerdos como en
función de en dónde están colocados
los objetos.
167
Bajo
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Posición serial
a la MLP, en tanto que los últimos aún se encuentran en la MT en el momento de recordar. Los que se
ubican a la mitad ya no se recuerdan tan bien porque ya no se localizan en la MT, fueron sustituidos
por los objetos subsecuentes y ya no se repasan tanto como los iniciales, además, todavía no están
almacenados adecuadamente en la MLP.
Sin embargo, las investigaciones sugieren que es probable que el aprendizaje sea más complejo
de lo que estipula el modelo básico de dos almacenes (Baddeley, 1998). Uno de los problemas es
que este modelo no especiica por completo la manera en que la información pasa de un almacén al
otro. La noción de los procesos de control es probable pero vaga. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué
cierta información pasa de los registros sensoriales a la MT y otra no? ¿Qué mecanismos deciden cuál
información se repasará y se transferirá a la MLP? ¿Cómo se selecciona la información de la MLP que
se va a activar? Otro problema es que este modelo parece ser más adecuado para el material verbal.
No queda claro cómo ocurre la representación no verbal de material que aún no ha sido verbalizado,
como el arte moderno y las habilidades bien desarrolladas.
El modelo tampoco explica lo que realmente se aprende. Considere a las personas que aprenden
una lista de palabras. Con sílabas sin sentido, deben memorizar las palabras en sí y las posiciones en
las que aparecen. Cuando ya conocen las palabras, sólo deben aprender su posición; por ejemplo,
“gato” aparece en la cuarta posición, seguida por “árbol”. Las personas deben tomar en cuenta las
razones por las que se propusieron aprender y modiicar sus estrategias de aprendizaje en concordancia. ¿Qué mecanismo controla estos procesos?
También se cuestiona si todos los componentes del sistema se utilizan en todas las ocasiones.
La MT es útil cuando las personas adquieren conocimiento y necesitan relacionar la información
nueva con el conocimiento almacenado en la MLP. Sin embargo, hacemos muchas cosas de manera
automática: vestirnos, caminar, andar en bicicleta, responder a preguntas simples, por ejemplo,
“¿qué hora es?”. Para muchos adultos la lectura (decodiicación) y los cálculos aritméticos sencillos
son procesos automáticos que exigen poco de los procesos cognoscitivos. Tal procesamiento automático podría no requerir la participación de la MT. ¿Cómo se desarrolla el procesamiento automático y qué mecanismo lo rige?
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168
Capítulo 5
Éstas y otras cuestiones que no son bien explicadas por el modelo de dos almacenes, como el
papel que desempeña la motivación en el aprendizaje y el desarrollo de la autorregulación, no contradicen el modelo, más bien, son cuestiones por resolver. Aunque el modelo de dos almacenes es el
ejemplo más conocido de la teoría del procesamiento de la información, muchos investigadores no lo
aceptan por completo (Matlin, 2009; Nairne, 2002). En este capítulo se estudia la teoría de los niveles
(o profundidad) de procesamiento y la del nivel de activación, así como las teorías más recientes del
conexionismo y el procesamiento paralelo distribuido (PPD). Antes de describir con mayor detalle los
componentes del modelo de dos almacenes, analizaremos la teoría de niveles de procesamiento y la
del nivel de activación; el conexionismo y el PPD se estudiarán más adelante en este capítulo.
Alternativas al modelo de dos almacenes
Niveles (profundidad) de procesamiento. La teoría de niveles (profundidad) de procesamiento se
ocupa de la memoria según el tipo de procesamiento que recibe la información, más que de su localización (Craik, 1979; Craik y Lockhart, 1972; Craik y Tulving, 1975; Lockhart, Craik y Jacoby, 1976).
Esta perspectiva no incorpora etapas o componentes estructurales como la MT o la MLP (Terry, 2009);
más bien, considera que existen diferentes formas de procesar la información (niveles o profundidad
en la que se procesa): físico (a nivel supericial), acústico (a nivel fonológico y de sonido) y semántico
(a nivel de signiicado). Estos tres niveles son dimensionales, de manera que el más supericial es el
procesamiento físico (por ejemplo, “x” como símbolo carece de signiicado, tal como comentan los
profesores en la conversación inicial) y el más profundo es el procesamiento semántico. Por ejemplo,
suponga que está leyendo y que la siguiente palabra que va a leer es ruiseñor. La palabra podría ser
procesada a un nivel supericial (por ejemplo, no está escrita con mayúsculas), a un nivel fonológico
(rima con soñador) o a un nivel semántico (es un ave pequeña). Cada nivel representa un tipo de procesamiento más elaborado (más profundo) que el anterior; procesar el signiicado de ruiseñor amplía
el contenido de información del término más que el procesamiento acústico, el cual, a su vez, amplía el
contenido más que el procesamiento supericial.
Estos tres niveles de procesamiento parecen ser similares conceptualmente al registro sensorial,
la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo del modelo de dos almacenes. Ambas perspectivas
plantean que el procesamiento se vuelve más elaborado conforme se avanza en las etapas o niveles.
Sin embargo, el modelo de niveles de procesamiento no supone que los tres tipos constituyan etapas; no es necesario pasar al siguiente proceso para tener un procesamiento más elaborado; dentro
de cada nivel puede variar la profundidad del procesamiento. Ruiseñor podría presentar un procesamiento semántico de bajo nivel (ave pequeña) o un procesamiento semántico más amplio (basado en
sus similitudes y diferencias con otras aves).
Otra diferencia entre los dos modelos se reiere al orden del procesamiento. El modelo de dos
almacenes supone que la información es procesada primero por el registro sensorial, luego por la MT
y inalmente por la MLP. El modelo de los niveles de procesamiento no asume una secuencia. Para
que la información se procese al nivel de signiicado no debe ser procesada primero a nivel supericial
y de sonido más allá de lo que es preciso para recibir la información (Lockhart et al., 1976).
Los dos modelos también tienen perspectivas diferentes de la manera en que el tipo de procesamiento inluye en la memoria. En los niveles de procesamiento, cuanto más profundo es el nivel en el
que se procesa la información, más se puede recordar debido a que su huella queda más arraigada. A
los profesores de la conversación del inicio del capítulo les interesa saber cómo podrían ayudar a sus
estudiantes a procesar información algebraica en un nivel más profundo. Una vez que un objeto se
procesa hasta cierto punto dentro de un nivel, el procesamiento adicional en ese punto no mejorará la
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Teoría del procesamiento de la información
169
memoria. En contraste, el modelo de dos almacenes plantea que la memoria mejora si se aumenta el
grado o nivel de procesamiento del mismo tipo. Este modelo predice que cuanto más se repase una
lista de objetos, más se recordará.
Cierta evidencia de investigación sustenta los niveles de procesamiento. Craik y Tulving (1975)
presentaron palabras a un grupo de individuos. Mientras les presentaban cada palabra, les planteaban
una pregunta. Las interrogantes estaban diseñadas para facilitar el procesamiento a un nivel especíico.
Para el procesamiento supericial les preguntaban: “¿la palabra está en mayúsculas?; en cuanto al procesamiento fonológico les preguntaban: “¿la palabra rima con tren?; para el procesamiento semántico
les preguntaron, “¿la palabra se ajusta a la oración: ‘encontró un _____ en la calle?”. Controlaron el
tiempo que las personas dedicaban al procesamiento en todos los niveles y encontraron que sus recuerdos mejoraban al procesar las palabras en el nivel semántico, que recordaban un poco menos al
procesarlas en el nivel fonológico y que recordaban mucho menos cuando el procesamiento ocurría
en el nivel supericial. Estos resultados sugieren que es muy probable que el olvido sea resultado de
un procesamiento supericial y que no se deba a la pérdida de información de la MT o la MLP.
Los niveles de procesamiento implican que el estudiante entiende mejor cuando procesa el material
a niveles más profundos. Glover, Plake, Roberts, Zimmer y Palmere (1981) encontraron que cuando
pedían a los estudiantes parafrasear las ideas mientras leían ensayos, al inal recordaban mucho más
de lo que habían leído en comparación con lo que recordaban cuando realizaban actividades que no
se basaban en conocimientos previos, como identiicar las palabras clave en los ensayos. Las instrucciones de leer despacio y con cuidado no ayudaron a los estudiantes a recordar mejor.
A pesar de estos hallazgos positivos, la teoría de los niveles de procesamiento tiene algunas
desventajas. Uno de sus problemas es si el procesamiento semántico siempre es más profundo que
los otros niveles. El sonido de algunas palabras, como kaput, es por lo menos tan distintivo como su
signiicado (“arruinado”). De hecho, la recuperación no sólo depende del nivel de procesamiento sino
también del tipo de tarea de recuperación. Morris, Bransford y Franks (1977) encontraron que, dada
una tarea de recuperación estándar, la codiicación semántica producía mejores resultados que la codiicación por rimas; sin embargo, si se trataba de una tarea de recuperación que enfatizaba las rimas, el
planteamiento de preguntas sobre rimas durante la codiicación permitía recordar más que las preguntas semánticas. Moscovitch y Craik (1976) propusieron que un procesamiento más profundo durante el
aprendizaje produce un potencial mejor desempeño de la memoria, pero que ese potencial solomente
se manifestará cuando las condiciones en que se recuerda sean iguales a las del aprendizaje.
Otro problema con la teoría de los niveles de procesamiento es si el procesamiento adicional al
mismo nivel permite recordar mejor. Nelson (1977) pidió a los participantes que repitieran una o dos
veces cada estímulo (palabra), procesado al mismo nivel. Las dos repeticiones mejoraron la memoria,
en oposición a la hipótesis de los niveles de procesamiento. Otro estudio reveló que repasar más el
material facilita la retención y la recuperación, así como un procesamiento automatizado (Anderson,
1990; Jacoby, Bartz y Evans, 1978).
Una cuestión inal se reiere a la naturaleza de un nivel. Los investigadores han argumentado
que el concepto de profundidad es confuso, en su deinición y su medición (Terry, 2009). Por ello,
no sabemos cómo el procesamiento a diferentes niveles inluye en el aprendizaje y en la memoria
(Baddeley, 1978; Nelson, 1977). El tiempo es un criterio pobre del nivel, ya que cierto procesamiento
supericial, por ejemplo, “¿la palabra tiene el siguiente patrón de letras: consonante-vocal-consonante
-consonante-vocal-consonante?”, puede tomar más tiempo que el procesamiento semántico, como “¿es
un tipo de ave?”. Tampoco la duración del procesamiento dentro de un determinado nivel es indicativa de un procesamiento más profundo (Baddeley, 1978, 1998). La falta de una clara comprensión de
los niveles (profundidad) limita la utilidad de esta perspectiva.
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170
Capítulo 5
La solución de estos problemas podría requerir que se combinen los niveles de procesamiento
con la idea de dos almacenes para producir un modelo de memoria perfeccionado. Por ejemplo, la
información en la MT se podría relacionar con el conocimiento de la MLP de manera supericial o de
forma más elaborada. Asimismo, dos almacenes de memoria podrían incluir niveles de procesamiento
dentro de cada almacén. La codiicación semántica en la MLP podría conducir a una red más extensa
de información y a una forma más signiicativa de recordar información que la codiicación supericial
o fonológica.
Nivel de activación. Un concepto alternativo de la memoria, pero similar al modelo de dos almacenes y al de los niveles de procesamiento, plantea que las estructuras de la memoria varían según
su nivel de activación (Anderson, 1990). Según esta perspectiva, no tenemos estructuras separadas
de memoria, sino una memoria con distintos estados de activación. La información podría estar en
estado activo o inactivo. Cuando está activa es posible acceder a ella con rapidez. El estado activo se
mantiene siempre y cuando se ponga atención a la información, de lo contrario el nivel de activación
decae, en cuyo caso la información se puede activar cuando se reactive la estructura de memoria
(Collins y Loftus, 1975).
La información activa puede incluir a la que ha entrado al sistema de procesamiento de información y a la que se ha almacenado en la memoria (Baddeley, 1998). Sin importar la fuente, la información activa se procesa en el momento o es posible procesarla con rapidez. El material activo es casi
un sinónimo de la MT, aunque la primera categoría es más amplia que la segunda. La MT incluye la
información que se localiza en la conciencia inmediata, en tanto que la memoria activa incluye esa información más otro material al que se puede tener acceso con facilidad. Por ejemplo, si estoy visitando a
la tía Frieda y estamos admirando su jardín de lores, esta información se encuentra en la MT, pero otra
información asociada con su jardín (árboles, arbustos y perros) también podría estar activa.
El repaso permite que la información se mantenga en un estado activo (Anderson, 1990). Como
ocurre con la memoria de trabajo, sólo un número limitado de estructuras de la memoria puede estar
activo al mismo tiempo. A medida que cambia la atención, cambia también el nivel de activación.
Nos encontraremos nuevamente con la idea del nivel de activación, más adelante en este capítulo, es decir, con la teoría ACT de Anderson, ya que este concepto es fundamental para el almacenamiento de la información y su recuperación de la memoria. La idea básica comprende la difusión
de la activación, lo que signiica que una estructura puede activar a otra adyacente (relacionada)
(Anderson, 1990). La activación se difunde de las partes activas a las inactivas de la memoria. El nivel
de activación depende de la fuerza de la ruta por la que se difunde y del número de rutas en competencia (que interieren). Con la práctica, que fortalece las estructuras, aumentan las probabilidades
de que la activación se difunda, lo contrario ocurre con la longitud o duración del intervalo de retención, que las debilita.
Una de las ventajas de la teoría del nivel de activación es que explica cómo se recupera la información de la memoria. Al prescindir de la idea de almacenes de memoria separados, elimina el problema que se podría presentar al transferir la información de un almacén al otro. La memoria a corto
plazo (MT) forma parte de la memoria que está activa. La activación decae con el paso del tiempo,
a menos que el repaso mantenga activada la información (Nairne, 2002).
Al mismo tiempo, el modelo del nivel de activación no se escapa a los problemas del doble almacén porque también propone un sistema de información dual (activo-inactivo), el cual conduce al
problema de cuánta fuerza requiere el nivel para pasar la información de un estado a otro. Esto nos
conduce a intuir que la información podría estar parcialmente activada, como cuando estamos resolviendo un crucigrama y decimos que tenemos la respuesta “en la punta de la lengua”, es decir, que la
sabemos, pero no la recordamos en ese momento. Eso nos llevaría a preguntarnos cuánta activación
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Teoría del procesamiento de la información
171
es necesaria para que el material se considere activo. A pesar de estas desventajas, el modelo del nivel
de activación proporciona ideas importantes respecto al procesamiento de información.
Ahora examinaremos más a fondo los componentes del modelo de dos almacenes: la atención, la
percepción, la codiicación, el almacenamiento y la recuperación (Shuell, 1986). En la siguiente sección analizaremos la atención, en tanto que de la percepción, la codiicación, el almacenamiento y la
recuperación nos ocuparemos en secciones posteriores.
ATENCIÓN
El término atención se escucha con frecuencia en contextos educativos. Los profesores y los padres se quejan de que los estudiantes no ponen atención a las instrucciones. Éste no parece ser el
problema en la conversación que se encuentra al inicio del capítulo; allí la cuestión involucra, más
bien, al signiicado del procesamiento. Incluso los estudiantes con un alto aprovechamiento no
siempre ponen atención a los eventos relevantes para la enseñanza. Las imágenes, los sonidos, los
olores, los sabores y las sensaciones nos bombardean; no podemos ni debemos atenderlos a todos.
Nuestra capacidad de atención es limitada; sólo podemos atender unos cuantos estímulos a la vez.
Por consiguiente, la atención se podría deinir como el proceso de seleccionar una parte de muchos
estímulos potenciales.
La atención también se podría deinir como un recurso humano limitado que se utiliza para lograr
las metas y movilizar y mantener los procesos cognoscitivos (Grabe, 1986). No es un cuello de botella
en el sistema de procesamiento de la información a través del cual solamente puede pasar mucha
información; más bien, describe una limitación general en todo el sistema de procesamiento de información del ser humano.
Teorías de la atención
La investigación ha explorado la manera en que las personas eligen la información que atienden. En
tareas de audición binaural los individuos utilizan audífonos y reciben distintos mensajes en cada
oído. Después se les pide que “seleccionen” uno de los mensajes (que informen lo que escucharon);
la mayoría puede hacerlo bastante bien. Cherry (1953) se preguntó qué ocurría con el mensaje en el
que las personas no ponían atención y descubrió que sabían que estaba presente, ya fuera una voz o
un ruido, y que se daban cuenta cuando una voz masculina cambiaba a una femenina. Por lo general,
no sabían cuál era el mensaje ni qué palabras se decían, ni en qué idioma o si se repetían las palabras.
Broadbent (1958) propuso un modelo de atención conocido como teoría del iltro (del cuello de
botella), según el cual, la información del ambiente se retiene un instante en un sistema sensorial.
Con base en sus características físicas, se eligen trozos de información para que el sistema perceptual los procese. La información sobre la que no actúa este sistema se iltra (no se procesa más allá
del sistema sensorial). La atención es selectiva debido al cuello de botella, es decir, debido a que
sólo algunos de los mensajes se procesan posteriormente. En los estudios de audición binaural la
teoría del iltro propone que los aprendices eligen un canal con base en las instrucciones que reciben. Conocen algunos detalles acerca del otro mensaje porque el examen físico de la información
ocurre antes del iltrado.
El trabajo posterior de Treisman (1960, 1964) identiicó algunos problemas en la teoría del iltro.
Descubrió que durante los experimentos de audición binaural los aprendices solían trasladar su atención de un oído al otro, dependiendo de la ubicación del mensaje que estaban seleccionando. Si los
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172
Capítulo 5
participantes seleccionaban el mensaje dirigido al oído izquierdo y de manera repentina la dirección
cambiaba al oído derecho, continuaban seleccionando el mensaje original y no el nuevo mensaje
dirigido al oído izquierdo. La atención selectiva no únicamente depende de la ubicación física del
estímulo, sino también de su signiicado.
Treisman (1992; Treisman y Gelade, 1980) propuso una teoría de integración de características.
En ocasiones distribuimos la atención en muchos estímulos, cada uno de los cuales recibe un bajo
nivel de procesamiento. Otras veces nos concentramos en un estímulo especíico, el cual demanda
más recursos cognoscitivos. Esto no signiica que la atención bloquee los otros mensajes, sino que los
considera menos relevantes que aquellos que está atendiendo. La información que el individuo recibe
inicialmente está sujeta a diferentes pruebas de sus características físicas y contenido; es decir, a un
análisis preliminar después del cual ya puede seleccionar la que va a atender.
El modelo de Treisman tiene el problema de considerar que se requiere mucho análisis antes de
prestar atención a un estímulo, lo cual es desconcertante porque se supone que el análisis original
implica cierta atención. Norman (1976) propuso que todos los estímulos se atienden lo suiciente
como para activar una parte de la MLP. En ese momento, con base en el grado de activación, se elige
un estímulo para prestarle más atención dependiendo del contexto. Es más probable poner atención
a un estímulo que se ajusta al contexto establecido por estímulos anteriores. Por ejemplo, mientras
las personas leen, muchos estímulos externos inluyen en su sistema sensorial, y aun así continúan
atendiendo los símbolos impresos.
Según la perspectiva de Norman, los estímulos activan partes de la MLP, pero la atención implica una activación más completa. Neisser (1967) sugirió que en los movimientos oculares y de la
cabeza existen procesos preatentivos, por ejemplo, para redirigir la atención; y en los movimientos
guiados como, para caminar y conducir. Los procesos preatentivos son automáticos, es decir, las personas los realizan sin un esfuerzo consciente. En contraste, los procesos de atención son deliberados
y requieren actividad consciente. Para apoyar este argumento, Logan (2002) postuló que la atención y
la clasiicación se presentan juntas. Cuando se pone atención en un objeto, éste se clasiica con base
en la información de la memoria. La atención, la clasiicación y la memoria son tres aspectos de la
cognición consciente deliberada. En la actualidad los investigadores están explorando los procesos
neuroisiológicos relacionados con la atención (véase el capítulo 2) (Matlin, 2009).
Atención y aprendizaje
La atención es un requisito indispensable para el aprendizaje. Cuando un niño aprende a distinguir las
letras, aprende las características que las distinguen: para distinguir la b de la d los estudiantes deben
poner atención en el lugar en el que está situada la línea vertical, a la izquierda o a la derecha del
círculo, y no sólo en que la letra está formada por un círculo unido a una línea vertical. Para aprender
del profesor, los estudiantes deben poner atención en su voz e ignorar otros sonidos. Con el in de
desarrollar habilidades de comprensión de la lectura, los alumnos requieren poner atención a las palabras impresas e ignorar aspectos irrelevantes de la página, como el tamaño y el color.
La atención es un recurso limitado; los aprendices no tienen cantidades ilimitadas de atención, y la
asignan a diferentes actividades en función de la motivación y la autorregulación (Kanfer y Ackerman,
1989; Kanfer y Kanfer, 1991). A medida que las habilidades se vuelven rutinarias, se requiere menos
atención consciente para procesar la información. Cuando los estudiantes están aprendiendo a resolver problemas de multiplicaciones, deben poner atención en cada paso del proceso y veriicar sus
cálculos. Una vez que aprenden las tablas de multiplicar y los algoritmos, la solución de problemas
se convierte en automática y es activada por medio del estímulo. Las investigaciones revelan que gran
parte del procesamiento de las habilidades cognoscitivas se vuelve automático (Phye, 1989).
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Teoría del procesamiento de la información
173
Las diferencias en la habilidad para controlar la atención se asocian con la edad del estudiante,
la hiperactividad, la inteligencia y los problemas de aprendizaje (Grabe, 1986). Las deiciencias en la
atención se relacionan con los problemas de aprendizaje. Los estudiantes hiperactivos se caracterizan
por una excesiva actividad motora, por su tendencia a distraerse y por su bajo aprovechamiento académico; también muestran diicultades para enfocar y mantener la atención en el material académico
y bloquear los estímulos irrelevantes, lo cual sobrecarga sus sistemas de procesamiento. Mantener la
atención durante un tiempo requiere que los aprendices trabajen de forma estratégica y vigilen su
nivel de comprensión. En tareas en las que se requiere procesamiento estratégico, los alumnos con
aprovechamiento normal y los niños más grandes mantienen mejor la atención que los niños pequeños y aquellos con bajo aprovechamiento (Short, Friebert y Andrist, 1990).
Los docentes pueden identiicar a los estudiantes que están atentos observando en dónde enfocan sus ojos, la capacidad que tienen para empezar a trabajar ante un indicio, después de recibir las
instrucciones, y las señales físicas, por ejemplo, la escritura a mano, que indican que están trabajando
(Good y Brophy, 1984). Pero las señales físicas solas podrían no ser suicientes para indicar que los
alumnos están trabajando en la clase, ya que los profesores estrictos los pueden mantener sentados y
callados, sin que esto signiique necesariamente que están concentrados en la lección.
Los profesores pueden fomentar que los estudiantes pongan atención en el material relevante
diseñando actividades para el aula (aplicación 5.1). Comenzar la lección con presentaciones o
acciones interesantes atrae la atención de los estudiantes. Los profesores que caminan por el
APLICACIÓN 5.1
Atención de los estudiantes en el salón de clases
Hay varias prácticas que evitan que las aulas se
conviertan en lugares predecibles y repetitivos, lo
cual disminuye la atención. Los profesores podrían
variar sus presentaciones, los materiales que utilizan, las actividades para los estudiantes y sus características personales, como su manera de vestir
y sus modales. Las lecciones para los niños pequeños deben ser breves. Los profesores pueden mantener niveles elevados de actividad involucrando
a los estudiantes y desplazándose por el aula para
veriicar su progreso.
Kathy Stone podría incluir las siguientes actividades en una lección de literatura para su clase
de tercer grado. Cuando los alumnos empiecen a
trabajar en cada sección de un ejercicio dirigido por
el profesor, pueden señalar en qué parte de su cuaderno o del libro se encuentra. El profesor puede
utilizar diferentes formas para que los alumnos trabajen en las secciones: organizando la lectura en
grupos pequeños o pidiéndoles que las lean solos
y después le expliquen lo que leyeron, o bien, presentándoselas él mismo. La forma en que los alumnos solicitan responder a las preguntas de su profesor también puede variar; ya sea que lo hagan
con señales manuales o respondiendo al unísono, o
bien, levantando la mano para responder de manera
individual y explicando sus respuestas. Cuando los
alumnos resuelven el ejercicio de forma independiente, el profesor se debe desplazar por el salón
revisando su progreso y ayudando a los que presentan diicultades para aprender o para mantenerse
enfocados en la tarea.
Un profesor de música podría aumentar la atención de los estudiantes utilizando ejercicios vocales,
entonando ciertas canciones, empleando instrumentos como complemento y añadiendo movimiento a
los instrumentos. También podría combinar actividades o variar la secuencia en que se realizan. Las
pequeñas tareas también se pueden modiicar para
aumentar la atención, por ejemplo, una forma en
que el docente podría introducir una nueva pieza
musical en su grupo es tocando toda la canción,
después cantándola para modelar la entonación y
inalmente involucrando a los estudiantes pidiéndoles que la entonen. Otra manera en que el profesor
podría trabajar esta última actividad es dividiendo
la pieza en partes, trabajando en cada una y al inal
reuniéndolas para completarla.
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174
Capítulo 5
Tabla 5.1
Sugerencias para enfocar y mantener la atención de los estudiantes.
Estrategia
Aplicación
Señales
Dar señales a los estudiantes al inicio de las lecciones o cuando van a cambiar
de actividad.
Movimiento
Moverse mientras se presenta el material a toda la clase. Desplazarse por el aula
mientras los estudiantes trabajan de manera individual.
Variedad
Utilizar diferentes materiales y auxiliares didácticos, gesticular y evitar hablar
de manera monótona.
Interés
Presentar las lecciones con material estimulante. Despertar el interés de los
estudiantes en varios momentos de la clase.
Plantear preguntas
Pedir a los estudiantes que expliquen algo con sus propias palabras.
Hacer hincapié en que son responsables de su aprendizaje.
salón de clases, especialmente cuando los estudiantes están realizando alguna tarea, los ayudan a
mantener su atención enfocada en ella. En la tabla 5.1 se presentan otras sugerencias para enfocar
y mantener la atención de los alumnos.
Atención y lectura
Un hallazgo común de las investigaciones es que los estudiantes tienen más probabilidades de recordar
los elementos importantes de los textos que de recordar los de poca importancia (R. Anderson, 1982;
Grabe, 1986). Los buenos y los malos lectores localizan el material importante y le prestan atención
durante periodos largos (Ramsel y Grabe, 1983; Reynolds y Anderson, 1982). Lo que distingue a los
lectores es el procesamiento y la comprensión posteriores. Tal vez los malos lectores, al preocuparse
más por tareas básicas de la lectura (como la decodiicación), se distraen de los elementos importantes
y no los procesan de manera adecuada para retenerlos y recuperarlos. Es probable que los buenos
lectores, al poner atención al material importante, sean más capaces de relacionar la información con
su conocimiento, darle un signiicado y repasarlo, ya que todos estos factores mejoran la comprensión
(Resnick, 1981).
La importancia del material textual puede inluir en lo que posteriormente se recuerda de él a través de la atención diferencial (R. Anderson, 1982). Al parecer, los elementos del texto se procesan a
un mínimo nivel para determinar su importancia. Con base en esta evaluación, el elemento del texto
se desecha en favor del siguiente (información poco relevante) o se le pone mayor atención (información relevante). La comprensión se ve afectada cuando los estudiantes no ponen la atención requerida.
Suponiendo que la atención es suiciente, lo que podría explicar las diferencias posteriores en la comprensión de los alumnos serían los distintos tipos de procesamiento que realizan. Tal vez los buenos
lectores efectúan un mayor procesamiento automático desde el principio y atienden la información que
consideran importante, mientras que los malos lectores no hacen esto tan a menudo.
Hidi (1995) señaló que la atención es necesaria durante muchas fases de la lectura: para procesar
los rasgos ortográicos, encontrar signiicados, determinar la importancia de la información y concentrarse en la información importante. Esto sugiere que las demandas de atención varían de manera
considerable, dependiendo del propósito de la lectura (por ejemplo, encontrar detalles, comprender
o aprender). Las futuras investigaciones, en especial las neuroisiológicas, deberán servir para aclarar
estas cuestiones (véase el capítulo 2).
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Teoría del procesamiento de la información
175
PERCEPCIÓN
La percepción (reconocimiento de patrones) es el signiicado que se asigna a los estímulos ambientales
que se reciben por medio de los sentidos. Para que un estímulo sea percibido, debe permanecer en
uno o más de los registros sensoriales y compararse con los conocimientos en la MLP. En la siguiente
sección se estudian estos registros y el proceso de comparación.
La teoría Gestalt es una antigua perspectiva cognoscitiva que cuestionó muchos de los supuestos
del conductismo. Aunque esta teoría ya no es viable, ofreció muchos principios importantes que se
pueden encontrar en los conceptos actuales sobre la percepción y el aprendizaje. A continuación
se explica esta teoría y se continúa con un análisis de la percepción desde la perspectiva del procesamiento de la información.
Teoría Gestalt
El movimiento de la Gestalt comenzó en Alemania, a principios del siglo XX, encabezado por un
pequeño grupo de psicólogos. En 1912 Max Wertheimer escribió un artículo sobre el movimiento
aparente. El artículo fue importante entre los psicólogos alemanes, pero no tuvo inluencia en Estados
Unidos, donde el movimiento Gestalt aún no empezaba. La posterior publicación en inglés de la obra
de Kurt Koffka, The growth of the mind (1924), y la de Wolfgang Köhler, The mentality of apes (1925),
ayudó a difundir el movimiento Gestalt en Estados Unidos. Muchos de los psicólogos de la Gestalt,
incluyendo a Wertheimer, Koffka y Köhler, posteriormente emigraron a Estados Unidos, en donde
aplicaron sus ideas a los fenómenos psicológicos.
En una demostración clásica del fenómeno perceptor del movimiento aparente, se presentan dos
líneas casi juntas, de manera sucesiva, durante una fracción de segundo, con un intervalo breve entre
cada presentación. El observador no ve dos líneas sino una sola que se mueve desde el punto en que
se presenta la primera hacia el punto en donde se presenta la segunda. El intervalo en la demostración
es crucial, ya que si pasa demasiado tiempo antes de que se presente la segunda línea, el observador
ve la primera línea y luego la segunda, pero sin movimiento. Por el contrario, si el intervalo es demasiado breve, el observador ve dos líneas juntas, pero sin movimiento.
Este movimiento aparente, que se conoce como fenómeno f i, demuestra que las experiencias
subjetivas no se pueden explicar haciendo referencia a los elementos objetivos que las conforman.
Los observadores perciben movimiento aunque éste no exista. La experiencia fenomenológica (movimiento aparente) diiere de la experiencia sensorial (presentación de las líneas). El intentar explicar
éste y otros fenómenos relacionados llevó a Wertheimer a desaiar las teorías psicológicas que explican la percepción como la suma de las experiencias sensoriales, ya que tales explicaciones no toman
en cuenta la totalidad única de la percepción.
Signiicado de la percepción. Imagine a una mujer llamada Betty que mide un metro y medio. Cuando
la vemos a distancia, su imagen en nuestra retina es mucho más pequeña que cuando la vemos de
cerca. Sin embargo, mide un metro y medio, y eso es algo que sabemos independientemente de la
distancia a la que esté. Aunque la percepción (imagen en la retina) varía, el signiicado de la imagen
permanece constante.
La palabra alemana Gestalt signiica “forma”, “igura” o “coniguración”. La esencia de la psicología
Gestalt es que los objetos o los acontecimientos se ven como un todo organizado (Köhler, 1947/1959).
La organización básica incluye una igura (en lo que nos enfocamos) sobre un fondo (el segundo
plano). Lo que da signiicado es la coniguración y no las partes individuales (Koffka, 1922). Un árbol
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176
Capítulo 5
no es un conjunto aleatorio de hojas, ramas, raíces y tronco, sino una coniguración con signiicado de
esos elementos. Al ver un árbol, las personas no suelen enfocarse en los elementos individuales sino
en la totalidad. El cerebro humano transforma la realidad objetiva en eventos mentales organizados
como totalidades con signiicado. Esta capacidad de ver las cosas como un todo es una característica
innata, aunque la percepción es modiicada por la experiencia y el entrenamiento (Köhler, 1947/1959;
Leeper, 1935).
Al principio, la teoría Gestalt se aplicaba a la percepción, pero cuando sus partidarios europeos
llegaron a Estados Unidos, se encontraron con un interés muy grande que ese país ponía en el aprendizaje, y no tuvieron diicultades para aplicar las ideas de la Gestalt en esta área. Según la perspectiva
de la Gestalt, el aprendizaje es un fenómeno cognoscitivo que consiste en reorganizar las experiencias
en distintas percepciones de objetos, personas o eventos (Koffka, 1922, 1926). Gran parte del aprendizaje humano se da por discernimiento, lo cual signiica que la transformación de la ignorancia en
conocimiento ocurre con rapidez. Cuando las personas se enfrentan a un problema determinan lo que
saben y lo que necesitan averiguar. Luego, piensan en posibles soluciones. El discernimiento ocurre
cuando las personas “ven” de manera repentina cómo resolver el problema.
Los teóricos de la Gestalt disentían con Watson y otros conductistas respecto al papel que desempeña la conciencia (capítulo 3). En la teoría Gestalt la percepción signiicativa y el discernimiento
ocurren sólo a través de la conciencia. Los psicólogos de la Gestalt también refutaron la idea de que
los fenómenos complejos se pueden separar en sus partes componentes. Los conductistas enfatizaron
las asociaciones: el todo es igual a la suma de las partes. La Gestalt considera que el todo es signiicativo y que pierde ese signiicado cuando se reduce a sus componentes individuales. (En la plática
inicial, “x” pierde su signiicado a menos que se pueda relacionar con categorías más generales). Para
la Gestalt el todo es más que la suma de sus partes. De manera interesante, los psicólogos de la Gestalt
coincidían con los conductistas al dudar de la introspección, pero por una razón diferente. Los conductistas la consideraban un intento de estudiar la conciencia; los teóricos de la Gestalt creían que era
inapropiado modiicar las percepciones para que correspondieran a la realidad objetiva. Las personas
que utilizaban la introspección trataban de separar el signiicado de la percepción, mientras que los
psicólogos de la Gestalt creían que la percepción tenía un signiicado.
Principios de organización. La teoría Gestalt postula que las personas utilizan principios para
organizar sus percepciones, entre los que destacan la relación figura-fondo, la proximidad, la
semejanza, el destino común, la sencillez y el cierre (figura 5.3; Koffka, 1922; Köhler, 1926,
1947/1959).
El principio de la relación igura-fondo plantea que cualquier campo perceptual se puede subdividir en una igura contra un fondo. Las características más notables, como el tamaño, la forma, el
color y el tono distinguen a la igura de su fondo. Cuando ambos son ambiguos, los observadores
tienden a organizar de manera alternativa la experiencia sensorial en una forma y luego en otra
(igura 5.3a).
El principio de proximidad establece que los elementos de un campo perceptual se perciben juntos de acuerdo con su cercanía en espacio o tiempo. La mayoría de las personas ven las líneas de la
igura 5.3b como tres grupos con tres líneas cada uno, aunque es posible percibir esta coniguración
de otras maneras. Este principio de proximidad también se aplica a la percepción del lenguaje. Las
personas escuchan (organizan) el discurso como una serie de palabras o frases separadas por pausas.
Cuando escuchan sonidos con los que no están familiarizadas, como palabras en idiomas extranjeros,
tienen diicultades para distinguir las pausas.
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Teoría del procesamiento de la información
Figura 5.3
Ejemplos de los principios de la Gestalt.
a.
Figura-fondo
b.
Proximidad
c.
Semejanza
d.
La proximidad
supera
a la semejanza
e.
Destino común
f.
Sencillez
g.
Cierre
177
El principio de semejanza establece que los elementos similares en aspectos como el tamaño o
el color se perciben juntos. Al ver la igura 5.3c, las personas tienden a ver un grupo de tres líneas
cortas, seguidas por un grupo de tres líneas largas, y así sucesivamente. La proximidad puede superar
a la semejanza; cuando estímulos diferentes están más cercanos que estímulos similares (igura 5.3d),
el campo perceptual tiende a organizarse en cuatro grupos de dos líneas cada uno.
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178
Capítulo 5
El principio de destino común implica que los elementos que parecen constituir un patrón o lujo
en la misma dirección se perciben como una igura. Las líneas de la igura 5.3e tienden a ser percibidas como formando un patrón distintivo. El principio de destino común también se aplica a una serie
alfabética o numérica, en la que una o más reglas deinen el orden de los elementos. Así, la siguiente
letra en la serie abdeghjk es m, tal como lo determina la siguiente regla: empezando con la letra a y
siguiendo la secuencia del alfabeto, listar dos letras y omitir una.
El principio de sencillez postula que las personas organizan sus campos perceptuales en patrones
sencillos y regulares, y que tienden a formar buenas coniguraciones con simetría y regularidad. Esta
idea está plasmada en la palabra alemana Pragnanz, que se traduce aproximadamente como “signiicado” o “precisión”. Las personas son más proclives a ver los patrones visuales de la igura 5.3f como
un patrón geométrico sobre otro, en lugar de varios patrones geométricos con formas irregulares. El
principio de cierre signiica que las personas rellenan los patrones o experiencias incompletas. A pesar
de las líneas que faltan en el patrón que se muestra en la igura 5.3g, las personas suelen completarlo
y ver una imagen con signiicado.
Muchos de los conceptos que se incluyen en la teoría Gestalt son importantes para nuestras percepciones; sin embargo, los principios de esta teoría son muy generales y no explican los mecanismos
reales de la percepción. Decir que los individuos perciben los estímulos similares como una unidad,
no explica por qué los perciben similares. Los principios de la Gestalt son esclarecedores, pero también son vagos y no explicativos. Las investigaciones no sustentan algunas de las predicciones de la
Gestalt. Kubovy y van den Berg (2008) descubrieron que el efecto conjunto de la proximidad y
la semejanza era igual a la suma de sus efectos por separado, y no más que ésta, como predice la
teoría Gestalt. Los principios del procesamiento de la información, que se analizan enseguida, son más
claros y explican mejor lo que es la percepción.
Registros sensoriales
A través de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto (los órganos de los sentidos) recibimos y
atendemos los estímulos del ambiente. Las teorías del procesamiento de la información postulan que
cada sentido tiene su propio registro, el cual retiene la información brevemente en la misma forma en
que la recibe; por ejemplo, la información visual se retiene de forma visual y la información auditiva
en forma auditiva. La información sensorial permanece en el registro sensorial sólo una fracción de
segundo y parte de la entrada sensorial se transiere a la MT para un mayor procesamiento. El resto
de la información es borrada y reemplazada por nuevos estímulos. Los registros sensoriales operan en
forma paralela, ya que varios sentidos pueden actuar de manera simultánea pero independiente de los
otros. Los dos tipos de memoria sensorial que más se han estudiado son la icónica (vista) y la ecoica
(oído) (Neisser, 1967).
En un experimento clásico para investigar la memoria icónica, un investigador le presentó a un
grupo de aprendices hileras de letras de forma breve, por ejemplo, durante 50 milisegundos, y después les pidió que nombraran todas las que recordaran. La mayoría reportó únicamente de cuatro
a cinco letras de un conjunto. El trabajo pionero de Sperling (1960) brindó información acerca del
almacenamiento icónico. Sperling les presentó a los aprendices hileras de letras y luego les pidió que
repitieran las de una hilera en particular. Creía que, después de estudiar el conjunto de letras, podrían
recordar alrededor de nueve. La memoria sensorial podía contener más información de lo que antes
se creía, pero aunque los participantes recordaban las letras, las huellas de las letras anteriores se
desvanecían con rapidez. Sperling también descubrió que, conforme aumentaba el intervalo entre el
inal de una presentación de letras y el inicio de la recuperación, disminuía la cantidad de letras que
recordaban. Este hallazgo apoya la idea de que el olvido involucra un decaimiento de la huella, o la
pérdida del estímulo en el registro sensorial con el paso del tiempo.
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179
Los investigadores continúan debatiendo respecto a si el icono es en realidad un almacén de memoria o una imagen que permanece. Sakitt argumenta que el icono se localiza en los bastones de la
retina (Sakitt, 1976; Sakitt y Long, 1979) y que el papel activo del icono en la percepción disminuye
(pero no se elimina) si el icono es una estructura física, aunque no todos los investigadores coinciden
con su postura.
Hay evidencias de una memoria ecoica con la misma función de la memoria icónica. Estudios
realizados por Darwin, Turvey y Crowder (1972), y por Moray, Bates y Barnett (1965), produjeron
resultados similares a los de Sperling (1960). Los aprendices que participaron en la investigación escuchaban tres o cuatro conjuntos de grabaciones de manera simultánea, y luego debían repetir una de
ellas. Los hallazgos demostraron que la memoria ecoica es capaz de retener más información de la que
se puede recordar. Al igual que la información icónica, las huellas de la información ecoica decaen
con rapidez una vez que se eliminan los estímulos. El decaimiento ecoico no es tan rápido como el
icónico, pero lapsos mayores de dos segundos entre el inal de la presentación del estímulo y el inicio
de la recuperación provocan que el recuerdo sea más pobre.
Comparaciones con la MLP
La percepción ocurre a través de un procesamiento ascendente y descendente (Matlin, 2009). En el
procesamiento ascendente, las propiedades físicas de los estímulos son captadas por los registros sensoriales, y esa información pasa a la MT en donde se comparará con la información existente en la
MLP con el in de asignarle signiicado. Los estímulos ambientales tienen propiedades físicas tangibles.
Si se parte de suponer que todas las personas poseen una visión a color normal, toda aquella que
observe una pelota de tenis amarilla la reconocerá como un objeto amarillo, pero sólo quienes estén
familiarizados con el tenis la reconocerán como una pelota de tenis. El tipo de información que las
personas han adquirido explica los diferentes signiicados que asignan a los objetos.
Pero no únicamente las características objetivas inluyen en la percepción, también lo hacen las
experiencias previas y las expectativas. El procesamiento descendente se reiere a la inluencia que
ejercen los conocimientos y las creencias en la percepción (Matlin, 2009). Los estados motivacionales
también son importantes; lo que las personas desean y esperan percibir también inluye en la percepción. A menudo percibimos lo que esperamos y no logramos percibir lo que no esperamos. ¿Alguna
vez ha creído escuchar su nombre para luego darse cuenta de que se trataba de otro? Es probable que
mientras espera a un amigo en un lugar público o pide algo de comer en un restaurante escuche a alguien que lo nombra, porque eso es lo que espera. Asimismo, también es posible que las personas no
perciban cosas cuya apariencia ha cambiado o que ocurren fuera de contexto. Tal vez no reconozcan
a sus compañeros de trabajo si los encuentran en la playa, ya que no esperan verlos vestidos con ropa
de playa. El procesamiento descendente a menudo ocurre con estímulos ambiguos o estímulos que
sólo se registraron brevemente (como un estímulo percibido “con el rabillo del ojo”).
Una teoría del procesamiento de la información que se percibe es la igualación con la plantilla, la
cual sostiene que las personas almacenan en la MLP plantillas o copias en miniatura de los estímulos,
de modo que, cuando se encuentran con un estímulo, lo comparan con las plantillas existentes y lo
identiican si encuentran coincidencia. Esta perspectiva es atractiva pero problemática. Las personas
deberían tener millones de plantillas en la cabeza para poder reconocer todas las cosas y las personas del entorno, y un almacén tan grande excedería la capacidad del cerebro. La teoría de la plantilla
tampoco explica las variaciones en los estímulos. Por ejemplo, las sillas presentan muchos tamaños,
formas, colores y diseños, y se necesitarían cientos de plantillas solamente para percibir una silla.
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180
Capítulo 5
El problema con las plantillas se puede resolver suponiendo que pueden tener alguna variación.
La teoría de los prototipos resolvería esto. Los prototipos son formas abstractas que incluyen los ingredientes básicos de los estímulos (Matlin, 2009; Rosch, 1973), están almacenados en la MLP y se
comparan con los estímulos que se perciben, los cuales después se identiican con base en el prototipo al que se ajustan o se parecen en forma, olor, sonido, etcétera. Algunas investigaciones apoyan
la existencia de los prototipos (Franks y Bransford, 1971; Posner y Keele, 1968; Rosch, 1973).
Una ventaja importante de los prototipos sobre las plantillas es que cada estímulo tiene un prototipo en lugar de innumerables variaciones; por consiguiente, sería más fácil identiicar un estímulo
debido a que no es necesario compararlo con muchas plantillas. Un problema con los prototipos es la
cantidad de variabilidad aceptable de los estímulos, o cuánto se debe asemejar un estímulo al prototipo para ser considerado como un ejemplo del mismo.
Una variación del modelo del prototipo es el análisis de características (Matlin, 2009), según el
cual las características críticas de los estímulos se aprenden y se almacenan en la MLP como imágenes
o códigos verbales (Markman, 1999). Cuando un estímulo ingresa al registro sensorial, sus características se comparan con representaciones mnémicas. Si una cantidad suiciente de ellas coincide, se
identiica el estímulo. Para una silla, las características críticas son las patas, el asiento y el respaldo.
Muchos otros aspectos, como el color y el tamaño, son irrelevantes. Cualquier excepción a las características básicas debe aprenderse, por ejemplo, las gradas y las tumbonas no tienen patas. A diferencia
del análisis del prototipo, la información almacenada en la memoria no es una representación abstracta de una silla, sino que incluye sus características fundamentales. Una ventaja del análisis de las
características es que cada estímulo no sólo cuenta con un solo prototipo, lo que resuelve de manera
parcial la preocupación sobre la cantidad de variabilidad aceptable. Existe evidencia empírica que
apoya el análisis de las características (Matlin, 2009).
Treisman (1992) planteó que cuando se percibe un objeto se establece una representación temporal de un archivo que reúne, integra y revisa información acerca de sus características actuales. Los
contenidos del archivo podrían almacenarse como un símbolo del objeto. Cuando percibimos objetos
nuevos, tratamos de lograr que los símbolos coincidan con la representación en la memoria (diccionario) de tipos de objetos, lo que podría o no suceder. La siguiente vez que aparece el objeto, recuperamos el símbolo, que especiica sus características y estructura. El símbolo facilita la percepción si
todas las características coinciden, pero la podría debilitar si muchas no lo hacen.
Sin importar cómo se hagan las comparaciones con la MLP, las investigaciones apoyan la idea de
que la percepción depende tanto del procesamiento ascendente como del descendente (Anderson,
1980; Matlin, 2009; Resnick, 1985). En la lectura, por ejemplo, el procesamiento ascendente analiza las
características y construye una representación signiicativa para identiicar estímulos. Los lectores principiantes suelen utilizar un procesamiento ascendente cuando se enfrentan a letras y palabras nuevas
e intentan pronunciarlas. Las personas también utilizan el procesamiento ascendente cuando experimentan estímulos poco conocidos, por ejemplo, cuando ven palabras escritas en letra manuscrita.
La lectura mejoraría de manera muy lenta si todas las percepciones requirieran un análisis detallado de las características. En el procesamiento descendente los individuos desarrollan expectativas
respecto a la percepción con base en el contexto. Los lectores hábiles construyen una representación
mental del contexto mientras leen, y esperan que aparezcan ciertas palabras y frases en el texto
(Resnick, 1985). El procesamiento descendente eicaz depende de un amplio conocimiento previo.
MODELO DE LA MEMORIA DE DOS ALMACENES
El modelo de la memoria de dos almacenes (dual) constituye nuestra perspectiva básica del procesamiento de la información sobre el aprendizaje y la memoria, aunque, como señalamos anteriormente,
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Teoría del procesamiento de la información
181
no todos los investigadores lo aceptan (Matlin, 2009). A continuación examinamos la investigación
sobre el aprendizaje verbal para proporcionar un contexto histórico.
Aprendizaje verbal
Asociaciones estímulo-respuesta. El interés por la investigación sobre el aprendizaje verbal se deriva
del trabajo de Ebbinghaus (capítulo 1), que describió el aprendizaje como el fortalecimiento gradual de
las asociaciones entre estímulos verbales (palabras, sílabas sin sentido). Con emparejamientos repetidos, la respuesta dij se conectó más fuertemente con el estímulo wek. Durante el aprendizaje de una
lista de sílabas sin sentido emparejadas, otras respuestas también se conectaron con wek, pero esas
asociaciones se debilitaron en ensayos sucesivos.
Ebbinghaus demostró que los tres factores que inluyen de manera importante en la facilidad o
rapidez con la que se aprende una lista de elementos son: el signiicado de los elementos, el grado
de similitud entre ellos y el lapso de tiempo entre los ensayos del estudio (Terry, 2009). Las palabras
(elementos con signiicado) se aprenden con mayor rapidez que las sílabas sin sentido. Con respecto
a la semejanza, cuanto más parecidos sean los elementos, más difícil es aprenderlos. La similitud en
signiicados o sonidos puede causar confusión. Si a un individuo se le pide que aprenda varios sinónimos, como gigantesco, enorme, grandísimo y descomunal, es probable que no logre recordar algunos
de ellos y, sin embargo, recuerde palabras que no están en la lista pero tienen el mismo signiicado,
como grande y colosal. En el caso en que se utilizan sílabas sin sentido, la confusión surge cuando se
utilizan las mismas letras en diferentes posiciones, como xqv, khq, vxh y qvk. El lapso de tiempo que
separa los ensayos del estudio puede ir de breve (práctica masiva) a extenso (práctica distribuida).
Cuando hay posibilidades de interferencia, lo cual se analizará más adelante en este capítulo, la práctica distribuida permite un mayor aprendizaje (Underwood, 1961).
Tareas de aprendizaje. Los investigadores del aprendizaje verbal solían utilizar tres tipos de tareas de
aprendizaje: seriales, de pares asociados y de recuerdo libre. En el aprendizaje serial, los individuos recuerdan estímulos verbales en el orden en el que se les presentaron. El aprendizaje serial se encuentra en
tareas escolares como memorizar un poema o seguir los pasos de una estrategia para resolver problemas.
Los resultados de muchos estudios del aprendizaje serial producen una curva de posición serial (igura
5.2). Las palabras que aparecen al inicio y al inal de la lista se aprenden más rápido, a diferencia de las
que aparecen en el centro, las cuales requieren más repasos. El efecto de la posición serial podría deberse
a las diferencias en las características de cada lugar de la lista. Las personas no sólo deben recordar los
elementos, sino también el lugar de la lista en el que aparecen. Al parecer, los que están al inal de la lista
son más notorios y, por lo tanto, son “mejores” estímulos que los ubicados en el centro.
En el aprendizaje de pares asociados se presenta un estímulo para cada respuesta, por ejemplo, gatoárbol, bote-techo, banco-perro. Los aprendices dan la respuesta correcta cuando se les presenta el estímulo.
El aprendizaje de pares asociados incluye tres aspectos: la discriminación entre estímulos, el aprendizaje
de las respuestas y el aprendizaje de qué respuesta acompaña a cuál estímulo. El debate se ha centrado
en el proceso mediante el cual se produce el aprendizaje de pares asociados y el papel que desempeña la
mediación cognoscitiva. Los investigadores asumieron originalmente que el aprendizaje se incrementaba y
que cada asociación de estímulo-respuesta se reforzaba de manera gradual. Esta perspectiva fue apoyada
por la típica curva de aprendizaje (véase la igura 5.4). Al principio las personas se equivocan muchas
veces, pero el número de errores disminuye a medida que se repiten las presentaciones de la lista.
La investigación de Estes (1970) y otros sugirió una perspectiva diferente, aunque el aprendizaje de
la lista mejoró con las repeticiones, el aprendizaje de cualquier elemento determinado es de una índole
todo o nada: el aprendiz sabe cuál es la asociación correcta o no la sabe. Después de los ensayos el
número de asociaciones de aprendizaje aumenta. Un segundo aspecto implica la mediación cognitiva.
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182
Capítulo 5
Alto
Promedio de errores
Figura 5.4
Curva de aprendizaje que muestra los errores
en función de los ensayos del estudio.
Bajo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Ensayos
En lugar de simplemente memorizar las respuestas, los aprendices a menudo organizan el material para darle signiicado. En ocasiones utilizan mediadores cognoscitivos para vincular las palabras
de estímulo con sus respuestas. Para el par gato-árbol, podrían imaginar a un gato trepando a un árbol
o podrían pensar en la oración: “El gato trepó al árbol”. Al presentarles la palabra gato recuerdan la
imagen o la oración y responden árbol. Las investigaciones también revelan que los procesos del
aprendizaje verbal son más complejos de lo que se pensaba (Terry, 2009).
En el aprendizaje de recuerdo libre, se les presenta a los aprendices una lista de elementos que
deben recordar en cualquier orden. El recuerdo libre se presta bien a la organización que el sujeto impone para facilitar la memorización. Con frecuencia los aprendices recuerdan las palabras en grupos
que diieren del orden en el que originalmente aparecían en la lista. Los agrupamientos suelen basarse
en signiicados similares o en la pertenencia a la misma categoría, como rocas, frutas y vegetales.
En una demostración clásica del fenómeno de agrupamiento por categorías, los experimentadores presentaron a los aprendices una lista de 60 sustantivos, 15 de los cuales pertenecían a las
siguientes categorías: animales, nombres, profesiones y vegetales (Bousield, 1953). Las palabras se
presentaron en desorden, sin embargo, los aprendices tendían a recordar los que pertenecían a la
misma categoría. La tendencia a agrupar aumenta de acuerdo con el número de repeticiones de
la lista (Bousield y Cohen, 1953) y con el número de veces que se presentan los estímulos (Cofer,
Bruce y Reicher, 1966). El agrupamiento se ha interpretado en términos de asociaciones mixtas (Wood
y Underwood, 1967); es decir, en condiciones normales las palabras que se recuerdan juntas tienden
a asociarse, ya sea de modo directo, por ejemplo, pera-manzana, o con una tercera palabra, como
fruta. Una explicación cognoscitiva es que los individuos aprenden tanto las palabras presentadas
como las categorías a las que pertenecen (Cooper y Monk, 1976). Los nombres de las categorías sirven como claves mediadoras: cuando se les pedía a los aprendices que recordaran, recuperaban los
nombres de las categorías y luego los elementos que contienen. El agrupamiento proporciona una
visión sobre la estructura de la memoria humana y respalda la idea de la Gestalt de que los individuos
organizan sus experiencias.
Las investigaciones sobre el aprendizaje verbal identiicaron el mecanismo de adquisición y olvido
del material verbal. Al mismo tiempo, la idea de que las asociaciones podían explicar el aprendizaje
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Teoría del procesamiento de la información
183
del material verbal era demasiado simplista. Esto se hizo evidente cuando los investigadores pasaron del aprendizaje de listas simples a un aprendizaje más signiicativo del texto. La relevancia de
aprender listas de sílabas sin sentido o palabras emparejadas de forma arbitraria es cuestionable. En
la escuela el aprendizaje verbal se da dentro de contextos signiicativos, por ejemplo, se aprenden
pares de palabras, como los estados y sus capitales, la traducción de palabras extranjeras; frases y
oraciones ordenadas, como poemas y canciones; y los signiicados de palabras del vocabulario. Con
el advenimiento de las perspectivas del procesamiento de la información sobre el aprendizaje y la
memoria, muchas de las ideas propuestas por los teóricos del aprendizaje verbal fueron descartadas
o modiicadas de manera sustancial. Cada vez más investigadores se están ocupando de estudiar el
aprendizaje y la memoria del material verbal dependiente del contexto (Bruning, Schraw, Norby y
Ronning, 2004). Ahora exploraremos un tema fundamental del procesamiento de la información: la
memoria de trabajo.
Memoria a corto plazo (de trabajo)
En el modelo de dos almacenes, una vez que se pone atención a un estímulo y se percibe, éste es
transferido a la memoria a corto plazo (de trabajo) (MCP o MT; Baddeley, 1992, 1998, 2001; Terry,
2009). La MT es la memoria de la conciencia inmediata, la cual desempeña dos funciones críticas:
el mantenimiento y la recuperación (Unsworth y Engle, 2007). La información entrante se mantiene
en un estado activo durante un periodo breve y se procesa repasándolo y relacionándolo con la
información recuperada de la memoria a largo plazo (MLP). Cuando los estudiantes leen un texto,
la MT retiene durante algunos segundos las últimas palabras o frases que leyeron. Los alumnos
podrían tratar de memorizar un aspecto especíico repitiéndolo varias veces (repasándolo) o averiguando cómo se relaciona con un tema analizado previamente en el libro, relacionándolo con la
información en la MLP. Suponga, por ejemplo, que un estudiante multiplica 45 por 7. La MT retiene
esos números (45 y 7), junto con el producto de 5 por 7 (35), el número acarreado (3) y la respuesta
(315). La información en la MT (5 × 7 = ?) se compara con el conocimiento activado en la MLP (5 × 7
= 35), donde también se activa el algoritmo de la multiplicación, y estos procedimientos dirigen las
acciones del estudiante.
La investigación ha brindado una imagen bastante detallada de la operación de la MT. La memoria de trabajo tiene una duración limitada: si no actúa con rapidez sobre la información, ésta decae.
En un estudio clásico (Peterson y Peterson, 1959) se presentó a los aprendices una sílaba sin sentido
(digamos, khv), y después se les pidió que resolvieran una tarea aritmética antes de tratar de recordar
la sílaba. La tarea se utilizó para evitar que los aprendices repasaran la sílaba, y como los números
no tenían que almacenarse, no interferían con el almacenamiento de la sílaba en la MT. Cuanto más
tiempo dedicaron a la actividad de distracción, menos pudieron recordar la sílaba. Estos hallazgos indican que la memoria de trabajo es frágil; la información se pierde con rapidez si no se aprende bien.
Por ejemplo, si le dan un número telefónico para llamar, pero se distrae antes de hacer la llamada o
anotar el número, es muy probable que después no pueda recordarlo.
La capacidad de la MT también es limitada, ya que sólo puede contener una pequeña cantidad de
información. Miller (1956) sugirió que la capacidad de la memoria de trabajo es de siete más o menos
dos elementos, donde los elementos son unidades con signiicado, como palabras, letras, números y
expresiones comunes. La cantidad de información se puede incrementar mediante el agrupamiento o
combinando la información para darle un signiicado. El número telefónico 555-1960 consta de siete
elementos, pero es fácil ordenarlo en dos grupos: “el triple de 5 más el año en que Kennedy fue electo
presidente”.
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184
Capítulo 5
La investigación de Sternberg (1969) sobre la exploración de la memoria proporciona ideas importantes sobre la forma en que se recupera la información de la MT. El investigador presentaba a los participantes con rapidez una pequeña cantidad de dígitos que no excediera la capacidad de la memoria
de trabajo. Luego, les mostraba un dígito de prueba y les preguntaba si pertenecía al conjunto original.
Como el aprendizaje era sencillo, los participantes pocas veces cometían errores; sin embargo, a medida que el conjunto original aumentaba de dos a seis elementos, el tiempo de respuesta se incrementaba alrededor de 40 milisegundos por cada elemento adicional. Sternberg concluyó que las personas
recuperan información de la memoria activa mediante la exploración sucesiva de elementos.
Los procesos de control (ejecutivos) dirigen el procesamiento de información en la MT, al igual que
los movimientos de entrada y salida de conocimientos en este tipo de memoria (Baddeley, 2001). Los
procesos de control abarcan el repaso, la predicción, la veriicación, la supervisión y las actividades
metacognitivas (capítulo 7). Los procesos de control se dirigen a metas; de los receptores sensoriales, seleccionan la información que es relevante para los planes y propósitos del individuo. La información que
se considera importante se repasa. El repaso (repetir la información en voz baja o en voz alta) mantiene
la información en la MT y mejora el recuerdo (Baddeley, 2001; Rundus, 1971; Rundus y Atkinson, 1970).
Señales ambientales o autogeneradas activan una parte de la MLP, que luego es más accesible a
la MT. Esta memoria activada mantiene una representación de los acontecimientos ocurridos recientemente, como una descripción del contexto y del contenido. Es cuestión de debate si la memoria activa
constituye un almacén separado o si únicamente es una parte activada de la MLP. Según la perspectiva
de la activación, el repaso mantiene la información en la MT. Ante la ausencia de repaso, la información decae con el paso del tiempo (Nairne, 2002). Aún existe gran interés por investigar la operación
de la MT (Davelaar, Goshen-Gottstein, Ashkenazi, Haarmann y Usher, 2005).
La MT desempeña un papel fundamental en el aprendizaje. A diferencia de los estudiantes con
aprovechamiento normal, aquellos con problemas en matemáticas y lectura exhiben una operación
deiciente de la MT (Andersson y Lyxell, 2007; Swanson, Howard y Sáez, 2006). Una implicación importante para la enseñanza es que no es bueno sobrecargar la MT de los estudiantes presentándoles
demasiado material al mismo tiempo o con demasiada rapidez (véase la sección Carga cognoscitiva,
más adelante en este capítulo). Cuando sea apropiado, los profesores deben presentar la información tanto de forma visual como verbal para asegurarse de que los estudiantes la retengan en la MT
el tiempo suiciente para su posterior procesamiento cognoscitivo, es decir, para relacionarla con la
información en la MLP.
Memoria a largo plazo
La representación de los conocimientos en la MLP depende de la frecuencia y de la contigüidad
(Baddeley, 1998). Cuanto más seguido se enfrente un hecho, acontecimiento o idea, más fuerte será su
representación en la memoria. Además, dos experiencias que ocurren de forma cercana en el tiempo
pueden quedar vinculadas en la memoria, de manera que cuando una se recuerda, la otra también se
activa. De esta manera, la información en la MLP está representada en estructuras asociativas. Estas
asociaciones son cognoscitivas, a diferencia de las planteadas por las teorías del condicionamiento,
que son de tipo conductual (estímulos y respuestas).
Los modelos del procesamiento de la información a menudo utilizan las computadoras para hacer
analogías, aunque existen algunas diferencias importantes, las cuales son resaltadas por las estructuras asociativas. La memoria humana se organiza por contenido. La información sobre el mismo tema
se almacena junta, de manera que saber lo que se busca suele bastar para recordar la información
(Baddeley, 1998). En contraste, las computadoras se organizan por ubicación, es decir, requieren que
se les indique en dónde está almacenada la información. La ubicación en el disco duro de los archivos
o conjuntos de datos en relación con los demás es puramente arbitraria. Otra diferencia es que en las
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Teoría del procesamiento de la información
185
computadoras la información se almacena con precisión, lo cual no ocurre en la memoria humana,
que no es tan precisa pero a menudo es más colorida e informativa. El nombre Daryl Crancake se
almacena en la memoria de una computadora como “Daryl Crancake”, en tanto que en la memoria
humana podría almacenarse como “Daryl Crancake”, o distorsionarse para convertirse en “Darrel”,
“Darel” o “Derol” y “Cupcake”, “Cranberry” o “Crabapple”.
Una analogía útil de la mente humana es una biblioteca. La información en una biblioteca se
organiza por contenido, ya que los libros sobre temas similares se almacenan bajo códigos similares. La información en la mente, como en la biblioteca, también tiene una referencia (Calfee,
1981). Los conocimientos que abarcan diferentes áreas de contenido se pueden recordar a través de
cualquiera de las áreas. Por ejemplo, es probable que Amy tenga un espacio de memoria dedicado
a su vigésimo primer cumpleaños. El recuerdo incluye lo que hizo, con quién estuvo y los regalos que recibió. Estos temas podrían presentar las siguientes referencias: los discos compactos de
jazz que recibió como regalo están codiicados en el espacio de memoria relacionado con la música.
El hecho de que su vecino haya celebrado con ella está almacenado en el espacio de memoria dedicado al vecino y al vecindario.
Los conocimientos almacenados en la MLP tienen distintos grados de detalle. Cada persona posee
recuerdos vívidos de experiencias agradables y desagradables. Estos recuerdos pueden incluir detalles
muy exactos. Otros tipos de conocimientos almacenados en la memoria son mundanos e impersonales: signiicados de palabras, operaciones aritméticas y párrafos de documentos famosos.
Para explicar las diferencias en la memoria, Tulving (1972, 1983) planteó una diferencia entre las
memorias episódica y semántica. La memoria episódica incluye información asociada con momentos y
lugares especíicos, que es personal y autobiográica. El hecho de que la palabra gato aparezca en el
tercer lugar de una lista de palabras aprendidas es un ejemplo de información episódica, al igual que
la información acerca de lo que Amy hizo en su vigésimo primer cumpleaños. La memoria semántica
incluye información general y conceptos disponibles en el entorno, los cuales no están vinculados a
un contexto particular. Algunos ejemplos son las palabras del himno nacional y la fórmula química del
agua (H2O). Los conocimientos, habilidades y conceptos que aprendemos en la escuela son recuerdos
semánticos. A menudo se combinan ambos tipos de recuerdos, como ocurre cuando un niño le dice
a su padre: “Hoy aprendí en la escuela [memoria episódica] que la Segunda Guerra Mundial terminó
en 1945 [memoria semántica]”.
Los investigadores han explorado las diferencias entre la memoria declarativa y la procedimental
(Gupta y Cohen, 2002). La memoria declarativa se reiere al recuerdo de nuevos acontecimientos y
experiencias. Por lo general, la información se almacena con rapidez en la memoria declarativa, y éste
es el tipo de memoria que resulta más dañada en los pacientes con amnesia. La memoria procedimental sirve para almacenar habilidades, procedimientos e idiomas. Aquí la información se almacena de
manera gradual (a menudo con una práctica extensa) y podría ser difícil de describir, un ejemplo es la
forma de andar en bicicleta. En breve retomaremos esta diferencia.
Otro tema importante se reiere a la forma o estructura con la que la MLP almacena el conocimiento. Paivio (1971) propuso que el conocimiento se almacena de manera verbal y visual. Cada
una es funcionalmente independiente, aunque ambas están interconectadas. Los objetos concretos, como perro, árbol y libro, tienden a almacenarse como imágenes, mientras que los conceptos
abstractos, como amor, verdad y honestidad, y las estructuras lingüísticas, como la gramática, se
almacenan en códigos verbales. El conocimiento se puede almacenar de manera visual y verbal: una
persona puede tener una representación pictórica de su casa y también ser capaz de describirla verbalmente. Paivio planteó que las personas tienen un modo preferido para almacenar cada parte de
conocimiento, el cual se activa más fácilmente que los demás. El conocimiento con un código doble
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186
Capítulo 5
Tabla 5.2
Características y particularidades de los sistemas de memoria.
Tipo de memoria
Características
A corto plazo (de trabajo)
Capacidad limitada (alrededor de siete elementos), duración breve
(sin repaso), conciencia inmediata.
A largo plazo
Capacidad teóricamente ilimitada, almacenamiento permanente, información
activada por claves.
Episódica
Información en la MLP asociada con acontecimientos, momentos y lugares
especíicos.
Semántica
Información en la MLP que incluye conocimientos y conceptos generales no
vinculados a contextos especíicos.
Verbal
Proposiciones (unidades de información) y procedimientos codiicados
por su signiicado.
Visual (icónica)
Información codiicada, como imágenes y escenas.
se recuerda mejor, lo cual tiene importantes implicaciones educativas y conirma el principio didáctico
general de explicar (verbal) y demostrar (visual) el material nuevo (Clark y Pavio, 1991).
Más adelante, en este capítulo, se analiza el trabajo de Paivio sobre la imaginería. Sus ideas han
sido criticadas con el argumento de que una memoria visual excede la capacidad del cerebro y requiere algunos mecanismos cerebrales para leer y traducir las imágenes (Pylyshyn, 1973). Algunos
teóricos argumentan que el conocimiento sólo se almacena verbalmente (Anderson, 1980; Collins y
Quillian, 1969; Newell y Simon, 1972; Norman y Rumelhart, 1975). Los modelos verbales no niegan que
el conocimiento se pueda representar con imágenes, pero postulan que el código inal es verbal y que
las imágenes en la memoria se reconstruyen a partir de códigos verbales. En la tabla 5.2 se muestran
algunas características y particularidades de los sistemas de memoria.
Las estructuras asociativas de la MLP son redes de preposiciones o conjuntos interconectados que
contienen nodos o pedazos de información (Anderson, 1990; Calfee, 1981; véase la siguiente sección).
Una proposición es la unidad más pequeña de información que se puede considerar verdadera o falsa.
La airmación: “Mi tío de 80 años prendió su horrible puro” consta de las siguientes proposiciones:
n
n
n
n
Tengo un tío.
Tiene 80 años de edad.
Encendió un puro.
El puro es horrible.
Varios tipos de conocimientos de proposiciones están representados en la MLP. El conocimiento
declarativo se reiere a hechos, creencias subjetivas, libretos; por ejemplo, los sucesos de una historia,
y párrafos organizados, como la declaración de independencia. El conocimiento procedimental consta
de conceptos, reglas y algoritmos. La diferencia entre declarativo y procedimental también se conoce
como conocimiento explícito y conocimiento implícito (Sun, Slusarz y Terry, 2005). En este capítulo
se analiza el conocimiento declarativo y el conocimiento procedimental. El conocimiento condicional
implica saber cuándo utilizar las formas de conocimiento declarativo y procedimental, y por qué es
benéico hacerlo (Gagné, 1985; Paris, Lipson y Wixson, 1983; capítulo 7).
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Teoría del procesamiento de la información
187
Las teorías del procesamiento de la información plantean que el aprendizaje se puede dar en
ausencia de la conducta explícita debido a que implica la formación o modiicación de redes de
proposiciones; sin embargo, el desempeño explícito suele ser necesario para asegurarse de que los
estudiantes hayan adquirido habilidades. La investigación sobre conductas expertas, por ejemplo, resolver problemas matemáticos, demuestra que las personas suelen realizar las conductas de acuerdo
con una secuencia de segmentos planeados (Ericsson et al., 1993; Fitts y Posner, 1967; VanLehn, 1996).
Los individuos seleccionan una rutina de desempeño que esperan produzca el resultado deseado, supervisan periódicamente su desempeño, hacen las correcciones necesarias y modiican su desempeño
siguiendo la retroalimentación correctiva. Como el desempeño a menudo necesita variar para ajustarse
a las demandas del contexto, las personas saben que es útil practicar sus habilidades de adaptación
en diferentes situaciones.
La transferencia (capítulo 7) se reiere a los vínculos que existen entre las proposiciones en la
memoria y depende de que la información tenga una referencia o de que los usos de la información
estén almacenados junto con ellos. Los estudiantes entienden que las habilidades y los conceptos se
pueden aplicar en diferentes áreas si esos conocimientos están almacenados en las redes respectivas.
Enseñarles a los estudiantes cómo se puede aplicar la información a diferentes contextos garantiza una
transferencia adecuada.
Inluencias en la codiicación
La codiicación es el proceso de colocar la nueva información en el sistema de procesamiento y prepararla para almacenarla en la MLP. Por lo general la codiicación se consigue dándole un signiicado
a la nueva información e integrándola a la información conocida en la MLP. Aunque no es necesario
que la información tenga un signiicado para aprenderla (una persona que no está familiarizada con
la geometría podría memorizar el teorema de Pitágoras sin entender su signiicado), el hecho de asignarle un signiicado mejora el aprendizaje y la retención.
El hecho de atender y percibir estímulos no garantiza que se continúe procesando la información.
Los estudiantes no aprenden muchas de las cosas que sus profesores dicen en la clase (aun cuando les
pongan atención y sus palabras tengan signiicado), porque no continúan procesando la información.
En la codiicación inluyen algunos factores importantes; estos son: la organización, la elaboración y
las estructuras del esquema.
Organización. La investigación y la teoría de la Gestalt demostraron que es más fácil aprender y recordar el material bien organizado (Katona, 1940). Miller (1956) argumentó que el aprendizaje mejora al
clasiicar y agrupar los trozos de información en conjuntos organizados. Las investigaciones sobre la
memoria demuestran que incluso cuando los elementos por aprender no están organizados, las personas suelen organizarlos de algún modo, lo que facilita el recordarlos (Matlin, 2009). La organización
del material mejora la memoria porque los elementos se relacionan entre sí de manera sistemática. El
recuerdo de un elemento provoca el recuerdo de los elementos que se relacionan con él. Los estudios
respaldan la eicacia de la organización para la codiicación entre niños y adultos (Basden, Basden,
Devecchio y Anders, 1991).
Una manera de organizar el material consiste en utilizar una jerarquía para integrar los trozos de
información. En la igura 5.5 se muestra un ejemplo de jerarquía para animales. El reino animal, como
un todo, aparece hasta arriba, y debajo de él aparecen las principales categorías (mamíferos, aves,
reptiles). Las especies individuales se encuentran en el siguiente nivel, seguidas por las razas.
Otras formas de organizar la información incluyen el uso de técnicas mnémicas (véase el capítulo
7) y la imaginería, que se analizará posteriormente en este capítulo. Las técnicas mnémicas permiten a
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188
Capítulo 5
Animales
Insectos
Anfibios
Mamíferos
Aves
Seres humanos
Felinos
Perros
Leones
Gatos domésticos
Tigres
Siameses
Persas
De pelo corto
(ejecutivo)
Peces
Reptiles
Figura 5.5
Red de memoria con organización jerárquica.
los aprendices enriquecer o elaborar el material, como ocurre cuando se forma un acrónimo, una frase
familiar o una oración con las primeras letras de las palabras que se desea aprender (Matlin, 2009).
Algunas técnicas mnémicas utilizan la imaginería; para recordar dos palabras, como miel y pan, la persona podría imaginarlas interactuando (la miel sobre el pan). El uso de audiovisuales en la instrucción
suele mejorar la imaginería de los estudiantes.
Elaboración. La elaboración es el proceso de expandir la nueva información añadiéndola o vinculándola con lo que ya se sabe. La elaboración ayuda a codiicar y recuperar la información a recordar
porque la relaciona con otros conocimientos. En esta red de memoria expandida es más fácil acceder a
la información recién aprendida. Incluso cuando la información nueva se olvida, a menudo es posible
recordar las elaboraciones (Anderson, 1990). Uno de los problemas que muchos estudiantes (y no sólo
a los que se reiere la viñeta inicial) tienen al aprender álgebra es que no pueden elaborar el material
porque es abstracto y no se relaciona fácilmente con otros conocimientos.
Cuando se repasa la información se retiene en la MT, pero no necesariamente se elabora. El
repaso de mantenimiento (repetir la información una y otra vez) diiere del repaso de elaboración (relacionar la información con conocimientos previos). Los alumnos que están aprendiendo historia de
Estados Unidos pueden simplemente repetir “el día D fue el 6 de junio de 1944”, o elaborar la información relacionándola con algo que ya saben, por ejemplo, en 1944 Roosevelt fue elegido presidente
por cuarta ocasión.
Las técnicas mnémicas elaboran la información de diferentes maneras. Una de ellas consiste en
convertir las primeras letras en una oración con signiicado. Por ejemplo, para recordar el orden de
los planetas a partir del sol se podría aprender la siguiente oración: “Mi viejo tío mandó jugo sabroso
una noche plácida”, donde las primeras letras corresponden a las letras con las que comienzan los
nombres de los planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón);
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Teoría del procesamiento de la información
189
primero recordamos la oración y después reconstruimos el orden de los planetas con base en las primeras letras.
Tal vez los estudiantes sean capaces de hacer elaboraciones, pero si no pueden realizarlas no
necesitan trabajar innecesariamente cuando los profesores les pueden proporcionar elaboraciones
eicaces. Para ayudar al almacenamiento en la memoria y la recuperación, las elaboraciones deben
ser lógicas. Es probable que las que sean muy poco comunes no se recuerden. Las elaboraciones precisas y sensatas facilitan la memoria y el recuerdo (Bransford et al., 1982; Stein, Littleield, Bransford
y Persampieri, 1984).
Esquemas. Un esquema es una estructura que organiza grandes cantidades de información en un sistema signiicativo. Los esquemas incluyen el conocimiento general acerca de las situaciones (Matlin,
2009); son planes que aprendemos y utilizamos durante nuestras interacciones con el ambiente. Se
necesitan unidades más grandes para organizar en un todo coherente las proposiciones que representan trozos de información (Anderson, 1990). Los esquemas nos ayudan a generar y controlar acciones
secuenciales rutinarias (Cooper y Shallice, 2006).
En un estudio pionero, Bartlett (1932) encontró que los esquemas ayudan a comprender la información. En este experimento, un participante leía una historia acerca de una cultura desconocida y luego la contaba a un segundo participante, el cual la reproducía a un tercer participante,
y así sucesivamente. Cuando la historia llegaba al décimo participante, su contexto extraño había
cambiado a uno familiar, por ejemplo, una salida a pescar. Bartlett descubrió que, conforme se
repetían las historias, cambiaban de manera predecible. La información poco conocida se desechaba, aunque se conservaban algunos detalles, y las historias se volvían más parecidas a las
experiencias de los participantes, los cuales alteraban la información que recibían para ajustarla a
sus esquemas previos.
Cualquier secuencia bien ordenada se puede representar con la forma un esquema. Un tipo de
esquema sería “ir a un restaurante”. Los pasos constan de actividades como sentarse a la mesa, ver el
menú, pedir la comida, recibir la comida, esperar a que retiren los platos, recibir la cuenta, dejar una
propina y pagar la cuenta. Los esquemas son importantes porque indican lo que se puede esperar en
una situación. Las personas reconocen un problema cuando la realidad y el esquema no coinciden.
¿Alguna vez ha estado en un restaurante donde no ocurra alguno de los pasos esperados, por ejemplo,
que le entreguen el menú pero nadie regrese a su mesa a tomarle la orden?
Los esquemas educativos más comunes incluyen procedimientos de laboratorio, así como estudiar
y comprender historias. Cuando los estudiantes reciben material para leer, se activa el tipo de esquema que consideran deben utilizar. Si deben leer un párrafo y responder preguntas sobre las ideas
principales, tal vez se detengan periódicamente y se pregunten cuáles serán los puntos principales
(Resnik, 1985). Los esquemas se han utilizado con amplitud en la investigación sobre lectura y escritura (McVee, Dunsmore y Gavelek, 2005).
Los esquemas ayudan a la codiicación porque elaboran el material nuevo dentro de una estructura con signiicado. Al aprender material los estudiantes tratan de ajustar la información en los
espacios de sus esquemas. Los elementos menos importantes u opcionales de los esquemas podrían
o no aprenderse. Al leer obras literarias, los alumnos que han formado el esquema de una tragedia
pueden ajustar fácilmente los personajes y las escenas de la historia en ese esquema; esperarían
encontrar elementos como el bien contra el mal, debilidades humanas y un desenlace dramático.
Cuando estos sucesos ocurren, se ajustan al esquema que los estudiantes activaron para la historia
(aplicación 5.2).
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190
Capítulo 5
APLICACIÓN 5.2
Esquemas
Los profesores podrían mejorar el aprendizaje
ayudando a los estudiantes a crear esquemas. Un
esquema es especialmente útil cuando permite
aprender aplicando una secuencia ordenada de
pasos. Para ayudar a sus alumnos a aprender a leer
palabras desconocidas, Kathy Stone podría enseñarles el siguiente esquema:
n
n
n
n
n
Leer la palabra en la oración para encontrarle un sentido.
Observar el principio y el inal de la palabra (es más fácil leer el principio y el inal
que toda la palabra).
Pensar en palabras que tendrían sentido en
la oración que empiecen y terminen igual.
Repetir en voz alta todas las letras de la palabra.
Si estos pasos no ayudan a identiicar la palabra, buscarla en un diccionario.
Este esquema podría ser utilizado, con algunas
modiicaciones, por estudiantes de cualquier edad
para encontrar el signiicado de nuevas palabras.
En su clase de historia de Estados Unidos,
Jim Marshall podría enseñar a sus estudiantes a
utilizar un esquema para localizar las respuestas
de las preguntas listadas al final del capítulo:
n
n
n
n
n
n
n
n
Lea atentamente todas las preguntas.
Lea todo el capítulo una vez.
Vuelva a leer las preguntas.
Lea de nuevo el capítulo despacio y, si encuentra una sección que al parecer se relaciona con una de las preguntas, márquela
con un resaltador.
Regrese y responda cada pregunta.
Cuando encuentre la respuesta, anótela
junto con la pregunta.
Si no puede encontrar la respuesta, utilice
el índice para localizar palabras clave en la
pregunta.
Si continúa sin encontrar la respuesta, pida
ayuda al profesor Marshall.
Los esquemas facilitan el recuerdo, independientemente de sus beneicios para la codiicación. Anderson y Pichert (1978) presentaron a estudiantes universitarios una historia acerca de dos
niños que se ausentaban de la escuela sin permiso. Se les pidió a los estudiantes que lo leyeran
desde la perspectiva de un ladrón o del comprador de una casa; la historia tenía elementos relevantes para ambos. Los estudiantes recordaron la historia y después la recordaron por segunda
vez. En la segunda recuperación se aconsejó a la mitad de los estudiantes utilizar la perspectiva
original, y a la otra mitad que utilizaran la otra perspectiva. En la segunda recuperación los estudiantes recordaron más información relevante para la segunda perspectiva, pero no para la
primera, y menos información irrelevante para la segunda perspectiva, que era importante para
la primera. Kardash, Royer y Greene (1988) también encontraron que los esquemas ejercían sus
principales beneicios durante el recuerdo más que durante la codiicación. En conjunto, estos
resultados sugieren que durante la recuperación las personas recuerdan un esquema en el cual
tratan de acomodar los elementos. Es probable que la reconstrucción no sea precisa, pero incluirá
casi todos los elementos del esquema. Los sistemas de producción, que se analizarán más adelante,
guardan alguna semejanza con los esquemas.
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Teoría del procesamiento de la información
191
MEMORIA A LARGO PLAZO. ALMACENAMIENTO
En esta sección se estudia el almacenamiento de la información en la MLP. Aunque nuestros conocimientos acerca de este tipo de memoria son limitados debido a que carecemos de una ventana hacia
el cerebro, la investigación ha pintado una imagen razonablemente congruente del proceso de almacenamiento.
La caracterización que se presenta de la MLP en este capítulo implica una estructura con conocimiento representada como lugares o nodos en redes, con redes conectadas (asociadas) unas con
otras. Observe la semejanza que existe entre estas redes cognoscitivas y las redes nerviosas descritas
en el capítulo 2. Al hablar de redes nos referimos principalmente al conocimiento declarativo y al
procedimental. El conocimiento condicional se estudiará en el capítulo 7, junto con las actividades
metacognoscitivas que supervisan y dirigen el procesamiento cognoscitivo. Se supone que la mayoría
del conocimiento se almacena en la MLP en códigos verbales, aunque al inal del capítulo también
hablaremos del papel que desempeña la imaginería.
Proposiciones
Naturaleza de las proposiciones. Una proposición es la unidad de información más pequeña que se
puede considerar verdadera o falsa. Es la unidad básica de conocimiento y signiicado en la MLP
(Anderson, 1990; Kosslyn, 1984; Norman y Rumelhart, 1975). Cada una de las siguientes oraciones es
una proposición:
n
n
n
n
n
La Declaración de Independencia se irmó en 1776.
2 + 2 = 4.
La tía Frieda odia los nabos.
Soy hábil para las matemáticas.
Los principales personajes aparecieron temprano en la historia.
Estos ejemplos de proposiciones pueden considerarse verdaderos o falsos. Sin embargo, observe
que tal vez las personas no coincidan en sus juicios. Carlos podría pensar que es poco hábil para las
matemáticas, pero su profesor podría creer que es muy bueno.
La naturaleza exacta de las proposiciones aún no se ha comprendido bien. Aunque se pueden
considerar oraciones, es más probable que constituyan signiicados de oraciones (Anderson, 1990).
La investigación respalda la idea de que almacenamos la información en la memoria en forma de
proposiciones más que como oraciones completas. Kintsch (1974) pidió a los participantes que leyeran oraciones con la misma extensión, pero compuestas por un número diferente de proposiciones.
Conforme aumentaba el número de proposiciones que incluía una oración, también aumentaba el
tiempo que tardaban los participantes en comprenderla. Esto implica que, aunque los estudiantes pueden crear la oración: “La Declaración de Independencia se irmó en 1776”, lo más probable es que en
su memoria esté almacenada una proposición que contenga sólo la información esencial (Declaración
de Independencia - irmada - 1776). Con algunas excepciones, como memorizar un poema, parece
que las personas generalmente almacenan signiicados más que frases precisas.
Las proposiciones forman redes que están compuestas de nodos o ubicaciones individuales. Los
nodos podrían considerarse como palabras individuales, aunque se desconoce su naturaleza exacta
y probablemente sea abstracta. Por ejemplo, podría ser que los estudiantes de una clase de historia
tengan una red de “clase de historia” que incluya nodos como “libro”, “profesor”,” lugar”, “nombre del
estudiante que se sienta a su izquierda”, etcétera.
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192
Capítulo 5
Redes de proposiciones. Las proposiciones se forman siguiendo un conjunto de reglas. Los investigadores no se ponen de acuerdo sobre cuál sería un conjunto de reglas, pero por lo general creen que éstas
combinan nodos para formar proposiciones y, a la vez, combinan proposiciones para crear estructuras
de orden superior o redes, que son conjuntos de proposiciones interrelacionadas.
La teoría ACT de Anderson (Anderson, 1990, 1993, 1996, 2000; Anderson et al., 2004; Anderson,
Reder y Lebiere, 1996) propone un modelo de red ACT-R (las siglas en inglés de control adaptativo
del pensamiento -racional) de la memoria a largo plazo con una estructura formada de proposiciones.
ACT-R es un modelo de arquitectura cognoscitiva que busca explicar la manera en que todos los componentes de la mente trabajan en conjunto para producir una cognición coherente (Anderson et al.,
2004). Una proposición se forma combinando dos nodos con un nexo sujeto-predicado o asociación;
un nodo es el sujeto y el otro el predicado. Algunos ejemplos son (información implicada entre paréntesis): “Fred (es) rico” y “las compras (toman) tiempo”. Un segundo tipo de asociación es el nexo
relación-argumento, donde la relación es un verbo (su signiicado) y el argumento es el recipiente de
la relación o de lo que es inluido por la relación; por ejemplo, “comer pastel” y “resolver rompecabezas”. Los argumentos de relación pueden servir como sujetos o predicados para formar proposiciones
complejas, como “Fred come pastel” y “resolver rompecabezas toma tiempo”.
Las proposiciones se interrelacionan cuando tienen elementos en común, los cuales permiten
a las personas resolver problemas, afrontar las demandas ambientales, hacer analogías, etc. Sin los
elementos comunes no habría transferencia; todo el conocimiento se almacenaría de forma separada
y el procesamiento de la información sería muy lento. No podríamos reconocer que el conocimiento
importante para un área también es relevante para otra.
En la igura 5.6 se muestra un ejemplo de una red proposicional. El elemento común es “gato”
porque es parte de las proposiciones: “el gato caminó por el césped del frente” y “el gato atrapó un
ratón”. Uno podría imaginar que la primera proposición está vinculada con otras proposiciones relacionadas con la propia casa, entre las que la última se relaciona con proposiciones sobre ratones.
La evidencia sugiere que las proposiciones están organizadas en estructuras jerárquicas. Collins y
Quillian (1969) demostraron que las personas almacenan la información en el mayor nivel de generalidad. Por ejemplo, es probable que la red de MLP para “animal” haya almacenado al nivel más alto
aspectos como “se mueve” y “come”. Bajo esta categoría aparecerían las especies “aves” y “peces”.
Bajo el concepto de “aves” se incluye “tiene alas”, “puede volar” y “tiene plumas” (aunque hay excepciones: los pollos son aves pero no pueden volar). El hecho de que las aves comen y se mueven no
está almacenado en el nivel de “ave” porque esa información está almacenada en el nivel más elevado
de animal. Collins y Quillian encontraron que el tiempo de recuperación aumentaba a medida que
aumentaba la separación entre los conceptos almacenados en la memoria.
Proposiciones:
“El gato caminó por el césped del frente”.
“El gato atrapó un ratón”.
atrapó
ratón
caminó
gato
gris
por
césped frontal
casa
Figura 5.6
Ejemplo de una red proposicional.
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Teoría del procesamiento de la información
193
La idea de la organización jerárquica ha sido modiicada por investigaciones que muestran que
la información no siempre es jerárquica. Así, en una jerarquía de animales “collie” está más cerca de
“mamífero” que de “animal”, pero las personas suelen pensar con mayor rapidez que un collie es un
animal, que pensar que es un mamífero (Rips, Shoben y Smith, 1973).
Más aún, es probable que la información conocida se almacene tanto por su concepto como en el
nivel más elevado de generalidad (Anderson, 1990). Si usted tiene un comedero para aves y a menudo
observa aves comiendo, tal vez tenga “comer” almacenado con “aves” y “animales”. Este hallazgo no
le quita mérito a la idea central de que las proposiciones están organizadas e interconectadas. Aunque
tal vez parte del conocimiento esté organizado jerárquicamente, es probable que gran parte de la información esté organizada de una forma menos sistemática en redes de proposiciones.
Almacenamiento del conocimiento
Conocimiento declarativo. El conocimiento declarativo (saber qué algo es el caso de) incluye hechos,
creencias, opiniones, generalizaciones, teorías, hipótesis y actitudes acerca de uno mismo, de los demás y de los acontecimientos del mundo (Gupta y Cohen, 2002; Paris et al., 1983). Se adquiere cuando
una nueva proposición se almacena en la MLP, por lo general en una red proposicional relacionada
(Anderson, 1990). La teoría ACT postula que el conocimiento declarativo está representado en agrupamientos que comprenden la información básica, más las categorías relacionadas (Anderson, 1996;
Anderson, Reder y Lebiere, 1996).
El proceso de almacenamiento opera de la siguiente manera: primero, el aprendiz recibe información nueva, como ocurre cuando el profesor hace una airmación o el estudiante lee una oración.
Luego, la información nueva se traduce en una o más proposiciones en la MT del sujeto. Al mismo
tiempo, se indican las proposiciones relacionadas de la MLP. Las nuevas proposiciones se asocian con
las proposiciones relacionadas en la MT mediante el proceso por el cual se difunde la activación, que
se analizará en la siguiente sección. En este punto los aprendices pueden generar proposiciones adicionales. Por último, todas las nuevas proposiciones (las recibidas y las generadas por el aprendiz) se
almacenan juntas en la MLP (Hayes-Roth y Thorndyke, 1979).
En la igura 5.7 se ilustra este proceso. Suponga que un profesor está presentando una unidad
sobre la Constitución de Estados Unidos y le dice a su grupo lo siguiente: “El vicepresidente de Estados
Unidos funge como presidente del Senado, pero no puede votar a menos que haya un empate”. Esta
aseveración puede señalar a otros conocimientos proposicionales almacenados en la memoria de los
Enunciado:
“El vicepresidente de Estados Unidos funge como presidente del Senado,
pero no puede votar a menos que haya un empate”.
votos
electo
Senado
presidente
presidente
empate
vicepresidente
se convierte
en presidente
es destituido
muere,
renuncia
es acusado
de traición
Figura 5.7
Almacenamiento de conocimiento declarativo.
Nota: las líneas discontinuas representan conocimiento nuevo; las continuas, conocimiento almacenado en la memoria a largo plazo.
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Capítulo 5
estudiantes, relacionados con el vicepresidente, por ejemplo, que es elegido junto con el presidente,
que lo sustituye si éste muere o renuncia, y que puede ser juzgado por delitos como la traición; y con
el Senado, por ejemplo, que se compone de 100 miembros, dos de cada estado, que ocupan el cargo
por un periodo de seis años. Al reunir estas proposiciones, los alumnos deberán inferir que el presidente votaría si 50 senadores están a favor de una ley y 50 en contra.
Cuando los estudiantes no poseen proposiciones a las cuales vincular la información nueva,
pueden surgir problemas de almacenamiento. Aquellos que no han oído hablar de la Constitución
de Estados Unidos y que no saben qué es una constitución se quedarán en blanco cuando escuchen
el concepto por primera vez. Es posible almacenar información sin un signiicado conceptual en la
MLP, pero los estudiantes aprenden mejor cuando la información nueva se relaciona con algo que
ya saben. Mostrarles un ejemplar de la Constitución de Estados Unidos o relacionarla con algo que ya
hayan estudiado, como la Declaración de Independencia, les brinda un referente para vincularlo con
la nueva información.
Incluso cuando los alumnos han estudiado material relacionado, no lo vinculan de manera automática con la información nueva; a menudo es necesario hacer que los vínculos sean explícitos. Al
hablar de la función del vicepresidente en el Senado, los profesores podrían recordarles a los alumnos
cómo está compuesto el Senado y las otras funciones del vicepresidente. Las proposiciones que tienen
un elemento en común se relacionan en la MLP sólo si están activas en la MT al mismo tiempo. Esto
ayuda a explicar por qué los estudiantes podrían no entender cómo relacionar el material nuevo con
el almacenado previamente, aun cuando el vínculo sea muy claro para el profesor. La enseñanza que
establece mejor las redes de proposiciones en la mente de los aprendices incorpora repaso, organización del material y recordatorios de las cosas que ya saben, pero de las que no están conscientes en
ese momento.
Al igual que muchos procesos de la memoria, el signiicado, la organización y la elaboración
facilitan el almacenamiento de la información en la memoria. El signiicado es importante porque la
información signiicativa se puede asociar fácilmente con la información preexistente en la memoria.
En consecuencia, se requiere menos repaso, lo que ahorra espacio y tiempo para la información en
la MT. Los estudiantes de los que se habla en la conversación inicial tienen problemas para darle un
signiicado al álgebra, y los profesores expresan su frustración al no poder enseñarles el contenido de
una forma signiicativa.
Un estudio realizado por Bransford y Johnson (1972) ofrece un ejemplo dramático del papel que
desempeña el signiicado en el almacenamiento y la comprensión. Considere el siguiente párrafo:
El procedimiento es realmente muy simple. Primero ordene las cosas en diferentes grupos. Por
supuesto, una pila podría ser suiciente, dependiendo de cuánto haya que ordenar. Si tiene que ir
a algún otro lado debido a la falta de instalaciones, ese es el siguiente paso; de otro modo, así está
bien. Es importante no sobrecargarse de cosas que hacer, es decir, es mejor hacer pocas cosas a
la vez que demasiadas. A corto plazo tal vez no parezca importante, pero es fácil que surjan complicaciones. Un error también podría ser costoso. Al principio el procedimiento completo parecerá
complicado; sin embargo, pronto se convertirá en otra faceta de la vida. Es difícil pronosticar algún
inal en el futuro inmediato a la necesidad de realizar esta tarea, pero nunca se podría decir uno.
Una vez que concluye el procedimiento, volvemos a ordenar las cosas en diferentes grupos, así se
podrán colocar en los lugares adecuados. Con el tiempo se volverán a utilizar y todo el ciclo se
repetirá. Sin embargo, esto es parte de la vida (p. 722).
Sin conocimiento previo este párrafo es difícil de comprender y almacenar en la memoria, porque
no es posible relacionarlo con conocimiento ya existente en ella. Sin embargo, saber que el tema al
que se reiere es el de “lavar la ropa” facilita recordarlo y comprenderlo. Bransford y Johnson encontraron que los estudiantes que conocían el tema del que hablaba el párrafo recordaron el doble de
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Teoría del procesamiento de la información
195
información que aquellos que no lo conocían. La importancia del signiicado en el aprendizaje ha sido
demostrada en muchos otros estudios (Anderson, 1990; Chiesi, Spilich y Voss, 1979; Spilich, Vesonder,
Chiesi y Voss, 1979).
La organización facilita el almacenamiento porque el material bien organizado es más fácil de
relacionar con las redes de memoria preexistentes que el material mal organizado (Anderson, 1990).
En la medida en que el material se pueda organizar de manera jerárquica, proporciona una estructura
lista para ser aceptada en la memoria a largo plazo. Sin una red previa en la MLP, es más fácil crear en
ella una red nueva con información bien organizada que con material mal organizado.
La elaboración, o el proceso de añadir información al material por aprender, mejora el almacenamiento porque el elaborar la información permite a los aprendices a relacionarla con algo que ya
conocen. Mediante la difusión de la activación el material elaborado se puede vincular con rapidez a
la información guardada en la memoria. Por ejemplo, un profesor habla acerca del volcán Etna; los estudiantes que pueden elaborar ese conocimiento y relacionarlo con su conocimiento personal acerca
de los volcanes, digamos, del volcán Santa Elena, serán capaces de asociar la información nueva y la
anterior en la memoria, y de retener mejor el nuevo material.
Difusión de la activación. La difusión de la activación ayuda a explicar cómo se vincula la información
nueva con el conocimiento que existe en la MLP (Anderson, 1983, 1984, 1990, 2000; Collins y Loftus,
1975). Los principios básicos subyacentes son los siguientes (Anderson, 1984):
n
n
n
El conocimiento humano se puede representar como una red de nodos, donde estos corresponden a los conceptos y los nexos a las asociaciones entre esos conceptos.
Los nodos en esta red tienen varios estados, los cuales corresponden a sus niveles de activación. Los nodos más activos se procesan “mejor”.
La activación se puede difundir en las rutas de esas redes mediante un mecanismo en el cual
los nodos pueden provocar que se activen los nodos adyacentes (p. 61).
Anderson (1990) cita el ejemplo de un individuo al que se le presentó la palabra perro, la cual
se encuentra asociada con otros conceptos en la MLP del individuo, como hueso, gato y carne, los
que, a su vez, están asociados con otros. La activación de la palabra perro en la MLP la difundirá
más allá, a los conceptos asociados, y la difusión disminuirá conforme los conceptos se alejen más
de la palabra perro.
Mayer y Schvaneveldt (1971) proporcionaron apoyo experimental para la existencia de la difusión
de la activación. Estos investigadores utilizaron una tarea de tiempo de reacción en la que presentaban
a los participantes dos tiras de letras y les pedían que decidieran si ambas eran palabras. Las palabras
asociadas (pan, mantequilla) se reconocieron con mayor rapidez que las que no estaban relacionadas
(enfermera, mantequilla).
La difusión de la activación, en contraste con el conocimiento que se asocia de inmediato con el
contenido de la MT, provoca que se active una parte más grande de la MLP. La información activada
permanece en la MLP, a menos que se recupere de manera deliberada, pero es más accesible para
la MT. La difusión de la activación también facilita la transferencia del conocimiento a diferentes
áreas. La transferencia depende de que las redes de proposiciones de la MLP se activen mediante la
misma señal, de manera que los estudiantes reconozcan que pueden aplicar ese conocimiento en
esas áreas.
Esquemas. Las redes de proposiciones representan pequeños trozos de conocimiento. Los esquemas
son redes grandes que representan la estructura de objetos, personas y sucesos (Anderson, 1990). La
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Capítulo 5
estructura está representada por una serie de “ranuras”, cada una de las cuales corresponde a un atributo. En el esquema o ranuras para casas, algunos de los atributos (y sus valores) serían los siguientes:
material (madera y ladrillos), contenido (habitaciones) y función (vivienda humana). Los esquemas son
jerárquicos, es decir, están unidos a ideas de nivel superior (ediicio) y subordinadas (techo).
Brewer y Treyens (1981) encontraron apoyo para la naturaleza subyacente de los esquemas. Los
investigadores pidieron a los individuos que esperaran en una oicina durante un rato y después
los condujeron a un salón en el que debían anotar todo lo que recordaran acerca de la oicina. El
recuerdo relejó la fuerte inluencia del esquema de oicina. De manera correcta, recordaron que la
oicina tiene un escritorio y una silla (atributos típicos), pero olvidaron que había un cráneo (atributo
no típico). Los libros son atributos comunes de las oicinas; por lo tanto, aunque en esa oicina no
había libros, muchas personas cometieron el error de decir que los había.
Los esquemas son importantes durante la enseñanza y para la transferencia (Matlin, 2009). Una
vez que los estudiantes aprenden un esquema, los profesores pueden activar ese conocimiento
cuando les enseñan cualquier contenido al que éste se puede aplicar. Suponga que un docente enseña un esquema general para describir formaciones geográicas, como montaña, volcán, glaciar y
río. El esquema podría contener los siguientes atributos: altura, material y actividad. Una vez que los
estudiantes aprenden el esquema, lo pueden utilizar para clasiicar las nuevas formaciones que estén
estudiando; y al hacerlo crearían nuevos esquemas para las diversas formaciones.
Conocimiento procedimental. El conocimiento procedimental, o conocimiento de cómo desempeñar
actividades cognoscitivas (Anderson, 1990; Gupta y Cohen, 2002; Hunt, 1989; Paris et al., 1983), es
fundamental para gran parte del aprendizaje escolar. Utilizamos el conocimiento procedimental para
resolver problemas matemáticos, resumir información, examinar párrafos rápidamente y ejecutar técnicas de laboratorio.
El conocimiento procedimental se puede almacenar como códigos verbales e imágenes, de forma
muy similar a como se almacena el conocimiento declarativo. La teoría ACT plantea que el conocimiento procedimental se almacena como un sistema de producción (Anderson, 1996; Anderson, Reder
y Lebiere, 1996). Un sistema de producción (o producción) es una red de secuencias condición-acción
(reglas) en la que la condición es el conjunto de circunstancias que activan el sistema, mientras que la
acción es el conjunto de actividades que se llevan a cabo (Anderson, 1990; Andre, 1986; véase la siguiente sección). Los sistemas de producción parecen conceptualmente similares a las redes nerviosas
(las estudiamos en el capítulo 2).
Sistemas de producción y modelos conexionistas
Los sistemas de producción y los modelos conexionistas ofrecen paradigmas para examinar la operación de los procesos cognoscitivos de aprendizaje (Anderson, 1996, 2000; Smith, 1996). Los modelos
conexionistas representan una perspectiva relativamente nueva del aprendizaje cognoscitivo. Hasta la
fecha, existe poca investigación relevante para la educación sobre estos modelos. Otras fuentes ofrecen mayor información acerca de los modelos conexionistas (Bourne, 1992; Farnham-Diggory, 1992;
Matlin, 2009; Siegler, 1989).
Sistemas de producción. La teoría ACT, que es una teoría de activación, especiica que un sistema de
producción (o producción) es una red de secuencias condición-acción (reglas), en la que la condición
es el conjunto de circunstancias que activan el sistema y la acción es el conjunto de actividades que
se llevan a cabo (Anderson, 1990, 1996, 2000; Anderson, Reder y Lebiere, 1996; Andre, 1986). Una
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Teoría del procesamiento de la información
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producción consta de enunciados si-entonces: el enunciado si (la condición) incluye la meta y los
enunciados de prueba, y el enunciado entonces representa las acciones. Por ejemplo:
n
n
SI veo dos números y debo sumarlos,
ENTONCES decido cuál es más grande y empiezo con ese número y lo sumo al siguiente
(Farnham-Diggory, 1992, p. 113).
Aunque las producciones son formas de conocimiento procedimental que pueden tener condiciones (conocimiento condicional) ligadas a ellas, también incluyen el conocimiento declarativo.
El aprendizaje de procedimientos para ejecutar habilidades a menudo ocurre con lentitud
(J. Anderson, 1982). Primero, los aprendices representan una secuencia de acciones en términos
de conocimiento declarativo. Cada paso en la secuencia se representa con una proposición. Los
aprendices abandonan de manera gradual las señales individuales e integran los pasos separados en
una secuencia continua de acciones. Por ejemplo, los niños que están aprendiendo a sumar una columna de números al principio sólo pueden realizar cada paso con lentitud, posiblemente repitiendo
cada uno en voz alta. A medida que se vuelven más hábiles, la suma se convierte en parte de una secuencia automática y uniforme, que ocurre de forma rápida y sin una atención consciente y deliberada.
El automatismo es una característica fundamental de muchos procesos cognoscitivos, como la atención y la recuperación (Moors y De Houwer). Cuando los procesos se vuelven automáticos, el sistema
de procesamiento se puede dedicar a las partes complejas de las tareas (capítulo 7).
Una importante limitación del aprendizaje de habilidades es la capacidad limitada de la memoria
de trabajo (Baddeley, 2001). Los procedimientos se aprenderían más rápido si la MT pudiera retener
al mismo tiempo todas las proposiciones del conocimiento declarativo. Como no puede hacerlo, los
estudiantes deben combinar las proposiciones lentamente y de cuando en cuando detenerse y pensar, por ejemplo, “¿y ahora qué sigue?”. La MT contiene espacio suiciente para crear procedimientos
extensos en las primeras etapas del aprendizaje. Conforme las proposiciones se combinan en procedimientos pequeños, éstos se van almacenando en la MT al mismo tiempo que otras proposiciones. Es
así como gradualmente se van construyendo producciones más extensas.
Estas ideas explican por qué el aprendizaje de habilidades se produce más rápido cuando los estudiantes son capaces de ejecutar las habilidades de prerrequisito, es decir, cuando estas habilidades se
vuelven automáticas. Cuando los prerrequisitos se convierten en producciones bien establecidas,
se activan en la MT al mismo tiempo que se integran las nuevas proposiciones. Al aprender a resolver
problemas de divisiones largas, los alumnos que saben multiplicar simplemente recuerdan el procedimiento cuando lo necesitan; no necesitan aprenderlo con los otros pasos de la división larga. Aunque
al parecer éste no es el problema en la plática que se encuentra al inicio del capítulo, el aprendizaje
del álgebra se les diiculta a los estudiantes que tienen deiciencias en las habilidades básicas, como la
suma y la multiplicación, ya que incluso los problemas sencillos de álgebra les parecen muy difíciles
de resolver. Los niños con problemas de lectura al parecer carecen de la capacidad para procesar la
información y al mismo tiempo almacenarla de manera eicaz (de Jong, 1998).
En algunos casos es difícil especiicar los pasos de forma detallada. Por ejemplo, podría ser que
la secuencia del pensamiento creativo no sea igual para todos los estudiantes, en cuyo caso los profesores pueden modelarlo planteando preguntas como: “¿hay alguna otra posibilidad?” Siempre que
sea posible especiicar los pasos del procedimiento, será útil que el profesor los demuestre y después
fomente que el estudiante los practique (Rosenthal y Zimmerman, 1978).
Uno de los problemas con el aprendizaje de procedimientos es que los estudiantes podrían considerarlos como secuencias rígidas de pasos por seguir, independientemente de si son o no apropiados. Los psicólogos de la Gestalt demostraron que la rigidez funcional, o una aproximación inlexible
a un problema, diiculta el resolverlo (Duncker, 1945; capítulo 7). Seguir de manera inlexible una
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198
Capítulo 5
secuencia durante el aprendizaje podría ayudar a los aprendices a adquirirlo, pero también necesitan
entender las circunstancias en las que otros métodos son más eicaces.
En ocasiones los alumnos sobreaprenden procedimientos de habilidad hasta el punto de que
evitan utilizar procedimientos alternativos más sencillos. Al mismo tiempo, existen algunas alternativas
para muchos de los procedimientos que aprenden los alumnos, como decodiicar palabras, sumar
números y determinar la coincidencia entre sujeto y verbo. Sobreaprender estas habilidades hasta
el punto de alcanzar una producción automática se torna una ventaja para los estudiantes y facilita el
aprendizaje de nuevas habilidades, entre las que se incluyen hacer inferencias y redactar trabajos inales, que requieren dominar esas habilidades básicas.
Se podría argumentar que no tiene mucho sentido enseñar habilidades para solucionar problemas
o hacer inferencias a estudiantes con deiciencias en las habilidades básicas para las matemáticas y
en la decodiicación, respectivamente. Las investigaciones demuestran que la falta de comprensión
de los conceptos numéricos básicos se relaciona con un bajo desempeño en las tareas complejas de
aritmética (Romberg y Carpentier, 1986), y que una baja capacidad de decodiicación se relaciona con
una mala comprensión (Calfee y Drum, 1986; Perfetti y Lesgold, 1979). No únicamente se afecta el
aprendizaje de habilidades, sino también la autoeicacia (véase el capítulo 4).
La práctica es fundamental para establecer el conocimiento procedimental básico (Lesgold, 1984).
En las etapas tempranas del aprendizaje, los estudiantes requieren que la retroalimentación correctiva
destaque las partes del procedimiento que realizaron de manera correcta, así como aquellas que requieren ser modiicadas. A menudo los alumnos aprenden ciertas partes de un procedimiento, pero no
otras. A medida que se vuelven más hábiles, los profesores pueden señalar su progreso en la solución
de problemas con mayor rapidez o mayor precisión.
La transferencia del conocimiento procedimental se da cuando el conocimiento se relaciona con
diferentes contenidos en la MLP. La transferencia mejora cuando se pide a los estudiantes que apliquen los procedimientos en los distintos contenidos y modiiquen los procedimientos en caso necesario. Las estrategias generales de solución de problemas (capítulo 7) se pueden aplicar a diversos
contenidos académicos. Los alumnos aprenden que pueden generalizarlos aplicándolos a diferentes
materias, como a la lectura y las matemáticas).
Las producciones son importantes para el aprendizaje cognoscitivo, pero es importante señalar varios aspectos. La teoría ACT plantea un solo conjunto de procesos cognoscitivos para explicar diversos
fenómenos (Matlin, 2009). Esta perspectiva se contrapone con otras perspectivas cognoscitivas que describen diferentes procesos dependiendo del tipo de aprendizaje (Shuell, 1986). Rumelhart y Norman (1978)
identiicaron tres tipos de aprendizaje: la acumulación, que consiste en codiicar la nueva información en
términos de los esquemas existentes; la reestructuración (creación de esquemas) es el proceso de formar
nuevos esquemas; la ainación (evolución de esquemas) es la modiicación lenta y el perfeccionamiento de
los esquemas, que tiene lugar cuando éstos se utilizan en varios contextos. Estos tipos de aprendizaje exigen
diferentes grados de práctica: mucha para la ainación y menos para la acumulación y la reestructuración.
El ACT es en esencia un programa de computadora diseñado para estimular el aprendizaje de
una forma coherente. Por ello, tal vez no abarque la gama de factores involucrados en el aprendizaje
humano. Una cuestión que preocupa es cómo saben las personas cuál producción utilizar en una
situación dada, especialmente en aquellas que se prestan al uso de diferentes producciones. Las producciones se pueden ordenar en términos de probabilidad, pero es necesario disponer de un medio
para decidir qué producción es mejor en ciertas circunstancias. Otra cuestión que preocupa es cómo
se pueden modiicar las producciones; por ejemplo, si una producción no es eicaz, ¿los aprendices
deben descartarla, modiicarla o conservarla pero buscando más evidencias?, ¿cuál es el mecanismo
para decidir cuándo y cómo se deben modiicar las producciones?
Otra preocupación se relaciona con la postura de Anderson (1983, 1990), quien airma que las
producciones siempre comienzan como conocimiento declarativo. Esta suposición es demasiado ambiciosa, ya que existen evidencias de que no siempre se sigue esta secuencia (Hunt, 1989). Puesto
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Teoría del procesamiento de la información
199
que representar las habilidades en los procedimientos como trozos de conocimiento declarativo es en
esencia una parada en el camino rumbo a la maestría, uno podría preguntarse si es necesario que los
estudiantes aprendan los pasos individuales, pues como a la larga no los utilizarán, tal vez sea mejor
que empleen el tiempo en practicarlos. Proporcionar a los estudiantes una lista con los pasos a la que
puedan referirse a medida que van desarrollando un procedimiento facilita el aprendizaje y aumenta
la autoeicacia (Schunk, 1995).
Por último, podríamos preguntarnos si los sistemas de producción, tal como suelen describirse,
no son más que asociaciones elaboradas de estímulo-respuesta (E-R) (Mayer, 1992). Las proposiciones (unidades de conocimiento procedimental) quedan vinculadas en la memoria de tal manera
que cuando se selecciona una unidad, las otras también se activan. Anderson (1983) reconoció la
naturaleza asociacionista de las producciones, pero consideró que son más avanzadas que simples
asociaciones E-R porque incorporan objetivos. Una idea que respalda lo anterior es que las asociaciones ACT son análogas a las conexiones de redes nerviosas (capítulo 2). Quizás, como sucede con
las teorías conductistas, la teoría ACT explique mejor el desempeño que el aprendizaje. Estas y otras
cuestiones, por ejemplo, el papel que desempeña la motivación, necesitan ser estudiadas por los
investigadores y relacionadas con las habilidades académicas de aprendizaje para establecer cómo
las producciones pueden mejorar la enseñanza.
Modelos conexionistas. Una línea reciente de teorización sobre los procesos cognoscitivos complejos
son los modelos conexionistas (o conexionismo, aunque no deben confundirse con el conexionismo
de Thorndike analizado en el capítulo 3; Baddeley, 1998; Farnham-Diggory, 1992; Smith, 1996). Como
las producciones, los modelos conexionistas son simulaciones en computadora de los procesos de
aprendizaje. Estos modelos vinculan el aprendizaje con el procesamiento del sistema nervioso, en el
que los impulsos se disparan en las sinapsis para formar conexiones (capítulo 2). El supuesto es que
los procesos cognoscitivos de orden superior se forman conectando un gran número de elementos
básicos, como las neuronas (Anderson, 1990, 2000; Anderson, Reder y Lebiere, 1996; Bourne, 1992).
Los modelos conexionistas incluyen representaciones distribuidas del conocimiento, es decir, difundidas a lo largo de una amplia red, procesamientos en paralelo (muchas operaciones ocurren al mismo
tiempo) e interacciones entre grandes números de unidades simples de procesamiento (Siegler, 1989).
Las conexiones pueden ocurrir en diferentes estados de activación (Smith, 1996) y relacionarse con las
entradas del sistema, con las salidas o con una o más etapas intermedias.
Rumelhart y McClelland (1986) describieron un sistema de procesamiento distribuido en paralelo
(PDP), cuyo modelo sirve para hacer juicios categóricos acerca de la información en la memoria. Estos
autores citan como ejemplo dos bandas y la información sobre sus miembros, incluyendo su edad,
educación, estado civil y ocupación. En la memoria, las características similares de cada individuo se
vinculan. Por ejemplo, los miembros 2 y 5 quedarían vinculados si fueran de la misma edad, si estuvieran casados y si realizaran las mismas actividades en la banda. Para recuperar información sobre el
miembro 2 se podría activar la unidad de memoria correspondiente a su nombre, que a su vez activaría otras unidades de memoria. El patrón creado por esta difusión de la activación corresponde a la
representación en la memoria del individuo. Borowsky y Besner (2006) describieron un modelo PDP
para tomar decisiones léxicas, por ejemplo, decidir si un estímulo es una palabra.
Las unidades del conexionismo guardan alguna similitud con las producciones, ya que ambas se
reieren a la activación de la memoria y a las ideas asociadas. Al mismo tiempo, hay diferencias; en
los modelos coleccionistas todas las unidades son similares, mientras que las producciones contienen
condiciones y acciones. Las unidades se distinguen en términos del patrón y el grado de activación.
Otra diferencia tiene que ver con las reglas: las producciones son gobernadas por reglas, mientras que
el conexionismo no tiene reglas establecidas. Las neuronas “saben” cómo activar patrones; después se
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200
Capítulo 5
puede establecer alguna regla como etiqueta para la secuencia, por ejemplo, una regla para nombrar
los patrones activados (Farnham-Diggory, 1992).
Uno de los problemas con el enfoque conexionista es que no explica cómo sabe el sistema cuáles
de las muchas unidades de la memoria debe activar y de qué manera estas numerosas activaciones se
asocian en secuencias integradas. Al parecer este proceso es directo en el caso de patrones bien establecidos, por ejemplo, las neuronas saben cómo reaccionar ante el timbre del teléfono, el viento frío
y la voz de un profesor que anuncia “¡todos pongan atención!”. Con patrones menos establecidos, las
activaciones podrían ser problemáticas. También podríamos querer saber cómo es que las neuronas
se activan solas. Esta cuestión es importante porque ayuda a explicar el papel que desempeñan las conexiones en el aprendizaje y la memoria. Aunque la idea de conexiones parece plausible y se basa en
lo que sabemos del funcionamiento neurológico (capítulo 2), hasta la fecha este modelo ha sido más
útil para explicar la percepción que para explicar el aprendizaje y la solución de problemas (Mayer,
1992). Estas últimas aplicaciones requieren más investigación.
MEMORIA A LARGO PLAZO. RECUPERACIÓN Y OLVIDO
Recuperación
Estrategias de recuperación. ¿Qué ocurre cuando a un estudiante se le plantea una pregunta como
la siguiente: “qué hace el vicepresidente de Estados Unidos en el Senado”? La pregunta ingresa a su
MT y se separa en proposiciones. El proceso mediante el cual ocurre esto tiene una base neurológica
aún no bien comprendida, pero las evidencias indican que, mediante la difusión de la activación,
el material activa la información asociada en las redes de memoria para determinar si responde la
pregunta. Si la contesta, esa información se traduce en un enunciado y se verbaliza al interrogador
o se convierte en patrones motores para escribirla. Si las proposiciones activadas no responden la
pregunta, la activación se difunde hasta encontrar la respuesta. Cuando no hay tiempo suiciente
para que la difusión de la activación localice la respuesta, los estudiantes pueden hacer una conjetura educada (Anderson, 1990).
Gran parte del procesamiento cognoscitivo ocurre de forma automática. Por rutina recordamos
nuestra dirección y número telefónico, nuestro número de seguro social y los nombres de nuestros
amigos cercanos. Las personas no suelen estar conscientes de todos los pasos necesarios para responder una pregunta. Sin embargo, cuando necesitan juzgar varias proposiciones activadas para determinar si alguna de ellas responde la pregunta de manera adecuada, se vuelven más conscientes del
proceso.
Puesto que el conocimiento está codiicado como proposiciones, la recuperación procede aun
cuando la información a recuperar no exista en un formato exacto en la memoria. Si un profesor pregunta si el vicepresidente votaría para un proyecto de ley si la votación inicial fuera del 51 a favor y
49 en contra, los estudiantes podrían recuperar la proposición de que el vicepresidente sólo vota en
el caso de un empate. Por lo tanto, el vicepresidente no votaría. Procesamientos como este, que involucran la construcción de conocimientos, toman más tiempo que el que se necesita para contestar una
pregunta que requiere información codiicada en la memoria en el mismo formato, pero los alumnos
deberían responder de manera correcta, suponiendo que activan las proposiciones relevantes en la
MLP. El mismo proceso ocurre en la transferencia y aprendizaje de reglas (capítulo 7): los estudiantes
aprenden una regla, por ejemplo, el teorema de Pitágoras en matemáticas, la recuerdan y al aplicarla
pueden solucionar problemas que nunca antes habían visto.
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Teoría del procesamiento de la información
201
Especiicidad de la codiicación. La recuperación depende de la forma en que se realice la codiicación.
Según la hipótesis de la especiicidad de la codiicación (Brown y Craik, 2000; Thomson y Tulving,
1970), la forma en que el conocimiento es codiicado determina qué claves de recuperación lo activarán eicazmente. Según esta perspectiva, el mejor recuerdo ocurre cuando las claves de la recuperación
se asemejan a las que estaban presentes durante el aprendizaje (Baddeley, 1998).
Algunas evidencias experimentales respaldan la especiicidad de la codiicación. Cuando los
aprendices reciben nombres de categorías mientras están codiicando ejemplos especíicos de ellas,
los recuerdan mejor que cuando no se les dan esos nombres (Matlin, 2009). Se obtiene un beneicio
similar si los sujetos aprenden palabras asociadas a otras y luego se les dan esas palabras asociadas.
Brown (1968) dividió a un grupo de estudiantes en dos partes, a los alumnos de uno de los grupos
les pidió que leyeran una lista parcial de los estados de la Unión Americana, mientras que a los del
otro grupo no les pidió leer nada. Después, todos los estudiantes tuvieron que recordar tantos estados
como pudieran. A diferencia de los que no leyeron nada, los que leyeron la lista recordaron más de
los estados anotados, pero menos de los que no estaban incluidos.
La especiicidad de la codiicación también incluye al contexto. En un estudio (Godden y
Baddeley, 1975) se pidió a un grupo de buzos que memorizaran una lista de palabras en tierra y bajo
el agua. Durante una tarea posterior de recuerdo libre, se encontró que los participantes recordaban
más palabras cuando estaban en el mismo medio en el que las habían aprendido que en el otro.
La especiicidad de la codiicación se puede explicar en términos de la difusión de la activación
entre las redes de proposiciones. Las claves asociadas con el material por aprender se vinculan con las
del que existe en la MLP en el momento de la codiicación. Durante el recuerdo, la presentación de
esas claves activa las partes relevantes en la MLP. Cuando no existen claves iguales, el recuerdo depende de la recuperación de proposiciones individuales. Debido a que las claves producen una difusión de la activación (no las proposiciones individuales ni los conceptos), el recuerdo se facilita si se
presentan las mismas claves durante la codiicación y durante el recuerdo. Otras evidencias sugieren
que la recuperación es guiada en parte por las expectativas acerca de qué información se necesita
y qué personas pueden distorsionar la que sea inconsistente de modo que coincida con sus expectativas (Hirt, Erickson y McDonald, 1993).
Recuperación del conocimiento declarativo. Aunque a menudo el conocimiento declarativo se procesa de manera automática, nada garantiza que será integrado a la información relevante en la MLP.
Podemos ver esto en la conversación inicial de este capítulo. La información sobre las variables y
operaciones algebraicas no tiene mucho signiicado para los estudiantes, por lo que no logran integrarla bien con la información que existe en su memoria. El signiicado, la elaboración y la organización
aumentan las posibilidades de que la información declarativa se procese y recupere de manera eicaz.
En la aplicación 5.3 se ofrecen algunos ejemplos del salón de clases.
El signiicado mejora el recuerdo. La información sin signiicado no activa el material en la MLP,
y se pierde si los estudiantes no la repasan varias veces hasta que se establezca en su MLP, tal vez
formando una nueva red de proposiciones. También es posible conectar los sonidos de información
nueva que carece de signiicado con otros sonidos similares. La palabra constitución, por ejemplo, se
podría asociar fonéticamente con otros usos de la palabra almacenados en la memoria, como Avenida
Constitución).
Es más probable que se retenga la información signiicativa porque se conecta fácilmente a las
redes de proposiciones. En la plática inicial se sugiere relacionar las variables algebraicas con objetos
tangibles (cosas que los estudiantes comprenden) para darle algún signiicado a la notación algebraica. El signiicado no sólo fomenta el aprendizaje, sino que también disminuye el tiempo que toma
adquirirlo. La MT tarda en procesar las proposiciones; Simon (1974) estimó que se requiere de 10
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202
Capítulo 5
APLICACIÓN 5.3
Organización de la información en redes
Los profesores fomentan el aprendizaje cuando implementan lecciones que ayuden a los estudiantes
a relacionar la información nueva con los conocimientos que poseen en la memoria. La información
signiicativa, elaborada y organizada se integra mejor a las redes de la MLP.
El profesor que planea una unidad de botánica sobre la reproducción de diferentes especies
de plantas podría comenzar repasando los conocimientos comunes que los estudiantes hayan almacenado acerca de las plantas, como su estructura
básica y las condiciones que necesitan para crecer.
Conforme introduce la información nueva, los alumnos examinan plantas vivas conocidas que se reproducen de distintas formas para que la experiencia sea
más signiicativa. La información factual por aprender
podría elaborarse mostrando ilustraciones y detalles
escritos sobre los procesos reproductivos. Con cada
planta examinada, los estudiantes podrían organizar
la información nueva elaborando bocetos o gráicas
que muestran los medios de reproducción.
Un profesor de arte que planea diseñar una
unidad podría empezar repasando los diversos elementos de color, forma y textura. Cuando introduzca
nuevas técnicas relacionadas con la colocación, combinación de diversos elementos y equilibrio, y su
relación con el conjunto de la composición, ofrecerá a los estudiantes herramientas para manipular
formas, texturas y colores, y crear piezas de varios
estilos. Los estudiantes podrían utilizar estas herramientas para organizar los elementos y medios que
quieran incluir en sus diseños.
segundos para codiicar cada nuevo trozo de información, lo que signiica que solamente se pueden
procesar seis trozos nuevos de información por minuto. Incluso cuando la información es signiicativa,
gran parte del conocimiento se pierde antes de ser codiicado. Aunque no toda la información que
ingresa es importante, y cierta pérdida no suele afectar el aprendizaje, los estudiantes por lo general
retienen poca información aun en las mejores circunstancias.
Al elaborar añadimos ejemplos, detalles, inferencias o cualquier cosa que sirva para relacionar los
conocimientos previos con los nuevos, a la información que aprendemos. Un aprendiz podría elaborar
la función del vicepresidente en el Senado relexionando acerca de las rondas de votación y, cuando
haya un empate, pedirle que vote.
La elaboración facilita el aprendizaje porque es una forma de repaso: al mantener la información
activa en la MT, la elaboración aumenta la probabilidad de almacenar la información de manera permanente en la MLP. Esto facilita la recuperación, igual que el hecho de que la elaboración establezca
relaciones entre la información previa y la nueva. Los alumnos que elaboran la función del vicepresidente en el Senado relacionan esta nueva información con lo que ya saben acerca de ambos. La
información bien asociada en la MLP es más fácil de recordar que la que carece de asociaciones (Stein
et al., 1984).
Aunque la elaboración favorece el almacenamiento y la recuperación, esta toma tiempo. Requiere
más tiempo comprender las expresiones que necesitan elaboración que las que no la requieren
(Haviland y Clark, 1974). Por ejemplo, los siguientes enunciados requieren inferir que Marge llevó
su tarjeta de crédito a la tienda de abarrotes: “Marge fue a la tienda de abarrotes”, y “Marge cargó sus
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Teoría del procesamiento de la información
203
productos”. La asociación queda clara en los siguientes enunciados: “Marge llevó su tarjeta de crédito
a la tienda de abarrotes”, y “Marge utilizó su tarjeta de crédito para pagar sus productos”. Hacer explícitos los vínculos entre proposiciones adyacentes ayuda a la codiicación y la retención.
Un aspecto importante del aprendizaje es decidir sobre la importancia de la información. No toda
la información que se aprende necesita ser elaborada. La comprensión mejora cuando los estudiantes sólo elaboran los aspectos más importantes de los textos (Reder, 1979). La elaboración ayuda a
la recuperación debido a que brinda rutas alternativas por las que la activación se puede difundir,
de manera que si una ruta se bloquea, hay otras disponibles (Anderson, 1990, 2000). La elaboración
también proporciona información adicional que se puede tomar como base para construir respuestas
(Reder, 1982), como cuando los estudiantes deben contestar preguntas que incluyen información con
un formato diferente de aquel con el que aprendieron el material.
En general, casi cualquier tipo de elaboración mejora la codiicación y el recuerdo; sin embargo,
algunas elaboraciones son más eicaces que otras. Actividades como tomar notas y preguntar cómo se
relaciona la información nueva con los conocimientos previos crean redes de proposiciones. Las elaboraciones eicaces relacionan las proposiciones y estimulan un recuerdo preciso. Las elaboraciones
que no están bien relacionadas con el contenido no mejoran el recuerdo (Mayer, 1984).
La organización tiene lugar cuando la información se divide y se especiican las relaciones entre
sus partes. Al estudiar el gobierno de Estados Unidos, la información se podría organizar separándola
en tres ramas (ejecutivo, legislativo y judicial), y dividiendo cada rama en subpartes, como funciones
y agencias, y así sucesivamente. Los alumnos más grandes utilizan la organización con mayor frecuencia, aunque los niños de primaria son capaces de utilizar principios de organización (Meece, 2002).
Los alumnos que estén estudiando las hojas de las plantas podrían organizarlas por tamaño, forma
y contorno.
La organización mejora la recuperación al vincular información relevante; cuando existen claves
de recuperación, la difusión de la activación llega hasta las proposiciones relevantes en la MLP. Los
profesores por rutina organizan el material, pero la organización de los alumnos también es eicaz
para la recuperación. La enseñanza de principios organizacionales fomenta el aprendizaje. Considere
un esquema para entender historias con cuatro atributos principales: ambiente, tema, trama y desenlace (Rumelhart, 1977). El ambiente (“Había una vez...”) coloca la acción en un contexto; luego se
introduce el tema, que trata de los personajes que tienen ciertos objetivos y experiencias . La trama
describe las acciones de los personajes para conseguir sus objetivos y el desenlace narra cómo los
consiguen o lo que hacen si no los alcanzan. Al describir y ejempliicar estas fases de una historia,
los profesores ayudan a los estudiantes a identiicarlas por su cuenta.
Recuperación del conocimiento procedimental. La recuperación del conocimiento procedimental es similar a la del conocimiento declarativo. Las claves de recuperación disparan asociaciones en la memoria,
y los procesos de la difusión de la activación activan y recuperan el conocimiento relevante. De esta
manera, si se les pide a los estudiantes que realicen cierto procedimiento en el laboratorio de química,
buscarán esa producción en la memoria, la recordarán y la llevarán a la práctica.
Cuando el conocimiento declarativo y el procedimental interactúan, es necesario recuperar ambos
tipos de conocimiento. Al sumar fracciones, los estudiantes utilizan conocimiento procedimental, por
ejemplo cuando convierten las fracciones a su mínimo común denominador y suman sus numeradores; y conocimiento declarativo, por ejemplo cuando aplican las reglas de la suma. Cuando los
alumnos practican la lectura de comprensión, algunos procesos operan como procedimientos (por
ejemplo, decodiicando y supervisando la comprensión), mientras que otros únicamente implican
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204
Capítulo 5
el conocimiento declarativo, como el signiicado de las palabras y las funciones de los signos de
puntuación. Las personas suelen utilizar procedimientos para adquirir conocimiento declarativo, así
como emplear técnicas mnémicas para recordar este tipo de conocimiento (véase el capítulo 7). Por
lo general, tener la información declarativa es un prerrequisito para implementar con éxito los procedimientos. Para resolver raíces cuadradas usando la fórmula cuadrática, los estudiantes deben conocer
los principios de la multiplicación.
El conocimiento declarativo y el procedimental varían mucho con respecto a su alcance. Las
personas poseen conocimiento declarativo acerca del mundo, de sí mismas y de los demás; conocen
procedimientos para realizar varias tareas. Ambos tipos de conocimiento diieren porque los procedimientos transforman la información. Enunciados declarativos como “2 × 2 = 4” y “El tío Fred fuma
puros apestosos” no diieren en nada, pero el aplicar el algoritmo de la división larga para resolver un
problema hace que éste se convierta en un problema resuelto.
Otra diferencia es la velocidad a la que realizan el procesamiento. La recuperación del conocimiento declarativo suele ser lenta y consciente. Aun suponiendo que las personas saben la respuesta
a una pregunta, es probable que piensen un tiempo antes de contestarla. Por ejemplo, considere
el tiempo necesario para responder quién era el presidente de Estados Unidos en 1867 (Andrew
Johnson). En contraste, una vez que el conocimiento procedimental se establece en la memoria, se
recupera con rapidez y a menudo de forma automática. Los lectores hábiles decodiican los textos
impresos de manera automática; no necesitan relexionar de manera consciente acerca de lo que están
haciendo. La velocidad de procesamiento distingue a los buenos lectores de los malos (de Jong, 1998).
Una vez que aprendemos a multiplicar, no necesitamos pensar en cuáles son los pasos por seguir para
resolver multiplicaciones.
Las diferencias entre las dos formas de conocimiento tienen implicaciones para la enseñanza y el
aprendizaje. Quizá los estudiantes presenten diicultades con un material en particular porque carecen
del conocimiento declarativo especíico o porque no comprenden los requisitos de los procedimientos. Descubrir las deiciencias es el primer paso necesario para planear la instrucción correctiva. Las
deiciencias no sólo entorpecen el aprendizaje, también reducen la autoeicacia (capítulo 4). Los estudiantes que comprenden cómo dividir pero desconocen los principios de la multiplicación se desmoralizan cuando llegan una y otra vez a respuestas incorrectas.
Comprensión del lenguaje
Una de las aplicaciones que ilustra el almacenamiento y la recuperación de información en la MLP
es la comprensión del lenguaje (Carpenter, Miyake y Just, 1995; Corballis, 2006; Clark, 1994; Matlin,
2009). La comprensión del lenguaje es muy importante para el aprendizaje académico, en especial
ante el creciente número de estudiantes cuya lengua materna no es el inglés (Fillmore y Valadez, 1986;
Hancock, 2001; Padilla, 2006).
La comprensión del lenguaje hablado y escrito representa un proceso de solución de problemas que involucra conocimientos declarativos y procedimentales de un área especíica (Anderson,
1990). La comprensión del lenguaje consta de tres componentes principales: percepción, análisis
gramatical y utilización. La percepción consiste en atender y reconocer un estímulo; los patrones de
sonido se traducen en palabras en la memoria de trabajo (MT). El análisis gramatical se reiere a dividir mentalmente los patrones de sonido en unidades con signiicado. La utilización, por su parte,
se reiere al arreglo de la representación mental analizada: almacenarla en la MLP si se trata de una
tarea de aprendizaje, dar una respuesta si se trata de una pregunta, formular una pregunta si no
se comprendió, etc. En esta sección se estudia el análisis gramatical y la utilización; la percepción se
analiza en este capítulo (aplicación 5.4).
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Teoría del procesamiento de la información
205
APLICACIÓN 5.4
Comprensión del lenguaje
Los estudiantes que reciben información vaga o
confusa podrían malinterpretarla o relacionarla
con un contexto erróneo. Es necesario que los
profesores presenten información clara y concisa,
y que se aseguren de que los alumnos tengan información antecedente adecuada para crear redes
y esquemas.
Suponga que Kathy Stone planea presentar
una unidad de ciencias sociales en la que se compara la vida en la ciudad con la vida en el campo,
pero la mayoría de sus estudiantes nunca ha visto
una granja. En estas condiciones los estudiantes se
verán en diicultades para comprender la unidad.
Cabe la posibilidad de que nunca hayan escuchado
palabras como silo, ordeñar, marrano y ganado,
en cuyo caso la profesora podría fomentar la comprensión de sus estudiantes proporcionándoles experiencias relacionadas con el campo, organizando una visita a una granja, mostrándoles videos
y fotografías sobre la vida en el campo o equipo
pequeño para granja, semillas, plantas y animales
pequeños. A medida que los estudiantes se vayan
familiarizando con las granjas, se volverán más
capaces para comprender las comunicaciones orales y escritas sobre ese tema.
Algunos niños pequeños tienen problemas
para seguir instrucciones en preescolar y jardín de
niños. Su uso y comprensión limitada del lenguaje
provoca que den un signiicado incorrecto a ciertas palabras o frases. Por ejemplo, si un profesor
le dice a un grupo de niños pequeños que están jugando a disfrazarse: “levantemos todo para
poder trabajar en nuestra siguiente actividad”, ¡es
probable que vea que los niños colocan la ropa
en alto en vez de guardar las cosas! Más aún, si
un profesor les dice a los niños mientras trabajan con crayones: “asegúrense de colorear toda
la página”, al inal podría descubrir que algunos
colorearon toda la página, de arriba abajo, con
un solo color, en lugar de colorear los diferentes objetos de la página con diferentes colores.
Para evitar que esto suceda, los profesores deben explicar, demostrar y modelar lo que esperan
que hagan los niños. También les pueden pedir que
repitan con sus propias palabras lo que piensan
que deben hacer.
Análisis gramatical. La investigación lingüística demuestra que las personas comprenden las reglas
gramaticales de su idioma, aunque por lo general no puedan enunciarlas (Clark y Clark, 1977). A partir
del trabajo de Chomsky (1957) los investigadores han estudiado el papel que desempeñan las estructuras profundas que contienen representaciones prototípicas de la estructura del lenguaje. El idioma
inglés contiene una estructura profunda para el patrón “sustantivo 1- verbo-sustantivo 2”, que permite
reconocer este patrón en el lenguaje e interpretarlo como “el sustantivo 1 hizo la acción del verbo al
sustantivo 2”. Las estructuras profundas pueden estar representadas en la MLP como producciones.
Chomsky planteó que la capacidad para adquirir estructuras profundas es innata para el ser humano,
aunque las estructuras que se aprenden dependen del lenguaje de la propia cultura.
El análisis gramatical incluye más que sólo acomodar el lenguaje en las producciones. Cuando las
personas se exponen a lenguaje, construyen una representación mental de la situación; recuperan de
la MLP conocimiento proposicional acerca del contexto en el que integran conocimientos nuevos. Un
aspecto fundamental es que toda la información está incompleta. Los hablantes no proporcionan toda
la información relevante al tema que se aborda, sino que omiten la información que consideran que
los escuchas podrían poseer (Clark y Clark, 1977). Por ejemplo, suponga que Sam se encuentra con
Kira y ella le dice: “¡No creerás lo que me sucedió en el concierto!” Lo más probable es que Sam active
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206
Capítulo 5
el conocimiento proposicional de su MLP acerca de los conciertos. Luego Kira le dice, “Cuando estaba
buscando mi asiento...”. Para entender esta airmación, Sam debe saber que al comprar un boleto para
asistir a un concierto se obtiene un asiento. Kira no le explica esto a Sam porque supone que lo sabe.
Un análisis gramatical eicaz requiere conocimientos e inferencias (Resnick, 1985). Cuando los individuos se exponen a la comunicación verbal, buscan en la MLP lo que saben acerca de la situación. Esta
información existe en la MLP en forma de redes de proposiciones que están organizadas jerárquicamente
como esquemas. Las redes permiten a las personas entender comunicaciones incompletas. Considere el
siguiente enunciado: “Fui a la tienda de abarrotes y ahorré cinco dólares con cupones”. Saber que las
personas compran mercancía en las tiendas de abarrotes, y que pueden intercambiar cupones para reducir el costo, permite a los escuchas comprender este enunciado. La información faltante se llena con los
conocimientos que existen en la memoria.
Las personas a menudo malinterpretan las comunicaciones porque completan la información faltante con el contexto incorrecto. Cuando a un grupo de estudiantes de música se les dio a leer un párrafo vago acerca de cuatro amigos que se reunían durante la tarde, interpretaron que se reunían para
tocar música; por el contrario, cuando los estudiantes de educación física lo leyeron, interpretaron que
se reunían para jugar cartas (Anderson, Reynolds, Schallert y Goetz, 1977). Los esquemas interpretativos que destacan en la mente de las personas se utilizan para comprender párrafos difíciles. Al igual
que con muchas otras habilidades lingüísticas, las interpretaciones de la comunicación se vuelven más
coniables con el desarrollo, cuando los niños comprenden tanto el signiicado literal de un mensaje
como su intención (Beal y Belgrad, 1990).
Es posible demostrar que el lenguaje hablado es incompleto si las comunicaciones se descomponen en proposiciones y se identiican las relaciones entre ellas. Consideremos el siguiente ejemplo
(Kintsch, 1979):
La tribu swasi estaba en guerra con una tribu vecina por una disputa sobre cierto ganado. Entre los
guerreros estaban dos hombres solteros, uno se llamaba Kakra y el otro, que era el hermano menor del
primero, se llamaba Gum. Kakra murió en combate.
Aunque el párrafo parece claro, el análisis revela las siguientes 11 proposiciones.
1. La tribu Swasi estaba en guerra.
2. La guerra era contra una tribu vecina.
3. La guerra tenía una causa.
4. La causa era una disputa por cierto ganado.
5. Había guerreros.
6. Los guerreros eran dos hombres.
7. Los hombres eran solteros.
8. Los hombres se llamaban Kakra y Gum.
9. Gum era el hermano menor de Kakra.
10. Kakra fue asesinado.
11. El asesinato ocurrió en combate.
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Teoría del procesamiento de la información
207
Incluso este análisis proposicional está incompleto. Las proposiciones 1, 2, 3 y 4 van juntas,
igual que la 5 y las siguientes hasta la 11; sin embargo, hay una brecha entre la 4 y la 5. Para suplir
el vínculo faltante tendríamos que cambiar la proposición 5 por “en la disputa participaban guerreros”.
Kintsch y van Dijk (1978) demostraron que las características de la comunicación inluyen en la
comprensión. Esta se vuelve más difícil cuando faltan más relaciones y las proposiciones están más
alejadas (en el sentido de que se necesitan más inferencias para llenar las brechas). Cuando hay que
inferir mucho material es fácil que la MT se sobrecargue y que se reduzca la comprensión.
Just y Carpenter (1992) formularon una teoría de la capacidad para la comprensión del lenguaje,
que postula que la comprensión depende de la capacidad de la MT y que no todas las personas tienen
una MT con la misma capacidad. Los elementos del lenguaje, como las palabras y las frases, se activan
en la MT, y otros procesos las operan. Si la cantidad total de la activación disponible para el sistema es
menor que la cantidad requerida para realizar una tarea de comprensión, entonces se perderá parte de
la activación que mantiene elementos más antiguos (Carpenter et al., 1995). Es probable que los elementos que aparecen al principio de un enunciado extenso terminen por perderse. Al parecer existen
reglas del sistema de producción que gobiernan la activación y la relación de los elementos en la MT.
Podemos observar la aplicación de este modelo en el análisis gramatical de enunciados o frases ambiguas, por ejemplo, “los soldados advirtieron acerca de los peligros...” (McDonald, Just y
Carpenter, 1992). Aunque inicialmente se podrían activar interpretaciones alternativas de este tipo de
construcciones, el tiempo de mantenimiento depende de la capacidad de la memoria de trabajo. Las
personas cuya MT es de gran capacidad mantienen las interpretaciones durante un largo rato, mientras que aquellas con menor capacidad suelen mantener sólo la interpretación más probable, aunque
no necesariamente la correcta. Al aumentar su exposición al contexto, los individuos pueden decidir
cuál interpretación es la correcta, y este tipo de identiicación es más coniable en las personas con
una memoria de trabajo con gran capacidad, la cual conserva incluso las interpretaciones alternativas
(Carpenter et al., 1995; King y Just, 1991).
Al construir interpretaciones, las personas incluyen la información importante y omiten los detalles (Resnick, 1985). Estas representaciones fundamentales incluyen las proposiciones más pertinentes
para la comprensión. La habilidad de los aprendices para darle sentido a un texto depende de sus
conocimientos acerca del tema (Chiesi et al., 1979; Spilich et al., 1979). Cuando la red o el esquema
apropiados existen en su memoria, utilizan una producción que extrae la información más esencial
para llenar las ranuras en el esquema. Cuando no existe una red en la MLP la comprensión ocurre con
lentitud, debido a que se debe crear una.
Las historias ejempliican cómo se utilizan los esquemas, ya que poseen un esquema prototípico
que incluye el ambiente, el inicio de los sucesos, las respuestas internas de los personajes, las metas,
los intentos por alcanzarlas, los resultados y las reacciones (Black, 1984; Rumelhart, 1975, 1977; Stein y
Trabasso, 1982). Al escuchar una historia, las personas construyen un modelo mental de la situación
recordando el esquema de la historia y ajustando gradualmente la información (Bower y Morrow,
1990). Algunas categorías, por ejemplo, el inicio de los sucesos, los intentos por alcanzar las metas y
las consecuencias, casi siempre están incluidas, pero otras podrían omitirse, como las respuestas internas de los personajes (Mandler, 1978; Stein y Glenn, 1979). La comprensión es más rápida cuando
los esquemas se activan con facilidad. Las personas recuerdan mejor las historias cuando los sucesos
se presentan en el orden esperado, es decir, de manera cronológica, que en un orden poco común
(como las escenas del pasado). Cuando un esquema está bien establecido los aprendices le integran la
información con rapidez. La investigación revela que las experiencias literarias tempranas en el hogar,
que incluyen la exposición a los libros, se relacionan positivamente con el desarrollo de la comprensión auditiva (Sénéchal y LeFevre, 2002).
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208
Capítulo 5
Utilización. La utilización se reiere a lo que hacen las personas con las comunicaciones que reciben.
Por ejemplo, si el comunicador formula una pregunta, los escuchas recuperan información de la MLP
para responderla. En un salón de clases los estudiantes vinculan la comunicación con la información
relacionada en la MLP.
Para utilizar los enunciados de forma apropiada, con el signiicado que transmiten los hablantes, los escuchas deben codiicar tres trozos de información: el acto del habla, el contenido proposicional y el contenido temático. Un acto del habla es la intención del hablante al emitir el comunicado o lo que trata de lograr con lo que expresa (Austin, 1962; Searle, 1969). El hablante puede
transmitir información a los escuchas, pedirles que hagan algo, pedirles información, prometerles
algo, etc. El contenido proposicional es la información que se puede considerar verdadera o falsa.
El contenido temático se reiere al contexto en el que se da la declaración. Los hablantes hacen
suposiciones acerca de lo que saben quienes escuchan. Al escuchar una declaración los escuchas
inieren la información no establecida explícitamente pero relacionada con su utilización. Es probable que el acto del habla, el contenido proposicional y el contenido temático se codiiquen con
producciones.
Como un ejemplo de este proceso, suponga que Jim Marshall está impartiendo una lección de
historia y que formula preguntas a los estudiantes acerca del material. El profesor pregunta: “¿Cuál
fue la postura de Churchill durante la Segunda Guerra Mundial?” El acto del habla es una solicitud,
que está señalada en la oración por el comienzo con una palabra interrogativa, por ejemplo, quién,
cuál, dónde, cuándo y por qué. El contenido proposicional se reiere a la postura de Churchill
durante la Segunda Guerra Mundial y se podría representar en la memoria como sigue: Churchill-primer ministro-Gran Bretaña-Segunda Guerra Mundial. El contenido temático se reiere lo que
el profesor omitió y supuso que los estudiantes sabían porque habrían oído hablar de Churchill y
de la Segunda Guerra Mundial. El contenido temático también incluye el formato de preguntas
y respuestas en el aula. Los alumnos entienden que el profesor planteará preguntas que ellos deben
responder.
De especial importancia para el aprendizaje escolar es la forma en que los alumnos codiican las
airmaciones. Cuando los docentes airman algo comunican a los estudiantes que piensan que se trata
de una proposición verdadera. Si el profesor Marshall dice, “Churchill era primer ministro de Gran
Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial”, comunica su creencia de que es un enunciado verdadero. Los alumnos registran la airmación en la MLP con la información relacionada.
Los hablantes facilitan el proceso mediante el cual las personas relacionan nuevas airmaciones
con la información en la MLP utilizando el acuerdo de lo dado y lo nuevo (Clark y Haviland, 1977).
La información dada debe ser fácil de identiicar y el escucha deberá desconocer la información
nueva. Podríamos pensar en el acuerdo de lo dado y lo nuevo como una producción. Al integrar la
información en la memoria, los escuchas identiican la información dada, la buscan en la MLP y
la relacionan con la información nueva, es decir, la almacenan en la “ranura” adecuada dentro de la
red. Para que el acuerdo de lo dado y lo nuevo mejore la utilización, los escuchas deben identiicar
fácilmente la información dada. Cuando esto no ocurre porque no se encuentra en la memoria del
escucha o este no ha tenido acceso a ella en mucho tiempo, es difícil que utilice la producción de
lo dado y lo nuevo.
Aunque la comprensión del lenguaje a menudo se pasa por alto en la escuela en favor de la lectura y la escritura, es un componente fundamental de la educación. Los profesores lamentan la falta
de habilidad de los estudiantes para escuchar y para hablar, atributos que son valiosos para los líderes. El hábito 5 de la obra de Covey, Seven habits of highly effective people (1989) es “primero tratar de
comprender y luego de ser comprendido”, que resalta que primero se debe escuchar y después hablar.
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Teoría del procesamiento de la información
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La habilidad para escuchar está íntimamente relacionada con un alto aprovechamiento, de modo
que el estudiante que es bueno para escuchar suele ser un buen lector. Entre los estudiantes universitarios las medidas de la comprensión auditiva no diieren de las de la comprensión de la lectura
(Miller, 1988).
Olvido
Olvidamos mucho a pesar de nuestras buenas intenciones. El olvido se reiere a la pérdida de información de la memoria o a la incapacidad para acceder a la información. Los investigadores discrepan
con respecto a si la información se pierde de la memoria o si aún está presente pero no se puede
recuperar porque ha sido distorsionada, porque las claves de recuperación que se están utilizando
son inadecuadas o porque cualquier otra información está inteririendo en el recuerdo. El olvido se ha
estudiado de forma experimental desde la época de Ebbinghaus (capítulo 1). Antes de presentar las
perspectivas del procesamiento de la información acerca del olvido, que incluyen la interferencia y el
decaimiento, se analizarán algunos trabajos históricos sobre la interferencia.
Teoría de la interferencia. Una de las contribuciones de la tradición del aprendizaje verbal es la teoría
de la interferencia del olvido. Según esta teoría, las asociaciones aprendidas nunca se olvidan por
completo; más bien, el olvido resulta de asociaciones en competencia que disminuyen la probabilidad
de recordar la correcta; es decir, otros materiales se vinculan al estímulo original (Postman, 1961).
El problema reside en recuperar la información de la memoria, más que en la memoria en sí misma
(Crouse, 1971).
Se han identificado experimentalmente dos tipos de interferencia (tabla 5.3). La interferencia retroactiva ocurre cuando nuevas asociaciones verbales dificultan el recuerdo de las
anteriores. La interferencia proactiva se da cuando las asociaciones antiguas dificultan el nuevo
aprendizaje.
Para demostrar la interferencia retroactiva, un experimentador podría pedir a dos grupos de
individuos que aprendan las palabras de la lista A. Después, le podría pedir al grupo 1 que aprenda
la lista B, mientras el grupo 2 se ocupa de una actividad distinta que le impida repasar la lista A.
Luego, ambos grupos deberán tratar de recordar la lista A. Habrá interferencia retroactiva si el
Tabla 5.3
Interferencia y olvido.
Interferencia retroactiva
Tarea
Interferencia proactiva
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 1
Grupo 1
Aprender
A
A
A
–
Aprender
B
–
B
B
Prueba
A
A
B
B
Nota: cada grupo aprende la tarea según cierto criterio de dominio. El guión indica un periodo en el que el grupo se dedica a otra
tarea que evita el repaso, pero que no interiere con el aprendizaje original. La interferencia se demuestra si el grupo 2 supera al
grupo 1 en la prueba.
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210
Capítulo 5
APLICACIÓN 5.5
Interferencia en la enseñanza y el aprendizaje
La interferencia proactiva y la retroactiva son frecuentes en la enseñanza y el aprendizaje. Es difícil que los profesores eliminen por completo la
interferencia, pero pueden minimizar sus efectos
al reconocer áreas del programa que fácilmente podrían ser afectadas por la interferencia. Por
ejemplo, cuando los estudiantes aprenden a restar, primero restan sin reagrupar dígitos y después
aprenden a reagrupar. En su grupo de tercer grado Kathy Stone observa a menudo que cuando
asigna a los alumnos problemas de repaso que
requieren reagrupar, algunos no pueden hacerlo.
Para minimizar la interferencia, les enseña las reglas y los principios subyacentes y les pide que las
practiquen aplicando las habilidades en diferentes
contextos. También señala semejanzas y diferen-
cias entre los dos tipos de problemas y les enseña
cómo decidir si es necesario reagrupar. Los repasos
frecuentes ayudan a reducir la interferencia.
Al introducir la ortografía en primaria, a menudo las palabras se agrupan si tienen una fonética similar, por ejemplo, casa, masa, raza, tasa,
sin embargo, cuando los niños están aprendiendo ciertos patrones de ortografía podrían confundir unas palabras con otras, por ejemplo, rasa
con raza o taza con tasa. Kathy Stone dedica más
tiempo a enseñar la ortografía de sonidos similares y las excepciones a las reglas de fonética, y
periódicamente repasa esas lecciones. Este reforzamiento debería servir para reducir la confusión
y la interferencia entre los estudiantes.
recuerdo del grupo 2 es mejor que el del grupo 1. En el caso de la interferencia proactiva, el grupo
1 aprende la lista A mientras que el grupo 2 no hace nada. Luego, ambos grupos aprenden la lista
B y tratan de recordarla. La interferencia proactiva se presenta si el recuerdo del grupo 2 sobrepasa
al del grupo 1.
La interferencia retroactiva y la proactiva ocurren a menudo en la escuela. La interferencia retroactiva se observa en los estudiantes cuando aprenden palabras a las que se aplican reglas de ortografía y
luego aprenden las excepciones. Si después de un tiempo se les examina con las palabras originales,
podrían alterar su ortografía de acuerdo con las excepciones. La interferencia proactiva se observa en
los alumnos que aprenden primero a multiplicar fracciones y luego a dividirlas. Cuando se les hace un
examen sobre la división, se encuentra que simplemente multiplican sin invertir primero la segunda
fracción. La investigación del desarrollo demuestra que la interferencia proactiva disminuye entre los
4 y los 13 años (Kail, 2002). En la aplicación 5.5 se ofrecen algunas sugerencias para manejar la interferencia.
La teoría de la interferencia representó un paso importante para determinar los procesos de la memoria. Las primeras teorías del aprendizaje postulaban que las conexiones aprendidas dejan una “huella” de memoria que se debilita y decae por la falta de uso. Skinner (1953; capítulo 3) no propuso la
existencia de una huella interna de la memoria, pero sugirió que el olvido es el resultado de la falta
de oportunidades para responder cuando el estímulo deja de aparecer por algún tiempo. Cada una de
estas perspectivas tiene desventajas. Aunque puede ocurrir cierto decaimiento (lo que se analiza más
adelante), el concepto de la huella de memoria es vago y difícil de veriicar experimentalmente. La
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Teoría del procesamiento de la información
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postura del desuso a veces es válida, pero con algunas excepciones; por ejemplo, es común que algunas personas recuerden información que no han utilizado durante muchos años, por ejemplo, los
nombres de algunos de sus profesores de primaria. La teoría de la interferencia supera estos problemas postulando cómo la información en la memoria se confunde con otro material. Además, especiica un modelo de investigación para estudiar esos procesos.
Postman y Stark (1969) sugirieron que la supresión, más que la interferencia, provoca el olvido.
Los participantes en experimentos de aprendizaje mantienen en la memoria activa material que consideran que necesitarán recordar más tarde. Los que aprenden la lista A y luego la lista B son capaces
de suprimir sus respuestas de la lista A. Esa supresión se mantiene mientras aprenden la lista B y un
poco después. En apoyo de esta idea, el paradigma de la interferencia retroactiva típica produce poco
olvido cuando se aplica a los aprendices un examen de reconocimiento de la lista A, en lugar de pedirles que recuerden las palabras.
Tulving (1974) propuso que el olvido constituye una falta de acceso a la información que
se debe al uso de claves inadecuadas de recuperación. La información en la memoria no decae,
no se confunde ni se pierde. La huella de memoria queda intacta, sólo que no se tiene acceso a
ella. La memoria de la información depende de que su huella esté intacta y de que se disponga
de las claves de recuperación adecuadas. Quizás no recuerde el número telefónico de la casa
donde vivió hace muchos años; pero quizá no se deba a que lo olvidó, sino a que el recuerdo
está sumergido porque el nuevo ambiente es distinto al de entonces y ya no están presentes las
claves asociadas con el antiguo número (la casa, la calle, el vecindario). Este principio del olvido
dependiente de las claves también es compatible con el hallazgo común de que los aprendices se
desempeñan mejor en las pruebas de reconocimiento que en las de recuerdo. De acuerdo con
esta perspectiva, el desempeño es mejor en las pruebas de reconocimiento porque se proporcionan más claves de recuperación; en tanto que en las pruebas de recuerdo los aprendices deben
proporcionar sus propias claves.
Las investigaciones posteriores sobre la interferencia sugieren que esta ocurre cuando se utiliza
el mismo esquema o plan cognoscitivo muchas veces, como cuando las personas confunden los elementos (Thorndyke y Hayes-Roth, 1979; Underwood, 1983). La teoría de la interferencia continúa ofreciendo un marco de referencia viable para investigar el olvido (Brown, Neath y Chater, 2007; Oberauer
y Lewandowsky, 2008).
Procesamiento de la información. Desde la perspectiva del procesamiento de la información, la interferencia es un obstáculo que impide que la activación se difunda a lo largo de las redes de memoria
(Anderson, 1990). Por diversas razones, cuando las personas tratan de acceder a la información en la
memoria, algo impide el proceso de activación. Aunque no se comprende por completo el mecanismo de bloqueo de la activación, la teoría y la investigación sugieren que la interferencia tiene varias
causas.
Uno de los factores que puede afectar la activación de las estructuras es la fuerza de la
codificación original. Cuanto más fuerte haya sido la codificación original de la información,
más probabilidades tenemos de acceder a ella mediante un repaso frecuente o una extensa
elaboración.
Un segundo factor es el número de rutas de red alternativas por las que se puede difundir la
activación (Anderson, 1990). Es más probable que recordemos la información a la que podemos
acceder a través muchas rutas, que aquella que tiene pocas rutas de acceso. Por ejemplo, si quiero
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212
Capítulo 5
recordar el nombre del perico de mi tía Frieda (señor T), debo asociarlo con muchas claves, con mi
amigo el señor Tomás, con el hecho de que cuando el ave extiende sus alas forma la letra T y con la
idea de que sus chillidos constantes rebasan mi tolerancia. Luego, cuando trate de recordar el nombre del perico, podría hacerlo a través de mis redes de memoria para la tía Frieda y para pericos. Si
no lo logro, aún dispongo de las redes de mis amigos, de la letra T y de las cosas que rebasan mi
tolerancia. Por el contrario, si unicamente asocio el nombre “señor T” con el ave, dispongo de un
menor número de rutas alternativas para acceder a la información que necesito, lo que aumenta la
posibilidad de una interferencia.
Un tercer factor es el grado de distorsión o fusión de la información. A lo largo de este capítulo
hemos estudiado cómo el organizar, elaborar y dar sentido a la información relacionándola con lo que
ya sabemos, beneicia la memoria. Cada vez que realizamos estas prácticas cambiamos la naturaleza
de la información y, en algunos casos, la fundimos con otro material o la colocamos bajo categorías
más generales. Esta fusión y ordenamiento facilitan el aprendizaje de captación signiicativa (Ausubel,
1963, 1968) que se analizará más adelante en este capítulo. Sin embargo, a veces, distorsionar y fusionar la información también podría provocar interferencia y hacer que sea más difícil recordarla que
cuando la recordamos por sí misma.
La interferencia es una causa importante del olvido, pero es poco probable que sea la única
(Anderson, 1990). Al parecer cierta información en la MLP decae de manera sistemática con el paso
del tiempo, independientemente de cualquier interferencia. Wickelgren (1979) rastreó el deterioro
sistemático de la información en intervalos que van de l minuto a 2 semanas. Al principio los datos
decaen con rapidez, pero después la velocidad del decaimiento va disminuyendo de manera gradual.
Los investigadores encontraron muy poco olvido después de dos semanas.
Es difícil airmar o refutar la idea de que el olvido ocurre debido al decaimiento. La incapacidad
para recordar incluso con muchas claves no respalda de manera inequívoca esa postura, ya que todavía existe la posibilidad de que no se hayan activado las redes de memoria apropiadas. De manera
similar, el hecho de que la posición del decaimiento no postule procesos psicológicos responsables
del olvido (más que el paso del tiempo) no es suiciente para refutarla. Las huellas de la memoria
incluyen características perceptuales y reacciones ante las experiencias (Estes, 1997). El decaimiento o
los cambios en uno o en ambos provocan olvido y distorsiones en la memoria. Más aún, el proceso de
decaimiento podría ser neurológico (Anderson, 1990); quizás las sinapsis se deterioren con la falta
de uso, como ocurre con los músculos (capítulo 2).
A menudo el decaimiento se cita como una de las razones del olvido (Nairne, 2002). Es probable
que usted haya aprendido francés en preparatoria, pero que algunos años después haya olvidado
muchas palabras del vocabulario. Tal vez considere que esto se debe a que no lo utilizó durante
mucho tiempo. Además, el olvido no siempre es malo. Si tuviéramos que recordar todo lo que hemos
aprendido, nuestra memoria estaría tan saturada que sería mucho más difícil aprender cosas nuevas.
El olvido es útil cuando nos libera de información que no hemos utilizado y que quizá no sea tan
importante, como ocurre cuando desechamos cosas que ya no necesitamos. El olvido conduce a las
personas a actuar, pensar, juzgar y sentir de forma diferente a como lo harían si nunca olvidaran
(Riccio, Rabinowitz y Axelrod, 1994). El olvido tiene efectos profundos en la enseñanza y el aprendizaje (aplicación 5.6).
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Teoría del procesamiento de la información
213
APLICACIÓN 5.6
Reducción del olvido en el aprendizaje académico
El olvido se convierte en un problema cuando se
requieren conocimientos previos para aprender
algo nuevo. Para ayudar a los niños a retener información y habilidades importantes los profesores
podrían hacer lo siguiente:
n
n
n
n
Repasar periódicamente la información y
habilidades importantes durante las actividades de la clase.
Asignar tareas para la clase y el hogar que
refuercen los conocimientos y las habilidades adquiridas con anterioridad.
Enviar a casa paquetes divertidos para
aprender durante las vacaciones, que refuercen los diversos conocimientos y habilidades adquiridos.
Al introducir una nueva lección o unidad,
repasar el material previo que se requiere
para dominar la nueva información.
Cuando Kathy Stone enseña la división larga,
algunos estudiantes de tercer grado ya no recuerdan
cómo reagrupar las cifras en la resta, lo que podría
retrasar el nuevo aprendizaje. Kathy dedica un par
de días a repasar la resta, especialmente cuando los
problemas requieren la reagrupación de cifras, así
como a la multiplicación y a los principios básicos
de la división. También asigna tareas para la casa
que refuerzan las mismas habilidades.
Suponga que un profesor de educación física
enseñará una lección sobre basquetbol durante
varios días. Al inicio de cada clase podría repasar
las habilidades aprendidas anteriormente antes
de introducir una nueva habilidad. De cuando
en cuando podría dedicar una clase completa
a repasar todas las habilidades, por ejemplo, el
movimiento de la pelota, los pases, los lanzamientos y el juego defensivo, que los estudiantes han adquirido hasta ese momento. En caso
de que los alumnos hayan olvidado algunas de
esas habilidades, quizá requiera dar instrucción
correctiva para que puedan jugar bien cuando
empiece a organizar los partidos.
En su clase de psicología educativa, Gina
Brown asignó a sus estudiantes un trabajo en
el que debían aplicar sus conocimientos sobre
las técnicas motivacionales. Durante el semestre
enseñó varias teorías acerca de la motivación,
pero muchos de los estudiantes las habían olvidado. Para ayudarlos a preparar sus trabajos
dedica una clase a repasar las principales teorías.
Luego, divide a los estudiantes en grupos pequeños y a cada uno le pide que redacte un breve
resumen de una de las teorías, junto con algunas
aplicaciones para el aula. Después de trabajar en
grupos pequeños cada uno comparte su trabajo
con todo el grupo.
IMAGINERÍA
La imaginería es fundamental para el estudio de la MLP (Matlin, 2009). En esta sección se estudia la
manera en que la información se representa en imágenes, así como las diferencias individuales en
el uso de la imaginería.
Representación de la información espacial
La imaginería se reiere a las representaciones mentales del conocimiento visual/espacial, en las que
se incluyen las propiedades físicas de los objetos o acontecimientos representados. Los estímulos
visuales en los que ponemos atención se mantienen unos instantes en su forma original (verdadera)
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214
Capítulo 5
en el registro sensorial, y luego se transieren a la memoria de trabajo. Al parecer la representación en
la MT conserva algunos de los atributos físicos de los estímulos que representa (Gagné, Yekovich y
Yekovich, 1993). Las imágenes son representaciones análogas similares, pero no idénticas a sus referentes (Shepard, 1978).
La imaginería ha sido apreciada desde la época de los antiguos griegos. Platón creía que los pensamientos y las percepciones se imprimen en la mente como en un bloque de cera, y que se recuerdan mientras las imágenes perduran (Paivio, 1970). El poeta griego Simónides creía que las imágenes
son mediadores asociativos, y creó el método de los loci, una técnica mnémica (capítulo 7) en la que la
información a recordar se empata con lugares de un entorno conocido.
La imaginería también ha inluido en los descubrimientos. Shepard (1978) describe el Gedanken
experiment de Einstein, que marcó el inicio de la reformulación relativista de la teoría electromagnética. Einstein se imaginó viajando en un rayo de luz (a 186 000 millas por segundo), y lo que veía no
correspondía ni a la luz ni a nada que describieran las ecuaciones de Maxwell en la teoría electromagnética. Einstein informó que generalmente pensaba en términos de imágenes y que sólo traducía sus
pensamientos a palabras y ecuaciones matemáticas cuando se había formado un concepto visual de
la situación. Se supone que el químico alemán Kekulé tuvo un sueño en el que vio la estructura del
benceno, y que Watson y Crick aparentemente utilizaron la rotación mental para separar el código
genético.
A diferencia de las imágenes, las proposiciones son representaciones discretas de signiicado
que no se asemejan a la estructura de sus referentes. La expresión “la ciudad de Nueva York” no
representa más la ciudad real que prácticamente cualesquiera tres palabras elegidas al azar de un
diccionario. Una imagen de la ciudad de Nueva York que incluya rascacielos, tiendas, personas
y tránsito tiene una estructura más similar a su referente. El mismo contraste se observa en los
acontecimientos. Compare el enunciado “el perro negro corrió por el césped” con una imagen de
esta escena.
La imaginería es un tema polémico (Matlin, 2009). Una cuestión fundamental es hasta qué
punto las imágenes mentales se asemejan a fotografías reales: ¿contienen los mismos detalles que
las imágenes o son tomas borrosas que muestran sólo lo más destacado? El patrón visual de un
estímulo se percibe cuando sus características se relacionan con una representación en la MLP.
Esto implica que las imágenes solamente pueden ser tan claras como sus representaciones en la
MLP (Pylyshyn, 1973). En la medida en que las imágenes mentales sean producto de las percepiones de las personas, cabe la posibilidad de que las imágenes sean representaciones incompletas de
estímulos.
El apoyo a la idea de que las personas usan la imaginería para representar conocimiento espacial
proviene de estudios en los que se mostraban pares de imágenes tridimensionales a los participantes,
las cuales representaban un objeto tridimensional (Cooper y Shepard, 1973; Shepard y Cooper, 1983).
La tarea consistía en determinar si las dos imágenes en cada par representaban el mismo objeto. La estrategia de solución implicaba girar mentalmente uno de los objetos de cada par hasta que coincidiera
con el otro o hasta que el individuo decidiera que ninguna de las posibles rotaciones revelaría un
objeto idéntico. Los tiempos de reacción dependían directamente del número de rotaciones mentales
necesarias. Aunque estas y otras ideas sugieren que las personas utilizan imágenes para representar
conocimientos, no resuelven de manera directa el problema de hasta qué punto las imágenes corresponden a los objetos reales.
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Teoría del procesamiento de la información
215
En la medida en que los estudiantes utilicen la imaginería para representar conocimientos espaciales y visuales, la imaginería parece relacionarse con las materias educativas que tratan con objetos
concretos. Al impartir una unidad acerca de diferentes formaciones rocosas (montañas, altiplanos,
cordilleras), el profesor podría mostrar fotografías de diferentes formaciones y pedir a los estudiantes
que las imaginen. En geometría, la imaginería se utilizaría al trabajar con rotaciones mentales. Las
ilustraciones mejoran el aprendizaje de textos (Carney y Levin, 2002; véase la aplicación 5.7 para otros
ejemplos).
APLICACIÓN 5.7
Uso de la imaginería en el aula
La imaginería se puede utilizar para mejorar el
aprendizaje. Una de sus aplicaciones implica la
enseñanza de las iguras tridimensionales, como
cubos, esferas y conos, así como la manera de calcular su volumen. También se utilizan descripciones verbales y diagramas bidimensionales, pero los
modelos reales de las iguras incrementan en gran
medida la eicacia de la enseñanza. Permitir que
los estudiantes manipulen las formas mejora aún
más su comprensión del concepto de volumen.
La imaginería se puede aplicar a la educación física. Cuando los alumnos están aprendiendo una rutina de ejercicios acompañada por música, el profesor podría modelar cada parte de la
rutina primero sin música, después podría pedir a
los estudiantes que cierren los ojos y piensen en
lo que observaron, y luego que realicen cada parte
de la rutina. Al inal podría agregar la música a cada
parte.
La imaginería también se podría utilizar en la
enseñanza de literatura. En el caso de una unidad
sobre cómo redactar un párrafo en el que se den
instrucciones para realizar una tarea, Kathy Stone
pide a sus estudiantes de tercer grado que piensen en los pasos individuales, por ejemplo, para
preparar un emparedado de mantequilla de maní
y mermelada. Una vez que terminan de imaginar la tarea, pueden visualizar cada paso mientras
lo anotan.
Los profesores de arte podrían utilizar la
imaginería para enseñar a los alumnos a seguir instrucciones. El docente podría dar las siguientes
instrucciones verbalmente y anotarlas en el pizarrón: “En una hoja de papel para arte visualicen un
diseño que incluya cuatro círculos, tres triángulos
y dos cuadrados, y en el que algunas de las formas
se sobrepongan a otras”. También podría plantear
las siguientes preguntas para asegurarse de que los
estudiantes están usando la imaginería: ¿cuántos
círculos ven?, ¿cuántos triángulos?, ¿cuántos cuadrados? y ¿algunas de las formas se tocan?, ¿cuáles?
Los profesores de baile podrían pedir a sus estudiantes que cierren los ojos mientras escuchan la
música que usarán en un baile. Luego, les pediría
que se imaginen bailando, visualizando cada paso
y movimiento, así como que visualicen en dónde
se encuentran ellos y sus compañeros en el escenario mientras bailan.
Jim Marshall llevó al grupo de alumnos al
que le está enseñando historia de Estados Unidos a un campo de batalla de la Guerra Civil.
Una vez allí les pidió que se imaginaran cómo
sería un combate en ese lugar. Luego, en el aula,
les pidió que dibujaran un mapa en la computadora que incluyera el sitio, y luego que crearan
varios escenarios de lo que pudo haber ocurrido
mientras peleaban las fuerzas aliadas y las de la
Unión.
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216
Capítulo 5
Las evidencias indican que las personas también utilizan la imaginería para pensar en dimensiones abstractas. Kerst y Howard (1977) pidieron a estudiantes que compararan pares de automóviles,
países y animales con respecto a su dimensión concreta (tamaño) y a una dimensión abstracta apropiada, como costo, poder militar y iereza. Las dimensiones abstracta y concreta produjeron resultados similares: a medida que los elementos se volvían más parecidos, los tiempos de reacción aumentaban. Por ejemplo, en lo que respecta al tamaño, es más fácil comparar un gato salvaje con un
elefante que comparar un rinoceronte con un hipopótamo. No queda claro cómo los participantes
imaginaron dimensiones abstractas o si acaso utilizaron la imaginería. Es probable que hayan representado las dimensiones abstractas en términos de proposiciones, como sucede cuando se compara
a Estados Unidos y Jamaica en cuanto a su poder militar utilizando la proposición “(Los) Estados
Unidos (tienen) mayor poder militar (que) Jamaica”. Los mapas de conocimiento, que son representaciones gráicas de ideas relacionadas, mejoran el aprendizaje de los estudiantes (O´Donnell,
Dansereau y Hall, 2002).
Imaginería en la MLP
Muchos investigadores coinciden en que la MT utiliza imágenes, pero no todos concuerdan en que
estas se retienen en la MLP (Kosslyn y Pomerantz, 1977; Pylyshyn, 1973). La teoría del código doble se
ocupa directamente de esta cuestión (Clark y Paivio, 1991; Paivio, 1971, 1978, 1986). La MLP tiene dos
medios para representar el conocimiento: un sistema verbal que incorpora conocimiento expresado
en lenguaje, y un sistema de imágenes que almacena la información visual y espacial. Ambos sistemas
están interrelacionados (un código verbal se puede convertir en uno de imágenes y viceversa), pero
presentan diferencias importantes. El sistema verbal es adecuado para la información abstracta, mientras que el sistema de imágenes se emplea para representar objetos o sucesos concretos.
Los experimentos de Shepard respaldan la utilidad de la imaginería que ofrece apoyo indirecto
a la teoría del código doble. Otra evidencia proviene de la investigación que demuestra que al
tratar de recordar listas de palabras concretas y abstractas, las personas recuerdan mejor las primeras que las segundas (Terry, 2009). La explicación que da la teoría del código doble a este hallazgo
es que las palabras concretas se pueden codiicar de manera verbal y visual, en tanto que las palabras
abstractas por lo general sólo se codiican verbalmente. Para recordar palabras concretas las personas
pueden buscar en los dos sistemas de memoria, en tanto que para recordar las abstractas únicamente
disponen del sistema verbal. Otras investigaciones sobre mediadores mnémicos respaldan la teoría
del código doble (capítulo 7).
En contraste, la teoría unitaria plantea que toda la información en la MLP está representada en
códigos verbales (proposiciones). Las imágenes de la MT se reconstruyen a partir de los códigos verbales de la MLP. Mandler y Johnson (1976) y Mandler y Ritchey (1977) respaldan esta idea de manera
indirecta. Como con el material verbal, las personas utilizan esquemas mientras adquieren información visual; recuerdan mejor las escenas cuando los elementos tienen un patrón típico; la memoria
es mala cuando los elementos están desorganizados. La elaboración y la organización signiicativa de
la información en esquemas mejoran el recuerdo de las escenas tanto como el material verbal. Este
hallazgo sugiere que un proceso común está operando, sin importar la forma en que se presente la
información.
A pesar de la polémica, el uso de materiales e imágenes concretas mejora la memoria (Terry,
2009). Las herramientas didácticas como objetos manipulables, auxiliares audiovisuales y gráicos por
computadora facilitan el aprendizaje. Aunque sin duda las herramientas concretas son más importantes para los niños pequeños, debido a que carecen de la capacidad cognoscitiva para pensar en
términos abstractos, los estudiantes de cualquier edad se beneician de la información que se presenta
en formas múltiples.
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217
Diferencias individuales
El grado en que las personas realmente utilizan la imaginería para recordar información varía en función del desarrollo cognoscitivo. Kosslyn (1980) propuso que los niños son más propensos a emplear
la imaginería para recordar y evocar información que los adultos, quienes se apoyan más en la representación por medio de proposiciones. Kosslyn ofreció a niños y adultos enunciados como “un gato
tiene garras” y “un ratón tiene pelo”. La tarea consistía en determinar su veracidad. El investigador
pensaba que los adultos podían responder con mayor rapidez debido a que disponen de información
proposicional en la MLP, mientras que los niños tendrían que recordar la imagen del animal y revisarla. Para controlar el, por lo general, mejor procesamiento de información de los adultos, les pidió a
algunos que revisaran una imagen mental del animal, mientras que dejó a otros en libertad de utilizar
cualquier estrategia.
Los adultos a los que se les indicó usar imaginería se tardaron más en responder que aquellos
a los que se dejó en libertad de elegir la estrategia por usar, aunque no se encontraron diferencias
entre los niños. Estos resultados sugieren que los niños utilizan imaginería incluso cuando pueden
elegir otra estrategia, pero no explican por qué no pueden recurrir a la información proposicional (por
limitaciones cognoscitivas) o si pueden realizarlo pero no lo hacen porque consideran que la imaginería es más eicaz.
El uso de la imaginería también depende de la efectividad para desempeñar los procesos componentes. En ella, al parecer participan dos tipos de procesos. Uno de ellos ayuda a activar los recuerdos almacenados de partes de imágenes. El otro sirve para ordenar las partes en una coniguración
apropiada. Tal vez esos procesos se localicen en diferentes lugares del cerebro. Es probable que las
diferencias individuales se deban a que las personas diieren en la forma en que realizan este procesamiento doble de manera eicaz (Kosslyn, 1988).
El uso de la imaginería por gente de cualquier edad depende de lo que hay que imaginar. Es más
fácil imaginar objetos concretos que abstracciones. Otro factor que inluye en el uso de la imaginería
es la habilidad para utilizarla. La imaginería eidética o memoria fotográica (Leask, Haber y Haber,
1969) no es en realidad como una fotografía; esta última se percibe como un todo, mientras que la
imaginería eidética ocurre en piezas. Las personas informan que una imagen aparece y desaparece por
segmentos y no por completo.
La imaginería eidética se presenta con mayor frecuencia en niños que en adultos (Gray y
Gummerman, 1975), aunque incluso es poco común entre los niños (alrededor del 5 por ciento).
Esta capacidad se puede perder con el desarrollo, tal vez debido a que la representación proposicional reemplaza el pensamiento con imágenes. También es posible que los adultos conserven la
capacidad para formar imágenes claras, pero que no lo hagan porque sus sistemas proposicionales
pueden representar más información. Así como la memoria suele mejorar, se puede desarrollar la
capacidad para formar imágenes, pero la mayoría de los adultos no realiza ejercicios explícitos para
desarrollarla.
Aplicaciones a la instrucción
Los principios del procesamiento de la información se están aplicando cada vez más a los entornos
de aprendizaje académico. La importancia que tiene la teoría para la educación continuará expandiéndose con las investigaciones futuras. Tres aplicaciones a la enseñanza que relejan principios del
procesamiento de la información son los organizadores avanzados, las condiciones de aprendizaje y
la carga cognoscitiva.
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218
Capítulo 5
Organizadores avanzados
Los organizadores avanzados son enunciados generales que se presentan al comienzo de las lecciones
para ayudar a conectar el material nuevo con el aprendizaje previo (Mayer, 1984). Los organizadores
dirigen la atención de los estudiantes a los conceptos importantes que deben aprender, resaltan las
relaciones entre las ideas y vinculan el material nuevo con los conocimientos que los estudiantes ya
poseen (Faw y Waller, 1976). Los organizadores también podrían ser mapas que acompañan a los
textos (Verdi y Kulhavy, 2002). Se supone que las estructuras cognoscitivas de los aprendices se organizan jerárquicamente, de manera que los conceptos incluyen a otros subordinados. Los organizadores
proporcionan información en los niveles más altos de las jerarquías.
La base conceptual de los organizadores se deriva de la teoría del aprendizaje signiicativo por
recepción de Ausubel (1963, 1968, 1977, 1978; Ausubel y Robinson, 1969). El aprendizaje es signiicativo cuando el material nuevo muestra una relación sistemática con conceptos relevantes de la MLP,
es decir, cuando el material nuevo amplía, modiica o elabora información en la memoria. El grado
en que el aprendizaje es signiicativo también depende de variables personales como la edad, la experiencia, el nivel socioeconómico y los antecedentes educativos de los aprendices. La experiencia
previa determina el que el aprendizaje de los estudiantes sea signiicativo.
Ausubel recomendó la enseñanza deductiva: primero se enseñan las ideas generales y después
los puntos especíicos. Esto requiere que los profesores ayuden a los estudiantes a separar las ideas
en elementos más pequeños relacionados y a relacionar las nuevas ideas con contenidos similares en
la memoria. En términos del procesamiento de la información, los objetivos del modelo son: ampliar
las redes de proposiciones de la MLP añadiendo conocimientos y estableciendo vínculos entre las
redes. La enseñanza deductiva funciona mejor con estudiantes mayores (Luiten, Ames y Ackerson,
1980).
Los organizadores avanzados preparan el terreno para el aprendizaje signiicativo por recepción.
Los organizadores pueden ser expositivos o comparativos. Los organizadores expositivos proporcionan
a los estudiantes el conocimiento nuevo necesario para comprender la lección e incluyen deiniciones
y generalizaciones de conceptos. Las deiniciones de conceptos plantean el concepto, un concepto subordinado y sus características. Al presentar el concepto “animal de sangre caliente” el profesor podría
deinirlo, decir que es un animal cuya temperatura corporal interna permanece relativamente constante, relacionarlo con conceptos de categoría superior (reino animal) y describir sus características
(aves, mamíferos). Las generalizaciones son enunciados amplios de principios generales de dónde se
sacan hipótesis o ideas especíicas. Una generalización adecuada para el estudio de la topografía sería:
“En las zonas más elevadas crece menos vegetación”. Los profesores podrían presentar ejemplos de
generalizaciones y pedir a los estudiantes que piensen en otros.
Los organizadores comparativos presentan material nuevo haciendo analogías con material conocido. Estos organizadores activan y vinculan las redes en la MLP. Si un docente enseñara una unidad
sobre el sistema circulatorio del cuerpo a aprendices que han estudiado los sistemas de comunicación, podría relacionar ambos sistemas por medio de conceptos relevantes como la fuente, el medio
y el objetivo. Para que los organizadores comparativos sean eicaces, los alumnos deben comprender
el material utilizado como base para la analogía. Además, deben percibir la analogía con facilidad. Las
diicultades para percibir relaciones analógicas impiden el aprendizaje.
Las evidencias sugieren que los organizadores fomentan el aprendizaje y la transferencia (Ausubel,
1978; Faw y Waller, 1976; Mautone y Mayer, 2007). Los mapas son organizadores eicaces y se prestan
a introducir las lecciones por medio de la tecnología (Verdi y Kulhavy, 2002). Mayer (1979) reporta
una investigación con estudiantes universitarios que no tenían experiencia con la programación de
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Teoría del procesamiento de la información
219
APLICACIÓN 5.8
Organizadores avanzados
Los organizadores avanzados ayudan a los estudiantes a vincular el material nuevo con el aprendizaje previo. Kathy Stone está enseñando a sus
alumnos a desarrollar párrafos extensos. Los estudiantes han estado aprendiendo a redactar enunciados descriptivos e interesantes. La profesora
anota los enunciados en el pizarrón y los utiliza
como organizadores para demostrar la manera en
que se deben unir con el in de crear un párrafo
completo.
Un profesor de secundaria podría utilizar un
organizador durante la clase de geografía. El docente iniciaría una lección sobre las formaciones
de tierra (supericies con formas y composiciones características) repasando la deinición y los
componentes de conceptos geográicos estudiados
con anterioridad. Lo que desea es demostrar que
la geografía incluye elementos del entorno físico,
seres humanos y el ambiente físico, así como diferentes regiones del mundo y su capacidad para
sustentar seres humanos. Para esto el profesor comienza enfocándose en los elementos del entorno físico y luego pasa a las formaciones de tierra.
Después, podría analizar los tipos de formaciones
de tierra, como las planicies, montañas y colinas,
mostrando modelos a los estudiantes y pidiéndoles
que identiiquen las características fundamentales
de cada formación. Esto les proporciona un esquema general para integrar el nuevo conocimiento
sobre los componentes.
En la escuela de medicina, el profesor que enseña los efectos de los trastornos sanguíneos podría
comenzar repasando las partes básicas de la sangre
(plasma, glóbulos blancos y rojos, plaquetas). Luego, podría dar una lista de las diversas categorías
de enfermedades de la sangre (anemia, sangrado
y hematomas, leucemia, enfermedad de la médula
ósea). Los estudiantes pueden partir de esta explicación al explorar las enfermedades de las diferentes categorías y al estudiar los síntomas y los
tratamientos para cada una.
computadoras. Comenzó por dar a los estudiantes material de programación para que lo estudiaran. A
un grupo le dio un modelo conceptual como organizador, mientras que el otro grupo recibió el mismo
material sin el modelo. El grupo con el organizador avanzado tuvo un mejor desempeño en reactivos
postest que requerían una transferencia a reactivos distintos de los analizados en el material de instrucción. Los organizadores pueden ayudar a los estudiantes a relacionar material nuevo con un conjunto
más amplio de experiencias, lo que facilita la transferencia (aplicación 5.8)
Condiciones de aprendizaje
Una de las más conocidas teorías de la enseñanza basada en los principios cognoscitivos fue creada
por Robert Gagné (1985). Esta teoría se reiere a las condiciones del aprendizaje, o las circunstancias
que prevalecen cuando ocurre el aprendizaje (Ertmer, Driscoll y Wager, 2003). Existen dos etapas críticas. La primera consiste en especiicar el tipo de resultados del aprendizaje; Gagné identiicó cinco tipos
principales de resultados, los cuales se explicarán más adelante. La segunda consiste en determinar los
sucesos del aprendizaje, o los factores que distinguen a la enseñanza.
Resultados del aprendizaje. Gagné (1984) identiicó cinco tipos de resultados del aprendizaje: habilidades
intelectuales, información verbal, estrategias cognoscitivas, habilidades motoras y actitudes (tabla 5.4).
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220
Capítulo 5
Tabla 5.4
Resultados del aprendizaje de la teoría de Gagné.
Resultados del aprendizaje
Tipo
Ejemplos
Habilidades intelectuales
Reglas, procedimientos, conceptos
Información verbal
Hechos, fechas
Estrategias cognoscitivas
Repaso, solución de problemas
Habilidades motoras
Repaso, solución de problemas
Actitudes
Información codiicada, como imágenes y escenas.
Las habilidades intelectuales incluyen reglas, procedimientos y conceptos. Son formas de conocimiento procedimental o producciones. Este tipo de conocimiento se utiliza al hablar, escribir, leer,
resolver problemas matemáticos y aplicar principios cientíicos a los problemas.
La información verbal, o conocimiento declarativo, consiste en saber que algo viene al caso.
La información verbal incluye hechos o lenguaje conectado de manera signiicativa que se recuerda
de forma literal, como las palabras de un poema o el himno nacional. Los esquemas son formas de
información verbal.
Las estrategias cognoscitivas son procesos de control ejecutivo e incluyen habilidades para procesar la información, como poner atención a información nueva, decidir repasarla, elaborarla, utilizar estrategias de recuperación de la MLP y aplicar estrategias para resolver problemas (véase el capítulo 7).
Las habilidades motoras se desarrollan a través de mejoras graduales en la calidad de los movimientos (suavidad y momento adecuado) por medio de la práctica. Mientras que las habilidades intelectuales se pueden adquirir de manera abrupta, las habilidades motoras se desarrollan gradualmente
con la práctica continuada y deliberada (Ericsson et al., 1993). Las condiciones de la práctica diieren:
las habilidades intelectuales se practican con ejemplos diferentes, mientras que la práctica de las habilidades motoras requiere la repetición de los mismos movimientos musculares.
Las actitudes son creencias internas que inluyen en los actos y relejan características como generosidad, honestidad y compromiso con una vida saludable. Los profesores pueden establecer las
condiciones para el aprendizaje de habilidades intelectuales, de información verbal, de estrategias
cognoscitivas y de habilidades motoras; sin embargo, las actitudes se aprenden de manera indirecta a
través de las experiencias y de la exposición a modelos en vivo y simbólicos (televisados o ilmados).
Sucesos del aprendizaje. Las condiciones de los cinco tipos de resultados del aprendizaje son diferentes.
Las condiciones internas son habilidades necesarias y requisitos del procesamiento cognoscitivo; las condiciones externas son estímulos ambientales que apoyan el proceso cognoscitivo del aprendiz. Al diseñar
la instrucción, es necesario especiicar de la manera más completa posible ambos tipos de condiciones.
Las condiciones internas son las capacidades actuales de los aprendices almacenadas en la MLP
como conocimientos. Las claves para la instrucción de los profesores y los materiales activan el conocimiento relevante de la MLP (Gagné y Glaser, 1987). Las condiciones externas diieren en función del
resultado del aprendizaje y de las condiciones internas. Para enseñar a los estudiantes una regla de la
clase, el profesor podría informarles de la regla y desplegarla visualmente. Para enseñar a los alumnos
una estrategia que les permita veriicar su comprensión, el profesor podría demostrar la estrategia y
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Teoría del procesamiento de la información
221
proporcionarles práctica y retroalimentación sobre su eicacia. A los lectores hábiles se les enseña de
forma diferente que a los lectores que tienen problemas de codiicación. Cada fase de la enseñanza
está sujeta a cambios en función de los resultados del aprendizaje y de las condiciones internas.
Jerarquías de aprendizaje. Las jerarquías de aprendizaje son conjuntos organizados de habilidades intelectuales. El elemento más alto de una jerarquía es la habilidad objetivo. Para diseñar una jerarquía se
debe comenzar en la cima y averiguar qué habilidades ha de ser capaz de desempeñar el estudiante antes
de aprender la habilidad objetivo, o bien, qué habilidades son prerrequisitos inmediatos. Luego hay que formular la misma pregunta para cada una de las habilidades previas y continuar hacia abajo hasta llegar a una
que el estudiante sea capaz de desempeñar en ese momento (Dick y Carey, 1985; Merrill, 1987; igura 5.8).
Suma números mixtos, con denominadores
comunes y no comunes, con o sin acarreo
Suma fracciones con tres
sumandos, con denominadores
comunes y no comunes, con
y sin acarreo
Suma fracciones con
denominadores
diferentes y con acarreo
Suma fracciones con
denominadores
diferentes y sin acarreo
Suma fracciones con
denominadores
comunes y acarreo
Suma fracciones con
denominadores comunes
y sin acarreo
Calcula los mínimos
denominadores comunes
Suma números
con acarreo
Suma números
sin acarreo
Figura 5.8
Ejemplo de una jerarquía de aprendizaje.
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222
Capítulo 5
Tabla 5.5
Fases del aprendizaje según Gagné.
Categoría
Fase
Preparación para el
aprendizaje.
Poner atención.
Expectativas.
Recuperación.
Adquisición y desempeño.
Percepción selectiva.
Codiicación semántica.
Recuperación y respuesta.
Reforzamiento.
Transferencia
del aprendizaje.
Claves de recuperación.
Generalización.
Las jerarquías no son arreglos lineales de habilidades. A menudo es necesario aplicar dos o más
habilidades previas para aprender una habilidad de nivel superior, y ninguna de ellas depende de la
otra. Las habilidades de orden superior tampoco son necesariamente más difíciles de aprender que las
de nivel inferior. En ocasiones algunos prerrequisitos son difíciles de adquirir; una vez que los aprendices dominan las habilidades de orden inferior, parece más sencillo que aprendan las de orden superior.
Fases del aprendizaje. La instrucción es un conjunto de sucesos externos diseñados para facilitar los
procesos internos de aprendizaje. En la tabla 5.5 se muestran las nueve fases del aprendizaje agrupadas
en las tres categorías (Gagné, 1985).
La preparación para el aprendizaje incluye actividades introductorias. Durante la atención los
estudiantes se concentran en los estímulos relevantes para el material por aprender (audiovisuales,
materiales escritos, conductas modeladas por los profesores). Las expectativas de los estudiantes los
orientan a las metas (aprender una habilidad motora, aprender a reducir fracciones). Durante la recuperación de información importante de la MLP los aprendices activan las partes relevantes del tema
que están estudiando (Gagné y Dick, 1983).
Las principales fases del aprendizaje son la adquisición y el desempeño. La percepción selectiva se
reiere a que los registros sensoriales reconocen las características relevantes del estímulo y las transieren a la MT. La codiicación semántica es el proceso por el que el nuevo conocimiento se transiere
a la MLP. Durante la recuperación y respuesta, los estudiantes recuperan información nueva de la
memoria y dan una respuesta que demuestra que aprendieron. El reforzamiento se reiere a la retroalimentación que conirma la exactitud de las respuestas de los estudiantes y proporciona información
correctiva cuando es necesario.
Las fases de transferencia del aprendizaje incluyen las claves de recuperación y de generalización.
Con las claves de recuperación los estudiantes reciben señales de que pueden aplicar sus conocimientos previos en la nueva situación. Por ejemplo, al resolver problemas un profesor de matemáticas podría informar a los estudiantes que pueden aplicar su conocimiento sobre los triángulos rectángulos.
La generalización aumenta si se brinda a los alumnos la oportunidad de practicar sus habilidades con
diferente contenido y en distintas circunstancias, por ejemplo, en las tareas para la casa y en las sesiones espaciadas de repaso.
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Teoría del procesamiento de la información
223
Tabla 5.6
Acontecimientos educativos que acompañan las fases de aprendizaje (Gagné).
Fase
Acontecimiento educativo
Poner atención
Informar a la clase que es hora de comenzar.
Expectativas
Informar a la clase los objetivos de la lección, así como el tipo y cantidad
de desempeño que se espera.
Recuperación
Pedir a la clase que recuerde reglas y conceptos subordinados.
Percepción selectiva
Presentar ejemplos del concepto nuevo o regla.
Codiicación semántica
Proporcionar claves para recordar la información.
Recuperación y respuesta
Pedir a los estudiantes que apliquen el concepto o regla a ejemplos nuevos.
Reforzamiento
Conirmar la exactitud del aprendizaje de los estudiantes.
Clave para la recuperación
Aplicar un examen breve sobre el material nuevo.
Generalización
Hacer repasos especiales.
Estas nueve fases se aplican por igual a los cinco tipos de resultados del aprendizaje. Gagné y
Briggs (1979) especiicaron los sucesos de la enseñanza que acompañan y favorecen cada fase (tabla
5.6). Los acontecimientos de enseñanza que mejoran cada fase dependen del tipo de resultado. La instrucción procede en forma diferente con las habilidades intelectuales que con la información verbal.
Una desventaja es que la creación de jerarquías de aprendizaje puede ser difícil y requerir mucho
tiempo. El proceso exige un dominio de la materia para determinar las habilidades sucesivas de prerrequisito, así como el alcance y la secuencia de la instrucción. Incluso una habilidad aparentemente
sencilla podría tener una jerarquía compleja si los estudiantes deben dominar varios prerrequisitos.
Para las habilidades con estructuras menos deinidas, como la escritura creativa, suele ser difícil desarrollar una jerarquía. Otro problema es que el sistema no permite mucho control del estudiante, ya que
determina la forma en que éste debe proceder. A pesar de estos problemas la teoría ofrece sugerencias
sólidas para aplicar los principios del procesamiento de la información al diseño de la instrucción
(Ertmer et al., 2003).
Carga cognoscitiva
El sistema de procesamiento de la información no puede manejar muchos procesos al mismo tiempo.
Si una gran cantidad de estímulos llegan al mismo tiempo, los observadores perderán muchos de
ellos debido a su limitada capacidad de atención. La capacidad de la memoria de trabajo también es
limitada. Como el procesamiento de la información lleva tiempo e incluye muchos procesos cognoscitivos, en cualquier momento sólo una cantidad limitada de información se puede mantener en la MT,
transferirse a la MLP, repasarse, etcétera.
La teoría de la carga cognoscitiva toma en cuenta estas limitaciones de procesamiento en el diseño de la instrucción (DeLeeuw y Mayer, 2008; Schnotz y Kürschner, 2007; Sweller, van Merriënboer
y Pass, 1998). La carga cognoscitiva, es decir, las demandas sobre el sistema de procesamiento de información, puede ser de dos tipos: la carga cognoscitiva intrínseca depende de las propiedades inalterables de la información por aprender, y sólo se facilita cuando los aprendices adquieren un esquema
cognoscitivo eicaz para manejar la información; la carga cognoscitiva extrínseca es causada por la
manera en que se presenta el material con las actividades que el estudiante debe realizar (Bruning et
al., 2004). Por ejemplo, al aprender relaciones trigonométricas fundamentales, como seno y tangente,
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224
Capítulo 5
cierta carga cognoscitiva (intrínseca) es inherente al material por aprender, a saber, adquirir conocimientos acerca de la proporción de los lados de un triángulo rectángulo. La forma en que se enseña
el material afecta la carga cognoscitiva extrínseca. Los profesores que ofrecen presentaciones claras
ayudan a reducir la carga cognoscitiva extrínseca, mientras que aquellos que explican los conceptos
de forma inadecuada la incrementan.
De manera similar, Mayer y Moreno (2003) distinguen tres tipos de demandas cognoscitivas: el
procesamiento esencial se reiere a los procesos cognoscitivos necesarios para entender el material
(es similar a la carga intrínseca); el procesamiento incidental se reiere a un procesamiento que
no necesariamente se realiza para aprender, sino para mejorar la comprensión; el mantenimiento
de representación se reiere al tiempo que se mantiene la información en la memoria mientras se
procesa otro material. Mayer y Moreno sugieren que el aprendizaje procede mejor cuando los estudiantes pueden concentrar sus recursos en el procesamiento esencial, sin enfocarlos en otros tipos
de procesamiento.
Una idea clave es que los métodos de enseñanza deben reducir la carga cognoscitiva extraña
para poder dedicar los recursos existentes al aprendizaje (van Merriënboer y Sweller, 2005). El uso del
andamiaje debería brindar beneicios (van Merriënboer, Kirschner y Kester, 2003). En un principio
el andamio ayuda a los alumnos a adquirir habilidades que no podrían desarrollar sin esta ayuda. El
andamiaje sirve para reducir la carga extrínseca de modo que los aprendices puedan concentrar sus
recursos en las demandas intrínsecas del aprendizaje. Conforme los estudiantes desarrollan un esquema para trabajar con información, la asistencia del andamiaje se va desvaneciendo.
Otra sugerencia consiste en presentar el material en secuencia, del más sencillo al más complejo
(van Merriënboer et al., 2003), en concordancia con la teoría de Gagné. El aprendizaje complejo se
divide en partes sencillas, las cuales se adquieren y se combinan en una secuencia más extensa. Este
procedimiento reduce la carga cognoscitiva, de manera que los estudiantes puedan concentrar sus
recursos cognoscitivos en el aprendizaje.
Una tercera sugerencia consiste en utilizar tareas auténticas en la enseñanza. Por ejemplo, la
teoría de la elaboración de Reigeluth (1999), la cual requiere que se comience por identiicar condiciones que simpliiquen el desempeño de la tarea y después se inicie la enseñanza con un caso
sencillo pero auténtico, por ejemplo, un caso de la vida real. Las tareas importantes para la vida
real ayudan a reducir la carga extrínseca porque no requieren que los estudiantes realicen un procesamiento extraño para entender el contexto. Por ejemplo, para los alumnos es más signiicativo
determinar el seno del ángulo que se forma al unir un punto ubicado a 40 pies del asta bandera
de la escuela con el de la cima del asta, que resolver problemas de trigonometría similares en un
libro de texto.
Estas consideraciones también sugieren el uso del aprendizaje colaborativo. A medida que aumenta la carga cognoscitiva, el aprendizaje se vuelve menos eicaz y menos eiciente (Kirschner,
Paas y Kirschner, 2009). En el caso de tareas más complejas, dividir las demandas de procesamiento cognoscitivo entre los individuos reduce la carga cognoscitiva de cada estudiante. Estas
ideas concuerdan con el énfasis que hace el constructivismo en la colaboración entre compañeros
(capítulo 6).
RESUMEN
Las teorías del procesamiento de la información se interesan en la atención, percepción, codiicación,
almacenamiento y recuperación del conocimiento. En el procesamiento de la información inluyen los
avances en las comunicaciones, la tecnología de las computadoras y las neurociencias.
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Teoría del procesamiento de la información
225
Dos inluencias históricas importantes sobre las teorías contemporáneas del procesamiento de la
información son la psicología de la Gestalt y el aprendizaje verbal. Los teóricos de la Gestalt destacaban el papel que desempeña la organización en la percepción y el aprendizaje. Los investigadores del
aprendizaje verbal utilizaban el aprendizaje serial, el recuerdo libre y las tareas de pares asociados.
La investigación del aprendizaje verbal produjo varios hallazgos importantes. Los estudios sobre el
recuerdo libre revelaron que la organización mejora la recuperación y que los individuos imponen su
propia organización cuando no existe ninguna. Una de las principales contribuciones fue el trabajo
sobre la interferencia y el olvido.
El modelo de la memoria de dos almacenes (dual) ha sido extensamente aplicado. La información
ingresa a través de los registros sensoriales. Aunque existe un registro para cada órgano de los sentidos, la mayoría de la investigación se reiere a los registros visual y auditivo. En un momento dado
solamente se puede poner atención a una cantidad limitada de información. La atención puede actuar
como iltro o como una limitación general de la capacidad del sistema humano. Los estímulos que se
atienden se perciben al compararlos con la información de la MLP.
La información entra a la MCP (MT), donde se mantiene a través del repaso y su relación con la
información en la MLP. La información se puede codiicar para ser almacenada en la MLP. La codiicación se facilita mediante la organización, la elaboración, el signiicado y la asociación con esquemas.
La MLP se organiza por contenido y la información se asocia con contenidos relacionados. Los procesos de control supervisan y dirigen el lujo de información a través del sistema.
Otras perspectivas de la memoria la deinen en términos de los niveles de procesamiento, nivel de
activación, conexionismo y procesamiento paralelo distribuido. Cada una de esas teorías tiene ventajas
y desventajas, y es probable que al integrarlas se obtenga una mejor explicación de la memoria.
Los procesos de la atención y la percepción incluyen características críticas, plantillas y prototipos.
Mientras que la MT tiene capacidad y duración limitadas, al parecer la MLP es muy grande. La unidad
básica de conocimiento es la proposición, y las proposiciones se organizan en redes. Existen varios
tipos de conocimiento, como el declarativo, el procedimental y el condicional. Grandes cantidades de
conocimiento procedimental se organizan en sistemas de producción. A su vez, las redes se conectan
mediante la difusión de la activación para incrementar las referencias cruzadas y la transferencia. Para
recuperar el conocimiento es necesario tener acceso a la MLP. Las fallas en la recuperación resultan
del decaimiento de la información o de la interferencia. Es más fácil recuperar la información si existen
claves durante la codiicación (especiicidad de la codiicación).
Un área que ilustra el almacenamiento y la recuperación de información en la MLP es la comprensión del lenguaje, que incluye la percepción, el análisis gramatical y la utilización. Las comunicaciones
son incompletas; los hablantes omiten la información que consideran que los escuchas ya poseen.
Una compresión eicaz del lenguaje exige que los escuchas tengan esquemas y un conocimiento proposicional adecuado para entender el contexto. Para integrar la información en la memoria, los escuchas identiican la información que reciben, la buscan en la MLP y la relacionan con material nuevo.
La comprensión del lenguaje es un aspecto fundamental de la alfabetización y está muy relacionada
con el éxito académico, en especial con las materias que requieren mucha lectura.
Aunque existen muchas evidencias de que la información se almacena en la memoria en forma
verbal (como signiicados), también hay evidencias de que existe el almacenamiento de imágenes. Las
imágenes son representaciones análogas: son similares pero no idénticas a sus referentes. La teoría del
doble código postula que el sistema de imágenes almacena principalmente objetos y acontecimientos
concretos, y que el sistema verbal almacena información más abstracta expresada en forma de lenguaje. Por el contrario, las imágenes se pueden reconstruir en la MT a partir de los códigos verbales
almacenados en la MLP. Las investigaciones sobre el desarrollo demuestran que los niños son más
proclives que los adultos a representar el conocimiento en imágenes, aunque este tipo de representación puede ser utilizada por personas de cualquier edad.
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226
Capítulo 5
Si bien gran parte de las primeras investigaciones sobre el procesamiento de la información eran
muy básicas y se realizaban en laboratorios experimentales, los cientíicos actuales realizan estudios
en ambientes aplicados, especialmente sobre el aprendizaje de contenido académico. Tres aplicaciones a la enseñanza que relejan principios del procesamiento de la información son los organizadores
avanzados, las condiciones del aprendizaje y la carga cognoscitiva.
En la tabla 5.7 se presenta un resumen de los temas de aprendizaje.
Tabla 5.7
Resumen de temas del aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
El aprendizaje o codiicación ocurre cuando la información se almacena en la MLP. Al principio la información
ingresa al sistema de procesamiento a través de un registro sensorial después de ser atendida. Luego se
percibe comparándola con la información contenida en la MLP y se pasa a la MCP (MT). Esta información puede
permanecer activada, transferirse a la MLP o perderse. Algunos factores que ayudan a la codiicación son el
signiicado, la elaboración como la organización y la relación con estructuras de esquemas.
¿Qué papel desempeña la memoria?
La memoria es un componente fundamental del sistema de procesamiento de la información. Existe un debate
acerca de cuántas memorias existen. El modelo clásico postula dos almacenes de memoria: el de la memoria a
corto plazo y el de la memoria a largo plazo. Otras perspectivas plantean que existe una memoria con diferentes
niveles de activación o procesamiento. La memoria recibe información y, a través de redes asociativas, la
relaciona con otro material en la memoria.
¿Qué papel desempeña la motivación?
Con respecto a otras teorías de aprendizaje, la motivación ha recibido menos atención en las teorías del
procesamiento de la información. Según la perspectiva clásica, se puede considerar que los procesos de control
(que dirigen el lujo de información a través del sistema) tienen propiedades motivacionales. Es probable que los
aprendices activen sus procesos cognoscitivos para alcanzar sus metas. Los procesos motivacionales, como las
metas y la autoeicacia, probablemente estén representados en la memoria como proposiciones incluidas en redes.
¿Cómo ocurre la transferencia?
La transferencia se da a través del proceso de difusión de la activación en la memoria, donde la información
está relacionada con otro material, de manera que el recuerdo de la información puede producir el recuerdo de
datos relacionados. Es importante que las claves de aprendizaje se relacionen con la información para que lo
aprendido se asocie con diferentes contextos, habilidades o acontecimientos.
¿Qué procesos participan en la autorregulación?
Los procesos fundamentales para la autorregulación son las metas, las estrategias de aprendizaje, los sistemas
de producción y los esquemas (capítulo 9). Las teorías del procesamiento de la información sugieren que los
estudiantes controlan el procesamiento de la información en sus propios sistemas.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
Las teorías del procesamiento de la información destacan la transformación y el lujo de información a través
del sistema cognoscitivo. Es importante que la información se presente de forma que los estudiantes puedan
relacionar los conocimientos nuevos con el material conocido (signiicativo) y que comprendan los usos de ese
conocimiento. Esto sugiere que el aprendizaje se tendría que estructurar de tal forma que se construya a partir
de los conocimientos existentes y que los individuos puedan comprenderlo claramente. Los profesores también
deben ofrecer organizadores avanzados y claves que los estudiantes puedan utilizar para recuperar
la información cuando la necesiten y reducir la carga cognoscitiva.
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Teoría del procesamiento de la información
227
LECTURAS ADICIONALES
Anderson, J. R. (1996). ACT: A simple theory of complex cognition. American Psychologist, 51,
355-365.
Baddeley, A. D. (2001). Is working memory still working? American Psychologist, 56, 851-864.
Gagné, R. M. (1985). The conditions of learning (4a ed.). Nueva York: Holt, Rinehart & Winston.
Mayer, R. E. (1996). Learners as information processors: Legacies and limitations of educational
psychology´s second metaphor. Educational Psychologist, 31, 151-161.
Riccio, D. C., Rabinowitz, V. C. y Alexrod, S. (1994). Memory: When less is more. American Psychologist,
49, 917-926.
Triesman, A. M. (1992).Perceiving and re-perceiving objects. American Psychologist, 47, 862-875.
Van Merriënboer, J. J. G. y Sweller, J. (2005). Cognitive load theory and complex learning: Recent
developments and future directions. Educational Psychology Review, 14, 331-351.
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Capítulo
6
Constructivismo
Durante una lección de matemáticas de primer grado sobre medición y equivalencia, el profesor pidió a los niños que utilizaran una balanza para determinar cuántos eslabones de plástico
pesaban lo mismo que una arandela metálica. Entonces, el profesor reconoció y aprovechó la
oportunidad para ayudar a Anna, una alumna particularmente empeñosa, a empezar a construir
un concepto rudimentario de lo que es una tasa y una proporción.
Profesor: ¿Cuántos eslabones se necesitan para igualar el peso de una arandela?
Anna:
Cuatro, respondió después de experimentar algunos segundos.
Profesor: Si colocara una arandela más de este lado, ¿cuántos eslabones crees que necesitarías
para equilibrar la balanza?
Anna:
Uno.
Profesor: Haz la prueba.
Anna colocó otro eslabón en la balanza y observó que no se equilibraba. Se sintió confundida
y colocó otro eslabón en la balanza, y luego un tercer eslabón, pero no se equilibró. Después
colocó otro más y logró el equilibrio; sonrió y miró al profesor.
Profesor: ¿Cuántos eslabones se necesitaron para equilibrar una arandela?
Anna:
Cuatro.
Profesor: ¿Y cuántos se necesitaron para equilibrar dos arandelas?
Anna:
(Contando) ocho.
Profesor: Si pusiera otra arandela en este lado, ¿cuántos eslabones más necesitarías para
equilibrar la balanza?
Anna:
(Relexiona y observa inquisitivamente al profesor) cuatro.
Profesor: Haz la prueba.
Anna:
Cada arandela es igual a cuatro eslabones, respondió después de lograr
el equilibrio con cuatro eslabones.
Profesor: Ahora déjame hacerte una pregunta realmente difícil. Si quitara cuatro eslabones
de la balanza, ¿cuántas arandelas debería quitar para equilibrarla?
Anna:
¡Una!
(Brooks y Brooks, 1999, p. 73).
228
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Constructivismo
El constructivismo es una perspectiva psicológica y
ilosóica que sostiene que las personas forman o
construyen gran parte de lo que aprenden y comprenden (Bruning et al., 2004). Una inluencia importante para el surgimiento del constructivismo es la
teoría y la investigación sobre el desarrollo humano,
especialmente las perspectivas de Piaget y Vygotsky.
El desarrollo humano es el tema del capítulo 10, sin
embargo, en este capítulo se estudiarán ambas teorías
porque son la piedra angular del movimiento constructivista. El énfasis que ponen estas teorías en la
construcción del conocimiento es fundamental para
el constructivismo.
En años recientes el constructivismo comenzó a
aplicarse cada vez más al aprendizaje y la enseñanza.
La historia de las teorías del aprendizaje revela que
las inluencias ambientales como explicaciones del
aprendizaje fueron sustituidas por los factores humanos. Este cambio comenzó con el surgimiento de la
psicología cognoscitiva (véase el capítulo 5), que puso
en duda la aseveración del conductismo (véase el capítulo 3) en cuanto a que los estímulos, las respuestas
y las consecuencias eran adecuados para explicar el
aprendizaje. Las teorías cognoscitivas ponen gran énfasis en el procesamiento de información del aprendiz
como una de las principales causas del aprendizaje.
A pesar de la elegancia de las teorías cognoscitivas
del aprendizaje, algunos investigadores creen que
no logran captar la complejidad del aprendizaje humano, lo cual resalta por el hecho de que algunas
perspectivas cognoscitivas utilizan terminología conductual como el “automatismo” del desempeño y la
“formación de conexiones” entre los elementos en
la memoria.
En la actualidad diversos investigadores del
aprendizaje han adoptado una perspectiva más enfocada en los aprendices. En lugar de hablar acerca
de cómo se adquiere el conocimiento, hablan de
cómo se construye. Aunque estos investigadores
diieren en la importancia que ponen en los factores que inluyen en el aprendizaje y en los procesos cognoscitivos de los aprendices, las perspectivas
teóricas que adoptan se podrían agrupar y denominar en general como constructivismo. La forma en
que Anna construye el conocimiento es evidente
en la plática inicial.
229
Este capítulo comienza proporcionando un panorama del constructivismo, el cual incluye la descripción de sus principales supuestos y los diferentes tipos
de teorías constructivistas. Después se describen las
teorías de Piaget y Vygotsky, enfatizando los aspectos
relevantes para el aprendizaje. Se analizan las funciones críticas de los procesos sociales y del discurso privado, para continuar con el estudio de la motivación
desde la perspectiva constructivista. El capítulo concluye con un análisis de los entornos de aprendizaje
constructivistas y de las aplicaciones a la enseñanza
que relejan sus principios.
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector
será capaz de lo siguiente:
n
Analizar los principales supuestos y los diversos
tipos de constructivismo.
n
Resumir los principales procesos de la teoría de
Piaget que se relacionan con el aprendizaje y
algunas de sus implicaciones para la enseñanza.
n
Explicar los principios fundamentales de la teoría
sociocultural de Vygotsky y sus implicaciones para
la enseñanza en la zona de desarrollo próximo.
n
Explicar la función del discurso privado para el
aprendizaje y la autorregulación.
n
Analizar la manera en que la estructura del aula
y las variables TARGET inluye en la motivación
de los estudiantes.
n
Describir cómo se forman las expectativas de los
profesores y cómo pueden afectar su interacción
con los estudiantes.
n
Listar las características fundamentales de los
ambientes de aprendizaje constructivistas, así
como los componentes principales de los principios de la American Psychological Association
(APA) centrados en el aprendiz.
n
Describir la manera en que el aprendizaje por
descubrimiento, la enseñanza por indagación,
el aprendizaje asistido por los pares, las discusiones y los debates se pueden estructurar para
que relejen los principios constructivistas.
n
Explicar cómo los profesores pueden ser más
relexivos y, por lo tanto, mejorar el aprovechamiento de los estudiantes.
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230
Capítulo 6
CONSTRUCTIVISMO. SUPUESTOS Y PERSPECTIVAS
Muchos investigadores y profesionales cuestionan algunos de los supuestos de la psicología cognoscitiva acerca del aprendizaje y la enseñanza, ya que consideran que no explican de manera completa
el aprendizaje y la comprensión de los estudiantes. Los supuestos cuestionables son los siguientes
(Greeno, 1989):
n
El pensamiento reside en la mente más que en la interacción con las personas y las situaciones.
n
Los procesos del aprendizaje y el pensamiento son relativamente uniformes en todas las personas, y algunas situaciones fomentan más el pensamiento de orden superior que otras.
n
El pensamiento deriva del conocimiento y de las habilidades desarrolladas en entornos de enseñanza formal, más que de competencias conceptuales generales que resultan de las propias
experiencias y de habilidades innatas.
Los constructivistas no aceptan estos supuestos debido a las evidencias de que el pensamiento se
lleva a cabo en situaciones y a que las cogniciones son construidas principalmente por las personas
en función de sus experiencias en tales situaciones (Bredo, 1997). Las explicaciones constructivistas
del aprendizaje y el desarrollo destacan las contribuciones de las personas a lo que se aprende. Los
modelos constructivistas sociales resaltan además la importancia de las interacciones sociales en la
adquisición de las habilidades y el conocimiento. Ahora estudiaremos con mayor detalle qué es el
constructivismo, sus supuestos y sus formas.
Panorama
¿Qué es el constructivismo? A diferencia de otras teorías analizadas en este texto, no hay consistencia
acerca del signiicado del constructivismo (Harlow, Cummings y Aberasturi, 2006). En términos estrictos, el constructivismo no es una teoría sino una epistemología o explicación ilosóica acerca de
la naturaleza del aprendizaje (Hyslop-Margison y Strobel, 2008; Simpson, 2002). Como vimos en el
capítulo 1, una teoría es una explicación cientíicamente válida del aprendizaje. Las teorías permiten
que se generen hipótesis y que se pongan a prueba. El constructivismo no propone que existan principios del aprendizaje que se deban descubrir y poner a prueba, sino que las personas crean su propio
aprendizaje. Los lectores interesados en explorar las raíces históricas y ilosóicas del constructivismo
deberán referirse a Bredo (1997) y a Packer y Goicochea (2000).
Sin embargo, el constructivismo hace predicciones generales que se pueden poner a prueba.
Aunque, como dichas predicciones son generales, están sujetas a diferentes interpretaciones, las cuales podrían ser objetos de investigación. Un ejemplo de esto es la pregunta, ¿qué signiica que los
aprendices construyen su propio aprendizaje?
Los teóricos constructivistas rechazan la idea de que existen verdades cientíicas y esperan el descubrimiento y la veriicación; argumentan que ninguna airmación se puede considerar verdadera, y
que, en vez de eso, se deben observar con una duda razonable. El mundo se puede construir mentalmente de muchas formas diferentes, de manera que ninguna teoría posee la verdad. Esto se aplica incluso al constructivismo: hay muchas variedades y ninguna versión debe ser considerada más correcta
que otra (Derry, 1996; Simpson, 2002).
En lugar de considerar el conocimiento como verdadero, los constructivistas lo deinen como
una hipótesis de trabajo. El conocimiento no es impuesto desde el exterior de las personas sino que
se forma dentro de ellas. Las construcciones de una persona son verdaderas para ella, pero no necesariamente para los demás. Esto se debe a que las personas producen conocimientos con base en
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Constructivismo
231
sus creencias y experiencias en las situaciones (Cobb y Bowers, 1999), las cuales diieren de una persona a otra. Así, todo el conocimiento es subjetivo y personal, y es producto de nuestras cogniciones
(Simpson, 2002). El aprendizaje está situado en contextos (Bredo, 2006).
Supuestos. El constructivismo resalta la interacción de las personas y las situaciones en la adquisición
y perfeccionamiento de las habilidades y los conocimientos (Cobb y Bowers, 1999). El constructivismo contrasta con las teorías del condicionamiento que hacen hincapié en la inluencia del entorno
sobre la persona, así como con las teorías del procesamiento de la información que consideran que el
aprendizaje ocurre en la mente y ponen poca atención al contexto. Con la teoría cognoscitiva social
comparte el supuesto de que las personas, las conductas y los ambientes interactúan de forma recíproca (Bandura, 1986, 1997).
Un supuesto fundamental del constructivismo es que las personas son aprendices activos y desarrollan el conocimiento por sí mismas (Geary, 1995). Para entender bien el material, los aprendices
deben descubrir los principios básicos, como lo hizo Anna en la conversación inicial. Los constructivistas diieren en el grado en el que adjudican esta función a los aprendices. Algunos creen que las
estructuras mentales se vuelven un relejo de la realidad, mientras que otros, los constructivistas radicales, consideran que la única realidad que existe es el mundo mental del individuo. Los constructivistas también diieren en el grado en que adjudican la construcción del conocimiento a las interacciones
sociales con los profesores, compañeros, padres y otros (Bredo, 1997).
Muchos de los principios, conceptos e ideas que se analizan en este texto relejan la perspectiva del constructivismo, incluyendo el procesamiento cognoscitivo, las expectativas, los valores y las
percepciones de uno mismo y de los demás (Derry, 1996). De esta manera, aunque pareciera que
el constructivismo tiene poco tiempo en el escenario del aprendizaje, su premisa básica de que los
aprendices construyen el conocimiento subyace a muchos principios del aprendizaje. Éste es el aspecto epistemológico del constructivismo. Algunas ideas constructivistas no están tan desarrolladas
como las de otras teorías que estudiamos en este libro, pero el constructivismo ha inluido en la teoría
y la investigación del aprendizaje y el desarrollo.
El constructivismo también ha inluido en el pensamiento educativo acerca del currículo y
la instrucción, ya que subraya el énfasis en el currículo integrado, según el cual los alumnos
estudian un tema desde múltiples perspectivas. Por ejemplo, al estudiar los globos aerostáticos,
los alumnos podrían leer y escribir acerca de ellos, aprender nuevas palabras de vocabulario
relacionadas con ellos, visitar un lugar en el que haya globos de este tipo (práctica), estudiar
los principios cientíicos involucrados con ellos, dibujarlos y aprender canciones sobre ellos. Las
ideas de los constructivistas también se encuentran en muchas normas profesionales e inluyen
en el diseño del currículo en la instrucción, igual que en los principios centrados en el aprendiz
que fueron desarrollados por la American Psychological Association (APA), los cuales se analizarán
más adelante.
Otro supuesto del constructivismo es que los profesores no deben enseñar en el sentido tradicional de dar instrucción a un grupo de estudiantes, sino que más bien deben estructurar situaciones
en las que los estudiantes participen de manera activa con el contenido a través de la manipulación
de los materiales y la interacción social. La manera en que el profesor estructuró la lección permitió
que Anna construyera su comprensión. Algunas actividades incluyen la observación de fenómenos, la
recolección de datos, la generación y prueba de hipótesis, y el trabajo colaborativo con otros individuos. Los grupos visitan lugares fuera del aula. Los profesores de diferentes disciplinas planean juntos
el programa de estudios; enseñan a los estudiantes a autorregularse y a participar activamente en su
aprendizaje estableciendo metas, vigilando y evaluando su progreso y explorando sus intereses para
adelantarse a los requisitos básicos (Bruning et al., 2004; Geary, 1995).
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232
Capítulo 6
Tabla 6.1
Perspectivas constructivistas.
Perspectiva
Premisas
Exógena
La adquisición de conocimiento representa una reconstrucción del mundo externo. El
mundo inluye en las creencias a través de las experiencias, la exposición a modelos
y la enseñanza. El conocimiento es preciso en la medida que releje la realidad
externa.
Endógena
El aprendizaje se deriva del conocimiento adquirido con anterioridad y no
directamente de las interacciones con el ambiente. El conocimiento no es un espejo
del mundo exterior, sino que se desarrolla a través de la abstracción cognoscitiva.
Dialéctica
El conocimiento se deriva de las interacciones entre las personas y sus entornos. Las
construcciones no están ligadas invariablemente al mundo externo ni por completo al
funcionamiento de la mente. El conocimiento, más bien, releja los resultados de las
contradicciones mentales que se generan al interactuar con el entorno.
Perspectivas
El constructivismo no es un solo punto de vista, sino que tiene diferentes perspectivas (tabla 6.1;
Bruning et al., 2004; Moshman, 1982; Phillips, 1995). El constructivismo exógeno se reiere a la idea
de que la adquisición del conocimiento representa una reconstrucción de las estructuras que existen
en el mundo externo. Este punto de vista sugiere una fuerte inluencia del mundo externo sobre
la construcción del conocimiento, como las experiencias, la enseñanza y la exposición a modelos.
El conocimiento es preciso en la medida en que releje la realidad. Las teorías contemporáneas del
procesamiento de la información relejan esta idea; por ejemplo, la de esquemas, la de producciones
y la de redes de memoria (véase el capítulo 5).
En contraste, el constructivismo endógeno destaca la coordinación de las acciones cognoscitivas
(Bruning et al., 2004). Las estructuras mentales se crean a partir de estructuras anteriores y no directamente de la información que proviene del ambiente; por lo tanto, el conocimiento no es un espejo
del mundo externo que se adquiere por medio de las experiencias, la enseñanza o las interacciones
sociales. El conocimiento se desarrolla a través de la actividad cognoscitiva de la abstracción y sigue
una secuencia generalmente predecible. La teoría de Piaget (1970) sobre el desarrollo cognoscitivo,
que se estudiará más adelante, releja este marco de referencia.
Entre estos extremos se encuentra el constructivismo dialéctico, el cual sostiene que el conocimiento se deriva de las interacciones entre las personas y sus entornos. Las construcciones no están
ligadas invariablemente al mundo externo ni son el resultado único del funcionamiento de la mente;
más bien, relejan los resultados de las contradicciones mentales que se generan al interactuar con
el ambiente. Esta perspectiva se ha alineado con muchas teorías contemporáneas. Por ejemplo, es
compatible con la teoría cognoscitiva social de Bandura (1986) (véase el capítulo 4) y con muchas
teorías de la motivación (véase el capítulo 8). El constructivismo dialéctico también es conocido como
constructivismo cognoscitivo (Derry, 1996). Las teorías del desarrollo de Bruner (véase el capítulo 10) y
Vygotsky, que se analizarán más adelante, también destacan la inluencia del entorno social.
Cada una de estas perspectivas tiene méritos y es potencialmente útil para la investigación y la
enseñanza. Los puntos de vista exógenos son apropiados cuando lo que nos interesa es determinar
el grado de exactitud con el cual los aprendices perciben la estructura del conocimiento dentro de un
área. La perspectiva endógena es relevante para explorar de qué manera los aprendices pasan de ser
novatos a adquirir mayores niveles de competencia (véase el capítulo 7). La perspectiva dialéctica es
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Constructivismo
233
útil para diseñar intervenciones que desafíen el pensamiento de los niños y para la investigación que
busca explorar la eicacia de las inluencias sociales, como la exposición a modelos y la colaboración
entre pares.
Cognición situada
Una premisa central del constructivismo es que los procesos cognoscitivos, incluyendo el pensamiento y
el aprendizaje, están situados, es decir, localizados, en contextos físicos y sociales (Anderson, Reder
y Simon, 1996; Cobb y Bowers, 1999; Greeno et al., 1998). La cognición situada (o aprendizaje
situado) implica las relaciones entre una persona y una situación; los procesos cognoscitivos no residen sólo en la mente (Greeno, 1989).
La idea de la interacción entre la persona y la situación no es nueva. La mayoría de las teorías
contemporáneas del aprendizaje y el desarrollo asumen que las creencias y el conocimiento se forman
a medida que las personas interactúan en situaciones. Este planteamiento contrasta con el modelo
clásico del procesamiento de la información que destaca el procesamiento y el movimiento de información a través de las estructuras mentales, por ejemplo, los registros sensoriales, la MT y la MLP
(véase el capítulo 5). El procesamiento de la información le resta importancia a las situaciones una vez
que se reciben los estímulos ambientales. La investigación en diversas disciplinas, incluyendo la psicología cognoscitiva, el aprendizaje cognoscitivo social y las áreas de contenido (como la lectura y las
matemáticas) muestran que la perspectiva de la teoría del procesamiento de la información es limitada
y que el pensamiento implica una extensa relación recíproca con el contexto (Bandura, 1986; Cobb y
Bowers, 1999; Derry, 1996; Greeno, 1989).
La investigación destaca la importancia de explorar la cognición situada como un medio para
comprender la manera en que se desarrolla la competencia en áreas como lectoescritura, matemáticas
(como observamos en la viñeta inicial) y ciencias (Cobb, 1994; Cobb y Bowers, 1999; Driver, Asoko,
Leach, Mortimer y Scott, 1994; Lampert, 1990; capítulo 7). La cognición situada también es relevante
para la motivación, como se verá en este capítulo y en el 8). Como ocurre con el aprendizaje, la motivación no es un estado completamente interno, como lo plantean las perspectivas clásicas, o dependiente sólo del entorno, como sugieren las teorías del reforzamiento (véase el capítulo 3). En vez de
eso, la motivación depende de la actividad cognoscitiva en interacción con factores socioculturales y
de instrucción, la cual incluye el lenguaje y ciertas formas de apoyo, como el andamiaje (Sivan, 1986).
La cognición situada considera la idea intuitiva de que muchos procesos interactúan para producir
el aprendizaje. Sabemos que la motivación y la instrucción están vinculadas: una buena instrucción
puede aumentar la motivación para aprender, y los aprendices motivados buscan ambientes de enseñanza eicaces (Schunk, 1995). Otra ventaja de la perspectiva de la cognición situada es que conduce
a los investigadores a explorar la cognición en contextos de aprendizaje auténtico, como escuelas,
lugares de trabajo y hogares, muchos de los cuales incluyen tutorías y grupos de aprendizaje.
La investigación sobre la eicacia del aprendizaje situado es reciente, pero sus resultados son prometedores. Grifin (1995) comparó la enseñanza tradicional (en el aula) para la interpretación de mapas
con un método de aprendizaje situado en el que estudiantes universitarios practicaban esta habilidad en
los lugares reales descritos en los mapas. Cuando se aplicó una evaluación sobre la interpretación de
mapas, el grupo de aprendizaje situado se desempeñó mejor que el que aprendió dicha habilidad en el
aula. Aunque Grifin no encontró ventajas del aprendizaje situado en la transferencia, los resultados de
los estudios de este tipo de aprendizaje deberían poder generalizarse a contextos similares.
La idea del aprendizaje situado también es relevante para la forma en que ocurre el aprendizaje
(Greeno et al., 1998). Los estudiantes que fueron expuestos a cierto procedimiento para aprender una
materia experimentaron la cognición situada para ese método; en otras palabras, aprendieron que esa
es la forma en que se aprende este contenido. Por ejemplo, si un profesor de matemáticas enseña
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234
Capítulo 6
esta materia a los estudiantes, de manera repetida y didáctica, y al efectuarlo no sólo las explica sino
que también las demuestra, y después hace que las practiquen de manera independiente poniéndolos
a resolver problemas en clase, entonces el aprendizaje de las matemáticas se podría situar en este
contexto. Los mismos alumnos podrían tener diicultades para adaptarse a un nuevo profesor que favorece el uso del descubrimiento guiado, como el de la plática inicial, mediante grupos colaborativos
de pares.
La implicación para la instrucción es que los métodos de enseñanza deben relejar los resultados
que deseamos en nuestros estudiantes. Si estamos tratando de enseñarles habilidades de indagación,
la instrucción debe incorporar actividades que la incluyan. El método y el contenido deben situarse
de manera adecuada.
La cognición situada se ajusta bien a la idea constructivista de que el contexto es una parte inherente del aprendizaje. Se ha demostrado que esta idea es especialmente válida en ciertas áreas (véase
el capítulo 7). Sin embargo, extender demasiado la idea del aprendizaje situado podría ser un error.
Como Anderson, Reder y Simon (1996) demostraron, existe una enorme cantidad de evidencia empírica para la independencia contextual del aprendizaje y la transferencia del aprendizaje entre contextos. Necesitamos más información sobre cuáles tipos de aprendizaje son mejores cuando se vinculan
irmemente con el contexto y cuándo es mejor enseñar habilidades más generales y después mostrar
cómo se pueden aplicar en diferentes contextos.
CONTRIBUCIONES Y APLICACIONES
Dado lo novedoso del constructivismo, la investigación que explora los supuestos constructivistas
acerca del aprendizaje aún se encuentra en sus primeras etapas. Otro factor que diiculta determinar
las contribuciones del constructivismo es que todavía no cuenta con un método uniicado que ofrezca
hipótesis especíicas que se puedan someter a prueba. Bereiter (1994) señaló que la airmación de
que “los estudiantes construyen su propio conocimiento” no es falsa, sino que es parte de todas las
teorías cognoscitivas del aprendizaje. Las teorías cognoscitivas consideran la mente como un depósito
de creencias, valores, expectativas, esquemas y otros elementos, de manera que cualquier explicación
plausible de cómo esos pensamientos y sentimientos llegan a residir en la mente debe asumir que se
forman ahí. Por ejemplo, la teoría cognoscitiva social destaca el papel que las expectativas (como la
autoeicacia y los resultados) y las metas desempeñan en la formación de creencias y cogniciones, las
cuales no surgen de la nada, sino que son construidas por los aprendices.
A la larga será necesario evaluar el constructivismo, pero no para determinar si sus premisas son
verdaderas o falsas, sino para determinar el proceso mediante el cual los estudiantes construyen el conocimiento, así como la manera en que los factores sociales, el desarrollo y la enseñanza inluyen en él.
También es necesario investigar en qué momento las inluencias situacionales ejercen su mayor efecto
en los procesos mentales. Una desventaja de muchas formas de constructivismo es su énfasis en el
relativismo (Phillips, 1995), o la idea de que todas las formas de conocimiento son justiicables porque
son construidas por los aprendices, especialmente si relejan el consenso social. Los educadores no
pueden aceptar esta premisa porque la educación demanda el inculcar valores como la honestidad,
la justicia y la responsabilidad en los estudiantes, sin importar si los grupos sociales los consideran o
no importantes.
Asimismo, es probable que la naturaleza limite nuestro pensamiento más de lo que estamos
dispuestos a admitir. Las investigaciones sugieren que algunas habilidades matemáticas, como la correspondencia uno a uno y la capacidad para contar, no se construyen, sino que están determinadas
genéticamente (Geary, 1995; Gelman y Gallistel, 1978; capítulo 7). Lejos de ser relativas, es probable
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Constructivismo
235
que algunas formas de conocimiento sean universalmente endógenas. La adquisición de otras competencias, como multiplicar y procesar palabras, requiere estímulos ambientales. Tal vez el constructivismo, con su énfasis en la mínima guía educativa, resta importancia a las estructuras cognoscitivas
humanas, y es probable que los métodos de enseñanza que tienen más repercusión en estas estructuras cognoscitivas en realidad produzcan un mejor aprendizaje (Kirschner, Sweller y Clark, 2006).
La investigación ayudará a establecer el alcance de los procesos constructivistas en la secuencia de
adquisición de habilidades, así como la forma en que esos procesos cambian en función del desarrollo
(Muller, Sokol y Overton, 1998).
El constructivismo tiene importantes implicaciones para la enseñanza y el diseño curricular
(Phillips, 1995). Las recomendaciones más directas son involucrar a los estudiantes de manera activa
en su aprendizaje y proporcionarles experiencias que desafíen su pensamiento y los obliguen a reorganizar sus creencias. El constructivismo también respalda el énfasis actual en la enseñanza relexiva,
que se analizará más adelante en este capítulo. Las perspectivas constructivistas sociales, como la de
Vygotsky, resaltan la utilidad del aprendizaje en grupos sociales y la colaboración entre pares (Ratner,
Foley y Gimpert, 2002). Cuando los estudiantes actúan como modelos y observadores entre sí, no
solamente enseñan habilidades, sino que experimentan una mayor autoeicacia para el aprendizaje
(Schunk, 1995). En la aplicación 6.1 se ofrecen aplicaciones del constructivismo. Ahora examinaremos
más a fondo el constructivismo y sus aplicaciones al aprendizaje humano.
APLICACIÓN 6.1
Constructivismo y enseñanza
El constructivismo recomienda un currículo integrado y que los profesores utilicen los materiales
de manera que los aprendices participen de forma
activa. Kathy Stone aplica varias ideas constructivistas en su grupo de tercer grado utilizando unidades
integradas. En otoño imparte una unidad sobre las
calabazas. En ciencias sociales los niños aprenden
en dónde se cultivan las calabazas y los productos que se elaboran con ellas. También aprenden
cómo se han usado a lo largo de la historia y los
beneicios que proporcionaron a los primeros pobladores de Estados Unidos.
Kathy lleva a su grupo de excursión a una
huerta de calabazas, donde los estudiantes aprenden cómo se cultivan. Cada alumno elige una calabaza y la lleva al salón de clases, con lo que la
convierte en una valiosa herramienta de aprendi-
zaje. En la clase de matemáticas, los estudiantes
calculan cuánto mide y cuánto pesa; luego dibujan una gráfica en grupo en la que comparan
el tamaño, el peso, la forma y el color de sus
calabazas. También calculan el número de semillas de la calabaza de la profesora y las cuentan cuando la abre. En otra actividad en grupo
los estudiantes hacen pan de calabaza. En la
clase de artes diseñan una forma y, con la ayuda de la profesora, la esculpen en su calabaza.
Para la clase de literatura escriben una historia y
una carta de agradecimiento para el dueño de la
huerta. En la clase de ortografía Kathy utiliza las
palabras que aprendieron al estudiar las calabazas. Estos ejemplos ilustran la forma en que la
docente integra el estudio de las calabazas en
su programa de estudios.
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236
Capítulo 6
TEORÍA DE PIAGET EN EL DESARROLLO COGNOSCITIVO
En sus inicios, la teoría de Piaget tuvo poco impacto, pero gradualmente fue adquiriendo un lugar
importante en el campo del desarrollo humano. Esta teoría abarca muchos tipos de desarrollo y es
compleja; un resumen completo de ella rebasa el alcance de este libro. Los lectores interesados deben
consultar otras fuentes (Brainerd, 2003; Furth, 1970; Ginsburg y Opper, 1988; Meece, 2002; Phillips,
1969; Piaget, 1952, 1970; Piaget e Inhelder, 1969; Wadsworth, 1996). A continuación se presenta una
exposición concisa de los puntos más relevantes para el constructivismo y el aprendizaje. Aunque la
teoría del desarrollo cognoscitivo de Piaget ya no es una de las más aceptadas, sigue siendo importante y presenta varias implicaciones útiles para la enseñanza y el aprendizaje.
Procesos del desarrollo
Equilibrio. Según Piaget, el desarrollo cognoscitivo depende de cuatro factores: la madurez biológica,
la experiencia con el ambiente físico, la experiencia con el entorno social y el equilibrio. Los primeros
tres se explican por sí mismos, pero sus efectos dependen del cuarto. El equilibrio es el impulso biológico de producir un estado óptimo de equilibrio (o adaptación) entre las estructuras cognoscitivas y el
ambiente (Duncan, 1995). El equilibrio es el factor central y la fuerza motivadora detrás del desarrollo
cognoscitivo; coordina las acciones de los otros tres factores y permite que haya congruencia entre las
estructuras mentales internas y la realidad ambiental externa.
Para ilustrar cómo funciona el equilibrio, considere a Allison, una niña de seis años de edad,
que está viajando en automóvil con su padre. Ellos viajan a 65 millas por hora, y aproximadamente
a 100 yardas adelante de ellos se encuentra otro automóvil, al que han estado siguiendo durante un
tiempo a una distancia que ha permanecido constante. El padre señala el automóvil y le pregunta a
Allison: “¿Cuál automóvil va más rápido, el nuestro o el de adelante?, ¿o vamos a la misma velocidad?” Allison responde que el otro automóvil va más rápido. Cuando su padre le pregunta por qué,
responde: “Porque está enfrente de nosotros”. Si el padre de Allison le dijera “En realidad vamos a la
misma velocidad”, crearía un conlicto en ella, quien cree que el otro automóvil va más rápido pero
recibe un estímulo ambiental que le genera un conlicto, el cual podría resolver utilizando uno de los
dos procesos componentes del equilibrio: la asimilación y la acomodación. La asimilación consiste
en ajustar la realidad externa a la estructura cognoscitiva existente. Cuando interpretamos, deinimos
y encuadramos alteramos la naturaleza de la realidad para ajustarla a nuestra estructura cognoscitiva.
Para asimilar la información, Allison podría alterar la realidad pensando que su papá está bromeando
o que quizá en ese momento los dos automóviles van a la misma velocidad pero que anteriormente
el otro automóvil iba más rápido.
La acomodación consiste en cambiar las estructuras internas para lograr que sean congruentes
con la realidad externa. Acomodamos cuando adaptamos nuestras ideas para darle sentido a la realidad. Para acomodar su sistema de creencias (estructuras) a la nueva información, Allison le creería
a su padre sin entender por qué, o podría cambiar su sistema de creencias para incluir la idea de
que no todos los automóviles que van adelante de ellos conducen a la misma velocidad que el que
les sigue.
La asimilación y la acomodación son procesos complementarios. Mientras la realidad se asimila,
las estructuras se acomodan.
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Constructivismo
Tabla 6.2
Etapas del desarrollo cognoscitivo de Piaget.
Etapa
Rango de edad aproximado (años)
Sensoriomotriz
Nacimiento-2
Preoperacional
2a7
Operacional concreta
7 a 11
Operacional formal
11 en adelante
237
Etapas. A partir de sus investigaciones, Piaget concluyó que el desarrollo cognoscitivo de los niños
seguía una secuencia ija. El patrón de operaciones que el niño puede realizar podría considerarse
como un nivel o etapa. Cada nivel o etapa se deine por la manera en que el niño ve el mundo. Piaget
y otras teorías que incluyen etapas suponen ciertas cosas (véase el capítulo 10):
n
Las etapas son discretas, separadas y cualitativamente diferentes. El paso de una etapa a otra no
es una cuestión de mezcla gradual o de fusión continua.
n
El desarrollo de las estructuras cognoscitivas depende del desarrollo previo.
n
Aunque el orden del desarrollo de las estructuras no varía, la edad en la que se pasa por una
etapa en particular varía de una persona a otra. Las etapas no deben equipararse a las edades.
En la tabla 6.2 se muestra cómo describió Piaget la progresión de sus etapas. Se ha escrito mucho
acerca de ellas y existen muchas publicaciones cientíicas sobre cada una. Aquí sólo se describen
brevemente; los lectores que deseen profundizar en el tema deben consultar otras fuentes (Brainerd,
2003; Byrnes, 1996; Meece, 2002; Wadsworth, 1996).
En la etapa sensoriomotriz las acciones de los niños son espontáneas y representan un intento por
entender el mundo. La comprensión se basa en las acciones presentes; por ejemplo, una pelota es para
lanzarla y una botella es para chuparla. El periodo se caracteriza por cambios rápidos; un niño de dos
años de edad es muy diferente de un bebé en lo que se reiere a su desarrollo cognoscitivo. Los niños
equilibran de manera activa, aunque lo hacen a nivel primitivo. Las estructuras cognoscitivas se construyen y alteran, y la motivación para hacer esto es interna. El concepto de motivación de efectancia
(motivación de dominio; capítulo 8) es importante para los niños en la etapa sensoriomotriz. A inales
de este periodo los niños han alcanzado un desarrollo cognoscitivo suiciente para avanzar a un nuevo
pensamiento simbólico-conceptual, característico de la etapa preoperacional (Wadsworth, 1996).
En la etapa preoperacional, los niños son capaces de imaginar el futuro y de relexionar acerca del
pasado, aunque su percepción permanece muy orientada hacia el presente. Estos niños pueden creer
que en una ila de 10 monedas hay más monedas que en una pila de 10 monedas. Más aún, siguen sin
tener la capacidad de pensar en más de una dimensión al mismo tiempo; por lo tanto, si se concentran
en la longitud, pueden pensar que un objeto largo, como una vara, es más grande que uno corto, por
ejemplo un ladrillo, aun cuando este último sea más ancho y profundo. Los niños en etapa preoperacional demuestran irreversibilidad, es decir, creen que una vez que se hace algo a las cosas, ya no se
puede cambiar, por ejemplo, pueden creer que una vez que se aplasta una caja, ya no puede volver
a tomar la forma de una caja. También muestran diicultades para distinguir la fantasía de la realidad.
Los personajes de las caricaturas les parecen tan reales como las personas. Este periodo se caracteriza
por un rápido desarrollo del lenguaje y porque los niños se vuelven menos egocéntricos, se dan cuenta
de que los otros pueden pensar y sentir de forma diferente que ellos.
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238
Capítulo 6
La etapa de operaciones concretas se caracteriza por un arcado crecimiento cognoscitivo, es un
periodo muy formativo en la escuela, ya que el lenguaje y la adquisición de las habilidades básicas
de los niños se aceleran de forma drástica. Los niños empiezan a manifestar cierto pensamiento abstracto, aunque por lo general se deine mediante las propiedades o las acciones, por ejemplo, ser
honesto es devolver el dinero a la persona que lo perdió. En esta etapa los niños maniiestan un pensamiento menos egocéntrico y un lenguaje cada vez más social; también adquieren el pensamiento
de reversibilidad, junto con la capacidad de clasiicar y de formar series, conceptos que son esenciales para la adquisición de las habilidades matemáticas. El pensamiento operacional concreto ya no es
dominado por la percepción; los niños se basan en sus experiencias y no siempre son inluidos por
lo que perciben.
La etapa de operaciones formales amplía el pensamiento operacional concreto. Los niños ya no se
enfocan exclusivamente en lo tangible, ahora son capaces de pensar en situaciones hipotéticas. Las
capacidades de razonamiento mejoran y los niños piensan en múltiples dimensiones y en propiedades
abstractas. El egocentrismo surge en los adolescentes cuando comparan la realidad con lo ideal; en
consecuencia, a menudo muestran un pensamiento idealista.
Las etapas de Piaget han sido criticadas en muchos aspectos (Byrnes, 1996). Un problema es que
los niños con frecuencia captan las ideas y son capaces de realizar operaciones más pronto de lo
que Piaget plantea. Otro problema es que el desarrollo cognoscitivo en las diferentes áreas no suele
ser similar; pocas veces un niño piensa en las formas típicas de una etapa con respecto a todas las
cosas (matemáticas, ciencias, historia). Lo mismo ocurre con los adultos, que podrían comprender el
mismo tema de forma muy diferente. Por ejemplo, algunos adultos piensan en el béisbol en términos
preoperacionales, (“golpear la pelota y correr”), otros lo analizan en formas operacionalmente concretas (“¿Qué hago en las diferentes situaciones?”), y otros pueden razonar utilizando operaciones formales (“Explícame por qué una bola curva viaja formando una curva”). Sin embargo, como un marco de
referencia general, las etapas describen los patrones de pensamiento que tienden a ocurrir, lo cual es
útil para los educadores, los padres y otros profesionales que trabajan con niños.
Mecanismos de aprendizaje. El equilibrio es un proceso interno (Duncan, 1995). Como tal, el desarrollo
cognoscitivo únicamente se puede dar cuando, a través del equilibrio, se busca resolver el desequilibrio o conlicto cognoscitivo que surge en el momento en que las creencias del niño no coinciden con
la realidad observada, es decir, cuando ocurre un suceso que modiica sus estructuras cognoscitivas.
El equilibrio trata de resolver el conlicto mediante la asimilación y la acomodación.
Piaget pensaba que el desarrollo se daba de manera natural a través de las interacciones habituales con los entornos físico y social. El impulso para los cambios en el desarrollo es interno. Los factores ambientales son extrínsecos; pueden inluir en el desarrollo pero no dirigirlo. Esta cuestión tiene
profundas implicaciones para la educación, ya que sugiere la posibilidad de que la enseñanza cause
muy poco impacto sobre el desarrollo. Los profesores pueden organizar el ambiente para provocar un
conlicto, pero no predecir cómo un niño en especíico lo resolverá.
Por lo tanto, el aprendizaje ocurre cuando los niños experimentan un conlicto cognoscitivo y lo
asimilan o acomodan para construir o modiicar sus estructuras internas. Sin embargo, es importante
señalar que el conlicto no debe ser demasiado grande, ya que si lo fuera no se desencadenaría el
equilibrio. El aprendizaje es óptimo cuando el conlicto es pequeño, sobre todo cuando los niños se
encuentran en la transición entre dos etapas. Para que la información promueva un cambio estructural
(acomodación), es necesario haberla comprendido parcialmente (asimilación). La estimulación del
ambiente para facilitar el cambio debe tener un efecto despreciable, a menos que se haya iniciado la
transición a la etapa crítica, de modo que el conlicto se pueda resolver con éxito mediante el equilibrio. Por consiguiente, el aprendizaje es limitado por las restricciones del desarrollo (Brainerd, 2003).
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Constructivismo
239
Las evidencias cientíicas sobre el conlicto cognoscitivo no respaldan mucho el planteamiento de
Piaget (Zimmerman y Blom, 1983a, 1983b; Zimmerman y Whitehurst, 1979). Rosenthal y Zimmerman
(1978) resumieron los datos de varios estudios que revelaban que los niños en la etapa preoperacional
son capaces de dominar tareas operacionales concretas mediante una enseñanza que involucre explicaciones verbales y demostraciones modeladas. Según la teoría de Piaget, esto no podría ocurrir a
menos que el niño se encuentre en la transición hacia otra etapa, un momento en el cual el conlicto
cognoscitivo se encontraría a un nivel razonable.
Los cambios de pensamiento de los niños característicos de las etapas parecen estar vinculados
con cambios más graduales en la atención y el procesamiento cognoscitivo (Meece, 2002). Así, es
probable que los niños no demuestren los niveles de comprensión de una etapa piagetiana por varias
razones, como la falta de atención hacia los estímulos relevantes, la codiicación inadecuada de la
información, la incapacidad para relacionar información con los conocimientos previos o el uso de
medios ineicaces para recuperar la información (Siegler, 1991). Cuando se enseña a los niños a utilizar los procesos cognoscitivos de manera más eicaz, a menudo pueden realizar las tareas en niveles
cognoscitivos más elevados.
La teoría de Piaget es constructivista porque supone que los niños establecen sus propios conceptos sobre el mundo para darle sentido (Byrnes, 1996). Estos conceptos no son innatos, sino que
los niños los adquieren a través de sus experiencias normales. El niño no recibe La información del
entorno (incluyendo las personas) de manera automática, sino que la procesa de acuerdo con las estructuras mentales que ya posee. Los niños le dan un sentido a su ambiente y construyen la realidad
con base en sus capacidades actuales. A su vez, esos conceptos básicos se convierten en perspectivas
más soisticadas a través de la experiencia.
Implicaciones para la enseñanza
Piaget consideraba que el desarrollo cognoscitivo no se puede enseñar, aunque algunas investigaciones demuestran que es posible acelerarlo (Zimmerman y Whitehurst, 1979). La teoría y la investigación
tienen ciertas implicaciones para la enseñanza (tabla 6.3).
Comprender el desarrollo cognoscitivo. Los profesores se beneician cuando comprenden en qué
niveles están funcionando sus estudiantes. No debemos esperar que todos los alumnos de un grupo
operen al mismo nivel. Muchas tareas piagetianas son fáciles de asignar (Wadsworth, 1996). Los profesores pueden tratar de determinar los niveles y ajustar su enseñanza a ellos. Los estudiantes que parezcan estar experimentando la transición a otra etapa pueden aprovechar la enseñanza en el siguiente
grado de diicultad, ya que así el conlicto no será demasiado grande para ellos.
Mantener activos a los estudiantes. Piaget criticó el aprendizaje pasivo. Los niños necesitan ambientes
estimulantes que les permitan explorar de forma activa y que incluyan actividades prácticas. Este tipo
de enseñanza facilita la construcción activa del conocimiento.
Tabla 6.3
Implicaciones de la teoría de Piaget para la educación.
n
Comprender el desarrollo cognoscitivo.
n
Mantener activos a los estudiantes.
n
Provocar incongruencia.
n
Fomentar la interacción social.
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Capítulo 6
APLICACIÓN 6.1
Piaget y la educación
En cualquier grado escolar, los docentes deben
evaluar el nivel de desarrollo de sus estudiantes
antes de planear sus lecciones; deben saber cómo
piensan sus alumnos para provocarles un conlicto
cognoscitivo a un nivel razonable, de modo que
puedan resolverlo a través de la asimilación y la
acomodación. Kathy Stone, por ejemplo, suele tener estudiantes que operan tanto a nivel preoperacional como a nivel de operaciones concretas, y
esto implica que una lección no es suiciente para
una unidad especíica. Además, como algunos de
los niños captan las operaciones con mayor rapidez que otros, necesita organizar actividades enriquecedoras para sus lecciones.
Al planear las unidades para su clase de
historia, Jim Marshall incluye componentes que
requieren una comprensión básica, y otros que
necesitan del razonamiento abstracto. Por consiguiente, incorpora actividades que exigen respuestas de hechos, así como actividades que no
tienen respuestas correctas o incorrectas pero que
requieren que los estudiantes piensen de forma
abstracta y construyan sus ideas a través de juicios razonados basados en datos. Para los estudiantes que aún no operan plenamente a nivel
operacional formal, los componentes que necesitan del razonamiento abstracto suelen producir
el conlicto cognoscitivo deseado y fomentan un
nivel de pensamiento más elevado. En el caso de
los alumnos que ya operan a nivel operacional
formal, las actividades de razonamiento continúan
planteando desafíos.
Provocar incongruencia. El desarrollo ocurre solamente cuando los estímulos ambientales no se ajustan a las estructuras cognoscitivas de los estudiantes. El material no debe ser demasiado fácil de asimilar, pero tampoco tan difícil como para impedir la acomodación. También se puede fomentar la
incongruencia permitiendo a los alumnos resolver problemas que los lleven a respuestas incorrectas.
La teoría de Piaget no establece que el niño siempre deba tener éxito; la retroalimentación del profesor
que indica una respuesta correcta puede fomentar el desequilibrio.
Fomentar la interacción social. Aunque la teoría de Piaget sostiene que el desarrollo se puede dar sin
la interacción social, el entorno social es siempre una fuente fundamental para el desarrollo cognoscitivo. Las actividades que fomentan las interacciones sociales son útiles. El hecho de aprender que
los demás tienen diferentes puntos de vista ayuda a que los niños se vuelvan menos egocéntricos. En
la aplicación 6.2 se presentan formas en que los profesores podrían ayudar a fomentar el desarrollo
cognoscitivo.
TEORÍA SOCIOCULTURAL DE VYGOTSKY
Al igual que la teoría de Piaget, la de Vygotsky es una teoría constructivista; sin embargo, este último asigna mayor importancia al entorno social como un facilitador del desarrollo y del aprendizaje
(Tudge y Scrimsher, 2003). A continuación analizaremos los antecedentes de esta teoría, junto con sus
principales supuestos y principios.
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Constructivismo
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Antecedentes
Lev Semenovich Vygotsky nació en Rusia en 1896. Estudió varias materias en la escuela, incluyendo
psicología, ilosofía y literatura; además, obtuvo el título de abogado en la Universidad Imperial de
Moscú en 1917. Después de graduarse regresó a Gomel, su tierra natal, donde estuvo rodeado de problemas debido a la ocupación alemana, la hambruna y la guerra civil. Dos de sus hermanos murieron
y él contrajo tuberculosis, la enfermedad que terminó con su vida. Fue profesor de psicología y literatura, hizo crítica literaria y editó una revista. Además, trabajó en una institución en donde capacitó a
profesores, fundó un laboratorio de psicología y escribió un libro sobre psicología educativa (Tudge
y Scrimsher, 2003).
En 1924, en el Segundo Congreso Ruso de Psiconeurología, realizado en Leningrado, ocurrió
un acontecimiento crítico en su vida. En esa época, en la cual la teoría psicológica prevaleciente rechazaba las experiencias subjetivas y favorecía los relejos condicionados de Pavlov y el énfasis del
conductismo sobre las inluencias ambientales, Vygotsky presentó “Los métodos de la investigación
relexológica y psicológica”, un trabajo en el que criticaba las perspectivas dominantes y hablaba de
la relación entre los relejos condicionados y la conciencia y la conducta humana. Los experimentos
de Pavlov con perros (véase el capítulo 3) y los estudios de Köhler con simios (véase el capítulo 7)
borraron muchas de las diferencias entre los animales y los seres humanos.
Vygotsky planteaba que, a diferencia de los animales que se limitan a reaccionar al ambiente, los
seres humanos tienen la capacidad de modiicarlo para su beneicio. Esta capacidad adaptativa distingue a los seres humanos de formas de vida inferiores. Su discurso causó tanto impacto en un miembro
de su audiencia (Alexander Luria, de quien se hablará más adelante en este capítulo), que fue invitado
a unirse al prestigioso Instituto de Psicología Experimental de Moscú, en donde ayudó a establecer
el Instituto de Defectología, cuyo objetivo era estudiar formas para ayudar a las personas discapacitadas. Hasta su muerte en 1934, escribió extensamente sobre la mediación social del aprendizaje y el
papel que en éste desempeña la conciencia, a menudo con la colaboración de colegas como Luria y
Leontiev (Rohrkemper, 1989).
Para entender la perspectiva de Vygotsky, es necesario tener en cuenta su postura marxista,
y que sus ideas representaban un intento por aplicar las ideas marxistas del cambio social al lenguaje y al desarrollo (Rohrkemper, 1989). Después de la Revolución rusa de 1917, el ímpetu de
los nuevos líderes produjo un cambio rápido en el pueblo. La irme orientación teórica sociocultural de Vygotsky se ajustaba bien a las metas revolucionarias de cambiar la cultura a un sistema
socialista.
Vygotsky tuvo cierto acceso a la sociedad occidental, en concreto a escritores como Piaget
(Bredo, 1997; Tudge y Winterhoff, 1993), pero durante su vida o poco tiempo después de su
muerte muy pocos de sus escritos fueron publicados (Gredler, 2009). En la antigua Unión Soviética
prevalecía un clima político negativo; el Partido Comunista prohibió, entre otras cosas, las pruebas y las publicaciones sobre psicología. Vygotsky adoptó un pensamiento revisionista (Bruner,
1984); pasó de una perspectiva pavloviana de la psicología enfocada en los relejos a una perspectiva histórico-cultural que destacaba el lenguaje y la interacción social (Tudge y Scrimsher,
2003). Algunos de sus escritos entraban en conlicto con las ideas de Stalin, por lo que no fueron
publicados. Hasta la década de 1980 las referencias a su trabajo estaban prohibidas en la Unión
Soviética (Tudge y Scrimsher, 2003). En años recientes cada vez más de sus escritos han sido traducidos y distribuidos, lo que ha incrementado su impacto sobre disciplinas como la educación,
la psicología y la lingüística.
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242
Capítulo 6
PRINCIPIOS BáSICOS
Una de sus principales contribuciones a la psicología fue su énfasis en la actividad socialmente signiicativa como una inluencia importante en la conciencia humana (Bredo, 1997; Kozulin, 1986; Tudge
y Winterhoff, 1993). Vygotsky trató de explicar el pensamiento humano de formas novedosas; rechazó
la introspección (véase el capítulo 1) y formuló muchas de las mismas críticas que los conductistas.
Quería dejar de explicar los estados de conciencia y referirse al concepto de conciencia; también
rechazó las explicaciones conductuales de la acción en términos de acciones previas. En lugar de descartar la conciencia —lo que hicieron los conductistas— o el papel que desempeña el ambiente en el
desarrollo cognoscitivo —lo que plantearon los introspeccionistas—, buscó un punto medio en el que
se tomaran en cuenta las inluencias ambientales a través de sus efectos sobre la conciencia.
La teoría de Vygotsky destaca la interacción de los factores interpersonales (sociales), los histórico-culturales y los individuales como la clave del desarrollo humano (Tudge y Scrimsher, 2003). Al
interactuar con las personas en el entorno, como cuando se trabaja en grupos de aprendizaje o en
colaboración, se estimulan procesos del desarrollo y se fomenta el crecimiento cognoscitivo. Pero para
Vygotsky la utilidad de las interacciones no radica, como en el sentido tradicional, en que proporcionan información a los niños, sino en que les permiten transformar sus experiencias con base en su
conocimiento y características, así como reorganizar sus estructuras mentales.
Los aspectos histórico-culturales de la teoría de Vygotsky aclaran la cuestión de que no es posible
separar el aprendizaje y el desarrollo del contexto en el que ocurren. La manera en que los aprendices
interactúan con sus mundos (es decir, con las personas, los objetos y las instituciones que los conforman) transforman su pensamiento. El signiicado de los conceptos cambia cuando se vincula con el
mundo (Gredler, 2009). En consecuencia, “escuela” no es simplemente una palabra o una estructura
física, sino también una institución que busca fomentar el aprendizaje y el civismo.
Existen también factores individuales o heredados que inluyen en el desarrollo. Vygotsky estaba
interesado en los niños con discapacidades mentales y físicas porque creía que sus características
heredadas producían trayectorias de aprendizaje diferentes a las de los niños que no tenían esos problemas.
De esos tres factores, el que ha recibido mayor atención, al menos entre los investigadores
y profesionales occidentales, es el interpersonal. Vygotsky consideraba que el entorno social era
fundamental para el aprendizaje y que las interacciones sociales transformaban las experiencias relacionadas con ese aprendizaje. La actividad social es un fenómeno que ayuda a explicar los cambios
en la conciencia y establece una teoría psicológica que uniica a la conducta y la mente (Kozulin,
1986; Wertsch, 1985).
El entorno social inluye en la cognición a través de sus “herramientas”, es decir, sus objetos culturales, como los automóviles y las máquinas; su lenguaje y sus instituciones sociales, por ejemplo, las
escuelas y las iglesias. Las interacciones sociales ayudan a coordinar los tres factores que inluyen en
el desarrollo. El cambio cognoscitivo es el resultado de utilizar las herramientas culturales en las interacciones sociales y de internalizar y realizar la transformación mental de esas interacciones (Bruning
et al., 2004). La postura de Vygotsky es un tipo de constructivismo dialéctico (cognoscitivo); es constructivismo porque hace hincapié en la interacción entre las personas y sus entornos. La mediación es
el mecanismo clave en el desarrollo y el aprendizaje:
Todos los procesos psicológicos de los seres humanos (procesos mentales superiores) son mediados por herramientas psicológicas como el lenguaje, los signos y los símbolos. Los adultos enseñan
estas herramientas a los niños en el transcurso de sus actividades conjuntas (colaborativas). Una vez
que los niños internalizan estas herramientas, funcionan como mediadores de sus procesos psicológicos más avanzados (Karpov y Haywood, 1998, p. 27).
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Constructivismo
243
Tabla 6.4
Principales ideas de la teoría de Vygotsky.
n
Las interacciones sociales son fundamentales; el conocimiento se construye entre dos o más personas.
n
La autorregulación se desarrolla mediante la internalización (desarrollando una representación interna)
de las acciones y de las operaciones mentales que ocurren en las interacciones sociales.
n
El desarrollo humano ocurre a través de la transmisión cultural de herramientas (lenguaje y símbolos).
n
El lenguaje es la herramienta más importante; su desarrollo va desde el discurso social y el discurso privado,
hasta el discurso cubierto (internos).
n
La zona de desarrollo próximo (ZDP) es la diferencia entre lo que los niños pueden hacer por sí mismos y lo que
pueden hacer con ayuda de otros. Las interacciones con los adultos y los pares en la ZDP fomentan el desarrollo
cognoscitivo.
(Meece, 2002)
El argumento más polémico de Vygotsky es que todas las funciones mentales superiores se originan en el entorno social (Vygotsky, 1962). Se trata de una aseveración poderosa, pero posee un alto
grado de verdad. El proceso más inluyente involucrado en el desarrollo cognoscitivo es el lenguaje.
Vygotsky creía que un componente fundamental para el desarrollo psicológico era el dominio de los
procesos externos de transmisión del desarrollo cultural y del pensamiento a través de símbolos como el
lenguaje, el conteo y la escritura. Una vez que se domina este proceso, el siguiente paso consiste en utilizar esos símbolos para inluir y autorregular los pensamientos y las acciones. La autorregulación utiliza
la importante función del discurso privado, que se analizará más adelante en este capítulo.
A pesar de estas impresionantes ideas, al parecer las aseveraciones de Vygotsky son muy irmes.
Las evidencias de investigaciones revelan que los niños pequeños descubren mentalmente muchos
conocimientos acerca de cómo opera el mundo, mucho tiempo antes de que tengan la oportunidad de
aprender de la cultura en la que viven (Bereiter, 1994). Al parecer, los niños también están biológicamente predispuestos a adquirir ciertos conceptos, por ejemplo, a comprender que al sumar aumenta la
cantidad; y que esto no depende del entorno (Geary, 1995). Aunque el aprendizaje social inluye en
la construcción del conocimiento, la airmación de que todo el aprendizaje se deriva del entorno social
parece exagerada. Sin embargo, sabemos que la cultura de los aprendices es fundamental, y que es
necesario tomarla en cuenta al explicar el aprendizaje y el desarrollo. En la tabla 6.4 (Meece, 2002) se
presenta un resumen de las principales ideas de la teoría de Vygotsky (1978).
Zona de desarrollo próximo
Un concepto importante es la zona de desarrollo próximo (ZDP), que se deine como “la distancia
entre el nivel actual del desarrollo, determinada mediante la solución independiente de problemas,
y el nivel de desarrollo potencial, determinado por medio de la solución de problemas bajo la guía
adulta o en colaboración con pares más capaces” (Vygotsky, 1978, p. 86). La ZDP representa la cantidad de aprendizaje que un estudiante puede lograr en las condiciones de instrucción apropiadas
(Puntambekar y Hübscher, 2005); se trata principalmente de una prueba del desarrollo de un estudiante, que indica su preparación o nivel intelectual en un área especíica, muestra la relación entre
el aprendizaje y el desarrollo (Bredo, 1997; Campione, Brown, Ferrara y Bryant, 1984) y se puede
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244
Capítulo 6
considerar como un concepto alternativo al de inteligencia (Belmont, 1989). En la ZDP un profesor
y un aprendiz (adulto/niño, tutor/alumno, modelo/observador, profesor/aprendiz, experto/novato)
trabajan en conjunto en una tarea que el aprendiz no puede realizar de forma independiente debido
a su nivel de diicultad. La ZDP releja la idea marxista de la actividad colectiva, en la cual aquellos
que saben más o son más hábiles comparten ese conocimiento o habilidad para realizar una tarea con
aquellos que saben menos (Bruner, 1984).
Cuando el profesor y el aprendiz comparten herramientas culturales ocurre un cambio cognoscitivo en la ZDP; mientras que cuando el aprendiz internaliza esta interacción mediada culturalmente,
se produce en él un cambio cognoscitivo (Bruning et al., 2004; Cobb, 1994). Para trabajar en la ZDP
se requiere mucha participación guiada (Rogoff, 1986); sin embargo, los niños no adquieren conocimientos culturales de forma pasiva a partir de esas interacciones, y lo que aprenden no es necesariamente un relejo automático preciso de los acontecimientos. Más bien, los aprendices aplican su
propia comprensión a las interacciones sociales y construyen signiicados al integrar esa comprensión
a sus experiencias en el contexto. A menudo el aprendizaje se produce de manera repentina, como el
discernimiento que plantean los teóricos de la Gestalt (véase el capítulo 7), más que como un relejo
de una adquisición gradual de conocimientos (Wertsch, 1984).
Por ejemplo, suponga que una profesora (Trudy) y una niña (Laura) trabajarán en una tarea (dibujar a mamá, papá y Laura haciendo algo juntos en casa). Laura aporta a la tarea su comprensión
de cómo son las personas y la casa, y del tipo de cosas que podrían hacer, combinada con su conocimiento de cómo hacer dibujos. Trudy aporta la misma comprensión, además de su conocimiento
de las condiciones necesarias para trabajar en diversas tareas. Suponga que deciden dibujar a los tres
trabajando en el jardín. Laura podría dibujar a su papá podando el césped, a su mamá recortando
los arbustos y dibujarse a ella misma barriendo la hierba. Si Laura quisiera dibujarse enfrente de su
papá, Trudy tendría que explicarle que debe aparecer detrás de él, barriendo la hierba que va dejando
después de cortarla. Durante la interacción Laura modiica sus creencias acerca del trabajo en el jardín con base en su comprensión actual y en los nuevos conocimientos que construye. A pesar de la
importancia de la ZDP, el excesivo énfasis que las culturas occidentales han puesto en él ha distorsionado su signiicado y restado importancia a la complejidad de la teoría de Vygotsky. Como explican
Tudge y Scrimsher (2003):
Además, con frecuencia el concepto en sí se ha considerado de una forma muy limitada, destacando
el aspecto interpersonal a expensas del individuo y de los niveles histórico-culturales, y tratándolo de
manera unidireccional. Al utilizar el concepto como sinónimo de “andamiaje”, demasiados autores se
han enfocado en el papel que desempeñan en éste las personas más competentes, especialmente el
profesor, cuya función consiste en proporcionar ayuda sólo para mejorar el tipo de pensamiento actual
del niño... Así, el concepto se ha equiparado con lo que los profesores cuidadosos deberían hacer con
sus alumnos y, al pasar por alto lo que el niño aporta a la interacción y el contexto más amplio (cultural
e histórico) en el que se lleva a cabo la interacción, se ha perdido gran parte de la complejidad que le
infundió Vygotsky (p. 211).
La inluencia del entorno histórico-cultural se observa claramente en la creencia de Vygotsky de
que la escuela es importante, no porque sea el lugar donde se proporcione andamiaje a los alumnos,
sino porque les permite desarrollar una mayor conciencia de sí mismos, de su lenguaje y del papel
que les toca desempeñar en el orden mundial. Participar en el mundo cultural transforma el funcionamiento de la mente más que simplemente acelerar los procesos que, de cualquier manera, se desarrollarán. Por lo tanto, en términos generales, la ZDP se reiere a nuevas formas de conciencia que
ocurren a medida que la gente interactúa con sus instituciones sociales. La cultura inluye en el curso
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Constructivismo
245
del propio desarrollo mental. Es desafortunado que, en la mayoría de los análisis de la ZDP, ésta se
conciba de forma tan estrecha como un profesor experto proporcionando oportunidades de aprendizaje a un estudiante (aunque esto sea parte de ella).
Aplicaciones
Las ideas de Vygotsky se prestan a muchas aplicaciones educativas (Karpov y Haywood, 1998; Moll,
2001). El campo de la autorregulación (véase el capítulo 9) ha sido muy inluido por la teoría. La
autorregulación requiere procesos metacognitivos, como la planeación, la veriicación y la evaluación.
En esta sección y en la aplicación 6.3, se incluyen otros ejemplos.
Existen muchas maneras de ayudar a los estudiantes a adquirir mediadores cognoscitivos
(como signos y símbolos) a través del entorno social. Una aplicación común implica el concepto
de andamiaje instruccional, que se reiere al proceso de control de los elementos de las tareas
que rebasan las capacidades de los estudiantes con el in de que se concentren y dominen los aspectos de la tarea que pueden captar con rapidez (Bruning et al., 2004; Puntambekar y Hübscher,
2005). Para utilizar una analogía del andamiaje utilizado en los proyectos de construcción, el andamiaje instruccional tiene cinco funciones principales: proporcionar apoyo al aprendiz, funcionar
APLICACIÓN 6.3
Teoría de Vygotsky
Vygotsky planteó que las interacciones con el entorno ayudan al aprendizaje. Las experiencias que
las personas aportan a la situación de aprendizaje
inluyen de manera importante en el resultado.
Los entrenadores de patinaje sobre hielo pueden trabajar con estudiantes avanzados que han
aprendido muchas cosas acerca de este deporte y
de la manera en que su cuerpo se comporta sobre el hielo. Los estudiantes aportan sus conceptos de equilibrio, velocidad, movimiento y control
corporal obtenidos a partir de sus experiencias en
el patinaje. Los entrenadores utilizan las fortalezas
y debilidades de sus estudiantes y los ayudan a
aprender a modiicar varios movimientos para mejorar su desempeño. Por ejemplo, un entrenador
ve que una patinadora muestra problemas para
completar un giro triple aunque tiene la altura y la
velocidad necesarias para completar el salto. El entrenador observa que el problema se debe a que al
dar la vuelta la patinadora gira su pie en cierto ángulo, lo que altera la cadencia de sus movimientos.
Una vez que el entrenador le hace la observación y
la ayuda a aprender a modiicar ese movimiento, la
patinadora realiza el salto de forma exitosa.
Los estudiantes de veterinaria que fueron
instruidos en granjas y tienen experiencia en nacimientos, enfermedades y cuidado de diversos
tipos de animales aportan conocimientos valiosos a su entrenamiento. Los profesores pueden
utilizar estas experiencias para mejorar su aprendizaje. Al enseñar a los estudiantes a tratar la
pata lastimada de una vaca o de un caballo, el
instructor podría pedirle a uno de esos alumnos
instruidos en granjas que hable acerca de lo que
ha observado, y partir de ese conocimiento explicar los métodos de tratamiento más novedosos y eicaces.
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246
Capítulo 6
como herramienta, ampliar el alcance del aprendiz, permitirle lograr tareas que de otra forma no podría lograr y usarla selectivamente sólo en caso necesario.
En una situación de aprendizaje, es probable que al principio el profesor tenga que hacer la mayor
parte del trabajo, pero después los estudiantes deben compartir con él la responsabilidad. A medida
que los alumnos se vuelven más competentes, el docente va retirando gradualmente el andamiaje
para permitirles desempeñarse de manera independiente (Campione et al., 1984). La clave consiste en
asegurarse de que el andamiaje mantenga a los estudiantes en la ZDP, la cual aumenta cuando éstos
desarrollan habilidades. A los alumnos se les desafía a aprender dentro de los límites de la ZDP. En la
conversación inicial, vimos cómo Anna fue capaz de aprender con el apoyo de enseñanza adecuado.
Es muy importante entender que el andamiaje no es una parte formal de la teoría de Vygotsky
(Puntambekar y Hübscher, 2005); el término fue acuñado por Wood, Bruner y Ross (1976). Sin embargo, se ajusta muy bien al concepto de la zona de desarrollo próximo. El andamiaje forma parte de
la técnica de modelamiento participante de Bandura (1986) (véase el capítulo 4), en el que un profesor empieza por modelar una habilidad, después proporciona apoyo y va reduciendo gradualmente
la ayuda a medida que los estudiantes desarrollan la habilidad. El concepto también guarda cierta
relación con el moldeamiento (véase el capítulo 3), en el cual se utilizan apoyos educativos para guiar
a los estudiantes a través de varias etapas para la adquisición de habilidades.
El andamiaje es apropiado cuando un profesor desea proporcionar a los estudiantes cierta información o realizar por ellos partes de una tarea con el in de que se puedan concentrar en la parte de
la tarea que tratan de dominar. De esta manera, si Kathy Stone estuviera trabajando con sus alumnos
de tercer grado en la organización de enunciados en un párrafo para expresar ideas de manera lógica,
podría ayudarlos proporcionándoles inicialmente los enunciados con el signiicado y la ortografía de
las palabras para que estos requisitos no interirieran con su tarea principal. A medida que se vuelvan
más hábiles para unir secuencias de ideas, les podría pedir que compusieran sus propios párrafos,
pero sin dejar de ayudarlos con el signiicado y la ortografía de las palabras. Con el tiempo, los estudiantes asumirán la responsabilidad de esas funciones. En resumen, el docente crea una ZDP y proporciona el andamiaje para que los estudiantes obtengan éxito (Moll, 2001).
Otra aplicación que releja las ideas de Vygotsky es la enseñanza recíproca. Esta técnica se analizará y ejempliicará en el capítulo 7, junto con la lectura. La enseñanza recíproca implica un diálogo
interactivo entre un profesor y un pequeño grupo de estudiantes. Al principio el docente modela
las actividades, y después él y los alumnos se turnan para desempeñar el papel de profesor. Si los
estudiantes están aprendiendo a hacer preguntas durante la lectura de comprensión, la secuencia de
enseñanza podría incluir al profesor modelando una estrategia de indagación para determinar el nivel
de comprensión. Desde la perspectiva de Vygotsky, la enseñanza recíproca comprende la interacción
social y el andamiaje cuando los estudiantes desarrollan habilidades de manera gradual.
Otra área importante de aplicación es la colaboración entre pares, que relejan el concepto de actividad colectiva (Bruner, 1984; Ratner et al., 2002; véase la sección sobre el aprendizaje asistido por los
pares más adelante en este capítulo). Cuando los pares trabajan en una tarea de forma colaborativa, las
interacciones sociales compartidas pueden tener una función instruccional. Las investigaciones revelan
que los grupos cooperativos son más eicaces cuando se asignan responsabilidades a cada estudiante
y todos deben lograr cierto grado de competencia antes de que el grupo pueda continuar con la tarea
(Slavin, 1995). Los grupos de pares se suelen utilizar para el aprendizaje en campos como las matemáticas, las ciencias y la literatura (Cobb, 1994; Cohen, 1994; DiPardo y Freedman, 1988; Geary, 1995;
O´Donnell, 2006), lo que demuestra el reconocido impacto del entorno social durante el aprendizaje.
Una aplicación importante de la teoría de Vygotsky y de la cognición situada es la guía social
a través de los grupos de aprendizaje (Radziszewska y Rogoff, 1991; Rogoff, 1990), en los cuales los
aprendices trabajan de forma estrecha con expertos en actividades conjuntas relacionadas con el
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Constructivismo
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trabajo. Los grupos de aprendizaje se ajustan bien al concepto de ZDP porque se dan en instituciones culturales, como escuelas y organismos y, por consiguiente, ayudan a transformar el desarrollo
cognoscitivo de los aprendices. En la práctica, operan dentro de una ZDP porque a menudo realizan
tareas que rebasan sus capacidades. Al trabajar con expertos, los novatos desarrollan una comprensión
compartida de procesos importantes, la cual integran a los conocimientos que ya poseen. Los grupos
de aprendizaje representan un tipo de constructivismo dialéctico que depende en gran parte de las
interacciones sociales.
Childs y Greenield (1981) describieron un ejemplo de grupos de aprendizaje en un contexto cultural particular, el de las tejedoras chinantecas de Oaxaca, México, relacionado con la enseñanza de
tejido. En esa cultura las niñas observan desde que nacen cómo sus madres y otras mujeres mayores
tejen, de manera que cuando les empiezan a enseñar, ya han estado expuestas a muchos modelos.
Observaron que en las primeras fases de la instrucción el adulto pasaba más de 90 por ciento del
tiempo tejiendo con la niña y que después de tejer la primera prenda ese tiempo se reducía a 50 Por
ciento. Luego, el adulto trabajaba los aspectos más difíciles de la tarea. Después de tejer cuatro prendas, la participación del adulto se reducía a menos de 40 por ciento. Este procedimiento de enseñanza
ejempliica una interacción social cercana y el andamiaje dentro de la ZDP.
Los grupos de aprendizaje se utilizan en muchas áreas de la educación. Los futuros profesores trabajan en cooperación con los profesores en las escuelas y, cuando empiezan a practicar la docencia,
suelen unirse a profesores experimentados para recibir tutoría. Los estudiantes realizan investigación
con los profesores, quienes fungen como tutores (Mullen, 2005). Los futuros consejeros hacen prácticas bajo la guía directa de un supervisor. Los programas de estudios prácticos de capacitación utilizan
el modelo de los grupos de aprendizaje cuando los estudiantes adquieren habilidades en el entorno
laboral real e interactúan con otras personas. Se ha puesto mucho énfasis en ampliar los grupos de
aprendizaje para los jóvenes, en especial para aquellos que no asisten a la universidad (Bailey, 1993).
En futuras investigaciones se deben evaluar los factores que inluyen en el éxito de los grupos de
aprendizaje para contar con medios que permitan fomentar la adquisición de habilidades en estudiantes de diversas edades.
Críticas
Es difícil evaluar las contribuciones de la teoría de Vygotsky al desarrollo y aprendizaje humanos
(Tudge y Scrimsher, 2003). Sus trabajos no se distribuyeron durante muchos años y únicamente hasta
hace poco tiempo empezamos a disponer de traducciones; apenas existen unas cuantas fuentes de sus
escritos (Vygotsky, 1978, 1987). Los investigadores y los profesionales han tendido a enfocarse en la
ZDP sin ubicarla en un contexto teórico más general, centrado en la inluencia cultural.
Otro problema que a menudo se encuentra cuando se analizan las aplicaciones de la teoría
de Vygotsky, es que no forman parte de la teoría, sino que parecen ajustarse a ella. Por ejemplo,
cuando Wood y sus colaboradores (1976) introdujeron el término andamiaje, consideraron que éste
permitiría a los profesores estructurar los ambientes de aprendizaje, lo cual tiene muy poca relación
con la zona de desarrollo próximo dinámica a la que se reiere Vygotsky. Aunque la enseñanza
recíproca no es un concepto creado por Vygotsky, capta mucho mejor este sentido de interacción
dinámica y multidireccional.
Dadas estas cuestiones, ha habido poco debate sobre qué tan adecuada es la teoría. Con frecuencia surge el debate de “Piaget contra Vygotsky”, el cual compara sus posturas supuestamente
discrepantes sobre el curso del desarrollo humano, aunque coinciden en muchos aspectos (Duncan,
1995). Si bien este tipo de debates revelan las diferencias y proporcionan hipótesis de investigación
que se pueden someter a prueba, no son útiles para los educadores que buscan formas para ayudar a
los niños a aprender.
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Capítulo 6
Quizás la implicación más importante de la teoría de Vygotsky para la educación sea que el contexto histórico-cultural es relevante para todas las formas de aprendizaje, ya que éste no ocurre de
manera aislada. Las interacciones entre el estudiante y el profesor forman parte de ese contexto. Por
ejemplo, las investigaciones han identiicado diferentes estilos de interacción entre los niños hawaianos, anglosajones y navajos (Tharp, 1989; Tharp y Gallimore, 1988). Mientras que la cultura hawaiana
fomenta las actividades en colaboración y que varios estudiantes hablen al mismo tiempo, los niños
navajos están menos acostumbrados a trabajar en grupo y por lo general esperan su turno para hablar.
Así, un estilo de enseñanza eicaz para una cultura podría no ser igual de eicaz para otra. Este aspecto
es especialmente digno de mencionar, dada la enorme cantidad de niños que asisten a las escuelas de
Estados Unidos cuya lengua materna no es el inglés. Tener la capacidad de diferenciar la instrucción
con el in de ajustarla a las preferencias de aprendizaje de los niños es una habilidad fundamental para
el siglo XXI.
DISCURSO PRIVADO Y APRENDIZAJE MEDIADO SOCIALMENTE
Una premisa básica del constructivismo es que el aprendizaje implica transformar e internalizar el entorno social, dos procesos en los cuales el lenguaje desempeña un papel fundamental. En esta sección
analizamos la manera en que el discurso privado ayuda a realizar estos procesos básicos de transformación e internalización.
Discurso privado
El discurso privado se reiere a un conjunto de fenómenos del habla cuya función es de autorregulación, pero que no tienen un in de comunicación social (Fuson, 1979). Varias teorías, entre las que se
incluyen el constructivismo, la del desarrollo cognoscitivo y la cognoscitiva social establecen un fuerte
vínculo entre el discurso privado y el desarrollo de la autorregulación (Berk, 1986; Frauenglass y Diaz,
1985; Harris, 1982).
El ímpetu histórico se deriva en parte del trabajo de Pavlov (1927). En el capítulo 3 vimos que
Pavlov distinguió dos sistemas de señales: el primero era el perceptual y el segundo el lingüístico. Este
investigador se dio cuenta de que los resultados del condicionamiento animal no se pueden generalizar por completo a los seres humanos; el condicionamiento humano suele ocurrir con rapidez, con
tan sólo unos cuantos emparejamientos del estímulo condicionado y el estímulo incondicionado, a
diferencia de los múltiples emparejamientos que requieren los animales. Pavlov creía que las diferencias en el condicionamiento de seres humanos y de animales se deben principalmente a la capacidad
de lenguaje y pensamiento que tienen los humanos. En el caso de los humanos es probable que los
estímulos no produzcan el condicionamiento de manera automática, sino que las personas los interpreten a partir de sus experiencias previas. Aunque Pavlov no realizó investigaciones sobre el segundo
sistema de señales, estudios posteriores han validado sus planteamientos de que el condicionamiento
humano es complejo y que el lenguaje desempeña un papel mediador en él.
Luria (1961), el psicólogo soviético, se concentró en la transición del primero al segundo sistema
de señales en los niños, y planteó tres etapas en el desarrollo del control verbal de la conducta motora. En un inicio, del año y medio a los dos años y medio, el principal responsable de dirigir la conducta del niño es el discurso de los demás. Durante la segunda etapa, de los tres a los cuatro años, las
verbalizaciones abiertas del niño inician las conductas motoras, pero no necesariamente las inhiben.
En la tercera etapa, de los cuatro años y medio a los cinco años y medio, el discurso privado del niño
se vuelve capaz de iniciar, dirigir e inhibir las conductas motoras. Luria creía que este discurso privado
y autorregulatorio dirige la conducta a través de mecanismos neuroisiológicos.
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El papel mediador y autodirectivo del segundo sistema de señales está implícito en la teoría de
Vygotsky (1962), ya que consideraba que el discurso privado ayuda a desarrollar el pensamiento al
organizar la conducta. Los niños utilizan el discurso privado para entender las situaciones y superar
las diicultades. El discurso privado se da en conjunción con las interacciones del niño en el entorno
social. Conforme se desarrolla la habilidad del lenguaje de los niños, las palabras que expresan los
demás adquieren signiicado, independientemente de sus características fonológicas y sintácticas. Los
niños internalizan el signiicado de las palabras y las utilizan para dirigir su conducta.
Vygotsky creía que el discurso privado sigue un patrón de desarrollo curvilíneo: las verbalizaciones abiertas (pensar en voz alta) aumentan hasta los 6 o 7 años, y después, entre los 8 y los 10 años,
disminuyen y se vuelven principalmente cubiertas (internas). Sin embargo, las verbalizaciones se pueden dar a cualquier edad, cuando las personas enfrentan problemas o diicultades. Las investigaciones
demuestran que, aun cuando la cantidad de discurso privado disminuye desde alrededor de los 4 o 5
años hasta los 8 años, la proporción de discurso privado autorregulatorio aumenta con la edad (Fuson,
1979). En muchas investigaciones se ha encontrado que la cantidad real de discurso privado es baja
y que muchos niños no verbalizan en lo absoluto. Así, el patrón de desarrollo del discurso privado
parece ser más complejo de lo que creía Vygotsky.
Verbalización y aprovechamiento
La verbalización de reglas, procedimientos y estrategias suele aumentar el aprendizaje de los estudiantes. Aunque el procedimiento de entrenamiento autoinstruccional de Meichenbaum (1977, 1986)
(véase el capítulo 4) no tiene raíces constructivistas, recrea el desarrollo progresivo del discurso privado (de abierto a cubierto). Los tipos de airmaciones que se modelan son: la deinición de problemas (“¿Qué tengo que hacer?”), el enfoque de la atención (“Necesito poner atención en lo que estoy
haciendo”), la planeación y guía de respuesta (“Necesito trabajar con cuidado”), el autorreforzamiento
(“Lo estoy haciendo bien”), la autoevaluación (“¿Estoy haciendo las cosas en el orden correcto?”), y
el afrontamiento (“Si no lo hago bien debo volver a intentarlo”). Los profesores pueden utilizar el entrenamiento autoinstruccional para enseñar a los aprendices habilidades cognoscitivas y motoras, y es
probable que éste cree una perspectiva positiva de la tarea, así como una actitud perseverante ante las
diicultades (Meichenbaum y Asarnow, 1979). No es necesario que el procedimiento esté programado;
los aprendices pueden construir sus propias verbalizaciones.
La verbalización es benéica para los estudiantes que a menudo experimentan diicultades y un
desempeño deiciente (Denney, 1975; Denney y Turner, 1979). Los profesores han observado que
beneicia a los niños que no repasan de manera espontánea el material por aprender, a los estudiantes
impulsivos, a los que tienen problemas de aprendizaje y retraso mental, y a los que requieren experiencias correctivas (Schunk, 1986). La verbalización sirve para que los estudiantes con problemas
de aprendizaje trabajen en una tarea de manera sistemática (Hallahan et al., 1983); para forzar a los
estudiantes a poner atención en las tareas y a repasar el material, lo que mejora el aprendizaje. Al parecer la verbalización no facilita el aprendizaje cuando los estudiantes no la requieren para manejar las
demandas de la tarea de forma adecuada. Como la verbalización constituye una tarea adicional, podría
interferir con el aprendizaje al distraer a los niños de la tarea que están realizando.
Las investigaciones han identiicado las condiciones en que la verbalización mejora el desempeño.
Denney (1975) modeló una estrategia de desempeño para estudiantes normales de 6, 8 y 10 años de
edad en una tarea de 20 preguntas. Los niños de 8 y 10 años que verbalizaron la estrategia del modelo
mientras realizaban la tarea no obtuvieron una puntuación más alta que los niños que no lo hicieron.
En los niños de 6 años se encontró que la verbalización de aseveraciones especíicas, como “encuentra la imagen correcta en las primeras preguntas”, interirió con su desempeño; al parecer realizar esta
tarea adicional distrajo demasiado a los niños más pequeños. Denney y Turner (1979) descubrieron
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250
Capítulo 6
que, entre los aprendices normales de 3 a 10 años de edad, añadir la verbalización al modelado de
estrategias no produjo beneicios en las tareas cognoscitivas en comparación con las veces en que
solamente se usó el modelamiento. Los participantes construyen sus propias verbalizaciones, lo que
podría provocar menos distracción que las aseveraciones especíicas utilizadas por Denney. Coates
y Hartup (1969) encontraron que los niños de 7 años que verbalizaron las acciones de un modelo
mientras realizaba una tarea en la que después ellos tuvieron que trabajar no la realizaron mejor que
los niños que observaron de forma pasiva al modelo. Los niños regularon su atención y procesaron
cognoscitivamente las acciones del modelo sin verbalizarlas.
Berk (1986) estudió el discurso privado espontáneo de alumnos de primero y tercer grado. El
discurso abierto, relevante para la tarea, se relacionó de manera negativa, y el desvanecimiento de la
verbalización (susurros, movimientos de los labios y murmullos) se relacionó de manera positiva con
el desempeño en matemáticas. Estos resultados se obtuvieron con los estudiantes de primer grado
con inteligencia superior y con los alumnos de tercer grado con inteligencia promedio; entre los alumnos de tercer grado con inteligencia superior, el discurso abierto y desvanecido no mostraron una
relación con el aprovechamiento. En el caso de estos estudiantes al parecer la estrategia más eicaz
es el discurso internalizado guiado de forma personal. Daugherty y White (2008) encontraron que el
discurso privado se relaciona positivamente con los índices de creatividad en alumnos de preescolar
de bajo nivel socioeconómico y participantes en el programa Head Start.
Keeney, Cannizzo y Flavell (1967) evaluaron a niños de 6 y 7 años de edad en una tarea de memoria serial e identiicaron a aquellos que no repasaban antes de recordar. Una vez que aprendieron
a repasar, su memoria igualó a la de los estudiantes que repasaban de forma espontánea. Asarnow y
Meichenbaum (1979) identiicaron a estudiantes de jardín de niños que no repasaban de forma espontánea en una prueba de memoria serial. A algunos se les entrenó para que utilizaran una estrategia de
repaso similar a la utilizada por Keeney y sus colaboradores, en tanto que otros recibieron un entrenamiento de autoinstrucción. Ambos tratamientos facilitaron el recuerdo con respecto a una condición
de control, pero el tratamiento autoinstruccional fue el más eicaz. Taylor y sus colaboradores (Taylor,
Josberger y Whitely, 1973; Whitely y Taylor, 1973) descubrieron que los niños con retraso mental que
tenían capacidad de aprender, a los que se entrenó para hacer elaboraciones entre pares de palabras
asociadas, recordaban más asociaciones cuando verbalizaban sus elaboraciones que cuando no lo
hacían. En el estudio de Coates y Hartup (1969) los niños de 4 años que verbalizaron las acciones de
un modelo mientras las realizaba, posteriormente las reprodujeron mejor que los niños que sólo lo
observaron realizarlas.
Schunk (1982b) instruyó a estudiantes que carecían de habilidades para dividir. A algunos de ellos
les pidió verbalizar airmaciones explícitas, como “veriica”, “multiplica”, “copia”; a otros les permitió
crear sus propias verbalizaciones; a un tercer grupo le pidió repetir las airmaciones y sus propias
verbalizaciones; y a un cuarto grupo de estudiantes les pidió que no verbalizaran. El resultado fue que
los niños que crearon sus verbalizaciones, y que las usaron solas o combinadas con las airmaciones,
desarrollaron más las habilidades para dividir.
En resumen, si las verbalizaciones son relevantes para la tarea y no interieren con el desempeño
tienen más probabilidades de mejorar el aprovechamiento de los estudiantes. Cuanto más relevantes
sean las airmaciones para la tarea, mejor será el aprendizaje que produzcan (Schunk y Gunn, 1986).
El desarrollo del discurso privado sigue un ciclo que va de lo abierto a lo cubierto, y se internaliza
más temprano en los estudiantes que son más inteligentes (Berk, 1986; Frauenglass y Diaz, 1985). El
discurso privado se relaciona positivamente con la creatividad. Permitir a los estudiantes crear sus
propias verbalizaciones, y tal vez utilizarlas junto con la verbalización de los pasos de una estrategia,
es más benéico que limitar la verbalización a airmaciones especíicas. Para facilitar la transferencia y
el mantenimiento, las verbalizaciones abiertas deben desvanecerse de manera paulatina y convertirse
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Constructivismo
251
APLICACIÓN 6.4
Autoverbalización
Un profesor podría utilizar la autoverbalización
(hablar con uno mismo) en un salón de recursos especiales o en un salón regular para ayudar a los estudiantes que presentan problemas
para poner atención en el material y dominar
ciertas habilidades. Cuando Kathy Stone enseña la división larga a sus estudiantes de tercer
grado, emplea la verbalización para ayudar a
los que no recuerdan los pasos para completar
el procedimiento. Ella trabaja de manera individual con los alumnos verbalizando y aplicando
los siguientes pasos:
n
n
n
n
n
n
n
¿Cabrá (número) en (número)?
Dividir.
Multiplicar: (número) × (número) =
(número).
Anotar la respuesta.
Restar: (número) – (número) = (número).
Bajar el siguiente número.
Repetir los pasos.
El uso del discurso personal ayuda a los estudiantes a mantenerse concentrados en la tarea
y a construir su autoeicacia para trabajar de forma sistemática a través de un proceso largo. Una
vez que empiezan a captar el contenido, es mejor
desvanecer las verbalizaciones hasta un nivel cubierto (silencioso) para que puedan trabajar más
rápido.
La autoverbalización también ayuda a los alumnos que están aprendiendo habilidades y estrategias deportivas. Podrían comenzar por verbalizar
lo que está ocurriendo y avanzar a los movimientos
que deben hacer. Por ejemplo, un entrenador de
tenis podría animar a los estudiantes a utilizar el
discurso personal durante los juegos de práctica:
“Bola alta-raqueta por arriba del hombro “, “bola
baja-raqueta por debajo del hombro”, “pelota a lo
ancho-golpe de revés”.
Los instructores de aeróbicos y de baile a menudo utilizan el discurso privado durante la práctica. Un profesor de ballet le pediría a los estudiantes jóvenes que repitan “pinto un arco iris” al hacer
un movimiento circular con el brazo, y “camino
sobre huevos” al caminar sobre la punta de sus
pies. Las personas que participan en una clase de
ejercicio aeróbico también podrían verbalizar los
movimientos mientras los realizan, podrían decir,
por ejemplo, “selección y estiramiento”, “deslizarse
a la derecha y alrededor”.
en movimientos de los labios, y al inal ser completamente internas. La internalización es una característica fundamental de la autorregulación (Schunk, 1999; capítulo 9).
Estos beneicios de la verbalización no implican que todos los estudiantes deban verbalizar mientras aprenden. ¡Esta práctica daría como resultado un salón de clases ruidoso y distraería a muchos
estudiantes! Más bien, se podría incorporar a la instrucción de los estudiantes con problemas para
aprender. El profesor o el auxiliar podrían trabajar con estos alumnos de forma individual o en grupos
para evitar distraer a los otros miembros del grupo. En la aplicación 6.4 se analizan formas de integrar
la verbalización al aprendizaje.
APRENDIZAJE MEDIADO SOCIALMENTE
Muchos tipos de constructivismo, y la teoría de Vygotsky en particular, destacan la idea de que el
aprendizaje es un proceso mediado socialmente. Esta idea no es única del constructivismo, ya que
muchas otras teorías del aprendizaje airman que los procesos sociales tienen un impacto signiicativo
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252
Capítulo 6
sobre el aprendizaje. Por ejemplo, la teoría cognoscitiva social de Bandura (1986, 1987; capítulo 4)
resalta las relaciones recíprocas entre los aprendices y las inluencias del entorno social, y muchas
investigaciones han demostrado que el modelamiento social es una inluencia poderosa sobre el
aprendizaje (Rosenthal y Zimmerman, 1978; Schunk, 1987). Sin embargo, en la teoría de Vygotsky la
mediación social del aprendizaje es el constructo central (Karpov y Haywood, 1998; Moll, 2001; Tudge
y Scrimsher, 2003). Todo el aprendizaje es mediado por herramientas como el lenguaje, los símbolos y
los signos. Los niños adquieren esas herramientas durante sus interacciones sociales con otros individuos; luego las internalizan y las utilizan como mediadoras para un aprendizaje más avanzado, es
decir, para procesos cognoscitivos más elevados, como el aprendizaje de conceptos y la solución de
problemas.
La relevancia de la mediación social es evidente en la autorregulación y los entornos de aprendizaje constructivista, que se analizarán más adelante. Por ahora, examinemos cómo la mediación social
inluye en la adquisición de conceptos. Los niños pequeños adquieren los conceptos de manera espontánea observando su mundo y formulando hipótesis. Por ejemplo, al escuchar el ruido que hacen
los automóviles y los camiones podrían creer que los objetos más grandes hacen más ruido. Tienen
problemas para acomodar observaciones discrepantes, por ejemplo, cuando escuchan el ruido que
produce una motocicleta, que si bien es más pequeña que un automóvil o un camión, podría ser más
ruidosa que ambos.
A través de las interacciones sociales las personas enseñan conceptos a los niños, como los profesores, los padres o los hermanos mayores. A menudo la enseñanza es resultado de un proceso directo, como ocurre cuando un profesor enseña a los niños la diferencia entre cuadrados, rectángulos,
triángulos y círculos. Como dirían los psicólogos cognoscitivos, estos conceptos se internalizan como
conocimiento declarativo. Por consiguiente, para internalizar esos conceptos los niños utilizan las
herramientas del lenguaje y los símbolos.
Desde luego, las personas pueden aprender conceptos por sí mismas, sin interacciones sociales.
Sin embargo, incluso este tipo de aprendizaje independiente es, en un sentido constructivista, mediado socialmente, ya que involucra herramientas como el lenguaje, los signos y los símbolos, que han
sido adquiridos mediante interacciones sociales previas. Además, se requiere cierta cantidad de etiquetación. Es probable que los niños aprendan un concepto sin conocer su nombre (“¿Cómo se llama una
cosa que _____?”). La etiqueta implica al lenguaje y por lo general es proporcionada por otra persona.
Las herramientas no únicamente sirven para aprender sino también para enseñar. Los niños se
enseñan unos a otros las cosas que han aprendido. Vygotsky (1962, 1978) creía que al utilizarse para
propósitos sociales, las herramientas ejercen una enorme inluencia sobre los demás.
Estas cuestiones sugieren que los niños requieren preparación para construir conocimientos de
manera eicaz. La enseñanza de las herramientas básicas para aprender puede ser directa. No es necesario que los estudiantes construyan lo evidente o lo que se les puede enseñar con facilidad. Los descubrimientos construidos son el resultado del aprendizaje básico y no la causa (Karpov y Haywood,
1998). Los profesores deben preparar a los estudiantes para aprender enseñándoles las herramientas
y luego dándoles oportunidades de aprendizaje. En la aplicación 6.5 se presentan aplicaciones del
aprendizaje mediado socialmente.
AUTORREGULACIóN
La teoría de Vygotsky en general, y las ideas expresadas en esta sección sobre el discurso privado y
el aprendizaje mediado socialmente en particular, son muy importantes para la autorregulación. En
la teoría de Vygotsky la autorregulación implica coordinar procesos mentales (cognoscitivos) como la
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Constructivismo
253
APLICACIÓN 6.5
Aprendizaje mediado socialmente
El aprendizaje mediado socialmente se puede
utilizar con estudiantes de cualquier edad. Gina
Brown sabe que el éxito en la enseñanza depende
en parte de que se comprenda la cultura de las
comunidades que atienden las escuelas. Obtiene
el consentimiento de las escuelas donde practican
sus estudiantes y también de los padres, y asigna a
cada estudiante para que sea “amigo” de un niño.
Como parte de sus tareas, sus alumnos pasan tiempo adicional con sus amigos, por ejemplo, cuando
realizan trabajo individual, cuando comen su almuerzo, cuando viajan en el autobús escolar de
regreso a casa y cuando los visitan en sus hogares.
Ella forma parejas de estudiantes y los miembros
de cada pareja se reúnen de forma regular para hablar acerca de la cultura de sus amigos asignados,
por ejemplo, sobre lo que les gusta a los niños de
la escuela, lo que hacen sus padres o tutores, las
características del vecindario donde viven. La profesora se reúne regularmente con cada pareja con
el in de analizar las implicaciones de las variables
culturales para el aprendizaje escolar. Por medio
de las interacciones sociales con los amigos, con
la docente y con otros miembros del grupo los estudiantes logran una mejor comprensión del papel
que la cultura desempeña en la escuela.
Los eventos históricos suelen prestarse a múltiples interpretaciones, y Jim Marshall utiliza la
mediación social para desarrollar el pensamiento de sus alumnos acerca de los acontecimientos.
Como parte de una unidad sobre los cambios que
se observaron en la vida de los estadounidenses
después de la Segunda Guerra Mundial divide a
su grupo en cinco equipos y a cada uno le asigna
un tema: medicina, transporte, educación, tecnología y suburbios. Los equipos preparan una presentación acerca de por qué su tema representa
un avance signiicativo en la vida de los estadounidenses. Los alumnos de cada equipo trabajan
en conjunto para preparar la presentación y cada
miembro presenta una parte. Cuando terminan las
presentaciones, Jim dirige una discusión con el
grupo y trata de lograr que vean las relaciones
que existen entre los avances. Por ejemplo, la tecnología inluye en la medicina, el transporte y la
educación; un mayor número de automóviles y
caminos conduce a un crecimiento de los suburbios; y una mejor educación fomenta la medicina
preventiva. La mediación social a través de discusiones y presentaciones ayuda a los alumnos a
comprender mejor los cambios en la vida de los
estadounidenses.
planeación, la síntesis y la formación de conceptos (Henderson y Cunningham, 1994); pero esa coordinación no surge independientemente del entorno social y la cultura del individuo.
El proceso de autorregulación consiste en la internalización gradual del lenguaje de los conceptos. Los niños pequeños responden principalmente a las instrucciones de otros, por ejemplo, a las
de las personas mayores que los rodean. A través del uso del discurso privado y de otras herramientas cognoscitivas, los niños internalizan las instrucciones para autorregular su conducta en diferentes
situaciones. Los procesos de pensamiento se vuelven autodirigidos. La internalización es fundamental
para el desarrollo de la autorregulación (Schunk, 1999).
Las primeras manifestaciones de autorregulación de los niños suelen ser burdas y relejar principalmente las verbalizaciones de otras personas; sin embargo, a medida que desarrollan una mayor
capacidad para un pensamiento autodirigido, construyen autorreguladores cognoscitivos eicaces e
idiosincráticos. La perspectiva constructivista sobre la autorregulación se analiza más a fondo en el
capítulo 9.
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254
Capítulo 6
MOTIVACIóN
El constructivismo es principalmente una teoría del desarrollo humano, que en años recientes se ha
aplicado al aprendizaje. Se ha escrito menos acerca del papel que la motivación desempeña en el
constructivismo. Sin embargo, esta perspectiva se puede aplicar a la motivación, y algunos principios
motivacionales estudiados por investigadores en otros campos teóricos se ajustan bien al constructivismo (Sivan, 1986). Algunos aspectos de la motivación especialmente relevantes incluyen los factores
contextuales, las teorías implícitas y las expectativas de los profesores (véase el capítulo 8).
Factores contextuales
Organización y estructura. El constructivismo hace hincapié en la cognición situada y en la importancia de tomar en cuenta el contexto del ambiente para explicar la conducta. Un tema importante para
el constructivismo es la organización y estructura de los ambientes de aprendizaje, es decir, la forma
en que los estudiantes se agrupan para la enseñanza, la manera en que se evalúa y se recompensa el
trabajo, cómo se establece la autoridad y cómo se planea el uso del tiempo. Muchos investigadores y
profesionales consideran que los ambientes son complejos y que para entender el aprendizaje es necesario tomar en cuenta muchos factores (Marshall y Weinstein, 1984; Roeser, Urdan y Stephens, 2009).
Un aspecto importante de la organización es la dimensionalidad (Rosenholtz y Simpson, 1984).
Los salones de clases unidimensionales incluyen pocas actividades que abarcan una gama limitada de
habilidades de los estudiantes. Los salones de clases multidimensionales incluyen más actividades y
permiten una mayor diversidad en las habilidades y desempeño de los alumnos. Las clases multidimensionales son compatibles con los principios constructivistas del aprendizaje.
Las características del aula que indican dimensionalidad son la diferenciación de la estructura de
las tareas, la autonomía de los estudiantes, los patrones de agrupamiento y la prominencia de las evaluaciones formales del desempeño (véase la tabla 6.5). Los salones de clases unidimensionales tienen
estructuras de tarea indiferenciadas; todos los estudiantes trabajan en la misma tarea o en tareas similares, y la enseñanza utiliza pocos materiales y métodos (Rosenholtz y Simpson, 1984). Cuanto más
indiferenciada sea la estructura, más probable es que las actividades cotidianas produzcan desempeños
consistentes en cada estudiante y que los alumnos comparen socialmente su trabajo con el de los demás
Tabla 6.5
Características de dimensionalidad.
Característica
Unidimensional
Diferenciación de la estructura
de la tarea.
Indiferenciada; los estudiantes traba- Diferenciada; los estudiantes trabajan
jan en las mismas tareas.
en diferentes tareas.
Autonomía de los estudiantes.
Baja; los estudiantes tienen pocas
opciones.
Alta; los estudiantes tienen opciones.
Patrones de agrupamiento.
Todo el grupo; los estudiantes se
agrupan según sus habilidades.
Trabajo individual; los estudiantes no
se agrupan según sus habilidades.
Evaluaciones del desempeño.
A los estudiantes se les caliica en las
mismas tareas; las caliicaciones son
públicas; hay mucha comparación
social.
A los estudiantes se les caliica en
diferentes tareas; las caliicaciones
son menos públicas y hay menos
comparación social.
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Multidimensional
Constructivismo
255
para determinar su posición relativa. Las estructuras se vuelven diferenciadas, y los salones de clases
se vuelven multidimensionales, cuando los estudiantes trabajan en diferentes tareas al mismo tiempo.
La autonomía se reiere al grado en que los estudiantes pueden elegir lo que harán, cuándo lo
harán y cómo lo harán. Las aulas son unidimensionales cuando hay poca autonomía, lo cual puede
obstaculizar la autorregulación y reducir la motivación. Las aulas multidimensionales ofrecen más opciones a los alumnos, lo que por lo general aumenta la motivación.
En cuanto a los patrones de agrupamiento, las comparaciones sociales se vuelven más importantes
cuando los estudiantes trabajan en actividades que incluyen a todo el grupo o cuando son agrupados
por sus habilidades. Las comparaciones no son tan comunes cuando los alumnos trabajan de manera
individual o en grupos con diversas habilidades. El agrupamiento inluye en la motivación y el aprendizaje, y tiene una gran inluencia a largo plazo si los grupos permanecen intactos y si los estudiantes
piensan que están vinculados a los grupos sin importar qué tan bueno sea su desempeño.
La prominencia de las evaluaciones formales del desempeño se reiere a la naturaleza pública de la
asignación de caliicaciones. En los salones de clases unidimensionales se caliica a los estudiantes en
las mismas tareas y las caliicaciones se hacen públicas, de manera que todos conocen la caliicación
de los demás. Es probable que aquellos que reciban bajas caliicaciones se sientan poco motivados
para mejorar. Cuando las caliicaciones se vuelven menos públicas o cuando se asignan por diferentes
proyectos, como en las clases multidimensionales, suelen motivar a una mayor proporción de estudiantes, en especial a aquellos que consideran que están progresando y que son capaces de aprender
más (Schunk, Pintrich y Meece, 2008).
El desempeño de las clases multidimensionales es sumamente visible (Rosenholtz y Rosenholtz,
1981), lo cual puede motivar a aprender a los alumnos con alto aprovechamiento pero afectar de manera negativa al resto del grupo. Las clases multidimensionales tienen más probabilidades de motivar
a un mayor número de estudiantes, ya que son más diferenciadas y autónomas, agrupan menos a los
alumnos por habilidades, son más lexibles para caliicar y recurren menos a la evaluación pública.
TARGET. Los salones de clases incluyen otros factores que pueden afectar las percepciones, la motivación y el aprendizaje de los estudiantes. En la tabla 6.6 se muestran algunos de ellos, los cuales se pueden resumir con el acrónimo TARGET, que se forma con las iniciales de las palabras tarea, autoridad,
reconocimiento, grupos, evaluación y tiempo, que son los componentes fundamentales de los factores
que se listan a continuación: diseño de la tarea, distribución de la autoridad, reconocimiento de los
estudiantes, formación de grupos, prácticas de evaluación y asignación del tiempo (Epstein, 1989).
Tabla 6.6
Factores TARGET que inluyen en la motivación y el aprendizaje.
Factor
Características
Tarea
Diseño de actividades y tareas de aprendizaje.
Autoridad
El grado en que los estudiantes pueden asumir el liderazgo y desarrollar
control e independencia sobre las actividades de aprendizaje.
Reconocimiento
Uso formal e informal de recompensas, incentivos y elogios.
Grupos
Trabajo individual, grupo pequeño, grupo grande
Evaluación
Métodos para supervisar y evaluar el aprendizaje.
Tiempo
Idoneidad de la carga de trabajo, ritmo de la enseñanza, tiempo asignado
para la realización del trabajo.
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256
Capítulo 6
La dimensión de la tarea abarca el diseño de las actividades y las tareas de aprendizaje. En el capítulo 8 se analizan formas de estructurar las tareas para fomentar una orientación hacia metas de dominio (aprendizaje) en los estudiantes, por ejemplo, haciendo que el aprendizaje sea más interesante,
utilizando variedad y desafíos, ayudando a los estudiantes a establecer metas realistas, y ayudando a
los estudiantes a desarrollar habilidades de organización, administración y otros tipos de estrategias
(Ames, 1992a, 1992b). La estructura de la tarea es un aspecto distintivo de la dimensionalidad. En las
clases unidimensionales, los estudiantes tienen los mismos materiales y tareas, de manera que la variación en las habilidades se puede traducir en diferencias en la motivación. En las clases multidimensionales no todos los alumnos trabajan en la misma tarea al mismo tiempo, por lo tanto, hay menos
oportunidades de efectuar comparaciones sociales.
La autoridad se reiere al hecho de que los estudiantes puedan asumir el liderazgo y desarrollar independencia y control sobre sus actividades de aprendizaje. Los profesores fomentan la autoridad al permitir
que los alumnos participen en las decisiones, al asignarles papeles de liderazgo y darles opciones, y al
enseñarles habilidades que les permitan asumir la responsabilidad de su aprendizaje. La autoeicacia suele
ser mayor en los grupos que conceden a los alumnos cierto grado de autoridad (Ames, 1992a, 1992b).
El reconocimiento, que implica el uso formal e informal de recompensas, incentivos y elogios,
tiene consecuencias importantes para un aprendizaje motivado (Schunk, 1995). Ames (1992a, 1992b)
recomienda que los docentes ayuden a los alumnos a desarrollar orientaciones hacia metas de dominio reconociendo su progreso, sus logros y su esfuerzo; utilizando estrategias autodirigidas, brindando
a todos los alumnos la oportunidad de ganar recompensas y utilizando formas privadas de reconocimiento que eviten las comparaciones entre ellos y el poner en evidencia las diicultades de otros.
La dimensión del agrupamiento se enfoca en la capacidad de los estudiantes para trabajar con otras
personas. Los profesores deben utilizar grupos cooperativos heterogéneos y la interacción de pares siempre
que sea posible con el in de asegurarse de que las diferencias en las habilidades no se conviertan en diferencias en la motivación y el aprendizaje. Las personas con bajo rendimiento se beneician especialmente
del trabajo en grupos pequeños, ya que el hecho de contribuir al éxito del grupo produce sentimientos de
autoeicacia. El trabajo de grupo también permite que un mayor número de estudiantes compartan la responsabilidad de aprender, de modo que no sólo algunos de ellos hagan todo el trabajo. Al mismo tiempo,
el trabajo individual es importante porque proporciona indicadores claros del progreso en el aprendizaje.
La evaluación incluye métodos para supervisar y valorar el aprendizaje del estudiante. Se pueden
utilizar distintas formas de evaluación y realizar las evaluaciones de forma privada. Por ejemplo, al
evaluar el progreso y el dominio de forma individual, se da a los estudiantes la oportunidad de mejorar su trabajo, el cual pueden repetir para obtener una mejor caliicación. Aunque en las escuelas el
sistema normativo para asignar caliicaciones más común es el de comparar a los estudiantes entre sí,
dicho sistema suele disminuir la autoeicacia en los alumnos que no se desempeñan tan bien como los
que obtienen caliicaciones altas.
El tiempo se reiere a la idoneidad de la carga de trabajo, el ritmo de la enseñanza y el tiempo asignado a la realización del trabajo (Epstein, 1989). Algunas estrategias eicaces para aumentar la motivación
y el aprendizaje consisten en ajustar el tiempo o los requisitos de la tarea a los estudiantes que presentan
problemas para aprender, y permitir que ellos planeen sus horarios y ritmo de trabajo para progresar.
Cuando los estudiantes administran su tiempo, experimentan menos ansiedad por terminar el trabajo y
tienden más a utilizar estrategias de autorregulación y autoeicacia para aprender (Schunk y Zimmerman,
1994). En la aplicación 6.6 se describen algunas aplicaciones de TARGET en el salón de clases.
Teorías implícitas
Las teorías constructivistas destacan muchas facetas de la motivación, incluyendo los aspectos cognoscitivo y afectivo. Una premisa central de muchas teorías contemporáneas del aprendizaje y la motivación,
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Constructivismo
257
APLICACIÓN 6.6
Aplicación del método TARGET en el aula
El uso de los componentes del método TARGET en
una lección afecta de forma positiva la motivación
y el aprendizaje. Cuando Kathy Stone desarrolla
una unidad acerca de los desiertos, planea parte de
la unidad pero también involucra a sus estudiantes en la planeación de las actividades; organiza
centros de aprendizaje, planea tareas de lectura e
investigación, organiza discusiones en grupos pequeños y grupos grandes, y diseña exámenes previos y posteriores, así como tareas para veriicar el
dominio a lo largo de la unidad. El grupo le ayuda
a planear una excursión a un museo que cuenta
con un área dedicada a la vida en el desierto, a
elegir temas para un proyecto en grupos pequeños
y a decidir cómo crearán un desierto en el salón
de clases. Luego, la profesora y los estudiantes elaboran un calendario y un cronograma para trabajar
y completar la unidad. Observe en este ejemplo
la manera en que Kathy incorpora componentes
motivacionales a las características del método
TARGET: tarea, autoridad, reconocimiento, grupos,
evaluación y tiempo.
que además se ajusta muy bien a los supuestos constructivistas de que las personas cuentan con teorías implícitas acerca de aspectos como la manera en que aprenden, los elementos que contribuyen
al logro escolar y la manera en que la motivación inluye en el desempeño. El aprendizaje y el pensamiento se dan en el contexto de las creencias de los aprendices acerca de la cognición, lo cual diiere
en función de factores personales, sociales y culturales (Greeno, 1989; Moll, 2001).
Las investigaciones demuestran que las teorías implícitas acerca de procesos como el aprendizaje, el pensamiento y las habilidades inluye en la forma en que los estudiantes se involucran en el
aprendizaje y en los aspectos que consideran que conducen al éxito dentro y fuera del salón de clases
(Duda y Nicholls, 1992; Dweck, 1999, 2006; Dweck y Leggett, 1988; Dweck y Molden, 2005; Nicholls,
Cobb, Wood, Yackel y Patashnick, 1990). Los investigadores de la motivación han identiicado dos
teorías implícitas (o formas de pensar) diferentes acerca del papel que desempeñan las habilidades
en el logro: la teoría de la entidad ( forma de pensar ija) y la teoría incremental ( forma de pensar de
crecimiento). Los alumnos con una teoría de la entidad o forma de pensar ija consideran que sus
habilidades representan rasgos ijos sobre los que tienen poco control, mientras que los que siguen
una teoría incremental o forma de pensar de crecimiento consideran que las habilidades son aspectos
que pueden mejorar a través del aprendizaje (Dweck, 1999; Dweck y Leggett, 1988; Dweck y Molden,
2005). Estas perspectivas inluyen en la motivación y, en última instancia, en el aprendizaje y el logro.
Wood y Bandura (1989) encontraron que los adultos que se consideran capaces de desarrollar habilidades gerenciales utilizan mejores estrategias, tienen mayor autoeicacia para el éxito y establecen
metas más desaiantes que quienes consideran que estas habilidades son relativamente ijas e imposibles de modiicar.
Los estudiantes con una forma de pensar ija suelen desanimarse cuando enfrentan a diicultades,
ya que consideran que pueden hacer muy poco para modiicar su situación. Ese desánimo conduce a
una baja autoeicacia (véase el capítulo 4), lo que a su vez puede inluir en el aprendizaje de manera
negativa (Schunk, 1995; Schunk y Zimmerman, 2006). Por otro lado, los estudiantes con una forma de
pensar de crecimiento son menos propensos a rendirse cuando enfrentan diicultades y suelen modiicar sus estrategias, buscar ayuda, consultar más fuentes de información o activar otras estrategias
de autorregulación (Dweck, 2006; Zimmerman, 1994, 1998; Zimmerman y Martinez-Pons, 1992).
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258
Capítulo 6
Las evidencias revelan que las teorías implícitas pueden inluir en la forma en que los aprendices
procesan la información (Graham y Golan, 1991). Los alumnos que consideran que los resultados del
aprendizaje están bajo su control suelen hacer un mayor esfuerzo mental, repasar más, utilizar estrategias de organización y emplear otras tácticas para mejorar su aprendizaje. En contraste, los estudiantes
que tienen una perspectiva ija no tienden a manifestar el mismo tipo de esfuerzo.
Los estudiantes perciben de forma diferente los tipos de aprendizaje en el aula. Nicholls y
Thorkildsen (1989) encontraron que los alumnos de primaria consideraban que es mejor aprender aspectos importantes, como lógica matemática y hechos acerca de la naturaleza, que aprender convencionalismos intelectuales, por ejemplo, ortografía y métodos para representar la suma. Los estudiantes
también percibieron la instrucción didáctica como una forma más adecuada para enseñar los convencionalismos que para enseñar cuestiones de lógica y de hechos. Nicholls, Patashnick y Nolen (1985)
encontraron que los estudiantes de preparatoria tenían creencias concretas acerca de qué tipos de actividades conducen al éxito. La orientación a la tarea, o el enfocarse en el dominio de la tarea durante
el aprendizaje, se relacionaron de manera positiva con las percepciones de los estudiantes de que el
éxito depende de estar interesado en aprender, de trabajar con ahínco, de tratar de entender en vez
de memorizar y de trabajar en colaboración. La orientación hacia las metas se analiza en el capítulo 8.
Es probable que las teorías implícitas se formen cuando los niños son expuestos a las inluencias
de la socialización. Dweck (1999) encontró evidencia de teorías implícitas en niños de hasta tres años
y medio. Antes de esta edad, los niños socializan con otras personas signiicativas acerca de lo correcto y lo incorrecto, del bien y del mal. A través de lo que escuchan y observan, forman teorías implícitas acerca de la justicia, la maldad y otros conceptos similares. En las tareas de logro, los elogios y
las críticas de los demás inluyen en lo que consideran que produce buenos y malos resultados, como,
“Te esforzaste y lo hiciste bien” o “No tienes lo necesario para hacer esto de forma correcta”. Como
ocurre con otras creencias, éstas también suelen estar situadas dentro de contextos, y los profesores
y los padres pueden indicar distintas causas del logro (esfuerzo y habilidad). En el momento en que
los niños ingresan a la escuela poseen una amplia gama de teorías implícitas que han construido y
que abarcan la mayoría de las situaciones.
La investigación sobre las teorías implícitas sugiere que la premisa de que el aprendizaje requiere
brindar a los estudiantes la información para construir redes proposicionales está incompleta. También
es importante la manera en que los niños perfeccionan, modiican, combinan y elaboran su comprensión conceptual en función de su experiencia. Esa comprensión se sitúa en un sistema de creencias
personales e incluye ideas acerca de la utilidad y la importancia del conocimiento, de cómo éste se
relaciona con otros conocimientos y de en cuáles situaciones podría ser apropiado.
Expectativas de los profesores
Un tema de la motivación que ha llamado mucho la atención y que se integra muy bien al constructivismo es el de las expectativas de los profesores. La teoría y la investigación sugieren que las
expectativas de los docentes respecto a los estudiantes se relacionan con las acciones del profesor y
el aprovechamiento de los alumnos (Cooper y Good, 1983; Cooper y Tom, 1984; Dusek, 1985; Jussim,
Robustelli y Cain, 2009; Rosenthal, 2002).
El impulso para explorar las expectativas surgió de un estudio realizado por Rosenthal y Jacobson
(1968), quienes al inicio de un año académico aplicaron a estudiantes de primaria una prueba de
inteligencia no verbal y dijeron a los que serían sus profesores que esa prueba predecía cuáles estudiantes destacarían intelectualmente durante el año. Lo que los investigadores hicieron en realidad fue
elegir al azar a 20 por ciento de la población escolar y darle a los docentes una lista con los nombres
de los estudiantes que destacarían intelectualmente. Los profesores no sabían del engaño; la prueba
no predecía una mejoría intelectual y los nombres de los alumnos no tenían relación alguna con las
caliicaciones de la prueba. Los profesores utilizaron sus técnicas de enseñanza acostumbradas y los
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Constructivismo
259
estudiantes volvieron a ser evaluados después de un semestre, un año y dos años. Cuando se aplicaron las primeras dos pruebas los estudiantes estaban en clases de profesores que habían recibido la
lista de los que destacarían intelectualmente; en el caso de la última prueba, los alumnos pertenecían
a nuevos grupos, en los que los que profesores no tenían la lista con los nombres.
Después del primer año se observaron diferencias signiicativas en la inteligencia entre los estudiantes de la lista y los estudiantes del grupo de control, aquellos que supuestamente no destacarían
intelectualmente; la mayor diferencia se observó entre los niños de primero y segundo grado. Durante
el año siguiente, los niños más pequeños perdieron su ventaja, pero los de grados superiores que
estaban incluidos en la lista mostraron una mayor ventaja sobre los estudiantes del grupo de control.
Las mayores diferencias se encontraron entre los que tenían un aprovechamiento promedio y no entre
los que tenían un aprovechamiento alto o bajo. Se observaron hallazgos similares en las caliicaciones
de lectura. En general, las diferencias entre los estudiantes de la lista y del grupo de control fueron
pequeñas, tanto en la prueba de lectura como en la de inteligencia.
Rosenthal y Jacobson concluyeron que las expectativas del profesor pueden actuar como profecías autocumplidas, ya que el aprovechamiento de los estudiantes llega a relejar sus expectativas.
También sugirieron que los resultados fueron más evidentes en los niños pequeños porque tienen un
contacto más estrecho con sus profesores. Es probable que los estudiantes mayores funcionen mejor
después de que cambian de profesor.
Este estudio es polémico: ha sido criticado tanto en sus aspectos conceptuales como en los metodológicos, y muchas veces se ha intentado repetirlo sin éxito (Cooper y Good, 1983; Jussim et al., 2009). Sin
embargo, las expectativas de los docentes son reales y se ha visto que se relacionan con diversos resultados de los estudiantes. Uno de los modelos que explica las profecías autocumplidas plantea lo siguiente:
n
n
n
Los profesores desarrollan expectativas erróneas.
Esas expectativas provocan que los docentes traten a los estudiantes de forma diferente,
dependiendo de si tienen altas o bajas expectativas respecto a ellos.
Los estudiantes reaccionan a este trato diferente de una manera que conirma la expectativa
errónea (Jussim et al., 2009, p. 361).
Brophy y Good (1974) argumentaron que al principio del año escolar los docentes forman expectativas con base en sus interacciones iniciales con los estudiantes y la información de los registros. Luego,
empiezan a tratarlos de forma diferente de acuerdo con esas expectativas. Las conductas de los profesores son recíprocas; por ejemplo, los profesores que tratan a los estudiantes de forma cálida suelen
recibir un trato cálido. Las conductas de los alumnos empiezan a complementar y reforzar las conductas
y expectativas del docente. Los efectos suelen ser más pronunciados en el caso de expectativas rígidas
e inapropiadas. Cuando son apropiadas o inapropiadas pero lexibles la conducta del estudiante puede
justiicar o modiicar las expectativas. Cuando las expectativas son inapropiadas o difíciles de modiicar
el desempeño del alumno podría deteriorarse y volverse congruente con las expectativas.
Una vez que los profesores forman expectativas, las pueden transmitir a los estudiantes a través
de la atmósfera socioemocional, estímulos verbales, respuestas verbales y retroalimentación (Rosenthal,
1974). La atmósfera socioemocional incluye sonrisas, movimientos de cabeza, contacto visual y acciones
amistosas y de apoyo. Es probable que los profesores creen una atmósfera más cálida para los estudiantes de los que esperan más, que para aquellos de los que esperan menos (Cooper y Tom, 1984). Los
estímulos verbales o las oportunidades para aprender nuevo material y la diicultad que éste representa
varían cuando los alumnos de los que se espera más tienen más oportunidades de adquirir e interactuar
con nuevo material, así como de ser expuestos a un material más difícil. Las respuestas verbales se reieren al número y a la duración de las interacciones académicas. Los profesores realizan más intercambios
académicos con los alumnos de los que esperan más (Brophy y Good, 1974); además, son más perseverantes con ellos y los ayudan a responder proporcionándoles claves o replanteando las preguntas.
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260
Capítulo 6
La retroalimentación se reiere al uso del elogio y la crítica. Los profesores elogian a los estudiantes de los que esperan mucho y critican más a los estudiantes de los que esperan poco (Cooper y
Tom, 1984).
Aunque estos factores son genuinos, existen muchas diferencias entre los profesores (Schunk et al.,
2008). Algunos alientan de manera consistente a los alumnos con bajo rendimiento y los tratan de manera
más parecida a como antes se explicó que tratan a los alumnos con alto rendimiento, por ejemplo, los elogian más y les plantean más preguntas. La formación de expectativas adecuadas respecto a los estudiantes
mejora el aprendizaje. Ajustar la diicultad del material y el nivel del cuestionamiento de los estudiantes con
base en su desempeño previo es adecuado; esperar que todos los estudiantes aprendan con el esfuerzo
requerido también es razonable. Las expectativas distorsionadas no son creíbles y por lo general tienen
pocos efectos sobre el aprendizaje. La mayoría de los profesores de primaria, la etapa en que los efectos de
las expectativas pueden ser mayores, tienen expectativas positivas respecto a sus estudiantes, les brindan
oportunidades para el éxito y utilizan el elogio con frecuencia (Brophy y Good, 1974).
Es probable que los estudiantes construyan teorías implícitas acerca de lo que piensan sus profesores y de lo que esperan de ellos. La forma en que estas teorías inluyen en el aprovechamiento es
más difícil de pronosticar. Las creencias que tenemos acerca de lo que los demás esperan de nosotros
podría motivarnos (“ella piensa que puedo hacerlo y voy a intentarlo”), desmotivarnos (“ella piensa
que no puedo hacerlo y no voy a intentarlo”) o hacernos actuar en contra de nuestras teorías (“ella
piensa que no puedo hacerlo y voy a demostrarle que está equivocada”). El mejor consejo consiste
en esperar que todos los estudiantes puedan aprender y brindarles apoyo, lo que deberá ayudarles a
formarse expectativas apropiadas para sí mismos. En la aplicación 6.7 se dan algunas sugerencias
para transmitir expectativas positivas a los estudiantes.
APLICACIÓN 6.7
Expectativas de los profesores
Las expectativas de los profesores respecto a los
estudiantes pueden influir de manera positiva
o negativa en sus interacciones. Las siguientes
recomendaciones ayudan a prevenir los efectos
negativos:
n
n
n
n
n
Aplique las reglas de forma justa y consistente.
Suponga que todos los estudiantes pueden
aprender y transmítales esas expectativas.
No se forme diferentes expectativas de los
estudiantes con base en características que
no están relacionadas con su desempeño,
como en su género, origen étnico y antecedentes de sus padres.
No acepte excusas por un mal desempeño.
No olvide que se desconoce el límite superior
de las habilidades de los alumnos y que no
es importante para el aprendizaje escolar.
Un profesor universitario de inglés le dijo a
su grupo que esperaba que realizaran muchos
trabajos escritos en el transcurso del semestre.
Algunos de ellos reaccionaron con aprensión y
el profesor les aseguró que se trataba de una tarea que todos podían realizar. “Podemos trabajar
todos juntos para mejorar nuestra redacción. Sé
que algunos de ustedes tuvieron diferentes experiencias en preparatoria con la redacción, pero yo
trabajaré con cada uno de ustedes y sé que al inal
del semestre todos lo harán bien.”
Un estudiante lo esperó al inal de la clase y le
comentó que había participado en una clase de educación especial diciéndole: “Me cuesta mucho trabajo
escribir un enunciado correcto; no creo que pueda
ayudarme a ser un buen escritor”. A lo que el profesor contestó, “bueno, los enunciados son un buen
punto de inicio. Te veré el miércoles en la mañana
en la clase”.
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261
AMBIENTES DE APRENDIZAJE CONSTRUCTIVISTAS
Los ambientes de aprendizaje creados a partir de los principios constructivistas son muy diferentes a
los de los salones de clases tradicionales (Brooks y Brooks, 1999). En esta sección se describen las
principales características de los ambientes de aprendizaje constructivistas.
Principales características
Aprender en un ambiente constructivista no signiica permitir que los estudiantes hagan lo que quieran; este tipo de ambientes deben crear experiencias estimulantes que fomenten el aprendizaje.
Las aulas constructivistas diieren de las aulas tradicionales en varias formas (Brooks y Brooks,
1999). En las clases tradicionales por lo general se enfatizan las habilidades básicas. El programa de
estudios se presenta en pequeñas partes utilizando libros de texto y libros de trabajo. Los profesores
transmiten la información a los estudiantes de forma didáctica y corrigen las respuestas a las preguntas
que plantean. La evaluación del aprendizaje de los estudiantes diiere de la enseñanza y generalmente
se hace mediante la aplicación de exámenes. Es común que los estudiantes trabajen solos.
En las aulas constructivistas el programa de estudios se enfoca en los conceptos importantes. Las
actividades suelen incluir fuentes primarias de datos y materiales. Los docentes interactúan con los estudiantes averiguando lo que les interesa y sus puntos de vista. La evaluación es auténtica, ya que se
entrelaza con la enseñanza e incluye las observaciones del profesor y los portafolios de los alumnos. Es
común que los estudiantes trabajen en grupos. La clave consiste en estructurar el ambiente de aprendizaje de modo que los alumnos puedan construir de forma eicaz nuevos conocimientos y habilidades
(Schuh, 2003).
En la tabla 6.7 se presentan algunos principios de los ambientes de aprendizaje constructivistas
(Brooks y Brooks, 1999). Uno de esos principios es que los profesores deben plantear problemas de
importancia incipiente para los estudiantes, en los que la importancia ya sea evidente o se maniieste
a través de la mediación del profesor. Por consiguiente, un docente podría estructurar una lección en
torno a cuestiones que desafían los conceptos preexistentes de los alumnos. Esto requiere tiempo,
por lo que podría evitar que se revise otro contenido crítico del curso. La relevancia no se establece
amenazando a los estudiantes con exámenes, sino estimulando su interés y ayudándolos a descubrir
de qué manera los problemas afectan su vida.
Un segundo principio es que el aprendizaje se debe estructurar en torno a conceptos primordiales.
Esto signiica que los profesores diseñan actividades en torno a conjuntos conceptuales de preguntas
y problemas, de manera que las ideas se presenten de forma integral en vez de aislada (Brooks y
Brooks, 1999). Ser capaces de ver el todo sirve para entender las partes.
La enseñanza integral no exige sacriicar el contenido, pero requiere estructurarlo de una forma
diferente. Un método fragmentado para enseñar historia consiste en presentar la información en orden
cronológico como una serie de acontecimientos. En contraste, un método integral presenta los temas
Tabla 6.7
Principios que rigen los
ambientes de aprendizaje
constructivistas.
n
n
n
n
n
Plantear problemas de importancia incipiente a los estudiantes.
Estructurar el aprendizaje en torno a conceptos primordiales.
Indagar y valorar los puntos de vista de los estudiantes.
Adaptar el programa de estudios para considerar las suposiciones
de los estudiantes.
Evaluar el aprendizaje de los estudiantes en el contexto de la enseñanza.
(Brooks y Brooks, 1999)
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262
Capítulo 6
recurrentes en la historia, por ejemplo, crisis económicas y disputas por territorios, y estructura el
contenido de una forma que los estudiantes puedan descubrir esos temas en diferentes épocas. Así,
se pueden dar cuenta de que, aunque algunas características del ambiente cambian con el paso del
tiempo, por ejemplo, los ejércitos → la fuerza aérea; la agricultura → la tecnología), los temas siguen
siendo los mismos.
La enseñanza integral también es aplicable entre materias. Por ejemplo, en el programa de estudios de secundaria el tema de la “valentía” se podría explorar en la materia de ciencias sociales, en
la que el profesor podría hablar de lo valientes que son las personas cuando se levantan y actúan
con base en sus creencias cuando éstas entran en conlicto con los gobiernos; en la de literatura, en
donde podría comentar sobre los personajes de obras literarias que maniiestan valentía; y en ciencias naturales, en la que podría hablar del valor que maniiestan los cientíicos al desaiar las teorías
prevalecientes. Un programa de estudios integrado en el que los profesores planean las unidades en
conjunto releja esta integración.
Otro principio establece que es importante indagar y valorar los puntos de vista de los estudiantes.
Es esencial entender cuáles son las perspectivas de los estudiantes para planear actividades que constituyan un desafío y despierten su interés. Esto implica que el profesor los cuestione, que fomente las
discusiones y los escuche. Los docentes que no se esfuerzan por entender las ideas de sus alumnos
no logran aprovechar sus experiencias para el aprendizaje. Esto no signiica que los profesores deban
analizar cada enunciado de sus alumnos; eso no es necesario ni hay tiempo para hacerlo. En vez de
eso, los instructores deben tratar de conocer las ideas de sus estudiantes acerca de un tema.
Debido al gran énfasis que en la actualidad se pone en las caliicaciones de las pruebas de aprovechamiento, es fácil enfocarse sólo en las respuestas correctas de los alumnos. Sin embargo, la educación
constructivista requiere que, siempre que sea posible, se indague cómo es que el estudiante llegó a esa
respuesta, y los profesores logran esto pidiéndoles explicaciones; preguntándoles por ejemplo, “¿Cómo
llegaste a esa respuesta?” o “¿Por qué piensas eso?” Es posible que un alumno llegue a una respuesta
correcta a través de un razonamiento incorrecto y, a la inversa, que responda de forma incorrecta pero a
partir de un pensamiento lógico. La perspectiva de los estudiantes respecto a una situación o una teoría
acerca de un fenómeno sirve para que los profesores planeen sus programas de estudios.
Un cuarto principio establece que es necesario adaptar el programa de estudios para considerar
las suposiciones de los estudiantes. Esto signiica que las demandas curriculares para los estudiantes
deben coincidir con las ideas que aportan en el salón de clases. Cuando la incongruencia es muy
grande, las lecciones no tienen ningún signiicado para ellos. Sin embargo, la coincidencia no debe ser
perfecta. Las demandas que superan ligeramente las capacidades actuales de los alumnos, es decir, las
que están dentro de la zona de desarrollo próximo, producen desafíos y aprendizaje.
Cuando las suposiciones de los alumnos son incorrectas, la respuesta típica es informarles que
están en un error. La enseñanza constructivista en vez de hacer esto los reta a descubrir por sí mismos
la información correcta. Recuerde la conversación inicial, en donde se describe una lección de primer
grado sobre medición y equivalencia. Los niños utilizaban una balanza para determinar cuántos eslabones de plástico pesaban lo mismo que una arandela metálica (Brooks y Brooks, 1999). Ese ejemplo
muestra la manera en que el profesor modiicó la lección con base en las suposiciones de Anna, y
cómo la desaió para que descubriera el principio correcto. Incluso después de que ella respondió “cuatro” de forma correcta, el profesor no se limitó a decirle “correcto” sino que continuó cuestionándola.
Por último, la educación constructivista requiere que se evalúe el aprendizaje de los estudiantes en
el contexto de la enseñanza. Esto va en contra de lo que se hace en un aula típica, donde la mayor
parte de las evaluaciones del aprendizaje no están conectadas con la enseñanza, ejemplo de esto son
los exámenes inales, los exámenes de unidades y los exámenes rápidos. Aunque el contenido de esas
evaluaciones se ajuste bien a los objetivos de aprendizaje que se abordaron durante la instrucción, los
momentos de evaluación son independientes de la enseñanza.
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263
En un ambiente constructivista se hacen evaluaciones continuamente durante la enseñanza, y la
evaluación es realizada tanto por los alumnos como por el docente. El aprendizaje de Anna fue evaluado a lo largo de la secuencia, así como el éxito del profesor al diseñar una actividad que la guiara
para entender el concepto.
Desde luego, los métodos de evaluación deben relejar el tipo de aprendizaje (véase el capítulo 1).
Los ambientes constructivistas son diseñados para que se produzca un aprendizaje estructural signiicativo y profundo, no una comprensión supericial. Los exámenes de verdadero y falso y de opción múltiple no son apropiados para evaluar los resultados del aprendizaje. Las formas de evaluación auténtica
les piden a los estudiantes que redacten productos relexivos, analizando lo que han aprendido y las
razones por las que ese conocimiento es útil en el mundo, o que demuestren y apliquen las habilidades
que han adquirido.
A la evaluación constructivista no le interesan tanto las respuestas correctas a incorrectas, sino las
etapas posteriores a la emisión de la respuesta. Este tipo de evaluación auténtica guía las decisiones de
enseñanza, pero es difícil porque obliga a los profesores a diseñar actividades que estimulen la retroalimentación del estudiante y a modiicar la enseñanza en caso necesario. Es mucho más fácil diseñar
y caliicar un examen de opción múltiple, pero alentar a los docentes a utilizar una enseñanza constructivista y luego evaluar separadamente de manera tradicional envía un mensaje confuso. Dado el
gran énfasis que actualmente se pone en la responsabilidad, es probable que nunca lleguemos a una
evaluación auténtica; pero el hecho de fomentarla facilita la planeación curricular y permite organizar
lecciones más interesantes que motivar a los estudiantes a aprobar exámenes.
PRINCIPIOS DE LA APA CENTRADOS EN EL APRENDIZ
La American Psychological Association formuló un conjunto de principios psicológicos centrados en
el aprendiz (Grupo de Trabajo del Consejo de Asuntos Educativos de la American Psychological
Association, 1997; tabla 6.8), los cuales relejan un enfoque de aprendizaje constructivista. Tales principios se elaboraron como lineamientos para el diseño y la reforma escolar.
Los principios se agruparon en cuatro categorías principales: factores cognoscitivos y metacognitivos, factores motivacionales y afectivos, factores sociales y del desarrollo, y diferencias individuales. Los factores cognoscitivos y metacognitivos incluyen la naturaleza del proceso de aprendizaje, las metas de aprendizaje, la construcción del conocimiento, el pensamiento estratégico, el
pensamiento acerca del pensamiento y el contenido del aprendizaje. Los factores motivacionales y
afectivos relejan las inluencias emocionales y de la motivación sobre el aprendizaje, la motivación
intrínseca para aprender y los efectos de la motivación sobre el esfuerzo. Los factores sociales y del
desarrollo incluyen las inluencias de estos aspectos sobre el aprendizaje. Las diferencias individuales abarcan las variables individuales, el aprendizaje y la diversidad, y las normas y la evaluación.
Estos principios se relejan en el trabajo actual sobre la reforma de las normas para lograr las habilidades del siglo XXI.
En la aplicación 6.8 se ilustran formas de aplicar estos principios en ambientes de aprendizaje. Al
aplicarlos los profesores considerar el objetivo de la instrucción y los usos que tendrá. La instrucción
centrada en el profesor a menudo es el medio adecuado de instrucción, así como el más eicaz. Sin
embargo, cuando se busca una mayor comprensión por parte del estudiante, junto con una mayor
participación en las actividades, los principios son lineamientos muy útiles.
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264
Capítulo 6
Tabla 6.8
Principios de la
APA
centrados en el aprendiz.
Factores cognoscitivos y metacognitivos
1. Naturaleza del proceso de aprendizaje. El aprendizaje de materias complejas es más eicaz cuando se trata
de un proceso que tiene la intención de construir un signiicado a partir de la información y la experiencia.
2. Metas del proceso de aprendizaje. Con el tiempo, con el apoyo y la guía de instrucción, el aprendiz exitoso
puede crear representaciones de conocimiento signiicativas y coherentes.
3. Construcción de conocimientos. El aprendiz exitoso puede relacionar la información nueva con los
conocimientos que ya posee en formas signiicativas.
4. Pensamiento estratégico. El aprendiz exitoso puede crear y utilizar un repertorio de estrategias de
pensamiento y razonamiento para lograr metas de aprendizaje complejas.
5. Pensamiento acerca del pensamiento. Las estrategias de orden superior para seleccionar y supervisar las
operaciones mentales facilitan el pensamiento creativo y crítico.
6. Contexto del aprendizaje. El aprendizaje es inluido por factores ambientales, como la cultura, la tecnología
y las prácticas de enseñanza.
Factores motivacionales y afectivos
7. Inluencias motivacionales y emocionales sobre el aprendizaje. La motivación del aprendiz inluye en lo que
aprende y en cuánto aprende. A su vez, en la motivación para aprender inluyen los estados emocionales, las
creencias, los intereses y las metas, así como los hábitos de pensamiento.
8. Motivación intrínseca para aprender. La creatividad, el pensamiento de orden superior y la curiosidad natural
del aprendiz contribuyen a la motivación para aprender. La motivación intrínseca es estimulada por tareas
novedosas y con un grado óptimo de diicultad, por tareas relevantes para los intereses personales, y por tareas
que proporcionen opciones y control personal.
9. Efectos de la motivación sobre el esfuerzo. La adquisición de habilidades y conocimientos complejos requiere
un gran esfuerzo por parte del aprendiz y práctica guiada. Si el individuo no está motivado para aprender,
es poco probable que se esfuerce sin coerción.
Factores sociales y del desarrollo
10. Inluencias del desarrollo sobre el aprendizaje. Conforme las personas se desarrollan, existen diferentes
oportunidades y limitaciones para aprender. El aprendizaje es más eicaz cuando se toman en cuenta las
diferencias en las áreas de desarrollo físico, intelectual, emocional y social.
11. Inluencias sociales sobre el aprendizaje. Las interacciones sociales, las relaciones interpersonales
y la comunicación con los demás inluyen en el aprendizaje.
Factores de diferencias individuales
12. Diferencias individuales en el aprendizaje. Los aprendices cuentan con diferentes estrategias, métodos
y capacidades para aprender, las cuales dependen de la experiencia y la herencia.
13. Aprendizaje y diversidad. El aprendizaje es más eicaz cuando se toman en cuenta las diferencias en
antecedentes lingüísticos, culturales y sociales de los aprendices.
14. Estándares y evaluación. El establecimiento de estándares elevados y desaiantes adecuados, así como la
evaluación del aprendiz y del progreso del aprendizaje, la cual incluye la evaluación diagnóstica, la del proceso
y la de resultados, forma parte integral del proceso de aprendizaje.
Fuente: De “Learner-Centered Psychological Principles: A Framework for School Reform and Redesign”. Derechos reservados © por la American
Psychological Association. Reproducido con autorización. Prohibida cualquier reproducción o distribución sin autorización por escrito de la
American Psychological Association. Se puede consultar el documento completo en http://www.apa.org/ed/governance/ea/learnenrcentered.pdf. “Learner-Centered Psychological Principles” es un documento histórico que se derivó de una fuerza de tarea presidencial de la
APA en 1990 y que se revisó en 1997.
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Constructivismo
265
APLICACIÓN 6.8
Principios centrados en el aprendiz
Jim Marshall aplica los principios centrados en el
aprendiz de la APA en su clase de historia. Sabe
que muchos estudiantes no tienen una motivación
intrínseca para aprender historia y que sólo cursan la materia porque es obligatoria; por eso incorpora estrategias al programa de estudios para
aumentar el interés. Utiliza películas, excursiones
y representaciones de eventos históricos para relacionar mejor la historia con experiencias reales.
Jim tampoco quiere que los estudiantes se limiten
a memorizar el contenido, sino que desarrollen
el pensamiento crítico. Por eso les enseña una
estrategia para analizar los acontecimientos históricos que incluye preguntas clave como: ¿qué
ocurrió antes del suceso?, ¿qué cosas pudieron
haber sido diferentes? y ¿cómo este suceso inluyó
en los acontecimientos futuros? Como no le gusta
concentrarse en temas históricos, por ejemplo, el
desarrollo económico y los conlictos territoriales,
les pide a los alumnos que apliquen esos temas
a lo largo del año escolar a diferentes periodos
históricos.
Al ser psicóloga, Gina Brown conoce los principios de la APA y los incorpora a su enseñanza.
Ella sabe que sus estudiantes deben comprender
muy bien las diferencias sociales, individuales y del
desarrollo para tener éxito como profesores. Para
sus prácticas de campo, Gina se asegura de que
los estudiantes trabajen en ambientes diversos. Por
consiguiente, los asigna en diferentes momentos
a grupos con alumnos pequeños y a grupos con
alumnos grandes. También se asegura de que tengan oportunidad de trabajar en aulas con estudiantes de diversos grupos étnicos y socioeconómicos,
y con profesores cuyos métodos utilicen interacciones sociales, como el aprendizaje cooperativo y
las tutorías. Gina conoce la importancia de que los
alumnos relexionen acerca de sus experiencias y
les pide que lleven diarios sobre sus experiencias
en las prácticas de campo para que los compartan
con el grupo y después los ayuda a entender cómo
vincularlas con los temas que están estudiando en
el curso, como la motivación, el aprendizaje y el
desarrollo.
APLICACIONES A LA ENSEÑANZA
La literatura educativa está repleta de ejemplos de aplicaciones a la enseñanza que relejan principios
constructivistas. En esta sección se resumen algunos de ellos.
La tarea que enfrentan los profesores que tratan de aplicar los principios constructivistas puede
ser desaiante. Muchos no están preparados para enseñar con un enfoque de este tipo (Elkind, 2004),
especialmente si el programa de estudios de su carrera no lo incluía. También existen factores asociados con las escuelas y los sistemas escolares que van en contra del constructivismo (Windschitl, 2002).
Por ejemplo, los administradores escolares y los profesores son los responsables de las caliicaciones
de los alumnos en pruebas estandarizadas, las cuales por lo común destacan habilidades básicas de
bajo nivel y restan importancia a la comprensión conceptual profunda. Muchas culturas escolares también están en contra del constructivismo, especialmente si los profesores han enseñado de la misma
forma durante muchos años y trabajan con lecciones y programas de estudios estándar. Muchos padres tampoco apoyan el que los profesores sean menos directivos en el salón de clases y dediquen
más tiempo a construir la comprensión de sus alumnos. A pesar de estos problemas potenciales,
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Capítulo 6
existen muchas maneras en las que los profesores pueden incorporar la enseñanza constructivista a
sus clases, sobre todo en los temas que se prestan a hacerlo, por ejemplo, cuando la lección incluye
analizar temas para los que no existe una respuesta claramente correcta.
Aprendizaje por descubrimiento
El proceso de descubrimiento. El aprendizaje por descubrimiento consiste en que el estudiante obtenga
conocimientos por sí mismo (Bruner, 1961). Descubrir implica plantear y probar hipótesis y no simplemente leer o escuchar las exposiciones del profesor. El descubrimiento es un tipo de razonamiento
inductivo, ya que los alumnos pasan de estudiar ejemplos especíicos a formular reglas, conceptos y
principios generales. El aprendizaje por descubrimiento también se conoce como aprendizaje basado
en problemas, aprendizaje de indagación, aprendizaje de experiencia y aprendizaje constructivista
(Kirschner et al., 2006).
El descubrimiento es una forma de resolver problemas (Klahr y Simon, 1999; capituló 7), y no se
trata simplemente de permitir que los estudiantes hagan lo que deseen. Aunque el descubrimiento es
un método de enseñanza con una guía mínima, involucra cierta dirección; los profesores organizan
las actividades en las que los estudiantes buscan, manipulan, exploran e investigan. La conversación
inicial representa una situación de descubrimiento. Los alumnos aprenden conocimientos nuevos relevantes al tema y habilidades generales para la solución de problemas, como formular reglas, probar
hipótesis y reunir información (Bruner, 1961).
Aun cuando algunos descubrimientos podrían ser accidentes que le ocurren a la gente con suerte,
la mayoría son, hasta cierto punto, planeados y predecibles. Considere cómo Pasteur desarrolló la
vacuna contra el cólera (Root-Bernstein, 1988). En el verano de 1879 Pasteur tomó 2 meses de vacaciones, durante las cuales dejó cultivos de gérmenes del cólera, una enfermedad que había estado
investigando en pollos.
A su regreso, encontró que aunque los cultivos aún estaban activos, ya no eran virulentos; ya no podían
enfermar a los pollos. Entonces desarrolló un nuevo conjunto de cultivos a partir del comienzo natural
de la enfermedad y reinició su trabajo. A pesar de eso encontró... que las gallinas a las que había expuesto al germen cultivado más débil no desarrollaron el cólera. No fue sino hasta ese momento que
Pasteur se dio cuenta de que las había inmunizado sin saberlo (p. 26).
Es un ejemplo de la mayoría de los descubrimientos, que no son eventos fortuitos sino más bien
una consecuencia natural, aunque posiblemente imprevista, de la búsqueda sistemática del descubridor. Los descubridores cultivan sus descubrimientos al esperar lo inesperado. Pasteur no dejó los
cultivos de gérmenes sin atención, sino al cuidado de Roux, su colaborador. Cuando regresó de sus
vacaciones inoculó a los pollos con los gérmenes y no se enfermaron.
Pero cuando los mismos pollos fueron inyectados después con una cepa más virulenta, sí se enfermaron. Aquí no hubo ningún descubrimiento... Pasteur ni siquiera inició su primer experimento
exitoso de debilitamiento hasta algunos meses después.... Él y Roux trataron de debilitar los gérmenes pasándolos de un animal a otro, cultivándolos en diferentes medios... y sólo después de
muchos intentos uno de los experimentos tuvo éxito.... Durante algún tiempo las cepas que no
mataron a los pollos también estaban demasiado débiles para inmunizarlos. Pero en marzo de 1880
Pasteur había desarrollado dos cultivos con las propiedades de las vacunas. El truco... consistía en
utilizar un medio ligeramente ácido, no muy ácido, y dejar en él el cultivo de gérmenes durante
mucho tiempo.
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Constructivismo
267
Así, produjo un organismo atenuado capaz de inducir una respuesta inmune en los pollos. El descubrimiento... no fue un accidente en lo absoluto; Pasteur había planteado una pregunta: ¿Será posible
inmunizar a un animal con un agente infeccioso debilitado? Y después buscó de manera sistemática la
respuesta (Root-Bernstein, 1988, p. 29).
Para descubrir conocimientos, los estudiantes requieren preparación (una mente bien preparada
requiere conocimiento declarativo, procedimental y condicional; capítulo 5). Una vez que los estudiantes poseen el conocimiento prerrequerido, la estructuración cuidadosa del material les permite
descubrir principios importantes.
Enseñanza para el descubrimiento. La enseñanza para el descubrimiento requiere plantear preguntas,
problemas o situaciones complejas de resolver y animar a los aprendices a formular conjeturas cuando
tienen dudas. Para forzar a los estudiantes a construir su propio conocimiento, al dirigir una discusión
en clase los profesores podrían plantearles preguntas sin respuestas directas y decirles que no están
siendo evaluados. Los descubrimientos no se limitan a actividades escolares. Durante una unidad sobre
ecología, los alumnos podrían descubrir por qué los animales de cierta especie viven en algunas áreas y
no en otras. Los estudiantes podrían buscar respuestas en estaciones de trabajo en el aula, en el centro
de medios de la escuela o afuera de la escuela. Los profesores brindan una estructura al plantear preguntas y hacer sugerencias sobre la manera de buscar las respuestas. Cuando los estudiantes no están
familiarizados con el procedimiento de descubrimiento o cuando requieren mayor conocimiento previo
se requiere más estructura por parte del profesor. En la aplicación eso 6.9 se presentan otros ejemplos.
APLICACIÓN 6.9
Aprendizaje por descubrimiento
El aprendizaje adquiere un mayor signiicado
cuando los estudiantes exploran sus entornos de
aprendizaje en lugar de escuchar de manera pasiva
a los profesores. Kathy Stone utiliza el descubrimiento guiado para ayudar a sus estudiantes de
tercer grado a aprender grupos de animales, como
mamíferos, aves y reptiles. En lugar de limitarse a
enseñarles los grupos básicos de animales y darles
ejemplos de cada uno, les pide que proporcionen
nombres de tipos de animales. Luego, les ayuda
a clasiicarlos examinando sus similitudes y diferencias. Después de clasiicarlos les ayuda a asignar nombres a las categorías. Éste es un método
guiado que le permite asegurarse de que las clasiicaciones sean las adecuadas, pero los alumnos
contribuyen de manera activa cuando descubren
las similitudes y las diferencias entre los animales.
Un profesor de química de preparatoria podría
utilizar líquidos “misteriosos” y pedir a los estu-
diantes que descubran los elementos que hay en
cada uno. Los alumnos podrían realizar una serie
de pruebas diseñadas para determinar si ciertas
sustancias están presentes en una muestra. Al utilizar el proceso experimental los alumnos aprenden
la forma en que las sustancias reaccionan a ciertos
químicos y también a determinar el contenido de
las sustancias.
Gina Brown utiliza otras actividades de aprendizaje basadas en problemas para su clase. Crea
diferentes escenarios en el aula que describen situaciones que involucran conductas de aprendizaje
de los alumnos, así como acciones por parte del
profesor. Separa a sus estudiantes de psicología
educativa en grupos pequeños y les pide que analicen cada escenario y descubran cuáles principios
del aprendizaje describen mejor las situaciones
presentadas.
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268
Capítulo 6
El descubrimiento no es apropiado para todos los tipos de aprendizaje, ya que podría no ocurrir
cuando los estudiantes no tienen experiencia con el material o la información antecedente (Tuovinen
y Sweller, 1999). Cuando el contenido está bien estructurado y es fácil de presentar tampoco sería apropiada la instrucción para el aprendizaje por descubrimiento. Los estudiantes podrían descubrir cuáles
sucesos históricos ocurrieron en ciertos años, pero ello sería un aprendizaje trivial. Si llegaran a respuestas incorrectas, se perdería el tiempo volviendo a enseñar el contenido. El descubrimiento parece ser
más apropiado cuando el proceso de aprendizaje es importante, como en el caso de las actividades para
resolver problemas, que motivan a los estudiantes a aprender y adquirir las habilidades requeridas. Sin
embargo, crear situaciones de descubrimiento, por ejemplo, una en que se observe el crecimiento de
plantas, a menudo toma mucho tiempo, y los experimentos podrían no funcionar.
Como un tipo de instrucción con guía mínima, el aprendizaje por descubrimiento tiene algunas
desventajas. Mayer (2004) revisó las investigaciones realizadas desde la década de 1950 hasta la década
de 1980 que comparaban el aprendizaje por descubrimiento puro, es decir, el aprendizaje basado en problemas sin guía, con la instrucción guiada. Los resultados demostraron que la instrucción guiada produce
un mejor aprendizaje. Kirschner y sus colaboradores (2006) plantearon que este tipo de instrucción no
toma en cuenta la organización o la arquitectura de las estructuras cognoscitivas, por ejemplo, la memoria
de trabajo y la memoria a largo plazo. Aunque la instrucción con guía mínima puede mejorar las habilidades de los estudiantes para resolver problemas y el aprendizaje autodirigido (Hmelo-Silver, 2004), los
estudios más prometedores han sido realizados con alumnos de medicina o con individuos superdotados.
Observe que estas críticas se reieren a la instrucción con guía mínima. El descubrimiento guiado,
en el que los profesores organizan la situación para que los aprendices no queden abandonados a sus
propios medios sino que reciban apoyo, puede conducir a un aprendizaje efectivo. El descubrimiento
guiado también utiliza el entorno social, una característica fundamental del constructivismo. Los apoyos para aprender (andamiaje) se pueden reducir al mínimo cuando los aprendices han desarrollado
ciertas habilidades y, por lo tanto, se pueden guiar a sí mismos. Al decidir si deben utilizar el descubrimiento, los docentes deben tomar en cuenta los objetivos del aprendizaje, por ejemplo, adquirir
conocimientos o aprender habilidades para resolver problemas, el tiempo del que disponen y las
capacidades cognoscitivas de los estudiantes.
Enseñanza por indagación
La enseñanza por indagación es una forma de aprendizaje por descubrimiento, aunque se puede
estructurar de manera que sea más dirigida por el profesor. Collins (1977; Collins y Stevens, 1983)
diseñaron un modelo de indagación basado en el método socrático de enseñanza. Las metas consisten
en lograr que los estudiantes razonen, deriven principios generales y los apliquen a situaciones nuevas. Los resultados apropiados del aprendizaje incluyen formular y probar hipótesis, diferenciar entre
las condiciones necesarias y las suicientes, hacer predicciones y determinar cuándo las predicciones
requieren mayor información.
Para aplicar el modelo, el profesor cuestiona de forma repetida al estudiante. Las preguntas son
guiadas por reglas como “preguntar acerca de un caso conocido”, “elegir un contraejemplo para un
factor insuiciente”, “plantear una pregunta confusa” y “cuestionar una predicción hecha sin información suiciente” (Collins, 1977). Las preguntas generadas por reglas ayudan a los estudiantes a formular
principios generales y aplicarlos a problemas especíicos.
El siguiente es un ejemplo de un diálogo entre el profesor (P) y el estudiante (E) sobre el tema de
la densidad de población (Collins, 1977):
P:
¿En África del Norte existe una gran densidad de población?
E:
¿En África del Norte? Creo que sí.
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Constructivismo
P:
Bueno, la hay en el valle del Nilo, pero no en otros lugares.
¿Tienes idea de a qué se debe esto?
E:
¿A que la tierra no es buena para los cultivos?
P:
¿No es buena para la agricultura?
E:
Sí.
P:
¿Y sabes por qué no es buena?
E:
¿Por qué?
P:
¿Por qué se ve afectada la agricultura?
E:
Porque la tierra es árida.
P:
Correcto (p. 353).
269
Aunque este método de instrucción fue diseñado para la tutoría individual, con algunas modiicaciones se podría utilizar con grupos pequeños de estudiantes. Un problema con este método es que
las personas que fungen como tutores requieren estar muy capacitados para plantear las preguntas
apropiadas dependiendo del nivel de pensamiento del estudiante. Además, en el caso de las habilidades para resolver problemas se requiere conocer bien el área de contenido. Los estudiantes que no
han comprendido lo suiciente los conocimientos básicos no suelen funcionar bien bajo un sistema de
indagación diseñado para enseñar el razonamiento y la aplicación de principios. Otras características
del estudiante, como su edad y habilidades, también predicen el éxito con este modelo. Como ocurre
con otros métodos constructivistas, los profesores deben tomar en cuenta los resultados de los estudiantes y la probabilidad de que se involucren de forma exitosa en el proceso de indagación.
Aprendizaje asistido por los pares
Los métodos de aprendizaje asistido por los pares se ajustan bien al constructivismo. El aprendizaje
asistido por los pares consiste en enfoques de instrucción en los que los compañeros funcionan como
agentes activos en el proceso de aprendizaje (Rohrbeck et al., 2003). Algunos de los métodos que enfatiza el aprendizaje asistido por los pares son la tutoría de pares (que se estudia en esta sección y en
el capítulo 4), la enseñanza recíproca (véase el capítulo 7) y el aprendizaje cooperativo (que también
se estudia en esta sección) (Palincsar y Brown, 1984; Slavin, 1995; Strain et al., 1981).
Se ha demostrado que el aprendizaje asistido por los pares mejora el aprovechamiento. En una
revisión de la literatura Rohrbeck y sus colaboradores (2003) encontraron que este tipo de aprendizaje
es más eicaz con niños pequeños (de primero a tercer grado), de zonas urbanas, de bajos ingresos y
de grupos minoritarios. Los resultados con estudiantes de estas características son prometedores, dado
el riesgo del rendimiento académico asociado con ellos. Los investigadores no encontraron diferencias
signiicativas debidas al área de contenido, como lectura o matemáticas. Además de los beneicios
para el aprendizaje, este método también puede aumentar la motivación académica y social para
aprender (Ginsburg-Block, Rohrbeck y Fantuzzo, 2006; Rohrbeck et al., 2003). Los pares que destacan
el aprendizaje académico transmiten su importancia, lo que puede motivar a otros estudiantes de su
entorno social.
Al igual que con otros modelos de instrucción, los profesores necesitan tomar en cuenta los resultados de aprendizaje deseados al determinar si deben o no utilizar el aprendizaje asistido por los
pares. Ciertos tipos de lecciones, como aquellas que hacen hincapié en las habilidades de indagación,
parecen ser ideales para este método, sobre todo si el desarrollo de resultados sociales también es un
objetivo.
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270
Capítulo 6
Tutoría de pares. La tutoría de pares utiliza muchos de los principios de la enseñanza constructiva
(véase el capítulo 4). Los estudiantes participan activamente en el proceso de aprendizaje; el tutor y
el estudiante participan con libertad. Es probable que el contexto individual anime a los estudiantes
a hacer las preguntas que no se atreverían a plantear en un grupo grande. Existe evidencia de que la
tutoría de pares puede incrementar el rendimiento más que la instrucción tradicional (Fuchs, Fuchs,
Mathes y Simmons, 1997).
La tutoría de pares también fomenta la cooperación entre estudiantes y ayuda a diversiicar la
estructura del grupo. Un profesor podría dividir el grupo en grupos más pequeños de tutoría mientras
continúa trabajando con un grupo especíico. El contenido de la tutoría se adapta a las necesidades
especíicas del estudiante.
Es probable que los docentes necesiten enseñar a los pares tutores para garantizar que posean
las habilidades académicas y de tutoría necesarias. También debe quedar claro lo que se espera lograr
en la sesión de tutoría. Es mejor una meta especíica que una meta general (“trabajar con Mike para
ayudarle a entender cómo se reagrupa a partir de la columna de las decenas”, en lugar de “trabajar con
Mike para ayudarlo a mejorar en la resta”).
Aprendizaje cooperativo. El aprendizaje cooperativo se utiliza frecuentemente en los salones de clases
(Slavin, 1994, 1995), pero cuando no está bien estructurado puede producir poco aprendizaje en comparación con la enseñanza al grupo completo. El objetivo del aprendizaje cooperativo es desarrollar la
habilidad de los estudiantes para trabajar en colaboración con otras personas. Se debe aplicar de forma
oportuna en tareas que sean demasiado extensas para un solo estudiante. La tarea por realizar, además,
debe ser adecuada para trabajarla en grupo, como ocurre cuando los estudiantes pueden realizar una
parte del trabajo de manera individual y luego combinarla en un producto inal.
Existen ciertos principios que ayudan a que los grupos cooperativos tengan éxito. Uno consiste
en formar grupos con estudiantes que puedan trabajar bien juntos y que puedan desarrollar y practicar
habilidades de cooperación. Esto no implica necesariamente que se permita a los estudiantes elegir en
qué grupo trabajar, pues si se les permitiera hacerlo elegirían trabajar con sus amigos y dejarían fuera
a otros alumnos con los que también podrían hacerlo. Tampoco signiica que se deban formar grupos
heterogéneos en los que estén representados diferentes niveles de habilidades. Aunque muchas veces
se recomienda esta estrategia, las investigaciones revelan que los pares con alto aprovechamiento no
siempre se beneician al agruparse con estudiantes de bajo aprovechamiento (Hogan y Tudge, 1999),
y la autoeicacia de estos últimos no necesariamente mejora cunado observan el éxito de los primeros (Schunk, 1995). Sin importar los elementos que se utilizan para formar los grupos, los profesores
deben asegurarse de que cada grupo pueda tener éxito con un esfuerzo razonable.
Los grupos también necesitan guía con respecto a lo que deben lograr, es decir, respecto a cuál
es el producto que se espera, así como el tipo de conducta esperada. Además, la tarea debe requerir
interdependencia; lo que signiica que no debe poder ser realizada por completo por ningún miembro
del grupo. De manera ideal, la tarea también debe permitir que se utilicen diferentes métodos. Por
ejemplo, al estudiar el tema de “los piratas en América”, un grupo de estudiantes de secundaria podría
hacer una exposición, utilizar carteles, presentar una obra de teatro e involucrar a los miembros del
grupo en la búsqueda de un tesoro.
Por último, es importante que el profesor se asegure de que cada miembro del grupo tenga alguna responsabilidad. Si asigna caliicaciones, debe asegurarse de que todos los miembros documenten sus contribuciones generales al grupo. Si los seis miembros de un grupo reciben una caliicación
de “10” cuando sólo dos trabajaron en la tarea es muy probable que se produzca resentimiento.
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Constructivismo
271
Dos variantes del aprendizaje cooperativo son el método jigsaw y el STAD (llamado así por las
siglas en inglés de las palabras divisiones de estudiantes-equipos-logro). En el método jigsaw equipos
de estudiantes trabajan con material subdividido en partes. Después cada equipo estudia el material,
cada miembro se hace responsable de una parte. Los miembros de cada equipo se reúnen en grupo
para discutir sobre la parte que se les asignó como equipo y después regresan a sus equipos para
ayudar a los otros miembros a aprender más acerca de su parte (Slavin, 1994). Este método combina
muchas de las características positivas del aprendizaje cooperativo, el que incluye trabajo en grupo,
responsabilidad individual y claridad en las metas.
Los grupos STAD estudian el material una vez que ha sido presentado por el profesor (Slavin,
1994). Los miembros del grupo practican y estudian juntos pero son evaluados de manera individual.
La caliicación de cada miembro contribuye a la caliicación general del grupo; sin embargo, debido a
que las caliicaciones se basan en la mejoría, a cada miembro se le motiva a mejorar. Esto signiica que
la mejoría individual incrementa la caliicación general del grupo. Aunque este método es una forma
de aprendizaje cooperativo, parece ser más adecuado para el material que tiene objetivos bien deinidos o problemas con respuestas claras, como cálculos matemáticos y sucesos de las ciencias sociales.
Dado el énfasis que pone en la mejoría, el método STAD no funciona tan bien cuando se involucra
la comprensión de conceptos porque es poco probable que los estudiantes avancen con rapidez.
Discusiones y debates
Las discusiones en clase son útiles cuando el objetivo consiste en lograr una mayor comprensión conceptual o aprender diversas perspectivas de un tema. El tema por discutir no debe tener una respuesta correcta
evidente, sino implicar aspectos complejos o polémicos. Los estudiantes participan en la discusión teniendo
ciertos conocimientos del tema y se espera que aumente su comprensión como resultado de la discusión.
Las discusiones se pueden aplicar en diversas disciplinas, como historia, literatura, ciencias y
economía. Independientemente del tema, es fundamental que la atmósfera del grupo permita una
discusión libre. Muchas veces es necesario plantear algunas reglas para la discusión, por ejemplo,
no interrumpir al que está hablando, centrarse en argumentos relacionados con el tema y no atacar
a nivel personal a otros estudiantes. Si el profesor funge como moderador de la discusión, entonces
debe apoyar diversos puntos de vista, animar a los estudiantes a participar y recordarles las reglas
cuando las violen. Los docentes también pueden pedir a los alumnos que profundicen en sus opiniones, diciéndoles, por ejemplo, “dinos por qué piensas eso”.
Cuando el grupo es numeroso, las discusiones en grupos pequeños pueden ser preferibles a las
discusiones con todo el grupo. Los estudiantes que se rehúsan a hablar en un grupo grande podrían
sentirse menos inhibidos en un grupo pequeño. Los profesores pueden entrenar a los estudiantes para
ser moderadores en discusiones de grupos pequeños.
Una variante de la discusión es el debate, en el que los estudiantes argumentan de manera selectiva las diferentes perspectivas de un tema. Esto requiere que el grupo se prepare y, si tendrán que
hacer una breve exposición de sus puntos de vista, quizá tengan que adquirir cierta práctica. Los profesores deben asegurarse de que se cumplan las reglas del debate y de que todos los miembros del
equipo participen. Después se podría organizar una discusión con todo el grupo para que se refuercen algunos puntos o se expongan temas nuevos.
Enseñanza relexiva
La enseñanza relexiva se basa en la toma de decisiones bien pensadas, que toman en cuenta los
conocimientos acerca de los estudiantes, el contexto, los procesos psicológicos, el aprendizaje, la
motivación y conocimiento del aprendiz acerca de sí mismo. Aunque la enseñanza relexiva no forma
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272
Capítulo 6
Tabla 6.9
Componentes de las
decisiones de la enseñanza
relexiva.
n
Adecuadas al contexto.
n
Guiadas por una planeación luida.
n
Informadas por medio del conocimiento personal y profesional que se examina
de forma crítica.
n
Mejoradas por medio de oportunidades formales e informales de crecimiento
profesional.
(Henderson, 1996)
parte de una perspectiva constructivista del aprendizaje, sus premisas se basan en los supuestos del
constructivismo (Armstrong y Savage, 2002).
Componentes. La enseñanza relexiva contrasta mucho con la enseñanza tradicional, en la que el
profesor prepara una lección, la presenta al grupo, proporciona tareas y retroalimentación a los estudiantes y evalúa su aprendizaje. La enseñanza relexiva asume que no se puede utilizar un solo método
con todos los estudiantes. Cada profesor aporta un conjunto único de experiencias a la enseñanza. Los
profesores interpretan las situaciones de forma diferente, dependiendo de sus experiencias y percepciones. El desarrollo profesional exige que los docentes relexionen acerca de sus creencias y teorías
sobre los estudiantes, el contenido, el contexto y el aprendizaje, y que veriiquen la validez de tales
creencias y teorías en la realidad.
Henderson (1996) numeró cuatro componentes de la enseñanza relexiva que involucran la toma
de decisiones (véase la tabla 6.9). Las decisiones de la enseñanza deben ser adecuadas al contexto, el cual
incluye la escuela, el contenido, el origen de los estudiantes, la época del año, las expectativas educativas y otros factores. La planeación luida implica que los planes de enseñanza deben ser lexibles
y modiicarse según lo requieran las circunstancias. Cuando los alumnos no entienden una lección, no
tiene sentido enseñarla otra vez de la misma manera. El plan se debe modiicar para lograr la comprensión de los estudiantes.
El modelo de Henderson destaca el conocimiento personal de los profesores, ya que deben
estar conscientes de por qué hacen lo que hacen y convertirse en ágiles observadores de las situaciones. Es importante que relexionen y procesen una amplia gama de información acerca de las
situaciones. Sus decisiones se fortalecen por medio del desarrollo profesional. Los docentes deben
tener una base irme de conocimientos, a los cuales puedan recurrir para realizar una planeación
lexible y ajustar las lecciones a los diferentes estudiantes y contextos.
Los profesores relexivos son personas activas que buscan soluciones a los problemas y no esperan a que los demás les digan qué hacer; perseveran hasta encontrar la mejor solución en lugar
de conformarse con una que es poco satisfactoria; actúan con ética y ponen las necesidades de
los estudiantes por encima de las suyas; se preguntan qué es mejor para los alumnos en lugar
de qué es lo mejor para ellos. Los profesores relexivos también consideran detenidamente las
evidencias al revisar en la mente lo que ocurre en el salón de clases y al revisar sus prácticas para
atender mejor las necesidades de los estudiantes. En resumen, los docentes relexivos (Armstrong
y Savage, 2002):
n
n
Toman en cuenta el contexto.
Utilizan conocimientos personales.
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Constructivismo
n
Utilizan conocimientos profesionales.
n
Diseñan planes luidos.
n
Se comprometen con oportunidades formales e informales de crecimiento profesional.
273
Los supuestos del constructivismo que subyacen en estos puntos son evidentes, ya que éste pone
un gran énfasis en el contexto del aprendizaje porque considera que éste es situado. Las personas
construyen conocimientos acerca de sí mismos, por ejemplo, de sus capacidades, intereses y actitudes,
y acerca de su profesión a partir de sus experiencias. La enseñanza no es una función ija que proceda
de forma inmutable una vez que se diseña la lección. Y por último, no existe una “graduación” de la
enseñanza. Las condiciones siempre están cambiando, y los profesores deben permanecer actualizados en términos del contenido, el conocimiento psicológico del aprendizaje y la motivación, así como
en términos de las diferencias individuales entre los estudiantes.
Convertirse en un profesor relexivo. Ser un profesor relexivo es una habilidad, que al igual que
otras habilidades, requiere enseñanza y práctica. Las siguientes sugerencias son útiles para desarrollar esta habilidad.
Para ser un profesor relexivo se necesita un conocimiento personal adecuado. Los profesores poseen creencias acerca de sus habilidades de enseñanza, las cuales incluyen conocimientos de las materias, conocimiento pedagógico y conocimiento de las capacidades de los estudiantes. Para desarrollar el conocimiento personal, los profesores deben evaluar y relexionar acerca de esas creencias.
El cuestionamiento personal es útil. Por ejemplo, los docentes se podrían preguntar: “¿Qué sé acerca de
las materias que imparto?” “¿Cuánta conianza tengo de poder enseñar estas materias de manera que los
estudiantes adquieran habilidades?” “¿Cuánta conianza tengo de poder establecer una atmósfera adecuada
en el aula para facilitar el aprendizaje?” “¿Cuáles son mis creencias acerca de las maneras en que los estudiantes aprenden?” “¿Tengo prejuicios? ¿Creo, por ejemplo, que los estudiantes de ciertos grupos étnicos o
socioeconómicos no tienen la misma capacidad de aprendizaje que otros?”.
El conocimiento personal es importante porque constituye la base para tratar de mejorar. Por
ejemplo, los profesores que no se consideran muy hábiles en el uso de la tecnología para enseñar
ciencias sociales podrían tratar de desarrollarse profesionalmente para mejorar. Si descubren que tienen prejuicios, utilizarían estrategias para que sus creencias no produzcan efectos negativos. De esta
manera, si creen que algunos estudiantes no poseen la misma capacidad de aprendizaje que otros,
pueden buscar formas para ayudarlos a aprender mejor.
Para ser un profesor relexivo, también es necesario contar con conocimientos profesionales. Los
profesores eicaces son hábiles en sus disciplinas, conocen las técnicas de manejo del aula y poseen
conocimientos sobre el desarrollo humano. Los profesores que relexionan sobre sus conocimientos
profesionales y reconocen deiciencias pueden corregirlas, ya sea tomando cursos universitarios o
participando en sesiones de desarrollo de personal acerca de sus temas.
Al igual que otros profesionales, los profesores deben estar a la vanguardia en los avances en su
campo, lo cual pueden lograr ailiándose a organizaciones profesionales, asistiendo a conferencias,
suscribiéndose a revistas y analizando temas con sus colegas.
Al utilizar la enseñanza relexiva también se sugiere que el profesor planee y evalúe. Cuando los
profesores relexivos planean, lo hacen con la meta de llegar a todos los estudiantes. Se pueden obtener muy buenas ideas para planear las lecciones de los colegas y de las revistas cientíicas. Cuando los
estudiantes tienen problemas para aprender el contenido presentado de cierta forma, los profesores
relexivos consideran otros métodos para lograr el mismo objetivo.
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274
Capítulo 6
La evaluación está vinculada a la planeación. Los profesores relexivos se preguntan cómo evaluarán los resultados de aprendizaje de sus alumnos. Para conocer métodos de evaluación los profesores
necesitan tomar cursos o participar en sesiones de desarrollo de personal. Los métodos auténticos que
están en boga desde hace algunos años ofrecen muchas posibilidades para evaluar los resultados,
pero es probable que los profesores necesiten consultar a expertos en evaluación y que deban capacitarse para poder utilizarlos.
RESUMEN
El constructivismo es una epistemología, o una explicación ilosóica acerca de la naturaleza del aprendizaje. Los teóricos constructivistas rechazan la idea de que existan verdades cientíicas y están abiertos
al descubrimiento y la veriicación. El conocimiento no surge de la imposición de otras personas sino
que se forma en el interior del individuo. Las teorías constructivistas diieren de aquellas que plantean
la autoconstrucción completa, de las que suponen la existencia de construcciones mediadas socialmente y de las que argumentan que las construcciones igualan a la realidad. El constructivismo requiere
que la enseñanza y las experiencias de aprendizaje se estructuren para desaiar el pensamiento de los
estudiantes para aumentar su capacidad de construir conocimientos nuevos. Una premisa fundamental
es que los procesos cognoscitivos están situados (localizados) dentro de contextos físicos y sociales. El
concepto de cognición situada destaca esta relación entre las personas y las situaciones.
La teoría de Piaget es constructivista y plantea que los niños atraviesan una serie de etapas cualitativamente diferentes: sensoriomotriz, preoperacional, de operaciones concretas y de operaciones
formales. El principal mecanismo del desarrollo es el equilibrio, que ayuda a resolver conlictos cognoscitivos al cambiar la naturaleza de la realidad para ajustarla a las estructuras existentes (asimilación)
o modiicar las estructuras para incorporar la realidad (acomodación).
La teoría sociocultural de Vygotsky enfatiza el entorno social como un facilitador del desarrollo y del aprendizaje. El entorno social inluye en la cognición a través de sus herramientas: objetos
culturales, lenguaje, símbolos e instituciones sociales. El cambio cognoscitivo resulta de utilizar estas
herramientas en las interacciones sociales y de internalizar y transformar esas interacciones. Un concepto clave es la zona de desarrollo próximo (ZDP), que representa la cantidad de aprendizaje que
un estudiante puede adquirir, dadas las condiciones de enseñanza adecuadas. Es difícil evaluar las
contribuciones de la teoría de Vygotsky al aprendizaje debido a que la mayoría de la investigación es
reciente y muchas aplicaciones educativas de la teoría no forman parte de ella. Algunas aplicaciones
que relejan las ideas de Vygotsky son el andamiaje para la instrucción, la enseñanza recíproca, la colaboración de pares y los grupos de aprendizaje.
El discurso privado tiene una función de autorregulación, pero no tiene el propósito de comunicar
aspectos sociales. Vygotsky creía que el discurso privado se desarrolla mediante la organización de la
conducta. Los niños utilizan el discurso privado para entender las situaciones y superar diicultades. El
discurso privado se vuelve cubierto con el desarrollo, aunque se pueden observar verbalizaciones abiertas a cualquier edad. Las verbalizaciones pueden aumentar el aprovechamiento de los estudiantes si son
relevantes a la tarea y no interieren con el desempeño. El entrenamiento para la autoinstrucción es útil
para ayudar a las personas a autorregular verbalmente su desempeño.
La teoría de Vygotsky plantea que el aprendizaje es un proceso mediado socialmente. Los niños
aprenden muchos conceptos al interactuar socialmente con otras personas. La estructuración de
los ambientes de aprendizaje para fomentar las interacciones facilita el aprendizaje. La autorregulación incluye la coordinación de procesos mentales, como la memoria, la planeación, la síntesis y
la evaluación. Vygotsky creía que el lenguaje y la zona de desarrollo próximo son fundamentales
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Constructivismo
275
para el desarrollo de la autorregulación. Un concepto clave es la internalización de los procesos de
autorregulación.
Algunos aspectos de la motivación importantes para el constructivismo son los factores contextuales, las teorías implícitas y las expectativas de los profesores. Los salones de clases multidimensionales, que incluyen muchas actividades y permiten un desempeño más diverso entre los estudiantes,
son más compatibles con el constructivismo que las clases unidimensionales. Algunas características
que indican dimensionalidad son: la diferenciación de la estructura de la tarea, la autonomía del estudiante, los patrones de agrupamiento y la prominencia de las evaluaciones del desempeño. Las variables del método TARGET (tarea, autoridad, reconocimiento, grupos, evaluación y tiempo) inluyen en
la motivación y el aprendizaje de los alumnos.
Los estudiantes tienen teorías implícitas acerca de temas como la manera en que aprenden y los
aspectos que contribuyen a su rendimiento. Las teorías implícitas se forman durante las prácticas de
socialización y autorrelexión, e inluyen en la motivación y el aprendizaje de los alumnos. Los teóricos
incrementales consideran que las habilidades se pueden mejorar a través del esfuerzo. Los teóricos de la
entidad piensan que las habilidades son rasgos ijos sobre los que se tiene muy poco control. Las investigaciones demuestran que los estudiantes que creen que pueden controlar su aprendizaje se esfuerzan
más por aprender, repasan más y utilizan mejores estrategias de aprendizaje. Los profesores comunican
sus expectativas a los estudiantes de muchas formas. Las expectativas de los docentes inluyen en sus
interacciones con los alumnos y algunas investigaciones revelan que, en ciertas condiciones, las expectativas pueden inluir en el aprovechamiento de los estudiantes. Los profesores deberían esperar que todos
sus estudiantes logren éxito y apoyarlos (utilizar el andamiaje) para que lo consigan.
La meta de los ambientes de aprendizaje constructivistas es proporcionar experiencias estimulantes que motiven a los estudiantes a aprender. Los profesores de las aulas constructivistas enseñan
conceptos generales por medio de muchas actividades con los estudiantes, interacciones sociales
y evaluaciones auténticas. Buscan con avidez las ideas de los estudiantes y, a diferencia de lo que
hacen los profesores de clases tradicionales, ponen poco énfasis en el aprendizaje supericial y
mucho en la comprensión profunda. Los principios de la APA centrados en el aprendiz, que incluyen
varios factores (cognoscitivos, metacognitivos, motivacionales, afectivos, del desarrollo, sociales y
diferencias individuales), relejan un método de aprendizaje constructivista. Algunos métodos de
enseñanza que se ajustan al constructivismo son el aprendizaje por descubrimiento, la enseñanza
por indagación, el aprendizaje asistido por los pares, las discusiones y los debates, así como la enseñanza relexiva. En el aprendizaje por descubrimiento los estudiantes obtienen el conocimiento
por sí mismos resolviendo problemas. El descubrimiento exige que los profesores organicen actividades para que los alumnos puedan plantear y probar hipótesis. No se trata simplemente de dejar
a los estudiantes hacer lo que quieran. La enseñanza por indagación es una forma de aprendizaje
por descubrimiento que sigue los principios socráticos, de modo que el docente que emplea este
tipo de enseñanza plantea una gran cantidad de preguntas a los estudiantes. El aprendizaje asistido
por los pares se reiere a métodos de instrucción en los que los compañeros actúan como agentes
activos en el proceso de aprendizaje. La tutoría de pares y el aprendizaje cooperativo son formas de
aprendizaje asistido por los pares. Las discusiones y los debates son útiles cuando el objetivo consiste en lograr una mayor comprensión conceptual o conocer múltiples puntos de vista de un tema.
La enseñanza relexiva es la toma de decisiones bien pensada que tome en cuenta factores como los
estudiantes, los contextos, los procesos psicológicos, el aprendizaje, la motivación y el autoconocimiento. Para convertirse en un profesor relexivo es necesario desarrollar el conocimiento personal
y profesional, estrategias de planeación y habilidades de evaluación.
En la tabla 6.10 Se presenta un resumen de las cuestiones de aprendizaje importantes para el
constructivismo.
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276
Capítulo 6
Tabla 6.10
Resumen de temas acerca del aprendizaje.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
El constructivismo plantea que los aprendices forman o construyen su propia comprensión del conocimiento y de
las habilidades. Las diversas perspectivas del constructivismo diieren respecto a la medida en que los factores
sociales y ambientales inluyen en las construcciones de los estudiantes. La teoría de Piaget destaca el equilibrio,
es decir, el proceso de lograr congruencia entre las estructuras cognoscitivas internas y la realidad externa. La
teoría de Vygotsky pone un gran énfasis en el papel que desempeñan los factores sociales sobre el aprendizaje.
¿Qué papel desempeña la memoria?
El constructivismo no se reiere de manera explícita a la memoria. Sus principios básicos sugieren que los
aprendices son más capaces de recordar información si las construcciones contienen un signiicado personal
para ellos.
¿Qué papel desempeña la motivación?
El constructivismo se ha enfocado más en el aprendizaje que en la motivación, aunque algunos educadores han
escrito acerca de este tema. Los constructivistas sostienen que los aprendices construyen sus creencias motivacionales de la misma forma que construyen sus creencias acerca del aprendizaje. Los aprendices también construyen teorías implícitas acerca de sus fortalezas y debilidades, de lo que necesitan para aprender y de lo que los
demás piensan acerca de sus capacidades, por ejemplo, sus padres y sus profesores.
¿Cómo ocurre la transferencia?
Como ocurre con la memoria, la transferencia no ha sido un tema central de la investigación constructivista.
Sin embargo, se aplica la misma idea: la transferencia se facilita en la medida en que las construcciones de
los aprendices tengan un signiicado personal para ellos y se relacionen con otras ideas.
¿Cuáles procesos participan en la autorregulación?
La autorregulación implica coordinar las funciones mentales (memoria, planeación, síntesis, evaluación,
etcétera). Los aprendices utilizan las herramientas de su cultura, como el lenguaje y los símbolos, para construir
signiicados. La clave es internalizar los procesos de autorregulación. Las actividades de autorregulación iniciales
de los aprendices se forman a partir de las de los demás, pero a medida que el aprendiz construye sus propias
actividades, éstas se vuelven idiosincráticas.
¿Cuáles son las implicaciones para la instrucción?
La tarea central del profesor consiste en estructurar el ambiente de aprendizaje para que los estudiantes puedan
construir conocimientos. Para lograr esto los profesores necesitan proporcionarles apoyo en la instrucción
(andamiaje), de modo que los aprendices maximicen su aprendizaje en su zona de desarrollo próximo. El papel
que le corresponde desempeñar al profesor es el de proporcionar un ambiente de apoyo, y no el de aleccionar
y dar respuestas a los estudiantes.
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Constructivismo
277
LECTURAS ADICIONALES
Brainerd, C. J. (2003). Jean Piaget, learning research and American education. En B. J. Zimmerman y
D. H. Schunk (Eds.). Educational psychology: A century of contributions (pp. 251-287). Mahwah, NJ:
Erlbaum.
Brooks, J. G y Brooks, M. G. (1999). In search of understanding: The case for constructivist classrooms.
Alexandria, VA: Association for Supervision and Curriculum Development.
Epstein, J. L. (1989). Family structures and student motivation: A developmental perspective. En C.
Ames y R. Ames (Eds.). Research on motivation in education (Vol. 3, pp. 259-295). San Diego:
Academic Press.
Karpov, Y. V y Haywood, H. C. (1998). Two ways to elaborate Vygotsky´s concept of mediation:
Implications for instruction. American Psychologist, 53, 27-36.
Rosenthal, R. y Jacobson, L. (1968). Pygmalion in the classroom. Nueva York: Holt, Rinehart y Winston.
Tudge, J. R. H. y Scrimsher, S. (2003). Lev S. Vygotsky on education: A cultural-historical, interpersonal,
and individual approach to development. En B. J. Zimmerman y D. H. Schunk (Eds.), Educational
psychology: a century of contributions (pp. 207-228). Mahwah, NJ: Erlbaum.
Vygotsky, L. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. Cambridge, MA:
Harvard University Press.
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Capítulo
7
Procesos del aprendizaje
cognoscitivo
Meg LaMann, directora de la secundaria Franklin U. Nikowsky, estaba en una reunión de profesores.
El día anterior los docentes habían participado en una sesión de desarrollo profesional acerca de cómo
enseñar a los estudiantes a que adquieran habilidades de solución de problemas y pensamiento crítico. Meg les pidió a los profesores retroalimentación sobre la sesión.
La primera en hablar fue “Tiny” Lawrance, una de las docentes más extrovertidas de la escuela:
“Bueno Meg. Creo que los oradores tenían muchas cosas buenas que decir, además de sugerencias
para desarrollar habilidades en los estudiantes. Pero tú sabes cuál es el problema. No tenemos tiempo
para hacer nada de eso. Apenas alcanzaremos a cubrir el material que los niños necesitan saber para
los exámenes inales estatales. Además, como tú sabes, esos exámenes cubren principalmente información fáctica de bajo nivel, no lo necesario para resolver problemas. La verdad es que no veo cómo
podré utilizar todo lo que aprendí ayer”.
Después habló Piper Rowland: “Así es, Meg. Creo que es información maravillosa, y seguramente
nuestros alumnos se beneiciarían al aprender algunas de esas estrategias. Pero si dejamos de enseñar
las habilidades básicas para enseñar estas cosas y las caliicaciones de nuestros exámenes bajan, tendremos noticias de la inspección. Por eso no sé qué hacer”.
Meg respondió: “Los escucho y comparto la misma preocupación, pero creo que no necesitamos
abordar la solución de problemas y el pensamiento crítico en todo lo que enseñemos. Hay hechos y
habilidades que podemos enseñar de manera eicaz a los alumnos a través de la enseñanza directa.
Sin embargo, en ocasiones no pensamos lo suiciente en cómo podríamos incorporar la solución de
problemas a nuestra enseñanza. Creo que todos podemos hacerlo”.
Tiny dijo: “Estoy de acuerdo, Meg. ¿Qué tal si periódicamente dedicamos un tiempo a trabajar en
las habilidades de solución de problemas?”.
“Bueno, ya escucharon a los oradores”, contestó Meg, “La solución de problemas y el pensamiento crítico se enseñan mejor en el contexto del aprendizaje regular. De esa manera los niños ven
cómo pueden aplicar esas habilidades mientras aprenden matemáticas, literatura, ciencias naturales,
ciencias sociales, etcétera. Los programas que fomentan las habilidades del pensamiento de forma
aislada son menos eicaces, además, los niños por lo general no aplican esas habilidades fuera del
contexto de aprendizaje”.
“Bueno, estoy dispuesta a trabajar más en esto en ciencias sociales”, dijo Tiny. “Y yo en matemáticas”, comentó Piper. “Sólo espero que no bajen las caliicaciones de los exámenes”.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
279
“No te preocupes por eso”, dijo Meg, “Déjame resolver ese problema con la inspección”.
Los profesores realizaron un esfuerzo concertado para incorporar las sugerencias que aprendieron
en la sesión a su enseñanza durante el resto del año escolar. En realidad, las caliicaciones de los exámenes inales de la escuela aumentaron un poco.
Al inicio del siguiente año académico, la escuela organizó la noche para padres y varios de ellos
le expresaron a Meg lo mucho que apreciaban que los profesores trabajaran más en la solución de
problemas. Uno de los padres comentó: “Esas estrategias son grandiosas, no sólo para la escuela sino
también para otras cosas. Ahora estoy trabajando con mi hijo, estableció metas para lo que necesita
hacer, para veriicar su progreso, etcétera”. Otro de los padres le dijo a Meg: “A mi hija le encanta el
nuevo énfasis en la solución de problemas. Dice que ahora la escuela es más divertida”.
En capítulos anteriores estudiamos las teorías
cognoscitivas del aprendizaje: la teoría cognoscitiva
social (capítulo 4), la del procesamiento de la información (capítulo 5) y el constructivismo (capítulo
6). En este capítulo se amplía esta perspectiva a la
operación de los procesos cognoscitivos fundamentales durante el aprendizaje. Después de analizar la
adquisición de habilidades, se cubren los temas del
conocimiento condicional y la metacognición, los
cuales son fundamentales para el aprendizaje. En las
secciones posteriores se expone el aprendizaje de
conceptos, la solución de problemas, la transferencia, la tecnología y la enseñanza, así como las aplicaciones a la enseñanza.
Existe un debate entre los expertos sobre hasta
qué punto los procesos cognoscitivos que se analizan en este capítulo participan en la mayor parte del
aprendizaje, si no es que en todo él. Por ejemplo,
algunos piensan que la solución de problemas es el
proceso central del aprendizaje (Anderson, 1993),
mientras que otros se limitan a aplicarla en situaciones donde prevalecen condiciones especíicas (Chi y
Glaser, 1985). Por lo general, los profesores coinciden en la importancia que atribuyen al aprendizaje de
conceptos, la solución de problemas, la transferencia
y la metacognición, y los educadores recomiendan
incorporar estos temas a la instrucción (Pressley y
McCormick, 1995). La conversación que abre el capítulo describe el esfuerzo de toda la escuela por integrar la solución de problemas al currículo. Los procesos que se analizan en este capítulo son componentes
integrales de tipos complejos de aprendizaje que tienen lugar en las materias escolares como la lectura, la
escritura, las matemáticas y las ciencias naturales.
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de lo siguiente:
n
Distinguir entre habilidades generales y especíicas, y analizar cómo funcionan en conjunto para
la adquisición de competencias.
n
Describir la metodología de la investigación del
paso de novato a experto.
n
Entender por qué el conocimiento condicional
es importante para el aprendizaje y analizar las
variables que inluyen en la metacognición.
n
Distinguir las propiedades de los conceptos y explicar los modelos del aprendizaje de conceptos.
n
Analizar las perspectivas históricas de la solución
de problemas y el papel que desempeñan las estrategias generales (heurística).
n
Describir la solución de problemas desde la
perspectiva del procesamiento de la información.
n
Conocer las diferencias entre las perspectivas
históricas de la transferencia y proporcionar una
explicación cognoscitiva para la transferencia de
conocimientos, habilidades y estrategias.
n
Analizar las principales características del aprendizaje de los entornos de aprendizaje basados
en computadoras y el aprendizaje a distancia.
n
Explicar el aprendizaje a partir de ejemplos resueltos y el desarrollo de habilidades de escritura y
de matemáticas.
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280
Capítulo 7
ADQUISICIÓN DE HABILIDADES
El desarrollo de competencias en cualquier área representa un proceso de adquisición de habilidades, en
consecuencia, comenzaremos por examinar los temas relevantes para la adquisición de habilidades generales y especíicas.
Habilidades generales y especíicas
Las habilidades se clasiican de acuerdo con su grado de especiicidad. Las habilidades generales se
aplican a una amplia variedad de disciplinas; las especíicas únicamente son útiles para ciertas áreas.
Como vimos en la conversación inicial, la solución de problemas y el pensamiento crítico son habilidades generales porque sirven para adquirir una gama de habilidades cognoscitivas, motoras y
sociales, mientras que la factorización de polinomios y la solución de problemas con raíz cuadrada
involucran habilidades especíicas debido a que tienen aplicaciones matemáticas limitadas.
La adquisición de habilidades generales facilita el aprendizaje de muchas maneras. Bruner (1985)
señaló que tareas como “aprender a jugar ajedrez, aprender a tocar la lauta, aprender matemáticas y
aprender a leer con luidez las rimas en la poesía de Gerard Manley Hopkins” (pp. 5-6) se asemejan
porque requieren atención, memoria y perseverancia.
Al mismo tiempo, el aprendizaje de cada tipo de habilidad presenta características únicas.
Bruner (1985) airma que las perspectivas del aprendizaje no son claramente correctas o incorrectas;
más bien, solo se pueden evaluar tomando en cuenta condiciones como la naturaleza de la tarea
por aprender, el tipo de aprendizaje que se espera y las características que los aprendices aportan
a la situación. Las diferencias entre las tareas, como aprender a balancear ecuaciones químicas y
aprender a equilibrarse en una barra gimnástica, hacen que se requieran procesos diferentes para
explicar el aprendizaje.
La especiicidad del dominio se deine de varias maneras. Ceci (1989) utilizó el término para
referirse a estructuras discretas de conocimiento declarativo (capítulo 5). Otros investigadores
incluyen al conocimiento procedimental y consideran que la especiicidad corresponde a la utilidad
del conocimiento (Perkins y Salomon, 1989). En realidad, la cuestión no es demostrar o refutar una
postura, ya que sabemos que en el aprendizaje participan tanto habilidades generales como especíicas (Voss, Wiley y Carretero, 1995). Más bien, se trata de especiicar el grado en el que cualquier
tipo de aprendizaje incluye habilidades generales y especíicas, cuáles habilidades son y cómo se
adquieren.
Es preferible pensar que, como Perkins y Salomon (1989) explican, la especiicidad de las habilidades se da en un continuo:
El conocimiento general incluye estrategias, en ocasiones llamadas autocontrol, autorregulación o metacognición, con muchas aplicaciones para solución de problemas, pensamiento creativo, toma de
decisiones, aprendizaje y buen manejo mental. Por ejemplo, en el ajedrez los conocimientos muy
especíicos (a menudo denominados conocimiento local) incluyen las reglas del juego y saber cómo
manejar innumerables situaciones especíicas, por ejemplo las diferentes formas de apertura del juego
y las maneras de lograr jaque mate. De generalidad intermedia son los conceptos estratégicos, como
el control del centro del tablero, que hasta cierto punto son especíicos del ajedrez pero que también
invitan a aplicaciones más generales por analogía (p. 17).
Entonces podemos preguntar: ¿qué cuenta más para el éxito en el aprendizaje? Se necesita cierto
conocimiento local: las personas no pueden volverse hábiles para las fracciones sin aprender las reglas que rigen su operación (como la suma y la resta). Sin embargo, como señalan Perkins y Salomon
(1989), las preguntas más importantes son: ¿cuáles son los cuellos de botella en el desarrollo de la
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
281
pericia? ¿Puede la gente volverse experta poseyendo conocimientos especíicos solamente de un dominio? Si no es así, ¿en qué momento se convierten en importantes las capacidades generales?
Ohlsson (1993) propuso un modelo de adquisición de habilidades mediante la práctica que incluye tres subfunciones: generar conductas relevantes para la tarea, identiicar errores y corregirlos.
Este modelo incluye tanto procesos generales como especíicos de la tarea. Cuando los estudiantes
practican, vigilan su progreso comparando sus conocimientos actuales con sus conocimientos previos.
Se trata de una estrategia general, pero a medida que aprenden se van adaptando cada vez más a
situaciones de tareas especíicas. A menudo los errores son resultado de la aplicación incorrecta de
procedimientos generales (Ohlsson, 1996), pero el conocimiento previo de dominio especíico ayuda
a los aprendices a detectar los errores e identiicar las condiciones que los provocan. Por lo tanto, la
práctica y el aprendizaje de los métodos generales conducen a que se tornen más especializados.
La solución de problemas es útil para aprender habilidades en muchas áreas, pero las condiciones
de la tarea suelen requerir habilidades especíicas para el desarrollo de la pericia. En muchos casos
se requiere la combinación de dos tipos de habilidades. Las investigaciones revelan que los expertos
en resolver problemas con frecuencia utilizan estrategias generales al enfrentarse a problemas con
los que no están familiarizados, y que el hecho de que se planteen preguntas metacognoscitivas generales, por ejemplo, “¿qué estoy haciendo ahora?” y “¿esto me lleva a alguna parte?”, les facilita el
resolverlos (Perkins y Salomon, 1989). A pesar de estos resultados positivos, los principios generales
no suelen transferirse (Pressley et al., 1990; Schunk y Rice, 1993). La transferencia requiere que las
estrategias generales se combinen con factores como la enseñanza de la autovigilancia y la práctica
en contextos especíicos. La meta en la plática que se encuentra al inicio del capítulo es que, una vez
que los estudiantes aprendan estrategias generales, sean capaces de adaptarlas a entornos especíicos.
En resumen, la pericia es sobre todo de dominio especíico (Lajoie, 2003) y requiere una rica base de
conocimientos que incluya los hechos, conceptos y principios del dominio, junto con las estrategias de
aprendizaje que se pueden aplicar a diferentes dominios y que tal vez requieran ajustarse a cada dominio. No es de esperar que estrategias como la búsqueda de ayuda y la vigilancia del progreso hacia las
metas funcionen igual en dominios distintos, por ejemplo, en cálculo y en salto con garrocha. Al mismo
tiempo, Perkins y Salomon (1989) indicaron que las estrategias generales son útiles para afrontar problemas poco comunes en diferentes dominios, sin importar el nivel general de competencia en dicho
dominio. Estos hallazgos implican que los estudiantes necesitan estar bien preparados en los conocimientos básicos del área de contenido (Ohlsson, 1993), así como en estrategias generales de solución de
problemas y de autorregulación (capítulo 9). En la aplicación 7.1 se incluyen sugerencias para integrar la
enseñanza de habilidades generales y especíicas.
Metodología de investigación de novato a experto
Con el desarrollo de perspectivas cognoscitivas y constructivistas del aprendizaje, los investigadores dejaron
de considerar el aprendizaje como cambios en las respuestas debidos a un reforzamiento diferencial (capítulo 3), para interesarse más en las creencias y procesos de pensamiento que ocurren durante el aprendizaje. Esto tuvo como consecuencia que se modiicara el enfoque de la investigación del aprendizaje.
Para estudiar el aprendizaje académico muchos investigadores han utilizado una metodología de
novato a experto que incluye los siguientes pasos:
n
n
n
Identiicar la habilidad por aprender.
Encontrar un experto, es decir, alguien que demuestre que domina la habilidad, y un novato,
alguien que sepa algo acerca de la tarea pero que no la realice de forma adecuada.
Determinar la forma en que el novato puede pasar al nivel de experto lo más eicientemente
posible.
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282
Capítulo 7
APLICACIÓN 7.1
Integración de habilidades generales y especíicas a la enseñanza
Al trabajar con sus alumnos, los profesores pueden
utilizar de manera eicaz las habilidades generales para incrementar el éxito en varias áreas, pero
también deben estar conscientes de las habilidades
especíicas que necesitan para aprender en una
materia en particular.
Kathy Stone podría trabajar con sus alumnos
de tercer grado en el establecimiento de metas
para completar sus tareas. En lectura, podría ayudarlos a determinar cómo terminar dos capítulos
de un libro al inal de la semana. Los estudiantes
podrían establecer la meta de leer cierto número
de páginas o una sección cada día de la semana.
Como la meta no sólo consiste en leer las palabras escritas en las páginas, también debe enseñarles habilidades especíicas de comprensión,
por ejemplo cómo localizar las ideas principales
y cómo buscar los detalles. El establecimiento de
metas se podría aplicar en matemáticas pidiéndoles a los estudiantes que decidan cuántos problemas o actividades realizarán cada día para terminar una unidad especíica al inal de la semana.
Las habilidades especíicas que se aplican en este
contexto son: determinar qué plantea el problema, representar el problema y saber cómo realizar
los cálculos.
En la clase de educación física, los estudiantes podrían establecer metas para dominar habilidades, como trabajar para correr una milla en 6
minutos. Primero correrían la milla en 10 minutos
y luego trabajarían para reducir el tiempo cada semana. Para poder alcanzar esta meta necesitarán
desarrollar habilidades motoras y de resistencia, un
tipo de destrezas que por lo común son especíicas del contexto de correr distancias cortas en un
tiempo breve.
Esta metodología es intuitivamente plausible. La idea básica es que si el aprendiz desea saber
cómo ser más hábil en un área, debe estudiar con detalle a alguien que tenga bien desarrollada esta
habilidad. Para lograrlo, es necesario saber cuáles son los conocimientos que posee esa persona, qué
procedimientos y estrategias son útiles, cómo manejar situaciones difíciles y cómo corregir los errores.
Este modelo tiene muchos equivalentes en la vida real, los cuales se relejan en los grupos de aprendizaje, la capacitación en la práctica y la tutoría.
Gran parte de lo que sabemos acerca de las diferencias que existen entre las personas más y
menos hábiles en un área provienen de las investigaciones que se basan, en parte, en los supuestos de
esta metodología (VanLehn, 1996). Comparados con los novatos, los expertos poseen conocimientos
de dominio más amplios, están más conscientes de lo que no saben, dedican más tiempo a analizar los
problemas desde el principio, y resuelven los problemas con mayor rapidez y precisión (Lajoie, 2003).
Las investigaciones también han identiicado diferencias en las etapas de la adquisición de habilidades. La realización de este tipo de estudios es laboriosa y prolongada, ya que requiere que se estudie
a los aprendices durante mucho tiempo, pero produce buenos resultados.
Al mismo tiempo, este modelo es más descriptivo que explicativo: describe lo que hacen los
aprendices, más que explicar por qué lo hacen. El modelo también asume de forma tácita que existe
un conjunto ijo de habilidades que constituyen la pericia en un área dada, pero esto no siempre es
así. En relación con la enseñanza, Sternberg y Horvath (1995) argumentaron que no existe un estándar; los profesores expertos se asemejan entre sí de forma prototípica, lo cual tiene sentido dadas
nuestras experiencias con profesores expertos que suelen diferir de varias maneras.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
283
Por último, el modelo no sugiere automáticamente modelos de enseñanza, por lo tanto, es probable que su utilidad en ese ámbito y en el del aprendizaje en el aula sea limitada. Las explicaciones
para el aprendizaje y las sugerencias correspondientes para la enseñanza deben basarse irmemente
en teorías que identiiquen factores personales y ambientales importantes. En éste y en otros capítulos
del libro se enfatizan esos factores.
Diferencias en ciencia entre expertos y novatos
Un área adecuada para explorar las diferencias entre expertos y novatos es la ciencia, ya que gran
parte del área de la investigación cientíica ha comparado novatos con expertos que identiican
los componentes de la pericia. Los investigadores también han estudiado la forma en que los alumnos
construyen el conocimiento cientíico, así como las teorías implícitas y los procesos de razonamiento
que utilizan durante la solución de problemas y el aprendizaje (Linn y Eylon, 2006; Voss et al., 1995;
White, 2001; C. Zimmerman, 2000; capítulo 6).
Los expertos en dominios cientíicos diieren de los novatos en la cantidad y la organización del
conocimiento. Los expertos poseen más conocimientos de dominio especíico y tienden más a organizarlo en jerarquías, mientras que los novatos a menudo muestran muy poco traslape entre conceptos
cientíicos.
Chi, Feltovich y Glaser (1981) pidieron a aprendices expertos y novatos en la solución de problemas que ordenaran los problemas de un libro de texto de física con el criterio que quisieran. Los
novatos los clasiicaron con base en características supericiales, por ejemplo, aparatos; en tanto que
los expertos los clasiicaron con base en el principio necesario para resolverlos. Los expertos y los
novatos también diieren en sus redes de memoria de conocimiento declarativo. Por ejemplo, en la
memoria de los novatos el término “plano inclinado” se relacionaba con términos descriptivos como
“masa”, “fricción” y “longitud”. Los expertos también contaban con esos descriptores en su memoria,
pero junto con ellos habían almacenado principios de la mecánica, como la conservación de la energía
y las leyes de la fuerza de Newton. El mayor conocimiento que los expertos tenían de los principios
estaba organizado con descriptores subordinados a principios.
Los novatos a menudo utilizan los principios para resolver problemas de manera errónea.
McCloskey y Kaiser (1984) plantearon la siguiente pregunta a estudiantes universitarios:
Un tren corre sobre un puente que cruza un valle. A medida que el tren avanza, un pasajero se asoma
por la ventana y deja caer una piedra. ¿En dónde caerá?
Casi una tercera parte de los estudiantes dijo que la piedra caería directamente hacia abajo (igura 7.1); creían que un objeto que se empuja o se lanza adquiere una fuerza, pero que un objeto
que es transportado por un vehículo en movimiento no la adquiere, de manera que cae directamente
hacia abajo. Los estudiantes utilizaron la analogía con una persona que está estática y deja caer un
objeto, el cual cae directamente hacia el piso. Sin embargo, la ruta de caída de la piedra desde el
tren en movimiento es parabólica. La idea de que los objetos adquieren fuerza es errónea porque los
objetos se mueven en la misma dirección y a la misma velocidad que el vehículo que los transporta.
Cuando se deja caer la piedra, continúa moviéndose hacia delante con el tren, hasta que la fuerza de
gravedad la jala hacia abajo. Los novatos generalizaron sus conocimientos básicos y llegaron a una
solución errónea.
Como veremos más adelante en este capítulo, otra diferencia entre los novatos y los expertos
se reiere al uso de estrategias para solucionar problemas (Larkin, McDermott, Simon y Simon, 1980;
White y Tisher, 1986). Al enfrentar problemas cientíicos los novatos suelen utilizar un análisis de
medios y ines, determinan el objetivo del problema y deciden cuáles fórmulas podrían ser útiles para
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284
Capítulo 7
60 MP H
A
B
C
Figura 7.1
Respuestas posibles al problema
de la caída de la piedra.
alcanzarlo. Trabajan hacia atrás y recuerdan fórmulas que contienen cantidades en la fórmula meta. Si
no están seguros de cómo deben proceder para resolver el problema, quizá lo abandonen o traten de
resolverlo con base en los conocimientos que poseen.
Los expertos reconocen de inmediato el formato del problema, trabajan hacia submetas intermedias que utilizan esa información para alcanzar el objetivo último. La experiencia en resolver problemas cientíicos aporta conocimiento sobre los tipos de problemas. Con frecuencia los expertos
reconocen de manera automática las características de los problemas con los que están familiarizados
y realizan los pasos necesarios. Incluso cuando no están muy seguros de cómo resolver el problema,
los expertos empiezan revisando parte de la información que éste les proporciona y trabajan hacia
delante hasta soliucionarlo. Observe que el último paso que realizan los expertos suele ser el paso con
el que comienzan los novatos. Klahr y Simon (1999) argumentaron que el proceso de descubrimiento
cientíico es una forma de solución de problemas, y que el método heurístico general es muy similar
en las diversas áreas.
CONOCIMIENTO CONDICIONAL Y METACOGNICIÓN
Uno de los problemas de las teorías del procesamiento de la información es que suelen describir el
aprendizaje en lugar de explicarlo. Así, sabemos que los estímulos entran a la memoria de trabajo
(MT), se repasan, se codiican, se relacionan con la información relevante y se almacenan en la
memoria a largo plazo (MLP), pero podríamos preguntarnos por qué pasa cada una de estas cosas.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
285
Especialmente durante el aprendizaje, cuando el procesamiento no es automático, necesitamos explicar por qué el sistema procesa información. Por ejemplo, ¿qué determina la cantidad de repaso que
se realiza?, ¿cómo se selecciona la información relevante en la MLP?, ¿cómo saben los aprendices
qué conocimientos se requieren en distintas situaciones?
El tema de la metacognición aborda estas preguntas. La metacognición es una cognición de nivel
superior. A continuación se analiza el conocimiento condicional, y después una explicación de cómo
los procesos metacognoscitivos ayudan a integrar el procesamiento de la información.
Conocimiento condicional
El conocimiento declarativo y procedimental se reiere al conocimiento de hechos y procedimientos,
respectivamente (capítulo 5). El conocimiento condicional consiste en entender cuándo y por qué se
deben utilizar las formas de conocimiento declarativo y procedimental (Paris et al., 1983). El hecho de
que los estudiantes posean el conocimiento declarativo y procedimental que se requiere para realizar
una tarea no garantiza que la realizarán bien. Es probable que al leer un texto de ciencias sociales los
estudiantes sepan qué hacer (leer un capítulo), que entiendan el signiicado de las palabras (conocimiento declarativo) y que sepan cómo decodiicar, revisar, encontrar las ideas principales y hacer
inferencias (conocimiento procedimental), y aun así, se limiten a revisar rápidamente el capítulo, lo
cual tendrá como consecuencia que se desempeñen mal en un examen de comprensión.
Este tipo de situación es común. En este ejemplo, el conocimiento condicional incluye saber
cuándo es apropiado echar un vistazo rápido al material. La lectura rápida es adecuada cuando se
trata de revisar rápidamente un periódico o una página web para darse una idea de las noticias, pero
cuando se trata de comprender el contenido de un texto, no es adecuado utilizar este tipo de lectura.
El conocimiento condicional ayuda a los estudiantes a seleccionar y utilizar el conocimiento
declarativo y procedimental para ajustarlo a las metas de la tarea. Para tomar la decisión de leer un
capítulo con detenimiento y luego hacerlo, los estudiantes deben creer que una lectura cuidadosa es
apropiada para esa tarea; es decir, esta estrategia tiene un valor funcional porque les permitirá comprender el material.
Los aprendices que no poseen conocimiento condicional acerca de cuándo y por qué la revisión
rápida es valiosa, la utilizarán en momentos inapropiados. Si creen que es valiosa para todas las tareas
de lectura, es probable que la utilicen de forma indiscriminada, a menos que se les indique lo contrario. Si piensan que no posee ningún valor, quizá nunca la utilicen a menos que se les indique.
Es probable que el conocimiento condicional esté representado en la MLP como proposiciones
dentro de redes, y que esté asociado con el conocimiento declarativo y procedimental al que se aplica.
El conocimiento condicional es en realidad una forma de conocimiento declarativo porque es “saber
que”; por ejemplo, saber que la revisión rápida es valiosa para localizar lo esencial de un párrafo y
saber que es valioso resumir un texto para comprenderlo mejor. El conocimiento condicional también
está incluido en los procedimientos: la revisión rápida es valiosa siempre y cuando pueda localizar lo
esencial; sin embargo, si descubro que no estoy encontrando lo esencial, debo abandonar esta estrategia y leer con mayor detenimiento. En la tabla 7.1 se resumen los tres tipos de conocimiento.
El conocimiento condicional es una parte integral del aprendizaje autorregulado (Schunk y
Zimmerman, 1994, 1998; capítulo 9), el cual requiere que los estudiantes decidan cuál estrategia de
aprendizaje utilizarán antes de involucrarse en una tarea (Zimmerman, 1994, 2000). Mientras los estudiantes están realizando la tarea, evalúan sus avances en la misma, por ejemplo, su nivel de comprensión, utilizando procesos metacognoscitivos. Cuando detectan problemas de comprensión, modiican su
estrategia con base en el conocimiento condicional de lo que podría ser más eicaz. También se ha
sugerido que los entornos de aprendizaje basados en computadoras pueden servir como herramientas
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286
Capítulo 7
Tabla 7.1
Comparación de los tipos de conocimiento.
Tipo
Saber
Ejemplos
Declarativo
Qué
Datos históricos, hechos numéricos, episodios (que pasó, cuándo),
características de la tarea (historias con una trama y ambiente),
creencias (“soy bueno en matemáticas”).
Procedimental
Cómo
Algoritmos matemáticos, estrategias de lectura (revisión rápida,
localizar, resumir), metas (dividir las metas a largo plazo en submetas).
Condicional
Cuándo, por qué
Echar un vistazo al periódico porque capta lo esencial sin perder mucho
tiempo; leer los textos de forma cuidadosa para poder comprender.
metacognoscitivas para fomentar el aprendizaje autorregulado de los alumnos (Acevedo, 2005a,
2005b), un tema que retomaremos más adelante.
Metacognición y aprendizaje
La metacognición se reiere al control consciente y deliberado de la actividad cognoscitiva (Brown,
1980; Matlin, 2009):
¿Qué es metacognición? Por lo general se deine de manera general y vaga como cualquier conocimiento o actividad cognoscitiva que regula o toma por objeto cualquier aspecto de cualquier empresa
cognoscitiva... Se llama metacognición porque su principal signiicado es “cognición acerca de la cognición”. Se cree que las habilidades metacognoscitivas desempeñan un papel importante en muchos
tipos de actividad cognoscitiva, incluyendo la comunicación oral de información, la persuasión oral, la
comprensión oral, la comprensión de la lectura, la escritura, la adquisición del lenguaje, la percepción,
la atención, la memoria, la solución de problemas, la cognición social y diversas formas de autoinstrucción y autocontrol (Flavell, 1985, p. 104).
La metacognición comprende dos conjuntos de habilidades relacionadas. En primer lugar se debe
entender qué habilidades, estrategias y recursos requiere cada tarea. En este grupo se incluye la localización de las ideas principales, el repaso de la información, la formación de asociaciones o imágenes, el uso de técnicas de memoria, la organización del material, la toma de notas o el subrayado
y el uso de técnicas para resolver exámenes. En segundo lugar se debe saber cómo y cuándo utilizar
esas habilidades y estrategias para asegurarse de tener éxito en el cumplimiento de la tarea. Algunas
de esas actividades de vigilancia consisten en veriicar el nivel de comprensión, pronosticar los resultados, evaluar la eicacia de los esfuerzos, planear las actividades, decidir cómo administrar el tiempo
y revisar o cambiar a otras actividades para superar las diicultades (Baker y Brown, 1984). En conjunto, las actividades metacognoscitivas relejan la aplicación estratégica del conocimiento declarativo,
procedimental y condicional a las tareas (Schraw y Moshman, 1995). Kuhn (1999) argumentó que las
habilidades metacognoscitivas son la clave para el desarrollo del pensamiento crítico.
Las habilidades metacognoscitivas se desarrollan con lentitud. Los niños pequeños no están plenamente conscientes de los procesos cognoscitivos que participan en diversas tareas. Por ejemplo, por
lo general no pueden reconocer que estaban pensando y luego recordar en qué estaban pensando
(Flavell, Green y Flavell, 1995). Tampoco es probable que comprendan que los párrafos desorganizados son más difíciles de entender que los organizados, o que los párrafos que contienen material
poco conocido son más difíciles que aquellos compuestos de material con el que están familiarizados
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
287
APLICACIÓN 7.2
Metacognición
Los profesores pueden ayudar a los estudiantes a
desarrollar sus habilidades metacognoscitivas. Un
profesor que está trabajando con los estudiantes
en la comprensión auditiva podría incluir situaciones como escuchar un cuento agradable, un conjunto de instrucciones explícitas y una lección de
ciencias sociales. Para cada situación, el profesor
podría preguntar a los estudiantes por qué escucharían en ese escenario; por ejemplo, si porque lo
consideran atractivo y por el tema general (cuentos), por los elementos especíicos (instrucciones)
o por los hechos y conceptos (ciencias sociales).
Luego podría trabajar con ellos para desarrollar sus
habilidades de escucha, por ejemplo, pidiéndoles
que cuenten la historia con sus propias palabras, la
visualicen y tomen notas acerca de ella. Para mejorar el conocimiento condicional, el profesor puede
analizar con los alumnos las diversas técnicas para
escuchar cuáles serían más adecuadas para cada
situación.
El profesor que desea ayudar a sus estudiantes con habilidades de memoria les podría
entregar una lista de elementos para que los
memoricen, y luego enseñarles a reconstruir la
lista utilizando claves. El docente podría animarlos a explorar varias técnicas de memorización:
por ejemplo clasiicar los elementos; visualizar
una imagen que los contenga; asociarlos con un
entorno de tarea conocida utilizando acrónimos
que incluyan la primera letra de cada elemento;
crear una rima, un poema o una canción que
los incorpore; o repetir la lista varias veces. Después, el profesor los podría ayudar a determinar
cuál técnica funciona mejor para cada uno y con
qué tipo de tarea de memorización funciona esa
técnica.
(Baker y Brown, 1984). Dermitzaki (2005) encontró que los estudiantes de segundo grado utilizaban
estrategias metacognoscitivas, pero ese uso tenía poca relación con las verdaderas actividades de autorregulación de los niños. Los niños mayores y los adultos vigilan más las actividades que los niños pequeños; sin embargo, los niños mayores y los adultos no siempre vigilan su comprensión y a menudo
no son buenos para juzgar su grado de comprensión de un texto (Baker, 1989).
Al mismo tiempo, los niños pequeños tienen la capacidad cognoscitiva de vigilar sus actividades en
tareas sencillas (Kuhn, 1999). Es más probable que los aprendices vigilen sus actividades en tareas de
diicultad media que en tareas fáciles, en las que la vigilancia no es necesaria, o en tareas muy difíciles,
en las que tal vez no sepan qué hacer o abandonen la tarea).
Las habilidades metacognoscitivas se empiezan a desarrollar entre los 5 y los 7 años, y se
continúan desarrollando a lo largo del periodo escolar, aunque hay mucha variación dentro de
cualquier grupo de edad (Flavell, 1985; Flavell et al., 1995). Los niños en edad preescolar son capaces de aprender algunas conductas estratégicas (Kail y Hagen, 1982), pero como resultado de la
escolarización, desarrollan la conciencia de que pueden controlar lo que aprenden por medio de las
estrategias que utilizan (Duell, 1986). Flavell y Wellman (1977) plantearon que los niños forman generalizaciones sobre la manera en que sus acciones inluyen en el entorno; por ejemplo, aprenden
“lo que les funciona” para mejorar el aprovechamiento escolar. Esto ocurre especialmente con las
estrategias de memoria, quizás porque gran parte del éxito escolar depende de memorizar información (aplicación 7.2).
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Capítulo 7
Variables que inluyen en la metacognición
La conciencia metacognoscitiva es inluida por las variables asociadas con los aprendices, las tareas
y las estrategias (Duell, 1986; Flavell y Wellman, 1977).
Variables del aprendiz. Los niveles de desarrollo del aprendiz inluyen en su metacognición (Alexander, Carr y Schwanenlugel, 1995). Los niños mayores comprenden mejor sus propias habilidades y
limitaciones de memoria que los niños pequeños (Flavell, Friedrich y Hoyt, 1970; Flavell et al., 1995).
Flavell y sus colaboradores (1970) entregaron material a un grupo de niños y les dijeron que lo estudiaran hasta que consideraran que podían recordar la información con exactitud. Los niños de 7 a
10 años fueron más precisos al juzgar su preparación para recordar que los niños de 4 a 6 años. Los
niños mayores también presentaban más conciencia de que sus capacidades de memoria varían de
un contexto a otro. Los niños de la misma edad mostraron diferencias en sus habilidades de memoria.
También varían las habilidades de los aprendices para vigilar sus resultados en una tarea de
memoria. Los niños mayores son más hábiles para juzgar si recordaron todos los elementos y si pueden recordar información. Wellman (1977) les mostró a los niños imágenes de objetos y les pidió
que los nombraran. Cuando no podían hacerlo, les preguntaba si eran capaces de reconocer el nombre. Comparados con alumnos de jardín de niños, los estudiantes de tercer grado pronosticaron con
mayor precisión cuáles nombres de los objetos podrían reconocer.
Variables de la tarea. Conocer la diicultad relativa de diferentes tipos de aprendizaje y recuperar de la
memoria varios tipos de información son partes de la conciencia metacognoscitiva. Aunque los alumnos de jardín de niños y de primer grado creen que los objetos conocidos o con nombres sencillos son
más fáciles de recordar, los niños mayores son más hábiles al predecir que son más fáciles de recordar
los objetos clasiicados que los objetos que no están conceptualmente relacionados (Duell, 1986). Los
niños mayores tienden más a creer que las historias organizadas son más fáciles de recordar que la
información que se les presenta en pedazos desorganizados. En relación con la meta del aprendizaje,
los aprendices de sexto grado saben mejor que los de segundo que los estudiantes deben utilizar diferentes estrategias de lectura, dependiendo de si la meta consiste en recordar una historia palabra por
palabra o relatarla con sus propias palabras (Mayer y Paris, 1978).
Algunas tareas escolares no requieren metacognición porque se pueden realizar de forma rutinaria. Parte del tema que se aborda en la conversación inicial es el uso de un mayor número de tareas
que requieran metacognición, con la disminución correspondiente del aprendizaje de menor nivel que
es más fácil de adquirir.
Variables de la estrategia. La metacognición depende de las estrategias que utilizan los aprendices.
Los niños de hasta 3 y 4 años pueden utilizar estrategias de memoria para recordar información, pero
su capacidad para utilizarlas mejora con el desarrollo. Los niños mayores son capaces de establecer
más formas que les ayuden a recordar las cosas. Sin importar la edad, los niños tienden más a pensar
en cosas externas, como escribir una nota, que internas, como pensar en hacer algo. El uso de estrategias de memoria, como el repaso y la elaboración, también mejora con el desarrollo (Duell, 1986).
Aunque muchos estudiantes son capaces de utilizar estrategias metacognoscitivas, es probable
que no sepan cuáles ayudan al aprendizaje y a recuperar información de la MLP, y que no utilicen las
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
289
que son más útiles (Flavell, 1985; Zimmerman y Martinez-Pons, 1990). Salatas y Flavell (1976) pidieron
a alumnos de un jardín de niños, de tercer grado de primaria, y de una universidad que recordaran
todos los elementos que tenían cierta característica, por ejemplo, que eran rompibles. Aunque los
niños pequeños a menudo airmaban que es importante realizar una búsqueda detallada de información (Duell, 1986), sólo los estudiantes universitarios recordaron de forma espontánea cada objeto y
decidieron si poseía la característica dada.
El simple hecho de generar una estrategia no garantiza su uso. Esta deiciencia de uso es más
común en los niños pequeños (Justice, Baker-Ward, Gupta y Jannings, 1997), lo que al parecer se
debe a la forma en que los niños comprenden el funcionamiento de una estrategia. Los aprendices
mayores entienden que la intención de utilizar una estrategia conduce a su uso, y que esto produce
un resultado. Los niños más pequeños sólo entienden parcialmente la relación entre las intenciones,
las acciones y los resultados. Este tipo de comprensión se desarrolla entre los 3 y los 6 años de edad
(Wellman, 1990).
Las variables de la tarea, la estrategia y del aprendiz generalmente interactúan cuando los
estudiantes realizan actividades metacognoscitivas. Los aprendices toman en cuenta el tipo y la
extensión del material que deben aprender (tarea), las estrategias que podrían utilizar (estrategia)
y su habilidad para utilizarlas (aprendiz). Si consideran que tomar notas y subrayar son buenas estrategias para identiicar los puntos más importantes de un artículo técnico, y si además creen que
son hábiles para subrayar pero no muy buenos para tomar notas, lo más probable es que decidan
subrayar. Como señalaron Schraw y Moshman (1995), los aprendices construyen teorías metacognoscitivas que incluyen los conocimientos y las estrategias que consideran serán eicaces en una
situación determinada. Este tipo de conocimiento metacognoscitivo es fundamental para utilizar el
aprendizaje autorregulado con éxito (Dinsmore, Alexander y Loughlin, 2008; capítulo 9).
Metacognición y conducta
Saber cuáles habilidades y estrategias nos ayudan a aprender y a recordar información es necesario
pero no suiciente para mejorar nuestro rendimiento. Incluso los estudiantes conscientes de lo que
les ayuda a aprender no realizan de manera consistente actividades metacognoscitivas por diversas
razones. En algunos casos, la metacognición es innecesaria porque es fácil aprender el material.
También es probable que los aprendices no estén dispuestos a hacer el esfuerzo para utilizar actividades metacognoscitivas, ya que se trata de tareas por sí mismas, y requieren tiempo y esfuerzo.
Muchos aprendices no entienden por completo que las estrategias metacognoscitivas mejoran su
desempeño, o creen que lo mejoran pero que existen otros factores, como el tiempo y el esfuerzo,
que son más importantes para el aprendizaje (Borkowski y Cavanaugh, 1979; Flavell y Wellman,
1977; Schunk y Rice, 1993).
Las actividades metacognoscitivas mejoran el rendimiento, pero el hecho de que los estudiantes
no las usen con frecuencia plantea un dilema a los educadores. Es necesario enseñarles una gama de
actividades, que van desde las que se aplican al aprendizaje en general, como determinar el objetivo
del aprendizaje, hasta las que se aplican a situaciones especíicas, como subrayar las ideas importantes
en un texto, y es importante alentar su uso en varios contextos (Belmont, 1989). Aunque lo que se
aprende es importante, también es fundamental cuándo, dónde y por qué se utilizan las estrategias.
Enseñar el qué sin los otros componentes únicamente confundirá a los estudiantes y los desmoralizará:
aquellos que saben qué hacer, pero no cuándo, dónde o por qué hacerlo podrían desarrollar una baja
autoeicacia para un buen desempeño (capítulo 4).
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290
Capítulo 7
A menudo es necesario enseñar a los aprendices conocimiento declarativo o procedimental básico junto con habilidades metacognoscitivas (Duell, 1986). También se requiere que los estudiantes
vigilen su comprensión de las ideas principales, pero esta vigilancia no tiene sentido si no comprenden qué es una idea principal o cómo localizarla. Se debe alentar a los alumnos a utilizar estrategias
metacognoscitivas (ésta es una de las implicaciones de la discusión en la secundaria Nikowsky) y
brindarles oportunidades para que apliquen lo que han aprendido fuera del contexto de enseñanza.
Además, requieren retroalimentación sobre su eicacia al aplicar una estrategia y sobre la manera en
que el uso de estrategias mejora su desempeño (Schunk y Rice, 1993; Schunk y Swartz, 1993a). Uno
de los peligros de enseñar una estrategia metacognoscitiva con una sola tarea es que los estudiantes
creerán que la estrategia sólo se aplica a esa tarea o a tareas muy similares, lo cual no fomenta la transferencia. Por lo tanto, es deseable que se utilicen múltiples tareas para enseñar estrategias (Borkowski,
1985; Borkowski y Cavanaugh, 1979).
Metacognición y lectura
La metacognición es relevante para la lectura porque se relaciona con la comprensión y la vigilancia
de sus objetivos y estrategias (Paris, Wixon y Palincsar, 1986). Los lectores principiantes a menudo no
comprenden las características del material impreso: en inglés las palabras se leen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Es común que los malos lectores y los principiantes no vigilen su comprensión o ajusten sus estrategias en consecuencia (Baker y Brown, 1984). Los lectores más hábiles y
los más grandes vigilan más su comprensión que los lectores menos hábiles y más jóvenes (Alexander
et al., 1995; Paris et al., 1986).
La metacognición se activa cuando los estudiantes establecen metas, evalúan su progreso hacia
ellas y hacen las correcciones necesarias (McNeil, 1987). Los lectores hábiles no realizan todas las
tareas de forma idéntica, sino que determinan su meta: encuentran las ideas principales, buscan los
detalles, le dan un vistazo rápido al texto, localizan los aspectos esenciales, etcétera. Luego utilizan la
estrategia que consideran que les permitirá alcanzar la meta. Cuando las habilidades de lectura están
muy desarrolladas, estos procesos ocurren de forma automática.
Los lectores hábiles veriican su progreso mientras leen. Si su meta consiste en localizar las ideas
importantes, y si después de leer unas cuantas páginas no han localizado ninguna, deciden repasar lo
leído. Si encuentran una palabra que no comprenden, tratan de determinar su signiicado a partir del
contexto o detienen la lectura para consultarla en un diccionario.
Las investigaciones del desarrollo indican una tendencia a un mayor reconocimiento y corrección
de los problemas de comprensión (Alexander et al., 1995; Byrnes, 1996). Los niños pequeños reconocen las fallas en la comprensión de lectura con menos frecuencia que los niños más grandes. Además,
los niños pequeños con una buena comprensión de lectura muestran más facilidad para reconocer
cuando existe un problema, pero no suelen utilizar una estrategia para resolverlo, por ejemplo, repasar la lectura. Los niños mayores que tienen una buena comprensión de lectura reconocen los problemas y utilizan estrategias correctivas.
Los niños desarrollan habilidades metacognoscitivas a través de las interacciones con sus padres
y sus profesores (Langer y Applebee, 1986). Los adultos los ayudan a resolver problemas guiándolos
por medio de los pasos de solución, recordándoles su meta y ayudándolos a planear la manera de alcanzarla. Un procedimiento de enseñanza eicaz consiste en darles información sobre la meta, hacerlos
conscientes de la información relevante para la tarea, organizar una situación que facilite la solución de
problemas y recordarles su progreso hacia la meta.
Los programas de enseñanza de estrategias han tenido éxito en ayudar a los estudiantes a aprender
estrategias y mantener su uso a lo largo del tiempo (Pressley y Harris, 2006). Brown y sus colaboradores
propusieron un entrenamiento en estrategias que incorpore la práctica en el uso de habilidades, la ense-
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
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ñanza de cómo vigilar los resultados del propio esfuerzo y la retroalimentación respecto a cuándo y en
dónde podría ser útil utilizar una estrategia (Brown, 1980; Brown, Palincsar y Armbruster, 1984).
Palincsar y Brown (1984) identiicaron a estudiantes de séptimo grado con pocas habilidades de
comprensión de lectura y los enseñaron a realizar resúmenes autodirigidos (repaso), a indagar, aclarar
y a predecir. La elaboración de resúmenes incluía describir lo que había ocurrido en el texto y realizar
un autoexamen sobre el contenido. La indagación iba dirigida a determinar las preguntas que un profesor o un examen podrían plantear sobre las ideas principales en el material de lectura. La aclaración
se utilizó cuando algunas partes del texto eran confusas y los estudiantes no podían resumirlas de
manera adecuada. La predicción se empleó cuando ciertas señales en el texto indicaban cuál era la
información que seguía.
Los investigadores enseñaron estas actividades como parte de un diálogo interactivo entre profesores y estudiantes conocido como enseñanza recíproca. Durante las lecciones, un profesor adulto se
reunía con dos estudiantes. El profesor comenzaba modelando las actividades. Después, tanto el docente como los alumnos leían en silencio un párrafo, y luego el primero formulaba una pregunta que
podría plantear otro profesor o podría aparecer en un examen; enseguida, todos resumían el contenido,
aclaraban los puntos problemáticos y predecían el contenido que seguiría. Después, basándose en
la demostración modelada, el profesor y los estudiantes tomaban turnos para desempeñar el papel
de instructor. Al principio los alumnos mostraban problemas para asumir el papel del docente y éste
a menudo requería elaborar preguntas y paráfrasis para los estudiantes. Con el tiempo, estos últimos
adquirieron la capacidad para seguir el procedimiento y desempeñar las cuatro actividades.
Comparada con la condición en la que los alumnos recibían enseñanza para localizar información en un texto, la enseñanza recíproca demostró una mayor mejoría en la comprensión, un mejor
mantenimiento con el tiempo y una mayor generalización a los exámenes de comprensión en el
aula. Los estudiantes que recibieron la enseñanza recíproca también mostraron una mayor mejoría
en la calidad de los resúmenes y de las preguntas planteadas. Los resultados del mantenimiento y
la generalización son importantes porque cabe la posibilidad de que los estudiantes no mantengan
los cambios logrados mediante los programas de entrenamiento de estrategias o no los generalicen
a otras tareas (Phye, 2001).
El diálogo acerca del siguiente texto ocurrió entre el profesor (P) y el estudiante (E) al comienzo
del programa de entrenamiento (Palincsar y Brown, 1984):
El esqueleto de la serpiente y partes de su cuerpo son muy lexibles, algo así como una media ajustable
con huesos. La columna vertebral de la serpiente puede tener hasta 300 vértebras, casi 10 veces más que
el ser humano. Esas vértebras están conectadas por tejido suelto y elástico que facilita los movimientos.
Gracias a esta coniguración que dobla y tuerce la espina, una serpiente puede girar su cuerpo en casi
cualquier dirección, y casi en cualquier punto.
E:
P:
E:
P:
E:
P:
O sea que si una serpiente se da vuelta, no se rompe los huesos porque es lexible.
Y es lexible porque...
Si alguien le pisa la cola, no se podría mover si no fuera lexible.
Bueno, eso explica por qué es útil ser lexible, ¿pero qué hace que la serpiente sea lexible?
Yo creo que es una parte importante del resumen.
¿Para moverse más rápido?
Esa es otra razón para ser lexible. Déjame resumirlo por ti. Sara [la estudiante] tiene razón. Lo más
importante que hemos aprendido es que las serpientes son muy lexibles. La razón por la que se
pueden doblar con tanta facilidad es porque poseen muchos pequeños huesos en su columna y
cada uno se mueve por separado, provocando que sea muy lexible. ¿Suena lógico? (p. 142).
La última airmación del profesor es una demostración modelada del resumen.
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Capítulo 7
Existen otros programas de lectura que incorporan la enseñanza de estrategias y de autorregulación. Por ejemplo, el programa de Desarrollo autorregulado de estrategias combina el entrenamiento
de estrategias y la autorregulación; por ejemplo, autovigilancia, autoinstrucciones, establecimiento de
metas y autorreforzamiento (Graham y Harris, 2003; Mason, 2004). Este programa ha demostrado ser
eicaz con niños que presentan trastornos de aprendizaje y problemas de lectura.
La Instrucción de lectura orientada a conceptos (CORI, por sus siglas en inglés) incorpora la enseñanza de estrategias cognoscitivas para activar los conocimientos previos, la indagación, la búsqueda de
información, la elaboración de resúmenes, la organización gráica y la identiicación de estructuras
de historias (Guthrie et al., 2004; Guthrie, Wigield y Perencevich, 2004). Este programa ha demostrado
que mejora la comprensión de lectura de los estudiantes.
La motivación desempeña un papel fundamental en la comprensión de lectura (Schunk, 1995).
Guthrie, Wigield y VonSecker (2000) combinaron la enseñanza de estrategias de lectura con contenido cientíico y encontraron que, en comparación con la enseñanza tradicional que hace hincapié
en la cobertura del material, la primera ofrece beneicios importantes sobre la motivación de los estudiantes. Supuestamente el interés de los alumnos aumentó cuando utilizaron estrategias de lectura
eicaces en entornos reales. El programa CORI también incorpora prácticas motivacionales, como el
establecimiento de metas y la posibilidad de elegir. Guthrie y sus colaboradores (2004) encontraron
que, en comparación con cuando sólo se enseñan las estrategias, el programa CORI produjo mayores
beneicios en la comprensión, la motivación y el uso de las estrategias. Otra investigación revela que
los factores de la motivación inluyen en los resultados de la lectura. Meece y Miller (2001) encontraron que las metas de dominio de la tarea predecían el uso de los estudiantes de las estrategias de
aprendizaje en la enseñanza de la lectura. Después de revisar una gran cantidad de estudios, Blok,
Oostdam, Otter y Overmaat (2002) concluyeron que la enseñanza asistida por computadora es eicaz al inicio de la instrucción de la lectura. Es probable que los beneicios de las computadoras en
la motivación de los niños los ayude a desarrollar las habilidades tempranas de lectura. Morgan y
Fuchs (2007) examinaron 15 estudios y encontraron una correlación positiva entre las habilidades de
lectura y la motivación de los niños, y también hallaron evidencia que sugería que las destrezas y la
motivación pueden inluirse entre sí.
El rápido aumento de estudiantes en las escuelas estadounidenses cuya lengua materna no es el
inglés ha obligado a ampliar los programas para incluir ese idioma. Para enseñar este idioma a los
estudiantes con frecuencia se les coloca en programas de inmersión o de un segundo idioma. En los
programas de inmersión, los alumnos aprenden inglés en un aula donde únicamente se habla este
idioma, y cuando enfrentan diicultades se les da apoyo formal o informal. En los programas de un
segundo idioma, los estudiantes reciben enseñanza de lectura y probablemente de otras materias
en su lengua materna. A menudo los alumnos pasan a la enseñanza en inglés en segundo o tercer
grado. Slavin y Cheung (2005) compararon los programas de inmersión con los de segundo idioma
y encontraron que estos últimos eran más eicaces para mejorar las competencias de lectura; sin
embargo, utilizaron muy pocos estudios en su revisión y se necesitan investigaciones longitudinales
para determinar los efectos a largo plazo.
APRENDIZAJE DE CONCEPTOS
La naturaleza de los conceptos
Los estudiantes aprenden conceptos en muchos contextos diferentes. Los conceptos son conjuntos rotulados de objetos, símbolos o acontecimientos que tienen características comunes o atributos
críticos. Un concepto es un constructo mental o representación de una categoría que nos permite
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
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identiicar ejemplos y no ejemplos de la categoría (Howard, 1987). Los conceptos pueden incluir objetos concretos (“mesa”, “silla”, “gato”) o ideas abstractas (“amor”, “democracia”, “plenitud”). De hecho,
existen muchos tipos de conceptos (para una revisión detallada véase Medin, Lynch y Solomon, 2000).
El aprendizaje de conceptos se reiere a la formación de representaciones para identiicar atributos,
generalizarlos a nuevos ejemplos y discriminar ejemplos de no ejemplos.
Estudios previos realizados por Bruner, Goodnow y Austin (1956) exploraron la naturaleza de
los conceptos. Se presentaron cajas con patrones geométricos a estudiantes. Cada patrón se podía
clasiicar utilizando cuatro atributos diferentes: número de estímulos (uno, dos, tres); forma (círculo,
cuadrado, cruz); color (rojo, verde, negro) y número de bordes en la caja (uno, dos, tres). La tarea
consistiría en identiicar el concepto representado en diferentes subconjuntos de las cajas.
La coniguración de las características en una tarea de aprendizaje de conceptos puede variarse
para producir diferentes conceptos. Un concepto conjuntivo es representado por dos o más características, por ejemplo, dos círculos rojos. Otras características, como el número de bordes, no son
relevantes. Un concepto disyuntivo es representado por una de dos o más características; por ejemplo,
dos círculos de cualquier color o un círculo rojo. Un concepto relacional especiica una relación entre
características que deben estar presentes, por ejemplo, el número de objetos en la igura debe superar
al número de bordes (el tipo de objeto y el color no son importantes).
Bruner y sus colaboradores (1956) encontraron que los aprendices formulan una hipótesis acerca
de la regla que subyace al concepto. Las reglas se pueden expresar en la forma si... entonces. Una
regla para clasiicar un gato podría ser: “si es doméstico, tiene cuatro patas, pelaje, bigotes, una cola,
es relativamente pequeño, ronronea y maúlla, entonces es un gato”. Aunque existen excepciones, esta
regla sirve para clasiicar de manera precisa a los gatos la mayor parte de las veces. La generalización
se da cuando la regla se aplica a una variedad de gatos.
Las personas tienden a formar reglas con rapidez (Bruner et al., 1956). Para cualquier concepto
dado, conservan la regla siempre y cuando identiique de manera correcta los ejemplos y no ejemplos
del concepto, y la modiican cuando esto no ocurre. Los aprendices adquieren mejor los conceptos
cuando identiican ejemplos positivos, es decir, ejemplos del concepto. El aprendizaje es mucho más
lento cuando se utilizan ejemplos negativos (no ejemplos). Al tratar de conirmar la regla que subyace al
concepto, las personas preieren recibir ejemplos positivos que negativos.
A partir de este estudio pionero, han surgido otras perspectivas sobre la naturaleza de los conceptos. La teoría del análisis de las características deriva del trabajo de Bruner y sus colaboradores,
y plantea que los conceptos implican reglas que deinen las características críticas con los atributos
intrínsecos (necesarios) del concepto (Gagné, 1985; Smith y Medin, 1981). Mediante las experiencias
con el concepto, las personas formulan una regla que satisface las condiciones y la conservan siempre
y cuando funcione con eicacia.
Esta perspectiva predice que los diferentes ejemplos de un concepto se deben reconocer con la
misma rapidez, ya que cada ejemplo se juzga en relación con las características críticas; sin embargo,
esto no ocurre siempre. Para la mayoría de las personas es más difícil veriicar algunos ejemplos de
una categoría, por ejemplo, un delfín es un mamífero, que otros, como, un perro es un mamífero. Esto
resalta el problema de que muchos conceptos no se pueden deinir con precisión en términos de un
conjunto de atributos críticos.
Una segunda perspectiva es la teoría del prototipo (Rosch, 1973, 1975, 1978). Un prototipo es una
imagen generalizada del concepto, que puede incluir solamente algunos de los atributos que deinen
el concepto. Cuando las personas se enfrentan con un ejemplo, recuperan de la memoria a largo plazo
el prototipo más probable y lo comparan con el ejemplo para determinar si coinciden. Los prototipos
pueden incluir algunos atributos que no son deinitorios (opcionales). En la psicología cognoscitiva
a menudo los prototipos se consideran esquemas (Andre, 1986) o formas organizadas de los conocimientos que se tienen acerca de un concepto en particular (capítulo 5).
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Capítulo 7
Las investigaciones respaldan la predicción que plantea la teoría del prototipo de que los ejemplos más cercanos al prototipo, por ejemplo, prototipo = “ave”; ejemplos = “petirrojo”, “gorrión”, se
reconocen más rápido que los menos comunes, por ejemplo, “búho”, “avestruz”; Rosch, 1973). Uno de
los problemas es que la teoría del prototipo implica que las personas almacenan miles de prototipos
en la MLP, lo cual consume mucho más espacio que las reglas. Otro problema consiste en que los
aprendices podrían formar fácilmente prototipos incorrectos si se permitieran incluir algunas características no deinitorias y no incluir todas las necesarias.
Las perspectivas del prototipo y el análisis de las características se pueden combinar. Dado que
los prototipos incluyen características críticas, podríamos utilizar los prototipos para clasiicar ejemplos de conceptos muy comunes (Andre, 1986). Para los ejemplos ambiguos podríamos utilizar el
análisis de características críticas, el cual modiicaría la lista de dichas características para incorporar
algunas nuevas.
La comprensión de conceptos de los niños cambia con el desarrollo y la experiencia. Los niños
que están en una etapa de transición sobre el signiicado de un concepto podrían mantener en la
mente una hipótesis primordial al mismo tiempo que revisan otras nuevas (Goldin-Meadow, Alibali y
Church, 1993). Esta interpretación es congruente con la postura de Klausmeier, la cual estudiaremos
a continuación.
Adquisición de conceptos
Las investigaciones indican que hay muchas formas de aprender y modiicar conceptos (Chinn y
Samarapungavan, 2009). Una forma de crear prototipos consiste en exponerse a un ejemplo típico del
concepto que releje los atributos clásicos (Klausmeier, 1992). Una segunda forma implica abstraer características de dos o más ejemplos; para las aves las características podrían ser “plumas”, “dos patas”,
“pico” y “vuela”, aunque no todas se apliquen a cada miembro de la clase. Los prototipos se perfeccionan y amplían cuando la persona se expone a nuevos ejemplos del concepto; por ejemplo “vive en
la selva” (perico) y “vive en la costa” (gaviota).
La teoría de Gagné (1985) (capítulo 5) incluye los conceptos como una forma central del aprendizaje. Al principio los aprendices deben contar con capacidades básicas de prerrequisito para discriminar
entre las características de los estímulos, es decir, para distinguir entre aspectos relevantes e irrelevantes.
Según Gagné (1985), el aprendizaje de conceptos implica una secuencia por etapas. En la primera
etapa se le presenta al aprendiz la característica del estímulo como un ejemplo del concepto junto con
un no ejemplo. El alumno entonces conirma la habilidad para discriminar. En la siguiente etapa, la
de generalización, identiica ejemplos y no ejemplos. En la tercera etapa la característica del estímulo
(que se convertirá en el concepto) se modiica y se presenta junto con no ejemplos. La adquisición
del concepto se veriica pidiendo al aprendiz que identiique varios ejemplos en la clase utilizando
estímulos no utilizados previamente durante el aprendizaje. A lo largo del proceso, se refuerzan las
respuestas correctas, lo que da lugar a que ocurra un aprendizaje por contigüidad (capítulo 3) al presentar varios ejemplos del concepto estrechamente asociados.
Klausmeier (1990, 1992) desarrolló y probó un modelo de adquisición de conceptos, el cual plantea una secuencia de cuatro etapas: concreta, de identidad, de clasiicación y formal. Es necesario lograr
cierto grado de competencia en cada nivel para poder pasar al siguiente. El proceso de adquisición de
conceptos representa una interacción entre el desarrollo, la experiencia formal y la educación formal.
En el nivel concreto el aprendiz puede reconocer que un objeto es el mismo que observó antes
cuando el contexto o la orientación espacial en la que este se presentó originalmente sigue siendo
el mismo. En este nivel el aprendiz debe poner atención al objeto, distinguir que es diferente de su
entorno con base en uno o más atributos deinitorios, representarlo en la memoria a largo plazo como
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
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una imagen visual y recuperarlo de la MLP para compararlo con una nueva imagen y determinar si
se trata del mismo objeto. Es así como un aprendiz aprende a reconocer un triángulo equilátero y a
distinguirlo de un triángulo rectángulo o isósceles.
En el nivel de identidad el estudiante reconoce que un objeto es el mismo que observó antes
cuando lo observa desde una perspectiva diferente o en una modalidad distinta. Esta etapa incluye los
mismos procesos que el nivel concreto y el proceso de generalización. En consecuencia, el aprendiz
será capaz de reconocer triángulos equiláteros en diferentes orientaciones o posiciones en una página.
El nivel de clasiicación requiere que el aprendiz reconozca que al menos dos objetos son equivalentes. Aquí participa una generalización adicional; en el caso de los triángulos equiláteros esto implica
reconocer que un triángulo equilátero pequeño y uno grande son equivalentes. El proceso continúa
hasta que el aprendiz puede reconocer ejemplos y no ejemplos; sin embargo, es probable que en esta etapa
no comprenda las bases para la clasiicación, que pueden ser, por ejemplo, longitudes de los lados y
ángulos iguales. En este nivel no es necesario que el aprendiz sea capaz de nombrar el concepto, pero,
igual que en las etapas anteriores, poder hacerlo le ayudaría a adquirirlo con más facilidad.
Por último, el nivel formal requiere que el aprendiz identiique ejemplos y no ejemplos del
concepto, que nombre el concepto y sus atributos deinitorios, que proporcione una deinición del concepto y que especiique los atributos que lo distinguen de otros que están estrechamente relacionados
con él, es decir, tiene tres lados iguales y ángulos iguales. El dominio de esta etapa requiere que el
aprendiz aplique procesos cognoscitivos del nivel de clasiicación, así como un conjunto de procesos
de pensamiento de orden superior, como el planteamiento de hipótesis, la evaluación y la inferencia.
Este modelo de etapas tiene implicaciones para la instrucción de los estudiantes en diversos momentos del desarrollo. La enseñanza se puede separar en varios grados, en los cuales los conceptos
se revisan periódicamente con niveles de adquisición más elevados. Al principio se proporciona a
los niños referentes concretos y, a medida que avanzan en su desarrollo, se vuelven más capaces de
operar a niveles cognoscitivos más abstractos. Por ejemplo, los niños pequeños podrían aprender el
concepto de “honestidad” (como no robar y regresar lo que no es suyo) observando ejemplos especíicos, pero a medida que crecen adquieren la capacidad para entender el concepto en términos más
abstractos y complejos; por ejemplo, pueden reconocer la retroalimentación honesta de un supervisor
con respecto al desempeño de un trabajador, así como analizar los beneicios de la honestidad.
Enseñanza de conceptos
Tennyson (1980, 1981; Tennyson, Steve y Boutwell, 1975) también desarrolló un modelo para la enseñanza de conceptos basado en estudios empíricos. El modelo incluye los siguientes pasos (Tennyson
y Park, 1980):
n
n
n
n
Determinar la estructura del concepto para incluir conceptos superiores, coordinados y
subordinados, e identiicar los atributos críticos y variables; por ejemplo, las características
que pueden cambiar sin alterar el concepto.
Deinir el concepto en términos de sus atributos críticos y preparar varios ejemplos que
tengan los atributos críticos y variables.
Ordenar los ejemplos en conjuntos con base en los atributos y asegurarse de que los ejemplos cuenten con atributos variables similares en cada conjunto que contenga ejemplos de
cada concepto coordinado.
Ordenar y presentar los conjuntos en términos de divergencia y diicultad de los ejemplos,
y ordenar los ejemplos de cada conjunto de acuerdo con los conocimientos actuales del
aprendiz.
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Capítulo 7
La mayoría de los conceptos se pueden representar en una jerarquía con conceptos superiores
(más elevados) y subordinados (más bajos). Para cualquier concepto dado, se pueden encontrar
otros similares más o menos en el mismo nivel de la jerarquía; a los que se conoce como conceptos
coordinados. Por ejemplo, el concepto “gato doméstico” tiene como conceptos superiores “felino” y
“mamífero”, las diversas razas (de pelo corto, siamés) como conceptos subordinados y otros miembros
de la familia de los felinos (león, jaguar) como conceptos coordinados. El concepto presenta atributos
críticos (garras, colmillos) y atributos variables (largo del pelo, color de ojos). Un grupo comprende
ejemplos y no ejemplos del concepto (como perro y ardilla).
Aunque antes de proporcionar ejemplos y no ejemplos del concepto éste se debe deinir con sus
atributos críticos, deinirlo no garantiza que los estudiantes lo aprendan. Los ejemplos deben variar
ampliamente con respecto a los atributos variables, y los no ejemplos deben diferir de los ejemplos en
un pequeño número de atributos críticos a la vez. Esta forma de presentación evita que los estudiantes
sobregeneralicen (que clasiiquen a los no ejemplos como ejemplos) y subgeneralicen (que clasiiquen
a los ejemplos como no ejemplos).
Señalar las relaciones entre los ejemplos es una forma eicaz de fomentar la generalización. Una
manera de hacerlo consiste en utilizar mapas conceptuales (de conocimiento) o diagramas que representen las ideas como ensambles de vínculos nodulares (Nesbit y Adescope, 2006). O´Donnell y
colaboradores (2002) demostraron que los mapas de conocimiento en los que se interrelacionan las
ideas facilitan el aprendizaje. Nesbit y Adescope encontraron que los mapas conceptuales mejoran
la retención del conocimiento de los alumnos. La aplicación 7.3 incluye sugerencias para enseñar
los conceptos.
El número óptimo de ejemplos por presentar depende de las características del concepto, por
ejemplo, la cantidad de atributos y su grado de abstracción. Los conceptos abstractos suelen tener
menos ejemplos tangibles que los conceptos concretos, por lo que es más difícil que los estudiantes
capten los primeros. El aprendizaje de conceptos también depende de los atributos del aprendiz,
como la edad y los conocimientos previos (Tennyson y Park, 1980). Los estudiantes mayores aprenden mejor que los pequeños, y aquellos que poseen conocimientos más relevantes superan a los que
carecen de ellos.
Al enseñar conceptos, es útil presentar ejemplos con atributos opcionales diferentes, pero que
contengan atributos relevantes en común, de modo que estos últimos se puedan señalar con claridad
junto con las dimensiones irrelevantes. Por ejemplo, al enseñar el concepto de “triángulo rectángulo”
el tamaño es irrelevante, al igual que su dirección. Se podrían presentar triángulos rectángulos de
diversos tamaños orientados a distintas direcciones. Utilizar ejemplos resueltos es una estrategia cognoscitiva de enseñanza eicaz (Atkinson et al., 2000).
Los estudiantes no sólo deben aprender a generalizar los triángulos rectángulos, también deben
aprender a distinguirlos de otros triángulos. Para fomentar la discriminación de conceptos, los profesores deben presentar ejemplos negativos que diieran claramente de los ejemplos positivos. A medida
que los estudiantes desarrollan habilidades se les puede enseñar a establecer discriminaciones inas.
Las sugerencias de la tabla 7.2 son útiles para enseñar a los estudiantes a generalizar y discriminar
entre conceptos.
Este modelo exige un análisis cuidadoso de la estructura taxonómica de un concepto. Muchos
conceptos tienen una estructura muy especíica, por ejemplo, el reino animal, pero para muchos otros
(especialmente los abstractos) los vínculos con conceptos de orden superior o inferior, así como con
conceptos coordinados, son problemáticos.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
297
APLICACIÓN 7.3
Enseñanza de conceptos
La enseñanza de conceptos implica identiicar atributos, generalizarlos a nuevos ejemplos y discriminar ejemplos de no ejemplos. El uso de conceptos
superiores, coordinados y subordinados, así como
de los atributos críticos y variables al presentar el
concepto por aprender debería ayudar a los estudiantes a deinir con claridad su estructura.
El profesor de jardín de niños que presenta a sus alumnos una unidad para enseñarles a
identiicar y distinguir iguras (círculo, cuadrado, rectángulo, óvalo, triángulo, rombo) podría
empezar por pedirles que agrupen objetos con
formas similares y que identiiquen atributos críticos, por ejemplo, un cuadrado tiene cuatro lados
del mismo tamaño; y atributos variables como,
los cuadrados, rectángulos, triángulos y rombos
muestran lados rectos, pero diieren en el número
de lados que tienen, en la longitud de éstos y
en el orden en que los poseen. Luego, el profesor se podría concentrar en una igura especíica
presentando a los niños distintos ejemplos que
representen cada igura de manera que puedan
comparar sus atributos con los de otras iguras.
Para la progresión de contenido, podría introducir iguras familiares para los alumnos (círculo
y cuadrado) antes de enseñarles iguras menos
comunes (como el paralelogramo).
Kathy Stone presentó a sus estudiantes de tercer grado una unidad sobre los mamíferos pidiéndoles que ordenaran una lista de diversos animales dentro de los grandes grupos. Luego les pidió
que analizaran las diferencias principales entre
cada uno de los grupos. Después de repasar estos hechos se enfocó en el grupo de los anibios
ampliando el conocimiento acerca de sus características físicas y repasando otros de sus atributos,
como sus hábitos alimenticios y el ambiente y clima ideales para ellos.
En su clase de historia de Estados Unidos, el
profesor Jim Marshall anotó en el pizarrón una lista de los grupos inmigrantes que se establecieron
en territorio estadounidense. Después de repasar
los periodos en que cada grupo llegó a América,
analizó junto con sus alumnos las razones de las
migraciones, las principales zonas donde se establecieron los migrantes y los tipos de comercio
que practicaban. Después, todos participaron en
la descripción del impacto que cada grupo tuvo de
forma separada y en conjunto para el crecimiento
y el progreso de Estados Unidos.
Tabla 7.2
Pasos para la generalización y la discriminación de conceptos.
Paso
Ejemplos
Nombrar el concepto.
Silla.
Deinir el concepto.
Asiento individual con respaldo.
Señalar atributos relevantes.
Asiento, respaldo.
Señalar atributos irrelevantes.
Patas, tamaño, color, material.
Proporcionar ejemplos.
Butaca, silla alta, silla plegable.
Proporcionar no ejemplos.
Banca, mesa, banco.
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298
Capítulo 7
Procesos motivacionales
En un artículo fundamental Pintrich, Marx y Boyle (1993) argumentaron que el cambio conceptual también incluye procesos motivacionales (metas, expectativas, necesidades) que los modelos
del procesamiento de la información han tendido a ignorar. Estos autores plantean que para que
ocurra un cambio conceptual se necesitan cuatro condiciones. En primer lugar es necesario sentirse insatisfecho con los conceptos personales actuales, ya que es poco probable que ocurran
cambios si las personas consideran que sus conceptos son precisos o útiles. En segundo lugar, el
nuevo concepto debe ser inteligible (para poder adoptar un concepto la gente debe entenderlo).
En tercer lugar, el nuevo concepto debe ser plausible (los estudiantes deben entender cómo se
ajusta a otros conocimientos sobre cómo debería aplicarse). Por último, deben considerar que el
concepto nuevo es fructífero, es decir, que puede explicar fenómenos y que sugiere nuevas áreas
de investigación o aplicación.
Los procesos motivacionales participan en varias partes de este modelo. Por ejemplo, las investigaciones demuestran que las metas de los estudiantes dirigen su atención y su esfuerzo, y que su autoeicacia se relaciona de manera positiva con la motivación, el uso de estrategias eicaces para la tarea y
la adquisición de habilidades (Schunk, 1995). Además, los alumnos que consideran que el aprendizaje
es útil y que las estrategias para realizar tareas son eicaces exhiben una mayor motivación y aprendizaje (Borkowski, 1985; Pressley et al., 1990; Schunk y Rice, 1993). Se ha demostrado que las metas,
la autoeicacia y la autoevaluación de la competencia fomentan el aprendizaje y la autorregulación en
áreas como la comprensión de lectura, la escritura, las matemáticas y la toma de decisiones (Pajares,
1996; Schunk y Pajares, 2009; Schunk y Swartz, 1993a; Wood y Bandura, 1989; Zimmerman y Bandura,
1994). En la conversación inicial vimos que el cambio hacia la solución de problemas realmente ha
mejorado la motivación de algunos estudiantes para aprender.
En resumen, la literatura sugiere que el cambio conceptual implica una interacción entre las cogniciones y las creencias motivacionales de los alumnos (Pintrich et al., 1993), lo cual presenta implicaciones para la enseñanza. Al planear la instrucción los profesores deben tomar en cuenta las ideas
preexistentes de los alumnos y asegurarse de que la enseñanza incluya la motivación para aprender,
en lugar de simplemente brindar conocimientos.
Estas ideas tienen muchas aplicaciones para las ciencias. Muchos profesores de ciencias creen
que los estudiantes no sólo reciben el conocimiento que se les transmite sino que ellos construyen
conocimiento (Driver et al., 1994; Linn y Eylon, 2006). Un aspecto interesante es la forma en que
los estudiantes desarrollan ideas cientíicas erróneas y modelos cientíicos simplistas (Windschitl y
Thompson, 2006). Una tarea importante del profesor es ayudar a los estudiantes a desaiar y corregir
sus ideas erróneas (Sandoval, 1995). Las experiencias que producen un conlicto cognoscitivo pueden
ser de ayuda (Mayer, 1999; Sandoval, 1995; Williams y Tolmie, 2000). Esto podría implicar pedir a los
estudiantes que realicen actividades prácticas y que trabajen con sus compañeros, por ejemplo, en
discusiones, para interpretar sus experiencias mediante la indagación selectiva, preguntándose mutuamente, por ejemplo, “¿Por qué piensas eso?”, “¿Cómo llegaste a pensar eso?”. Este método coincide con
el énfasis de Vygotsky en las inluencias sociales sobre la construcción del conocimiento (capítulo 6).
Nussbaum y Novick (1982) propusieron un modelo de tres etapas para cambiar las creencias de
los estudiantes. Cada una de las etapas consiste en:
n
n
n
Descubrir y entender las percepciones de los estudiantes.
Provocar un conlicto conceptual con esas ideas.
Facilitar el desarrollo de esquemas nuevos o revisados acerca de los fenómenos
que se están considerando.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
299
El papel que desempeña la motivación es fundamental. Aunque la ciencia aborda gran cantidad
de temas que deben ser interesantes, muchos estudiantes no están muy interesados en conocerlos. El
aprendizaje se beneicia de la enseñanza práctica y de que se le relacione con aspectos de la vida de los
alumnos. Por ejemplo, el movimiento se puede relacionar con la ruta que siguen los balones de fútbol
soccer, la electricidad con los reproductores de DVD y la ecología con los programas comunitarios de
reciclaje. Despertar el interés de los estudiantes en los temas también puede aumentar la calidad del
aprendizaje (Sandoval, 1995). Es así como el uso de ilustraciones y diagramas los ayuda a entender
conceptos cientíicos (Carlson, Chandler y Sweller, 2003; Hannus y Hyönä, 1999), aunque a algunos alumnos tal vez sea necesario enseñarles cómo estudiar las ilustraciones como parte del aprendizaje de textos.
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
La solución de problemas es uno de los tipos de procesamiento cognoscitivo más importantes que a menudo ocurren durante el aprendizaje. La solución de problemas se ha estudiado desde hace mucho tiempo
(en esta sección repasamos material histórico), pero el interés por este tema se ha incrementado debido al
desarrollo de las teorías cognoscitivas del aprendizaje. Algunos teóricos consideran que la solución de problemas es un proceso fundamental del aprendizaje, especialmente en áreas como las ciencias naturales y las matemáticas (Anderson, 1993). Aunque los términos “solución de problemas” y “aprendizaje” no son sinónimos,
el primero suele participar en el segundo, sobre todo cuando los alumnos pueden ejercer cierto grado de autorregulación sobre el aprendizaje (capítulo 9) y cuando el aprendizaje implica desafíos y soluciones que no
son evidentes. En la conversación inicial, Meg recomienda poner mayor énfasis en la solución de problemas.
Enfrentamos un problema cuando estamos en una “situación en la que queremos alcanzar una
meta y debemos encontrar los medios para hacerlo” (Chi y Glaser, 1985; p. 229). El problema puede
consistir en responder una pregunta, calcular una solución, localizar un objeto, obtener un empleo,
instruir a un estudiante, etcétera. La solución de problemas se reiere a los esfuerzos que deben hacer
las personas para lograr una meta a la que no pueden llegar de manera automática, es decir, a los
esfuerzos para resolver un problema para el que no tienen una solución automática.
Sin importar el área de contenido y la complejidad, todos los problemas presentan algunas cosas
en común: todos cuentan con un estado inicial, la situación o nivel de conocimientos actual de quien
resuelve el problema. Los problemas tienen una meta, lo que el aprendiz está tratando de lograr. La mayoría de los problemas también requieren que el aprendiz divida la meta en submetas, las cuales, una vez
dominadas (por lo general de forma secuencial), permiten el logro de la meta. Por último, los problemas
requieren la realización de operaciones (actividades cognoscitivas y conductuales) sobre el estado inicial
y las submetas, las cuales modiican la naturaleza de tales estados (Anderson, 1990; Chi y Glaser, 1985).
De acuerdo con esta deinición, no todas las actividades de aprendizaje incluyen el tener que
resolver los problemas. Es muy probable que, cuando las habilidades de los alumnos se desarrollan
tanto que ejecutan las acciones para alcanzar metas de manera automática, no requieran solucionar
los problemas, lo que suele ocurrir con muchas habilidades en diferentes áreas. También es probable
que en el aprendizaje de bajo nivel (posiblemente trivial), en el que los estudiantes saben qué deben
hacer para aprender, no se requiera resolver problemas. Ésta parece ser la cuestión en la secundaria
Nikowsky, en la que los profesores se están enfocando en las habilidades básicas necesarias para los
exámenes. Al mismo tiempo, los estudiantes aprenden nuevas destrazas y aplicaciones para las habilidades ya aprendidas, de manera que muchas actividades escolares podrían implicar la solución de
problemas en algún momento durante el aprendizaje.
Inluencias históricas
Examinaremos algunas perspectivas históricas sobre la solución a problemas como punto de partida
para las perspectivas cognoscitivas actuales: ensayo y error, insight y heurística.
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300
Capítulo 7
Ensayo y error. Las investigaciones que realizó Thorndike con gatos (1913b) (capítulo 3) requerían la
solución de problemas; el problema consistía en cómo escapar de la jaula. Conceptualizó la solución
de problemas como ensayo y error. El animal era capaz de realizar ciertas conductas dentro de la jaula.
De este repertorio conductual, el animal ejecutaba una conducta y experimentaba las consecuencias.
Después de una serie de conductas aleatorias, el gato emitía la respuesta que abría la puerta y podía
escapar. Con ensayos repetidos el gato cometía menos errores antes de realizar la conducta de escape
y disminuía el tiempo requerido para resolver el problema. La conducta de escape (respuesta) se conectaba con señales (estímulos) dentro de la jaula.
Las personas en ocasiones utilizamos el ensayo y error para resolver problemas; simplemente realizamos acciones hasta que una funciona. Sin embargo, el ensayo y error no sólo no es coniable sino
que a menudo es ineicaz; utilizarlo podría hacer que perdamos tiempo, que nunca lleguemos a una
solución o que lleguemos a una que sea menos que ideal y que tenga efectos negativos. Un profesor
con diicultades para enseñar a un alumno a leer podría, movido por la desesperación, utilizar un
método de ensayo y error probando diferentes materiales de lectura hasta lograr que empiece a leer
mejor. Quizá este método funcione, pero también podría exponer al alumno a materiales frustrantes y,
en consecuencia, demorar su progreso en la lectura.
Insight. Con frecuencia se considera que la solución de problemas involucra el insight, o la conciencia
repentina de una posible solución. Wallas (1921) estudió a grandes solucionadores de problemas y
formuló un modelo en el que se siguen los cuatro pasos siguientes:
n
n
n
Preparación: tiempo para aprender acerca del problema y reunir información que pudiera
ser importante para resolverlo.
Incubación: periodo para pensar en el problema, que también puede incluir el dejarlo de
lado temporalmente.
Iluminación: momento de insight en el que la posible solución se aparece de pronto en la
conciencia.
Veriicación: etapa en que la solución propuesta se somete a prueba para decidir si es correcta.
Las etapas de Wallas son descriptivas y no fueron sometidas a veriicación empírica. Los psicólogos de la Gestalt (capítulo 5) también postularon que buena parte del aprendizaje humano ocurre
por insight y que implica un cambio en la percepción. Al principio los estudiantes piensan en qué
pasos necesitan realizar para resolver el problema; luego combinan en diversas formas los pasos
que determinaron hasta resolverlo. Cuando llegan a una solución lo hacen de forma repentina y con
la participación del insight.
Muchas personas que resuelven problemas informan tener momentos de insight; Watson y Crick
los tuvieron al descubrir la estructura del ADN (Lemonick, 2003). Una aplicación importante de la teoría
Gestalt a la enseñanza incluye el área de la solución de problemas o pensamiento productivo (Duncker,
1945; Luchins, 1942; Wertheimer, 1945). La perspectiva de la Gestalt destacó el papel que desempeña el
entendimiento (comprender el signiicado de algún acontecimiento o captar el principio o regla detrás
del desempeño). En contraste con la memorización (que aunque con frecuencia es utilizada por los
estudiantes), es ineiciente y rara vez se utiliza en la vida fuera de la escuela (aplicación 7.4).
Investigaciones realizadas por Katona (1940) demostraron que el aprendizaje de reglas es más útil
que la memorización. En un estudio se pidió a los participantes que aprendieran secuencias de números (por ejemplo, 816449362516941). A algunos se les pidió que las aprendieron de memoria, mientras
que a otros se les dieron claves para ayudarlos a aprenderlas, por ejemplo, les dijeron: “piense en números elevados al cuadrado”). Los estudiantes que determinaron la regla para generar las secuencias
las recordaron mejor que los que las memorizaron.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
301
APLICACIÓN 7.4
Papel de la comprensión en el aprendizaje
Los profesores desean que los estudiantes entiendan los conceptos y no que simplemente memoricen cómo realizar las tareas. Los psicólogos
de la Gestalt creían que el énfasis en el ejercicio y
en la práctica, la memorización y el reforzamiento
producían un aprendizaje trivial y que la comprensión se lograba al captar las reglas y principios que
subyacen a los conceptos y las habilidades.
Con frecuencia los docentes utilizan experiencias prácticas para ayudar a los estudiantes a entender la estructura y los principios involucrados
en el aprendizaje. En biología los alumnos podrían
memorizar la imagen del corte transversal del tallo
de un frijol bajo el microscopio, pero quizá mostrarían diicultades para conceptualizar las estructuras en el organismo vivo. Los modelos ayudan al
aprendizaje. Un modelo grande y práctico del tallo
de un frijol, que se puede separar para ilustrar las
estructuras internas, mejoraría la comprensión del
estudiante de las partes que forman el tallo y de su
funcionamiento.
Hablar sobre el cuidado infantil en una clase
de estudios familiares de preparatoria no es tan
productivo como la hora que los estudiantes dedican a la semana a aplicar lo que han estudiado
trabajando con niños en un centro de cuidados infantiles local.
Al analizar las aplicaciones de las teorías del
aprendizaje es preferible que los alumnos vean de
primera mano cómo se utilizan las técnicas que
mejoran el aprendizaje. Gina Brown pide a sus estudiantes de psicología educativa que hagan observaciones en las aulas y que mientras observan
anoten ejemplos de situaciones en las que se maniiestan diversos principios del aprendizaje.
Las reglas mejoran más el aprendizaje y la retención que la memorización, ya que describen el
fenómeno de manera más sencilla, con lo cual disminuye la cantidad de información que se necesita
aprender. Además, las reglas ayudan a organizar el material. Para recordar información, el aprendiz comienza por evocar la regla y después la complementa con los detalles. En contraste, la memorización
implica recuperar más información. La memorización suele ser ineiciente porque la mayoría de las
situaciones tienen cierta organización (Wertheimer, 1945). Los problemas se resuelven descubriendo
cómo está organizada la situación, así como de qué manera los elementos de ésta se relacionan con
la solución. Al ordenar y reordenar los elementos los aprendices se van formando una idea de la solución.
Köhler (1926) realizó investigaciones reconocidas sobre la solución de problemas con simios en
la isla de Tenerife durante la Primera Guerra Mundial. En un experimento colocó un plátano fuera del
alcance de un simio encerrado en una jaula; el simio podía alcanzar el plátano utilizando un palo largo
o uniendo dos palos. Köhler concluyó que la solución de problemas ocurre por insight: los animales
estudian la situación y de manera repentina “ven” la forma de alcanzar la meta y ponen a prueba la solución. Los primeros intentos de solucionar el problema de los simios fallaban debido a que probaban
diferentes estrategias ineicaces, como lanzar un palo hacia el plátano. Con el tiempo lograron percibir
al palo como una extensión de sus brazos y lo utilizaron en consecuencia.
En otra situación (Köhler, 1925), el animal podía ver su objetivo, pero no podía alcanzarlo sin
alejarse y tomar una ruta indirecta. Por ejemplo, el simio podía estar en una habitación y ver la comida
afuera por una ventana. Para alcanzar la meta debía salir de la habitación por la puerta y bajar por un
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302
Capítulo 7
corredor. Para pasar de la fase previa a la fase de solución el animal probaba diversas opciones antes
de elegir la que utilizarla. El insight ocurría cuando el animal probaba una solución viable.
Un obstáculo para la solución de problemas es la ijeza funcional, o la incapacidad para percibir que los objetos se pueden utilizar de distintas maneras o que los elementos de una situación se
pueden conigurar en nuevas formas (Duncker, 1945). En un estudio clásico, Luchins (1942) planteó
a algunas personas problemas que requerían obtener una cantidad especíica de agua utilizando tres
frascos de diferentes tamaños. Las personas, que iban de los 9 años a la edad adulta, aprendieron fácilmente la fórmula que siempre producía la cantidad correcta. En el conjunto de problemas se incluían
algunos que se podían resolver utilizando una fórmula más sencilla, pero las personas por lo general
continuaban aplicando la fórmula original. Al indicarles que tal vez había una solución más sencilla,
algunas descubrieron los métodos más simples, aunque muchas continuaron utilizando la fórmula
original. Esta investigación revela que cuando los estudiantes no entienden un fenómeno, tienden a
aplicar a ciegas un algoritmo conocido, sin lograr comprender que existen métodos más fáciles. Esta
característica de aferrarse a un procedimiento para resolver problemas se puede superar haciendo
hincapié en diferentes procedimientos durante la enseñanza (Chen, 1999).
La teoría de la Gestalt tiene poco que decir acerca cómo los estudiantes aprenden las estrategias para resolver problemas o cómo se les pueden enseñar para que las comprendan mejor.
Wertheimer (1945) creía que los profesores pueden ayudar con la solución de problemas reordenando los elementos de la situación de tal manera que los alumnos tengan más probabilidades de
percibir cómo se relacionan con el todo. Tal vez un consejo tan general no sea de mucha utilidad
para los profesores.
Heurística
Otra forma de resolver problemas consiste en utilizar la heurística, que consiste en métodos generales
para resolver problemas que utilizan principios (reglas generales) que suelen conducir a la solución
(Anderson, 1990). La lista de operaciones mentales que participan en la solución de problemas planteada por Polya (1945/1957) es la siguiente:
n
n
n
n
Entender el problema.
Diseñar un plan.
Ponerlo en práctica.
Retroceder.
Entender el problema requiere plantear preguntas como: “¿cuál es la incógnita?” y “¿cuáles son
los datos?”. A menudo es útil dibujar un diagrama que represente el problema y la información
con que se cuenta. Al diseñar un plan, el aprendiz trata de encontrar una conexión entre los datos
y la incógnita. Separar el problema en submetas suele ser útil, al igual que pensar en un problema similar y en cómo fue resuelto, es decir, usar analogías. Quizá sea necesario replantear el problema.
Al poner en práctica el plan, es importante veriicar cada paso para asegurarse de que se está
aplicando de modo correcto. Retroceder signiica examinar la solución: ¿Es correcta? ¿Existen otros
medios para llegar a ella?
Bransford y Stein (1984) formularon un método heurístico similar conocido como IDEAL:
n
n
Identiicar el problema.
Deinir y plantear el problema.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
n
n
n
303
Explorar posibles estrategias.
Aplicar las estrategias.
Lograr ver hacia atrás para evaluar los efectos de las actividades.
El modelo de solución creativa de problemas (SCP) ofrece otro ejemplo de un esquema genérico
para resolver problemas (Trefinger, 1985; Trefinger e Isaksen, 2005). Este modelo comprende tres
componentes principales: entender el desafío, generar ideas y prepararse para la acción (Trefinger,
1995; Trefinger e Isaksen, 2005). Los componentes metacognoscitivos, como la planeación, la vigilancia y la modiicación de la conducta están presentes a lo largo de todo el proceso.
La comprensión del problema inicia con una meta general o dirección para la solución de
problemas. Una vez que se obtienen datos importantes, como hechos, opiniones y preocupaciones, se formula una meta o pregunta especíica. La clave para generar ideas es el pensamiento
divergente capaz de producir opciones que conduzcan a alcanzar la meta. La preparación para
la acción incluye examinar las opciones prometedoras y buscar fuentes de ayuda y formas
para superar la resistencia.
La heurística general es más útil cuando se trabaja con un contenido que se desconoce (Andre,
1986) y suele ser menos eicaz cuando se trabaja en un área conocida, ya que a medida que se desarrollan las habilidades de un dominio especíico, los estudiantes utilizan cada vez más conocimientos
procedimentales establecidos. La heurística general tiene una ventaja para la instrucción: puede ayudar
a que los estudiantes aprendan a resolver problemas de forma sistemática. Aunque el método heurístico podría parecer inlexible, en realidad los pasos se implementan de forma lexible. Para muchos
estudiantes un enfoque heurístico es más sistemático que los métodos que utilizan actualmente para
resolver problemas, ya que los puede conducir a mejores soluciones.
Newell y Simon (1972) propusieron un modelo de procesamiento de información para solucionar
problemas que consta de un espacio del problema con un estado inicial, un estado inal y vías de
solución posibles que avanzan por submetas y requieren la aplicación de operaciones. Quien resuelve
el problema se forma una representación mental de éste y realiza operaciones para reducir la discrepancia entre el estado inicial y el inal. El proceso de operar en la representación para encontrar una
solución se denomina búsqueda (Andre, 1986).
El primer paso para solucionar un problema consiste en formar una representación mental. Al
igual que el primer paso de Polya (entender el problema), la representación requiere convertir la información conocida en un modelo en la memoria. La representación interna consta de proposiciones
y tal vez de imágenes en la memoria de trabajo (MT). El problema también puede ser representado en
forma externa, por ejemplo, sobre papel o en la pantalla de la computadora. La información en la MT
activa los conocimientos relacionados en la memoria a largo plazo (MLP), y eventualmente el aprendiz
termina eligiendo una estrategia de solución. Cuando las personas resuelven problemas a menudo
modiican la representación inicial y activan nuevos conocimientos, en especial si la estrategia no ha
tenido éxito. Por consiguiente, resolver problemas implica evaluar el progreso hacia la meta.
La representación del problema determina qué conocimientos se activan en la memoria y, por
ende, la facilidad con la que éste se resuelve (Holyoak, 1984). Si el aprendiz representa el problema
de forma incorrecta porque no toma en cuenta todos los aspectos o porque añade demasiadas restricciones, es muy probable que el proceso de búsqueda no lo ayude a encontrar la vía que lo conduzca
a la solución correcta (Chi y Glaser, 1985). Sin importar la claridad de sus razonamientos posteriores,
no llegará a la solución correcta a menos que se forme una nueva representación. No es de sorprender
que los programas de entrenamiento para la solución de problemas dediquen tanto tiempo a la fase
de representación (Andre, 1986).
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304
Capítulo 7
Estrategias de solución de problemas
Igual que las habilidades (que estudiamos antes), las estrategias para resolver problemas pueden ser
generales o especíicas. Las estrategias generales se aplican a problemas de diversas áreas, sin importar
su contenido; las especíicas se emplean sólo en áreas particulares. Por ejemplo, dividir un problema
complicado en subproblemas (análisis por submetas) es una estrategia general aplicable a situaciones
como redactar un trabajo para el inal de un curso, elegir una especialidad académica o decidir en
dónde vivir. Las pruebas para clasiicar especímenes de laboratorio, por el contrario, son especíicas.
Es probable que la capacitación profesional que recibieron los profesores de la secundaria Nikowsky
incluyera estrategias generales y especíicas.
Las estrategias generales son útiles cuando los problemas que estamos resolviendo no tienen soluciones que saltan a la vista. Las estrategias generales útiles son las de generar y probar, el análisis
de medios y ines, el razonamiento analógico y la lluvia de ideas. Las estrategias generales no son tan
útiles como las especíicas cuando se está trabajando con materiales muy conocidos. La aplicación 7.5
brinda algunos ejemplos de solución de problemas en los contextos de aprendizaje.
Estrategia de generar y probar. La estrategia de generar y probar es apropiada cuando se puede
poner a prueba un número limitado de soluciones de problemas para ver si conducen a la meta
(Resnick, 1985). Esta estrategia funciona mejor cuando es posible ordenar varias soluciones en términos de la probabilidad que tienen de resolver el problema y cuando al menos una de ellas es la
solución correcta.
Por ejemplo, suponga que una persona entra a una habitación, activa el interruptor de la luz y
la luz no enciende. Algunas posibles causas son: la bombilla se quemó, no hay energía eléctrica, el
interruptor se averió, el casquillo se arruinó, el relevador se soltó, el fusible se fundió y el cable tiene
un corto. La persona empieza por generar y probar la solución más probable, cambiar la bombilla; si
esto no resuelve el problema, genera y prueba otras soluciones menos probables. Aunque el contenido del problema no necesita ser muy conocido, el empleo eicaz de esta estrategia requiere cierto
conocimiento. El conocimiento previo establece la jerarquía de posibles soluciones; el conocimiento
actual inluye en la solución que se elige. Por consiguiente, si la persona advierte que el camión de
la compañía de electricidad está trabajando en el vecindario, comenzaría por veriicar si hay energía.
Análisis de medios y ines. Cuando se utiliza la estrategia de análisis de medios y ines se compara la
situación actual con la meta y se identiican las diferencias entre ellas (Resnick, 1985). Se establecen
submetas para reducir las diferencias; se realizan operaciones para alcanzar cada submeta y se repite
el proceso hasta lograr la meta.
El análisis de metas y ines fue estudiado por Newell y Simon (1972), quienes elaboraron un programa de simulación por computadora al que llamaron Solucionador General de Problemas (SGP), el
cual divide los problemas en submetas, cada una de las cuales representa una diferencia del estado actual. El SGP comienza realizando las operaciones para eliminar la diferencia más importante. En algunos
casos las operaciones deben eliminar primero otra diferencia antes de poder eliminar la más importante.
El análisis de medios y ines es un poderoso método heurístico de solución de problemas. Cuando
las submetas están bien identiicadas este método tiene muchas probabilidades de resolver el problema. Una desventaja es que impone muchos problemas complejos a la MT porque hay que seguir la
pista de varias submetas, ya que el olvidar alguna impediría resolver el problema.
Este método puede proceder de la meta inal al estado inicial (trabajo en retrospectiva) o del
inicial hacia la meta (trabajo en prospectiva). Al trabajar en retrospectiva, el aprendiz comienza por la
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
305
APLICACIÓN 7.5
Solución de problemas
Existen varias formas de ayudar a los estudiantes a
mejorar sus habilidades de solución de problemas.
Cuando sus alumnos están resolviendo problemas
matemáticos redactados, Kathy Stone los anima a
plantear cada problema con sus propias palabras,
hacer un bosquejo y decidir qué información es
relevante, y establecer las maneras en que podrían
resolverlo. Las siguientes preguntas y otras similares ayudan a los estudiantes a enfocar su atención
en los aspectos importantes de la tarea y guía su
pensamiento:
n
n
n
n
¿Cuál información es importante?
¿Qué información falta?
¿Qué fórmulas se necesitan?
¿Qué se debe hacer primero?
Otra forma de ayudar a los estudiantes consiste en alentarlos a ver el problema desde diversas
perspectivas. Durante un ejercicio en el que clasiicaron personajes de guerra que tuvieron un impacto importante en Estados Unidos, como Churchill y
Hitler, los alumnos de preparatoria de Jim Marshall
analizaron las distintas formas en que podían clasiicarlos, por ejemplo, según su tipo de personalidad, según las características políticas de los países
que gobernaban, de acuerdo con las metas de la
guerra y con base en el efecto que su liderazgo y
metas tuvieron sobre Estados Unidos. Este ejercicio ilustra cómo las distintas formas de organizar
la información ayudan a los aprendices a resolver
problemas.
Los docentes también pueden enseñar estrategias. En una clase de geografía el profesor podría
plantear a sus alumnos el siguiente problema: “elige un estado (que no sea el tuyo) que consideres
que podría atraer a nuevos residentes y diseña un
cartel que describa los atributos más importantes
de dicho estado”.
Una estrategia de trabajo en retrospectiva se
podría enseñar de la siguiente manera:
Meta: crear un cartel que describa los atributos importantes del estado.
Submeta: decidir cómo presentar los atributos
en un cartel.
Submeta: decidir cuáles atributos se presentarán.
Submeta: decidir qué estado se elegirá.
Submeta inicial: decidir cuáles atributos atraerían a nuevos residentes.
Para alcanzar la submeta inicial, los estudiantes podrían hacer una lluvia de ideas en grupos
pequeños con el in de determinar cuáles factores
atraen a las personas a un estado. Luego podrían
hacer una investigación bibliográica para veriicar
cuáles estados poseen tales atributos y discutir los
atributos de los diferentes estados para elegir uno.
Después podrían decidir cuales atributos presentarían en el cartel y como lo harían, para inalmente
crear el cartel y presentarlo a la clase.
Cuando los estudiantes están desarrollando
habilidades de solución de problemas, los profesores podrían ofrecer indicios en lugar de dar las
respuestas. Si un docente está enseñando a niños
pequeños la habilidad de clasiicación, podría darles una lista con nombres de animales, colores y
lugares para vivir. Es común que los niños experimenten diicultades para clasiicar nombres. En
lugar de darles las respuestas el profesor podría
darles indicios como: “Piensen en cómo se relacionan las palabras. ¿En qué se parecen un caballo y
un león? ¿En qué diieren rosa y casa?
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306
Capítulo 7
Figura 7.2
Análisis de medios y ines aplicado
a un problema de geometría.
m
p
l
b
q
a
r
n
k
d
c
s
p
q
r
s
a = 30°
m=?
meta y se pregunta qué submetas son necesarias para alcanzarla, y luego qué hace falta para cumplir
con estas submetas, y así sucesivamente hasta llegar al estado inicial. Por lo tanto, al trabajar en retrospectiva se planea una serie de movimientos, cada uno diseñado para lograr cierta submeta. El éxito
de este sistema requiere muchos conocimientos en el área del problema para determinar los requisitos
previos de las metas y las submetas.
A menudo se trabaja en retrospectiva para demostrar teoremas geométricos. El aprendiz comienza
por asumir que el teorema es verdadero y entonces trabaja en retrospectiva hasta alcanzar los postulados. En la igura 7.2, se muestra un ejemplo tomado de la geometría: se trata de resolver el ángulo
m. Al trabajar en retrospectiva, los estudiantes se dan cuenta de que necesitan determinar el ángulo n,
porque el ángulo m = 180° – ángulo n (línea recta = 180°). Al seguir en esa dirección entienden que,
como las líneas paralelas se intersecan, el ángulo correspondiente d, sobre la línea q, es igual al ángulo
n. Con base en sus conocimientos de geometría, determinan que el ángulo d = ángulo a, que tiene 30°.
Entonces, el ángulo n = 30° y el ángulo m = 180º – 30º = 150°.
En otro ejemplo de trabajo retrospectivo, suponga que debe entregar un trabajo inal en tres semanas. El paso anterior a la entrega es leer el texto en busca de errores (un día antes de entregarlo). El
paso previo es mecanograiar o imprimir el trabajo (dejemos un día). Antes de eso, se hacen revisiones
inales (otro día), se revisa el trabajo (tres días) y se mecanografía e imprime el borrador (un día). Si
seguimos en esa dirección, nos proponemos cinco días para redactar el borrador, uno para esbozarlo,
tres para investigar en la biblioteca y uno para elegir el tema; en total tenemos 17 días para realizar el
trabajo, de manera que tenemos que empezar dentro de cuatro días.
Una segunda clase de análisis de medios y ines, al que en ocasiones se denomina montaña
arriba, consiste en trabajar en prospectiva (Matlin, 2009; Mayer, 1992). El aprendiz comienza con la
situación actual y hace algo para modiicarla con la esperanza de acercarse al objetivo inal. Por lo
general es necesario efectuar varios cambios para alcanzar la meta. Al trabajar en prospectiva, se corre
el peligro de proceder con base en un análisis supericial del problema. Aunque cada paso representa
un esfuerzo por lograr una submeta, es fácil salirse por la tangente o llegar a un callejón sin salida porque suele suceder que sólo se vea el siguiente paso en vez de muchas opciones futuras (Matlin, 2009).
Para ejempliicar una estrategia de trabajo prospectivo, considere a un grupo de estudiantes trabajando en un laboratorio que tienen varias sustancias en recipientes. El objetivo consiste en etiquetar
cada recipiente, y para lograrlo realizan una serie de pruebas con las sustancias, las cuales, si se hacen
correctamente, darán la solución. Esto representa una estrategia prospectiva porque cada prueba
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
307
acerca a los estudiantes a la meta de clasiicar las sustancias. Las pruebas se aplican en orden y los
resultados muestran lo que no son las sustancias, así como lo que podrían ser. Para evitar que los alumnos sigan la pista equivocada, el profesor organiza cuidadosamente el procedimiento y se asegura
de que sepan cómo realizar las pruebas.
Razonamiento analógico. Otra estrategia general de solución de problemas consiste en utilizar el
razonamiento analógico, que consiste en establecer una analogía entre la situación problema (el objetivo) y una situación conocida (la base o fuente; Anderson, 1990; Chen, 1999; Hunt, 1989). El aprendiz trabaja el problema en el área con la que está familiarizado y luego relaciona la solución con el
problema por resolver (Holyoak y Thagard, 1997). El razonamiento analógico implica tener acceso a
la red de dominio conocido en la MLP y dibujar un mapa (relacionar) sobre la situación problema en la
memoria de trabajo (Halpern, Hansen y Riefer, 1990). La aplicación exitosa requiere que la estructura
de la situación conocida sea semejante a la situación problema, aunque sus características supericiales
diieran, por ejemplo, una se podría referir al sistema solar y la otra a las estructuras moleculares).
Las submetas en este método consisten en relacionar los pasos del área original (la conocida) con los
del área de transferencia (el problema). Los estudiantes acostumbran utilizar el método de la analogía
para resolver los problemas de los libros de texto: trabajan los ejemplos del texto (área conocida) y
relacionan estos pasos con los problemas que deben solucionar.
Gick y Holyoak (1980,1983) demostraron el poder de la solución analógica de problemas.
Presentaron a los aprendices un difícil problema médico y, como analogía, un problema militar resuelto. El solo hecho de darles el problema analógico no condujo a que lo utilizaran; sin embargo,
brindarles una pista para que lo hicieran mejoró la solución del problema. Gick y Holyoak también
descubrieron que proporcionar a los aprendices dos historias análogas conduce a una mejor solución
de problemas que cuando se les da una sola; no obstante, pedirles que resumieran la historia análoga,
darles el principio subyacente en ella o mostrarles un diagrama para resolver el problema mientras lo
leían no mejoró la habilidad. Estos resultados indican que en un área poco conocida los estudiantes
necesitan lineamientos para emplear las analogías, y que el uso de múltiples ejemplos aumenta la probabilidad de que relacionen al menos uno con el problema por resolver.
Para que la solución analógica de problemas sea más eicaz, requiere que el alumno posea
suicientes conocimientos del área que conoce y del área del problema. Los estudiantes a menudo
muestran muchas diicultades cuando utilizan analogías para resolver problemas, incluso cuando
se resalta la estrategia de solución. Por lo tanto, si los estudiantes no poseen los conocimientos
adecuados, lo más probable es que no vean la relación entre el problema y la analogía. Incluso
cuando poseen los conocimientos, cabe la posibilidad de que la analogía no funcione si el área
conocida y la del problema son conceptualmente diferentes. Quizá los aprendices entiendan la
semejanza entre una batalla (el problema militar) y la lucha en contra de una enfermedad (el problema médico), pero no puedan captar otras analogías (como la lucha de un corporativo contra
un intento de adquisición).
Los estudios del desarrollo indican que, a pesar de sus diicultades, los niños pueden utilizar
el razonamiento analógico (Siegler, 1989). Enseñarles analogías (incluyendo a los que tienen problemas de aprendizaje) mejora su desempeño subsecuente en la solución de problemas (Grossen,
1991). El uso de los estudios de caso y el razonamiento basado en casos puede ayudarlos a desarrollar el pensamiento analógico (Kolodner, 1997). Las técnicas eicaces para utilizar analogías
incluyen que el profesor y los niños verbalicen el principio de solución que subyace al problema
original y al de transferencia, que el profesor anime a los estudiantes a recordar los elementos
de la estructura causal del problema original y les presente los dos problemas de modo que las
estructuras causales procedan de la más a la menos obvia (Crisai y Brown, 1986). Otras sugerencias
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308
Capítulo 7
incluyen usar problemas originales y de transferencia similares, presentar varios problemas semejantes
y utilizar imágenes para ilustrar las relaciones causales.
Esto no quiere decir que todos los niños se pueden volver expertos en el uso de analogías. A los
alumnos se les diiculta utilizarlas y a menudo no eligen la analogía apropiada. Comparados con
los estudiantes mayores, los pequeños requieren más indicios, tienden más a distraerse con características perceptuales irrelevantes y procesan la información con menos eicacia (Crisai y Brown,
1986). Su éxito depende en buena parte de sus conocimientos acerca del problema original y de su
capacidad para codiicar y establecer comparaciones mentales, lo cual diiere mucho de una persona
a otra (Richland, Morrison y Holyoak, 2006; Siegler, 1989). Los niños aprenden a emplear mejor las estrategias para resolver problemas cuando se les muestra cómo se utilizan y se les explican que cuando
únicamente se les muestran (Crowley y Siegler, 1999).
La solución analógica de problemas es útil en la enseñanza. En Estados Unidos los profesores
a menudo tienen alumnos que no hablan inglés e instruirlos en su idioma es algo imposible. Una
forma en que podrían resolver este problema es relacionándolo con la enseñanza a estudiantes
que presentan problemas de aprendizaje. Con estos últimos, los profesores deben avanzar lentamente, recurrir a experiencias concretas siempre que sea posible y proporcionar mucha enseñanza individual. Podrían intentar las mismas tácticas que utilizan con los alumnos extranjeros
y al mismo tiempo enseñarles palabras y frases en inglés para que sigan el paso de los demás
estudiantes del grupo.
Esta analogía es apropiada, puesto que tanto los alumnos con problemas de aprendizaje como
los que no hablan inglés tienen diicultades en el aula. Sin embargo, otras analogías podrían ser inapropiadas. Los estudiantes que no están motivados para aprender también presentan problemas de
aprendizaje, y si el docente los toma como analogía, podría ofrecer a los alumnos que no hablan
inglés recompensas por aprender; pero esta solución no sería tan eicaz, ya que el problema con los
que no hablan inglés no es de motivación, sino de enseñanza.
Lluvia de ideas. La lluvia de ideas es una estrategia general para la solución de problemas que es útil
para formular posibles formas de resolverlos (Isaksen y Gaulin, 2005; Mayer, 1992; Osborn, 1963). Los
pasos de esta estrategia son los siguientes:
n
n
n
n
Deinir el problema.
Generar tantas soluciones como sea posible sin evaluarlas.
Decidir los criterios para estimar las soluciones posibles.
Emplear estos criterios para elegir la mejor solución.
Para tener éxito con la lluvia de ideas se requiere que los participantes no juzguen las ideas hasta
que todas hayan sido generadas. Además, en ocasiones los participantes generan ideas a partir de las
de los demás. Por consiguiente, se deben alentar las ideas “locas” y poco comunes (Mayer, 1992).
Como sucede con la técnica de soluciones analógicas, la cantidad de conocimientos que posee el
estudiante acerca del área del problema inluye en el éxito de la lluvia de ideas, ya que cuanto más
conoce de ella, más posibilidades tiene de generar posibles soluciones, así como criterios para juzgar
su viabilidad. La lluvia de ideas se puede utilizar de manera individual, aunque la interacción grupal
suele producir más soluciones.
Esta técnica se presta bien a muchas de las decisiones educativas y administrativas que se
toman en la escuela. Es más útil para generar muchas y variadas ideas, y posiblemente algunas ideas
únicas (Isaksen y Gaulin, 2005). Suponga que un nuevo director de escuela descubre que la moral
del personal está alicaída, y que sus miembros aceptan que se requiere mejorar la comunicación.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
309
Los líderes de cada grado se reúnen con él y el grupo acuerda las siguientes posibles soluciones: reunirse una vez por semana con el personal, enviar un boletín (electrónico) por semana,
publicar noticias en un tablero, reunirse una vez por semana con los líderes de cada grado (después
de estas reuniones ellos, a su vez, se reunirán con los profesores), enviar mensajes informativos por
correo electrónico con frecuencia y emitir anuncios por el sistema de altavoces. El grupo formula
dos criterios: a) que los profesores pierdan el menor tiempo posible y b) que las interrupciones de
las clases sean mínimas. Con estos criterios en la mente deciden que el director envíe un boletín
semanal y mensajes frecuentes por correo electrónico, así como que se reúna con los líderes de
cada grado. Aunque estas reuniones les quitarán tiempo, estarán más enfocadas que aquellas entre
el director y todo el cuerpo docente.
Solución de problemas y aprendizaje
Con frecuencia la solución de problemas se relaciona con el aprendizaje, aunque estos conceptos no
son sinónimos. Según la perspectiva contemporánea del procesamiento de la información (Anderson,
1990, 1993, 2000), la solución de problemas implica la adquisición, la retención y el uso de sistemas
de producción, que son redes de secuencias (reglas) de condición-acción en las cuales las condiciones
corresponden a los conjuntos de circunstancias que activan el sistema y las acciones corresponden a
los conjuntos de actividades que se realizan (Anderson, 1990; Andre, 1986; capítulo 5). Un sistema de
producción consiste en proposiciones condicionales. Si las aseveraciones (la condición) incluyen la
mezcla y los enunciados de prueba, entonces las airmaciones son las acciones.
Las producciones son formas de conocimiento procedimental que incluyen conocimientos declarativos y las condiciones en las que tales formas se aplican. Las producciones se representan en la MLP
como redes de proposiciones y se adquieren de la misma manera que otros conocimientos procedimentales. Asimismo, las producciones se organizan en jerarquías, con producciones de nivel superior
y subordinadas. Para resolver dos ecuaciones simultáneas con dos incógnitas primero se representa
una incógnita en términos de la segunda incógnita (producción subordinada), después de la cual se
resuelve la segunda incógnita (producción) y se utiliza ese valor para resolver la primera incógnita
(producción de nivel superior).
Las producciones pueden ser generales o especíicas. Estas últimas se aplican al contenido de las
áreas bien deinidas. En contraste, la heurística es una producción general porque se aplica a diversos
contenidos. Un análisis de medios y ines se podría representar como sigue (Anderson, 1990):
SI la meta consiste en convertir el estado actual en el estado inal, y D es la mayor diferencia entre
uno y otro,
ENTONCES se establecen como submetas
1. Para eliminar la diferencia D
2. Para convertir el estado resultante en el estado inal (p. 243).
Entonces, se necesitará emplear otra producción para utilizarla con la airmación condicional,
“Si la meta consiste en eliminar la diferencia D”. Esta secuencia continúa hasta que las submetas se
identiican en un nivel especíico; luego se aplican las reglas especíicas del área. En resumen, las producciones generales se dividen hasta el nivel en que se aplica el conocimiento especíico de dominio.
Los sistemas de producción ofrecen un medio para vincular procedimientos generales con otros especíicos de solución de problemas. Otras estrategias de solución de problemas, como el razonamiento
analógico, también se pueden representar como producciones.
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310
Capítulo 7
El aprendizaje escolar muy regulado quizá no requiera la solución de problemas, ya que esta
estrategia no es aplicable con los estudiantes que tienen una meta y medios claros para lograrla. La
solución de problemas se vuelve más importante cuando los profesores se alejan de la enseñanza
cerrada y muy reglamentada, y favorecen el pensamiento más original y crítico de los estudiantes.
De esto es de lo que hablaron los docentes de la escuela Nikowsky después de su reunión con Meg.
Existe un movimiento educativo que fomenta la solución de problemas por parte de los estudiantes,
una tendencia que continuará según la opinión de muchos educadores. Mientras tanto, los alumnos
necesitan aprender estrategias generales y especíicas de solución de problemas para poder manejar
las nuevas exigencias asociadas con el aprendizaje.
Expertos y novatos
Al igual que en la adquisición de habilidades, los investigadores han identiicado diferencias en la
forma en que los expertos y los novatos resuelven problemas (Anderson, 1990, 1993; Bruning, et al.,
2004; Resnick, 1985). Una diferencia reside en las demandas que imponen a la MT. Los expertos en
solucionar problemas no activan grandes cantidades de información potencialmente relevante, sino
que identiican las características principales del problema, las relacionan con conocimientos antecedentes y generan una solución o una pequeña cantidad de posibles soluciones (Mayer, 1992). Los
expertos reducen los problemas complejos a dimensiones manejables separando el espacio que ocupa
el problema del contexto mayor de la tarea, que incluye el dominio de los hechos y los conocimientos
en los cuales está inmerso el problema (Newell y Simon, 1972). Aunado al hecho de que los expertos
pueden mantener más información en la MT (Chi, Glaser y Farr, 1988), este proceso de reducción
retiene los datos pertinentes, descarta los irrelevantes, se adapta a los límites de la MT y es lo bastante
adecuado para llegar a una solución.
Los expertos suelen utilizar una estrategia de trabajo prospectivo identiicando el formato del problema y generando un método que se ajuste a él (Mayer, 1992). Por lo general esto implica separar el
problema en sus partes y resolver cada una de manera secuencial (Bruning, et al., 2004). Por su parte,
los novatos a menudo tratan de resolver el problema de forma poco sistemática, debido en parte a la
mala organización de sus recuerdos. Quizá recurran al método del ensayo y error o traten de trabajar de
manera retrospectiva desde donde están, tratando de encontrar los datos del problema —una estrategia
que resulta ineicaz si no están al tanto de los subpasos necesarios (Mayer, 1992)—. Sus análisis de medios
y ines suelen basarse en las características supericiales de los problemas. En matemáticas los novatos
generan fórmulas a partir de sus recuerdos de cuando enfrentaron problemas con palabras. Al tratar de
almacenar una enorme cantidad de información en la MT, su pensamiento se entorpece (Resnick, 1985).
Los expertos y los novatos también diieren en sus conocimientos especíicos de dominio, aunque parezcan saber lo mismo de las estrategias generales de solución de problemas (Elstein, Shulma y Sprafka, 1978;
Simon, 1979). Los expertos poseen estructuras más amplias y mejor organizadas de su área de dominio en
la MLP (Chi, et al., 1981). Cuantos más conocimientos puedan utilizar los expertos para resolver problemas,
mayores probabilidades tienen de resolverlos y de que la organización de su memoria facilite la eicacia.
Existen evidentes diferencias cualitativas en la forma de estructurar el conocimiento en la memoria (Chi, Glaser y Rees, 1982). El conocimiento de los expertos está mejor organizado en jerarquías;
estos aprendices tienden a clasiicar los problemas de acuerdo con una “estructura profunda”, en tanto
que los novatos lo hacen más por los rasgos supericiales (Hardiman, Dufresne y Mestre, 1989). Es
interesante observar que cuando se capacita a los novatos para que reconozcan las características profundas, mejora su rendimiento con respecto al de otros novatos que no han sido capacitados.
Los novatos por lo general tratan de resolver los problemas en los términos en que se presentan,
mientras que los expertos los reinterpretan para revelar alguna estructura subyacente, una que corres-
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
311
ponda mejor a sus redes en la memoria a largo plazo (Resnick, 1985). Los novatos tratan de convertir
los datos directamente en fórmulas y resolver las cantidades faltantes. Los expertos, en lugar de generar fórmulas, pueden comenzar por trazar diagramas para aclarar las relaciones entre los aspectos del
problema y a menudo elaboran una nueva versión del mismo. Cuando están listos para realizar los
cálculos generalmente ya han simpliicado el problema, por lo que tienen que hacer menos cálculos que los novatos. Mientras trabajan, los expertos supervisan mejor su desempeño para evaluar su
progreso hacia la meta y la validez de la estrategia que están utilizando (Gagné et al., 1993).
Por último, los expertos dedican más tiempo a la planeación y al análisis; son más relexivos y no
proceden hasta que cuentan con alguna estrategia en la mente. Moore (1990) descubrió que los profesores experimentados pasan más tiempo planeando que los que tienen menos experiencia, así como
más tiempo explorando nuevos tipos de salones de clases. Esta planeación facilita la implementación
de estrategias.
En suma, son muchas las diferencias entre los expertos y los novatos en la solución de problemas.
En comparación con los novatos, los expertos:
n
n
n
n
n
n
n
Poseen más conocimientos declarativos.
Tienen una mejor organización jerárquica del conocimiento.
Dedican más tiempo a la planeación y el análisis.
Reconocen el formato de los problemas con mayor facilidad.
Representan los problemas a un nivel más profundo.
Supervisan su desempeño con más cuidado.
Entienden mejor el valor de la estrategia empleada.
Razonamiento
El razonamiento es el proceso mental involucrado en la generación y evaluación de argumentos lógicos
(Anderson, 1990). El razonamiento lleva a una conclusión a partir de los pensamientos, los preceptos
y los argumentos (Johnson-Laird, 1999) e implica resolver problemas para explicar por qué ocurrió algo
o qué ocurrirá (Hunt, 1989). Las habilidades de razonamiento incluyen la aclaración, la fundamentación,
la inferencia y la evaluación (Ennis, 1987; Quellmalz, 1987; tabla 7.3 y aplicación 7.6).
Tabla 7.3
Habilidades de razonamiento.
Paso
Deinición
Ejemplos de preguntas
Aclaración
Identiicar y plantear preguntas, analizar
elementos, deinir términos.
“¿Qué es lo que sé?”
“¿Qué necesito descubrir?”
Fundamentación
Determinar fuente(s) de apoyo para las
conclusiones acerca de un problema.
“¿Es un hecho o una opinión?”
“¿Cuál es la fuente de esta información?”
Inferencia
Razonar de manera inductiva desde casos
especíicos hasta principios generales,
o de manera deductiva desde principios
generales hasta casos especíicos.
“¿Qué tienen en común todos estos
ejemplos?” (inducción)
“¿Cómo puedo aplicar estas reglas
generales a este ejemplo?” (deducción)
Evaluación
Utilizar criterios para determinar qué tan
adecuada es la solución a un problema.
“¿Necesito más información?”
“¿Mi conclusión es razonable?”
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312
Capítulo 7
APLICACIÓN 7.6
Razonamiento
Los profesores pueden enseñar a los estudiantes a
plantear preguntas para producir una representación mental precisa de un problema. Un docente
podría entregar a los alumnos de primaria objetos
para que los clasiiquen de acuerdo con su forma.
Para ayudarlos e identiicar y aclarar el problema
les podría plantear preguntas como las siguientes:
n
n
n
n
n
n
n
¿Qué se te pidió que hicieras?
¿Qué objetos tienes?
¿Cuáles iguras conoces?
¿Importa el hecho de que algunos objetos
sean de diferentes colores?
¿Importa el hecho de que algunos de los
objetos sean pequeños y otros grandes?
¿Importa el hecho de que algunos objetos
sean suaves y otros sean duros?
¿Qué piensas hacer con los objetos que
tienes?
Los estudiantes deben verbalizar la información que necesitan utilizar y lo que se supone que
deben efectuar con esa información. Cada vez
que el profesor trabaje con alumnos en la solución
de un problema puede ayudarlos a plantear pre-
guntas para determinar cuál información es importante para resolverlo.
Un investigador médico que trabaja con un
grupo de internos les da información acerca de
un virus y les pide que lo identiiquen. Para ayudarlos en este proceso de identiicación podría generar una lista de preguntas como la siguiente:
n
n
n
n
n
n
n
n
¿Qué efecto tiene el virus sobre las células
sanguíneas?
¿Qué efecto tiene el virus sobre el tejido
humano?
¿Qué tan rápido se desarrolla y en qué
condiciones?
¿Qué le ocurre al virus cuando
es expuesto al calor?
¿Qué le ocurre al virus cuando
es expuesto al frío?
¿Qué le ocurre al virus cuando
es expuesto a la humedad?
¿Qué le ocurre al virus cuando
es expuesto a un ambiente hermético?
¿Cómo reacciona el virus cuando
es expuesto a diversos fármacos?
Aclaración. La aclaración requiere identiicar y plantear preguntas, analizar elementos y deinir términos. Estas habilidades implican determinar cuáles elementos de una situación son importantes, su
signiicado y la manera en que se relacionan. En ocasiones se plantean preguntas cientíicas, pero otras
veces los estudiantes deben hacer preguntas como “¿cuál es el problema, la hipótesis o la tesis?”. La
aclaración corresponde a la fase de representación de la solución de problemas; los estudiantes deinen el problema para obtener una representación mental clara. Si el problema no está planteado con
claridad, el razonamiento no es muy productivo.
Fundamentación. Las conclusiones acerca de un problema se sustentan por medio de la información
de observaciones personales, aseveraciones de otros e inferencias previas. Es importante juzgar la
credibilidad de una fuente, y para lograrlo es necesario distinguir entre un hecho, una opinión y un
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
313
juicio razonado. Suponga que un sospechoso armado con una pistola es arrestado cerca de la escena
de un asesinato. Es un hecho que el sospechoso tenía una pistola cuando fue arrestado. Las pruebas de
laboratorio, las balas y la víctima conducen al juicio razonado de que la pistola se utilizó en el delito.
Alguien que investigue el caso podría opinar que el sospechoso es el asesino.
Inferencia. El razonamiento cientíico procede de forma inductiva o deductiva. El razonamiento
inductivo consiste en el desarrollo de reglas, principios y conceptos generales a partir de la observación y el conocimiento de ejemplos especíicos (Pellegrino, 1985). Esto requiere que se determine un
modelo y se asocie con reglas de inferencia (Hunt, 1989). Las personas razonan de manera inductiva
cuando encuentran semejanzas y diferencias entre objetos y eventos especíicos hasta llegar a generalizaciones que someten a prueba aplicándolas a experiencias nuevas. Los aprendices conservan
sus generalizaciones en tanto que sean eicaces, y las modiican cuando se enfrentan a evidencias
contradictorias.
Algunos de los tipos de tareas más comunes que se utilizan para evaluar el razonamiento inductivo son los problemas de clasiicación, conceptos y analogías. Considere la siguiente analogía
(Pellegrino, 1985):
Azúcar: dulce, limón:____
amarillo agrio fruta exprimir té
La operación mental apropiada representa un tipo de sistema de producción. Al principio el
aprendiz representa mentalmente los atributos críticos de cada término en la analogía; activa las redes
de la MLP que involucran a cada término, las cuales contienen los atributos críticos de los términos
que incluyen conceptos de orden superior y subordinados. Luego, compara las características del
primer par para determinar la relación. “Dulce” es una propiedad del azúcar que implica al sabor.
Después busca en la red de “limón” para determinar cuál de las cinco características de la lista poseen
un signiicado que corresponde a “limón” de la forma en que “dulce” corresponde a “azúcar”. Aunque
es muy probable que los cinco términos estén almacenados en la red de “limón”, sólo “agrio” implica
directamente el sabor.
Los niños empiezan a mostrar un razonamiento inductivo básico alrededor de los ocho años de
edad. A medida que avanzan en su desarrollo, razonan con mayor rapidez y utilizan material más
complejo. Esto se debe a que sus redes de la MLP se vuelven más complejas y más conectadas, lo que
a su vez reduce la carga a la MT. Para fomentar el pensamiento inductivo, los profesores podrían utilizar el método del descubrimiento guiado (capítulo 6), en el que los niños aprenden distintos ejemplos
y tratan de formular una regla general. Por ejemplo, los niños recolectan hojas y formulan algunos
principios generales que incluyan a los tallos, el tamaño y la forma de las hojas de árboles diferentes.
El profesor puede plantear un problema como el siguiente: “¿Por qué el metal se hunde en el agua
y los barcos de metal lotan?”. En lugar de decirles a los estudiantes cómo resolver el problema, el
profesor les proporciona materiales y los anima a plantear y probar hipótesis mientras trabajan en la
tarea. Phye (1997; Klauer y Phye, 2008) analizó métodos y programas de enseñanza eicaces que se
han utilizado para enseñar el razonamiento inductivo a los estudiantes.
El razonamiento deductivo consiste en aplicar reglas de inferencia a un modelo formal de un
problema para decidir si se derivan ejemplos lógicos especíicos. Cuando los aprendices razonan de
forma deductiva, parten de conceptos generales (premisas) a casos especíicos (conclusiones) para
determinar si estos últimos se derivan de los primeros. Una deducción es válida si las premisas son
verdaderas y la conclusión se deriva de forma lógica de las premisas (Johnson-Laird, 1985, 1999).
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314
Capítulo 7
Los procesos lingüísticos y del razonamiento deductivo están íntimamente relacionados (Falmagne
y Gonsalves, 1995; Polk y Newell, 1995). Un tipo de problema deductivo son las series de tres términos
(Johnson-Laird, 1972). Por ejemplo,
Si Karen es más alta que Tina, y
si Mary Beth no es tan alta como Tina, entonces
¿quién es la más alta?
Los procesos de solución que se utilizan con este problema son similares a los que se analizaron
previamente. Al principio se forma una representación mental del problema, como K > T, MB < T.
Después se trabaja de forma prospectiva combinando las proposiciones (K > T > MB) para resolver
el problema. Los factores del desarrollo limitan la destreza para resolver este tipo de problemas. Es
probable que los niños tengan diicultades para mantener información del problema relevante en la
memoria de trabajo y que no comprendan el lenguaje que se utiliza para expresar las relaciones.
Otro tipo de problema de razonamiento deductivo es el silogismo. Los silogismos se caracterizan
por tener premisas y una conclusión que contiene los términos todo, ninguno y algunos. Los siguientes
son ejemplos de premisas:
Todos los profesores universitarios son perezosos.
Algunos estudiantes de posgrado no son perezosos.
Ningún estudiante de licenciatura es perezoso.
El siguiente es un ejemplo de silogismo:
Todos los estudiantes de la clase de Ken son hábiles para las matemáticas.
Todos los estudiantes que son hábiles para las matemáticas asistirán a la universidad.
(Por lo tanto) Todos los estudiantes de la clase de Ken asistirán a la universidad.
Los investigadores discuten cuáles procesos mentales utilizan las personas para resolver silogismos, por ejemplo, si representan la información como diagramas de Venn (círculo) o como cadenas
de proposiciones (Johnson-Laird, 1985). El análisis de silogismos de un sistema de producción proporciona una regla básica: un silogismo es verdadero únicamente si no hay una forma de interpretar
las premisas que se contraponga a la conclusión; es decir, un silogismo es verdadero a menos que se
encuentre una excepción a la conclusión. Para probar si las premisas de un silogismo permiten una
excepción es necesario investigar los tipos de reglas que aplican las personas.
Se han propuesto diferentes perspectivas para explicar los mecanismos del razonamiento deductivo (Johnson-Laird, Byrne y Tabossi, 1989). Una perspectiva sostiene que el razonamiento ocurre con
base en las reglas formales de la inferencia. La gente aprende las reglas (por ejemplo, la regla modus
ponens regula las aseveraciones del tipo “si p entonces q”) y luego ajusta los ejemplos a las reglas.
Una segunda postura relacionada plantea reglas especíicas del contenido, las cuales pueden
expresarse como producciones tales que ejemplos especíicos activen las reglas de producción. Así,
una producción podría incluir todos los automóviles y se activaría cuando se encuentra un automóvil
especíico (“mi marca X”).
Un tercer punto de vista plantea que el razonamiento depende de procedimientos semánticos que
buscan interpretaciones de las premisas que se contraponen a las conclusiones. De acuerdo con esta
perspectiva, los aprendices construyen uno o más modelos mentales para los argumentos que escuchan (interpretaciones de las premisas); los modelos tienen una estructura diferente y se utilizan para
probar la lógica de la situación. Los estudiantes recodiican de forma repetida el problema con base en
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
315
la información; por consiguiente, la deducción es principalmente una forma de razonamiento verbal
(Polk y Newell, 1995). Johnson-Laird y sus colaboradores (Johnson-Laird, 1999; Johnson-Laird, Byrne
y Schaeken, 1992; Johnson-Laird et al., 1989) han extendido este análisis semántico a diversas clases
de inferencias (por ejemplo, las que implican términos como si, o, y y no y múltiples cuantiicadores).
Investigaciones adicionales también ayudarán a determinar las implicaciones para la instrucción de
estos análisis teóricos.
Evaluación. La evaluación implica utilizar criterios para juzgar qué tan adecuada es la solución para
un problema. Cuando los estudiantes realizan evaluaciones plantean preguntas como: “¿Tengo suicientes datos para resolver el problema?”, “¿Necesito más información?” y “¿Mis conclusiones se basan
en hechos, opiniones o juicios razonados?”. La evaluación también implica decidir qué debe ocurrir a
continuación; es decir, formular hipótesis acerca de eventos futuros, asumiendo que la propia solución
del problema hasta el momento es la correcta.
El razonamiento deductivo también se puede ver afectado por otros contenidos diferentes a la
lógica. Wason (1966) colocó cuatro tarjetas (con los estímulos A B 2 3) frente a unos participantes
y les dijo que cada tarjeta contenía una letra en uno de los lados y un número en el otro; además,
les proporcionó una regla condicional: “si una tarjeta tiene una A en un lado, entonces tiene un 2
del otro lado”. La tarea consistía en seleccionar las tarjetas que se deberían voltear para determinar
si la regla era verdadera. Aunque la mayoría de los participantes eligió la tarjeta con la A y muchos
también eligieron la que incluía el 2, muy pocos seleccionaron el 3; sin embargo, esa tarjeta debía
voltearse porque si del otro lado había una A, entonces la regla era falsa. Cuando se modiicó el
contenido mediante una generalización cotidiana (por ejemplo, letra = color del pelo, número =
color de ojos, A = pelo rubio, 2 = ojos azules), la mayoría de las personas eligió las tarjetas correctas
(Wason y Johnson-Laird, 1972). Estos resultados relejan la importancia de no suponer que el razonamiento se generaliza y demuestran que es mejor proporcionar a los estudiantes trabajo práctico
sobre diferentes tipos de contenido.
Los procesos metacognoscitivos participan en todos los aspectos del razonamiento cientíico.
Los aprendices supervisan sus esfuerzos para garantizar que las preguntas se formulen de manera
apropiada, que los datos de fuentes adecuadas estén disponibles y se utilicen para hacer inferencias, y que se apliquen criterios relevantes en la evaluación. La enseñanza del razonamiento
requiere el entrenamiento de habilidades y estrategias metacognoscitivas. Al parecer la carga cognoscitiva también es importante (capítulo 5). El razonamiento cientíico se diiculta cuando se tienen que procesar múltiples fuentes de información al mismo tiempo, ya que esto recarga la memoria de trabajo. Carlson y sus colaboradores (2003) encontraron que el desempeño cientíico de los
estudiantes se beneicia de dos procedimientos diseñados para reducir la carga cognoscitiva:
los diagramas y las instrucciones, los cuales minimizan la cantidad de información que se debe
procesar al mismo tiempo.
Implicaciones para la enseñanza
Las relaciones entre el aprendizaje y la solución de problemas indican que es necesario enseñar a los
alumnos métodos de heurística y estrategias para que resuelvan problemas de manera eicaz (Bruning
et al., 2004). Además, para que la información se asocie en la memoria, es mejor integrar la solución
de problemas con el contenido académico (como recomendó Meg en la conversación inicial), en
lugar de enseñarla por medio de programas aislados. Nokes, Dole y Hacker (2007) encontraron que
la instrucción de la heurística se puede incluir en la enseñanza del salón de clases sin sacriicar el
aprendizaje de contenidos.
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316
Capítulo 7
Andre (1986) ofrece una lista con varias sugerencias tomadas de la teoría y la investigación, que
son útiles para capacitar a los alumnos en las habilidades de solución de problemas, especialmente
cuando representan producciones en la memoria:
n
n
n
n
n
n
n
n
n
n
Brindar a los estudiantes representaciones metafóricas. Proporcionar a los alumnos un
fragmento analógico concreto antes del pasaje educativo facilita el aprendizaje de éste.
Logar que los estudiantes verbalicen mientras resuelven los problemas. Verbalizar los pensamientos mientras se trabaja en los problemas facilita solucionarlos y el aprendizaje.
Formular preguntas. Plantear a los alumnos preguntas que les permitan practicar los conceptos aprendidos; muchas de tales preguntas quizá sean necesarias.
Ofrecer ejemplos. Proporcionar a los estudiantes muchos ejemplos resueltos que muestren
cómo se aplican las estrategias de solución, pues tal vez tengan diicultades para ver por sí
mismos la forma en que se pueden aplicar a las situaciones.
Coordinar ideas. Mostrar cómo se relacionan las producciones y los conocimientos, y en qué
secuencia será necesario aplicarlos.
Emplear el aprendizaje por descubrimiento. A menudo el aprendizaje por descubrimiento
facilita, más que la enseñanza expositiva, la transferencia y la solución de problemas. El descubrimiento obliga a los estudiantes a formular reglas a partir de ejemplos. La enseñanza expositiva puede lograr lo mismo, pero el descubrimiento se presta mejor para ciertas materias,
por ejemplo, para los experimentos cientíicos.
Ofrecer descripciones verbales. Es útil brindar a los estudiantes una descripción verbal de la
estrategia y sus reglas de aplicación.
Enseñar estrategias de aprendizaje. Es posible que los alumnos necesiten ayuda para utilizar
estrategias de aprendizaje eicaces. Como veremos en el capítulo 9, las estrategias favorecen
el aprendizaje y la solución de problemas.
Usar grupos pequeños. Numerosos estudios han encontrado que aprender en grupos pequeños contribuye a la adquisición de las habilidades de solución de problemas. Cada miembro
del grupo debe ser responsable de su propio aprendizaje y todos han de compartir el trabajo.
Mantener un clima psicológico positivo. Los factores psicológicos son importantes para la solución eicaz de los problemas. Es prudente reducir al mínimo la ansiedad de los estudiantes y
ayudarlos a lograr un sentimiento de autoeicacia que mejore sus habilidades.
Otra sugerencia educativa es resolver los problemas en etapas, lo que suele ser especialmente útil
para los estudiantes con poca experiencia. Esto se puede lograr utilizando ejemplos resueltos (Atkinson,
Renkl y Merrill, 2003; Renkl y Atkinson, 2003; el tema se analiza más adelante en este capítulo). Los libros de matemáticas, por ejemplo, a menudo plantean una regla o un teorema y después presentan uno
o más ejemplos resueltos. Luego, los alumnos deben resolver problemas similares aplicando los mismos
pasos de los ejemplos resueltos (un tipo de razonamiento analógico). Renkl y Atkinson recomiendan
basarse en los ejemplos en las primeras etapas del aprendizaje, para después, a medida que los estudiantes desarrollan sus habilidades, hacer la transición a la resolución de problemas. Este proceso también
sirve para reducir las demandas sobre la memoria de trabajo o la carga cognoscitiva que experimentan
los aprendices (capítulo 5). En consecuencia, la transición puede ocurrir de la siguiente manera: primero
se proporciona un ejemplo completo, luego un ejemplo en el que se omita un paso. Cada vez que el
estudiante tiene éxito en resolver el ejemplo con un paso menos se omite otro paso, y así sucesivamente
hasta que aprende a resolver el problema de forma independiente.
El aprendizaje basado en problemas (ABP; Hmelo-Silver, 2004) es otra aplicación educativa. Este
método consiste en que los estudiantes trabajen en grupos un problema que no tiene una respuesta
correcta. Ellos identiican lo que necesitan saber para resolver el problema, y los profesores actúan
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
317
como facilitadores que les proporcionan ayuda pero no las respuestas. Se ha demostrado que el ABP
es útil para enseñar habilidades de solución de problemas y de autorregulación, aunque la mayoría de
las investigaciones se han realizado en la educación médica y con aprendices superdotados (Evenson,
Salisbury-Glennon y Glen, 2001; Hmelo-Silver, 2004). El ABP es útil para explorar el signiicado de los
problemas. Como consume mucho tiempo, los docentes necesitan determinar si es apropiado dependiendo de las metas de enseñanza.
TRANSFERENCIA
La transferencia es un tema fundamental para el aprendizaje y depende de los procesos cognoscitivos. La
transferencia consiste en aplicar el conocimiento en nuevas formas y situaciones, o en situaciones conocidas con contenido diferente. La transferencia también explica la manera en que el aprendizaje anterior
inluye en el subsecuente. La transferencia participa en el nuevo aprendizaje porque los estudiantes trasladan a esta situación sus conocimientos y experiencias previas importantes (National Research Counsil,
2000). La capacidad cognoscitiva de transferir es importante, ya que sin ella todo el aprendizaje sería situacional y gran parte del tiempo académico se dedicaría a enseñar las habilidades en situaciones nuevas.
Existen varios tipos de transferencia. La transferencia positiva ocurre cuando el aprendizaje anterior facilita el nuevo. Aprender a conducir un automóvil con transmisión estándar permite que sea más
fácil aprender a conducir otros automóviles con la misma transmisión. La transferencia negativa ocurre cuando el aprendizaje anterior interiere con el nuevo o lo hace más difícil. Aprender a conducir
un automóvil de transmisión estándar podría tener un efecto negativo si después queremos aprender
a conducir un automóvil con transmisión automática, pues nos inclinaríamos a presionar un embrague fantasma y quizá a hacer cambios de velocidades mientras el automóvil avanza, lo que podría
arruinar la transmisión. La transferencia cero signiica que un aprendizaje no tiene efectos observables
sobre otros posteriores. Aprender a conducir con transmisión estándar no debería presentar efectos en
el aprendizaje de la operación de una computadora.
Las concepciones cognoscitivas actuales del aprendizaje destacan la complejidad de la transferencia (Phye, 2001). Aunque algunas formas de transferencia de habilidades sencillas ocurren de manera
más bien automática, muchas de ellas requieren habilidades de pensamiento de orden superior y
creencias acerca de la utilidad del conocimiento. Esta sección comienza con un breve repaso histórico
de la transferencia, seguido por un análisis de las teorías cognoscitivas y la importancia de la transferencia para el aprendizaje escolar.
Perspectivas históricas
Elementos idénticos. Las teorías del condicionamiento (capítulo 3) plantean que la transferencia depende de que haya elementos idénticos o características (estímulos) similares en las diversas situaciones. Thorndike (1913b) airmó que la transferencia ocurre cuando las situaciones tienen elementos
(estímulos) idénticos que suscitan respuestas similares. Debe haber una relación clara y conocida entre
la tarea original y la transferida, como ocurre con frecuencia entre la práctica y la tarea escolar.
Esta explicación es intuitivamente atractiva. Los estudiantes que aprendan a resolver el problema
602 – 376 = ? pueden transferir ese conocimiento y también solucionar el problema 503 – 287 = ?.
Sin embargo, podríamos preguntarnos cuáles son los elementos y qué tan similares deben ser para
considerarse idénticos. ¿En la resta los mismos tipos de números deben estar en la misma columna?
Los estudiantes que pueden resolver el problema 42 – 37 = ? no necesariamente serán capaces de
resolver el problema 7428 – 2371 = ?, aunque el primero esté incluido dentro del segundo. Este tipo
de descubrimientos ponen en duda la validez de los elementos idénticos. Más aún, aunque haya
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Capítulo 7
elementos idénticos, es necesario que los estudiantes los reconozcan. Si creen que no hay semejanzas
en las situaciones, no habrá transferencia. Por lo tanto, la perspectiva de los elementos idénticos es
inadecuada para explicar todas las situaciones de transferencia.
Disciplina mental. La doctrina de la disciplina mental (capítulo 3) también es importante para la transferencia; esta doctrina sostiene que aprender ciertas materias (por ejemplo, matemáticas, literatura
clásica) intensiica el funcionamiento mental general y facilita el aprendizaje de contenidos nuevos más
que el aprendizaje de otras materias. La idea era popular en la época de Thorndike, y vuelve a aparecer
periódicamente como recomendaciones sobre habilidades y conocimientos básicos o fundamentales
(por ejemplo, Hirsch, 1987).
Las investigaciones de Thorndike (1924) no respaldaron la idea de la disciplina mental (capítulo 3),
ya que este autor concluyó que lo que realmente facilita el nuevo aprendizaje de los estudiantes es su
nivel de habilidad mental inicial. Los estudiantes que eran más inteligentes al inicio del curso aprendieron más. El valor intelectual de los estudios no releja cuánto mejora la capacidad de los alumnos
para pensar, sino cómo éstos inluyen en sus metas e intereses.
Generalización. Skinner (1953) propuso otra perspectiva acerca de la transferencia. Según la teoría del
condicionamiento operante, transferir implica generalizar las respuestas de un estímulo discriminativo
a otro. Así, si en una clase se enseñara a los estudiantes a guardar los libros en sus pupitres cuando
suene una campana y cuando fueran a otra clase también guardaran sus cosas al escuchar sonar una
campana signiicaría que la respuesta se generalizó al nuevo ambiente.
El concepto de generalización, al igual que el de elementos idénticos, atrae de manera intuitiva.
Seguramente ocurre alguna transferencia a través de la generalización, e incluso es posible que ocurra de
manera automática. Es probable que los estudiantes castigados por mala conducta en una clase no vuelvan a comportarse mal en otras clases. Una vez que los conductores aprenden a detenerse ante la luz roja,
la respuesta se generaliza a otros semáforos en alto sin importar el lugar, el clima, la hora del día, etcétera.
Sin embargo, la generalización plantea algunos problemas. Como en el caso de los elementos
idénticos, podemos preguntar qué características de la situación se utilizan para generalizar las respuestas. Las situaciones comparten muchas características y, sin embargo, sólo respondemos a algunas de
ellas y desechamos otras. Respondemos a la luz roja sin importar muchas de las otras características
de la situación. Al mismo tiempo, es más probable que nos pasemos una luz roja cuando no hay otros
automóviles alrededor o cuando tenemos prisa. Nuestra respuesta no es ija, sino que parece depender de nuestra evaluación cognoscitiva de la situación. Lo mismo se puede decir de innumerables
situaciones en las que la generalización ocurre de manera automática. En casi todas las generalizaciones intervienen procesos cognoscitivos, pues las personas deciden en cada situación si es apropiado
responder de la misma forma en ese contexto. Por lo tanto, la idea de la generalización es incompleta
porque no toma en cuenta el papel que desempeñan los procesos cognoscitivos.
Activación del conocimiento en la memoria
Según la teoría del procesamiento de la información (capítulo 5), la transferencia implica la activación
de conocimientos en las redes de memoria; requiere que la información se compare con proposiciones relacionadas en la memoria (Anderson, 1990; Gagné et al., 1993). Cuantos más vínculos haya entre
las unidades de información en la memoria, más probabilidades habrá de que la activación de una
sirva como clave para activar la otra. Los vínculos pueden ocurrir dentro y entre las redes.
El mismo proceso se ocupa de la transferencia del conocimiento procedimental y de las producciones (Bruning et al., 2004). La transferencia ocurre cuando el conocimiento y las producciones se
relacionan en la MLP con diferentes contenidos. Los estudiantes también deben creer que las
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
319
producciones son útiles en diversas situaciones. Los usos del conocimiento, almacenados con el conocimiento en sí, ayudan a la transferencia. Por ejemplo, es probable que los aprendices posean una
producción de dar un vistazo rápido a los textos, lo cual podría estar vinculado en la memoria con
otros procedimientos de lectura, como encontrar las ideas principales e hilvanar las secuencias, y tener
diversos usos almacenados con ellos, por ejemplo, dar un vistazo rápido al texto de páginas web para
formarse una idea o a la agenda para determinar el lugar y la hora de una reunión. Cuantos más vínculos y más usos existan en la MLP asociados con dar un vistazo rápido, mejor será la transferencia.
Estos vínculos se forman haciendo que los estudiantes practiquen sus habilidades en contextos diferentes y ayudándolos a entender los usos del conocimiento.
Esta descripción cognoscitiva de la transferencia coincide en gran parte con lo que sabemos
acerca del conocimiento activado por claves. Si se dispone de más vínculos en la MLP, se puede acceder a la información de diversas maneras. Tal vez no recordemos el nombre del perro de la tía Marta al
pensar en ella (al activar una clave de la red “tía Marta”), pero quizá lo hagamos si pensamos en razas
(claves) de perros (“collie”). Esta activación por claves lleva a pensar en las experiencias que tenemos
algunas veces de no poder recordar el nombre de una persona hasta que pensamos en ella desde una
perspectiva diferente o en un contexto distinto.
Al mismo tiempo, todavía ignoramos muchas cosas acerca de la formación de estos vínculos, ya
que no ocurren de manera automática con tan sólo indicar los usos del conocimiento a los estudiantes
o hacerlos practicar sus habilidades en diversos contextos (National Research Council, 2000). Existen
diferentes formas de transferencia gobernadas por distintas condiciones.
Tipos de transferencia
Las investigaciones indican que la transferencia no es un fenómeno unitario sino más bien complejo
(Barnett y Ceci, 2002; tabla 7.4). Primero distinguimos entre la transferencia cercana y la lejana (Royer, 1986).
Tabla 7.4
Tipos de transferencia.
Paso
Deinición
Cercana
Gran traslape entre situaciones; el contexto original y el de transferencia son muy
similares.
Lejana
Poco traslape entre situaciones; el contexto original y el de transferencia son muy
diferentes.
Literal
La habilidad o el conocimiento se transiere tal cual a la nueva tarea.
Figurada
Utiliza algunos aspectos de los conocimientos generales para relexionar o aprender
de un problema, como las analogías y las metáforas.
De orden inferior
Transferencia de habilidades bien establecidas en forma espontánea y quizá automática.
De orden
superior
La transferencia implica la abstracción mediante la formulación explícita y consciente
de conexiones entre situaciones.
De alcance
posterior
Abstrae conductas y cogniciones del contexto de aprendizaje para uno o más contextos
posibles de transferencia.
De alcance
anterior
Abstrae del contexto de transferencia características que se prestan a la integración
con habilidades y conocimientos ya aprendidos.
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Capítulo 7
La transferencia cercana ocurre cuando hay un gran traslape entre las situaciones, como sucede entre
los elementos del estímulo durante la enseñanza y aquellos presentes en la situación en que se da la
transferencia. Un ejemplo sería cuando se enseñan las fracciones y luego se examina a los estudiantes
en el mismo formato en el que las aprendieron. En contraste, la transferencia lejana implica un contexto de transferencia muy diferente al del aprendizaje original. Un ejemplo sería pedir a los alumnos
que apliquen las fracciones en un entorno completamente diferente a aquel en que las aprendieron
sin darles explicaciones. Así, algunos estudiantes tendrían que sumar partes de una receta (1/2 taza
de leche y 1/4 taza de agua) para determinar la cantidad de líquido sin saber que la tarea se trata de
fracciones.
Otros tipos de transferencia son la literal y la igurada. La transferencia literal consiste en transferir tal cual una habilidad o un conocimiento a otra tarea (Royer, 1986), lo que ocurre, por ejemplo,
cuando los estudiantes emplean fracciones dentro y fuera de la escuela. La transferencia igurada
sucede cuando el estudiante utiliza algún aspecto de sus conocimientos generales para relexionar o
aprender sobre cierto problema, recurriendo a menudo a analogías, metáforas o situaciones comparativas, o bien, cuando los estudiantes enfrentan nuevo aprendizaje y utilizan las mismas estrategias de
estudio que usaron para dominar el aprendizaje anterior en un área relacionada. Este tipo de transferencia exige que se establezca una analogía entre la situación nueva y la antigua, y transferir a aquella
el conocimiento general.
Aunque existe cierto traslape, las formas de transferencia requieren distintas clases de conocimientos. La transferencia cercana y la literal involucran principalmente conocimientos declarativos y el
dominio de habilidades básicas. La transferencia lejana y la igurada involucran conocimientos declarativos y procedimentales, así como conocimientos condicionales acerca de los tipos de situaciones en
las que los conocimientos pueden ser útiles (Royer, 1986).
Solomon y Perkins (1989) distinguen entre transferencia de orden inferior y de orden superior.
La transferencia de orden inferior es la que ocurre de manera espontánea y quizá automática con las
habilidades bien establecidas. Por su parte, la transferencia de orden superior es abstracta y meditada:
“Consiste en la formulación consciente y explícita de la abstracción en una situación que permite
hacer una conexión con otra” (Salomon y Perkins, 1989, p. 118).
La transferencia de orden inferior se da con las acciones y habilidades que han sido muy ejercitadas en diversos contextos. Los comportamientos tienden a ser realizados en forma automática en
respuesta a características de una situación similares a las de la situación en que éstos fueron adquiridos. Son ejemplos de lo anterior el aprender a conducir un automóvil y luego operar otro que se le
asemeja, lavarse los dientes con un cepillo regular y con uno eléctrico o resolver problemas de álgebra
en la escuela y en la casa. En ocasiones la transferencia ocurre de modo casi irrelexivo, sin mucha
conciencia de lo que se está haciendo. El nivel de actividad cognoscitiva se incrementa cuando algunos aspectos de la situación cambian y requieren atención. Así, casi todas las personas tienen pocos
problemas para adaptarse a las características de los automóviles rentados. Sólo cuando las características diieren (digamos, que el control de los faros funciona distinto o está en una posición inusual) es
necesario aprenderlas.
La transferencia de orden superior sucede cuando los estudiantes aprenden una regla, un principio, un prototipo, esquema, etcétera, y luego la generalizan a un contexto diferente a aquel en que los
aprendieron. La transferencia es meditada porque los alumnos no aplican la regla automáticamente,
sino que examinan la nueva situación antes de decidir qué estrategias les conviene utilizar. La abstracción participa durante y después del aprendizaje, cuando los estudiantes perciben los elementos
básicos del nuevo problema o situación y eligen emplear la habilidad, conducta o estrategia. La
transferencia de orden inferior requiere ante todo conocimiento declarativo, mientras que la de orden
superior usa en mayor grado producciones y conocimiento condicional.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
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Salomon y Perkins (1989) distinguen dos clases de transferencia de orden superior —de alcance
posterior y de alcance anterior— de acuerdo con su origen. La transferencia de alcance posterior ocurre cuando el aprendiz abstrae conductas y cogniciones del contexto de aprendizaje para uno o más
contextos posibles de transferencia; por ejemplo, mientras los alumnos estudian álgebra, tal vez estén
pensando en cómo parte del material, como muestra los límites, se relaciona con la materia de cálculo.
Otro ejemplo de esto es el de los aprendices que, mientras están aprendiendo en una clase cómo funcionan los paracaídas, están imaginando cómo lo emplearían si realmente saltaran de un aeroplano.
La transferencia de alcance posterior es proactiva y requiere la supervisión personal de los posibles
contextos y usos de las habilidades y los conocimientos; por ejemplo, para determinar los posibles usos
del álgebra, los estudiantes deben estar familiarizados con el contenido de otros contextos en el que ese
conocimiento podría ser útil, ya que si los alumnos saben poco acerca de los contextos a los que podrían
transferir lo que están aprendiendo, quizá no ocurra la transferencia.
En la transferencia de alcance anterior los aprendices abstraen del contexto de transferencia características de la situación que favorecen la integración de las ideas aprendidas previamente (Salomon
y Perkins, 1989). Cuando están trabajando en un problema de cálculo, los estudiantes podrían tratar
de pensar en alguna situación de álgebra que resultara útil para resolverlo. Los aprendices a los que
se les diiculta aprender material nuevo emplean la transferencia de alcance anterior cuando recuerdan
otras ocasiones en que también experimentaron diicultades y se preguntan qué hicieron entonces
para superarlas, por ejemplo, pedir ayuda a los compañeros, ir a la biblioteca, repasar el texto y hablar con el profesor. Después de esto, quizá pongan en práctica alguna de aquellas soluciones con
la esperanza de superar el contratiempo actual. El razonamiento analógico involucra transferencia de
alcance anterior cuando los alumnos aplican los pasos del problema original a otro. En consonancia
con los efectos de razonamiento analógico sobre el aprendizaje, Gentner, Loewenstein y Thompson
(2003) encontraron que este tipo de razonamiento mejora la transferencia, especialmente cuando los
dos casos originales se presentan juntos.
Ya hemos observado que la transferencia cognoscitiva implica vincular la información en la MLP
de forma tal que la activación de una unidad sirva como clave para activar otras. Es probable que la
transferencia de orden inferior se caracterice por una activación de claves relativamente automática.
Una distinción crucial entre ambas formas es el grado de abstracción cuidadosa o el empleo voluntario,
y guiado por la metacognición de procesos no automáticos (Salomon y Perkins, 1989). La abstracción
cuidadosa requiere que los aprendices no actúen sólo con base en la primera respuesta posible, sino
que examinen las claves de la situación, deinan estrategias alternativas, reúnan información y busquen
nuevas conexiones en ella. La activación por claves de la MLP no es automática en la transferencia de
orden superior, sino deliberada y, de hecho, puede dar por resultado la formación de vínculos en la
MLP mientras el aprendiz piensa en nuevas formas de relacionar conocimientos y contextos.
Anderson, Reder y Simon (1996) argumentaron que hay más posibilidades de que ocurra la transferencia cuando los alumnos atienden las señales que indican qué tan apropiado sería utilizar una habilidad particular, lo cual les permite observar estas señales en las tareas de transferencia y utilizar la habilidad. De acuerdo con esto, las tareas de aprendizaje y transferencia comparten elementos simbólicos,
y esos elementos compartidos son fundamentales para transferir las estrategias.
TRANSFERENCIA DE ESTRATEGIAS
La transferencia se aplica tanto a las estrategias como a las habilidades y conocimientos (Phye, 2001).
Un desafortunado hallazgo de muchos estudios de investigación es que los estudiantes aprenden
estrategias y las aplican de manera eicaz, pero no logran mantener su uso con el tiempo ni las gene-
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Capítulo 7
ralizan más allá de los entornos educativos. Este es un problema común en la solución de problemas
(Jonassen y Hung, 2006). Muchos factores obstaculizan la transferencia de estrategias, entre los que se
puede mencionar el no entender que una estrategia es apropiada en diferentes contextos, el no entender que se puede modiicar para utilizarla en diferentes contenidos, el creer que la estrategia no es tan
útil para el desempeño como otros factores, por ejemplo, el tiempo del que se dispone; el pensar que
la estrategia exige demasiado esfuerzo o el pensar que un material nuevo no ofrece oportunidades de
aplicarla (Borkowski y Cavanaugh, 1979; Dempster y Corkill, 1999; Paris et al., 1983; Pressley et al.,
1990; Schunk, 1991; Schunk y Rice, 1993).
Phye (1989, 1990, 1992, 2001; Phye y Sanders, 1992, 1994) desarrolló un modelo útil para mejorar la transferencia de estrategias y realizó investigaciones para probar su eicacia. Durante la fase
inicial de adquisición los aprendices reciben enseñanza y práctica para que incluyan en su conciencia metacognoscitiva la evaluación de los usos de la estrategia. Una fase posterior de retención
incluye practicar más con materiales de entrenamiento y medidas del recuerdo. La tercera fase de
la transferencia ocurre cuando los participantes intentan resolver problemas nuevos que tienen características supericiales diferentes, pero que requieren la misma estrategia de solución practicada
durante la capacitación. Phye también destacó el papel que la motivación desempeña en la transferencia, así como formas de incrementarla mostrando a los aprendices los usos del conocimiento. La
motivación es una inluencia fundamental sobre la transferencia (National Research Council, 2000;
Pugh y Bergin, 2006).
En un estudio en el que se pidió a adultos que trabajaran en problemas de analogía verbal, algunos recibieron retroalimentación correctiva en ensayos que consistían en identiicar las soluciones
correctas, y sus soluciones se compararon con las de otros que recibieron asesoría sobre cómo resolver analogías. Todos los participantes manifestaron sentirse coniados respecto a la exactitud de sus
soluciones. Durante el entrenamiento, la retroalimentación correctiva mostró funcionar mejor que la
asesoría como estrategia para transferir las habilidades de solución de problemas; sin embargo, en una
tarea de transferencia demorada no hubo diferencia entre las dos condiciones. Sin importar la condición, la conianza en las propias capacidades para resolver problemas se relacionó de manera positiva
con el desempeño real.
La transferencia de estrategias para la solución de problemas requiere el conocimiento de la estrategia y del conocimiento condicional acerca de sus usos, lo cual se facilita cuando los aprendices explican la estrategia a medida que la adquieren (Crowley y Siegler, 1999). Además, la retroalimentación
sobre su utilidad para mejorar el desempeño facilita la retención y la transferencia (Phyey Sanders,
1994; Schunk y Swartz, 1993a, 1993b). Los estudios de Phye destacan el vínculo entre la transferencia
de las estrategias y el procesamiento de la información, así como el papel fundamental que desempeñan la práctica, la retroalimentación y la motivación. Asimismo, subrayan que la enseñanza a los
estudiantes de estrategias de aprendizaje autorreguladas puede facilitar la transferencia (Fuchs et al.,
2003a; Fuchs, Fuchs, Finelli, Courey y Hamlett, 2004; capítulo 9).
Enseñanza para la transferencia
Aunque las formas de transferencia diieren en algunos aspectos, muchas veces trabajan en conjunto.
Algunas conductas se transieren automáticamente cuando se realiza una tarea, mientras que otras
requieren una aplicación relexiva. Por ejemplo, suponga que Jeff está redactando un ensayo breve.
En el transcurso podría emplear la transferencia de orden superior para determinar cómo organizarlo
y la de alcance anterior para recordar de qué manera organizó los ensayos que tuvo que redactar en
situaciones previas similares. Muchos aspectos de la tarea, incluyendo la forma de redacción y la ortografía, ocurrirán de manera automática (transferencia de orden inferior).
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
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Mientras escribe, Jeff también podría estar relexionando sobre la utilidad de esta información
en otros contextos. De tal manera que, si el ensayo que está redactando trata sobre un aspecto de la
Guerra civil, pensaría en cómo utilizar estos conocimientos en su clase de historia. Solomon y Perkins
citan otro ejemplo sobre profesores de ajedrez que acumulan un repertorio de posiciones luego de
años de jugar. Aunque algunas las pueden realizar de manera automática, el juego experto depende
de analizar con cuidado la partida y los posibles movimientos; esto es estratégico e involucra la transferencia de orden superior.
En algunas situaciones, la transferencia de orden inferior puede incluir una gran cantidad de relexión. Al tratar de transferir estrategias, incluso las menores variaciones en los formatos, contextos
o requisitos pueden diicultar a los estudiantes realizar la transferencia, especialmente a aquellos que
presentan problemas de aprendizaje (Borkowski y Cavanaugh, 1979). Lo contrario ocurre con el uso
del razonamiento analógico, el cual puede suceder con poco esfuerzo consciente si la analogía es
relativamente clara. Una buena regla consiste en no dar por hecho que los aprendices aplican la transferencia; es necesario enseñarla directamente.
Esto plantea el tema de cómo pueden los profesores fomentar en sus alumnos la aplicación de la
transferencia. Una meta importante de la enseñanza es la de fomentar la retención y la transferencia a
largo plazo (Halpern y Hakel, 2003). Sabemos que hacer que practiquen sus habilidades en diversos
contextos y asegurarnos de que entiendan los usos del conocimiento establece vínculos en la MLP
(Anderson, Reder y Simon, 1996). La tarea para realizar en casa es un mecanismo que favorece la
transferencia debido a que permite a los estudiantes practicar y perfeccionar en su hogar las habilidades que aprendieron en la escuela. Las investigaciones muestran una relación positiva entre la tarea
para realizar en casa y el aprovechamiento de los estudiantes, y esto es más evidente durante la secundaria y el bachillerato que durante la primaria (Cooper, Robinson y Patall 2006).
Sin embargo, los alumnos no transieren las estrategias de forma automática por las antes razones
citadas. La práctica resuelve alguno de estos obstáculos pero no otros. Cox (1997) recomienda que a
medida que los alumnos aprenden en muchos contextos determinen lo que estos tienen en común.
Quizá las habilidades que más se beneicien de este método de la cognición situada son las más complejas, como la comprensión y la solución de problemas (Grifin, 1995). También hay que tomar en
cuenta la motivación (Pugh y Bergin, 2006). Los docentes necesitan proporcionar a los estudiantes retroalimentación motivacional explícita que relacione el uso de la estrategia con un mejor desempeño y
que brinde información sobre la utilidad de la estrategia en ese contexto. Los estudios muestran que la
retroalimentación motivacional mejora el uso de estrategias, el desempeño académico y la autoeicacia
para una buena ejecución (Schunk y Rice, 1993). En la secundaria Nikowsky, los profesores combinaron la enseñanza de estrategias cognoscitivas con factores que aumentan la motivación para mejorar
las habilidades de los alumnos en la solución de problemas.
También podría ser útil establecer metas académicas (otra variable motivacional) cuyo logro requiera una deliberación cuidadosa y el uso de recursos disponibles. Si en el momento apropiado los
profesores proporcionan claves a los estudiantes, los ayudarán a usar el conocimiento relevante en
formas novedosas. Los docentes podrían formular preguntas como: “¿Cuál de los conocimientos que
tienes podría servirte en esta situación?”. Estas claves tienden a asociarse con una mayor generación
de ideas. Los profesores pueden servir como modelos para la transferencia. Las estrategias de modelamiento que evocan los conocimientos relacionados para enfrentar una nueva situación motivan a los estudiantes a buscar formas de incrementar la transferencia tanto de alcance posterior como de alcance
anterior y los hacen sentir más capaces de lograrlo. Mientras trabajaba con niños de tercero a quinto
grado de primaria resolviendo problemas matemáticos, Rittle-Johnson (2006) encontró que cuando
les pedía que le explicaran el procedimiento con el que llegaban a la respuesta y corregía sus errores
fomentaba la transferencia de estrategias de solución de problemas. En la aplicación 7.7 se analiza la
enseñanza para la transferencia.
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324
Capítulo 7
APLICACIÓN 7.7
Enseñanza para la transferencia
Kathy Stone ayuda a sus estudiantes a que desarrollen conocimientos a partir de lo que ya saben;
les pide que recuerden los aspectos principales de
cada página de una historia del libro de lectura
antes de redactar un resumen. Además, revisa con
ellos la forma de desarrollar un párrafo completo.
De esta manera los niños, basándose en su aprendizaje previo, transieren conocimientos y habilidades a una nueva actividad.
Jim Marshall prepara una clase acerca de los
presidentes importantes de Estados Unidos, para
lo cual entrega a sus alumnos una hoja en la que
les pide que, en su casa, anoten los nombres de
los presidentes que consideran han tenido mayor
impacto en la historia de Estados Unidos. Les pide
que no se basen sólo en lo que se analizó en la
clase, sino que también utilicen lo que aprendieron
en cursos anteriores, en otras lecturas y en los trabajos de investigación que hayan realizado. Jim los
anima a que integren la información que obtuvieron en la clase y a que integren los conocimientos
que ya tenían a los que adquirieron al revisar el
nuevo material.
TECNOLOGÍA Y ENSEÑANZA
En los últimos años hemos observado un rápido crecimiento de la aplicación de la tecnología a la
enseñanza a través del aprendizaje electrónico y el aprendizaje a distancia (Bernard et al., 2009;
Brown, 2006; Campbell, 2006; Clark, 2008; Jonassen, 1996; Jonassen et al., 1999; Larreamendy-Joerns
y Leinhardt, 2006; Roblyer, 2006; Winn, 2002). Con frecuencia la tecnología se equipara con el equipo
(por ejemplo, las computadoras), pero la primera tiene un signiicado mucho más amplio. La tecnología consta de los diseños y entornos que involucran a los aprendices (Jonassen et al., 1999). La
investigación sobre los efectos de la tecnología sobre el aprendizaje va en aumento, al igual que los
esfuerzos por eliminar los obstáculos para incluirla en la enseñanza (Ertmer, 1999).
La tecnología cuenta con el potencial de facilitar la instrucción en maneras que antes eran inimaginables. Hace no mucho tiempo las aplicaciones del aula tecnológica se limitaban a películas,
televisiones, proyectores de transparencias, radios y aparatos similares. En la actualidad los estudiantes
pueden experimentar simulaciones de ambientes y acontecimientos que antes eran imposibles en
las clases regulares, comunicarse y recibir instrucción de otras personas a larga distancia, e interactuar
con grandes bases de conocimientos y sistemas expertos de tutoría.
Uno de los desafíos que enfrentan los investigadores es el de determinar la manera en que la tecnología inluye en los procesos cognoscitivos de los estudiantes durante la codiicación, la retención,
la transferencia, la solución de problemas, etc. El material que se presenta en esta sección sobre los
entornos de aprendizaje basados en computadoras y la educación a distancia no es una guía práctica
sobre cómo usar la tecnología en la educación. Esta sección más bien se enfoca en el papel que la tecnología desempeña en el aprendizaje. Los lectores interesados en profundizar en el tema de las aplicaciones de la tecnología deben consultar otras fuentes (Brown, 2006; Kovalchick y Dawson, 2004a,
2004b; Roblyer, 2006; Winn, 2002).
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
325
Entornos de aprendizaje basados en computadoras
Los estudiantes están aprendiendo cada vez más en entornos basados en computadoras. Los investigadores están muy interesados en estudiar el papel que las computadoras desempeñan en la enseñanza
y el aprendizaje. Aunque el aprendizaje en entornos basados en computadoras no constituye una
teoría, es importante saber si las computadoras mejoran el aprovechamiento escolar y ayudan a desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades para la solución de problemas.
Es tentador evaluar el aprendizaje basado en computadoras comparándolo con el aprendizaje que
se da sin estos aparatos, pero este tipo de comparaciones pueden ser confusas debido a que también
puede haber diferencias en otros factores, como la autenticidad del contenido y las interacciones entre
el profesor y el estudiante, y entre los estudiantes. En lugar de enfocarse en este tema, parecería más
productivo examinar los tipos de procesos cognoscitivos que se suscitan en los entornos basados
en computadoras y en otras aplicaciones tecnológicas.
Jonassen y sus colaboradores (1999) presentaron una perspectiva dinámica sobre el papel que la
tecnología desempeña en el aprendizaje. Los mayores beneicios de la tecnología se observan cuando
esta aumenta y facilita el pensamiento y la construcción de conocimientos. Desde esta perspectiva, la
tecnología puede desempeñar las funciones que se listan en la tabla 7.5. Las aplicaciones tecnológicas
que se describen en esta sección y que son relevantes para el aprendizaje diieren respecto a su eicacia en la realización de estas funciones.
Enseñanza basada en computadoras. Hasta hace pocos años, cuando fue sustituida por Internet, la
enseñanza basada en computadoras (EBC; o EAC- enseñanza asistida por computadora) era la aplicación más común del aprendizaje por computadora en las escuelas (Jonassen, 1996). La EBC a menudo
se utiliza para las prácticas y las tutorías (capítulo 3), ya que presenta información y retroalimentación
a los estudiantes y responde con base en sus respuestas.
Aunque la EBC muestra limitaciones en cuanto a lo que puede hacer, varias de sus características
se fundamentan irmemente en la teoría e investigación del aprendizaje (Lepper, 1985). El material
permite atraer la atención de los estudiantes y proporcionar retroalimentación inmediata de la respuesta. También permite brindar un tipo de retroalimentación que no suele proporcionarse en el
salón de clases, como comparar el desempeño actual del alumno con sus anteriores ejecuciones (para
mostrar el progreso del aprendizaje). Las computadoras permiten contenidos individualizados y presentaciones personalizadas.
Otra ventaja de la EBC es que existen muchos programas que permiten la personalización; los
estudiantes ingresan información sobre sí mismos, de sus padres y de sus amigos, la cual se incluye
al impartir la enseñanza. La personalización produce mayor aprovechamiento que otros formatos
(Anand y Ross, 1987). La enseñanza personalizada incrementa el signiicado y facilita la integración
Tabla 7.5
Funciones de la tecnología.
n
Herramienta que apoya la construcción de conocimientos.
n
Vehículo de información para explorar conocimientos que apoyen el aprendizaje mediante su construcción.
n
Contexto para apoyar el aprendizaje con la práctica.
n
Medio social que apoya el aprendizaje mediante la conversación.
n
Socio intelectual que apoya el aprendizaje mediante la relexión.
(Jonassen et al., 1999).
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326
Capítulo 7
del contenido en las redes de la MLP. La construcción del conocimiento debe apoyarse con referentes
conocidos.
Simulaciones y juegos. Las simulaciones representan situaciones reales o imaginarias que no se pueden llevar a cabo en el entorno de aprendizaje. Algunos ejemplos son los programas que simulan
el vuelo de una aeronave, expediciones bajo el agua y la vida en una ciudad icticia. Los estudiantes pueden construir mejores redes de memoria cuando cuentan con referentes tangibles durante el
aprendizaje. Los juegos están diseñados para crear un contexto de aprendizaje agradable relacionando
el material con deportes, aventuras o fantasías. Los juegos pueden reforzar las habilidades del pensamiento y de solución de problemas, aunque también se pueden utilizar para enseñar contenidos, por
ejemplo, un juego de básquetbol para enseñar fracciones.
Lepper (1985; Lepper y Hodell, 1989) sugirió que los juegos también inluyen en el aprendizaje
aumentando la motivación. La motivación es mayor cuando existe una relación endógena (natural)
entre el contenido y los medios (“efectos especiales”) mediante la cual el juego o la simulación
presenta el contenido. Por ejemplo, las fracciones se relacionan de forma endógena con un juego de
básquetbol cuando se les pide a los estudiantes que determinen qué parte de la cancha está cubierta
por jugadores persiguiendo el balón. Este tipo de relación endógena aumenta el signiicado, así como
la codiicación y el almacenamiento en la MLP. Sin embargo, en muchos juegos y simulaciones la relación entre el contenido y los medios es arbitraria, como ocurre cuando la respuesta correcta a una
pregunta produce elementos de fantasía, por ejemplo, personajes de caricaturas. Cuando la relación
es arbitraria el juego no produce un mejor aprendizaje que la instrucción tradicional, aunque pueda
parecer más interesante.
Al ser ambientes que se basan en computadoras, las simulaciones son adecuadas para el aprendizaje por descubrimiento e indagación (véase el capítulo 6). En una revisión de los estudios que utilizan simulaciones por computadora en el aprendizaje por descubrimiento, Jong y van Joolingen (1998)
concluyeron que las simulaciones fueron más eicaces que la educación tradicional para fomentar un
procesamiento cognoscitivo “profundo” (intuitivo) en los alumnos. Las simulaciones también pueden
servir para desarrollar las habilidades de solución de problemas. De manera similar a los resultados de
la EBC, Moreno y Mayer (2004) encontraron que los mensajes personalizados enviados por un agente
en pantalla durante las simulaciones mejoraba más la retención y la solución de problemas que los
mensajes no personalizados. Woodward, Carnine y Gestern (1988) encontraron que, en comparación
con la enseñanza tradicional, el hecho de añadir simulaciones por computadora a la enseñanza estructurada mejoraba la solución de problemas de estudiantes de preparatoria de educación especial.
Sin embargo, los autores señalaron que los mecanismos que producían estos resultados no eran muy
claros, y que quizás los resultados no se generalicen a simulaciones por computadora que no incluyan
el uso de otras estrategias.
Sistemas multimedia/hipermedia. Un sistema multimedia es la tecnología que combina las capacidades de diversos medios como computadoras, películas, videos, sonido, música y texto (Galbreath,
1992); en tanto que un sistema hipermedia se reiere a los medios interactivos o vinculados (Roblyer,
2006). El aprendizaje con sistemas multimedia e hipermedia ocurre cuando los estudiantes interactúan
con la información presentada en más de una modalidad, por ejemplo, en palabras e imágenes (Mayer,
1997). La capacidad de las computadoras para interactuar con otros medios ha avanzado con rapidez.
Los videos por Internet, los discos compactos y los DVD se utilizan habitualmente con las computadoras con propósitos educativos (Hannain y Peck, 1988; Roblyer, 2006).
Los sistemas multimedia e hipermedia tienen importantes implicaciones para la enseñanza porque
ofrecen muchas posibilidades para incluir la tecnología en la instrucción (Roblyer, 2006). Evidencias
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
327
obtenidas por investigaciones respaldan hasta cierto punto los beneicios de los sistemas multimedia
para el aprendizaje. En su revisión de las investigaciones, Mayer (1997) reveló que los sistemas multimedia mejoran la solución de problemas y la transferencia de los estudiantes; sin embargo, los efectos
fueron mayores para los alumnos que contaban con pocos conocimientos previos y mayores habilidades espaciales. Dillon y Gabbard (1998) también concluyeron, a partir de su revisión, que los efectos
dependían en parte de las habilidades: los estudiantes con menores habilidades generales exhibían
mayores diicultades con los sistemas multimedia. El estilo de aprendizaje también era importante: los
alumnos dispuestos a explorar obtenían mayores beneicios. Al parecer, los sistemas multimedia son
especialmente ventajosos para tareas especíicas que requieren la búsqueda rápida de información.
Los investigadores han estudiado las condiciones que favorecen el aprendizaje con los sistemas
multimedia. Cuando la información verbal y visual, como la narración y la animación, se combinan
durante la enseñanza, los estudiantes se beneician de la doble codiicación (Paivio, 1986; capítulo
5). La presentación simultánea ayuda a los estudiantes a formar conexiones entre las palabras y las
imágenes debido a que se encuentran en la MT al mismo tiempo (Mayer, Moreno, Boire y Vagge,
1999). Es probable que los sistemas multimedia faciliten el aprendizaje más que los medios adaptados
a las diferencias individuales de los alumnos (Reed, 2006). Al utilizar medios diferentes los profesores
se incrementa la probabilidad de que al menos uno de ellos sea eicaz para cada estudiante. Algunos
auxiliares educativos del aprendizaje multimedia son: incluir señales en el texto que hacen hincapié
en la estructura del contenido y su relación con otro material (Mautone y Mayer, 2001); enviar a los
estudiantes mensajes personalizados que los hagan sentir que participan en la lección (Mayer, Fennell,
Farmer y Campbell, 2004; Moreno y Mayer, 2000); permitir a los estudiantes que ejerzan control sobre
el ritmo de la enseñanza (Mayer y Chandler, 2001); insertar animaciones que incluyan movimiento y
simulaciones (Mayer y Moreno, 2002); permitirles interactuar con un orador en pantalla (Mayer, Dow
y Mayer, 2003); darles la oportunidad de resolver una prueba práctica sobre el material (Johnson y
Mayer, 2009); permitirles exponerse a un ser humano en lugar de a un orador generado por una máquina (Mayer, Sobko y Mantone, 2003).
Para obtener los máximos beneicios de los sistemas multimedia es necesario resolver algunos
problemas logísticos y administrativos. Es costoso producir y desarrollar aplicaciones interactivas, aun
cuando sean muy eicaces (Moreno y Mayer, 2007). Los costos impiden que muchos sistemas escolares
adquieran los componentes de los sistemas multimedia. El video interactivo podría requerir un tiempo
adicional de enseñanza, ya que presenta más material y requiere más tiempo de los estudiantes. Sin
embargo, los entornos de aprendizaje interactivos multimodales muestran un gran potencial para
incrementar la motivación de los alumnos (Scheiter y Gerjets, 2007). La mayor cantidad posible de
control del estudiante produce mejores beneicios sobre el aprendizaje y puede fomentar la autorregulación (Azevedo, 2005b; capítulo 9).
A pesar de las desventajas potenciales que implican los costos y las habilidades tecnológicas
necesarias, los sistemas multimedia e hipermedia mejoran el aprendizaje y las investigaciones están
demostrando que esta tecnología puede ayudar a desarrollar el aprendizaje autorregulado (Azevedo,
2005a, 2005b; Azevedo y Cromley, 2004; Azevedo, Guthrie y Siebert, 2004). A medida que la tecnología avance, se seguirán desarrollando aplicaciones (Roblyer, 2006). Se necesitan más investigaciones
de los efectos que causan los sistemas multimedia sobre la motivación, y sobre la forma en que se
pueden vincular con la secuencia de adquirir habilidades de autorregulación, por ejemplo, inluencia
social para la inluencia personal; Zimmerman y Tsikalas, 2005; capítulo 9).
Aprendizaje electrónico. El aprendizaje electrónico se reiere al aprendizaje que se realiza con medios
electrónicos. A menudo se utiliza el término para referirse a cualquier tipo de comunicación electrónica, como la videoconferencia y el correo electrónico; sin embargo, aquí se utiliza únicamente en el
contexto de la enseñanza por Internet (basada en la Web).
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328
Capítulo 7
Internet (un conjunto internacional de redes de computadoras) es un sistema de recursos compartido que carece de propietario. Internet permite el acceso a otras personas (usuarios) por medio
del correo electrónico y las conferencias (salas de chat), y a archivos de la World Wide Web (WWW),
un recurso multimedia interactivo de múltiples computadoras. Además, almacena información que se
puede copiar para uso personal.
Internet es un recurso maravilloso para obtener información, pero lo importante aquí es el papel
que desempeña en el aprendizaje. A primera vista Internet presenta ventajas. La enseñanza basada en la
Web permite a los estudiantes tener acceso a más recursos en menos tiempo del que permiten los medios tradicionales; sin embargo, más recursos no signiican necesariamente un mejor aprendizaje, el cual
sólo se logra si los estudiantes adquieren nuevas habilidades, como métodos para realizar investigación
sobre un tema o el pensamiento crítico sobre la precisión del material de Internet. Los recursos de la Web
también pueden fomentar el aprendizaje cuando los alumnos adquieren información y la incorporan a las
actividades en el salón de clases (véase, por ejemplo, el aprendizaje por descubrimiento en el capítulo 6).
Los profesores pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar las habilidades para utilizar Internet
por medio del andamiaje (capítulo 6). Es indispensable que les enseñen estrategias de búsqueda,
como las formas de utilizar los buscadores, pero también podrían realizar la búsqueda inicial y proporcionar a los alumnos los nombres de sitios útiles. Grabe y Grabe (1998) plantean otras sugerencias.
En la aplicación 7.8 se incluyen algunas aplicaciones de la tecnología para la enseñanza en el aula.
Uno de los peligros de que los estudiantes utilicen Internet consiste es la enorme cantidad de
información de la que pueden disponer, ya que esto podría llevarlos a creer que toda es importante
y coniable, y con esto provocar que realicen una “escritura asociativa” tratando de incluir demasiada información en sus informes y trabajos. A medida que el aprendizaje electrónico ayude al
profesor a enseñar a los estudiantes habilidades de nivel superior de análisis y síntesis, estos últimos
adquirirán estrategias para determinar lo que es importante y para integrar la información en un
producto coherente.
Aprendizaje a distancia
El aprendizaje a distancia (educación a distancia) ocurre cuando la instrucción que se origina en un
lugar se transmite a estudiantes ubicados en uno o más lugares remotos. Las capacidades de interacción permiten que las discusiones y la retroalimentación bidireccional formen parte de la experiencia
de aprendizaje. El aprendizaje a distancia ahorra tiempo, esfuerzo y dinero porque los profesores y
los alumnos no tienen que hacer viajes largos para ir a clases. Las universidades, por ejemplo, pueden
reclutar estudiantes en una extensa zona geográica; los estudiantes ya no tienen que viajar grandes distancias para asistir a clases, lo que disminuye la preocupación de sus familias al respecto. Los distritos
escolares pueden realizar programas de servicio transmitiendo desde un lugar central a todas las escuelas. El aprendizaje a distancia sacriica el contacto cara a cara con los docentes, aunque si se utiliza el
video interactivo bidireccional, las interacciones se realizan en tiempo real (de manera sincrónica). En
su revisión de los programas de educación a distancia, Bernard y sus colaboradores (2004) encontraron
efectos similares a los de la enseñanza tradicional sobre el aprendizaje y la retención de los estudiantes.
Los efectos de la instrucción sincronizada favorecían la instrucción en el salón de clases, mientras que
la educación a distancia era más eicaz para aplicaciones no sincrónicas (con un tiempo de retraso).
Otra aplicación de las redes es el tablero de boletines electrónicos (conferencia). Las personas que
trabajan con computadoras pueden enviar mensajes, pero lo más importante para el aprendizaje es
que pueden participar en un grupo de discusión (chat). Los participantes plantean preguntas y abordan temas, pero también responden a los comentarios de los demás. Una gran cantidad de estudios
han investigado si este tipo de intercambios facilitan la adquisición de habilidades de escritura (Fabos
y Young, 1999).
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329
APLICACIÓN 7.8
Tecnología y aprendizaje
Las aplicaciones tecnológicas pueden utilizarse de
forma eicaz para mejorar el aprendizaje de los
estudiantes. Jim Marshall trabaja con un profesor
de historia de Estados Unidos en una preparatoria
cercana para desarrollar simulaciones por computadora de la Guerra civil. Los grupos hacen una
rifa para determinar quién representará a la Unión
y quién a la Confederación. Luego, los estudiantes
de cada clase estudian las batallas de la Guerra
civil y buscan información acerca del terreno, el
clima en el momento de cada batalla, el número de soldados participantes y las capacidades
de liderazgo de los individuos a cargo. Después,
los alumnos simulan las batallas en la computadora interactuando, utilizando los datos y tratando
de ver si son capaces de cambiar los resultados de
la batalla original. Cuando hacen un movimiento
estratégico tienen que defender y apoyar su movimiento con datos históricos.
Gina Brown utiliza videos por Internet y la
Web para que sus alumnos estudien y relexionen
sobre los principios de la psicología educativa aplicados a los salones de clases. Cuando los estudiantes observan el video de la lección para una clase
de primaria, lo detienen y toman notas para relacionar las prácticas educativas con los principios
psicológicos que han aprendido en clase. Luego
interactúan con otros estudiantes y con la docente
para compartir sus ideas sobre la lección observada. Gina también tiene un aula de icción en un
sitio web. Primero plantea preguntas a sus estudiantes, por ejemplo: “¿De qué manera un profesor
puede utilizar la evaluación auténtica en la materia
de ciencias naturales?”. Luego, ellos visitan el sitio
web, leen, relexionan y producen una respuesta
que envían a la profesora y a los demás alumnos.
De esta manera todos pueden responder e interactuar.
Kathy Stone utiliza sus computadoras para
diversas actividades de su clase de tercer grado,
pero una de las actividades más divertidas, que
incorpora las habilidades de escritura creativa y
de procesamiento de textos, se convierte en un
proyecto de clase cada mes. Al inicio de cada
mes la docente inicia una historia en la computadora que se titula “Las aventuras de la clase de
la profesora Stone”. Los niños tienen la oportunidad de añadir elementos a la historia siempre
que lo deseen. Al inal del mes, la imprimen y
la leen en voz alta. La computadora proporciona
un medio único para construir una historia en
colaboración.
Es un problema saber si estos medios de telecomunicación no sincronizados fomentan más el
aprendizaje que la interacción cara a cara, ya que gran parte de la investigación es contradictoria o
cuestionable (Fabos y Young, 1999); sin embargo, la revisión de Bernard y sus colaboradores (2004)
sugiere que la educación a distancia podría ser más eicaz con el aprendizaje no sincrónico. Las telecomunicaciones presentan la ventaja de la comodidad, ya que las personas pueden responder en cualquier momento y no solamente cuando están reunidas. Es probable que el ambiente de aprendizaje
receptivo fomente el aprendizaje de manera indirecta.
Al ser formas de comunicación mediada por computadora (CMC), el aprendizaje a distancia y las
conferencias por computadora amplían enormemente las posibilidades de aprendizaje a través de la
interacción social. Se necesitan más investigaciones para determinar si las características personales de
los aprendices y los tipos de contenido de la enseñanza inluyen en el aprendizaje y la motivación.
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330
Capítulo 7
El aprendizaje basado en la Web (en línea) a menudo se incorpora en la enseñanza tradicional
como un modelo de instrucción combinado, es decir, parte de la instrucción es personal y el resto se
realiza en línea. El aprendizaje basado en la Web también es eicaz cuando se utiliza junto con proyectos multimedia. En muchos programas de preparación para profesores, los practicantes utilizan la
Web para obtener recursos y luego incorporarlos de manera selectiva a proyectos multimedia como
parte del diseño de las lecciones.
En su revisión de los cursos en línea, Tallent-Runnels y sus colaboradores (2006) encontraron
que a los estudiantes les gusta avanzar a su propio ritmo, que aquellos con mayor experiencia con las
computadoras se muestran más satisfechos, y que la comunicación no sincrónica facilita los análisis
profundos. La educación a distancia que incorpora interacciones (entre estudiantes, entre estudiantes
y profesores, entre el estudiante y el contenido) ayuda a incrementar el aprovechamiento de los alumnos (Bernard et al., 2009). Otros tipos de interacciones, por ejemplo, wikis y blogs, también pueden
ser útiles. El uso de presentaciones multimedia en la educación a distancia incrementa su personalización, haciéndolas más adecuadas para la enseñanza cara a cara (Larreamendy-Joerns y Leinhardt,
2006), con lo cual se aumenta la motivación de los alumnos.
Es difícil comparar los cursos en línea con los cursos tradicionales porque existen demasiadas
diferencias entre ellos; una de estas consiste en que, hasta la fecha, la mayoría de los cursos en
línea incluyen principalmente a estudiantes estadounidenses blancos atípicos. Estas características
demográicas irán cambiando a medida que aumente el número de cursos en línea, lo que permitirá
una mejor evaluación de los resultados del aprendizaje y de las características del ambiente que lo
facilitan.
Direcciones futuras
Con base en las evidencias anteriores podemos concluir que la tecnología mejora el aprendizaje.
Es difícil evaluar de qué manera la tecnología mejora la enseñanza en comparación con la enseñanza convencional, y las comparaciones suelen producir resultados engañosos (Oppenheimer, 1997).
Ningún medio de enseñanza es consistentemente mejor que los demás, sin importar su contenido, los
estudiantes o el entorno (Clark y Salomon, 1986). La tecnología no causa el aprendizaje, más bien es
un medio para aplicar los principios de la enseñanza y el aprendizaje efectivos.
Esto sigue siendo verdad en la actualidad y se podría decir de la tecnología en general.
Clark y Salomon (1986) recomendaron a los investigadores determinar las condiciones en las que
las computadoras facilitan la enseñanza y el aprendizaje. El uso de la tecnología debe depender de las
metas de aprendizaje. Aunque tiene el potencial de fomentar diferentes metas de aprendizaje, tal vez
no sea la mejor manera de fomentar la interacción de los estudiantes mediante la enseñanza de pares,
las discusiones de grupo y el aprendizaje cooperativo.
Es necesario que se realicen más investigaciones para evaluar la eicacia de los entornos de aprendizaje basados en computadora y de la educación a distancia. Algunas investigaciones revelan que la
solución de problemas basada en computadoras no es igual de eicaz para los hombres y las mujeres
(Littleton, Light, Joiner, Messer y Barnes, 1998). El estudio de las diferencias étnicas y por género debe
ser prioritario.
Otra área que necesita estudiarse es la de los efectos de la tecnología en la motivación de los profesores y los estudiantes (Ertmer, 1999; Lepper y Gurtner, 1989). Lepper y Malone (1987) observaron
que las computadoras pueden enfocar la atención en la tarea al aumentar la motivación, mantener un
nivel óptimo de activación y dirigir a los estudiantes para que realicen un procesamiento de información orientado a la tarea en lugar de atender los aspectos irrelevantes de la tarea. La idea es que los
principios motivacionales eicaces pueden producir un procesamiento más profundo, en lugar de uno
supericial (Hooper y Hannain, 1991).
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
331
Es difícil predecir el futuro de la tecnología en la educación. Hace algunos años, pocas personas
habrían pronosticado que las computadoras portátiles sustituirían a las computadoras de escritorio,
o que los aparatos manuales eventualmente sustituirían a las computadoras portátiles. A medida que
la tecnología se vuelva más elaborada, ofrecerá un rango mucho más amplio de posibilidades para la
instrucción (Brown, 2006). Seremos capaces de crear y acceder al conocimiento en formas novedosas
y soisticadas. La investigación explorará los efectos de estos avances sobre el aprendizaje, así como
formas eicaces de incluir la tecnología en la enseñanza.
Existe la posibilidad de avances emocionantes en varios frentes (Roblyer, 2006). La conexión inalámbrica ahora es común, lo que expande de forma importante la comodidad de utilizar computadoras portátiles en la enseñanza. Los aparatos inalámbricos y portátiles, como las laptops y los aparatos
manuales, ayudan a los profesores a incluir la tecnología en la enseñanza. Las tecnologías continuarán
fusionándose (un ejemplo son los teléfonos celulares que pueden realizar múltiples funciones), lo que
a inal de cuentas permitirá que los estudiantes requieran pocos aparatos para utilizar diferentes aplicaciones. Los avances tecnológicos continuarán permitiendo el acceso a personas con discapacidades,
y la tecnología auxiliar será más común en las escuelas. Aumentarán las oportunidades de educación
a distancia y de aprendizaje en línea. En la actualidad existen universidades y preparatorias virtuales
que inalmente se extenderán a niveles inferiores (secundaria y primaria). Por último, a medida que
la tecnología sea más cómoda, observaremos un cambio gradual de la enseñanza tradicional hacia un
modelo con menos reuniones en clase y más comunicaciones electrónicas.
En un nivel básico de investigación, los estudios sobre inteligencia artiicial (IA) pueden proporcionar información importante sobre el aprendizaje, el pensamiento y la solución de problemas de los
seres humanos. La inteligencia artiicial se reiere a los programas de cómputo que simulan habilidades
humanas para inferir, evaluar, razonar, resolver problemas, entender el lenguaje y aprender (Trappl,
1985). John McCarthy acuñó el término en 1956 para utilizarlo como el tema de una conferencia.
Los sistemas expertos son una aplicación de la IA y se deinen como grandes programas de
cómputo que proporcionan el conocimiento y los procesos de solución de problemas de uno o más
expertos (Anderson, 1990; Fischler y Firschein, 1987). Como ocurre con los consultores humanos,
los sistemas expertos se aplican a diversos campos, como la medicina, la química, la electrónica y el
derecho. Los sistemas expertos cuentan con una base enorme de conocimientos que consta de conocimiento declarativo (hechos) y conocimiento procedimental (sistemas de reglas para hacer inferencias).
Una interfaz plantea preguntas a los usuarios y les ofrece recomendaciones o soluciones. Una de sus
aplicaciones comunes es la enseñanza para que los estudiantes adquieran pericia. La instrucción suele
utilizar el descubrimiento guiado; en el que los estudiantes formulan y prueban hipótesis y experimentan las consecuencias.
Los sistemas expertos del futuro se aplicarán a una gama más amplia de dominios. Uno de los
desafíos consiste en aumentar la capacidad de los sistemas para entender los idiomas naturales, especialmente el lenguaje. Aunque los sistemas expertos pueden realizar tareas de reconocimiento de
patrones, la mayoría de ellos sólo incluyen estímulos visuales. Sin embargo, los sistemas de reconocimiento de voz siguen mejorando. El uso de la tecnología auxiliar en la educación está aumentando,
ayudando a que los estudiantes con discapacidades se integren tanto como sea posible a la enseñanza
regular del salón de clases. Los sistemas expertos deben mejorar las capacidades de las computadoras
para que sean accesibles para todos los estudiantes, incluso para los que tienen problemas visuales,
auditivos o discapacidades múltiples.
La IA plantea posibilidades emocionantes para ayudarnos a entender los procesos del pensamiento humano. Esta aplicación consiste en programar las computadoras con ciertos conocimientos y
reglas que les permitan modiicar y adquirir nuevos conocimientos y reglas con base en la experiencia. Por ejemplo, en el aprendizaje de conceptos se podría programar a una computadora con una
regla elemental y luego exponerla a ejemplos y no ejemplos del concepto. El programa se modiica
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332
Capítulo 7
a sí mismo almacenando la nueva información en la memoria y modiicando la regla. También puede
darse el aprendizaje por la exposición a historias de casos. La computadora se programa con hechos
e historias de casos de una enfermedad. A medida que analiza esas historias, la computadora modiica
su memoria para incorporar la etiología, los síntomas y el curso de la enfermedad. Una vez que ha
adquirido una gran base de conocimientos sobre una enfermedad especíica, puede diagnosticar casos
futuros con precisión.
APLICACIONES A LA ENSEÑANZA
En este capítulo se han descrito varias aplicaciones a la enseñanza de los principios que hasta aquí
se han cubierto. En esta sección se describen tres aplicaciones adicionales que relejan muchos de los
principios analizados en este capítulo: ejemplos resueltos, escritura y matemáticas.
Ejemplos resueltos
Los ejemplos resueltos, que se analizaron brevemente en el capítulo 4, presentan las soluciones de
problemas paso por paso y a menudo incluyen diagramas; describen un modelo experto de solución
para que los alumnos lo estudien antes de empezar a imitarlo. En la igura 7.3 se muestra un ejemplo
resuelto (Glover, Ronning y Bruning, 1990).
Los ejemplos resueltos relejan la teoría ACT-R de Anderson (Lee y Anderson, 2001) y son especialmente apropiados para formas complejas de aprendizaje, como álgebra, física y geometría (Atkinson
Planteamiento del problema: calcular la raíz cuadrada de 7225
Pasos
Algoritmo
1.
7225
2.
72.25
Separar en unidades de dos a partir del punto decimal.
8
72.25
64
825
Calcular el cuadrado perfecto más grande en los dos
números a la izquierda del decimal. Restar de 72 y
“bajar” los siguientes dos números.
160
8
72.25
64
825
Duplicar el 8 y sumar a cero. Usar el número (160)
como posible divisor: 825 dividido entre 160 = 5, más
un residuo.
165 5
85
72.25
64
825
825
3.
88
4.
5.
Sustituir el 5 por el cero y multiplicar (165 5).
El producto es igual a 825. Se logró la solución.
Figura 7.3
Ejemplo resuelto.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
333
et al., 2000, 2003). Al aplicar el modelo de novato-experto, los investigadores han encontrado que los
expertos suelen enfocarse en los aspectos más profundos (estructurales) de los problemas, y que
los novatos manejan las características supericiales. La práctica por sí sola es menos eicaz para mejorar las habilidades que la práctica combinada con ejemplos resueltos (Atkinson et al., 2000).
Al parecer los ejemplos resueltos son más útiles con los estudiantes que se encuentran en las
primeras etapas de la adquisición de habilidades, en oposición a los alumnos competentes que ya
las están perfeccionando. Su aplicación se puede ver con claridad en el modelo de cuatro etapas
de la adquisición de habilidades dentro del esquema teórico del ACT-R (Anderson, Fincham y
Douglass, 1997; capítulo 5). En la etapa uno los aprendices utilizan analogías para relacionar los
ejemplos con problemas por resolver. En la etapa dos desarrollan reglas abstractas declarativas a
través de la práctica. Durante la etapa tres el desempeño se hace más rápido y ino a medida que
la solución de problemas se vuelve más automática. Hacia la etapa cuatro los aprendices recuerdan
muchos tipos de problemas y pueden evocar la estrategia de solución apropiada cuando se enfrentan a un problema. El uso de los ejemplos resueltos es más adecuado para los aprendices ubicados
en la etapa uno y al principio de la etapa dos. Durante las etapas posteriores las personas se beneician de la práctica para ainar sus estrategias, aunque incluso en etapas avanzadas el estudio de las
soluciones de expertos suele ser útil.
Una cuestión fundamental de la enseñanza es cómo integrar los componentes de un ejemplo,
como el diagrama, el texto y la información auditiva. Es imperativo que el ejemplo resuelto no sobrecargue la memoria de trabajo del estudiante, lo que puede ocurrir cuando se utilizan múltiples fuentes
de información al mismo tiempo. Stull y Mayer (2007) encontraron que cuando se proporcionan los
organizadores gráicos (similares a los ejemplos resueltos) los estudiantes logran una mejor transferencia de la solución de problemas, en comparación con cuando se les permite construir sus propios
organizadores. Es probable que esto último provoque una sobrecarga cognoscitiva (capítulo 5). Otras
evidencias revelan que los ejemplos resueltos pueden reducir la carga cognoscitiva (Renkl, Hilbert y
Schworm, 2009).
Las investigaciones respaldan la idea de que la presentación dual facilita el aprendizaje más que
la presentación de una sola modalidad (Atkinson et al., 2000; Mayer, 1997). Este resultado es consistente con la teoría de la doble codiicación (Paivio, 1986; capítulo 5), salvo por el hecho de que
demasiada complejidad no es lo deseable. De manera similar, los ejemplos mezclados con submetas
ayudan a crear estructuras más profundas y facilitar el aprendizaje.
Un aspecto clave es integrar los ejemplos que incluyen múltiples modalidades de presentación
para que la atención de los estudiantes no se divida en fuentes fragmentadas. Las explicaciones auditivas y verbales deben indicar a cuáles aspectos del ejemplo se reieren para que los aprendices no
tengan que buscar por su cuenta. Las submetas deben etiquetarse con claridad y aislarse visualmente
en la presentación.
Otro aspecto educativo se reiere a la secuencia de los ejemplos. Las investigaciones respaldan la
idea de que dos ejemplos son mejores que uno, que la variedad es mejor que dos ejemplos del mismo
tipo y que los ejemplos mezclados con la práctica son más eicaces que las lecciones que presentan
los ejemplos seguidos por ejercicios (Atkinson et al., 2000). El desvanecimiento gradual de los ejemplos resueltos en una secuencia educativa se asocia con una mejor transferencia del aprendizaje al
estudiante (Atkinson et al., 2003).
Chi, Bassok, Lewis, Reimann y Glaser (1989) encontraron que los estudiantes que se daban explicaciones a sí mismos mientras estudiaban los ejemplos posteriormente exhibían un mayor aprovechamiento que los alumnos que no lo hacían. Quizás el explicarse a sí mismos ayude a los estudiantes a
entender la estructura profunda del problema y, por lo tanto, a codiicarlo de manera más signiicativa.
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334
Capítulo 7
Tabla 7.6
Sugerencias para el uso de ejemplos resueltos en la enseñanza.
n
Presentar los ejemplos cercanos a los problemas que los estudiantes resolverán.
n
Presentar múltiples ejemplos que muestren diferentes tipos de problemas.
n
Presentar la información en diferentes modalidades (auditiva y visual).
n
Indicar las submetas en los ejemplos.
n
Asegurarse de que los ejemplos presenten toda la información necesaria para resolver los problemas.
n
Enseñar a los estudiantes ejemplos de autoexplicaciones y fomentar esta conducta.
n
Permitir suiciente práctica en diferentes tipos de problemas para que los estudiantes perfeccionen sus habilidades.
Las autoexplicaciones también son un tipo de repaso, y el beneicio de esta estrategia para el aprendizaje está bien establecido. Por consiguiente, debemos animar a los alumnos a que se den explicaciones mientras estudian ejemplos resueltos, por ejemplo, verbalizando las submetas.
Otra cuestión importante es que los ejemplos resueltos pueden producir un aprendizaje pasivo
debido a que los aprendices podrían procesarlos de manera supericial. El uso de elementos interactivos, como proporcionar indicios o dejar vacíos que los aprendices deben llenar, permite que haya un
procesamiento cognoscitivo y un aprendizaje más activos (Atkinson y Renkl, 2007). Las animaciones
también son útiles (Wouters, Paas y van Merriënboer, 2008).
En suma, existen varias características que cuando se incorporan a los ejemplos resueltos ayudan
a crear esquemas cognoscitivos que facilitan los logros posteriores (tabla 7.6). Es mejor utilizar estas
estrategias de enseñanza durante las primeras etapas de la adquisición de habilidades. Mediante la
práctica, las representaciones cognoscitivas iniciales deben evolucionar en los esquemas perfeccionados que utilizan los expertos.
Escritura
La escritura releja muchos de los procesos cognoscitivos que se analizan en este capítulo. Los buenos
escritores no nacen, se hacen; la enseñanza efectiva es fundamental para el desarrollo de las habilidades de redacción (Graham, 2006; Harris, Graham y Mason, 2006; Scardamalia y Bereiter, 1986; Sperling
y Freedman, 2001).
Los modelos contemporáneos estudian los procesos mentales de los escritores durante diferentes
aspectos de la redacción (Byrnes, 1996; de Beaugrande, 1984; Graham, 2006; Mayer 1999; McCutchen,
2000). Una meta de investigación consiste en deinir la pericia. Al comparar escritores expertos con novatos, los investigadores identiicaron cómo diieren sus procesos mentales (Bereiter y Scardamalia, 1986).
Flower y Hayes (1980, 1981a; Hayes, 1996; Hayes y Flower, 1980) diseñaron un modelo que
releja el esquema general de solución de problemas desarrollado por Newell y Simon (1972). Los
escritores deinen el espacio de un problema y realizan operaciones sobre su representación mental
del problema para alcanzar sus metas. Los componentes clave de este modelo son el problema retórico, la planeación, la organización, el establecimiento de metas, la traslación y la revisión.
El problema retórico incluye el tema del escritor, el público al que se dirige y las metas. En la escuela es muy común que el problema retórico se deina muy bien para los estudiantes. Los profesores
asignan un tema para el trabajo inal y proporcionan la meta (informar o persuadir al público, que es
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
335
representado por el profesor), sin embargo, nadie más que el autor deine por completo el problema
retórico. Los escritores interpretan los problemas a su manera.
La MLP del escritor desempeña un papel crucial. Los escritores varían en su conocimiento del
tema, del público y de los mecanismos, como la gramática, la ortografía y la puntuación. Los que
están bien informados sobre sus temas incluyen menos airmaciones irrelevantes pero más enunciados
auxiliares (diseñados para elaborar los puntos principales) en comparación con los que tienen menos
conocimientos sobre ellos (Voss, Vesonder y Spilich, 1980). Las diferencias en el conocimiento declarativo afectan la calidad de la redacción.
La planeación consiste en formar una representación interna de los conocimientos que se utilizarán en la composición. Por lo general esta representación es más abstracta que el texto real. La planeación incluye varios procesos, como generar ideas reuniendo la información pertinente de la memoria
o de otras fuentes. Estas ideas podrían estar bien formadas o ser fragmentarias.
Hay muchas diferencias individuales en la planeación. La redacción de los niños se asemeja a un
“relato de conocimientos” (McCutchen, 1995; Scardamalia y Bereiter, 1986, 1982). Los niños a menudo
siguen una estrategia de “recordar y escribir” accediendo a la MLP por medio de una señal y escribiendo lo que saben. Realizan muy poca planeación y revisión, y mucha traslación. Aunque los
escritores mayores también evocan contenido de la MLP, lo hacen como parte de la planeación, y
después evalúan si es apropiado antes de trasladarlo. La recuperación en la traslación de los niños se
integra de forma poco homogénea (Scardamalia y Bereiter, 1986).
Los niños más pequeños producen menos ideas que los mayores (Scardamalia y Bereiter, 1986),
por lo que se beneician de la presentación de incitadores, como que se les diga, por ejemplo,
“¿puedes escribir algo más?”. Englert, Raphael, Anderson, Anthony y Stevens (1991) demostraron
que la redacción de los alumnos de cuarto y quinto grado mejoró cuando fueron expuestos a profesores que modelaron los componentes metacognoscitivos, como cuáles estrategias eran útiles, y
dónde y por qué eran útiles, y cuando se les enseñó a formular preguntas durante la planeación
del texto. Los escritores más grandes y mejores utilizaban más los incitadores internos. Buscaban
los temas relevantes en la MLP y evaluaban el conocimiento antes de empezar a componer. Los
profesores pueden fomentar la generación de ideas proporcionando a sus alumnos claves para que
piensen (Bruning et al., 2004).
La organización se logra mediante la cohesión entre las partes y la coherencia de las oraciones.
Las estrategias de cohesión unen las ideas con pronombres, artículos deinidos, conjunciones y los
signiicados de las palabras. A los niños pequeños se les diiculta más la cohesión, pero los escritores
poco hábiles de cualquier edad tampoco saben utilizarla muy bien. También existen diferencias en el
desarrollo de la coherencia. Los escritores jóvenes y poco hábiles tienen problemas para vincular las
oraciones entre sí y con la oración principal (McCutchen y Perfetti, 1982).
Un subproceso importante es el establecimiento de metas. Las metas son sustantivas (lo que
el escritor quiere comunicar) y procedimentales (cómo debe comunicar o cómo debe expresar las
ideas). Los buenos escritores a menudo modiican sus metas con base en lo que producen. Por lo
general tienen en la mente sus metas antes de escribir, pero a medida que avanzan podrían darse
cuenta de que cierta meta no es relevante para la composición. Mientras escriben pueden surgir
nuevas metas.
La principal meta de los escritores hábiles es comunicar un signiicado, mientras que los escritores
inexpertos suelen practicar la escritura asociativa (Bereiter, 1980). Es probable que crean que la meta
de la escritura consiste en repetir todo lo que saben acerca del tema; el orden es menos importante
que la inclusión. Otra meta de los escritores poco hábiles es evitar errores. Cuando se les pide que
critiquen su propio trabajo, los buenos escritores se enfocan en qué tan bien comunican sus intenciones, mientras que los escritores inexpertos citan consideraciones supericiales más a menudo, como la
ortografía y la puntuación.
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336
Capítulo 7
La traslación consiste en poner por escrito las ideas propias. Entre los niños y los escritores
inexpertos este traslado suele sobrecargar la memoria de trabajo (MT), ya que deben retener en la
mente su meta, las ideas que desean expresar, así como la organización y los mecanismos necesarios
para hacerlo. Los buenos escritores se preocupan menos por las características supericiales durante
la traslación; se enfocan más en el signiicado y después corrigen los problemas supericiales. Los
escritores inexpertos se concentran más en aspectos supericiales y no escriben tan rápido como los
buenos escritores. Estos últimos toman en cuenta aspectos supericiales y de estilo cuando hacen una
pausa en la escritura. Los escritores poco hábiles se beneician de leer lo que ya han escrito cuando
se preparan para redactar.
La revisión consiste en evaluar y revisar, y los escritores la realizan cuando leen lo que han escrito
antes de proceder a la traslación, o a la evaluación y revisión sistemáticas (Flower y Hayes, 1981a;
Hayes y Flower, 1980). Al revisar sus avances los escritores evalúan y modiican sus planes, al tiempo
que modiican la redacción subsecuente.
Estos procesos son importantes porque los escritores pueden pasar hasta 70 por ciento del tiempo
de redacción haciendo pausas (Flower y Hayes, 1981b), tiempo que dedican casi por completo a
planear el nivel de las oraciones. Vuelven a leer lo escrito y deciden qué dirán a continuación. Estos
procesos ascendentes construyen una parte de la composición a la vez. Cuando el trabajo luye según
el plan general que se tiene en la mente, la composición continúa para relejar las metas del escritor.
Los malos escritores por lo general dependen de la redacción ascendente. Durante las pausas, los
buenos escritores se entregan a la planeación retórica que no está directamente vinculada con lo que
acaban de hacer. Este tipo de planeación releja una perspectiva ascendente de la redacción como un
proceso de solución de problemas; los escritores mantienen en la mente una meta general y planean
la manera de lograrla, o bien, deciden que necesitan modiicarla. La planeación incluye contenido (decidir de qué tema hablar) y estilo (decidir alterar el estilo incluyendo una anécdota). Esta planeación
comprende planiicar a nivel de las oraciones, algo que es característico de los escritores maduros
(Bereiter y Scardamalia, 1986).
Los niños no suelen revisar su trabajo sin el apoyo del profesor o de los compañeros (Fitzgerald,
1987). Los estudiantes se beneician de la enseñanza diseñada para mejorar la calidad de su redacción.
Fitzgerald y Markham (1987) instruyeron a escritores de nivel promedio de sexto grado para que realizarán los siguientes tipos de revisiones: adiciones, eliminaciones, sustituciones y reorganizaciones. El
profesor explicó y modeló cada estrategia de revisión y luego pidió a los estudiantes que trabajaran
en parejas para realizar revisiones (reuniones de pares). La enseñanza mejoró sus conocimientos de
los procesos de revisión, así como sus revisiones reales. Beal, Garrod y Bonitatibus (1990) encontraron
que cuando a niños de tercero a sexto grado se les enseñó una estrategia de autocuestionamiento que
consistía en preguntarse, por ejemplo, “¿qué está pasando en la historia?”, produjeron una revisión
mucho más signiicativa del texto.
Las habilidades de evaluación se desarrollan antes que las habilidades de revisión. Aun cuando los
estudiantes de cuarto grado reconocen los problemas de redacción, no suelen tener éxito al corregirlos
hasta 70 por ciento de las veces (Scardamalia y Bereiter, 1983). Cuando los niños corrigen los problemas de redacción, los que carecen de experiencia en ella corrigen los errores de ortografía y de puntuación, mientras que los que sí tienen esa experiencia revisan cuestiones de estilo (Birnbaum, 1982).
Dada la complejidad de la redacción, el curso para adquirir esa habilidad se caracteriza mejor
como el desarrollo de la luidez más que del automatismo (McCutchen, 1995). Los procesos automáticos se vuelven más habituales y requieren menos atención o recursos de la MT, mientras que los
procesos de luidez (aunque sean rápidos y aprovechen los recursos de forma eiciente) son relexivos
y se pueden modiicar “en el camino”. Los buenos escritores siguen planes pero los revisan a medida
que escriben. Cuando este proceso se torna automático pueden seguir sus planes (una vez adoptados)
sin interrupción.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
337
APLICACIÓN 7.9
Redacción
Los profesores pueden incorporar la planeación,
transcripción y revisión de actividades a sus lecciones. Si Kathy Stone quisiera que sus estudiantes
de tercer grado escribieran un párrafo describiendo sus vacaciones de verano, podría pedirles que
compartieran esta información durante el verano.
Después de esta actividad con todo el grupo, ella
y los niños podrían redactar y editar un párrafo
acerca de las vacaciones de la maestra. Con este
ejercicio se destacarían los elementos importantes
de un párrafo bien redactado, así como los componentes del proceso de redacción.
Después podría organizar parejas de estudiantes para que compartan verbalmente algunas de las
cosas que hicieron durante el verano. Esta actividad los ayudaría a generar listas de actividades que
podrían utilizar en la transcripción. Al terminar esta
actividad, les podría pedir a los niños que redacten
un párrafo acerca de lo que hicieron en el verano
basándose en las listas que elaboraron y que lo
compartan con sus parejas. Cada miembro de las
parejas puede proporcionar retroalimentación al
otro sobre la claridad y la gramática, después de lo
cual los estudiantes vuelven a revisar sus párrafos.
El patrocinador del anuario de preparatoria
puede utilizar la planeación, la transcripción y la
revisión de actividades para elaborar el anuario.
Con ese in se reúne con los estudiantes y junto con
ellos diseña las secciones y los temas por cubrir,
por ejemplo, noticias, deportes y clubes escolares,
y elige a los responsables de cada sección. Luego,
los estudiantes trabajan en equipos para transcribir
y revisar sus artículos con la retroalimentación del
patrocinador.
Gina Brown trabaja con los miembros de su
clase mientras redactan su primer trabajo de investigación. Les pide que elijan un tema, que elaboren un índice básico y que organicen una lista
de posibles fuentes; después se reúne con cada
estudiante de manera individual. Posteriormente, los estudiantes empiezan a elaborar el primer
borrador del trabajo poniendo mayor atención
en la introducción y las conclusiones. La profesora se reúne nuevamente con cada uno de manera individual para analizar su primer borrador
y sus avances, y les indica qué deben hacer para
terminarlo.
Aunque las habilidades componentes de la escritura, es decir, la ortografía y el vocabulario,
a menudo se vuelven automáticas, no ocurre lo mismo con el proceso general. En la aplicación 7.9
se incluyen algunas aplicaciones para el salón de clases.
Matemáticas
Las matemáticas han sido un campo especialmente fértil para la investigación cognoscitiva y constructivista (Ball, Lubienski y Mewborn, 2001; National Research Council, 2000; Newcombe et al., 2009;
Schoenfeld, 2006; Voss et al., 1995). Los investigadores han explorado cómo los estudiantes construyen sus conocimientos, las diferencias entre expertos y novatos, y qué métodos de enseñanza son más
eicaces (Byrnes, 1996; Mayer, 1999; Schoenfeld, 2006). Es importante mejorar la enseñanza, ya que
una gran cantidad de estudiantes muestran problemas para aprender las matemáticas.
Habitualmente se distingue entre cálculos matemáticos (uso de reglas, procedimientos y algoritmos) y conceptos (solución de problemas y uso de estrategias). Los problemas de cálculo y de conceptos
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338
Capítulo 7
exigen que los estudiantes apliquen producciones que implican reglas y algoritmos. La diferencia
entre estas dos categorías reside en qué tan explícitamente el problema indica las operaciones que se
deben realizar. Los siguientes son problemas de cálculo:
n
26 + 42 = ?
n
5x + 3y = 19
7x – y = 11
Calcule x y y.
n
¿Cuánto mide la hipotenusa de un triángulo rectángulo cuyos lados miden 3 y 4 pulgadas?
Aunque en los problemas 2 y 3 no se les diga explícitamente a los estudiantes qué hacer, el reconocer su formato y conocer el procedimiento de solución los lleva a realizar las operaciones correctas.
Ahora comparemos estos problemas con los siguientes:
n
Alex tiene 20 monedas, que son de 10 y 25 centavos. Si las monedas de 25 centavos fueran
de 10 centavos y las de 10 centavos fueran de 25 centavos, tendría 90 centavos más de los
que tiene ahora. ¿Cuánto dinero tiene Alex?
n
Si a un tren de pasajeros le toma el doble tiempo rebasar a uno de carga, después de que lo
rebasó en el viaje de ida, de lo que les toma a los dos trenes cruzarse cuando van en direcciones opuestas, ¿cuántas veces más rápido viaja el tren de pasajeros que el de carga?
n
Cuando Shana sale de excursión avanza en promedio dos millas por hora colina arriba y seis
millas por hora colina abajo. Si sube y baja sin detenerse en la cumbre, ¿cuál será su velocidad promedio en toda la excursión?
El planteamiento de estos problemas no indica de forma explícita a los estudiantes lo que deben
hacer, pero los cálculos que requieren no son más difíciles que los que se necesitaron para resolver el
primer grupo de problemas. La solución de este tipo de problemas implica reconocer su formato, crear
las producciones adecuadas y realizar los cálculos.
Esto no sugiere que la pericia conceptual sea mejor que la competencia para el cálculo, aunque
Rittle-Johnson y Alibali (1999) encontraron que la comprensión de conceptos inluye más en el conocimiento procedimental que este en la comprensión de conceptos. Las deiciencias en cualquiera de
estas áreas causarán diicultades. Entender cómo resolver un problema pero no ser capaz de realizar
los cálculos llevará a respuestas incorrectas, al igual que ser eiciente en los cálculos pero no poder
conceptualizar los problemas.
Cálculo. La primera habilidad de cálculo que utilizan los niños es contar (Byrnes, 1996; Resnick,
1985). Los niños cuentan objetos con sus dedos y mentalmente utilizando una estrategia (Groen y
Parkman, 1972). El modelo de la suma consiste en poner un contador hipotético en cero, contar el
primer sumando en incrementos de unidad y luego contar el segundo hasta llegar a la respuesta.
Para resolver “2 + 4 = ?”, los niños cuentan de cero a dos y luego cuentan cuatro más. Una estrategia
más eicaz consiste en poner el contador en el primer sumando (2) y luego contar el segundo sumando (4) en incrementos de unidad. Aún más eicaz es el modelo del mínimo: se pone el contador
en el mayor de los sumandos (4) y luego se cuenta el sumando menor (2) en incrementos de unidad
(Romberg y Carpenter, 1986).
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
339
Estos tipos de procedimientos inventados son exitosos. Con frecuencia los niños y los adultos
crean procedimientos para resolver problemas matemáticos. Por lo general los errores no son aleatorios, sino que relejan algoritmos defectuosos, o errores sistemáticos en el pensamiento y el razonamiento (Brown y Burton, 1978). Los algoritmos defectuosos relejan el supuesto constructivista de que
los estudiantes forman procedimientos con base en su interpretación de las experiencias (véase el
capítulo 6). Un error común en la sustracción consiste en restar el número menor del mayor en cada
columna, pero sin tomar en cuenta la dirección, como se muestra enseguida:
53
-27
34
602
-274
472
Es probable que los errores matemáticos aparezcan cuando los estudiantes enfrentan nuevos problemas y generalizan las producciones de forma incorrecta. Por ejemplo, cuando restan sin reagrupar
los alumnos sustraen el número menor del mayor en cada columna. Es fácil ver que pueden generalizar este procedimiento a los problemas que requieren reagrupación. Los algoritmos defectuosos
perduran y pueden dar a los estudiantes una sensación de autoeicacia, aunque en realidad no sean
eicaces (capítulo 4), quizás porque sus cálculos producen respuestas.
Otra fuente de diicultades de cálculo son los escasos conocimientos declarativos acerca de las
características de los números. Muchos niños no conocen características básicas y exhiben deiciencias
en el procesamiento numérico (Geary, Hoard, Byrd-Craven, Nugent y Numtee, 2007). No es sino hasta
que los fundamentos matemáticos se establecen en la MLP por medio de la práctica que los niños
pueden contar o hacer cálculos. La velocidad de la recuperación de los fundamentos de la memoria
se relaciona directamente con el aprovechamiento general en matemáticas de los estudiantes desde
primaria hasta la universidad (Royer, Tronsky, Chan, Jackson y Marchant, 1999). Las habilidades de
cálculo mejoran con el desarrollo, junto con las capacidades de la memoria de trabajo y de la memoria
a largo plazo (Mabbott y Bisanz, 2003).
Muchas de las diicultades de cálculo son el resultado de utilizar producciones muy complejas, aunque técnicamente correctas, para solucionar problemas. Este tipo de procedimientos llevan a
las respuestas correctas, pero como son complejos presentan un alto riesgo de contener errores de
cálculo. El problema 256 entre 5 se puede resolver con el algoritmo de la división o restando sucesivamente 5 de los 156 y contando el número de sustracciones. Este último método es técnicamente
correcto pero ineiciente, y tiene una alta probabilidad de error.
Al principio los aprendices representan las habilidades de cálculo como conocimiento declarativo
en una red de proposiciones. Los hechos sobre los diferentes pasos, por ejemplo, en el algoritmo, se
graban en la memoria a través del repaso mental y la práctica. La producción que guía el desempeño
en esta etapa es general; por ejemplo: “Si la meta consiste en resolver esta división, entonces aplico
el método que el profesor nos enseñó”. Con la práctica, la representación declarativa se convierte en
una representación procedimental de dominio especíico y con el tiempo se vuelve automática. Las
estrategias tempranas de conteo son reemplazadas por estrategias más eicientes basadas en reglas
(Hopkins y Lawson, 2002). En la etapa automática, los estudiantes reconocen con rapidez el patrón
del problema, por ejemplo, el problema requiere una división, o una raíz cuadrada, y aplican el procedimiento sin mucha conciencia.
Solución de problemas. La solución de problemas requiere que los alumnos comiencen representando
con precisión el problema para incluir la información dada y la meta, para luego elegir y aplicar una
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340
Capítulo 7
estrategia de solución (Mayer, 1985, 1999). Trasladar un problema de su representación lingüística a
una representación mental suele ser un proceso difícil (Bruning et al., 2004). Cuanto más abstracto sea
el lenguaje, más difícil será para el aprendiz comprender el texto y menos probabilidades tendrá de
encontrar una solución (Cummins, Kintsch, Reusser y Weimer, 1988). Los estudiantes con diicultades
para comprender textos recuerdan menos información y presentan un desempeño más bajo. Esto
ocurre especialmente con los niños pequeños, que muestran problemas para traducir representaciones
lingüísticas abstractas.
La traslación también requiere un buen conocimiento declarativo y procedimental. La solución del
problema anterior acerca de Alex y las 20 monedas requiere el conocimiento de que existen monedas
de 10 y de 25 centavos, que 10 centavos son la décima parte ($0.10) de $1 y que 25 centavos es la
cuarta parte ($0.25) de $1. Es necesario combinar este conocimiento declarativo con la comprensión
procedimental de que ambas monedas son variables y que al sumar el número de monedas de 10
centavos al número de monedas de 25 centavos el resultado es 20.
Una razón por la que los expertos son mejores para trasladar los problemas es que su conocimiento está mejor organizado en la MLP; la organización releja la estructura subyacente de la materia
(Romberg y Carpenter, 1986). Los expertos pasan por alto las características supericiales del problema
y lo analizan en términos de las operaciones que requieren realizar para resolverlo. Los novatos ponen
mayor atención en las características supericiales. Silver (1981) encontró que los aprendices hábiles
para resolver problemas los organizan de acuerdo con el proceso que se requiere para solucionarlos,
mientras que los inexpertos tienden más a agruparlos con base en la similitud de su contenido, por
ejemplo, dinero o trenes.
Además de o traslación y la clasiicación de los problemas, los expertos y los novatos diieren en
sus producciones (Greeno, 1980). Los novatos suelen adoptar una estrategia retrospectiva, empezando
por la meta y procediendo hacia atrás hasta el planteamiento. Este tipo de heurística es útil en las
primeras etapas del aprendizaje, cuando los aprendices han adquirido cierto conocimiento de dominio
pero aún no son lo suicientemente competentes para reconocer los formatos de los problemas con
rapidez.
En contraste, los expertos suelen trabajar hacia adelante; identiican el tipo de problema y eligen la
manera apropiada para resolverlo. Hegarty, Mayer y Monk (1995) encontraron que los aprendices que
muestran éxito en la solución de problemas emplean un método de modelo del problema en el
que las cifras incluidas en el planteamiento del problema se relacionan con los nombres de sus variables. En cambio, los aprendices que no tienen éxito en resolver problemas suelen utilizar un método
de traslación directo, combinando las cifras del problema con las operaciones aritméticas con base
en palabras clave; por ejemplo, la operación relacionada con la palabra clave “más” es la suma. Esta
estrategia es supericial y se fundamenta en las características supericiales, mientras que la primera se
relaciona más con el signiicado.
Los expertos desarrollan conocimientos procedimentales soisticados para clasiicar los problemas
matemáticos de acuerdo con su tipo. Los problemas de álgebra de preparatoria caen aproximadamente en 20 categorías generales, como movimiento, lujo, monedas e interés/inversión (Mayer, 1992).
Estas categorías se pueden agrupar en seis conjuntos principales. Por ejemplo, el grupo de cantidad
por tiempo incluye los problemas de movimiento, lujo y trabajo, los cuales se pueden resolver con la
fórmula general: cantidad = tasa × tiempo. El desarrollo de la pericia para resolver problemas matemáticos depende de que estos se clasiiquen dentro del grupo correcto y luego se aplique la estrategia.
La verbalización de los pasos para resolver el problema ayuda a desarrollar la pericia (Gersten et al.,
2009). En la aplicación 7.10 se analiza la enseñanza de solución de problemas.
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
341
APLICACIÓN 7.10
Solución de problemas matemáticos
Los profesores utilizan diversas estrategias para
ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades
de solución de problemas. Cuando los alumnos resuelven problemas matemáticos pueden plantearlos con sus propias palabras, dibujar un esquema,
decidir cuál información es relevante y plantear las
maneras en que podrían resolverlos. Para ayudar a
sus alumnos de tercer grado a enfocar su atención
en los aspectos importantes de la tarea y guiar su
pensamiento, Kathy Stone utiliza preguntas como
las siguientes:
n
n
n
n
¿Cuál información es importante?
¿Cuál información falta?
¿Cuáles fórmulas se necesitan?
¿Qué se debe hacer primero?
Constructivismo. Muchos teóricos consideran que el constructivismo (capítulo 6) es un modelo viable
para explicar el aprendizaje de las matemáticas (Ball et al., 2001; Cobb, 1994; Lampert, 1990; Resnick,
1989). Los conocimientos matemáticos no se absorben del entorno de manera pasiva, sino que los
aprendices los construyen como consecuencia de sus interacciones. Este proceso de construcción también incluye los procedimientos, que incorporan reglas implícitas, que son inventados por los niños.
El siguiente ejemplo poco común ilustra la invención de procedimientos basados en reglas. Hace
algún tiempo trabajé con una docente para identiicar a los niños de su clase que se podrían beneiciar
de una enseñanza adicional de las divisiones largas. Ella nombró a varios estudiantes y dijo que tal
vez Tim podía caliicar, pero no estaba segura. Algunos días resolvió sus problemas de forma correcta,
mientras que otros su trabajo era errático y sin sentido. Le di algunos problemas para resolver y le pedí
que hablara en voz alta mientras trabajaba, porque me interesaba saber en qué pensaba mientras los
resolvía. Tim dijo lo siguiente: “El problema es 17 dividido entre 436. Empiezo a resolverlo en el lado
del problema más cercano a la puerta...”, entonces supe por qué algunos días su trabajo era preciso y
otros no lo era; ¡todo dependía de qué lado de su cuerpo estaba más cerca de la puerta!
El proceso de construcción del conocimiento inicia en la etapa preescolar (Resnick, 1989). Geary
(1995) distinguió entre las habilidades biológicamente primarias (de base biológica) de las biológicamente secundarias (enseñadas por la cultura). Las habilidades biológicamente primarias se basan en
sistemas neurobiológicos que han evolucionado en nichos ecológicos y sociales especíicos, y que
tienen funciones relacionadas con la supervivencia o la reproducción. Deben considerarse generales
para todas las culturas, mientras que las habilidades biológicamente secundarias muestran una mayor
especiicidad cultural, por ejemplo, como una función de la educación escolar. Además, muchas de
las primarias se observan en niños muy pequeños. De hecho, contar es una actividad natural que los
niños en edad preescolar realizan sin enseñanza directa (Gelman y Gallistel, 1978; Resnick, 1985).
Incluso los bebés muestran sensibilidad a las diferentes propiedades de los números (Geary, 1995).
Los preescolares exhiben una capacidad numérica creciente que incluye los conceptos de la aditividad parte-todo, así como cambios en las cantidades como el incremento y el decremento. El cambio
conceptual ocurre con rapidez durante la etapa de la educación primaria (Resnick, 1989). Enseñar a
los niños a utilizar diagramas esquemáticos para representar los problemas facilita la solución de los
mismos (Fuson y Willis, 1989).
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342
Capítulo 7
La competencia en matemáticas también depende de la inluencia sociocultural (Cobb, 1994; capítulo 6). Vygotsky (1978) destacó el papel que desempeñan otras personas competentes en la zona de
desarrollo próximo (ZDP). A diferencia del énfasis constructivista en las reorganizaciones cognoscitivas
entre los aprendices individuales, los teóricos socioculturales se reieren a las prácticas culturales, especialmente a las interacciones de tipo social (Cobb, 1994). La inluencia sociocultural se incorpora a
través de actividades como la enseñanza de pares, el andamiaje instruccional y los aprendizajes.
Las investigaciones respaldan la idea de que la interacción social es benéica. Rittle-Johnson y
Star (2007) encontraron que la pericia matemática de estudiantes de séptimo grado mejoró cuando
se les permitió comparar sus métodos de solución con los de sus compañeros. Los resultados de una
revisión de la literatura (Springer, Stanne y Donovan, 1999) revelaron que el aprendizaje en grupos
pequeños incrementó de manera signiicativa el aprovechamiento de estudiantes universitarios en
matemáticas y ciencias naturales. Kramarski y Mevarech (2003) encontraron que la combinación de
aprendizaje cooperativo con instrucción metacognoscitiva, por ejemplo, relexionar sobre conceptos
relevantes y decidir cuáles serían las estrategias apropiadas, mejoró más el razonamiento matemático
de estudiantes de octavo grado que cualquiera de los procedimientos usados de manera individual.
Además de estos beneicios del aprendizaje cooperativo (Stein y Carmine, 1999), la literatura acerca
de la tutoría de pares y con compañeros de diferentes edades para las matemáticas revela que es útil
para mejorar el aprovechamiento de los niños (Robinson, Schoield y Steers-Wentzell, 2005). Se pueden combinar las perspectivas constructivista y sociocultural; de esta manera los estudiantes pueden
desarrollar conocimientos a través de las interacciones sociales y después construir usos para ese conocimiento de manera individual.
RESUMEN
Los procesos de aprendizaje cognoscitivo y constructivista se aplican a las formas básicas del aprendizaje, pero adquieren mayor importancia en el aprendizaje complejo. El desarrollo de competencia en
un dominio académico requiere conocimiento de hechos, principios y conceptos en esa área, junto
con estrategias generales que se puedan aplicar en diferentes dominios y estrategias especíicas pertinentes a cada área. Las investigaciones han identiicado muchas diferencias entre los expertos y los
novatos en cierta materia.
El conocimiento condicional implica saber cuándo y por qué utilizar conocimientos declarativos
y procedimentales. El simple hecho de saber qué hacer y cómo hacerlo no garantiza el éxito. Los
estudiantes también deben entender cuándo son útiles el conocimiento y los procedimientos. Es muy
probable que el conocimiento condicional se almacene en la MLP como proposiciones vinculadas con
otros conocimientos declarativos y procedimentales. La metacognición se reiere al control deliberado
y consciente de las actividades mentales; incluye conocimientos y actividades de vigilancia diseñadas para garantizar que las tareas se realicen con éxito. La metacognición empieza a desarrollarse
alrededor de los 5 a 7 años y continúa a lo largo de la etapa escolar. La conciencia metacognoscitiva
depende de la tarea, la estrategia y las variables del aprendiz. Los aprendices a menudo se beneician
de la enseñanza de actividades metacognoscitivas.
El aprendizaje de conceptos incluye procesos de orden superior para formar representaciones
mentales sobre los atributos críticos de las categorías. Las teorías actuales destacan el análisis de las
características y el planteamiento de hipótesis acerca de los conceptos (análisis de características),
así como la formación de imágenes generalizadas de conceptos que incluyan sólo algunas características deinitorias (prototipos). Los prototipos se pueden utilizar para clasiicar ejemplos típicos de
conceptos, y el análisis de características se podría emplear para conceptos menos comunes. Se han
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Procesos del aprendizaje cognoscitivo
343
propuesto modelos de adquisición y enseñanza de conceptos, y los procesos motivacionales también
participan en el cambio conceptual.
La solución de problemas consta de una etapa inicial, una meta, submetas y operaciones realizadas para alcanzar la meta y las submetas. Los investigadores han examinado los procesos mentales de
los aprendices mientras resuelven problemas, así como las diferencias entre los expertos y los novatos.
La solución de problemas ha sido considerada como un relejo del ensayo y el error, el insight y la
heurística. Estos métodos generales se pueden aplicar al contenido académico. A medida que las personas ganan experiencia en un área, adquieren conocimientos y sistemas de producción, o conjuntos
de reglas para aplicar estratégicamente con el in de alcanzar las metas. La solución de problemas
requiere la formación de una representación mental del problema, y de aplicar una producción para
resolverlo. En el caso de los problemas bien deinidos, donde las soluciones potenciales se pueden
ordenar según su probabilidad es más útil una estrategia de crear y probar. En el caso de los problemas más difíciles o menos deinidos se utiliza el análisis de medios y ines, que requiere un trabajo
retrospectivo o prospectivo. Otras estrategias incluyen el razonamiento analógico y la lluvia de ideas.
La transferencia es un fenómeno complejo. Algunas perspectivas históricas incluyen elementos
idénticos, la disciplina mental y la generalización. Desde un punto de vista cognoscitivo, la transferencia consiste en la activación de las estructuras de memoria, y ocurre cuando se relaciona la
información. Existen varios tipos de transferencia, como la cercana y la lejana, y la literal y la igurada, la de orden inferior y la de orden superior. Algunas formas de transferencia ocurren de manera
automática, pero la mayoría de las veces es consciente y abstracta. Proporcionar a los estudiantes
retroalimentación sobre la utilidad de las habilidades y las estrategias aumenta la probabilidad de
que ocurra la transferencia.
La tecnología es cada vez más importante para el aprendizaje y la enseñanza. Dos áreas que
han visto un rápido crecimiento son los entornos de aprendizaje basados en computadora y el
aprendizaje a distancia. Las aplicaciones que implican los entornos basados en computadoras incluyen la instrucción basada en computadoras, los juegos y las simulaciones, los sistemas hipermedia
y multimedia y el aprendizaje electrónico. El aprendizaje a distancia ocurre cuando la enseñanza
se origina en un lugar y se transmite a estudiantes localizados en uno o más sitios remotos. Las
capacidades de interacción permiten una retroalimentación bidireccional y discusiones sincrónicas.
El aprendizaje a distancia incluye la enseñanza asincrónica en línea (basada en la Web) y cursos
que se pueden organizar utilizando un modelo combinado (parte de la instrucción cara a cara y
parte en línea). Los estudios demuestran los beneicios de la tecnología sobre la metacognición, el
procesamiento profundo y la solución de problemas. Las innovaciones futuras darán como resultado
mayores capacidades de accesibilidad e interacción.
Algunas de las aplicaciones que implican los principios que se resumen en este capítulo son los
ejemplos resueltos, la redacción y las matemáticas. Los ejemplos resueltos presentan soluciones paso
por paso a los problemas, y a menudo incluyen diagramas. Los ejemplos resueltos incluyen muchas
características que facilitan la solución de problemas de los estudiantes. La redacción requiere la
composición y la revisión. Los expertos planean el texto con base en la meta de comunicar un signiicado, y mantienen dicha meta en la mente durante la revisión. Los novatos tienden a escribir lo que
recuerdan acerca de un tema en lugar de enfocarse en la meta. Los niños maniiestan una competencia
matemática temprana al contar. Las habilidades de cálculo requieren algoritmos y conocimiento declarativo. Los estudiantes a menudo generalizan en exceso los procedimientos (algoritmos defectuosos)
y adquieren conocimientos acerca de los tipos de problemas a través de la experiencia. Los expertos
reconocen tipos de problemas y aplican las producciones correctas para resolverlos (trabajan hacia
adelante). Los novatos trabajan en retrospectiva y aplican fórmulas que incluyen las cantidades dadas
en el problema.
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344
Capítulo 7
LECTURAS RECOMENDADAS
Brown, J. S. (2006). New learning environments for the 21st century: Exploring the Edge. Change,
38 (5), 18-24.
Halpern, D. F. y Hakel, M. D. (2003). Applying the science of learning to the university and beyond:
Teaching for long-term retention and transfer. Change, 35 (4), 36-41.
Isaksen, S. G. y Gaulin, J. P. (2005). A reexamination of brainstorming research: Implications for
research and practice. Gifted Child Quarterly, 49, 315-329.
Kuhn, D. (1999). A developmental model of critical thinking. Educational Researcher, 28 (3), 16-25, 46.
Lajoie, S. P. (2003). Transitions and trajectories for studies of expertise. Educational Researcher, 32 (8),
21-25.
Medin, D. L., Lynch, E. B. y Solomon, K. O. (2000). Are there kinds of concepts? Annual Review of
Psychology, 51, 121-147.
Pintrich, P. R., Marx, R. W., y Boyle, R. A. (1993). Beyond cold conceptual change: The role of motivational beliefs and classroom contextual factors in the process of conceptual change. Review of
Educational Research, 63, 167-199.
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Capítulo
8
Motivación
Kerri Townsend, profesora de primaria, ha estado trabajando con sus alumnos en la resta con
reagrupación. Para enseñarles el concepto utilizó ejemplos cotidianos, iguras recortables y
materiales didácticos manipulables que despertaran su interés. Ahora los estudiantes están resolviendo problemas en sus pupitres y Kerri camina entre ellos, habla con algunos de manera
individual y revisa su trabajo.
La primera estudiante a la que le revisa su trabajo es a Margaret, quien siente que no es muy
buena en matemáticas. Kerri le dice: “Margaret, todas tus respuestas son correctas. Te estás volviendo muy buena en esto. Eso debería hacerte sentir bien. Sé que te irá muy bien en matemáticas
este año”.
El siguiente es Derrick, a quien le resulta difícil concentrarse y no ha avanzado mucho en su
trabajo. Kerri le dice: “Derrick, sé que puedes hacerlo mucho mejor. Mira lo bien que está trabajando Jason (Jason y Derrick son amigos). Sé que puedes hacerlo tan bien como él y resolver esos
problemas. Vamos a intentarlo”.
A Jared le gusta desempeñarse mejor que los demás, así que cuando Kerri se le acerca, le
dice: “Señorita Towsend, mire que bien lo estoy haciendo, mejor que casi todos los demás”. A lo
que Kerri le responde: “Sí, lo estás haciendo muy bien. Pero en lugar de pensar en cómo lo están
haciendo los demás, piensa en cómo lo estás haciendo tú. Mira, ahora ya puedes resolver problemas que hace apenas unas semanas no podías solucionar. De verdad has aprendido mucho”.
Cuando Kerri se acerca a Amy se da cuenta de que está perdiendo el tiempo, por lo que le
pregunta: “Amy, ¿por qué no estás trabajando?” Amy responde: “No me gustan esos problemas.
Preiero trabajar en la computadora”. A lo que Kerri contesta: “Tendrás la oportunidad para hacerlo. Sé que puedes resolver estos problemas, de modo que vamos a tratar de terminarlos antes
de que acabe la clase. Me parece que cuando veas lo bien que puedes resolver los problemas te
gustarán más las restas”.
A Matt le gusta aprender y se esfuerza mucho. Cuando Kerri se acerca a su pupitre el niño
está trabajando en los problemas. Por desgracia, también está cometiendo algunos errores. Kerri
le da retroalimentación y le muestra lo que está haciendo bien y lo que necesita corregir. Luego le
dice, “Matt, trabajas duro. Sé que si sigues trabajando en estos problemas aprenderás a resolverlos. Estoy segura de que pronto los resolverás con más facilidad”.
Kerri había trabajado con Rosetta en el establecimiento de metas para terminar su trabajo con
precisión. La meta que se ijó fue completar su tarea con al menos 80 por ciento de precisión. Al
345
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346
Capítulo 8
inicio del año su promedio de exactitud era de apenas 30 por ciento. Kerri revisa su trabajo y le
dice: “Rosetta, estoy muy orgullosa de ti. Ocho de los diez problemas que resolviste estuvieron
correctos, así que lograste tu meta. ¿Ves que ahora te va mucho mejor que antes? ¡Estás mejorando
mucho en matemáticas!”
A lo largo de este texto hemos visto que buena
parte del aprendizaje humano (independientemente
del contenido) tiene rasgos comunes. El aprendizaje
empieza con el conocimiento y las habilidades que
los aprendices llevan a la situación, las cuales luego
amplían y perfeccionan en función del aprendizaje;
también involucra el uso de estrategias y procesos
cognoscitivos como la atención, la percepción, el
repaso, la organización, la elaboración, el almacenamiento y la recuperación.
En este capítulo se revisa la motivación, un tema
íntimamente relacionado con el aprendizaje. La motivación es el proceso de instigar y mantener la conducta dirigida a metas (Schunk et al., 2008). Se deine
desde un punto de vista cognoscitivo porque plantea
que los aprendices establecen metas y emplean procesos cognoscitivos —como la planeación y la supervisión— y conductas —como la persistencia y el esfuerzo— para alcanzar sus metas. Aunque se revisan
las visiones conductuales de la motivación, la mayor
parte de este capítulo se dedica a las perspectivas
cognoscitivas.
Como sucede con el aprendizaje, la motivación
no se observa directamente sino que se iniere de indicadores conductuales, como verbalizaciones, elección de tareas y actividades dirigidas a metas. La motivación es un concepto explicativo que nos ayuda a
entender por qué la gente se comporta como lo hace.
Aunque algunos tipos simples de aprendizaje
pueden ocurrir con poca o nula motivación, la mayor
parte del aprendizaje es motivado. Los estudiantes
motivados para aprender prestan atención a la enseñanza y se involucran en actividades como repasar la información, relacionarla con el conocimiento
adquirido con anterioridad y plantear preguntas. En
lugar de rendirse cuando se encuentran con materiales difíciles, los estudiantes motivados invierten
mayor esfuerzo. Eligen trabajar en tareas a las que no
están obligados; en su tiempo libre leen libros sobre
temas de interés, resuelven problemas, arman rompe-
cabezas y trabajan en proyectos en la computadora.
En resumen, la motivación atrae a los estudiantes a las
actividades que facilitan el aprendizaje. Los profesores entienden la importancia de la motivación para el
aprendizaje y, como demuestra la viñeta presentada al
inicio del capítulo, hacen muchas cosas para mejorar
la motivación de sus alumnos.
Este capítulo inicia con la revisión de algunas
visiones históricas de la motivación y en la parte
restante se revisan las perspectivas cognoscitivas. Se
explican los procesos motivacionales clave y se relacionan con el aprendizaje. Los temas que se exponen son: la teoría de la motivación para el logro, la
teoría de la atribución, la teoría cognoscitiva-social,
la teoría de las metas, las percepciones de control, el
autoconcepto y la motivación intrínseca. Al inal del
capítulo se incluyen algunas aplicaciones educativas.
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de:
n
Analizar brevemente algunas teorías históricas
de la motivación importantes: la de la pulsión,
la del condicionamiento, la de la congruencia
cognoscitiva y la humanista.
n
Bosquejar un modelo del aprendizaje motivado
y describir sus principales componentes.
n
Explicar las características principales de un modelo actual de la motivación para el logro.
n
Examinar las dimensiones causales de la teoría
de la atribución de Weiner y los efectos que
producen en las situaciones de logro.
n
Explicar cómo los procesos cognoscitivos sociales de las metas y las expectativas se pueden
formar e interactuar para inluir en la motivación.
n
Distinguir entre las metas de aprendizaje (proceso) y las metas de desempeño (producto), así
como explicar la manera en que pueden inluir
en la motivación y el aprendizaje.
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Motivación
n
Explicar los efectos que el control percibido podría tener sobre el aprendizaje, la conducta y las
emociones.
n
Deinir el autoconcepto y explicar los principales
factores que inluyen en su desarrollo.
n
Distinguir la motivación intrínseca de la extrínseca y las condiciones en que las recompensas
347
pueden aumentar o disminuir la motivación intrínseca.
n
Examinar las aplicaciones educativas que involucran a la motivación para el logro, las atribuciones y las orientaciones a metas.
PERSPECTIVAS HISTÓRICAS
Empezaremos por revisar las perspectivas históricas de la motivación. Aunque algunas de las variables
incluidas en las teorías históricas no son relevantes para las teorías actuales, las visiones históricas
ayudaron a establecer las condiciones para las teorías cognoscitivas vigentes y algunas de sus ideas
todavía son relevantes.
Algunas visiones iniciales relejaban la idea de que la motivación resulta principalmente de los
instintos. Por ejemplo, los etólogos basaron sus ideas en la teoría de Darwin, que propone que
los instintos tienen valor de supervivencia para los organismos. La energía se acumula dentro de los
organismos y se libera en conductas diseñadas para contribuir a la supervivencia de la especie. Otros
han enfatizado la necesidad del individuo de homeostasis o niveles óptimos de los estados isiológicos.
Una tercera perspectiva implica al hedonismo, es decir, la idea de que los seres humanos viven para
buscar el placer y evitar el dolor. Aunque cada una de esas visiones puede explicar ciertos casos de la
motivación humana, no dan cuenta de la gran variedad de actividades motivadas, en especial las que
ocurren durante el aprendizaje. Los lectores interesados en esos puntos de vista deben consultar otras
fuentes (Petri, 1986; Schunk et al., 2008; Weiner, 1992).
Cuatro perspectivas históricas sobre la motivación relevantes para el aprendizaje son: la teoría de la pulsión, la teoría del condicionamiento, la teoría de la congruencia cognoscitiva y la
teoría humanista.
Teoría de la pulsión
La teoría de la pulsión surgió como una explicación isiológica que a la larga fue ampliada para incluir las necesidades psicológicas. Woodworth (1918) deinió las pulsiones como fuerzas internas que
buscan mantener el equilibrio homeostático del cuerpo. Cuando una persona o animal se ve privado
de un elemento esencial, como la comida, el aire o el agua, se activa en ella una pulsión que la hace
responder. La pulsión disminuye cuando se obtiene el elemento faltante.
Buena parte de la investigación que sometió a prueba las predicciones de la teoría de la pulsión fue
realizada con animales de laboratorio (Richter, 1927; Woodworth y Schlosberg, 1954). En esos experimentos a menudo se privaba a animales de agua o comida por cierto tiempo y después se evaluaban sus
conductas para obtener el líquido o el alimento. Por ejemplo, se privaba a ratas de comida por diversos
lapsos y se les colocaba en un laberinto. Después se medía el tiempo que les tomaba llegar al inal
del laberinto para recibir comida. No es de sorprender que la fuerza de la respuesta (velocidad de la
carrera) por lo común variara directamente con el número de reforzamientos previos y con la privación
de alimentos hasta por 2 o 3 días, después de lo cual cesaba porque los animales se debilitaban en forma
progresiva.
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348
Capítulo 8
Hull (1943) amplió el concepto de pulsión al plantear que los déicits isiológicos eran necesidades primarias que instigaban las pulsiones para reducir las necesidades. La pulsión (P) era la fuerza
motivacional que activaba e inducía a personas y animales a la acción. La conducta para satisfacer una
necesidad que obtenía reforzamiento producía una reducción de la pulsión. El proceso es el siguiente
necesidad → pulsión → conducta
Hull (1943) deinió la motivación como el “inicio de patrones aprendidos o habituales de movimiento o conducta” (p. 226). Creía que las conductas innatas por lo regular satisfacen necesidades
primarias y que el aprendizaje ocurre sólo cuando las conductas innatas demuestran ser ineicientes.
El aprendizaje representaba la adaptación del individuo al ambiente para garantizar la supervivencia.
Hull también propuso la existencia de reforzadores secundarios porque buena parte de la conducta no está orientada a la satisfacción de necesidades primarias. Situaciones estímulo, como trabajar
para ganar dinero, adquirían poder como reforzador secundario al parearse con el reforzamiento primario, por ejemplo, el dinero compra comida.
La teoría de la pulsión generó mucha investigación como consecuencia de los trabajos de Hull
(Weiner, 1992). Como explicación de la conducta motivada, la teoría de la pulsión parece aplicarse
mejor a las necesidades isiológicas inmediatas; por ejemplo, si una persona se pierde en el desierto
se preocupa antes que nada por encontrar comida, agua y refugio. La teoría de la pulsión no explica
de manera ideal gran parte de la motivación humana. Las necesidades no siempre desencadenan pulsiones orientadas a disminuir la necesidad. Los estudiantes que tienen prisa por terminar un proyecto
retrasado pueden sentirse hambrientos y aun así no suspender su tarea para comer porque el deseo de
terminarla supera la necesidad isiológica. Por el contrario, pueden existir pulsiones aunque no existan
necesidades isiológicas. Por ejemplo, el sexo no es una necesidad que se deba satisfacer de inmediato
para sobrevivir, sin embargo, algunas personas sienten una pulsión sexual que los lleva a adoptar una
conducta promiscua.
Aunque la teoría de la pulsión puede explicar algunas conductas dirigidas a metas inmediatas,
muchas conductas humanas relejan metas a largo plazo, como encontrar un trabajo, obtener un
grado académico y viajar alrededor del mundo. Las personas no se encuentran en un estado continuo
de pulsión elevada mientras persiguen esas metas, sino que por lo general experimentan periodos de
motivación alta, promedio y baja. Una pulsión elevada no es propicia para el desempeño por periodos
prolongados, en especial de tareas complejas (Broadhurst, 1957; Yerkes y Dodson, 1908). En resumen,
la teoría de la pulsión no explica de manera adecuada la motivación académica.
Teoría del condicionamiento
La teoría del condicionamiento (véase el capítulo 3) explica la motivación en términos de las respuestas provocadas por los estímulos (condicionamiento clásico) o emitidas en presencia de los estímulos
(condicionamiento operante). En el modelo del condicionamiento clásico las propiedades para motivar
de un estímulo incondicionado (EI) se transmiten al estímulo condicionado (EC) por medio de emparejamientos repetidos. El condicionamiento ocurre cuando el EC provoca una respuesta condicionada
(RC) en ausencia del EI. Ésta es una visión pasiva de la motivación porque plantea que, una vez que
ocurre el condicionamiento, la RC es provocada cuando se presenta el EC. Como se expuso en el
capítulo 3, el condicionamiento no es un proceso automático, sino que depende de la información
transmitida al individuo acerca de la probabilidad de que ocurra el EI cuando se presenta el EC.
En el condicionamiento operante la conducta motivada es un incremento en la tasa de respuestas
o una mayor probabilidad de que una respuesta ocurra en presencia de un estímulo. Skinner (1953)
airmaba que no se requieren los procesos internos que acompañan a la respuesta para explicar la
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Motivación
349
conducta. Las causas de la conducta deben buscarse en el ambiente inmediato y en la historia de los
individuos. Asignar a un estudiante la etiqueta de “motivado” no explica la razón por la que trabaja de
manera fructífera. El estudiante es productivo porque antes obtuvo un reforzamiento de esa forma
de trabajo y porque el ambiente actual le ofrece reforzadores eicaces.
Existen muchas evidencias de que los reforzadores pueden inluir en lo que hacen las personas;
sin embargo, lo que inluye en la conducta de éstas no es el reforzamiento, sino lo que creen acerca
del mismo. Las personas realizan actividades porque creen que serán reforzadas y porque valoran el
reforzamiento (Bandura, 1986). Cuando la historia de reforzamiento entra en conlicto con las creencias actuales de las personas, éstas actúan con base en sus creencias (Brewer, 1974). Las teorías del
condicionamiento explican la motivación humana de manera incompleta porque omiten los elementos
cognoscitivos.
Teoría de la congruencia cognoscitiva
La teoría de la congruencia cognoscitiva supone que la motivación es resultado de la interacción de
cogniciones y conductas. Se trata de una teoría homeostática porque predice que cuando existe tensión entre los elementos, el problema debe ser resuelto restableciendo la congruencia entre cogniciones y conductas. Dos perspectivas destacadas son la teoría del equilibrio y la teoría de la disonancia.
Teoría del equilibrio. Heider (1946) propuso que los individuos tienden a establecer un equilibrio
cognoscitivo en las relaciones entre personas, situaciones y eventos. La situación básica involucra tres
elementos y las relaciones pueden ser positivas o negativas.
Por ejemplo, suponga que los tres elementos son Janice (la profesora), Ashley (la estudiante) y
química (la materia). Existe equilibrio cuando las relaciones entre todos los elementos son positivas; a
Ashley le agrada Janice, le gusta la química y cree que a Janice también le gusta la química. También
existe equilibrio con una relación positiva y dos relaciones negativas: a Ashley no le agrada Janice y
no le gusta la química, pero cree que a Janice le gusta la química (véase la igura 8.1).
J
+
J
J
+
Q
A
Q
A
+
–
–
+
J
–
Q
A
–
Q
A
+
–
–
+
J
J
J
J
–
+
+
Q
A
+
+
–
Q
A
+
–
+
Q
A
–
–
Q
A
–
Figura 8.1
Predicciones de la teoría del equilibrio.
Nota: J, Janice (profesora de química); A, Ashley (estudiante); Q, química (materia). Los símbolos “+” y “2“ representan
“agrado” y “desagrado”, respectivamente, de modo que el equilibrio en la parte superior izquierda se puede leer de la
siguiente manera: a Ashley le agrada Janice, a Ashley le gusta la química y Ashley cree que a Janice le gusta la química.
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350
Capítulo 8
Existe desequilibrio cognoscitivo con una relación negativa y dos relaciones positivas (a Ashley le
agrada Janice, pero no le gusta la química y cree que a Janice le gusta la química) y con tres relaciones
negativas. La teoría del equilibrio predice que no existe tendencia a cambiar las relaciones cuando
la tríada está en equilibrio, pero que cuando hay desequilibrio las personas tratarán de resolver los
conlictos (a nivel cognoscitivo y conductual). Por ejemplo, Ashley podría decidir que, dado que le
agrada Janice y a Janice le gusta la química, tal vez la química no sea tan mala después de todo, es
decir, Ashley cambia su actitud hacia la materia.
Que las personas busquen restablecer el equilibrio cognoscitivo es intuitivamente factible, pero
la teoría del equilibrio tiene problemas, ya que predice cuándo tratarán las personas de restablecer el
equilibrio, pero no la manera en que lo harán. Ashley podría cambiar su actitud hacia la química, pero
también podría establecer el equilibrio sintiendo desagrado por la química y por Janice. La teoría tampoco toma en consideración la importancia de las relaciones desequilibradas. La gente se preocupa
mucho cuando existe desequilibrio entre las personas y las situaciones que valora, pero quizá no se
esfuerce por restablecer el equilibrio cuando tiene poco interés en los elementos.
Disonancia cognoscitiva. Festinger (1957) propuso una teoría de la disonancia cognoscitiva que plantea que los individuos tratan de mantener relaciones congruentes entre sus creencias, actitudes, opiniones y conductas. Las relaciones pueden ser consonantes, irrelevantes o disonantes. Dos cogniciones son consonantes si una se deriva o encaja con la otra; por ejemplo, “Tengo que dar un discurso
mañana a las 9 en Los Ángeles”, “Hoy vuelo para allá”. Muchas creencias son irrelevantes entre sí; por
ejemplo, “Me gusta el chocolate” y “Hay un nogal en mi patio”. Las cogniciones disonantes se presentan cuando una se deriva del opuesto de la otra; por ejemplo, “No me agrada Deborah” y “Compré un
regalo para Deborah”. La disonancia es tensión con propiedades similares a la pulsión que lleva a la
reducción; y debe aumentar a medida que se incrementa la discrepancia entre cogniciones. Dado que
le compré un regalo a Deborah, la cognición “No me agrada Deborah” debería producir más disonancia que “Deborah es una conocida”.
La teoría de la disonancia cognoscitiva también toma en cuenta la importancia de las cogniciones.
Grandes discrepancias entre cogniciones triviales no causan mucha disonancia. “El amarillo no es mi
color favorito” y “Manejo un carro amarillo” no producirá mucha disonancia si el color del carro no
me interesa.
La disonancia puede ser reducida de varias formas:
n
Cambiar la cognición discrepante (“Tal vez sí me agrada Deborah”).
n
Matizar las cogniciones (“La razón por la que no me agrada Deborah es que hace 10 años
me pidió prestados $100 y nunca me pagó. Pero ha cambiado mucho desde entonces y es
probable que no vuelva a hacer algo así”).
n
Disminuir la importancia de las cogniciones (“No tiene importancia que le haya dado un
regalo a Deborah; doy regalos a mucha gente por diferentes razones”).
n
Modiicar la conducta (“Nunca le volveré a regalar algo a Deborah”).
La teoría de la disonancia dirige la atención a la manera en que se pueden resolver los conlictos
cognoscitivos (Aronson, 1966). La idea de que la disonancia nos impulsa a la acción es atractiva. Dado
que trata con cogniciones discrepantes, esta teoría no se restringe a tres relaciones como la teoría del
equilibrio. Pero las teorías de la disonancia y del equilibrio comparten muchos problemas. La noción
de disonancia es vaga y difícil de veriicar experimentalmente. Es problemático predecir si las cogni-
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Motivación
351
ciones estarán en conlicto en una situación dada porque deben ser claras e importantes. La teoría no
predice si la forma de reducir la disonancia consistirá en cambiar la conducta o modiicar los pensamientos. Esos problemas sugieren que se necesitan procesos adicionales para explicar la motivación
humana. Shultz y Lepper (1996) presentaron un modelo que reconcilia los hallazgos discrepantes de la
investigación sobre la disonancia y los integra mucho mejor a otras variables motivacionales.
Teoría humanista
La teoría humanista, tal como se aplica al aprendizaje, es en gran medida constructivista (véase el
capítulo 6) y hace énfasis en los procesos cognoscitivos y afectivos. Se ocupa de las capacidades y
potencialidades de las personas en la medida en que éstas hacen elecciones y buscan tener el control
de su vida.
Los teóricos humanistas hacen ciertas suposiciones (Schunk et al., 2008). Una es que el estudio
de las personas es holístico: para entender a la gente debemos estudiar sus conductas, pensamientos
y sentimientos (Weiner, 1992). Los humanistas enfatizan la consciencia que tienen los individuos de sí
mismos y están en desacuerdo con los conductistas que estudian las respuestas individuales a estímulos discretos.
Una segunda suposición es que las elecciones, la creatividad y la autorrealización humana son
áreas de estudio importantes (Weiner, 1992). Para entender a la gente, los investigadores no deben estudiar animales sino a personas que funcionen a nivel psicológico y traten de ser creativas y de maximizar sus capacidades y potencial. La motivación es importante para resolver las necesidades básicas,
pero las personas disponen de mayores opciones cuando se esfuerzan por maximizar su potencial.
Las teorías humanistas mejor conocidas incluyen a las de Abraham Maslow y Carl Rogers. A continuación se revisa la teoría de Maslow, que enfatiza la motivación para desarrollar todo el potencial,
después de esta se revisa la teoría de Rogers, que aborda tanto el aprendizaje como la enseñanza.
Jerarquía de necesidades. Maslow (1968, 1970) creía que las acciones humanas son uniicadas por el
hecho de que se dirigen a la obtención de metas. Las conductas pueden cumplir varias funciones al
mismo tiempo; por ejemplo, asistir a una iesta puede satisfacer las necesidades de autoestima e interacción social. Maslow creía que las teorías del condicionamiento no abarcan toda la complejidad de
la conducta humana. Decir que las personas socializan en una iesta porque antes fueron reforzadas
por hacerlo no toma en cuenta el papel que en la actualidad desempeña la socialización para la gente.
La mayor parte de la acción humana representa un esfuerzo por satisfacer necesidades, las cuales
se presentan en niveles jerárquicos (véase la igura 8.2). Para que las necesidades de orden superior
puedan inluir en la conducta, antes se deben haber satisfecho de manera adecuada las necesidades
de orden inferior. Las necesidades isiológicas, situadas en el nivel más bajo de la jerarquía, incluyen
las necesidades de comida, aire y agua, por ejemplo. Esas necesidades están satisfechas en la mayoría
de las personas la mayor parte del tiempo, pero se vuelven poderosas cuando no lo están. Durante
las emergencias, las necesidades predominantes son las de seguridad, las cuales implican un ambiente
seguro, por ejemplo, ante la crecida de una corriente las personas optan por huir para salvar sus vidas
aunque requieran abandonar propiedades valiosas. Las necesidades de seguridad también se maniiestan en actividades como ahorrar dinero, asegurar un trabajo y contratar una póliza de seguros.
Una vez que las necesidades isiológicas y de seguridad han sido satisfechas de manera adecuada,
adquieren importancia las necesidades de pertenencia (o de amor). Esas necesidades implican relacionarse íntimamente con otros, pertenecer a grupos, y tener amigos cercanos y conocidos. Se obtiene
un sentido de pertenencia por medio del matrimonio y los compromisos interpersonales, o adhiriéndose a grupos de voluntarios, clubes, iglesias y cosas parecidas. Las necesidades de estima incluyen la
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Capítulo 8
De autorrealización
De estima
De pertenencia
De seguridad
Fisiológicas
Figura 8.2
Jerarquía de necesidades de Maslow.
Fuente: Motivation and Personality, de A. Maslow, © 1970. Reproducido con autorización
de Pearson Education, Inc. Upper Sadle River, NJ.
autoestima y la estimación de los demás. Esas necesidades se maniiestan en un alto nivel de logro,
independencia, trabajo competente y reconocimiento de los demás.
Las primeras cuatro necesidades son necesidades por privación: su falta de satisfacción produce
deiciencias que motivan a la gente a satisfacerlas. Las deiciencias graves o prolongadas pueden dar
lugar a problemas mentales: “La mayor parte de las neurosis involucran, junto con otros determinantes, deseos no gratiicados de seguridad, pertenencia e identiicación, de relaciones amorosas cercanas
y de respeto y prestigio” (Maslow, 1968, p. 21).
En el nivel más alto se encuentra la necesidad de autorrealización o el deseo de realizarse. La
autorrealización se maniiesta en la necesidad de convertirse en todo lo que se puede ser. La conducta
no es motivada por una deiciencia sino por un deseo de crecimiento personal.
Las personas sanas han gratiicado lo suiciente sus necesidades de seguridad, pertenencia, amor,
respeto y autoestima, por lo que son motivadas principalmente por las tendencias a la autorrealización
[deinida como la realización de los potenciales, capacidades y talentos, el cumplimiento de la misión
(llamada suerte, destino o vocación), como un conocimiento y aceptación plena de la naturaleza intrínseca del individuo, como una tendencia incesante hacia la unidad, la integridad o sinergia dentro
de la persona]. (Maslow, 1968, p. 25).
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Motivación
353
APLICACIÓN 8.1
Jerarquía de Maslow
La jerarquía de Maslow puede ayudar a los profesores a entender a sus alumnos y crear un ambiente
que mejore el aprendizaje. Es poco realista esperar
que los estudiantes muestren interés en las actividades del aula si tienen deiciencias isiológicas o
de seguridad. A los niños que llegan a la escuela sin
haber desayunado y que carecen de dinero para
el almuerzo, les es imposible concentrarse en las
tareas del salón de clases. Los docentes pueden trabajar con los consejeros, directores y trabajadores
sociales para ayudar a las familias de los niños, o
bien, hacer que éstos sean admitidos en programas
de alimentos gratuitos o de bajo costo.
A algunos estudiantes les resulta difícil trabajar en sus tareas cuando hay distracciones cercanas, por ejemplo, movimientos o ruidos. Los
profesores pueden reunirse con los padres de los
niños para valorar si hay condiciones problemáticas en sus hogares. Si existen trastornos en el
hogar, las necesidades de seguridad del niño podrían no estar satisfechas, por lo que este podría
experimentar el deseo de sentirse más seguro
acerca del aprendizaje. El profesor puede exhortar a los padres a ofrecer a los niños un ambiente
en el hogar que sea favorable para el estudio,
asegurarse de que en el salón de clases haya pocas
distracciones y de enseñar a los alumnos habilidades para afrontarlas, por ejemplo la manera de
concentrarse y prestar atención a las actividades
académicas).
Algunos estudiantes de preparatoria tienen
problemas con la violencia y las presiones asociadas con las conductas de las pandillas. Si los
alumnos viven con el temor de que los pandilleros los lastimen o tienen que lidiar a menudo con
las presiones para unirse a ellos, probablemente
les sea imposible concentrarse en las tareas académicas. Los docentes y administradores pueden
considerar trabajar con los alumnos, los padres,
los organismos de la comunidad y las autoridades
con el in de desarrollar estrategias adecuadas para
eliminar las amenazas a la seguridad. Para crear
una atmósfera propicia para el aprendizaje, se necesitan abordar esos problemas. Una vez que han
creado la atmósfera apropiada, los profesores deben asignar a sus alumnos actividades que puedan
realizar con éxito.
Si bien la mayoría de la gente va más allá de las necesidades por deiciencia y se esfuerza por la
autorrealización, son pocas las personas que se sienten plenamente realizadas, quizá sólo 1 por ciento
de la población se siente así (Goble, 1970). La autorrealización se puede manifestar de varias maneras:
Por supuesto, la forma especíica que adoptarán esas necesidades varía mucho de una a otra persona. Una
persona puede sentirse realizada si se considera una madre ideal, otra si se considera una buena atleta
y otras si consideran que han destacado en la pintura o en las invenciones. En este nivel las diferencias
individuales son mayores (Maslow, 1970, p. 46)
Otra forma en que se maniiesta la autorrealización es en una fuerte motivación para el logro
(véase el recuadro de aplicación 8.1).
Maslow hizo un estudio informal de conocidos personajes y de iguras históricas. Las características de los individuos autorrealizados incluyen una mayor percepción de la realidad, aceptación (de
sí mismos, de los demás y de la naturaleza), espontaneidad, enfoque en los problemas, desapego
y deseo de privacidad, autonomía y resistencia a la aculturación, frescura de la apreciación y riqueza
de la reacción emocional, frecuencia de las experiencias cumbre (pérdida de la conciencia de sí
mismo) e identiicación con la especie humana (Maslow, 1968).
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354
Capítulo 8
Cuando las personas se sienten realizadas, tratan de resolver problemas importantes, buscan
la causa en el exterior y dedican sus esfuerzos a resolverlos. También muestran gran interés en los
medios que les permitirán obtener sus metas. El resultado (corregir o resolver un problema) es tan
importante como los medios para conseguir el in (el verdadero trabajo involucrado).
La jerarquía de Maslow es una guía general que resulta útil para entender la conducta. Demuestra
lo poco realista que es esperar que los estudiantes aprendan en la escuela si sufren deiciencias isiológicas o de seguridad. La jerarquía ofrece a los educadores indicios sobre la razón por la que
los estudiantes actúan como lo hacen. Los educadores enfatizan el logro intelectual, pero a muchos
adolescentes les preocupa la pertenencia y la estima.
Al mismo tiempo, la teoría tiene problemas. Uno de ellos es la vaguedad conceptual, ya que no
queda claro lo que constituye una deiciencia, pues lo que lo para una persona podría ser una deiciencia en alguna área, para otra podría no serlo. Otro problema es que las necesidades de orden
inferior no siempre son más fuertes que las de mayor orden. Muchas personas arriesgan su seguridad
para rescatar a otros del peligro. Un tercer problema es que la investigación sobre las cualidades de los
individuos autorrealizados ha arrojado resultados poco concluyentes (Petri, 1986). Al parecer la autorrealización puede adoptar muchas formas y manifestarse en el trabajo, la escuela, el hogar, etcétera.
No queda claro cómo puede aparecer y cómo se puede inluir en ella. A pesar de esos problemas, la
idea de que la gente se esfuerza por sentirse competente y llevar una vida realizada es una noción
central de muchas teorías de la motivación (Schunk et al., 2008).
Tendencia a la realización. Carl Rogers fue un reconocido psicoterapeuta cuyo enfoque para la consejería se conoce como terapia centrada en el cliente. De acuerdo con Rogers (1963), la vida representa
un proceso continuo de crecimiento personal u obtención de la integridad. Este proceso, o tendencia
a la realización, aumenta la motivación y supuestamente es innato (Rogers, 1963). Rogers consideraba
que este proceso es la única motivación fundamental de la que se derivan todas las demás, como el
hambre y la sed. La tendencia a la realización está orientada hacia el crecimiento personal, el logro de
autonomía y la liberación del control de fuerzas externas.
En resumen, tratamos con un organismo que siempre está motivado, siembre está en busca de algo.
De modo que reairmo... mi creencia de que en el organismo humano existe una fuente central de
energía; que es una función del organismo completo y no de una parte de él; y que quizá se conciba
mejor como una tendencia a la integridad, hacia la realización, hacia el mantenimiento y la mejora del
organismo. (Rogers, 1963, p. 6).
El ambiente puede inluir en la tendencia a la realización. Nuestras experiencias y la forma en que
las interpretamos pueden fomentar u obstaculizar nuestros intentos por crecer. Con el desarrollo, los
individuos se vuelven más conscientes de su propio ser y funcionamiento (experiencia de sí mismos).
Esta consciencia se torna más elaborada en un autoconcepto a través de las interacciones con el ambiente y otras personas signiicativas (Rogers, 1959). El desarrollo de la autoconsciencia produce la necesidad de consideración positiva o sentimientos como el respeto, el agrado, la calidez, la compasión y
la aceptación. Experimentamos consideración positiva de los demás cuando tenemos esos sentimientos
hacia ellos. Percibimos que recibimos consideración positiva cuando creemos que otros sienten eso
por nosotros. Esta relación es recíproca: cuando las personas perciben que satisfacen la necesidad de
consideración positiva de otro, experimentan la satisfacción de su necesidad de consideración positiva.
La gente tiene también la necesidad de consideración positiva de sí misma o consideración
positiva que se deriva de las experiencias consigo misma (Rogers, 1959). La consideración positiva de sí mismo se desarrolla cuando la gente experimenta consideración positiva de los demás,
lo cual crea una actitud positiva hacia sí misma. Un elemento crucial es la obtención de conside-
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Motivación
355
ración positiva incondicional, o actitudes de valía y aceptación sin requisitos. La consideración
positiva incondicional es lo que siente la mayoría de los padres por sus hijos. Los padres siempre
valoran o aceptan (tienen en gran estima) a sus hijos, aunque no valoren o acepten todas sus
conductas. La gente que experimenta consideración positiva incondicional cree que es valorada
aunque sus acciones decepcionen a los demás. La tendencia a la realización crece porque la gente
acepta sus experiencias y porque las percepciones que posee de sí misma son congruentes con la
retroalimentación que recibe.
Los problemas surgen cuando la gente experimenta consideración condicional o contingente a
ciertas acciones. La gente actúa de acuerdo con esas condiciones de valor cuando busca o evita experiencias que considera más o menos dignas de consideración. La consideración condicional crea
tensión porque la gente sólo se siente aceptada y valorada cuando se comporta de manera apropiada.
Para protegerse puede percibir o distorsionar de manera selectiva las experiencias o sacarlas de la
conciencia.
Rogers y la educación. Rogers (1969; Rogers y Frieberg, 1994) habló sobre la educación en su libro
Freedom to Learn. El aprendizaje signiicativo que surge de las experiencias es relevante para la persona íntegra, tiene relación personal (involucra las cogniciones y sentimientos de los aprendices), es
iniciado por la persona (el impulso para el aprendizaje viene del interior), es general (inluye en la
conducta, las actitudes y la personalidad de los aprendices), y es evaluado por el aprendiz (de acuerdo
con si satisface necesidades o conduce a metas). El aprendizaje signiicativo contrasta con el que no
lo es, el que no lleva a los aprendices a involucrarse en su aprendizaje, que es iniciado por otros, que
no inluye en diversos aspectos de los aprendices y que no es evaluado por ellos de acuerdo con si
satisface sus necesidades.
Rogers (1969) creía que la gente posee un potencial natural para aprender y que tiene el deseo
de hacerlo.
Me molestó mucho la idea de que los estudiantes deben ser “motivados”. El ser humano joven muestra un grado elevado de motivación intrínseca. Muchos elementos de su ambiente constituyen un reto
para él. Es curioso, está impaciente por descubrir, deseoso de saber, dispuesto a resolver problemas.
Una parte triste de la mayoría de la educación es que para el momento en que el niño ha pasado
algunos años en la escuela, la motivación ha sido sofocada en gran medida. (p. 131).
Los estudiantes perciben que el aprendizaje signiicativo es relevante porque creen que los ayudará a mejorar en lo personal. El aprendizaje requiere la participación activa de los aprendices, combinada
con la autocrítica y la autoevaluación, así como con la creencia de que es importante. Rogers creía
que el aprendizaje que se puede enseñar a otros no es muy valioso. Más que impartir aprendizaje, la tarea principal de los profesores es actuar como facilitadores que establecen en el salón
de clases un clima orientado hacia el aprendizaje signiicativo y que ayuda a los estudiantes a
aclarar sus metas. Los docentes disponen los recursos de modo que pueda ocurrir el aprendizaje y, dado que ellos mismos son recursos, comparten sus sentimientos y pensamientos con los
alumnos.
En lugar de dedicar mucho tiempo a planear las clases, los profesores deben ofrecer a los estudiantes los recursos que les permitan satisfacer sus necesidades. Los contratos individuales son preferibles a las secuencias cerradas en que todos los estudiantes trabajan en el mismo material al mismo
tiempo. Los contratos conceden a los alumnos mucha libertad, es decir, les permiten autorregularse
para tomar decisiones sobre las metas y la cronología. La libertad en sí no debe ser impuesta, los estudiantes que desean más dirección del profesor deben recibirla. Rogers defendía un mayor uso de la
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356
Capítulo 8
APLICACIÓN 8.2
Enseñanza humanista
Los principios humanistas son de gran relevancia
para el salón de clases. Algunos principios importantes que se pueden incluir en las metas y prácticas de instrucción son los siguientes:
n
n
n
n
Mostrar consideración positiva por los estudiantes.
Distinguir a los estudiantes de sus acciones.
Alentar el crecimiento personal ofreciendo a
los estudiantes opciones y oportunidades.
Facilitar el aprendizaje ofreciendo a los
alumnos recursos y aliento.
Jim Marshall empleó esos cuatro principios
con Tony, un estudiante de su clase de historia
de Estados Unidos que era conocido por alborotar el vecindario. Aunque otros profesores le
habían contado cosas negativas acerca de Tony,
a él le parecía que poseía un conocimiento extraordinario de la historia de Estados Unidos.
Sin dejarse desalentar por la reputación de
Tony entre los demás, le pedía a menudo que
participara en las clases, también le ofreció diversos recursos y oportunidades de participar
en proyectos, y lo elogió para que continuara
desarrollando su interés en la historia. Al final
del semestre trabajó con él en la preparación de
un proyecto para la feria estatal de historia, con
el cual Tony obtuvo el segundo lugar.
indagación, las simulaciones y las autoevaluaciones como formas de brindar libertad. En el recuadro
de la aplicación 8.2 se sugieren formas de aplicar los principios humanistas.
La teoría de Rogers ha tenido gran aplicación psicoterapéutica. El énfasis en ayudar a la gente a
esforzarse para enfrentar los desafíos y a maximizar su potencial es importante para la motivación y
el aprendizaje. Sin embargo, la teoría úicamente está desarrollada en términos generales y no queda
claro el signiicado de varios constructos. Además, tampoco es evidente la manera en que se podría
ayudar a los estudiantes a desarrollar autoconsideración. No obstante, ofrece a los profesores muchos
buenos principios que pueden utilizar para mejorar la motivación del aprendiz. Varias de las ideas examinadas por Rogers se encuentran en otras teorías que se revisan en éste y otros capítulos del texto.
MODELO DE APRENDIZAJE MOTIVADO
La tesis central de este capítulo es que existe una relación estrecha entre la motivación y el aprendizaje, que se inluyen mutuamente. La motivación de los estudiantes puede inluir en lo que aprenden
y en cómo lo aprenden. A su vez, a medida que los estudiantes aprenden y perciben que se vuelven
cada vez más hábiles, se sienten motivados para seguir aprendiendo.
En la tabla 8.1 se describe esta estrecha conexión entre la motivación y el aprendizaje (Schunk
et al., 2008; Schunk, 1995). El modelo es genérico y no pretende relejar ninguna perspectiva teórica, aunque es cognoscitivo porque considera que la motivación surge en gran medida de pensamientos y creencias. El modelo describe tres fases: antes de la tarea, durante la tarea y después de
la tarea. Ésta es una forma conveniente de pensar en el papel cambiante de la motivación durante
el aprendizaje.
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Motivación
357
Tabla 8.1
Habilidades de razonamiento.
Antes de la tarea
Durante la tarea
Después de la tarea
Metas
Variables en la instrucción
Profesor
Atribuciones
Expectativas
Autoeicacia
Resultado
Valores
Afectos
Necesidades
Apoyo social
Retroalimentación
Materiales
Equipo
Metas
Expectativas
Variables contextuales
Pares
Ambiente
Afectos
Variables personales
Construcción del conocimiento
Adquisición de la habilidad
Autorregulación
Elección de actividades
Esfuerzo
Persistencia
Necesidades
Valores
Apoyo social
Antes de la tarea
En la motivación de los estudiantes para el aprendizaje inluyen muchas variables. Los alumnos emprenden las tareas con varias metas, por ejemplo aprender el material, tener un buen desempeño, terminar primero, etcétera, de las cuales no todas son académicas. Como Wentzel demostró (1992, 1996),
los estudiantes poseen metas sociales que pueden integrar a las académicas. Durante una actividad
grupal Matt quizá quiera aprender el material pero también quiere hacerse amigo de Amy.
Los estudiantes entran a la escuela con varias expectativas. Como se expuso en el capítulo 4, éstas
pueden implicar capacidades para el aprendizaje (autoeicacia) y percepciones de las consecuencias
del mismo (expectativas del resultado). Los estudiantes tienen percepciones distintas del valor, o importancia percibida, del aprendizaje. Wigield y Eccles (1992) distinguieron diversos valores que se
explican más adelante.
Los alumnos diieren en los afectos que asocian con el aprendizaje. Se pueden sentir emocionados, ansiosos o no experimentar una emoción particular. Estos afectos guardan una estrecha relación con
sus necesidades, que algunas teorías plantean que son importantes.
Por último, se espera que varíe el apoyo social que reciben los estudiantes. El apoyo social incluye
los tipos de ayuda que sus profesores y compañeros les pueden brindar en la escuela, así como la
ayuda y el aliento que les pueden proporcionar sus padres y otras personas signiicativas en sus vidas.
El aprendizaje requiere a menudo que alguien le proporcione al estudiante tiempo, dinero, esfuerzo,
transporte, etcétera.
Durante la tarea
Las variables en la instrucción, en el contexto (sociales y ambientales) y en el propio estudiante entran
en juego durante el aprendizaje. Las variables en la instrucción incluyen a los profesores, las formas
de retroalimentación, los materiales y el equipo. Aunque por lo general se considera que esas variables
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358
Capítulo 8
inluyen en el aprendizaje, también afectan la motivación. Por ejemplo, la retroalimentación del docente puede alentar o desalentar; la instrucción puede aclarar o confundir; los materiales pueden
proporcionar muchos o pocos éxitos.
Las variables en el contexto incluyen los recursos sociales y ambientales. Factores como la ubicación, la hora del día, las distracciones, la temperatura, los eventos en curso y cosas por el estilo pueden aumentar o retardar la motivación para el aprendizaje. Muchos investigadores han escrito acerca
de cómo las condiciones altamente competitivas pueden afectar la motivación (Ames, 1992a; Meece,
1991, 2002). Las comparaciones sociales de capacidad que hacen los estudiantes con sus pares se relacionan directamente con la motivación.
Las variables personales incluyen las asociadas con el aprendizaje, como la construcción del conocimiento y la adquisición de la habilidad, las variables de autorregulación y los indicadores de la
motivación, por ejemplo, la elección de actividades, el esfuerzo y la persistencia. Las percepciones de
los estudiantes respecto a lo bien que están aprendiendo y a los efectos de las variables en la instrucción, en el contexto y las personales inluyen en la motivación para el aprendizaje continuo.
Después de la tarea
Se reiere al tiempo en que se ha completado la tarea, así como a los periodos de autorrelexión en
que los estudiantes suspenden la tarea y piensan en su trabajo. Las mismas variables que son importantes antes de involucrarse en la tarea son cruciales durante la autorrelexión, con el añadido de las
atribuciones o causas percibidas de los resultados. Todas esas variables inluyen de manera cíclica en
la motivación y aprendizaje futuros. Los estudiantes que creen que están progresando hacia sus metas
de aprendizaje y que hacen atribuciones positivas de sus éxitos tienden a mantener su autoeicacia
para el aprendizaje, expectativas de resultado, valor percibido y clima emocional positivo. Factores
asociados con la enseñanza, como la retroalimentación del profesor, proporcionan información acerca
del progreso hacia la meta y las expectativas de resultados. Por consiguiente, los estudiantes que esperan tener un buen desempeño y reciben resultados positivos del aprendizaje tienden a estar motivados
para seguir aprendiendo, suponiendo que creen que están progresando y que pueden continuar así
si utilizan estrategias eicaces de aprendizaje.
MOTIVACIÓN PARA EL LOGRO
El estudio de la motivación para el logro es fundamental para la educación y el aprendizaje. La
motivación para el logro se reiere a empeñarse para ser competente en actividades que requieren
esfuerzo (Elliot y Church, 1997). Murray (1938) identiicó la motivación para el logro junto con otras
necesidades isiológicas y psicológicas que contribuyen al desarrollo de la personalidad. Se supone
que la motivación para actuar resulta del deseo de satisfacer necesidades. A lo largo de los años, la
motivación para el logro ha sido tema de muchas investigaciones con resultados que se relacionan
con el aprendizaje.
Murray (1936) ideó el Test de apercepción temática (TAT) para estudiar los procesos de personalidad; se trata de una técnica proyectiva en que el individuo ve una serie de ilustraciones ambiguas y
para cada una inventa una historia o responde a una serie de preguntas. McClelland y sus colaboradores adaptaron el TAT para evaluar la motivación para el logro (McClelland, Atkinson, Clark y Lowell,
1953). Los investigadores mostraban a los participantes ilustraciones de individuos en situaciones
poco claras y les hacían preguntas como “¿Qué está sucediendo?”, “¿Qué llevó a esta situación?” “¿Qué
es lo que se quiere?” y “¿Qué sucederá?” Caliicaban las respuestas de acuerdo con varios criterios y
clasiicaban a los participantes según la fuerza de la motivación para el logro. Aunque el TAT se ha
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Motivación
359
empleado en muchos estudios experimentales, adolece de problemas, como poca coniabilidad y baja
correlación con otras medidas de logro. Para abordar esos problemas, los investigadores han construido otras medidas de la motivación para el logro (Weiner, 1992).
En la siguiente sección se analizan los fundamentos históricos de la teoría de la motivación para
el logro, después de lo cual se exponen las perspectivas contemporáneas.
Teoría de las expectativas y el valor
John Atkinson (1957; Atkinson y Birch, 1978; Atkinson y Feather, 1966; Atkinson y Raynor, 1974, 1978)
desarrolló una teoría de las expectativas y el valor de la motivación para el logro. La idea básica de ésta
y otras teorías de las expectativas y el valor es que la conducta depende de la expectativa que tiene la
persona de obtener un resultado particular, por ejemplo, una meta o reforzador, como consecuencia
de realizar ciertas conductas y de lo mucho que se valore ese resultado. Las personas juzgan la probabilidad de obtener varios resultados; cuando no están motivadas para intentar lo imposible, no buscan
resultados que les parecen inalcanzables. Incluso una expectativa positiva de resultado no produce
acción si el resultado no es valorado. Un resultado atractivo, aunado a la creencia de que se puede
alcanzar, motiva a las personas a la acción.
Atkinson planteó que las conductas de logro representan un conlicto entre tendencias de aproximación (esperanza de éxito) y evitación (miedo al fracaso). Las acciones de logro conllevan la posibilidad de éxito y fracaso. Los conceptos clave de esta teoría son los siguientes: la tendencia a aproximarse a una meta relacionada con el logro (Ts), la tendencia a evitar el fracaso (Taf) y la motivación
para el logro resultante (Ta). Ts es una función de (Ms), el motivo para tener éxito; (Ps), la probabilidad
subjetiva de éxito e (Is), el valor de incentivo del éxito:
Ts = Ms × Ps × Is
Atkinson creía que la motivación para el logro (Ms) es una disposición estable o un rasgo característico del individuo a esforzarse por el éxito. La estimación que hace el individuo de la probabilidad
de alcanzar la meta (Ps) se relaciona inversamente con Is. Los individuos tienen un mayor incentivo
para esforzarse en tareas difíciles que en tareas fáciles. Se experimenta mayor orgullo cuando se cumplen tareas difíciles.
De igual manera, la tendencia a evitar el fracaso (Taf) es una función multiplicativa de (Maf), el
motivo para evitar el fracaso, (Pf), la probabilidad de fracaso y (–If), el inverso del valor de incentivo
del fracaso:
Taf = Maf × Pf × (–If)
La motivación para el logro resultante (Ta) se representa de la siguiente manera:
Ta = Ts – Taf
Advierta que el solo hecho de tener una gran esperanza de éxito no garantiza la conducta de
logro porque se debe considerar la fuerza del motivo para evitar el fracaso. El mejor modo de fomentar la conducta de logro es combinar una fuerte esperanza de éxito con poco temor al fracaso (véase
el recuadro de aplicación 8.3).
Este modelo predice que los estudiantes con una elevada motivación para el logro resultante elegirán tareas de diicultad intermedia; es decir, las que creen que son alcanzables y les producirán un
sentido de logro. Esos estudiantes deben evitar tareas difíciles en las que tienen pocas probabilidades
de conseguir éxito, así como las tareas sencillas que les garantizan el éxito pero les producen poca
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360
Capítulo 8
APLICACIÓN 8.3
Motivación para el logro
La teoría de la motivación para el logro presenta
implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje.
Si los estudiantes perciben que una tarea académica es demasiado difícil, es posible que no intenten
realizarla o que la abandonen fácilmente porque
temen fracasar y consideran que tienen pocas esperanzas de lograr éxito en su realización. Disminuir su miedo al fracaso y aumentar sus esperanzas
de éxito mejora la motivación, lo cual se puede lograr transmitiéndoles expectativas positivas para el
aprendizaje y estructurando las tareas de modo que
las puedan realizar adecuadamente con un esfuerzo
razonable. No es conveniente que consideren que
una tarea es demasiado fácil. Los estudiantes que
sienten que el material no es un reto pueden aburrirse. Advierta en situación de clase al inicio del
capítulo, que Amy parece aburrida con la tarea. Si
el profesor no planea las lecciones para satisfacer
las diferentes necesidades de los estudiantes, no
verá en ellos las conductas de logro que desea.
Al trabajar en las divisiones, algunos de los
alumnos de tercer grado de Kathy Stone siguen
mostrando diicultades para multiplicar. Quizá
necesiten dedicar la mayor parte del tiempo a
aprender hechos y usar materiales didácticos
manipulables para reforzar el aprendizaje de
nuevos conceptos. El éxito en esas actividades
en un ambiente no amenazante en el aula genera esperanza de éxito y disminuye el temor al
fracaso. Los estudiantes buenos para multiplicar
dominan los pasos para resolver las divisiones y
entienden la relación entre ambas operaciones,
por lo que no tienen que dedicar mucho tiempo
de la clase a repasar. En lugar de ello, se les
puede dar un repaso breve y guiarlos luego a
habilidades más difíciles, con lo cual se mantiene el desafío y se optimiza su motivación para
el logro.
A los profesores universitarios, como Gina
Brown, les puede resultar provechoso familiarizarse con el conocimiento de la investigación
y las habilidades de redacción de sus alumnos
antes de asignarles un trabajo extenso o un proyecto de investigación. Los factores antecedentes de los estudiantes, como el tipo de preparatoria a la que asistieron, y las expectativas y
orientación de antiguos profesores pueden influir en su confianza para realizar esas tareas
difíciles. Gina podría obtener información de
sus alumnos respecto a sus experiencias en la
investigación y redacción además de destacar
en el salón de clases el modelo de los proyectos
de investigación y redacción. Al hacer las asignaciones debe empezar con tareas de redacción
breves y hacer que los estudiantes critiquen
varios proyectos de investigación. Luego les
puede proporcionar información y retroalimentación detallada concerniente a lo adecuado de
su redacción. A medida que avanza el semestre,
las tareas se pueden volver más difíciles. Este
enfoque ayuda a construir esperanzas de éxito
y a disminuir el miedo al fracaso, lo que en conjunto aumenta la motivación para el logro y lleva
a los estudiantes a establecer metas más difíciles.
satisfacción. Los estudiantes con poca motivación para el logro resultante tienden más a elegir tareas
sencillas o difíciles. Esto se debe a que en las primeras requieren invertir poco esfuerzo para triunfar y
las segundas les dan la excusa para fracasar (“La tarea es tan difícil que nadie puede realizarla”), con
lo cual justiican el no esforzarse porque ni siquiera esforzándose mucho tienen probabilidades de
realizarlas con éxito.
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Motivación
361
Los estudios sobre la preferencia por la diicultad de la tarea en función de la motivación para el
logro han dado resultados contradictorios (Cooper, 1983; Ray, 1982). En los estudios sobre la diicultad
de la tarea que realizaron Kuhl y Blankenship (1979a, 1979b), los individuos eligieron tareas de manera reiterada. Los investigadores supusieron que el temor al fracaso disminuiría luego de tener éxito
en la realización de la tarea, por lo que predijeron que la tendencia a elegir tareas fáciles disminuiría
con el paso del tiempo y esperaban que este cambio fuese más evidente en los individuos para los
que Maf > Ms. Kuhl y Blankenship encontraron un cambio hacia tareas más difíciles en los participantes para los que Maf > Ms, así como para los que Ms > Maf, pero no encontraron apoyo para la idea de
que esta tendencia sería mayor en los primeros participantes.
Esos hallazgos adquieren sentido cuando se interpretan de manera distinta. El éxito reiterado
construye percepciones de competencia (autoeicacia). Lo más probable es que las personas elijan
tareas difíciles porque se consideran capaces de realizarlas. En resumen, las personas deciden trabajar
en tareas sencillas o difíciles por muchas razones y es posible que la teoría de Atkinson haya sobreestimado la fuerza de la motivación para el logro.
La teoría clásica de la motivación para el logro ha generado mucha investigación. Un problema
con la motivación para el logro general es que rara vez se maniiesta de modo uniforme en diferentes dominios. Los estudiantes por lo general muestran mayor motivación para un buen desempeño
en algunas áreas de contenido que en otras. Dado que la motivación para el logro varía con el dominio, resulta cuestionable la exactitud con la que este rasgo global predice la conducta de logro en
situaciones especíicas. Algunos teóricos (Elliot y Church, 1997; Elliot y Harackiewicz, 1996) propusieron la integración de la teoría clásica con la teoría de la meta, la cual se revisa más adelante en
este capítulo.
Inluencias familiares
Es posible que la motivación para el logro dependa en buena parte de factores presentes en el hogar
del niño. Una investigación inicial estudió las interacciones de los padres con sus hijos varones (Rosen
y D’Andrade, 1959). Se asignaron tareas a los niños y los padres podían interactuar con ellos de cualquier manera. Los padres de los niños con mayor motivación para el logro interactuaban más, entregaban más recompensas y castigos, y tenían expectativas más altas de sus hijos que los padres de niños
con baja motivación para el logro. Los autores concluyeron que la presión de los padres sobre sus
hijos para que tengan un buen desempeño inluye de manera más importante en la motivación para
el logro que su deseo de que sean independientes.
Sin embargo, otras investigaciones muestran que la familia no inluye de manera automática. Por
ejemplo, Stipek y Ryan (1997) encontraron que los preescolares que vivían en hogares con carencias
económicas obtenían puntuaciones más bajas en medidas cognoscitivas que los niños más favorecidos en ese aspecto, pero no encontraron diferencias entre esos grupos en medidas de motivación. La
motivación para el logro de los niños se resiente cuando los padres muestran poco interés en la vida
académica de sus hijos (Ratelle, Guay, Larose y Senécal, 2004). Los niños que forman apegos inseguros con sus padres están en mayor riesgo de desarrollar perfeccionismo (Neumeister y Finch, 2006).
Aunque las familias pueden inluir en la motivación de los niños, los intentos por identiicar las conductas paternas que alientan los esfuerzos para el logro parecen complicados por el
hecho de que los padres exhiben muchas conductas con sus hijos, lo que diiculta determinar
qué conductas son más inluyentes. Así, los padres pueden animar a sus hijos a tener un buen
desempeño, transmitirles altas expectativas, entregarles recompensas y castigos, responderles con
afecto positivo (calidez y permisividad) y alentarlos a ser independendientes. Esas conductas también
son mostradas por los profesores y otras personas signiicativas en la vida del niño, lo cual complica identiicar la naturaleza exacta de la inluencia familiar. Otro punto es que, aunque los padres
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362
Capítulo 8
inluyen en los niños, estos inluyen también en sus padres (Meece, 2002). Los padres ayudan a sus
hijos a desarrollar conductas para el logro cuando estimulan tendencias preexistentes en sus hijos; por
ejemplo, los niños desarrollan independencia al interactuar con sus pares y luego son elogiados por sus
padres.
Modelo contemporáneo de la motivación para el logro
La perspectiva clásica de la motivación para el logro contrasta de manera marcada con las teorías que
enfatizan las necesidades, pulsiones y reforzadores. Atkinson y otros alejaron el campo de la motivación de la perspectiva simple estímulo-respuesta (E → R) para integrarlo a un modelo cognoscitivo
más complejo. Al hacer hincapié en la inluencia de las percepciones y creencias de la persona en
la conducta, estos investigadores también cambiaron el enfoque en la motivación de las necesidades
internas y los factores ambientales al mundo subjetivo del individuo.
Una contribución importante fue el énfasis en las expectativas de éxito y el valor percibido de
participar en la tarea como factores que inluyen en el logro. Los modelos contemporáneos de la motivación para el logro relejan este énfasis subjetivo e incorporan, además, otras variables cognoscitivas,
como las metas y percepciones de capacidad. Los modelos actuales también destacan las inluencias
del contexto en la motivación para el logro al darse cuenta de que la motivación de las personas cambia de acuerdo con la manera en que perciben su situación actual.
En esta sección, se considera una perspectiva teórica contemporánea sobre la motivación para
el logro apoyada por Eccles y Wigield. En la siguiente sección se presenta otra visión actual de la
motivación para el logro, la teoría de la valía personal. En conjunto, ambos enfoques representan
intentos valiosos de perfeccionar la teoría de la motivación para el logro para incluir elementos
adicionales.
En la igura 8.3 se muestra el modelo contemporáneo (Eccles, 1983, 2005; Wigield, 1994; Wigield,
Byrnes y Eccles, 2006; Wigield y Eccles, 1992, 2000, 2002; Wigield, Tonks y Eccles, 2004; Wigield, Tonks
y Klauda, 2009). El modelo es complejo, por lo que aquí solamente se describirán las características
más relacionadas con la presente revisión. A los lectores interesados en profundizar en la revisión del
modelo, se les recomienda revisar el trabajo de Wigield y Eccles (2000, 2002).
En la parte izquierda vemos que los factores del mundo social repercuten en los tipos de procesos
cognoscitivos y creencias motivacionales de los estudiantes. Esas inluencias sociales incluyen factores
asociados con la cultura, las creencias y las conductas de las inluencias de socialización importantes
en el ambiente del individuo. Las aptitudes y las experiencias de los estudiantes también inluyen en
su motivación.
La parte central del modelo se enfoca en las creencias de logro de los estudiantes en su situación
actual. Sus procesos cognoscitivos implican sus percepciones de los factores sociales y su interpretación de los eventos pasados (atribuciones o causas percibidas de los resultados, las cuales se revisan
más adelante en el capítulo). Las creencias que los motivan al inicio se centran en metas, autoconceptos de habilidades y percepciones de las demandas de la tarea. Más adelante en el capítulo, se abunda
en el tema de las metas, pero el punto es que las metas de los alumnos pueden no coincidir con las
de los profesores, padres y otras personas signiicativas.
Los autoconceptos de capacidades son las percepciones de los estudiantes de su capacidad o
competencia en diferentes dominios. Esas percepciones son especíicas a la tarea y varían mucho por
dominio; por ende, los estudiantes pueden sentirse muy competentes en matemáticas y composición
inglesa pero menos capaces en gramática inglesa y ciencia. El autoconcepto especíico a la tarea
tiene una estrecha relación con la noción de autoeicacia de Bandura (1986; véase el capítulo 4 y más
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Motivación
Medio cultural
1. Estereotipos de los
roles de género
2. Estereotipos culturales
de la materia y
características
ocupacionales
Percepción del niño de...
1. Creencias, expectativas
y actitudes de quien
socializa
2. Roles de género
3. Estereotipos de la
actividad
Metas y esquemas
personales generales
del niño
1. Esquemas personales
2. Metas a corto plazo
3. Metas a largo plazo
4. Sí mismo ideal
5. Autoconcepto de las
capacidades propias
6. Percepciones de las
demandas de la tarea
Creencias y conductas
de quien socializa
Aptitudes diferenciales
del niño
Interpretaciones que
hace el niño de la
experiencia
1. Atribuciones causales
2. Locus de control
Recuerdos afectivos
del niño
363
Expectativa de éxito
Elecciones relacionadas
con el logro
Valor subjetivo
de la tarea
1. Interés
2. Importancia o utilidad
3. Costo
Experiencias previas
relacionadas con el logro
Figura 8.3
Modelo contemporáneo de la motivación para el logro.
Fuente: The development of competence beliefs, expectancies for success, and achievement values from childhood through
adolescence, por A. Wigield y J. S. Eccles, 2002, p. 93. En A. Wigield y J. S. Eccles (editores). Development of achievement motivation (pp. 91-120). Publicado en 2002 por Academic Press. Derechos reservados por Taylor y Francis Group
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adelante en este capítulo); sin embargo, el autoconcepto especíico a la tarea releja más la capacidad
percibida de la persona, mientras que la autoeicacia incorpora percepciones de diversos factores,
como la capacidad, el esfuerzo, la diicultad de la tarea, la ayuda de otros y la semejanza con los modelos.
Las percepciones de las demandas de la tarea se reieren a los juicios sobre la diicultad de la tarea
por realizar. La diicultad de la tarea siempre se considera en relación con las capacidades percibidas;
el verdadero nivel de diicultad es menos importante que las creencias de las personas acerca de si
cuentan con la capacidad suiciente para superar los desafíos y dominar la tarea.
Los componentes del valor y expectativa de la tarea se muestran a la derecha. El valor de la
tarea se reiere a su importancia percibida o a la creencia de por qué habría que realizarla. El valor
general de cualquier tarea depende de cuatro componentes. El valor de la consecución es la importancia de desempeñarse bien en la tarea, por ejemplo, porque ésta transmite información importante
sobre la persona, o porque constituye un reto o le brinda la oportunidad de satisfacer sus necesidades sociales o de logro. El valor intrínseco o interés se reiere al placer inherente e inmediato que
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364
Capítulo 8
la persona deriva de la tarea. Este constructo es aproximadamente equivalente al de motivación
intrínseca, que se revisa más adelante en el capítulo. El valor de utilidad se reiere a la importancia
de la tarea en relación con una meta futura, por ejemplo, la de tomar un curso porque es necesario
para alcanzar una meta profesional. Un último componente es la creencia del costo, que se deine
como los aspectos negativos de participar en la tarea (Wigield y Eccles, 1992). Cuando las personas
trabajan en una tarea no pueden trabajar en otras, lo cual puede tener costos asociados, por ejemplo, académicos o sociales.
El constructo de expectativa se reiere a las percepciones de los individuos acerca de la probabilidad de tener éxito en las tareas; es decir, sus percepciones acerca de qué tan bien les irá. Este
constructo no es sinónimo de competencia percibida, más bien, comparte cierto parecido con la
expectativa de resultados de Bandura (1986) en el sentido de que ve hacia adelante y releja la percepción de la persona de un buen desempeño. En la situación de clase presentada al inicio del capítulo Jared parece poseer una gran expectativa de éxito, aunque tiene un interés maniiesto en desempeñarse mejor que los demás. También contrasta con el autoconcepto especíico a la tarea, que
implica las creencias actuales acerca de la capacidad percibida. La investigación demuestra
que las mayores expectativas de éxito guardan una relación positiva con las conductas de logro,
incluyendo la elección de tareas, el esfuerzo, la persistencia y el logro real (Bandura, 1986, 1997;
Eccles, 1983; Eccles y Wigield, 1985; Wigield, 1994; Wigield y Eccles, 2000, 2002; Wigield et al.,
2009). En general, se predice que las expectativas de éxito y valores de la tarea inluyen en los
resultados relacionados con el logro.
Las investigaciones de Eccles, Wigield y otros brindan apoyo a muchas de las relaciones descritas en el modelo. Los estudios han empleado diseños transversales y longitudinales para evaluar las
creencias y logros de estudiantes de primaria y secundaria a lo largo del tiempo. Un hallazgo general
de varios estudios es que, según lo propuesto por el modelo, las expectativas y los autoconceptos
especíicos a la tarea son mediadores entre los contextos ambientales y el logro. Otro hallazgo es que
las expectativas se relacionan estrechamente con la participación cognoscitiva y el logro, y que los valores son buenos predictores de las elecciones de los estudiantes (Schunk et al., 2008). La probabilidad
de generalizar esos hallazgos es considerable porque los estudios se realizaron con estudiantes en las
aulas y se les dio seguimiento por periodos prolongados (Eccles, 1983, 2005; Wigield et al., 2006).
Un reto para el futuro es explorar más a fondo los vínculos entre variables y determinar la forma en
que varían dependiendo del contexto del salón de clases y las variables asociadas con los estudiantes
(como el nivel de desarrollo, el nivel de capacidad o el género).
Teoría de la valía personal
La teoría de Atkinson predice que la conducta para el logro resulta del conlicto emocional entre la
esperanza de éxito y el temor al fracaso, una idea que resulta intuitivamente atractiva. Pensar en empezar en un nuevo trabajo o tomar un curso difícil produce la satisfacción anticipada de tener éxito,
así como la ansiedad por la posibilidad de fracaso.
La teoría de la valía personal perfecciona esta idea combinando las emociones con las cogniciones
(Covington, 1983, 1984, 1992, 2004, 2009; Covington y Beery, 1976; Covington y Dray, 2002). Esta teoría supone que el éxito es valorado y que el fracaso, o la creencia de que se ha fallado, se debe evitar
porque implica poca capacidad. La persona quiere que la consideren capaz, pero el fracaso la hace
sentir poco valiosa. Para conservar un sentido básico de valía personal, los individuos deben sentirse
capaces y demostrar con frecuencia esta capacidad a los demás. La clave es ser percibido como competente por uno mismo y por los demás.
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Motivación
365
Un modo de evitar el fracaso es buscar metas fáciles que garanticen el éxito. Otro consiste en
hacer trampa, aunque practicarlo es problemático. Shannon podría copiar las respuestas de Yvonne,
pero si a Yvonne le va mal, también le irá mal a Shannon; y también podría suceder que la profesora
la sorprendiera copiando las respuestas. Otra forma de evitar el fracaso es escapar de una situación
negativa. Los estudiantes que creen que van a reprobar en un curso tienden a abandonarlo, y quienes
reprueban en varios cursos pueden dejar la escuela.
Curiosamente los alumnos pueden evitar la percepción de baja capacidad por medio del
fracaso deliberado, para lo cual pueden seguir una meta difícil que incrementa la probabilidad
de que fracasen (Covington, 1984). Establecer aspiraciones elevadas es valorado y la imposibilidad de alcanzarlas no implica automáticamente poca capacidad. Una táctica relacionada con la
anterior es atribuir el fracaso a la falta de esfuerzo. La persona podría haber tenido éxito si las
circunstancias le hubiesen permitido esforzarse más. No se puede culpar a Kay por reprobar un
examen para el que no se preparó lo suficiente, en especial si trabaja y tiene poco tiempo para
estudiar.
Invertir esfuerzo acarrea riesgos. Un esfuerzo elevado que produce éxito mantiene la percepción de capacidad, pero si resulta en fracaso implica que la persona es poco competente. La falta
de esfuerzo también implica riesgo, porque los profesores de manera rutinaria ponen énfasis en el
esfuerzo y critican a quienes no se esfuerzan (Weiner y Kukla, 1970). El esfuerzo es una “espada
de dos ilos” (Covington y Omelich, 1979). Las excusas pueden ayudar a los aprendices a mantener
la percepción de capacidad; por ejemplo: “Me habría ido mejor si hubiera podido estudiar más”,
“No me esforcé lo suiciente” (cuando en realidad el estudiante trabajó mucho), o “No tuve suerte,
estudié el material equivocado”.
La teoría de la valía personal destaca la percepción de la propia capacidad como la principal
inluencia en la motivación. La investigación demuestra que la capacidad percibida tiene una fuerte
relación positiva con las expectativas de éxito, la motivación y el logro de los estudiantes (Eccles y
Wigield, 1985; Wigield et al., 2009). Sin embargo, ese efecto parece más marcado en las sociedades
occidentales. La investigación transcultural muestra que el esfuerzo se valora más como un factor que
contribuye al éxito entre los estudiantes de China y Japón que entre los estadounidenses (Schunk et
al., 2008).
Otro problema con la teoría de la valía personal es que la capacidad percibida es sólo una de
muchas inluencias en la motivación. Las predicciones de la valía personal dependen hasta cierto
punto del nivel de desarrollo del estudiante. Los estudiantes mayores perciben que la capacidad
es una inluencia más importante en el logro que los menores (Harari y Covington, 1981; Schunk
et al., 2008). Los niños pequeños no distinguen con claridad entre esfuerzo y capacidad (Nicholls,
1978, 1979). Más o menos a los 8 años empiezan a diferenciar los conceptos y se dan cuenta de
que su desempeño no necesariamente releja su capacidad. Con el desarrollo, los estudiantes valoran cada vez más la capacidad al tiempo que devalúan un tanto el esfuerzo (Harari y Covington,
1981). En la situación de clase presentada al inicio del capítulo Matt trabaja duro y el esfuerzo
no parece implicar poca capacidad para él. Profesores y adolescentes trabajarán en desacuerdo
si los primeros enfatizan la necesidad de trabajar duro mientras los adolescentes (en la creencia
de que el trabajo duro implica poca capacidad) tratan de evitar el esfuerzo. A la larga surge una
idea madura en que los éxitos se atribuyen a la combinación de capacidad y esfuerzo. Pese a tales
limitaciones, la teoría de la valía personal incluye la tan extendida preocupación por la capacidad
y sus consecuencias negativas.
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366
Capítulo 8
Involucramiento en la tarea y en el yo
Las teorías de la motivación para el logro han desviado la atención de los motivos generales para el
logro a las creencias especíicas respecto a la tarea. Más adelante en el capítulo se revisa la teoría de
la meta, la cual hace hincapié en el papel que desempeñan las metas, las nociones de capacidad y los
patrones de motivación en los contextos de logro. En esta sección se expone el involucramiento en la
tarea y el involucramiento en el yo, que son patrones motivacionales que se derivan en gran medida
del trabajo en la motivación para el logro (Schunk et al., 2008).
El involucramiento en la tarea destaca al aprendizaje como meta. Los estudiantes involucrados en
la tarea se concentran en las exigencias de la misma, como resolver el problema, balancear la ecuación
y escribir el informe del libro. Se valora al aprendizaje como una meta importante. En contraste, el
involucramiento en el yo es un tipo de preocupación por uno mismo. Los estudiantes involucrados en
el yo quieren evitar que los consideren incompetentes; no valoran al aprendizaje por sí mismo sino
como un medio para evitar parecer incapaz (Nicholls, 1983, 1984).
El involucramiento en la tarea y el involucramiento en el yo relejan diferentes creencias sobre la
capacidad y el esfuerzo (Jagacinski y Nicholls, 1984, 1987). Los estudiantes involucrados en el yo perciben la competencia como sinónimo de capacidad. La competencia es una cantidad relativamente ija
evaluada mediante comparaciones con otros (normas). El papel que desempeña el esfuerzo es limitado, ya que únicamente puede mejorar el desempeño hasta el límite establecido por la competencia.
El éxito alcanzado con gran esfuerzo sólo implica que se es muy competente si los demás deben esforzarse más para alcanzar el mismo desempeño o si a pesar de realizar el mismo esfuerzo no se desempeñan tan bien. Los alumnos involucrados en la tarea perciben que el signiicado de la competencia se
acerca al de aprendizaje, por lo que más esfuerzo puede aumentar la competencia. Los estudiantes
se sienten más competentes si se esfuerzan más para tener éxito, porque el aprendizaje es su meta
e implica mayor competencia. Los sentimientos de competencia surgen cuando se considera que el
desempeño actual del aprendiz es mejor respecto al desempeño previo.
El involucramiento en el yo y el involucramiento en la tarea no son características ijas y pueden recibir
el impacto de condiciones en la escuela (Nicholls, 1979, 1983). El involucramiento en el yo es fomentado
por la competitividad, la cual promueve la autoevaluación de las habilidades propias en relación con las de
los demás. Los estudiantes por lo general compiten por la atención del profesor, por privilegios y caliicaciones. Es común agrupar a los alumnos de primaria para la enseñanza de la lectura y las matemáticas con
base en las diferencias de habilidad; a los alumnos de secundaria se les agrupa según el nivel de capacidad.
La retroalimentación del docente puede fomentar sin darse cuenta el involucramiento en el yo al decir, por
ejemplo, “Tommy, termina tu trabajo; todos los demás ya terminaron”, igual que cuando, al presentar una
lección, dice a sus alumnos, “Éste es un material difícil; a algunos les costará trabajo aprenderlo”.
El involucramiento en la tarea puede ser aumentado por las condiciones de aprendizaje individual. Los estudiantes evalúan su propio progreso en relación con cómo se desempeñaron ellos, y no
otros, previamente. El involucramiento en la tarea también es mejorado por condiciones de aprendizaje cooperativo (cuando los estudiantes de un grupo trabajan de manera colectiva en las tareas). En
apoyo a esas predicciones, Ames (1984) encontró que los estudiantes ponían más énfasis en la capacidad como determinante de los resultados en contextos competitivos, pero destacaban el esfuerzo en
situaciones no competitivas, es decir, cooperativas o individuales. Muchas investigaciones han examinado la forma en que los factores en la instrucción y sociales inluyen en el involucramiento motivacional de los estudiantes (Ames, 1987, 1992a; Brophy, 1985; Meece, 1991, 2002; Schunk et al., 2008).
TEORÍA DE LA ATRIBUCIÓN
La teoría de la atribución ha sido ampliamente aplicada en el estudio de la motivación (Graham
y Williams, 2009; Schunk et al., 2008). Las atribuciones son las causas percibidas de los resultados.
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Motivación
367
La teoría de la atribución explica cómo ven las personas las causas de su conducta y de la conducta
de los demás (Weiner, 1985, 1992, 2000, 2004) y supone que las personas se inclinan a buscar información para hacer atribuciones. Se supone que el proceso de asignación de causas es gobernado
por reglas, por lo que se han realizado muchas investigaciones en el campo para conocer la forma en
que éstas se utilizan. Desde una perspectiva de la motivación, las atribuciones son importantes porque
inluyen en las creencias, las emociones y las conductas.
Antes de revisar las atribuciones en los escenarios de logro, se describirá algún material antecedente relevante. El locus de control de Rotter y el análisis ingenuo de la acción de Heider incluyen
conceptos de atribución importantes.
Locus de control
Un principio central de la mayor parte de las teorías cognoscitivas de la motivación es que las personas tratan de controlar aspectos importantes de su vida (Schunk y Zimmerman, 2006). Este principio
releja la idea de locus de control o una expectativa generalizada respecto a si las respuestas inluyen
en la obtención de resultados en la forma de éxitos y recompensas (Rotter, 1966). Las personas creen
que los resultados ocurren independientemente de cómo se comporten (locus de control externo)
o que los resultados son altamente contingentes a su conducta (locus de control interno).
Sin embargo, otros investigadores han advertido que el locus de control puede variar dependiendo de la situación (Phares, 1976). No es inusual encontrar estudiantes que en general creen que
tienen poco control sobre sus éxitos y fracasos académicos pero que también creen que pueden ejercer mucho control en una clase particular porque el profesor y los compañeros son amables y porque
les agrada el contenido.
El locus de control es importante en los contextos de logro porque se considera que las creencias
de expectativa inluyen en la conducta. Los estudiantes que consideran que tienen control sobre sus
éxitos y fracasos deben estar más inclinados a involucrarse en tareas académicas, a esforzarse y persistir que los alumnos que creen que sus conductas tienen poca repercusión en los resultados. A su vez,
el esfuerzo y la persistencia fomentan el logro (Lefcourt, 1976; Phares, 1976).
Sin importar si el locus de control es una disposición general o especíica a la situación, releja
expectativas de los resultados (creencias acerca de los resultados anticipados de las acciones; véase el
capítulo 4). Las expectativas de los resultados son importantes determinantes de las conductas de logro,
pero por sí solas son insuicientes (Bandura, 1982b, 1997). Es posible que los estudiantes no trabajen
en las tareas porque no esperan que un desempeño competente produzca resultados favorables (expectativa de resultados negativos), como podría suceder si creen que el profesor no los quiere y que no
los recompensará sin importar lo bien que se desempeñen. Las expectativas de resultados positivos no
garantizan una motivación elevada; los estudiantes pueden creer que el trabajo duro producirá una alta
caliicación pero no pondrán mucho empeño si dudan de su capacidad para esforzarse (baja autoeicacia).
A pesar de esos puntos por lo general hay una relación entre autoeicacia y las expectativas de
los resultados (Bandura, 1986, 1997). Los estudiantes que se creen capaces de desempeñarse bien (alta
autoeicacia) esperan reacciones positivas de sus profesores luego de un desempeño exitoso (expectativa de resultado positivo). A su vez, los resultados validan la autoeicacia porque le transmiten a la
persona la idea de que es capaz de tener éxito (Schunk y Pajares, 2005, 2009).
Análisis ingenuo de la acción
El origen de la teoría de la atribución por lo general se adjudica a Heider (1958), quien se refería a su
teoría como un análisis ingenuo de la acción. Ingenuo signiica que el individuo promedio desconoce
los determinantes objetivos de la conducta. La teoría de Heider examina lo que la gente común considera que son las causas de los eventos importantes de su vida.
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368
Capítulo 8
Heider propuso que las personas atribuyen las causas a factores internos o externos. Se reirió
a esos factores como la fuerza efectiva personal y la fuerza efectiva ambiental, respectivamente. De
modo que:
Resultado = fuerza personal + fuerza ambiental
Las causas internas se localizan dentro del individuo: necesidades, deseos, emociones, habilidades, intenciones y esfuerzo. La fuerza personal se asigna a dos factores, poder y motivación. El poder
se reiere a las capacidades y la motivación (intentar) a la intención y el esfuerzo.
Resultado = intentar + poder + ambiente
En general, poder y ambiente constituyen el factor puedo, el cual, combinado con el factor lo
intento, se usa para explicar los resultados. El poder (o capacidad) de la persona es un relejo del
ambiente. Que Beth pueda cruzar a nado el lago depende de su capacidad en relación con las fuerzas
del lago (corriente, anchura y temperatura). De igual modo, el éxito o fracaso de Jason en una prueba
depende de su capacidad en relación con la diicultad de la prueba, junto con sus intenciones y esfuerzos por estudiar. Si se supone que la capacidad es suiciente para vencer las fuerzas ambientales,
entonces el esfuerzo (tratar de) inluye en los resultados.
Aunque Heider esbozó un marco para describir cómo ve la gente los sucesos importantes de su
vida, este marco ofreció a los investigadores pocas hipótesis susceptibles de comprobación empírica.
Más tarde los investigadores aclararon sus ideas y realizaron investigación sobre las atribuciones que
ponía a prueba hipótesis perfeccionadas.
Teoría de la atribución del logro
En los escenarios de logro, la búsqueda de las causas da lugar a los siguientes tipos de preguntas:
“¿Por qué me fue tan bien (o tan mal) en mi examen de ciencias sociales?” y “¿Por qué saqué un 10 (o
un 6) en biología?”. Una serie de estudios de Weiner y sus colaboradores ofreció la base empírica para
desarrollar una teoría de la atribución del logro (Weiner, 1979, 1985, 1992, 2000, 2004, 2005; Weiner et
al., 1971; Weiner, Graham, Taylor y Meyer, 1983; Weiner y Kukla, 1970). En esta sección se analizan
los aspectos de la teoría de Weiner relevantes para el aprendizaje motivado.
Factores causales. A partir del trabajo de Heider, Weiner y sus colaboradores (1971) plantearon que
los estudiantes atribuyen en buena medida sus éxitos y fracasos académicos a su capacidad y su esfuerzo, así como a la diicultad de la tarea y la suerte. Esos autores supusieron que se asignaban pesos
generales a esos factores y que, para cualquier resultado dado, se deberían considerar uno o dos factores como los principales responsables. Por ejemplo, si Kara obtiene un 10 en el examen de ciencias
sociales, podría atribuirlo sobre todo a su capacidad (“soy buena en ciencias sociales”) y su esfuerzo
(“estudié mucho para el examen”), y hasta cierto punto a la diicultad de la tarea (“el examen no estuvo
tan difícil”) y muy poco a la suerte (“sólo adiviné bien en un par de preguntas”; véase la tabla 8.2).
Weiner y sus colaboradores (1971) no implicaron que la capacidad, el esfuerzo, la diicultad de la
tarea y la suerte fuesen las únicas atribuciones que usan los estudiantes para explicar sus éxitos y fracasos, sino que son las que suelen ofrecer los alumnos como causas de los resultados de logro. La investigación posterior identiicó otras atribuciones, como otras personas (profesores y estudiantes), el estado
de ánimo, la fatiga, la enfermedad, la personalidad y la apariencia física (Frieze, 1980; Frieze, Francis
y Hanusa, 1983). De las cuatro atribuciones identiicadas por Weiner y sus colaboradores (1971), en la
que, relativamente, se pone menos énfasis es en la suerte, aunque en algunas situaciones es importante,
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Motivación
369
Tabla 8.2
Ejemplos de atribuciones de la caliicación obtenida en un examen de matemáticas.
Caliicación
Atribución
Ejemplo
Alta
Capacidad
Soy bueno para las matemáticas.
Esfuerzo
Estudié mucho para el examen.
Capacidad + esfuerzo
Soy bueno para las matemáticas y estudié mucho para el examen.
Facilidad de la tarea
El examen fue sencillo.
Suerte
Tuve suerte, estudié el material correcto para el examen.
Capacidad
No soy bueno para las matemáticas.
Esfuerzo
No estudié lo suiciente.
Capacidad + esfuerzo
No soy bueno para las matemáticas y no estudié lo suiciente.
Diicultad de la tarea
El examen estuvo imposible, a nadie podría haberle ido bien.
Suerte
No tuve suerte, estudié el material equivocado para el examen.
Baja
por ejemplo, en los juegos de azar. Frieze y sus colaboradores (1983) demostraron que las condiciones
de la tarea se asocian con patrones de atribución particulares. Los exámenes tienden a generar atribuciones de esfuerzo, mientras que el éxito en los proyectos se adjudican a la capacidad y el esfuerzo. En
la situación de clase presentada al inicio del capítulo, podríamos especular que Margaret atribuye sus
diicultades a que carece de capacidad y que Matt atribuye sus éxitos a su gran esfuerzo.
Dimensiones causales. Inspirados en el trabajo de Heider (1958) y de Rotter (1966), Weiner y sus colaboradores (1971) originalmente representaron las causas en dos dimensiones: a) interna o externa al
individuo, y b) relativamente estable o inestable a lo largo del tiempo (véase la tabla 8.3). La capacidad
es interna y relativamente estable. El esfuerzo es interno pero inestable: a veces la persona trabaja de
manera diligente y otras veces holgazanea. La diicultad de la tarea es externa y relativamente estable,
porque las condiciones de la tarea no varían mucho de un momento a otro; la suerte es externa e
inestable, se puede tener suerte en un momento y no tenerla al siguiente.
Weiner (1979) agregó una tercera dimensión causal: controlable o no controlable por el individuo
(véase la tabla 8.3). Aunque por lo general se considera que el esfuerzo es interno e inestable (esfuerzo inmediato), al parecer existe también un factor general de esfuerzo (esfuerzo típico), es decir,
las personas pueden ser por lo general perezosas o trabajadoras. Se considera que el esfuerzo es controlable, no así los factores del estado de ánimo, que incluyen la fatiga y la enfermedad. La clasiicación de la tabla 8.3 tiene algunos problemas, por ejemplo, la utilidad de incluir al esfuerzo típico y al
Tabla 8.3
Modelo de atribución causal de Weiner.
Interno
Estable
Inestable
Externo
Estable
Inestable
Controlable
Esfuerzo típico
Esfuerzo inmediato
Sesgo del profesor
Incontrolables
Capacidad
Estado de ánimo
Diicultad de la tarea Suerte
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Ayuda de los demás
370
Capítulo 8
esfuerzo inmediato (el problema de si un factor externo puede ser controlable), pero ha servido como
marco para dirigir la investigación y los programas de intervención en las atribuciones.
Cuando las personas hacen atribuciones, utilizan señales de la situación cuyos signiicados aprendieron a través de sus experiencias previas (Schunk, 1994; Weiner et al., 1971). Las señales destacadas
para las atribuciones de capacidad son: obtener éxito con facilidad, al inicio del curso o en gran cantidad. En el caso de las habilidades motrices, una señal importante del esfuerzo es el ejercicio físico.
En las tareas cognoscitivas las atribuciones de esfuerzo son creíbles cuando se invierte esfuerzo mental
o se persiste por mucho tiempo para tener éxito. Las señales sobre la diicultad de la tarea incluyen
algunas de sus características; por ejemplo, la lectura de pasajes con menos palabras o con palabras
más sencillas indica tareas más fáciles que las que incluyen más palabras o palabras más difíciles. La
diicultad de la tarea también se juzga a partir de las normas sociales. Si todo el grupo reprueba un
examen, es más probable que el fracaso se atribuya a una elevada diicultad de la tarea; pero si todos
obtienen un 10, entonces el éxito se puede atribuir a que la tarea es fácil. Una señal destacada de la
suerte es el carácter azaroso de los resultados, es decir, no hay relación evidente entre lo bueno que
es el estudiante (capacidad) o lo mucho que trabaja (esfuerzo) con lo bien que le va.
Consecuencias de las atribuciones. Las atribuciones inluyen en las expectativas de éxito posterior, en
las conductas para el logro y en las reacciones emocionales (Graham y Williams, 2009; Weiner, 1979,
1985, 1992, 2000). Se piensa que la dimensión de estabilidad inluye en la expectativa de éxito. Suponiendo que las condiciones de la tarea se mantienen sin cambio, atribuir el éxito a causas estables
(elevada capacidad, baja diicultad de la tarea) debe producir mayores expectativas de éxito futuro que
atribuirlo a causas inestables (esfuerzo inmediato o suerte). Los estudiantes pueden no estar seguros
de si pueden mantener el esfuerzo que se necesita para conseguir éxito o de si tendrán suerte en el
futuro. El fracaso imputado a la poca capacidad o a la elevada diicultad de la tarea puede resultar
en menores expectativas de éxito futuro que el fracaso atribuido al esfuerzo insuiciente o a la mala
suerte. Los alumnos pueden creer que un mayor esfuerzo producirá mejores resultados o que su suerte
puede cambiar en el futuro.
Se propuso la hipótesis de que la dimensión del locus inluye en las reacciones afectivas. Uno
experimenta mayor orgullo (o vergüenza) después de tener éxito (o de fracasar) cuando los resultados
se atribuyen a causas internas que cuando se adjudican a causas externas. Los estudiantes se sienten
más orgullosos de sus logros cuando creen que triunfaron por sí mismos, por su capacidad o esfuerzo,
que cuando creen que su triunfo se debe a factores externos, como la ayuda del profesor o la facilidad
de la tarea.
La dimensión de control muestra efectos diversos (Weiner, 1979). Los sentimientos de control parecen fomentar la decisión de participar en tareas académicas, esforzarse y persistir en tareas difíciles,
y el aprovechamiento (Bandura, 1986; Dweck y Bempechat, 1983; Monty y Perlmuter, 1987; Schunk y
Zimmerman, 2006). Los estudiantes que creen que tienen poco control sobre sus resultados académicos presentan pocas expectativas de éxito y muestran poca motivación para triunfar (Licht y Kistner,
1986). La investigación demuestra que los alumnos que atribuyen sus fracasos a la falta de capacidad,
que no es controlable, participan menos en el aula hasta por un año después (Glasgow, Dornsbuch,
Troyer, Steinberg y Ritter, 1997).
Diferencias individuales. Algunas investigaciones indican que las atribuciones pueden variar en función del género y el origen étnico (Graham y Williams, 2009). En lo que respecta al género, un hallazgo común (aunque existen excepciones) es que en materias como matemáticas y ciencia las niñas
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Motivación
371
suelen tener menores expectativas de éxito que los niños (Bong y Clark, 1999; Meece, 2002; Meece
y Courtney, 1992; Meece, Parsons, Kaczala, Goff y Futterman, 1982). Margaret es un ejemplo de esto
en la situación de clase presentada al inicio del capítulo. Lo que no queda claro es si la diferencia
es mediada por diferentes atribuciones, como podrían predecir las teorías de la atribución. Algunos
estudios han encontrado que es más probable que las mujeres atribuyan el éxito a factores externos,
como la buena suerte o la poca diicultad de la tarea, o a causas inestables (esfuerzo), y que atribuyan
el fracaso a causas internas (poca capacidad; Eccles, 1983; Wolleat, Pedro, Becker y Fennema, 1980);
sin embargo, otras investigaciones no han encontrado diferencias (Diener y Dweck, 1978; Dweck y
Repucci, 1973). Eccles (1983) advirtió la diicultad de tratar de dar sentido a esta investigación debido
a las diferencias en los participantes, instrumentos y metodologías.
En lo que respecta a las diferencias étnicas, algunas investigaciones iniciales sugirieron que los estudiantes negros usan la información sobre el esfuerzo menos a menudo y de manera menos sistemática que los estudiantes blancos, que es más probable que hagan atribuciones externas y que su locus
de control sea externo (Friend y Neale, 1972; Weiner y Peter, 1973). Graham (1991, 1994) reexaminó
estos y otros hallazgos, y concluyó que, aunque muchos estudios muestran mayores atribuciones externas entre los estudiantes negros, ello obedece a que los investigadores no solían controlar la clase
social. Los alumnos negros estaban sobrerrepresentados en el grupo con bajo nivel socioeconómico.
Cuando controlaron el efecto de la clase social encontraron pocas diferencias étnicas (Graham, 1994;
Pajares y Schunk, 2001), y algunas investigaciones demostraron que los estudiantes negros ponen
más énfasis en la falta de esfuerzo como causa del fracaso, un patrón de atribución más adaptativo
(Graham y Long, 1986; Hall, Howe, Merkel y Lederman, 1986).
Van Laar (2000) encontró una tendencia hacia las atribuciones externas en estudiantes universitarios negros; sin embargo, esos estudiantes también tenían grandes expectativas de éxito y sentían
que sus esfuerzos podrían no obtener una recompensa apropiada, es decir, mostraban expectativas
negativas de los resultados. Otros investigadores (Graham y Hudley, 2005) han informado de esta
paradoja aparente de altas expectativas de éxito en medio de bajos resultados de logro. En resumen,
la investigación de las diferencias étnicas en las creencias de logro no ha demostrado que existan diferencias coniables (Graham y Taylor, 2002), por lo que esos resultados incongruentes ameritan mayor
investigación antes de poder sacar conclusiones.
La teoría de la atribución ha tenido enorme impacto en la teoría, investigación y práctica
de la motivación. Para asegurar un nivel óptimo de motivación los estudiantes deben hacer atribuciones facilitadoras en relación con los resultados de las conductas para el logro. Los juicios
disfuncionales acerca de las capacidades, la importancia del esfuerzo y las estrategias, y el papel
que desempeñan las otras personas signiicativas pueden dar lugar a bajos niveles de motivación
y aprendizaje.
La teoría cognoscitiva social ofrece otra perspectiva cognoscitiva importante acerca de la motivación y buena parte del capítulo 4 es pertinente tanto para la motivación como para el aprendizaje. En
la siguiente sección se presenta un breve resumen.
TEORÍA COGNOSCITIVA SOCIAL
Aunque diferentes perspectivas de la motivación son relevantes para el aprendizaje, los teóricos
cognoscitivo-sociales han prestado mucha atención a la relación entre la motivación y el aprendizaje (Bandura, 1986, 1997; Pajares, 1996; Pajares y Miller, 1994, 1995; Pajares y Schunk, 2001, 2002;
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372
Capítulo 8
Pintrich, 2000a, 2000b, 2003; Schunk, 1995, Schunk y Pajares, 2005, 2009; Schunk y Zimmerman,
2006). En la teoría cognoscitiva social las metas y las expectativas son mecanismos de aprendizaje
importantes. La motivación es la conducta dirigida a metas que es instigada y mantenida por las
expectativas de las personas en relación con los resultados que anticipan de sus acciones y de su
autoeicacia para realizar esas acciones (Bandura, 1986, 1991, 1997). Las atribuciones y otras cogniciones, como los valores y la semejanza percibida, inluyen en la motivación a través de sus efectos
en las metas y expectativas.
Metas y expectativas
El establecimiento de metas y la autoevaluación del progreso hacia la meta constituyen mecanismos
importantes que inluyen en la motivación (Bandura, 1977b, 1986, 1991; Schunk y Ertmer, 2000;
Schunk y Pajares, 2009; Zimmerman, 2000). La discrepancia negativa que se percibe entre una meta
y el desempeño actual crea un aliciente para el cambio. Cuando las personas trabajan para alcanzar
metas advierten su progreso y mantienen su motivación. En la situación de clase presentada al inicio
del capítulo, el progreso de Rosetta hacia su meta genera su autoeicacia y mantiene su motivación.
El establecimiento de metas opera de modo conjunto con las expectativas de resultado y la autoeicacia. Las personas actúan de formas que creen que las ayudarán a alcanzar sus metas. Para que
las metas inluyan en la conducta, se necesita un sentido de autoeicacia para realizar las acciones
que cumplen las metas (véase el capítulo 4). Una de las metas de Kerri es ayudar a construir la autoeicacia de Margaret. La niña desea el elogio de su profesora (meta) y cree que lo obtendrá si ofrece
respuestas correctas (expectativa de resultado positivo); pero no puede ofrecer respuestas si duda de
su capacidad para responder de manera correcta (baja autoeicacia).
A diferencia de los teóricos del condicionamiento, que creen que el reforzamiento fortalece la respuesta (véase el capítulo 3), Bandura (1986) airmaba que el reforzamiento informa a las personas acerca
de los resultados probables de sus conductas y las motiva a comportarse de la forma que creen que
tendrá consecuencias positivas. Las personas se forman expectativas con base en sus experiencias,
pero otra fuente importante de motivación es la comparación social.
Comparación social
La comparación social es el proceso por el cual nos comparamos con otros (Wheeler y Suls, 2005).
Festinger (1954) propuso la hipótesis de que cuando las personas no disponen de estándares objetivos de conducta, o cuando éstos no son claros, evalúan sus capacidades y opiniones comparándose
con otras. Advirtió también que las autoevaluaciones más exactas se derivan de las comparaciones con
personas similares en la capacidad o característica a evaluar. Cuanto más parecidos sean los observadores a los modelos, mayor es la probabilidad de que acciones similares de los observadores sean
socialmente apropiadas y produzcan resultados comparables (Schunk, 1987). En la situación de clase
presentada al inicio del capítulo, Jared usa la comparación social cuando compara su progreso con el
de sus compañeros.
La similitud en competencia entre modelo y observador puede mejorar el aprendizaje (Braaksma,
Rijlaarsdam y van den Bergh, 2002). Este efecto en el aprendizaje puede resultar en gran medida
de los efectos en la motivación de las consecuencias vicarias, lo cual depende de la autoeicacia.
Observar que personas similares tienen éxito aumenta la autoeicacia de los observadores y los motiva a intentar la tarea porque creen que si los otros pueden lograr éxito, también ellos lo tendrán.
Cuando Kerri compara a Derrick con Jason, espera que mejore la conducta del primero. Observar que
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Motivación
373
otras personas similares fracasan puede llevar a las personas a creer que también ellas carecen de las
competencias para tener éxito, lo que las disuade de intentar la conducta. La semejanza puede ser
especialmente inluyente en las situaciones en que los individuos han experimentado diicultades y
tienen dudas acerca de poder desempeñarse bien (véase el recuadro de aplicación 8.4).
El nivel de desarrollo es importante en la comparación social. La capacidad de usar información comparativa depende de niveles más altos de desarrollo cognoscitivo y de la experiencia
para hacer evaluaciones comparativas (Veroff, 1969). La hipótesis de Festinger puede no aplicarse
a niños menores de 5 o 6 años porque ellos no tienden a relacionar dos o más elementos en su
pensamiento y son egocéntricos en el sentido de que el “sí mismo” es el centro de atención de
su cognición (Higgins, 1981; véase el capítulo 6). Esto no signiica que los niños pequeños no se
puedan evaluar en relación con otros, sólo que no lo hacen de manera automática. En la primaria
los niños muestran cada vez más interés en la información comparativa y en cuarto grado utilizan
APLICACIÓN 8.4
Comparación social
Los profesores pueden usar la comparación social
como herramienta de motivación para mejorar la
conducta y el esfuerzo con el in de cumplir las tareas asignadas. Cuando Kathy Stone trabaja con un
pequeño grupo de lectura felicita a los estudiantes
por su buen comportamiento, con lo cual enfatiza
el comportamiento que espera y les inculca autoeicacia para comportarse en consecuencia. Ella
podría decir:
n
n
“De verdad me gusta ver que Adrián está
sentado en silencio y esperando a que
todos terminemos de leer.”
“¡Qué bien leyó Carrie esa oración!, lo hizo
con tanta claridad que todos pudimos escucharla.”
Observar los éxitos del estudiante lleva a otros
alumnos a creer que son capaces de hacer bien las
cosas. Un profesor podría pedir a un alumno que
pase al pizarrón y conecte las contracciones con las
palabras originales. Como los estudiantes del grupo
tienen capacidades similares, los aciertos del estudiante en el pizarrón deben elevar la autoeicacia
de los otros.
Un entrenador de natación podría agrupar a
los nadadores con talentos y habilidades similares
cuando planea las prácticas y competiciones simuladas. Con estudiantes del mismo grupo que tienen
destrezas parecidas el entrenador puede usar la
comparación social mientras trabaja para mejorar
ciertos movimientos y velocidad. El entrenador les
podría decir:
n
n
“Dan se está esforzando mucho para mantener las piernas juntas con poca lexión
y salpicadura cuando avanza en el agua.
Miren el impulso adicional que obtiene de
este movimiento. ¡Buen trabajo Dan!”
“Joel está haciendo un excelente trabajo
al ahuecar las manos de forma que actúen
como un remo y lo impulsen más fácilmente por el agua. ¡Buen trabajo!”
Los profesores y los entrenadores deben ser
prudentes cuando utilicen la comparación social.
Los estudiantes que sirven como modelos deben
ser exitosos y ser percibidos por los demás como
similares en los atributos importantes. Si se percibe que los modelos son diferentes (en especial
en las capacidades subyacentes), o si fracasan,
las comparaciones sociales no tendrán un efecto
positivo en la motivación de los observadores.
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374
Capítulo 8
regularmente esta información para hacer autoevaluaciones de competencia (Ruble, Boggiano,
Feldman y Loebl, 1980; Ruble, Feldman y Boggiano, 1976).
El signiicado y la función de la información comparativa cambian con el desarrollo, en especial
después de que los niños entran a la escuela. Los preescolares hacen comparaciones activas a un nivel
maniiesto, por ejemplo, en la cantidad de recompensa; otras comparaciones sociales a esa edad no
implican autoevaluación, sino que se relacionan con cuánto se parece o diiere el niño de los otros
y con la competencia basada en el deseo de ser mejor que los demás, como sucede con Jared en la
situación de clase al inicio del capítulo, o por ejemplo cuando el niño dice: “Yo soy el general, eso
es mejor que capitán” (Mosatche y Bragioner, 1981). A medida que los niños se hacen mayores, las
comparaciones sociales cambian a la preocupación por cómo realizar una tarea (Ruble, 1983); por
ejemplo, los alumnos de primer grado realizan comparaciones con sus pares, a menudo para obtener
de ellos las respuestas correctas. Ofrecer información comparativa a los niños pequeños aumenta su
motivación por razones prácticas. La evaluación directa que formulan los adultos de las capacidades
de los niños, por ejemplo, cuando les dicen “Puedes hacerlo mejor” inluye más en sus autoevaluaciones que la información comparativa.
La autoeicacia y la motivación mejoran cuando se compara el desempeño personal actual con
el anterior (comparación temporal) y se observa progreso. A nivel de desarrollo, esta capacidad está
presente en los niños pequeños, sin embargo, es posible que no la empleen. R. Butler (1998) encontró
en niños de 4 a 8 años que las comparaciones temporales aumentaban con la edad, pero que con
frecuencia los niños sólo atendían al último resultado. En contraste, usaban a menudo comparaciones sociales y hacían una evaluación más alta de su desempeño si éste superaba al de sus pares. Los
resultados de Butler sugieren que los profesores deben ayudar a los niños a hacer comparaciones
temporales, por ejemplo, mostrándoles su trabajo anterior y señalando las áreas en que han mejorado,
eso es lo que hizo Kerri con Jared, Matt y Rosetta.
En resumen, con su énfasis en las metas, las expectativas y los procesos cognoscitivos relacionados la teoría cognoscitivo-social ofrece una perspectiva útil de la motivación. El recuadro de aplicación
8.5 presenta algunas sugerencias para emplear en el aula los principios cognoscitivo-sociales. Pasamos
ahora a la teoría de la meta, una perspectiva de la motivación relativamente reciente que, además de
los principios cognoscitivo-sociales, incluye ideas de otras teorías.
TEORÍA DE LA META
La teoría de la meta representa una concepción relativamente nueva de la motivación humana, aunque
incorpora muchas variables que otras teorías consideran importantes (Schunk et al., 2008). Esta teoría
plantea que existen relaciones importantes entre las metas, las expectativas, las atribuciones, las nociones de capacidad, las orientaciones motivacionales, las comparaciones sociales y con uno mismo y las
conductas de logro (Anderman y Wolters, 2006; Blumenfeld, 1992; Elliot, 2005; Maehr y Zusho, 2009;
Pintrich, 2000a, 2000b; Pintrich y Zusho, 2002; Weiner, 1990).
Aunque la teoría de la meta tiene cierta semejanza con la teoría del establecimiento de metas
(Bandura, 1988; Locke y Latham, 1990, 2002; véase el capítulo 4), existen diferencias importantes entre
ambas. Psicólogos educativos y del desarrollo generaron la teoría de la meta para explicar y predecir
las conductas de logro de los estudiantes. En contraste, la teoría del establecimiento de metas se basa
en varias disciplinas, como la psicología social, la administración y la psicología clínica y de la salud.
Un constructo central de la teoría de la meta es la orientación a la meta, que se reiere al propósito y al
enfoque de la participación de un individuo en actividades para el logro. La teoría del establecimiento
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Motivación
375
APLICACIÓN 8.5
Teoría cognoscitivo-social
Los estudiantes entran a las situaciones de aprendizaje con un sentido de autoeicacia para el aprendizaje basado en experiencias previas, cualidades
personales y mecanismos de apoyo social. Los profesores que conocen bien a sus alumnos e incluyen
prácticas educativas diversas pueden tener una inluencia positiva en la motivación y el aprendizaje.
La instrucción presentada de forma tal que
los alumnos puedan comprenderla fomenta la
autoeicacia para aprender. Algunos estudiantes
aprenden bien de la enseñanza en grupos grandes, mientras que otros se beneician del trabajo
en grupos pequeños. Si un profesor universitario
de literatura inglesa va a presentar una unidad
sobre las principales obras de Shakespeare, al
inicio podría proporcionar antecedentes de la
vida y la reputación literaria de Shakespeare;
luego podría dividir a sus alumnos en pequeños grupos para revisar y discutir lo presentado.
Este proceso ayudaría a construir la autoeicacia
tanto de quienes aprenden bien en grupos grandes como de quienes lo hacen mejor en grupos
pequeños.
A medida que el docente avanza por la unidad y presenta los principales periodos de la
carrera de Shakespeare, debería ofrecer a los estudiantes retroalimentación sobre su desempeño
en las actividades, ejercicios y tareas. El progreso
logrado en la adquisición de los hechos básicos
acerca de Shakespeare y sus obras se puede evaluar por medio de pruebas cortas o tareas revisadas
por el alumno. El crecimiento del estudiante individual relacionado con su comprensión de obras
especíicas de Shakespeare puede ser comunicado
escribiendo comentarios en sus ensayos y trabajos,
y con comentarios verbales durante las clases.
Debe alentarse a los estudiantes a compartir
sus ideas y frustraciones cuando trabajan en la interpretación de varias obras shakesperianas. Orientarlos para que actúen como modelos durante el
análisis y discusión de las obras fomentará más su
autoeicacia que ver a un profesor que ha basado
su carrera en el estudio de Shakespeare interpretarlo.
Mientras trabaja con sus alumnos en el desarrollo de metas hacia el aprendizaje del material y
en la comprensión de Shakespeare y sus obras, el
docente puede ayudarlos a concentrarse en metas
especíicas y a corto plazo. Por ejemplo, podría
hacer que sus alumnos leyeran una parte de una
obra importante y escribieran una crítica, después
de lo cual podrían discutir sus análisis en grupo. Descomponer el material en segmentos cortos ayuda a inculcar autoeicacia respecto a poder
terminarlo a la larga. Hacer comentarios sobre la
calidad de las críticas de los alumnos es más benéico que recompensarlos por leer cierto número
de obras. Ser capaz de interpretar el trabajo de
Shakespeare es más difícil que limitarse a leerlo,
y recompensar a los estudiantes por progresar en
tareas difíciles fortalece su autoeicacia.
de metas se interesa más en la forma en que se establecen y modiican las metas, y en el papel que
las propiedades de esta desempeñan, por ejemplo, la especiicidad, la diicultad y la proximidad, en
la instigación y dirección de la conducta. La teoría de la meta también considera un amplio conjunto
de variables en la explicación de la conducta dirigida a la meta, algunas de las cuales pueden no implicar metas de manera directa, como las comparaciones con otros. La teoría del establecimiento de
metas por lo general considera un conjunto más restringido de inluencias en la conducta.
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376
Capítulo 8
ORIENTACIONES A LA META
Una característica fundamental de la teoría de la meta es su énfasis en la forma en que diferentes tipos
de metas pueden inluir en la conducta en situaciones de logro (Anderman y Wolters, 2006; Elliot,
2005; Maehr y Zusho, 2009; Pintrich, 2003). Las orientaciones a la meta pueden considerarse como las
razones de los estudiantes para realizar tareas académicas (Anderman, Austin y Johnson, 2002). Los investigadores han identiicado diferentes orientaciones (Elliot y McGregor, 2001; Elliot y Thrash, 2001).
Debe hacerse una distinción entre las metas de aprendizaje y las metas de desempeño (Dweck,
1991, 1999, 2002; Dweck y Leggett, 1988; Elliott y Dweck, 1988, Schunk, 1996; Schunk y Swartz,
1993a, 1993b). Una meta de aprendizaje se reiere al conocimiento, conducta, habilidad o estrategia
que deben adquirir los estudiantes; una meta de desempeño denota la tarea que deben realizar. Otros
tipos de metas mencionados en las publicaciones que son conceptualmente similares a las metas de
aprendizaje incluyen a las metas de dominio, el involucramiento en la tarea y el enfoque en la tarea
(Ames y Archer, 1987; Butler, 1992; Meece, 1991; Nicholls, 1984); las metas de involucramiento en el
yo y el enfoque en la capacidad son equivalentes a las metas de desempeño. En la situación de clase
presentada al inicio del capítulo, Matt parece estar orientado hacia una meta de aprendizaje mientras
que Jared está más orientado a una meta de desempeño.
Aunque en ocasiones puede existir relación entre esas orientaciones a la meta, por ejemplo, el
aprendizaje produce un desempeño más rápido, la importancia de esas metas en la conducta para
el logro y en el aprendizaje se deriva de los efectos que pueden tener en las creencias y procesos cognoscitivos de los aprendices (Pintrich, 2000a). Las metas de aprendizaje dirigen la atención de
los estudiantes a procesos y estrategias que los ayudan a adquirir capacidades y a mejorar sus habilidades (Ames, 1992a). El enfoque en la tarea motiva la conducta y dirige y mantiene la atención en
aspectos de la tarea que son cruciales para el aprendizaje. Los estudiantes que siguen metas de aprendizaje tienden a sentirse eicaces para alcanzarlas y a estar motivados para realizar actividades apropiadas para la tarea, por ejemplo, esforzarse, persistir y usar estrategias eicaces; Bandura, 1986; Schunk,
1995. La autoeicacia se mantiene mientras trabajan en la tarea y evalúan su progreso (Wentzel, 1992).
El progreso percibido en la adquisición de la habilidad y la autoeicacia para continuar el aprendizaje
mantienen la motivación y mejoran el desempeño habilidoso (Schunk, 1996, véase la igura 8.4a).
Desde una perspectiva relacionada, es probable que los estudiantes con metas de aprendizaje tiendan
a tener una mentalidad de crecimiento que releja la creencia de que las cualidades y capacidades
personales se pueden desarrollar por medio del esfuerzo (Dweck, 2006).
En contraste, las metas de desempeño concentran la atención en completar las tareas (véase la
igura 8.4b). Dichas metas pueden no resaltar la importancia de los procesos y estrategias que subyacen al cumplimiento de la tarea o aumentar la autoeicacia para la adquisición de habilidades (Schunk
y Swartz, 1993a, 1993b).
Meta
de aprendizaje
Autorregulación
de la motivación
Autoeficacia
Progreso
percibido
Logro
de ganancias
Figura 8.4a
Modelo contemporáneo de la motivación para el logro.
Meta
de desempeño
Involucramiento
en la tarea
Comparaciones sociales
Figura 8.4b
Efectos de las metas de desempeño en la motivación.
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Evaluación de la capacidad
Motivación
377
Cuando los estudiantes trabajan en sus tareas, es posible que no comparen su desempeño pasado y actual para determinar su progreso. Las metas de desempeño pueden dar lugar a comparaciones sociales del trabajo propio con el de los demás para determinar el progreso. Es posible que estas
comparaciones produzcan percepciones de poca capacidad entre los alumnos que experimentan
diicultades, lo que produce un efecto adverso en la motivación para realizar la tarea (Schunk, 1996).
Los estudiantes que siguen metas de desempeño pueden tener una mentalidad ija que releja la idea
de que las cualidades y capacidades personales están limitadas y no pueden cambiar mucho (Dewck,
2006).
La investigación apoya esas ideas. Durante clases de ciencia Meece, Blumenfeld y Hoyle (1988)
encontraron que los alumnos que enfatizaban metas de dominio de la tarea informaban un compromiso cognoscitivo más activo caracterizado por actividades de autorregulación, como revisar el material que no comprendieron. La motivación intrínseca, que se revisa más adelante en este capítulo, tiene
una relación positiva con las metas que hacen hincapié en el aprendizaje y la comprensión.
Elliott y Dweck (1988) dieron a niños retroalimentación que relejaba mucha o poca capacidad junto con instrucciones que destacaban una meta de aprendizaje que consistía en desarrollar
competencia o una meta de desempeño que implicaba parecer competente. Los niños con la meta
de aprendizaje trataron de aumentar la competencia eligiendo tareas difíciles y usando estrategias de
solución de problemas. Los niños con la meta de desempeño que recibieron retroalimentación
de capacidad elevada persistieron en la tarea pero también evitaron tareas difíciles que podrían conllevar errores públicos. Los niños con la meta de desempeño que recibieron retroalimentación de
poca capacidad eligieron las tareas más sencillas, no persistieron para corregir los errores y mostraron
afecto negativo.
Durante la enseñanza de comprensión de lectura, Schunk y Rice (1989) encontraron que en el
caso de niños con habilidades de lectura deicientes, una meta de proceso (por ejemplo, aprender a
usar una estrategia de comprensión) y una meta de producto (desempeño), como responder preguntas, dieron lugar a una mayor autoeicacia que una meta general de trabajar de modo productivo; sin
embargo, no hubo diferencia entre las condiciones de proceso y producto. Schunk y Rice (1991) encontraron que la combinación de una meta de proceso con retroalimentación sobre el progreso hacia
la meta de aprender a usar una estrategia fomentaba más la autoeicacia y la habilidad que las condiciones de la meta de proceso y de producto. Ambos estudios sugieren que sin la retroalimentación del
progreso las metas de aprendizaje pueden no ser más eicaces que las metas de desempeño entre los
estudiantes con problemas de lectura.
Schunk y Swartz (1993a, 1993b) ofrecieron a niños de grupos regulares y de grupos para superdotados una meta de proceso de aprender a usar una estrategia de redacción de párrafos o
una meta de producto (desempeño) de escribir párrafos. La mitad de los estudiantes con la meta
de proceso recibían retroalimentación periódica sobre su progreso en el aprendizaje de la estrategia. Schunk y Swartz encontraron que la meta de proceso con retroalimentación era la más efectiva
y que la meta de proceso con o sin retroalimentación daba lugar a mayores resultados de logro que
la meta de producto.
Schunk (1996) proporcionó a alumnos de cuarto grado enseñanza y práctica en fracciones junto
con una meta de aprendizaje, por ejemplo, aprender a resolver problemas, o una meta de desempeño,
como resolver problemas. En el primer estudio, la mitad de los estudiantes de cada condición de meta
evaluaron sus capacidades para resolver problemas. La meta de aprendizaje con o sin autoevaluación y
la meta de desempeño con autoevaluación dieron lugar a mayor autoeicacia, habilidad, motivación
y orientación a la tarea que la meta de desempeño sin autoevaluación. En el segundo estudio todos
los estudiantes de cada condición de meta evaluaron su progreso en la adquisición de una habilidad.
La meta de aprendizaje produjo mayor motivación y resultados de logro que la meta de desempeño.
Schunk y Ertmer (1999) reprodujeron esos hallazgos con estudiantes universitarios y encontraron que
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378
Capítulo 8
la autoeicacia en la aplicación de habilidades de cómputo mejoraba cuando los estudiantes recibían
una meta de proceso (aprendizaje) y la oportunidad de evaluar su progreso en el aprendizaje.
Algunos investigadores han examinado otras distinciones en la dicotomía dominio-desempeño
(Elliot, 2005; Elliot y McGregor, 2001; Elliot y Thrash, 2001; Maehr y Zusho, 2009). Basados en el
trabajo de Carver y Scheier (1988), Linnenbrink y Pintrich (2002) propusieron clasiicar las metas de
dominio y desempeño de acuerdo con si implican aproximación o evitación, y plantearon la hipótesis
de que las metas tienen diferentes consecuencias emocionales. Se predice que las metas de aproximación al dominio dan lugar a afecto positivo, mientras que se espera que ambos tipos de metas de
evitación produzcan afecto negativo. Linnenbrink y Pintrich reportaron apoyo para esas predicciones.
No es común estudiar el papel que desempeña el afecto en la elección de la meta y los resultados,
pero las consecuencias emocionales de la motivación para la educación son importantes (Meyer y
Turner, 2002).
La orientación a la meta desempeña un papel en la autorregulación (véase el capítulo 9) porque
proporciona un marco dentro del cual los aprendices interpretan y reaccionan a los eventos (Dweck
y Leggett, 1988; Meece, 1994). Los estudiantes que desarrollan y mantienen una alta autoeicacia para
el aprendizaje tienen mayores expectativas de éxito, mayor control percibido sobre el aprendizaje
y más interés intrínseco en el aprendizaje (Covington, 1992; Eccles, 1983; Harter y Connell, 1984).
Harackiewicz, Barron, Tauer, Carter y Elliot (2000) encontraron que las metas de dominio predicen
interés inmediato y a largo plazo en la disciplina entre estudiantes universitarios, mientras que las
metas de desempeño predicen mejor las caliicaciones. Es más probable que los alumnos adopten
una orientación de meta a la tarea y el aprendizaje cuando creen que pueden mejorar su capacidad
a través del esfuerzo (Dewck y Leggett, 1988; Meece, 1994; Nicholls y Miller, 1984). Purdie, Hattie y
Douglas (1996) encontraron en estudiantes australianos y japoneses que concebir al aprendizaje como
comprensión se relacionaba con un mayor uso de estrategias de aprendizaje. En contraste con la idea
de que la capacidad puede aumentar gradualmente, los alumnos con una concepción ija creen que el
esfuerzo solamente mejorará la capacidad hasta un límite establecido. El esfuerzo es menos importante
cuando la capacidad es ija.
Los patrones de las metas de logro también pueden motivar esfuerzos autorregulatorios
(Zimmerman y Cleary, 2009). Ofrecer a los estudiantes retroalimentación que destaca una orientación a una meta de aprendizaje puede aumentar más la autoeicacia, la motivación, las actividades
autorregulatorias y el logro que dar retroalimentación que enfatiza las metas de desempeño (Schunk
y Swartz, 1993a, 1993b). Las metas de logro inluyen en la persistencia y en el esfuerzo que invierten
los estudiantes en la tarea (Elliott y Dweck, 1988; Stipek y Kowalski, 1989). En condiciones orientadas
al desempeño, los niños que se perciben como poco capaces experimentan un deterioro del desempeño cuando empiezan a fallar (Meece, 1994); sin embargo, este patrón no se encuentra en los niños
orientados al aprendizaje sin importar la capacidad percibida, ni entre los estudiantes orientados al
desempeño que se perciben como muy capaces. Ames y Archer (1988) encontraron que la orientación
del aula hacia una meta de dominio (aprendizaje) tiene una relación positiva con el uso que reportan
los alumnos de estrategias eicaces de aprendizaje y atribuciones de esfuerzo.
La investigación demuestra que las metas de logro pueden inluir en la manera en que estudian y
en lo que aprenden los alumnos. Quienes están orientados al aprendizaje tienden a usar estrategias de
procesamiento profundo que mejoran la comprensión conceptual y que requieren esfuerzo cognoscitivo, por ejemplo, integrar la información, supervisar la comprensión; Graham y Golan, 1991; Nolen,
1988, 1996; Pintrich y García, 1991. En contraste, los patrones de meta orientados al yo se asocian
con estrategias de procesamiento a corto plazo y nivel supericial, como el repaso y la memorización
(Graham y Golan, 1991; Meece, 1994).
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Motivación
379
Algunos factores en el hogar y la escuela pueden inluir en el papel que desempeña la orientación
a metas de aprendizaje en la autorregulación. Las situaciones de aprendizaje que enfatizan la autosuperación, el descubrimiento de nueva información y la utilidad de aprender el material pueden fomentar
la orientación a una meta de aprendizaje (Ames y Archer, 1988; Graham y Golan, 1991; Jagacinski
y Nicholls, 1984). En contraste, la competencia interpersonal, las pruebas de habilidades intelectuales y las evaluaciones normativas pueden aumentar las metas de desempeño. Murdock y Anderman
(2006) encontraron que los estudiantes que seguían metas de desempeño tendían más a copiar que
quienes seguían metas de dominio.
En resumen, la evidencia demuestra que una orientación a una meta de aprendizaje facilita más
la motivación y las creencias de logro, así como la adquisición de la habilidad, que una orientación
a una meta de desempeño, aunque las metas de desempeño se relacionan con las caliicaciones.
Consideramos a continuación un mecanismo que podría explicar dichos efectos.
Concepciones de capacidad
Varios investigadores suponen que la orientación a la meta se relaciona íntimamente con la teoría del
individuo acerca de la naturaleza de la inteligencia o la capacidad (Dweck, 1986, 1991, 1999, 2006,
Dweck y Leggett, 1988; Dweck y Molden, 2005; Nicholls, 1983, 1984). Dweck (1991, 2006) propuso
dos teorías de la inteligencia, una que la considera como una entidad y otra que cree que puede aumentar. Las personas que sostienen la teoría de la entidad (o una mentalidad ija) creen que la inteligencia es relativamente invariable, estable, y que no cambia con el tiempo ni con las condiciones de
la tarea. El esfuerzo ayuda a la persona a alcanzar sus límites, pero una vez que los alcanza no puede
progresar mucho. Las diicultades se ven como obstáculos y pueden disminuir la autoeicacia y llevar
a los estudiantes a exhibir estrategias ineicaces y a rendirse o a trabajar sin entusiasmo.
En contraste, las personas que mantienen una teoría de crecimiento (o una mentalidad de desarrollo) equiparan aproximadamente la inteligencia con el aprendizaje. Los alumnos creen que la
inteligencia puede cambiar y aumentar con la experiencia, el esfuerzo y el aprendizaje. De existir un
límite superior para la inteligencia, éste es lo bastante alto como para no impedir que el individuo
trabaje duro para mejorar. Las diicultades se ven como retos y pueden aumentar la autoeicacia si los
estudiantes movilizan el esfuerzo, persisten en la tarea y usan estrategias adecuadas.
Con algunas excepciones, es más factible que los estudiantes con una mentalidad de crecimiento o
una visión de que la inteligencia puede aumentar crean que el aprendizaje puede incrementar su capacidad general, por lo que debería ser más probable que adopten metas de aprendizaje. Por el contrario, es
menos probable que los estudiantes con una mentalidad ija, o una visión de la inteligencia como entidad
adopten metas de aprendizaje porque creen que aprender no mejorará su nivel general de capacidad.
Estas predicciones han recibido apoyo de la investigación (Dweck, 1991, 2006; Dweck y Molden, 2005).
La investigación también muestra relaciones importantes entre las nociones de capacidad, motivación y resultados de logro. Wood y Bandura (1989) hicieron que adultos participaran en una tarea
que consistía en tomar decisiones administrativas y les dijeron que la capacidad para tomar decisiones
era ija (que relejaba sus capacidades cognoscitivas básicas) o que podía aumentar (desarrollarse por
medio de la práctica). Esas ideas de capacidad a menudo se asocian con orientaciones al yo y a la
tarea, respectivamente (Dweck y Leggett, 1988; Jagacinski y Nicholls, 1984; Nicholls, 1983). Los individuos que creían que la capacidad puede aumentar conservaron un nivel elevado de autoeicacia,
establecieron metas desaiantes, aplicaron las reglas de manera eicaz y tuvieron un mejor desempeño;
los participantes que creían que la capacidad es una entidad mostraron una disminución en la autoeicacia. Jourden, Bandura y Banield (1991) obtuvieron resultados similares en estudiantes universitarios
en una tarea motriz. Los participantes a quienes se hizo creer que el desempeño es una habilidad que
se puede adquirir mostraron mayor autoeicacia, reacciones positivas a su desempeño, adquisición de
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380
Capítulo 8
la habilidad e interés en la tarea; quienes fueron llevados a creer que el desempeño releja una aptitud
inherente no mostraron ganancia en la autoeicacia, exhibieron poco incremento en la habilidad y el
interés, así como reacciones negativas hacia sí mismos. Bempechat, London y Dweck (1991) encontraron relaciones importantes entre las teorías de la inteligencia y las creencias, y las conductas de logro
en menores de jardín de niños a quinto grado.
CONTROL PERCIBIDO
Aunque las nociones cognoscitivas de la motivación diieren en muchos sentidos, las uniica su apoyo
a la idea de que el control percibido respecto a la participación en la tarea y los resultados es una
inluencia fundamental en la motivación (Schunk y Zimmerman, 2006). El control percibido también
forma parte importante del sistema de creencias de impotencia aprendida, que es una perspectiva
psicológica sobre la conducta relevante para la motivación académica. Más adelante, en este capítulo,
veremos cómo es que las percepciones de control son determinantes importantes de la motivación
intrínseca.
Creencias de control
Las personas pueden creer que tienen mayor o menor grado de control sobre muchos tipos de
situaciones y circunstancias. Recuerde que Bandura (1986; véase el capítulo 4) distinguió la autoeicacia de las expectativas de resultados; la primera se reiere a las capacidades percibidas para
aprender o realizar conductas y las últimas a las creencias sobre las consecuencias de las acciones. El control percibido es crucial para ambas expectativas. Las personas que creen que pueden
controlar lo que aprenden y realizan, así como las consecuencias de sus acciones, poseen un
sentido de agencia. Estas personas tienden más a iniciar y mantener conductas dirigidas a esos
ines que los individuos con poco sentido de control sobre sus capacidades y sobre los resultados
de sus acciones.
Skinner, Wellborn y Connell (1990) distinguieron tres tipos de creencias que contribuyen al control percibido. Las creencias de estrategia son expectativas relacionadas con los factores que inluyen
en el éxito, como la capacidad, el esfuerzo, otras personas, la suerte y factores desconocidos. Las
creencias de capacidad se reieren a las capacidades personales relacionadas con la competencia, el
esfuerzo, los demás y la suerte; por ejemplo, una creencia de estrategia podría ser: “La mejor manera
de obtener buenas caliicaciones es esforzarme”, una creencia de capacidad sería: “Parece que no
puedo trabajar mucho en la escuela”. Las creencias de control son expectativas acerca de las oportunidades de tener un buen desempeño en la escuela sin hacer referencia a medios especíicos, por
ejemplo: “Puedo tener un buen desempeño en la escuela si así lo deseo”.
De manera similar a la teoría cognoscitivo-social de Bandura, en la que la autoeicacia y las expectativas de resultado contribuyen al sentido de agencia de un individuo, Skinner y sus colaboradores
describieron un sistema tripartita de control percibido. Su investigación demostró que esas creencias
inluyen en el desempeño académico fomentando o disminuyendo la participación activa en el aprendizaje, y que los profesores contribuyen a las percepciones de control de sus alumnos al brindarles
contingencia (al darles directrices y retroalimentación claras y congruentes) e involucramiento (al
mostrar interés en los estudiantes y dedicarles recursos).
La evidencia también indica que cuando las personas creen que tienen control sobre el ambiente
toleran mejor los estímulos aversivos y se desempeñan a un nivel más alto. Glass y Singer (1972) hicieron que adultos trabajaran en tareas y los expusieron de manera periódica a un ruido fuerte e irritante.
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Motivación
381
Los participantes sin control no podían controlar el sonido. Los investigadores dijeron a los participantes con control directo percibido que podían dejar de escuchar el ruido presionando un botón, pero
les recomendaron no hacerlo a menos que fuera necesario; a los participantes con control indirecto
percibido les dijeron que al presionar el botón enviarían una señal a un ayudante del investigador,
quien podría detener el ruido, también en este caso les recomendaron no presionar el botón a menos
que lo necesitaran. El control percibido (directo o indirecto) dio lugar a una persistencia signiicativamente mayor y a menos errores en comparación con la percepción de falta de control. Los individuos
con control percibido juzgaron que el ruido era menos molesto que los participantes sin control. Esos
resultados sugieren que los estudiantes con un sentido de agencia o control pueden recuperarse mejor
de los reveses y a la larga salir triunfantes.
Impotencia aprendida
La impotencia aprendida es un fenómeno psicológico que destaca las percepciones de control; se
reiere a un estado psicológico que implica un trastorno en la motivación, los procesos cognoscitivos
y las emociones debido a que previamente se experimentó falta de control (Maier y Seligman, 1976;
Peterson, 2000; Seligman, 1975, 1991). La clave para producir impotencia aprendida es la percepción
de independencia entre las respuestas y los resultados.
La impotencia fue identiicada en estudios de laboratorio en que perros que recibieron descargas de las que no podían escapar fueron cambiados a otro lugar en que podían evitar las descargas
saltando una valla. Las descargas de las que antes no pudieron escapar condicionaron a los perros,
quienes en el nuevo escenario hicieron pocos intentos de huir y más bien soportaron las descargas pasivamente, a diferencia de los perros que no fueron expuestos antes a descargas de las que no podían
escapar, para los que resultó sencillo aprender a huir.
Una manifestación de la impotencia es la pasividad. Las personas pueden no hacer nada cuando
creen que no tienen control sobre una situación. La impotencia también retrasa el aprendizaje.
Personas y animales expuestos a situaciones incontrolables pueden no aprender nunca respuestas
adaptadas o pueden aprenderlas más lentamente que quienes no fueron expuestos a la falta de control. La impotencia presenta manifestaciones emocionales. Las situaciones incontrolables antes del
inicio pueden hacer que el individuo responda de manera más agresiva, pero a la larga la conducta
se vuelve menos asertiva.
La impotencia aprendida ha sido aplicada en diversos contextos clínicos (Fincham y Cain, 1986).
Seligman (1975) propuso la impotencia como una explicación para la depresión reactiva producida
por cambios repentinos e importantes en la vida de una persona, como la muerte de un ser querido,
el divorcio o la pérdida del trabajo. Esta explicación resulta intuitivamente factible porque las personas
por lo general sienten impotencia en esas situaciones; al mismo tiempo, muchas personas deprimidas
se culpan de los hechos negativos de su vida. Por ejemplo, Alex puede creer que fue despedido porque siempre llegaba tarde al trabajo y que podría haber evitado el despido si hubiera llegado unos
minutos antes cada día, lo que es incompatible con la idea de que la impotencia es resultado de la
percepción de falta de control. El modelo original de Seligman sobre la impotencia aprendida fue replanteado para incluir las atribuciones (Abramson, Seligman y Teasdale, 1978). El modelo replanteado
postula que las explicaciones (atribuciones) de los resultados inluyen en las expectativas futuras de
los resultados y en las reacciones a ellas. Las explicaciones varían a lo largo de tres dimensiones:
estable-inestable, global-especíica e interna-externa. Una persona que atribuye los resultados negativos a causas estables, por ejemplo “Siempre llego tarde a todos lados”, tiene más probabilidades de
esperar sucesos malos en el futuro y de adquirir impotencia que alguien que hace atribuciones a causas inestables, como “Llegué tarde cuando el clima era malo”. Las causas pueden afectar muchas áreas
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382
Capítulo 8
de la vida de una persona (efectos globales) o sólo en un área (efectos especíicos). Los estudiantes
pueden creer que carecen de capacidad en todas las materias escolares o únicamente en una. Es más
probable que las atribuciones globales produzcan impotencia. Las causas de los hechos negativos
pueden ser internas (poca inteligencia) o externas a la persona (el profesor aplica exámenes injustos).
Las atribuciones internas tienden más a producir impotencia. En general, las personas más propensas
a la impotencia son las que por lo regular explican los hechos negativos con atribuciones internas,
globales y estables, por ejemplo, “Me va mal en la escuela porque no soy muy listo”.
Estudiantes con problemas de aprendizaje
La impotencia aprendida caracteriza a muchos estudiantes con problemas de aprendizaje que entran
en un círculo vicioso en el que las creencias negativas interactúan recíprocamente con los fracasos
académicos (Licht y Kistner, 1986). Los estudiantes fallan en la escuela por diversas razones y pueden empezar a dudar de su capacidad para aprender y a considerar que no tienen control sobre el
éxito académico. Esas creencias producen frustración y los hacen rendirse con facilidad en las tareas. La falta de esfuerzo y persistencia contribuye a otros fracasos, lo que refuerza las creencias negativas. Al inal los estudiantes interpretan que sus éxitos tienen causas externas, por ejemplo, que
se deben a que la tarea era sencilla, a que tuvieron suerte o a que el profesor los ayudó, y atribuyen
el fracaso a la falta de capacidad, que es interna, global y estable, lo que produce un efecto negativo en la autoeicacia, la motivación y el aprovechamiento (Nolen-Hoeksema, Girgus y Seligman,
1986). En la situación de clase presentada al inicio del capítulo, Margaret podría ser candidata a la
impotencia aprendida.
En comparación con los aprendices normales, quienes presentan problemas de aprendizaje muestran menores expectativas de éxito, juzgan que su capacidad es escasa y enfatizan la falta de capacidad como causa del fracaso (Boersma y Chapman, 1981; Butkowsky y Willows, 1980; Chapman, 1988;
Harris et al., 2006; Palmer, Drummond, Tollison y Zinkgraff, 1982). Dichos estudiantes no suelen atribuir el fracaso a la falta de esfuerzo (Andrews y Debus, 1978; Dweck, 1975; Pearl, Bryan y Donohue,
1980). Se rinden con facilidad cuando encuentran diicultades, mencionan causas incontrolables para
sus éxitos y fracasos y tienen bajas percepciones de control interno sobre los resultados (Johnson,
1981; Licht y Kistner, 1986); incluso pueden generalizar esas creencias negativas a situaciones en que
no han fracasado antes.
Dweck integró la impotencia aprendida a un modelo de motivación para el logro (Dweck, 1986,
1999; Dweck y Leggett, 1988). El involucramiento en el yo caracteriza a los estudiantes que se sienten impotentes; sus metas escolares son cumplir con las tareas y evitar los juicios negativos sobre su
competencia. Pueden tener una mentalidad ija y creer que la inteligencia es una cantidad estable
(Dweck, 2006); evitan los desafíos, muestran poca persistencia ante las diicultades, poseen bajas
percepciones de sus capacidades y pueden sentir ansiedad mientras realizan las tareas (Diener y
Dweck, 1978, 1980). En contraste, es más probable que los alumnos orientados al dominio mantengan
una mentalidad de crecimiento y que muestren un patrón de logro involucrado en la tarea. Creen que
la inteligencia puede mejorar y sus metas escolares son aprender y volverse más competentes; mantienen altas percepciones de sus capacidades de aprendizaje, a menudo buscan desafíos y persisten en
las tareas difíciles.
Muchas veces no hay diferencia en la capacidad intelectual entre los estudiantes orientados al
dominio y los estudiantes con impotencia. Aunque los segundos pueden presentar déicits en la habilidad cognoscitiva, éstos no causan el fracaso por sí solos.
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Motivación
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No todos los estudiantes con problemas de aprendizaje entran en este ciclo; algunos continúan
sintiendo conianza y muestran patrones de atribución positivos. Un factor que puede ser importante
es la frecuencia del fracaso: los estudiantes que fallan en muchas materias escolares son especialmente
susceptibles. Las deiciencias en la lectura son de particular importancia, ya que las habilidades deicientes en la lectura afectan al aprendizaje de muchas áreas de contenido. Los déicits de la lectura
pueden fomentar creencias negativas incluso en áreas que implican poca o ninguna lectura, como las
matemáticas (Licht y Kistner, 1986).
Las variables asociadas con el ambiente en el que se imparte la instrucción pueden impedir que
los estudiantes con problemas de aprendizaje entren en este ciclo y ayudarlos a superarlo (Friedman
y Medway, 1987). La retroalimentación de la atribución puede modiicar las creencias y conductas inadaptadas de logro. Es necesario que los profesores asignen a sus alumnos tareas que puedan cumplir
y retroalimentación que destaque el progreso hacia las metas de aprendizaje (Schunk, 1995; Stipek,
2002). Stipek y Kowalski (1989) encontraron que enseñar estrategias para la tarea a niños que daban
poca importancia al papel que desempeña el esfuerzo mejoraba su desempeño académico.
Examinaremos ahora el autoconcepto, una inluencia importante en la motivación que ha recibido
mucha atención de los investigadores y profesionales en su intento por entender la motivación y el
aprovechamiento del estudiante.
AUTOCONCEPTO
Psicólogos y educadores han estudiado durante años el autoconcepto, estimulados en gran medida
por los intentos de entender la personalidad y el funcionamiento humano. Aunque muchos creían que
el autoconcepto se relaciona positivamente con el aprovechamiento académico, se carecía de evidencia teórica y empírica que apoyara esta airmación.
Esta situación cambió de manera notable cuando la teoría y la investigación sobre el autoconcepto experimentaron un resurgimiento (Hattie, 1992). A los profesores les preocupan temas como
la relación del autoconcepto con la motivación y el aprendizaje, la forma en que se puede mejorar el
autoconcepto y la manera en que los factores sociales y de la instrucción inluyen en el autoconcepto.
En esta sección se presenta una perspectiva general sobre la estructura del autoconcepto y el papel
que éste desempeña en la motivación y el aprendizaje académico.
Dimensiones y desarrollo
El autoconcepto se reiere al conjunto de autopercepciones de una persona que a) se forman a través
de las experiencias y las interpretaciones del ambiente y b) reciben una inluencia importante de los
reforzamientos y evaluaciones de otras personas signiicativas (Shavelson y Bolus, 1982). El autoconcepto es multidimensional e incluye elementos como la conianza de la persona en sí misma, la
autoestima, la estabilidad del autoconcepto y la cristalización de la identidad (Pajares y Schunk, 2001,
2002; Rosenberg y Kaplan, 1982; Schunk y Pajares, 2009). La autoestima es el sentido de valía personal
del individuo (si se acepta y se respeta) y es el componente evaluativo del autoconcepto. La conianza
en sí mismo denota el grado en que la persona cree que puede producir resultados, lograr metas o
realizar tareas de manera competente (es semejante a la autoeicacia). Existe relación entre la autoestima y la conianza de la persona en sí misma. La creencia de la persona en que es capaz de realizar
una tarea puede aumentar su autoestima. Una autoestima elevada puede dar lugar a que la persona
intente tareas difíciles, y el éxito posterior aumenta la conianza en sí misma.
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384
Capítulo 8
La estabilidad del autoconcepto se reiere a la facilidad o diicultad para cambiarlo. La estabilidad
depende en parte de qué tan cristalizadas o estructuradas estén las creencias. Las creencias se cristalizan con el desarrollo y la repetición de experiencias similares. En la adolescencia los individuos
tienen percepciones relativamente bien estructuradas de sí mismos en áreas como la inteligencia, la
sociabilidad y los deportes, por lo que las experiencias breves que contradicen las creencias personales pueden no causar mucho efecto; pero ocurre lo contrario si las ideas que tienen sobre sí mismos
no están bien formadas, usualmente porque tienen poca o ninguna experiencia, en cuyo caso es más
fácil que modiiquen su autoconcepto.
El desarrollo del autoconcepto avanza de una visión concreta de uno mismo a una más abstracta
(Montemayor y Eisen, 1977). Los niños pequeños se perciben de manera concreta, se deinen en
términos de su apariencia, sus acciones, su nombre, sus posesiones, etcétera; no distinguen entre las
conductas y las capacidades o características personales subyacentes, tampoco poseen un sentido de
una personalidad duradera porque su autoconcepto es difuso y está mal organizado. Como resultado
del desarrollo y la educación, su visión se vuelve más abstracta. A medida que desarrollan nociones
separadas de los rasgos y capacidades subyacentes, su autoconcepto se vuelve mejor organizado y
más complejo.
El desarrollo también produce un autoconcepto diferenciado. Aunque la mayoría de los investigadores sobre el tema proponen la existencia de un autoconcepto general, la evidencia indica que está
organizado de manera jerárquica (Marsh y Shavelson, 1985; Pajares y Schunk, 2001, 2002; Schunk
y Pajares, 2005, 2009; Shavelson y Bolus, 1982). En la parte superior de la jerarquía se encuentra
el autoconcepto general y en los escaños inferiores están los autoconceptos en áreas especíicas.
Las percepciones del individuo de conductas delimitadas inluyen en los autoconceptos en áreas
especíicas, como las matemáticas y las ciencias sociales, que a su vez se combinan para formar el
autoconcepto académico. Por ejemplo, Chapman y Tunmer (1995) encontraron que el autoconcepto
de los niños en la lectura comprende la competencia percibida en la lectura, la diicultad percibida
con la lectura y las actitudes hacia la lectura. El autoconcepto general incluye percepciones de uno
mismo en los dominios académico, social, emocional y físico. Vispoel (1995) examinó los dominios
artísticos y encontró evidencia a favor de la naturaleza multifacética del autoconcepto, pero poco
apoyo a favor del marco jerárquico.
Las experiencias que ayudan a formar el autoconcepto provienen de las acciones personales
y las experiencias vicarias (modeladas) (Schunk y Pajares, 2005, 2009). El papel que desempeña la
comparación social es importante, en especial en la escuela (véase la revisión presentada antes en el
capítulo). Esta idea se releja en el efecto del pez grande en la laguna pequeña (Marsh y Hau, 2003).
El autoconcepto de los estudiantes de escuelas selectivas (que tienen compañeros inteligentes)
puede ser inferior al de los alumnos de escuelas menos selectivas. Marsh y Hau encontraron evidencia a favor de este efecto en estudiantes de 26 países. La investigación también demuestra que
ser colocado en un grupo de alto logro se asocia con un autoconcepto inferior (Trautwein, Lüdtke,
Marsh y Nagy, 2009).
La evidencia indica que el autoconcepto no se forma de manera pasiva, sino que es una estructura dinámica que media entre los procesos intrapersonales e interpersonales signiicativos (Cantor
y Kihlstrom, 1987). Markus y sus colaboradores (Markus y Nurius, 1986; Markus y Wurf, 1987)
propusieron la hipótesis de que el autoconcepto está formado por esquemas personales o generalizaciones formadas a través de las experiencias. Esos esquemas procesan la información personal
y social de manera muy parecida a la forma en que los esquemas académicos procesan la información cognoscitiva. La naturaleza multidimensional del autoconcepto es capturada por la noción de
autoconcepto de trabajo o esquemas personales que se activan en la mente al mismo tiempo (el
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Motivación
385
conocimiento de uno mismo que está disponible en el momento). Por consiguiente, existe un autoconcepto nuclear estable (general) rodeado por autoconceptos especíicos al dominio que pueden
ser modiicados.
Autoconcepto y aprendizaje
La idea de una relación positiva entre el autoconcepto y el aprendizaje escolar es intuitivamente
plausible. Los estudiantes que confían en sus capacidades de aprendizaje y que se sienten valiosos muestran mayor interés y motivación en la escuela, lo que mejora el aprovechamiento. A su
vez, el mayor aprovechamiento valida la conianza en uno mismo para aprender y mantiene una
alta autoestima.
Por desgracia, esas ideas no han recibido apoyo sistemático de la investigación. En una revisión
de muchos estudios, Wylie (1979) encontró que la correlación general entre las medidas de aprovechamiento académico (promedios de caliicaciones) y las medidas de autoconcepto era de r = +.30,
que es una relación moderada y positiva que sugiere una correspondencia directa entre ambas. Pero
correlación no implica causalidad, por lo que no se puede determinar si el autoconcepto inluye en
el aprovechamiento, el aprovechamiento inluye en el autoconcepto, si la inluencia es mutua o si
en cada uno inluyen otras variables, como los factores en el hogar. Wylie encontró correlaciones
algo mayores cuando empleó medidas estandarizadas del autoconcepto y correlaciones menores con
medidas que el mismo desarrolló. El hecho de que las correlaciones obtenidas entre el aprovechamiento y el autoconcepto académico fuesen mayores a las encontradas entre el aprovechamiento y el
autoconcepto general apoya la idea de una organización jerárquica. Las correlaciones más altas con
el aprovechamiento se han encontrado con autoconceptos especíicos al dominio, por ejemplo, en
áreas como la literatura inglesa o las matemáticas (Schunk y Pajares, 2009).
La suposición de una inluencia mutua entre el autoconcepto y el aprendizaje parece razonable.
Dada la naturaleza general del autoconcepto, es posible que las intervenciones breves diseñadas para
modiicarlo no tengan mucho efecto. Más bien, las intervenciones adaptadas a dominios especíicos
pueden cambiar los autoconceptos especíicos al dominio, que a su vez se extendería en la jerarquía
e inluiría en autoconceptos de nivel más alto.
Las investigaciones publicadas apoyan esta propuesta. La relación moderada entre autoconcepto y logro podría deberse al uso de medidas de autoconcepto generales. Por el contrario, la
relación es fuerte y positiva cuando las medidas de autoconcepto especíico al dominio se comparan con el aprovechamiento en ese dominio (Pajares y Schunk, 2001, 2002; Schunk y Pajares, 2005,
2009). La semejanza entre autoconcepto y autoeicacia aumenta a medida que el autoconcepto se
deine de manera más especíica y aumenta la evidencia que demuestra que la autoeicacia predice
el aprovechamiento (Bandura, 1997; Pajares, 1996; Schunk, 1995; Schunk y Pajares, 2009; véase el
capítulo 4).
Muchas de las sugerencias hechas en este capítulo son relevantes para inluir en el autoconcepto.
En su revisión sobre las intervenciones en el autoconcepto, O’Mara, Marsh, Craven y Debus (2006)
encontraron que las intervenciones especíicas al dominio tienen mayores efectos en el autoconcepto
que las intervenciones diseñadas para aumentar el autoconcepto general. Los profesores que muestran
a los estudiantes que son capaces de aprender y que hacen progresos académicos en áreas de contenido
especíicas, que ofrecen retroalimentación positiva, utilizan de manera adecuada los modelos y minimizan las comparaciones sociales negativas pueden contribuir al desarrollo del autoconcepto de sus
alumnos (en el capítulo 4 encontrará formas de mejorar la autoeicacia).
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386
Capítulo 8
MOTIVACIÓN INTRÍNSECA
La motivación intrínseca se reiere al deseo de participar en una actividad sin una recompensa evidente, salvo la participación en la tarea en sí (Deci, 1975). La importancia de la motivación intrínseca
para el aprendizaje es subrayada en las investigaciones que demuestran que el interés en el aprendizaje tiene una relación positiva con el procesamiento cognoscitivo y el aprovechamiento (Alexander
y Murphy, 1998, Schiefele, 1996, 2009). A continuación se revisan algunas perspectivas sobre la motivación intrínseca.
Perspectivas teóricas
Motivación de efectancia. En un trabajo fundamental, White (1959) deinió a la motivación de efectancia como:
La aptitud o competencia y los sinónimos sugeridos de capacidad, eiciencia, destreza y habilidad. Por
consiguiente, es una palabra adecuada para describir cosas como agarrar y explorar, gatear y caminar,
atención y percepción, lenguaje y pensamiento, manipulación y modiicación del entorno, todos los
cuales fomentan una interacción eicaz (competente) con el ambiente. La conducta... es dirigida, selectiva y persistente, y es continuada, no porque satisfaga pulsiones primarias, que en realidad no puede
resolver hasta que está casi perfeccionada, sino porque satisface una necesidad intrínseca de lidiar con
el ambiente (pp 317-318).
La motivación de efectancia se ve en niños pequeños cuando interactúan con las características
del ambiente que atrapan su atención. Un pequeño puede extender la mano y agarrar un objeto, darle
vuelta y empujarlo en un esfuerzo por controlarlo. La motivación de efectancia no está diferenciada
en los niños pequeños, se dirige a todos los aspectos del ambiente. Con el desarrollo la motivación se
vuelve cada vez más especializada. Una vez que los niños entran a la escuela, maniiestan motivación
de efectancia en conductas de logro en varias materias escolares.
La motivación de efectancia surge cuando los motivos biológicos están satisfechos; también facilita la satisfacción de necesidades futuras. Quitar la tapa de un frasco al principio satisface el motivo
de efectancia; pero al hacerlo el niño, se da cuenta de que el frasco contiene galletas, lo cual lo lleva
a adquierir un conocimiento que puede utilizar en el futuro para satisfacer el hambre.
Motivación de dominio. La noción de la motivación de efectancia resulta intuitivamente atractiva, pero su
generalidad limita la búsqueda de sus causas y su eicacia como explicación de las acciones. No queda
clara la manera en que podría inluir en un constructo tan general y, por ende, mejorar la motivación
académica.
Harter (1978, 1981) intentó especiicar los antecedentes y las consecuencias de la motivación de
efectancia en un modelo de desarrollo de la motivación de dominio. Mientras White se enfocaba en
el éxito, Harter tomó en cuenta el éxito y el fracaso. También enfatizó las funciones de los agentes de
socialización y de las recompensas, los procesos por los cuales los niños interiorizan las metas de dominio y desarrollan un sistema de autorrecompensa, y las correlaciones importantes de la motivación
de efectancia, por ejemplo, la percepción de competencia y control (véase la igura 8.5).
El lado izquierdo del modelo describe el éxito y es similar al planteamiento de White. La motivación de efectancia puede suscitar intentos de dominio. White consideraba al motivo genérico, pero
Harter los diferenció de acuerdo con el ámbito (la escuela, los compañeros, los deportes). La mayor
parte de las conductas implican tareas con un nivel óptimo de desafío. Los éxitos producen placer intrínseco y percepciones de competencia y control, lo que a su vez fortalece la motivación de efectancia.
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Motivación
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Motivación
de efectancia
Aumenta
Disminuye
Placer
intrínseco
Competencia percibida
+
Percepción interna
de control
Ansiedad en
situaciones de dominio
Desafío óptimo
+
Éxito
Fracaso
Percepción de falta
de competencia
+
Percepción externa
de control
Dependencia de
a) Aprobación y
b) Metas
externas
Interiorización de
a) Sistema de autorrecompensa
b) Metas de dominio
Intentos de
dominio físico
cognoscitivo
social
(la necesidad de aprobación
externa disminuye con el
desarrollo)
Reforzamiento positivo
o aprobación de los intentos
independientes de dominio
+
Modelamiento de la aprobación
+
No se refuerza la
dependencia resultado
Positivos
(la necesidad
de aprobación externa
persiste o aumenta con el desarrollo)
Falta de reforzamiento y/o
desaprobación de los intentos
independientes de dominio
+
Modelamiento de
la desaprobación
+
Reforzamiento de la dependencia
por adultos resultados
Negativos
Figura 8.5
Modelo de la motivación de dominio.
Fuente: A Model of Mastery Motivation in Children: Individual Differences and Developmental Change, de S. Harter, 1981.
En W. A. Collins (editor). Aspects on the Development of Competence: The Minnesota Symposia on Child Psychology
(Vol. 14, pp. 215-255). Publicado en 1981 por Lawrence Erlbaum Associates. Derechos de autor de Taylor & Francis
Group LLC-Books. Utilizado con autorización.
La parte inferior destaca el papel desempeñado por los agentes de socialización. Para desarrollar
y conservar la motivación, se requiere cierto reforzamiento positivo de los intentos de dominio. Buena
parte de este reforzamiento proviene de los cuidadores primarios y a la larga los niños interiorizan un
sistema de autorrecompensa, lo que les permite reforzar sus intentos de dominio. Los niños adquieren
metas de dominio a través de la observación (aprendizaje social), y con el desarrollo la interiorización
se vuelve más completa. En apoyo a esos puntos la investigación demuestra que los niños de hogares
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388
Capítulo 8
en que se enfatizan las oportunidades y actividades de aprendizaje exhiben mayor motivación intrínseca para aprender (Gottfried, Fleming y Gottfried, 1998).
En el lado izquierdo del modelo se presentan los resultados positivos que se obtienen cuando
los ambientes sociales satisfacen los deseos naturales de los niños. El lado derecho muestra los
resultados negativos o el desarrollo de individuos con orientación extrínseca. El fracaso de los intentos de dominio, aunado a un ambiente poco sensible, puede dar lugar a percepciones de poca
competencia, a un locus de control externo y a ansiedad. La motivación de efectancia disminuye
cuando los niños dependen cada vez más de otros para establecer metas y recompensar las
acciones.
La investigación apoya muchas de las propuestas del modelo. Por ejemplo, la motivación intrínseca se relaciona positivamente con la percepción de competencia y control interno (Harter, 1981;
Harter y Connell, 1984). Los modelos sociales son fuentes importantes de la conducta de dominio y
aprendizaje (Bandura, 1986, 1997; Schunk, 1987). La percepción de competencia tiene una relación
positiva con la motivación intrínseca (Gottfried, 1985, 1990). Al mismo tiempo el modelo depende
mucho de los agentes de socialización; aunque estos son importantes, la investigación ha identiicado
otras formas de fomentar la conducta de dominio, por ejemplo, estableciendo metas de aprendizaje,
ofreciendo retroalimentación de las atribuciones y enseñando estrategias de autorregulación (Ames,
1992a; Pintrich y Schrauben, 1992; Schunk, 1995; Zimmerman, 1989, 2000; Zimmerman y Cleary,
2009). Se ha prestado relativamente poca atención a las implicaciones educativas de la teoría, por
ejemplo, la manera de enseñar a los alumnos a adoptar una orientación intrínseca hacia la escuela, por lo
que es necesario ampliar la teoría para incluir estos puntos.
Incongruencia y activación. Algunos investigadores proponen que la motivación intrínseca releja
una necesidad inherente de una cantidad moderada de estimulación ambiental. Hunt (1963) arguyó
que las conductas exploratorias y la curiosidad están intrínsecamente motivadas y resultan de la incongruencia entre las experiencias previas y la nueva información. Las personas extraen información
del ambiente y la comparan con representaciones internas. Cuando existe incongruencia entre el
conocimiento nuevo y el conocimiento interno o las expectativas, las personas quedan intrínsecamente motivadas para disminuir la incongruencia. Hunt planteó que las personas necesitan un nivel
óptimo de incongruencia y que cuando se ven privadas de ese nivel buscan situaciones en las que
puedan obtenerlo. Demasiada incongruencia resulta frustrante y suscita la pulsión para reducir la
frustración. Aunque las opiniones de Hunt tienen mérito intuitivo, se les ha criticado por la vaguedad
del “nivel óptimo de incongruencia” y porque no queda claro cuánta incongruencia se necesita para
producir motivación (Deci, 1975).
De manera similar, Berlyne (1960, 1963) propuso la hipótesis de que un nivel óptimo de incongruencia isiológica (estimulación del sistema nervioso) es necesario y adaptable. Si el nivel
disminuye demasiado, las personas muestran motivación intrínseca para aumentarlo; por el contrario, si aumenta demasiado, las personas se muestran motivadas para reducirlo. El “potencial de
activación” de Berlyne se puede considerar aproximadamente equivalente en un nivel isiológico
a la incongruencia psicológica de Hunt. Las propiedades de los estímulos que implican su novedad, ambigüedad, incongruencia y sorpresa inluyen en la activación y motivan a las personas a
explorar los objetos.
Aunque las nociones de activación e incongruencia parecen intuitivamente razonables, la idea
de un nivel óptimo de activación o incongruencia es vaga y no queda claro cuánto se necesita para
estimular la motivación. En términos prácticos, sabemos que la novedad y la sorpresa aumentan el
interés del estudiante, pero ¿qué cantidad de novedad y sorpresa es óptima? Demasiada puede llevar a
la frustración, a intentos de escapar de la situación y a disminuir el interés en el aprendizaje.
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Motivación
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Autodeterminación. Deci y sus colaboradores (Deci, 1980; Deci y Moller, 2005; Deci y Ryan, 1991;
Grolnick, Gurland, Jacob y Decourcey, 2002; Reeve, Deci y Ryan, 2004; Ryan, Connell y Deci, 1985;
Ryan y Deci, 2000, 2009) propusieron que la motivación intrínseca es una necesidad humana innata y
que se origina en los infantes como una necesidad indiferenciada de competencia y autodeterminación. A medida que los niños se desarrollan, la necesidad se diferencia en áreas especíicas, como la
deportiva o la académica, y las interacciones ambientales inluyen en la dirección de la diferenciación.
Esta perspectiva de la autodeterminación enfatiza la interiorización de los valores y costumbres
sociales. La sociedad contiene muchos controles y recompensas extrínsecas que no coinciden con
la búsqueda de autodeterminación de los niños, pero que pueden producir buen comportamiento y
funcionamiento social. Con el desarrollo esos motivadores externos se pueden convertir en una parte
interiorizada del sistema autorregulatorio (véase el capítulo 9).
La motivación se concibe como un continuo en cuyos extremos se encuentran la motivación
intrínseca y la extrínseca; en la parte central de ese continuo se localizan conductas cuya motivación
original era extrínseca pero que se interiorizaron y ahora son autodeterminadas. Por ejemplo, es posible
que los estudiantes quieran evitar algunas actividades académicas, pero trabajan en ellas para obtener
recompensas y evitar el castigo del profesor. A medida que sus habilidades se desarrollan y los alumnos
creen que son más competentes, perciben un sentido de control y autodeterminación sobre el aprendizaje. Las actividades se vuelven motivadores intrínsecos y los reforzadores positivos sociales, como
el elogio y la retroalimentación, participan en el proceso.
La postura de Deci invita a la relexión y ha generado mucha investigación. También presenta implicaciones para la práctica educativa porque enfatiza el papel que desempeña la autodeterminación
en el aprendizaje. Aunque algunos puntos del modelo no se especiican con claridad, la investigación
sigue poniendo a prueba sus ideas (Reeve et al., 2004).
Sobrejustiicación y recompensa
Lepper y Hodell (1989) propusieron la hipótesis de que existen cuatro fuentes de motivación intrínseca: desafío, curiosidad, control y fantasía. Las perspectivas sobre la motivación intrínseca revisadas
antes en este capítulo apoyan la importancia de las tres primeras fuentes. Los contextos de fantasía,
como el intercambio de papeles y las simulaciones, parecen bien diseñados para acentuar la motivación intrínseca. A pesar de sus diferencias, las distintas perspectivas airman que la motivación intrínseca es una fuerza importante y positiva en la vida de las personas.
Por lo regular, pensamos que la motivación intrínseca aumenta, pero también puede disminuir. La investigación demuestra que realizar actividades intrínsecamente interesantes para obtener
una recompensa extrínseca puede minar la motivación intrínseca (Deci, Koestner y Ryan, 1999,
2001; Lepper, Corpus e Iyengar, 2005; Lepper y Greene, 1978; Lepper, Henderlong y Gingrass,
1999). Dado el predominio de las recompensas, ese hallazgo tiene importantes implicaciones para
la educación.
Cuando las personas están intrínsecamente motivadas participan en una actividad como un in
en sí mismo. Csikszentmihalyi (1975) estudió a personas que realizaban actividades intrínsecamente
motivadoras y encontró que sus experiencias relejaban un lujo o involucramiento total con las actividades. El lujo es un proceso personal y releja motivación emergente que surge del descubrimiento
de nuevas metas y recompensas como consecuencia de interactuar con el ambiente (Csikszentmihalyi
y Rathunde, 1993; Meyer y Turner, 2002).
En contraste, la motivación extrínseca implica participar en una actividad por razones externas
a la tarea. Esta actividad es un medio para un in: un objeto, una caliicación, retroalimentación o
un elogio, o bien, la posibilidad de trabajar en otra actividad. Los estudiantes están extrínsecamente
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Capítulo 8
motivados si la razón principal por la que tratan de realizar un buen desempeño en la escuela es complacer a sus padres, obtener altas caliicaciones o recibir la aprobación del profesor.
Las razones intrínsecas para trabajar en una tarea son internas a ella. La recompensa proviene de trabajar en la tarea, la cual es a la vez el medio y el in. Las recompensas para la motivación intrínseca pueden
ser sentimientos de competencia y control, autosatisfacción, éxito en la tarea u orgullo por el trabajo propio.
Participamos en muchas actividades por razones tanto intrínsecas como extrínsecas. A muchos
estudiantes les gusta sentirse competentes en la escuela y sienten orgullo por un trabajo bien hecho,
pero también desean recibir el elogio del profesor y buenas caliicaciones. Las recompensas no son
motivadores inherentemente extrínsecos. Deci (1975) airmó que las recompensas tienen un aspecto de
información y de control. Los sistemas de recompensa se pueden estructurar sobre todo para transmitir
información acerca de las capacidades del individuo o para controlar su conducta, y la relativa preponderancia de cada uno (información o control) inluye en la conducta posterior. Un aspecto informativo
destacado que indica un desempeño exitoso debe fomentar sentimientos de competencia, mientras que
un aspecto destacado de control puede llevar a percibir la recompensa como la causa de la conducta.
Por ejemplo, suponga que en el sistema de recompensa de un salón de clases, los estudiantes
reciben más puntos a medida que terminan más trabajos. Aunque los alumnos desearan trabajar para
obtener puntos (porque pueden cambiarlos por privilegios), los puntos transmiten información acerca
de sus capacidades. Cuantos más puntos obtienen los estudiantes, más capaces son. En contraste, si los
puntos se les entregan sólo por el tiempo que dedican a una tarea, sin importar el aprendizaje o el resultado, pueden ver la tarea sobre todo como un medio para un in. Los puntos no comunican nada acerca
de sus capacidades y es más probable que los estudiantes consideren que las recompensas controlan
su participación en la tarea. Las recompensas tangibles esperadas que se ofrecen a los estudiantes por
el solo hecho de hacer una tarea disminuyen la motivación intrínseca (Cameron y Pierce, 1994, 2002).
Lepper (1983; Lepper y Greene, 1978; Lepper et al., 1999) propuso que la percepción de la recompensa inluye en la motivación intrínseca de los estudiantes. La motivación es en gran medida
una función de las percepciones del individuo de su participación en la tarea. Cuando las restricciones externas son notables, claras y suicientes para explicar la conducta, los individuos atribuyen su
comportamiento a dichas restricciones. Si las personas consideran que las restricciones externas son
débiles, poco claras o psicológicamente insuicientes para explicar su conducta, es más probable que
atribuyan sus acciones a sus deseos o disposiciones personales.
En un experimento clásico (Lepper, Greene y Nisbett, 1973), se observó a preescolares en condiciones de juego libre. Se seleccionó para el estudio a quienes dedicaban mucho tiempo a dibujar y
se les asignó a una de tres condiciones. En el grupo de recompensa esperada, se ofreció a los niños
un certiicado de buen jugador si hacían un dibujo. A los niños de la condición de recompensa no
esperada no se les ofreció el certiicado, pero lo recibieron de manera inesperada después de hacer
un dibujo. A los niños en la condición sin recompensa no se les ofreció el certiicado ni lo recibieron.
Dos semanas después se observó de nuevo a los niños en una condición de juego libre.
Los niños en la condición de recompensa esperada dibujaron por un tiempo signiicativamente
más corto después del experimento, mientras que los niños en las otras dos condiciones no mostraron
cambio signiicativo. Los niños en la condición de recompensa esperada dedicaron menos tiempo a
dibujar luego del estudio en comparación con los niños en las otras dos condiciones. No fue la recompensa en sí lo importante, sino la contingencia. Lepper y sus colaboradores (1973) propusieron la
hipótesis de la sobrejustiicación: participar en una actividad intrínsecamente interesante en condiciones que la hacen destacar como un medio para un in (recompensa) disminuye el interés posterior en
esa actividad. La hipótesis de la sobrejustiicación ha sido apoyada en investigaciones experimentales
con tareas diferentes y participantes de todas las edades (Lepper y Greene, 1978; Lepper et al., 1999;
Lepper y Hodell, 1989).
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Motivación
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Las recompensas no necesariamente tienen efectos perjudiciales en el desempeño; pueden contribuir al desarrollo de habilidades, de la autoeicacia y el interés cuando se vinculan al desempeño real
del individuo y le comunican que está progresando en el aprendizaje. Ofrecer a los niños recompensas con base en la cantidad de trabajo que realizan durante las actividades de aprendizaje aumenta
su autoeicacia, motivación y adquisición de la habilidad en comparación con ofrecerles recompensas
por el solo hecho de participar en la tarea o con no ofrecerles recompensas (Schunk, 1983e). Durante
un programa de enseñanza de la resta, Bandura y Schunk (1981) encontraron una relación positiva
entre la autoeicacia elevada y la cantidad de interés intrínseco que los niños mostraban más tarde en
la solución de problemas aritméticos.
Por consiguiente, cuando las recompensas comunican que se ha aprendido, pueden aumentar
la autoeicacia y la motivación intrínseca. Como una forma de recompensa, las caliicaciones pueden
funcionar de la misma manera. Una caliicación que mejora muestra que la persona se está desempeñando mejor en la materia, lo cual fomenta su autoeicacia y motivación para el aprendizaje posterior.
Por desgracia, la investigación demuestra que la motivación intrínseca de los niños por el aprendizaje
disminuye con el desarrollo (Lepper, Sethi, Dialdin y Drake, 1997) aunque otros estudios muestran
una relación positiva entre el interés y la autoeicacia en niños de primaria y secundaria (Tracey,
2002). El recuadro de aplicación 8.6 presenta formas de mejorar y mantener la motivación intrínseca.
APLICACIÓN 8.6
Motivación intrínseca
La motivación intrínseca involucra percepciones
de control y competencia. Los individuos desarrollan competencia percibida cuando dominan
situaciones difíciles. Si los profesores de primaria
están ayudando a aprendices lentos a realizar las
tareas asignadas en el tiempo establecido, pueden
empezar por ofrecer una recompensa (motivador
extrínseco) y trabajar en construir el orgullo del estudiante por sus logros (motivador intrínseco). Al
inicio, los profesores pueden recompensar la mayor producción de sus estudiantes con tiempo en
la computadora, elogios verbales o notas especiales para llevar a los padres. Gradualmente pueden
entregar la recompensa de manera intermitente y
luego disminuirla para permitir que los alumnos
se enfoquen más en sus logros. La capacidad para
terminar las tareas en el tiempo apropiado ofrece a
los estudiantes información acerca de sus capacidades y de su competencia para controlar las situaciones. Cuando el orgullo por completar las tareas con
éxito se convierte en una recompensa, los alumnos
están intrínsecamente motivados para seguir mostrando la nueva conducta.
Los estudiantes de preparatoria y universidad
suelen mostrar motivación para el logro en la escuela, sobre todo para obtener buenas caliicaciones (motivadores extrínsecos). Los profesores deberían tratar de mostrarles la conexión entre lo que
se enseña en cada curso y el mundo exterior, y
relacionar los logros de cada estudiante con su capacidad para tener éxito en ese mundo. Los docentes deberían ayudar a los estudiantes a avanzar al
deseo de aprender por el solo hecho de aprender y
a adquirir la capacidad de abordar mejor los desafíos futuros (motivador intrínseco). De este modo,
materias como la química, la física y la biología dejarían de ser materias aburridas que se estudian en
laboratorios artiiciales porque los alumnos sabrían
que tienen relevancia directa para lo que comen,
visten, hacen y se conducen en su vida cotidiana.
El componente de práctica de campo del curso de
psicología educativa de Gina Brown permite a sus
estudiantes observar las aplicaciones de los principios de la enseñanza y el aprendizaje durante la
enseñanza real. Aumentar el valor percibido del
aprendizaje fortalece la motivación intrínseca para
aprender.
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Capítulo 8
APLICACIONES A LA INSTRUCCIÓN
El material presentado en este capítulo sugiere muchas aplicaciones a la educación. Tres aplicaciones
estrechamente relacionadas con el aprendizaje implican el entrenamiento en la motivación para el
logro, los programas para modiicar la atribución y las orientaciones de meta.
Entrenamiento en la motivación para el logro
El entrenamiento en la motivación para el logro pretende ayudar a los estudiantes a desarrollar pensamientos y conductas características de los aprendices con una elevada motivación para el logro (de Charms,
1968, 1984). De Charms (1976) preparó primero a profesores que luego trabajaban con sus alumnos. La
meta era ayudar a los estudiantes a desarrollar responsabilidad personal por sus resultados de aprendizaje.
La preparación del profesor incluía el estudio personal de la motivación académica, el establecimiento de metas realistas, el desarrollo de planes concretos para cumplir las metas y la evaluación del
progreso hacia la meta. La motivación del estudiante se integró al contenido académico. Las actividades del aula incluían el estudio personal de los motivos académicos, el pensamiento de la motivación
para el logro, el desarrollo del autoconcepto, el establecimiento de metas realistas y el fomento de
la responsabilidad personal. Durante una actividad de ortografía diseñada para enseñar el establecimiento de metas, los estudiantes podían elegir aprender palabras sencillas, relativamente difíciles o
difíciles. Para enseñar la responsabilidad personal, los profesores hacían que sus alumnos escribieran
historias acerca del logro, con las que luego participaban en un concurso de ensayos en el salón de
clases. Los resultados demostraron que el programa aumentó la motivación de docentes y alumnos,
detuvo la tendencia de los aprendices de bajo aprovechamiento a rezagarse cada vez más respecto al
aprovechamiento de sus pares y redujo el ausentismo y las demoras de los estudiantes.
Parece imperativo integrar la enseñanza sobre la motivación para el logro con el contenido académico en lugar de incluirlo como una actividad complementaria con contenido especial. El peligro del
último enfoque es que los estudiantes pueden no entender cómo aplicar los principios de la motivación para el logro a otros contenidos.
Alderman (1985, 1999) recomendó varios componentes útiles de la enseñanza de la motivación
para el logro. Uno es que los profesores ayuden a sus alumnos a establecer metas realistas y les ofrezcan retroalimentación concerniente a su progreso hacia la meta. Otro aspecto es el estudio de uno
mismo para examinar los motivos que se tienen para aprender y desarrollar responsabilidad personal.
La distinción entre involucramiento en la tarea e involucramiento en el yo parece útil. Una serie de
preguntas ayuda a los estudiantes a examinar cómo se sienten acerca de las tareas y lo que ven como
sus metas, por ejemplo, aprender en comparación con complacer a otros. También es relevante el
entrenamiento en la atribución, la cual se analiza enseguida. Una forma de enseñar responsabilidad
personal es ayudar a los estudiantes a poner mayor énfasis en su esfuerzo como causa de los resultados que obtienen, que en culpar a otros de sus fracasos o en atribuir sus éxitos, cuando los alcanzan,
a la suerte. A medida que los estudiantes experimentan éxitos deberían desarrollar mayor autoeicacia
para continuar aprendiendo y asumir mayor control de su aprendizaje.
Alderman (1985) aplicó esas ideas a una clase de educación física de chicas que estudiaban el último año de preparatoria. El primer día de clases las estudiantes contestaron una autoevaluación sobre
su salud, condición física y competencia e interés en varias actividades, y establecieron metas concernientes a su condición física. Cada semana se evaluaban en diferentes actividades, como aeróbicos,
lexibilidad, fuerza y postura. Al inal del primer periodo de caliicación las estudiantes establecieron
metas para el examen inal. Disponían de varias formas de cumplir la meta aeróbica (correr, caminar
y saltar la cuerda). El profesor se reunió de manera individual con las estudiantes para evaluar sus
metas y hacerles sugerencias si éstas no parecían realistas. Las estudiantes establecieron programas de
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Motivación
393
práctica de por lo menos 3 veces a la semana durante 9 semanas y llevaron un registro de las prácticas.
Luego del examen inal las estudiantes realizaron una autoevaluación de lo que habían aprendido.
Alderman advirtió: “Para el profesor el comentario que más le sorprendió entre los que hicieron las
estudiantes en la autoevaluación inal fue: ‘Aprendí a establecer una meta y cumplirla’” (p. 51).
Programas para cambiar la atribución
Los programas para cambiar la atribución pretenden mejorar la motivación modiicando las atribuciones que hacen los estudiantes de sus éxitos y fracasos. Es común que los alumnos muestren ciertas
diicultades cuando aprenden un material nuevo; algunos aprendices atribuyen esos problemas a
falta de capacidad, como sucede con Margaret en la situación de clase que se presenta al inicio del
capítulo. Los estudiantes que creen que carecen de la capacidad requerida para lograr un buen desempeño pueden trabajar en las tareas de manera indolente, lo que demora el desarrollo de la habilidad.
Los investigadores han identiicado a alumnos que se ajustan a este patrón de atribución y los han
enseñado a atribuir el fracaso a factores controlables, como la falta de esfuerzo o el uso de estrategias
inadecuadas, más que a la falta de capacidad. Se ha puesto especial atención en el esfuerzo, porque
los estudiantes que creen que sus fracasos se deben en gran medida a su falta de capacidad podrían
no esforzarse mucho por tener éxito. Como el esfuerzo es controlado por el individuo, enseñar a los
estudiantes a creer que las diicultades previas fueron resultado de la falta de esfuerzo puede llevarlos a que se esfuercen más con la expectativa de obtener mejores resultados (véase el recuadro de la
aplicación 8.7).
En un estudio inicial Dweck (1975), identiicó a niños con bajas expectativas de éxito cuyas conductas de logro se habían deteriorado después de experimentar fracasos (por ejemplo, poco esfuerzo
y falta de persistencia). Dweck les presentó problemas aritméticos (algunos de los cuales no tenían
solución) para evaluar la medida en que disminuía su desempeño después del fracaso. Los niños
atribuían sus fracasos sobre todo a falta de capacidad. Durante el entrenamiento resolvieron problemas con un número criterio establecido para cada ensayo. Para algunos niños (sólo éxito) el criterio
se estableció al nivel de sus capacidades (o por debajo del mismo) determinado en el pretest. En el
caso de los niños de reentrenamiento de la atribución se empleó un criterio similar, pero en algunos
ensayos el criterio se estableció por arriba de sus capacidades. Cuando esos niños fallaban se les decía
que no se habían esforzado lo suiciente. En el postest los niños de la condición de sólo éxito siguieron mostrando deterioro del desempeño luego del fracaso, mientras que en los niños en la condición
de reentrenamiento de la atribución el deterioro del desempeño era menor. Los niños en la condición de
sólo éxito siguieron enfatizando la falta de capacidad mientras que los del grupo de reentrenamiento
de la atribución hacían hincapié en la falta de esfuerzo.
Dweck no evaluó la autoeicacia o las expectativas de éxito, por lo que no pudo determinar el
efecto de las atribuciones en las expectativas. Otros investigadores han demostrado que enseñar a los
estudiantes a atribuir el fracaso al esfuerzo insuiciente mejora las atribuciones al esfuerzo, las expectativas y las conductas para el logro (Andrews y Debus, 1978; Chapin y Dyck, 1976; Horner y Gaither,
2004; Robertson, 2000).
Ofrecer a los estudiantes retroalimentación sobre la atribución de sus éxitos al esfuerzo también
fomenta las expectativas y conductas para el logro (Schunk, 1982a; Schunk y Cox, 1986; Schunk y
Rice, 1986). En el contexto de la enseñanza de las restas Schunk (1982a), encontró que relacionar
los logros previos de los niños con el esfuerzo, diciéndoles, por ejemplo: “Has trabajado mucho”,
aumentaba su motivación para la tarea, la competencia percibida y la adquisición de la habilidad que
vincular sus logros futuros con el esfuerzo, como cuando se les dice: “Necesitas trabajar más” o no
ofrecerles retroalimentación del esfuerzo. Para que la retroalimentación del esfuerzo funcione, los estudiantes deben considerar que es creíble.
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Capítulo 8
APLICACIÓN 8.7
Retroalimentación de la atribución
Ofrecer a los estudiantes retroalimentación que
atribuya sus éxitos al esfuerzo fomenta las expectativas y conductas de logro, pero esto requiere
que la consideren creíble. Cuando un alumno tiene
diicultades para dominar problemas difíciles de
multiplicación, el profesor puede emplear los éxitos anteriores del estudiante y la retroalimentación
atributiva para construir la conianza en el aprendizaje. Si el alumno ya dominó los conceptos y
hechos de la suma y la multiplicación, el docente
le podría decir: “Sé que estos nuevos problemas
parecen difíciles, pero puedes aprender a resolverlos
porque ya sabes todo lo que necesitas saber. Sólo
necesitas trabajar duro y lo harás bien”.
Mientras el estudiante trabaja, el profesor puede
agregar comentarios como los siguientes:
n
n
“Lo estás haciendo bien; terminaste el primer
paso. Estaba seguro de que conocías los
aspectos de la multiplicación. Sigue trabajando duro”.
“¡Vaya! ¡Mira eso! Los resolviste muy rápido.
Sabía que podías hacerlo porque te estás
esforzando”.
n
“¡Lo lograste! Lo hiciste bien porque trabajaste duro!”
En un programa de enfermería, el instructor
debería proporcionar a las futuras enfermeras retroalimentación positiva y exacta respecto a su
aplicación de varios procedimientos clínicos y a
su competencia en la interacción con los pacientes.
Por ejemplo, después de que una de las participantes ha realizado la extracción de sangre para
analizarla, el instructor le podría decir:
n
n
n
“Me alegra ver que utilizaste los procedimientos de seguridad correctos en el manejo de la
sangre. Sabes lo que se debe hacer.”
“Hiciste un buen trabajo al explicar el procedimiento al paciente antes de iniciar el
proceso. ¡De verdad eres buena para dar
explicaciones!”
“Realizaste el procedimiento muy tranquila y
con una sonrisa. Tienes talento para esto.”
Este tipo de comentarios releja retroalimentación de atribución positiva respecto a las competencias de los estudiantes, lo que puede aumentar
su autoeicacia y motivación para seguir aprendiendo.
La retroalimentación es creíble cuando los estudiantes en realidad deben trabajar duro para tener
éxito, como en las primeras etapas del aprendizaje. En la situación de clase presentada al inicio del
capítulo, puede advertir la forma en que Kerri ofrece retroalimentación del esfuerzo a Derrick, Amy
y Matt.
La retroalimentación del esfuerzo puede ser de especial utilidad para alumnos con problemas
de aprendizaje. Schunk y Cox (1986) ofrecieron enseñanza de la resta y oportunidades de práctica
a alumnos de secundaria con diicultades de aprendizaje. Algunos recibieron retroalimentación del
esfuerzo (“Has estado trabajando mucho”) durante la primera mitad del programa de instrucción de
sesiones múltiples, otros la recibieron durante la segunda mitad del programa y otros más, los aprendices en una tercera condición, no la recibieron. Cada tipo de retroalimentación tuvo un efecto positivo
mayor en la autoeicacia, la motivación y la adquisición de la habilidad que la ausencia de retroalimentación. La retroalimentación entregada en la primera mitad del programa aumentó las atribuciones
del éxito al esfuerzo. Dadas las diicultades de aprendizaje de los estudiantes, la retroalimentación del
esfuerzo para los primeros éxitos o los más recientes parece haber resultado creíble.
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Motivación
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Los niños pequeños atribuyen sus éxitos al esfuerzo, pero cuando llegan a los 8 años empiezan a
formar una concepción distinta de su capacidad y continúan diferenciando los conceptos aproximadamente hasta los 12 años (Nicholls, 1978, 1979; Nicholls y Miller, 1984). Las atribuciones a la capacidad
adquieren cada vez más importancia al tiempo que disminuye la inluencia del esfuerzo como factor
causal (Harari y Covington, 1981). Durante la enseñanza y práctica de la aritmética, Schunk (1983a)
encontró que dar a los niños retroalimentación de capacidad para los éxitos previos, por ejemplo,
diciéndoles: “Eres muy bueno en esto”, aumentaba más la competencia percibida y la habilidad que
brindarles retroalimentación para el esfuerzo o retroalimentación combinada para la capacidad más el
esfuerzo. Los niños en la última condición consideraban mayor el gasto de esfuerzo que los niños en
la condición de sólo capacidad y, al parecer, descontaban parte de la información de capacidad a favor
del esfuerzo. En un estudio de seguimiento que empleó una metodología similar (Schunk, 1984b), la
retroalimentación de capacidad entregada cuando los niños tenían éxito al inicio del curso mejoraba
más los resultados de logro que la retroalimentación para el esfuerzo inicial, sin importar si la retroalimentación de capacidad se mantenía o se descontinuaba durante las últimas etapas del aprendizaje.
La estructura de las actividades del salón de clases transmite información atributiva (Ames, 1992a,
1992b). Los estudiantes que compiten por caliicaciones y otras recompensas tienen más probabilidades de compararse con otros en términos de capacidad. Los estudiantes que triunfan en condiciones
competitivas tienden más a enfatizar la contribución de sus capacidades a sus éxitos, en tanto que
quienes fallan creen que carecen de la capacidad requerida para triunfar. Esas condiciones crean un
estado motivacional de involucramiento en el yo. Los estudiantes empiezan a preguntarse “¿Seré inteligente?” (Ames, 1985).
Por otro lado, las estructuras cooperativa o individualista de recompensa minimizan las diferencias de capacidad. Las estructuras cooperativas destacan el esfuerzo del estudiante cuando cada
alumno es responsable de realizar algún aspecto de la tarea y de enseñarlo a los otros miembros del
grupo, y cuando el grupo es recompensado por su desempeño colectivo. En las estructuras individualistas los estudiantes comparan su trabajo actual con sus desempeños previos. Los estudiantes en
estructuras individualistas se concentran en sus esfuerzos (“¿Me estoy esforzando lo suiciente?”) y
en estrategias de aprendizaje para mejorar su aprovechamiento (“¿Cómo puedo hacer esto?”).
El énfasis educativo actual en la inclusión signiica que los estudiantes con diicultades de alta
incidencia, como los problemas de aprendizaje, y con discapacidades de baja incidencia, como las discapacidades graves, se agrupan con otros aprendices en el aula regular en la medida de lo posible. En
las aulas incluyentes los aprendices suelen trabajar de manera cooperativa en las tareas. A la fecha no
se ha realizado mucha investigación sobre la eicacia de las aulas incluyentes (McGregor y Vogelsberg,
1998), pero investigaciones relacionadas muestran que el agrupamiento es una práctica benéica en
la medida que el grupo tenga éxito (Ames, 1984). El éxito del grupo mejora las autoevaluaciones de
quienes tienen mal desempeño. Los grupos cooperativos que incluyen estudiantes con y sin diicultades de aprendizaje funcionan bien si se les enseña primero la forma de trabajar en grupos pequeños
(Bryan, Cosden y Pearl, 1982). Cuando los miembros del grupo no trabajan bien juntos se ven afectados el desempeño y la autoevaluación de los estudiantes con y sin diicultades de aprendizaje (Licht y
Kistner, 1986). Además, cuando el grupo falla, es posible que los estudiantes culpen a los aprendices
más lentos (a menudo de manera injusta), lo cual tiene un efecto negativo sobre la autoeicacia y la
motivación de los miembros del grupo.
Orientaciones a la meta
La teoría e investigación de la meta sugieren diversas formas en que los profesores pueden fomentar
una orientación de meta productiva para el aprendizaje. Los profesores pueden ayudar a sus alumnos
a modiicar sus creencias acerca de los límites de sus capacidades y sobre la utilidad del esfuerzo
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Capítulo 8
como medio de mejorar su motivación. Dar a los estudiantes retroalimentación de su progreso que
muestre cómo han mejorado sus habilidades, es decir, lo mucho que han aprendido, junto con información que demuestre que el esfuerzo contribuyó a producir aprendizaje, puede crear una mentalidad
de crecimiento, aumentar su autoeicacia y motivarlos a mejorar aún más sus habilidades.
Se sugiere también usar más actividades colaborativas con los estudiantes. Duda y Nicholls (1992)
encontraron que tanto para el deporte como para el trabajo escolar la orientación a la tarea (mentalidad de crecimiento) se relacionaba con las creencias de alumnos de preparatoria de que el éxito
depende del esfuerzo y la colaboración con los compañeros, mientras que la orientación al yo (mentalidad ija) se asociaba con las creencias de que el éxito se debe a una capacidad elevada y al intento
por tener un mejor desempeño que los demás. La relación entre la orientación a la meta y las creencias
acerca del éxito con la capacidad percibida no era fuerte. La capacidad percibida se relacionaba más
con la satisfacción en el deporte que en la escuela, en tanto que para la orientación a la tarea se obtuvo el patrón opuesto.
Una tercera forma de fomentar la orientación a metas de aprendizaje es ayudar a los alumnos a
adoptar ese tipo de metas. Los profesores pueden enfatizar la adquisición de habilidades, el aprendizaje de nuevas estrategias, el desarrollo de métodos de solución de problemas, etcétera. También
pueden restar énfasis a metas como completar el trabajo, terminar antes que los compañeros y repasarlo. Las tareas deben implicar aprendizaje; cuando los estudiantes practican las habilidades los
docentes pueden destacar las razones de la práctica, por ejemplo, para demorar el olvido, e informar
a sus alumnos que la práctica diestra demuestra la retención de las habilidades, es decir, reformular la
práctica en términos de adquisición de la habilidad. En el recuadro de la aplicación 8.8 se hacen otras
sugerencias para inculcar en los estudiantes una orientación a la tarea, la noción de que la capacidad
puede aumentar y el énfasis en las metas de aprendizaje.
APLICACIÓN 8.8
Orientaciones a la meta
Promover las orientaciones a metas de aprendizaje en el aula puede fomentar la autoeicacia y
mejorar el aprendizaje. Cuando enseña la multiplicación a sus alumnos de tercer grado, Kathy
Stone podría iniciar la unidad diciendo: “Niños y
niñas, hoy vamos a aprender algunas cosas acerca
de sumar los números que los hará mejores estudiantes de matemáticas”. Luego podría enfatizar la
adquisición de habilidades al decirles: “En nuestro
trabajo de hoy van a aprender a multiplicar números”; el aprendizaje de nuevas estrategias diciéndoles: “Vamos a usar esos materiales manipulables
para ayudarnos a identiicar diferentes formas de
agrupar y multiplicar los números”, y el desarrollo
de métodos de solución de problemas al decirles:
“Quiero que todos se pongan sus gorras de pensar mientras trabajamos para encontrar diferentes
números que se pueden multiplicar para obtener
20”. Es importante hacer hincapié en esas metas y
restar énfasis a metas como completar el trabajo y
terminar antes que otros estudiantes.
Trabajar juntos en grupos grandes, en grupos
pequeños o en parejas para resolver problemas
ayuda a disminuir la competición y a permitir que
los estudiantes se concentren más en el aprendizaje que en completar cierta cantidad de trabajo.
Con estudiantes de leyes, el profesor podría formar
parejas para que se ayuden entre sí a localizar casos
anteriores de abuso infantil y alentarlos con airmaciones como: “Quiero que se esfuercen en aprender
cómo investigar un caso” y: “Quiero que trabajen
para preparar declaraciones iniciales que sean precisas, breves y directas”. Ese tipo de airmaciones
ayuda a los estudiantes a enfocarse en metas para
la tarea que están realizando, y después las pueden
utilizar para evaluar su progreso en el aprendizaje.
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Motivación
397
RESUMEN
La motivación se reiere al proceso de instigar y mantener la conducta dirigida a metas. Algunas
visiones iniciales de la motivación fueron la teoría de la pulsión, la teoría del condicionamiento, la
teoría de la congruencia cognoscitiva y la teoría humanista. Cada una de ellas contribuyó a la comprensión de la motivación, pero ninguna fue adecuada para explicar la conducta humana motivada.
Las teorías actuales consideran que la motivación releja procesos cognoscitivos, aunque esas teorías
diieren en la importancia que atribuyen a varias cogniciones. Los modelos del aprendizaje motivado suponen que la motivación opera antes, durante y después del aprendizaje.
La teoría de la motivación para el logro de Atkinson plantea que la necesidad de logro es un motivo general que lleva a los individuos a dar su mejor desempeño en contextos de logro. La conducta
para el logro representa un conlicto emocional entre la esperanza de éxito y el temor al fracaso.
Eccles y Wigield desarrollaron una teoría de expectativa-valor de la motivación para el logro que supera muchos de los problemas de las visiones antiguas. La teoría de la valía personal de Covington y
sus colaboradores propone la hipótesis de que la conducta para el logro es una función de los esfuerzos de los estudiantes para preservar en ellos y los demás la percepción de una elevada capacidad.
Otros investigadores se han concentrado en estados motivacionales como el involucramiento en la
tarea y en el yo.
La teoría de la atribución incluye el locus de control de Rotter y muchos elementos del análisis
ingenuo de la acción de Heider. La teoría de la atribución de Weiner, relevante en escenarios de logro,
categoriza las atribuciones en tres dimensiones: interna-externa, estable-inestable y controlable-incontrolable. Las atribuciones son importantes porque inluyen en las creencias de logro, las emociones
y las conductas.
La teoría cognoscitiva-social considera que la motivación es resultado de metas y expectativas. Las
personas establecen metas y actúan de formas que consideran que las ayudarán a alcanzarlas. Cuando
comparan el desempeño actual con la meta y advierten progreso, los individuos experimentan un
sentido de autoeicacia para mejorar. La motivación depende de que la persona crea que logrará resultados deseados con ciertas conductas (expectativas de resultado positivas) y que es capaz de realizar
o de aprender a realizar esas conductas (autoeicacia elevada). Las comparaciones sociales con los
demás son fuentes importantes de información para formar expectativas de resultado y autoeicacia.
La teoría de la meta supone que existen relaciones importantes entre las metas, expectativas, atribuciones, concepciones de capacidad, orientaciones a la motivación, comparaciones sociales y con
uno mismo, y conductas de logro. En los contextos de logro los aprendices pueden poseer metas de
aprendizaje (dominio) o de desempeño (enfocadas en la capacidad). La teoría predice que las metas
de aprendizaje concentran la atención en las habilidades y competencias necesarias para aprender,
y que en la medida en que los estudiantes perciben progreso aumentan su autoeicacia y su motivación. En contraste, las metas de desempeño pueden no conducir al mismo énfasis en el progreso
sino que más bien dar lugar a comparaciones sociales, las cuales quizá no aumenten la motivación.
Las orientaciones a la meta están ligadas con concepciones de capacidad que relejan una perspectiva
que la considera como una entidad (mentalidad ija) o como algo que puede aumentar (mentalidad
de crecimiento).
Muchas teorías hacen hincapié en el deseo de las personas por ejercer control de aspectos importantes de su vida. Las creencias de control tienen efectos especialmente importantes en escenarios
de logro. Cuando las personas perciben independencia entre respuestas y resultados, la impotencia
aprendida se maniiesta en déicits en la motivación, el aprendizaje y emocionales. Puede hablarse de
impotencia aprendida en el caso de muchos estudiantes con problemas de aprendizaje que exhiben
patrones negativos de atribución y baja autoeicacia en sus capacidades para aprender.
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398
Capítulo 8
La teoría e investigación del autoconcepto son relevantes para la motivación. La investigación
sugiere que el autoconcepto se organiza de manera jerárquica y que es multifacético. Se desarrolla
de una visión concreta de uno mismo a otra más abstracta. Al parecer existe una inluencia recíproca
entre autoconcepto y aprendizaje.
Las actividades intrínsecamente interesantes son ines en sí mismas, en contraste con las acciones
motivadas de manera extrínseca, que son medios para algún in. White y Harter propusieron que los
niños pequeños tienen motivación intrínseca para entender y controlar su ambiente, la cual se vuelve
más especializada con el desarrollo y el progreso en la escuela. La teoría de Harter destaca el papel que desempeñan los agentes de socialización y de la competencia percibida. Otros teóricos suponen
que la motivación intrínseca depende de la necesidad de niveles óptimos de incongruencia psicológica
o isiológica, de los intentos por lograr la autodeterminación y del involucramiento en las actividades
en forma de lujo. Muchas investigaciones han abordado el efecto de las recompensas en la motivación intrínseca. Ofrecer recompensas por participar en la tarea disminuye la motivación intrínseca de
los estudiantes cuando creen que las recompensas controlan su conducta. Las recompensas que se
entregan de manera contingente al nivel de desempeño brindan información sobre las capacidades
y fomentan la autoeicacia, interés y adquisición de habilidad del estudiante.
La motivación para el logro, las atribuciones y las orientaciones de meta tienen aplicaciones educativas importantes. Los programas de motivación para el logro están diseñados para alentar el deseo
de los estudiantes de aprender y tener un buen desempeño en las tareas de logro. Los programas de
modiicación de las atribuciones tratan de cambiar las atribuciones disfuncionales que hacen los estudiantes del fracaso, por ejemplo, de la atribución de falta de capacidad a la de esfuerzo insuiciente.
La retroalimentación de la atribución de los éxitos anteriores mejora la autoeicacia, la motivación y la
adquisición de la habilidad. Los profesores pueden fomentar en sus alumnos orientaciones de meta
productivas enseñándoles a establecer metas de aprendizaje y ofreciéndoles retroalimentación sobre
su progreso hacia la meta.
LECTURAS ADICIONALES
Dweck, C. S. (2006). Mindset: The new psychology of success. Nueva York: Random House.
Elliot, A. J. (2005). A conceptual history of the achievement goal construct. En A. J. Elliot y C. S. Dweck
(editores), Handbook of competence and motivation (pp. 52-72). Nueva York: Guilford Press.
Pintrich, P. R. (2003). A motivational science perspective on the role of student motivation in learning
and teaching contexts. Journal of Educational Psychology, 95, 667-686.
Reeve, J., Deci, E. I. y Ryan, R. M. (2004). Self-determination theory: A dialectical framework for
understanding sociocultural inluences on student motivation. En D. M. McInerney y S. Van Etten
(editores), Big theories revisited (pp. 31-60). Greenwich, CT: Information Age Publishing.
Rogers, C. R. y Frieberg, A. J. (1994). Freedom to learn (3a edición). Columbus, OH: Merrill/Prentice
Hall.
Weiner, B. (2005). Motivation from an attributional perspective and the social psychology of perceived competence. En A. J. Elliot y C. S. Dweck (editores), Handbook of competence and motivation
(pp. 73-84). Nueva York: Guilford Press.
Wigield, A. y Eccles, J. S. (2002). The development of competence beliefs, expectancies for success
and achievement values from childhood through adolescence. En A. Wigield y J. S. Eccles (editores), Development of achievement motivation (pp. 91-120). San Diego: Academic Press.
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Capítulo
9
Autorregulación
Kim Danola, estudiante de segundo año de preparatoria, se reúne con Connie Smith, su consejera, porque tiene problemas en la escuela y está obteniendo malas caliicaciones en sus cursos.
Connie sabe que la chica puede tener un mejor desempeño, pero su casa está llena de distracciones y le resulta difícil estudiar ahí. En la reunión pretenden elaborar un plan para ayudar a Kim
en su situación académica.
Kim:
No lo sé; mis materias son tan diferentes. Álgebra, química, historia; no tienen
nada en común.
Connie: Bueno, estoy de acuerdo en que son temas diferentes. Pero vamos a pensarlo.
¿Tienes un libro de texto para cada clase?
Kim:
Claro.
Connie: Entonces, ¿qué debes hacer en todos ellos?
Kim:
¿Leer?
Connie: Por supuesto, leer. Todos implican la lectura ¿correcto?
Kim:
Sí, pero las lecturas son muy diferentes. Es como si tuvieras que leer y estudiar
de una forma en matemáticas, de otra manera en química y de otra en historia.
Connie: Sí, lo entiendo. Kim, en nuestra escuela hay muchos estudiantes que tienen diicultades en esas clases. En la escuela hay estudiantes que son tutores. Voy a buscarte un
tutor para cada materia, ellos te van a enseñar estrategias de aprendizaje para cada
una. Pero regresemos a lo que todas tienen en común. Estoy llevando un curso en la
universidad y he aprendido algunas estrategias generales de estudio que puedes usar
en todas las materias. Te voy a ayudar con ellas.
Kim:
¿Cómo cuáles?
Connie: Como hacer comprobaciones cuando estás leyendo algo para asegurarte de que entendiste lo leído. Esta estrategia se llama “supervisión de la comprensión” y la puedes usar
cada vez que leas algo. Luego hay otras estrategias generales como establecer metas,
tomar notas y resumir la información. Son habilidades generales. Necesitas aprender las
estrategias y la manera de adaptarlas a la materia que estés estudiando. Te ayudaré con
ellas.
Kim:
¿Crees que haya esperanza para mí ? Mis padres están de verdad enojados por mis
caliicaciones.
Connie: Si no lo creyera, no estaría hablando contigo. Ahora vamos a empezar.
399
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400
Capítulo 9
En los capítulos anteriores se analizaron los procesos
de aprendizaje que se pueden aplicar a contenidos diversos en escenarios variados. Por ejemplo, procesos
como el modelamiento, la codiicación y la metacognición se aplican a muchos tipos de aprendizaje; no
son exclusivos de ciertos estudiantes o de unas cuantas áreas de contenido. Eso es lo que dijo Connie en
la conversación anterior.
El tema de este capítulo es la autorregulación (o
aprendizaje autorregulado), que se reiere a los procesos que usan los aprendices para dirigir sistemáticamente sus pensamientos, sentimientos y acciones
a la obtención de sus metas (Zimmerman, 2000). El
estudio de la autorregulación durante el aprendizaje
empezó como una consecuencia de las investigaciones psicológicas sobre el desarrollo del autocontrol
en niños y adultos (Zimmerman, 2001). Gran parte
de la investigación inicial de la autorregulación se
realizó en contextos clínicos, en los cuales los investigadores enseñaban a los participantes a modiicar
conductas disfuncionales como la agresividad, las
adicciones, los trastornos sexuales, los conlictos interpersonales y los problemas de conducta en el hogar y
la escuela (Mace y West, 1986). La autorregulación se
extendió al aprendizaje y aprovechamiento académico (Zimmerman y Schunk, 2001).
En este capítulo se aclara que la autorregulación puede adoptar muchas formas. En particular,
implica conductas de autorregulación en la medida
que los aprendices regulan su comportamiento para
mantenerse enfocados en la obtención de la meta;
pero la autorregulación también involucra variables
cognoscitivas y afectivas. Por consiguiente, mientras
los aprendices realicen actividades de aprendizaje es
útil que mantengan un sentido de autoeicacia para
aprender, valoren el aprendizaje, crean que obtendrán resultados positivos y mantengan un clima
emocional positivo, por ejemplo, que disfruten de
lo que hacen.
Los procesos y las estrategias de autorregulación que pueden aplicar los aprendices varían en
si son generales (si se aplican a muchos tipos de
aprendizaje) o especíicos (si sólo se aplican a un
tipo particular de aprendizaje). En la conversación
inicial se destaca esta distinción. Algunos procesos
autorregulatorios, como el establecimiento de metas
y la evaluación del progreso hacia su consecución,
se pueden emplear de manera general, mientras que
otros atañen sólo a tareas especíicas, por ejemplo
a la de aplicar la fórmula cuadrática para resolver
ecuaciones cuadráticas.
La autorregulación ha sido estudiada por las diversas teorías que se presentaron en los primeros capítulos de este texto, pero lo que se explica en éste
es la manera en que la manejan esas diferentes perspectivas. En años recientes los investigadores se han
mostrado cada vez más interesados en la autorregulación de la motivación, un tema que también se trata
en este capítulo.
Las primeras cuatro secciones de este capítulo
revisan diferentes perspectivas teóricas sobre la autorregulación: la conductual, la cognoscitiva-social,
la del procesamiento de la información y la constructivista. En el capítulo también se analiza cómo
se relaciona la autorregulación con la motivación y se
concluye con el análisis de las aplicaciones a la enseñanza, entre las que se incluye la autorregulación
en las áreas del estudio académico, la redacción y las
matemáticas.
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de:
n
Deinir y ejempliicar los subprocesos conductuales clave de la autorregulación, la autosupervisión,
la autoinstruccióny el autorreforzamiento.
n
Deinir y ejempliicar los subprocesos cognoscitivos sociales autorregulatorios, los de
la autoobservación, el autoenjuiciamiento
y la autorreacción.
n
Analizar los diversos procesos que operan durante las fases cognoscitivo sociales de la autorregulación: previsión, desempeño, control volitivo y autorrelexión.
n
Explicar la autorregulación desde la perspectiva
del procesamiento de la información y dar ejemplos de estrategias autorregulatorias usadas por
aprendices competentes.
n
Describir la autorregulación desde una perspectiva
constructivista que incluya el papel que desempeñan las teorías implícitas de los estudiantes.
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Autorregulación
n
Analizar la forma en que diferentes variables motivacionales, como la autoeicacia, las metas y los
valores, se relacionan con la autorregulación.
n
Idear un plan que los estudiantes puedan usar
para mejorar su estudio académico.
n
401
Explicar la manera en que los principios de la
autorregulación pueden mejorar el aprovechamiento en redacción y matemáticas.
TEORÍA CONDUCTUAL
La perspectiva de la teoría conductual sobre la autorregulación se deriva en gran medida del
trabajo de Skinner (Mace, et al., 2001; véase el capítulo 3). Los investigadores que trabajan en el
marco de la teoría del condicionamiento operante de Skinner aplican los principios operantes en
escenarios diversos, como el clínico o el académico, con niños y adultos. El propósito de esos
estudios es disminuir las conductas disfuncionales y sustituirlas con conductas más adaptadas
(Zimmerman, 2001).
Muchas investigaciones conductuales se caracterizan por ciertos rasgos del diseño. Los estudios
por lo general emplean a pocos participantes y en ocasiones a uno solo. Se sigue a los participantes
a lo largo del tiempo para establecer los cambios conductuales resultantes de las intervenciones. Las
medidas de resultado son la frecuencia y duración de las conductas disfuncionales y de las conductas que se desea condicionar.
Desde la perspectiva de la teoría conductual, la autorregulación supone elegir entre diferentes
conductas y posponer el reforzamiento inmediato a favor del reforzamiento demorado, que por lo
general es mayor. Las personas autorregulan sus conductas comenzando por decidir cuáles conductas regular. Luego establecen estímulos discriminativos para presentarlas, se autoinstruyen cuando lo
consideran necesario y supervisan su desempeño para determinar si ocurre o no la conducta deseada.
Esta fase a menudo implica que la persona registre por sí misma la frecuencia o duración de la conducta. Cuando ocurre la conducta deseada, la persona se autorrefuerza. A continuación se revisan esos
tres subprocesos clave de la autosupervisión, la autoinstrucción y el autorreforzamiento.
Autosupervisión
La autosupervisión se reiere a la atención deliberada que se presta a algún aspecto de la conducta
propia y suele ser acompañada del registro de la frecuencia e intensidad con la que se presenta (Mace
et al., 2001; Mace y Kratochwill, 1988). Las personas no pueden regular sus acciones si no están conscientes de lo que hacen. Las conductas pueden ser evaluadas en dimensiones como la calidad, la tasa,
la cantidad y la originalidad. Cuando escriben un ensayo, los estudiantes pueden evaluar periódicamente su trabajo para determinar si éste plantea las ideas importantes, si lo terminarán a tiempo, si
será demasiado largo o demasiado corto y si integra sus ideas. Las personas pueden autosupervisar su
desempeño en áreas tan diversas como las habilidades motrices, por ejemplo, con qué rapidez corren
la carrera de los 100 metros; las artísticas, como qué tan originales son sus dibujos con tinta; y la conducta social, por ejemplo, cuánto hablan en las funciones sociales.
A menudo es necesario enseñar a los estudiantes a utilizar uno o más métodos de autosupervisión
(Beliore y Hornyak, 1998; Lan, 1998; Ollendick y Hersen, 1984; véase el recuadro de la aplicación
9.1). Los métodos incluyen narraciones, conteos de frecuencia, medidas de duración, medidas de
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402
Capítulo 9
muestreo temporal, caliicaciones conductuales, huellas conductuales y documentos de archivo (Mace
et al., 1989). Las narraciones son relatos escritos de la conducta y el contexto en que ocurre, y pueden ser muy detalladas o muy generales. La persona utiliza los conteos de frecuencia para registrar
ella misma los casos de conductas especíicas en un periodo determinado, por ejemplo, la cantidad
de veces que da vueltas en su asiento durante un ejercicio en el que tiene que permanecer sentado
durante 30 minutos. Las medidas de duración registran durante cuánto tiempo ocurre una conducta en
APLICACIÓN 9.1
Autosupervisión
La autosupervisión hace conscientes a los estudiantes de las conductas que presentan y los ayuda a
evaluarlas y mejorarlas. En una clase independiente de educación especial, la autosupervisión podría ayudar a los estudiantes a mejorar su conducta
orientada a la tarea, en particular si ésta se asocia
con el establecimiento de metas. El profesor podría
crear gráicas individuales divididas en pequeños
bloques que representen un periodo breve, por
ejemplo, 10 minutos. Una vez que los estudiantes
estén trabajando de manera independiente en sus
asientos o estaciones de trabajo se podría presentar
una señal cada 10 minutos para que los alumnos
se detengan y registren en sus gráicas lo que están
haciendo en ese momento (escribir, leer, fantasear,
hablar con los demás, etcétera). El profesor podría
ayudar a cada estudiante a establecer metas individuales relacionadas con el número de conductas
orientadas a la tarea que espera en el día, el cual
podría aumentar a medida que mejore la conducta
del estudiante.
Es importante que los profesores sean cuidadosos respecto a la manera en que indican los
periodos de autosupervisión a los estudiantes. Si
usaran una campana para indicar a los estudiantes
que tienen problemas que es momento de autosupervisarse, podrían avergonzarlos por atraer la
atención hacia ellos, y distraerían a los demás. Kathy Stone sienta cerca de ella a sus alumnos de
tercer grado que deben autosupervisarse, de modo
que al inal de cada periodo pueda golpear suavemente sus escritorios o indicarles dicho inal de
otro modo discreto.
Algunos de los alumnos de Jim Marshall
muestran problemas para terminar las tareas
y leer todo el material requerido para su clase
de historia. Cada lunes y viernes se reúne con
ellos después de clases con el in de ayudarlos
a establecer metas realistas para el desarrollo de
buenos hábitos de estudio y de evaluar su progreso hacia esas metas. También trabaja con los
estudiantes en el registro del número de páginas
leídas, de las notas de estudio, del material redactado, etcétera, que terminan en un periodo
establecido. Los estudiantes pueden supervisar
su progreso hacia la obtención de las metas basándose en éstas y en un cronómetro.
Algunos alumnos del grupo de Gina Brown
presentan problemas para concluir su primer trabajo. Gina les brindó bastante orientación, pero
quedó claro que esos estudiantes no estaban trabajando en pasos secuenciados para concluir el
trabajo en la fecha de entrega. Para el siguiente trabajo comenzó por reunirse de manera individual con cada uno de esos aprendices con
el in de crear una lista de comprobación y un
cronograma que deberían seguir para concluir
el trabajo. Luego se reunió con ellos semanalmente para darles la oportunidad de compartir
con ella sus progresos registrados en la lista de
comprobación y hasta dónde habían avanzado
en la terminación de la tarea. Esto ayudó a sus
estudiantes a desarrollar una herramienta que
podían usar para supervisar su progreso hacia la
terminación de tareas de cualquier curso.
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Autorregulación
403
un periodo determinado, por ejemplo, la cantidad de tiempo que estudia un alumno en un periodo
de 30 minutos. Las medidas de muestreo temporal dividen un periodo en intervalos más cortos y registran la frecuencia con que ocurre una conducta durante cada intervalo. Un periodo de estudio de 30
minutos se puede dividir en seis periodos de cinco minutos, en cada uno de los cuales los estudiantes
registran si estudiaron todo el tiempo. Para las caliicaciones de la conducta es necesario estimar la frecuencia con que ocurre una conducta durante un tiempo determinado, por ejemplo, siempre, a veces,
nunca. Las huellas conductuales y los documentos de archivo son registros permanentes que existen
independientemente de otras evaluaciones, por ejemplo, el número de hojas de trabajo completadas,
el número de problemas resueltos de manera correcta.
Cuando no se emplea el autorregistro cabe la posibilidad de que se presente un recuerdo selectivo de los éxitos y fracasos. Nuestras creencias acerca de los resultados a menudo no son un relejo
iel de los verdaderos resultados, por ejemplo, podemos pensar que nos desempeñamos mejor de lo
que en realidad lo hicimos. El autorregistro puede revelar resultados sorprendentes. Los estudiantes
con problemas para estudiar que llevan un registro escrito de sus actividades pueden darse cuenta de
que están desperdiciando más de la mitad de su tiempo de estudio en tareas no académicas.
Existen dos criterios importantes para la autosupervisión: la regularidad y la proximidad
(Bandura, 1986). Regularidad signiica supervisar la conducta de manera continua en lugar de efectuarla intermitentemente; un ejemplo de esto es llevar un registro diario de la conducta en lugar
de registrarla sólo un día a la semana. La observación no regular suele dar resultados engañosos.
Proximidad signiica que la conducta se supervisa poco tiempo después de haber ocurrido y no
mucho después. Es mejor anotar de inmediato lo que hacemos en vez de esperar al inal del día
para reconstruir los hechos.
Los métodos de autosupervisión hacen recaer en el estudiante la responsabilidad de la evaluación conductual (Beliore y Hornyak, 1998). Esos métodos suelen dar lugar a mejoras signiicativas en la conducta, conocidas como efectos reactivos. Las respuestas autosupervisadas son
consecuencias de conductas y, como otras consecuencias, inluyen en las futuras respuestas.
Los autorregistros son respuestas inmediatas que permiten mediar la relación entre la conducta
precedente y las consecuencias a largo plazo (Mace y West, 1986; Nelson y Hayes, 1981). Los
estudiantes que supervisan los problemas que van resolviendo durante el trabajo independiente se
proporcionan reforzadores inmediatos que median la relación entre este tipo de trabajo y las consecuencias distantes, como el elogio del profesor y las buenas caliicaciones.
La investigación apoya los beneicios de la autosupervisión en los resultados de aprovechamiento.
Sagotsky, Patterson y Lepper (1978) hicieron que los niños supervisaran periódicamente su desempeño en las sesiones de matemáticas y registraran si estaban trabajando en el material de enseñanza
apropiado. Otros estudiantes establecieron metas de desempeño diario y los alumnos de una tercera
condición recibieron autosupervisión y establecimiento de metas. La autosupervisión incrementó el
tiempo dedicado a la tarea y el aprovechamiento en matemáticas, mientras que el establecimiento de
metas tuvo efectos mínimos. Para que esta última condición inluya en el desempeño, los estudiantes
deben aprender desde el inicio cómo establecer metas que sean un reto pero posibles de alcanzar.
Schunk (1983d) ofreció enseñanza y práctica de la resta a niños que no lograron dominar estas
operaciones en su salón de clases. Un grupo (de autosupervisión) revisó su propio trabajo al inal de
cada sesión de enseñanza y registró el número de páginas del libro de trabajo que completó. El trabajo de un segundo grupo (de supervisión externa) fue revisado al inal de cada sesión por un adulto,
quien registró el número de páginas completadas. Los niños sin supervisión recibieron el programa de
enseñanza pero no fueron supervisados ni se les dijo que supervisaran su trabajo.
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404
Capítulo 9
En comparación con la falta de supervisión, las condiciones de supervisión personal y externa dieron lugar a aun aumento en la autoeicacia, habilidad y persistencia. Los efectos de las dos condiciones
de supervisión fueron equiparables. Los beneicios de la supervisión no dependían del desempeño de
los niños durante las sesiones de enseñanza, porque no hubo diferencias en la cantidad de trabajo
completado en las tres condiciones de tratamiento. Supervisar el progreso en lugar de evaluarlo mejoró
la percepción de los niños del progreso de su aprendizaje y de su autoeicacia.
Reid, Trout y Schartz (2005) revisaron las publicaciones sobre intervenciones con autorregulación
para mejorar la conducta dedicada a la tarea y el desempeño académico, así como para reducir las
conductas perturbadoras en niños con déicit de atención e hiperactividad. La autosupervisión, sola y
en combinación con el autorreforzamento, a menudo fue un componente clave en las intervenciones
eicaces.
Autoinstrucción
La autoinstrucción se reiere al establecimiento de estímulos discriminativos que dispongan la ocasión para respuestas autorregulatorias que lleven al reforzamiento (Mace et al., 1989). Como se utiliza
aquí, la autoinstrucción no es igual que el entrenamiento para estudiar de manera independiente
(Meichenbaum, 1977; véase el capítulo 4). Un tipo de instrucción independiente implica arreglar el entorno para producir estímulos discriminativos. Los estudiantes que se percatan de que al día siguiente
necesitarán revisar sus apuntes pueden escribir un recordatorio para ellos mismos antes de ir a la
cama. El recordatorio escrito es una señal para hacer la revisión, lo que aumenta las probabilidades
de obtener el reforzamiento, es decir, una buena caliicación en el examen. Otro tipo de autoinstrucción adopta la forma de airmaciones (reglas) que fungen como estímulos discriminativos para guiar
la conducta. Este tipo de autoinstrucción se incluye en el procedimiento de entrenamiento para la
instrucción independiente.
La estrategia de instrucción es un medio eiciente para mejorar la comprensión y la autoeicacia
de los malos lectores. Schunk y Rice (1986, 1987) enseñaron a los lectores que recibían instrucción
correctiva a seguir la siguiente estrategia de instrucción independiente para trabajar en la comprensión
de los pasajes leídos.
¿Qué tengo que hacer? 1) Leer las preguntas. 2) Leer el pasaje para averiguar de qué se trata en general. 3) Pensar en los detalles que los pasajes tienen en común. 4) Pensar en cuál sería un buen título.
5) Volver a leer la historia si no puedo responder una pregunta. (Schunk y Rice, 1987, pp. 290-291).
Los niños expresaban verbalmente los pasos individuales antes de aplicarlos a los pasajes.
Las airmaciones de instrucción independiente han sido usadas para enseñar diversas habilidades académicas, sociales y motrices. Son especialmente útiles para estudiantes que presentan problemas de aprendizaje o déicit de atención. Expresar verbalmente las airmaciones mantiene a los
aprendices concentrados en una tarea. El siguiente procedimiento de autoinstrucción se utilizó para
mejorar la escritura de un estudiante con problemas de aprendizaje (Kosiewicz, Hallahan, Lloyd
y Graves, 1982):
1) Decir en voz alta la palabra que debe escribirse. 2) Decir la primera sílaba. 3) Nombrar tres veces
cada una de las letras en esa sílaba. 4) Repetir cada letra mientras se escribe. 5) Repetir los pasos dos
a cuatro para cada sílaba posterior.
Esta secuencia se presentaba en una tarjeta sobre el pupitre del estudiante. Durante el entrenamiento se elogió al alumno por completar los pasos. Una vez que aprendió el procedimiento, se
descontinuó el elogio y la secuencia fue mantenida por el resultado de una mejor escritura.
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Autorregulación
405
Autorreforzamiento
El autorreforzamiento se reiere al proceso por el que los aprendices se entregan reforzamiento contingente al desempeño de una respuesta deseada, lo que incrementa la probabilidad de una respuesta
futura (Mace et al., 1989). Como se expuso en el capítulo 3, un reforzador se deine con base en sus
efectos. A manera de ejemplo, suponga que Mitch adopta un sistema de puntos que se otorga cuando
estudia. Por cada página que lee de su libro de geografía, se concede un punto. Durante la semana
lleva un registro y cada vez que los puntos que obtiene en una semana superan en 5 por ciento a
los de la anterior, se concede 30 minutos de tiempo libre el viernes. No se puede determinar si este
arreglo funciona como autorreforzamiento hasta no saber si obtiene el tiempo libre de manera regular.
Si es así, es decir, si su desempeño promedio aumenta a medida que avanza el semestre, entonces la
contingencia de reforzamiento está regulando sus conductas académicas.
Muchas investigaciones muestran que las contingencias de reforzamiento mejoran el desempeño académico (Bandura, 1986), pero no queda claro si el autorreforzamiento es más eicaz
que el reforzamiento otorgado externamente, como el que otorga el profesor. Los estudios sobre
el autorreforzamiento suelen contener problemas (Brigham, 1982; Martin, 1980). En los entornos
académicos, la contingencia de reforzamiento por lo general ocurre en un contexto que incluye
instrucción y reglas. Los estudiantes por lo regular no trabajan en los materiales cuando lo deciden, sino cuando el profesor les pide que lo hagan. Los alumnos se mantienen realizando la tarea
sobre todo por el control que el docente tiene del aula y por miedo al castigo más que por el
reforzamiento.
Se ha propuesto la hipótesis de que el autorreforzamiento es un componente eicaz de la
conducta autorregulada (O’Leary y Dubey, 1979), pero el reforzamiento puede ser más importante
que el agente que lo entrega (uno mismo o los demás). Aunque el autorreforzamiento puede
mejorar el mantenimiento de la conducta con el paso del tiempo, proporcionar reforzamiento
de manera explícita puede ser más importante cuando se están aprendiendo las habilidades de
autorregulación.
La teoría conductual ha sido ampliamente aplicada a la enseñanza de conductas autorreguladas.
Los subprocesos de autosupervisión, autoinstrucción y autorreforzamiento son tipos de procesos autorregulatorios que se pueden enseñar a los estudiantes. Al mismo tiempo, la postura conductual
no toma en consideración los factores cognoscitivos y afectivos, lo que limita la aplicabilidad de la
autorregulación al aprendizaje académico complejo porque el aprendizaje requiere autorregular algo
más que meras conductas; por ejemplo, metas, autoevaluaciones del progreso a la meta y juicios de la
autoeicacia. Como se analiza a continuación, esos factores se consideran cruciales en la perspectiva
de la teoría cognoscitiva social sobre la autorregulación.
TEORÍA COGNOSCITIVA SOCIAL
Marco conceptual
Los principios de la teoría cognoscitiva social han sido aplicados de manera exhaustiva a la autorregulación (Bandura, 1997, 2001; Pintrich, 2004; Pintrich y Zusho, 2002; B. Zimmerman, 2000; Zimmerman
y Schunk, 2004). Desde la perspectiva cognoscitiva social la autorregulación requiere la elección del
aprendiz (Zimmerman, 1994, 1998, 2000; véase la tabla 9.1). Esto no signiica que los aprendices siempre
obtengan provecho de las opciones disponibles, en especial cuando están inseguros de lo que deben
hacer y preguntan al profesor. Sin embargo, cuando se controlan todos los aspectos de la tarea es
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406
Capítulo 9
Tabla 9.1
Opciones del aprendiz y procesos autorregulatorios.
Opción
Procesos autorregulatorios
Elegir participar.
Metas, autoeicacia, valores.
Elegir el método.
Uso de estrategia, relajación.
Elegir los resultados.
Autosupervisión, autoenjuiciamiento.
Elegir el entorno social y físico.
Estructuración del entorno, búsqueda de ayuda.
correcto decir que la conducta de aprovechamiento es “controlada externamente” o “controlada por
otros”. Este tipo de situación se presenta cuando el profesor no da libertad a sus alumnos sobre los
métodos, resultados y otras condiciones. El potencial de autorregulación varía dependiendo de las
opciones de que dispongan los aprendices.
La tabla 9.1 muestra las opciones potencialmente disponibles para los estudiantes y algunos
procesos autorregulatorios correspondientes. Una opción es si se participa en la tarea. Esto depende
de procesos como las metas, los valores y la autoeicacia de los aprendices. Los alumnos también
pueden elegir los métodos que utilizan mientras realizan la tarea; por ejemplo, qué estrategias y
qué técnicas de relajación utilizar si ésta les provoca ansiedad. Un tercer tipo de opción involucra
los resultados: ¿qué resultados desean los aprendices? Mientras trabajan en la tarea supervisan su
desempeño y juzgan si los éstá acercando a la obtención del resultado. Por último, los estudiantes
pueden elegir los entornos sociales y físicos que usan para trabajar en la tarea. Esto puede requerir
que estructuren sus entornos con el in de hacerlos propicios para el aprendizaje y busquen ayuda
cuando la necesiten.
Algunas aulas permiten poca autorregulación. Suponga que un profesor pide a sus alumnos que
escriban a máquina un trabajo de diez páginas, a doble espacio, sobre un tema asignado, el cual debe
contener por lo menos 10 referencias, estar terminado en tres semanas y ser escrito individualmente
en el centro de medios o en casa. Si el profesor especiica con más detalle el formato del trabajo, es él
quien dirige la mayor parte de la tarea.
En contraste, suponga que Jim quiere aprender a tocar guitarra, por lo que decide involucrarse
en la tarea. El método que elige es tomar clases con un profesor. Toma una clase de 45 minutos a la
semana y practica una hora al día. Su meta es llegar a ser tan competente como para tocar en reuniones sociales acompañando a los cantantes. Practica la guitarra por la noche en su casa. Además de su
profesor, consigue la ayuda de un amigo que toca guitarra, a quien le hace preguntas técnicas acerca
de las posiciones de los dedos y la ainación. Jim tiene casi todo el control de la situación, lo que le
permite una autorregulación máxima.
Muchas situaciones caen en algún punto entre esos extremos. Los docentes pueden asignar a
sus alumnos la tarea de redactar un ensayo pero permitirles elegir entre varios temas. Los estudiantes
también pueden decidir qué recursos usarán, en dónde escribirán el ensayo y cuál será su longitud.
Los proyectos que los alumnos de preparatoria tienen que presentar para graduarse por lo general
especiican algunos elementos, por ejemplo el trabajo de investigación y la presentación oral, pero
les permiten elegir otros elementos, como el tema y los apoyos que utilizarán. Por ende, tiene más
sentido preguntar hasta qué grado un estudiante interviene en la autorregulación.
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Autorregulación
407
Tabla 9.2
Procesos de la autorregulación.
Autoobservación
Autoenjuiciamiento
Autorreacción
Regularidad.
Tipos de estándares.
Motivadores evaluativos.
Proximidad.
Propiedades de la meta.
Motivadores tangibles.
Autorregistro.
Importancia de la meta
Atribuciones.
Fuente: Social Foundations of Thought and Action, de A. Bandura, © 1986. Reimpreso con autorización de Pearson Education Inc.,
Upper Saddle River, NJ.
Las intervenciones diseñadas para mejorar la autorregulación de los estudiantes suelen concentrarse en uno o más procesos autorregulatorios sobre los cuales se les brinda instrucción y práctica.
Una gran cantidad de evidencia muestra que las competencias de autorregulación pueden ser mejoradas por medio de intervenciones educativas (Schunk y Ertmer, 2000; Schunk y Zimmerman, 1994,
1998, 2008).
Procesos cognoscitivos sociales
Las primeras aplicaciones de los principios de la teoría cognoscitiva social de la autorregulación implicaron investigar la operación de tres subprocesos: autoobservación (o autosupervisión), autoenjuiciamiento y autorreacción (Bandura, 1986; Kanfer y Gaelick, 1986; Schunk, 1994; Zimmerman, 1990;
véase la tabla 9.1). Advierta la semejanza de éstos con los tres subprocesos propuestos por la teoría
conductual: autosupervisión, autoinstrucción y autorreforzamiento.
Los estudiantes inician las actividades de aprendizaje con metas como la adquisición de conocimiento y de estrategias para resolver problemas, completar páginas del libro de ejercicios y completar
experimentos. Con estas metas presentes observan, juzgan y reaccionan ante su progreso percibido.
Esos procesos no son mutuamente excluyentes, sino que interactúan entre sí.
Autoobservación. La autoobservación implica comparar los aspectos observados de la conducta propia con estándares y reaccionar de manera positiva o negativa. Las evaluaciones y reacciones de las
personas establecen las condiciones para otras observaciones de esos u otros aspectos de la conducta.
Tampoco esos procesos operan de manera independiente del entorno (Zimmerman, 1986, 1989, 1990,
2000). Los estudiantes que juzgan que no están progresando en su aprendizaje como deberían pueden
reaccionar pidiendo ayuda al profesor, lo cual modiica su entorno. A su vez, los profesores enseñan
a los estudiantes una estrategia más eiciente que pueden utilizar para fomentar su aprendizaje. Es
importante que las inluencias ambientales, por ejemplo, los docentes, contribuyan al desarrollo de la
autorregulación porque los educadores deienden que se enseñen a los alumnos habilidades de autorregulación (Schunk y Zimmerman, 1994, 1998, 2008).
La autoobservación es conceptualmente similar a la autosupervisión y por lo general se
enseña como parte de la enseñanza de autorregulación (Lan, 1998; Zimmerman, Bonner y Kovach,
1996); sin embargo, la autoobservación por sí sola es insuiciente para autorregular la conducta
a lo largo del tiempo. Se necesitan estándares para lograr la meta y criterios para evaluar el progreso hacia ella.
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408
Capítulo 9
Autoenjuiciamiento. El autoenjuiciamiento se reiere a la comparación que hace el aprendiz de su
nivel actual de desempeño en relación con el que se propuso como meta. Estos juicios dependen del
tipo de estándares de autoevaluación empleados, de las propiedades de la meta, de la importancia de
alcanzarla y de las atribuciones.
Los estándares de autoevaluación pueden ser absolutos o normativos. Los primeros son ijos,
mientras que los normativos se basan en el desempeño de otros. Los estudiantes que se ijaron la meta
de leer seis páginas del libro de ejercicios en 30 minutos evalúan su progreso en comparación con
este estándar absoluto. Los sistemas de caliicación por lo general relejan estándares absolutos, por
ejemplo, A = 90-100, B = 80-89.
Los estándares normativos por lo regular se adquieren mediante la observación de modelos
(Bandura, 1986). La comparación social del desempeño propio con el de otros es una forma de determinar lo apropiado de las conductas y de autoevaluar el desempeño. Las comparaciones sociales
se vuelven más probables cuando no existen estándares absolutos o cuando son ambiguos (Festinger,
1954). Los estudiantes tienen muchas oportunidades de comparar su trabajo con el de sus compañeros.
Lo más común es que utilicen una combinación de estándares absolutos y normativos. Un ejemplo de
esto es cuando los estudiantes tienen 30 minutos para leer seis páginas y comparan su progreso con
el de sus compañeros para calcular quién terminará primero.
Los estándares informan y motivan. La comparación del desempeño con estándares indica el
progreso hacia la meta. Los alumnos que leen tres páginas en 10 minutos se dan cuenta de que han
terminado la mitad del trabajo en menos de la mitad del tiempo. La creencia de que están progresando mejora su autoeicacia, lo cual mantiene su motivación para completar su tarea. La mejor base
de comparación se encuentra en personas similares, no en personas que presentan mucho mayor o
menor capacidad, porque los estudiantes tienden a creer que si otros tienen éxito ellos también pueden lograrlo (Schunk, 1987).
Schunk (1983b) comparó los efectos de la información obtenida a través de comparaciones sociales con los del establecimiento de metas en un programa de enseñanza de la división. En cada sesión
de enseñanza se proporcionó a una mitad de los niños metas de desempeño; mientras que a la otra
mitad se le recomendó trabajar de manera productiva. Dentro de cada condición de meta a la mitad
de los niños se les dijo, con el in de comunicarles que las metas se podían alcanzar, la cantidad de
problemas que niños parecidos a ellos (que igualaban la meta de la sesión) habían resuelto; mientras
que a la otra mitad no se le dio información comparativa. Las metas mejoraron la autoeicacia mientras que la información comparativa fomentó la motivación. Los niños que recibieron metas e información
comparativa mostraron un mayor aumento de la habilidad.
La observación de modelos es un medio importante de adquisición de estándares de autoevaluación. Bandura y Kupers (1964) expusieron a niños a un par o a un adulto que demostraba estándares estrictos o indulgentes mientras jugaban boliche. En comparación con los niños asignados a la
condición con estándares bajos, los niños expuestos a modelos con estándares elevados tenían más
probabilidades de reforzarse con altas caliicaciones que de asignarse caliicaciones bajas. El efecto de
los modelos adultos fue mayor que el de los pares. Davidson y Smith (1982) hicieron que niños observaran a un adulto con estándares de autorrecompensa superior, un par igual o un niño menor con
estándares de autorrecompensa inferior establecer estándares estrictos o indulgentes para una tarea.
Los niños que observaron a un modelo indulgente se asignaban más a menudo bajas caliicaciones
que los que observaron a un modelo estricto. Los estándares de autorrecompensa de los niños eran
inferiores a los del adulto, iguales a los del par y superiores a los del niño menor. La semejanza en
edad entre modelo y observador puede haber llevado a los niños a creer que lo que era apropiado
para su par era apropiado para ellos.
La observación de modelos inluye en la autoeicacia y las conductas de logro (véase el capítulo
4). Zimmerman y Ringle (1981) expusieron a niños a un modelo adulto que intentaba resolver sin
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Autorregulación
409
APLICACIÓN 9.2
Establecimiento de metas y autorregulación
El establecimiento de metas es una habilidad autorregulatoria útil para completar tareas a largo plazo. Muchos estudiantes dudan de poder terminar
un proyecto de historia que incluye una presentación y un trabajo de investigación. Para ayudar
a sus estudiantes Jim Marshall divide la tarea en
metas a corto plazo. Les da a sus alumnos un plazo de seis semanas para completar el proyecto.
La primera tarea es elegir un tema después de investigar varias propuestas; para esto les concede
una semana, luego de lo cual presentan sus temas
con una breve explicación de sus elecciones. Les
otorga una segunda semana para que se dediquen
a una investigación más especíica y desarrollen
un bosquejo del trabajo. Después de entregar los
bosquejos y recibir retroalimentación de Jim,
los estudiantes tienen dos semanas para trabajar
en el borrador inicial de sus trabajos y elaborar el
bosquejo de los elementos que incluirán en sus
presentaciones. Jim revisa posteriormente el progreso de sus alumnos y les da retroalimentación.
Los estudiantes pueden corregir sus trabajos y
desarrollar las presentaciones en las dos semanas
restantes.
Un estudiante de leyes puede sentirse abrumado cuando trata de memorizar y analizar la
enorme cantidad de casos que se convirtieron en
puntos de referencia cuando se prepara para un
juicio simulado. Los profesores de derecho pueden ayudar a sus estudiantes durante el semestre
haciendo que establezcan metas realistas y ayudándolos a organizar su estudio. Los estudiantes
pueden empezar por establecer la meta de aprender los casos de las principales categorías, por
ejemplo, derecho sustantivo, procedimental, público, privado e internacional en un lapso establecido. En cada categoría de meta principal pueden
crear submetas; por ejemplo, submetas de propiedad y uso de los bienes, contratos entre aprendices, relaciones familiares y reparación a manera
de compensación por los daños ocasionados por
una persona a otra.
éxito un rompecabezas de alambre por un periodo largo o corto y que hacía comentarios de conianza
o pesimismo. Los niños que observaban a un modelo pesimista persistir por un tiempo prolongado
disminuían sus juicios de eicacia. La semejanza percibida con los modelos es especialmente importante cuando los observadores experimentan diicultades y dudan sobre la posibilidad de conseguir un
buen desempeño (Schunk y Hanson, 1985; Schunk et al., 1987).
Las propiedades de la meta (especiicidad, proximidad y diicultad) inluyen de manera considerable en las tareas a largo plazo (Kanfer y Kanfer, 1991; véase el capítulo 4). Para ayudar a los alumnos
que no están seguros de poder escribir un buen ensayo, los docentes pueden dividir la tarea en metas
a corto plazo; por ejemplo, seleccionar el tema, realizar una investigación de antecedentes y escribir
un bosquejo. Los aprendices tienden a creer que pueden realizar las subtareas, y el hecho de poder
cumplirlas desarrolla su autoeicacia para producir un buen ensayo. En el recuadro de la aplicación
9.2 se ofrecen otros ejemplos.
Permitir que los estudiantes establezcan metas de aprendizaje mejora su compromiso con la meta
(Locke y Latham, 1990, 2002) y fomenta la autoeicacia (Schunk, 1990). Schunk (1985) encontró apoyo
para esto en un estudio realizado con niños que tenían problemas de aprendizaje. Algunos niños
establecieron en cada sesión metas para resolver problemas de resta, a otros un profesor les asignó
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410
Capítulo 9
metas comparables y otros más recibieron instrucción pero no metas. El que el alumno estableciera
sus metas dio lugar a mayores expectativas de lograrlas en comparación con cuando otros las establecieron. En relación con las otras dos condiciones, las metas establecidas por el estudiante produjeron
la mayor autoeicacia y adquisición de la habilidad.
Los autoenjuiciamientos relejan en parte la importancia de lograr la meta. Cuando a los aprendices no les interesa la forma en que se desempeñan, no evalúan su desempeño ni se esfuerzan por
mejorarlo (Bandura, 1986). Las personas juzgan su progreso en el aprendizaje para metas que valoran.
En ocasiones las metas que en principio tenían poco valor adquieren mayor importancia cuando las
personas reciben retroalimentación que les indica que están adquiriendo la habilidad. Así, los pianistas
novatos al principio pueden tener metas mal deinidas, por ejemplo, tocar mejor; pero a medida que
mejora su habilidad empiezan a establecer metas especíicas, por ejemplo, aprender a tocar una determinada pieza; y a juzgar su progreso en relación con esas metas.
La atribución (las causas percibidas de los resultados; véase el capítulo 8), aunada a los juicios
del progreso hacia la meta, puede inluir en la autoeicacia, la motivación, el logro y las reacciones
afectivas (Schunk, 2001, 2008). Los estudiantes que creen que no están progresando hacia sus metas
pueden atribuir su desempeño a baja capacidad, lo que causa un impacto negativo en las expectativas y las conductas. Los alumnos que atribuyen su falta de progreso a un esfuerzo insuiciente o a
un aprendizaje inadecuado de la estrategia pueden creer que tendrán un mejor desempeño si se esfuerzan más o cambian a una estrategia diferente (Schunk, 2008). En lo que respecta a las reacciones
afectivas, las personas se enorgullecen más de sus logros cuando los atribuyen a la capacidad y al
esfuerzo que a causas externas (Weiner, 1985). Las personas muestran más autocrítica cuando creen
que fallaron por razones personales en vez de por circunstancias fuera de su control.
La retroalimentación atributiva puede mejorar el aprendizaje autorregulado (Schunk, 2008). Que a
una persona le digan que puede obtener mejores resultados si se esfuerza puede motivarla a hacerlo,
porque la retroalimentación implica que posee la capacidad para hacerlo (Andrews y Debus, 1978;
Deweck, 1975; Schunk, 2008). Proporcionar retroalimentación del esfuerzo por éxitos anteriores apoya
la percepción que tienen los alumnos de su progreso, mantiene su motivación y aumenta su eicacia
para el aprendizaje posterior (Schunk, 1982a; Schunk y Cox, 1986).
El tiempo de la retroalimentación atributiva puede ser importante. Los éxitos iniciales en la tarea
constituyen una señal destacada para formar atribuciones de capacidad. La retroalimentación que relaciona los éxitos iniciales con la capacidad, por ejemplo, “Eso es correcto; eres bueno en esto”, debe
mejorar la eicacia del aprendizaje. Sin embargo, en el caso de los éxitos iniciales muchas veces es más
creíble la retroalimentación del esfuerzo, porque cuando los estudiantes carecen de habilidades deben
esforzarse para triunfar. A medida que los estudiantes desarrollan habilidades, la retroalimentación de
capacidad aumenta más la autoeicacia (Schunk, 1983a).
Autorreacción. Las reacciones ante el progreso personal hacia la meta motivan la conducta (Bandura,
1986; Zimmerman y Schunk, 2004). La creencia de que el progreso que se hace es aceptable, aunada a
la satisfacción anticipada de alcanzar la meta, mejora la autoeicacia y mantiene la motivación. Las evaluaciones negativas no disminuyen la motivación si los aprendices creen que pueden mejorar (Schunk,
1995). Si los estudiantes creen que han sido indolentes pero que pueden progresar si se esfuerzan
más, tienden a sentirse eicaces y a redoblar sus esfuerzos. La motivación no mejora si los estudiantes
creen que carecen de la capacidad y que no tendrán éxito sin importar cuánto se esfuercen (Schunk,
1982a, 2008).
La motivación de las personas mejora si reciben instrucciones para que hagan una evaluación de
su desempeño; quienes piensan que pueden desempeñarse mejor son más persistentes y se esfuerzan
más (Kanfer y Gaelick, 1986). El progreso percibido se relaciona con las metas del aprendiz, por lo
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Autorregulación
411
que el mismo nivel de desempeño puede ser evaluado de manera distinta. Algunos estudiantes se
sienten satisfechos con una B en un curso mientras que a otros esa misma caliicación los deja insatisfechos porque querían una A. Cuando las personas se consideran capaces de mejorar, de establecer
metas más desaiantes, se esfuerzan más y son más persistentes que cuando establecen metas fáciles
de lograr (Bandura y Cervone, 1983).
Los individuos acostumbran entregarse recompensas tangibles de manera contingente a su progreso hacia el logro de sus metas, como descansos en el trabajo, ropa nueva y salidas con los amigos.
La teoría cognoscitiva social plantea que lo que mejora la motivación son las consecuencias anticipadas de la conducta más que las consecuencias en sí (Bandura, 1986). Aunque las caliicaciones se
entregan al inal de los cursos, los estudiantes suelen establecer submetas para cumplir con su trabajo
y se refuerzan o se castigan en consecuencia.
Las consecuencias tangibles también inluyen en la autoeicacia. Las recompensas externas que
se entregan con base en los logros reales mejoran la eicacia. Decir a los estudiantes que obtendrán
recompensas en función de lo que logren infunde un sentido de autoeicacia para el aprendizaje
(Schunk, 1995). La autoeicacia es validada cuando los estudiantes trabajan en una tarea y advierten su
progreso; la obtención de la recompensa valida aún más la eicacia porque simboliza progreso. Las recompensas que no se relacionan con el desempeño, por ejemplo, que se entregan por dedicar tiempo
a la tarea sin importar lo que se consiga, pueden transmitir información de autoeicacia negativa; los
estudiantes pueden inferir que no se espera que aprendan mucho porque no tienen la capacidad para
hacerlo (Schunk, 1983e).
Naturaleza cíclica de la autorregulación
La teoría cognoscitiva social enfatiza la interacción de los factores personales, conductuales y ambientales (Bandura, 1986, 1997; Pintrich y Zusho, 2002; Zimmerman, 2000, 2001; Zimmerman y Schunk,
2004; véase el capítulo 4). La autorregulación es un proceso cíclico porque esos factores por lo general
cambian durante el aprendizaje y deben ser supervisados. Dicha supervisión da lugar a cambios en las
estrategias, las cogniciones, los afectos y las conductas de un aprendiz.
La naturaleza cíclica es capturada en el modelo de tres fases de la autorregulación de Zimmerman (1998, 2000). Este modelo también amplía la visión clásica, que abarca la participación en
la tarea porque incluye procesos autorregulatorios realizados antes y después de la participación.
La fase de previsión antecede al desempeño real y se reiere a los procesos que establecen las condiciones para la acción. La fase de control (volitiva) del desempeño involucra procesos que ocurren durante el aprendizaje y que inluyen en la atención y la acción. Durante la fase de autorrelexión, que ocurre luego del desempeño, las personas responden a sus esfuerzos (Zimmerman y
Schunk, 2004).
Figura 9.1
Fases del ciclo de autorregulación.
Desempeño o
control volitivo
Fuente: tomado de “Developing Self-Fulilling Cycles of
Academic Regulation: An Analysis of Exemplary Instructional Models”, de B. J. Zimmerman, 1998, en D. H. Schunk
y B. J. Zimmerman, (editores), Self-Regulated Learning:
From Teaching to Self Relective Practice (p. 3). Nueva
York, Guilford Press.
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Previsión
Autorreflexión
412
Capítulo 9
Durante las distintas fases entran en juego diversos procesos autorregulatorios. En la fase de
previsión los aprendices establecen metas, realizan una planeación estratégica y mantienen un
sentido de autoeicacia respecto al logro de sus metas. El control del desempeño implica poner
en práctica estrategias de aprendizaje que inluyen en la motivación y el aprendizaje, y realizar la
observación y registro del desempeño propio. Durante los periodos de autorrelexión, el aprendiz
lleva a cabo la autoevaluación (que se revisará enseguida) y hace atribuciones para su desempeño. Existe evidencia de que enseñar a los estudiantes a practicar la autorregulación en las tres
fases tiene efectos deseables en el pensamiento estratégico y las atribuciones (Cleary, Zimmerman
y Keating, 2006).
Autoevaluación. La autorregulación eicaz requiere metas y motivación (Bandura, 1986; Kanfer y
Kanfer, 1991; Zimmerman, 1989, 2000). Los aprendices deben regular sus acciones y las cogniciones,
creencias, intenciones y afectos de logro subyacentes. La investigación conirma la predicción de
que la autosupervisión de las creencias de logro mantiene el aprendizaje y fomenta el logro (Schunk
y Zimmerman, 1994, 2008; B. Zimmerman, 2000; Zimmerman et al., 1996; Zimmerman y MartínezPons, 1992).
Quienes pueden autorregularse desarrollan autoeicacia para regular su aprendizaje (Caprara
et al., 2008; Pajares, 2008; Zimmerman, Bandura y Martínez-Pons, 1992) y para un buen desempeño
(Bouffard-Bouchard, Parent y Larivee, 1991). La investigación demuestra que la autoeicacia para el
aprendizaje autorregulado mantiene una relación signiicativa y positiva con el logro académico y las
caliicaciones de los estudiantes (Caprara et al., 2008).
La autoevaluación de las capacidades y el progreso en la adquisición de habilidades es de importancia fundamental. En la autoevaluación el aprendiz juzga su desempeño comparándolo con la meta
que estableció y reacciona ante esos juicios considerando que su desempeño es notable, inaceptable,
etcétera. Las autoevaluaciones positivas llevan a los alumnos a sentirse eicaces para el aprendizaje y
motivados a seguir trabajando con diligencia porque creen que pueden seguir progresando (Schunk,
1991). Los juicios de que el progreso es insuiciente y las reacciones negativas no necesariamente
disminuyen la autoeicacia y la motivación si los estudiantes creen que poseen la capacidad de lograr el éxito pero que utilizaron una estrategia ineicaz (Bandura, 1986). Dichos estudiantes pueden modiicar sus procesos autorregulatorios esforzándose más, siendo más persistentes, adoptando
una estrategia que consideran mejor o buscando ayuda de profesores y compañeros (Schunk, 1990).
Es probable que esas y otras actividades autorregulatorias los lleven al éxito (Schunk, 2001; Zimmerman
y Martínez-Pons, 1992).
La investigación corrobora la hipótesis de que las autoevaluaciones de las capacidades y el progreso en la adquisición de habilidades inluye en los resultados de logro (Schunk y Ertmer, 2000).
Investigaciones realizadas con niños durante el aprendizaje de habilidades matemáticas (Schunk
y Hanson, 1985; Schunk et al., 1987) y de redacción (Schunk y Swartz, 1993a, 1993b) muestran que
evaluar la autoeicacia para el aprendizaje o para mejorar las habilidades antes de la enseñanza predice la motivación y la adquisición de la habilidad.
Bandura y Cervone (1983) airman que el desempeño de habilidades motrices de estudiantes
universitarios se beneicia del establecimiento de metas y de la retroalimentación autoevaluativa. Un
estudio similar demostró que cuanto más insatisfechos se sentían los alumnos con su desempeño
y cuanto más autoeicaces se sentían para desempeñarse bien, mayor era el esfuerzo que invertían
después (Bandura y Cervone, 1986). Cervone, Jiwani y Wood (1991) encontraron que proporcionar a
los aprendices una meta especíica mejoraba los efectos de la autoeicacia y la autoevaluación en el
desempeño.
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Autorregulación
413
Es poco probable que los estudiantes efectúen una evaluación espontánea de sus capacidades.
Una forma de resaltar el progreso es hacer que lo evalúen de forma periódica. Las autoevaluaciones
explícitas de la capacidad constituyen un tipo de autosupervisión porque los estudiantes deben prestar
atención a su desempeño actual y compararlo con el anterior para advertir el progreso. Cuando se
ponen de relieve las mejoras en el desempeño, la autosupervisión puede aumentar la autoeicacia,
mantener las actividades autorregulatorias y fomentar las habilidades. White, Kjelgaard y Harkins
(1995) advirtieron que la autoevaluación incrementa los efectos de las metas en el desempeño cuando
éstas brindan información de las capacidades del aprendiz.
Schunk (1996) realizó dos estudios en los que investigó la manera en que las metas y la autoevaluación inluyen en los resultados de logro. Alumnos de cuarto grado recibieron varias sesiones de
enseñanza y práctica de fracciones; los chicos trabajaban en condiciones que implicaban una meta
de aprendizaje de cómo resolver los problemas (meta de proceso) o una meta de sólo resolver los
problemas (meta de producto). En el primer estudio la mitad de los estudiantes de cada condición de
meta evaluaron sus capacidades para resolver problemas. La meta de proceso (con o sin autoevaluación) y la meta de producto con autoevaluación dieron lugar a mayor autoeicacia, habilidad, desempeño autodirigido y orientación a la tarea que la meta de producto sin autoevaluación. En el segundo
estudio todos los alumnos en cada condición de meta evaluaron su progreso en la adquisición de la habilidad. La meta de proceso dio lugar a mayor motivación y resultados de logro que la meta de producto.
Schunk y Ertmer (1999) examinaron la forma en que las metas y la autoevaluación inluyen en la
autoeicacia, el logro, la competencia autoinformada y el uso de estrategias autorregulatorias. Estudiantes
de licenciatura trabajaron en proyectos de cómputo durante tres sesiones y recibían una meta de proceso
del aprendizaje de las aplicaciones de cómputo o una meta de producto de su desempeño. En el primer
estudio la mitad de los estudiantes en cada condición de meta evaluaron su progreso en el aprendizaje
después de la segunda sesión. La meta de progreso dio lugar a mejores resultados en la autoeicacia, en
el juicio del progreso del aprendizaje y en la competencia autorregulatoria, así como en el uso de la estrategia; y más todavía, la oportunidad de autoevaluarse fomentó la autoeicacia. En el segundo estudio
los estudiantes que se autoevaluaron valoraron su progreso después de cada sesión. La autoevaluación
frecuente produjo resultados comparables cuando se asociaba con una meta de proceso o de producto.
Esos resultados, en conjunto, sugieren que la autoevaluación poco frecuente complementa las metas del
proceso de aprendizaje, mientras que las autoevaluaciones múltiples superan los beneicios de las metas
de proceso y aumentan los resultados de logro de todos los estudiantes.
Lograr que los estudiantes supervisen su desempeño y evalúen su capacidad o progreso en el
aprendizaje les deja claro que se han vuelto más competentes, y esta percepción fortalece su autoeicacia y mejora sus esfuerzos de aprendizaje autorregulado. Esta investigación tiene implicaciones
para la enseñanza. Podría ser que los estudiantes no estén habituados a evaluar sus habilidades o su
progreso en el aprendizaje; por lo cual es posible que requieran que se les enseñe a autoevaluarse y
se les dé oportunidad de practicarlo con frecuencia. En el recuadro de la aplicación 9.3 se presentan
algunas sugerencias para incluir la autoevaluación en los entornos de aprendizaje.
Estrategias de aprendizaje. En la conversación presentada al inicio del capítulo, se subraya la importancia de las estrategias de aprendizaje. Los alumnos autorregulados creen que la adquisición de
competencias es resultado de un proceso que se puede controlar por medio de estrategias y aceptan la responsabilidad de sus resultados de logro (Zimmerman y Martínez-Pons, 1992). De acuerdo
con la teoría cognoscitiva social, los sistemas de creencias personales de los estudiantes inluyen en
el uso autorregulado de estrategias. Los aprendices autorregulados tienen consciencia metacognoscitiva de las relaciones estratégicas que existen entre los procesos autorregulatorios y los resultados de
aprendizaje, se sienten autoeicaces en relación con el uso de estrategias, tienen metas académicas
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414
Capítulo 9
APLICACIÓN 9.3
Inclusión de la autoevaluación en el aprendizaje
Se puede empezar a enseñar a los estudiantes a
evaluar su progreso y aprendizaje desde el nivel
preescolar y el jardín de niños. Para hacerlo los docentes pueden comenzar por usar una forma simple de autosupervisión. Por ejemplo, si el profesor
pide a los niños que ensamblen bloques de formas
distintas para crear una forma mayor, como un rectángulo, un cuadrado, un triángulo o un hexágono,
puede dibujar en tarjetas diferentes ejemplos de
cómo combinar los bloques más pequeños para
construir la forma mayor y luego dejarlas dentro de
un sobre en el centro de actividades. En el caso de
los estudiantes de primaria, el profesor les podría
dar una hoja de actividades para realizar una tarea
que incluya las respuestas en la parte posterior de
modo que puedan veriicar su trabajo.
Para los alumnos mayores, la autosupervisión
se puede integrar en las actividades diarias. También es posible enseñarles a autoevaluar su aprendizaje, por ejemplo de la ortografía de palabras y
de matemáticas, utilizando un pretest y pruebas
prácticas. Con los estudiantes de secundaria y de
preparatoria, el docente puede usar pruebas de
práctica más complicadas y minuciosas, permitiéndoles determinar cuánto estudiar y qué actividades
necesitan completar para dominar las metas de la
unidad.
de aprendizaje, muestran control sobre los pensamientos enfermizos y la ansiedad, y creen que utilizar
la estrategia los ayudará a alcanzar las metas a niveles más altos (Zimmerman, 1989, 1990, 2000, 2001,
2008; Zimmerman y Cleary, 2009).
Inluencias sociales y del aprendiz
La perspectiva cognoscitiva social de la autorregulación releja la idea de Bandura (1986) de reciprocidad triádica. Este sistema contrasta con las visiones no cognoscitivas, es decir, las conductuales
(véase el capítulo 3), que si bien comparten algunos métodos, como el autorregistro, están limitadas
por el hecho de que no incluyen estrategias importantes de aprendizaje cognoscitivo. El sistema
también contrasta con los circuitos cerrados de retroalimentación negativa (Carver y Scheier, 1990,
2000). De acuerdo con este punto de vista, los aprendices comparan continuamente la retroalimentación del desempeño con las metas de aprendizaje; si la retroalimentación indica que se están desempeñando por debajo del estándar, tratan de mejorarlo. Recibir cada vez menos retroalimentación
negativa motiva a los estudiantes, pero una vez que alcanzan la meta dejan de trabajar en la tarea.
Esta característica cerrada es un impedimento importante para mantener motivados a los aprendices
(Anderman y Maehr, 1994).
Los teóricos de la cognición social argumentan que los sistemas autorregulatorios son abiertos: las
metas y las actividades estratégicas cambian con base en las autoevaluaciones de la retroalimentación.
El progreso hacia la meta y el logro de ésta aumentan la autoeicacia de los aprendices y pueden llevarlos a adoptar metas nuevas y más difíciles (Schunk, 1990). Además, los alumnos que se sienten eicaces acerca del aprendizaje eligen las estrategias de aprendizaje que consideran útiles, supervisan su
desempeño y modiican sus métodos de aproximación a la tarea cuando los que están utilizando parecen no funcionar apropiadamente (Zimmerman, 1989, 1990). La investigación demuestra que la autoeicacia se relaciona positivamente con el uso productivo de estrategias de autorregulación (Pajares,
2008; Pintrich y Zusho, 2002; Zimmerman et al., 1992; Zimmerman y Cleary, 2009; Zimmerman y
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Autorregulación
415
Tabla 9.3
Inluencias sociales y personales en la autorregulación.
Nivel de desarrollo
Inluencias sociales
Por observación
Imitativo.
Modelamiento, descripción verbal.
Autocontrolado.
Orientación social y retroalimentación.
Autorregulado.
Inluencias personales
Estándares internos,
autorreforzamiento.
Procesos autorregulatorios,
creencias de autoeicacia.
Martínez-Pons, 1990). Los resultados de una serie de estudios apoyan la idea de que resulta adaptable
modiicar las metas y estrategias durante el aprendizaje (Kitsantas y Zimmerman, 1998; Zimmerman
y Kitsantas, 1996, 1997). En particular, se observó que la autorregulación mejora cuando se cambia de
metas de proceso a metas de producto a medida que mejora el aprendizaje.
La naturaleza dinámica de la autorregulación se destaca aún más en la interacción de las inluencias sociales y las del aprendiz (Schunk, 1999; Schunk y Zimmerman, 1996, 1997; véase la tabla 9.3). El
aprendizaje inicial a menudo avanza mejor cuando los estudiantes observan modelos sociales, después
de lo cual son capaces de realizar las habilidades de manera rudimentaria con la orientación y retroalimentación apropiadas. A medida que desarrollan competencia, los alumnos entran a una fase autocontrolada donde pueden hacer coincidir sus acciones con representaciones internas de la habilidad. En
el nivel inal los aprendices desarrollan procesos autorregulatorios que emplean para perfeccionar las
habilidades adquiridas y elegir nuevas metas. Con esta secuencia se fortalecen e interiorizan las habilidades y las creencias de autoeicacia. Aunque es posible que los aprendices se salten las fases iniciales si
empiezan con cierta habilidad, esta secuencia es útil en la planeación de la enseñanza para el desarrollo
de habilidades y competencia autorregulatoria (Zimmerman y Kitsantas, 2005).
TEORÍA DEL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Los planteamientos originales de las teorías del procesamiento de la información han evolucionado
para incluir procesos cognoscitivos y motivacionales de autorregulación. En esta sección se presenta un
modelo del procesamiento de la información sobre la autorregulación que incluye esos componentes, y
se revisa la investigación y las aplicaciones en las estrategias de aprendizaje, una característica clave
de la autorregulación desde la perspectiva del procesamiento de la información.
Modelo de autorregulación
Las teorías del procesamiento de la información ven al aprendizaje como la codiicación de la información en la memoria a largo plazo (MLP; véase el capítulo 5). Los aprendices activan las partes pertinentes
de la memoria a largo plazo y en la memoria de trabajo (MT) relacionan el nuevo conocimiento con
la información existente. Cuando la información está organizada y es signiicativa, no sólo es más fácil
integrarla al conocimiento ya existente, sino que también hay más probabilidades de recordarla.
La autorregulación es aproximadamente equivalente a la consciencia metacognoscitiva o metacognición (Gitomer y Glaser, 1987), en la cual los aprendices supervisan, dirigen y regulan las acciones
hacia las metas (Paris y Paris, 2001). Esta consciencia incluye al conocimiento de la tarea (lo que debe
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416
Capítulo 9
aprenderse y cuándo y cómo debe aprenderse), así como al autoconocimiento de las capacidades, intereses y actitudes personales. La autorregulación requiere que los aprendices tengan una base sólida
de conocimiento que incluya las demandas de la tarea, las estrategias para concluirla y las cualidades
personales.
La consciencia metacognoscitiva también incluye conocimiento procedimental o producciones
que regulan el aprendizaje del material mediante la supervisión del nivel de aprendizaje propio, la
decisión de cuándo adoptar una aproximación diferente a la tarea y la evaluación de la preparación
para una prueba. Las actividades autorregulatorias (metacognoscitivas) son tipos de procesos de control
(véase el capítulo 5) que son dirigidos por el aprendiz. Éstas facilitan el procesamiento y el desplazamiento de la información por el sistema.
La unidad básica (supraordenada) de la autorregulación puede ser un sistema de producción de
solución de problemas, en el cual el problema es alcanzar la meta y la supervisión permite determinar
si el aprendiz está progresando. Este sistema compara la situación presente con un estándar y trata de
disminuir las discrepancias.
El modelo TOTE (por las iniciales en inglés de los términos Probar-actuar-probar-salir) de Miller,
Galanter y Pribham (1960) fue un planteamiento inicial de este sistema. La fase de prueba inicial
compara la situación actual con el estándar. Si son iguales, no se requiere mayor acción; pero si no
coinciden, el control cambia a la función de actuar para modiicar la conducta a in de resolver la discrepancia. El aprendiz percibe luego una nueva situación que compara con el estándar durante la segunda fase de prueba; si coinciden, se sale del sistema. Si no coincidieran tendría que volver a cambiar
sus conductas y volver a compararlas con estándar, y así sucesivamente hasta lograr la coincidencia.
Podemos tomar el ejemplo de Lisa, quien está leyendo su libro de texto de economía y se detiene
periódicamente para resumir lo que ha leído. Recuerda información de la memoria a largo plazo que
concierne a su lectura y compara la información con su estándar interno de un resumen adecuado.
Este estándar también puede ser una producción caracterizada por reglas, como ser preciso, incluir
información de todos los temas cubiertos y ser exacto, desarrolladas por medio de la experiencia en
elaborar resúmenes. Si su resumen iguala a su estándar, Lisa continúa leyendo. Si no es así, evalúa
en dónde radica el problema, podría ser en su comprensión del segundo párrafo, y aplica una estrategia de corrección, por ejemplo, leer de nuevo el párrafo que no comprendió.
Winne y Hadwin (1998, 2008; Winne, 2001) desarrollaron un modelo del aprendizaje autorregulado desde la perspectiva del procesamiento de la información, que resulta de gran relevancia para la
educación (Greene y Azevedo, 2007). El modelo incluye tres fases necesarias: deinición de la tarea,
de las metas y planes, y de las tácticas de estudio) y una fase opcional, la de adaptaciones.
En la primera fase los aprendices procesan información sobre las condiciones que caracterizan la tarea con el in de deinirla claramente. Existen dos fuentes de información. Las condiciones de la tarea incluyen información acerca del ejercicio, la cual los aprendices interpretan con
base en el entorno externo, por ejemplo, las instrucciones del profesor para realizar una tarea. Las
condiciones cognoscitivas son las que los aprendices recuperan de la memoria a largo plazo, las
cuales incluyen información acerca de cómo les fue en el trabajo anterior, así como variables motivacionales, como la competencia percibida y las atribuciones. En la segunda fase los aprendices
toman decisiones sobre una meta y para alcanzarla elaboran un plan que debe incluir estrategias
relevantes de aprendizaje. Cuando empiezan a aplicar esas estrategias, pasan a la tercera fase (la
de tácticas de estudio). En la cuarta fase los estudiantes introducen adaptaciones a sus planes con
base en sus evaluaciones de su éxito. Esta fase es opcional, porque si el plan original funciona no
es necesario adaptarlo.
En cada fase ocurre procesamiento de la información que da como resultado nuevos productos
o nueva información. Los procesos de la información operan sobre la información existente y se caracterizan por el acrónimo SMART, que se forma con las iniciales de los términos buscar, supervisar,
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Autorregulación
417
ensamblar, repasar y traducir en inglés. El trabajo en una tarea requiere utilizar un esquema o guión
que tiene cinco espacios posibles para llenar, los cuales se conocen como COPEE, un acrónimo que se
forma con las iniciales de los términos: condiciones, operaciones, productos, evaluaciones y estándares. En términos igurados, estos son los elementos con los cuales el estudiante “afronta el aprendizaje”
(Winne, 2001). Los resultados del procesamiento de la información se comparan con estándares y esas
evaluaciones (por ejemplo, en el objetivo, demasiado alto) sirven de base para relacionar nuevas condiciones con las actividades de aprendizaje del estudiante.
La importancia de este modelo para la educación se deriva en buena medida de su desarrollo
y uso con contenido de aprendizaje y del hecho de que incluye variables motivacionales. Dichas
variables motivacionales se combinan con variables cognoscitivas para determinar la utilidad de
un determinado esquema o guión de autorregulación. Este modelo representa un gran avance
sobre los modelos tradicionales o contemporáneos del procesamiento de información cognoscitiva que enfatizaban componentes cognoscitivos (véase el capítulo 5). Muchas investigaciones
apoyan la idea de que las variables motivacionales son importantes durante el aprendizaje autorregulado (Zimmerman y Schunk, 2001).
Existen otros modelos de la autorregulación desde la perspectiva del procesamiento de la información, por ejemplo, el de Carver y Scheier (1998); pero todos coinciden en su énfasis en las estrategias de aprendizaje, las cuales se revisan a continuación.
Estrategias de aprendizaje
Las estrategias de aprendizaje son planes cognoscitivos orientados hacia la realización exitosa de una
tarea (Pressley et al., 1990; Weinstein y Mayer, 1986). Las estrategias incluyen actividades como elegir
y organizar la información, repasar el material a aprender, relacionar el nuevo material con la información que se posee en la memoria y aumentar el signiicado del material. Las estrategias también
incluyen técnicas que crean y mantienen un clima de aprendizaje positivo, por ejemplo, maneras
de superar la ansiedad ante las pruebas, mejorar la autoeicacia, apreciar el valor del aprendizaje, y
desarrollar expectativas y actitudes positivas de los resultados (Weinstein y Mayer, 1986). El uso de
estrategias es una parte integral del aprendizaje autorregulado porque éstas dan a los aprendices
mayor control sobre el procesamiento de la información (Winne, 2001). En la conversación inicial,
Connie hace hincapié en la importancia de que Kim utilice estrategias de aprendizaje en sus cursos.
Las estrategias de aprendizaje contribuyen a la codiicación en cada una de sus fases. Así, al
inicio los aprendices prestan atención a la información relevante para la tarea y la transieren del
registro sensorial a la memoria de trabajo. También activan el conocimiento relacionado que se encuentra en la memoria a largo plazo. En la memoria de trabajo establecen conexiones (relaciones)
entre la información nueva y el conocimiento previo e integran esas relaciones en las redes de la
memoria a largo plazo.
La tabla 9.4 esboza los pasos en el planteamiento y ejecución de una estrategia de aprendizaje.
Al inicio los aprendices analizan una actividad o situación en términos de su meta, los aspectos de la
situación relevantes para esa meta, las características personales que parecen ser importantes y los métodos de aprendizaje autorregulado potencialmente útiles. Después desarrollan un plan o estrategia de
acuerdo con las siguientes líneas: “Dado que esta tarea debe ser concluida en este tiempo y lugar, con
base en estos criterios y dadas estas características personales, debo utilizar estos procedimientos para
lograr la meta” (parafraseado de Snowman, 1986). Por último, los aprendices ponen en práctica los
métodos elegidos, supervisan su avance hacia la meta y modiican la estrategia cuando ven que
los métodos no están produciendo progresos. La aplicación de esos métodos es orientada por el conocimiento metacognoscitivo, el cual implica saber que es necesario utilizar los métodos, por qué es
importantes utilizarlos, y cuándo y cómo aplicarlos.
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418
Capítulo 9
Tabla 9.4
Pasos en la construcción y ejecución de una estrategia de aprendizaje.
Paso
Tareas del aprendiz
Analizar
Identiicar la meta de aprendizaje, aspectos importantes de la tarea, características
personales relevantes y técnicas de aprendizaje potencialmente útiles.
Planear
Construir el plan: “Dada esta tarea ________ que se debe realizar _______ de
acuerdo con estos criterios ________ y dadas estas características personales
_______, debo utilizar estas técnicas ________.
Ejecutar
Emplear tácticas para mejorar el aprendizaje y la memoria.
Supervisar
Evaluar el progreso hacia la meta para determinar qué tan bien están funcionando
las tácticas.
Modiicar
Si la evaluación es positiva, continuar utilizando la estrategia; de lo contrario
modiicar el plan.
Conocimiento
metacognoscitivo
Dirigir la operación de los pasos.
Fuente: adaptado y reproducido de “Learning Tactics and Strategies”, de J. Snowman, en G. D. Phye y T. Andre (editores).
Cognitive classroom learning: Understanding, thinking and problem solving (pp. 243-275). Orlando, FL: Academic Press ©
1986. Reproducido con autorización de Elsevier y el autor.
Los métodos de aprendizaje autorregulado son técnicas o procedimientos especíicos incluidos en
las estrategias para alcanzar metas. Las categorías de los métodos de aprendizaje que se muestran
en la tabla 9.4 son interdependientes (Weinstein y Mayer, 1986). Por ejemplo, es común que los procedimientos que elaboran la información también permitan repasarla y organizarla. Los métodos que
organizan la información pueden disminuir el estrés sobre el aprendizaje y ayudar a afrontar la ansiedad.
Los métodos no son igualmente apropiados para todos los tipos de tareas. Cuando se trata de memorizar hechos simples, el método de elección puede ser el repaso, pero si la meta es comprenderlos,
el método más apropiado sería la organización. Las siguientes secciones analizan diferentes métodos
(véase el recuadro de la aplicación 9.4).
Repaso. Repetir la información de manera literal, subrayarla y resumirla son formas de repaso. Repetir
la información para uno mismo (en voz alta, en susurros o en silencio) es un procedimiento eicaz
para las tareas que requieren memorización mecánica. Por ejemplo, para aprender los nombres de las
50 capitales estatales de Estados Unidos, Janna podría decir el nombre de cada estado seguido por el
nombre de su capital. El repaso también puede ayudar a los aprendices a memorizar la letra de una
canción o poema y a aprender la traducción al español de palabras de idiomas extranjeros.
El repaso que repite la información de manera mecánica no la relaciona con lo que ya se sabe;
tampoco la organiza de manera jerárquica o de otra forma, sólo que, si la información no se repasa de
alguna forma que tenga sentido, la memoria a largo plazo no la almacena, lo cual diiculta recuperarla
después de cierto tiempo.
El repaso puede ser útil para el aprendizaje complejo, pero debe implicar algo más que la mera
repetición de la información. Un procedimiento útil de repaso es el subrayado (marcar con un rotulador). Este método, popular entre los estudiantes de preparatoria y universidad, mejora el aprendizaje si se emplea con sensatez (Snowman, 1986). Cuando se subraya demasiado material, el método
pierde su eicacia porque incluye material poco importante junto con las ideas más importantes. El
material subrayado debe representar los puntos más relevantes para las metas de aprendizaje.
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Autorregulación
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APLICACIÓN 9.4
Métodos de aprendizaje
Los métodos de aprendizaje son útiles en todos los
niveles educativos. Un profesor de primaria podría
usar esquemas rítmicos o canciones pegajosas para
enseñar el alfabeto, como la “Canción del ABC”.
Kathy Stone utiliza palabras conocidas para ayudar
a sus alumnos de tercer grado a aprender las direcciones norte, sur, este y oeste, por ejemplo, puede
referirse a esas direcciones empleando el acrónimo
“seno” que se forma con las iniciales de sur, este,
norte y oeste.
En sus clases de historia, Jim Marshall enseña a sus alumnos a organizar el material que deben estudiar (el libro, los apuntes de la clase y las
lecturas complementarias). También les muestra
cómo elaborar nuevas notas que integren el material de varias fuentes y les enseña a crear una línea
de tiempo que incorpore el material relacionado
para proporcionar una lista secuenciada de eventos.
En la escuela de medicina, los acrónimos y los
dibujos pueden ayudar a los estudiantes a memorizar los nombres de las partes del cuerpo. Cuando
se estudian los fármacos apropiados para recetar
en diversas enfermedades, podría facilitarse su
aprendizaje clasiicando los nombres de los fármacos, sus usos y efectos secundarios.
Los entrenadores de atletismo pueden ayudar
a los integrantes del equipo de salto y salto con
garrocha a mejorar pidiéndoles que cierren los ojos
y visualicen lentamente cada movimiento que su
cuerpo debe realizar para lograr los saltos. Al visualizar sus movimientos, los integrantes del equipo
pueden concentrarse en las posiciones especíicas
en las que necesitan trabajar. Llevar a cabo el salto sucede con tanta rapidez que difícilmente el deportista podría enfocarse en lo que está haciendo,
mientras que, si utiliza la imaginería, puede realizar
la acción con más lentitud y analizarla.
Gina Brown utiliza con sus alumnos una técnica
mnemotécnica que consiste en desarrollar una frase
pegajosa o un acrónimo para agrupar a los psicólogos con visiones similares. Por ejemplo, cuando presenta a los principales teóricos conductistas enseña a
sus alumnos el acrónimo “Tanta (Thorndike) Sensación (Skinner) Waterpolista (Watson) Puede (Pavlov)
Terminar (Tolman)” para ayudarlos a recordar a esos
psicólogos. Sus alumnos recuerdan la oración y luego agregan los nombres.
En la elaboración de resúmenes, otro procedimiento de repaso popular, los estudiantes expresan
con sus propias palabras (oralmente o por escrito) las ideas principales expresadas en el texto. Igual
que con el subrayado, los resúmenes pierden su eicacia si incluyen demasiada información (Snowman,
1986). Limitar la longitud de los resúmenes obliga a los estudiantes a identiicar las ideas principales.
El método de enseñanza recíproca de Palincsar y Brown (1984) incluye el resumen como
medio de fomentar la comprensión de la lectura (véase el capítulo 7). La enseñanza recíproca se
basa en la zona de desarrollo próximo (ZDP) de Vygotsky (1978), o en lo que puede aprender un
estudiante en las condiciones de enseñanza apropiadas (véase el capítulo 6). La instrucción empieza
cuando el profesor realiza la actividad, continúa con la realización de ésta por los estudiantes junto
con el profesor, quien gradualmente va dejando que sus alumnos asuman mayor responsabilidad
y se enseñen entre sí.
Palincsar y Brown enseñaron a niños a resumir, preguntar, aclarar y predecir. Los niños periódicamente leían un pasaje y después lo resumían, planteaban preguntas similares a las que hacía el
profesor acerca de las ideas principales, aclaraban las partes confusas del texto y predecían lo que
podía suceder a continuación. Los lectores deben notar que esos procedimientos no son exclusivos de
la enseñanza de comprensión de la lectura; también funcionan bien en la solución de problemas, por
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420
Capítulo 9
lo que pueden emplearse con resultados efectivos en diversas áreas, como las ciencias naturales, las
matemáticas y las ciencias sociales.
Elaboración. Los procedimientos de elaboración (imaginería, mnemónicos, plantear preguntas y tomar
notas) amplían la información al agregar algo que da mayor signiicado al aprendizaje. En el caso de
la imaginería (véase el capítulo 5), se añade una imagen mental; considere por ejemplo la deinición
de un nabo: “planta bianual de la familia de la mostaza con hojas vellosas comestibles y raíz carnosa,
redondeada, de color claro que se usa como vegetal”. Para memorizar esta deinición, se podría utilizar el repaso mecánico, o bien, elaborar una deinición mirando la imagen de un nabo y formándose
una imagen mental que se relaciona con ella.
Los mnemónicos son métodos populares de elaboración (Weinstein, 1978). Un mnemónico dota
de signiicado a la información relacionándola con algo que ya se sabe. Los mnemónicos adoptan varias formas (véase la tabla 9.5). Los acrónimos son una palabra signiicativa que se forma combinando
las primeras letras del material a recordar, un ejemplo es la palabra “ovni”, formada con las iniciales
de “objeto volador no identiicado”; RAA VA IV se reiere a los colores del espectro (rojo, anaranjado,
amarillo, verde, azul, índigo, violeta). Las oraciones mnemónicas usan las primeras letras del material
Tabla 9.5
Métodos de aprendizaje.
Categoría
Tipos
Repaso
Repetir la información de manera literal
Subrayar
Resumir
Elaboración
Usar la imaginería
Usar mnemónicos: acrónimos, oraciones, historia narrativa, palabras gancho,
método de los loci, palabra clave
Plantear preguntas
Tomar notas
Organización
Usar mnemónicos
Agrupar
Elaborar bosquejos
Establecer relaciones (mapeo)
Comprensión
Hacerse preguntas
Supervisión
Volver a leer
Veriicar la coherencia
Parafrasear
Afectiva
Afrontar la ansiedad
Mantener creencias positivas; autoeicacia, expectativas de resultados, actitudes
Crear un entorno positivo
Administrar el tiempo
Fuente: adaptado y reproducido de “Learning Tactics and Strategies”, de J. Snowman, en G. D. Phye y T. Andre (editores).
Cognitive classroom learning: Understanding, thinking and problem solving (pp. 243-275). Orlando, FL: Academic Press ©
1986. Reproducido con autorización de Elsevier y el autor.
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Autorregulación
421
por aprender como las primeras letras de una oración. Por ejemplo, “Marina Santos Sueña Romances
Famosos” es una oración mnemónica para recordar las notas del pentagrama (mi, sol, si, re, fa) y “Mi
Vaca Tomasa Mira Jocosa Salir Una Ninfa Plateada” ayuda a recordar el orden de los planetas del sistema solar (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón).
También es posible combinar el material a recordar en un párrafo o historia narrativa. Este tipo
de mnemónico puede ser útil cuando se tienen que recordar largas listas, como la de las capitales de
los estados. Los acrónimos, oraciones y relatos que el propio estudiante genera son tan eicaces como los
que otros les proporcionan (Snowman, 1986).
El método de las palabras gancho requiere que los aprendices empiecen por memorizar un conjunto de objetos que riman con palabras completas; por ejemplo, uno-moruno, dos-tos, tres-pies,
cuatro-gato, cinco-brinco, seis-gneis, siete-fuete, ocho-bizcocho, nueve-llueve, diez-fez. A continuación deben generar una imagen de cada objeto por aprender y relacionarlo con la imagen del objeto correspondiente. Así, si Jimena debe comprar algunos objetos del mercado, como mantequilla,
leche y manzanas, puede imaginar a un moruno embadurnado de mantequilla, una botella de leche
con tos y manzanas con pies. Para recordar la lista de compras, recuerda el esquema de la rima
y los pares asociados. Para usar con éxito esta técnica, los aprendices deben aprender primero el
esquema rítmico.
Para usar el método de los loci los aprendices deben comenzar por imaginar un lugar conocido,
como una habitación de su casa, recorrerlo mentalmente y detenerse ante cada objeto destacado
para luego asociarlo mentalmente con cada objeto por aprender. Si la habitación contiene (en orden)
una mesa, una lámpara y una televisión, usando el ejemplo anterior de la lista de comestibles, Jimena
podría imaginar primero que en la mesa hay un paquete de mantequilla, después que la base de
la lámpara es una botella de leche y inalmente que sobre la televisión hay unas manzanas. Para recordar la lista de comestibles hace el recorrido mental por el cuarto y en cada lugar que se detiene
recuerda el objeto apropiado.
Atkinson (1975; Atkinson y Raugh, 1975) desarrolló el método de las palabras clave para el
aprendizaje de palabras de un idioma extranjero. Por ejemplo, pato es una palabra del español cuyo
signiicado en inglés es “duck”. Las personas de habla inglesa que quieran aprender la palabra “pato”
pueden pensar al principio en una palabra inglesa (pot que signiica en español “olla”) cuyo sonido
sea similar al de la palabra extranjera (pato). Luego pueden relacionar la imagen de una olla (pot) con la
traducción al inglés de la palabra extranjera (“duck”), por ejemplo, un pato con una olla en la cabeza.
Cuando se encuentren con la palabra pato recordarán la imagen del pato con la olla en la cabeza. Aunque el método de las palabras clave se ha empleado con éxito con varios tipos de contenido
académico (Pressley, Levin y Delaney, 1982), para que funcione con los niños pequeños suele ser
necesario proporcionarles la palabra clave y la imagen que la incorpora junto con su traducción al
idioma pertinente.
Las técnicas mnemónicas incorporan varios principios válidos de aprendizaje, como el repaso y
la vinculación de la nueva información con el conocimiento previo. Evidencia informal indica que la
mayoría de los estudiantes preieren algunas técnicas de memorización, muchas de las cuales emplean mnemónicos. Experimentos que comparan el recuerdo de estudiantes a quienes se les enseñó
un mnemónico con el de alumnos que no aprendieron una técnica de memorización indican que la
enseñanza de mnemónicos por lo general beneicia el aprendizaje (Weinstein, 1978). Los estudiantes
deben entender cómo usar la técnica, lo que por lo regular implica instrucción.
Los métodos de elaboración también son útiles en tareas de aprendizaje complejo. Por ejemplo,
para plantearse preguntas es necesario que los aprendices hagan pausas periódicas mientras leen
un texto y se cuestionen sobre él. Para dirigirse a resultados de aprendizaje de orden superior los
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422
Capítulo 9
aprendices podrían preguntarse: “¿Cómo se relaciona esta información con lo que expuso el autor en
la sección anterior?” (síntesis) o “¿Cómo se puede aplicar esta idea a un escenario escolar?” (aplicación).
Podríamos suponer que la comprensión mejora cuando uno se plantea preguntas, pero la investigación no apoya esa correlación (Snowman, 1986). Para que las preguntas funcionen, deben relejar
los tipos de resultados de aprendizaje deseados. Formularse preguntas no contribuirá a la comprensión si las interrogantes se dirigen a conocimiento factual de bajo nivel. Por desgracia la mayor parte
de los estudios han utilizado pasajes relativamente breves de menos de 1500 palabras. Con estudiantes
mayores, plantearse preguntas es más útil con pasajes más largos. En el caso de los niños de primaria
es igualmente útil volver a leer o revisar (repasar) el material, lo que puede obedecer a su limitado
conocimiento de cómo hacer buenas preguntas.
Tomar notas, otra técnica de elaboración, requiere que los aprendices hagan paráfrasis signiicativas de las ideas más importantes expresadas en el texto. Aunque es similar a resumir, la toma de notas
no se limita a la información disponible de inmediato. Mientras toman notas, los estudiantes pueden
integrar la nueva información del texto con otra información de maneras que tengan signiicado para
ellos. Para que las notas sean de utilidad no deben relejar información del texto de manera literal,
porque eso no es elaboración. El propósito de tomar notas es elaborar (integrar y aplicar) la información; y para que este método funcione suele ser necesario enseñar a los estudiantes a tomar buenas
notas; el método da mejores resultados cuando el contenido de las notas es muy relevante para las
metas de aprendizaje.
Organización. Las técnicas de organización incluyen los mnemónicos, el agrupamiento, la elaboración de bosquejos y el mapeo. Los mnemónicos elaboran y organizan la información de una manera
signiicativa. Por ejemplo, los acrónimos organizan la información en una palabra con signiicado. La
información se puede organizar agrupándola antes por medio del repaso o el uso de mnemónicos. Si
los estudiantes están aprendiendo los nombres de mamíferos, podrían comenzar por agruparlos en
familias comunes (simios, felinos, etcétera) y luego repasar o usar un mnemónico. La organización
impuesta por los aprendices es una ayuda eicaz para el recuerdo; los estudiantes recuerdan primero
el esquema de organización y luego los componentes individuales (Weinstein y Mayer, 1986).
Las técnicas de organización son útiles con el material complejo. Una técnica popular es hacer
bosquejos, lo cual requiere que los aprendices creen encabezados. Los bosquejos mejoran la comprensión, pero igual que con otros métodos de aprendizaje, por lo regular es necesario enseñarles primero
a elaborarlos. Una manera de hacerlo es usar un texto con encabezados que sobresalgan del texto o
que aparezcan en los márgenes, junto con encabezados insertados (en negritas o en itálicas) intercalados por todo el texto. Otra forma es hacer que los estudiantes identiiquen las oraciones temáticas
y los puntos que se relacionan con cada oración. Limitarse a pedirles que elaboren el bosquejo de un
pasaje no facilita el aprendizaje si los estudiantes no entienden el procedimiento.
El mapeo es una técnica de organización que mejora la conciencia de los aprendices sobre la
estructura del texto; implica identiicar las ideas importantes y especiicar su interrelación. Las ideas o
conceptos se identiican, categorizan y se relacionan entre sí. La naturaleza exacta de los mapas varía
dependiendo del contenido y los tipos de relación por especiicar. Los siguientes pasos son útiles en
la enseñanza del mapeo:
n
Analizar cómo se relacionan entre sí las diferentes oraciones de un párrafo proporcionando
las categorías en que encajarán las oraciones: ideas principales, ejemplo, comparación/contraste, relación temporal e inferencia.
n
Modelar la aplicación de esta categorización en párrafos de muestra.
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Autorregulación
423
n
Dar a los estudiantes práctica guiada sobre la categorización de oraciones y sobre la explicación del porqué de sus elecciones.
n
Hacer que los estudiantes practiquen en párrafos de manera independiente. Una vez que adquieran las habilidades básicas se pueden emplear textos más complejos (párrafos múltiples,
secciones cortas de relatos o capítulos) e introducir nuevas categorías cuando sea necesario
(por ejemplo, transición; McNeil, 1987).
Un mapa es conceptualmente similar a una red de proposiciones, lo cual se debe a que el
mapeo implica crear una jerarquía en la que las ideas principales, o conceptos supraordenados, se
presentan en la parte superior seguidas por los puntos de apoyo, ejemplos y conceptos subordinados. De la jerarquía principal se ramiican las líneas hacia puntos relacionados, tal como se haría
si se tuviera que comparar un concepto con conceptos relacionados. En la igura 9.2 se muestra el
ejemplo de un mapa.
La investigación indica una eicacia diferencial del mapeo como medio para mejorar la comprensión (Snowman, 1986). La habilidad para discernir algunas relaciones se aprende con facilidad
(idea principal-ejemplo), pero adquirir la habilidad para discernir otras relaciones (causa-efecto)
suele ser más difícil. A los estudiantes a menudo se les diiculta relacionar las ideas entre secciones
o párrafos; de modo que, cuando se les enseña a elaborar mapas, conviene hacer que primero elaboren el mapa de cada sección o párrafo por separado y que luego relacionen los mapas. El mapeo
es especialmente útil con los alumnos a los que se les diiculta integrar las ideas (Holley, Dansereau,
McDonald, Garland y Collins, 1979).
Figura 9.2
Mapa cognoscitivo de “ciudad”.
Se relaciona con:
• urbe
• villa
• metrópoli
• suburbio
Estructuras:
• rascacielos
• casas privadas
• puentes
• estatuas
Ciudad
Recursos:
• gente
• recreación
• reputación
• industria
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Ejemplos:
• Bangkok
• San Antonio
• Toronto
• Sidney
424
Capítulo 9
Supervisión de la comprensión. La supervisión de la comprensión ayuda a los aprendices a identiicar si están aplicando adecuadamente el conocimiento declarativo y procedimental al material
que deben aprender, a evaluar si están entendiendo el material, a decidir si la estrategia que están usando es eicaz o si necesitan una mejor, y a saber por qué el uso de la estrategia mejora el
aprendizaje. Enseñar a los estudiantes a supervisar la comprensión es un componente primordial
de los programas de enseñanza de estrategias (Baker y Brown, 1984; Borkowski y Cavanaugh,
1979; Paris et al., 1983). Plantearse preguntas, volver a leer, verificar la coherencia y parafrasear
son procesos de supervisión. Greene y Azevedo (2009) usaron un entorno de aprendizaje hipermedia con alumnos de secundaria y preparatoria y encontraron que las actividades de supervisión, por ejemplo, hacerse preguntas, mejoró de manera signiicativa su comprensión de temas
cientíicos complejos.
Algunos textos presentan periódicamente a los estudiantes preguntas sobre el contenido. Los que
responden a esas preguntas mientras leen el material practican la estrategia de hacerse preguntas; pero
si el texto no se las proporciona, ellos mismos pueden elaborarlas. Para entrenarlos en esta actividad
los profesores les pueden enseñar a hacer pausas periódicas en la lectura y plantearse una serie de
preguntas (del tipo quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo).
Volver a leer suele acompañar a la actividad de formularse preguntas; cuando los estudiantes no
pueden responder preguntas acerca del texto o dudan de su comprensión, esas señales los inducen
a repetir la lectura. Veriicar la coherencia implica identiicar si el texto tiene congruencia interna, es
decir, si hay partes que contradicen a otras y si las conclusiones se derivan de lo que se ha expuesto.
Creer que el material del texto es incongruente sirve como señal para leerlo otra vez a in de determinar si el autor es incongruente o si no se comprendió el contenido. Los estudiantes que hacen pausas
periódicas y parafrasean el material están veriicando su nivel de comprensión. Ser capaz de parafrasear es una señal de que no es necesario repetir la lectura (Paris y Oka, 1986).
Un método útil para enseñar a supervisar la comprensión es el entrenamiento para la autoinstrucción de Meichenbaum (1986) (véase el capítulo 4). El modelamiento cognoscitivo representa
una aproximación sistemática a la comprensión aunada a airmaciones para veriicarla y tomar
medidas correctivas cuando sea necesario. Mientras presenta la instrucción de la comprensión a
lectores en curso de regularización, el profesor podría verbalizar lo siguiente (Meichenbaum y
Asarnow, 1979):
Bueno, he aprendido tres cosas importantes que debo tener presentes antes de leer una historia y
mientras la leo. La primera es preguntarme cuáles son las ideas principales de la historia, ¿de qué trata?,
la segunda es aprender los detalles importantes de la historia a medida que voy avanzando. Un detalle
de especial importancia es el orden o secuencia de los eventos principales. La tercera es saber cómo
se sienten los personajes y por qué. Así que, buscar la idea principal; prestar atención a las secuencias
y saber cómo se sienten los personajes y por qué. (p. 17).
Los estudiantes aprenden a verbalizar dichas airmaciones y a interiorizarlas para luego desvanecerlas de manera gradual hasta un nivel encubierto. Los profesores pueden exhibir las ideas principales en una cartulina (buscar la idea principal; prestar atención a las secuencias y saber cómo se sienten
los personajes y por qué) para recordar a los aprendices en qué deben pensar. Winsler y Naglieri
(2001) encontraron que entre los cinco y los 17 años los niños cambian sus estrategias verbales de solución de problemas de la modalidad abierta (en voz alta) a la parcialmente encubierta (susurros) a la
totalmente encubierta (en silencio), lo cual apoya el avance del entrenamiento para la autoinstrucción
o instrucción independiente.
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Autorregulación
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Técnicas afectivas. Las técnicas afectivas de aprendizaje crean un clima psicológico favorable para
aprender (Weinstein y Mayer, 1986). Esos métodos ayudan al aprendiz a afrontar la ansiedad, desarrollar creencias positivas (autoeicacia, expectativas de resultados, actitudes), plantear metas, establecer
un horario y lugar regulares para estudiar y minimizar las distracciones (creando reglas como no hablar
por teléfono y no ver televisión).
Las técnicas afectivas ayudan a los aprendices a concentrarse y a mantener la atención en los
aspectos importantes de la tarea, a administrar bien el tiempo y a minimizar la ansiedad. La autoverbalización ayuda a mantener la atención del estudiante en la tarea académica. Al inicio de una actividad
académica los alumnos pueden pensar para sí: “Esto puede ser difícil, necesito prestar mucha atención al profesor”. Si advierten que están distraídos, pueden pensar: “Debo dejar de pensar en ______.
Tengo que concentrarme en lo que dice el profesor”.
El establecimiento de metas es una estrategia eicaz para administrar el tiempo (véase el capítulo
4). Los aprendices que se plantean metas de aprendizaje generales, las subdividen en metas a corto
plazo y luego evalúan periódicamente su progreso hacia ellas muestran autorregulación de su desempeño académico. La creencia de que están progresando fortalece su autoeicacia para continuar el
aprendizaje (Schunk, 1995).
La ansiedad por los exámenes, las caliicaciones y el fracaso interieren con el aprendizaje. Los
estudiantes que cavilan en la posibilidad de fracasar desperdician su tiempo y confían menos en su
capacidad. Los programas para reducir la ansiedad emplean la desensibilización sistemática, el modelamiento y la introspección guiada. Los modelos verbalizan creencias positivas de logro, por ejemplo:
“Sé que si me esfuerzo me irá bien en el examen”, en lugar de creencias disfuncionales como: “No
podré aprobar el examen”. Los modelos de afrontamiento, que al inicio se muestran ansiosos pero
usan métodos eicaces de aprendizaje autorregulado y persisten hasta que mejoran su desempeño son
importantes agentes terapéuticos de cambio (Schunk, 1987).
En el caso de los alumnos a los que se les diiculta presentar exámenes, puede resultar benéico un programa especíico que les enseñe habilidades para afrontarlos (Kirkland y Hollandsworth,
1980). Esos programas por lo general enseñan a los estudiantes a subdividir la prueba, establecer
límites de tiempo para cada parte y no dedicar demasiado tiempo a una sola pregunta. Para superar
los pensamientos negativos mientras presentan un examen, se les enseñan técnicas de relajación
y formas de reenfocar la atención en las preguntas de la prueba. El desempeño en la prueba y las
creencias se inluyen mutuamente. Tener éxito en algunos exámenes crea un sentido de autoeicacia de un buen desempeño, lo que da lugar a una forma de estudio más productiva y a un mejor
desempeño.
Eficacia de la enseñanza de estrategias. En los años recientes han aumentado considerablemente las
publicaciones sobre la enseñanza de estrategias (Corno, 2008). Hattie, Biggs y Purdie (1996) realizaron
una revisión exhaustiva de intervenciones dirigidas a mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Al inal,
además de llegar a la conclusión de que la mayoría de las intervenciones eran eicaces, obtuvieron
evidencia de transferencia cercana. Cuando la transferencia es una meta es imperativo que los aprendices entiendan las condiciones en que la estrategia es eicaz. Los mejores programas de enseñanza
de estrategias autorreguladas son los que se integran con el contenido académico y se llevan a cabo
en aulas que apoyan el aprendizaje autorregulado de los alumnos (Butler, 1998a, 1998b; Perry, 1998;
Winne y Hadwin, 2008).
Como con otros aspectos del aprendizaje, la enseñanza de estrategias funciona mejor cuando
los métodos tienen sentido para los estudiantes y cuando éstos perciben que vale la pena usarlos.
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426
Capítulo 9
Las publicaciones contienen muchos ejemplos de programas de enseñanza de estrategias con efectos
inmediatos que no se mantuvieron o se transirieron más allá del contexto de aprendizaje (Borkowski
y Cavanaugh, 1979; Borkowski, Johnston y Reid, 1997). Los programas de enseñanza de estrategias
con niños suelen emplear participantes que muestran deiciencias de producción, es decir, no utilizan
una estrategia de la que disponen; y de utilización, o sea que usan la estrategia pero su desempeño no
mejora; Schwenck, Bjorklund y Schneider, 2007.
Pressley y sus colaboradores (Harris y Pressley, 1991; Pressley, Harris y Marks, 1992; Pressley et
al., 1990) arguyeron que en el diseño y realización de programas de enseñanza de estrategias es necesario tener en cuenta varios factores. No se les deben imponer a los estudiantes, más bien se les deben
enseñar con la esperanza de que se den cuenta de sus beneicios y de que les conviene utilizarlas.
La buena enseñanza de estrategias envía el mensaje de que los estudiantes pueden controlar su desempeño académico y que pueden ganar mucho si aplican de manera creativa las estrategias cognoscitivas
que se les enseñan. La buena enseñanza de estrategias alienta la relexión de los alumnos al ofrecerles
herramientas poderosas para la “extracción de signiicado” relexiva de los textos, la creación de posturas relexivas a través de la redacción y la toma relexiva de decisiones acerca de si van a utilizar, y
cómo, las estrategias que conocen para enfrentar las situaciones nuevas. (Pressley y McCormick, 1995,
p. 515).
Es probable que la enseñanza de estrategias sea más eicaz cuando se enfatiza la naturaleza constructivista de su adquisición y uso (Goldin-Meadow et al., 1993; Paris y Paris, 2001; véase el capítulo
6). Un punto clave es que se motiva a los estudiantes a construir la comprensión de la información
que reciben. La buena enseñanza complementa este proceso porque ofrece entradas ricas y el contexto para que ocurran las construcciones. En la conversación presentada al inicio del capítulo, Connie
espera que a la larga Kim adapte las estrategias que sean mejores para ella.
Pressley y sus colegas (1992) recomendaron seguir una serie de pasos en la enseñanza de estrategias (véase la tabla 9.6). Introducir unas cuantas estrategias a la vez no agobia a los estudiantes
y permite unirlas en un paquete grande para mostrar cómo se interrelacionan. La ventaja de ofrecer
práctica distribuida en tareas diversas es que facilita la transferencia y el mantenimiento. No se puede
subestimar la importancia de los profesores como modelos; y no hay que olvidar que existen reglas para
Tabla 9.6
Pasos por seguir
en la enseñanza
de estrategias.
Introducir pocas estrategias a la vez.
Ofrecer práctica distribuida en tareas diversas.
Hacer que los profesores sirvan como modelo.
Enfatizar a los estudiantes el valor de utilizar estrategias.
Personalizar la retroalimentación y la enseñanza.
Establecer oportunidades para la transferencia.
Mantener la motivación del estudiante.
Alentar la relexión y planeación habitual.
Fuente: M. Pressley, K. R. Paris y M. B. Marks (1992). But good strategy instructors are
constructivists! Educational Psychology Review, 4, pp. 10-11. Reproducido con autorización.
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Autorregulación
427
el modelamiento; los estudiantes aprenden estrategias y la manera de modiicarlas en lugar de copiar
de forma mecánica las acciones del modelo (Rosenthal y Zimmerman, 1978). Es necesario enfatizar
el valor de las estrategias para alentar a los aprendices a darles un mejor uso. Los docentes pueden
aumentar el valor percibido de las estrategias dando a sus alumnos retroalimentación sobre cómo su
uso mejora el desempeño.
Se destaca la importancia de la retroalimentación y la enseñanza personal; los profesores adaptan
la retroalimentación a las necesidades de sus alumnos individuales, y profesores y estudiantes colaboran para practicar la comprensión de las estrategias. Azevedo, Greene y Moos (2007) lograron fomentar el aprendizaje autorregulado de estudiantes universitarios haciendo que un tutor humano facilitara
su uso de estrategias, es decir, los indujera a activar el conocimiento previo, a planear el tiempo, a supervisar el progreso hacia la meta, a resumir y a usar mnemónicos. Los docentes y estudiantes también
deben establecer oportunidades de transferencia por medio de discusiones, apuntes y oportunidades
de realizar prácticas mediante la adaptación de las estrategias a nuevas tareas. Es necesario mantener
la motivación del estudiante destacando todo sobre el empoderamiento que acompaña a la estrategia
de aprendizaje. Por último, los profesores alientan la relexión y planeación habituales; modelan la
relexión, ofrecen a sus alumnos oportunidades para pensar en los problemas y crean un entorno que
valora la relexión más que el solo hecho de concluir las tareas o llegar a las respuestas correctas.
TEORÍA CONSTRUCTIVISTA
Los investigadores constructivistas han abordado el tema de la autorregulación, lo cual resulta natural
toda vez que una suposición central del constructivismo es que los aprendices construyen el conocimiento y las formas de adquirirlo y aplicarlo. Entre las diversas fuentes de las explicaciones constructivistas de la autorregulación, están las teorías cognoscitivas del desarrollo (véase los capítulos 6 y 10),
los antecedentes de las teorías cognoscitivas contemporáneas, por ejemplo, la psicología de la Gestalt
y los estudios de la memoria (véase el capítulo 5), así como la teoría de Vygotsky (Paris y Byrnes,
1989; véase el capítulo 6). Sin importar la fuente, las visiones constructivistas de la autorregulación se
basan en ciertas suposiciones, como se muestra en la tabla 9.7 (Paris y Byrnes, 1989).
Dos puntos centrales que subyacen en esas suposiciones son las ideas de que las inluencias socioculturales son cruciales y que los aprendices forman teorías implícitas acerca de sí mismos, de los
demás y de la mejor manera de controlar las demandas. Estos temas se analizan a continuación.
Tabla 9.7
Suposiciones constructivistas de la autorregulación.
n
Pasos por seguir en la enseñanza de estrategias.
n
Existe una motivación intrínseca para buscar información.
n
La comprensión va más allá de la información proporcionada.
n
Las representaciones mentales cambian con el desarrollo.
n
Los niveles de comprensión se perfeccionan de modo progresivo.
n
El desarrollo impone restricciones al aprendizaje.
n
La relexión y la reconstrucción estimulan el aprendizaje.
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428
Capítulo 9
Inluencias socioculturales
La teoría constructivista de Vygotsky (1978) sobre el desarrollo humano se presta muy bien a la autorregulación (véase el capítulo 6). Recuerde que Vygotsky creía que las personas y sus entornos
culturales constituyen un sistema social en interacción. Por medio de sus comunicaciones y acciones,
las personas presentes en los entornos de los niños les enseñan las herramientas (como el lenguaje,
los símbolos y los signos) que necesitan para adquirir competencias. Mediante el uso de esas herramientas dentro del sistema, los aprendices desarrollan funciones cognoscitivas de nivel superior,
como la adquisición de conceptos y la solución de problemas. Vygotsky usaba el término función
mental superior para referirse a un proceso de pensamiento dirigido de manera consciente. En este
sentido, la autorregulación puede ser el pensamiento como una función mental superior (Henderson
y Cunningham, 1994).
En la visión de Vygostky, la autorregulación incluye la coordinación de procesos mentales como
la memoria, la planeación, la síntesis y la evaluación (Henderson y Cunningham, 1994). Esos procesos
coordinados no operan independientemente del contexto en el que se formaron. De hecho, los procesos autorregulatorios de un aprendiz relejan los que son valorados y enseñados en la cultura de la
persona.
Vygotsky creía que las personas llegan a controlar de manera deliberada sus acciones, es decir,
que aprenden a autorregularse. Los mecanismos principales que inluyen en la autorregulación son el
lenguaje y la zona de desarrollo próximo (ZDP).
Koop (1982) proporcionó un marco útil para comprender el desarrollo de la función autorregulatoria del habla. Según su perspectiva, la autorregulación implica una transición de responder a las
órdenes de otros al uso del habla y otras herramientas cognoscitivas para planear, supervisar y dirigir
las actividades propias.
La autorregulación también depende de que los estudiantes estén al tanto de las conductas
socialmente aprobadas (Henderson y Cunningham, 1994). El signiicado de las acciones depende
del contexto y de las herramientas (lenguaje, signos y símbolos) que se utilizan para describirlas.
Los niños hacen la transición de las conductas reguladas por otros a las conductas reguladas por
ellos mismos (autorregulación) a través de las interacciones con adultos en la zona de desarrollo
próximo.
Wertsch (1979) describió cuatro etapas de la intersubjetividad que corresponden a los grados de
responsabilidad que mantienen las partes en un contexto social. Al principio el niño no entiende las
palabras o gestos del adulto, por lo que no existe intersubjetividad. A medida que el niño madura y el
adulto se vuelve más sensible a la situación del menor, se desarrolla una comprensión compartida de
la situación, aunque la responsabilidad de regular la conducta todavía recae en el adulto. En la tercera
fase el niño aprende la relación entre el habla y la actividad, y se responsabiliza de la tarea. Durante
esta etapa es común el uso del habla privada para autorregular la conducta. A medida que el habla
se interioriza en el pensamiento autodirigido, se completa la intersubjetividad y la autorregulación
ocurre de manera independiente. La interiorización se convierte en la clave para usar los procesos de
autorregulación (Schunk, 1999). En el recuadro de la aplicación 9.5 se proporcionan algunos ejemplos
de interiorización.
Cabe mencionar que incluso después de que ya no está presente un adulto o profesor la actividad
autorregulatoria del niño puede relejar con fuerza la inluencia de esa persona. Aunque la acción es
autodirigida, es la regulación interiorizada de la inluencia del otro. Muchas veces el niño repite las
palabras usadas por el adulto; aunque con el tiempo construye su propia actividad autorregulatoria
y ésta se vuelve idiosincrática.
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Autorregulación
429
APLICACIÓN 9.5
Fomentar la interiorización
Muchas inluencias en la autorregulación de los
estudiantes se originan en sus entornos sociales,
como cuando los profesores les explican y demuestran estrategias especíicas que luego pueden
usar en el contenido académico. Pero como dejan claro las teorías revisadas en este capítulo, los
alumnos no reciben de manera pasiva esas entradas externas sino que las transforman en inluencias autorregulatorias personales. A medida que
los aprendices desarrollan habilidades, modiican
su entorno y mejoran su aprendizaje; el proceso
unidimensional que va de lo social al sí mismo se
convierte en un proceso bidireccional interactivo.
Un proceso clave es la interiorización de la información. Los procesos autorregulatorios que son
interiorizados están bajo el control del aprendiz,
mientras que los procesos no interiorizados son
controlados por otros. Los procesos interiorizados
se representan en la mente como pensamientos,
creencias, procedimientos, estrategias, y así sucesivamente. Aunque es posible aprender sin interiorización, como cuando los profesores dirigen las
acciones de sus alumnos, se necesita la interiorización para mejorar la habilidad con el paso del
tiempo y extenderla más allá del escenario actual
de aprendizaje. El resultado neto de la interiorización es un conjunto de inluencias autorregulatorias que los aprendices emplean para fomentar su
motivación y aprendizaje.
Kathy Stone trabaja con sus niños para ayudarlos a interiorizar las reglas de ortografía. Por
ejemplo, les enseña la rima “Se escriben con B los
verbos terminados en IR excepto hervir, servir y
vivir”, y les pide que digan la rima en voz alta
cuando les pregunta la ortografía de verbos terminados en IR. Luego, una vez que lo hacen de manera sistemática, les aconseja que la susurren y al
inal que la digan en silencio para sí mismos (de
manera subvocal). Utiliza el mismo procedimiento con otras reglas de ortografía, enseñando a sus
alumnos a interiorizar las reglas de modo que
las puedan generar en respuesta a la ortografía de
varias palabras.
Jim Marshall no quiere que sus estudiantes
piensen que la historia es la memorización de
hechos, sino que desarrollen habilidades de análisis histórico. Les enseña preguntas que requieren el análisis de los hechos históricos, como:
“¿Qué sucedió? ¿Quiénes eran las personas importantes? ¿Qué eventos dieron lugar a este hecho? ¿Cuál podría haber sido el resultado de este
hecho si los eventos que le dieron lugar hubieran cambiado?”. Al inicio de su curso pide a sus
estudiantes que escriban las respuestas a esas
preguntas cuando analizan los eventos. Una vez
que desarrollan habilidades de análisis histórico, les pide que planteen su propia estrategia
para obtener el mismo tipo de información. Los
chicos interiorizan esta estrategia como propia
cuando la aplican tanto a los eventos históricos
como a los eventos actuales relacionados con las
elecciones, la economía y las guerras.
Como parte de su curso de Introducción a
la Psicología, Gina Brown enseña a sus alumnos
estrategias de autorregulación que pueden usar
cuando estudian el contenido del curso. Por ejemplo, les enseña a subrayar y a resaltar la información del texto de manera adecuada, a resumir el
contenido del capítulo, a administrar el tiempo
que dedican a estudiar y a crear un entorno de
estudio eicaz. Cada alumno propone un plan
de estudio que usará en los capítulos. Gina les da
retroalimentación y les pide que revisen sus planes a medida que avanza el semestre con base en
sus evaluaciones de la eicacia del plan. La meta
para el inal del semestre es que los estudiantes
utilicen sus planes de estudio de manera rutinaria y que los adapten cuando sea necesario en
función de los requisitos de estudio, por ejemplo,
estudiar algunos capítulos requiere tener acceso a
Internet.
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430
Capítulo 9
Teorías implícitas
Las teorías implícitas (véase los capítulos 6 y 8) son rasgos inherentes de las explicaciones constructivistas del aprendizaje, la cognición y la motivación. Los estudiantes también construyen teorías
acerca del aprendizaje autorregulado que coexisten con teorías acerca de los demás y sus mundos,
de modo que las teorías autorreguladas del aprendizaje son sumamente contextualizadas (Paris,
Byrnes y Paris, 2001).
Un tipo importante de teoría implícita involucra las creencias de los niños acerca de sus habilidades académicas. Los niños que experimentan problemas de aprendizaje y que creen que esos problemas relejan poca capacidad tienden a mostrar poca motivación para triunfar. Las creencias de que el
esfuerzo conduce al éxito y que el aprendizaje produce mayor capacidad se relacionan positivamente
con la autorregulación eicaz (véase el capítulo 8).
Los niños también desarrollan teorías acerca de su competencia en relación con sus pares. A través de la comparación social con personas similares, formulan percepciones sobre su capacidad y su
posición relativa dentro del grupo. También empiezan a diferenciar sus percepciones por área temática y a establecer qué tan listos son en materias como la lectura y las matemáticas.
De acuerdo con esas creencias, los niños formulan teorías acerca de lo que contribuye al éxito
en diferentes dominios. Las estrategias autorregulatorias pueden ser de naturaleza general, como
tomar notas y repasar la información por aprender, o pueden ser idiosincrásicas a áreas particulares. Lo importante no es si esas estrategias son de verdad útiles. Como son construidas, pueden ser
engañosas.
Los aprendices también desarrollan teorías acerca de la agencia y el control que tienen en situaciones académicas. Este poder de actuar para obtener resultados deseados es crucial para la teoría
cognoscitiva social (Bandura, 1997) y para las teorías constructivistas (Martin, 2004). Bandura airmaba
que la autoeicacia es una inluencia clave en la agencia, mientras que las teorías constructivistas
hacen hincapié en las actividades de los aprendices en sus entornos físicos y socioculturales (Martin,
2004). En lo que respecta a las teorías de los aprendices, éstos pueden sentirse autoeicaces (véase el
capítulo 4) y creer que son capaces de aprender lo que se les enseña en la escuela o, por el contrario, pueden tener serias dudas acerca de sus capacidades para aprender. Una vez más, esas creencias
pueden o no capturar con precisión la realidad. Por ejemplo, la investigación ha demostrado que los
niños a menudo sienten una elevada autoeicacia respecto a lograr éxito en la solución de problemas
de matemáticas incluso después de que recibieron retroalimentación que mostraba que no habían
resuelto bien la mayoría o ninguno de los problemas que intentaban resolver (Bandura y Schunk,
1981). Son muchos los factores que inluyen en la correspondencia entre los juicios de autoeicacia
y el desempeño real (Bandura, 1997; Schunk y Pajares, 2009).
Otra clase de teorías implica a la educación y las tareas académicas (Paris et al., 2001). Esas teorías
contienen información acerca del contenido y las habilidades que se enseñan en la escuela y de lo que
se requiere para aprenderlos. Las metas que formulan los estudiantes para su educación pueden no
ser congruentes con las metas de los profesores y los padres. Por ejemplo, los profesores y los padres
quizá tengan como meta que los estudiantes obtengan un buen desempeño, mientras que estos últimos podrían formularse como metas hacer amigos y no meterse en problemas. Para un área temática
(como la lectura), los estudiantes pueden plantearse la meta de entender el texto o la de simplemente
verbalizar las palabras de la página. Una meta de la redacción puede ser llenar las líneas de una página o crear una historia breve.
Por consiguiente, la autorregulación implica construir teorías individuales acerca de sí mismos,
por ejemplo, habilidades, capacidades, y esfuerzo típico; de los demás y de su entorno. Esas teorías se
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Autorregulación
431
construyen en parte por medio de la instrucción directa de otros, como los profesores, los compañeros
y los padres, pero también en buena medida gracias a la relexión personal acerca del desempeño
propio, de los efectos del entorno y de las respuestas de los demás. Las teorías se construyen usando
las herramientas (lenguaje, signos y símbolos) y en contextos sociales, a menudo a través de la instrucción en la zona de desarrollo próximo.
La meta es que los estudiantes construyan su identidad como tales. En sus creencias inluyen sus
padres, profesores y compañeros, y pueden incluir estereotipos asociados con el género, la cultura
y el origen étnico. Paris y sus colegas (2001) airman que es imposible separar el desarrollo de la
identidad del aprendizaje autorregulado porque las conductas de logro son indicadores de quiénes
creen los estudiantes que son o en quiénes se quieren convertir. Las estrategias no se pueden enseñar
independientemente de las metas, los roles y las identidades de los alumnos. En otras palabras, la autorregulación está íntimamente ligada con el desarrollo personal.
Los niños están intrínsecamente motivados para construir marcos explicativos y entender sus experiencias educativas (Paris et al., 2001). Cuando tienen éxito construyen teorías sobre la competencia,
las tareas y sobre sí mismos, las cuales contribuyen al aprendizaje y al uso de estrategias adaptables
de aprendizaje. Pero cuando no consiguen el éxito pueden construir metas y estrategias inapropiadas.
Para usar la terminología de la psicología cognoscitiva, las teorías implícitas incluyen conocimiento
declarativo y condicional que subyace al conocimiento procedimental. En resumen, la autorregulación
depende en gran medida de cómo los niños se perciben a sí mismos y a la realización de las tareas
(Dweck y Master, 2008).
MOTIVACIÓN Y AUTORREGULACIÓN
Existe una íntima relación entre la motivación y la autorregulación (Pintrich, 2003; Wolters, 2003).
Las personas motivadas para alcanzar una meta realizan actividades autorregulatorias que creen que
les serán de ayuda, por ejemplo, organizar y repasar el material, supervisar el progreso de su aprendizaje y ajustar las estrategias. A su vez, la autorregulación fomenta el aprendizaje, y la percepción
de una mayor competencia mantiene la motivación y la autorregulación para alcanzar nuevas metas
(Schunk y Ertmer, 2000). Por consiguiente, existe una inluencia recíproca entre la motivación y la
autorregulación.
En algunos modelos teóricos se aprecia claramente cómo se relacionan la motivación y la autorregulación (Pintrich, 2000b; Vollmeyer y Rheinberg, 2006; Zimmerman, 2000; Zimmerman y Schunk,
2004). El modelo de Pintrich depende en gran medida de la motivación porque ésta subyace en el
hecho de que los aprendices se establezcan y busquen metas, y también es el foco en el que se concentra su autorregulación cuando se involucran en tareas. En el modelo de Zimmerman la motivación
entra en todas las fases: la previsión, por ejemplo, la autoeicacia, las expectativas de resultados, el
interés, el valor y la orientación a metas; el control del desempeño, por ejemplo, la concentración de
la atención y la autosupervisión; y la autorrelexión, como la autoevaluación del progreso a la meta
y las atribuciones causales.
La investigación de Wolters (1998, 1999; Wolters, Yu y Pintrich, 1996) revela evidencia adicional
de esa conexión. En sus estudios los investigadores determinaron la forma en que varias estrategias
diseñadas para mantener la motivación óptima para la tarea, por ejemplo, invertir esfuerzo, persistir, hacer que la tarea resulte interesante y otorgarse recompensas se relacionan con el uso de una
estrategia autorregulatoria durante el aprendizaje, como el repaso, la elaboración, la planeación, la
supervisión y la organización. Los resultados demostraron que las actividades mediante las cuales los
aprendices regulan la motivación predecían su autorregulación. El hecho de adoptar una orientación a
una meta de aprendizaje se asoció con una mayor autoeicacia, valor de la tarea y logro.
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432
Capítulo 9
Un aspecto de la autorregulación que ha despertado el interés de los investigadores es la volición.
Algunos investigadores la deinen como parte de un sistema mayor de autorregulación que incluye
la motivación y otros procesos cognoscitivos (Corno, 1993, 2001, 2008; Snow, 1989). Muchos otros
componentes de la motivación están atrayendo la atención de los investigadores por el papel que
desempeñan en la autorregulación, por ejemplo, las propiedades de la meta, las orientaciones a la meta,
la autoeicacia, el interés, las atribuciones, los valores, los esquemas personales y la búsqueda de
ayuda (Schunk y Zimmerman, 2008). Ya hemos examinado el papel que las propiedades de la meta
(Zimmerman, 2008), las orientaciones a la meta (Fryer y Elliot, 2008), la autoeicacia (Schunk y Pajares,
2009), el interés (Hidi y Ainley, 2008) y las atribuciones (Schunk, 2008) (véase el capítulo 8) tienen en la
motivación, en el resto de esta sección revisaremos la volición y las tres últimas inluencias.
Volición
La volición ha sido tema de interés por mucho tiempo. Los primeros psicólogos se inspiraron en los escritos de Platón y de Aristóteles (véase el capítulo 1) y concebían a la mente como la comprensión del conocimiento (cognición), el sentimiento (emoción) y la volición (motivación). La voluntad releja el deseo,
la necesidad o propósito de la persona, la volición es el acto de usar la voluntad (Schunk et al., 2008).
Filósofos y psicólogos han debatido si la volición es un proceso independiente o un producto
secundario de otros procesos mentales, como las percepciones. Wundt (véase el capítulo 1) creía que
la volición es un factor central independiente de la conducta humana, que supuestamente acompaña
a procesos como la atención y la percepción y contribuye a traducir los pensamientos y emociones
en acciones. James (1890, 1892) también creía que la volición es el proceso por el cual las intenciones se traducen en acciones y que su efecto es mayor cuando compiten diferentes intenciones; en
su opinión, la volición trabaja para llevar a cabo las acciones deseadas mediante la activación de sus
representaciones mentales, las cuales funcionan como guías de la conducta.
Ach (1910) fue pionero en el estudio experimental de la volición; la consideraba como el proceso que atañe a la realización de las acciones diseñadas para alcanzar metas. Se trata de una visión
estrecha de la motivación porque no aborda el proceso por el cual las personas plantean metas y se
comprometen a alcanzarlas (Heckhausen, 1991; Schunk et al., 2008). Los procesos que permiten que
las metas se traduzcan en acción son tendencias determinantes que compiten con las tendencias de
asociación aprendidas antes para producir acción, aun cuando la acción esté en conlicto con las asociaciones previas.
La base conceptual del trabajo contemporáneo se deriva de la teoría de control de la acción de
Heckhausen (1991) y de Kuhl (1984), quienes propusieron diferenciar al procesamiento previo a la
decisión (actividades cognoscitivas involucradas en la toma de decisiones y el establecimiento de
metas) del procesamiento posterior a la decisión (actividades realizadas después del establecimiento
de la meta). Los análisis previos a la decisión involucran la toma de decisiones y son motivacionales;
los análisis posteriores a la decisión conciernen a la realización de la meta y son volitivos. La volición
media la relación entre las metas y las acciones para alcanzarlas. Una vez que los estudiantes pasan de
la planeación y el establecimiento de metas a la ejecución de los planes, cruzan un Rubicón metafórico que protege las metas con actividades autorregulatorias en lugar de reconsiderarlas o cambiarlas
(Corno, 1993, 2001, 2008).
Continúa el debate acerca de si la motivación y la volición son constructos separados o si la última
forma parte de la primera. No obstante, al parecer vale la pena separar los procesos previos y posteriores a la decisión. Algunos indicadores motivacionales usados en estudios del desempeño no son
de utilidad en el aprendizaje. La posibilidad de elegir entre actividades es un indicador común, pero
por lo regular los estudiantes no eligen involucrarse en las tareas, ya que suele ser poca su actividad
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Autorregulación
433
previa a la decisión. En contraste, la actividad posterior a la decisión ofrece más lexibilidad, en especial si se dispone de muchas formas de realizar las tareas o lidiar con las distracciones. La elección es
un componente integral de la autorregulación (Zimmerman, 1994, 1998, 2000), pero aunque no sean
los estudiantes quienes eligen trabajar en una tarea, todavía disponen de muchas opciones. Las actividades volitivas supuestamente dirigen y controlan el procesamiento de la información, los afectos
y las conductas dirigidas a la obtención de las metas (Corno, 1993).
Corno (1989, 1993, 1994, 2001, 2008; Corno y Kanfer, 1993; Corno y Mandinach, 2004) ha escrito
mucho acerca del papel que desempeña la volición en la autorregulación.
La volición se puede caracterizar como un sistema dinámico de procesos de control psicológico que
protegen la concentración y el esfuerzo dirigido ante las distracciones personales o del entorno, o ambos, lo que contribuye al aprendizaje y el desempeño (Corno, 1993, p. 16).
Es útil distinguir dos aspectos de la función volitiva con respecto a la autorregulación: el control de
la acción y el estilo volitivo (Corno, 1994). La función del control de la acción se reiere a habilidades o
estrategias regulatorias potencialmente modiicables. Esta función incluye la intención de muchas intervenciones dirigidas a mejorar la autorregulación, como la supervisión metacognoscitiva (autoobservación), el
arreglo de las contingencias por parte del aprendiz, el rediseño de las tareas, las estrategias de control de la
emoción y el manejo de los recursos ambientales. Kuhl (1985) propuso una taxonomía de estrategias volitivas, dos de las cuales fueron examinadas por Corno (1993) a partir de ejemplos educativos (véase la tabla
9.8). Existen muchos ejemplos de esfuerzos exitosos por enseñar estrategias de autocontrol (Corno, 1994).
Tabla 9.8
Ejemplos de estrategias de control volitivo.
Control de la motivación
n
n
n
n
n
n
n
Establecer contingencias para el desempeño que se puedan llevar a cabo mentalmente
(por ejemplo, autorrecompensa).
Aumentar las metas estableciendo prioridades e imaginando su valor.
Visualizarse haciendo el trabajo con éxito.
Descubrir formas de que el trabajo resulte más divertido o desaiante.
Sumergirse en planes para alcanzar las metas.
Emplear la instrucción independiente.
Analizar el fracaso antes de hacer un segundo intento.
Control de la emoción
n
n
n
n
n
n
Contar hasta 10 mentalmente.
Controlar la respiración para hacerla lenta, estable y profunda.
Generar diversiones útiles, por ejemplo, cantar para uno mismo.
Visualizarse haciendo el trabajo con éxito y sintiéndose bien al respecto
(cambiar la forma en que se responde emocionalmente a la tarea).
Recordar las fortalezas y los recursos de que se dispone.
Considerar cualquier sentimiento negativo acerca de la experiencia
y formas de hacer esos sentimientos más tranquilizantes.
Fuente: tomado de “The Best-Laid Plans: Modern Conceptions of Volition and Educational Research” de L. Corno, 1993.
Educational Researcher 22(2) p. 16. Derechos reservados 1993 por la American Educational Research Association.
Reproducido con autorización.
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434
Capítulo 9
La segunda función, el estilo volitivo, se reiere a las diferencias individuales estables en la volición, las cuales se distinguen de las habilidades y estrategias especíicas involucradas en el control de
la acción. El estilo volitivo incluye variables de la personalidad que son menos susceptibles al cambio
por medio de la instrucción, como la impulsividad, la escrupulosidad y la coniabilidad (Snow, 1989).
Corno (1994) citó evidencia que demostraba que esas disposiciones predicen varios resultados académicos del estudiante.
El hecho de tratar la volición como un constructo independiente tiene cierto mérito. Un problema
cuando se separa la ijación de metas de su implementación surge a partir de las investigaciones que
muestran que los aprendices ajustan sus metas o proponen otras nuevas durante la ejecución de la
tarea (Locke y Latham, 1990; Zimmerman, 2008). Otra preocupación consiste en entender la forma en
que tales procesos motivacionalmente vinculados, como las atribuciones y la autoeicacia, se relacionan con la volición. Las investigaciones sobre estos temas están en curso.
Valores
Un componente central de la motivación que se relaciona con la autorregulación es el valor que
los estudiantes asignan al aprendizaje (Wigield, Hoa y Klauda, 2008). Los alumnos que no valoran
lo que están aprendiendo no se sienten motivados para mejorar o ejercer autorregulación sobre sus
actividades (Wigield et al., 2004).
Wigield (1994; Wigield et al., 2008) examinó el proceso mediante el cual la valoración de una
tarea puede llevar a una mayor autorregulación. Los valores se relacionan directamente con conductas
de logro, como la persistencia, la elección y el desempeño; y pueden tener una relación positiva con
muchos procesos autorregulatorios, como la autoobservación, la autoevaluación y el establecimiento
de metas. Por ejemplo, los estudiantes que valoran la historia muestran más probabilidades de prepararse con diligencia para las pruebas, de establecer metas para su aprendizaje, de supervisar su
progreso en el aprendizaje y de no dejarse vencer por los obstáculos y ajustar sus estrategias a medida
que lo consideren necesario. En contraste, es muy poco probable que los estudiantes que no valoran
la historia se involucren en esas actividades.
La investigación apoya la idea de que la valoración de las tareas de logro se relaciona con el uso
productivo de las estrategias de aprendizaje cognoscitivo, la autorregulación percibida y el desempeño
académico (Pintrich y De Groot, 1990; Wigield, 1994; Wigield et al., 2004, 2008). Por ejemplo, Pokay
y Blumenfeld (1990) encontraron que el hecho de que los estudiantes valoraran las matemáticas los
llevaba a usar diferentes estrategias cognoscitivas, lo que a su vez inluía en su desempeño en matemáticas. Wigield (1994) advirtió que los valores de la tarea se relacionan de manera positiva con las
estrategias de control volitivo de la acción propuestas por Kuhl (1985).
Por desgracia, la investigación muestra que los niños suelen valorar menos las tareas académicas
a medida que crecen (Eccles y Midgley, 1989). Muchas formas de mejorar la motivación de los estudiantes se relacionan directamente con las percepciones del valor de la tarea, entre las que se incluye
demostrarles la importancia de las tareas para sus vidas y la forma en que aprenderlas los ayuda a
alcanzar sus metas. En la conversación presentada al inicio del capítulo, parece evidente que Kim no
valora sus cursos, pero Connie trata de alentarla diciéndole que utilizar estrategias le puede ayudar a
obtener un mejor desempeño, el cual puede aumentar el valor que asigna a sus estudios. Relacionar
el aprendizaje con fenómenos de la vida cotidiana mejora las percepciones de valor. Los profesores
deberían incluir en su planeación métodos para aumentar el valor percibido a in de garantizar beneicios para el aprendizaje y la autorregulación.
Esquemas personales
Los esquemas personales son “manifestaciones cognoscitivas duraderas de metas, aspiraciones, motivos, temores y amenazas” (Markus y Nurius, 1986; p. 954). Incluyen evaluaciones cognoscitivas y
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Autorregulación
435
afectivas de la habilidad, la volición y la agencia personal. En esencia son concepciones de nosotros
mismos en situaciones distintas o de lo que podríamos ser. La importancia teórica de los esquemas
personales es que supuestamente son mediadores de la relación entre las situaciones y la conducta.
Los aprendices actúan en parte con base en las percepciones que tienen de sí mismos. El autoconcepto incluye muchos esquemas personales, de los cuales sólo algunos están activos en un momento
dado. Los que están activos en cualquier momento son autoconceptos de trabajo. Los esquemas personales poseen una dimensión afectiva (los autoconceptos se valoran de manera positiva y negativa),
una dimensión temporal (las experiencias resultan en conceptos del sí mismo pasado, presente y del
posible sí mismo futuro), una dimensión de eicacia (la creencia acerca de lo que podemos hacer
para alcanzar el sí mismo) y una dimensión de valor (la importancia o relevancia del sí mismo para
el aprendiz).
Como estructuras organizadas de conocimiento, los sí mismos posibles son formas de conectar
creencias motivacionales a un nivel superior (García y Pintrich, 1994). Por ende, las metas son procesos motivacionales importantes y los esquemas personales son estructuras de conocimiento organizado que relacionan múltiples metas. Los esquemas personales pueden ofrecer el vínculo entre la
motivación y el uso de estrategias. Si las personas tienen ideas acerca de lo que pueden ser y lo que
pueden hacer, entonces los sí mismos posibles pueden servir como guías para la acción y contener las
estrategias que se deben aplicar.
Los sí mismos posibles pueden desempeñar un papel importante en la autorregulación, porque
la idea de en qué se puede convertir el individuo subyace en el uso de estrategias autorregulatorias
(García y Pintrich, 1994). Los individuos regulan sus conductas para aproximarse o convertirse en sus
sí mismos posibles y para evitar convertirse en sí mismos negativos. Las personas deben entender lo
que necesitan hacer para convertirse en los sí mismos posibles. García y Pintrich analizaron las estrategias motivacionales que los aprendices pueden usar para alcanzar el sí mismo y proteger su sentido
de valía personal. La investigación sobre los esquemas personales es prometedora y sus resultados
apoyan la airmación de que dichos esquemas conectan la motivación y la autorregulación.
Búsqueda de ayuda
La búsqueda de ayuda es una manera de regular el entorno social para fomentar el aprendizaje. Los
aprendices autorregulados tienden a pedir apoyo cuando enfrentan tareas difíciles y perciben la necesidad de ayuda (Newman, 1994, 2000, 2002, 2008). En particular, los estudiantes de alto rendimiento
suelen buscar ayuda de los profesores y los compañeros (Zimmerman y Martínez-Pons, 1990).
Newman (1994) propuso un modelo en que la búsqueda de ayuda adaptada:
n
Ocurre después de la falta de comprensión del alumno.
n
Incluye el hecho de que el estudiante considere la necesidad de ayuda, el contenido de la
petición y la persona a la que se dirige.
n
Implica expresar la necesidad de ayuda de la manera más adecuada dadas las circunstancias.
n
Requiere que quien busca la ayuda la reciba y la procese de una forma que optimice la
probabilidad de que los intentos posteriores de recibir ayuda tengan éxito.
La búsqueda de ayuda es una actividad relativamente compleja que incluye algo más que la
petición verbal de obtenerla y en la que entran en juego factores motivacionales. Se ha estudiado
la relación de diversos procesos motivacionales con la búsqueda de ayuda, en especial las funciones
de la autoeicacia y el establecimiento de metas. Los estudiantes cuya autoeicacia para el aprendizaje
es relativamente alta tienden más a buscar ayuda que quienes presentan menor eicacia (Ryan, Gheen
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436
Capítulo 9
y Midgley, 1998). Es más probable que los estudiantes orientados a una meta de tarea busquen apoyo
para determinar si su trabajo es correcto, mientras que los estudiantes egocéntricos pueden buscar
ayuda para determinar cómo se compara su trabajo con el de otros (Newman y Schwager, 1992; Ryan
et al., 1998).
Esta investigación sugiere que diferentes patrones motivacionales inducen formas diversas de buscar ayuda. Desde la perspectiva de la autorregulación, el tipo más adaptable de búsqueda de ayuda
es el que proporciona retroalimentación sobre el aprendizaje y el progreso. Los profesores pueden
trabajar con sus alumnos para alentarlos a buscar apoyo cuando es probable que eso los ayude a desarrollar sus habilidades académicas.
APLICACIONES DE ENSEÑANZA
Al igual que otras habilidades, es posible aprender la autorregulación (B. Zimmerman, 2000). Los
métodos eicaces para la enseñanza de la autorregulación suelen incluir exponer a los estudiantes a
modelos sociales, enseñarles a usar estrategias de aprendizaje, darles práctica y retroalimentación correctiva y ayudarlos a evaluar su progreso a las metas de aprendizaje (Schunk y Ertmer, 2000). Como
se mencionó antes en el capítulo, la clave es que los alumnos interioricen las diversas inluencias sociales
de su entorno de modo que se conviertan en parte de sus procesos autorregulatorios (Schunk, 1999).
Los principios de la autorregulación revisados en este capítulo se prestan bien a aplicaciones de
enseñanza. Las más eicaces son aquellas en que los procesos autorregulatorios se incorporan en el
aprendizaje de la enseñanza académica. Tres áreas especialmente relevantes son el estudio académico,
la redacción y las matemáticas.
Estudio académico
A muchos estudiantes les resulta difícil estudiar y muchas investigaciones han examinado su aprendizaje autorregulado durante el estudio académico (Weinstein y Palmer, 1990; Weinstein, Palmer y
Schulte, 1987; Zimmerman, 1998). Se han publicado materiales que ayudan a los estudiantes a desarrollar mejores hábitos de estudio (Kiewra y Dubois, 1998; Weinstein y Hume, 1998; Zimmerman et al.,
1996), así como cursos de estudio eicaces que se integran al contenido académico del curso (Hofer,
Yu y Pintrich, 1998; Lan, 1998). La investigación demuestra que la enseñanza de estrategias y administración del tiempo beneician el estudio académico.
Enseñanza de estrategias. Los investigadores han estudiado la manera en que la enseñanza de
estrategias inluye en el estudio académico. Dansereau (1978; Dansereau et al., 1979) desarrolló un
programa de enseñanza de estrategias para estudiantes universitarios en el que distinguió las estrategias primarias, es decir, las que se aplican directamente al contenido, de las estrategias de apoyo, o
sea las que los aprendices usan para crear y mantener un clima psicológico propicio para el aprendizaje. Las últimas estrategias incluyen las técnicas afectivas y aquellas que se emplean para supervisar
y corregir las estrategias primarias que se están utilizando.
Para que el estudio sea eicaz, es necesario que los estudiantes comprendan, retengan, recuperen
y usen la información. Esos son los elementos principales del método conocido como SQ3R, llamado
así por las iniciales en inglés de los términos Inspeccionar-Preguntar-Leer-Recitar (Recordar)-Revisar
(Robinson, 1946), el cual se convirtió en el método SQ4R cuando posteriormente se le agregó la
Relexión. Cuando los estudiantes usan el método SQ3R comienzan por inspeccionar un capítulo
del texto leyendo los encabezados y las letras en negritas (o itálicas), después de lo cual desarrollan
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Autorregulación
437
preguntas; luego leen el texto teniendo presentes las preguntas. Cuando terminan de leer tratan de
recordar lo que leyeron y después revisan el material.
En el programa de aprendizaje de estrategias de Dansereau, para comprender el material los
alumnos resaltan las ideas importantes, recuerdan el material sin recurrir al texto, asimilan, amplían
y revisan la información. Ampliar la información se reiere a relacionarla con información que se encuentra en la memoria a largo plazo mediante la creación de conexiones entre las redes de memoria.
Los estudiantes aprenden a formularse preguntas del siguiente tipo: “Imagina que pudieras hablar con
el autor, ¿qué preguntas le harías? ¿Qué críticas plantearías? ¿Cómo harías que el material resultara más
comprensible e interesante para otros estudiantes?”.
Este programa va más allá del método SQ3R porque incluye estrategias de apoyo, como el establecimiento de metas, el manejo de la concentración y la supervisión y diagnóstico. Los estudiantes
aprenden a establecer metas diarias, semanales y a largo plazo mediante la creación de calendarios;
y si su desempeño no coincide con las expectativas, supervisan el progreso y ajustan su trabajo o las
metas cuando lo consideran necesario. Para desarrollar el manejo de la concentración, se ayuda a los
alumnos a lidiar con la frustración, la ansiedad y el enojo. Se alienta el uso de la introspección y el
desensibilizar a los estudiantes haciendo que imaginen situaciones que les provocan ansiedad mientras están relajados (véase el capítulo 3). La supervisión y el diagnóstico requieren que los estudiantes
especiiquen de antemano en qué partes del texto se detendrán para evaluar su nivel de comprensión.
Al llegar a cada uno de los puntos en que deben detenerse, evalúan su comprensión y toman las
medidas correctivas, por ejemplo, volver a leer, cuando se necesite. Las evaluaciones del programa
de enseñanza de estrategias han demostrado que éste mejora las conductas y actitudes académicas
(Dansereau et al., 1979).
Dansereau (1988) modiicó este programa para utilizarlo en diadas de aprendizaje cooperativo.
Cada miembro de la pareja toma turnos para leer aproximadamente 500 palabras de un pasaje de
2500 palabras. Un miembro se encarga luego de recordar y resumir de manera oral lo que se leyó;
el otro escucha, corrige los errores en el recuerdo y elabora el conocimiento añadiendo imaginería
y conexiones con el conocimiento previo. Dansereau informó que este arreglo cooperativo facilitaba
el aprendizaje y la transferencia en mayor medida que el estudio individual.
Manejo del tiempo. Investigadores de diferentes tradiciones teóricas, por ejemplo, la cognoscitiva
social y la del procesamiento de la información, están concentrando cada vez más su atención en los
procesos cognoscitivos y conductuales que usan los estudiantes para planear y administrar el tiempo
de estudio académico (Winne, 2001; Zimmerman, Greenberg y Weinstein, 1994). El manejo adecuado del
tiempo contribuye al aprendizaje y el aprovechamiento. Britton y Tesser (1991) encontraron que los
componentes del manejo del tiempo de la planeación de corto alcance y las actitudes hacia el tiempo
son predictores signiicativos de los promedios académicos obtenidos por estudiantes universitarios. El
uso eicaz del tiempo parece ser en parte una función de que los alumnos establezcan metas y hagan
planeación (Weinstein y Mayer, 1986). A su vez, esos procedimientos inducen a los aprendices a participar en otras actividades autorregulatorias, como la autosupervisión del progreso. El tiempo es una
dimensión importante de la autorregulación y puede ser un resultado del desempeño, por ejemplo, la
cantidad de tiempo que se dedica a una tarea.
El manejo inadecuado del tiempo puede relejar problemas en varias áreas (Zimmerman et al.,
1994). Se puede presentar cuando los estudiantes no se observan, evalúan y responden a sus resultados de desempeño de manera apropiada. También puede ocurrir cuando los aprendices no emplean
de manera adecuada los apoyos para la planeación, como los relojes, las alarmas y las agendas. Las
metas poco realistas, la escasa autoeicacia, la atribución de los problemas de aprendizaje a la falta
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438
Capítulo 9
de capacidad y las percepciones de que las estrategias no son tan importantes también inluyen en el
manejo del tiempo (Zimmerman, 1998; Zimmerman et al., 1994).
Los alumnos pueden aprender a manejar el tiempo de manera más eicaz. Weinstein y sus colegas
(1987) incluyeron al manejo del tiempo como una de las tres áreas del Inventario de Estrategias de
Aprendizaje y Estudio (LASSI, por sus siglas en inglés), una medida diagnóstica y prescriptiva de autorreporte del aprendizaje estratégico dirigido a metas para estudiantes que se enfoca en pensamientos,
actitudes, creencias y conductas que se relacionan con el éxito académico y que pueden ser modiicados. Por lo regular, es necesario que el alumno responda a este inventario o a algún instrumento
similar para establecer la magnitud de sus problemas de estudio.
Los programas para facilitar un mejor uso del tiempo por lo general incluyen enseñanza y práctica
en temas como convertirse en un aprendiz estratégico; las funciones del establecimiento de metas y
del autocontrol; la planeación del manejo del tiempo; de varias estrategias de estudio, entre las que
se incluye el tomar notas, escuchar, subrayar, resumir y afrontar el estrés; y estrategias para presentar
exámenes y organizar un escenario para el aprendizaje.
Una cuestión importante relacionada con el estudio del tiempo es que los estudiantes muchas
veces no se dan cuenta de cómo lo utilizan en realidad. Una buena tarea es hacer que los alumnos
lleven un diario del tiempo durante una semana para mostrarles cuánto tiempo dedicaron a cada tarea.
A menudo se sorprenderían al darse cuenta de cuánto tiempo desperdiciaron. La enseñanza puede
abordar maneras de eliminar o disminuir ese desperdicio.
Otro problema común es no entender el tiempo que se necesita para concluir las tareas. En alguna ocasión una estudiante me informó que pensaba que necesitaría alrededor de dos horas para
leer ocho capítulos de su libro de psicología educativa. Con 15 minutos por capítulo sin una pausa,
¡eso sí que sería lectura veloz! Un ejercicio útil es lograr que los alumnos calculen el tiempo que requerirán para varias tareas, que lleven un diario de los tiempos reales y que los registren junto con las
estimaciones para determinar la correspondencia entre el tiempo estimado y el tiempo real.
Los estudiantes suelen necesitar cambiar el entorno en el que trabajan. Quizá estén tratando de
estudiar en lugares en los que pueden ser distraídos por amigos, teléfonos celulares, televisiones, refrigeradores, estufas, equipo de audio y video, etcétera. A algunos la música ligera o el ruido de fondo
les ayuda a estudiar, pero casi a todos les resulta difícil concentrarse cuando están ante una distracción
poderosa o ante muchas posibles distracciones. Podría serles útil elaborar un inventario sobre el entorno en el que preieren estudiar y las condiciones en las que están estudiando, y después determinar
si necesitan introducir cambios en el entorno.
Redacción
Como sucede con otras formas de aprendizaje, la motivación y la autorregulación inluyen en el
desarrollo de la habilidad para redactar (Graham, 2006). Bruning y Horn (2000) caracterizaron a
este desarrollo como “un proceso de gran luidez en la solución de problemas que requiere la
supervisión constante del progreso hacia las metas de la tarea” (p. 25). Los modelos cognoscitivos
de la redacción incluyen componentes de autorregulación (Hayes, 2000; véase el capítulo 7). Los
estudiantes procesan la información de manera activa y emplean estrategias cognoscitivas y metacognoscitivas durante la redacción.
El establecimiento de metas y la autosupervisión del progreso hacia la meta son procesos autorregulatorios clave (Schunk, 1995). Zimmerman y Kitsantas (1999) encontraron que estudiantes de
preparatoria que pasaban de las metas del proceso (seguimiento de los pasos de una estrategia) a
metas de resultados (número de palabras en las oraciones) mostraban mayor habilidad para revisar la
redacción, autoeicacia e interés que los alumnos que sólo seguían metas de proceso o de resultado.
Esos hallazgos sugieren que, a medida que desarrollan sus habilidades, los estudiantes pueden pasar
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Autorregulación
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de concentrarse en seguir una estrategia a los resultados que produce utilizar esa estrategia, como la
disminución en los errores que cometen. Aunque se necesita más investigación sobre los efectos de
los procedimientos de enseñanza en la motivación para escribir, ésta se puede mejorar utilizando tareas de redacción auténtica y creando un contexto de apoyo para escribir, por ejemplo, haciendo que
la tarea parezca posible de realizar con un requisito de esfuerzo.
Klassen (2002) revisó las publicaciones sobre la autoeicacia para la redacción. La mayoría de
los estudios encontraron que la autoeicacia es un predictor importante del logro en la redacción.
Algunos estudios revelaron diferencias de género en la autoeicacia con que los juicios de los niños
varones superaban a los de las niñas, aunque no hubo diferencias en el desempeño. Establecer un
entorno en el aula que construya la autoeicacia es propicio para mejorar la redacción.
Escribir es una tarea exigente y requiere control de la atención, autosupervisión y control volitivo.
Graham y Harris (2000) advirtieron que la autorregulación inluye en la redacción en dos formas. En
primer lugar, los procesos autorregulatorios, como la planeación, la supervisión y la evaluación, proporcionan bloques de construcción que son ensamblados para concluir una tarea de redacción. En segundo lugar, esos procesos pueden conducir a ajustes estratégicos en la redacción y a efectos a largo
plazo. Por consiguiente, el éxito de la planeación aumenta la probabilidad de que se vuelva a usar en
el futuro y construye la autoeicacia para la redacción, lo que a su vez produce un impacto positivo
en la motivación y la redacción futura. Enseñar a los estudiantes habilidades autorregulatorias en el
contexto de las tareas de redacción da como resultado mayor logro y motivación (Graham y Harris,
2000; Schunk y Swartz, 1993a, 1993b).
El modelo del desarrollo de la estrategia autorregulada ha sido aplicado de modo general a la redacción (Glaser y Brunstein, 2007; Graham, Harris, MacArthur y Schwartz, 1998; Harris y Graham, 1996;
Zito, Adkins, Gavins, Harris y Graham, 2007; véase el capítulo 7). Este modelo utiliza el modelamiento
de estrategias de redacción por parte del profesor, la práctica colaborativa en grupos de pares y la
práctica independiente en que por lo general la ayuda (andamiaje) se desvanece. El modelo se ha
empleado con éxito con estudiantes que tienen problemas para redactar, diicultades de aprendizaje
y trastornos por déicit de atención con hiperactividad (Harris et al., 2006; Reid y Lienemann, 2006).
El modelo incluye estrategias generales y especíicas al género, como se enfatizó en la conversación
con que inició el capítulo, así como componentes motivacionales, por ejemplo, el autorreforzamiento.
De La Paz (2005) encontró que el modelo ayudaba a estudiantes de culturas diversas a mejorar sus
habilidades argumentativas en la redacción de ensayos.
Dado que la redacción implica el lenguaje y releja los pensamientos y procesos cognoscitivos de
la persona, se le ha considerado como una forma de mejorar las capacidades de aprendizaje y logro
académico. Esta idea de “escribir para aprender” enfatiza el conseguir que los estudiantes escriban
en varias disciplinas. Bangert-Drowns, Hurley y Wilkinson (2004) revisaron las publicaciones sobre
las intervenciones de escribir para aprender y encontraron un pequeño efecto positivo sobre el logro
académico general. También encontraron que inducir a los estudiantes a relexionar sobre su conocimiento y procesos de aprendizaje mientras escriben es eicaz para mejorar el aprovechamiento. Esos
hallazgos sugieren que escribir para aprender es una manera prometedora de aumentar el aprendizaje
del área de contenido.
Matemáticas
El aprendizaje de las matemáticas se puede mejorar enseñando a los estudiantes estrategias eicaces
(generales y especíicas), un enfoque que se sigue en el modelo de desarrollo de estrategias autorreguladas (Fuchs et al., 2003a; véase la sección anterior). Fuchs y sus colegas trabajaron con alumnos
de tercer grado en la solución de problemas matemáticos. Las estrategias de autorregulación incluían
establecer metas para sesiones individuales y la supervisión y evaluación que hacía el aprendiz de
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Capítulo 9
su progreso hacia el logro de la meta. Esas estrategias generales fueron complementadas con estrategias especíicas que se utilizaban para resolver los problemas. En comparación con la enseñanza
regular del profesor, la enseñanza de la autorregulación mejoró el desempeño de los estudiantes y la
transferencia de las habilidades. Otra investigación demuestra que enseñar estrategias a los niños con
diicultades de aprendizaje y a quienes han experimentado problemas en el aprendizaje de habilidades matemáticas mejora la autoeicacia y el logro (Schunk, 1985; Schunk y Cox, 1986). Jitendra y sus
colegas (2007) encontraron en estudiantes de tercer grado que la enseñanza de estrategias especíicas
era más eicaz para fomentar las habilidades de solución de problemas narrados que la enseñanza de
estrategias generales, aunque ambos tipos de enseñanza aumentaban las habilidades de cálculo de los
alumnos.
En los años recientes se ha escrito mucho sobre las diferencias étnicas y de género en relación
con el éxito en las matemáticas (Byrnes, 1996; Halpern, 2006; Meece, 2002). Alguna evidencia muestra
que los niños tienden a superar a las niñas y que los estadounidenses de origen asiático y los blancos
se desempeñan mejor que los negros y los hispanos; sin embargo, las publicaciones son complejas y
a menudo contradictorias, y no es fácil interpretarlas. Royer y sus colaboradores (1999) encontraron
que entre los estudiantes de mayor desempeño los niños muestran una recuperación más rápida de
los hechos matemáticos que las niñas. No obstante, las niñas por lo general obtienen mejores caliicaciones que los varones en matemáticas (Meece, 2002). Las diferencias de género que favorecen a los
niños se han obtenido también en otras culturas, entre ellas la alemana (Rustemeyer y Fischer, 2005).
Las variables motivacionales (véase el capítulo 8) y las habilidades autorregulatorias han sido
implicadas como causas del desempeño en las matemáticas (Meece, 2002; Schutz, Drogosz, White y
DiStefano, 1998). Entre los alumnos de sexto grado, Vermeer, Boekaerts y Seegers (2000) encontraron
que las niñas informan de una menor competencia percibida, es decir, autoeicacia, que los niños en
la solución de problemas aplicados, y que tienden más a atribuir el mal desempeño a la falta de capacidad y a la gran diicultad de la tarea (atribuciones a variables no controlables). Las chicas suelen reportar menor autoeicacia en matemáticas que los varones (Rustemeyer y Fischer, 2005), aunque esta
diferencia de género no es sistemática (Meece, 2002). Sin embargo, la autoeicacia es un buen predictor del desempeño en matemáticas (Chen, 2003; Pajares y Schunk, 2001; Pietsch, Walker y Chapman,
2003). El establecimiento de metas (McNeill y Alibali, 2000) y las intervenciones para mejorar la autoeicacia (Schunk y Ertmer, 2000) son adecuadas para mejorar la motivación para las matemáticas. Las
ideas para mejorar la autorregulación que se expusieron en este capítulo pueden producir motivación
y autoeicacia (Schunk, 1995).
Las diferencias étnicas en el aprovechamiento en matemáticas son más sistemáticas y pronunciadas. Con base en varios estudios de investigación, los expertos llegaron a las siguientes conclusiones
(Byrnes, 1996):
n
Los estudiantes estadounidenses blancos muestran un mejor desempeño que los estudiantes
negros e hispanos.
n
Los estudiantes de origen asiático tienen un mejor desempeño que los estadounidenses blancos.
n
Los investigadores no encontraron diferencia signiicativa en el aprovechamiento en matemáticas entre los estudiantes negros e hispanos.
Deben hacerse algunas advertencias. Un factor de confusión es el estatus socioeconómico (ESE);
Stevenson, Chen y Uttal (1990) encontraron que las diferencias entre los estudiantes blancos, negros
e hispanos desaparecían cuando se tomaba en cuenta el estatus socioeconómico. En primer lugar,
sin importar el origen étnico, el aprovechamiento en matemáticas muestra una relación signiicativa
y positiva con el estatus socioeconómico. En segundo lugar, las diferencias son más marcadas en el
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Autorregulación
441
aprovechamiento en las matemáticas formales (con base en el currículo) (Byrnes, 1996). Los investigadores han encontrado poca evidencia de diferencias étnicas en el conocimiento informal (construido)
de los niños. Esos hallazgos son congruentes con la airmación de Geary (1995) de que las habilidades
biológicas primarias deben ser evidentes entre culturas, mientras que las habilidades biológicas secundarias son más susceptibles a la inluencia cultural.
Otra variable que se ha demostrado que inluye en el aprovechamiento en matemáticas es la
transición entre grados. Anderman (1998) estudió a adolescentes con diicultades de aprendizaje y
encontró mayor aprovechamiento entre quienes no hacían una transición hasta el noveno grado en
comparación con quienes hacían una transición más temprana. Las transiciones escolares pueden
dar lugar a disminuciones en la motivación y el logro (véase el capítulo 8) y parecen ser especialmente difíciles para los estudiantes que presentan problemas de aprendizaje. Cuando los profesores
encargados de los grados de transición, por ejemplo, el quinto y el sexto grados, trabajan juntos,
pueden ayudar a disminuir los problemas de la transición y a mantener la motivación de sus alumnos para aprender. Por ejemplo, antes de la transición los docentes pueden enseñar a sus alumnos
habilidades de autorregulación que les serán de ayuda en el siguiente grado, por ejemplo, organización y planeación. Después de la transición los profesores pueden asegurarse de que los estudiantes
son competentes en las habilidades matemáticas y los procesos autorregulatorios que necesitan para
tener éxito.
RESUMEN
La autorregulación (aprendizaje autorregulado) se reiere a los procesos que usan los aprendices
para concentrar sistemáticamente sus pensamientos, sentimientos y acciones en el logro de sus
metas. La aplicación de la autorregulación al aprendizaje comenzó como fruto de la investigación
psicológica sobre el desarrollo de autocontrol en adultos y niños. La investigación inicial sobre la
autorregulación por lo regular se realizaba en clínicas en las que los investigadores enseñaban a los
participantes a modiicar conductas disfuncionales como la agresividad, las adicciones, los trastornos sexuales, los conlictos interpersonales y los problemas de conducta en el hogar y en la escuela.
En los años pasados, los investigadores han ampliado su atención para ocuparse del aprendizaje
y el logro académico.
Por su misma naturaleza, la autorregulación implica las elecciones de los aprendices. Para involucrarse en la autorregulación los estudiantes deben disponer de opciones, por ejemplo, si quieren participar, qué método deben usar, qué resultados buscarán y en qué entorno físico y social trabajarán.
La autorregulación implica conductas en la medida en que los aprendices regulan sus acciones para
mantenerlas enfocadas en el logro de la meta. Los estudiantes también regulan sus cogniciones y afectos. Durante el aprendizaje aprenden a regular sus cogniciones y afectos mediante el mantenimiento
de su autoeicacia para el aprendizaje, la valoración del aprendizaje, las expectativas de resultados
positivos como producto del aprendizaje, la evaluación del progreso hacia sus metas, la determinación
de la eicacia de sus estrategias y la modiicación de las mismas cuando se requiera, así como el mantenimiento de un clima emocional positivo.
Los procesos y estrategias de autorregulación que los aprendices utilizan pueden ser generales
(se aplican a muchos tipos de aprendizaje) o especíicas (se aplican solamente a un tipo particular
de aprendizaje). Los procesos autorregulatorios, como el establecimiento de metas y la evaluación del
progreso hacia ellas, se pueden emplear con diferentes tipos de aprendizaje, por ejemplo, habilidades
académicas y motrices, mientras que otras sólo conciernen a tareas o áreas de contenido especíicas,
como fórmulas matemáticas o reglas gramaticales.
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Capítulo 9
La autorregulación ha sido tratada por diferentes teorías del aprendizaje. Las teorías conductuales
enfatizan el establecimiento de estímulos y condiciones a las cuales puedan responder los aprendices, después de lo cual son reforzados por sus esfuerzos. Los procesos conductuales clave son la
autosupervisión, la autoenseñanza y el autorreforzamiento. Los aprendices deciden qué conductas
regular, establecen estímulos discriminativos para que ocurran, participan en la instrucción a medida
que lo necesitan, supervisan el desempeño y entregan reforzamiento cuando igualan el estándar.
Los principios conductuales son útiles para la autorregulación, pero dado que ignoran los procesos
cognoscitivos y afectivos, ofrecen una explicación incompleta del ámbito en el que puede ocurrir la
autorregulación.
Las explicaciones de las teorías cognoscitivas sociales clásicas de la autorregulación consideran
que ésta comprende tres subprocesos: la autoobservación, el autoenjuiciamiento y la autorreacción.
Los estudiantes entran a las actividades de aprendizaje con metas diversas, como la adquisición de
conocimientos y habilidades, y el cumplimiento de las tareas. Con esas metas presentes observan,
juzgan y reaccionan a sus progresos percibidos hacia la meta. Esta visión clásica fue ampliada para
enfatizar la naturaleza cíclica de la autorregulación e incluir actividades antes y después de participar
en la tarea. Este proceso cíclico releja el énfasis cognoscitivo social en las interacciones recíprocas
entre los factores personales, conductuales, sociales y ambientales. La fase de previsión precede al
desempeño real y se reiere a los procesos que preparan las condiciones para la acción, como el establecimiento de metas, la decisión sobre una estrategia y la evaluación de la autoeicacia para aprender.
La fase de control del desempeño involucra procesos que ocurren durante el aprendizaje e inluyen
en la atención y la acción, como la aplicación de estrategias y la supervisión del progreso. Durante la
fase de autorrelexión que ocurre durante las pausas y después de completar la tarea los aprendices
responden a sus esfuerzos estableciendo nuevas metas, adaptando sus estrategias y haciendo atribuciones sobre los resultados.
Las teorías del procesamiento de la información destacan que la autorregulación releja consciencia metacognoscitiva. La autorregulación requiere que los aprendices entiendan las exigencias de la
tarea, las cualidades personales y las estrategias necesarias para realizarla. La consciencia metacognoscitiva también incluye conocimiento procedimental. La unidad básica de la autorregulación puede ser
un sistema de solución de problemas en que el problema es alcanzar la meta, y la supervisión veriica
el progreso para determinar si está ocurriendo o no el aprendizaje. La investigación del procesamiento
de la información históricamente se ha enfocado en variables cognoscitivas, pero cada vez son más los
investigadores de esta tradición que incluyen variables motivacionales.
Las teorías constructivistas enfatizan que la autorregulación implica la coordinación de funciones
mentales como la memoria, la planeación, la evaluación y la síntesis. Los alumnos usan las herramientas de sus culturas, como el lenguaje y los símbolos, para construir signiicados del contenido y las
situaciones. Una característica clave es la interiorización de los procesos autorregulatorios, aunque los
aprendices pueden adquirir estrategias de autorregulación de sus entornos, los modiican y adaptan
para usarlos en sus sistemas autorregulatorios personales.
La autorregulación y la motivación están relacionadas. Procesos como el establecimiento de metas,
la autoeicacia y las expectativas de resultados son variables motivacionales importantes que inluyen
en la autorregulación. A su vez, el éxito en la participación en el aprendizaje autorregulado puede
motivar a los estudiantes a establecer nuevas metas y a continuar aprendiendo. Los investigadores examinan cada vez con más frecuencia el papel que desempeñan las variables volitivas en los escenarios
de logro, y en especial su relación con la autorregulación. Otras variables motivacionales implicadas
en la autorregulación incluyen a los valores, las orientaciones a la meta, los esquemas personales y
la búsqueda de ayuda. En conjunto, esas variables pueden ayudar a determinar la forma en que la
conducta de logro es inducida y mantenida mientras los aprendices realizan elecciones concernientes
al contenido, ubicación, momento y resultados de su aprendizaje.
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Autorregulación
443
Como otras habilidades, las habilidades autorregulatorias se pueden enseñar a los estudiantes,
quienes se pueden convertir en aprendices mejor autorregulados. Un modelo eicaz de enseñanza
empieza con las inluencias sociales (ambientales), como la de profesores que funcionan como modelos mientras explican y demuestran las estrategias de autorregulación. A medida que los estudiantes
practican y se vuelven más diestros, transforman esas inluencias sociales en maneras idiosincrásicas
y las interiorizan en sus sistemas autorregulatorios personales. La enseñanza de la autorregulación es
más eicaz cuando se vincula a un contenido académico. Los principios de la autorregulación han sido
aplicados a áreas como el estudio académico, la redacción y las matemáticas.
LECTURAS ADICIONALES
Corno, L. (2008). Work habits and self-regulated learning: Helping students to ind a “will” from
a “way”. En D. H. Schunk y B. J. Zimmerman (editores). Motivation and self-regulated learning:
Theory, research and applications (pp. 197-222). Nueva York: Taylor & Francis.
Henderson, R. W. y Cunningham, L. (1994). Creating interactive sociocultural environments for selfregulated learning. En D. H. Schunk y B. J. Zimmerman (editores). Self-regulation of learning and
performance: Issues and educational applications (pp. 255-281). Hillsdale: NJ: Erlbaum.
Mace, F. C., Beliore, P. J. y Hutchinson, M. M. (2001). Operant theory and research on self-regulation.
En B. J. Zimmerman y D. H. Schunk (editores). Self-regulated learning and academic achievement:
Theoretical perspectives (2a edición, pp. 39-65). Mahwah, NJ: Erlbaum.
Pressley, M., Harris, K. R. y Marks, M. B. (1992). But good strategy instructors are constructivists!
Educational Psychology Review, 4, 3-31.
Winne, P. H. y Hadwin, A. F. (2008). The weave of motivation and self-regulated learning. En D. H.
Schunk y B. J. Zimmerman (editores). Motivation and self-regulated learning: Theory, research, and
applications (pp. 297-314). Nueva York: Taylor & Francis.
Zimmerman, B. J. (2000) Attaining self-regulation: A social cognitive perspective. En M. Boekaerts,
P. R. Pintrich y M. Zeidner (editores). Handbook of self-regulation (pp. 13-39). San Diego: Academic
Press.
Zimmerman, B. J., Bonner, S. y Kovach, R. (1996). Developing self-regulated learners: Beyond achievement to self-eficacy. Washington, DC: American Psychological Association.
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Capítulo
10
Desarrollo
Durante el descanso para el almuerzo un grupo de profesores de secundaria conversan sobre por qué
es tan difícil enseñar a los adolescentes. El tema suscita un debate animado.
Darren dice: “Miren, he enseñado a estos chicos durante mucho tiempo y creo que es sólo una etapa
por la que pasan todos los adolescentes. No hay mucho que podamos hacer. Recuerdo, cuando tenía
su edad, en cuanto empezó el ataque de las hormonas lo único que quería hacer era mirar a las muchachas, jugar fútbol y pasar el rato con mis amigos. Ya se les pasará, mientras tanto, tenemos que
vivir con ellos”.
Lucía contesta: “Tal vez sea nueva en la enseñanza, pero creo que no es tan sencillo. Claro que esos
chicos están experimentando algunos cambios físicos, pero ¿no hay algo que podamos hacer por
ellos? Me parece que la escuela los aburre y que por eso es tan difícil enseñarles. Tal vez podríamos hacer algo para que el aprendizaje sea más signiicativo para ellos. Yo pienso organizar más
actividades de aprendizaje cooperativo en el aula; también les voy a pedir que participen más en
la decisión de cómo realizar las cosas. Tienen la suiciente edad para responsabilizarse más de su
aprendizaje.
Frank, un profesor de ciencias sociales de primero de secundaria, mueve la cabeza. “¿Dónde has
estado metida? ¿No has leído los periódicos? Los muchachos necesitan una mano irme. Necesitan
disciplina. Ese es el problema. Los profesores como tú son demasiado permisivos. Podemos cambiar a
esos chicos recompensando a los buenos y castigando a los malos. Los contribuyentes están pagando
por su educación y esperan que aprendan para que puedan conseguir trabajo después de graduarse.
El aprendizaje no es diversión, requiere trabajo duro. En mis clases no encontrarás a nadie haciéndose
el tonto. Mis alumnos saben que o terminan su trabajo o se quedan después de las clases a terminarlo.
Así de simple” (Meece, 2002, pp. 3-4).
Este capítulo analiza el desarrollo humano y su
relación con el aprendizaje. El desarrollo se reiere a
los cambios que ocurren con el tiempo en un patrón
ordenado y favorecen la supervivencia (Meece, 2002).
Esos cambios son progresivos, más que repentinos, y
ocurren durante el curso del ciclo de vida y no en un
solo momento.
El tema del desarrollo es importante para la educación, como muestra el escenario anterior, y puede
ser objeto de acalorados debates. Por lo común se
da por sentado. En los capítulos anteriores, se explicaron varios principios del aprendizaje, sin embargo,
éstos no existen en un vacío. El planteamiento de
cada principio de aprendizaje podría ser precedido
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Desarrollo
por la frase: “Dado el nivel adecuado de desarrollo...”.
Por ejemplo, al examinar la formación de las redes de
memoria observamos que los estudiantes conectan la
información en la memoria, pero que su capacidad
para hacerlo mejora con el desarrollo. Los estudiantes mayores tienen redes de memoria más amplias y
pueden realizar conexiones que no pueden hacer los
menores.
El desarrollo está íntimamente relacionado con el
aprendizaje. En el capítulo 1 se deinió el aprendizaje
como los cambios relativamente permanentes en el
individuo que se deben a las experiencias, los cuales
se compararon con los cambios que resultan de la
maduración. El aprendizaje y la maduración se pueden considerar como componentes del desarrollo. En
cualquier momento dado, el nivel de desarrollo establece restricciones a las posibilidades de aprendizaje:
el qué, dónde, cuándo, por qué y cómo del aprendizaje. Pero como muestra la conversación presentada
al inicio del capítulo, a menudo los educadores no
coinciden respecto al grado y naturaleza de dichas
restricciones. Este capítulo se enfoca en el desarrollo cognoscitivo, porque es el más relevante para el
aprendizaje, aunque en este último también pueden
inluir otros tipos de desarrollo, como el físico, el social, el emocional y el moral.
Muchas teorías del desarrollo plantean que el
desarrollo cognoscitivo implica construir el conocimiento en función de las experiencias del individuo
(véase el capítulo 6). Esto contrasta con la perspectiva
de la teoría conductual (véase el capítulo 3) de que
el conocimiento es recibido del ambiente. Las teorías
contemporáneas también hacen hincapié en la mayor
complejidad de las funciones de procesamiento de la
información como consecuencia del desarrollo (véase
los capítulos 5 y 7).
Este capítulo empieza con la presentación de
material sobre los fundamentos históricos y ilosóicos del estudio cientíico del desarrollo e incluye las
importantes contribuciones del Movimiento para el
Estudio del Niño. Se explican varias perspectivas teóricas sobre el desarrollo resaltando las posturas cognoscitivas y constructivistas. Se presenta la teoría del
crecimiento cognoscitivo de Bruner junto con la investigación contemporánea de los procesos cognoscitivos. Se analiza el tema de la instrucción apropiada
para el desarrollo y el de las transiciones en los nive-
445
les escolares, que también se relacionan con el desarrollo. Se incluyen varias secciones relacionadas con
las inluencias del hogar y la familia en el desarrollo,
los cambios que se dan con el desarrollo en la motivación y las aplicaciones de estos a la instrucción. En
otros capítulos se revisan los aspectos del desarrollo
del cerebro (capítulo 2) relacionados con el aprendizaje, la teoría de Piaget (capítulo 6) y la teoría de
Vygotsky (capítulo 6).
Cuando termine de estudiar este capítulo, el lector deberá ser capaz de:
n
Describir las principales inluencias que llevaron
al estudio cientíico del desarrollo humano.
n
Plantear algunas de las principales contribuciones y defectos del Movimiento para el Estudio
del Niño.
n
Explicar las cuestiones del desarrollo relevantes
para el aprendizaje y las principales perspectivas
sobre el desarrollo humano.
n
Comparar y contrastar las explicaciones estructurales y funcionales del desarrollo.
n
Describir los tipos de representación del conocimiento propuestos por Bruner y el signiicado
de “currículo en espiral”.
n
Analizar algunos de los cambios más importantes
en el procesamiento cognoscitivo de la información que ocurren durante el desarrollo.
n
Explicar qué se entiende por instrucción apropiada para el desarrollo y la razón por la que
las transiciones en la educación inluyen en el
aprendizaje y la enseñanza.
n
Examinar cómo se relacionan el estatus
socioeconómico, el ambiente familiar, la participación de los padres y la inluencia de los
medios con el desarrollo y el aprendizaje.
n
Describir los cambios que produce el desarrollo
en la motivación y las implicaciones de éstos
para el aprendizaje.
n
Explicar algunas implicaciones para la instrucción de las publicaciones sobre los estilos de
aprendizaje, el modelo de instrucción de Case
y la investigación sobre las interacciones entre
estudiante y profesor.
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446
Capítulo 10
INICIOS DEL ESTUDIO CIENTÍFICO DEL DESARROLLO
Los inicios del estudio cientíico del desarrollo humano, que se examinan a continuación, están profundamente arraigados en la historia y la ilosofía.
Fundamentos históricos
Los educadores reconocen la inluencia del desarrollo en la enseñanza y el aprendizaje, pero no siempre ha sido así. En el siglo XIX, en Estados Unidos, la vida de los niños y el papel que desempeñaban
en la sociedad difería en gran medida de la actual (Mondale y Patton, 2001). A pesar de las garantías
de la Constitución de Estados Unidos, la educación no era universal, sino tan sólo para los niños de
familias de la clase media y alta principalmente. Muchos niños, en especial los de procedencia rural
y obrera, trabajaban para obtener un salario o contribuían de otra forma al sostén de sus familias. Esos
infantes asistían a la escuela de manera esporádica y muchos la abandonaban a edades tempranas. En
el nivel de la escuela primaria la meta principal era enseñar la lectura; las “tres R”, Reducir, Reutilizar
y Reciclar, no se habían convertido todavía en el estándar. Las escuelas secundarias se dedicaban principalmente a preparar a sus alumnos para su ingreso a las universidades, las cuales estaban orientadas
hacia las humanidades y la religión.
Aunque se considera que el periodo entre la Guerra Civil y la Primera Guerra Mundial, conocido como Revolución industrial, fue una época de gran progreso, la vida era dura. Las condiciones
económicas crearon una clase marginada, a pesar de que mucha gente trabajaba largas jornadas seis
días a la semana. En las grandes ciudades, las condiciones inadecuadas de higiene dieron lugar a la
propagación de enfermedades.
Los profesores eran estrictos y las lecciones eran largas y aburridas. Se esperaba que los niños
estudiaran y aprendieran, y si no lo hacían, era a ellos, y no a la sociedad, a los padres, o a los profesores, a quienes se consideraba responsables. La instrucción individualizada no existía, por lo que
todos los estudiantes trabajaban en la misma lección al mismo tiempo. Los profesores daban clases
y conferencias, pues habían sido entrenados en materias escolares, no en pedagogía.
Este era el panorama en el periodo en que un gran número de inmigrantes ingresó a Estados
Unidos, en especial entre 1880 y 1920. Esta enorme aluencia requirió que se incrementara de manera
importante el número de escuelas y de docentes. Las universidades y las escuelas normales no estaban equipadas para producir grandes cantidades de profesores de alta calidad. Las escuelas normales
eran la fuente principal de preparación de docentes, pero la percepción de que eran inadecuadas,
en especial para la preparación de los profesores de secundaria (Davidson y Benjamin, 1987), iba en
aumento. En la segunda mitad del siglo XIX, se estableció un gran número de escuelas de educación
en los principales colegios y universidades. El desafío era capacitar a profesores para atender a grandes cantidades de estudiantes de muy diversos antecedentes.
Fundamentos ilosóicos
Los trabajos de los ilósofos y críticos de la educación también contribuyeron a establecer el estudio
cientíico del desarrollo y al mejoramiento de la educación. Un grupo de ilósofos europeos, entre los
que estaban Rousseau, Pestalozzi y Froebel, escribieron trabajos extensos acerca de la naturaleza de
los niños. A medida que sus trabajos se fueron conociendo en Estados Unidos, los educadores y otros
interesados se cuestionaron cada vez más respecto a lo adecuado de la educación que se ofrecía en
ese país a los estudiantes.
Rousseau (1712-1778) creía que los niños son básicamente buenos y que el propósito de la educación es ayudar a desarrollar esta tendencia. Los profesores debían relacionarse de manera individual
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Desarrollo
447
con los estudiantes, es decir, establecer una relación entre tutor y alumno, y considerar sus necesidades y talentos individuales al preparar las actividades de aprendizaje. Por encima de todo, el aprendizaje debía ser satisfactorio y autodirigido. Los niños debían aprender de la experiencia práctica y no
se les debería obligar a aprender.
Pestalozzi (1746-1827) hizo hincapié en que la educación debería ser para todos y que el aprendizaje tenía que ser autodirigido en lugar de memorista, el estilo de aprendizaje que dominaba en ese
tiempo en las escuelas estadounidenses. Pestalozzi enfatizó el desarrollo emocional de los estudiantes,
que podría ser mejorado por medio de relaciones cercanas entre los profesores y los aprendices.
Froebel (1782-1852) creía que los niños son básicamente buenos y que necesitan comenzar su
educación a una edad temprana. Fundó el kindergarten (“jardín de niños”), que releja su creencia de
que los niños, como las plantas jóvenes, necesitan ser cuidados.
Como recordará, en el capítulo 1 vimos que a inales del siglo XIX la psicología dejó de ser una
rama de la ilosofía para convertirse en una ciencia por derecho propio. En la educación ocurrió
una transformación similar. El surgimiento de la psicología, la aparición de trabajos sobre la bondad
de los niños y su necesidad de educación, así como las presiones para brindar educación a todos
los niños desencadenadas por las grandes oleadas de inmigrantes, aunadas a otras inluencias, como
el darwinismo social y las leyes de asistencia obligatoria, dieron lugar a la demanda del estudio cientíico de los niños.
A inales del siglo XIX:
La inmigración y la industrialización acentuaron la necesidad de escolaridad, el aumento en la inscripción de estudiantes desencadenó la demanda de padres y profesores de información sobre cómo
enseñar a los niños; el darwinismo social y los psicólogos de las diferencias individuales querían saber
cómo empezaban las diferencias entre los adultos, y los trabajadores para la protección infantil deseaban contribuir a la planeación de programas para ayudar a los niños. El Movimiento para el Estudio del
Niño trataba de satisfacer esas necesidades diversas (Davidson y Benjamin, 1987, p. 46).
Pasamos ahora a una revisión del Movimiento para el Estudio del Niño.
El Movimiento para el Estudio del Niño
El trabajo de Hall. La creación del Movimiento para el Estudio del Niño suele acreditarse a G. (Granville) Stanley Hall (1844-1924). Después de recibir su doctorado en la Universidad de Harvard, Hall
estudió en Alemania durante dos años y se enamoró del sistema educativo de ese país y de su visión
de la naturaleza del niño (Davidson y Benjamin, 1987). En 1882 habló ante la Asociación Nacional para
la Educación, en donde exigió que la pedagogía se enfocara en el estudio del niño. Más tarde realizó
una investigación a gran escala de los niños de Boston que ingresaban a la escuela, para lo cual aplicó
un largo cuestionario diseñado con el in de identiicar lo que sabían acerca de varios temas, como
sobre animales o matemáticas. Los resultados demostraron que los niños ignoraban muchas características de la vida en Estados Unidos, por ejemplo, que 93 por ciento de ellos desconocía que la piel
provenía de los animales.
Como profesor de psicología en la Universidad de Johns Hopkins, Hall estaba en una excelente
posición para establecer el estudio del niño como disciplina cientíica y en 1894 airmó que la nueva
ciencia de la psicología tenía una aplicación natural a la educación. Por desgracia, no se mantuvo activo en el movimiento porque se mudó a la universidad de Clark como rector; sin embargo, continuó
hablando en público sobre la importancia de la psicología e hizo muchas publicaciones sobre el tema
(Hall, 1894, 1896, 1900, 1903). Otras personas propusieron también el estudio del niño y establecieron
centros activos en las universidades y las escuelas normales.
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448
Capítulo 10
Desde el inicio, el Movimiento para el Estudio del Niño era amplio y no muy bien deinido:
Es un movimiento indeinido... y sin precedentes, en parte psicología, en parte antropología y en parte
médico-higienista. En cada paso se relaciona estrechamente con el estudio del instinto en los animales
y con los ritos y creencias de los pueblos primitivos, tiene un aspecto ético-ilosóico distintivo con un
sabor de folclore y de evolución religiosa, en ocasiones con una mezcla de cotilleo y tradición de guardería, pero posee un amplio lado práctico en la pedagogía de todas las etapas. Tiene todas las ventajas
y las desventajas menos graves de sus múltiples facetas (Hall, 1900, p. 689).
A pesar de la elogiosa descripción de Hall, la amplitud del alcance del Movimiento para el Estudio
del Niño al inal contribuyó a su ruina.
Metas y métodos. La necesidad del estudio del niño fue percibida por profesores, padres y otras personas que creían que la enseñanza y la crianza infantil podían mejorar si se lograba una comprensión
adecuada de los niños. Una meta importante del estudio del niño era apoyar a la educación (Davidson
y Benjamin, 1987). Antes del Movimiento para el Estudio del Niño predominaba la creencia de que era
la enseñanza la que permitía adquirir conocimiento sobre él. Por el contrario, quienes abogaban por
el estudio del niño creían que dicho conocimiento se debería adquirir antes de la enseñanza para que
la educación fuera más exitosa y satisfactoria. “Desde este punto de vista es claro que el profesor debe
conocer dos cosas: 1) la materia de estudio que debe enseñar, y 2) la naturaleza y capacidad de las
mentes en que debe arraigar ese tema de estudio” (Hall, 1900, p. 699). El Movimiento para el Estudio
del Niño ayudó a establecer en las universidades escuelas de educación con vínculos fuertes con las
escuelas públicas.
Otra meta era descubrir el conocimiento que ayudara a la crianza (Davidson y Benjamin, 1987).
Al comprender el desarrollo infantil, los padres estarían en mejor posición para asegurar que sus hijos
desarrollaran todo su potencial.
Dada su estrecha relación con la psicología, el Movimiento para el Estudio del Niño también tenía
una agenda de investigación. En primer lugar estaba la necesidad de entender mejor a los niños a
través de las pruebas. Hall elaboró un cuestionario exhaustivo y otros siguieron su ejemplo. Se utilizaron otros métodos de investigación, como la observación naturalista, las pruebas de aptitudes y de
capacidad, y los estudios psicofísicos de la visión y la percepción.
Críticas. El Movimiento para el Estudio del Niño hizo varias contribuciones a la psicología y la educación.
Una contribución fue la biografía del bebé, que constaba de una serie de observaciones de un solo niño
durante un periodo prolongado. Las biografías de bebés proporcionaron informes detallados de las acciones, respuestas y verbalizaciones de los niños y destacaban los cambios que se daban en los procesos
con el desarrollo. Este tipo de investigación longitudinal que utiliza observaciones naturalistas es común
en la actualidad, en especial para los investigadores interesados en los infantes y los niños pequeños.
Una segunda contribución fue el uso de los niños como participantes en la investigación. Los métodos experimentales de la nueva ciencia de la psicología se aplicaban a los niños cada vez con mayor
frecuencia. El Movimiento para el Estudio del Niño contribuyó a la creencia de que los niños podían
ser participantes legítimos en la investigación. La acumulación de los resultados de las investigaciones
hizo necesario contar con lugares en que pudieran ser publicados y presentados, lo que dio lugar a la
fundación de nuevas revistas y asociaciones profesionales.
El Movimiento para el Estudio del Niño también inluyó en la formación de los profesores. Las
escuelas normales y las escuelas de educación en las universidades cambiaron para ofrecer entrenamiento de alta calidad a los profesores en formación, de modo que al graduarse pudieran asumir las
tareas de enseñanza. Igual que en otras profesiones, la enseñanza se beneició de los programas de
educación para docentes con raíces irmes en la teoría e investigación educativa.
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Desarrollo
449
Por último, el Movimiento para el Estudio del Niño llenó un importante vacío público. La gente
quería información acerca de los niños y los defensores del estudio del niño la exigieron (Davidson
y Benjamin, 1987). Los profesionales del cuidado de los niños, como los profesores y los trabajadores sociales, sintieron que necesitaban más información para realizar mejor su trabajo. El aumento
de revistas publicadas dio lugar a la publicación de artículos sobre las maneras de enseñar materias
escolares especíicas. En lo que respecta a los métodos de enseñanza, el énfasis en la práctica y la recitación disminuyó en la medida en que se daba a los niños mayor libertad de expresión y exploración
de intereses, incluyendo al juego. En resumen, el Movimiento para el Estudio del Niño tuvo un efecto
humanizante en la práctica educativa.
A pesar de esas contribuciones, algunos psicólogos y educadores criticaron la solidez del
Movimiento para el Estudio del Niño. Aunque supuestamente se basaba en la investigación, la validez
de muchos estudios de los niños se ponía en tela de juicio debido a debilidades en los métodos e instrumentos de evaluación. Era común que los padres y los profesores recabaran los datos, y aunque en
la actualidad dicha investigación participativa es común, en el tiempo de Hall enfrentaba la oposición
de muchos profesionales que consideraban que únicamente los expertos capacitados debían recabar
los datos.
Quizá el principal problema con el Movimiento para el Estudio del Niño fuese el mismo que afectó
al funcionalismo (véase el capítulo 1). Su área de interés era demasiado amplia para poder mantenerse
unida. El Movimiento para el Estudio del Niño era una amalgama de individuos con intereses y agendas
diversos, investigadores, profesionales, padres, proveedores de cuidado infantil y administradores. Por
tratar de abarcar demasiado logró muy poco. La desvinculación de Hall del estudio del niño, aunada
a sus trabajos sobre temas controvertidos, como el castigo corporal y el papel que desempeñan las
mujeres en la educación, generó un vacío de liderazgo. El ascenso del conductismo en la psicología
(véase los capítulos 1 y 3) también contribuyó a la desaparición del movimiento.
No obstante, el legado del estudio del niño sobrevive en varios ámbitos, incluyendo el de la
psicología (educativa, del desarrollo, escolar, experimental infantil y de pruebas mentales), el de
la educación (educación temprana, formación de profesores, educación física y educación especial)
y el de la consejería (trabajo social, orientación vocacional) (Davidson y Benjamin, 1987). A medida
que el estudio del niño se volvió más cientíico, lorecieron nuevos centros de desarrollo infantil en
las universidades.
El Movimiento para el Estudio del Niño causó impacto en muchos individuos que adquirieron
inluencia por derecho propio. John Dewey (véase el capítulo 1) estudió con Hall en la Universidad
de Johns Hopkins y trabajó con otros defensores del estudio de los niños. Arnold Gesell, de quien
hablaremos más adelante en este capítulo, aprovechó el énfasis del estudio del niño en los datos
normativos para producir normas relacionadas con la edad. Edward L. Thorndike (véase el capítulo
3) proporcionó a la investigación educativa una muy necesitada complejidad metodológica y trató de
dar sentido a los descubrimientos de los estudios de investigación sobre el niño. Thorndike continuó
enfatizando la integración del aprendizaje y el desarrollo (Davidson y Benjamin, 1987).
En la década de 1920, el Movimiento para el Estudio del Niño había dejado de ser viable y fue
reemplazado en la psicología por el conductismo. Consideraremos ahora los tipos de teorías del desarrollo que han surgido desde entonces.
PERSPECTIVAS SOBRE EL DESARROLLO
Existen muchos puntos de vista sobre el desarrollo humano. En esta sección examinaremos los más
relevantes para el aprendizaje. Comenzaremos por revisar algunos temas controvertidos y que tienen
una relación directa con el aprendizaje.
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450
Capítulo 10
Tabla 10.1
Temas del desarrollo relevantes para el aprendizaje.
n
Naturaleza frente a crianza. ¿De qué depende más el desarrollo, de la herencia, del ambiente o de una
combinación de ambos?
n
Estabilidad frente a cambio. ¿Los periodos del desarrollo son lexibles o existen algunos periodos críticos en
que deben ocurrir ciertos cambios para que el desarrollo continúe normalmente?
n
Continuidad frente a discontinuidad. ¿El desarrollo ocurre de manera continua a través de cambios
pequeños o los cambios son abruptos y súbitos?
n
Pasividad frente a actividad. ¿Los cambios ocurren independientemente de las acciones de los niños
o estos desempeñan un papel activo en su desarrollo?
n
Estructura frente a función. ¿El desarrollo consta de una serie de cambios en las estructuras o en los
rocesos cognoscitivos?
Temas relevantes para el aprendizaje
Aunque la mayoría de los investigadores estarían de acuerdo con la deinición de desarrollo que se
presentó antes, hay muchas diferencias entre las teorías del desarrollo. La tabla 10.1 presenta algunas
cuestiones con implicaciones para el aprendizaje sobre las cuales hay desacuerdos entre los teóricos
(Meece, 2002; Zimmerman y Whitehurst, 1979), y se revisan a continuación.
Naturaleza frente a crianza. Ésta es una de las controversias más antiguas en la ciencia de la conducta
y se hace evidente en la conversación presentada al inicio de este capítulo entre los profesores de
secundaria. Las teorías diieren en el peso que asignan a la herencia, el ambiente y la combinación
de ambas (interacción) como factores que contribuyen al desarrollo. Las teorías psicoanalíticas resaltan
el papel que desempeña la herencia. Como vimos en la sección anterior, quienes abogaban por el estudio del niño hicieron gran hincapié en la naturaleza emergente del niño (la herencia); sin embargo,
dado que también destacaron la importancia de la buena enseñanza, quedaba implícito que las inluencias ambientales y hereditarias interactúan para afectar el desarrollo. En la conversación del inicio
del capítulo, Darren se inclina decisivamente por la inluencia de la herencia.
Por el contrario, los teóricos conductistas adoptan una postura ambiental extrema. Las condiciones correctas producen aprendizaje, mientras que la herencia solamente es importante porque proporciona las condiciones físicas y mentales que se necesitan para responder a los estímulos del ambiente.
En la plática inicial, Frank parece defender una postura conductista.
Las implicaciones para el aprendizaje son claras. Si suponemos que el desarrollo es principalmente
hereditario, entonces el aprendizaje avanzará a su propio ritmo y no se podrá hacer mucho al respecto. Si consideramos que el ambiente marca una diferencia, entonces podemos estructurarlo de
modo que fomente el desarrollo.
Estabilidad frente a cambio. Las teorías diieren en si deienden que los periodos del desarrollo son
relativamente ijos o son más lexibles. La preparación o lo que los niños pueden hacer o aprender
en varios puntos del desarrollo tiene una relación directa con este tema. Una visión estricta sostiene
que, dado que los periodos del desarrollo son relativamente ijos, en un momento dado sólo son posibles ciertos tipos de aprendizaje. Darren parece apoyar esta postura. Los currículos de la mayoría de
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Desarrollo
451
las escuelas relejan esta idea en cierto grado porque especiican el contenido que se debe enseñar
en ciertos grados particulares.
Otras teorías airman que, dada la gran lexibilidad de los periodos del desarrollo, debería concederse más libertad a los niños para aprender a su propio ritmo. Ésta es la idea que se releja en los
comentarios de Lucía. Por consiguiente, la mayoría de los niños desarrollarán las habilidades requeridas para aprender a leer en primer grado, pero algunos no lo efectuarán y obligarlos a hacerlo
producirá problemas. Por lo tanto, una cuestión fundamental para el aprendizaje es cómo evaluar la
preparación de los niños.
Continuidad frente a discontinuidad. Si el desarrollo avanza de manera continua o discontinua es un
tema de debate. Las teorías conductistas plantean que el desarrollo es continuo. A medida que las
conductas se desarrollan, establecen la base para adquirir nuevos comportamientos. Por el contrario,
la teoría de Piaget (véase el capítulo 6) describe un proceso de discontinuidad. Los cambios de un
modo de pensamiento a otro pueden ocurrir de manera abrupta y los niños diferirán en el tiempo que
permanecen en una etapa particular.
Hablando en términos educativos, es más difícil planear para la discontinuidad, porque las
actividades que son eicaces en un momento del desarrollo de los estudiantes, deben ser modiicadas a
medida que se desarrolla su pensamiento. Las visiones continuas permiten una secuencia mejor ordenada del currículo. Aunque muchos currículos escolares se establecieron asumiendo un desarrollo
continuo, los educadores admiten con facilidad que el proceso rara vez procede sin complicaciones.
Pasividad frente a actividad. Este tema se reiere a si el desarrollo progresa de manera natural o si puede ser facilitado por más y más variadas experiencias. Esto tiene implicaciones importantes para la enseñanza, porque se reiere a la cuestión de qué tan activos deben ser los estudiantes. Si la actividad es
importante, entonces es necesario que las lecciones incluyan actividades prácticas. La pregunta sobre
la posibilidad de acelerar el aprendizaje por medio del modelamiento y la práctica ha sido el tema de
muchas investigaciones con resultados positivos (Rosenthal y Zimmerman, 1978). En la conversación
que se encuentra al inicio del capítulo, Lucía tomó partido por la actividad, mientras que Frank apoyó
una visión más pasiva del aprendizaje.
En contraste con las teorías conductistas que tienen una visión pasiva del aprendizaje, las teorías
cognoscitivas y constructivistas consideran que los estudiantes son activos y contribuyen de manera
importante a su aprendizaje. Esta idea de actividad también se observa en los temas de la motivación
(véase el capítulo 8) y de la autorregulación (véase el capítulo 9).
Estructura frente a función. Las teorías estructurales del desarrollo asumen que el desarrollo humano
consta de una serie de cambios en las estructuras (o esquemas). El desarrollo avanza de una manera
ija e invariante porque cada cambio estructural sigue a otros cambios precedentes. Una suposición
común de las teorías estructurales es que el aprendizaje humano releja la organización general del
conocimiento del individuo (Zimmerman y Whitehurst, 1979). Se hace relativamente menos énfasis en
la conducta porque se asume que es un relejo incompleto de las estructuras de la persona. A menudo,
pero no siempre, las teorías estructurales llaman “etapas” a los diferentes periodos del desarrollo. Los
lectores deben advertir que la etiqueta “etapa” no es una explicación del aprendizaje sino una forma
abreviada de referirse a una constelación de actividades que suelen ocurrir juntas. Los comentarios de
Darren indican una postura estructural.
En contraste, las teorías funcionales del desarrollo no emplean el término etapas, sino que hablan
más bien en términos de los tipos de funciones o procesos que un niño puede realizar en un momento
particular. Se da más peso a la conducta porque la conducta releja funciones. Aunque la mayoría de
los niños terminan con las mismas competencias básicas, el orden y velocidad de desarrollo de las
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452
Capítulo 10
funciones pueden variar. La mayor parte de las visiones contemporáneas del desarrollo son funcionales.
Los comentarios de Lucía relejan una visión funcional del desarrollo. Es posible cierta combinación de
esos dos enfoques; por ejemplo, una teoría estructural podría incluir ciertos elementos funcionales.
Tipos de teorías del desarrollo
Meece (2002) identiicó cinco clases principales de teorías: biológicas, psicoanalíticas, conductuales,
cognoscitivas y contextuales (véase la tabla 10.2), las cuales se revisan a continuación.
Teorías biológicas. Estas teorías presentan el desarrollo humano como un proceso que se despliega. Los
niños avanzan a través de una secuencia de etapas invariantes del desarrollo más o menos al mismo
tiempo. El ambiente proporciona las oportunidades para crecer, pero no ejerce una inluencia directa;
más bien, el desarrollo es determinado abrumadoramente por la genética. El comentario de Darren
acerca del ataque de las hormonas indica una perspectiva biológica del desarrollo.
Uno de los principales defensores de las teorías biológicas fue Arnold Gesell, quien en colaboración con sus colegas publicó normas basadas en la edad para el crecimiento y los cambios conductuales (Gesell e Ilg, 1946; Gesell, Ilg y Ames, 1956). Las normas de Gesell proporcionan expectativas
generales y pueden ser útiles para identiicar a los niños que no se ajustan a las expectativas basadas
en la edad, por ejemplo, un niño de tercer grado que se comporta como un bebé. Al mismo tiempo, la
amplia variación en los cambios del desarrollo que se observa entre los niños signiica que la utilidad
de las normas es limitada. Cuando las normas se utilizan mal y éstas se convierten en criterios para
la preparación del aprendizaje, pueden demorar el progreso educativo. Aunque el crecimiento y la
conducta están correlacionados con el desarrollo cognoscitivo, no son razones válidas para suponer
que los niños no pueden aprender.
La investigación biológica actual se concentra en el grado en que las características cognoscitivas,
conductuales y de personalidad tienen predisposiciones genéticas (véase el capítulo 2). Por consiguiente, la tendencia de los niños a entender el conteo puede ser en gran medida heredada (Geary,
1995; véase el capítulo 7) y la capacidad para adquirir el lenguaje parece ser resultado de una predisposición biológica (Chomsky, 1957; véase los capítulos 2 y 5). Un antiguo debate concierne al grado
Tabla 10.2
Tipos de teorías del desarrollo.
Tipo
Procesos clave del desarrollo
Biológica
Los individuos pasan por una secuencia invariante de etapas; la progresión de las
etapas es determinada en gran medida por la genética.
Psicoanalítica
El desarrollo representa una serie de cambios en la personalidad producidos por la
satisfacción de las necesidades. Las etapas son cualitativamente distintas.
Conductual
El desarrollo representa cambios en las conductas producidos por condicionamiento,
los cambios son continuos y cuantitativos.
Cognoscitiva
El desarrollo representa cambios en las estructuras o procesos mentales que
ocurren a medida que los individuos asimilan información y construyen mentalmente
entendimientos.
Contextual
Los factores sociales y culturales inluyen en el desarrollo; los cambios en las
personas o situaciones interactúan con otros cambios e inluyen en ellos.
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Desarrollo
453
en que la inteligencia es heredada. Los investigadores siguen explorando para encontrar cómo la
genética y los factores ambientales interactúan para inluir en el desarrollo (Plomin, 1999).
Teorías psicoanalíticas. Las teorías psicoanalíticas enfatizan la satisfacción de necesidades que diieren
en función del nivel de desarrollo (Meece, 2002). Se considera que el desarrollo es una serie de cambios
progresivos en la personalidad, que emerge a medida que los niños tratan de satisfacer sus necesidades.
Los niños pasan por una serie de etapas, cada una de las cuales es cualitativamente distinta de las precedentes. Los niños interactúan con sus entornos para satisfacer sus necesidades y el éxito que tengan
al resolver los conlictos asociados con la satisfacción de sus necesidades inluye en su personalidad.
Dos reconocidos teóricos psicoanalíticos fueron Sigmund Freud y Erik Erikson. Freud (1966)
creía que la estructura básica de la personalidad del niño se establecía durante los primeros cinco
años de vida. Por otro lado, Erikson (1963) creía que el desarrollo es un proceso permanente, por lo
que planteó etapas del desarrollo en la vejez. Las teorías psicoanalíticas hacen hincapié en el papel que
desempeñan los factores innatos en el desarrollo. Las necesidades son innatas y la manera en que se
resuelven inluye en el desarrollo. Se resta importancia al papel del aprendizaje en el desarrollo a favor
de la solución de necesidades.
Las teorías psicoanalíticas tienen su parte de problemas. Igual que en otras teorías de etapas,
como la de Piaget, que se revisa en el capítulo 6, la progresión de las etapas a menudo varía tanto de
un niño a otro que es difícil utilizar teorías para explicar el desarrollo. Aunque las necesidades y conlictos descritos por las teorías psicoanalíticas son bien conocidas por los padres, cuidadores y profesores, se deja abierta la manera en que se pueden resolver con éxito. En consecuencia, no queda claro
cómo otras personas signiicativas en la vida de los niños pueden contribuir mejor a su desarrollo. Por
ejemplo, ¿deberían los adultos solucionar todas las necesidades de los niños o enseñarles habilidades
de autorregulación a in de que éstos empiecen a satisfacer sus propias necesidades? Las teorías que
ofrecen predicciones más claras acerca del desarrollo, y en especial del papel del aprendizaje, tienen
mayor aplicabilidad a la educación.
Teorías conductuales. En contraste con el énfasis que ponen las teorías biológicas y psicoanalíticas
en los factores innatos, las teorías conductuales, si bien reconocen las capacidades del desarrollo,
plantean que el desarrollo se puede explicar con los mismos principios que explican otras conductas.
Los principales cambios en el desarrollo ocurren como un resultado del condicionamiento (véase los
capítulos 1 y 3). Las teorías conductuales representan una postura de continuidad: a lo largo del tiempo
ocurren pequeños cambios. Los cambios del desarrollo pueden verse mejor en términos cuantitativos:
los niños aprenden a hacer más en menos tiempo. El mecanismo principal del aprendizaje es el moldeamiento de nuevas conductas por medio del reforzamiento diferencial de aproximaciones sucesivas
a la conducta objetivo (véase el capítulo 3).
Las teorías conductuales no especiican periodos críticos en el desarrollo. La capacidad para
aprender se mantiene durante todo el ciclo de vida. También destacan que los principales cambios en
la conducta provienen del ambiente, que proporciona los estímulos a los que responden los niños y
el reforzamiento y castigo como consecuencias de sus acciones. Los comentarios que formula Frank
en la conversación inicial indican una visión conductual del desarrollo. Las teorías conductuales restan
importancia al papel que desempeñan los factores personales asociados con los aprendices, como los
pensamientos y las emociones y a la interacción entre los aprendices y sus entornos. En consecuencia,
esas teorías consideran la autorregulación como el establecimiento de contingencias de autorreforzamiento. Como se señaló en el capítulo 3, los métodos conductuales suelen ser de utilidad en la
enseñanza y el aprendizaje, pero las explicaciones del aprendizaje y el desarrollo basadas en el condicionamiento son incompletas porque niegan el papel que desempeñan las inluencias personales.
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454
Capítulo 10
Teorías cognoscitivas. A partir del trabajo de Piaget al inicio de la década de 1960 (véase el capítulo
6), las teorías cognoscitivas han adquirido importancia en el campo del desarrollo humano. Las teorías
cognoscitivas se enfocan en cómo los niños construyen su comprensión de sí mismos y del mundo
que los rodea (Meece, 2002). Las teorías cognoscitivas son constructivistas (véase el capítulo 6) y proponen que la comprensión no es automática. No son los demás quienes transmiten la información que
los niños procesan de manera mecánica, son más bien los niños quienes asimilan la información y
formulan su propio conocimiento. Son buscadores y procesadores activos de la información. Las teorías cognoscitivas son interactivas porque explican el desarrollo en términos de las interacciones entre
los factores personales, conductuales y ambientales. En la plática inicial, los comentarios de Lucía acerca de hacer al aprendizaje más signiicativo indican una perspectiva cognoscitiva. Las teorías cognoscitivas más destacadas son las teorías de Piaget, de Bruner y de Vygotsky, así como la del procesamiento
de información y la cognoscitiva-social.
En este capítulo, se analizan la teoría de Bruner y la teoría contemporánea del procesamiento de
información. En el capítulo 6 se revisaron las teorías de Piaget y de Vygotsky como parte del constructivismo. La teoría cognoscitiva-social de Bandura (1986, 1997) se describe en los capítulos 4, 8 y
9. En lo que respecta al desarrollo, los planteamientos principales de la teoría de Bandura son que
el funcionamiento personal representa un proceso de reciprocidad triádica en el que los factores
personales, las conductas y las inluencias del ambiente interactúan y se inluyen entre sí. La teoría
cognoscitiva-social también enfatiza que gran parte del aprendizaje ocurre de manera vicaria a través
de la observación de los demás. Los estudios sobre la tradición cognoscitiva-social destacan la importancia del modelamiento y la práctica guiada como facilitadores de los cambios y de la adquisición de
las habilidades cognoscitivas (Rosenthal y Zimmerman, 1978).
Algunas teorías cognoscitivas, como la de Piaget y la del procesamiento de la información, con excepción de las teorías de Vygotsky y la cognoscitiva-social, han sido criticadas porque tienden a enfatizar el
papel que desempeña el aprendiz y a restar importancia a la inluencia del ambiente social. Un problema
de las teorías constructivistas es la vaguedad de su explicación de cómo se construye el conocimiento.
Teorías contextuales. Estas teorías destacan los papeles que desempeñan los factores sociales y culturales. La evidencia que apoya este punto de vista proviene de comparaciones transculturales que
muestran gran variabilidad en los patrones de desarrollo, así como de estudios que demuestran dicha
variabilidad incluso al interior de las sociedades (Meece, 2002). Es evidente que las prácticas sociales
desempeñan un papel importante en el desarrollo.
Bronfenbrenner (1979) propuso un bien conocido modelo contextual que plantea que el mundo
social infantil se puede concebir como un conjunto de círculos concéntricos en los que el niño ocupa
el punto común de tres círculos que se cruzan: la escuela, los compañeros y la familia. Fuera de esos
círculos, hay un círculo más grande que contiene al vecindario, la familia extensa, la comunidad, la
iglesia, el lugar de trabajo y los medios de comunicación. El círculo más exterior contiene inluencias
como las leyes, los valores culturales, los sistemas políticos y económicos y las costumbres sociales.
El modelo supone que los cambios en un nivel pueden afectar a los otros niveles, de modo que los
cambios físicos en los niños pueden modiicar sus grupos sociales, que a su vez son afectados por
los valores culturales. El modelo es altamente interactivo y permite comprender la complejidad de las
inluencias sobre el desarrollo humano y sus efectos.
Las teorías cognoscitivas y contextuales enfatizan que los niños son constructores activos del
conocimiento y que el desarrollo es un proceso continuo durante todo el ciclo de vida. Las teorías
contextuales destacan la naturaleza modiicada de los patrones sociales y la forma en que estos llevan
a los niños a diferentes interacciones con los compañeros y los adultos. El desarrollo cognoscitivo
ocurre en gran medida como consecuencia de esas interacciones. A su vez, las conductas de los niños
modiican los ambientes. Por consiguiente, los niños pueden desarrollar nuevos intereses que cambian
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Desarrollo
455
los grupos de compañeros con los que están estrechamente vinculados. Algunas teorías cognoscitivas,
como la de Vygotsky y la cognoscitiva-social, también son de naturaleza contextual.
Las teorías contextuales suelen ser vagas en sus predicciones de la manera en que los cambios
en algunos aspectos pueden inluir en el desarrollo, y viceversa. También pueden ser muy complejas
al plantear una gran cantidad de variables que se inluyen entre sí. Esta situación hace difícil realizar
investigaciones. A pesar de esas limitaciones, las teorías contextuales dirigen la atención a la necesidad
de estudiar el gran número de factores involucrados en el desarrollo humano.
Teorías estructurales
Como antes se mencionó, una cuestión en el estudio del desarrollo humano es si representa cambios
en las estructuras o en las funciones cognoscitivas. La mayor parte de las visiones contemporáneas
plantean cambios en las funciones, pero las teorías estructurales han ocupado un lugar destacado en
la disciplina.
Las teorías estructurales proponen que el desarrollo involucra cambios en las estructuras cognoscitivas o esquemas. La información aprendida, es decir, que ingresa a la estructura, puede ayudar a
modiicarla. Esas teorías no equiparan las estructuras con ubicaciones físicas en el cerebro, sino que
las interpretan como constelaciones de capacidades o medios característicos de procesamiento de la
información.
En esta sección se describen dos teorías estructurales relevantes para el aprendizaje: la teoría psicolingüística de Chomsky (1957) y la teoría clásica del procesamiento de la información (Atkinson y
Shiffrin, 1968). La teoría de Piaget (véase el capitulo 6) es otra destacada teoría estructural.
Teoría psicolingüística. Chomsky (1957, 1959) propuso una teoría sobre la adquisición del lenguaje
basada en un sistema de gramática transformacional. De acuerdo con Chomsky, el lenguaje se puede
diferenciar en dos niveles, una estructura supericial maniiesta, que involucra el habla y la sintaxis, y
una estructura profunda encubierta que incluye el signiicado. Una sola estructura profunda se puede representar mediante múltiples estructuras supericiales. Para ilustrar esta distinción suponga que
Rhonda está jugando básquetbol con Steve. El signiicado se podría representar en la memoria como
proposiciones de la siguiente forma:
Rhonda-está jugando básquetbol (con)- Steve
Este signiicado podría traducirse en varias estructuras supericiales (palabras y oraciones), como
las siguientes:
n
n
n
n
Rhonda está jugando básquetbol con Steve.
Steve está jugando básquetbol con Rhonda.
¿Rhonda? Está jugando básquetbol con Steve.
Rhonda y Steve están jugando básquetbol.
La gramática transformacional de Chomsky contiene un conjunto de reglas que la gente supuestamente utiliza para transformar diversas estructuras supericiales en el mismo signiicado (estructura
profunda). Se supone que las estructuras profundas forman parte de la estructura genética del individuo. Por lo tanto, el desarrollo del lenguaje involucra la capacidad progresiva para establecer una
relación entre las estructuras supericiales y las estructuras profundas correspondientes.
Es importante advertir que las reglas no permiten todas las transformaciones. Por lo tanto, “básquetbol Steve Rhonda jugando” no tiene relación con una estructura profunda y ninguna estructura
profunda podría generar semejante estructura supericial. Chomsky (1957) propuso la existencia de
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456
Capítulo 10
un dispositivo para la adquisición del lenguaje (DAL) que tiene la capacidad de formar y veriicar las
reglas de transformación que dan cuenta del lenguaje maniiesto (hablado y escrito). Se supone que
este dispositivo es innato; los niños están dotados con estructuras profundas y un dispositivo para la
adquisición del lenguaje que puede modiicar la naturaleza de las estructuras profundas, pero solamente de maneras ijas.
La teoría de Chomsky explica el desarrollo del lenguaje en términos de estructuras que cambian
de maneras predecibles. El apoyo empírico para el dispositivo para la adquisición del lenguaje (DAL)
es desigual. Moerk (1989) airmó que no se requería de dicho dispositivo para explicar el desarrollo
lingüístico y resumió la investigación que demostraba que otras personas signiicativas en el ambiente
del niño, como los padres, hermanos y cuidadores, cumplían la función del DAL al contribuir al
desarrollo del lenguaje. En lugar de que dicho dispositivo fuese un mediador entre las instancias del
lenguaje y el desarrollo de una gramática formalizada, Moerk encontró evidencia de que el modelamiento, principalmente de la madre, se relacionaba con la rapidez con que se adquiría el lenguaje. Las
madres presentan a sus hijos expresiones verbales sencillas, como “este es un perro”, muchas veces
de manera abreviada, por ejemplo cuando señalan al animal y dicen “perro”. Este tipo de lenguaje,
conocido como habla infantil, descompone las ideas complejas en expresiones simples y a partir de
éstas construye oraciones complejas.
Además, las madres tienden a repetir las expresiones y dicha repetición crea estructuras invariantes en la mente de sus hijos. Las madres no sólo modelan las expresiones, también realizan por sus
hijos buena parte del procesamiento de información manteniendo la accesibilidad del lenguaje mediante la repetición y reformulación de sus expresiones en oraciones complejas, como cuando el niño
dice “leche” y su madre responde: “¿Quieres leche?”.
Moerk concluyó que, dado que las madres, o en términos más generales, los cuidadores principales, realizan todas las funciones atribuidas al dispositivo para la adquisición del lenguaje, no se
necesita una estructura lingüística especial para explicar el aprendizaje del lenguaje. La explicación de
Moerk es más funcional que estructural, porque da cuenta de la adquisición del lenguaje en términos
de las funciones desempeñadas por las personas signiicativas en el ambiente. Este es un ejemplo de
los trabajos publicados en el campo del desarrollo sobre la aplicación de explicaciones estructurales
y funcionales para dar cuenta del mismo fenómeno.
Teoría clásica del procesamiento de información. La teoría clásica del procesamiento de información ofrece otra explicación estructural del desarrollo. El modelo, que se presentó en el capítulo 5,
se basa en gran medida en el trabajo innovador de Atkinson y Shiffrin (1968, 1971). Este modelo
supone que la computadora es una metáfora útil del funcionamiento de la mente humana. Los
componentes de la computadora, con el procesamiento de información correspondiente, incluyen:
la entrada (los registros sensoriales), el procesamiento inmediato (la memoria de trabajo, MT), el
almacenamiento (la memoria a largo plazo, MLP), la salida (la respuesta) y la programación (proceso
ejecutivo y procesos de control).
La analogía entre las estructuras de la mente y la computadora es útil. Aunque las estructuras de
la mente no necesariamente corresponden a ubicaciones físicas (lo que signiica que las operaciones realizadas pueden ocurrir en múltiples lugares), están restringidas en términos de lo que hacen.
Una vez que la información entra al sistema es procesada de manera lineal, es decir, sigue una ruta
determinada por su contenido, lo cual deja poco espacio para el impacto ambiental (Zimmerman y
Whitehurst, 1979). La operación de la estructura en buena medida está programada de antemano.
El cambio del desarrollo ocurre en la capacidad y eiciencia del procesamiento. Mediante el uso
de estrategias como el repaso y la organización, los aprendices mayores, en comparación con los
más jóvenes, pueden retener más información en la memoria de trabajo, relacionarla mejor con la
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Desarrollo
457
información que tienen en la memoria a largo plazo y formar redes de memoria más extensas.
Con el desarrollo se automatiza el procesamiento de la información de las actividades rutinarias. La
enseñanza ayuda a mejorar el procesamiento, como cuando los profesores ayudan a los estudiantes
a aprender y a utilizar estrategias de aprendizaje (véase el capítulo 9).
En el capítulo 5 se revisan las diicultades del modelo clásico. El modelo supone que la información es procesada de manera lineal y serial, aunque la experiencia muestra que la gente puede procesar múltiples entradas de manera simultánea; por ejemplo, es capaz de realizar al mismo tiempo diversas tareas, como hablar por teléfono y escribir un correo electrónico. La idea de “procesos de control”
es vaga. Quizá la mayor diicultad tiene que ver con la forma en que se desarrolla el procesamiento. La
maduración y el aprendizaje son importantes, pero la teoría no aborda de manera adecuada muchos
de los temas cruciales presentados al inicio del capítulo. Una perspectiva contemporánea del procesamiento de la información sobre el desarrollo, que veremos más adelante, está en mejor posición para
tratar esas cuestiones.
Ahora veremos la teoría del crecimiento cognoscitivo de Bruner, que al igual que la teoría de
Piaget, es una teoría constructivista porque plantea que la gente forma o construye buena parte de lo
que aprende y entiende.
TEORÍA DEL CRECIMIENTO COGNOSCITIVO DE BRUNER
Jerome Bruner, un psicólogo del desarrollo, planteó una teoría del crecimiento cognoscitivo (Lutkehaus,
2005) en la cual, en lugar de relacionar los cambios del desarrollo con estructuras cognoscitivas como
hiciera Piaget, destacó las diversas formas en que los niños representan el conocimiento. Su visión representa una explicación funcional del desarrollo humano y presenta implicaciones importantes para
la enseñanza y el aprendizaje.
Representación del conocimiento
De acuerdo con Bruner (1964): “El desarrollo del funcionamiento intelectual humano, desde la infancia hasta la perfección que puede alcanzar, es determinado por una serie de avances tecnológicos en
el uso de la mente” (p. 1). Esos avances tecnológicos dependen de una facilidad cada vez mayor en el
uso del lenguaje y la exposición a la instrucción sistemática (Bruner, 1966). A medida que los niños se
desarrollan, sus acciones son menos restringidas por los estímulos inmediatos. Los procesos cognoscitivos, como los pensamientos y las creencias, median la relación entre el estímulo y la respuesta, de
modo que los aprendices pueden seguir respondiendo igual en un ambiente cambiante o responder
de diferentes maneras en el mismo ambiente, dependiendo de lo que consideren más adaptativo.
La gente representa el conocimiento en tres modalidades que surgen en una secuencia de desarrollo: por medio de la acción, icónica y simbólica (Bruner, 1964; Bruner, Olver y Greenield, 1966).
Esas modalidades no son estructuras sino formas distintas de procesamiento cognoscitivo, es decir,
funciones; véase la tabla 10.3).
La representación por medio de la acción implica respuestas motrices o formas de manipular el
ambiente. Las acciones como andar en bicicleta o hacer un nudo se representan en buena parte en
acciones musculares. Los estímulos son deinidos por las acciones que los provocan. Entre los niños
pequeños una pelota (un estímulo) se representa como algo que se lanza y se hace rebotar (acciones).
La representación icónica se reiere a imágenes mentales sin acciones. Los niños adquieren la
capacidad para pensar en objetos que no están físicamente presentes. Transforman los objetos a nivel
mental y piensan en sus propiedades de manera separada de las acciones que se pueden realizar con
ellos. La representación icónica permite reconocer los objetos.
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458
Capítulo 10
Tabla 10.3
Modalidades de
representación del
conocimiento según
Bruner.
Modalidad
Tipo de representación
Por medio de la acción
Respuestas motrices; formas de manipular los objetos
y aspectos del ambiente.
Icónica
Imágenes mentales sin acciones; propiedades visuales
de los objetos y los eventos que pueden ser modiicadas.
Simbólica
Sistemas de símbolos remotos y arbitrarios (por ejemplo,
el lenguaje y la notación matemática).
La representación simbólica utiliza sistemas de símbolos, como el lenguaje y la notación matemática, para codiicar el conocimiento. Dichos sistemas permiten entender conceptos abstractos, por
ejemplo, la variable x en 3x – 5 = 10, y modiicar la información simbólica como resultado de la instrucción verbal. Los sistemas simbólicos representan conocimiento con características remotas y arbitrarias. La palabra “Filadelia” no es más parecida a la ciudad que una sílaba sin sentido (Bruner, 1964).
La modalidad simbólica es la última en desarrollarse y muy pronto se convierte en la preferida,
aunque la gente conserva la capacidad para representar el conocimiento por medio de la acción y en
la modalidad icónica. El aprendiz podría experimentar la sensación de una pelota de tenis, formarse
una imagen mental de ella y describirla en palabras. La principal ventaja de la modalidad simbólica
es que permite a los aprendices representar y transformar el conocimiento con mayor lexibilidad y
fuerza de lo que es posible con las otras modalidades (Bruner, 1964).
Currículo en espiral
El hecho de que el conocimiento puede ser representado de diferentes maneras sugiere que los profesores deberían considerar la posibilidad de introducir variaciones en la enseñanza dependiendo de
los niveles de desarrollo de los aprendices. Antes de que los niños puedan comprender la notación
matemática abstracta, pueden ser expuestos a los conceptos y las operaciones matemáticas representándolas por medio de acciones (con cubos) y de iconos (con imágenes). Bruner enfatizó la enseñanza como un medio de provocar el desarrollo cognoscitivo. Decir que un concepto particular no se
puede enseñar porque los estudiantes no lo van a entender se podría interpretar como que no están
preparados para aprenderlo, pero lo que en realidad signiica es que la manera en que el profesor
planea enseñarlo no es la adecuada para que lo entiendan. Es necesario adecuar la instrucción a las
capacidades cognoscitivas de los niños.
Bruner (1960) es bien conocido por su polémica propuesta de que se puede enseñar de manera
signiicativa cualquier contenido a aprendices de cualquier edad:
La experiencia de la década anterior señala el hecho de que nuestras escuelas pueden estar desperdiciando años muy valiosos al posponer la enseñanza de muchos temas importantes aduciendo que
son demasiado difíciles… Los fundamentos de cualquier materia se pueden enseñar de alguna forma
a cualquier persona de cualquier edad… Las ideas básicas que radican en el centro de toda ciencia
y matemáticas, y de los temas básicos que dan forma a la vida y la literatura, son tan sencillas como
poderosas. Para tener control de esas ideas básicas y usarlas de manera eicaz se requiere profundizar
continuamente en la comprensión de dichas ideas, lo cual es producto de aprender a usarlas de formas
cada vez más complejas. Esas ideas básicas tan sólo están fuera del alcance del niño pequeño cuando
se le plantean en términos formales, como las ecuaciones, o en conceptos verbales complejos que el
aprendiz no ha entendido primero de manera intuitiva y que no ha tenido la oportunidad de probarlos
por sí mismo (pp. 12-13).
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Desarrollo
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La propuesta de Bruner puede ser malinterpretada para indicar que se puede enseñar cualquier
cosa a aprendices de cualquier edad, lo cual no es verdad. Bruner recomendaba volver a revisar el
contenido. Al inicio, los conceptos deben enseñarse de una manera sencilla que los niños puedan
entender e incrementar la complejidad de la representación a medida que avanza el desarrollo. En la
literatura, aunque los niños no pueden describir en términos literarios los conceptos de “comedia” Y
“tragedia”, sí los entienden de manera intuitiva, saben, por ejemplo, que “las comedias son divertidas
y las tragedias son tristes”. Al avanzar el desarrollo los estudiantes podrán leer, analizar y escribir trabajos sobre comedias y tragedias; y a medida que avancen en el currículo, deberán tocar temas con
crecientes niveles de complejidad en lugar de encontrarse con un tema una sola vez.
La teoría de Bruner es constructivista porque supone que los aprendices de cualquier edad asignan signiicado a los estímulos y eventos con base en sus capacidades cognoscitivas y sus experiencias
en los ambientes sociales y físicos. Aunque la teoría de Bruner no es de etapas, sus modalidades de
representación tienen cierta semejanza con las operaciones que realizan los estudiantes durante las
etapas de Piaget (por ejemplo, sensoriomotriz-por medio de la acción, operaciones concretas-icónicas,
operaciones formales-simbólicas; véase el capítulo 6). La teoría de Bruner también permite que los
conceptos se representen mentalmente de múltiples maneras al mismo tiempo. Un adolescente sabe
cómo lanzar una pelota de básquetbol, puede visualizar su apariencia y calcular su circunferencia con
la fórmula c = πd. La aplicación 10.1 ofrece algunos ejemplos de la aplicación de las ideas de Bruner
a la enseñanza y el aprendizaje.
APLICACIÓN 10.1
Modalidades de representación del conocimiento
La teoría de Bruner explica de manera detallada
las formas en que los estudiantes pueden representar el conocimiento y recomienda la repetición
del aprendizaje por medio de un currículo en espiral. Una buena aplicación se encuentra en las
matemáticas. Antes de que los aprendices puedan
comprender la notación matemática abstracta, los
profesores deben asegurarse de que entienden los
conceptos por medio de la acción y de manera
icónica. Kathy Stone, que enseña a un grupo de
tercer grado, trabaja con los profesores de segundo
y cuarto grado cuando prepara sus unidades de
matemáticas para el año escolar. El objetivo de esto
es asegurarse de que sus alumnos entiendan los
conceptos previos antes de enfrentar los nuevos e
introducir ideas que serán desarrolladas más a fondo el año siguiente. Cuando presenta la multiplicación a sus alumnos de tercer grado, comienza por
revisar la suma y conteo por los multiplicadores
(por ejemplo, 2, 4, 6, 8; 4, 8, 12, 16). Luego hace
que sus alumnos trabajen con medios didácticos
manipulables (representación por medio de la acción) y les proporciona una representación visual
(icónica) de la multiplicación. Al inal presenta problemas de modo simbólico, por ejemplo, 4 × 2 = ?
Jim Marshall examina el currículo y las guías, y
se reúne con profesores de secundaria para determinar el material sobre historia de Estados Unidos
que ha sido revisado antes de tercero de secundaria. Cuando desarrolla las unidades, empieza
la primera lección revisando el material que los
alumnos estudiaron antes y les pide que compartan lo que recuerden. Una vez que evalúa el nivel
de dominio de los estudiantes, se basa en esa unidad para agregar material nuevo. Por lo general
en su enseñanza emplea todas las modalidades de
representación del conocimiento: por medio de la
acción (intercambio de papeles y dramatización),
de iconos (imágenes y videos) y de símbolos (materiales impresos y sitios en Internet).
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Capítulo 10
TEMAS CONTEMPORÁNEOS DEL DESARROLLO
En el curso de los años anteriores, el procesamiento de la información se volvió prioritario en el estudio psicológico del desarrollo humano (Samuelson y Smith, 2000). El procesamiento de la información
se enfoca más en las funciones que en las estructuras. En esta sección se resumen los cambios que
ocurren en las funciones de atención, codiicación y recuperación, así como en la metacognición.
Con el desarrollo mejoran esos procesos y la velocidad con la que los niños pueden realizarlos (Kail
y Ferrer, 2007). Otros temas contemporáneos que se revisan en esta sección son la instrucción apropiada para el desarrollo y las transiciones en los niveles escolares.
Cambios con el desarrollo
Atención. A los niños pequeños se les diiculta permanecer atentos y atender a la información relevante más que a la irrelevante. También tienen diicultades para cambiar con rapidez la atención de una
a otra actividad. La capacidad para controlar la atención contribuye a mejorar la memoria de trabajo
(Swanson, 2008). Corresponde a los profesores advertir a los estudiantes del grado de atención que se
necesita para aprender. Los resúmenes y las guías de estudio pueden funcionar como organizadores
avanzados e informar a los aprendices sobre los tipos de información que serán importantes. Mientras
los estudiantes están trabajando, los docentes pueden usar indicadores, preguntas y retroalimentación
para ayudarlos a mantenerse concentrados en los aspectos importantes de la tarea (Meece, 2002).
Codiicación y recuperación. Una forma sencilla en que el investigador puede evaluar el procesamiento
de información de los niños es utilizando una tarea de retención de dígitos. En esta tarea el investigador
lee una serie de dígitos, por ejemplo, 5-3-8-10-2-9, a una tasa de un dígito por segundo, y cuando termina le pide al niño que trate de repetir la secuencia. Un niño promedio de cinco años puede repetir
cuatro dígitos con precisión; una cantidad que aumenta a seis o a siete cuando llega a la edad de 12
años (Meece, 2002).
En esta mejora del desarrollo subyacen capacidades de procesamiento de información y procesos cognoscitivos que seguramente interactúan: conforme aumentan las capacidades para procesar
información, es posible aplicar mejores procesos cognoscitivos. Por ejemplo, a medida que aumentan las capacidades de atención, codiicación y almacenamiento de los niños, los que emplean
mejores estrategias para atender, repasar, organizar y recuperar demuestran un mayor desarrollo
cognoscitivo.
La mayor parte de los procesos cognoscitivos básicos del niño están ya en operación en la primera infancia. A partir de este punto, los cambios en el desarrollo implican sobre todo aprender a utilizar mejor, y de una forma más eiciente, los procesos perceptuales y de atención existentes. Algunos
de los cambios más importantes incluyen la capacidad para hacer discriminaciones inas entre objetos
estímulo, el desarrollo de la automaticidad y la atención selectiva, así como de la capacidad para ejercer control sobre los procesos de atención (Meece, 2002).
La automaticidad es una función importante (véase el capítulo 5). La atención automática signiica que los niños eliminan gradualmente la atención como un proceso cognoscitivo activo. Cuando
la atención se convierte en automática, se necesita menos esfuerzo cognoscitivo en las primeras
etapas del procesamiento de información, por lo que los niños pueden dirigir su esfuerzo a donde
se necesite. Por ejemplo, cuando la decodiicación se vuelve automática, es posible dedicar más procesamiento cognoscitivo a la comprensión. Los malos lectores, para quienes la decodiicación no es
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Desarrollo
461
automática, dedican mucho esfuerzo a decodiicar, lo cual podría afectar la comprensión de lo que
están leyendo.
Muchas investigaciones del desarrollo se han enfocado en las estrategias que usan los niños en la
codiicación, retención y recuperación. El capítulo 5 analiza la utilidad de tener representaciones mentales de los eventos o guiones que se repiten a menudo (Wellman, 1988), que crean predictibilidad en
el mundo del niño y organizan la información para un procesamiento más rápido. Con la experiencia
los niños adquieren un repertorio más grande de guiones (Flavell, 1985).
Los niños también mejoran en su conocimiento y uso de estrategias de codiicación (Matlin,
2009). El repaso aparece temprano y mejora a medida que los niños se hacen mayores (Flavell, Beach
y Chinsky, 1966). En otras áreas, como la organización y elaboración (véase el capítulo 5), el uso de
estrategias de los niños mejora con la edad. Esas estrategias se pueden enseñar y mejoran la memoria
y comprensión de los niños (Meece, 2002).
En lo que respecta a la recuperación, los niños mayores usan mejores estrategias que los más
pequeños (Flavell, 1985). Por ejemplo, los niños mayores tienen más probabilidades de realizar una
búsqueda exhaustiva en la memoria y de no rendirse cuando la información que necesitan no llega
a la mente de inmediato. Los niños mayores también han aprendido diferentes formas de acceder a
la información, como pensar en otras situaciones en las que la información puede ser útil. Aunque el
cambio de estrategia suele ocurrir con lentitud en los niños, cabe la posibilidad de que adopten nuevas estrategias cuando éstas conducen a soluciones sistemáticamente más exactas que las que están
usando (Siegler y Svetina, 2006).
Metacognición. Muchas investigaciones del desarrollo han explorado la comprensión de los niños
sobre la cognición o metacognición (Flavell, 1999). La comprensión metacognoscitiva aumenta considerablemente entre los 5 y los 10 años de edad (Siegler, 1991). Las mejoras metacognoscitivas son
el sello distintivo del desarrollo a medida que los niños adquieren métodos para supervisar su nivel
de entendimiento, para plantearse preguntas acerca de lo que leyeron y para resumir la información.
Aprenden qué estrategias usar para diferentes tareas y con el desarrollo aumentan las probabilidades
de que crean que usar estrategias conduce a un mejor desempeño (Paris et al., 1983).
El desarrollo de la consciencia metacognoscitiva de los niños es gradual. Alexander y sus colaboradores (1995) encontraron que, al utilizar estrategias, los niños logran mejoras estables en el
desarrollo de conocimiento metacognoscitivo declarativo, así como en sus habilidades metacognoscitivas de autosupervisión y autorregulación (Zimmerman et al., 1996). El desarrollo de la autorregulación puede variar en función del género. Desde el jardín de niños y hasta la escuela secundaria las
niñas desarrollan y aplican mejores habilidades de autorregulación al aprendizaje escolar (KeeneyBenson, Pomerantz, Ryan y Patrick, 2006; Matthews, Ponitz y Morrison, 2009). La autosupervisión
del desempeño es apoyada por el autorregistro, que se puede realizar utilizando diarios y listas de
cotejo que contengan aspectos esenciales de la tarea. Por ejemplo, si los estudiantes están trabajando en lectura de comprensión, las listas de cotejo pueden contener pasos por realizar durante la
lectura del pasaje, como identiicar a los personajes principales, tomar una decisión sobre la acción
central, etcétera.
Instrucción apropiada para el desarrollo
Otro tema de las visiones cognoscitivas contemporáneas del desarrollo humano es la instrucción apropiada para el desarrollo, la cual se hace coincidir (se hace compatible) con los niveles de desarrollo de
los niños. La idea parece básica, pero por desgracia a menudo no hay coincidencia entre las activida-
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Capítulo 10
des de instrucción y los niveles de desarrollo. La enseñanza puede limitarse a presentar información
a los estudiantes, quienes la reciben y la procesan, como al parecer es lo que ocurre en el grupo de
Frank, en la conversación inicial. El problema es que con esta forma de enseñanza no únicamente se
corre el riesgo de presentar la información de tal forma que a los alumnos se les diiculte procesarla,
sino también de que la procesen de maneras que produzcan un aprendizaje diferente al que desean
los profesores.
Por ejemplo, muchos estudiantes llevan álgebra y trigonometría en secundaria, materias que suelen tener un contenido sumamente abstracto, como secciones cónicas, relaciones trigonométricas,
límites de funciones, etcétera. Aunque la capacidad de los alumnos de preparatoria de funcionar al
nivel de las operaciones formales de Piaget y de manejar de manera cognoscitiva contenido abstracto
es cada vez mayor, muchos de ellos piensan principalmente a nivel de operaciones concretas. Los docentes que se esfuerzan poco por ofrecer referentes concretos de los temas de álgebra y trigonometría
crean una discordancia entre el contenido y el pensamiento de sus alumnos. No es de sorprender que
tantos estudiantes presenten diicultades con estas materias, lo que a su vez puede tener un efecto
adverso en su motivación para continuar estudiando las matemáticas.
La instrucción apropiada para el desarrollo se basa en varias suposiciones que se derivan del material revisado en este capítulo. La primera es que los estudiantes construyen el conocimiento con base
en sus experiencias previas y sus esquemas actuales. El conocimiento nunca se transmite de manera
automática; para que el aprendizaje avance, se requiere construir el conocimiento e integrarlo a las
estructuras mentales que ya existen. Esto requiere diseñar la instrucción de modo que fomente dicha
construcción del conocimiento. Piaget recomendaba la exploración activa, una idea que es compatible
con métodos de instrucción como el aprendizaje por descubrimiento y los proyectos de grupos pequeños (Lucía airmó que empezaría a utilizarlos más).
La segunda es que el ambiente social es importante. Esta idea se ve con claridad en la teoría de
Vygotsky (véase el capítulo 6). Cuando los niños interactúan con otros, reciben ideas y opiniones que
pueden discrepar de las suyas, lo que pone en movimiento el proceso piagetiano de equilibración
(Meece, 2002). En muchas teorías del desarrollo se considera al conlicto cognoscitivo posterior como
el factor que impulsa al aprendizaje.
La tercera es que, cuando el material por aprender rebasa la comprensión actual de los estudiantes, se genera un conlicto. Esto crea la zona de desarrollo próximo (ZDP) (véase el capítulo 6), dentro
de la cual puede ocurrir el aprendizaje a través del conlicto cognoscitivo, la relexión y la reorganización conceptual (Meece, 2002). Existe poco conlicto cuando el material está demasiado lejos de la
comprensión actual; de igual modo, el conlicto se minimiza cuando el aprendizaje se encuentra en
los niveles actuales de los niños.
Por último, la instrucción apropiada para el desarrollo incluye la exploración activa y las actividades prácticas. La teoría de Bruner recomienda que ocurra primero el aprendizaje por medio
de la acción y después el aprendizaje icónico y simbólico. Aunque el aprendizaje de los niños se
basa en buena medida en la práctica, este tipo de aprendizaje práctico es benéico en todos los
niveles de desarrollo. Los adultos que están aprendiendo habilidades de cómputo se beneician
tanto de observar a los profesores cuando las demuestran (aprendizaje icónico) y las explican
(aprendizaje simbólico) como de realizar las actividades por sí mismos (aprendizaje por medio de
la acción).
¿Cómo luciría un salón de clases apropiado para el desarrollo? Meece (2002) sugirió varias prácticas
apropiadas que se resumen en la tabla 10.4. En el recuadro de aplicación 10.2 se presentan algunas aplicaciones al aula de la instrucción apropiada para el desarrollo.
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Desarrollo
463
Tabla 10.4
Prácticas de instrucción apropiadas para el desarrollo.
n
Los profesores estructuran el ambiente de aprendizaje de modo que éste incluya a adultos, a otros niños,
materiales y oportunidades para que los niños participen en la interacción y exploración activa.
n
Los niños eligen muchas de sus actividades de una variedad.
n
Los niños se mantienen activos cuando participan en el aprendizaje autodirigido.
n
La mayor parte del tiempo los niños trabajan en grupos pequeños o de manera individual.
n
Los niños trabajan en actividades prácticas concretas.
n
Los docentes supervisan activamente el trabajo de los niños para asegurar la participación continua.
n
Los profesores se concentran en los procesos que utilizan los niños para llegar a las respuestas
y no insisten siempre en una respuesta correcta.
Transiciones en los niveles de escolaridad
Los investigadores han explorado los temas del desarrollo involucrados en las transiciones en los niveles de escolaridad. En el sistema educativo estadounidense ocurren transiciones naturales cuando los
niños cambian de escuela o experimentan modiicaciones importantes en los programas y actividades;
por ejemplo, del preescolar a la escuela primaria, de la escuela primaria a la secundaria, de la escuela
secundaria a la preparatoria y de la preparatoria a la universidad.
APLICACIÓN 10.2
Instrucción apropiada para el desarrollo
Los estudiantes aprenden mejor en un aula en que
la instrucción es apropiada para el desarrollo. Incluso en los grupos de primaria hay variaciones
en los niveles de desarrollo. Desde el preescolar
y el jardín de niños los profesores deben asegurarse de que los estudiantes tienen la oportunidad de
aprender de diferentes maneras, ya que tan sólo
así podrán abordar la modalidad de aprendizaje
que sea más apropiada para el nivel de desarrollo
de cada niño.
Betty Thompson es educadora de jardín de niños. Para una unidad sobre magnetismo diseñó una
estación de aprendizaje donde los alumnos usan
de manera individual imanes de diferentes tamaños y formas. Dividió a sus alumnos en pequeños
grupos y los hizo trabajar de manera cooperativa
para descubrir las diferencias entre los objetos que
pueden y no pueden ser levantados con los imanes. Trabajó con cada grupo para completar una
tabla en la que pudieran apreciarse las diferencias
entre los objetos atraídos por los imanes. Ese día,
a la hora de los cuentos leyó un libro acerca del
uso de los imanes; mientras lo hacía, cada niño
hacía una prueba con un imán y un objeto. De
tarea pidió a sus alumnos que llevaran a la clase
dos objetos, uno que pudiera ser levantado por
un imán y otro que no pudiera serlo. Al siguiente
día los estudiantes formaron pequeños grupos para
probar sus objetos y luego discutieron sobre por
qué algunos objetos eran atraídos por los imanes
y otros no; Betty se desplazó por el aula e interactuó con cada grupo.
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464
Capítulo 10
Las transiciones son importantes porque producen interrupciones en las rutinas y formas de
pensar, y por los niveles de desarrollo de los estudiantes en los momentos en que ocurren (Eccles y
Midgley, 1989). Por consiguiente, la transición de la escuela primaria a la secundaria podría ser perturbadora para cualquiera, pero lo es especialmente para los alumnos de esa edad dados los cambios
corporales que están experimentando y la inseguridad característica acerca de su apariencia y su sentido de sí mismos. Lo más probable es que exista una interacción recíproca entre las variables de la
transición y el desarrollo. Las variables del desarrollo pueden provocar que la transición sea tranquila
o difícil, pero a su vez los factores asociados con la transición pueden inluir en el desarrollo personal,
social y cognoscitivo de los estudiantes (Wigield y Wagner, 2005).
La transición a la secundaria es especialmente problemática (Eccles y Midgley, 1989; Wigield
et al., 2006). Esta transición ocurre en un periodo en que los jóvenes adolescentes experimentan importantes cambios físicos importantes, con los cambios personales y sociales que conllevan.
También ocurren muchas modiicaciones en la escuela, en la estructura de los grupos y en las áreas
temáticas. En la escuela primaria los niños por lo general permanecen con el mismo profesor y los
mismos compañeros la mayor parte del día escolar. El docente suele mantener una relación cálida y
afectuosa con los niños; la instrucción suele ser individualizada y el profesor sigue y reporta el progreso individual en las áreas de contenido. Dentro de un grupo pueden existir grandes diferencias
en el nivel de capacidad de los alumnos, que van de los que presentan problemas para el aprendizaje a los superdotados.
En contraste, en la escuela secundaria los aprendices por lo general cambian de grupo para cada
materia, lo que resulta en profesores y compañeros diferentes. Los docentes desarrollan relaciones
estrechas con pocos estudiantes, si es que lo hacen. La enseñanza se ofrece a todo el grupo y rara
vez es individualizada. Las caliicaciones, ya sea que se basen en estándares absolutos o normativos,
no relejan el progreso individual y por lo general no lo reportan. De hacerse el seguimiento de los
alumnos, las diferencias en el nivel de capacidad dentro del grupo podrían ser mínimas. En general,
los grupos de secundaria son más formales, impersonales, evaluativos y competitivos (Meece, 2002).
Eccles y sus colaboradores (Eccles y Midgley, 1989; Eccles, Midgley y Adler, 1984; Wigield et al., 2006)
airmaron que esas modiicaciones estructurales y curriculares producen cambios en la motivación y
en las creencias relacionadas con el logro de los estudiantes, muchas veces en una dirección negativa.
La conversación presentada al inicio del capítulo entre los tres profesores de secundaria contiene airmaciones que indican por qué la secundaria es difícil para muchos jóvenes.
Las transiciones escolares no tienen que ser difíciles. En teoría, la coniguración de la secundaría debería hacer más fácil la transición. Aunque en Estados Unidos algunas escuelas intermedias
son parecidas a las secundarias, excepto en la organización de los grados (por lo general de sexto a
octavo en las escuelas intermedias y de séptimo a noveno en las secundarias), para facilitar la transición muchas escuelas intermedias mantienen a los estudiantes juntos buena parte del día y usan
equipos interdisciplinarios de docentes, por ejemplo, cuatro profesores, uno para cada una de las
materias de lengua y literatura, ciencias sociales, matemáticas y ciencias. Esos profesores trabajan
para asegurar un currículo integrado, se turnan para entrar y salir del aula, de modo que aunque los
docentes cambien, permanezcan los mismos compañeros. Una alternativa es que los niños cambien
de grupo pero permanezcan con los mismos compañeros en dos o más clases. También se han
hecho grandes esfuerzos para reportar el progreso individual. Disminuir el énfasis en las comparaciones evaluativas entre los compañeros ayuda a disminuir las preocupaciones de los adolescentes
que son tan típicas de esta época. El recuadro de aplicación 10.3 presenta otras sugerencias para
facilitar las transiciones en los niveles de escolaridad.
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Desarrollo
465
APLICACIÓN 10.3
Transiciones en los niveles de escolaridad
La transición de un nivel escolar a otro es difícil
para muchos estudiantes. Hay grandes variaciones
socioemocionales y en los niveles de capacidad, y
los estudiantes diieren en su capacidad para afrontar los numerosos cambios que ocurren en la organización. La transición de la escuela primaria a los
niveles de escuela intermedia y secundaria puede
ser especialmente complicada.
Kay Appleton es profesora de ciencias sociales de sexto grado. Entiende que los estudiantes
se han acostumbrado a tener un profesor para la
mayor parte de las áreas de contenido. Trabaja con
docentes de quinto grado para sugerirles actividades que podrían incorporar, como usar libretas
de tareas para ayudar a los alumnos a enfrentar
el cambio de grupos y la responsabilidad de tener
que recordar y realizar las tareas para cada clase.
Al inicio del año escolar también dedica tiempo
a ayudar a sus alumnos a preparar sus libretas
de tareas y a organizar sus materiales. Durante el
almuerzo y después de clases está disponible para
ayudar a los chicos que pudieran presentar diicultades con la transición.
Jim Marshall pregunta a los profesores de ciencias sociales de segundo de secundaria qué políticas
emplean para asignar el trabajo para la clase y las
tareas, así como para aplicar exámenes, solicitar
proyectos, recibir trabajos extemporáneos, permitir a los estudiantes que repongan los trabajos no
entregados, etc. Después trata de aplicar algunas
a sus clases de historia de quinto grado, de modo
que los estudiantes se familiaricen con ellas y disminuyan las preocupaciones que podrían impedir
su aprendizaje.
INFLUENCIAS FAMILIARES
Existen muchos factores del contexto que pueden inluir en el desarrollo, varios de los cuales se encuentran en el ambiente familiar. Aunque el sentido común nos dice que la familia causa una profunda
inluencia en el desarrollo y el aprendizaje de los niños, algunos críticos airman que se ha exagerado
el papel que esta desempeña (Harris, 1998). Sin embargo, la investigación está demostrando cada vez
más que la familia marca una diferencia, la cual suele ser considerable (Collins, Maccoby, Steinberg,
Hetherington y Bornstein, 2000; Masten y Coatsworth, 1998). Algunas de las principales inluencias en
el desarrollo y el aprendizaje son el estatus socioeconómico, el ambiente familiar, la participación de
los padres y los medios electrónicos.
Estatus socioeconómico
Deinición. El estatus socioeconómico (ESE) ha sido deinido de diferentes maneras, aunque las deiniciones por lo general incluyen el estatus social (posición y rango) y los indicadores económicos
(riqueza y educación). Muchos investigadores han considerado tres indicadores principales en la determinación del estatus socioeconómico: ingreso, educación y ocupación de los padres (Sirin, 2005). Cada
vez son más los investigadores que hacen hincapié en la idea del capital (recursos y bienes) (Bradley
y Corwyn, 2002). El capital incluye indicadores como los recursos inancieros o materiales, es decir, el
ingreso y los bienes; los recursos humanos o no materiales, como la educación; y los recursos sociales,
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466
Capítulo 10
o sea los que se adquieren a través de las conexiones y las redes sociales (Putnam, 2000). Cada uno de
estos indicadores tiene el potencial de inluir en el desarrollo y el aprendizaje de los niños.
Sin importar cómo se deina al estatus socioeconómico, es importante recordar que no es una
variable explicativa sino descriptiva (Schunk et al., 2008). Decir que los niños están rezagados en
su desarrollo porque provienen de familias pobres no revela su rezago, el cual se explicaría mejor
si se atribuyera a los factores que suelen acompañar a las familias pobres. Por otro lado, no todos
los niños de familias pobres se rezagan en el desarrollo. Existen innumerables historias de adultos
exitosos que crecieron en condiciones de pobreza. Por consiguiente, adquiere más sentido decir
que existe una relación entre el estatus socioeconómico y el desarrollo y luego buscar los factores
responsables.
Estatus socioeconómico y desarrollo. Se cuenta con mucha evidencia correlacional que demuestra
que la pobreza y la poca educación de los padres se relacionan con diicultades en el desarrollo y el
aprendizaje de los niños (Bradley y Corwyn, 2002). Lo que no queda claro son los aspectos del estatus
socioeconómico responsables de esta relación.
No hay duda de que los recursos familiares son importantes. Las familias con menos educación,
dinero y conexiones sociales no pueden ofrecer muchos recursos que estimulen el desarrollo cognoscitivo de los niños. En comparación con las familias acaudaladas, las familias pobres no pueden proporcionar a sus hijos computadoras, libros, juegos, viajes y experiencias culturales. Independientemente
de su perspectiva, los teóricos del desarrollo coinciden en que la riqueza de experiencias es crucial
para el desarrollo cognoscitivo. Por lo tanto, no es de sorprender que exista relación entre el estatus
socioeconómico y el desarrollo cognoscitivo.
Otro factor es la socialización. Las escuelas y las aulas tienen una orientación de clase media en
la que existen reglas y procedimientos aceptados que los niños deben seguir para lograr éxito, por
ejemplo, prestar atención, hacer las tareas, estudiar y trabajar con otros de manera cooperativa. Las inluencias de socialización de los hogares con bajo estatus socioeconómico pueden no ser adecuadas o
no preparar a los estudiantes para esas condiciones (Schunk et al., 2008). El grado en que esto ocurra
determina la posibilidad de que los niños de bajo estatus socioeconómico tengan más problemas de
conducta y disciplina en la escuela y no adquieran un aprendizaje tan bueno.
El estatus socioeconómico también se relaciona con la asistencia a la escuela y los años de escolaridad (Bradley y Corwyn, 2002). El estatus socioeconómico muestra una relación positiva con el desempeño escolar (Sirin, 2005) y por desgracia es uno de los mejores predictores del abandono escolar.
Es posible que los niños de bajo estatus socioeconómico no entiendan los beneicios de la educación
(Meece, 2002) y no se den cuenta de que más educación conduce a mejores empleos, mayor ingreso
y un estilo de vida mejor al que han experimentado. Estos niños pueden ser atraídos por los beneicios inmediatos de dejar la escuela, por ejemplo, ganar más dinero al trabajar tiempo completo, y no
considerar las ventajas potenciales a largo plazo. Es factible que en su ambiente familiar no cuenten
con modelos positivos que muestren los beneicios de la educación o que no sean animados por sus
padres para permanecer en la escuela.
El estatus socioeconómico parece tener una relación compleja con el desarrollo cognoscitivo, con
algunos factores que contribuyen directamente y otros que funcionan como inluencias moderadoras
(Bradley y Corwyn, 2002). Su valor predictivo también varía según el grupo. Por ejemplo, predice
mejor el aprovechamiento académico de los estudiantes blancos que el de los grupos minoritarios
(Sirin, 2005). También ha sido implicado como un factor que contribuye a la brecha en el aprovechamiento de los alumnos blancos y los de grupos minoritarios. Las brechas ya existen cuando los
pequeños ingresan al jardín de niños. La diferencia entre los niños blancos y los de origen hispano disminuye en el jardín de niños y el primer grado (quizá por el aumento en la competencia en el inglés
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Desarrollo
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de los niños hispanos), y luego se mantiene estable hasta quinto grado; sin embargo, la brecha entre
blancos y negros sigue creciendo hasta el quinto grado (Reardon y Galindo, 2009).
Aunque los efectos del capital material, humano y social parecen claros, otros factores también
pueden inluir de manera indirecta. Por ejemplo, las familias grandes no son inherentemente benéicas
o perjudiciales para el aprovechamiento y el desarrollo cognoscitivo; pero en condiciones de carencias
pueden ser nocivas porque los recursos de por sí escasos deben repartirse entre más niños.
Las publicaciones sugieren que las intervenciones educativas tempranas para los niños de familias de bajo estatus socioeconómico son fundamentales si se desea asegurar que estén preparados
para la educación. En Estados Unidos uno de los esfuerzos de intervención más conocidos es el
Proyecto Head Start, un programa con inanciamiento federal para niños preescolares (de tres a
cinco años) de familias estadounidenses de bajos ingresos. Los programas Head Start proporcionan
a los niños de preescolar experiencias educativas intensivas, así como servicios sociales, médicos y
nutricionales. La mayoría de los programas también incluyen un componente de educación y participación de los padres (Washington y Bailey, 1995).
Las evaluaciones iniciales de Head Start indicaban que los programas producían ganancias a corto
plazo en las puntuaciones de CI. En comparación con grupos equiparables de niños que no habían
asistido a Head Start, quienes sí lo habían hecho se desempeñaban mejor en medidas cognoscitivas en
el jardín de niños y en primer grado (Lazar, Darlington, Murray, Royce y Snipper, 1982). Aunque los
niños de Head Start perdían esta ventaja a las edades comprendidas entre los 10 y los 17 años, otras
medidas de la eicacia del programa indicaron que, en comparación con quienes no participaban en el
programa, tenían menos probabilidades de reprobar, de necesitar educación especial y de abandonar
la preparatoria (Lazar et al., 1982). Proporcionar a los profesores de Head Start entrenamiento y desarrollo profesional en prácticas destinadas a mejorar la alfabetización y las habilidades socioemocionales de los niños puede conducir a que estos últimos mejoren sus habilidades para resolver problemas
sociales (Bierman et al. 2008).
Los factores del hogar y la familia inluyen en los resultados de los participantes de Head Start.
Robinson, Lanzi, Weinburg, Ramey y Ramey (2002) identiicaron al inal de tercer grado un aumento
de 3 por ciento en el aprovechamiento de los 5 400 niños participantes en el Programa Nacional de
Head Start y en el Proyecto de Demostración de la Transición de la Primera Infancia a la Escuela
Pública. En comparación con el resto de los niños, los participantes en el programa provenían de
familias con más recursos (capital) que también compartían actitudes más positivas hacia la crianza,
apoyaban y animaban más el progreso académico de sus hijos y se ofrecían más a menudo a participar
en las escuelas en las que éstos estudiaban. Los profesores informaban que esos niños estaban más
motivados a obtener éxito académico. Aunque no se observaron grandes diferencias en las puntuaciones de los niños en variables motivacionales, menos niños del grupo 3 ciento superior hicieron
evaluaciones negativas de la escuela en comparación con los otros niños. Por consiguiente, entre los
grupos de bajos ingresos, así como en la población general, el mayor apoyo de los padres y la mayor
cantidad de recursos familiares se asocian con un mejor aprovechamiento y beneicios motivacionales
para los niños.
Alentados por el éxito de Head Start, en Estados Unidos muchos estados llevan a cabo programas
de jardín de niños para pequeños de tres y cuatro años, bajo los auspicios de las escuelas públicas,
con el in de reducir la cantidad de niños que fracasan en los primeros grados (Clifford, Early y Hill,
1999). La mayoría de los programas son de medio día y varían en cuanto al número de alumnos por
profesor, la diversidad socioeconómica y étnica, la calidad y el currículo. Las primeras evaluaciones de
esos programas son prometedoras. Los niños inscritos en los programas del jardín de niños suelen mejorar en las medidas estandarizadas de habilidades lingüísticas y matemáticas (FPG Child Development
Institute, 2005). No se conocen todavía los beneicios a largo plazo de esos programas.
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Capítulo 10
Un programa preescolar de gran eicacia para los niños de bajos ingresos fue el Proyecto Preescolar
Perry High/Scope, el cual fue iniciado en 1962, antes que Head Start. En este programa de dos años,
niños de tres y cuatro años recibían durante medio día un programa de orientación cognoscitiva
basado en los principios de Piaget (Oden, Schweinhart y Weikart, 2000). Cada semana los docentes
hacían visitas de 90 minutos a cada madre e hijo para revisar las actividades del salón de clases y analizar actividades similares en la casa. Datos longitudinales recogidos a lo largo de 25 años revelaron
que el programa High/Scope mejoró el aprovechamiento escolar de los niños, disminuyó los años que
recibían educación especial y la probabilidad de que reprobaran, e incrementó los años de escolaridad
completada (Oden et al., 2000; Schweinhart y Weikart, 1997). Por desgracia, los efectos de esas intervenciones tempranas no siempre se mantienen a lo largo del tiempo a medida que los niños avanzan
en la escuela, pero tienen resultados prometedores. Campbell, Pungello, Miller-Johnson, Burchinal y
Ramey (2001) evaluaron el Proyecto Abecedarian, un proyecto educativo de tiempo completo para
niños de familias de bajos ingresos, y encontraron que los beneicios de la intervención se mantenían
hasta la última evaluación, cuando muchos de los participantes habían llegado a los 21 años. Dada la
naturaleza longitudinal de este proyecto, que empezó cuando los participantes eran niños, es difícil
determinar cuándo y cómo los preparó mejor para el trabajo en ambientes escolares. El estatus socioeconómico es un área activa de investigación del desarrollo que seguramente conoceremos mejor
a medida que los investigadores intenten desentrañar dichas complejidades.
Ambiente del hogar
Existe mucha variabilidad en la riqueza de los ambientes familiares y por lo general, aunque no siempre, esta riqueza coincide con el estatus socioeconómico. Algunos hogares proporcionan experiencias
repletas de capital económico (computadoras, juegos y libros), capital humano (padres que ayudan a
sus hijos con sus tareas, proyectos y estudios) y capital social (por medio de los contactos sociales los
padres involucran a sus hijos en actividades y equipos). Otros hogares presentan carencias en uno o
más de esos aspectos. Los efectos del ambiente familiar sobre el desarrollo cognoscitivo parecen más
pronunciados en la infancia y la niñez temprana (Meece, 2002). Las redes sociales de los niños se extienden a medida que éstos crecen, en especial como consecuencia de la escolaridad y la participación
en actividades. Con el desarrollo, la inluencia de los compañeros se vuelve cada vez más importante.
Existe mucha evidencia de la relación positiva entre la calidad del aprendizaje temprano en el hogar
y el desarrollo de la inteligencia (Schunk et al., 2008). Los factores importantes del hogar incluyen la
sensibilidad de la madre, el estilo de disciplina y la participación del niño, la organización presente
en el hogar, la disponibilidad de materiales estimulantes y las oportunidades de interacción. Los padres que proporcionan un ambiente familiar cálido y sensible suelen animar a sus hijos a explorar y
estimular su curiosidad y juego, lo que acelera el desarrollo intelectual (Meece, 2002). Hoff (2003) encontró que los niños de hogares con estatus socioeconómico alto ampliaban más su vocabulario que
los niños de estatus socioeconómico medio y que esta diferencia era explicada en gran medida por las
propiedades del habla de la madre.
El creciente papel de la inluencia de los compañeros fue encontrado en la investigación longitudinal que realizaron Steinberg, Brown y Dornbusch (1996). En dicha investigación, en la cual estos
investigadores encuestaron a más de 20 000 adolescentes de preparatorias de diferentes estados y
entrevistaron a muchos padres y profesores durante un periodo de 10 años, encontraron que la inluencia de los compañeros crecía durante la niñez y alcanzaba su punto más alto entre segundo y
tercero de secundaria, después de lo cual disminuía un poco en la preparatoria. El estudio demostró
que un periodo en el que la inluencia de los compañeros es crucial es el comprendido entre los 12
y los 16 años. Vale la pena señalar que es durante este periodo cuando disminuye la participación de
los padres en las actividades de sus hijos. Con una menor participación de los padres y un involucra-
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Desarrollo
469
miento mayor con los compañeros, los adolescentes más jóvenes son especialmente vulnerables a las
presiones de los segundos.
Estos autores siguieron a los estudiantes por un periodo de tres años, desde que ingresaron a la
preparatoria hasta su último año en dicha escuela. No les sorprendió que los alumnos que formaban
parte de grupos con mayor orientación académica tuvieran un mejor aprovechamiento escolar que
quienes formaban parte de grupos con menor orientación académica. Quienes empezaron la preparatoria formando parte de los primeros grupos pero después los dejaron también exhibieron menor
aprovechamiento.
Aunque los padres no tienen control absoluto de los grupos con los que se asocian sus hijos, pueden ejercer inluencia indirecta orientándolos en las direcciones apropiadas. Por ejemplo, los padres
que instan a sus hijos a participar en actividades en las que intervienen los niños de otros padres con
los que comparten puntos de vista los conducen a una inluencia apropiada de los compañeros sin
importar a quiénes elijan como amigos. Los padres que ofrecen su hogar como un lugar en que los
amigos son bienvenidos guían a sus hijos en direcciones positivas.
Participación de los padres
Harris (1998) restó importancia a la inluencia de los padres sobre sus hijos después de la infancia y
concluyó que en esta etapa los que más inluyen sobre los niños son sus compañeros; sin embargo,
existe mucha evidencia de que la inluencia de los padres sigue siendo fuerte mucho después de la
infancia (Vandell, 2000). En esta sección se considera el papel que desempeña la participación de los
padres en las actividades de sus hijos, la cual constituye un factor con una inluencia clave en el desarrollo cognoscitivo (Meece, 2002). Dicha participación ocurre dentro y fuera del hogar, como en la
escuela y en las actividades que los niños realizan fuera de casa.
La investigación demuestra que la participación de los padres en la escuela provoca un impacto
positivo en los niños, los profesores y la escuela en sí (Englund, Luckner, Whaley y Egeland, 2004;
González-DeHass, Willems y Doan Holbein, 2005; Hill y Craft, 2003; Sénéchal y LeFevre, 2002). Los
efectos de la participación de los padres pueden variar según el grupo, ya que al parecer son mayores
entre los estudiantes blancos que entre los estudiantes de grupos minoritarios (Lee y Bowen, 2006).
Un efecto de la participación los padres, como antes se mencionó, es que los niños se encaucen
hacia trayectorias particulares como resultado de haber sido involucrados en ciertos grupos y actividades (Steinberg et al., 1996). Un ejemplo de esto lo constituyen los padres que desean que sus hijos
se enfoquen en lo académico y con ese in los impulsan a participar en actividades que enfatizan este
aspecto. Fan y Chen (2001) realizaron un metaanálisis de las investigaciones sobre la relación entre la
participación de los padres y el desempeño académico de sus hijos. Los resultados demostraron que
las expectativas de los padres respecto al éxito académico de sus hijos presentan una relación positiva
con sus logros cognoscitivos reales. Esta relación es más fuerte cuando el logro académico se evalúa
de manera global (por ejemplo, mediante promedios generales), que cuando se evalúa por medio de
indicadores especíicos a la materia, como la caliicación en un curso particular. También existe evidencia de que los efectos de la participación de los padres en el aprovechamiento de sus hijos son mayores cuando hay un alto nivel de involucramiento de los padres en el vecindario (Collins et al., 2000).
La participación de los padres es un factor con una inluencia crucial en la autorregulación, que
a su vez es clave para el desarrollo del funcionamiento cognoscitivo. La investigación de Stright,
Neitzel, Sears y Hoke-Sinex (2001) encontró que el tipo de instrucción que proporcionan los padres,
y la forma en que lo hacen, se relaciona con la autorregulación que los niños muestran más tarde en
la escuela. Los hijos que recibieron de sus padres información metacognoscitiva que podían comprender mostraron mayor supervisión en el aula, más participación y habla metacognoscitiva. El hecho de
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Capítulo 10
APLICACIÓN 10.4
Participación de los padres
Kathy Stone entiende la importancia de la participación de los padres para el aprendizaje y autorregulación de los niños. Al inicio del año académico
la escuela tiene una jornada de puertas abiertas
para los padres. Cuando Kathy trabaja con los padres de sus alumnos les explica que pueden participar de diversas maneras. Les pide que participen
como voluntarios en tres grupos: aprendizaje en
la escuela, aprendizaje fuera de la escuela y planeación. Los padres del grupo de aprendizaje en
la escuela se ofrecen a trabajar en el grupo medio
día por semana para ayudar en el trabajo individual y con grupos pequeños. Los padres del grupo
de aprendizaje fuera de la escuela acompañan al
grupo en viajes de campo y organizan y trabajan
con los niños en proyectos comunitarios, por ejemplo, una caminata por el vecindario para identiicar
los tipos de árboles. Los padres del grupo de planeación se reúnen de manera periódica con Kathy, quien les explica las próximas unidades y les
pide que le ayuden a diseñar actividades. La meta de
Kathy es lograr 100 por ciento de participación
de al menos un padre o tutor por niño, lo que suele lograr por las opciones que ofrece.
Jim Marshall sabe que los padres de sus
alumnos son un recurso valioso en la historia
de Estados Unidos porque han vivido algunos
de los eventos sobre los cuales están aprendiendo sus hijos. Jim establece contacto con los
padres de sus alumnos al inicio del año escolar y les proporciona una lista de los eventos
ocurridos en años anteriores, no muy lejanos,
que sus hijos estudiarán en clase, como la Guerra de Vietnam, la caída del muro de Berlín, el
ataque terrorista a las torres gemelas, etc. Trata
de que cada familia asista por lo menos a la exposición de un evento y que los padres hablen
con el grupo sobre lo que recuerdan de él, si
consideran que fue importante y cómo afectó sus
vidas. Cuando varios padres se ofrecen para el
mismo evento, los organiza en un panel de discusión del suceso. Si hay abuelos que vivan en
la zona, Jim les pide que compartan sus experiencias acerca de hechos importantes como la
Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la
presidencia de Eisenhower. Los alumnos de Jim
preparan un sitio en Internet con la información
sobre los eventos clave y los resúmenes de sus
padres y abuelos sobre ellos.
que los niños buscaran y prestaran atención a la instrucción en el aula también se relacionaba con
haber sido instruidos por sus padres de una forma comprensible. Los autores sugirieron que la instrucción paterna ayuda a crear las condiciones apropiadas para que los niños desarrollen competencias
autorregulatorias. En el recuadro de aplicación 10.4 se ofrecen algunas sugerencias para que los padres trabajen con sus hijos.
En investigaciones con niños de grupos minoritarios y de ambientes pobres se ha encontrado que
la participación de los padres tiene efectos positivos (Hill y Craft, 2003; Masten y Coatsworth, 1998;
Masten et al., 1999). Algunas formas de participación paterna que hacen una diferencia son: estar en
contacto con la escuela para informarse acerca de sus hijos, asistir a las funciones escolares, comunicarles fuertes valores educativos, transmitirles el valor del esfuerzo, esperar que tengan un buen
desempeño en la escuela, y supervisarlos y ayudarlos con sus tareas y proyectos. Miliotis, Sesma y
Masten (1999) encontraron que después de que las familias abandonaban los refugios para indigentes,
la elevada participación de los padres en la educación de sus hijos era uno de los mejores predictores
del éxito escolar de los niños.
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Desarrollo
471
Los investigadores han estudiado el papel que desempeñan los estilos de crianza en el desarrollo
de los niños. Baumrind (1989) distinguió tres estilos de crianza: autoritativo, autoritario y permisivo.
Los padres autoritativos ofrecen a sus hijos calidez y apoyo. Son exigentes, por ejemplo, en sus
expectativas de aprovechamiento, pero para apoyar sus exigencias establecen una buena comunicación con sus hijos, les dan explicaciones y alientan su independencia. Los padres autoritarios son estrictos y reivindican el poder; no son cálidos ni sensibles. Los padres permisivos son moderadamente
sensibles, pero son laxos en sus exigencias, por ejemplo, en sus expectativas, y toleran el mal comportamiento. No es de sorprender que tantas investigaciones muestren una relación positiva entre la
crianza autoritativa y el desempeño del estudiante (Spera, 2005).
Uno de los principales defensores de la participación de la comunidad y los padres en la educación es James Comer, quien en colaboración con sus colegas empezó en Estados Unidos el Programa
de Desarrollo Escolar en Dos Escuelas, que ahora se ha extendido a más de 500. El Programa de
Desarrollo Escolar (o Programa de Comer) se basa en los principios que se muestran en la tabla 10.5
(Comer, 2001; Comer y Haynes, 1999; Emmons, Comer y Haynes, 1996). Los niños necesitan tener
interacciones positivas con los adultos porque estos los ayudan a formar sus conductas. La planeación
del desarrollo infantil debe ser resultado de un esfuerzo colaborativo entre los profesionales y los
miembros de la comunidad.
Tres principios que orientan el Programa de Desarrollo Escolar son el consenso, la colaboración y la
no asignación de responsabilidad (Schunk et al., 2008). Las decisiones se toman por consenso para desalentar que se tome partido cuando la votación es crucial. La colaboración signiica que se trabaja como
parte de un equipo. La no asignación de responsabilidad implica que todos son responsables del cambio.
El personal de la escuela y los miembros de la comunidad se agrupan en equipos. En el equipo
de planeación y administración escolar participan el director, los profesores, los padres y el personal de
apoyo. Este equipo planea y coordina las actividades. El equipo de padres involucra a los progenitores
en todas las actividades escolares. El equipo de estudiantes y personal de apoyo es responsable de
cuestiones de prevención en toda la escuela y de casos de estudiantes individuales.
El Programa de Desarrollo Escolar tiene como núcleo un plan exhaustivo con componentes como
el currículo, la enseñanza, la evaluación, el clima social y académico, y la difusión de la información.
Este plan proporciona actividades estructuradas que abordan aspectos académicos, clima social, desarrollo del personal y relaciones públicas. El equipo de planeación y administración escolar establece
prioridades y coordina el progreso escolar.
Comer y sus colaboradores informan de efectos impresionantes en el logro cognoscitivo de los
niños debido a la ejecución de su programa (Haynes, Emmons, Gebreyesus y Ben-Avie, 1996). Las escuelas de Comer suelen mostrar logros en el aprovechamiento de los estudiantes y superan a distritos
escolares promedio en habilidades de lectura, matemáticas y lenguaje. Cook, Murphy y Hunt (2000)
Tabla 10.5
Principios del Programa de Desarrollo Escolar (PDE).
n
Las conductas de los niños son determinadas por sus interacciones con los ambientes físico, social
y psicológico.
n
Los niños necesitan interacciones positivas con adultos para desarrollarse de manera adecuada.
n
La planeación centrada en el niño y la colaboración entre los adultos facilitan las interacciones positivas.
n
La planeación del desarrollo infantil debe hacerse de manera colaborativa por profesionales y miembros
de la comunidad.
Emmons, Comer y Haynes, 1996)
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472
Capítulo 10
evaluaron el Programa de Desarrollo Escolar de Comer en 10 escuelas de barrios pobres de Chicago
durante cuatro años. Con la participación de alumnos de quinto de primaria a segundo de secundaria,
los autores encontraron que en los últimos años los estudiantes del programa de Comer mostraban
mayores logros en lectura y matemáticas en comparación con estudiantes de un grupo de control. Cook
y sus colaboradores (1999) encontraron que las escuelas Comer no siempre llevan a la práctica todos
los componentes del programa, lo que puede limitar los logros de los niños. Independientemente de
que las escuelas adopten o no el Programa Comer, éste contiene muchos puntos que pueden contribuir al desarrollo cognoscitivo de los niños.
Medios electrónicos
Aunque la llegada de los medios electrónicos empezó a mediados del siglo XX, cuando la televisión
se convirtió en un artículo común en los hogares, en los años recientes han aumentado su inluencia
potencial con el incremento en la programación televisiva, por ejemplo con los canales de cable, las
grabadoras de audio y video, la radio, los reproductores de videojuegos, las computadoras, las aplicaciones de éstas y la Internet, y los dispositivos manuales, por ejemplo los teléfonos celulares y los
iPod. La cantidad de tiempo que los niños dedican cada día a los medios electrónicos parece escalofriante. En 2005 los niños de 6 años y menos les dedicaron un promedio de 2.25 horas al día (Roberts
y Foehr, 2008). En 2004 los niños de 8 a 18 años reportaron casi 8 horas de exposición diaria promedio a los medios electrónicos, que consumía casi 6 horas de su tiempo, es decir, casi 25 por ciento de
su tiempo realizaban tareas múltiples o utilizaban más de un medio a la vez (Roberts y Foehr, 2008).
Los investigadores han estudiado la forma en que la exposición a los medios electrónicos se relaciona con el desarrollo cognoscitivo, el aprendizaje y el aprovechamiento de los niños. La mayoría de
las investigaciones han analizado la relación entre el hecho de que los niños vean televisión y las medidas de desarrollo cognoscitivo y aprovechamiento, y no han encontrado una relación o una relación
negativa entre el tiempo que dedican a ver televisión y su aprovechamiento en la escuela (Schmidt y
Vandewater, 2008). Cuando se encuentran asociaciones negativas por lo general son débiles. La relación puede no ser lineal. En comparación con el hecho de no ver televisión, la exposición moderada,
de una a 10 horas a la semana, tiene una relación positiva con el aprovechamiento, mientras que la
exposición excesiva tiene una relación negativa.
Es difícil interpretar la relación entre ver televisión y aprovechamiento, porque como los datos
son correlacionales, no es posible establecer causalidad, lo cual permite la factibilidad de varias explicaciones causales. Es posible que la exposición prolongada a la televisión disminuya el aprovechamiento porque impide que los niños estudien y realicen sus tareas. También es probable que los niños
con problemas académicos estén menos motivados a aprender el contenido académico y, por ende,
sean más atraídos por la televisión. La relación entre ver televisión y el aprovechamiento puede ser
mediada por una tercera variable, como el estatus socioeconómico. En apoyo a esta posibilidad, los
niños de hogares de clase baja tienden a ver más televisión y a demostrar menor aprovechamiento
(Kirkorian, Wartella y Anderson, 2008).
El análisis de la relación entre el tiempo que se dedica a ver televisión y el aprovechamiento
académico no considera el contenido de lo que ven los niños. La programación televisiva es variada:
algunos programas son educativos, mientras que otros son violentos o de entretenimiento. Un hallazgo
general de la investigación es que ver programación educativa se relaciona positivamente con el aprovechamiento, mientras que la relación entre el aprovechamiento y la televisión de entretenimiento es
negativa (Kirkorian et al., 2008). Esto varía en función de la cantidad de televisión que se ve, ya que
los espectadores moderados tienden más a ver programación educativa que los que ven más televisión, quienes preieren el entretenimiento. La investigación correlacional ha demostrado una relación
positiva entre la exposición a Plaza Sésamo y la preparación para la escuela (Kirkorian et al., 2008).
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Desarrollo
473
Ennemoser y Schneider (2007, después de controlar la inteligencia, el estatus socioeconómico y la
capacidad para leer, encontraron una asociación negativa entre la cantidad de televisión de entretenimiento que veían los niños a los 6 años y el aprovechamiento en lectura a los 9 años. Ver televisión
educativa mostró una asociación positiva con el aprovechamiento en lectura.
Los descubrimientos sobre la relación entre los medios interactivos, como los videojuegos y la
Internet, y el aprovechamiento escolar son desiguales. Algunas investigaciones han encontrado una
relación positiva entre el uso de la computadora y el aprovechamiento, y una asociación negativa
entre el uso de videojuegos y el aprovechamiento (Kirkorian et al., 2008). Los mismos resultados obtenidos con la televisión también son aplicables a otros medios; es decir, el contenido educativo tiene
una relación positiva con el aprovechamiento, a diferencia del contenido de entretenimiento, que se
relaciona negativamente con él.
En lo que respecta a las medidas de desarrollo cognoscitivo, la investigación ha identiicado un
déicit de video entre infantes y niños pequeños que implica que aprenden mejor de las experiencias
reales que del video. Este déicit desaparece alrededor de los tres años, después de lo cual pueden
aprender de las experiencias en video tan bien como de las experiencias reales (Kirkorian et al., 2008).
Es posible que los niños pequeños presten menos atención al diálogo y no integren por completo el
contenido representado en diferentes escenas que cambian con mucha rapidez. Esto no implica que
ver videos se asocie negativamente con el desarrollo de la atención. También en este caso la variable
crucial puede ser el contenido de la programación. Se ha demostrado que, a diferencia de los programas de entretenimiento, los programas educativos de hecho contribuyen al desarrollo de las habilidades de atención de los niños (Kirkorian et al., 2008).
La relación entre los medios electrónicos y el desarrollo de las habilidades espaciales ha sido estudiada
en algunas investigaciones, la mayoría de las cuales han empleado videojuegos. Existe cierta evidencia
de que los videojuegos pueden ser benéicos a corto plazo en el razonamiento espacial y las habilidades de
solución de problemas (Schmidt y Vandewater, 2008). Sin embargo, los beneicios a largo plazo dependen
de que los estudiantes generalicen esas habilidades a contextos de aprendizaje ajenos al juego. A la fecha,
la evidencia no apoya la idea de que ocurra dicha transferencia (Schmidt y Vandewater, 2008).
Los padres y otros adultos pueden inluir de manera importante en el desarrollo cognoscitivo de los
niños y en lo que aprenden de los medios electrónicos; por ejemplo, pueden controlar con qué medios
interactúan los niños, y durante cuánto tiempo, para asegurarse de que no les dediquen demasiado
tiempo sino sólo una cantidad moderada, de una a 10 horas a la semana (Schmidt y Vandewater, 2008).
Además, el hecho de que los padres acompañen a sus hijos mientras interactúan con estos medios parece ser una variable crítica. Los adultos que interactúan con los medios al mismo tiempo que sus hijos,
como cuando ven programas de televisión juntos, pueden aumentar los beneicios de los medios electrónicos al señalar los aspectos importantes del programa y relacionarlos con lo que los niños aprendieron
antes. Algunas investigaciones han demostrado que acompañar a los hijos mientras interactúan con los
medios produce beneicios en su aprendizaje y en el desarrollo de su atención (Kirkorian et al., 2008).
En resumen, es claro que el uso de medios electrónicos se asocia con el aprendizaje, el aprovechamiento y el desarrollo cognoscitivo de los niños, aunque es difícil determinar relaciones causales porque los datos son correlacionales y existen variables mediadoras potenciales. El contenido
es de primordial importancia. La exposición moderada al contenido televisivo educativo se asocia
con beneicios para los niños, lo cual no sucede con el contenido de entretenimiento, y produce los
mismos resultados que se obtienen con otros medios (Kirkorian et al., 2008). La compañía de los adultos puede mejorar todavía más las relaciones educativas. Aunque los videojuegos pueden tener algunos
beneicios para las habilidades espaciales y de solución de problemas, la evidencia no demuestra que
éstas se transieran a escenarios de aprendizaje académico. Si bien los medios electrónicos pueden ser
un medio valioso de aprendizaje, al igual que cualquier otro método, sólo serán eicaces en la medida
en que su diseño haya tenido en cuenta principios de instrucción adecuados. En el recuadro de aplicación 10.5 se presentan algunas aplicaciones de los usos de los medios electrónicos en la instrucción.
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474
Capítulo 10
APLICACIÓN 10.5
Medios electrónicos
En la reunión con los padres al inicio del año
escolar, Kathy Stone dedica cierto tiempo a hablar con ellos sobre cómo pueden ayudar a sus
hijos. Les explica resultados de investigaciones
que demuestran que los niños que ven televisión
una cantidad moderada de tiempo a la semana
(hasta 10 horas), con un contenido principalmente educativo, de hecho obtienen beneicios. Les
dice que también es benéico trabajar con otros
medios educativos, como las computadoras. Además, les aconseja que supervisen a sus hijos cuando utilizan los medios electrónicos y les muestra
cómo podrían interactuar con ellos mientras ven
juntos programas de televisión. Les presenta algunos cortos de programas infantiles y luego les
indica los tipos de preguntas que pueden formu-
lar a sus hijos. En las reuniones individuales que
realiza con los padres más adelante en el año escolar hace un seguimiento y les pregunta cómo
comparten con sus hijos el uso de los medios.
En el curso del año escolar, Jim Marshall
asigna a sus alumnos la tarea de ver programas
históricos en la televisión, por ejemplo, PBS.
Para cada programa deben escribir un ensayo
corto que responda a las preguntas de un cuestionario que les entrega previamente. Piensa que
asignándoles esas tareas los ayuda a enfocar su
atención en los aspectos de los programas que
presentan mayor relación con el contenido de
su curso, lo que puede, por ende, facilitar su
aprendizaje.
MOTIVACIÓN Y DESARROLLO
Además del papel que desempeña en la cognición y el aprendizaje, el desarrollo produce efectos en
la motivación de los niños. El tema de la motivación se revisará en el capítulo 8; en esta sección se
examina cómo cambia con el desarrollo.
Lo que inluye en la motivación de los niños puede no inluir tanto en la de los adolescentes, y lo
que motiva a los adolescentes puede no motivar a los adultos. Dentro de cualquier periodo de desarrollo, no todos son motivados de la misma manera. Los investigadores del desarrollo han identiicado
las formas en que cambia la motivación a medida que se avanza en el proceso (véase la tabla 10.6), las
cuales se analizan a continuación.
Tabla 10.6
Cambios en la
motivación con
el desarrollo.
n
Cambia la manera en que los niños comprenden los procesos de motivación.
n
La motivación se vuelve más diferenciada y compleja.
n
Cambian los niveles de motivación.
n
Hay una mejor correspondencia de las creencias, los valores y las metas con las elecciones
y desempeños.
n
La motivación a largo plazo se mantiene mejor.
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Desarrollo
475
Cambios con el desarrollo
Con el desarrollo cambia la manera en que los niños comprenden los procesos de motivación (Wigield
y Eccles, 2002). Por ejemplo, los niños pequeños tienden a igualar capacidades con resultados y a considerar que quienes muestran un mejor desempeño son más capaces. Con el desarrollo se esclarecen
los conceptos de capacidad y esfuerzo, y los niños entienden que ambos inluyen en los resultados.
También cambia la manera en que comprenden la comparación social. Los niños pequeños hacen
comparaciones con base en las características físicas, por ejemplo, el tamaño, pero a medida que se
desarrollan se pueden comparar con otros con base en cualidades subyacentes, como las capacidades.
Un cambio relacionado es el que se traduce en diferenciar y aumentar la complejidad de la motivación (Wigield y Eccles, 2002). Los niños pequeños tienen una idea global de lo que pueden hacer,
pero conforme se desarrollan y avanzan en la escuela, empiezan a enfocar sus intereses y a generar
concepciones separadas de sus capacidades en diferentes áreas.
Un tercer cambio producto del desarrollo es el que ocurre en los niveles de motivación de los
niños (Wigield y Eccles, 2002). Los niños pequeños suelen tener mucha conianza en lo que son capaces de hacer, pero esas percepciones por lo general disminuyen con el desarrollo (Lepper, Corpus
e Iyengar, 2005; Otis, Grouzet y Pelletier, 2005; Watt, 2004; Wigield, Eccles y Rodríguez, 1998). La
responsabilidad de esta disminución se ha atribuido a varios factores, entre los que se incluyen las
transiciones escolares, la retroalimentación del aprovechamiento referido a normas, las comparaciones
sociales y las prácticas de caliicación. Debe advertirse que este cambio no siempre es problemático.
Enfocar los esfuerzos en lo que se confía que se puede aprender o hacer bien podría resultar en éxitos
y en un fuerte sentido de autoeicacia (Schunk y Pajares, 2009). De igual modo, evitar lo que uno cree
que no puede hacer bien puede impedir los fracasos. Sin embargo, en algunos niños esta disminución
se generaliza a todas las áreas académicas, lo que resulta en un bajo desempeño, bajas caliicaciones
y baja motivación.
Un cuarto cambio producto del desarrollo se produce en las creencias, valores y metas de los
niños, el cual hace que coincidan mejor con sus desempeños y elecciones (Wigield y Eccles, 2002).
A medida que los niños desarrollan intereses especíicos y se sienten competentes respecto a ellos,
esos intereses se convierten en las actividades en que participan. Por consiguiente, la motivación y la
conducta se parecen más entre sí. No es que una cause a la otra, sino que indudablemente se inluyen
entre sí. Los niños hacen cualquier cosa en la que se sienten competentes, se esfuerzan y desarrollan habilidades, y sus percepciones de un mejor desempeño aumentan su autoeicacia y motivación
(Bandura, 1997).
Por último, ocurre un cambio que aumenta la capacidad de los niños para mantener la motivación
a largo plazo. La motivación entre los jóvenes suele ser a corto plazo, como bien saben los profesores de primaria. Con el desarrollo, los estudiantes pueden representar en el pensamiento metas a
largo plazo, subdividir tareas en submetas a corto plazo y evaluar su progreso. La autosupervisión del
progreso y el cambio de estrategias cuando las que se están usando no funcionan bien son el sello
distintivo de los alumnos con un alto desempeño en la escuela.
Antes se mencionó el hallazgo empírico de que el desarrollo da como resultado que la inluencia de los compañeros en la motivación se vuelva más importante que la inluencia de los padres
(Steinberg et al., 1996); sin embargo, la inluencia paterna no desaparece. Cuando los niños son pequeños, los padres pueden ser más directivos y ejercer mayor control en sus actividades. Con el desarrollo, los niños buscan que sus padres los controlen menos, pero las expectativas de los padres y su
relación con sus hijos siguen siendo importantes. Klauda (2009) informó que el apoyo de los padres a
la lectura de sus hijos adolescentes se relaciona positivamente con la motivación de los jóvenes para
leer. En este caso los padres pueden apoyar a sus hijos mayores discutiendo las lecturas y compartiendo libros con ellos.
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476
Capítulo 10
El papel que desempeñan los amigos parece ser especialmente importante. Los amigos suelen
mostrar niveles similares de motivación en indicadores como la autopercepción de competencia, por
ejemplo la autoeicacia; los estándares académicos, la importancia de cumplir los estándares y la preferencia por los desafíos (Altermatt y Pomerantz, 2003). En su estudio con alumnos de secundaria,
Wentzel, Barry y Caldwell (2004) encontraron que los estudiantes que no tenían amigos exhibían
menos conducta prosocial, más bajas caliicaciones promedio y mayor alicción emocional en comparación con los estudiantes que sí los tenían. Por ende, los amigos son importantes para el aprendizaje
y la motivación.
Implicaciones
Los puntos precedentes sugieren cómo se podrían modiicar las estrategias motivacionales dependiendo de los niveles de desarrollo de los estudiantes. En lo que respecta al establecimiento de metas,
se sugiere usar metas especíicas y a corto plazo (próximas) con los niños pequeños. Dado que su
marco temporal de referencia es inmediato, es probable que una meta que esté más allá del contexto
inmediato cause poco o ningún efecto motivacional.
Es importante trabajar con los estudiantes en el establecimiento de metas y ayudarlos a dividir
en submetas, con una cronología, las que sean a largo plazo. Cuando los profesores asignan proyectos pueden ayudar a sus alumnos a entender las tareas que los componen y proponer programas de
terminación; eso permite a los estudiantes comparar su progreso con el plan y con ello determinar
si están en camino de terminar a tiempo. El establecimiento de metas y la autosupervisión del progreso son procesos de motivación que contribuyen de manera fundamental a la autorregulación (B.
Zimmerman, 2000).
Que la mayoría de los niños pequeños por lo general sean optimistas acerca de lo que pueden
hacer parece deseable para la motivación. Sin embargo, el inconveniente es que pueden tratar de
realizar tareas que rebasen sus posibilidades y fracasar en la experiencia. Dado que la mayor parte
del trabajo escolar en la primaria involucra habilidades básicas, los docentes deben presentar a sus
alumnos tareas que puedan realizar. A medida que las tareas se vuelvan más difíciles, los profesores
deben prepararlos para la mayor diicultad. Esforzarse y no tener éxito en una tarea que saben difícil
no provoca los efectos negativos en la capacidad percibida de los estudiantes que puede tener el fracasar en una tarea sencilla.
A medida que aumenta la capacidad de los niños para hacer comparaciones sociales e incluir cualidades internas (por ejemplo, capacidades), corresponde a los profesores tratar de que sus alumnos
enfoquen sus comparaciones en su propio progreso en lugar de comparar su desempeño con el de
sus compañeros. En el capítulo 4 se mencionó que las autoevaluaciones del progreso ejercen efectos
importantes en la autoeicacia. Incluso cuando los niños saben que su desempeño está rezagado respecto al de otros, si creen que han progresado, también pueden creer que pueden seguirlo haciendo
y que a la larga estarán en niveles más altos.
Muchas escuelas tienen lemas como “Todos los niños pueden aprender”, los cuales implican que
los profesores y los administradores no aceptan excusas para el fracaso. Incluso si las capacidades percibidas de los niños disminuyen a medida que se hacen mayores, la disminución no debería conducir
al fracaso, siempre que ésta no sea grande y que la escuela muestre una actitud de que los estudiantes
no deben fracasar. Si el resultado de ésta disminución es una mejor correspondencia con el desempeño real, entonces los estudiantes están en buena posición para evaluar sus fortalezas y debilidades,
así como para identiicar las áreas en que necesitan más enseñanza. Mantener la capacidad de autopercepción vinculada al progreso es crucial para la motivación. En el recuadro de la aplicación 10.6
se ofrecen aplicaciones basadas en los cambios en la motivación que se generan con el desarrollo.
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Desarrollo
477
APLICACIÓN 10.6
Motivación y desarrollo
La investigación ofrece varias ideas de cómo pueden los profesores recurrir a los procesos de motivación en diferentes puntos del desarrollo. Los
niños pequeños son motivados por el elogio del
docente y las consecuencias positivas de sus acciones. Kathy Stone establece el tono de su clase
recordando siempre a sus alumnos que pueden
aprender; los elogia por progresar en el aprendizaje, diciéndoles por ejemplo, “¡Es genial! ¿De
verdad estás aprendiendo a hacerlo?”; y les permite obtener tiempo libre por terminar su trabajo
y obedecer las reglas del aula. También elogia
conductas deseables, diciéndoles, por ejemplo,
“Me gusta ver cómo te estás esforzando hoy”, y
utiliza información social comparativa con el in
de cambiar las conductas indeseables. Un ejemplo
de esto es cuando dice: “Tisha, ve lo bien que está
trabajando Brianna, sé que tu puedes hacerlo tan
bien como ella”.
Jim Marshall sabe que no todos sus estudiantes
tienen un interés intrínseco en la historia; también
sabe que se preocupan por las percepciones de su
capacidad y que no quieren que se les considere
incapaces de aprender. En la clase trata de minimizar las actividades que destacan las diferencias en
capacidad, como los círculos de historia y las respuestas rápidas a preguntas. En lugar de eso, hace
que sus alumnos trabajen en proyectos grupales en
los que cada uno es responsable de ciertas tareas,
lo cual les permite contribuir al producto inal. Los
miembros del grupo también comparten la responsabilidad de las presentaciones y dramatizaciones
de eventos históricos ante el grupo. Aunque Jim
asigna caliicaciones por los exámenes y tareas,
en la arena pública proporciona un contexto en
el que todos los estudiantes pueden tener éxito
y ser percibidos por los otros de manera positiva.
Gina Brown aprovecha su conocimiento de
que a medida que los estudiantes se hacen mayores pueden evaluar de manera más realista sus
capacidades. Cuando prepara los exámenes de las
unidades, busca que estos permitan a sus alumnos evaluar su capacidad para realizar diferentes
tareas; por ejemplo, les pide “Deina los términos
clave en la teoría de Piaget” y “Explique de qué
manera se puede usar a los compañeros en el
aula como modelos para enseñar habilidades y
construir la autoeicacia de los observadores”. A
los alumnos que obtienen baja caliicación en un
área particular, les proporciona materiales de estudio sobre los temas pertinentes. Revisa con el
grupo los temas en los que por lo general las autoevaluaciones son bajas. Cuando asigna a los estudiantes para el trabajo de campo en las escuelas,
les pide que evalúen sus habilidades para tareas
como “Fungir como tutor de un niño en lectura”
y “Ayudar al profesor a diseñar una clase sobre
fracciones”. Cuando trabaja con los docentes en
las escuelas, realiza tutoriales sobre los temas
en los que las autoevaluaciones y el comportamiento de los estudiantes indican una percepción baja
de sus capacidades. Permitir que los estudiantes
se autoevalúen los ayuda a asumir mayor responsabilidad de su aprendizaje y les inculca el tipo de
autorrelexión sobre la enseñanza que sus programas académicos tratan de fomentar.
APLICACIONES A LA INSTRUCCIÓN
Las teorías y los principios del desarrollo sugieren muchas formas de considerar las diferencias del desarrollo en la instrucción. En una sección anterior de este capítulo, examinamos la instrucción apropiada
para el desarrollo y las implicaciones de la teoría de Bruner para la enseñanza. En esta sección se revisan
los estilos de aprendizaje, el modelo de instrucción de Case y las interacciones entre estudiante y profesor.
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478
Capítulo 10
Estilos de aprendizaje
Muchos investigadores interesados en las características del aprendiz han explorado los estilos de
aprendizaje, conocidos también como estilos cognoscitivos o intelectuales, que son variaciones individuales estables en la percepción, organización, procesamiento y recuerdo de la información (Shipman
y Shipman, 1985). Los estilos son formas en que la gente preiere procesar la información y manejar las
tareas (Sternberg y Grigorenko, 1997; Zhang y Sternberg, 2005), pero no son sinónimos de capacidades. Las capacidades constituyen la facultad para aprender y ejecutar las habilidades, los estilos son
formas habituales de procesar y utilizar la información.
Los estilos se inieren de las diferencias individuales sistemáticas en la organización y el procesamiento de la información en diferentes tareas (Messick, 1984). Los estilos ayudan a relacionar el funcionamiento cognoscitivo, afectivo y social en la medida en que inluyen en la cognición, los afectos
y la conducta (Messick, 1994). A su vez, las diferencias estilísticas se asocian con diferencias en el
aprendizaje y la receptividad a varias formas de instrucción (Messick, 1984).
En esta sección se analizan tres estilos: el de dependencia-independencia del campo, el de clasiicación y el de tempo cognoscitivo, que tienen bases considerables en la investigación e implicaciones
educativas. Existen muchos otros estilos, que incluyen el de nivelación o agudización (desdibujar o
acentuar las diferencias entre los estímulos); el de arrojo o cautela (mucha o poca disposición a aprovechar las oportunidades de lograr metas) y el de preferencia por una modalidad sensorial (por medio
de acciones o cinestésica, icónica o visual, simbólica o auditiva; Sternberg y Grigorenko, 1997; Tobias,
1994). El Indicador de Tipos de Myers-Briggs (Myers y McCaulley, 1988) es un inventario popular de estilos que pretende identiicar las formas en que los individuos preieren buscar ambientes de aprendizaje y prestar atención a los elementos que éstos contienen. Sus cuatro dimensiones son extroversiónintroversión, sensitivo-intuitivo, pensamiento-sentimiento y juicio-percepción. Los lectores pueden
encontrar descripciones más detalladas de otros estilos en el trabajo de Zhang y Sternberg (2005).
Los estilos proporcionan información importante acerca del desarrollo cognoscitivo; también es
posible relacionarlos con patrones de conducta más generales para estudiar el desarrollo de la personalidad (por ejemplo, véase el trabajo de Myers-Briggs). Los educadores los estudian con el in de
idear ambientes complementarios de aprendizaje y de enseñar a sus alumnos estilos más adecuados
para mejorar el aprendizaje y la motivación. Los estilos también son pertinentes para el desarrollo
y las funciones del cerebro (véase el capítulo 2).
Dependencia-independencia del campo La dependencia-independencia del campo, conocida también
como diferenciación psicológica, funcionamiento global y analítico, se reiere al grado en que el individuo depende o es distraído por el contexto o campo perceptual en que ocurre un estímulo o evento
(Sternberg y Grigorenko, 1997). El constructo fue identiicado e investigado principalmente por Witkin
(1969; Witkin, Moore, Goodenough y Cox, 1977).
Diversas pruebas miden la dependencia del contexto perceptual. Una de ellas es la prueba de la
barra y el marco, en la que el individuo trata de acomodar una barra luminosa inclinada en una posición vertical dentro de un marco luminoso inclinado, al interior de un cuarto oscuro sin otras señales
perceptuales. La independencia del campo originalmente fue deinida como la habilidad para alinear
la barra de la manera correcta utilizando tan sólo un estándar interno de colocación. Otras medidas
son: la prueba de iguras insertadas, en la que el individuo trata de localizar una igura sencilla insertada dentro de un diseño más complejo, y la prueba de ajuste corporal, en la que el individuo se
sienta en una silla inclinada en un cuarto inclinado y trata de colocar la silla en posición vertical. Los
participantes a quienes les resulta fácil localizar las iguras y colocarse en posición vertical se clasiican
como independientes del campo (véase el recuadro de aplicación 10.7).
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Desarrollo
479
APLICACIÓN 10.7
Estilos de aprendizaje
Los profesores de primaria deben ser cuidadosos
alconsiderar las diferencias cognoscitivas de sus
alumnos cuando diseñan las actividades del aula,
en particular porque los niños pequeños son más
dependientes del campo (globales) que independientes del campo (analíticos). Para el niño de
primaria, se debe enfatizar el diseño de actividades que consideren al mismo tiempo la comprensión global y el pensamiento analítico.
Por ejemplo, cuando Kathy Stone trabaja en
una unidad sobre el vecindario, empieza por hablar a sus alumnos acerca de todo el vecindario
y de todas las personas y lugares que contiene
(pensamiento global). Los niños pueden empezar
a hacer réplicas de sus casas, de la escuela, las iglesias, las tiendas, etc., lo cual podría utilizar el pensamiento analítico, y después colocarlas sobre un
mapa grande en el piso para obtener una imagen
general del vecindario (global). Los niños podrían
pensar en las personas del vecindario y sus características principales (pensamiento analítico) y luego montar un espectáculo de marionetas que las
describa interactuando entre sí sin ser demasiado
precisos acerca de las conductas exactas (global).
La señora Stone puede enseñarles un mapa real de
la ciudad para brindarles una perspectiva amplia
(global) y enfocarse luego en la sección del mapa
que detalla su vecindario (analítico).
Los profesores de secundaria pueden considerar las diferencias de estilo cuando planean las
clases. Cuando da la clase sobre la Guerra Civil,
Jim Marshal debería hacer hincapié en los estilos
global y analítico mediante el análisis de temas
generales y causas subyacentes de la guerra (por
ejemplo, la esclavitud y la economía), y a través de
la creación de listas de sucesos y personajes importantes (como Lincoln, Grant y Lee, y las batallas
de Fredericksburg y Appomattox). Las actividades
de los estudiantes podrían incluir discusiones de
problemas importantes que estuvieron detrás de la
guerra (estilo global) y elaborar líneas de tiempo
que muestren las fechas de las batallas importantes
y otras actividades (estilo analítico). Si solamente
enfatizara un tipo de estilo, los estudiantes que
procesan y construyen el conocimiento de manera diferente podrían dudar de su capacidad para
entender el material, lo que causaría un impacto
negativo en su autoeicacia y motivación para el
aprendizaje.
Los niños pequeños dependen principalmente del campo, pero durante la etapa preescolar empiezan a incrementar su independencia del campo, un proceso que se extiende a la adolescencia.
Las preferencias individuales de los niños se mantienen razonablemente constantes con el paso del
tiempo. Los datos son menos claros en lo que respecta a las diferencias de género. Aunque algunos
datos sugieren que los varones mayores son más independientes del campo que las mujeres mayores,
la investigación en niños muestra que las niñas son más independientes del campo que los niños. No
queda claro si esas diferencias relejan un estilo cognoscitivo o algún otro constructo, por ejemplo,
actividad-pasividad, que contribuye al desempeño en las pruebas.
Witkin y sus colaboradores advirtieron que los aprendices dependientes e independientes del
campo no diieren en su capacidad para aprender, pero que pueden responder de manera diferente
a los ambientes y el contenido del aprendizaje. Dado que las personas dependientes del campo pueden ser más sensibles y atender con cuidado a los aspectos del ambiente social, son mejores para
aprender material con contenido social; sin embargo, a los aprendices independientes del campo les
resulta sencillo aprender dicho contenido cuando éste es llevado a su atención. Los aprendices dependientes del campo parecen sensibles al elogio y críticas del profesor. Las personas independientes del
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Capítulo 10
campo tienen más probabilidades de dar estructura al material que se les presenta desorganizado que
los aprendices dependientes del campo, quienes consideran el material tal como lo reciben. Con un
material mal estructurado los aprendices dependientes del campo pueden estar en desventaja. En el
aprendizaje estos últimos utilizan los rasgos destacados de las situaciones, mientras que los aprendices
independientes del campo consideran también los rasgos menos destacados, lo que les da la ventaja
de poder aprender conceptos al contrastar los atributos relevantes con los irrelevantes.
Esas diferencias sugieren formas en que los profesores pueden modiicar los métodos de enseñanza. Si los aprendices dependientes del campo no perciben las señales, los docentes deben destacarlas para ayudarlos a distinguir los rasgos relevantes de los conceptos. Esto puede ser de especial
importancia en el caso de los niños que empiezan a leer cuando se enfocan en las características de
las letras. La evidencia indica que los aprendices dependientes del campo presentan más diicultades
en las primeras etapas de la lectura (Sunshine y DiVesta, 1976).
Estilo de clasiicación. El estilo de clasiicación se reiere a los criterios empleados para percibir que los
objetos son similares entre sí (Sigel y Brodzinsky, 1977). Este estilo es evaluado con una tarea que consiste en agrupar objetos con base en la similitud percibida. Ésta no es una tarea bien deinida, porque
los objetos se pueden clasiicar de muchas formas. A partir de una colección de dibujos de animales,
se podría seleccionar un gato, un perro y un conejo y dar como razón para el agrupamiento que son
mamíferos, tienen pelaje, corren, etcétera. El estilo que el individuo elige para clasiicar revela la forma
en que preiere organizar la información.
Tres tipos de estilos de clasiicación son: el relacional, el descriptivo y el categórico (Kagan, Moss
y Sigel, 1960). Un estilo relacional (contextual) relaciona los elementos según un tema o función
(por ejemplo, espacial, temporal); un estilo descriptivo (analítico) implica agrupar por semejanza de
acuerdo con algún detalle o atributo físico; un estilo categórico (inferencial) clasiica los objetos como
casos de un concepto supraordinado. En el ejemplo anterior, “son mamíferos”, “tienen pelaje” y “corren” relejan los estilos categórico, descriptivo y relacional, respectivamente.
La clasiicación de los preescolares tiende a ser descriptiva; sin embargo, también son comunes
las respuestas relacionales de tipo temático (Sigel y Brodzinsky, 1977). Los investigadores advierten
que con el desarrollo se tiende a aumentar el uso de las clasiicaciones descriptivas y categóricas, y a
disminuir el de las respuestas relacionales.
Existe una relación entre el estilo cognoscitivo y el aprovechamiento académico, pero no está
clara la dirección causal (Shipman y Shipman, 1985). Por ejemplo, la lectura requiere percibir relaciones analíticas, como hacer discriminaciones inas; sin embargo, los tipos de discriminaciones que se
realizan son tan importantes como la capacidad para elaborarlas. A los estudiantes se les enseña lo primero. Es posible que exista una inluencia mutua entre el estilo y el aprovechamiento. Ciertos estilos
pueden dar lugar a un mayor aprovechamiento, por lo que se pueden emplear las recompensas, las
percepciones de progreso y la autoeicacia resultantes para reforzar su uso continuo.
Tempo cognoscitivo El tempo cognoscitivo (respuesta conceptual) ha sido investigado de manera exhaustiva por Kagan (1966; Kagan, Pearson y Welch, 1966), quien estudiaba la clasiicación cuando
observó que algunos niños respondían con rapidez mientras que otros eran más relexivos y se tomaban su tiempo. El tempo cognoscitivo se reiere a la disposición a “detenerse y relexionar sobre la
exactitud de las hipótesis y soluciones en una situación de incertidumbre en la respuesta” (Shipman
y Shipman, 1985, p. 251).
Kagan desarrolló la prueba de igualación de iguras familiares (Matching Familiar Figures, MFF)
para evaluar a los niños. La prueba incluye 12 reactivos de igualación con un estándar en que se
presenta la igura estándar con seis igualaciones posibles, una de las cuales es perfecta. Las variables
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Desarrollo
481
dependientes son el tiempo para la primera respuesta a cada reactivo y el total de errores en todos
los reactivos. Los niños relexivos obtienen puntuaciones por arriba de la mediana en el tiempo (más
largo), pero por debajo de la mediana en los errores (menos), mientras que los niños impulsivos
muestran el patrón opuesto. Otros dos grupos de niños son rápidos y exactos (por debajo de la mediana en ambas medidas) y lentos e inexactos (por arriba de la mediana en ambas medidas).
Con el desarrollo, los niños se tornan más relexivos, en particular en los primeros años escolares (Sigel y Brodzinsky, 1977). La evidencia sugiere tasas diferentes de desarrollo para niños y
niñas, según las cuales las niñas son más relexivas a una edad más temprana. Una correlación positiva moderada entre las puntuaciones por un periodo de dos años indica una estabilidad razonable
(Brodzinsky, 1982; Messer, 1970).
Las diferencias en el tempo no se relacionan con las puntuaciones de inteligencia, pero sí se
correlacionan con el aprovechamiento escolar: Messer (1970) encontró que los niños no promovidos al siguiente grado eran más impulsivos que sus compañeros que sí habían sido promovidos. Los
niños relexivos tienden a presentar un mejor desempeño en tareas perceptuales y de solución de
problemas conceptuales de diicultad moderada y suelen formular juicios maduros en tareas de adquisición de conceptos y razonamiento analógico (Shipman y Shipman, 1985). La relexividad tiene una
relación positiva con la lectura de prosa, el recuerdo serial y la toma de perspectiva espacial (Sigel
y Brodzinsky, 1977). Los niños impulsivos suelen prestar menos atención e interrumpir más que los
niños relexivos, están orientados al éxito rápido y demuestran estándares bajos de desempeño y motivación de dominio (Sternberg y Grigorenko, 1997).
Dada la relevancia del tempo cognoscitivo para la educación, muchos han sugerido enseñar a los
niños a ser menos impulsivos. Meichenbaum y Goodman (1971; capítulo 4) encontraron que el entrenamiento en la autoenseñanza disminuía los errores entre los niños impulsivos. Combinar demostraciones modeladas del estilo cognoscitivo relexivo con práctica y retroalimentación al estudiante
parece importante como medio de cambio.
Los estilos cognoscitivos son importantes para la enseñanza y el aprendizaje, y existen muchas
investigaciones sobre el desarrollo que pueden orientar los intentos de los profesionales de aplicar los
hallazgos para mejorar el funcionamiento adaptativo de los estudiantes. Por ejemplo, los aprendices
con un estilo visual-espacial son mejores para procesar y aprender de presentaciones gráicas (Vekiri,
2002). Al mismo tiempo, puede ser difícil sacar conclusiones relacionadas con la instrucción de la literatura relacionada con el tema (Miller, 1987). La distinción entre estilos cognoscitivos y capacidades
es endeble y controvertida (Tiedemann, 1989); la independencia del campo puede ser sinónimo de
ciertos aspectos de la inteligencia (Sternberg y Grigorenko, 1997). Un problema que no se ha resuelto
es si los estilos son rasgos individuales relativamente permanentes o estados modiicables. Si los estilos
son impulsados por la capacidad, entonces los intentos por modiicarlos pueden ser menos exitosos
que si fueran adquiridos y sujetos a cambio. La investigación reciente ha estudiado la organización de
los estilos dentro de marcos de procesamiento de información y de la estructura de la personalidad
humana (Messick, 1994; Sternberg y Grigorenko, 1997; Zhang y Sternberg, 2005).
Lo ideal sería que las condiciones de enseñanza coincidieran con los estilos de los aprendices;
sin embargo, esta igualación no suele ocurrir. Es posible que los aprendices deban adaptar sus estilos
y modos preferidos de trabajo a las condiciones de instrucción que involucran contenido y métodos
de enseñanza. Los métodos de autorregulación ayudan a los alumnos a adaptarse a condiciones de
instrucción cambiantes.
Las condiciones de instrucción pueden ser adaptadas a las diferencias individuales a in de ofrecer
oportunidades de aprendizaje iguales para todos los estudiantes a pesar de las diferencias en aptitudes, estilos, etcétera (Corno y Snow, 1986; Snow, Corno y Jackson, 1996). Los profesores controlan
muchos aspectos del ambiente de instrucción que pueden adaptar a las diferencias entre los estudiantes.
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482
Capítulo 10
Esos aspectos incluyen la estructura organizacional (de todo el grupo, en pequeños grupos, individual), materiales regulares y complementarios, uso de tecnología, tipo de retroalimentación y tipo de
material presentado (táctil, auditivo, visual). Los docentes también hacen adaptaciones cuando ofrecen
instrucción correctiva a los alumnos con diicultades para comprender el material nuevo.
MODELO DE INSTRUCCIÓN DE CASE
Case (1978a, 1978b, 1981) propuso un modelo de desarrollo de etapas estructurales para explicar los
cambios en las capacidades cognoscitivas de procesamiento de información. Las etapas de Case (rangos
de edad aproximados) y sus características distintivas son las siguientes (Meece, 2002): sensoriomotriz
(del nacimiento al año y medio), representaciones mentales ligadas a movimientos físicos; relacional
(1.5 a 5 años), relaciones coordinadas a lo largo de una dimensión (como el peso, un objeto es pesado
o ligero); dimensional (5 a 11 años), relaciones coordinadas a lo largo de dos dimensiones (por ejemplo, comparación de estatura y peso); abstracto (11 a 18.5 años), uso del razonamiento abstracto.
Los cambios estructurales, es decir, el paso a nuevas etapas, están relacionados con el desarrollo
de estrategias cognoscitivas y los procesos de memoria. El desarrollo cognoscitivo incluye adquirir
estrategias eicientes para procesar la información y produce un incremento en el tamaño de la memoria de trabajo. A medida que las estrategias se hacen más eicientes (automáticas), consumen menos
espacio de la memoria de trabajo, lo que libera espacio para la adquisición de nuevas estrategias.
Case hacía hincapié en instruir a los estudiantes para ayudarlos a procesar la información de manera más automática. Uno de los primeros pasos consiste en identiicar la meta del aprendizaje y las
etapas que deben seguir los aprendices para alcanzarla. Así, para disminuir las exigencias a la memoria de trabajo durante la enseñanza, no se debe presentar demasiado material nuevo a la vez y se debe
descomponer cada paso complejo en pasos más simples.
Este proceso se puede ejempliicar con problemas en los que falta un sumando como 4 + ___ = 7
(Case, 1978b). Los pasos requeridos son los siguientes:
n
Leer los símbolos de izquierda a derecha.
n
Notar que la cantidad a encontrar es uno de los dos sumandos.
n
Decidir que el sumando conocido se debe restar del total conocido.
n
Notar y almacenar el valor del sumando proporcionado.
n
Notar y almacenar el valor del total.
n
Realizar la resta (p. 214).
Los niños suelen cometer dos tipos de errores de estrategia al resolver el problema anterior:
a) dan 4 o 7 como respuesta, al parecer porque primero buscan los símbolos y leen uno de ellos
y luego lo copian como la respuesta; y b) suman los dos números dados para obtener 11 utilizando
la siguiente estrategia:
n
n
n
n
n
n
Buscar y almacenar el primer símbolo.
Contar esa cantidad (con los dedos).
Buscar y almacenar el segundo símbolo.
Contar esa cantidad.
Contar el número total.
Escribir ese número como la respuesta.
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Desarrollo
483
Para mostrar a los niños que sus estrategias son incorrectas, el profesor puede usar caras. Se
coloca una cara completa a un lado del signo de igual y media cara del otro lado. Los niños ven que
esas caras no son iguales. Luego se presenta una cara completa a un lado del signo de igual y dos medias caras en el otro lado, donde una media cara tiene marcas y la otra está en blanco. Los niños hacen
las marcas de la cara en blanco para igualarla con la cara completa. Al inal se introducen símbolos
numéricos para reemplazar las caras.
Case (1978a) citó evidencia que demostraba que el étodo anterior es más eicaz que la práctica estructurada o la instrucción tradicional. Su modelo ha sido aplicado al diseño de la enseñanza y a otras
áreas como la evaluación y la educación infantil temprana (Case, 1993). Una desventaja de esta teoría
es el tiempo que requiere para diagnosticar, analizar y planear. El modelo puede ser más útil para
estudiantes que requieren ayuda correctiva porque ellos suelen usar estrategias ineicientes y mostrar
limitaciones en la memoria de trabajo.
Interacciones entre profesor y estudiante
Por medio de sus interacciones con sus alumnos, los profesores pueden adaptar la enseñanza a las
diferencias en el desarrollo (Meece, 2002). La atención de los niños pequeños puede ser capturada por
presentaciones novedosas e interesantes que al mismo tiempo minimicen las distracciones innecesarias. Para mantener la concentración de los niños, resulta útil brindarles oportunidades de movimiento
físico y que las actividades sean breves. Los más jóvenes también se beneician de objetos físicos y
presentaciones visuales (por ejemplo, medios didácticos manipulables, ilustraciones). Es posible que
los profesores deban indicar a sus alumnos cómo se relaciona el conocimiento que están aprendiendo
con lo que ya saben. Debe alentarse a los niños a usar esquemas y dibujos para organizar la información. Hacer que el aprendizaje resulte signiicativo, como recomendaba Lucía en la plática inicial,
por ejemplo, relacionándolo con experiencias reales, contribuye a construir las redes de memoria de
los niños. Otros aspectos de las interacciones son la retroalimentación y el clima del salón de clases.
Retroalimentación. Rosenshine y Stevens (1986) recomendaron que los profesores proporcionen retroalimentación del desempeño (como “correcto”, “bien”) y que mantengan el ritmo de la lección
cuando los estudiantes cometen errores dándoles retroalimentación correctiva pero sin volver a explicar todo el proceso. Cuando son muchos los alumnos que no entienden el material es necesario
repetir la enseñanza. Al impartir las lecciones e interactuar con los estudiantes más pequeños con el
in de tratar de llevarlos a la respuesta correcta con indicios o preguntas sencillas, los docentes deben
limitar la duración de las interacciones a 30 segundos o menos. Los contactos más prolongados hacen
que los otros estudiantes se distraigan.
Repetir la enseñanza y conducir a los estudiantes a las respuestas correctas son formas eicaces
de fomentar el aprendizaje (Rosenshine y Stevens, 1986). Cuando los contactos pueden ser cortos, es
útil formular preguntas sencillas y ofrecer indicios. Si son muchos los alumnos que cometen errores
durante una lección, resulta adecuado repetir la enseñanza. La retroalimentación que informa a los
estudiantes que sus respuestas son correctas los motiva porque les indica que se están volviendo más
competentes y que pueden seguir aprendiendo (Schunk, 1995). La retroalimentación que indica un
error también puede contribuir a la autoeicacia si es seguida por información correctiva sobre cómo
desempeñarse mejor. Los estudiantes más jóvenes se beneician de la retroalimentación frecuente.
De igual modo, otras interacciones que implican recompensas, metas, contratos y cosas similares
deben relacionarse con el progreso del estudiante. Por ejemplo, las recompensas ligadas al progreso
construyen la autoeicacia (Schunk, 1983e). En el caso de los niños, las tareas a corto plazo son
mejores indicadores de su progreso. Las recompensas entregadas por la mera participación,
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Capítulo 10
independientemente del nivel de desempeño, en realidad comunican información de eicacia negativa. Los estudiantes pueden dudar de su capacidad para desempeñarse mejor.
Clima del salón de clases. Los profesores ayudan a establecer un clima del salón de clases que inluya en las interacciones. Los aspectos emocionales de las interacciones entre docente y aprendiz son
importantes para los niños. Un clima positivo del aula que releje calidez y sensibilidad del profesor
se asocia con un mayor aprovechamiento y mejor autorregulación entre los estudiantes de primaria
(Pianta, Belsky, Vandergrift, Houts y Morrison, 2008).
Un estudio clásico de Lewin, Lippitt y White (1939) demostró la eicacia de un estilo de liderazgo
democrático (o colaborativo). El profesor trabaja de manera cooperativa con sus alumnos, los motiva
a realizar las tareas, les hace preguntas y comparte con ellos sus ideas. Aunque un estilo autoritario
(estricto, con reglas y procedimientos rígidos) puede elevar el aprovechamiento, esas aulas se caracterizan por altos niveles de ansiedad y caídas en la productividad cuando el profesor se ausenta. Un
estilo permisivo (o laissez faire) en que el docente ofrece poca dirección en el aula produce desperdicio de tiempo y actividades sin sentido. El liderazgo democrático anima la independencia e iniciativa
de los estudiantes, quienes siguen trabajando de manera productiva aunque el profesor no esté.
Las interacciones entre el docente y los aprendices a menudo incluyen elogios y críticas. Existen
muchas publicaciones sobre los efectos de esas variables en la conducta del estudiante.
El elogio va más allá de la simple retroalimentación sobre lo correcto del trabajo o lo apropiado
de la conducta porque comunica afecto positivo del profesor y brinda información sobre el valor de
las conductas de los alumnos (Brophy, 1981). Por ende, un profesor que dice “Correcto, muy buen
trabajo” está ofreciendo retroalimentación del desempeño (“Correcto”) y elogio (“Muy buen trabajo”).
Brophy (1981) revisó la investigación sobre el elogio del profesor y encontró que este no
siempre refuerza conductas deseables (véase el capítulo 3), lo cual se debe a que los profesores
no suelen darlo con base en las respuestas del estudiante. Más bien, puede ser poco frecuente, no
contingente y general, además de depender en gran medida de la necesidad de elogio que el profesor perciba en sus alumnos. Muchos estudios muestran también que no existe una relación fuerte
entre el elogio y el aprovechamiento del estudiante (Dunkin y Biddle, 1974). Los efectos del elogio
dependen, al parecer, del nivel de desarrollo, el estatus socioeconómico y la capacidad. En los primeros grados de la primaria, el elogio tiene una correlación débil pero positiva con el aprovechamiento de los estudiantes con bajos estatus socioeconómico y poca capacidad, pero dicha relación
se vuelve débil o desaparece entre los estudiantes de alto estatus socioeconómico y alta capacidad
(Brophy, 1981).
Después de los primeros grados de la primaria, el elogio se convierte en un reforzador débil.
Más o menos hasta los ocho años los niños desean complacer a los adultos, lo que permite que el
elogio tenga efectos poderosos; pero este deseo de complacer disminuye con el desarrollo. El elogio
también puede tener efectos no planeados. Dado que los elogios transmiten información acerca de las
creencias de los profesores, quienes elogian a sus alumnos cuando tienen éxito pueden comunicarles
que no esperan que aprendan mucho. Los estudiantes pueden creer que el profesor piensa que tienen poca capacidad, lo que podría causar un efecto negativo en su motivación y aprendizaje (Weiner
et al., 1983).
Cuando el elogio se relaciona con el progreso en el aprendizaje, corrobora las creencias de los
estudiantes de que se están volviendo más competentes y aumenta la autoeicacia y la motivación para
aprender. El uso indiscriminado del elogio no comunica información sobre las capacidades y produce
poco efecto sobre la conducta (Schunk et al., 2008).
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Desarrollo
485
La crítica transmite información acerca de lo indeseable de las conductas del estudiante. La crítica
“Estoy decepcionado de ti” se distingue de la retroalimentación del desempeño: “Eso está mal”. Lo
curioso es que la investigación demuestra que la crítica no necesariamente es mala (Dunkin y Biddle,
1974). Podríamos esperar que el efecto de la crítica en el aprovechamiento dependa del grado en que
comunique que los estudiantes son competentes y pueden lograr un mejor desempeño o hacer un
mejor uso de las estrategias. Por ende, una airmación como: “Estoy decepcionado de ti. Yo sé que
puedes hacerlo mejor si te esfuerzas más” puede motivar a los estudiantes a aprender porque contiene
información positiva sobre la autoeicacia. Igual que con el elogio, otras variables pueden atenuar
los efectos de la crítica. Algunas investigaciones muestran que los profesores hacen más críticas a los
niños varones, a los estudiantes negros, a los alumnos respecto a los cuales tienen bajas expectativas
y a los estudiantes de bajo estatus socioeconómico (Brophy y Good, 1974).
Dado que la crítica puede tener efectos variables, es probable que no sea bueno elegirla como
técnica motivacional para apoyar al aprendizaje. Los niños pequeños pueden malinterpretar las críticas
académicas y suponer que signiican que el profesor no los quiere o que es malo. Aunque algunos
estudiantes responden bien a la crítica, lo más recomendable es que, en lugar de criticar el desempeño
actual de sus alumnos, los profesores les ofrezcan retroalimentación positiva sobre cómo mejorarlo.
En el recuadro de la aplicación 10.8, se sugieren maneras de utilizar el elogio y la crítica en escenarios
de aprendizaje.
APLICACIÓN 10.8
Uso del elogio y la crítica
Al usar el elogio y la crítica cuando interactúan
con sus alumnos, los profesores pueden inluir en
su desempeño. Pero deben mostrar el cuidado de
usarlos de manera apropiada y recordar que la crítica por lo general no es una buena elección porque puede tener efectos variables.
El elogio es más eicaz cuando es simple y
directo y se le relaciona con el logro de acciones
especíicas. Por ejemplo, un profesor que felicita a
un estudiante por permanecer sentado, tranquilo
y concentrado en hacer bien su trabajo ese día no
debe decir: “De verdad hoy has estado muy bien”,
ya que eso es demasiado general. En vez de eso
podría decir algo como: “De verdad me gusta la
forma en que te esforzaste hoy para terminar en
tu asiento todo tu trabajo de matemáticas. Valió
la pena que lo hicieras porque resolviste bien
todas las divisiones. ¡Buen trabajo!”.
Cuando un estudiante responde una pregunta en la clase de historia de Estados Uni-
dos durante la discusión sobre un capítulo, es
deseable que Jim Marshall le haga saber por qué
estuvo bien su respuesta. En lugar de sólo contestar, “Buena respuesta”, el señor Marshall puede
agregar: “Resumiste muy bien los tres puntos de
este capítulo”.
Si se emplea la crítica, esta debe comunicar
que los estudiantes son competentes y se pueden desempeñar mejor, lo cual puede motivarlos.
Por ejemplo, suponga que un estudiante capaz
entregó un proyecto muy deiciente de psicología
educativa que no cumple la tarea. Gina Brown le
dice a su alumno: “John, estoy muy decepcionada
de tu proyecto. Eres uno de los mejores alumnos
del grupo. Siempre participas en clase y tienes un
buen desempeño en todas las pruebas. Yo sé que
eres capaz de realizar un proyecto excepcional.
Vamos a trabajar un poco más en esta tarea y a
esforzarnos más para que la rehagas”.
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486
Capítulo 10
RESUMEN
El desarrollo se reiere a los cambios que se dan a lo largo del tiempo en un patrón ordenado y que
favorecen la supervivencia. Esos cambios son progresivos y ocurren durante el ciclo de vida. El desarrollo está íntimamente relacionado con el aprendizaje debido a que en cualquier momento el nivel de
desarrollo pone restricciones al aprendizaje.
El estudio cientíico del desarrollo humano empezó a inales del siglo XIX. Los avances tecnológicos y la aluencia de inmigrantes dieron lugar a cambios sociales importantes. La sociedad necesitaba
profesores y escuelas para educar a estudiantes de muy diversos antecedentes. Muchos educadores,
inspirados en la psicología y la ilosofía, conformaron el poco organizado grupo Movimiento para el
Estudio del Niño. Los primeros esfuerzos en el estudio del niño generaron investigaciones y dieron a
conocer a padres y profesores las implicaciones del desarrollo, pero la amplia agenda del Movimiento
para el Estudio del Niño al inal fue sustituida por el conductismo y otras teorías.
Los investigadores tienen diversos puntos de vista sobre el desarrollo: biológico, psicoanalítico,
conductual, cognoscitivo y contextual. Independientemente del punto de vista, existen ciertos problemas que tratan las teorías del desarrollo, como el papel que desempeña la herencia, la estabilidad
de los periodos del desarrollo, la continuidad de los procesos, el papel que realiza la actividad del
aprendiz y el locus de los cambios del desarrollo (estructuras o funciones).
Las teorías estructurales incluyen a la teoría psicolingüística de Chomsky, la teoría clásica del
procesamiento de información y la teoría de Piaget. Estas teorías plantean que el desarrollo implica
cambios en las estructuras cognoscitivas, las cuales pueden ser modiicadas por la información aprendida. Las teorías del desarrollo de Piaget, Vygotsky y muchas otras relejan una perspectiva constructivista porque proponen que el conocimiento no se adquiere de manera automática, sino que los
aprendices construyen su propio aprendizaje.
La teoría de Bruner sobre el crecimiento cognoscitivo analiza las maneras en que los aprendices
representan el conocimiento: por medio de la acción, de manera icónica y de forma simbólica. Bruner
defendía el currículo en espiral en que una materia se vuelve a presentar de manera periódica al aumentar el desarrollo cognoscitivo y la comprensión del estudiante.
Muchos investigadores del desarrollo estudian cómo el procesamiento de la información cambia
en función de las experiencias y la educación. Los cambios del desarrollo se ven sobre todo en las
funciones de atención, codiicación, recuperación, metacognición y autorregulación. La teoría e investigación del desarrollo cognoscitivo tienen implicaciones para el diseño de la instrucción apropiada
para el desarrollo y para facilitar la transición en los niveles de escolaridad.
Las inluencias de la familia en el desarrollo incluyen al estatus socioeconómico (ESE), el ambiente del hogar, la participación de los padres y los medios electrónicos. El estatus socioeconómico
se relaciona con la socialización en la escuela, la asistencia y los años de escolaridad. Las familias con
estatus socioeconómico alto tienen mayor capital y ofrecen a los niños más y mejores oportunidades.
Las intervenciones tempranas en las familias de bajo estatus socioeconómico ayudan a preparar a los
niños para la escuela. Los efectos del ambiente del hogar en el desarrollo cognoscitivo son más pronunciados en la infancia y la niñez temprana. A medida que los niños se hacen mayores, sus redes
sociales se expanden y los compañeros se vuelven más inluyentes. Los padres pueden dirigir a los
niños a ciertas trayectorias haciéndolos participar en grupos y actividades. Las expectativas de los padres para sus hijos se relacionan positivamente con su aprovechamiento. El Programa de Desarrollo
Escolar de Comer involucra a los padres y a los miembros de la comunidad en la planeación escolar.
Los niños aprenden de medios electrónicos, y la exposición moderada a medios educativos se asocia
con un mejor desarrollo cognoscitivo y un mayor aprovechamiento. Los padres y cuidadores que
acompañan a sus hijos cuando utilizan los medios los ayudan a fomentar su aprendizaje.
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Desarrollo
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Con el desarrollo, la motivación se vuelve más diferenciada y compleja; cambian los niveles de
motivación y la comprensión de los niños de los procesos de motivación (por ejemplo, metas y comparaciones sociales); aumenta la correspondencia entre los valores, creencias y metas de los niños y
sus elecciones y desempeños, y su motivación a largo plazo se torna importante. Los niños son motivados por metas especíicas a corto plazo y comparaciones del progreso en el desempeño. Con el
desarrollo, la división de las tareas en submetas y las autoevaluaciones del progreso se vuelven más
motivantes.
Las teorías del desarrollo sugieren que la enseñanza se puede adaptar para considerar las diferencias. Los estudiantes diieren en los estilos de aprendizaje que preieren. Para tener en cuenta las
diferencias de estilo, los profesores deben asegurarse de comunicar la información de muchas formas
y de que las actividades del alumno son variadas. El modelo de Case es una explicación estructural de
los cambios en las capacidades del procesamiento de información. El modelo hace hincapié en ayudar
a los estudiantes a procesar la información de manera más automática. Después de que se evalúa el
conocimiento inicial de los aprendices, se especiican las metas y secuencias de la tarea para llevarlos
a una mayor competencia. Las interacciones del docente con los estudiantes deben relejar los cambios del desarrollo. Los profesores que estructuran la retroalimentación y ofrecen un clima positivo en
el aula, lo cual incluye el uso eiciente del elogio y la crítica, contribuyen a mejorar la motivación de
los estudiantes y su aprendizaje.
LECTURAS ADICIONALES
Bradley, R. H. y Corwyn, R. F. (2002). Socioeconomic status and child development. Annual Review
of Psychology, 53, 371-399.
Bruner, J. S. (1966). Toward a theory of instruction. Nueva York: Norton.
Case, R. (1993). Theories of learning and theories of development. Educational Psychologist, 28,
219-233.
Comer, J. P. (2001, abril 23). Schools that develop children. The American Prospect, 30-35.
Davidson, E. S. y Benjamin, L. T. Jr. (1987). A history of the child study movement in America. En J.
A. Glover y R. R. Ronning (editores). Historical foundations of educational psychology (pp. 41-60).
Nueva York: Plenum.
Kirkorian, H. L., Wartella, E. A. y Anderson, D. R. (2008). Media and young children’s learning.
The Future of Children, 18(1), 39-61.
Sternberg, R. J. y Grigorenko, E. L. (2005). Are cognitive styles still in style? American Psychologist, 52,
700-712.
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Glosario
Acomodación El proceso de modiicación de las estructuras
internas para proporcionar congruencia con la realidad
externa.
Acrecentamiento Codiicación de la nueva información en
términos de los esquemas existentes.
Acto Clase de movimiento que produce un resultado.
Adaptación Véase Equilibración.
Adaptación de la instrucción Ajustar las condiciones de la
instrucción al nivel del sistema, curso o individuo a in
de adecuarlas a las diferencias individuales importantes
y asegurar las mismas oportunidades de aprendizaje para
todos los estudiantes.
Agrupamiento Combinar la información de manera signiicativa.
Agrupamiento categórico Recuerdo de los elementos en grupos con base en el signiicado similar o la pertenencia
a la misma categoría.
Alfabetismo cientíico Comprensión de los signiicados, fundamentos, estado actual y los problemas de los fenómenos cientíicos.
Algoritmo errado Regla incorrecta para resolver un problema
matemático.
Amígdala Parte del cerebro involucrada en la regulación de
la emoción y la agresividad.
Análisis de características Teoría de la percepción que propone que la gente aprende las características esenciales
de los estímulos que se almacenan en la memoria a largo
plazo como imágenes o códigos verbales y los compara
con entradas ambientales.
Análisis de medios y ines Estrategia de solución de problemas en que se compara la situación actual con la meta
para identiicar las diferencias entre ellas, se establece una
submeta para reducir una de las diferencias, se realizan
operaciones para alcanzar la submeta y se repite el proceso hasta que se alcanza la meta.
Análisis funcional de la conducta Proceso en que se determinan
las variables externas de las que la conducta es una función.
Análisis ingenuo de la acción La manera en que la gente
común interpreta los eventos.
Análisis sintáctico División mental de los patrones percibidos de sonido en unidades de signiicado.
Andamiaje Proceso en el que se controlan los elementos de
la tarea que exceden las capacidades del aprendiz para
permitirle enfocarse en los rasgos de la tarea que pueda
captar con rapidez y en dominarla.
Andamiaje instruccional Véase Andamiaje.
Aprendizaje Cambio duradero en la conducta o la capacidad
para comportarse de una determinada manera que resulta
de la práctica o de otras formas de experiencia.
Aprendizaje (educación) a distancia Instrucción que se origina en un sitio y se transmite a estudiantes en uno o más
lugares remotos; puede incluir capacidades interactivas
bidireccionales.
Aprendizaje asincrónico Interacciones en tiempo no real.
Aprendizaje cooperativo Situación en que un grupo de estudiantes trabajan en una tarea que es demasiado grande
para que cualquiera la realice de manera individual y en
que un objetivo es desarrollar en los alumnos la capacidad de trabajar de manera colaborativa.
Aprendizaje de conceptos Identiicar los atributos, generalizarlos a nuevos ejemplos y distinguir los ejemplos de los
no ejemplos.
Aprendizaje de dominio Plan instruccional sistemático cuyo
objetivo consiste en que los estudiantes demuestren un
alto aprovechamiento y que incluye los componentes de
deinición del dominio, planeación para el dominio, enseñanza para el dominio y caliicación del dominio.
Aprendizaje de todo o nada Idea de que el aprendizaje de
una respuesta avanza con rapidez (por ejemplo, en un
solo ensayo) de una fuerza nula o baja a toda su fuerza.
Aprendizaje electrónico Aprendizaje por medios electrónicos.
Aprendizaje gradual Idea de que el aprendizaje se establece
de manera gradual a través de la repetición del desempeño, ejempliicado por la teoría de Thorndike.
Aprendizaje latente Aprendizaje que resulta de las interacciones ambientales en ausencia de una meta o reforzamiento.
Aprendizaje mediado socialmente Aprendizaje en el que inluyen los aspectos del entorno sociocultural.
Aprendizaje motivado Motivación para adquirir nuevos conocimientos, habilidades y estrategias en lugar de limitarse a realizar actividades.
Aprendizaje por computadora Aprendizaje que ocurre con la
ayuda de una computadora.
Aprendizaje por descubrimiento Tipo de razonamiento inductivo en que se obtiene conocimiento mediante el
planteamiento y la prueba de hipótesis a través de experiencias prácticas.
Aprendizaje por medio de la acción Aprendizaje mediante el
desempeño real.
Aprendizaje por observación Exhibición de un nuevo patrón
de conducta por una persona que observa a un modelo;
antes del modelamiento, la probabilidad de que el observador presente la conducta es nula incluso cuando existen alicientes motivacionales.
Aprendizaje signiicativo por recepción Aprendizaje de ideas,
conceptos y principios en que el material se presenta en
su forma inal y se relaciona con el conocimiento previo
de los estudiantes.
Aprendizaje sincrónico Interacciones en tiempo real.
Aprendizaje vicario Aprendizaje que ocurre sin desempeño
maniiesto, como en la observación de modelos en vivo
o de manera simbólica.
Aproximaciones sucesivas Véase Moldeamiento.
Área de Broca Parte del cerebro en el lóbulo frontal izquierdo que controla la producción del habla.
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Glosario
Área de Wernicke Parte del cerebro en el hemisferio izquierdo que participa en la comprensión del habla y el
uso adecuado de la sintaxis al hablar.
Asamblea celular En la teoría de Hebb una estructura que
incluye células en los centros corticales y subcorticales.
Asambleas neuronales Conjuntos de neuronas conectadas sinápticamente entre sí.
Ascenso de colina Véase Trabajo hacia atrás.
Asignación de recursos Modelo de aprendizaje que especiica que la atención es un recurso limitado que se adjudica a actividades en función de la motivación y la autorregulación.
Asimilación Proceso de ajustar la realidad externa a las estructuras cognoscitivas existentes.
Atención Proceso por el cual se seleccionan algunas entradas ambientales para un procesamiento posterior de la
información.
Atribución Causa percibida de un resultado.
Aula multidimensional Salón de clases que tiene muchas actividades y permite la diversidad en las capacidades de
los estudiantes.
Autoconcepto Conjunto de percepciones del sí mismo que
se forman a través de las experiencias con el entorno,
y las interpretaciones de dichas experiencias, las cuales
tienen una fuerte inluencia de los reforzamientos y evaluaciones de otras personas signiicativas.
Autoconcepto de trabajo Los esquemas personales que están
mentalmente activos en cualquier momento; autoconocimiento al que se tiene acceso en el momento.
Autoconsideración positiva Consideración positiva que se
deriva de las experiencias con uno mismo.
Autodeterminación Motivo dirigido a desarrollar la competencia, empieza siendo indiferenciado aunque con el
tiempo se distingue en áreas especíicas.
Autoeicacia (Expectativas de eicacia) Creencias personales
concernientes a la capacidad que se posee para organizar
y llevar a cabo las acciones necesarias para aprender o
realizar conductas a los niveles designados.
Autoeicacia instruccional Creencias personales acerca de las
capacidades de alguien para contribuir al aprendizaje de
los estudiantes.
Autoeicacia percibida Véase Autoeicacia.
Autoenjuiciamiento Comparación que hace el individuo de
su nivel actual de desempeño en relación con una meta.
Autoestima Sentido de valía personal percibido por el individuo; el hecho de si se acepta o se respeta.
Autoevaluación Proceso que implica que el individuo juzga
su desempeño actual comparándolo con su meta y reacciona ante esos juicios considerando al desempeño digno
de interés, inaceptable, etcétera.
Autoinstrucción En un escenario de aprendizaje, estímulos
discriminativos producidos por el individuo que establecen la ocasión para las respuestas que dan lugar al reforzamiento.
Automaticidad Procesamiento cognoscitivo del que se tiene
poca o ninguna conciencia.
Automodelamiento Cambios en las conductas, pensamientos
y afectos que se derivan de observar el propio desempeño.
Autorrealización Deseo de realizarse o convertirse en todo
aquello que uno puede ser; el nivel más alto en la jerarquía de necesidades de Maslow.
Autorreforzamiento Proceso por el cual los individuos hacen
arreglos para recibir reforzamiento después de realizar
una respuesta, lo cual incrementa la probabilidad de dar
esa respuesta en el futuro.
Autorregulación (aprendizaje autorregulado) Proceso por el
cual los estudiantes activan y mantienen conductas, cogniciones y afectos orientados sistemáticamente a la obtención de metas de aprendizaje.
Autorreportes Juicios y declaraciones que efectúa la gente
acerca de sí misma.
Autosupervisión (observación, registro) Atención deliberada
a algún aspecto de la conducta propia, acompañada a
menudo por el registro de su frecuencia e intensidad.
Axón Hebra larga de tejido cerebral en una neurona que
envía mensajes.
Biografía del bebé Informe de un solo niño que se basa en
una serie de observaciones realizadas durante un periodo
prolongado.
Brecha sináptica Espacio entre los axones y las dendritas en
que se liberan los neurotransmisores.
Calidad de la instrucción Grado en que la enseñanza es eicaz,
eiciente, atractiva y económica para mejorar tanto el desempeño del estudiante como su actitud hacia el aprendizaje.
Caliicación de la conducta Estimación de la frecuencia con
que ocurre una conducta en un tiempo dado.
Caliicaciones de terceros Evaluaciones hechas por los estudiantes sobre la calidad o cantidad del desempeño.
Cambio asociativo Proceso de modiicación de conducta en
que las respuestas emitidas ante un estímulo particular llegan a darse ante un estímulo diferente como consecuencia del cambio ligero del estímulo en ensayos repetidos.
Capacidad biológicamente primaria Capacidad que se basa
en gran medida en la biología.
Capacidad biológicamente secundaria Capacidad que es enseñada en buena medida por la cultura.
Capital Indicador socioeconómico que incluye los recursos
inancieros, materiales, humanos y sociales del individuo.
Castigo Retiro de un reforzador positivo o presentación de
un reforzador negativo contingente a una respuesta, lo
cual disminuye la probabilidad de que en el futuro la respuesta se emita en presencia del estímulo.
Célula glial Célula cerebral que nutre y limpia a las neuronas.
Cerebelo Parte del cerebro que regula el equilibrio corporal, el control muscular, el movimiento y la postura del
cuerpo.
Cerebro La parte más grande del encéfalo que incluye los
hemisferios izquierdo y derecho; participa en la cognición
y el aprendizaje. Órgano principal del sistema nervioso
que regula la cognición, la motivación y las emociones.
Codiicación Proceso por el cual la información entrante
se deposita en el sistema de procesamiento y se prepara
para su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
Cognición (aprendizaje) situada Idea de que el pensamiento
está situado (ubicado) en contextos físicos y sociales.
Colaboración entre pares Aprendizaje que ocurre cuando los
estudiantes trabajan juntos y sus interacciones sociales
cumplen una función instruccional.
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Glosario
Comparación social Proceso por el cual el individuo compara sus creencias y conductas con las de otros.
Comprensión Asignar signiicado a la información verbal (impresa o hablada) y utilizarla para un propósito particular.
Comunicación mediada por la computadora ( cmc )
Aplicaciones tecnológicas que permiten la comunicación
entre los usuarios, por ejemplo, educación a distancia,
conferencias por computadora.
Concepción de la capacidad Creencia o teoría de la persona
acerca de la naturaleza de la inteligencia (capacidad) y de
cómo cambia con el tiempo.
Concepto Conjunto etiquetado de objetos, símbolos o eventos que comparten características comunes (atributos críticos).
Condicionamiento clásico Término descriptivo de la teoría
de Pavlov en que un estímulo neutro se condiciona para
provocar una respuesta mediante el emparejamiento repetido con un estímulo incondicionado.
Condicionamiento de orden superior Utilizar un estímulo
condicionado para condicionar un nuevo estímulo neutro
emparejando ambos estímulos.
Condicionamiento operante Presentar reforzamiento de manera contingente a una respuesta emitida en presencia
de un estímulo con la inalidad de incrementar la tasa o
probabilidad de que ocurra esa respuesta.
Condiciones del aprendizaje Circunstancias que prevalecen
cuando ocurre el aprendizaje, incluyen condiciones internas (habilidades y requisitos de procesamiento cognoscitivo del aprendiz) y condiciones externas (estímulos
ambientales que sostienen los procesos cognoscitivos del
aprendiz).
Conducta igualada-dependiente Conducta que iguala (es la
misma que) la del modelo y que depende de (es provocada por) la acción del modelo.
Conducta molar Secuencia grande de conducta que se dirige
a la meta.
Conducta operante Conducta que produce un efecto en el
entorno.
Conducta respondiente Respuesta dada ante un estímulo que
la provoca.
Conducta tipo R Véase Conducta operante.
Conducta tipo S Véase Conducta respondiente
Conducta verbal Respuestas vocales moldeadas y mantenidas por las acciones de otras personas.
Conductismo propositivo Término descriptivo de la teoría de
Tolman que enfatiza el estudio de grandes secuencias
de conductas (molares) dirigidas a metas.
Conexión de redes Computadoras en varias ubicaciones conectadas entre sí y con dispositivos periféricos centrales.
Conexionismo Término descriptivo de la teoría de Thorndike
que considera el aprendizaje como la formación de conexiones entre experiencias sensoriales (percepciones de
estímulos o eventos) e impulsos neuronales que se maniiestan en la conducta.
Conianza en sí mismo Grado en que se cree que se cuenta
con la capacidad de producir resultados, cumplir metas
o realizar tareas de manera competente, es análoga a la
autoeicacia.
Congruencia cognoscitiva Idea de que la gente tiene la necesidad de congruencia entre sus conductas y cogniciones.
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Conocimiento condicional Saber cuándo emplear formas de
conocimiento declarativo y procedimental y por qué es
importante hacerlo.
Conocimiento declarativo Conocimiento de que algo es el
caso; conocimiento de hechos, creencias, pasajes organizados y sucesos de una historia.
Conocimiento procedimental Saber cómo hacer algo; empleo de algoritmos y reglas, identiicación de conceptos,
solución de problemas.
Consideración condicional Consideración que es contingente a ciertas acciones.
Consideración positiva Sentimientos de respeto, agrado, calidez, compasión y aceptación.
Consideración positiva incondicionada Actitudes de valía y
aceptación sin condiciones.
Consolidación Proceso de estabilización y fortalecimiento de
las conexiones neuronales (sinápticas).
Constructivismo Doctrina que plantea que el aprendizaje
ocurre en contextos y que los aprendices forman o construyen gran parte de lo que aprenden y entienden en función de sus experiencias en las situaciones.
Constructivismo cognoscitivo Véase Constructivismo dialéctico.
Constructivismo dialéctico Perspectiva constructivista que
airma que el conocimiento se deriva de las interacciones
entre las personas y sus entornos.
Constructivismo endógeno Perspectiva constructivista que
plantea que la gente construye estructuras mentales a partir de las estructuras preexistentes y no directamente de la
información ambiental.
Constructivismo exógeno Perspectiva constructivista que
plantea que la adquisición del conocimiento representa
una reconstrucción de estructuras que existen en el
mundo externo.
Constructivismo social Perspectiva constructivista que hace
hincapié en la importancia de las interacciones sociales
del individuo en la adquisición de habilidades y conocimiento.
Conteo de frecuencia Frecuencia de una conducta en un periodo dado.
Contigüidad (Condicionamiento por contigüidad) Principio
básico de la teoría de Guthrie que se reiere al aprendizaje
que resulta del emparejamiento cercano en el tiempo de
una respuesta con un estímulo o situación.
Contingencia de tres términos Modelo básico del condicionamiento operante. Un estímulo discriminativo indica la
ocasión para emitir una respuesta, la cual es seguida por
un estímulo reforzador.
Contrato de contingencia Acuerdo escrito u oral entre el profesor y el alumno que especiica el trabajo que debe cumplir el estudiante para obtener un reforzador particular.
Control de la acción Estrategias y habilidades volitivas autorregulatorias potencialmente modiicables.
Control percibido Creencia de que es posible inluir en la
participación y los resultados de la tarea.
Corteza cerebral Capa externa delgada que cubre el cerebro.
Corteza motora primaria Área del cerebro que controla los
movimientos corporales.
Corteza prefrontal Parte delantera del lóbulo frontal del cerebro.
Corteza visual Lóbulo occipital del cerebro.
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Glosario
Cortisol Hormona corporal que cuando se eleva en los
bebés puede demorar su desarrollo cerebral.
Cualidades primarias Características de los objetos, por
ejemplo, tamaño o forma, que existen en el mundo externo como parte de los mismos.
Cualidades secundarias Características de los objetos, por
ejemplo, color o sonido, que dependen de los sentidos y
cogniciones de los individuos.
Cuerpo calloso Banda de ibras en el cerebro que conecta
los hemisferios derecho e izquierdo.
Cuestionario Situación en que se presentan a los participantes reactivos o preguntas para indagar sobre sus pensamientos y acciones.
Currículo en espiral Construir sobre el conocimiento previo
presentando los mismos temas pero a niveles de complejidad cada vez más elevados a medida que los estudiantes
avanzan en la educación.
Decaimiento de la huella Pérdida que se da con el tiempo de
un estímulo del registro sensorial.
Decodiicación Descifrar símbolos impresos o establecer
correspondencias entre letras y sonidos.
Deiciencia en la producción La incapacidad de generar verbalizaciones relevantes para la tarea que podrían mejorar
el desempeño.
Deiciencia en la utilización Fracaso en el uso de una estrategia del que se tiene consciencia cognoscitiva.
Déicit de video El hecho de que los niños pequeños aprenden menos de las experiencias en video que de las experiencias reales.
Deinición operacional Deinición de un fenómeno en términos de las operaciones o procedimientos usados para
medirlo.
Dendrita Tejido cerebral alargado que rodea a una neurona
que recibe mensajes.
Dependencia e independencia del campo Estilo cognoscitivo
que se reiere a la medida en que las personas dependen
o son distraídas por el contexto en que ocurre un estímulo o evento. También se conoce como funcionamiento
global y analítico.
Desaprendizaje Véase Olvido.
Desarrollo Cambios que se dan en la gente a lo largo del
tiempo, los cuales siguen un patrón ordenado e incrementan la supervivencia.
Desensibilización sistemática Procedimiento terapéutico que
se utiliza en la extinción de temores por medio del emparejamiento de los estímulos con señales para la relajación.
Desinhibición Véase Inhibición/Desinhibición.
Diálogo Conversación entre dos o más personas mientras
participan en una tarea de aprendizaje.
Difusión de la activación Activación en la memoria a largo
plazo de proposiciones que mantienen una conexión asociativa con el material que se encuentra en ese momento
en la memoria de trabajo.
Disciplina mental Doctrina que propone que aprender
ciertas asignaturas en la escuela mejora más el funcionamiento mental que estudiar otras materias.
Discriminación Responder de manera diferente dependiendo del estímulo.
Disonancia cognoscitiva Tensión mental producida por el
conlicto entre cogniciones, la cual tiene propiedades similares a la pulsión que llevan a que ésta se reduzca.
Dispositivo para la adquisición del lenguaje (dal) Estructura
mental que forma y veriica las reglas de transformación
para explicar el lenguaje maniiesto.
Documentos de archivo Registro permanente cuya existencia
es independiente de otras evaluaciones.
Dopamina Sustancia neurotransmisora que puede hacer que
el cerebro sea más sensible a los efectos placenteros de
las drogas y el alcohol.
Eco Memoria sensorial para estímulos auditivos.
EEG Electroencefalógrafo; mide patrones eléctricos causados por el movimiento de las neuronas y se utiliza para
investigar trastornos cerebrales.
Efecto camaleón Imitación no consciente de las conductas
y gestos de las personas del entorno social del individuo.
Efecto de primacía Tendencia a recordar los elementos iniciales de una lista.
Efecto de recencia Tendencia a recordar los últimos elementos de una lista.
Eicacia colectiva del profesor Percepciones de los profesores de una escuela de que sus esfuerzos como un todo
producirán un efecto positivo en los estudiantes.
Egocentrismo Incapacidad cognoscitiva de tomar la perspectiva de otra persona.
Ejemplo resuelto Solución de problemas paso a paso que
puede incluir diagramas.
Elaboración Proceso de ampliación de la nueva información
agregándola o relacionándola con lo que ya se conoce.
Elementos idénticos Visión de la transferencia que propone
que la presentación de una respuesta en una situación
distinta a la situación en que se aprendió depende del
número de características (estímulos) comunes en las dos
situaciones.
Empirismo Doctrina según la cual la experiencia es la única
fuente de conocimiento.
Encadenamiento Conexión de las contingencias de tres términos de modo que cada respuesta cambia al entorno y
esa condición modiicada funciona como estímulo para la
siguiente respuesta.
Ensayo y error Aprendizaje por medio de la realización de
una respuesta y la experimentación de las consecuencias.
Enseñanza expositiva Estrategia de enseñanza deductiva que
presenta el material de una forma organizada y signiicativa en que las ideas generales son seguidas por puntos
especíicos.
Enseñanza por indagación Método socrático de enseñanza
en que los aprendices plantean hipótesis y las ponen a
prueba, distinguen las condiciones necesarias de las suicientes, hacen predicciones y deciden cuándo se necesita
más información.
Enseñanza recíproca Diálogo interactivo entre el profesor
y los estudiantes en que el profesor modela al inicio las
actividades para luego alternarse el papel de profesor con
los estudiantes.
Enseñanza relexiva Decisión concienzuda del profesor que
toma en consideración el conocimiento acerca de los estudiantes, el contexto, los procesos psicológicos, el aprendizaje y la motivación, así como el conocimiento de sí
mismo.
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Glosario
Entorno de aprendizaje basado en la computadora Entorno
que incluye el uso de la tecnología de cómputo para
aprender de diversas maneras, incluyendo simulaciones,
instrucción basada en la computadora, hipermedia y multimedia.
Entrenamiento autoinstruccional Procedimiento instruccional que incluye modelamiento cognoscitivo, orientación
maniiesta, autoorientación maniiesta, desvanecimiento
de la autoorientación maniiesta y autoinstrucción encubierta.
Entrevista Situación en que el entrevistador plantea preguntas o presenta puntos por discutir y el participante da una
respuesta oral.
Epistemología Estudio del origen, la naturaleza, los límites y
métodos del conocimiento.
Equilibración Pulsión biológica para producir un estado óptimo de equilibrio; incluye los procesos complementarios
de asimilación y acomodación.
Escritura asociativa Redacción que releja el conocimiento
sobre un tema sin considerar los elementos de estilo.
Escucha dicótica Escuchar dos entradas verbales al mismo
tiempo.
Espacio del problema Contexto de la solución del problema
que comprende un estado inicial, un estado meta y posibles rutas de solución que pasan por submetas y requieren la aplicación de operaciones.
Especiicidad al dominio Estructuras discretas de conocimiento declarativo y procedimental.
Esperanza de éxito Tendencia a aproximarse a una meta de
logro que se deriva de una estimación subjetiva de la probabilidad de tener éxito.
Esquema Estructura cognoscitiva que organiza grandes cantidades de información en un sistema signiicativo.
Esquemas personales Manifestación de metas, aspiraciones,
motivos y temores duraderos, que incluyen evaluaciones
cognoscitivas y afectivas de la capacidad, la volición y la
agencia personal.
Establecimiento de metas Proceso por el cual el individuo
establece un estándar u objetivo como la justiicación de
sus acciones.
Estado motivacional Conexión neuronal compleja que incluye emociones, cogniciones y conductas.
Estándares autoevaluativos Estándares que usa la gente para
evaluar su desempeño.
Estatus socioeconómico (ese) Término descriptivo que denota el capital del individuo (recursos y bienes).
Esteroide Tipo de hormona que puede inluir en varias funciones como el desarrollo sexual y las reacciones al estrés.
Estilo cognoscitivo Variación estable entre los aprendices en
las formas de percibir, organizar, procesar y recordar la
información.
Estilo de aprendizaje Véase Estilo cognoscitivo.
Estilo de categorización Estilo cognoscitivo que se reiere al
criterio utilizado para percibir que los objetos son similares entre sí.
Estilo volitivo Diferencias individuales estables en la volición.
Estímulo condicionado (ec) Estímulo que, cuando se empareja de manera repetida con un estímulo incondicionado,
provoca una respuesta condicionada similar a la respuesta
incondicionada.
493
Estímulo discriminativo Estímulo ante el que se responde en
el modelo de condicionamiento operante.
Estímulo incondicionado (ei) Estímulo que al presentarse
provoca una respuesta natural del organismo.
Estímulo reforzador En el modelo de condicionamiento operante el estímulo que se presenta de manera contingente
a una respuesta y que incrementa la probabilidad de que
ésta se emita en el futuro en presencia del estímulo discriminativo.
Estrategia de aprendizaje Plan sistemático orientado a la
regulación del trabajo académico y la producción de un
desempeño exitoso de la tarea.
Estrategia de generar y probar Estrategia de solución de problemas en que se genera o se piensa en una posible solución al problema y se pone a prueba su eicacia.
Estructura asociativa Medios de representación de la información en la memoria a largo plazo; son piezas de información que ocurren cercanas en el tiempo o que se
asocian de otro modo y se almacenan juntas, de modo
que cuando una se recuerda la otra también es evocada.
Estructura de agrupamiento Método instruccional para relacionar la adquisición de metas de los estudiantes.
Cooperativa-conexión positiva; competitiva-conexión negativa; individualista-sin conexión.
Estructura diferenciada de la tarea Situación de clase en que
los estudiantes trabajan en tareas, materiales o métodos
diferentes adaptados a sus necesidades.
Estructura indiferenciada de la tarea Situación de la clase en
que todos los estudiantes trabajan en la misma tarea o
en tareas similares y en que la instrucción utiliza un pequeño número de materiales o métodos.
Estructura profunda El signiicado del habla y la sintaxis de
un lenguaje.
Estructura supericial El habla y la sintaxis de un lenguaje.
Estructuralismo Doctrina que postula que la mente está
compuesta por asociaciones de ideas y que para estudiar
las complejidades de la mente se deben descomponer las
asociaciones en ideas simples.
Etapa de las operaciones concretas Tercera de las etapas
de desarrollo cognoscitivo propuestas por Piaget, abarca
aproximadamente de los siete a los 11 años.
Etapa de las operaciones formales Cuarta de las etapas del
desarrollo cognoscitivo propuestas por Piaget, abarca
aproximadamente de los 11 años a la edad adulta.
Etapa preoperacional Segunda de las etapas del desarrollo
cognoscitivo propuestas por Piaget, abarca aproximadamente de los dos a los siete años.
Etapa sensoriomotriz Primera de las etapas del desarrollo
cognoscitivo propuestas por Piaget, la cual abarca del nacimiento a los dos años aproximadamente.
Evaluación Proceso de determinar el estatus de los estudiantes en relación con variables educativas.
Eventos privados Pensamientos o sentimientos a los que
sólo tiene acceso el individuo.
Expectativa de campo Relación percibida entre dos estímulos, o entre un estímulo o una respuesta y un estímulo.
Expectativa de resultados Creencia concerniente al resultado
anticipado de las acciones.
Expectativas de eicacia Véase Autoeicacia.
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Glosario
Experto Persona que ha alcanzado un alto nivel de competencia en un dominio.
Extinción Disminución en la intensidad y desaparición de
una respuesta condicionada debido a las presentaciones
repetidas del estímulo condicionado sin el estímulo incondicionado.
Facilitación de la respuesta Conductas que los observadores
aprendieron con anterioridad son instigadas por las acciones de los modelos.
Facilitador Persona que arregla los recursos y comparte sentimientos y pensamientos con los estudiantes para fomentar el aprendizaje.
Fenómeno Phi Fenómeno perceptual de movimiento aparente causado por destellos de luz que se encienden y
se apagan a intervalos cortos.
Flujo Involucramiento total en una actividad.
Fonemas La unidad más pequeña de sonido del habla.
Formación reticular Parte del cerebro que maneja las funciones del sistema nervioso autónomo, controla las entradas
sensoriales y participa en la consciencia.
Fuerza asociativa Fuerza respecto de la asociación entre un
estímulo y una respuesta.
Funcionalismo Doctrina que plantea que los procesos mentales y las conductas de los organismos vivos los ayudan
a adaptarse a su entorno.
Funcionamiento global y analítico Véase Dependencia e independencia del campo.
Generalización Ocurrencia de una respuesta ante un estímulo o en una situación distinta a la que existía en el
aprendizaje original. Véase también Transferencia.
Gramática Conjunto de reglas abstractas que subyacen y
rigen el lenguaje.
Guión Representación mental de un evento repetido con
frecuencia.
Habilidad especíica Habilidad que sólo se aplica a ciertos
dominios, por ejemplo, el reagrupamiento en la resta.
Habilidad general Habilidad que se puede aplicar a muchos
dominios, por ejemplo, el establecimiento de metas.
Hábito Conducta establecida ante muchas señales.
Habla dirigida al bebé Hablar a los niños con palabras simples, a menudo en forma abreviada.
Habla privada Conjunto de fenómenos del habla que tiene
una función autorregulatoria pero que no socialmente no
comunica nada.
Hedonismo Postura ilosóica que plantea que los seres humanos buscan el placer y evitan el dolor.
Herramientas Los objetos, lenguaje e instituciones sociales
de una cultura.
Heurístico Método para resolver problemas en que se emplean principios (reglas generales) que suelen llevar a
una solución.
Hipermedia Véase Multimedia.
Hipocampo Estructura cerebral responsable de la memoria
del pasado inmediato que ayuda a establecer la información en la memoria a largo plazo.
Hipotálamo Parte del sistema nervioso autónomo que además de controlar las funciones corporales necesarias para
mantener la homeostasis también participa en las reacciones emocionales.
Hipótesis Suposición que se puede someter a prueba empírica.
Hipótesis de especiicidad de la codiicación La idea de que la
recuperación de la información de la memoria a largo plazo
se maximiza cuando las claves de recuperación coinciden
con las que estuvieron presentes durante la codiicación.
Historia de reforzamiento Grado en que un individuo ha
sido reforzado por realizar previamente la misma conducta o una similar.
Holístico Idea de que debemos estudiar en conjunto, y no
en aislamiento, las conductas, los pensamientos y los sentimientos de la gente.
Homeostasis Niveles óptimos de los estados isiológicos.
Ícono Memoria sensorial de entradas visuales.
Igualación de plantillas Teoría de la percepción que plantea
que la gente almacena en la memoria plantillas (copias en
miniatura de los estímulos) que compara con los estímulos ambientales durante la percepción.
Imagenología por resonancia magnética funcional (IRMF)
Tecnología para medir el lujo magnético en el cerebro
ocasionado por la realización de tareas mentales que producen disparos neuronales y lujo sanguíneo; esta imagen
se compara con la del cerebro en reposo para mostrar las
regiones responsables.
Imaginería eidética Memoria fotográica en que una imagen
aparece y desaparece en segmentos.
Imaginería mental Representación mental del conocimiento
espacial que incluye propiedades físicas del objeto o
evento representado.
Imitación Copiar las conductas y verbalizaciones observadas
en otros.
Impotencia aprendida Estado psicológico que involucra una
alteración en la motivación, la cognición y las emociones
debido a que antes se experimentó falta de control (falta
de contingencia entre la acción y el resultado).
Inclusión Proceso de integrar a los estudiantes con discapacidades a la instrucción en el aula regular.
Información sobre el valor de la estrategia Información que
relaciona el uso de la estrategia con un mejor desempeño.
Inhibición En la teoría de Pavlov, un tipo de excitación neuronal que opera de manera antagonista a la excitación
generadora de condicionamiento y que disminuye la intensidad de la respuesta condicionada o la extingue.
Inhibición/desinhibición Fortalecimiento o debilitamiento
de las inhibiciones sobre conductas previamente aprendidas, que resulta de observar las consecuencias de las
conductas realizadas por modelos.
Insight Percepción repentina, consciencia de una solución
o transformación de un estado no aprendido a uno aprendido.
Instinto Conducta o capacidad natural.
Instrucción apropiada para el desarrollo Enseñanza adecuada
a los niveles de desarrollo de los estudiantes.
Instrucción basada (o apoyada) en la computadora Instrucción
interactiva en que un sistema de cómputo proporciona a
los estudiantes información y retroalimentación y recibe
sus entradas.
Instrucción programada (ip) Materiales instruccionales desarrollados de acuerdo con los principios conductuales del
aprendizaje.
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Glosario
Inteligencia artiicial Programación de las computadoras
para que realicen actividades humanas como el pensamiento, el uso del lenguaje y la solución de problemas.
Interferencia Bloqueo de la difusión de la activación entre
las redes de memoria.
Interferencia proactiva El aprendizaje antiguo hace más difícil el nuevo aprendizaje.
Interferencia retroactiva El nuevo aprendizaje hace más difícil recordar el conocimiento y las habilidades antiguos.
Interiorización Transformación de la información adquirida del entorno social en mecanismos de control autorregulado.
Internet Conjunto internacional de redes de cómputo.
Introspección Tipo de autoanálisis en que los individuos
hacen un informe verbal de sus percepciones inmediatas
después de ser expuestos a objetos o eventos.
Investigación Estudio sistemático diseñado para desarrollar
o contribuir al conocimiento generalizable.
Investigación correlacional Estudio en que un investigador
explora las relaciones naturales que existen entre las variables.
Investigación cualitativa Estudio caracterizado por la profundidad y calidad del análisis e interpretación de los datos
a través del uso de métodos como observaciones en el
salón de clases, uso de registros existentes, entrevistas y
protocolos de pensamiento en voz alta.
Investigación de campo Estudio realizado en el lugar en el
que los participantes viven, trabajan o van a la escuela.
Investigación de laboratorio Estudio realizado en un entorno
controlado.
Investigación descriptiva Véase Investigación cualitativa.
Investigación experimental Estudio en que un investigador
varía sistemáticamente las condiciones (variables independientes) y observa cambios en los resultados (variables dependientes).
Investigación proceso-producto Estudio que relaciona los
cambios en los procesos de enseñanza con los productos
o resultados de los estudiantes.
Involucramiento del yo Estado motivacional caracterizado
por la preocupación por uno mismo, el deseo de no parecer incompetente y la visión del aprendizaje como un
medio para no parecer incapaz.
Involucramiento en la tarea Estado motivacional caracterizado por considerar el aprendizaje como una meta y
enfocarse más en las demandas de la tarea que en uno
mismo.
irm Imagenología por resonancia magnética; tecnología en
que ondas de radio hacen que el cerebro produzca señales que son mapeadas, lo que permite detectar tumores,
lesiones y otras anormalidades.
IRMf Véase Imagenología por resonancia magnética funcional.
Irreversibilidad La creencia cognoscitiva de que una vez que
se ha hecho algo no puede ser cambiado.
Jerarquía de aprendizaje Conjunto organizado de habilidades
intelectuales.
Juego Actividad que crea un contexto de aprendizaje agradable al vincular el material con el deporte, la aventura o
la fantasía.
Lateralización Véase Localización.
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Ley de la preparación Cuando un organismo está preparado para actuar, hacerlo es satisfactorio y no hacerlo es
molesto. Cuando el organismo no está preparado para
actuar, obligarlo a efectuarlo le resulta molesto.
Ley del desuso La parte de la ley del ejercicio que plantea
que la fuerza de una conexión entre una situación y una
respuesta disminuye cuando la conexión no se realiza por
cierto tiempo.
Ley del efecto La fuerza de una conexión es inluida por las
consecuencias de realizar la respuesta en la situación;
las consecuencias satisfactorias fortalecen la conexión
mientras que las consecuencias molestas la debilitan.
Después fue modiicada por Thorndike para airmar que
las consecuencias molestas no debilitan las conexiones.
Ley del ejercicio El aprendizaje (o desaprendizaje) ocurre
por la repetición (o no repetición) de una respuesta. Al
inal fue descartada por Thorndike.
Ley del uso Parte de la ley del ejercicio que plantea que la
fuerza de una conexión entre una situación y una respuesta aumenta cuando se hace la conexión.
Lluvia de ideas Estrategia de solución de problemas que
implica deinir el problema, generar soluciones posibles,
decidir qué criterios emplear para juzgar las soluciones y
aplicar los criterios para elegir la mejor solución.
Lóbulo frontal Lóbulo cerebral responsable de procesar la
información relacionándola con la memoria, la planeación, la toma de decisiones, el establecimiento de metas y
la creatividad; también contiene la corteza motora primaria que regula los movimientos musculares.
Lóbulo occipital Lóbulo cerebral involucrado principalmente
en el procesamiento de la información visual.
Lóbulo parietal Lóbulo del cerebro responsable del sentido
del tacto, ayuda a determinar la posición del cuerpo e
integra información visual.
Lóbulo temporal Lóbulo del cerebro responsable de procesar la información auditiva.
Localización Control de funciones especíicas por diferentes
lados o en distintas áreas del cerebro.
Locus de control Concepto motivacional que se reiere al
control generalizado sobre los resultados; los individuos
pueden creer que los resultados ocurren independientemente de cómo actúan (control externo) o que son altamente contingentes a sus acciones (control interno).
Mapa cognoscitivo Plan interno compuesto por expectativas
respecto a las acciones que se requieren para alcanzar
una meta.
Mapeo Técnica de aprendizaje en que se identiican las
ideas importantes y se especiica cómo se relacionan.
Mediación Mecanismo que establece la conexión entre la
realidad externa y los procesos mentales y que inluye en
el desarrollo de los últimos.
Medida de duración Tiempo en que ocurre una conducta
durante un periodo dado.
Medida de muestreo temporal Medida de la frecuencia con
que ocurre una conducta durante un intervalo de un periodo más largo.
Medios electrónicos Medios de comunicación que operan de
manera electrónica, como las televisiones, los teléfonos
celulares, los videojuegos, las redes sociales en Internet y
el correo electrónico.
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496
Glosario
Médula espinal Parte del sistema nervioso central que conecta al cerebro con el resto del cuerpo.
Memoria a corto plazo (de trabajo; mcp o mt) Etapa del procesamiento de la información que corresponde a aquello
de lo que se está al tanto o se tiene consciencia en un
momento dado.
Memoria a largo plazo (mlp) Etapa del procesamiento de la
información que corresponde al repositorio permanente
del conocimiento.
Memoria de trabajo (mt) Véase Memoria a corto plazo.
Memoria episódica Memoria de momentos, lugares, personas y sucesos particulares, que es personal y autobiográica.
Memoria semántica Memoria de la información y conceptos
generales disponibles en el entorno y que no se vincula a
un individuo o contexto particular.
Mentoría Situación que implica la enseñanza de habilidades
y estrategias a estudiantes u otros profesionales en los
contextos de asesoría y entrenamiento.
Meta La conducta (resultado) que un individuo trata conscientemente de realizar (obtener).
Meta de aprendizaje Meta de adquisición de conocimiento,
conductas, habilidades o estrategias.
Meta de desempeño Meta de completar una tarea.
Metacognición Control consciente y deliberado de las actividades cognoscitivas propias.
Método de aprendizaje Procedimiento o técnica especíica
incluido en una estrategia de aprendizaje y utilizado para
alcanzar una meta de aprendizaje.
Método de fatiga para el cambio conductual Alteración de
la conducta con la inalidad de transformar la señal para
realizar el comportamiento, y convertirla en una señal
para evadir el comportamiento mediante la presentación
repetida.
Método de las palabras clave Técnica mnemónica en que se
genera una imagen de una palabra de sonido similar al
elemento que debe aprenderse y se relaciona la imagen
con el signiicado del elemento por aprender.
Método de las palabras gancho Técnica mnemónica en que
el aprendiz memoriza un conjunto de objetos que riman
con nombres enteros, por ejemplo, uno es moruno, dos
tiene tos, etc., genera una imagen de cada elemento que
debe aprender y la relaciona con la imagen del objeto correspondiente. Durante el recuerdo el aprendiz evoca el
esquema de la rima con sus conexiones asociadas.
Método de los loci Técnica mnemónica en que la información que debe recordarse se empareja con ubicaciones en
un escenario conocido.
Método de respuesta incompatible para el cambio conductual
Modiicación de la conducta mediante el emparejamiento
de la señal para la conducta no deseada con una respuesta incompatible con la respuesta indeseable, es decir,
que no se puede realizar al mismo tiempo.
Método de umbral del cambio conductual Modiicar la conducta mediante la presentación de la señal para la respuesta indeseable a un nivel bajo, la magnitud de dicha
señal se incrementa luego gradualmente hasta que se presenta con toda su fuerza.
Metodología novato-experto Método para analizar el aprendizaje en que se comparan las conductas y pensamien-
tos reportados por individuos diestros (expertos) con los
de individuos menos diestros (novatos) y se decide una
forma eiciente de llevar a los novatos al nivel experto.
Mímesis Véase Imitación.
Mnemónico Tipo de método de aprendizaje que hace que el
material por aprender resulte signiicativo relacionándolo
con la información que ya se conoce.
Modelamiento Cambios conductuales, cognoscitivos y afectivos que se derivan de la observación de uno o más modelos.
Modelamiento cognoscitivo Explicación y demostración modelada que incluye la expresión verbal de los pensamientos y las razones del modelo para realizar determinadas
acciones.
Modelamiento participante Tratamiento terapéutico (usado
por Bandura) que consta de demostraciones modeladas,
desempeño conjunto de cliente y terapeuta, retiro gradual
de los apoyos al desempeño y desempeño de dominio
individual por el cliente.
Modelo conexionista Simulación computarizada de los procesos de aprendizaje en que el aprendizaje se relaciona
con el procesamiento del sistema neuronal, donde los
impulsos se disparan entre las sinapsis para formar conexiones.
Modelo de afrontamiento Modelo que al inicio demuestra los
temores y deiciencias características de los observadores
pero que de manera gradual exhibe un desempeño cada
vez mejor por parte de éstos y mayor conianza en sus
capacidades.
Modelo de dominio Modelo que demuestra un desempeño
perfecto y gran conianza en sí mismo durante la secuencia modelada.
Modelo de la suma Método de conteo en que se cuenta el
primer sumando y luego el segundo.
Modelo de memoria de dos almacenes (dual) del procesamiento de la información Idea de que la memoria involucra etapas de procesamiento y tiene dos áreas primarias
para almacenar la información (memoria a corto y a largo
plazo).
Modelo de memoria dual del procesamiento de la información Véase Modelo de memoria de dos almacenes (dual)
del procesamiento de la información.
Modelo mezclado Enseñanza que combina instrucción personal con aprendizaje en línea.
Modelo Min Método de conteo en que se empieza con el
sumando mayor y se cuenta en el menor.
Modiicación cognoscitiva de la conducta Técnicas de modiicación de conducta que incorporan los pensamientos
del aprendiz (maniiestos y encubiertos) como si fueran
estímulos discriminativos y reforzadores.
Modiicación de conducta (terapia) Aplicación sistemática de
los principios conductuales del aprendizaje para facilitar
conductas adaptadas.
Moldeamiento Reforzamiento diferencial de aproximaciones
sucesivas a la tasa o forma deseada de la conducta.
Motivación Proceso de instigar y mantener actividades dirigidas a metas.
Motivación de dominio Véase Motivación de efectancia.
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Glosario
Motivación de efectancia (Motivación de dominio) Motivación
para interactuar de manera eicaz con el entorno y controlar aspectos críticos.
Motivación de logro El afán por ser competente en actividades que requieren esfuerzo.
Motivación extrínseca Participar en una tarea como medio
para el in de obtener un resultado (recompensa).
Motivación intrínseca Participar en una tarea no por una recompensa evidente sino por la actividad en sí (la actividad es el medio y el in).
Movimiento Conducta discreta que resulta de contracciones
musculares.
Multimedia Tecnología que combina las capacidades de las
computadoras con otros medios como películas, videos,
sonido, música y texto.
Narración Versión escrita de la conducta y el contexto en
que ocurre.
Neurociencia Ciencia de la relación del sistema nervioso con
el aprendizaje y la conducta.
Neurociencia del aprendizaje Véase Neurociencia.
Neurona Célula encefálica que envía y recibe información a
través de músculos y órganos.
Neurotransmisor Secreciones químicas que viajan por el
axón cerebral a las dendritas de la siguiente célula.
Nivel de activación Grado en que la información que se encuentra en la memoria es procesada o puede ser procesada con rapidez; el acceso a la información en un estado
activo es rápido.
Nivel de desarrollo Lo que un individuo es capaz de hacer
dado su nivel actual de desarrollo.
Niveles (profundidad) del procesamiento Conceptualización
de la memoria de acuerdo con el tipo de procesamiento
que recibe la información más que la localización del procesamiento.
Novato Persona que tiene cierta familiaridad con un dominio pero cuyo desempeño es deiciente.
Noviciado Situación en que un novato trabaja con un experto en actividades conjuntas relacionadas con el trabajo.
Objetivo conductual Airmación que describe las conductas
que realizará un estudiante como resultado de la instrucción, las condiciones en que se realizarán las conductas
y los criterios que se emplearán en su evaluación para
determinar si se cumplió el objetivo.
Observaciones directas Casos de conducta que son observados.
Olvido Pérdida de la información de la memoria o incapacidad para recuperarla debido tanto a la interferencia como
a señales de recuperación inadecuadas.
Organizador avanzado Dispositivo que ayuda a relacionar el
nuevo material con el aprendizaje previo, por lo regular
con una airmación amplia que se presenta al inicio de la
lección.
Organizador comparativo Tipo de organizador avanzado
que introduce el material nuevo por medio de una analogía con el material conocido.
Organizador expositivo Tipo de organizador avanzado que
presenta el material nuevo con deiniciones del concepto
y generalizaciones.
Orientaciones a la meta Razones para realizar actividades
académicas.
497
Paradigma Modelo para la investigación.
Pensamiento productivo Véase Solución de problemas.
Pensar en voz alta Procedimiento de investigación en que
los participantes expresan en voz alta sus pensamientos,
acciones y sentimientos mientras realizan una tarea.
Percepción Proceso de reconocimiento y asignación de signiicado a una entrada sensorial.
Potenciales evocados Véase Potenciales relacionados con el
evento.
Potenciales relacionados con el evento Cambios en las ondas
cerebrales que se miden mientras los individuos participan en varias tareas.
Preparación Lo que los niños pueden hacer o aprender en
varios puntos del desarrollo.
Principio de Premack Principio que plantea que la oportunidad de realizar una actividad más valorada refuerza la
realización de una actividad menos valorada.
Principios de la Gestalt Relación igura fondo: el campo perceptual está compuesto por una igura contra un fondo.
Proximidad: se considera que los elementos del campo
perceptual forman parte de un grupo de acuerdo con su
cercanía espacial o temporal. Similitud: se considera que
los elementos del campo perceptual que son semejantes
en aspectos como tamaño o color van juntos. Destino
común: los elementos de un campo perceptual que parecen constituir un patrón o que luyen en la misma dirección se perciben como una igura. Simplicidad: la gente
organiza los campos perceptuales en rasgos sencillos y
regulares. Cierre: la gente completa los patrones o experiencias incompletas.
Problema Situación en que un individuo trata de alcanzar
una meta y encontrar el medio para obtenerla.
Problema retórico El espacio del problema en la redacción
que incluye el tema del escritor, la audiencia a la que se
dirige y las metas.
Procesamiento abajo-arriba Reconocimiento del patrón de
estímulos visuales que avanza del análisis de las características a la construcción de una representación con signiicado.
Procesamiento arriba-abajo Patrón de reconocimiento de los
estímulos que ocurre por medio de la formación de una
representación signiicativa del contexto, el desarrollo de
expectativas de lo que ocurrirá y la comparación de las
características de los estímulos con las expectativas para
conirmarlas o refutarlas.
Procesamiento de la información Secuencia y ejecución de
los eventos cognoscitivos.
Procesos de control (ejecutivo) Actividades cognoscitivas que
regulan el lujo de información por el sistema de procesamiento.
Procesos ejecutivos Véase Procesos de control (ejecutivos).
Procesos posteriores a la decisión Actividades cognoscitivas
realizadas después del establecimiento de una meta.
Procesos previos a la decisión Actividades cognoscitivas realizadas cuando se toman decisiones y se establecen metas.
Producción Traducir en conductas las nociones visuales y
simbólicas de los eventos.
Programa Comer Véase Programa de desarrollo escolar.
Programa de desarrollo escolar Sistema de participación de
las escuelas de la comunidad y de los padres que hace
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498
Glosario
énfasis en el consenso, la colaboración y la no atribución
de culpabilidad.
Programa de intervalo El reforzamiento es contingente a
la primera respuesta emitida después de un tiempo especíico.
Programa de razón Programa en que el reforzamiento es
contingente al número de respuestas.
Programa lineal Materiales instruccionales programados que
todos los estudiantes completan en la misma secuencia.
Programa ramiicado Tipo de instrucción programada en
que los estudiantes completan secuencias diferentes dependiendo de lo bien que se desempeñen.
Proposición La unidad de información más pequeña que se
puede juzgar como verdadera o falsa.
Prototipo Forma abstracta almacenada en la memoria que
contiene los ingredientes básicos de un estímulo y
que se compara con una entrada ambiental durante la
percepción.
Psicología Gestalt Teoría psicológica de la percepción y el
aprendizaje que enfatiza la organización de las experiencias sensoriales.
Pulsión Fuerza interna que activa e impulsa al individuo a
la acción.
Puntuaciones de ahorro Tiempo o ensayos necesarios para el
reaprendizaje como porcentaje del tiempo o los ensayos
requeridos para el aprendizaje original.
Racionalismo Doctrina que plantea que el conocimiento se
deriva de la razón sin la ayuda de los sentidos.
Rayos X Ondas electromagnéticas de alta frecuencia que se
utilizan para determinar anormalidades en estructuras corporales sólidas.
Razonamiento Procesos mentales involucrados en la generación y evaluación de argumentos lógicos.
Razonamiento analógico Estrategia de solución de problemas en que se hace una analogía entre la situación del
problema y una situación con la que se está familiarizado,
se trabaja en el problema en el ámbito familiar y se relaciona la solución con la situación del problema.
Razonamiento deductivo Proceso de derivar puntos especíicos de principios generales.
Razonamiento inductivo Proceso de plantear principios generales a partir de ejemplos especíicos.
Reacción ante uno mismo Cambios en las creencias y conductas del individuo después de que juzga su desempeño
en relación con una meta.
Realidad virtual Tecnología basada en la computadora que
incorpora dispositivos de entrada y salida y que permite
que los estudiantes experimenten e interactúen con un
entorno artiicial como si fuera el mundo real.
Reciprocidad triádica Interacciones recíprocas (relaciones
causales) entre las conductas, las variables ambientales, y
las cogniciones y otros factores personales.
Reconocimiento de patrones Véase Percepción.
Recuerdo de pares asociados Recordar la respuesta de un
ítem estímulo-respuesta cuando se presenta el estímulo.
Recuerdo estimulado Procedimiento de investigación en
que la gente trabaja en una tarea y después recuerda sus
pensamientos en varios puntos; el procedimiento puede
incluir videograbación.
Recuerdo libre Recordar los estímulos en cualquier orden.
Recuerdo serial Recordar los estímulos en el orden en que
se presentaron.
Recuperación espontánea Reaparición repentina de la respuesta condicionada luego de la presentación del estímulo condicionado después de no haberse presentado
por cierto tiempo.
Red Conjunto de proposiciones interrelacionadas en la memoria a largo plazo.
Red de proposiciones Estructura asociativa interconectada en
la memoria a largo plazo compuesta por nodos o piezas
de información.
Redacción Aspecto de la escritura que involucra poner las
ideas por escrito.
Reentrenamiento de la atribución Estrategia de intervención
que pretende cambiar las creencias atributivas de los estudiantes, por lo general las atribuciones disfuncionales,
como atribuir el fracaso a la falta de capacidad, por otras
que favorezcan la motivación y el aprendizaje, por ejemplo, atribuirlo a la falta de esfuerzo.
Reforzador de respaldo Reforzador que se recibe a cambio
de un reforzador generalizado.
Reforzador generalizado Reforzador secundario que se empareja con más de un reforzador primario o secundario.
Reforzador negativo Estímulo que, cuando es eliminado por
una respuesta, incrementa la probabilidad de que en el
futuro ocurra la respuesta en esa situación.
Reforzador positivo Estímulo que, al ser presentado después
de una respuesta, incrementa la probabilidad de que la
respuesta ocurra en el futuro en esa situación.
Reforzamiento Cualquier estímulo o evento que da lugar al
fortalecimiento de la respuesta.
Reforzamiento continuo Reforzamiento de cada respuesta.
Reforzamiento intermitente Reforzamiento de algunas respuestas, pero no todas.
Reforzamiento primario Consecuencia de la conducta que
satisface una necesidad primaria.
Reforzamiento secundario Proceso por el cual una consecuencia de la conducta, por ejemplo obtener dinero, se
vuelve reforzante al ser emparejado con un reforzador
primario (como obtener comida).
Registro sensorial Estado del procesamiento de la información en que se reciben las entradas, se mantienen por
un lapso breve en su forma sensorial y se transieren a la
memoria de trabajo.
Relación igura-fondo Véase Principios de la Gestalt.
Relativismo Doctrina que plantea que todas las formas de
conocimiento son justiicables porque son construidas por
los aprendices, en especial si relejan consenso social.
Repaso Repetir la información para uno mismo, en voz alta
o de manera subvocal.
Representación icónica Representación del conocimiento
con imágenes mentales.
Representación por medio de la acción Representación del
conocimiento a través de respuestas motoras.
Representación simbólica Representación del conocimiento
con sistemas de símbolos, como el lenguaje o la notación
matemática.
Respuesta condicionada (rc) La respuesta provocada por un
estímulo condicionado.
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Glosario
Respuesta incondicionada (ri) La respuesta provocada por
un estímulo incondicionado.
Respuestas escritas Desempeños en exámenes, pruebas, tareas, trabajos de in de cursos, reportes y documentos por
computadora.
Respuestas orales Expresión verbal de preguntas o de respuestas a las preguntas.
Restructuración Proceso de formación de nuevos esquemas.
Retención Almacenamiento de la información en la memoria.
Reversibilidad Capacidad cognoscitiva de secuenciar las
operaciones en orden opuesto.
Saciedad Satisfacción del reforzamiento que tiene como resultado una disminución en la respuesta.
Salón de clases unidimensional Un aula que tiene pocas actividades que abordan una variedad limitada de capacidades del estudiante.
Secuencia de fase En la teoría de Hebb, una serie de asambleas celulares.
Señales primarias Eventos ambientales que se pueden convertir en estímulos condicionados y producir respuestas
condicionadas.
Sílaba sin sentido Combinación de tres letras (consonantevocal-consonante) que constituye una pseudopalabra.
Silogismo Razonamiento deductivo del problema que incluye premisas y una conclusión que contiene todas, ninguna o algunas.
Simulación Situación real o imaginaria que no se puede llevar a un escenario de aprendizaje.
Sinapsis Punto en que los axones y las dendritas se encuentran en el cerebro.
Sintonización Modiicación y perfeccionamiento de los esquemas a medida que se usan en varios contextos.
Sistema de la primera señal Véase Señales primarias.
Sistema de la segunda señal Palabras y otros rasgos del
lenguaje que son utilizados por los seres humanos para
comunicarse y que pueden convertirse en estímulos condicionados.
Sistema de producción (Producción) Red en la memoria de
las secuencias condición-acción (reglas) en que la condición es el conjunto de circunstancias que activan el
sistema y la acción es el conjunto de actividades que
ocurren.
Sistema experto Sistema de cómputo que se programa con
una base grande de conocimiento y que se comporta de
manera inteligente resolviendo problemas y brindando
instrucción.
Sistema nervioso autónomo (sna) Parte del sistema nervioso
que regula conductas involuntarias que involucran el corazón, los pulmones, las glándulas y los músculos.
Sistema nervioso central (snc) La parte del sistema nervioso
que incluye la médula espinal y el cerebro.
Sobrejustiicación Disminución del interés (motivación) intrínseco en una actividad después de realizarla en condiciones que hacen destacar la participación en la tarea
como un medio para un in, por ejemplo, la obtención de
una recompensa.
Solución de problemas Esfuerzos del individuo por alcanzar
una meta para la cual no tiene una solución automática.
SQ3R Método para el estudio de textos que debe su nombre
a las siglas de Survey-Question-Read-Recite-Review (Inspec-
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cionar-Preguntar-Leer-Recitar-Revisar), el cual pasó
a conocerse como SQ4R al agregarle posteriormente la
Relexión.
Supervisión de la comprensión Actividad cognoscitiva dirigida a determinar si la persona está aplicando de manera
apropiada el conocimiento al material que debe aprender, si evalúa su comprensión del material, decide que
la estrategia es eicaz o que se necesita una estrategia
mejor y sabe por qué el uso de la estrategia mejora el
aprendizaje. Los procedimientos de supervisión incluyen
hacerse preguntas, volver a leer, parafrasear y veriicar la
congruencia.
Tablero de mensajes electrónicos (Conferencia) Medio electrónico para colocar mensajes y participar en una discusión (grupo de conversación).
Tábula rasa Estado innato del aprendiz (pizarra en blanco).
tac Tomografía axial computarizada; tecnología que proporciona imágenes tridimensionales utilizadas para detectar
anormalidades del cuerpo.
Tálamo Parte del cerebro que envía entradas sensoriales,
salvo las olfativas, a la corteza.
Tallo cerebral Parte del sistema nervioso central que conecta
el cerebro inferior con el cerebro medio y los hemisferios.
Tarea de retención de dígitos Tarea de procesamiento de la
información en que los participantes escuchan una serie
de dígitos y luego tratan de recordarlos en el mismo
orden.
TARGET Acrónimo que representa variables de motivación
en el salón de clases: tarea, autoridad, reconocimiento,
agrupamiento, evaluación y tiempo.
Técnica de aprendizaje afectivo Procedimiento especíico
que se incluye en una estrategia de aprendizaje con el
in de crear un clima psicológico favorable para el aprendizaje ayudando al aprendiz a afrontar la ansiedad, desarrollar creencias positivas, establecer metas de trabajo,
identiicar un lugar y tiempo para trabajar o minimizar las
distracciones.
Tecnología Los diseños y entornos que atraen a los aprendices.
Tecnología de asistencia Equipo adaptado para ser empleado por estudiantes con discapacidades.
Temor al fracaso Tendencia a evitar una meta de logro que
se deriva de la creencia del individuo concerniente a la
anticipación de las consecuencias negativas de fracasar.
Tempo cognoscitivo (de la respuesta) Estilo cognoscitivo referente a la disposición a hacer una pausa para relexionar sobre la exactitud de la información en una situación
de incertidumbre de la respuesta.
Tempo de la respuesta Véase Tempo cognoscitivo (de la respuesta).
Tendencia a la realización Motivo innato que es precursor
de otros motivos y se orienta al crecimiento, autonomía y
libertad personal del control externo.
Teoría Conjunto de principios cientíicamente aceptables
ofrecidos para explicar un fenómeno.
Teoría cognoscitiva Teoría que ve al aprendizaje como la
adquisición de conocimiento y estructuras cognoscitivas
debido al procesamiento de la información.
Teoría cognoscitiva social Teoría cognoscitiva que enfatiza el papel que desempeña el entorno social en el
aprendizaje.
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500
Glosario
Teoría conductual Teoría que ve al aprendizaje como un
cambio en la forma o frecuencia de la conducta como
consecuencia de eventos ambientales.
Teoría constructivista Véase Constructivismo.
Teoría de circuito cerrado Teoría del aprendizaje de habilidades motoras que propone que la gente desarrolla huellas perceptuales de los movimientos motores por medio
de la práctica y la realimentación.
Teoría de código doble La idea de que la memoria a largo
plazo representa el conocimiento por medio de un sistema verbal que incluye conocimiento expresado en un
lenguaje y un sistema de imágenes que almacena información visual y espacial.
Teoría de elaboración de la instrucción Forma de presentar la
instrucción en que se empieza con una visión general del
contenido, se pasa a detalles especíicos y se regresa más
tarde a la visión general con revisión y práctica.
Teoría de expectativa-valor Teoría psicológica que propone
que la conducta es una función del valor que se asigna
a un resultado particular y de la expectativa de obtener
ese resultado como consecuencia de realizar la conducta.
Teoría de iltro (de cuello de botella) Teoría de la atención
que airma que la información no percibida no se procesa
más allá del registro sensorial.
Teoría de la entidad La creencia de que las capacidades
representan rasgos ijos sobre los cuales se tiene poco
control.
Teoría del balance Teoría que plantea la tendencia a que la
gente equilibre las relaciones entre personas, situaciones
y eventos.
Teoría del condicionamiento Véase Teoría conductual.
Teoría del control de la acción Teoría que enfatiza el papel
que desempeñan los procesos volitivos en la conducta.
Teoría del crecimiento La creencia de que las capacidades son habilidades que pueden mejorar por medio del
aprendizaje.
Teoría del esquema Teoría que explica la forma en que el
individuo desarrolla esquemas (estructuras organizadas
de la memoria compuestas por información relacionada).
Teoría del reforzamiento Véase Teoría conductual.
Teoría estímulo-respuesta (E-R) Teoría del aprendizaje que
enfatiza las asociaciones entre estímulos y respuestas.
Teoría humanista Teoría que enfatiza las capacidades de las
personas para hacer elecciones y buscar tener el control
de su vida.
Teoría unitaria Teoría que plantea que toda la información
se representa en la memoria a largo plazo en códigos
verbales.
Teorías estructurales del desarrollo Teorías que plantean
que el desarrollo consiste en cambios en las estructuras
mentales.
Teorías funcionales del desarrollo Teorías que postulan los
tipos de funciones o procesos que un niño puede realizar
en un momento particular.
Teorías implícitas Creencias de los estudiantes acerca de sí
mismos, de los demás y de sus entornos.
tep Tomografía por emisión de positrones; evalúa los rayos
gamma producidos por la actividad mental y ofrece una
imagen general de la actividad del cerebro.
Teratógeno Sustancia extraña que puede ocasionar anormalidades en un embrión o feto en desarrollo.
Tiempo dedicado al aprendizaje Cantidad de tiempo de dedicación académica que se invierte en aprender.
Tiempo fuera (de reforzamiento) Sacar al individuo de una
situación en que puede obtener reforzamiento.
Tiempo necesario para el aprendizaje Cantidad de tiempo de
dedicación académica que se necesita para que el estudiante aprenda una tarea.
Trabajo hacia adelante Estrategia de solución de problemas
en que se empieza con el estado inicial del problema y se
decide cómo cambiarlo para avanzar hacia la meta.
Trabajo hacia atrás Estrategia de solución de problemas en
que se empieza por la meta y se pregunta qué submetas
son necesarias para alcanzarla, qué se necesita para cumplir esas submetas y así sucesivamente, hasta que se llega
al estado en que se empezó.
Transferencia (generalización) Aplicar las habilidades o conocimiento de maneras distintas o a nuevas situaciones.
Transferencia cero Tipo de aprendizaje que no produce
efecto evidente en el aprendizaje posterior.
Transferencia negativa Aprendizaje previo que hace más difícil el aprendizaje posterior.
Transferencia positiva El conocimiento previo facilita el
aprendizaje posterior.
Tutoría Situación en que una o más personas fungen como
agentes de instrucción para otra, por lo regular en una
asignatura especíica o con un propósito particular.
Tutoría entre pares Situación en que un estudiante que
aprendió una habilidad la enseña a alguien que todavía
no la haya aprendido.
Utilización Uso de patrones de sonido analizados sintácticamente, por ejemplo, almacenar en la memoria, responder
a una pregunta o buscar información adicional.
Vaina de mielina Tejido cerebral que rodea al axón facilitando el desplazamiento de las señales.
Valía personal Percepciones del valor personal, fundamentadas en gran medida en las creencias sobre la capacidad.
Valor Importancia o utilidad percibida del aprendizaje.
Volición El acto de usar la voluntad; el proceso que tiene
que ver con la realización de acciones para alcanzar
metas.
Voluntad La parte de la mente que releja el deseo, la necesidad o el propósito.
Zona de desarrollo próximo (zdp) Cantidad de aprendizaje
que es posible para un estudiante dadas las condiciones
instruccionales adecuadas.
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Índice temático
A
Acción correctiva, 437
Aclaración
autodirigida, 291
en la solución de problemas, 311t,
312
Acomodación, 236
Acrecentamiento, 198
Acrónimos, 420-421
Actitudes, 220
Activación, 388
Actividades terapéuticas y autoeicacia,
155-156
Acto del habla, 208
Actos, 84
Acuerdo de lo dado y lo nuevo, 208
Adaptación, 236
Adolescentes, enseñanza y aprendizaje
en los, 53
Adquisición
de conceptos, 252
de habilidades
diferencias entre expertos y novatos
en ciencia, 283-284
habilidades generales y especíicas,
280-281
metodología de investigación
de novatos a expertos, 281-283
Ainación, 198
Airmaciones
codiicación de las, 208
condicionales (si-entonces), 197
Agrupamiento, 183
categórico, 182
Agudización, 478
Algoritmos viciados, 76, 339
Ambiente(s)
de aprendizaje basados en la
computadora, 325-328
del hogar y desarrollo, 468-469
American Psychological Association,
263
Amígdala, 34f, 35, 38t, 58, 60
Amor, necesidad de, 351
Análisis
de características, 180
de medios y ines, 304, 306-307, 306f
funcional, 89-90
ingenuo de la acción, 367-368
sintáctico, 205-207
Andamiaje, 245-247, 328
instruccional, 245-247, 328
Ansiedad, 425
Aprendiz(ces)
elección del, 405, 406t
nivel de desarrollo de los, 133-134
Aprendizaje
a distancia, 328-331
asistido por los pares, 269-271, 275
atención y, 172-174
autoconcepto y, 385
autorregulado, 123
basado
en Internet (en línea), 330
en problemas, 64-66, 316-317
básico y aplicado, 3
comparación del, con el condicionamiento, 90
condiciones del, 219-223, 220t
cooperativo, 270-271, 275
de conceptos, 342
adquisición del concepto,
294-295
enseñanza de conceptos,
295-297, 297t
naturaleza de los conceptos,
292-294
procesos motivacionales,
298-299
de dominio, 107-108, 107k
de habilidades cognitivas
autoinstrucción, 130-131
modelamiento cognitivo, 129-130
modelamiento del profesor, 130
de pares asociados, 181, 225
del lenguaje, 49-50
deinición de, 3-4
electrónico, 327-328
emociones y, 60-61
en línea, 331
escenarios de, 25-27
estudio psicológico del, 7-10
evaluación del, 14-17, 15t
experiencial, 355
fases del, 222-223, 223t
inluencias en el, 133-137, 134t
mediado socialmente, 251-252
memoria y, 23
motivación y, 23 (Véase
también Motivación)
paradigmas, 11-14, 11t
por contigüidad, 84
por descubrimiento, 266-268, 275,
326
por discernimiento, 176
por ensayo y error, 73-74, 74f
por indagación, 266, 326
por observación, 46, 127, 127t, 160
preparación para el, 222
principios de la APA centrados en
el aprendiz, 263, 264t, 265
problemas, 69t-70t, 161, 226t
receptivo signiicativo, 212, 218
relación del, con la instrucción,
18-21
serial, 181, 225
situado, 233
solución de problemas y, 309-310
transferencia, 24
verbal
aprendizaje de tareas, 181-183
asociaciones estímulo-respuesta,
181
de Ebbinghaus, 8
Aproximaciones sucesivas, 99
Aptitud para aprender la tarea, 105
Área
de Broca, 36, 37, 38t, 49
de Wernicke, 36, 37, 38t, 49
Argumentos lógicos, razonamiento y,
311
Asambleas(s)
celular, 46-47
neuronales, 49
Asimilación, 236
Asociaciones estímulo-respuesta, 181,
199
Asociacionismo, 8
Atención 127-128, 225
activar y mantener la, en
estudiantes, 44-45
aprendizaje y, 172-174
atraer la, 222, 223t
componentes de la, 63
déicit de, 173
desarrollo y, 460
emociones y, 60
enfocar y mantener la, 174t, 249
lectura y, 174
teorías de la, 171-172
Atraer la atención, 222, 223t
Atribuciones, 358, 410
Audición binaural, 171
Autoconcepto(s), 146
aprendizaje y, 385
de capacidades, 362-363
de trabajo, 384, 435
diferenciado, 384
dimensiones y desarrollo, 383-385
estabilidad del, 384
motivación y, 383-385
Autodeterminación, 389
Autoeicacia, 58, 160
aplicaciones en la instrucción, 157
aprendizaje de dominio y, 108
autoevaluación y, 413
539
www.FreeLibros.me
540
Índice temático
comparación de la, con el
autoconcepto, 146
comparación de la, con las
expectativas de resultado, 146
consecuencias tangibles y, 411
deinición de, 11
en la instrucción, 153-155
en situaciones de logro, 147-149
habilidades motoras y, 152
matemáticas y, 440
metas y, 372, 408, 413
modelos y, 149-151
percibida, 122
perspectiva conceptual general,
146-147
redacción y, 439
salud y actividades terapéuticas,
154-156
semejanza con otros y, 147
Autoenjuiciamiento, 123, 408-410
Autoestima, 383
Autoevaluación, 249, 412-413
del progreso hacia la meta, 372
Autoinstrucción, 130-131, 249-404
encubierta, 130
Automaticidad, 197, 460-461
Automodelamiento, 137
Autonomía, 255
Autoobservación (autovigilancia), 123,
401-404, 407
Autorrealización, 352-353
Autorrelexión, 123
Autorreforzamiento, 249, 405
Autorregistros, 403, 407t
Autorregulación, 24, 25, 70, 102, 115t,
122-123
aplicaciones a la instrucción,
436-441
autoevaluación y, 412-413
establecimiento de metas y, 409
estrategias de aprendizaje, 413-414
fases de, 123
habla privada/aprendizaje mediado
socialmente y, 252-253
inluencias sociales y personales,
414-415
interiorización del lenguaje y de
conceptos, 253
motivación y, 431-436, 442
naturaleza cíclica de, 411-414
orientaciones a metas y, 378
perspectiva general, 400
salud, bienestar y, 156
teoría
cognitiva-social, 405-415
conductual, 401-405
constructivista, 427-431
del procesamiento de información,
415-427
Autorreportes, 15t, 16-17
Autoverbalización, 251, 425
Axón, 33
Ayuda, búsqueda de, 435-436
B
Base, en la solución de problemas, 311t,
312-313
Biografía del bebé, 448
Brecha sináptica, 33
Búsqueda de ayuda, 435-436
C
Cálculo, 337-339
Calidad de la instrucción, 105
Caliicación(es)
de conducta, 403
del dominio, 107
por otros (evaluación), 15t, 16
Cambio
aprendizaje y, 4
asociativo, 75
conductual, 98-99
aproximaciones sucesivas
(moldeamiento), 99
encadenamiento para el, 99-100
Capacidad(es)
biológicamente primarias, 341
biológicamente secundarias, 341
concepciones de, 379-380
para entender la instrucción, 105
percibida, 365
Carga
cognitiva, 223-224
extrínseca, 223
intrínseca, 223
Castigo, 76, 91t, 94-95
alternativas, 95t
hábitos y, 88
modiicación de conducta y, 101
Causas internas, 368
Cautela, 478
Células gliales, 32-33, 51
Cerebelo, 34-35, 34f, 38t, 45
Cerebro, 33
Ciencia, diferencias entre expertos
y novatos en, 283-284
Clasiicación de la adquisición de
conceptos, 295
Claves de recuperación, 222, 223t
Clima socioemocional, 259
Codiicación, 23, 200, 225
de las aseveraciones, 208
desarrollo y, 460-461
elaboración de la, 188-190
esquemas de la, 189-190
hipótesis de especiicidad, 201
fuerza de la, original, 211
organización de la, 187-188
semántica, 222, 223t
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Cognición(es)
consonantes, 350
disonantes, 350
situada, 233-234
Colaboración entre pares, 246
Comparación social, 372-374
Competencia, 53
Comprensión
atención y, 174
en la solución de problemas, 300-301
evaluación de la, 437
teoría de la capacidad para la
comprensión del lenguaje, 207
Comprensión del lenguaje
análisis sintáctico, 205-207
memoria a largo plazo y, 204-209
utilización, 208-209
Comunicación mediada por
computadora, 329
Concepciones de la capacidad, 379-380
Concepto(s)
abstractos e imaginería, 216
conjuntivo, 293
de orden superior (superiores), 296
disyuntivo, 293
relacional, 293
subordinados (inferiores), 296
Conciencia
funcionalismo y, 9-10
metacognitiva, 415-416
Condicionamiento, 90, 453
de orden superior, 79-80
por contigüidad
actos y movimientos, 84
formación y cambio del hábito,
85-88
fuerza asociativa, 84-85
recompensas y castigos, 85
tipo E, 90
tipo R, 90
Condiciones externas, 220
Condiciones internas, 220
Conducta(s)
egocéntrica, 237
de igualación dependiente, 125
instrumental, 125
metacognición y, 289-290
molar, 138
motriz, control verbal de la, 248
operante, 90
respondiente, 90
saludables y autoeicacia, 154-155
voluntaria, control de la, por el
SNC, 31
Conductismo, 71-113
aplicaciones a la instrucción, 102-113
condicionamiento
clásico, 78-84, 79t
operante, 72, 88-102
por contigüidad, 84-88
Índice temático
problemas de aprendizaje, 115t
propositivo, 138
teoría conexionista, 73-78
Conectividad inalámbrica, 331
Conexiones neuronales, 47
Conexionismo
aprendizaje por ensayo y error,
73-74, 74f
leyes del ejercicio y del efecto,
74-75
Thorndike y la educación, 76-78
Conianza en uno mismo, 383
Conlicto cognitivo, 238
Conocimiento
condicional, 186, 284, 285-286, 342
declarativo, 186, 193-195, 193f, 198199, 290, 309
recuperación del, 201-203
traslación y, 340
personal y enseñanza relexiva,
272-273
procedimental, 185, 196, 198, 290,
309
recuperación del, 203-204
traducción y, 340
Consideración
condicional, 355
positiva, 354
de sí mismo, 354
incondicional, 355
Consolidación, 47, 48, 69
Constructivismo
ambientes constructivistas de
aprendizaje, 261-265, 261t
aplicaciones a la instrucción, 229,
265-274
aprendizaje mediado socialmente,
251-252
autorregulación, 252-253, 427-431,
427t, 442
cognición situada, 233-234
cognitivo, 232
contribuciones y aplicaciones,
234-235
dialéctico, 232
discurso privado, 248-249
endógeno, 232
enseñanza y, 235
exógeno, 232
inluencias en el currículo
y la instrucción, 231
matemáticas y, 341-342
motivación, 254-260
perspectiva general, 230-231
perspectivas, 232-233, 232t
principios de la APA centrados en
el aprendiz, 263, 264t, 265
suposiciones, 230, 231-232
teoría
de Piaget del desarrollo
cognitivo, 236-240
implícita, 430-431
sociocultural (Vygotsky),
240-248, 428
verbalización y logro, 249-251
Contenido(s)
de la proposición, 208
que puede ser abordado por
la memoria, 184
temático, 208
Conteo(s), 338
de frecuencia, 402
Contexto(s)
emocional sostenido, 60
en la facilitación de la transferencia, 76
hemisferio derecho del cerebro
e interpretación del, 38
incorporación del, en la enseñanza, 40
Contigüidad, 85, 184
entre el estímulo y la respuesta, 84
Contingencia de tres términos, 91
Continuidad en comparación con
discontinuidad, 450t, 451
Contrato de contingencia, 112-113
Control
del desempeño, 123
percibido
creencias de, 380-381
estudiantes con problemas
de aprendizaje y, 382-383
impotencia aprendida, 381-382
verbal de la conducta motriz, 248
COPE, 417
Correr riesgos, 478
Corteza
cerebral, 33, 38t, 45, 49
motora primaria, 37
prefrontal, 37, 45, 58
visual, 46
Cortisol, 61-62
Creencia(s)
de capacidad, 380
de control, 380-381
de estrategia, 380
del costo, 364
Críticas en el salón de clases, 484-485
Cuerpo calloso, 34f, 35, 37, 38t, 50
Cuestionario(s), 15t, 16-17
Currículo
adaptación del, para abordar las su
posiciones del estudiante, 262
en espiral, 458-459
secuencia del, 77, 78
Curva de posición serial, 181
D
Datos, investigación cualitativa y, 13
Debates, 271
Decaimiento y olvido, 212
Déicit de video, 473
www.FreeLibros.me
541
Deinición(es)
de conceptos, 218
del problema, 249
operacionales, 11
Dendrita, 33
Dependencia-independencia del
campo, 478-480
Depresión reactiva, 381
Desaprendizaje (olvido), 85
Desarrollo, 454
aplicaciones a la instrucción , 477-485
auditivo, 54
bases
ilosóicas del estudio del, 446-447
históricas del estudio del, 446
cambios del desarrollo, 460-461
cerebral
desarrollo del lenguaje, 55-57
educación en la niñez temprana
y, 63
en infantes, 52
factores que inluyen en el,
50-51, 50t
fases del, 51-52
periodos críticos, 52-55, 54t
prenatal, 51-52
del lenguaje, 55-57
inluencias familiares, 465-474
instrucción apropiada para el desa
rrollo, 461-463, 463t
interacciones entre el profesor y el
estudiante y, 483-485
motivación y, 474-477, 474t, 487
Movimiento para el Estudio del
Niño, 447-449
perspectiva general, 444-445
perspectivas sobre el, 449-457
sensoriomotriz, 53-54
temas contemporáneos del
desarrollo, 460-465
teoría(s)
de Bruner del crecimiento
cognitivo, 457-459
biológicas, 452-453
conductuales, 453
contextuales, 454-455
estructurales, 451, 455-457
funcionales del, 451-452
psicoanalíticas, 453
transiciones en la educación,
463-465
Desempeño
inluencias en el, 133-137, 134t
verbalización y, 249-250
Desensibilización, 82-84
sistemática, 82-84, 88
Desequilibrio, 238
Desinhibición, 126-127
Desnutrición prenatal, 51
Desvanecimiento de la
autodirección maniiesta, 130
542
Índice temático
Diagnóstico, 437
Diálogo como autorreporte, 15t, 17
Diferenciación psicológica, 478
Diferencias
culturales, 145
entre experto y novato en ciencia,
283-284
Difusión de la activación, 170, 195, 200
Dimensión(es)
de control, 370
de estabilidad 370
del locus, 370
estable-inestable, 381
global-especíica, 381
interna-externa, 381
Dimensionalidad, 254, 254t
Disciplina mental, 77, 318
Discriminación, 79, 97-98
Discusiones, 65, 271, 275
activas, 65
Diseño de la tarea. Véase TARGET
Disonancia, 350-351
cognitiva, 350-351
Dispositivo de adquisición del lenguaje
(DAL), 456
Dopamina, 52, 58-59
E
Educación en la niñez temprana, 63, 468
EEG, 41-42, 41t
Efecto(s)
de primacía, 166
de recencia, 166
del pez grande en la laguna
pequeña, 384
reactivos, 403
Eicacia
colectiva del profesor, 153-154
de la enseñanza, 153
personal, 153
Ejemplos (casos)
negativos, 293
positivos, 293
resueltos, 158, 332-334
Elaboración, 188-189, 195, 202-203,
420-422, 420t
de bosquejos, 422
como procedimiento de repaso,
418
de resúmenes
autodirigidos, 291
como procedimiento de repaso,
419
Elementos idénticos, 75, 85, 317-318
Elogio, en el salón de clases, 484, 485
Emociones, 60-62, 82-84
basadas en la cultura, 60
primarias, 60
Empirismo, 6-7
Encadenamiento, 99-100
Enfoque de la atención, 249
Ensayo y error, en la solución
de problemas, 300
Enseñanza
asistida por computadora, 325
basada en la computadora, 110, 112,
325-326
de dominio, 107
de estrategias, 436-437
deductiva, 218
holística, 261-262
humanista, 356
inluencia del Movimiento para el
Estudio del Niño en la, 448
para la transferencia, 322-324
personal, 427
por indagación, 268-269, 275
principios de Thorndike de la, 77
recíproca, 246, 247, 291, 419
relexiva, 235, 271-274, 272t, 275
cómo convertirse en un profesor
relexivo, 273-274
componentes, 272-273
Entrada y salida verbal, 259
Entrenamiento
de autoinstrucciones, 102, 424
de la motivación para el logro,
392-393
Entrevistas, como autorreportes, 15t,
16-17
Epinefrina, 62
Epistemología, 5, 230, 274
Equilibrio, 236-237
Errores, 98
Escritura asociativa, 335
Esfuerzo y autoeicacia, 148
Especiicidad del dominio, 280-281
Esperanza de éxito, 359
Esquema(s), 124, 189-190, 195-196,
455. Véase también Esquemas
personales
historias y, 207
personales, 434-435
prototipos y, 293
restructuración (creación de
esquemas), 198
sintonización (evolución del
esquema), 198
Estabilidad en comparación con
cambio, 450-451, 450t
Establecimiento de metas, 138, 425
en la redacción, 335
motivación y, 372
Estándares
absolutos, 408
autoevaluativos, 408
normativos, 408
Estatus socioeconómico, y desarrollo,
465-468
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Estereotipos, entre adolescentes, 145
Esteroides, desarrollo cerebral y, 51
Estilo(s)
categórico (inferencial), 480
de aprendizaje
clasiicación de los, 480
dependencia-independencia del
campo, 478-480
modelo de instrucción de Case,
482-483
tempo cognitivo, 480-482
de crianza
autoritativo, 470-471
permisivo, 471
de enseñanza
autoritario, 484
permisivo (laissez-faire), 484
de liderazgo democrático
(colaborativo), 484
descriptivo (analítico)
relacional (contextual), 480
volitivo, 434
Estimulación ambiental, desarrollo
cerebral y, 51
Estímulo
condicionado, 79, 81
discriminativo, 91, 91t, 404
incondicionado, 79, 81
reforzador, 90-91
Estrategia(s)
cognitivas, 220
de apoyo, 436
de aprendizaje
autorregulación y, 413-414
deinición, 417
eicacia de, 425-427, 426t
elaboración, 420-422
organización, 420t, 422-423
repaso, 418-420, 418t
supervisión de la comprensión,
420t, 424
técnicas afectivas, 420t, 425
de generar y probar, 304
de trabajo
en prospectiva, 306-307, 310,
340
en retrospectiva, 304, 306, 340
especíicas de solución de
problemas, 304
generales de solución de
problemas, 304
primarias, 436
Estrés prenatal, 51
Estructura(s)
asociativas, 184
cerebrales
amígdala, 34f, 35
cerebelo, 34-35, 34f
corteza cerebral, 33
cuerpo calloso, 34f, 35
Índice temático
hemisferios, 38-40
hipocampo, 34f, 35
lóbulo occipital, 34f, 35-36
lóbulo parietal, 34f, 36
lóbulo temporal, 34f, 36
tálamo e hipotálamo, 34f, 35
tallo cerebral y formación
reticular, 34, 34f
cooperativas de recompensa, 395
en comparación con función, 450t,
451-452
indiferenciadas de la tarea, 254
individualistas de recompensa, 395
profunda del lenguaje (455)
supericial del lenguaje, 455
Estructuralismo, 8, 71-72
Estudiantes
afroamericanos (negros), 371
blancos, 371
orientados al dominio, 382
Estudio académico, 436-438
Etapa(s)
abstracta, 482
de las operaciones concretas, 237t,
238
de operaciones formales, 237t, 238
preoperacional, 237, 237t
relacional, 482
sensoriomotriz, 237, 482
Evaluación(es)
de las habilidades, 336
del aprendizaje, 262
autorreportes, 15t, 16-17
caliicaciones de otros, 15t, 16
observaciones directas, 14-15,
15t
respuestas escritas, 15-16, 15t
respuestas orales, 15t, 16
del desempeño, 255
en la solución de problemas, 311t,
315
Eventos privados, 89
Expectativa(s), 81, 222, 223t, 364, 382
de campo, 143
de éxito, 370
de resultado, 143-145, 144f, 160, 367
y autoeicacia, comparación de,
146
Experiencia(s)
aprendizaje y, 4, 6
de sí mismos, 354
Experimento
con el pequeño Alberto, 82
Gedanken (de Einstein), 214
Explicaciones a sí mismos, 333-334
Exploración
activa, 239, 462
de la memoria, 184
Extinción, 79, 93
F
Facilitación de respuesta, 126
Facilitadores, profesores como, 355
Factor(es)
ambientales en la atención del
estudiante, 44
lo intento, 368
puedo, 368
Fase(s)
de adquisición, 222
de autorrelexión, 411
de control (volitivo)
del desempeño, 411
de desempeño, 222
de previsión, 412
de recuperación, 222, 223t
de secuencia, 46-47
respondiente, 222
Fenómeno Phi, 175
Fijación funcional, 197-198, 302
Flujo, 389
“Flujo de pensamiento”, 9
Fomento de la interiorización, 429
Fonemas, 56
Formación reticular, 38t
Fuerza
ambiental eicaz, 368
asociativa, 84-85
personal, 368
efectiva, 368
Función
del control de la acción, 433
mental superior, 428
Funcionalismo, 10, 71-72
Funcionamiento
analítico, 478
global, 478
G
Generalización, 75, 79, 80f, 96-98, 97t,
115t, 218, 318
Genética, desarrollo cerebral y, 50-51
Gramática transformacional, 455-456
Grupos STAD, 271
Guiones, 461
H
Habilidad(es)
de revisión, 336
especíicas, 280, 282
generales, 280, 282
intelectuales, 220
motrices
aprendizaje de, 131-133, 412
autoeicacia y, 152
desarrollo de, 220
señales de esfuerzo para, 370
objetivo, 221
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543
Hábitos
deinición de, 85
ruptura de, 86, 86f
Habla (discurso)
infantil, 456
interiorizada en la autodirección, 250
maniiesta relevante para la tarea, 250
privada, 248-249, 274
espontánea, 250
Hacer(se) preguntas, 424
autodirigidas, 291
cómo método de elaboración, 421-422
Head Start, 467
Hedonismo, 347
Heurísticos, 302-303
Hipermedia, 326-327
Hipocampo, 34f, 35, 38t, 45, 47
Hipotálamo, 34f, 35, 38t, 58
Hipótesis, 11
de sobrejustiicación, 390
Historia(s), 207
de reforzamiento, 22, 23, 93
narrativa, 421
Homeostasis, 347
I
Ideas, asociaciones de, 8-9
Igualación de plantillas, 179
Imagenología por resonancia
magnética, 41t, 42-43
funcional, 41t, 42-43
Imaginería
eidética, 217
mental, 187
diferencias individuales, 217
en la memoria a largo plazo, 216
representación de la información espacial, 213-216
uso de la, en el salón de clases,
215
Imitación, teorías de la, 123-125, 124t, 160
Importancia percibida, 43
Impotencia aprendida, 381-382
Impulsividad, 481
Inclusión, 395
Incongruencia, 240
isiológica, 388
Indicador de tipos de Myers-Briggs, 478
Infantes
ambiente del hogar y desarrollo de,
468
desarrollo cerebral en los, 52, 62
emociones de los recién nacidos, 72
estimulación e, 54
Inferencia, en la solución de problemas,
311t, 313-315
Inluencia(s)
de los pares, 468-469
544
Índice temático
familiares
ambiente en el hogar, 468-469
en el desarrollo, 465-474, 486
estatus socioeconómico, 465-468
medios electrónicos, 472-473
motivación para el logro y,
361-362
participación de los padres,
469-472
Información
codiicación y recuperación,
201-202
como consecuencia vicaria para el
modelo, 135-136
comprensión e, 203
organización en redes, 202
procedimientos y transformación
de la, 204
verbal, 220
Inhibición, 125-126
Inmigración, 446, 447
Insight y solución de problemas,
300-302
Inspeccionar-Preguntar-Leer-Recitar
(Recordar)-Revisar, 436
Instinto, 124, 347
Instrucción, 222
apropiada para el desarrollo,
461-463, 463t
de lectura orientada a conceptos,
292
programada, 109-110, 112
Integración emocional del evento, 60
Inteligencia artiicial, 165, 331
Interacción(es)
entre persona y situación, 233
entre profesor y estudiante, 483-485
clima del salón de clases,
484-485
retroalimentación, 483-484
uso del elogio y la crítica, 485
social, 240
Interferencia
proactiva, 209
retroactiva, 209
Interiorización de las variables
sociales, 149
Internet, 473
Intersubjetividad, 428
Introspección, 9, 437
Inventario de Estrategias de
Aprendizaje y Estudio, 438
Investigación
con animales, 2, 18, 73, 347
conducción de la, 11-14
correlacional, 11t, 12
cualitativa, 11t, 12-13
de campo, 11t, 13-14
de laboratorio, 11t, 13-14
del cerebro
disfunciones cerebrales, 30
funciones clave de áreas del
cerebro, 38t
métodos de investigación, 39-43,
41t
problemas educativos, 63-64, 63t
relevancia de, 62
experimental, 11t, 12
funciones de la teoría, 10-11
proceso-producto, 18-19
Involucramiento
en el yo, 366
en la tarea, 366
J
Jardín de niños, 447
Jerarquía(s)
de aprendizaje, 221-222, 221f
de la información, 187, 188f, 193
de necesidades de Maslow,
351-354, 352f
L
Laboratorio
de aprendizaje verbal, 8
psicológico de Wundt, 7
Lateralización, 39
Lectura
atención y, 174
disfunciones en la, 49
enseñanza de estrategia, 404
investigación del cerebro en
relación con la, 49
metacognición y, 290-292
Ley(es)
de la preparación, 75
del desuso, 74
del efecto, 74-75, 85
del ejercicio, 74, 85
del uso, 74
Ley para que Ningún Niño se Quede
Atrás de 2001, 14, 106
Lluvia de ideas, 308-309
Lóbulo
frontal, 33, 34f, 36-37, 38t
occipital, 33, 34f, 35-36, 38t
parietal, 33, 34f, 36, 38t, 45
temporal, 33, 34f, 36, 38t, 45
Locus de control, 367
externo, 367
interno, 367
Logro
autoeicacia y, 147-149
teoría de la atribución del, 368-371
M
Maduración y aprendizaje,
comparación entre, 4
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Manejo
de la concentración, 437
del tiempo, 437-438
Mantenimiento de representaciones,
224
Mapas conceptuales (de
conocimiento), 296
Mapeo, 422-423, 423f
Matemáticas, 439-441
cálculo, 338-339
constructivismo y, 341-342
procesos cognitivos en las, 337-342
solución de problemas, 339-341
Mediación, 242
Mediadores cognitivos, 245
Medidas
de duración, 402-403
de muestreo de tiempo, 403
Medios
electrónicos y desarrollo, 472-473
interactivos, 473
Médula espinal, 31
Memoria
a corto plazo (de trabajo), 43,
166-167, 225
características y distinciones de la,
186t
funciones críticas de, 183
naturaleza limitada en la
capacidad de la, 183, 197
naturaleza limitada en la duración
de, 183
a largo plazo, 43, 45, 166-167,
184-187
almacenamiento, 191-200
características y distinciones de la,
186t
comprensión del lenguaje,
204-209
forma o estructura de
almacenamiento, 185
imaginería y, 216
modelos conexionistas, 199-200
olvido, 209-213
proposiciones, 191-193
recuperación, 200-204
sistemas de producción, 196-199
declarativa, 45, 185
dirigida por la ubicación, 184
ecoica, 178, 179
emociones y, 60
episódica, 185, 186t
fotográica, 217
icónica, 178-179, 186t
investigación sobre, 8
nivel de activación, 170-171
papel de la, en el aprendizaje, 23,
69, 115t
problemas educativos y, 63
procedimental, 45, 185
Índice temático
redes, 46-47
selectiva, 403
semántica, 185, 186t
teoría de los niveles de
procesamiento, 168-170
verbal, 185, 186t
visual (icónica), 186t
Mentalidad
de crecimiento, 257, 376, 379, 382
ija, 257, 379
Mentoría, 159
Meta(s), 138-142, 140t, 160
autoenjuiciamiento y, 410
autorregulación y, 409
contratos y conferencias, 142
de aprendizaje, 376-377
de desempeño, 376-377
de dominio, 376, 378
diicultad de las, 141
enfocadas
en la capacidad, 376
en la tarea, 376
especiicidad de las, 140
establecidas por el individuo,
141-142
inluencias sociales y personales
en las, 414
involucrada
en el yo, 376
en la tarea, 376
orientaciones a la meta, 374,
395-396
propiedades de las, 409
proximidad de las, 140-141
reacciones del individuo hacia el
progreso, 410-411
retroalimentación del progreso, 142
Metacognición, 36, 415, 461
aprendizaje y, 286-287
conducta y, 289-290
lectura y, 290-292
variables que inluyen en la,
288-289
Método(s)
de aprendizaje autorregulado, 285,
418
de la fatiga, 86, 86t, 87
de las palabras
clave, 421
gancho, 421
de los loci (Platón), 214, 421
de respuestas incompatibles, 87-88
del umbral, 86, 86t, 87
jigsaw, 271
Metodología de la investigación novato
a experto, 281-283
Mielina, 33
Minorías étnicas y desarrollo infantil,
470
Mnemónicos
de la oración, 421
de párrafos, 421
Modelamiento
cognitivo, 129-130
participante, 156, 246
Modelo(s), 157
adultos, 149, 408-409
autoeicacia y, 149-151
conexionistas, 199-200
consecuencias vicarias para los,
135-137
de afrontamiento, 149-150
de agresividad, 136
de aprendizaje motivado, 356-358,
357t
antes de la tarea, 357
después de la tarea, 358
durante la tarea, 357-358
de condicionamiento clásico, 348
de dominio, 149
de instrucción
combinado, 330
de Case, 482-483
de memoria de dos almacenes,
165-168, 186t, 188f, 225
alternativas al, 168-171
aprendizaje verbal, 181-183
codiicación, 187-190
memoria a corto plazo (de
trabajo), 183-184
memoria a largo plazo, 184-187
de red del control adaptativo del
pensamiento racional, 192
de solución creativa de problemas
(SCP), 303
de suma, 338
múltiples, 150
prestigio y competencia, 134-135
semejanza a, 136
Modiicación
cognitiva de la conducta, 102
de la conducta (terapia
conductual), 100-101
cognitiva, 102
técnicas de, 101-102
Moldeamiento, 99, 103
Montaña arriba, 306
Motivación, 58-59
aplicaciones a la instrucción,
392-396
aprendizaje por observación y,
128-129
autoconcepto y, 383-385
autorregulación y, 431-436, 442
búsqueda de ayuda y, 435
como consecuencia vicaria para el
modelo, 137
competencia y, 53
consecuencias anticipadas de la
conducta, 411
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545
control percibido, 380-383
crítica y, 485
de dominio, 386-388
de efectancia, 386-389
desarrollo y, 474-477, 474t, 487
emergente, 389
estados motivacionales, 59
expectativas de los profesores,
258-260
extrínseca, 389-390
factores contextuales, 254-256
importancia de los factores de la,
del aprendiz, 20
intrínseca, 364, 386-391
autodeterminación, 389
incongruencia y activación, 388
perspectivas teóricas, 386-389
sobrejustiicación y recompensa,
389-391
mantenimiento, 427
modelo de aprendizaje motivado,
356-358, 357t
organización y estructura, 254-255
papel de la, en el aprendizaje, 23,
69, 115t
para el logro, 358-366, 398
inluencias familiares, 361-362
involucramiento en la tarea y en
el yo, 366
modelo contemporáneo de la,
362-364, 363f
teoría de expectativa-valor,
359-361
teoría de la valía personal,
364-365
perspectiva(s)
general, 345-346
históricas, 347-356
recompensas, 58-59
Rogers y la educación, 355-356
TARGET, 255-256, 255t, 257
tendencia a la realización, 354-355
teoría
cognitiva del condicionamiento,
349-351
cognitiva social, 371-375, 397
de la atribución, 366-371, 397
de la meta, 374-380, 397
de la pulsión, 347-348
del condicionamiento, 348-349
humanista, 351-356
implícitas, 256-258
Movimiento para el Estudio del Niño,
486
críticas al, 448
metas y métodos, 448
trabajo de Hall, 447-448
Movimientos, 84
Multimedia, 326-327
546
Índice temático
N
Narraciones, 402
Naturaleza en comparación con
crianza, 450, 450t
Necesidad (es)
de estima, 352
de seguridad, 351
isiológicas, 351
jerarquía de, 351-354, 352f
por privación, 352
satisfacción de, 453
Neurociencia del aprendizaje, 29-67
aplicaciones a la instrucción, 62-67
aprendizaje del lenguaje, 49-50
desarrollo del cerebro, 50-57
motivación y emociones, 58-62
organización y estructuras, 31-43
redes de memoria, 46-47
sistema de procesamiento de
información, 43, 45-46
Neuronas, 32, 32f, 51
Neurotransmisores, 33, 52
Nexo relación-argumento, 192
Niños pobres, 470
Nivel
concreto de la adquisición del
concepto, 294-295
de activación, 170
de clasiicación de la adquisición de
conceptos, 295
de desarrollo, 22, 373
de identidad en la adquisición del
concepto, 295
formal en la adquisición del
concepto, 295
Nivelación, 478
Norepinefrina, 62
Novatos, 246-247
Nutrición, desarrollo cerebral y, 51
O
Objetivos conductuales, 103-105
Observaciones directas, 14-15
Olvido, 23, 84, 85, 93
dependiente
de la señal, 211
de las claves, 211
distorsión o fusión de la información, 212
inaccesibilidad de la información y,
211
minimización del, en el aprendizaje
académico, 213
procesamiento de la información,
211-212
supresión y, 211
teoría de la interferencia, 209-211
Organización
como estrategia de aprendizaje,
420t, 422-423
de la información, 195
en la redacción, 335
Organizadores
avanzados, 218-219
comparativos, 218
expositivos, 218
Orientación
a la tarea, 258
compleja, 60
maniiesta, 130
P
Papel que desempeña el ambiente
en las teorías conductuales, 22
Paradigmas, 11-14, 11t
Parafraseo, 424
Pares como modelos, 149-151
Participación de los padres y desarrollo, 469-472
Pasividad, 381
en comparación con actividad, 450t,
451
Patrones
de agrupamiento, 255
de metas de logro, 378
Pensamiento
analítico, 38
en voz alta, 13, 15t, 17, 249
productivo, 300
-sentimiento, 478
Percepción (reconocimiento de
patrones), 43, 165, 175-180, 204, 478
de las demandas de la tarea, 363
selectiva, 222, 223t
teoría Gestalt, 175-178
Perspectiva
estímulo-respuesta, 10
histórica del aprendizaje y la
instrucción, 18-19
Pertenencia, necesidad de, 351
Planeación
en la escritura (redacción), 335
para el dominio, 107
y orientación de la respuesta, 249
Plaza Sésamo, 472
Pobreza, 470
Posibilidad de generalización, 222, 223t
Potenciales
evocados, 55
relacionados con eventos, 42, 55
Práctica(s)
de evaluación. Véase TARGET
distribuida, 181
educativas basadas en el cerebro,
64-67
aprendizaje basado en problemas,
64, 66
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clima positivo, 66, 67
discusiones activas, 65, 66-67
eicaces, 65-66
gráicas, 66-67
simulaciones e intercambio de
papeles, 65, 66
masiva, 181
Predicción, autodirigida, 291
Preferencia por una modalidad
sensorial, 478
Premio Thorndike, 73
Preparación, 450
ley de, 75
para el aprendizaje, 222
Previsión, 123
Principio(s)
de aprendizaje de todo o nada, 85,
181
de cierre, 177f, 178
de dirección común, 177f, 178
de la APA centrados en el aprendiz,
263, 264t, 265
de Premack, 93-94
de proximidad, 176, 177f
de relación igura-fondo, 176, 177f
de semejanza, 177, 177f
de simplicidad, 177f, 178
Problemas
de analogía, 313
de aprendizaje, 63, 382-383
de verbalización en la respuesta
oral, 16
matemáticos conceptuales, 337-338
retóricos, 334
Procedimiento de recuerdo
estimulado, 15t, 17
Procesamiento
ascendente, 179, 336
descendente, 179-180
distribuido en paralelo, 199
esencial, 224
fonológico, 49
incidental, 224
ortográico, 49
posterior a la decisión, 432
previo a la decisión, 432
semántico, 49
sintáctico, 49
Procesos
automáticos, 336
cognitivos del aprendizaje
adquisición de habilidades,
280-284
aplicaciones a la instrucción,
332-342
aprendizaje de conceptos,
292-299
conocimiento condicional,
284, 285-286
ejemplos resueltos, 332-334
Índice temático
matemáticas y, 337-342
metacognición y aprendizaje,
286-289
metacognición y conducta,
289-290
metacognición y lectura, 290-292
perspectiva general, 278-279
redacción y, 334-337
solución de problemas, 299-317
tecnología y enseñanza, 324-332
transferencia, 317-324
de control (ejecutivo), 166, 184, 416
de modelamiento
funciones, 125-129, 126t
teorías de la imitación, 123-125
de pensamiento, en las teorías
cognitivas, 22
luidos, 336
motivacionales, 298-299
expectativas de resultado, 143-145
metas, 138-142, 140t
valores, 145
Profecía autocumplida, 259
Profesores como facilitadores, 355
Programa(s)
continuo, 95
de intervalo, 95
ijo, 95
variable, 95-96
de razón, 96
ija, 96
variable, 96
extraescolares, 106
intermitente, 95
lineales, 109, 110f
para cambiar la atribución, 393-395
previos al jardín de niños, 467
ramiicados, 110, 111f
Programa de Desarrollo autorregulado
de estrategias, 292
Programa de Desarrollo Escolar,
471-472, 471t
Programa Nacional de Head Start y el
Proyecto de Demostración de la
Transición de la Primera Infancia
a la Escuela Pública, 467
Programación en bloque, 106
Progreso percibido, 411
Proposiciones, 186
naturaleza de las, 191
redes de, 192-193
Protegidos, 159
Prototipos, 180
Proximidad, 403, 407t
Proyecto abecedario, 468
Proyecto Head Start, 467
Proyecto Preescolar High Scope
de Perry, 467-468
Prueba
de ajuste corporal, 478
de iguras insertadas, 478
de la barra y el marco, 478
Prueba de Igualación de iguras
familiares, 480-481
Psicología Gestalt, 7, 175, 225, 300
Puntos de vista de los estudiantes, 262
R
Racionalismo, 5-6
Rayos X, 41, 41t
Razonamiento
analógico, 307-308
deductivo, 313-315
inductivo, 266, 313
lingüístico, 314
y solución de problemas, 311-315,
311t
Reacción(es)
afectivas, 370
ante uno mismo, 123, 410-411
Reciprocidad triádica, 414, 454
Recompensas, investigación
motivacional y, 58-59, 390
Recuerdo
libre del aprendizaje, 182, 225
serial, 250
Recuperación
claves de, 222, 223t
desarrollo y, 460-461
espontánea, 79
Redacción, 438-439
procesos cognitivos en la, 334-337
Redes de proposiciones, 186, 192f, 423
Reducción de la pulsión, 348
Reentrenamiento de la atribución, 393
Relexión y planeación habitual, 427
Relexividad, 481
Reforzador(es)
de respaldo, 101
generalizado, 93
negativo, 92
positivo, 91
primarios, 93
secundarios, 93, 348
Reforzamiento, 90-92, 91t, 222, 223t
principio de Premack y, 93-94
negativo, 91t, 92
positivo, 91, 91t, 92
programas de, 95-96, 96f
Registros sensoriales, 43, 165, 178-179
Regularidad, 403, 407t
Relación(es)
causa-efecto, 12
sujeto-predicado, 192
Relativismo, 234
Repaso, 128, 184, 418-420, 420t
de elaboración, 188
de mantenimiento, 188
y elaborativo, 188
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547
elaboración de bosquejos como,
418
elaboración de resúmenes como,
419
Repetir la enseñanza, 483
Representación(es)
del conocimiento, 457-458, 458t,
459
esenciales, 207
icónica, 457
por medio de la acción, 457
simbólica, 458
Respuesta(s)
condicionada, 79, 81
incondicionada, 79
orales, 15t, 16
Restructuración, 198
Resúmenes autodirigidos, preguntar,
aclarar y predecir, 291
Retención, 128
Retroalimentación, 260, 483-484
atributiva, 394. 410
de la atribución, 394
en el aprendizaje de estrategias, 427
Revisión de la redacción, 336
Revolución Industrial, 446
S
Salón(es) de clases (aulas)
clima del, 484-485
discusiones, 65, 66-67
multidimensionales, 254
unidimensionales, 254
Secuencia
del currículo, 77, 78
por etapas del aprendizaje de
conceptos, 294
Secuenciación del material, 18
Selección, 171-172
de respuesta, 60
Sensitivo-intuitivo, 478
Señal(es)
de la situación, 370
primarias, 80
Signiicado
codiicación y, 187
de la información, 194
de la percepción, 194
de los reactivos de la lista, 181
del procesamiento, 171
en la educación, 355
recuperación de la información y,
201
Silogismo, 314
Simulaciones
intercambio de papeles y, 65
juegos y, 326
Sinapsis, 32f, 33, 52
548
Índice temático
Sistema de procesamiento de la
información, 43, 45-46, 166t, 167f,
211-212. Véase también Teoría
clásica del procesamiento de la
información
modelo de memoria de dos
almacenes (dual), 165-168
suposiciones, 165
Sistema(s)
de imágenes en la MLP, 216
de producción, 128, 190, 196-199,
309
de producción de solución de
problemas, 416
de segunda señal, 80
expertos, 331
nervioso autónomo, 30
nervioso central, 30
estructuras cerebrales, 33-37, 34f
organización neuronal, 32-33, 32f
organización y estructuras, 31-43
verbales en la MLP. 216
vestibular, 54
SMART, 416-417
Socialización, 466
Solución de problemas, 279
aprendizaje y, 309-310
ejemplos resueltos y, 158
elementos comunes de los
problemas, 299
en las matemáticas, 339-341
ensayo y error, 300
estrategias, 283, 304-309
expertos y novatos en, 310-311
habilidades, 316
heurísticos y, 302-303
implicaciones para la instrucción,
315-317
inluencias históricas, 299-302
insight y, 300-302
modelo del procesamiento de
información para, 303
razonamiento, 311-315
Subrayar con rotulador como
procedimiento de repaso, 418
Suceso(s) del aprendizaje, 220-221
Supervisión, 437
Suposiciones, 11
Supresión, 211
T
Tablero de boletines electrónicos
(conferencia), 328
Tabula rasa, 6
TAC (tomografía axial computarizada),
41, 41t
Tálamo, 34f, 35, 38t, 60
Tarea de retención de dígitos, 460
TARGET, 255-256, 255t, 257, 275
Técnicas
afectivas de aprendizaje, 425
mnemónicas, 187-189, 420-421
Tecnología
ambientes de aprendizaje basados
en la computadora, 325-328
aprendizaje, 329
a distancia, 328-330
direcciones futuras, 330-332
instrucción y, 324-332
investigación del cerebro y, 30
Televisión, 472-473
Temor al fracaso, 359
Tempo cognoscitivo, 480-482
Tendencia(s)
a la realización, 354
determinantes, 432
Teoría(s)
biológicas (del desarrollo), 452-453
clásica del procesamiento de la
información, 456-457
cognitiva(s), 22, 30, 454
del condicionamiento, 349-351
implicaciones para la enseñanza,
25
memoria y, 23
motivación y, 23
recompensas motivacionales y, 58
transferencia y, 24
cognitiva-social
aplicaciones a la instrucción,
156-159
autoeicacia, 146-156
autoenjuiciamiento, 408-410
autoobservación, 407
autorreacción, 410-411
autorregulación y, 405-415, 442
comparación social, 372-374
inluencias en el aprendizaje y el
desempeño, 133-137, 134t
marco conceptual de la, 119-123,
405-407
metas y expectativas, 372
motivación y, 371-375, 397
procesos, 407-411
procesos de modelamiento,
123-133, 126t
procesos motivacionales, 138-145
conductuales, 21-22, 453
autoinstrucción y, 404
autorreforzamiento y, 405
autorregulación y, 401-405, 442
autosupervisión y, 401-405
implicaciones para la instrucción,
25
memoria y, 23
motivación y, 23
transferencia y, 24
de circuito cerrado, 131
de expectativa-valor, 359-361
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de iltro (de cuello de botella), 171
de Hebb, 46-47
de la capacidad para la
comprensión del lenguaje, 207
de la elaboración, 224
de la entidad, 257, 379
de la integración de características,
172
de la interferencia, 209-211, 209t,
de la meta, 374-380, 397
concepciones de capacidad,
379-380
orientaciones a la meta, 376-379
de la pulsión, 347-348
de la valía personal, 364-365
de los esquemas, 132
de los niveles (profundidad)
de procesamiento, 168-170
deinición de, 10
del análisis de características, 293
del aprendizaje
aspectos comunes en la
instrucción, 19-20, 19t
cognitiva, 22, 30
complejidad de las, problemas
educativos y, 64
conductual, 21-22
empirismo, 6-7
ilosofía y, 5-7
funciones de la teoría, 10-11
integración de la teoría y la
práctica, 20-21
investigación y, 10-14
laboratorios psicológicos, 7-8
problemas críticos para las,
21-25, 21t
racionalismo, 5-6
teorías del condicionamiento, 30
del código doble, 216-225
del condicionamiento, 30, 72, 348-349
imitación y, 125
del condicionamiento clásico, 64,
78-84, 79t
experimento con el pequeño
Alberto, 82
inluencias biológicas, 81-82
procesos básicos, 79-80
reacciones emocionales
condicionadas, 82-84
variables informativas, 81
del condicionamiento operante, 64,
72, 348-349
autorregulación, 102
cambio conductual, 98-99
imitación y, 125
marco conceptual, 89-90
modiicación de conducta, 100-101
procesos básicos, 90-98
suposiciones cientíicas, 89
Índice temático
del control adaptado del pensamiento
racional, 192, 193, 198
del crecimiento, 257, 379
cognitivo (Bruner), 462, 486
del desarrollo cognitivo (Piaget),
236-240, 274
etapas, 237-238, 237t
implicaciones para la enseñanza,
239-240
mecanismos de aprendizaje,
238-239
procesos del desarrollo, 236-239
del equilibrio, 349-350
del procesamiento de la información
aplicaciones para la instrucción,
217-224
atención, 171-174
comparaciones en la MLP, 179-180
estrategias de aprendizaje, 417-427
imaginería mental, 213-217
memoria a largo plazo, 191-200
modelo de autorregulación,
415-417, 442
modelo de memoria de dos
almacenes, 180-190
percepción, 175-180
perspectiva general, 163-164
registros sensoriales, 178-179
sistema de procesamiento de la
información, 165-171, 166f
transferencia, 187, 192, 195, 196,
198, 218, 222, 318-319
del prototipo, 293
estructurales, 451, 486
teoría clásica del procesamiento
de información, 456-457
teoría psicolingüística, 455-456
funcionales del desarrollo, 451-452
Gestalt
principios de organización,
176-178, 177f
significado de la percepción,
175-176
humanista, 351-356
implícitas, 257, 430-431
psicoanalíticas (sobre el desarrollo),
453
psicológicas
aprendizaje verbal, 8
estructuralismo, 8
funcionalismo, 9-10
laboratorio de Wundt, 7
sociocultural (Vygotsky), 240-248,
274, 462
antecedentes, 241
aplicaciones, 245-247
autorregulación y, 428
críticas, 247-248
principios básicos, 242-243, 243t
zona de desarrollo próximo,
243-245, 342, 419, 428, 462
unitaria, 216
Terapia centrada en el cliente, 354
Teratógenos, desarrollo cerebral y, 51
Test de apercepción temática (TAT),
358-359
Tiempo
aprendizaje y, 4
asignado al aprendizaje, 105
de aprendizaje, 105-106
que el aprendiz está dispuesto a
dedicar al aprendizaje, 105
Toma de decisiones, 53
Tomar notas, 422
Tomografía
axial computarizada, 41, 41t
por emisión de positrones, 41t, 42
Traducción
de las ideas a la escritura
(redacción), 336
del problema lingüístico a la
representación mental, 340
Transferencia, 70, 115t
activación del conocimiento en la
memoria, 318-319
cercana, 320
cero, 317
contexto y, 76
de alcance
anterior, 321
posterior, 321
de estrategias, 321-322
de orden
inferior, 320, 322-323
superior, 320
deinición de, 24
del aprendizaje, 222
del conocimiento procedimental,
198
determinación de oportunidades
para, 427
disciplina mental, 318
elementos idénticos, 317-318
en las teorías del aprendizaje, 24
enseñanza para la, 322-324
esquemas y, 196
facilitación de, 76
igurada, 320
generalización de la, 318
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549
lejana, 320
literal, 320
negativa, 317
positiva, 317
principio de elementos idénticos y, 75
redes de proposiciones y, 187
tipos de, 319-321
Transición(es)
en la educación, 441, 463-465
entre la secundaria y la
preparatoria, 464
escolares, 441, 463-464
Tutoría, 158-159
de pares, 158, 270, 275
U
Uso, ley del, 74
Utilización de las comunicaciones, 204,
208-209
V
Vaina de mielina, 33
Valor(es), 145, 160
de la consecución, 363
de utilidad, 364
del interés, 363
importancia percibida de la tarea,
363
intrínseco, 363
motivación y, 434
Variables
contextuales, 358
de estrategia y metacognición,
288-289
de la tarea y metacognición, 288
del aprendiz y metacognición, 288
en la instrucción, 357-358
modiicables, 107
personales, 358
Verbalización maniiesta, 249
Veriicación de la coherencia, 424
Vías de redes alternativas, 211-212
Videojuegos, 473
Visión, 54-55
Vocabulario, periodo crítico para el
desarrollo del, 55-56
Volición, 432-434, 433t
Volver a leer, 424
Z
Zona de desarrollo próximo, 243-245,
342, 419, 428, 462
Teorías del aprendizaje, una perspectiva educativa, es una obra dirigida tanto
a estudiantes de licenciatura interesados en la educación como a estudiantes en
posgrados de educación o de disciplinas afines. El texto es adecuado para cursos
relacionados con el aprendizaje, como los de motivación, psicología educativa,
desarrollo humano y diseño para la instrucción.
Los objetivos principales de esta sexta edición son:
• Comunicar a los estudiantes los principios teaóricos, los conceptos y los
hallazgos de las investigaciones sobre el aprendizaje, sobre todo aquellos que
se relacionan con la educación.
• Ofrecer ejemplos de aplicación de los principios y conceptos de enseñanza
y aprendizaje en los escenarios donde ocurren estos procesos.
• Destacar su énfasis constructivista contemporáneo para aprendices activos
que buscan, forman y modifican sus habilidades, conocimiento, estrategias y
creencias.
Ante la creciente presencia de la tecnología en todos los ambientes (académico,
laboral e individual), el libro incluye secciones nuevas sobre el aprendizaje en
medios electrónicos y en entornos de aprendizaje basados en las computadoras.
www.pearsonenespañol.com/schunk
ISBN 978-607-32-1475-9
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