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Los choles de Chiapas y su camino a utopía

2004

Los cF{oLEs DE CuHPAS Y su cAMINo A uTopÍ,t Ezequiel Maldonadol Y entonces los hombres y mujeres de maíz se estuvieron de acuerdo en cumplir con los siete trabajos para que el mundo fuera bue no v miraron al lugar donde el sol y la luna se turnan su duermc vela... desde esa tarde de alegría y saber... se pasan la vida haciendo puentes, y en la muerte también se hacen puentes. Puentes siempre de colores de nubcs y de luz... para hacer los trabajos que nacen al mundo nueuo...2 n un universo que se desea uniforme y con un pensamiento único, no es gratuita la definición de utopía impregnada de connotaciones des- al fracaso, permanece en los buenos deseos. Dice el refrán paralízante: de buenas intenciones está empedrado el camino a utopía;o la consigna dinámica: pectivas: algo irrealtzable,una fantasía, el no lugar, lo con sangre y sudor se riega el sendero alsí lugar. imposible; En este ensayo pretendo demostrar que las comunidades choles de la zona norte de Chiapas, municipios de Tila y Sabanilla, principalmente, en su proyecto de vivir en armonía con sus semejantes v con la naturaleza, caminan por senderos que conducen a formas de convivencia no muy lejanas del si lugur. Los choles a sus seguidores, fantasiosos, milenaristas, soñadores. El Diccionario3, producto cultural inserto en una condición histórica e ideológica concreta, refleja y reproduce las ideas dominantes de una época, como en el caso de utopía: "Proyecto de sistema social halagüeño, pero irrealízable"a. De ahí, cualquier propuesta de cambio social que favorezcaauna parte de la humanidad está condenada irremediablemente *Departamento comulgan con la tierra y, entre otros beneficios, promueven la germinación delmaíz,sustento de dioses y mortales. Mediante un breve repaso, reviso dos utopías latinoamericanas: Vasco de Quiro[Ja y su Utopía mexicana y el proyecto utópico de los jesuitas en Paraguay, de Humanidades, uaM-A. 25. I. Mrr. os. Relatos de Et Viejo Anton¿o. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Centro de Información y Análisis de Chiapas, 1998. p. 84-86 3Raúl Reissner. "El indio de los diccionarios" Comunicación y cultura. (México DF) uerra-x, julio de 1985, núm. 14. pp. 3-34. {Carlos Gispert (Dirección) Océano u.no Color. Diccionario cnciclopédico. Océano, Barcelona, 1996. p. 1650. y una nota sobre la organizaciónpolítica qheswaymara. En la parte medular del trabaj<>, analizo el vínculo de varias comunidades choles y su reto por alcanzar esesi Ittgar o,como bien dice el epígrafe, cumplir con las tareas para que el mundo (sea) bueno y hacerpuentes de deluzy colorque nacen el mundo nuevo. DOSSIER MINORIAS L7 FueNrrs HuunNÍsrtcAs Utopías Latinoamericanas simplicidad, obediencia, humildad y la posibilidad de En sus primeros escritos sobre México y donde se visiumbran atisbos de su posterior proyecro utópico, Vasco de Quiroga describe fascinado el fértil campo mexicano con sus variados árboles y sus "frutas muy sustanciosas y muy extrañas, y de extraño sabor. . . unas que abiertas lo de adentro es como manjar blanco, que se llaman anonas, y otras que parecen en sabor y color mantequillas y manteca de vaca fresca"5. Es una descripción que evidencia el extrañamiento europeo ante un mundo que desconoce y compensa mediante un ánimo fabulador en sus variados testimonios. Sacerdotes, improvisados en el oficio de cronistas, adoptan un lenguaje espec íñco y trasladan mecánicamente conceptos afines al mundo europeo. Es elcronista desconcertado ante un mundo que no logra aprehendery recurre arbitrariamente a esquemas, vocablos, modelos propios de su cultura: "Fléroes tan célebres (los españoles) que no sólo vencieron a las bárbaros... espadas y mdquinas de gtterra de los bdrbaros que vivían casi bestialmente. . seres . (V) sedabaatlto a Astaroth, Bel, Baal, Dagón..."" Son conceptos ajustados con el calzador europeo para que el destinatario, más ajeno a esta realidad, comprenda o racionalice fragmentos del universo indígena. Las cartas, testimonios y demás comunicados que dirigen frailes y misioneros -en empresa utópica y conversión de naturales en la Nueva España- a sus Reales Majestades españolas, son denuncias y peticiones contaminadas de una especial dificultad para trasmitir asuntos del Nuevo Mundo y que algunos sacerdotes la ley del menor esfuerzo, mediante "sinónimos" o comparaciones que facilitarán la resueltten, en comprensión del mensaje a los interlocutores europeos. En 1530 Vasco de Quiroga admira arrobado la sencilla forma en que vivían los antiguos mexicanos y la considera plenamente apta para incorporar normas y sistemas de otras culturas. Atributos como moldear, cual si fuesen de cera, a los indios, en comparación con la malicia y soberbia de los uiejos españoles, lo guía a vincularlos con la nobleza y sencillez de los cristianos de la primera edad, ya que "en esta primitiva nueva y renaciente Iglesia de este Nuevo Mundo, una sombra y dibujo de aquella primitiva iglesia de nuestro conocido mundo del tiempo de los Sin embargo, para que arriben a puerto seguro se requiere de proyectar la verdadera fe y "saber las cosas de la instrucción cristiana para ser perfectos y verdaderos cristianos". Es la mentalidad renacentista que anheló un mundo libre de impurezas y los indios colmaron ese No 18 HISTORTA es gratuito nombre y apellido a lo que fue el Anáhuac,la Nueva España y la formidable empresa de corregir disipación y desenfreno de naturales ante la pródiga fertilidad de la tierra: "les nace tanta ociosidad, flojedad y descuido,lo cual conviene que se les quite con alguna buena orden de república y policía. .."e.El Edén, sin correctivos, puede resultar contraproducente. En lo que fue el pueblo de los purépechas, se convirtió por gracia española en Micho acány ahí Don Vasco de Quiroga experimentó rasgos del modelo que Tomás Moro propuso en su Utopía: la fe en un sistema de elección universal, directa y secreta en cargos de elevada responsabilidad, indios capaces de elegir a sus propias autoridades y de gobernarse por sí mismos, la abolición de la esclavitud indígena, jornadas de seis horas de trabajo. Quiroga plantea ordenar la vida de los naturales, reduciéndolos en poblaciones o comunidades a las que otorgó el nombre de Colegios y, en 7 FueNrgs HuveNÍsrrcAs anhelo: "Los descubrimientos geográficos propor- cionaron a la tendencia naturalista y depuradora del Renacimiento una ocasión de ejercicio: Europa, por su vejez,, se estimulaba difícilmente corregible; pero la humanidad descubierta, desnuda, sencilla, ingenua, podría vivirde acuerdo con la anhelada perfección Ia 'Vasco de Quiroga, "Parecer de Vasco de Quiroga acerca de la fbrma de vida de los indios" en Historia docuntental de México. t. t 3a. edición. UNAM, México, 1984. p. l9l 6 Vasco de Quiroga. "Misión civilizadora de España" en Hu.manistas mexicanos del siglo x//. uNAM, México 1994, pp. 49-53. Negritas del autor. apóstoles estas condiciones Loc. cit. Silvio Zavala, "La Utopía de Tomás Moro en la Nueva España" en La Utopía mexicana del siglo xvt. Lo bello, lo uerdadero y lo bueno, Roma, Acciones y Valores de México S.A., 1992. p. 69. 9 Lor. cit. El sentido que Quiroga da al concepto policía está vinculado a la politeía aristotélica. 8 otros casos, Hospitales. Señala Don Vasco: "lo que así, de las dichas seis horas del trabajo en común... se reparta entre \rosotros todos, y cada uno de vos en particular con equidad, cómoda y honestamente, según que cada uno. se¡¡.rn su calidad y necesidad, manera y creación de las Misiones a cargo de la Compañía de Jesús. La Orden de Loyola tenía tres encomiendas reales en el Paraguay: 1) "reduciry cristianizarlas tribus guaraníes rebeldes que las armas de los conquistadores condición, lo hava menester para sí y para su no habían logrado someter. 2) Organizar un poder económico y militar sobre la base de los indígenas reducidos, con suficiente fierza de persuasión para trabajo )'mu,y moderado, y con mucho servicio de Dios N u.$roSáor.. rrl{)pr relevante, ya con la presencia de las propias autoridades civiles y militares. . 3) Levantar un muro de contención contra las invasiones de los bandeirantes paulistas, feroces depredadores y cazadores de esclavos..."l2 Estas tres familia. . . Guardando estas Ordenan zas y concierto, nunca os podrá faltar lo necesario y honesto, en abundancia. . . con toda quietud y sosiego y sin mucho jesuita en 1572,cómo la Compañía reconoce la labor realizada años atrás, iglesia y hospital aledaños, y el fhcilitase la obra misericordiosa por la buena disposición v orden" q.r. dejó Don Vasco. que se les En 1585 los jesuitas penetran al Paraguay y crean cimientos de las futuras reducciones de indios o lVlisiones. Así, la Compañía de ]esús emprendía los designios de su Santa Majestad, Felipe III, y preparaba lo que sería el experimento más original de la Segunda Conquista, la espiritual. La extrema violencia de los españoles,la crueldad de los bandeirantes portugueses, enf-ermedades desconocidas entre los indios como la viruela diezman poblaciones guaraníes lo que significaba, en la perspectiva religiosa, un campo abonado y fértil para la cosecha jesuítica. Entre 1609 y 1610las condiciones objetivas y subjetivas se emparan y los padres íundadores bendicen las primeras reducciones indígenas, por supuesto, organizadas, administradas y centralizadas por la Orden. La cortad a para encauzar a indios o que éstos acudieran por su voluntad era satisfactoria: refugio de guaraníes, violenrados, asesinados o cazados por españoles o portugueses. Para los jesuitas, estas reducciones constituían el paraíso celestial en la tierra. Lograron en un breve lapso -en menos de 20 años, 13 reducciones con 100 mil almas- cristianizar a miles de guaraníes rebeldes y organizar un poder económico y militar que se apoyó en los indios sometidos. En 1611 Felipe III legalizala contrapesar el poder de los colonos encomenderos y . misiones, en esta época y circunstancias, Ios designios imperiales y ni por asomo \'asco de Quiroga "Misión civilizadora de España" en Httmanistas mexicanos del siglo xv¡. Ob. cit. p. 56. ll \¡éase P |uan Sánchez Baquero, "Fundación de la Compa- ñía de Jesús en Nueva España" en Crónicas de la Compañía dc lesús en ld Nueua España, uNAtrr, México, 1979. pp. 86-87. apegaban a prefiguran las contradicciones que más tarde surgieron. Es clave para entender la resistencia de más de siglo y medio de estas reducciones la organizaciónjesuita confbrme a una estructura castrense similar a un ejército disciplinado, rígido y con funciones específicas. Las reducciones seguían una traza similar a las ciudades españolas, rectangulares y con la iglesia en el centro, símbolo del nuevo poder no sólo espiritual, a los lados la escuela y el hospital. Pretendían, con ello, impactar el simbolismo del espacio circular indio, menos saturado y más amplio. Los indios conservaron su organización socioeconómica comunitaria y pudieron disponer de la tierra como ancestralmente lo hacían. En esas reducciones, contaron con determinada libertad pero con la obligación de trabajar unas horas al día alternadas con el aprendizajey el ocio. Este último se amplió con la novedosa presencia del hierro en la agricultura. El sueño jesuita era la construcción de una república teocrática con un gran aparato litúrgico, cantos y ceremonias, que ya en el sigio xvtl alcanzaba un elevado nivel de desarrollo en donde el progreso agrícola y técnico junto con el autoabastecimientol3 v un gobierno con autonomía relativa era la envidia de 12 l{} se Augusto Roa Bastos, "Entre lo temporal y lo eterno" en la Utopía. La república de los jesuitas en Paraguay. Barcelona, España, Tüsquets Editores, 1991. Tentación de El pp. l8-19. Véase Gonzalo Zaragoza. "La iglesia, Ias órdenes religiosas y la cultura" en América Latina. Epoca colonial. Rei, México, l'3 1990. pp. 46-53. DOSSIER MTNORIAS 19 FupNras HuvaNÍsrrcAs *a " .. $ {ro¡- ;-. I ..1 .* .. itl:lL ff'r i 'l , :' . * (!- *hd. - rL' ": " iitü .'.t ,, ' 4;i;$:l' i,4n:: : i*s## {','ryr*};;#;H;q;i:-, 1Y,f.*'{ ¡++r?}*18 ' j..o.' t*"$?#*'áÉ.iit"*--¿* "{,r, f ' l,r*it,ffi*'s.1*f .d.wg#:ffi-. _",;,:f r.;: ;q*.. !, *.Éii?§#Étl_irliiif-.!.ii:ii*xr¿ diversas congregaciones y, por otro lado, el principio del fin de contradicciones irresolubles. A diferencia de los primeros misioneros españoles que se servían de intérpretes nativos para adoctrinar a los indios, los jesuitas desarrollan una estrategia novedosa: aprenden las lenguas autóctonas, se transformanen btrcnas lenguas g,taraníes, como se decían a sí mismos, gracias a la mediación de "f.luestro Señor (que nos) dotó de gran facilidad en aprender orras lenguas de estas bárbaras, y de gran celo en la ayuda de estos pobres indios"la. Pero no sólo eso sino que, en el caso mexicano y suponemos similar al paraguayo, el P |uan de Tovar ya en 1572 tradujo el carecismo de la lengua española a la mexicana "y... redujo a forma de breves diálogos con tanra elegancia que incitó no sólo a los nobles mexicanos, mas también a los más viles macehuales, a que los deprendiesen. Y después de haberlo declarado y pregunrado a los niños, hacía sobre . 1:: FuBNrEs HuuaNÍsrrcAs 20 FtsroruA - ':rr!5.' ii*i.*#,#W**+. él pláticas tan provechosas que confesaban los indios no haber entendido hasta entonces los misterios de nuestra Fe, ni aun haber sido cristianos más que en el nombre"l5. Thl declaración seguramente sorprendió y molestó a otras Congregaciones, pues los jesuitas evidencian ante Su Majestad la ausencia de una e strategia I ingüista, al rcducir Ia fras e mexicana a do c tti n a graue que, según los propios nativos, no los jesuitas, empezaba a redituar frutos cristianos. En esa primera difusión de catecismos, resulta fundamental el aporre del Inquisidor Don Pedro Moya de Contreras, pues a su costatb corrió la impresión de los textos. Violentado el tesoro de la lengua indígena ,alaposento del Espíritzr, siguieron en cascada las recopilaciones de vocabularios y las primeras gramáticas en lenguas indígenas. Esta nueva victoria a través de Ia lengua resultó fundamental en los móviles de la Orden, pues "los padres habían conquistado la mitad de su alma. la Anónimo, "De los motivos que hubo para enviar a los de la Compañía y viaje de la misión fundadora" en Crónicas de la Compañía de /esús en la Nueaa España. Ob cit. p.22 ". ;,;,t:,;; t5 t6 lbid, p.23. lbid, p.24. Ahora sólo les quedaba por conquistar la parte en sombras de esos seres errantes en la oscuridad del universo. . . Los jesuitas se esforzaron en adiestrar a sus neófitos en la suspensión de toda duda (temporal o eterna) y en infundirles y educar en ellos el instinto profético de la verdad de Cristo. Ciertas condiciones míticas y mesiánicas que los jesuitas habían venido a encontrar entre la religión cristiana y la de los guaraníes iban a f-acilitar aún más Ia conquista espirirual"rT. Efectivamente, el proyecto jesuita coincidía con la religiosidad ceremonial de los guaraníes, el verbo profético de sus antepasados, el uso de plegarias vinculadas al canto y la danza y las eventuales peregrinaciones ala tien'a-sin-malesl8, mito intemporal afín al paraíso cristiano. \¡arios movirnientos indios reivindican una etapa de bienestar general en sus pueblos, basada en la vida comunitaria. Mantienen una profunda fe en la restauración de una época dorada que sucumbe temporalmente ante la invasión española, y consideran viable la revitalizacíón de su cultura ancestral. Un ejemplo viviente lo representan sectores quechuas del Perú,los qheswaymaÍa,que a través del Thwantinsuyu diseñan la reconstrucción del antiguo esplendor indígena: "la vida comunal, cuando llegó a la cumbre de su organización con el twantinsuyu, se dedicó a crearbelleza. La abundancia material no corrompió su esqueleto moral. En nuestro mundo comunal todo estaba ordenado en su tiempo y lugar. Las festividades en días fijos, la música y el baile gustaban al máximo, pues el mucho dulce empalaga.Laenergía sobranre florecía en competencias de velocidad, destreza y fuerza... Hoy los ayllus esperan ansiosamente ese día...re". La visión de esta utopía andina pudiese pecar de fundamentalismo, con grandes dosis de roman- ticismo v sin ninguna base real. Sin embargo, hoy representa un desafío al modelo hegemónico que Tiempo y espacio, categorías utópicas indígenas EI tiempo y el espacio entre los antiguos mayas constituyeron motivos de reflexión a través de códices, estelas y monumentos. Fue una obsesión por conocer el pasado, remitirse al presente y predecir el futuro. El espacio, creación de los dioses. es la bóveda celeste y el inframundo, los parajes y caminos, posee connotacio- nes divinas y no es estático sino parte complementaria,, marco de colores y espléndido escenario donde actúa Kinh -sol, día, tiempo- que abarca todos los ciclos y las edades cósmicas, viaja por las zonas el concepto oscuras y asciende a las regiones de los diversos colores con sus cargas temporales y sus múltiples rostros: el sol, la luna, las deidades de Ia lluvia. la tierra. el maí2. Estos rostros se orientan por los puntos cardinales del universo y determinan el destino y la vida de cuanro existe, al través de sinos buenos y funestos2(. El tiempo, kinh, vida y raíz detodas las cosas, "como las reglas de un juego o de un drama que se desarrolla por ciclos, sucesivamente va mostrando sus distintos rostros y máscaras, vivifica y destruye y mantiene sin término la realidad en que se mueven y piensan ios hombres"2l Sobre la relación de tiempo y espacio señala un texto de la tradición maya: "los pisos celestes, la tierra y el inframundo existen en virtud de Ia aparición del mes y los días, o dicho de otra forma,, hay vida y realidad por obra de kinh que es sol, día, tienrpo divinos22" Dicha cosmovisión, o mejor dicho cronovisión, les permitió a los antiguos mayas conoccr historia, medida y predicción de su compleja realidad. Señala León-Portilla que aún en las etapas adversas o fatales de los pueblos mayas, como el quiebre de su cultura ante la presencia hispana, la arraigada cronovisión permitió a sus sabios encontrar el sentido a su existencia: "Talvez por esto, con la esperanza de excluye aún más a los excluidos y es el otro rostro de una globaltzacíón que fragmenta y destruye vínculos recobrar el antiguo sentido de su existencia o de encontrarle uno nuevo, no pocos grupos mayances solidarios. sobrevivientes a la conquista rehicieron y continuaron, r7 Roa Bastos. Ob. ctt. te "' Loc. cit. pp. 23-25. l9Wankar. Thuantínsuyu. Cinco siglos de guerra qhesutaymara contro España, Nueva Imagen, México 1981. pp. 18-29. 20 Miguel León. Portilla. Tiempo y realidad en el pensantiento rnaya.3a. ed. México, uNav, 1994. pp. 65-90 2t rbid. p. st 22 lbid. p.13 DOSSIER MINORTAS 2t FupNrps HuvaxisrrcAs lo mejor que pudieron, sus ruedas de los katunes y sus que su "subalternidad política y cultural, corresponde libros de profecías. Aferrados al tema del tiempo para salvarse a sí mismos, legaron también un postrer testimonio de la antigua cronovisión que, con todas sus variantes, fire alma de una cultura cerca de dos veces milenaria"2'i Un legado que, aun hoy, con los más de 500 años de resistencia de estos pueblos, se ejemplifica en sus rituales y festividades, sus mitos y relatos pero a un tiempo invertido, ajeno y hostil, así como a un cambio de posición espacial entre centro y entorno, arriba y abajo"2ó. Como ejemplo de estas últimas, el discurso del subcomandante zapatista Pedro, muerto en combate en los albores de 1994: 'A miedo huele el aire que viene de arriba ( en referencia a helicópteros federales). El de abajo no. El aire de abajo huele bonito, también con proclamas, manifiestos y novedosas rebeliones en donde la categoría crono-espacial como a que las cosas cambian, como que todo mejora y desempeña un relevante papel en sus luchas étnicas. abajo. Nosotros somos de abajo"Z7. También se hace más bueno. A esperanza,a eso huelo el aire de estas A la interrogante sobre los afanes cronológicos de los categorías,, en boca delViejo Antonio, cobran relevancia mayas, León Portilla señala cómo el arte y la ciencia de en etapas insurreccionales en que se define el destino medir el tiempo son parte íntegra de un patrón cultural de un pueblo: que les permitió normar Ia economía de la vida cotidiana, el saber astrológico, los ciclos de fiesta y cosecha, sus ritos y sacrificios ¡ sobre todo, "la cronovisión de los sabios,la concepción integral de un universo en que lo espacial, lo viviente y lo humano "Cuando todo está en calma abajo, en la montaña hay tormenta,los arroyos empiezan a tomar fuerza y toman rumbo hacia la cañada... E,n la montaña nace lafuerzarpero no se ve hasta que llega abajo... Los arroyos cuando bajan, ya no tienen regreso... más que bajo tierra"28. clerivan su ser de la atmósfera siempre cambiante de kinh, el tiempo cíclico, suma de rostros de la divinidad"2a La preocupación por el tiempo se convirtió en los mayas en una obsesión que aún hoy entre los grupos contemporáneos es una referencia que los distingue del pensamiento occidental: Fue el suyo afán de comprender pero también saber de salvación. Así concibió sus mitos, creó símbolos, se valió del cero, inventó nuevos cómputos, afinó fórmulas de ajuste y corrección. Llegó a ser adorador de la realidad primordial, omnipresente y sin límites. Ponerse a tono con ella era el mayor interés de su vida. La sabiduría de sus sacerdotes y sabios precisamente lo lleva a entrever su lugar en la tierra, a atisbar el misterio y a continuar siempre en busca del ritmo divino del universo25. Hoy, entre los grupos mayas subsisten esas categorías inmersas en su tradición oral y presentes en cuentos y relatos. Es parte dinámica de una cosmovisión cultural en donde esas cate¡Jorías tempoespaciales reconocen Los choles y su proyecto de mundo nuevo A más de dieciocho años que da inicio en México cl Ilamado cambio estructural o la modernización del aparato productivo, punta de lanza de práctica y discurso neoliberales y que incide en ámbitos sociales e ideológicos, es mayor la brecha entre lo que se piensa y lo que se hace o, más bien, entre las palabras y los hechos. Un psicólogo diría esquizofrenia, un ciudadano dice incongruencia. Una moralidad social reiterativa no ejerce, o es la primera en violental los valores que proclama defender. Dice bienestar y es miseria, habla de pazy desata la guerra. La moralidad social predica, por ejemplo, la caridad y practica la indiferencia, cuando no el 2(' Ricardo Melgar Bao. "Las categorías utópicas de la resistencia étnica en América Latina" Cuicltilco,ENAH, (México, DF) julio-septiembre de l99l . nú.m.27 Gloria Muñoz Ramírez. t¡zt-w 20 y 10 elfuego y la palabra. 27 2i lbid, p. lo9 Loc. cit. México, Rebeldía y La Jornada,2003. p. 39 Mrr.or. Relatos de El Viejo Antonio. México, t:rncH, 1998. pp.23-26. 28 2a 25 lbid. p. l lo FuExrEs HuueNÍsrrcAs 22 HrsroRrA desdén hacia el otro; proclama la libertad y ejerce la represión; disfiaza la codicia, de servicio a la sociedad, la envidia, de sana competitividad. La moralidad existente puede revelarse a la fe ciega: "Ya no me identifico con las diferentes imágenes que la sociedad me atribuye... Dejo de verme reflejado en lo que ella espera de mí, según la posición cada capa social ocultan, a menudo, defectos contrarios. La virtud miiitar no es sólo valentía y honor, es también prepotencia y crueldad...2e. que ocupo. Estable zco u.nadistancia ; juzgo. Entre la multiplicidad de rostros que Ia sociedad me atribuye, forjo una unidad en la que pueda reconocerme..."3l. Diría el chol: el costo ha sido tremendo, pues el poder establecido me satura de infamia y sarcasmo, me trata como a una bestia, pretende degradar v envilecerme. Qué hacer frente a tendencias que se acentúan e impactan alma y corazón de las personast iQué educación asumieron mis antepasados, no soy un ser excepcional. No es un camino asfaltado, sabemos de choles que han el reino de la hipocresía. Sus reglas y costumbres permiten mantener la buena conciencia, sin condenar el engaño. Las virtudes propias de c ofrecer a jóvenes, prematuramente envejecidos, que alzanhombros y dicen que siempre ha sido asíl E,n lo que Guillermo Bonfil llamó el México profundo hov se genera, como en el pasado colonial, uoonact'ónico tipo de pensamiento, el disruptivo. Aquél que cuestiona las prácticas convencionales de la moralidad social. Múltiples comunidades indias, sobre todo de Chiapas, toman distancia y no confian en los valores socialmente proclamados. Lo prudente sería la eiección hacia Ia marginalidad y Ia actitud de cinismo cuando no de ironía o sarcasmo. Los zapatistas toman distancia de las prédicas y acciones oficiales: "No te angustie lo que mucho dice el que mucho habla. Es ruido nomás, música desentonada. Nada nos será dado. Nada que no sea luchado por nosotros. Nada será para nosotros regalado. Nada que no arranquemos vendrá a ser de nuestra casa. Nada que no luchemos vivirá entre nosotros. . . "'J() Los choles no se muestran prudentes y buscan una moralidad srrperior. De cara a la charlatanería y Sin emb argo, asumo los riesgos que igualmente traicionado y que hoy pertenecen aPazy |usticia o se integran a la corriente mestiza, ellos se lo buscan. El tránsito de la comunidad chol, los milperos, aún es por senderos sinuosos. Ante el emerger de un universo en que predomina la idea de un mercado donde milagrosamente la ofbrta v la demanda conviven en armonía, redes que atrapan cual moscas a seres humanos, el impulso al individua- lismo desenfrenado y el auge de organizaciones estratégicas, parafernalia aparentemente gobemada por modelos de "expectativas racionales"32, los grupos étnicos latinoamericanos e individualismo radical en boga. Castells habla de Comunidades en resistencia, aquellas que ignoran olímpicamente al Estado y sus dádivas paternalistas pero que luchan y negocian en nombre de sus intereses/ valores específicos, como es costumbre en choles y tojolabales en tzeltales y tzotziles. Las comunidades de resistencia defienden su espacio, sus lugares, contra la lógica sin lugares del espacio de Ios flujos que caracteriza el dominio social en la era de la información' Reclaman su memoria histórica y afirman la único v totalitario, la diversidad y el pluralismo. En suma: la autenticidad, el ser lo que se proclama. Villoro, sin nombrarlos,, recrea imágenes que nos hablan de permanencia de sus valores contra la disolución de Ia historia en el tiempo atemporal y la cele- choies v tojolabales en su obsesión por Ia autenticidad a la falsedad, en su búsqueda de autonomía frente :'Lr:it Villoro. 3tlbidem, Ob. cit, p. 199. l' ' )larcos "\hmos por el reconocimiento a nuestros derechos como indios v como mexicanos: tizLN" La Carauana de la Dignidcd lndígena. El on'o jugador. México, La Jornada,200l. p. 161 resguardan en comunidad y se niegan al exterminio que pronostican flujos giobales promesas incumplidas, la autenticidad; frente a la fhlsedad e hipocresía del régimen, la recuperación de valores como ciignidad y justicia; frente al pensamiento fiente se p.2ol. Manuel Castells. La era de la infor"maciótt. t. tt, México, Siglo xxr, 1999. p.349. Expectatiuas racionales se nombra a la novedosa teoría económica que pretende convencer a los '32 millones de desheredados de sus bondades; es decirles: iqué prefieren, la antigua horca o el actual cuchillol DOSSIER MINOR|AS 23 FuENIEs HuvnNÍslcAS brat:ión de lo efímero en la cultura de la virtualidad real. Utilizan la tecnología de la inform¿rción para ia comunicación horizontal tle ia gente v la plegaria comunal, mientras rechazan ia nuer,a idolatría de la tecnología y notables pero con similitudes en la conquista espiritual de purépechas y guaraníes, posiblemente estaban ubicados en espacios distintos a los actuales. En el actual panorama mexicano,las comunidades choles de la zona norte de Chiapas, Tila y Tumbalá, conservan los valores trascendentales contra la lógica dcconstructora de las redes informáticas autorreguladoras I1. Palenque y Sabanilla, Salto de Agua3(', padecen aún los estragos que les impuso el acoso policiaco, militar y Estas comunidades o identiclades de resisrencia hoy trasciencien a identidades provecto, un verdadero freno a la lógica nlercantil globalizadora. Es el caso del pueblo chol que recil¡ió de los mayas, sus ancestros y maestros -en el bien y el mal, en la vida y la muerte-, la traclicional sabiduría en el conocimiento astronómico, el tiempo adecuado cle siembra y cosecha, los rituales cosmogónicos y religiosos. E,llos recogieron y hoy trasmiten laAntigua palabra: "la palabra verdadera,la palabra que se dice entre nosotros, la que da vida, la que cla condición de pueblo y sobrevivencia"-3a. Antigua palabra que invoca a dioses y mortales, a tiempos inmemoriales y a noches sin días, a concepción dcl universo maya. Antizua palabra que recrea el origen de los primeros choles. Antigua palabra que nombra el maíz como el sustenro primordial y alimento divino pueblo, llamado los milperos: "maíz que da alegría a nlrestro corazón, y nos da fi¡erza a nuestro cuerpo"i5. Pueblo chol que ha resistido la larga noche cle cste de la colonia y los días y noches de un neocolonialismo depredador que pretencle homogen eizar lo diverso y plural, y exterminar rebeldía y dignidad indias. La conquista espiritual impuso sincronía en dominio y adoctrinamiento de las etnias latinoa- mericanas, pues es un lapso corto el que separa al udelantado Don Vasco ( 1530) y los retrasados jesuitas ( 1585) en relación a los dominicos en Chiapas. Fray Pedro Lorenzo de la Nada emerge alrededor de 1559 y como "especialista en la pacificación de la Sclva Lacandona". Este fiaile convence y reubica a los pueblos habitantes de la selva a vivir en sus márgenes. se le conoce Estos nuevos pueblos o reducciones, con diferencias \3 Ibid, t. rr, p. 399. 3alesús Morales Bermúdez. An O T'ian. Antigua Palabra. N_arratiua indígeno chol. México, uAM-A, 1984. p.24 jslbid. p. I16. FUEN'res HuvewÍsricAs paramilitar. Parajes y caminos bajo vigilancia castrense, incursiones nocturnas de paramilitares comoPaz y .¡usticia, son escenarios inherentes del paisaje cholano. El granpecado de estas comunidades indias: simpati- zar con el proyecto zapatisra. Las mujeres indias han sido la base fundamental para la continuidad y permanencia cultural a través de la lengua chol. Pero también son las más asediadas y golpeadas en la huida a los montes y en el acoso paramilitar. E,llas reflejan el sentimiento de la desgracia, pero también de valentía y dignidad. Ante esta amen azalatente, las comunidades choles no sólo resisten sino impulsan un proyecto alternativo al dominante. Al poder del Estado mexicano oponen pequeños poderes atentatorios al orden establecido: no se expende alcohol, ni bebidas de moderación en sus tendajones, no existe prostitución. En mis estancias nunca vi pequeños inhalando thinner o cemento, común entre los niños marginados de nuestra urbe. Los medios masivos, televisión y radio, no atrapan en sus redes a pequeños que aún se entusiasman con anacrónicosjuegos como lotería y serpientes y escaleras; que se arrebatan de emoción con una piñata y que la naturaleza entera es un campo de experimentación a sus audaces juegos. iPor qué represenran un peligro el Estado mexicano? Son pésimos ejemplos para una economía de mercado estas comunidades para sustentada en la ganancia conciudadanos compradores- consumidores o los desechables: hombres y mujeres sobrantes del mercado mundial, los sin poder de compra. 36 La región chol colinda al norre y noreste con Thbasco y al sur con los municipios de Simojovel, Ya)alón y Chilón. Esta etnia habita en una superficie de 6 I 42 km2 con una población total de 193,198, según el censo de rN¡,cl de 1990. Véase "Los choles" Ma. Cristina Manca Cerisey. Sureste. Etnografía contemponínea de los pueblos indígenas de México. México, rxr, 1995. 24 HrsroRrA p. 10. El vínculo con la tierra es permanente y trasciende la vida toda de los choles. Elmaízes, igualmente, esencia y vida de los indios. Esta visión se expresa en eI Popol Vtlt, el maíz en el origen del universo, con presencia en las vidas cotidianas. Si la historia, desde la invasión española, ha estado signada por el despojo, éste no ha logrado borrar el signiticado cultural de la tierra v su fruto más preciado: el maí2. De ahí su tendencia a poseer la tierra y la permanencia o el gusto, deseo insaciable, por desplazarse a nuevas tierras, así lo comenta Morales Bermúdez: "Comienza la carencia, el ansia por buscar nuevas tierras. marchar una vez más; en el fondo de ellos. en elconfin. se encuentra la verdadera entraña: el principio"¡; En esta lectura de la cultura chol se hace evidente la permanencia de una visión del mundo que, resistiendo ante la misma carencia de la tierra, no ha renunciado nunca al sentido que le da contenido cultural a su actitud ante la vida, su ritualidad y sostiene esa lucha perenne por alcan zar la plenitud en la fusión con la tierra v el maí2, esencia humana que ha permanecido en ese deseo no cumplido de acercarse a lo inédito posible. Ese inédito posible de insurgencia y resistencia choles en su caminarconfronta antiutopías que ofertan "\'ocho, changarro y TV" y la plena integración a un mercado con Protectores sociales, Grandes hermanos v Ojos vigilantes al mejor estilo de Orwell, con 1984, H uxl e v v- [-J n m t m d o fe li z, y N os o tros de Z amiati n. Anti utopías con efectos desmovilizadores que inducen al escepticismo y a la inmolación de los sueños. Bien señala Hopenhayn sobre la aspiración utópica de nuestros pueblos: "Utopía que no sea necesariamente universalista. racionalista, occidentalista. Pero que tampoco se reduzca a un purismo bucólico que en muy poco retleja la heterogeneidad de nuestro continente. Utopía que reduzca mezclando, y que luego potencie mezclando. Utopía que recombine la escasez del presente para sugerir la plenitud del futuro. Utopía que es imposibilidad fáctica; pero también necesidad "Un viaje a la tierra de los choles" en Si m bológicas. ir{éxico, Conacyt-Plaza y Valdés, 1997. '37 )esús \{orales Bermúdez. p 37. cultural, reto político, sueños para burlar tanto a los apocalípticos como a los integrados"38 La tierra para los choles es la aspiración que se vuelve utopía y ethos y se expresa en el ritual. El Popol Wth menciona a Paxil, el sí lugar, espacio donde crece el maízen abundancia, es el sitio en donde el indio ubicó el paraíso terrenal del cristianismo, pero éste existe aquí, tiene espacio dentro de la selva, se vive como anhelo por disfrutar de ella y de todas las cosas sabrosas que ofrece en abundancia, se hace conversación cotidiana. Morales Bermúdez encuentra esta visión coincidente con la noción católica del advenimiento del reino en este mundo, con la utopía neozapatista de una nueva nación, de un nuevo Estado. Hoy los choles consideran llegado el tiempo de la restauración o renovación del mundo y suman su militancia en el levantamiento que 38 Martín Hopenhayyn, M apocalípticos ni integrados. Auen- turas de la modernidad en América Latina, edición 2a. México,l995. pp. 280-281. DOSSIER MINORTAS 25 F{'.8, FuENres Hurr¿eNÍsrtcAs marca el rumbo hacia elsí ltryar del tercer milenio. La cronovisión heredada, el ritmo perenne del universo, resultan saberes de salvación. Este rumbo emprendido por choles y tojolabales, tzeltales y tzotziles tuvo un escenario principal en la Marcha del color de la tierra de los comandantes zapatistas por doce entidades y su arribo a la ciudad de México, del24 de febrero al2 de abril de 2001, con la encomienda de los pueblos indios de defender la propuesta de Ley Indígena elaborada por la Cocopa con base en los Acuerdos de San Andrés. En abril de 2001, posterior a la Marcha india, los senadores de las tres principales fuerzas políticas del país (PAN, PRI y PRD) votaron por una ley que desconoció los Acuerdos de San Andrés. El Congreso mexicano ratificó la contrarreforma y el presidente Fox avaló todo este andamiaje institucional contra los pueblos indios. La ley votada remitía al paternalismo y autoritarismo que antaño impusieron a purépechas y guaraníes, cual menores de edad, incapaces de forjar su propio destino. El comandante Thcho señaló: "Los tres poderes de la Unión: el Ejecutivo, el Legislativo y el |udicial se negaron a la solución política y pacífica de las demandas de los pueblos indios de México"'3e. Ante lo que consideraron una traición de la clase política mexicana, los zapatistas suspenden todo vínculo con gobierno y partidos y ratifican hacer de la resistencia su principal arma de luchaa0. Sin embargo, predominio del caos no debe impedir buscar y pensar escenarios alternativos hacia un nuevo orden mundialal; es en este sentido que la utopía cholana se expresa hoy en una propuesta alternativa al poder del mercado y del capital. En su momento, los indios mexicanos con DonVasco fueron útiles a la grandezadelimperio y no alcanz,aronelsí lugar,mientra.s que el experimento guaraní, con su carga corporativa y paternalista, igualmente no arribó a la añorada por los indios Tien'a sinmales.Ambas expresiones fi:eron atisbos de lo inédito posible en estas culturas indias con una sensibilidad de ver al otro como sujeto de cultura v con una noción de solidaridad, lo que dista en el actual panorama. No afirmaría que el camino emprendido por choles y tojolabales, tzeltalesy tzotziles, y diversas comunidades indias latinoamericanas, es Io mejor ni Io único. pero síes una opción distinta al futuro devastador que el capitalismo nos impone, éste sícon un proyecto único y con una utopía reaccionaria. La perspectiva de nuestros pueblos es elimpulso de proyectos humanistas, genuinas alternativas a la globalización reduccionista; bien dicen los zapatistas: crear mundos donde quepan otros mundos donde el "baile, la música, el placer y conciencia del otro, sean banderas por la humanidad y contra el liberalismo." En estos futuros escenarios se ubica esta utopía, no como el ideal inalcanzable sino como lo inédito posible y lo humana- mente deseable. en agosto de 2003, anuncian su reorganizacíóninterna, a través de la creación de )untas de Buen Gobierno y el nacimiento de cinco caracoles, en las comunidades llamadas 'Aguscalientes". Estas Juntas de Buen Gobierno intentan contrarrestar el desequilibro en el desarrollo de los municipios autónomos y de las comunidades, y mediar en sus diversos conflictos. En los hechos, esta reorganización india avanza en su provecto autonómico original e ignora la Reforma indígena instrumentada por el Estado mexicano. La aspiración a la utopía es válida en las formas de resistencia cultural, que en la realidad práctica pareciera inviable su concreción. Samir Amín señala que el 3e 40 Gloria Muñoz Ramírez. Ob. cit. p.233. lbid, p.243. FueNr¡s HuueNÍsrrcAs 26 HISTORTA Bibliografía Bonfil, Guillermo. México, Profundo. [Jna ciuilización negada. México, see, 1987. Castells, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. t. I, II y ul. México, Siglo xxr, 1999. De Quiroga, Vasco. "Misión civilizadora de España" en Humanistas mexicanos del siglo xvt.México, uNAI\,t, 1994. "Parecer de Vasco de Quiroga acerca de la forma indios" en Historia Documental de México. t. r. México, UNAM, 1984. de vida de los alVérse SamirAmín, "El futuro de la polarizacíónglobal", en El mundo actual: situación y altcrnatiuas, Stglo xxt-uNArr, México,l996. p. 8. García Cantú, Gastón, Utopías mexicanas. 2a. Edición. México, FCE, 1986. García de [rón, Antonio, Reiaencia y utopía. 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