Los cF{oLEs DE CuHPAS
Y su cAMINo A uTopÍ,t
Ezequiel Maldonadol
Y entonces los hombres y mujeres de maíz se estuvieron de acuerdo en
cumplir con los siete trabajos para que el mundo fuera bue no v miraron
al lugar donde el sol y la luna se turnan su duermc vela... desde esa
tarde de alegría y saber... se pasan la vida haciendo puentes, y en la
muerte también se hacen puentes. Puentes siempre de colores de nubcs
y de luz... para hacer los trabajos que nacen al mundo nueuo...2
n un universo que se desea uniforme y con un
pensamiento único, no es gratuita la definición
de utopía impregnada de connotaciones des-
al fracaso, permanece en los buenos deseos. Dice el
refrán paralízante: de buenas intenciones
está
empedrado el camino a utopía;o la consigna dinámica:
pectivas: algo irrealtzable,una fantasía, el no lugar, lo
con sangre y sudor se riega el sendero alsí lugar.
imposible;
En este ensayo pretendo demostrar que las comunidades choles de la zona norte de Chiapas, municipios
de Tila y Sabanilla, principalmente, en su proyecto de
vivir en armonía con sus semejantes v con la naturaleza,
caminan por senderos que conducen a formas de
convivencia no muy lejanas del si lugur. Los choles
a sus
seguidores, fantasiosos, milenaristas,
soñadores. El Diccionario3, producto cultural inserto
en una condición histórica e ideológica concreta, refleja
y reproduce las ideas dominantes de una época, como
en el caso de utopía: "Proyecto de sistema social
halagüeño, pero irrealízable"a. De ahí, cualquier
propuesta de cambio social que favorezcaauna parte
de la humanidad está condenada irremediablemente
*Departamento
comulgan con la tierra y, entre otros beneficios,
promueven la germinación delmaíz,sustento de dioses
y mortales. Mediante un breve repaso, reviso dos utopías
latinoamericanas: Vasco de Quiro[Ja y su Utopía
mexicana y el proyecto utópico de los jesuitas en Paraguay,
de Humanidades, uaM-A.
25. I. Mrr. os. Relatos de Et Viejo Anton¿o. San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas, México. Centro de Información y Análisis
de Chiapas, 1998. p. 84-86
3Raúl Reissner. "El indio de los diccionarios" Comunicación y
cultura. (México DF) uerra-x, julio de 1985, núm. 14. pp. 3-34.
{Carlos Gispert (Dirección) Océano u.no Color. Diccionario
cnciclopédico. Océano, Barcelona, 1996. p. 1650.
y una nota sobre la organizaciónpolítica qheswaymara.
En la parte medular del trabaj<>, analizo el vínculo de
varias comunidades choles y su reto por alcanzar esesi
Ittgar o,como bien dice el epígrafe, cumplir con las tareas
para que el mundo (sea) bueno y hacerpuentes
de
deluzy
colorque nacen el mundo nuevo.
DOSSIER MINORIAS
L7
FueNrrs HuunNÍsrtcAs
Utopías Latinoamericanas
simplicidad, obediencia, humildad y la posibilidad de
En sus primeros escritos sobre México y donde
se
visiumbran atisbos de su posterior proyecro utópico,
Vasco de Quiroga describe fascinado el fértil campo
mexicano con sus variados árboles y sus "frutas muy
sustanciosas y muy extrañas, y de extraño sabor. . . unas
que abiertas lo de adentro es como manjar blanco, que
se llaman anonas, y otras que parecen en sabor y color
mantequillas y manteca de vaca fresca"5. Es una
descripción que evidencia el extrañamiento europeo
ante un mundo que desconoce y compensa mediante
un ánimo fabulador en sus variados testimonios.
Sacerdotes, improvisados en el oficio de cronistas,
adoptan un lenguaje espec íñco y trasladan mecánicamente conceptos afines al mundo europeo.
Es elcronista desconcertado ante un
mundo que no
logra aprehendery recurre arbitrariamente a esquemas,
vocablos, modelos propios de su cultura: "Fléroes tan
célebres (los españoles) que no sólo vencieron a las
bárbaros...
espadas y mdquinas de gtterra de los
bdrbaros que vivían casi bestialmente.
.
seres
. (V) sedabaatlto
a Astaroth, Bel, Baal, Dagón..."" Son conceptos
ajustados con el calzador europeo para que el
destinatario, más ajeno a esta realidad, comprenda o
racionalice fragmentos del universo indígena. Las
cartas, testimonios y demás comunicados que dirigen
frailes y misioneros -en empresa utópica y conversión
de naturales en la Nueva España- a sus Reales
Majestades españolas, son denuncias
y peticiones
contaminadas de una especial dificultad para trasmitir
asuntos del Nuevo Mundo y que algunos sacerdotes
la ley del menor esfuerzo, mediante
"sinónimos" o comparaciones que facilitarán la
resueltten, en
comprensión del mensaje a los interlocutores europeos.
En 1530 Vasco de Quiroga admira arrobado la
sencilla forma en que vivían los antiguos mexicanos y
la considera plenamente apta para incorporar normas
y sistemas de otras culturas. Atributos como
moldear, cual si fuesen de cera, a los indios, en
comparación con la malicia y soberbia de los uiejos
españoles, lo guía a vincularlos con la nobleza y
sencillez de los cristianos de la primera edad, ya que
"en esta primitiva nueva y renaciente Iglesia de este
Nuevo Mundo, una sombra y dibujo de aquella
primitiva iglesia de nuestro conocido mundo del
tiempo de los
Sin embargo, para que
arriben a puerto seguro se requiere
de proyectar la verdadera fe y "saber las cosas de la
instrucción cristiana para ser perfectos y verdaderos
cristianos". Es la mentalidad renacentista que anheló
un mundo libre de impurezas y los indios colmaron
ese
No
18
HISTORTA
es
gratuito nombre y apellido a lo que fue
el
Anáhuac,la Nueva España y la formidable empresa de
corregir disipación y desenfreno de naturales ante la
pródiga fertilidad de la tierra: "les nace tanta ociosidad,
flojedad y descuido,lo cual conviene que se les quite
con alguna buena orden de república y policía. .."e.El
Edén, sin correctivos, puede resultar contraproducente.
En lo que fue el pueblo de los purépechas,
se
convirtió por gracia española en Micho acány ahí Don
Vasco de Quiroga experimentó rasgos del modelo que
Tomás Moro propuso en su Utopía: la fe en un sistema
de elección universal, directa y secreta en cargos de
elevada responsabilidad, indios capaces de elegir a sus
propias autoridades y de gobernarse por sí mismos, la
abolición de la esclavitud indígena, jornadas de seis
horas de trabajo. Quiroga plantea ordenar la vida de
los naturales, reduciéndolos en poblaciones o comunidades a las que otorgó el nombre de Colegios y, en
7
FueNrgs HuveNÍsrrcAs
anhelo: "Los descubrimientos geográficos propor-
cionaron a la tendencia naturalista y depuradora del
Renacimiento una ocasión de ejercicio: Europa, por
su vejez,, se estimulaba difícilmente corregible; pero la
humanidad descubierta, desnuda, sencilla, ingenua,
podría vivirde acuerdo con la anhelada perfección
Ia
'Vasco de Quiroga, "Parecer de Vasco de Quiroga acerca de la
fbrma de vida de los indios" en Historia docuntental de México.
t. t 3a. edición. UNAM, México, 1984. p. l9l
6 Vasco de
Quiroga. "Misión civilizadora de España" en
Hu.manistas mexicanos del siglo x//. uNAM, México 1994,
pp. 49-53. Negritas del autor.
apóstoles
estas condiciones
Loc. cit.
Silvio Zavala, "La Utopía de Tomás Moro en la Nueva
España" en La Utopía mexicana del siglo xvt. Lo bello, lo
uerdadero y lo bueno, Roma, Acciones y Valores de México
S.A., 1992. p. 69.
9
Lor. cit. El sentido que Quiroga da al concepto policía está
vinculado a la politeía aristotélica.
8
otros casos, Hospitales. Señala Don Vasco: "lo que así,
de las dichas seis horas del trabajo en común... se
reparta entre \rosotros todos, y cada uno de vos en
particular con equidad, cómoda y honestamente, según
que cada uno. se¡¡.rn su calidad y necesidad, manera y
creación de las Misiones a cargo de la Compañía de
Jesús. La Orden de Loyola tenía tres encomiendas
reales en el Paraguay: 1) "reduciry cristianizarlas tribus
guaraníes rebeldes que las armas de los conquistadores
condición, lo hava menester para sí y para su
no habían logrado someter. 2) Organizar un poder
económico y militar sobre la base de los indígenas
reducidos, con suficiente fierza de persuasión para
trabajo )'mu,y moderado, y con mucho servicio de Dios
N u.$roSáor.. rrl{)pr relevante, ya con la presencia
de las propias autoridades civiles y militares. .
3) Levantar un muro de contención contra las
invasiones de los bandeirantes paulistas, feroces
depredadores y cazadores de esclavos..."l2 Estas tres
familia.
. . Guardando estas Ordenan zas y concierto,
nunca os podrá faltar lo necesario y honesto, en
abundancia. . . con toda quietud y sosiego y sin mucho
jesuita en 1572,cómo la Compañía reconoce la labor
realizada años atrás, iglesia y hospital aledaños, y el
fhcilitase la obra misericordiosa por la buena
disposición v orden" q.r. dejó Don Vasco.
que
se les
En 1585 los jesuitas penetran al Paraguay y crean
cimientos de las futuras reducciones de indios o
lVlisiones. Así, la Compañía de ]esús emprendía los
designios de su Santa Majestad, Felipe III, y preparaba
lo que sería el experimento más original de la Segunda
Conquista, la espiritual. La extrema violencia de los
españoles,la crueldad de los bandeirantes portugueses,
enf-ermedades desconocidas entre los indios como la
viruela diezman poblaciones guaraníes lo que significaba, en la perspectiva religiosa, un campo abonado y
fértil para la cosecha jesuítica. Entre 1609 y 1610las
condiciones objetivas y subjetivas se emparan y los
padres íundadores bendicen las primeras reducciones
indígenas, por supuesto, organizadas, administradas y
centralizadas por la Orden. La cortad a para encauzar a
indios o que éstos acudieran por su voluntad era
satisfactoria: refugio de guaraníes, violenrados,
asesinados o cazados por españoles o portugueses.
Para los jesuitas, estas reducciones constituían el
paraíso celestial en la tierra. Lograron en un breve lapso
-en menos de 20 años, 13 reducciones con 100 mil
almas- cristianizar a miles de guaraníes rebeldes y
organizar un poder económico y militar que se apoyó
en los indios sometidos. En 1611 Felipe III legalizala
contrapesar el poder de los colonos encomenderos y
.
misiones, en esta época y circunstancias,
Ios designios imperiales y ni por asomo
\'asco de Quiroga "Misión civilizadora de España" en
Httmanistas mexicanos del siglo xv¡. Ob. cit. p. 56.
ll \¡éase P |uan Sánchez Baquero, "Fundación de la Compa-
ñía de Jesús en Nueva España" en Crónicas de la Compañía dc
lesús en ld Nueua España, uNAtrr, México, 1979. pp. 86-87.
apegaban a
prefiguran
las
contradicciones que más tarde surgieron. Es clave para
entender la resistencia de más de siglo y medio de estas
reducciones la organizaciónjesuita confbrme a una
estructura castrense similar a un ejército disciplinado,
rígido y con funciones específicas.
Las reducciones seguían una traza similar a las
ciudades españolas, rectangulares y con la iglesia en el
centro, símbolo del nuevo poder no sólo espiritual, a
los lados la escuela y el hospital. Pretendían, con ello,
impactar el simbolismo del espacio circular indio,
menos saturado y más amplio. Los indios conservaron
su organización socioeconómica comunitaria
y
pudieron disponer de la tierra como ancestralmente lo
hacían. En esas reducciones, contaron con determinada
libertad pero con la obligación de trabajar unas horas
al día alternadas con el aprendizajey el ocio. Este último
se amplió con la novedosa presencia del hierro en la
agricultura. El sueño jesuita era la construcción de una
república teocrática con un gran aparato litúrgico,
cantos y ceremonias, que ya en el sigio xvtl alcanzaba
un elevado nivel de desarrollo en donde el progreso
agrícola y técnico junto con el autoabastecimientol3 v
un gobierno con autonomía relativa era la envidia de
12
l{}
se
Augusto Roa Bastos, "Entre lo temporal y lo eterno" en
la Utopía. La república de los jesuitas en
Paraguay. Barcelona, España, Tüsquets Editores, 1991.
Tentación de
El
pp. l8-19.
Véase Gonzalo Zaragoza. "La iglesia, Ias órdenes religiosas
y la cultura" en América Latina. Epoca colonial. Rei, México,
l'3
1990.
pp. 46-53.
DOSSIER MTNORIAS
19
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diversas congregaciones y, por otro lado, el principio
del fin de contradicciones irresolubles.
A diferencia de los primeros misioneros españoles
que se servían de intérpretes nativos para adoctrinar a
los indios, los jesuitas desarrollan una estrategia
novedosa: aprenden las lenguas autóctonas, se
transformanen btrcnas lenguas g,taraníes, como se decían
a sí mismos, gracias a la mediación de "f.luestro Señor
(que nos) dotó de gran facilidad en aprender orras
lenguas de estas bárbaras, y de gran celo en la ayuda de
estos pobres indios"la. Pero no sólo eso sino que, en
el caso mexicano y suponemos similar al paraguayo, el
P |uan de Tovar ya en 1572 tradujo el carecismo de la
lengua española a la mexicana
"y... redujo a forma
de
breves diálogos con tanra elegancia que incitó no sólo a
los nobles mexicanos, mas también a los más viles
macehuales, a que los deprendiesen. Y después de
haberlo declarado y pregunrado a los niños, hacía sobre
.
1::
FuBNrEs
HuuaNÍsrrcAs
20
FtsroruA
-
':rr!5.'
ii*i.*#,#W**+.
él pláticas tan provechosas que confesaban los indios
no haber entendido hasta entonces los misterios de
nuestra Fe, ni aun haber sido cristianos más que en el
nombre"l5. Thl declaración seguramente sorprendió y
molestó a otras Congregaciones, pues los jesuitas
evidencian ante Su Majestad la ausencia de una
e strategia I ingüista, al rcducir Ia fras e mexicana a do c tti n a
graue que, según los propios nativos, no los jesuitas,
empezaba a redituar frutos cristianos. En esa primera
difusión de catecismos, resulta fundamental el aporre
del Inquisidor Don Pedro Moya de Contreras, pues a
su costatb corrió la impresión de los textos.
Violentado el tesoro de la lengua indígena ,alaposento
del Espíritzr, siguieron en cascada las recopilaciones de
vocabularios y las primeras gramáticas en lenguas
indígenas. Esta nueva victoria a través de Ia lengua
resultó fundamental en los móviles de la Orden, pues
"los padres habían conquistado la mitad de su alma.
la
Anónimo, "De los motivos que hubo para enviar a los de la
Compañía y viaje de la misión fundadora" en Crónicas de la
Compañía de /esús en la Nueaa España. Ob cit. p.22
".
;,;,t:,;;
t5
t6
lbid, p.23.
lbid, p.24.
Ahora sólo les quedaba por conquistar la parte en
sombras de esos seres errantes en la oscuridad del
universo. . . Los jesuitas
se
esforzaron en adiestrar a sus
neófitos en la suspensión de toda duda (temporal o
eterna) y en infundirles y educar en ellos el instinto
profético de la verdad de Cristo. Ciertas condiciones
míticas y mesiánicas que los jesuitas habían venido a
encontrar entre la religión cristiana y la de los guaraníes
iban a f-acilitar aún más Ia conquista espirirual"rT.
Efectivamente, el proyecto jesuita coincidía con la
religiosidad ceremonial de los guaraníes, el verbo
profético de sus antepasados, el uso de plegarias
vinculadas al canto y la danza y las eventuales
peregrinaciones ala tien'a-sin-malesl8, mito intemporal
afín al paraíso cristiano.
\¡arios movirnientos indios reivindican una etapa de
bienestar general en sus pueblos, basada en la vida
comunitaria. Mantienen una profunda fe en la
restauración de una época dorada que sucumbe
temporalmente ante la invasión española, y consideran
viable la revitalizacíón de su cultura ancestral. Un
ejemplo viviente lo representan sectores quechuas del
Perú,los qheswaymaÍa,que a través del Thwantinsuyu
diseñan la reconstrucción del antiguo esplendor
indígena: "la vida comunal, cuando llegó a la cumbre
de su organización con el twantinsuyu, se dedicó a
crearbelleza. La abundancia material no corrompió su
esqueleto moral. En nuestro mundo comunal todo
estaba ordenado en su tiempo y lugar. Las festividades
en días fijos, la música y el baile gustaban al máximo,
pues el mucho dulce empalaga.Laenergía sobranre
florecía en competencias de velocidad, destreza y
fuerza... Hoy los ayllus esperan ansiosamente ese
día...re". La visión de esta utopía andina pudiese pecar
de fundamentalismo, con grandes dosis de roman-
ticismo v sin ninguna base real. Sin embargo, hoy
representa un desafío al modelo hegemónico que
Tiempo y espacio, categorías utópicas
indígenas
EI tiempo y el espacio entre los antiguos
mayas
constituyeron motivos de reflexión a través de códices,
estelas y monumentos. Fue una obsesión por conocer
el pasado, remitirse al presente y predecir el futuro. El
espacio, creación de los dioses. es la bóveda celeste y el
inframundo, los parajes y caminos,
posee connotacio-
nes divinas y no es estático sino parte complementaria,,
marco de colores y espléndido escenario donde actúa
Kinh -sol, día, tiempo- que abarca todos
los ciclos y las edades cósmicas, viaja por las zonas
el concepto
oscuras y asciende a las regiones de los diversos colores
con sus cargas temporales y sus múltiples rostros: el
sol, la luna, las deidades de Ia lluvia. la tierra. el maí2.
Estos rostros se orientan por los puntos cardinales del
universo y determinan el destino y la vida de cuanro
existe, al través de sinos buenos y funestos2(.
El tiempo, kinh, vida y raíz detodas las cosas, "como
las reglas de un juego o de un drama que se desarrolla
por ciclos, sucesivamente va mostrando sus distintos
rostros y máscaras, vivifica y destruye y mantiene sin
término la realidad en que se mueven y piensan ios
hombres"2l Sobre la relación de tiempo y espacio señala
un texto de la tradición maya: "los pisos celestes, la
tierra y el inframundo existen en virtud de Ia aparición
del mes y los días, o dicho de otra forma,, hay vida y
realidad por obra de kinh que es sol, día, tienrpo
divinos22" Dicha cosmovisión, o mejor dicho cronovisión, les permitió a los antiguos mayas conoccr
historia, medida y predicción de su compleja realidad.
Señala León-Portilla que aún en las etapas adversas
o fatales de los pueblos mayas, como el quiebre de su
cultura ante la presencia hispana, la arraigada
cronovisión permitió a sus sabios encontrar el sentido
a su existencia: "Talvez por esto, con la esperanza de
excluye aún más a los excluidos y es el otro rostro de
una globaltzacíón que fragmenta y destruye vínculos
recobrar el antiguo sentido de su existencia o de
encontrarle uno nuevo, no pocos grupos mayances
solidarios.
sobrevivientes a la conquista rehicieron y continuaron,
r7 Roa Bastos. Ob.
ctt.
te
"' Loc.
cit. pp. 23-25.
l9Wankar. Thuantínsuyu. Cinco siglos de guerra qhesutaymara
contro España, Nueva Imagen, México 1981. pp. 18-29.
20
Miguel León. Portilla. Tiempo y realidad en el pensantiento
rnaya.3a. ed. México, uNav, 1994. pp. 65-90
2t rbid. p. st
22
lbid. p.13
DOSSIER MINORTAS
2t
FupNrps HuvaxisrrcAs
lo mejor que pudieron, sus ruedas de los katunes y sus
que su "subalternidad política y cultural, corresponde
libros de profecías. Aferrados al tema del tiempo para
salvarse a sí mismos, legaron también un postrer
testimonio de la antigua cronovisión que, con todas
sus variantes, fire alma de una cultura cerca de dos veces
milenaria"2'i Un legado que, aun hoy, con los más de
500 años de resistencia de estos pueblos, se ejemplifica
en sus rituales y festividades, sus mitos y relatos pero
a un tiempo invertido, ajeno y hostil, así como a un
cambio de posición espacial entre centro y entorno,
arriba y abajo"2ó. Como ejemplo de estas últimas, el
discurso del subcomandante zapatista Pedro, muerto
en combate en los albores de 1994: 'A miedo huele el
aire que viene de arriba ( en referencia a helicópteros
federales). El de abajo no. El aire de abajo huele bonito,
también con proclamas, manifiestos y novedosas
rebeliones en donde la categoría crono-espacial
como a que las cosas cambian, como que todo mejora y
desempeña un relevante papel en sus luchas étnicas.
abajo. Nosotros somos de abajo"Z7. También
se hace
más bueno. A esperanza,a eso huelo el aire de
estas
A la interrogante sobre los afanes cronológicos de los
categorías,, en boca delViejo Antonio, cobran relevancia
mayas, León Portilla señala cómo el arte y la ciencia de
en etapas insurreccionales en que se define el destino
medir el tiempo son parte íntegra de un patrón cultural
de un pueblo:
que les permitió normar Ia economía de la vida
cotidiana, el saber astrológico, los ciclos de fiesta y
cosecha, sus ritos y sacrificios ¡ sobre todo, "la
cronovisión de los sabios,la concepción integral de un
universo en que lo espacial, lo viviente y lo humano
"Cuando todo está en calma abajo, en la
montaña hay tormenta,los arroyos empiezan a tomar
fuerza y toman rumbo hacia la cañada... E,n la
montaña nace lafuerzarpero no se ve hasta que llega
abajo... Los arroyos cuando bajan, ya no tienen
regreso... más que bajo tierra"28.
clerivan su ser de la atmósfera siempre cambiante de
kinh, el tiempo cíclico, suma de rostros de la divinidad"2a La preocupación por el tiempo se convirtió
en los mayas en una obsesión que aún hoy entre los
grupos contemporáneos es una referencia que los
distingue del pensamiento occidental:
Fue el suyo afán de comprender pero también
saber de salvación. Así concibió sus mitos, creó
símbolos, se valió del cero, inventó nuevos
cómputos, afinó fórmulas de ajuste y corrección.
Llegó a ser adorador de la realidad primordial,
omnipresente y sin límites. Ponerse a tono con
ella era el mayor interés de su vida. La sabiduría
de sus sacerdotes y sabios precisamente lo lleva
a entrever su lugar en la tierra, a atisbar el
misterio y a continuar siempre en busca del
ritmo divino del universo25.
Hoy, entre los grupos mayas subsisten esas categorías
inmersas en su tradición oral y presentes en cuentos y
relatos. Es parte dinámica de una cosmovisión cultural
en donde esas cate¡Jorías tempoespaciales reconocen
Los choles y su proyecto de mundo nuevo
A más de dieciocho años que da inicio en México cl
Ilamado cambio estructural o la modernización del
aparato productivo, punta de lanza de práctica y
discurso neoliberales y que incide en ámbitos sociales
e
ideológicos, es mayor la brecha entre lo que se piensa
y lo que se hace o, más bien, entre las palabras y los
hechos. Un psicólogo diría esquizofrenia, un ciudadano dice incongruencia. Una moralidad social
reiterativa no ejerce, o es la primera en violental los
valores que proclama defender. Dice bienestar y es
miseria, habla de pazy desata la guerra.
La moralidad social predica, por ejemplo,
la
caridad y practica la indiferencia, cuando no el
2('
Ricardo Melgar Bao. "Las categorías utópicas de la
resistencia étnica en América Latina" Cuicltilco,ENAH, (México,
DF) julio-septiembre de l99l . nú.m.27
Gloria Muñoz Ramírez. t¡zt-w 20 y 10 elfuego y la palabra.
27
2i lbid, p. lo9
Loc. cit.
México, Rebeldía y La Jornada,2003. p. 39
Mrr.or. Relatos de El Viejo Antonio. México, t:rncH, 1998.
pp.23-26.
28
2a
25
lbid. p. l lo
FuExrEs HuueNÍsrrcAs
22
HrsroRrA
desdén hacia el otro; proclama la libertad y
ejerce la represión; disfiaza la codicia, de servicio a la sociedad, la envidia, de sana competitividad. La moralidad existente puede revelarse
a la fe ciega: "Ya no me
identifico con las diferentes
imágenes que la sociedad me atribuye... Dejo de verme
reflejado en lo que ella espera de mí, según la posición
cada capa social ocultan, a menudo, defectos
contrarios. La virtud miiitar no es sólo valentía
y honor, es también prepotencia y crueldad...2e.
que ocupo. Estable zco u.nadistancia ; juzgo. Entre la
multiplicidad de rostros que Ia sociedad me atribuye,
forjo una unidad en la que pueda reconocerme..."3l.
Diría el chol: el costo ha sido tremendo, pues el poder
establecido me satura de infamia y sarcasmo, me trata
como a una bestia, pretende degradar v envilecerme.
Qué hacer frente a tendencias que se acentúan e impactan alma y corazón de las personast iQué educación
asumieron mis antepasados, no soy un ser excepcional.
No es un camino asfaltado, sabemos de choles que han
el reino de la hipocresía. Sus reglas y costumbres
permiten mantener la buena conciencia, sin
condenar el engaño. Las virtudes propias de
c
ofrecer a jóvenes, prematuramente envejecidos, que
alzanhombros y dicen que siempre ha sido asíl
E,n lo que Guillermo Bonfil llamó el México
profundo hov se genera, como en el pasado colonial,
uoonact'ónico tipo de pensamiento, el disruptivo. Aquél
que cuestiona las prácticas convencionales de la
moralidad social. Múltiples comunidades indias, sobre
todo de Chiapas, toman distancia y no confian en los
valores socialmente proclamados. Lo prudente sería la
eiección hacia Ia marginalidad y Ia actitud de cinismo
cuando no de ironía o sarcasmo. Los zapatistas toman
distancia de las prédicas y acciones oficiales: "No te
angustie lo que mucho dice el que mucho habla. Es
ruido nomás, música desentonada. Nada nos será dado.
Nada que no sea luchado por nosotros. Nada será para
nosotros regalado. Nada que no arranquemos vendrá
a ser de nuestra casa. Nada que no luchemos vivirá
entre nosotros.
. . "'J()
Los choles no se muestran prudentes y buscan una
moralidad srrperior. De cara a la charlatanería y
Sin emb argo, asumo los riesgos que igualmente
traicionado y que hoy pertenecen aPazy |usticia o se
integran a la corriente mestiza, ellos se lo buscan. El
tránsito de la comunidad chol, los milperos, aún es por
senderos sinuosos.
Ante el emerger de un universo en que predomina la
idea de un mercado donde milagrosamente la ofbrta v
la demanda conviven en armonía, redes que atrapan
cual moscas a seres humanos, el impulso al individua-
lismo desenfrenado y el auge de organizaciones
estratégicas, parafernalia aparentemente gobemada por
modelos de "expectativas racionales"32, los grupos
étnicos latinoamericanos
e individualismo radical en boga. Castells habla de
Comunidades en resistencia, aquellas que ignoran
olímpicamente al Estado y sus dádivas paternalistas
pero que luchan y negocian en nombre de sus intereses/
valores específicos, como es costumbre en choles y
tojolabales en tzeltales y tzotziles.
Las comunidades de resistencia defienden su
espacio, sus lugares, contra la lógica sin lugares
del espacio de Ios flujos que caracteriza el
dominio social en la era de la información'
Reclaman su memoria histórica y afirman la
único v totalitario, la diversidad y el pluralismo. En
suma: la autenticidad, el ser lo que se proclama. Villoro,
sin nombrarlos,, recrea imágenes que nos hablan de
permanencia de sus valores contra la disolución
de Ia historia en el tiempo atemporal y la cele-
choies v tojolabales en su obsesión por Ia autenticidad
a la
falsedad, en su búsqueda de autonomía frente
:'Lr:it Villoro.
3tlbidem,
Ob. cit,
p.
199.
l' ' )larcos "\hmos por el reconocimiento a nuestros derechos
como indios v como mexicanos: tizLN" La Carauana de la
Dignidcd lndígena. El on'o jugador. México, La Jornada,200l.
p.
161
resguardan en comunidad
y se niegan al exterminio que pronostican flujos giobales
promesas incumplidas, la autenticidad; frente a la
fhlsedad e hipocresía del régimen, la recuperación de
valores como ciignidad y justicia; frente al pensamiento
fiente
se
p.2ol.
Manuel Castells. La era de la infor"maciótt. t. tt, México,
Siglo xxr, 1999. p.349. Expectatiuas racionales se nombra a la
novedosa teoría económica que pretende convencer a los
'32
millones de desheredados de sus bondades; es decirles: iqué
prefieren, la antigua horca o el actual cuchillol
DOSSIER MINOR|AS
23
FuENIEs HuvnNÍslcAS
brat:ión de lo efímero en la cultura de la virtualidad real. Utilizan la tecnología de la
inform¿rción para ia comunicación horizontal
tle ia gente v la plegaria comunal, mientras
rechazan ia nuer,a idolatría de la tecnología y
notables pero con similitudes en la conquista espiritual
de purépechas y guaraníes, posiblemente estaban
ubicados en espacios distintos a los actuales.
En el actual panorama mexicano,las comunidades
choles de la zona norte de Chiapas, Tila y Tumbalá,
conservan los valores trascendentales contra la
lógica dcconstructora de las redes informáticas
autorreguladoras I1.
Palenque y Sabanilla, Salto de Agua3(', padecen aún
los estragos que les impuso el acoso policiaco, militar y
Estas comunidades o identiclades de resisrencia hoy
trasciencien a identidades provecto, un verdadero freno
a la lógica
nlercantil globalizadora. Es el caso del pueblo
chol que recil¡ió de los mayas, sus ancestros y maestros
-en el bien y el mal, en la vida y la muerte-,
la
traclicional sabiduría en el conocimiento astronómico,
el tiempo adecuado cle siembra y cosecha, los rituales
cosmogónicos y religiosos. E,llos recogieron y hoy
trasmiten laAntigua palabra: "la palabra verdadera,la
palabra que se dice entre nosotros, la que da vida, la
que cla condición de pueblo y sobrevivencia"-3a.
Antigua palabra que invoca a dioses y mortales,
a
tiempos inmemoriales y a noches sin días, a concepción
dcl universo maya. Antizua palabra que recrea el origen
de los primeros choles. Antigua palabra que nombra el
maíz como el sustenro primordial y alimento divino
pueblo, llamado los milperos: "maíz que da
alegría a nlrestro corazón, y nos da fi¡erza a nuestro
cuerpo"i5. Pueblo chol que ha resistido la larga noche
cle cste
de la colonia y los días y noches de un neocolonialismo
depredador que pretencle homogen eizar lo diverso y
plural, y exterminar rebeldía y dignidad indias.
La conquista espiritual impuso sincronía en
dominio y adoctrinamiento de las etnias latinoa-
mericanas, pues es un lapso corto el que separa al
udelantado Don Vasco ( 1530) y los retrasados jesuitas
( 1585) en relación a los dominicos en Chiapas. Fray
Pedro Lorenzo de la Nada emerge alrededor de 1559 y
como "especialista en la pacificación de la
Sclva Lacandona". Este fiaile convence y reubica a los
pueblos habitantes de la selva a vivir en sus márgenes.
se le conoce
Estos nuevos pueblos o reducciones, con diferencias
\3
Ibid, t. rr, p. 399.
3alesús Morales Bermúdez.
An O T'ian. Antigua Palabra.
N_arratiua indígeno chol. México, uAM-A, 1984. p.24
jslbid.
p. I16.
FUEN'res HuvewÍsricAs
paramilitar. Parajes y caminos bajo vigilancia castrense,
incursiones nocturnas de paramilitares comoPaz y
.¡usticia, son escenarios inherentes del paisaje cholano.
El granpecado de estas comunidades indias: simpati-
zar con el proyecto zapatisra. Las mujeres indias han
sido la base fundamental para la continuidad y
permanencia cultural a través de la lengua chol. Pero
también son las más asediadas y golpeadas en la huida
a los montes y en el acoso paramilitar. E,llas reflejan el
sentimiento de la desgracia, pero también de valentía y
dignidad.
Ante esta amen azalatente, las comunidades choles
no sólo resisten sino impulsan un proyecto alternativo
al dominante. Al poder del Estado mexicano oponen
pequeños poderes atentatorios al orden establecido:
no se expende alcohol, ni bebidas de moderación en
sus tendajones, no existe prostitución. En mis estancias
nunca vi pequeños inhalando thinner o cemento,
común entre los niños marginados de nuestra urbe.
Los medios masivos, televisión y radio, no atrapan en
sus redes a pequeños que aún se entusiasman con
anacrónicosjuegos como lotería y serpientes y escaleras;
que se arrebatan de emoción con una piñata y que la
naturaleza entera es un campo de experimentación a
sus audaces juegos. iPor qué represenran un peligro
el Estado mexicano? Son
pésimos ejemplos para una economía de mercado
estas comunidades para
sustentada en la ganancia conciudadanos compradores-
consumidores o los desechables: hombres y mujeres
sobrantes del mercado mundial, los sin poder de
compra.
36
La región chol colinda al norre y noreste con Thbasco y al
sur con los municipios de Simojovel, Ya)alón y Chilón. Esta
etnia habita en una superficie de 6 I 42 km2 con una población
total de 193,198, según el censo de rN¡,cl de 1990. Véase "Los
choles" Ma. Cristina Manca Cerisey. Sureste. Etnografía
contemponínea de los pueblos indígenas de México. México, rxr,
1995.
24
HrsroRrA
p. 10.
El vínculo con la tierra
es
permanente y trasciende
la vida toda de los choles.
Elmaízes, igualmente, esencia y vida de los indios.
Esta visión se expresa en eI Popol Vtlt, el maíz en el
origen del universo, con presencia en las vidas
cotidianas. Si la historia, desde la invasión española, ha
estado signada por el despojo, éste no ha logrado borrar
el signiticado cultural de la tierra v su fruto más
preciado: el maí2. De ahí su tendencia a poseer la tierra
y la permanencia o el gusto, deseo insaciable, por
desplazarse a nuevas tierras, así lo comenta Morales
Bermúdez: "Comienza la carencia, el ansia por buscar
nuevas tierras. marchar una vez más; en el fondo de
ellos. en elconfin. se encuentra la verdadera entraña: el
principio"¡;
En esta lectura de la cultura chol se hace evidente la
permanencia de una visión del mundo que, resistiendo
ante la misma carencia de la tierra, no ha renunciado
nunca al sentido que le da contenido cultural a su
actitud ante la vida, su ritualidad y sostiene esa lucha
perenne por alcan zar la plenitud en la fusión con la
tierra v el maí2, esencia humana que ha permanecido
en ese deseo no cumplido de acercarse a lo inédito
posible. Ese inédito posible de insurgencia y resistencia
choles en su caminarconfronta antiutopías que ofertan
"\'ocho, changarro y TV" y la plena integración a un
mercado con Protectores sociales, Grandes hermanos
v Ojos vigilantes al mejor estilo de Orwell, con 1984,
H uxl e v v- [-J n m t m d o fe li z, y N os o tros de Z amiati n. Anti utopías con efectos desmovilizadores que inducen al
escepticismo y a la inmolación de los sueños. Bien señala
Hopenhayn sobre la aspiración utópica de nuestros
pueblos: "Utopía que no sea necesariamente universalista. racionalista, occidentalista. Pero que tampoco
se reduzca a un purismo bucólico que en muy poco
retleja la heterogeneidad de nuestro continente. Utopía
que reduzca mezclando, y que luego potencie
mezclando. Utopía que recombine la escasez del
presente para sugerir la plenitud del futuro. Utopía
que es imposibilidad fáctica; pero también necesidad
"Un viaje a la tierra de los choles"
en Si m bológicas. ir{éxico, Conacyt-Plaza y Valdés, 1997.
'37
)esús \{orales Bermúdez.
p 37.
cultural, reto político, sueños para burlar tanto a los
apocalípticos como
a
los integrados"38
La tierra para los choles es la aspiración que
se
vuelve
utopía y ethos y se expresa en el ritual. El Popol Wth
menciona a Paxil, el sí lugar, espacio donde crece el
maízen abundancia, es el sitio en donde el indio ubicó
el paraíso terrenal del cristianismo, pero éste existe aquí,
tiene espacio dentro de la selva, se vive como anhelo
por disfrutar de ella y de todas las cosas sabrosas que
ofrece en abundancia, se hace conversación cotidiana.
Morales Bermúdez encuentra esta visión coincidente
con la noción católica del advenimiento del reino en
este mundo, con la utopía neozapatista de una nueva
nación, de un nuevo Estado. Hoy los choles consideran
llegado el tiempo de la restauración o renovación del
mundo y suman su militancia en el levantamiento que
38
Martín Hopenhayyn,
M
apocalípticos
ni
integrados. Auen-
turas de la modernidad en América Latina, edición 2a.
México,l995. pp. 280-281.
DOSSIER MINORTAS
25
F{'.8,
FuENres Hurr¿eNÍsrtcAs
marca el rumbo hacia elsí ltryar del tercer milenio. La
cronovisión heredada, el ritmo perenne del universo,
resultan saberes de salvación.
Este rumbo emprendido por choles y tojolabales,
tzeltales y tzotziles tuvo un escenario principal en la
Marcha del color de la tierra de los comandantes
zapatistas por doce entidades y su arribo a la ciudad de
México, del24 de febrero al2 de abril de 2001, con la
encomienda de los pueblos indios de defender la
propuesta de Ley Indígena elaborada por la Cocopa
con base en los Acuerdos de San Andrés. En abril de
2001, posterior a la Marcha india, los senadores de las
tres principales fuerzas políticas del país (PAN, PRI y
PRD) votaron por una ley que desconoció los Acuerdos
de San Andrés. El Congreso mexicano ratificó la
contrarreforma y el presidente Fox avaló todo este
andamiaje institucional contra los pueblos indios. La
ley votada remitía al paternalismo y autoritarismo que
antaño impusieron a purépechas y guaraníes, cual
menores de edad, incapaces de forjar su propio destino.
El comandante Thcho señaló: "Los tres poderes de la
Unión: el Ejecutivo, el Legislativo y el |udicial
se
negaron a la solución política y pacífica de las demandas
de los pueblos indios de México"'3e.
Ante lo que consideraron una traición de la clase
política mexicana, los zapatistas suspenden todo
vínculo con gobierno y partidos y ratifican hacer de la
resistencia su principal arma de luchaa0. Sin embargo,
predominio del caos no debe impedir buscar y pensar
escenarios alternativos hacia un nuevo orden mundialal; es en este sentido que la utopía cholana se expresa
hoy en una propuesta alternativa al poder del mercado
y del capital. En su momento, los indios mexicanos
con DonVasco fueron útiles a la grandezadelimperio
y no alcanz,aronelsí lugar,mientra.s que el experimento
guaraní, con su carga corporativa y paternalista,
igualmente no arribó
a
la añorada por los indios Tien'a
sinmales.Ambas expresiones fi:eron atisbos de lo inédito
posible en estas culturas indias con una sensibilidad
de ver al otro como sujeto de cultura v con una noción
de solidaridad, lo que dista en el actual panorama.
No afirmaría que el camino emprendido por choles
y tojolabales, tzeltalesy tzotziles, y diversas comunidades indias latinoamericanas, es Io mejor ni Io único.
pero síes una opción distinta al futuro devastador que
el capitalismo nos impone, éste sícon un proyecto único
y con una utopía reaccionaria. La perspectiva de
nuestros pueblos es elimpulso de proyectos humanistas, genuinas alternativas a la globalización reduccionista; bien dicen los zapatistas: crear mundos donde
quepan otros mundos donde el "baile, la música, el
placer y conciencia del otro, sean banderas por la
humanidad y contra el liberalismo." En estos futuros
escenarios se ubica esta utopía, no como el ideal
inalcanzable sino como lo inédito posible y lo humana-
mente deseable.
en agosto de 2003, anuncian su reorganizacíóninterna,
a través de la
creación de )untas de Buen Gobierno y el
nacimiento de cinco caracoles, en las comunidades
llamadas 'Aguscalientes". Estas Juntas de Buen
Gobierno intentan contrarrestar el desequilibro en el
desarrollo de los municipios autónomos y de las
comunidades, y mediar en sus diversos conflictos. En
los hechos, esta reorganización india avanza en su
provecto autonómico original e ignora la Reforma
indígena instrumentada por el Estado mexicano.
La aspiración a la utopía es válida en las formas de
resistencia cultural, que en la realidad práctica pareciera
inviable su concreción. Samir Amín señala que el
3e
40
Gloria Muñoz Ramírez. Ob. cit. p.233.
lbid, p.243.
FueNr¡s HuueNÍsrrcAs 26
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Fugxrps Hur'¿nNÍsucAs 28