CLAUDE BERNARD, CHARLES DARWIN Y LOS DOS
MODOS FUNDAMENTALES DE INTERROGAR LO
VIVIENTE
GUSTAVO A CAPONI
Universidade Federal de Santa Catarina
ABSTRACT
Research in modern biology has largely been developed according to two main ways of inquiry, as they were outlined by
Charles Darwin and Claude Bernard Each stands for a specific
approach to the living corresponding to two different methodo
logtcal rules the principie of natural selection and the principie
of causation
1. Presentación
El objetivo de este trabajo es mostrar que el desarrollo de
las cienaas de la vida puede ser pensado como orientado
por dos prinapios metodologicos fundamentales cada uno
de los cuales instaura un modo especifico de interrogar lo
=ente el histonco basado en el "principio de selecaon
natural" y el experimental basado en el "principio de causaaon" El primero de estos "modos de interrogacion", como
sabemos, fue el presentado por Charles Darwin en su Ongen de las Especies de 1859, y es el que transformo a la historia natural en dom= de investigacion cientifica El segundo, mientras tanto, fue el delineado por Claude Bernard en su Introduccion ai Estudio de la Medicina Experimental de 1865, y es aquel cuyas pautas metodologicas fueron
seguidas, no solo por las distintas ramas de la fisiologia,
© Principia, 1(2) (1997) pp 203-38 Published by Editora da UFSC, and
NEL — Epistemology and Logic Research Group, Federal University of
Santa Catarina (UFSC), Brami
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Gustavo A Caponi
sino finalmente tambien por la genetica, la embriologia y la
inmunologia
No se trata, sm embargo, de oponer dos programas
(Lakatos 1970) o tradiciones de investigación (Laudan 1977,
p 78 y ss ) nvales o alternativas, sino de identificar dos
maximas fundamentales de ia investigaaon biologica que
incluso pueden conjugarse en un unico programa o en una
unica tradicion de investigaaon Tal es el caso, por e jemplo, de ia sintesis neo-darwmista En cila, el modo historie°
de interrogar lo viviente se articula con aertos aspectos de
la biologia experimental como lo son ia genenca de pobla=nes y ia genetica molecular Y esa complementacon ha
dado lugar a toda una constelaaon de investigaciones en
donde las preguntas historicas se arnculan e imbrican con
preguntas expenmentales
Con todo, aun cuando lo que nos mteresa es referimos a esas maximas metodologicas sm considerar los programas de investigacion en los que una y otra pueden operar, nuestro analisis tomara como punto de partida la caractenzacion que Popper hace dei darwmismo como programa metafisico de investigaaon La misma habra de servimos como una pnmera aproximacion ai caracter metodologico dei principio de seleccion natural
2. El darwmismo como programa metafísico de mvestigación
Segun Popper nos dice, "( ) en casi todas las fases dei desarrollo de ia ciencia estamos bajo el dommio de ideas metafisicas, es dear, incontrastables, ideas que determman no
solo que problemas explicativos decidiremos acometer, sino
tambien que tipos de respuestas consideraremos adecuadas
o sansfactonas o aceptables, como perfeccionamiento o
avance sobre respuestas anteriores" (Popper 1985, p 117)
O dicho de otro modo en todas, o casi todas, ias fases de la
Claude Bernard, Charles Darwin
y ios
205
investigacion cientifica nuestra indagacion es guiada y ordenada por ideas incontrastables — pero no por eso inmutables o inmunes a toda critica (Cfr Popper 1974, p 120) —
que, mas que sugerimos respuestas para las preguntas que
surgen a lo largo de dicho proceso, nos proponen la forma
misma de tales preguntas y estipulan tambien lo que ha de
esperarse de n.uestras respuestas, y es por eso que puede
afirmarse que tales ideas constrtuyen genuinos programas
metafisicos de investigacion, siendo este el caso, segun el
propio Popper, de la teoria darwiniana de la seleccion natural La misma, nos dice, "no es una teoria cientifica contrastable, sino un programa metafisico de investigacion"
(Popper 1974, p 120), es decir "un posible marco conceptual para teorias cientificas contrastables" (Popper 1974,
p 134)
Con todo, los mismos argumentos que pueden aducase en favor de esa polemica tesis epistemologica, tambien
pueden servimos para radicalizada, es decir para permitirnos considerar que ese principio constauye una regia metodologica fundamental cuyo estatuto sena analogo ai que
Popper le otorga ai "principio de causacion" en su Logwa de
la Investigacwn Cientzfica (Popper 1980, p 61) Siendo precisamente esa ia tesis que finalmente habremos de presentar y
defender
Pero de cualquier manera, y mas alia de esa ulterior
radicalizacion, nuestro argumento supondra la aceptacion
dei caracter no-empinco dei principio de seleccion natural,
y, por eso, debemos demoramos en el analisis de esa cuesnon y mostrar que, si bien Popper vincula esa incontrastabilidad con el tantas veces denunciado y discutido caracter
circular o "cuasi-tautologico" (esa es la expresion que, de
hecho, nuestro autor utiliza) de tal enunciado, su argumentacion no pasa — na podna pasar — exactamente por ese
punto Es que el cie de ia reflexion poppenana no es logico
206
Gustavo A Caponz
sino metodologico no se refiere tanto a la forma de un
enunciado y a su caracter analitico o sintenco, sino a nuestros modos de proceder en relacion ai mismo, y es atendiendo a esto ultimo que Popper afirma el caracter nocontrastable (metafisico) dei darwinismo lo utilizamos
como un marco o una guia para formular y contrastar otras
hipotesis sin que el nunca sea somendo a test, pero eso no
nene por que significar que el mismo no sea en absoluto
testable sino simplemente que nuestros modos de tratarlo y
usarlo excluyen la posibilidad de una contrastacion efectiva
Recordemos, por otra parte, que, ya en el capitulo
segundo de su Logica de la Investigacion Cientifica, y a la
hora de exponer los lineamientos fundamentales de su programa de retlexion epistemologica, Popper afirma que "si
caracterizamos a la ciencia empinca unicamente por la estructura logica o formal de sus enunciados, no seremos capaces de excluir de su ambito aquella forma tan difundida
de metafísica que consiste en elevar una teoria cientifica
anticuada al rango de verdad incontrovertible" (Popper
1980, p 50) y por eso nos proponia que caractencemos "a la
ciencia empirica por sus metodos, o sea, por nuestra manera de enfrentamos con los sistemas de enunciados cientificos" (Popper 1980, p 50) Asi, y ai mismo nempo en que
nos dem que "la epistemologia debena identificarse con la
teoria dei metodo cientifico" (Popper 1980, p 50) Popper
afirmaba que esta terna como tarea, no ya la elucidacion de
los pre requisitos formales que debia cumphr todo discurso
científico posible, sino mas bien la prescripcion y sisternanzacion de certas "decisiones metodologicas" (Popper 1980,
p 53) apropiadas para reglar nuestros modos efectivos de
proceder en relacion a las teorias cientificas
En tal sentido, y si tenemos en cuenta la clasica
distincion mornsiana entre los tres diferentes niveles en que
Claude Bernard, Charles Dario/71 y los
207
puede ser analizado un sistema de signos (el sintactico, el
semannco y el pragmatico), podremos dear que el programa poppenano de reflexion epistemologica no solo se distingue dei programa positivista por su caracter prescriptivodecisiontsta, sino que tambien lo hace por su sesgo pragmatico Alejandose dei enfoque logico-trascendental dei circulo de Viena, Popper propone un enfoque de la Filosofia
de ia ciencia que no solo se caracteriza por considerar a
"Las regias metodologicas como convenciones" (Popper
1980, p 52), sino que tambien se define por entender que
esas "Regias de juego de la cienaa empinca" (Popper 1980,
p 52), lejos de constituir pautas para la construccion de
sistemas de enunciados, estipulan nuestros modos de proceder en relacion a tales sistemas (Popper 1980, p 50)
Y esto ultimo se hace particularmente notono en
aquellos pasajes de la propia Logica de ia Investigacion Cientifica en donde, ai examinar las posibles criticas que, frente a
su cruel° de demarcacion, podnan ser presentadas desde
una perspectiva convenaonahsta, Popper reconoce que
"mediante el analisis de su forma logica es imposible decidir
si un sistema de enunciados es un sistema convencional de
definiaones imphatas irrefutables o si es un sistema empinco" (Popper 1980, p 82) Sin embargo, segun el propio Popper, ese hecho solo se debe a que su criterio de demarcacion "no puede ser aplicado inmediatamente a un sistema
de enunciados" (Popper 1980, p 78), el mismo, segun se
deduce de lo apuntado mas arriba, no sirve para caracterizar sistemas de enunciados sino modos de proceder en relacion a tales sistemas Por ello, en ia perspectiva que nuestro
autor estaba inaugurando, "para que sea posible en absoluto preguntar si nos encontramos ante una teoria convencionahsta o empinca, es indispensable refenrse a los metodos
aplicados ai sistema teonco" (Popper 1980, p 78) Seran
estos, y no los enunciados considerados aisladamente, los
208
Gustavo A Caponi
que deberan ser caracterizados como centificos, pseudo
cientificos o metafisicos La metodologia no puede reduarse, por lo tanto, a un estudio puramente logico dei lenguaje
científico, y la razon de ello es que "aun cuando sea posible
que la logica establezca craenos para decidir si un enunciado es contrastable, en ningun caso se ocupa sobre si nadie
se esfuerza o no por contrastarlo" (Popper 1980, p 54) Siendo esta ultima, precisamente, la principal preocupaaon
de ia metodologia falsacionista
Lo que esta en cuestion aqui, entonces, no es la
forma logica o el caracter analitico o sintenco dei principio
de seleccán natural (o aun, incluso, su referencia ai domiruo de la expenencia posible), sino nuestros modos de proceder con el, nuestros modos de usarlo Es dear lo que esta
en juego es si, metodologicamente hablando, el principio de
selección natural constauye (o no) una hipotesis o teoria
que pueda ser (directa o indirectamente) contrastada, y,
consecuentemente, tambien pueda ser corroborada o refutada por ia expenencia Siendo que lo que Popper afirma ai
respecto es que, de hecho, usamos este principio como una
definicon impliata tal que runguna evidencia emplaca
podna ser aduada en su contra, y, justamente por eso, nos
vemos mhibiclos de utilizado como una hipotests empinca
que sirva para explicar o predecir algun fenomeno en particular Y esto es asi incluso en lo referente a ese hecho que,
segun se supone, constituye el problema central para cuya
soluaon Darwm formulo su teoria la adaptacion de las
formas vivas a los diferentes nichos ecologicos
En efecto, la adaptaaon de las formas vivas a su
medio (junto con su manifiesta vanedad) constituye, segun
a menudo se afirma (Cfr Dennett 1996, p 35), uno de los
hechos fundamentales que Darwin pretendi° explicar a
partir de su teoria de Ia "descendencia con modificaciones"
como efecto de la seleccán natural Sin embargo, y tal
Claude Bernard, Charles Daraum y los
209
como Popper subraya, mal podemos dear que el darwinismo explique cientificamente ia adaptacion (Popper 1974,
p 137) Es que
"Dear que una espeae que ahora vive esta adaptada a su
ambiente es, de hecho, casi tautologico Usamos ciertamente los terramos `adaptacion' y 'seleccion' de una manera tal que podemos dear que si la especie no estuviera
adaptada, habna sido eliminada por selecaon natural Y
similarmente, si una espeae ha sido eliminada es que debe
haber estado mal adaptada a las condiciones que la rodeaban La adaptaaon o aptitud es definida por los evoluaonistas modernos como valor de supervivenaa, y puede ser
medida por el actual exito en sobrevivir dificilmente hay
posibilidad alguna de contrastar una teoria tan debil como
esta" (Popper 1974, p 137)
No se trata aqui, sin embargo, de incurrir en el error
de identificar "aptitud" o "adaptaaon" con "exito reproductivo diferencial" o con "supervivencia", sino simplemente de
constatar que, en el darwinismo, la "adaptaaon" o "aptztud"
se identifica con ia mayor capaadad que un individuo nene,
en comparaaon con sus semejantes, de transmitir sus caracteres hereditarios a ia descendencia Es que, como arguye C Leon Harris
"Si ia aptitud significa realmente algo, aparte de la capaadad de sobrevivir, debena resultar razonablemente faal
chsponer una situacion en que la apntud pueda medirse
independientemente de la supervivencia Los evoluaomstas podnan entonces acordar de antemano que si no sobreviven los mas aptos, ya no se consideraran darwimano
Como diria Bacon, 'que se efectue el experimento' Por supuesto, lo que ocurnna en reandad, en caso de que aquellos definidos como mas aptos no sobrevivieran, es que se
prescindiria de la definicion de aptitud, no de ia
`supervivencia dei mas apto'" (Harns 1985, p 273)
210
Gustavo A Caponi
Lo que ocurre es que, por si mismo, el principio de
selecaon natural no solo no supone ni propone ningun
criteno general de apntud, sino que tampoco se compromete con nada que pueda parecerse con un meta criteno a
partir dei cual establecer que es lo que sena mas apto en
estas o aquellas circunstancias particulares Y, por eso,
cualquier rectificacion que se mtroduzca en una definicon
local de aptitud no debena ser nunca caracterizada como
una modificacion ad-hoc dei principio de selecaon natural,
sino que debe ser considerada como la simple sustitucion de
una hipotesis auxiliar
Pero el mero hecho de que exista una hipotesis auxiliar a ser rectificada ya sirve para mostramos que, aun
cuando constituya un indice (por definicion incontestable)
de adaptaaon, la supervivencia no es la propia adaptacion
esta es, en todo caso, la condiaon necesana de aquella Es
dear sin adaptacion no hay supervivenoa, y, por eso, si
hay supervivencia, es porque hay o hubo adaptaaon
Claro que limitarse a aseverar que una estructura
organica cualquiera sobrevive porque esta adaptada sena lo
mismo que afirmar que sobrevive porque nene la capaadad
o la virtud de supervivenaa, y eso es lo que ocurre si utilizamos el principio de selecaon natural como un recurso
explicativo Sm embargo, no es eso lo que ocurre con el
darwmismo En realidad, ai Hamar la atenoon sobre el hecho de que, en el darwinismo, la adaptaaon se define (pero
no se explica) como capaadad de supervivenaa, no se esta
haaendo otra cosa mas que apuntar el modo en que este
"programa metafisico de investigacion" establece la distincion entre aquello que debe ser supuesto y aquello que debe
ser objeto de interrogacion y discusion Siendo que, en este
caso, lo que debe ser supuesto es que, si una estructura sobrevive (es dear si goza de "exito reproductivo diferencial")
es porque constituye una forma viable o adaptada
Claude Bernard, Charles
Darwin y los
211
Resta, entonces, como objeto de discusion y de indagacion emplrica, ia dificti tarea de reconstruir la trama de
presiones selectivas a las cuales estaba sujeta la poblacion
en la que esta ultima pudo sostenerse como una estructura
viable Siendo que esa viabilidad puede deberse a los propios desemperios adaptamos presentes o pasados de la estructura en cuestion, o a alguna asociacion causal entre esa
estructura y otra que efectivamente cumpla con tales desemperios O como decia el propio Darwin "cada detalle de
estructura de toda criatura ~lente ( ) puede considerarse
de unlidad especial a alguna forma ancestral o de utilidad
especial en Ia actuandad para los descendientes de dicha
forma, sea directa o bien indirectamente a traves de las
complejas leyes de crecirmento" (Darwin 1964, p 200)
En efecto, el principio de seleccon natural nos invita a considerar que las estructuras organicas constituyen
estructuras resolutivas de problemas, y nos dice que entenderias no consiste en otra cosa que en elucidar los problemas en cuya resolucion estan o estuvieron involucradas
Por eso, no se equivocaba Richard Lewontin cuando afirmaba que "Gran parte de la biologia evolutiva es cl desarrollo de un programa de adaptacion Los biologos expertos
en evolucion suponen que cada uno de los aspectos morfologicos, fisiologicos y etologicos de un organismo ha sido
moldeado por seleccion natural como solucion a un problema planteado por el ambiente A los biologos evoluaonistas compete, por tanto, construir un argumento plausible de como cada parte funciona cual si fuera un mecanismo de adaptacion" (Lewontin 1982, p 145) Si se equivoca
este autor, sin embargo, cuando no perabe que ese
"razonatniento adaptaaonista no es opcional" (Dennett
1996, p 238), y que, como afirma Dennett, constituye "el
corazon y el alma de ia biologia evolucionista" (Dennett
1996, p 238)
212
Gustavo A Capont
Asi, ante la supervivenaa de una estructura X en un
contexto Y, lo que el principio de seleccon natural nos dice
es que ciertos aspectos de Y son de suerte tal que plantean
determinados problemas de supervivenea con cuya resolucion X se encuentra relacionado La tarea de la indagacion
empirica habra de consistir, entonces, en averiguar cuales
son esos problemas y en mostrar como es que se vincula
con su solueon De modo que la presuneon de adaptacon, en lugar de ser discutida y contrastada, sirve de marco
(metafísico — incontrastable —) y de motivacion para la
indagacion empirica sobre los factores que defmen y sustentan esa capacidad de supervivenea Es dear presuponiendo siempre que una estructura superviviente es una estructura adaptada o adaptativa, el investigador debera formular
y contrastar hipotesis sobre la situación-problema en la que
ia misma pudo emerger como solueon, o, en su defecto,
debera formular hipotesis que muestren de que modo esa
estructura se vincula con esa soluaon
En efecto, Ia discrimmacion entre lo que debe ser
contrastado y lo que debe ser presupuesto es, por dearlo de
algun modo, una atribucion dei propio programa metafisico
de investigacion, y esto puede tornarse mas claro si analizamos el eiemplo mas plausible de putativa instanaa falsadora dei darwinismo que podria atarse Nos referimos,
concretamente, a la afirmaaon de Darwin segun la cual "si
pudiera demostrarse que una parte cualquiera de una especie se hubiera formado para e bien exclusivo de otra, mi teoria se desmoronaria, pues esto no podria producirse por
medio de la seleceon natural" (Darwin 1964, p 201)
Desde un punto de vista estrictamente logico, esta
formulaeon de Darwm tal vez pueda sugerimos un argumento solido en favor dei caracter falsable y no-circular dei
principio de seleccion natural (Cfr Ghiselin 1983, p 81),
pero, desde una perspectiva metodologica donde nos inte-
Claude Bernard, Charles Darwm y los
213
resa menos discutir ia forma de los enunciados que nuestros
modos de proceder con ellos (Cfr Popper 1980, §11 y §20,
Caponi 1995, p 66 y ss), es posible que la misma solo nos
sirva para evidenciar como es que nuestro uso dei principio
de seleccion natural siempre posterga su posible contrastaaon Y, como afirma Harris, "el problema se encuentra en
las palabras — si pudiera demostrarse —" (Harris 1985,
p 272) Es que
"Como demuestra uno que una estructura fue formada
para el bien exclusivo de una espeae, o por cualquier otra
razon ? En el mejor de los casos, tan solo se puede demostrar que una estructura beneficia a una espeae — no que
fuera produada con ese fim Existen, de hecho, rasgos de
organismos que resultan perjudiciales para la supervivencia
y reproducaon de la espeae que los posee y, por consiguiente, benefiaosos para sus competidores El mas llamanvo
es la liberacion de sustancias quimicas toxicas para su especie, por parte de algunas plantas" (Harris 1985, p 272)
Pero "L Acaso ia auto toxicidad hace que ia
`supervivencia de los mas aptos' y la teoria de Darwin sean,
no solo refutables, sino que la refutan r (Harns 1985,
p 272) En modo alguno, para que un rasgo bizarro como
la auto toxicidad pueda engirse en instancia falsadora dei
darwinismo, sena menester descartar, por lo menos, todas
estas alternativas
a) Que, de hecho, la auto toxiadad sea una estructura
adaptanva tal vez un recurso de control demografico
seleccionado en virtud de procesos analogos a los que
favorecen pautas de comportamiento altruista en distintas especies arumales (Smith 1982, p 143)
b) Que exista "alguna ventaja selectiva en ia produccion de
compuestos toxicos que compense las desventajas de la
214
Gustavo A Capom
auto inhibicion" (Whataker/Freeny, apud Harns 1985,
p 267)
c) Que ia producaon de compuestos auto toxicos sea un
caso extremo de aquello que Lewontin y Gould han llamado "exaptaaon" (Gould &. Lewontin 1983, p 215), es
dear el efecto no-adaptativo (neutro o perjudicial) de un
otro rasgo que si fue positivamente seleccionado por sus
desempefios teleonomicos
d) Que la producaon de compuestos auto toxicos sea un
caso de "la seleccon indirecta que conlleva el ligamento
entre los genes situados en un mismo cromosoma
(hnkage)" (Jacob 1982, p 48)
Que
el fenomeno en cuestion sea una resultante de dise)
tintos factores dei tipo referido en (a), (b), (c) y (d)
De todos modos, lo que mas importa aqui es no
confundir el recurso o la busqueda de tales factores con la
formulacon de hipotesis ad-hoc destinadas a salvar al darwinismo o ai principio de seleccion natural de una humillante falsaaon o de alguna incomoda dificultad Nada de
eso el universo de posibles interpretaciones darwinistas de
una estructura organica es a priori y en principio tan elastico e indefinido como lo son los conceptos de "adaptacion"
y "aptaud", y, por esa razon, la auto toxiadad de los vegetales, al igual que cualquier otra estructura bizarra, puede
llegar a constituir un desafio para el darwinismo, pero no
nene por que tornarse una dificultad De hecho, la expenencia ha mostrado, una y otra vez, que incluso los rasgos
que pareaan mas improbables son adaptativos ( ) Es un
chiste conoado, que a no mas de una semana de haber
identificado un supuesto contra eiemplo, se descubnra fuerte evidencia a favor de su naturaleza adaptativa Heuristicamente, es una buena estrategia el suponer que rasgos extrafios nenen un valor adaptativo" (Ruse 1987, p 29), y,
Claude Bernard, Charles Darynn y los
215
por eso, "se admite y defiende la practica metodologica de
buscar adaptaciones y suponer su existencia ai nivel fenotipico" (Ruse 1987, p 29)
Ademas, la construccon de narracones o "historias
adaptativas" (Gould & Lewontm 1983, p 20) — y su contrastacion, claro — forma parte dei programa de indagacon
propuesto por el darwinismo Refutar el darwinismo a partir de ia descnpaon de una estructura orgamca problemanca no exige simplemente la refutacon de una o muchas de
tales "historias", sino ia demostracion de que mnguna
"historia" posible de esa naturaleza es apropiada para el
caso en cuestion Pero, dado el caracter indefinido y
co de ese repertono de "narraciones", tal demostracion se
torna harto problematica e improbable
Por eso (aun cuando desde una perspectiva estrictamente logica la diferencia entre ia invencion de tales historias y la proliferacion de "estratagemas convencionalistas"
(Cfr Popper 1980, §20) de caracter inmunizador tal vez no
exista), desde un punto de vista metodologico es posible y
necesano reconocer que, si en lugar de insistir en ia revision y en la ampliacon de los elementos de juico que nos
perminnan articular esas tramas, desistimos del propio
principio de selecaon natural, no estaremos eliminando
una simple hipotesis sino dej ando de hacer aquello que
Justamente se esperaba que hiaesemos construir y contrastar narraciones que presentasen las estructuras orgamcas
como resultantes de certas presiones selectivas Y, ai actuar
de ese modo, nuestro procedimiento podna compararse ai
de un fisico que, no consiguiendo determinar una conexion
causal entre dos estados de un sistema macroscopico supuestamente aislado, en lugar de revisar sus descripaones
de tales estados o, incluso, su conocimiento sobre las leyes
que podnan vincularlos, se apresurase a declarar el estable-
216
Gustavo A Caponi
omiento de un nuevo limite o de una simple excepcion
para el determinismo
3. Darwinismo y determinismo experimental
En definitiva, nada nos unpide imaginar alguna instancia
falsadora dei darwinismo Es dem siempre podemos imaginar una forma orgaruca que sobrevive pese a que, en base
a todos los elementos de juicio disponibles, no podnamos
consideraria como adaptada o adaptativa Pero, de manera
semejante, tambien podnamos imaginar una situacion en
donde, dada una descripoon presumiblemente exacta de
dos estados consecutivos de un sistema supuestamente
lado y no somendo a perturbaoones, no consigamos ninguna clave para derivar la descripoon dei segundo estado a
partir dei pnmero
Siendo que, con el mismo derecho que en este ultimo caso no dínamos que el principio de causalidad — "con
respecto a todo aconteomiento exactamente mensurable en
principio, existen otros simultáneos, pasados y futuros, con
los cuales esta vinculado por ley causal" (Hubner 1981,
p 22) — fue refutado, en el otro caso tampoco diríamos
nada semej ante en relacion ai principio de selecoon natural Es que, asi como nuestras dificultades para dar con una
explicacion causal que vincule ambos estados senan atnbuidas a falias de nuestras descripciones, a perturbaciones
no tenidas en cuenta, o a ia incidencia de regularidades
naturales desconoadas, nuestras dificultades con el principio de selecaon natural podrían ser atribuidas a ia insuflaenaa, irrelevancia o inexactitud de nuestros elementos de
juicio sobre aquellos factores que definen las presiones selectivas a las que esta somenda una poblacion de organismos
Pero lo que mas importa aqui es entender que, de
no proceder asi, estanamos perminendonos cerrar un pro-
Claude Bernard, Charles Darwin y los
217
blema surgido en nuestra investigacion, no en virtud de
una tentativa de solucion ulteriormente contrastable sino
por recurso ai simple expediente de anular el principio que
orienta la propia investigacion y que nos permite plantear
cadá uno de sus problemas Siendo ahi donde reside la diferencia que existe entre sustentar y desarrollar un programa
metafisico de investigacion y el procedimiento pseudo científico de proteger una teoria amenazada por el recurso a
hipotesis ad-hoc Mientras estas constrtuyen un obstaculo
para el desarrollo de la investigación empinca, lo que Popper denomina "programas metafisicos de investigacion",
en lugar de responder o cerrar cualquier problema científico
particular, operan como el principio generador de tales
problemas, y, de ese modo, abren, en lugar de obturar,
nuevas oportunidades para el desarrollo de la investigación
Es decir =entras ias hipotesis ad-hoc limitan ia esfera de
lo indagable y discutible, los programas metafisicos ia definen y ia ampliani Y esto ultimo no solo puede afirmarse en
relacion a la funcion que el darwinismo cumple en la historia natural, sino que tambien puede decirse en relación ai
papel que cumple, en otros dominios de ia biologia, aquello
que Claude Bernard denomino "determinismo" (Bernard
1984, p 87)
Recordemos, en este sentido, que — segun el autor
de la Introduccion ai Estudio de la Medicina Experimental —
"el fin de la expenmentacion es el mismo en el estudio de
los fenomenos de los cuerpos vivos que en el estudio de los
fenomenos de los cuerpos inorganicos" (Bernard 1984,
p 106), en uno y otro caso, la meta y el limite de ia investigacion "consiste en hallar Ias relaciones que unen ai fenomeno con la causa inmediata, o, expresandolo de un modo
diferente, consiste en definir las condiciones necesanas a ia
apancion dei fenomeno" (Bernard 1984, p 106)
218
Gustavo A Caponi
Para el propio Claude Bernard, ya era claro que ese
vinculo causal solo podia entenderse en virtud de una ley,
y, por lo tanto, para llegar a conocerlo era menester superar
la mera constatacion de una sucesion de acontecimientos e
intentar el estableamiento de una correlaaon entre dos o
mas variables tal que esos aconteamientos pudiesen ser
considerados como valores posibles para estas últimas Por
eso, "toda la filosofia natural se resume en esto conocer la
1ey de los fenomenos" (Bernard 1984, p 93) "Cuando tenemos la ley de un fenomeno, no solo conocemos absolutamente las condiciones que determinan su existencia, sino
que tenemos tambien las relaciones que se aplican a todas
sus variacones, de forma que podemos predear las modificaciones del fenomeno en cualquier circunstancia dada"
(Bernard 1984, p 108), y esto es asi porque la ley nos da la
relacion numerica dei efecto con su causa" (Bernard 1984,
p 108) Siendo el conoamiento de esa relaaon "el objetivo
en el que se detiene toda ciencia" (Bernard 1984, p 108)
Con todo, ai afirmar esto ultimo, Claude Bernard
no estaba evidenciando ninguna ingenuidad pre-humeana
respecto de nuestras posibilidades de establecer conclusivamente cualquier nexo causal entre fenomenos Lejos de eso,
y de cualquier otra posiaon justificacionista, lo que el autor
de la Introducaon ai Estudio de ia Medicina Experimental estaba diaendo era que la investigacion cientifica no puede
detenerse, ni en su esfuerzo por establecer tales conexiones,
ni en su empeci° por revisar y criticar nuestras conjeturas
sobre las mismas De hecho, lo que Claude Bernard estaba
haciendo no era otra cosa que proponer un principio regulativo, un ideal metodologico, de la investigacion experimental
Por otra parte, y considerando el reconoamiento dei
caracter conjeturai de todo nuestro conocimiento empírico
por parte de Claude Bernard (1984, pp 68-74), podemos
Claude Bernard, Charles Darwin
y los
219
explicar su posicion a este respecto en base al modo en que
el propio Popper entendia el "nexo causal necesario" "Dada
una conjetura acerca de una regularidad y unas condiciones
iniciales que nos permitan derivar preleciones partiendo
de nuestra conjetura, podemos llamar causa (conjeturada) a
las condiciones y efecto (con jeturado) ai evento predicho
Finalmente, la conjetura que los une con necesidad logica
constrtuye el nexo necesario (conjeturado) entre causa y
efecto tanto tiempo buscado" (Popper 1979,p 91)
Cabe afirmar, entonces, que el programa experimental se basa en la presunción incontrastable de que todo fenomeno se sigue de algun otro segun lo establecido por
alguna ley Pero tal presuncion fundamental, la misma que
Claude Bernard denommaba "principio dei determinismo
experimental", no es otra que ese "principio de causacion"
ai que nos referiamos poco mas arriba, y las razones que
este autor tema para tratarlo como principio y no como
mera hipotesis o teoria nenen que ver con las cuestiones
que ali' discutiamos Es decir nenen que ver con la diferencia existente entre las pautas que rigen la formulacion de
nuestros problemas de investigacion y las alternativas de
solucion que para los mismos proponemos, o si se quiere
usar un lenguaje popperiano tienen que ver con ia diferencia entre un programa metafísico de investigacion y las hipotesis que a partir de el formulamos Solo que Claude
Bernard planteaba esa diferencia en ternuras de una distincion entre "principios" y "teorias"
"Los prinapios son los axiomas cientificos, son verdades
absolutas que constituyen un "critenum" mmutable Las
teorias son generalidades o ideas cientificas que resumen el
estado actual de nuestros conocimientos, consntuyen verdades siempre relativas y destinadas a modificarse por el
progreso mismo de las ciencias Luego, si planteamos como
conclusion fundamental que no hay que creer de modo absoluto en las formulas de la ciencia, hay que creer, por el
220
Gustavo A Caponi
contrario, de una manera absoluta en sus prinapios "
(Bernard 1984, p 243)
Por eso, aun cuando reconozcamos a ia actitud critica como fundamental para el desarrollo de la aencia, debemos asumir que esa critica es siempre una crítica fundada
y orientada por prinapios, y esto, a su manera naturalista
(Cfr Bernard 1966, pp 60-1, Dutra 1995, cap 2), Claude
Bernard lo entendia tan bien como Kant El investigador,
nos decia, debe dudar de "la exactitud de su sentimiento o
de sus icicas, en tanto que experimentador" (Bernard 1984,
p 87), es dear debe dudar siempre de sus hipotesis o teorias Debe dudar tambien dei "valor de sus medios de investigacion" (Bernard 1984, pp 87-8), es dear de sus recursos
e instrumentos de observaaon Pero, de lo que jamas puede
dudar es dei determinismo, este es "el principio mismo de la
cienaa experimental" y, en tanto tal, funciona siempre
como criteno para la evaluaaon de la satisfactoriedad de
nuestras teorias y del rigor de nuestras observaciones
Asi, "puede ( ) ocurrir a un experimentador, despues de haber hecho una experienaa en condiciones que el
creia determinadas, que no obtenga en una nueva serie de
busquedas el resultado que se había mostrado en su primera observación (Bernard 1984, p 112) Incluso, "repitiendo
su experiencia despues de haber tomado nuevas precauaones, puede ocurrir aun que en lugar de encontrar el resultado primitivamente obtenido, de con otro completamente
diferente" (Bernard 1984, p 112) t Sera, se pregunta Claude
Bernard, que en este caso es necesario admitir que los hechos son "indeterminables" ? (Bernard 1984, p 112) Sera
que habremos encontrado un limite o, por lo menos, una
excepoon al determinismo ? Y su respuesta es definitivamente negativa lejos de renegar de nuestros prinapios, lo
que tenemos que hacer es insistir en las tentativas de establecer el determinismo "Habrá que admitir simplemente
Claude Bernard, Charles
Darwin y los
221
que las condiciones de la expenencia que se creian conocidas no lo son Habra que estudiar mejor, que buscar y precisar las condiciones expenmentales, porque los hechos no
pueden ser opuestos los unos a los otros, no pueden ser
mas que indeterminados" (Bernard 1984, pp 112-3) nunca
indeterminables
Pero que no se vea aqui una actrtud dogmatica se
trata, en realidad, de preferir un principio que nos obliga a
seguir investigando en detrimento de un presunto hecho
que nos exonera de cualquier indagacion Por eso, "( ) si
un fenomeno se presentara en una expenenea con una
apanencia tan contradictona que no se ligara de una manera necesana a condiciones de existencia determinadas, la
razon debena rechazar el hecho como un hecho no cientifico Habna que esperar, o buscar por expenencias directas
cual es la causa de error que ha podido deslizarse en la observacion" (Bernard 1984, p 90) Y "es preciso que haya
habido error en la observaaon, pues la admision de un
hecho sin causa, es dear indeterminable en esas condiciones de existenaa, no es ni mas nu menos que la negaaon de
ia ciencia" (Bernard 1984, p 90) Pero claro no de la eencia entendida como cuerpo de doctnna o conjunto de teorias, sino de la aencia entendida como modo de indagaaon
Para esta ultima, hay solo dos clases de fenomenos
"los unos, cuya causa esta actualmente determinada, los
otros, cuya causa esta aun indeterminada" (Bernard 1984,
p 194) Siendo que estos ultimos nunca pueden constituirse en limite o fin de la investigacion, sino que siempre deben ser su punto de arranque, su disparador La indeterminación de un fenomeno nunca puede ser respuesta, debe
ser siempre motivo de una pregunta O dicho de otro
modo la indetermmaaon es siempre problema, nunca solucion, y he ahi justamente el valor dialectico o polemico
222
Gustavo A Capou'
dei vitalismo su funuon es la de plantearle problemas ai
biologo experimental Su funaon es la de agendar desafios
cruaales para el programa experimental, pero el modo en
que tales compromisos son cumplidos debe ser el pautado
por el propno programa Esa fue Ia importanaa de Bichat
para Claude Bernard, y esa fue Ia importanaa que los trabaios de Dnesch, Weiss o Lettvin han tenido para el desarrollo de la biologia contemporanea (Goodfield 1983, p 98 y
ss) Sin la desconfianza vitalista, la investigacion experimental puede amodorrarse en la certeza cartesiana de un
determinismo generalizado pero nunca especificado
Con todo, si esa desconfianza se transforma en resignacion ante la "complejidad" o ia "espontaneidad" de lo
~lente, el resultado no es mejor En uno y otro caso, ia
investigacion se detiene porque se acaba prefinendo las
respuestas a las preguntas
En realidad, cuando el discurso vitalista se emperia
en mostramos los obstaculos o los supuestos limites que
debe enfrentar el enfoque experimental-determinista de los
fenomenos organicos (Canguilhem 1971, cap I), lo que de
hecho hace es recordamos uno de los presupuestos basicos
de esa perspectiva Nos referimos, concretamente, ai reconoamiento de que la determinacion no es un dato primitivo sino un resultado obtenido tras una laboriosa indagacion El fenorneno nunca se muestra determinado, y, parafraseando a Gaston Bachelard, podemos dear que siempre
damos comi la determinacion en estado de arrepentimiento
es dear, solo la establecemos cuando asumimos que los
factores, parametros y relaciones que había que considerar
eran otros o eran mas que los que inicial e ingenuamente
habiamos pensado
Como vemos, lo que ocurre con esos desafios que
debe enfrentar la investigacion experimental de lo viviente
es algo analogo a lo que ocurre comi esos otros desafios que,
Claude Bernard, Charles Darwm y los
223
ai darwinismo, le plantean los rasgos de dudoso caracter
adaptativo, y, en ambos casos, puede decirse lo mismo se
trata de desafios pero no de dificultades De hecho, y de
modo semej ante a lo que ocurre con Ia construccion de
narraciones adaptativas en el darwmismo, la busqueda y ia
ampliacion de los factores que deben considerarse para establecer Ia determinacion de un fenomeno forma parte del
propio programa experimental Cuando lo hacemos, no
estamos multiplicando hipotesis ad-hoc para protegerlo de
evidencia adversa, sino que estamos trabaj ando en la direccion por el propuesta v, de ese modo, mostramos su fertihdad y realizamos sus potencialidades
Asi, la presuncion de determinacion, ai igual que ia
presuncion de adaptacion en el darwinismo, en lugar de ser
discutida y contrastada, sirve de marco y de -motivacion
para Ia investigacion experimental presuponiendo que todo
fenomeno organico se sigue de algun otro segun lo establecido por alguna ley, el biologo experimental debera formular y contrastar hipotesis sobre tales condiciones sin nunca
cuestionar su existencia, y es asi como, una vez mas, Ia discrimmacion entre lo que debe ser contrastado y lo que debe
ser presupuesto es introducida por principios incontrastables (y, en ese sentido, "metafisicos") que funcionan como
base de genumos programas de investigacion Siendo que
en un caso se trataba dei "principio de seleccion natural" y
en el otro dei "principio dei determinismo experimental",
aunque, si lo preferimos, podemos llamar a uno "principio
de adaptacion" y al otro "principio de causacion"
En este sentido, y siguiendo a John Watkms, podemos decir que tanto ia adhesion ai principio de seleccion
natural en historia natural, cuanto la adhesion al principio
de causacion en fisica, pueden ser facilmente justificadas
desde una perspectiva falsacionista Es que
224
Gustavo A Caponi
"En cualquier ciencia se requiere usualmente un cuerpo
considerable de premisas para que se puedan derivar logicamente preleciones refutables Generalmente, no sera
demasiado Med reemplazar una premisa existente sin disnunuir ia refutabihdad empinca dei sistema Sm embargo,
puede haber tambien premisas de las que parezca pracncamente imposible prescindir sin que dismmuya seriamente
la refutabihdad dei sistema o sm que se convierta incluso
en un sistema incontrastable A tales premisas se les puede
Hamar prinapios, es decir, componentes privilegiados que
se consideran como irrefutables en In-teres de la refutabilidad de todo el sistema" (Watkins 1974, p 86)
Con todo, esa comparacion entre los principios de
causacion y de selecoon natural podna ser mas renclidora
si, aceptando operar un cierto desplazamiento en nuestra
perspectiva de analisis, dej amos de considerarlos como
axiomas fundadores de sendos programas metafisicos de
investigacion y les damos, a ambos, el mismo tratamiento
que Popper le dio al pnmero en su Logica de la Investigacion
Científica Es deor dei amos de considerarlos como presunoones incontrastables sobre ia estructura intima dei mundo, y pasamos a pensarlos como meras regias metodologicas
que pautan ia construccion y ia contrastacion de genuinas
hipotesis cientificas Siendo que, ai proceder asi, no hacemos mas que seguir aquella sugerencia dei propio Popper
segun la cual "no pocas doctnnas metafisicas ( ) podnan
interpretarse como tipicas hipostasis de regias metodologicas" (Popper 1980, p 56)
Y eso es lo que nuestro autor hace cuando, en ocasion de presentar el "modelo nomologico causal" de explicacion, se permite dearnos que, en el marco de una reflexion
metodologica, no es necesano introduor ninguna afirmacion relativa a la aplicabilidad universal de dicho modelo
tal como lo seria un principio de causacion universal entendido, sea como un enunciado empine°, sea como una
Claude Bernard, Charles Darwzn y los
225
regia relativa a la constaucion de la propia expenencia
(Popper 1980, p 60), sino que basta con aceptar la deasion
o clausula metodologica de que "no abandonaremos la busqueda de leyes universales y de un sistema teonco coherente, ni cesaremos en nuestros intentos de explicar causalmente todo tipo de acontecimientos que podamos describir" (Popper 1980, p 61)
4. Conjeturas y deamones
En efecto, la metodologia no solo no precisa de recurra a
una fragil o imposible jusnficaaon empinca (como la propuesta por Mill) dei pnnapio de causacion, sino que tampoco requiere una fundamentaaon metafisica dei mismo
Pero, cuando deamos esto ultimo, no solo pensamos en
una trasnochada "ontologia determinista" o, simplemente,
"causalista", sino que tambien aludimos, en general, a cualquier tentativa de presentarlo, en virtud de argumentos
trascendentales, como un principio constitutivo de toda
expenenaa posible Sea este el caso de Kant y de su
"segunda analogia de la expenencia", como el dei Watgenstem del Tractatus, para quien "lo que se puede describa
puede ocurrir tambien, y lo que ha de excluir la ley de causalidad es cosa que tampoco puede describirse"
(Watgenstem 1987, §6 362, tambien §6 32 y §6 36)
De lo que se trata, en resumen, es tanto de prescindir de cualquier tentativa de prometer el mundo de nuestras hipotesis causales (es dear de garantir a pnon su inteligibilidad), como de eludir toda pretendida justificacion de
los eventuales, dudosos y frágiles éxaos conseguidos en
nuestros esfuerzos por explicar y predear los fenomenos en
termmos nomologico-deductivos Pero, si se evaan tales
recursos no es tanto porque se los considera problemáticos,
o, incluso, 'legamos, sino mas bien por considerarse que,
en el marco de una reflexion metodologica, solo necesita-
226
Gustavo A Capcnu
mos de una norma que nos conmine a procurar una explicacion causal aceptable para todo fenomeno natural registrado y observado Siendo que, torpemente formulada, esa
regia metodologica seria mas o menos asi
Dado el registro (C) de un cambio X en una magnitud M 1 , se debe formular y testar un conjunto de hipotesis
tal que contenga (1) la descripcion (B) de un otro cambio Y
en una otra magnitud M2, y (2) la formulacion de un enunciado nomologico no ad-hoc (A) que establezca una funcon F entre X e Y, de modo tal que X = F(Y) (Cfr Thom
1986, p 15 y ss)
Pero, mucho mas importante que dar con una formulaaon mas o menos elegante o precisa de esa "maxima
regulativa de la investigacion experimental", es percatarse
de que la misma, lejos de pretender ofrecemos una guia
para resolver problemas cientificos, lo que hace es instituir
la forma y el principio genetador de tales problemas Es
decir
"La funaon dei principio, interpretado de este modo, es
hacer explicito un objetivo generalizado de la investigacion
y formular en termmos generales una condicion que se exige de las premisas propuestas como explicaciones Ademas,
tambien es evidente la razon por la cual, segun esta interpretacion, el principio no puede ser refutado por ningun
experimento o serie de experimentos, aunque puedan
abandonarse formas especiales dei principio por considerarse a la luz de la expenencia que son descammadas Pues
el principio es una directiva que nos prescnbe la busqueda
de explicaciones que posean aertas caractensticas ampliamente delimitadas, y aun los repetidos fracasos en hallar
tales exphcaaones para un dorrumo dado de sucesos no
constituye un obstaculo logico para seguir la busqueda"
(Nagel 1979, p 322)
Pero, aun cuando nos da ia pauta de lo que se espera que sepamos, el principio de causaQon no nos dice como
Claude Bernard, Charles Darwin y los
227
saberlo Nos propone, solamente, un modo de preguntar
aquel que es propio y definitorio de la ciencia experimental
y que podnamos llamar "modo experimental" o, aun,
"modo nomologico-causal de interrogar los fenomenos" En
el marco dei =mo, y ante un hecho cualquiera, el cientifico ha de preguntarse baio ia mediacion de que leyes, que
causas lo produieron, siendo que la respuesta que se espera
de una pregunta semei ante constrtuye lo que se denomina
una "explicacion dei fenomeno" Y por eso podemos tambien convenir con Nagel en considerar que este principio
"Expresa, como maxima, el objetivo general de la ciencia
teorica de obtener explicaciones deterministas, en el sentido ahora familiar de 'determinismo', segun el cual, dado el
estado de un sistema en un instante inicial, ia teoria explicativa establece logicamente un estado muco dei sistema
para cualquier otro instante En su formulacion mas general, el principio no prescribe una definicion particular de ia
descripoon de estado (como la descripoon de estado de la
mecanica clasica) ni postula como objetivo de ia ciencia ia
elaboracion de teorias que posean alguna forma logica especial (como la de ser expresables por ecuaciones diferenoales) No prohibe el uso de variables de estado estadisticas
o casi estadisticas, por lo cual los avances renentes en Ia fisica subatomica no estan en conflicto con sus directivas La
afirmacion comente de que el principio de causalidad es
maplicable a la mecamca cuantica solo es defendible si se
lo conabe como legislando el uso de tipos espeaales de
descripciones de estado y solo si se considera que el uso de
variables de estado estadisticas constituye la sefial de que la
teoria carece de estructura determinista" (Nagel 1979,
p 323)
Sin embargo, si deiamos de considerar exclusiva-
mente a =cias como la fisica, la quimica, o aun como la
propia fisiologia, y nos remitimos otra vez a la historia natural, es posible que nuestras anteriores observaciones sobre
el principio de seleccion natural nos animen a pensar que
228
Gustavo A Caponi
no siempre interrogamos a la realidad en los terminos propuestos por el principio de causaaon Es que, en certas
ocasiones, pareceria que indagamos ai mundo desde otra
perspectiva, y, dej ando de considerar a Ias cosas como efectos determinados por um marco de leyes naturales y una
conjunaon de condiciones iniciales, comenzarnos a pensarias como soluciones a determinadas "situaciones problemas" tal seria el caso de ias estructuras organicas cuando
las pensamos en ternuras dei principio de selecaon natural
No se trata, con todo, de dos "concepaones de
mundo" encontradas, sino &implemente de dos modos diferentes de interrogar y de inteligibilizar los fenomenos uno
causal y el otro teleologico En el prnner caso, la indagaaon
se rige por aquella deasion metodologica que nos exige
explicar causalmente a los fenomenos, y, en el segundo
caso, se sigue el imperativo de una otra deasion metodologica segun ia cual, en determinados dommios de ia experieram, toda estructura o rasgo dei mundo debe considerase,
o bien como la solucion de algun problema a ser determinado, o bien como parte o efecto de una tal soluaon Y si
la primera maxima pudo ser denominada "principio de causacion", la segunda puede ser llamada "principio de adaptaaon", stendo que el principio de selecaon natural puede ser
considerado como una formulaaon posible de esa segunda
maxima fundamental2
Así, bajo el impem de ese "principio de adaptacon", ia irrupcion o persistenaa de aerto objeto en el
mundo solo se torna inteligible cuando podemos reconstruir y elucidar la situacion-problema concreta que esa presencia resuelve Siendo que, sin ser infletes a Popper, podemos denominar a esa operacion "analisas situacional"
(Cfr Popper 1974, p 136), o, si preferimos ia expresión de
Jon Elster, "analisas funcional" (Elster 1984, p 59) Aunque
tambien, y recordando otra vez el libro de Dennett La pel/-
Claude Bernard, Charles D anum y los
229
grosa ttlea de Darwin, podemos caracterizar a este tipo de
analisis como constituyendo una suerte de retro-mgenterta
("reverse enginnering") de los organismos, o incluso, como
una hermeneutica de lo ~ente (Cfr Dennett 1996, p 212 y
ss)
Conviene, entonces, que ensayemos una formulaaon dei principio de selecaon natural que nos permita
considerarlo como una regia metodologica y no como una
hipotesis empirica o una presuncion metafisica La misma
podria ser mas o menos asi
Dada ia descripcion (C) de una estructura orgamca E presente en una poblacion P, se debe formular y testar un
conjunto de hipotesis tal que contenga (A) la descripcion
de un conjunto de presiones selectivas S que operan o operaron sobre P y (B) observaciones y argumentos que muestren a E como una respuesta adecuada a S o como efecto
no seleccionado de una tal respuesta
Podemos afirmar, asi, que esta regia metodologica
nos permite presentar ai "analisis darwmiano" como obedeciendo a este fragil esquema silogistico
(A) La poblacon P esta (o estuvo) sometida a un conjunto
S de presiones selectivas
(B) La Estructura organica E, presente en P, constituye (o
constrtuyo) una respuesta adecuada para S
(C) E se difunde (o persiste) en P
Es cierto que, ante una estructura silogistica tan
precaria como esta, no seria absurdo sentirse tentado a
afirmar que (A) y (B) no son mas que las condiciones miaales de una explicacion nomologico-causal que estaria apelando, de un modo taato ai enunciado legaliforme "toda
estructura organica E que, surgiendo en una poblacion P,
constituya (o este vinculada a) una respuesta adecuada a
230
Gustavo A Capom
una presion selectiva que opere sobre esa poblacion, tendera a difundirse o a persistir en P"
Pero ese enunciado legaliforme que acabamos de
enunciar no es otra cosa que una reformulacion dei principio de seleccon natural que nos lo presenta, otra vez, como
una presuncion sobre el mundo de diflui contrastacion, y
la dificultad continua estando en la nocion de "respuesta
adecuada a una presion selectiva" (o lo que es lo mismo en
la nocion de "adaptacion") Siendo que, si razonamos en
esa direccion, habremos de volver a empantanarnos en las
=mas dificultades que nos trajeron hasta aqui, y es por
eso que proponemos pensar el principio de selección natural, no ya como un recurso explicativo valido para responder nuestras preguntas sobre la funcion adaptativa de las
estructuras organicas, sino mas bien como un principio
que, generando tales preguntas y pautando nuestras posibles respuestas, marca el camino de ia historia natural Asi,
dei mismo modo en que el principio de causalidad define la
operacion de explicar sm reforzarla o completaria, el pnncipio de seleccion natural define la estructura dei "análisis
, situacional darwiniano", sin tampoco completarlo
El mismo, insistamos, no constituye un tipo especial
de explicacion causal en el cual las presiones selectivas a las
que esta somenda una poblacion sean consideradas como
causas de las estructuras adaptativa que alli se hagan presentes los hechos descnptos en las premisas (A) y (B) de la
estructura silogistica expuesta mas arriba no son presentados como ia causa dei hecho descripto por ia conclusion
(C), y esto es asi porque, lo que tal razonamiento exhibe es
un nexo teleologico y no una conexion causal Es decir no
nos muestra una relacion (nomologicamente mediada) de
causa-efecto, sino un vinculo dei tipo "solucion-problema"
No asociemos, sin embargo, ese caracter no-causal
dei razonamiento darwinista con el hecho cientifico de que
Claude Bernard, Charles Darwin y los
231
las mutaciones sean aleatorias en relaaon a las presiones
selectivas Lo que el principio de seleccion natural propone
como fenomeno a ser tornado mteligible no es la emergeneia de un determinado rasgo, sino su posterior difusion o
persistencia en una poblaaon Y, por eso, cuando decimos
que la conexión exhibida por el análisis funcional es de
caracter teleologico y no causal, no aludimos a la vinculaaon entre mutaaones y presiones selectivas (hacerlo seria
romper con el darwinismo), sino que nos referimos a ia relacion que se establece entre estas ultimas y ia persistencia
de las estructuras organicas en el seno de una poblaaon
Con todo, la mejor forma de entender lo que aqui
estamos diciendo consiste en no perder de vista ia naturaleza de las preguntas que formulamos sobre el caracter o el
significado adaptativo de los rasgos orgamcos, y estas, tal
como Robert Brandon ha insistido" (Brandon 1987, pp 91105, tambien Lennox 1992, p 296 y ss), nenen la forma de
una pregunta "LPara que?" (what-for?) Es dem surgen de
nuestro mteres en conocer cuales son los problemas adaptativos (lease de supervivencia) que una u otra estructura
organica permiten resolver
Asi, cuando nos preguntamos por la eficacia adaptativa que podria tener un rasgo corno la ya citada autotoxicidad de algunas plantas, nuestra interrogacion esta
orientada por el principio de selecoon natural, y este nos
conmina a elucidar un problema en cuya soluoon ese rasgo
pudiese estar implicado Lo que esta en juego, dicho en el
lenguaje de Brandon, es una pregunta "what-for ?", y a eso
apuntara nuestra respuesta
Podemos, sin embargo, intentar explicar ese rasgo
como siendo el efecto de ciertos procesos fisiologicos e, incluso, tal vez podamos reduer esa explicacion fisiologia a
una explicacion que recurra ai lengua je de ia biologia molecular Pero esas complejas y rigurosas formulas no respon-
232
Gustavo A Caponi
derian jamas a la pregunta darwiniana las rnismas nos presentan a la auto-toxicidad, en su caracter de fenomeno bioquirraco, como el efecto de una complicada trama de leyes y
condiciones miciales, y la pregunta dei historiador natural
darwmista nos pide que ia pensemos como un recurso
adaptativo, como solucion a un problema Si no fuera asi,
esa auto-toxicidad no resultaria ni tan problematica ni tan
interesante, y si esto ultimo ocurre es justamente porque la
juzgamos desde la perspectiva teleologica propuesta por el
propio principio de seleccion natural
Sm embargo, el "analisis darwiniano" no es una
operacion complementaria de la explicacion genetica o fisiologica de los fenomenos organicos Cuando dejamos de
considerar un rasgo anatomico, fisiologico o etologico como
mero fenómeno bioquimico o como simple reaccion hormonal o neuronal a ser causalmente explicada, y comenzamos a pensarlo como una estructura adaptativa resolutoria
de problemas, ese cambio no obedece a la complejidad de
los fenómenos sino a nuestro modo de interrogacion En
un caso abordamos el mundo en los termmos propuestos
por el principio de causalidad, y en el otro lo hacemos en
función dei principio de seleccion natural en un caso seguimos la senda de Claude Bernard, y en el otro, ia de DarWln
Este ultimo, como Michael Ruse mostro "acepto
siempre el aserto fundamental de los teologos naturales de
hacia 1830, es decir, que el mundo orgamco se debe comprender en funcion de que parece haber sido diseriado, de
las adaptaciones y de la teleologia que de el se infieren"
(Ruse 1983, p 232) "Por lo tanto, aunque en su teoria, de
caracter no teologico, frecuentemente se suporte que todo
elemento teleologico queda eliminado, en realidad sucede
todo lo contrario" (Ruse 1983, p 233), y es justamente el
principio de seleccion natural lo que instituye esa teleología
Claude Bernard, Charles Darwzn y los
233
sin intenconalidad que define y caracteriza ai darwmismo
Esa teleologia donde el surgimiento de un problema y la
emergencia de su eventual solucion, no presuponen ni un
agente que persiga metas ni una inteligenaa que disefie o
busque medios para su consecuaon (Popper 1979, p 242 y
ss, Popper 1974, pp 142-3)
5. Para concluir
En un celebre pasaje dei prefacio a la segunda edicion de la
Critica de la Razon Pura, Kant afirma que la física experimental solo pudo surgir cuando se "comprendio que la razon solo descubre lo que ella ha produado segun sus propios planes" (B XIII), y, que por eso, "debe marchar por
delante con los prinapios de sus juicos determinados según
leyes constantes, y obligar a ia naturaleza a que responda a
lo que ella propone, en vez de ser esta ultima quien ia dirija
y maneje" (B XIII) Asi, "ia razon se presenta ante la naturaleza ( ) llevando en una mano sus prinapios ( ), y en la
otra, las experiencias que por esos prinapios ha estableado" (B XIII) Siendo que, solo "haciendo esto podra saber
algo de ella, y aertamente que no a la maneta de un escolar
que dej a ai maestro decir cuanto le place, antes bien, como
verdadero juez que obliga a los testigos a responder a Ias
preguntas que les dirige" (B XIII)
Y, si en el caso de la fisica esa comprension fue,
como Kant indica, mento de Galileo, Torncelli y Stahl
(B en el caso de la biologia — y mas alia de cualquier
disquisicion sobre el estatuto eptstemologico de tales principios — ese mérito debe ser atribuído a Charles Darwin y a
Claude Bernard Cada uno de ellos mostro ia factibilidad
de sendos domamos de ia indagacion cientifica ia indagacion histortca y Ia indagacion experimental de lo ~ente,
y, ai hacerlo, expliataron tambien los prinapios que debian regir tales estrategias de interrogacion el principio de
234
Gustavo A Caponi
seleccion natural (o de "adaptacion") en el caso de Darwin y
el principio dei determinismo experimental (o de
"causacion") en el caso de Claude Bernard Y poco importa
aqui que este ultimo principio no sea especifico de Ia biologia experimental (tal como el de seleccion natural lo es de la
historica) y constituya tambien ia base de otras disciplinas
cientificas La contribucion de Claude Bernard consisti°
justamente en mostrar que era posible una biologia regida
por los prinapios de la ci-racia experimental en general, y,
de esa forma, puso en acto un modo de interrogar lo viviente que solo a partir de sus trabajos comenzo a produar
sus primeros resultados
Pero, claro, no todos los fenomenos parecen presentar esa dualidad que caracterizaria a lo viviente, no todos
los fenomenos pueden ser, alternativamente, ob jeto de exphcacion causal y objeto de analisis teleologico Nadie intentaria pensar la calda de un cuerpo en terminos dei principio de beleccion natural, y esto nos pone ante el problema
de los limites de su aplicabilidad
Pareceria ser que estamos necesitando un criterio
empinco que nos permitiese saber cuando estamos ante
fenomenos que dejan lugar a las dos estrategias de interrogacion, la causal y la teleologica, y cuando no lo estamos
Deberiamos poder decir cuando una estructura quimica
puede ser pensada no solo en termal-los dei par causa-efecto
sino tambien en virtud dei par solucion-problema Pero tal
cuestion tiene que ver con la distincion entre lo animado y
lo inanimado y, asi, se superpone con todas las dificultades
que envuelve dar con una definicion cientifica de "vida"
Sm embargo, tambien es posible que lo que estamos
presentando como una dificil cuestion empirica no sea otra
cosa que una cuestion metodologica vinculada con el poder
o la fertilidad heuristica de las diferentes estrategias de interrogacion a las que dan lugar prmcipios tales como los de
Claude Bernctrd, Charles Darwin y los
235
causaaon y de selecoon natural Es que, tal como Chalmers apunto, la investigacion cientifica avanza en la medida y en la direccon en que los cientificos van encontrando
"oportunidades objetivas" para desarrollar sus trabajos, y
por "oportunidad objetiva" no hemos de entender otra cosa
que la posibilidad concreta de plantear problemas para
cuyo tratamento hay recursos conceptuales y tecnicas de
observacion efectivamente disponibles (Chalmers 1979,
pp 227-33)
Tal vez, los limites de aquello que puede ser interrogado en terminos teleologicos se nos impongan por el
simple hecho de que, en relacion a ciertos fenómenos, el
principio de selecaon natural no nos permita plantear cuestiones o problemas cientificamente indagables e incluso
inhiba el surgirraento de genuinas oportunidades para el
desarrollo de la investigacion
No se trata, sin embargo, de postular un limite
constitutivo de toda expenencia posible, sino de constatar
una hmitacion mherente, tanto a los recursos conceptuales
y expenenciales con los que efectivamente disponemos para
hacer amua, como a los problemas y polemicas que, de
hecho, direccionan nuestra investigacion Y es por eso que
tampoco cabe aqui ensayar ninguna fundamentaaon transcendental o metafisica de esos modos de interrogar lo viviente a los que dan lugar los prinapios de causaaon y de
adaptación Los mismos pueden no ser otra cosa que fragiles artificios, y, asi como un dia fueron inventados e impuestos, tal vez otro dia sean desplazados por nuevas y mas
fecundas estrategias de indagacion
Referencias
Bernard, C 1966 Leçons sur les phenopmenes de la ane communs aux ammaux et aux vegetaux (avec une preface de G
Canguilhem) Paris Vnn
236
Gustavo A Capo/14
1984 Introductzon a 1 1 etude de la medeane experimentale
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238
Gustavo A Caporu
Gustavo Caponi
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Brasil
Notas
Que propongamos distinguir la insistencia en trabaj ar dentro de
lo que Popper Ramaria un "programa metafisico de investigacion", de la multiplicacion de hipotesis ad hoc orientadas a defender una teoria empinca amenazada por evidencia empinca
contraria a la misma, no significa que descartemos la posibilidad
de que este ultimo procedimiento pueda munir en el marco de
una mvestigacion orientada por uno de tales programas En realtdad, si a la manera de Popper consideramos que todas o casi
todas las investigaciones cientificas son guiadas por programas
metafisicos, necesanamente deberemos admitir la posibihdad de
que en el marco de tales mvestigaciones puedan proponerse tal
tipo de hipotesis La alternativa contraria seria ide-nuca a afirmar
que tal modo de proceder es imposible O dicho de atro modo,
en ningun lugar Popper pretendi° afirmar que, por si solos, los
programas metafisicos de mvestigacion consntuyan un anndoto
contra las hipotesis ad hoc
2
nn un escrito de proxima pubhcacion hemos presentado tanto
ai "principio de selecoon natural" como ai "principio de racionalidad" como sendos desdoblamientos de ese "principio de adaptacion" ai que tambien denominamos "principio de adecuacion"
(ver Caponi, G (1998) "Aproximacion Metodologica a ia Teleologia", Manuscrito XXI (1), en prensa) En otro, hemos dado
un tratamento mas particularizado ai "principio de racionalidad"
(ver Caponi, G (1995) "La Estructura de la Comprension Objetiva" Rev Reflexão n° 61, PUCCAMP, jan /abr 1996)