La Serranía refleja el azote de la pandemia con un incremento de 433 puntos de la incidencia media del coronavirus en menos de un mes

Mapa de la incidencia del coronavirus por municipios en La Serranía. / EPDA

La incidencia media del coronavirus en la comarca de La Serranía es de 643 casos por cada 100.000 habitantes a fecha de 31 de enero, según los datos publicados por la Conselleria de Sanidad. Una cifra muy superior a los 210 casos por cada 100.000 habitantes registrados hace menos de un mes, a fecha de 4 de enero.

Entre los municipios más afectados por el coronavirus destaca Losa del Obispo con 2.958 casos de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes. Le sigue Tuéjar con 2.150 casos por cada 100.000 habitantes, Titaguas le sigue en tercer lugar con 1.103 casos y Bugarra con 1.100 casos, todos por cada 100.000 habitantes.

El resto de localidades se sitúa por debajo del umbral de los 1.000 casos de media, estando arriba de la tabla Villar del Arzobispo con 900 casos, seguido de Pedralba con 683 casos, Alpuente con 631 casos e Higueruelas con 600 casos, todos por cada 100.000 habitantes. Además, Chelva registra 604 casos, Gestalgar refleja 539 casos, Alcublas arroja 159 casos, todos por cada 100.000 habitantes.

Sin embargo, no todo es negativo. Hay que resaltar los valores que registra Chulilla con una incidencia de 150 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que ha disminuido en un 50% desde hace un mes hasta hoy, ya que ha pasado de 300 casos el 4 de enero a los 150 casos actuales por cada 100.000 habitantes. Lo mismo pasa con Pedralba que de 1.115 casos hace un mes ha pasado a contabilizar 683 a fecha de 31 de enero, todo según los datos que publica Conselleria de Sanidad.

El resto de municipios arroja una tasa cero de incidencia por cada 100.000 habitantes y destaca que en toda la comarca hay actualmente 124 casos activos.

Por otra parte, las autoridades sanitarias recuerdan que es necesario no bajar la guardia y destacan el uso de mascarillas, el lavado de manos y mantener la distancia social como elementos imprescindibles para evitar nuevos brotes.