Libros by Andrea Jeftanovic
Lexington Books, 2024
Errant Destinations is a collection of nine literary chronicles in which contemporary Chilean-Jew... more Errant Destinations is a collection of nine literary chronicles in which contemporary Chilean-Jewish author Andrea Jeftanovic reflects on travel in its multiple variations, with reference to diverse fields of study, including references to cinema, literature, and the visual arts. Jeftanovic transforms travel into an art form, inviting the reader to participate in literary and geographical encounters in foreign places such as the tunnel that unites Sarajevo bombarded during the Balkan War; the diffuse maritime delineation between Chile and Peru; an organization for relatives of victims of the Palestinian-Israeli conflict; the hidden corners of Brazilian writer Clarice Lispector’s characters; the hotel room in Cienfuegos where Castro stayed in two distinct historical moments; and 1970s California, where the author endeavors to find Janis Joplin. Combining chronicle with fiction and testimony, the author employs a perceptive and personal gaze that reveals an extraordinary capacity to explore and reveal the many facets and recesses of the human psyche.
Portaculturas, Argentina, 2023
¿Cómo cartografiar la distancia, el vacío, la lejanía? ¿Cómo narrar nuestra errancia, esas extran... more ¿Cómo cartografiar la distancia, el vacío, la lejanía? ¿Cómo narrar nuestra errancia, esas extranjerías perpetuas y ese afán empecinado por encontrarnos en alguna parte?
Alex y Sara se conocen sobre un avión. Podríamos decir: se conocen en el aire. No comparten la misma lengua, ni la misma cultura, ni el mismo territorio. Pero se cruzan, en ese avión, y así se inicia este vínculo: desde sus respectivos mundos, con esos mensajes en otra lengua, al otro lado de una pantalla titilante, desde el otro extremo del mapa. La historia de Alex y Sara discurre entre paréntesis: en esos paréntesis que ambos imponen a sus vidas para encontrarse en sucesivos viajes: en el norte, en el sur, en el centro.
En Geografía de la lengua, desde una prosa material, precisa y profundamente elocuente, Andrea Jeftanovic nos pasea por todas las estaciones de la extranjería: allí donde no me identifico, donde no hago pie, donde no me encuentro. La lengua como órgano erótico y como molusco ineficaz: incapaz de traducirme y, sin embargo, empecinada en hilvanar una tercera lengua, una lengua en común: ese punto de encuentro donde un abrazo es posible.
La composición de esta novela resulta magistral por la habilidad con que recorre cada sentido posible del arraigo y del desarraigo, de la identidad y de la herencia. La herencia de una lengua que nunca es una: son todas las bocas que nunca terminan de saciar su hambre.
Mariana Travacio
escritora chilena Andrea Jeftanovic. La relación a distancia entre Sara y Álex sirve a la autora ... more escritora chilena Andrea Jeftanovic. La relación a distancia entre Sara y Álex sirve a la autora para transformar la revisión de lo amoroso en un pretexto que hace confluir discursos emocionales, geopolíticos y biológicos a través de la lengua, órgano de la comunicación verbal y erótica.
Uqbar editores, 2007
Alex y Sara, pareja principal, van descubriendo los conflictos afectivos que los cercan, en el co... more Alex y Sara, pareja principal, van descubriendo los conflictos afectivos que los cercan, en el contexto de un mundo global, heterogéneo y en pugna, a través de sus particulares idiomas y culturas que les impiden comprenderse completamente. Tienen una serie de encuentros que implican viajes de Norte a Sur, y viceversa, en esos desplazamientos la identidad de ambos protagonistas se trastoca y desdibuja en medio de fantasías y expectativas, obstáculos e historias colectivas heredadas.
Geografía de la Lengua es una novela que toma como protagonista a la lengua, el órgano de la comunicación verbal y erótica. El manejo de la doble acepción del término “lengua” se torna clave en la estructuración del texto y la relación de sus personajes. La revisión de lo amoroso se transforma en un pretexto para hacer confluir discursos lingüísticos, emocionales, históricos, geopolíticos y biológicos, creando un palimpsesto de sentidos.
Se desarrolla una poética de la geografía estableciendo las coordenadas norte/sur y oriente/occidente como hitos imaginarios que recorren y simbolizan las distintas posturas y distancias de los amantes y de los agentes del mundo.
Citas novela
Alex después del Sur, antes del Norte. Alex a la izquierda, Alex a la derecha. ¿Cuánto más al Sur podemos llegar? ¿Cuánto más al Sur? Sin caernos del continente, sin despeñarnos por el precipicio.
Sí, a Alex lo tengo en la punta, de rehén en mi paladar. Prisionera su palabra en la cuenca de mi boca, su idioma invade mi garganta, tensa las cuerdas vocales. ¿Cómo se dice eso en una lengua extranjera?
Sara y yo nos hemos exiliado del mundo real. Hemos creado otra realidad entre líneas. Al encontrarnos nos aislamos del resto, de las noticias internacionales. Inventamos una globalización íntima. Todo lo que ocurre aquí, ocurre allá. Pero quién cede, quién viaja, quién está dispuesto a cambiar su ciudad. Quién entiende cómo funcionan las cosas al otro lado. Quién renuncia.
De tanto transitar de una lengua a otra creamos un idioma personal, una tercera lengua: ausencia de puntuación, proliferación de neologismos, términos mixturados, mayúsculas caprichosas. Una lengua fuera de la violencia mundial, un espacio secreto que eluda la vigilancia policiaca. Sabemos que en la lengua materna se dice la verdad. En una lengua extranjera se miente.
In this story, art imitates life as memories are revisited like scenes in a play, in which a trau... more In this story, art imitates life as memories are revisited like scenes in a play, in which a traumatised family are the main characters.
Cuarto Propio, 2019
La conversación profunda y distendida es uno de los patrimonios más valiosos de la convivencia hu... more La conversación profunda y distendida es uno de los patrimonios más valiosos de la convivencia humana. Yo tuve ese privilegio con la destacada dramaturga y autora chilena Isidora Aguirre. Una experiencia que quedó condensada en la primera edición del libro Conversaciones con Isidora Aguirre.
Al revisar el manuscrito original para esta nueva edición recordé mis visitas a su casa entre los años 2006 y 2009. Tocaba el timbre del edificio ubicado en la calle Rengo 29, en Ñuñoa, y a los pocos segundos ella me lanzaba las llaves por el balcón para no bajar desde el segundo piso. Yo tomaba en el aire la llave atada a un hilo, abría el portón y subía los peldaños de las macizas escaleras de piedra hasta llegar al umbral donde ella me esperaba sonriente. Con la perspectiva del tiempo, creo que en este gesto se enhebraba el hilo que iríamos trenzando entre ambas.
Isidora se convirtió, sesión a sesión, en mi tutora y en mi amiga. Tutora porque significó un enorme aprendizaje sobre el teatro chileno, la historia latinoamericana, la escritura y la vida. Sé que suena atrevido hablar de esta grande como una amiga, pero así lo sentí. La Nené fue amiga de mi familia, regaloneó con mis hijos y, al mismo tiempo, me hizo parte de su familia, de sus cumpleaños, de sus encantadores hijos, nietos y cuñados. También me permitió conocer a personas extraordinarias, como Fabiola Neira, archivista, bibliotecóloga y compañera de casa, la dramaturga Ana María Vallejos, el tenor mapuche José Quilapí, la investigadora española Carmen Márquez y tantos más. En su política de puertas abiertas, entraba y salía gente de su departamento pidiendo materiales prestados o compartiendo anécdotas. Yo observaba en silencio esta dinámica, completando mi mirada caleidoscópica sobre esta personaje y autora.
Este libro fue presentado el año 2009, cuando celebramos sus 90 años en el marco del “Encuentro Internacional Isidora Aguirre: memoria, historia y compromiso” celebrado en la Universidad de Santiago de Chile. Durante tres días hubo mesas redondas, conferencias y testimonios de personas que habían trabajado con ella. El salón estaba colmado de espectadores, estudiantes, investigadores, familiares, floristas y admiradores, con ella sentada en primera fila interviniendo y disfrutando su homenaje.
La primera edición de Conversaciones… fue publicada por Frontera Sur Ediciones, dirigida por Francisco Albornoz, con el apoyo de un Fondo del Libro, un tiraje acotado que muy pronto se agotó. Por eso agradezco que esta publicación tenga una segunda oportunidad, una segunda vida, en el marco del Centenario de Isidora Aguirre este 2019, período en el que se impulsan distintas iniciativas para difundir el legado de esta excepcional artista gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En esta oportunidad el libro se presenta en un sello de larga trayectoria y con especial énfasis en la escritura de mujeres, como lo es Cuarto Propio, bajo la dirección de Marisol Vera. Esta edición contiene algunos textos nuevos, una mínima actualización, una revisión general de detalles realizada junto a Paloma Bravo y, también, un nuevo diseño gracias al arte de Rosana Espino.
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En esta segunda versión me animo a compartir algunas reflexiones.
Primero, hay algo sustanciosamente distinto y es que Isidora ya no está. Cuando murió, el 27 de febrero de 2011, me entristecía la idea de que, con su fallecimiento, se cortara ese hilo vital que habíamos enhebrado y que quedó sellado en la primera versión del libro.
Por cierto, de acuerdo a su personalidad y vida, su funeral fue una despedida masiva. Sus casi 92 años de existencia se despidieron con lecturas, actuaciones, videos y música. Cuando el ataúd se cerró éramos muchos aplaudiendo de pie en el Teatro Nacional Antonio Varas. Luego, bajo el sol de una tarde de febrero, se desplegó una amplia procesión compuesta por su descendencia familiar, colegas, amigos de diversas generaciones, admiradores y camaradas, mientras se coreaban estribillos de las canciones de sus obras: “¿Quiere flores señorita, quiere flores el señor?”, “aunque mil veces te maten / tu huella queda encendida”, de la pieza Manuel Rodríguez o los vítores “Compañera Isidora, presente”. Cuando se transitó por Avenida La Paz, decenas de pergoleras lanzaron pétalos a su féretro y un caballero mayor, sentado en una silla, colgaba de su cuello un letrero que decía “Gracias, Isidora”. Por supuesto que hubo lágrimas, la sensación de corte, la intuición de un vacío que se aproximaba. Pero, por otra parte, en un punto una muerte así es, en un punto, una celebración de la vida plena de una artista excepcional e imprescindible.
Tras su partida, paradójicamente (o quizás por eso mismo), se activaron varios proyectos alrededor de su patrimonio material. Y todo ellos en alianza con queridos colegas.
El primero de ellos fue la creación del Fondo documental: Archivo Isidora Aguirre junto a un equipo conformado por los archiveros Fabiola Neira, Marcelo Gómez y Juan Carlos Vega, así como por las investigadoras Pía Gutiérrez Díaz y quien les habla. Los cinco integrantes tuvimos la oportunidad de conversar con Isidora Aguirre, de visitar su casa y de acceder a sus papeles. Así fue como quisimos alimentar el diálogo teatral y artístico que emanaba de su legado a través de un proyecto que buscaba organizar sus materiales. Hacia el año 2014, con apoyo de FONDART, nos pudimos concentrar más intensamente en esta tarea. Desde el conocimiento y experiencia en archivística y en el análisis textual, iniciamos un trabajo colectivo para ir registrando y comprendiendo el material que emergía desde cajas, cajones, repisas y archivadores.
El resultado fue la clasificación de más de tres mil documentos correspondientes a casi 40 mil páginas de diversa naturaleza: manuscritos, material de investigación, diarios de trabajo, afiches, diarios de vida, recortes de prensa, programas de mano, dibujos y fotografías, entre otros. Cada documento fue resguardado con papeles libres de ácido, carpetas y cajas de materiales adecuados. Parte de las reflexiones surgidas tras el estudio de los archivos se ha difundido y compartido en congresos, tesis doctorales, publicaciones, montajes y medios, y continuará con nuevas líneas de análisis. Esperamos que ese acervo siga inspirando a nuevas generaciones de artistas e investigadores.
Las etapas de este trabajo fueron registradas en fotos, bitácoras de trabajo y en un video dirigido por el cineasta Nicolás Superby, codirector, junto a Christian Aylwin, del documental Isidora, la película, además de ser sobrino de la autora. En la última etapa del proyecto se sumó Pablo Serrano, diseñador del libro Archivo Isidora Aguirre. Composición de una memoria, un caleidoscopio visual y textual de algunos de los materiales de la autora junto a los textos de trece investigadores y creadores.
Ediciones El Clan, 2016
Libro de gran formato que reune material visual del archivo físico de Isidora Aguirre (afiches, m... more Libro de gran formato que reune material visual del archivo físico de Isidora Aguirre (afiches, manuscritos) y ensayos de importantes investigadores, críticos y teatreros.
Equipo de archivo: Fabiola Neira, Marcelo Gómez, Juan Carlos Vega
Tajamar editores, Santiago, 2018
Una mujer recorre una Sarajevo devastada tras la casa de su origen familiar; una escritora invita... more Una mujer recorre una Sarajevo devastada tras la casa de su origen familiar; una escritora invitada como jurado del Premio Casa de las Américas viaja a Cuba y se entrega a la dimensión mitológica de este «país archivo»; una estudiante de doctorado en Berkeley se impregna del espíritu beatnik y oscila entre el chispazo de la intuición artística y la morosidad de la investigación académica; una joven escritora desde su habitación en Alcalá de Henares pide por internet la fruta que a diez mil kilómetros comerá su familia; una lectora de Clarice Lispector busca sus huellas en Río de Janeiro sirviéndose de sus libros como guía turística; una adulta revive las imágenes del golpe de Estado recorriendo el barrio de su infancia, el mismo de la casa del Presidente Allende; una judía legitima el dolor y las ansias de paz de las victimas anónimas del conflicto palestino-israelí.
Estas son algunas de las imágenes que aparecen en estas «crónicas ficcionales» en primera persona que tienen como denominador común un viaje, que bien puede ser un viaje al fondo de nuestra habitación. Y estos viajes en que se anotan los acontecimientos exteriores, generan un viaje hacia la propia interioridad y la multiplicidad de fragmentos que configuran una identidad. Y llegados a este punto, la pregunta sobre la génesis y el sentido de la literatura está a la vuelta de todas las esquinas por las que transitamos en estos textos.
Con una escritura sinuosa, Andrea Jeftanovic se hace cargo con propiedad del desorden de las imágenes que se produce en todo viaje interior y para ello va y viene de la literatura a la experiencia, de la reflexión al sentimiento. Con una muy lograda estrategia narrativa que la autora acertadamente denomina «modelos rizomáticos», aborda sus temas en forma desjerarquizada dejando que sea la propia vida —que, pareciera proponernos Jeftanovic, es experiencia, reflexión, escritura— la que establezca las jerarquías a lo largo del tiempo.
Universidad Diego Portales, 2017
Colección de ensayo de escritura, crítica teatral, narrativa con perspectiva infantil y entrevi... more Colección de ensayo de escritura, crítica teatral, narrativa con perspectiva infantil y entrevistas literarias.
Comba editores, Barcelona, 2016
Las zonas fronterizas que Andrea Jeftanovic explora en las nueve crónicas que componen Destinos e... more Las zonas fronterizas que Andrea Jeftanovic explora en las nueve crónicas que componen Destinos errantes son a un tiempo experiencias vitales y literarias, donde lo mismo toma cuerpo lo vivido que lo imaginado, temido o soñado. Nos propone viajar lejos para resolver lo más íntimo en espacios ajenos: el túnel que comunicaba la ciudad de Sarajevo bombardeada en la guerra de los Balcanes, la difusa frontera marítima entre Chile y Perú, una organización de familiares de víctimas del conflicto palestino-israelí, los recovecos brasileños de los personajes de Clarice Lispector…, espacios en los que se adentra con delirio, ironía y una mirada personalísima, su «poderosa capacidad para explorar los vericuetos de la psicología humana», en palabras de Care Santos, con tal de comprender los complejos procesos bélicos, políticos, culturales o lingüísticos de cada zona.
Se aventura en una habitación de Cienfuegos donde se alojó Fidel Castro en dos momentos muy distintos de Cuba, en la California de los sesenta salvo que en pleno siglo xxi, o en la residencia de San Ildefonso, Alcalá de Henares, en ocasión de la entrega del trigésimo tercer Premio Cervantes, con el fantasma del Quijote dando vueltas. Deambula también entre la habitación de Salvador Allende y el taller de reparaciones de bicicletas de Peter Tormen, un deportista detenido durante la dictadura chilena. Y de cada situación emergen resonancias que traen al lector de vuelta al universo poliédrico de su celebrado No aceptes caramelos de extraños.
«Sus relatos sin concesiones a ningún prejuicio exigen lo mejor de los lectores y al mismo tiempo son misteriosamente accesibles», destacó J.A. Masoliver Ródenas.
https://www.editorialcomba.com/…/…/ensayo/destinos-errantes/
Grupo Leya, Teorema, Lisboa, 2015
"Me han sorprendido especialmente tres escritoras: Andrea Jeftanovic (Chile, 1970) por su poderos... more "Me han sorprendido especialmente tres escritoras: Andrea Jeftanovic (Chile, 1970) por su poderoso lenguaje, con ecos dostoievskianos, y su capacidad de ahondar en las zonas turbias de la mente al abordar el incesto" (Ana Rodríguez Fischer, diario El País, 30 de diciembre del 2011).
La fuerza que sale del de Andrea Jeftanovic nace de la resistencia montonera de unos padres vista a la luz de un interior doméstico. (Jordi Gracias, diario El mundo, 30 de diciembre del 2011).
Por otro lado, los que se han salido del tiesto, los que han cogido la propuesta y la han convertido en literatura son unos cuantos. Andrea Jeftanovic es una, medalla de oro por ese relato tan conseguido... (Jorge García Torrego, Revista Koult, España, 2011)
La descarnada vida de un ser marcado desde la niñez por el abandono y el desamor en “La necesidad de ser hijo”, de la chilena Andrea Jeftanovic, se graban con facilidad en la memoria del lector merced a su eficaz escritura. (Ricardo Sanabre, suplemento El Cultural de El mundo, España, 2011).
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina, 2011)
“Es un conjunto de cuentos finamente hilvanados y de una calidad muy alta y pareja. (…). En algunos de los relatos más sobresalientes, Andrea Jeftanovic se destaca como una brillante narradora de la dimensión sensual y sexual de nuestra existencia con una atractiva mezcla tensa de precisión, radicalidad y un respeto que a veces se convierte en distanciada ternura”. (Pedro Gandolfo, El Mercurio, Chile, 2011).
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile, 2011)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile, 2011)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación, 2011)
Libro de cuentos. No aceptes caramelos de extraños es un volumen de cuentos sobre hermanos, hij... more Libro de cuentos. No aceptes caramelos de extraños es un volumen de cuentos sobre hermanos, hijos y padres y parejas que se ven alteradas por el exceso o la falta de niños. Las historias están marcadas por una crítica ácida y constante hacia las relaciones familiares y de pareja, no por un afán intencionalmente pesimista respecto al ser humano sino porque éste siempre ha tenido un escondido lado oscuro que complejiza los vínculos con otros. En este conjunto bien trabajado de once cuentos podemos descubrir el profundo miedo de unos padres ante la posibilidad de perder a su hijo (Marejadas), los celos excesivos y aterradores de un niño ante su hermanita recién nacida (Primogénito), la incorporación de la infidelidad y la tecnología a la rutina de una pareja mayor aburrida de sí misma (Medio cuerpo afuera navegando por las ventanas), la inesperada relación que establecen la perturbada amante y la amable esposa de un hombre casado (Mañana saldremos en los titulares), o cómo la inestable vida de un hijo de guerrilleros chilenos termina pareciéndose a la de sus padres más de lo que alguna vez imaginó (La necesidad de ser hijo).Es un conjunto de cuentos finamente hilvanados y de una calidad muy alta y pareja. (…). En algunos de los relatos más sobresalientes, Andrea Jeftanovic se destaca como una brillante narradora de la dimensión sensual y sexual de nuestra existencia con una atractiva mezcla tensa de precisión, radicalidad y un respeto que a veces se convierte en distanciada ternura”. (Pendro Gandolfo, El Mercurio, Chile).
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile)
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación)
Escenario de guerra, la primera novela de Andrea Jeftanovic, nos entrega una historia construida ... more Escenario de guerra, la primera novela de Andrea Jeftanovic, nos entrega una historia construida a partir de los recuerdos fragmentados que recoge la memoria, imágenes, impresiones, sensaciones que se visitan bajo el imperativo de una ansiosa búsqueda de lo simbólico. Para ello, recurre a un lenguaje preciso, articulado en función de la frase breve: "Las cosas que mamá dice que no repita, las escribo en mi cuaderno para que no se me olviden. Voy anexando palabras que suenan bien entre sí, dibujando su significado con cuidadosa caligrafía". Sus descripciones caen como gotas de agua, mínimas, e inevitablemente horadantes. Nos cuentan en primera persona sobre las impresiones de la protagonista, una niña que abandona la voz infantil para hablar desde cierta vejez ancestral. Ella afirma: los hijos son el público preferido de los padres; y es que le ha sido asignado el papel de espectadora involuntaria de esa vida que pasa delante de sus ojos, que es la suya y también la de los suyos, en una enrevesada trama, donde los límites no son claros. Y aunque la niña crece, no deja de ser hija, descendiente, ni de estar atrapada en la red donde ha sido colocada por un azar implacable.
Novela.Geografía de la lengua (Uqbar), de Andrea Jeftanovic, tiene el 11 de septiembre como eje d... more Novela.Geografía de la lengua (Uqbar), de Andrea Jeftanovic, tiene el 11 de septiembre como eje de sus viajes y encuentros, y es un mapa episódico, vivaz y emotivo del desvivir actual, una agenda novelada como aventura, fruición y extravío. Su diversificación de la estrategia formal confirma, además, su talento para hacer dela novela un mapa de la subjetividad actual. -Julio Ortega-
Geografía de la Lengua, la segunda novela de Jeftanovic, es la historia de un romance sin gramática ni familias ni amigos. Dos amantes solitarios, que no hablan el mismo idioma, acechados por la muerte – la historia comienza el 11 de septiembre del 2001-, un poco en el tono de los filmes de Kieslowski sumado al erotismo de Anais Nin. – Marcelo Soto, Revista Capital-
Libro de entrevistas y testimonios con la dramaturga chilena Isidora Aguirre.
Durante dos años y... more Libro de entrevistas y testimonios con la dramaturga chilena Isidora Aguirre.
Durante dos años y medio visité a Isidora Aguirre en su casa de calle Rengo, en la comuna de Ñuñoa. Llegaba a las cuatro de la tarde, otras veces a almorzar, para pasar juntas una tarde de conversaciones. Aunque viviésemos en la misma ciudad, ira estas sesiones era para mí un viaje; cruzar el umbral de su puerta era semejante a cruzar una frontera. Ya adentro, el tiempo transcurría pausado y elástico entre las claves del tejido microscópico de los inicios del teatro en Chile, de las mujeres artistas en los años cuarenta, por un París de posguerra con una bohemia inquieta, la Cubar revolucionaria con la floreciente Casa de las Américas, la campaña de Allende. Fue a un recorrido por los caminos de la creación, del compromiso político, del trabajo con el naciente teatro universitario, de la efervescencia cultural del Chile en los sesenta, delas tensiones en el medio, del éxito, de la experiencia del arte, el reconocimiento en el extranjero y los constantes viajes, la resistencia durante la dictadura y la cooperación en la vida clandestina, la dificultad de montar nuevas obras en los años noventa. Y, también, fue un honesto recorrido por esos trayectos pedestres y cotidianos de las dificultades económicas, de la conciliación entre el trabajo teatral y la crianza de los hijos, de las rupturas amorosas, de la pérdida de amigos.
Hablan los hijos. Estéticas y discursos en la literatura de perspectiva infantil en la literatura... more Hablan los hijos. Estéticas y discursos en la literatura de perspectiva infantil en la literatura contemporánea, en ese libro se analiza la infancia como una estrategia literaria que, mediante un artificio –la perspectiva infantil en manos de un autor adulto–, genera un instrumento que supera la mirada de ésta como tema para examinarla desde posiciones estético-ideológicas. ¿Por qué y en qué situaciones hablan los niños? ¿Cuál es el deseo que despliega el autor en esta narrativa? ¿Cuáles son las consecuencias de esta joven presencia en la operación ficcional? Estas interrogantes subyacen a este ejercicio ensayístico que intenta comprender las diversas funciones que cumple esta perspectiva en inquietantes textos narrativos y dramáticos de autores contemporáneos iberoamericanos: Laura Alcoba, Ana María Del Río, Francisca Bernadi y Ana Harcha, Lygia Fagundes Telles, Beatriz García Huidobro, Clarice Lispector, Compañía La Troppa, Juan Mayorga, Andrea Moro, António Lobo Antunes, José Sanchís Sinisterra y José Triana. En estos casos los sujetos “menores” sirven de metáfora del cuerpo como plataforma de poder y de abuso, de la inherente pulsión de dominación y aniquilación, de la necesidad de un chivo expiatorio en el que satisfacer la violencia, de la tendencia a la mercantilización de las existencias vulnerables.
Capitulos de libros by Andrea Jeftanovic
Este libro reúne los diarios que Julia Toro escribió desde 1983 hasta el estallido social de 2019... more Este libro reúne los diarios que Julia Toro escribió desde 1983 hasta el estallido social de 2019, y en ellos repasa los hitos de su vida y del ambiente artístico en los años ochenta, noventa y dos mil. Con una mirada sensible y aguda, da cuenta de sus aspiraciones y obsesiones, su visión de la fotografía, su vida como artista, sus frustraciones y su visión sobre la vejez, entre otros grandes temas. En estos textos, íntimos y dispersos, acompañados de una serie de fotografías, la autora retrata momentos iluminadores con un ojo preciso que se fija tanto en la cotidianidad como en momentos claves de su biografía.
"Pía Barros: la tejedora", 2022
En la escena literaria nacional, Pía Barros es un nombre que suena fuerte cuando se habla del cue... more En la escena literaria nacional, Pía Barros es un nombre que suena fuerte cuando se habla del cuento. Desde sus inicios como escritora, Barros se volcó a este género situando a las mujeres como protagonistas de sus historias quienes, de una u otra forma, se rebelan contra la cultura patriarcal que las ahoga. Son mujeres que se hacen cargo de su destino, que enuncian nombran sus dolores, que descubren y gozan su sensualidad, que rompen ataduras y se nombran.
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Libros by Andrea Jeftanovic
Alex y Sara se conocen sobre un avión. Podríamos decir: se conocen en el aire. No comparten la misma lengua, ni la misma cultura, ni el mismo territorio. Pero se cruzan, en ese avión, y así se inicia este vínculo: desde sus respectivos mundos, con esos mensajes en otra lengua, al otro lado de una pantalla titilante, desde el otro extremo del mapa. La historia de Alex y Sara discurre entre paréntesis: en esos paréntesis que ambos imponen a sus vidas para encontrarse en sucesivos viajes: en el norte, en el sur, en el centro.
En Geografía de la lengua, desde una prosa material, precisa y profundamente elocuente, Andrea Jeftanovic nos pasea por todas las estaciones de la extranjería: allí donde no me identifico, donde no hago pie, donde no me encuentro. La lengua como órgano erótico y como molusco ineficaz: incapaz de traducirme y, sin embargo, empecinada en hilvanar una tercera lengua, una lengua en común: ese punto de encuentro donde un abrazo es posible.
La composición de esta novela resulta magistral por la habilidad con que recorre cada sentido posible del arraigo y del desarraigo, de la identidad y de la herencia. La herencia de una lengua que nunca es una: son todas las bocas que nunca terminan de saciar su hambre.
Mariana Travacio
Geografía de la Lengua es una novela que toma como protagonista a la lengua, el órgano de la comunicación verbal y erótica. El manejo de la doble acepción del término “lengua” se torna clave en la estructuración del texto y la relación de sus personajes. La revisión de lo amoroso se transforma en un pretexto para hacer confluir discursos lingüísticos, emocionales, históricos, geopolíticos y biológicos, creando un palimpsesto de sentidos.
Se desarrolla una poética de la geografía estableciendo las coordenadas norte/sur y oriente/occidente como hitos imaginarios que recorren y simbolizan las distintas posturas y distancias de los amantes y de los agentes del mundo.
Citas novela
Alex después del Sur, antes del Norte. Alex a la izquierda, Alex a la derecha. ¿Cuánto más al Sur podemos llegar? ¿Cuánto más al Sur? Sin caernos del continente, sin despeñarnos por el precipicio.
Sí, a Alex lo tengo en la punta, de rehén en mi paladar. Prisionera su palabra en la cuenca de mi boca, su idioma invade mi garganta, tensa las cuerdas vocales. ¿Cómo se dice eso en una lengua extranjera?
Sara y yo nos hemos exiliado del mundo real. Hemos creado otra realidad entre líneas. Al encontrarnos nos aislamos del resto, de las noticias internacionales. Inventamos una globalización íntima. Todo lo que ocurre aquí, ocurre allá. Pero quién cede, quién viaja, quién está dispuesto a cambiar su ciudad. Quién entiende cómo funcionan las cosas al otro lado. Quién renuncia.
De tanto transitar de una lengua a otra creamos un idioma personal, una tercera lengua: ausencia de puntuación, proliferación de neologismos, términos mixturados, mayúsculas caprichosas. Una lengua fuera de la violencia mundial, un espacio secreto que eluda la vigilancia policiaca. Sabemos que en la lengua materna se dice la verdad. En una lengua extranjera se miente.
Al revisar el manuscrito original para esta nueva edición recordé mis visitas a su casa entre los años 2006 y 2009. Tocaba el timbre del edificio ubicado en la calle Rengo 29, en Ñuñoa, y a los pocos segundos ella me lanzaba las llaves por el balcón para no bajar desde el segundo piso. Yo tomaba en el aire la llave atada a un hilo, abría el portón y subía los peldaños de las macizas escaleras de piedra hasta llegar al umbral donde ella me esperaba sonriente. Con la perspectiva del tiempo, creo que en este gesto se enhebraba el hilo que iríamos trenzando entre ambas.
Isidora se convirtió, sesión a sesión, en mi tutora y en mi amiga. Tutora porque significó un enorme aprendizaje sobre el teatro chileno, la historia latinoamericana, la escritura y la vida. Sé que suena atrevido hablar de esta grande como una amiga, pero así lo sentí. La Nené fue amiga de mi familia, regaloneó con mis hijos y, al mismo tiempo, me hizo parte de su familia, de sus cumpleaños, de sus encantadores hijos, nietos y cuñados. También me permitió conocer a personas extraordinarias, como Fabiola Neira, archivista, bibliotecóloga y compañera de casa, la dramaturga Ana María Vallejos, el tenor mapuche José Quilapí, la investigadora española Carmen Márquez y tantos más. En su política de puertas abiertas, entraba y salía gente de su departamento pidiendo materiales prestados o compartiendo anécdotas. Yo observaba en silencio esta dinámica, completando mi mirada caleidoscópica sobre esta personaje y autora.
Este libro fue presentado el año 2009, cuando celebramos sus 90 años en el marco del “Encuentro Internacional Isidora Aguirre: memoria, historia y compromiso” celebrado en la Universidad de Santiago de Chile. Durante tres días hubo mesas redondas, conferencias y testimonios de personas que habían trabajado con ella. El salón estaba colmado de espectadores, estudiantes, investigadores, familiares, floristas y admiradores, con ella sentada en primera fila interviniendo y disfrutando su homenaje.
La primera edición de Conversaciones… fue publicada por Frontera Sur Ediciones, dirigida por Francisco Albornoz, con el apoyo de un Fondo del Libro, un tiraje acotado que muy pronto se agotó. Por eso agradezco que esta publicación tenga una segunda oportunidad, una segunda vida, en el marco del Centenario de Isidora Aguirre este 2019, período en el que se impulsan distintas iniciativas para difundir el legado de esta excepcional artista gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En esta oportunidad el libro se presenta en un sello de larga trayectoria y con especial énfasis en la escritura de mujeres, como lo es Cuarto Propio, bajo la dirección de Marisol Vera. Esta edición contiene algunos textos nuevos, una mínima actualización, una revisión general de detalles realizada junto a Paloma Bravo y, también, un nuevo diseño gracias al arte de Rosana Espino.
**
En esta segunda versión me animo a compartir algunas reflexiones.
Primero, hay algo sustanciosamente distinto y es que Isidora ya no está. Cuando murió, el 27 de febrero de 2011, me entristecía la idea de que, con su fallecimiento, se cortara ese hilo vital que habíamos enhebrado y que quedó sellado en la primera versión del libro.
Por cierto, de acuerdo a su personalidad y vida, su funeral fue una despedida masiva. Sus casi 92 años de existencia se despidieron con lecturas, actuaciones, videos y música. Cuando el ataúd se cerró éramos muchos aplaudiendo de pie en el Teatro Nacional Antonio Varas. Luego, bajo el sol de una tarde de febrero, se desplegó una amplia procesión compuesta por su descendencia familiar, colegas, amigos de diversas generaciones, admiradores y camaradas, mientras se coreaban estribillos de las canciones de sus obras: “¿Quiere flores señorita, quiere flores el señor?”, “aunque mil veces te maten / tu huella queda encendida”, de la pieza Manuel Rodríguez o los vítores “Compañera Isidora, presente”. Cuando se transitó por Avenida La Paz, decenas de pergoleras lanzaron pétalos a su féretro y un caballero mayor, sentado en una silla, colgaba de su cuello un letrero que decía “Gracias, Isidora”. Por supuesto que hubo lágrimas, la sensación de corte, la intuición de un vacío que se aproximaba. Pero, por otra parte, en un punto una muerte así es, en un punto, una celebración de la vida plena de una artista excepcional e imprescindible.
Tras su partida, paradójicamente (o quizás por eso mismo), se activaron varios proyectos alrededor de su patrimonio material. Y todo ellos en alianza con queridos colegas.
El primero de ellos fue la creación del Fondo documental: Archivo Isidora Aguirre junto a un equipo conformado por los archiveros Fabiola Neira, Marcelo Gómez y Juan Carlos Vega, así como por las investigadoras Pía Gutiérrez Díaz y quien les habla. Los cinco integrantes tuvimos la oportunidad de conversar con Isidora Aguirre, de visitar su casa y de acceder a sus papeles. Así fue como quisimos alimentar el diálogo teatral y artístico que emanaba de su legado a través de un proyecto que buscaba organizar sus materiales. Hacia el año 2014, con apoyo de FONDART, nos pudimos concentrar más intensamente en esta tarea. Desde el conocimiento y experiencia en archivística y en el análisis textual, iniciamos un trabajo colectivo para ir registrando y comprendiendo el material que emergía desde cajas, cajones, repisas y archivadores.
El resultado fue la clasificación de más de tres mil documentos correspondientes a casi 40 mil páginas de diversa naturaleza: manuscritos, material de investigación, diarios de trabajo, afiches, diarios de vida, recortes de prensa, programas de mano, dibujos y fotografías, entre otros. Cada documento fue resguardado con papeles libres de ácido, carpetas y cajas de materiales adecuados. Parte de las reflexiones surgidas tras el estudio de los archivos se ha difundido y compartido en congresos, tesis doctorales, publicaciones, montajes y medios, y continuará con nuevas líneas de análisis. Esperamos que ese acervo siga inspirando a nuevas generaciones de artistas e investigadores.
Las etapas de este trabajo fueron registradas en fotos, bitácoras de trabajo y en un video dirigido por el cineasta Nicolás Superby, codirector, junto a Christian Aylwin, del documental Isidora, la película, además de ser sobrino de la autora. En la última etapa del proyecto se sumó Pablo Serrano, diseñador del libro Archivo Isidora Aguirre. Composición de una memoria, un caleidoscopio visual y textual de algunos de los materiales de la autora junto a los textos de trece investigadores y creadores.
Equipo de archivo: Fabiola Neira, Marcelo Gómez, Juan Carlos Vega
Estas son algunas de las imágenes que aparecen en estas «crónicas ficcionales» en primera persona que tienen como denominador común un viaje, que bien puede ser un viaje al fondo de nuestra habitación. Y estos viajes en que se anotan los acontecimientos exteriores, generan un viaje hacia la propia interioridad y la multiplicidad de fragmentos que configuran una identidad. Y llegados a este punto, la pregunta sobre la génesis y el sentido de la literatura está a la vuelta de todas las esquinas por las que transitamos en estos textos.
Con una escritura sinuosa, Andrea Jeftanovic se hace cargo con propiedad del desorden de las imágenes que se produce en todo viaje interior y para ello va y viene de la literatura a la experiencia, de la reflexión al sentimiento. Con una muy lograda estrategia narrativa que la autora acertadamente denomina «modelos rizomáticos», aborda sus temas en forma desjerarquizada dejando que sea la propia vida —que, pareciera proponernos Jeftanovic, es experiencia, reflexión, escritura— la que establezca las jerarquías a lo largo del tiempo.
Se aventura en una habitación de Cienfuegos donde se alojó Fidel Castro en dos momentos muy distintos de Cuba, en la California de los sesenta salvo que en pleno siglo xxi, o en la residencia de San Ildefonso, Alcalá de Henares, en ocasión de la entrega del trigésimo tercer Premio Cervantes, con el fantasma del Quijote dando vueltas. Deambula también entre la habitación de Salvador Allende y el taller de reparaciones de bicicletas de Peter Tormen, un deportista detenido durante la dictadura chilena. Y de cada situación emergen resonancias que traen al lector de vuelta al universo poliédrico de su celebrado No aceptes caramelos de extraños.
«Sus relatos sin concesiones a ningún prejuicio exigen lo mejor de los lectores y al mismo tiempo son misteriosamente accesibles», destacó J.A. Masoliver Ródenas.
https://www.editorialcomba.com/…/…/ensayo/destinos-errantes/
La fuerza que sale del de Andrea Jeftanovic nace de la resistencia montonera de unos padres vista a la luz de un interior doméstico. (Jordi Gracias, diario El mundo, 30 de diciembre del 2011).
Por otro lado, los que se han salido del tiesto, los que han cogido la propuesta y la han convertido en literatura son unos cuantos. Andrea Jeftanovic es una, medalla de oro por ese relato tan conseguido... (Jorge García Torrego, Revista Koult, España, 2011)
La descarnada vida de un ser marcado desde la niñez por el abandono y el desamor en “La necesidad de ser hijo”, de la chilena Andrea Jeftanovic, se graban con facilidad en la memoria del lector merced a su eficaz escritura. (Ricardo Sanabre, suplemento El Cultural de El mundo, España, 2011).
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina, 2011)
“Es un conjunto de cuentos finamente hilvanados y de una calidad muy alta y pareja. (…). En algunos de los relatos más sobresalientes, Andrea Jeftanovic se destaca como una brillante narradora de la dimensión sensual y sexual de nuestra existencia con una atractiva mezcla tensa de precisión, radicalidad y un respeto que a veces se convierte en distanciada ternura”. (Pedro Gandolfo, El Mercurio, Chile, 2011).
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile, 2011)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile, 2011)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación, 2011)
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile)
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación)
Geografía de la Lengua, la segunda novela de Jeftanovic, es la historia de un romance sin gramática ni familias ni amigos. Dos amantes solitarios, que no hablan el mismo idioma, acechados por la muerte – la historia comienza el 11 de septiembre del 2001-, un poco en el tono de los filmes de Kieslowski sumado al erotismo de Anais Nin. – Marcelo Soto, Revista Capital-
Durante dos años y medio visité a Isidora Aguirre en su casa de calle Rengo, en la comuna de Ñuñoa. Llegaba a las cuatro de la tarde, otras veces a almorzar, para pasar juntas una tarde de conversaciones. Aunque viviésemos en la misma ciudad, ira estas sesiones era para mí un viaje; cruzar el umbral de su puerta era semejante a cruzar una frontera. Ya adentro, el tiempo transcurría pausado y elástico entre las claves del tejido microscópico de los inicios del teatro en Chile, de las mujeres artistas en los años cuarenta, por un París de posguerra con una bohemia inquieta, la Cubar revolucionaria con la floreciente Casa de las Américas, la campaña de Allende. Fue a un recorrido por los caminos de la creación, del compromiso político, del trabajo con el naciente teatro universitario, de la efervescencia cultural del Chile en los sesenta, delas tensiones en el medio, del éxito, de la experiencia del arte, el reconocimiento en el extranjero y los constantes viajes, la resistencia durante la dictadura y la cooperación en la vida clandestina, la dificultad de montar nuevas obras en los años noventa. Y, también, fue un honesto recorrido por esos trayectos pedestres y cotidianos de las dificultades económicas, de la conciliación entre el trabajo teatral y la crianza de los hijos, de las rupturas amorosas, de la pérdida de amigos.
Capitulos de libros by Andrea Jeftanovic
Alex y Sara se conocen sobre un avión. Podríamos decir: se conocen en el aire. No comparten la misma lengua, ni la misma cultura, ni el mismo territorio. Pero se cruzan, en ese avión, y así se inicia este vínculo: desde sus respectivos mundos, con esos mensajes en otra lengua, al otro lado de una pantalla titilante, desde el otro extremo del mapa. La historia de Alex y Sara discurre entre paréntesis: en esos paréntesis que ambos imponen a sus vidas para encontrarse en sucesivos viajes: en el norte, en el sur, en el centro.
En Geografía de la lengua, desde una prosa material, precisa y profundamente elocuente, Andrea Jeftanovic nos pasea por todas las estaciones de la extranjería: allí donde no me identifico, donde no hago pie, donde no me encuentro. La lengua como órgano erótico y como molusco ineficaz: incapaz de traducirme y, sin embargo, empecinada en hilvanar una tercera lengua, una lengua en común: ese punto de encuentro donde un abrazo es posible.
La composición de esta novela resulta magistral por la habilidad con que recorre cada sentido posible del arraigo y del desarraigo, de la identidad y de la herencia. La herencia de una lengua que nunca es una: son todas las bocas que nunca terminan de saciar su hambre.
Mariana Travacio
Geografía de la Lengua es una novela que toma como protagonista a la lengua, el órgano de la comunicación verbal y erótica. El manejo de la doble acepción del término “lengua” se torna clave en la estructuración del texto y la relación de sus personajes. La revisión de lo amoroso se transforma en un pretexto para hacer confluir discursos lingüísticos, emocionales, históricos, geopolíticos y biológicos, creando un palimpsesto de sentidos.
Se desarrolla una poética de la geografía estableciendo las coordenadas norte/sur y oriente/occidente como hitos imaginarios que recorren y simbolizan las distintas posturas y distancias de los amantes y de los agentes del mundo.
Citas novela
Alex después del Sur, antes del Norte. Alex a la izquierda, Alex a la derecha. ¿Cuánto más al Sur podemos llegar? ¿Cuánto más al Sur? Sin caernos del continente, sin despeñarnos por el precipicio.
Sí, a Alex lo tengo en la punta, de rehén en mi paladar. Prisionera su palabra en la cuenca de mi boca, su idioma invade mi garganta, tensa las cuerdas vocales. ¿Cómo se dice eso en una lengua extranjera?
Sara y yo nos hemos exiliado del mundo real. Hemos creado otra realidad entre líneas. Al encontrarnos nos aislamos del resto, de las noticias internacionales. Inventamos una globalización íntima. Todo lo que ocurre aquí, ocurre allá. Pero quién cede, quién viaja, quién está dispuesto a cambiar su ciudad. Quién entiende cómo funcionan las cosas al otro lado. Quién renuncia.
De tanto transitar de una lengua a otra creamos un idioma personal, una tercera lengua: ausencia de puntuación, proliferación de neologismos, términos mixturados, mayúsculas caprichosas. Una lengua fuera de la violencia mundial, un espacio secreto que eluda la vigilancia policiaca. Sabemos que en la lengua materna se dice la verdad. En una lengua extranjera se miente.
Al revisar el manuscrito original para esta nueva edición recordé mis visitas a su casa entre los años 2006 y 2009. Tocaba el timbre del edificio ubicado en la calle Rengo 29, en Ñuñoa, y a los pocos segundos ella me lanzaba las llaves por el balcón para no bajar desde el segundo piso. Yo tomaba en el aire la llave atada a un hilo, abría el portón y subía los peldaños de las macizas escaleras de piedra hasta llegar al umbral donde ella me esperaba sonriente. Con la perspectiva del tiempo, creo que en este gesto se enhebraba el hilo que iríamos trenzando entre ambas.
Isidora se convirtió, sesión a sesión, en mi tutora y en mi amiga. Tutora porque significó un enorme aprendizaje sobre el teatro chileno, la historia latinoamericana, la escritura y la vida. Sé que suena atrevido hablar de esta grande como una amiga, pero así lo sentí. La Nené fue amiga de mi familia, regaloneó con mis hijos y, al mismo tiempo, me hizo parte de su familia, de sus cumpleaños, de sus encantadores hijos, nietos y cuñados. También me permitió conocer a personas extraordinarias, como Fabiola Neira, archivista, bibliotecóloga y compañera de casa, la dramaturga Ana María Vallejos, el tenor mapuche José Quilapí, la investigadora española Carmen Márquez y tantos más. En su política de puertas abiertas, entraba y salía gente de su departamento pidiendo materiales prestados o compartiendo anécdotas. Yo observaba en silencio esta dinámica, completando mi mirada caleidoscópica sobre esta personaje y autora.
Este libro fue presentado el año 2009, cuando celebramos sus 90 años en el marco del “Encuentro Internacional Isidora Aguirre: memoria, historia y compromiso” celebrado en la Universidad de Santiago de Chile. Durante tres días hubo mesas redondas, conferencias y testimonios de personas que habían trabajado con ella. El salón estaba colmado de espectadores, estudiantes, investigadores, familiares, floristas y admiradores, con ella sentada en primera fila interviniendo y disfrutando su homenaje.
La primera edición de Conversaciones… fue publicada por Frontera Sur Ediciones, dirigida por Francisco Albornoz, con el apoyo de un Fondo del Libro, un tiraje acotado que muy pronto se agotó. Por eso agradezco que esta publicación tenga una segunda oportunidad, una segunda vida, en el marco del Centenario de Isidora Aguirre este 2019, período en el que se impulsan distintas iniciativas para difundir el legado de esta excepcional artista gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En esta oportunidad el libro se presenta en un sello de larga trayectoria y con especial énfasis en la escritura de mujeres, como lo es Cuarto Propio, bajo la dirección de Marisol Vera. Esta edición contiene algunos textos nuevos, una mínima actualización, una revisión general de detalles realizada junto a Paloma Bravo y, también, un nuevo diseño gracias al arte de Rosana Espino.
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En esta segunda versión me animo a compartir algunas reflexiones.
Primero, hay algo sustanciosamente distinto y es que Isidora ya no está. Cuando murió, el 27 de febrero de 2011, me entristecía la idea de que, con su fallecimiento, se cortara ese hilo vital que habíamos enhebrado y que quedó sellado en la primera versión del libro.
Por cierto, de acuerdo a su personalidad y vida, su funeral fue una despedida masiva. Sus casi 92 años de existencia se despidieron con lecturas, actuaciones, videos y música. Cuando el ataúd se cerró éramos muchos aplaudiendo de pie en el Teatro Nacional Antonio Varas. Luego, bajo el sol de una tarde de febrero, se desplegó una amplia procesión compuesta por su descendencia familiar, colegas, amigos de diversas generaciones, admiradores y camaradas, mientras se coreaban estribillos de las canciones de sus obras: “¿Quiere flores señorita, quiere flores el señor?”, “aunque mil veces te maten / tu huella queda encendida”, de la pieza Manuel Rodríguez o los vítores “Compañera Isidora, presente”. Cuando se transitó por Avenida La Paz, decenas de pergoleras lanzaron pétalos a su féretro y un caballero mayor, sentado en una silla, colgaba de su cuello un letrero que decía “Gracias, Isidora”. Por supuesto que hubo lágrimas, la sensación de corte, la intuición de un vacío que se aproximaba. Pero, por otra parte, en un punto una muerte así es, en un punto, una celebración de la vida plena de una artista excepcional e imprescindible.
Tras su partida, paradójicamente (o quizás por eso mismo), se activaron varios proyectos alrededor de su patrimonio material. Y todo ellos en alianza con queridos colegas.
El primero de ellos fue la creación del Fondo documental: Archivo Isidora Aguirre junto a un equipo conformado por los archiveros Fabiola Neira, Marcelo Gómez y Juan Carlos Vega, así como por las investigadoras Pía Gutiérrez Díaz y quien les habla. Los cinco integrantes tuvimos la oportunidad de conversar con Isidora Aguirre, de visitar su casa y de acceder a sus papeles. Así fue como quisimos alimentar el diálogo teatral y artístico que emanaba de su legado a través de un proyecto que buscaba organizar sus materiales. Hacia el año 2014, con apoyo de FONDART, nos pudimos concentrar más intensamente en esta tarea. Desde el conocimiento y experiencia en archivística y en el análisis textual, iniciamos un trabajo colectivo para ir registrando y comprendiendo el material que emergía desde cajas, cajones, repisas y archivadores.
El resultado fue la clasificación de más de tres mil documentos correspondientes a casi 40 mil páginas de diversa naturaleza: manuscritos, material de investigación, diarios de trabajo, afiches, diarios de vida, recortes de prensa, programas de mano, dibujos y fotografías, entre otros. Cada documento fue resguardado con papeles libres de ácido, carpetas y cajas de materiales adecuados. Parte de las reflexiones surgidas tras el estudio de los archivos se ha difundido y compartido en congresos, tesis doctorales, publicaciones, montajes y medios, y continuará con nuevas líneas de análisis. Esperamos que ese acervo siga inspirando a nuevas generaciones de artistas e investigadores.
Las etapas de este trabajo fueron registradas en fotos, bitácoras de trabajo y en un video dirigido por el cineasta Nicolás Superby, codirector, junto a Christian Aylwin, del documental Isidora, la película, además de ser sobrino de la autora. En la última etapa del proyecto se sumó Pablo Serrano, diseñador del libro Archivo Isidora Aguirre. Composición de una memoria, un caleidoscopio visual y textual de algunos de los materiales de la autora junto a los textos de trece investigadores y creadores.
Equipo de archivo: Fabiola Neira, Marcelo Gómez, Juan Carlos Vega
Estas son algunas de las imágenes que aparecen en estas «crónicas ficcionales» en primera persona que tienen como denominador común un viaje, que bien puede ser un viaje al fondo de nuestra habitación. Y estos viajes en que se anotan los acontecimientos exteriores, generan un viaje hacia la propia interioridad y la multiplicidad de fragmentos que configuran una identidad. Y llegados a este punto, la pregunta sobre la génesis y el sentido de la literatura está a la vuelta de todas las esquinas por las que transitamos en estos textos.
Con una escritura sinuosa, Andrea Jeftanovic se hace cargo con propiedad del desorden de las imágenes que se produce en todo viaje interior y para ello va y viene de la literatura a la experiencia, de la reflexión al sentimiento. Con una muy lograda estrategia narrativa que la autora acertadamente denomina «modelos rizomáticos», aborda sus temas en forma desjerarquizada dejando que sea la propia vida —que, pareciera proponernos Jeftanovic, es experiencia, reflexión, escritura— la que establezca las jerarquías a lo largo del tiempo.
Se aventura en una habitación de Cienfuegos donde se alojó Fidel Castro en dos momentos muy distintos de Cuba, en la California de los sesenta salvo que en pleno siglo xxi, o en la residencia de San Ildefonso, Alcalá de Henares, en ocasión de la entrega del trigésimo tercer Premio Cervantes, con el fantasma del Quijote dando vueltas. Deambula también entre la habitación de Salvador Allende y el taller de reparaciones de bicicletas de Peter Tormen, un deportista detenido durante la dictadura chilena. Y de cada situación emergen resonancias que traen al lector de vuelta al universo poliédrico de su celebrado No aceptes caramelos de extraños.
«Sus relatos sin concesiones a ningún prejuicio exigen lo mejor de los lectores y al mismo tiempo son misteriosamente accesibles», destacó J.A. Masoliver Ródenas.
https://www.editorialcomba.com/…/…/ensayo/destinos-errantes/
La fuerza que sale del de Andrea Jeftanovic nace de la resistencia montonera de unos padres vista a la luz de un interior doméstico. (Jordi Gracias, diario El mundo, 30 de diciembre del 2011).
Por otro lado, los que se han salido del tiesto, los que han cogido la propuesta y la han convertido en literatura son unos cuantos. Andrea Jeftanovic es una, medalla de oro por ese relato tan conseguido... (Jorge García Torrego, Revista Koult, España, 2011)
La descarnada vida de un ser marcado desde la niñez por el abandono y el desamor en “La necesidad de ser hijo”, de la chilena Andrea Jeftanovic, se graban con facilidad en la memoria del lector merced a su eficaz escritura. (Ricardo Sanabre, suplemento El Cultural de El mundo, España, 2011).
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina, 2011)
“Es un conjunto de cuentos finamente hilvanados y de una calidad muy alta y pareja. (…). En algunos de los relatos más sobresalientes, Andrea Jeftanovic se destaca como una brillante narradora de la dimensión sensual y sexual de nuestra existencia con una atractiva mezcla tensa de precisión, radicalidad y un respeto que a veces se convierte en distanciada ternura”. (Pedro Gandolfo, El Mercurio, Chile, 2011).
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile, 2011)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile, 2011)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación, 2011)
“Sin dilaciones, excesos ni discursos pastorales, Jeftanovic despliega una prosa veloz, dura, enrarecida y obscena. No aceptes caramelos de extraños es un punzante e intenso volumen de relatos, que viene a situarse como uno de los mejores publicados este año.” (Patricia Espinosa, Las últimas noticias, Chile)
“Con su eficaz dominio de la escritura, Andrea Jeftanovic, sabe apretar las teclas precisas para lograr el efecto que anda buscando: gatillar emociones, horadar los políticamente correcto y arrasar como un bulldozer los tabúes sociales”. (Oscar Sepúlveda, Revista Cosas, Chile)
“Como una escultora dedicada a cincelar cuentos transgresores, la escritora se zambulle en la espesura de lo inefable…los caramelos de la escritora chilena, tan impecables como perturbadores, se incrustan como esquirlas en las certezas previas de los lectores. (Silvina Freira, Página 12, Argentina)
“Advierto a los lectores que sufrirán un lento acuchillamiento, una dolorosa presencia, matices de distintos grados de aflicción, que no se queda inmune frente a una escritura de tal nivel de refinamiento, de tales logros. Dulces y terrible, esta es la esencia de estos cuentos. No digan que no se les avisó. No se quejen. Serán literalmente “tocados”. (Marco Antonio De la Parra, La Nación)
Geografía de la Lengua, la segunda novela de Jeftanovic, es la historia de un romance sin gramática ni familias ni amigos. Dos amantes solitarios, que no hablan el mismo idioma, acechados por la muerte – la historia comienza el 11 de septiembre del 2001-, un poco en el tono de los filmes de Kieslowski sumado al erotismo de Anais Nin. – Marcelo Soto, Revista Capital-
Durante dos años y medio visité a Isidora Aguirre en su casa de calle Rengo, en la comuna de Ñuñoa. Llegaba a las cuatro de la tarde, otras veces a almorzar, para pasar juntas una tarde de conversaciones. Aunque viviésemos en la misma ciudad, ira estas sesiones era para mí un viaje; cruzar el umbral de su puerta era semejante a cruzar una frontera. Ya adentro, el tiempo transcurría pausado y elástico entre las claves del tejido microscópico de los inicios del teatro en Chile, de las mujeres artistas en los años cuarenta, por un París de posguerra con una bohemia inquieta, la Cubar revolucionaria con la floreciente Casa de las Américas, la campaña de Allende. Fue a un recorrido por los caminos de la creación, del compromiso político, del trabajo con el naciente teatro universitario, de la efervescencia cultural del Chile en los sesenta, delas tensiones en el medio, del éxito, de la experiencia del arte, el reconocimiento en el extranjero y los constantes viajes, la resistencia durante la dictadura y la cooperación en la vida clandestina, la dificultad de montar nuevas obras en los años noventa. Y, también, fue un honesto recorrido por esos trayectos pedestres y cotidianos de las dificultades económicas, de la conciliación entre el trabajo teatral y la crianza de los hijos, de las rupturas amorosas, de la pérdida de amigos.
En el año 2003 se repetía en las pantallas de televisión una imagen curiosa: una mujer llevando a un hombre atado de su cuello con un collar de perros. La imagen que se presentaba en los noticieros era de la cárcel de Abu Ghraib en Afganistán. Miré la imagen, era la segunda vez en la vida que veía a una mujer llevando a un hombre atado del cuello. La primera vez fue en vivo y en directo, en la ciudad de San Francisco, California en el año 2000.
Llegué a Diamela Eltit y a su taller por un libro. Mi compañera de trabajo Paulina Matta, con quien subterráneamente cultivábamos un interés literario en medio de una consultora de comunicaciones, me prestó Vaca Sagrada. La lectura de la novela me erizó la piel: cómo alguien podía manejar así el lenguaje y producir esas escenas. Comencé a caminar por la calles con la imagen de la bandada de pájaros sobre mi cabeza, mientras me decía a mí misma: “Debo, tengo que conocer a esa ‘vaca sagrada’”. Por tres años me dirigí a la calle Lincoyán a sentarme en una silla, y desde ahí, como hoy en relato-testimonio, enhebrar pensamientos en torno al trabajo literario, la práctica escritural y su inserción en el circuito cultural.
Ana Harcha es una de las precursoras de una nueva oleada de dramaturgos del siglo XXI. A fines de los noventa emergen voces de dramaturgas jóvenes que son parte de la nueva orientación del teatro chileno y que lo revitalizan, principalmente gracias a las compañías independientes. Hay varios nombres entre los que destacan: Manuela Infante, Francisca Bernardi, Manuela Oyarzún, Lucía de la Maza, Andrea Moro, Daniela Lillo, María José Galleguillos, Flavia Radrigán. Las más jóvenes del grupo han formado parte de la agrupación ADN (Asociación de dramaturgos
nacionales) y algunas han publicado sus textos en la editorial Cierto Pez, dirigida por Marco Antonio Coloma, o en Cuarto Propio. Mención aparte merece la dramaturgista Soledad Lagos quien, siguiendo la definición de Brecht, se dedica más que a la escritura personal, a ensamblar diversos materiales, entre ellos obras de autores consagrados, informes, datos, testimonios, que entregan un contenido y una perspectiva a la compañía y al director. La mayoría de estas autoras ha continuado su formación en el exterior, en pasantías o en posgrados en España, Alemania, Francia.
Manuela Infante es otra de las dramaturgas que se suma a la oleada de nuevos autores que surgen a principios del siglo XXI en chile, y más específicamente al movimiento de autoras y directoras que lideran trabajos teatrales junto a compañías independientes integradas en su mayoría por compañeros de escuela. Grupos muy jóvenes, dinámicos, que conducen el proceso integral de la puesta en escena procurando un lenguaje y una estética propia.
memory of trauma in the body and language. Based on the headlines of notorious crimes, this play depicts the story of
violated bodies during the military dictatorship in Chile and in the process unveils different dimensions of memory. In
Historia de la sangre, testimonies are recognized as part of the construction of a collective memory in which individual and
collective biographies overlap. In addition, this dramatic work disassembles the nation's narrative about gender
classifications and family roles.
Abstract This article will analyze the text of the Chilean writer Eugenia Prado Advertencias de uso para una máquina de coser (2017). This analysis will focus on three perspectives: the factory workshop of women workers as a space for female precariousness, the body as support for pain due to labor violence and, at the same time, as a form trough writing to reverse that same power; finally, the community notebook of the protagonist as a plural voice that denounces and writes. These aspects will be analyzed from the concepts of spatiality, vi-suality and community meaning under the proposals of Henri Lefebvre, W. Mitchell and Jacques Luc-Nancy.
Leer una novela de Diamela Eltit es siempre una fiesta, cada libro fascina por lo sagaz de su discurso, por la intensidad lírica de su lenguaje barroco que integra hablas populares, y también, por la potencia de las imágenes cotidianas resignificadas con sentido político.
Fuerzas especiales, nombre cargado de eufemismo ,es un libro sobre la obscenidad de la policía, de la guerra, de la pobreza, del mercado, del neoliberalismo, del internet como un inquietante mercado.
cuestionamiento de las categorías de género y de una sexualidad contradictoria, y de un tratamiento lúdico y trasgresor del cuerpo.
Palabras clave:
Cuerpo – Teatro La Provincia – derechos humanos – SIN TÍTULO-técnica mixta – Yuyachkani.
Resulta complejo hablar de Chile y su riqueza cultural en pocas páginas. Somos una geografía con una enorme diversidad de artistas y creadores, pero que impone el desafío de romper la desigualdad en el acceso, marcada por un territorio donde los bienes culturales se concentran especialmente en la Región Metropolitana y en las grandes capitales regionales.
Hay un cuento inquietante y genial del brasileño João Guimarães Rosa, titulado "El tercer margen del río (o la tercera orilla del río). Es la historia un padre que, sin razón aparente, deja a su familia y comienza a habitar una canoa en la imprecisa ribera del río cerca de casa.
Erótica 2, con la curatoría del fotógrafo Rodrigo Gómez Rovira (director del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso, FIFV), en la Factoría de Arte Santa Rosa, hasta el 27 de mayo- con cincuentena de fotografías en blanco y negro que muestran la relación de la artista con el cuerpo y lo erótico. Además, esta vez se incluyen cinco pinturas inéditas en técnica acrílica, inspiradas en sus fotografías, un video que registra su proceso creativo y un texto sobre su método de trabajo que forma parte de sus cuadernos.
La trayectoria de los aviones en el aire, de la autora y doctora en letras, Constanza Ternicier.
2012
Me gusta cuando llego a las personas a través de sus libros, en esa hermosa práctica de ser mensajeros o chasquis de otros autores, de establecer una red de contrabando con libros en maletas hasta armar esa cadena de sintonías y complicidades. Un libro de Ana Arzoumanian, Cuando todo acabe todo acabará, me llegó de manos de la escritora Carina Maguregui. Inmediatamente me capturó su ritmo, la pulsión de un lenguaje vasto en sensualidad y reflexión política; una combinación compleja que oscila entre el deseo y la catástrofe. Por mucho tiempo, Ana fue para mí...
Andrea Jeftanovic (Santiago, 1970). Es narradora, ensayista, crítica teatral y docente. Ha publicado las novelas "Escenario de guerra" y "Geografía de la lengua" y los volúmenes de relatos "No aceptes caramelos de extraños" y "Destinos errantes". En el campo de la no ficción, es autora de "Conversaciones con Isidora Aguirre", "Hablan los hijos" y "Escribir desde el trapecio".
Ha recibido varios reconocimientos, entre los que destaca Premio Círculo de Críticos de Arte de Chile. Parte de su obra figura en antologías extranjeras y nacionales, y ha sido traducido a otros idiomas como el inglés, portugués y danés.
Es colaboradora habitual, con una columna de teatro, del diario "El Mercurio" (Chile). Ha realizado pasantías y conferencias en Alemania, Estados Unidos, España, Portugal, México, Perú, entre otros. Doctorada en Letras en la Universidad de Berkeley, California, combina la escritura con su labor académica en la Universidad de Santiago de Chile. [1]
[1]. Fuente: https://www.escritores.org/biografias/26022-jeftanovic-andrea
https://youtu.be/w5VIaZUViIU
I don’t know when children’s asses first began to interest me. Ever since the priests, thesenators, and businessmen started flaunting their elusive gaes on the television screen. I’dthought about the curves of their asses ever since children’s diaries had become valid evidence incourts of law.