Del latín musculus ("músculo"), y este diminutivo de mus, "ratón", influido semánticamente por analogía con el griego antiguo μῦς (mũs), en última instancia del protoindoeuropeo *muh₂s. Compárese músculo. Desplazó al castellano antiguo cuja, del latín coxa, la derivación estándar en las lenguas romances