Qué es la inteligencia artificial

¿Qué es la inteligencia artificial? Seguramente hayas oído diferentes definiciones. Te propongo entenderla como el campo de las ciencias de la computación que estudia el desarrollo de un comportamiento aparentemente inteligente. ¿Y por qué aparentemente? Porque lo que se pretende con la inteligencia artificial es precisamente dotar a las máquinas de la habilidad de reproducir un comportamiento humano. Capacidades como percibir el entorno que nos rodea simulando la capacidad de escuchar o de ver, tomar decisiones, interactuar con otros sistemas o personas que los utilizan son algunos ejemplos. Es muy probable que ya hayas interactuado con un asistente virtual, capaz de conversar gracias a la inteligencia artificial, o que en el proceso de compra online un sistema haya decidido qué artículos recomendarte. Pero no todas las inteligencias artificiales son igual de inteligentes. ¿Es inteligente un sistema capaz de predecir cuántas unidades necesitaré en mi almacén para poder dar servicio y cubrir todas mis ventas? ¿O podríamos decir que es inteligente un coche que conduce solo y además es capaz de descubrir por el mismo dónde queremos ir? No te alarmes, este coche adivino todavía no existe y es raro que llegue a existir. Es solo un ejemplo de lo que podría ser considerada inteligencia artificial fuerte o inteligencia general artificial. Dentro de la inteligencia artificial se distinguen dos tipos: la débil y la fuerte. La débil es aquella que resuelve una tarea concreta o que simula un comportamiento humano específico. Por ejemplo, la predicción de unidades de stock necesarias en un almacén o decidir cuál es el siguiente movimiento en una partida de ajedrez. La fuerte sería la combinación de muchas capacidades humanas y es aquella que, a día de hoy, sigue rozando la ciencia ficción. Un sistema que ve, que decide, que elige la ruta más óptima, que es capaz de entender por sí mismo dónde deseas ir, esquivar obstáculos y minimizar riesgos, todo a la vez. Es la forma de definir una hipotética o futura inteligencia artificial que iguala o excede la inteligencia humana promedio. Por ahora, podemos decir que es más una aspiración que una realidad. Dentro de la inteligencia artificial, existen otras disciplinas que probablemente hayas escuchado: machine learning y deep learning. Se trata de dos subcampos de la inteligencia artificial que permiten que los sistemas aprendan por ellos mismos a partir de ejemplos sin necesidad de que una persona los programe. ¿Cómo es posible? Imagina un niño que está descubriendo los animales. El primer día no sabe cómo es un perro. Sin embargo, tiene varios cuentos en los que aparecen perros, ha visto como su vecina sale a pasear a su perro, ve películas y series donde los personajes son perros y escucha cada vez que a ese animal se le dice perro. A partir de todos esos ejemplos, llegará el día en que sepa reconocer sus características principales, orejas, cuatro patas, pelo, y de esta manera será capaz de identificar otros perros. Algo así sucede con los datos y es como los sistemas aprenden a resolver problemas específicos, como la clasificación de imágenes, gracias a la inteligencia artificial.