Los últimos datos sobre el desempeño de la actividad económica en México remarcan una tendencia de desaceleración y contrastan con los de Estados Unidos, que resultan mejores que las expectativas y parecen confirmar que se logró atajar a la inflación, con una política monetaria bastante restrictiva por un buen tiempo, sin el costo colateral de una recesión. Dos escenarios diversos ante el próximo año. En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo. En octubre de 2024, con cifras desestacionalizadas, cayó 0.7% y 0.3% real anual. Es el peor resultado en nueve meses (desde el -0.85% en enero). Como destaca la cobertura de Reforma, por encima de lo anticipado por el Inegi en su Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que calculaba una baja de 0.55%, y del pronóstico “de consenso” de analistas, que en el sondeo de Bloomberg apuntaba a -0.50 por ciento. Por componentes, en México, en el décimo mes del año, a tasa mensual, las actividades primarias (agropecuarias) descendieron 2.6% y las secundarias (industria), 1.2 por ciento, mientras que las terciarias (comercio y servicios) no registraron variación. En términos anuales, las primarias registraron una reducción de 4.7 % y las secundarias, de 3.3%, mientras que las terciarias aumentaron 1.6 por ciento. En Estados Unidos, la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio informó que el PIB real aumentó a una tasa anual del 3.1% en el tercer trimestre de 2024, según su tercera estimación. En el segundo trimestre, el resultado fue un incremento de 3 por ciento. Como referencia, en México, en el tercer trimestre, el avance fue de 1.6%, viniendo de uno de 1.1% en el segundo. Esta estimación del PIB de Estados Unidos para el tercer trimestre se basa en datos fuente más completos que los disponibles para la segunda, publicada el mes pasado, que calculó un crecimiento de 2.8 por ciento. La actualización reflejó principalmente revisiones al alza de las exportaciones y del gasto de los consumidores, lo cual fue parcialmente compensado por un ajuste a la baja de la inversión privada en inventarios. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, fueron revisadas al alza. ¡Muy feliz Navidad y próspero 2025! Año de retos, pero también de oportunidades. Como siempre, con la opción de renovación. https://hubs.li/Q030yM1j0
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Algunos datos relevantes de la economía mexicana y la estadounidense de última hora, antes de las fiestas de Navidad y fin de año, en concreto, de inflación. En México, en la primera quincena de diciembre de 2024, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.42% respecto a la quincena anterior, con lo cual la inflación general anual se ubicó en 4.44%, ligeramente arriba de la estimación mediana de 4.4% del sondeo a analistas de Bloomberg, pero abajo de la lectura al cierre de noviembre, de 4.55 por ciento. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el índice de precios subyacente, que omite bienes u servicios con precios volátiles o no regidos directamente por el mercado, avanzó 0.50% a tasa quincenal y 3.62% anual, apenas por encima de lo esperado, sobre 3.59% y también arriba del cierre del mes pasado, 3.58 por ciento. La presión principal vino por el lado de los servicios. En Estados Unidos, el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE Price Index), que es el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, aumentó 0.1% en noviembre respecto al mes anterior, informó la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Los precios de los bienes aumentaron menos de 0.1% y los de los servicios subieron 0.2 por ciento. Los de los alimentos se elevaron un 0.2% y los de la energía, el mismo tanto. Excluyendo alimentos y energía, es decir, la inflación subyacente, aumentó 0.1 por ciento mensual. Con estos números, respecto al mismo mes de hace un año, el índice general aumentó 2.4%, abajo del 2.5% estimado por sondeo de Dow Jones, mientras que el índice excluyendo alimentos y energía subió 2.8%, 0.1% abajo de lo previsto. Como destaca la cobertura de CNBC, el informe del PCE se da en un contexto de cierto repunte de la incertidumbre: dos días después de que la Fed recortara su tasa de interés de referencia en otro cuarto de punto porcentual, dejándola en un rango objetivo de 4.25-4.5 por ciento, el más bajo en dos años; sin embargo, reduce la trayectoria prevista de política monetaria para 2025, apuntando ahora a sólo dos reducciones frente a las cuatro proyectadas en septiembre. ¡Muy feliz Navidad y próspero 2025! Año de retos, pero también de oportunidades. Como siempre, con la opción de renovación. https://hubs.li/Q030ynls0
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En el análisis de su encuesta de expectativas económicas a diciembre, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF Oficial) destaca un cierre de año con varios indicadores inclinadas a la debilitación. Una menor dinamismo que, señala, se explica, en parte, por el esfuerzo de las autoridades hacendarias de corregir el importante déficit fiscal, con una reducción de 44% en la inversión física tan solo en octubre, a lo que se suma el ajuste a las transferencias y subsidios que impacta al consumo. Resalta que la aprobación de las reformas constitucionales, como la del Poder Judicial, ha incidido negativamente en la inversión extranjera directa (IED) nueva, que en los primeros nueve meses del año apenas sumó $2,060 millones de dólares. Es la cifra más baja desde 2006, exceptuando 2014. Luego vendría la elección de Donald Trump y sus amenazas de aranceles, junto con el fantasma de una renegociación del TMEC. “Estos factores explican la caída sustancial en las expectativas de empleo registrado en el IMSS a 350 mil puestos nuevos, cuando a principios de año la expectativa era 550,000”, anota el reporte, que también subraya el incremento en el tipo de cambio peso-dólar. El rubro con mayor brecha entre la encuesta y las proyecciones oficiales es el déficit en el balance público tradicional, que los economistas consultados sitúan en 3.9% del PIB al cierre de 2025, mientras que el presupuesto federal contempla un 3.2 por ciento. Más aún, el IMEF considera que el déficit según los Requerimientos Financieros de Sector Público (RFSP) podría cerrar el próximo año en alrededor de 4.5% del PIB, lo cual obligará al Gobierno Federal a efectuar ajustes adicionales para evitar bajas de calificación. Señala que esta brecha tiene particular importancia porque la calificadora que confirmó la calificación soberana la semana pasada, S&P, menciona en su reporte que espera que el déficit público, según los RFSP, promedie 3% de 2025 a 2027. Asimismo, que un factor que pudiera amenazar el rating sería el de las ayudas financieras extraordinarias a Pemex y CFE. Los reportes trimestrales de dichas entidades muestran que probablemente necesitarán apoyos adicionales. “2025 será un año de retos importantes y, en caso de no lograr administrarlos correctamente, podría convertirse en un año turbulento para las finanzas, la economía y los negocios”, concluye el IMEF, que, entre los principales retos, anota los siguientes: lograr mantener el déficit en 3.9%; reestructurar Pemex para que deje de ser una presión para las finanzas públicas; la revisión del TMEC y más tensiones con Estados Unidos; mitigar los efectos que ocasiona en los inversionistas la reforma al Poder Judicial y la eliminación de órganos autónomos, algo necesario para que México vuelva a ser un país atractivo para la IED nueva. https://hubs.li/Q030hgzG0
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Sin sorpresa, y más tras el recorte de un día antes en Estados Unidos. La Junta de Gobierno del Banco de México disminuyó en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, que cierra el año en 10 por ciento. Con votación unánime de sus cinco integrantes. Lo que ya no es claro es que podrá profundizar la flexibilización monetaria como se esperaba hasta hace poco. Igual que en el caso de la Reserva Federal, se atravesó en los planes un factor que no puede ser desdeñado, fuente de un resurgimiento de la incertidumbre: los planes de Donald Trump para su segunda Presidencia: escalada arancelaria, deportaciones masivas de indocumentados, recortes tributarios… Todo lo cual puede reavivar la inflación y acotar el margen para la reducción de tasas. Para México, limitando, aún más, el margen para acortar el amplio diferencial respecto al país vecino: tasa de 10% con inflación de 4.55% contra 4.3 y 2.4 por ciento, respectivamente. Por lo pronto, este es el quinto recorte desde que el Banco de México inició su ciclo de relajamiento, en marzo, sumando 125 puntos base menos a la tasa de referencia, situada en el menor nivel en dos años, pero todavía alta para la carga financiera del Gobierno Federal y una economía en desaceleración. Sin embargo, el tipo de cambio está bajo presión, con la amenaza de aranceles de 25% a todas las exportaciones y la expectativa de fortalecimiento del dólar, a lo que hay que añadir los apuros presupuestales por el déficit fiscal. En la argumentación de la decisión se destaca la estimación de una tendencia a la baja en la inflación general y la subyacente, que es la que omite bienes y servicios con precios de mayor volatilidad o que no son determinados por condiciones del mercado. El banco central revisó a la baja su pronóstico para la inflación general, al cierre del último trimestre del presente año, de 4.7 a 4.6 por ciento, mientras que para la subyacente lo bajó de 3.7 a 3.6 por ciento. Respecto a 2025, la expectativa pasó de 3.9 a 3.8 por ciento para el corte del primer trimestre, con la subyacente situándose para entonces en 3.5 por ciento, sin cambio. En el comunicado, aunque con el eufemístico común en los comunicados de bancos centrales, se presenta el perfil de una economía en desaceleración y enfrentando riesgos de peso: “Después de la depreciación de la moneda nacional ante la posibilidad de que se implementen medidas que debiliten la integración con nuestro principal socio comercial, esta se apreció. Luego de la marcada debilidad que exhibió la economía en los tres trimestres anteriores, en el tercer trimestre de 2024 presentó una mayor tasa de expansión. Se prevé que muestre atonía al cierre del año y el siguiente”. Atonía: Falta de energía, vigor o fuerza. https://hubs.li/Q030mNlq0
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La Encuesta Mensual de Expectativas IMEF de diciembre, con la que el Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF Oficial) consulta a sus integrantes sobre las principales variables macroeconómicas de México, no presenta cambios significativos respecto a la edición de noviembre. Incluyendo en la tendencia al alza en los pronósticos del tipo de cambio y el pesimismo respecto al crecimiento del PIB, indicadores que concentran la atención luego de meses en que lo hizo la inflación. La estimación del crecimiento real del PIB en 2024 se incrementa marginalmente a 1.5%, mientras que para 2025 se mantiene en 1%, un punto y medio porcentual abajo del número que utilizó la Secretaría de Hacienda para el presupuesto federal que acaba de ser aprobado en el Congreso. En cuanto al tipo de cambio, la encuesta apunta a que cierre este año en 20.35 pesos por dólar, desde 20 en la edición previa; y para el de 2025, lo ven sobre 20.90, viniendo de 20.50. Es igualmente grande la brecha con los estimados o elecciones presupuestales gubernamentales: 19.7 y 18.5, respectivamente. Con respecto a la edición de noviembre, el pronóstico de la tasa de inflación general de 2024 se reduce una décima para ubicarse en 4.4 por ciento. Para 2025, proyectan un cierre en 4%, sin cambio. Otros indicadores para el presente año: balance público tradicional como proporción del PIB cerrando con déficit de 5.28%, ligeramente menor al estimado en noviembre, en -5.3%; tasa de política monetaria, por tercer mes consecutivo en 10%; suma de nuevos empleos formales en el año, 365 mil, después de proyectar 394 mil; la expectativa de cuenta corriente como proporción del PIB se reduce a -0.95%, tras estar siete meses consecutivos en 1 por ciento. 2025: balance público tradicional cerrando en un déficit de 3.9%; tasa de referencia monetaria, nuevamente, en 8.50%; expectativa de creación de empleo formal, sin cambio, 350 mil. Tiempos de incertidumbre financiera: momento de apuntalar el flujo de efectivo. Hablemos de cómo tu empresa puede acelerarlo y maximizar su resiliencia y capital de trabajo: https://hubs.li/Q030gWtz0 https://hubs.li/Q030gV0_0
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Como destaca la cobertura de CNBC, había “poca intriga” en los mercados en torno a la decisión de cierre de año de la Reserva Federal de Estados Unidos para la tasa de interés de referencia: sin sorpresa, la recortó en un cuarto de punto porcentual. La tercera reducción consecutiva, para dejarla en un rango objetivo de 4.25-4.5 por ciento, al nivel en que estaba en diciembre de 2022. Un punto completo menos que en septiembre pasado, cuando comenzó el ciclo de flexibilización. Efectivamente, la principal duda estaba en las “intenciones futuras”, es decir, sobre los próximos movimientos, cuando la inflación se mantiene “tercamente” por encima del objetivo y el crecimiento económico sigue sólido, condiciones que normalmente no coinciden con procesos de relajamiento de política monetaria. En ese sentido, el banco central está indicando que probablemente solo habrá dos recortes en 2025, hacia fines de año, de acuerdo con la matriz de puntos de las expectativas de los miembros del sistema Fed en lo individual. Suponiendo movimientos de un cuarto de punto, la mitad la proyección se reduce a la mitad respecto a la actualización previa del ejercicio, en septiembre. Serían, entonces, dos reducciones en 2026 y otra en 2027. A más largo plazo, se apunta a una tasa neutral en 3%, 0.1 puntos porcentuales más que la actualización anterior. En el comunicado oficial, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) señaló que se ha avanzado en llevar la inflación al objetivo de 2%, pero ésta sigue siendo algo elevada, con la última lectura del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE Index) sobre 2.3% (mañana, viernes 20 de diciembre, la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio presenta el último reporte del año). Entre tanto, como ya se mencionó, no hay visos de una desaceleración económica importante. "Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido”, anota el FOMC. “Desde principios de año, las condiciones del mercado laboral en general han mejorado y la tasa de desempleo ha aumentado, pero sigue siendo baja”. En el contexto, gravita la incertidumbre por los cambios políticos anunciados por la nueva administración de Donald Trump, que arranca el 20 de enero: disparo de aranceles, deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados y recortes de impuestos que pueden tener efectos en la inflación. "Las perspectivas económicas son inciertas y el Comité [FOMC] está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato", manifestó en su comunicado de política monetaria”. https://hubs.li/Q030hj3X0
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Por cierre de año, Banco de México realiza y publica en este mes otra encuesta de expectativas a especialistas en la economía mexicana del sector privado. Sin novedades que resalten de la recabada en noviembre, salvo el continuo deterioro de la proyección del desempeño del PIB en 2025. Nuevamente, con descenso en la mediana, pasando de 1.20 a 1.12 por ciento. En cambio, para el presente año mejora ligeramente, de 1.53 a 1.60 por ciento. Para el 2026, apuntan a un crecimiento de 1.80 por ciento. Con los niveles de crecimiento observados y esperados, empieza a verse cuesta arriba el promedio anual de crecimiento en 2% que México sostuvo en más de décadas, que el anterior Presidente de la República, al iniciar su gestión en 2018, prometía duplicar. Ocurrió lo contrario, con un promedio de 0.8% en su sexenio, y en el presente, al menos hasta ahora, tampoco parece que se logre esa meta y probablemente tampoco la media del “periodo neoliberal”. En cuanto a la inflación, los analistas consultados por el banco central apuntan a un cierre anual de 4.37%, viniendo de una proyección de 4.42% de la encuesta de noviembre. Bajaría el año que viene a 3.80%, al mismo nivel que lo perfilado en la edición previa, y en 2026, a 3.70 por ciento. Todavía arriba de la tasa objetivo oficial de 3 por ciento. Aunque, claramente, la inflación ya no es el problema mayor que fue en tiempos recientes. Para el índice de precios subyacente, en el que se omiten los bienes y servicios con precios de más variabilidad y no determinados necesariamente directamente por el mercado, los analistas apuntan a un cierre en 3.60% este año, 3.72% en 2025 y 3.60% en 2026. El tipo de cambio, en cambio, genera más inquietud, luego de los tiempos recientes del “súper peso”, cuando llegó a romper el techo de 17 unidades por dólar en marzo de este año. Desde las elecciones del 2 de junio y, sobre todo, desde que se confirmó una súper mayoría legislativa del oficialismo, se ha depreciado hasta los niveles actuales de 20.2. En el marco macroeconómico con que la Secretaría de Hacienda y esta mayoría calificada han construido el presupuesto federal para 2025, se espera un cierre del presente año en 19.7 pesos por dólar, lo que parece difícil, aunque más cuesta arriba se ve su pronóstico para el de 2025, o buen deseo para cuadrar las cuentas: 18.5. Cuando la mediana en la encuesta de Banco de México está en 20.25 para este año y 20.53, al próximo. Tiempos de incertidumbre financiera: momento de apuntalar el flujo de efectivo. Hablemos de cómo tu empresa puede acelerarlo y maximizar su resiliencia y capital de trabajo: https://hubs.li/Q0302-f90 https://hubs.li/Q0302WGX0
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Una visión optimista, y sobre todo, oportuno aval o voto de confianza ante un año que se presenta con amenazas de turbulencias y, por lo pronto, con enorme incertidumbre. En la ratificación de sus calificaciones crediticias de la deuda soberana de largo plazo de México, en BBB para la emitida en moneda extranjera y BBB+ en moneda local, y con perspectiva estable, S&P Global Ratings destaca un compromiso de la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum de reducir los déficits fiscales y estabilizar las finanzas públicas y la carga de deuda. Asimismo, considera que “las disputas entre México y Estados Unidos sobre comercio, inmigración y otros asuntos se gestionarán de una manera pragmática para sostener la estabilidad económica y mantener la profunda integración económica de los dos países”. Que así sea. Ojalá, o mejor, que se haga lo necesario para dar lugar a ese escenario deseable. Por lo pronto, S&P señala que su perspectiva estable incorpora “expectativas de una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos que estabilicen las finanzas públicas y mantengan la sólida posición externa de México”. Espera una gestión macroeconómica cautelosa y la estabilización de las finanzas públicas y la carga de la deuda en los próximos dos años. Como potencial escenario negativo, plantea el riesgo de una deuda y una carga de intereses mayores a lo esperado si no se reduce oportunamente el elevado, aunque reciente, déficit fiscal. Esto podría llevar a una rebaja en la calificación en los próximos dos años. Lo mismo que una combinación de finanzas públicas debilitadas y la eventual necesidad de más apoyos extraordinarios a las empresas estatales de energía, Pemex y Comisión Federal de Electricidad. Igualmente anota el riesgo de acontecimientos inesperados que pudieran debilitar el sentimiento de los inversionistas y la inversión, como reveses en los vínculos con Estados Unidos o consecuencias económicas de los controvertidos cambios constitucionales recientes, como los que atañen al Poder Judicial. Fenómenos que pudiesen socavar seriamente la estabilidad macroeconómica. Como potencial escenario alcista, S&P apunta que podría elevar las calificaciones en los próximos dos años si se da una gestión política y económica eficaz, lo cual incluiría una mayor atracción de inversión extranjera gracias a la relocalización de cadenas de suministro (nearshoring), empujando la baja tasa de crecimiento del PIB per cápita. Asimismo, si se toman medidas para reforzar la flexibilidad presupuestaria, reconstruir las reservas fiscales y ampliar la base impositiva no petrolera para mitigar la posible responsabilidad contingente que plantean las empresas arriba mencionadas. https://hubs.li/Q0302SD40
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📉 Con una agilidad financiera mejorada, las compañías pueden invertir estratégicamente en nuevos mercados, tecnologías innovadoras o mejoras de productos. 🎯 https://hubs.li/Q02_PTsq0 #ARMS #CashAccelerator #FinTech #AutomatizacionCuentasPorCobrar #EficienciaFinanciera #CashFlow #CuentasPorCobrar #ARMSTech #TransformaciónFinanciera #CFO #FinanzasDigitales #ARMSTech #IA