Harto del odio

Hace poco, vi un vídeo de un chico de 15 años que mostraba varias fotos suyas. Los comentarios eran homófobos y racistas: “mar y con”, “tremendo gay”, “panchito”... También había insultos sobre su físico y aclamaciones a la vuelta de Franco. La gente incitaba al acoso, usando el verbo “revivir” como si el acoso ya no existiera. Ojalá fuera así. Denuncié muchos comentarios, pero solo tres de 30 fueron eliminados. El vídeo tiene 12.000 comentarios y es imposible denunciarlos todos. Las redes sociales protegen los comentarios de odio, y estos se han normalizado en nuestra sociedad. El anonimato convierte la cobardía en valentía, permitiendo palabras que pueden llegar a destrozar a una persona. El chico publicó el vídeo sin esperar que se hiciera viral, pero recibió miles de insultos. La mayoría de las víctimas de acoso no denuncian por miedo. Estoy harto de ver sufrir a la gente por el odio. La lucha es larga y difícil, pero no debemos dejar que nadie nos impida avanzar para acabar con el acoso y no revivirlo.

Daniel Cáceres Yanes. Madrid

Los valores del deporte

Viendo los Juegos de este año me doy cuenta de que el deporte, a gran o pequeña escala, como atletas o como principiantes, tiene el poder de enseñarnos valores esenciales para la vida. Valores como que saber perder es tan importante como saber ganar. Que el esfuerzo no siempre se ve recompensado, pero merece la pena. Que la humildad y la nobleza deben estar presentes, en las derrotas y en las victorias. Y que la pasión por el deporte siempre nos salva en los peores momentos. El éxito, al final, no se mide con las victorias, sino en el disfrute del camino: las horas invertidas en algo que amamos, las personas que están a nuestro lado y cada mejora lograda en el proceso. Esto es lo que nunca nos podrán quitar y lo que realmente tenemos que valorar.

Virginia Garza Buendía. Madrid

Pequeños robos sin consecuencias

Continuos robos de cobre en instalaciones ferroviarias que causan perjuicios económicos a empresas y viajeros, grafiteros que emborronan todo con sus manchas, ladrones que no dudan en atacar a ancianos en silla de ruedas, patinetes y bicicletas invasivas que no respetan las normas... Y todos ellos, reincidentes porque saben que sus delitos les salen casi gratis. Aunque los detengan, al poco rato pueden seguir con sus fechorías. Por favor, dejen de considerar todo lo citado como algo cotidiano e inevitable; hay que modificar las sanciones para que tanto energúmeno se lo piense dos veces.

Jesús M. Zúñiga Robles. Pamplona

Bueno para Cataluña

Parece que lo que es bueno para Cataluña y España depende en exclusiva de que Pedro Sánchez tenga o no necesidad de que el independentismo catalán le permita seguir en La Moncloa. Resulta muy difícil imaginar al PSOE tragando lo que está tragando y vendiendo esta chatarra argumentativa si hubiera obtenido 176 diputados en las generales. Sánchez no habría tenido que cambiar de opinión sobre tantas cosas esenciales.

Enrique Cámara Díez. Segovia