Así es la sigilosa internacionalización de El Corte Inglés
La compañía, todavía muy centrada en el negocio ibérico, confía de momento su aventura internacional a las tiendas de su marca de ropa Sfera, a su división de viajes y a los espacios ‘gourmet’
Decía Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés entre 1989 y 2014, sobrino de su fundador, Ramón Areces, y gran impulsor de la esta compañía que “los grandes almacenes viajaban mal”. Los hechos confirman estas palabras, ya que han sido pocas las incursiones de estas megatiendas en otros países distintos al de su origen y, cuando lo han hecho, han terminado por renunciar a su aventura internacional. En el mejor de los casos solo han viajado sus marcas de moda. La internacionalización de un gran almacén resulta mucho más compleja que en las firmas que solo venden moda. “Por ejemplo, necesitas entre 500 y 1.000 personas para dar servicio a un solo centro y un local o edificio de unos 40.000 metros cuadrados, y eso resulta muy complicado y dificulta la expansión a otros países, además de los acuerdos exclusivos con marcas que ya tienen los grandes almacenes en cada país”, explican desde El Corte Inglés (ECI).
El gigante de la distribución —que esta semana ha sido noticia por la marcha del responsable de las tiendas, José María Folache, en una decisión tomada por el nuevo consejero delegado, Gastón Bottazzini— tiene una voluntad ibérica (España y Portugal), de experiencia de tienda y con una apuesta por la venta online que le sitúa en segunda posición en España, aunque muy lejos de la primera, la multinacional Amazon. Sin embargo, el grupo está picoteando en su desembarco internacional y, aunque no será el gran pilar de su nuevo plan estratégico 2025-2030 enfocado al crecimiento, está aumentando su presencia en el extranjero por varias vías.
Atrás quedan cinco años de control de gasto y búsqueda de la eficiencia de la mano de su presidenta, Marta Álvarez. En el ejercicio 2023-2024, el beneficio neto alcanzó los 480 millones de euros, su mejor resultado en tres lustros, con la excepción de 2022 cuando ganó 870 millones por las plusvalías generadas por la venta de su negocio asegurador a Mutua, en una operación que se valoró en 550 millones. Operaciones de desinversión como esta le han permitido reducir su deuda hasta los 2.059 millones de euros (la más baja en 16 años). Apretarse el cinturón le valió el pasado año que las agencias de calificación Standard & Poor’s y Fitch Ratings le concediesen el grado de inversión a su deuda.
El camino más sencillo y factible en la internacionalización es el de sus marcas propias de moda, donde destaca Sfera. Está presente en 17 países con más de 520 puntos de venta, de los que 10 se ubican en Portugal, 55 en México (mediante acuerdos con los almacenes Liverpool) y 287 en otros países. En régimen de franquicia, Sfera tiene presencia en Suiza, con 53 puntos de venta; en Tailandia, con 43, y en Irlanda, con 22, entre otros mercados. En Latinoamérica, donde la marca de moda cuenta con una amplia presencia, destacan Chile, con 62 franquicias; Perú, con 45; El Salvador, con 13, y Guatemala, con 10. Asimismo cuenta con tiendas en Paraguay, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Emiratos Árabes y Qatar también disponen de la moda de Sfera, aunque el pasado año la marca salió del mercado griego. “En el último año se han abierto 37 puntos de venta y se ha puesto el foco en la renovación progresiva de todas las tiendas internacionales”, explican desde ECI. La empresa no desgrana la información concreta de facturación de Sfera. Eso sí, México es su tercer mercado más grande tras España y Portugal.
En términos de empleados, que ascienden a 81.714 personas, España aporta el 93,1% de la fuerza laboral total, situándose Portugal en segundo lugar con el 4%, y México con el 1,8% de los trabajadores. El 0,9% restante se distribuye entre 23 países donde los grandes almacenes tienen presencia. El sistema de franquicias desvirtúa algo estas cifras, aunque dado el fuerte peso laboral en la península Ibérica movería como mucho algunas décimas.
Otro de los negocios internacionales de ECI proviene de la división de viajes. Viajes El Corte Inglés, participada al 80% por ECI y al 20% por Logitravel, facturó el pasado año 3.600 millones de euros y está presente en 18 países donde se comercializan sus servicios: 540 agencias en España, 181 internacionales propias y 1.844 agencias asociadas. Su posición más fuerte se concentra en España, Portugal e Italia, pero destaca el gran crecimiento en Latinoamérica. México vuelve a ser el país más importante del continente americano para Viajes El Corte Inglés con 106 sucursales, aunque su presencia se extiende a 11 países, con más actividad en Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina. Al igual que ocurre con Sfera, Viajes El Corte Inglés también basa su implantación en tiendas propias y a través de acuerdos con socios estratégicos en los distintos países. Desde la compañía destacan que su división de viajes “es la número uno en el mundo latinoamericano”.
Dinero de plástico
Otra pata internacional viene del negocio financiero y más concretamente de la tarjeta El Corte Inglés. Fue la primera tarjeta de crédito implantada en España —antes de la llegada de Visa, Diners o Mastercard, entre otras—, para poder pagar a plazos en las tiendas del gigante de la distribución. Desde 2022, esta tarjeta se ha vuelto internacional tras el acuerdo con Mastercard, lo que permite a sus usuarios pagar en cualquier punto de venta de ECI o en cualquier otro establecimiento del mundo. Aunque todavía no hay datos de cómo repercutirá en el negocio, las expectativas son buenas, ya que la han utilizado tres millones de personas, de los 11 millones que cuentan con este medio de pago.
Con un carácter más residual a los otros negocios, ECI también está internacionalizando su negocio de alimentación, aunque con un enfoque de alto nivel. El Corte Inglés Selection y el Club del Gourmet están presentes en Bélgica, México, Paraguay, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica o Arabia Saudí con productos de elevada calidad, enfocados “en dar a conocer España como destino turístico”, explican desde la compañía.
Un imán para los turistas
Una internacionalización más sui generis la vive ECI en sus centros madrileños de Castellana y Serrano, el de Marbella, el de la Diagonal en Barcelona y el de Lisboa por el consumo de los turistas. Los clientes extranjeros aportan casi el 10% de la facturación total del grupo. Así, según datos de la compañía, las compras extranjeras ascendieron el pasado ejercicio a 1.500 millones de euros frente a una facturación total de 16.330 millones. Una de las apuestas más claras ha sido la utilización de sistemas de pago usados por los compradores asiáticos como Alipay+ o WeChat Pay. “Contamos con servicios muy valorados por el turista extracomunitario, como realizar el proceso de devolución del IVA en todos nuestros centros, así como intérpretes, atención especializada o salas VIP”, explican fuentes de la cadena.
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