"Yo era la percha de todos los golpes"
50 AÑOS. EN TRÁMITE DE DIVORCIO.
"Hace 10 años que denuncié a mi marido. Entonces no había esta ley. No hubo orden de alejamiento. Le he tenido cuatro años viviendo en el trastero, y encima amenazándome todo el rato, a mí, a la asistente social y a todos. Hasta que se presentó la Guardia Civil y lo echaron. Él vive en el mismo barrio. Ahora mismo me lo acabo de encontrar y ¡me mira de una forma...! O me dice que soy una hija de puta y que he destrozado un matrimonio. Estuve 16 años casada. Me pegaba desde el principio. Estando embarazada me dio una que casi me deja en el sitio. Recuerdo un día que él terminaba a la una de trabajar y no subió a casa hasta las cinco. ¡Y cómo subió! Ya las lentejas no eran redondas, eran cuadradas. Se lio a golpes conmigo y luego me dijeron que lo mismo me podía haber dejado en el sitio, porque es muy agresivo. Cuando se juega el dinero no es agresivo, pero luego lo paga conmigo. Con los hijos no, sólo conmigo.
¿Sabe qué pasa? Que al principio no lo conoces. Porque, claro, antes de casarme tuve dos años de relación con él pero sólo le veía los martes, de 7 a 9. A las 9.30 yo tenía que estar en casa, pero él vivía por la noche, en el bingo, el juego y los vicios. Por eso el dinero no le daba para todo. Y era yo la percha de los golpes. Llegaba a casa y todo estaba mal, paliza va y paliza viene y siempre insultando y siempre agrediendo y yo con la moral por los suelos. Él tiene un sueldazo de miedo, pero no le llega. No me entregaba un duro para sacar a los hijos adelante, yo me organizaba limpiando, haciendo la cera, y con lo que me ayudaba mi familia. Así he estado viviendo. Después de separarnos he tenido problemas para que me pasara la pensión por los hijos, y ahora dice que ya son mayores y que ya no le necesitan. Llamé a su trabajo para que supieran lo que me hacía y al Ministerio de Justicia para que le quitaran las armas, porque es cazador.
Ahora con la ley todo está mucho mejor y hay mucha más atención que cuando me separé. Lo he pasado muy mal por mí y porque veía su influencia en los críos. Ahora estoy bien, pero le odio y le temo todavía".
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