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Experta asegura que con Sheinbaum a México le espera "una continuidad sin cambios"
01:40 - Fuente: CNN

(CNN Español) – El presidente Andrés Manuel López Obrador y su futura sucesora, Claudia Sheinbaum, tienen algo en común: un proyecto político. Y al mismo tiempo, poseen marcadas diferencias. Ella es una destacada científica. Él es un líder político y social. El mundo está atento a cómo será el estilo de Gobierno de Sheinbaum una vez que asuma el poder.

Analistas consultados por CNN señalan que no habrá una gran diferencia entre el actual gobierno y el que encabezará Sheinbaum, ya que consideran que ella estará a la sombra de la política impulsada por AMLO, como se le conoce en México, mientras que otros consideran que gobernará con independencia y tendrá su propio estilo. En CNN analizamos en qué se parecen y en qué se diferencian ambos.

Un mismo proyecto y un largo camino compartido

La gran coincidencia entre López Obrador y Sheinbaum es el proyecto de la cuarta transformación, que pone especial interés en la población más desfavorecida, los pueblos indígenas, la justicia social, la distribución de la riqueza y la recuperación del papel del Estado en la rectoría de sectores como la economía, según el propio AMLO.

Este proyecto va acompañado por el eje del “humanismo mexicano”, un concepto que, según López Obrador, consiste en distribuir la riqueza y atender de manera prioritaria a la población más pobre, y que Sheinbaum ha adoptado como parte de su discurso.

Ambos políticos han compartido caminos e ideales desde hace más de 20 años.

“Es la hija política en todos los sentidos de López Obrador”, dijo a CNN el analista político David Mendoza Santillán. “Ella lo ha acompañado a través de su lucha desde la universidad y en movimientos de izquierda”.

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Trabajaron juntos cuando él fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y la nombró titular de la Secretaría del Medio Ambiente. Ella lo acompañó en sus tres campañas hacia la presidencia, desde 2006 hasta 2018, cuando ganó las elecciones.

En 2011, fundaron juntos el Movimiento Regeneración Nacional, Morena, bajo el ideal compartido de “luchar por cambiar el régimen de corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad”, según la página web del partido.

“Fue muy interesante y emotivo conversar con la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Somos amigos y junto a millones de compañeras y compañeros, desde abajo y entre todos, iniciamos la Cuarta Transformación en bien de nuestro amado pueblo”, escribió López Obrador el 10 de junio en una publicación de Instagram tras una reunión con la también exjefa de Gobierno capitalino.

Diferente trayectoria política y formación académica

Cuando de diferencias se trata, una de las principales es la académica. “López Obrador surgió de la política tradicional y es un líder político y social muy operativo, mientras que Sheinbaum ha estado más abocada al trabajo académico y universitario”, opinó Mendoza Santillán.

Sheinbaum ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza universitaria y sus estudios se han centrado en energías renovables y cambio climático.

Para Mendoza Santillán, doctor en Ciencia Política, una muestra de esto fue el reciente anuncio de los primeros seis miembros de su gabinete que incluye personajes como Rosaura Ruiz Gutiérrez a cargo de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y Juan Ramón de la Fuente para la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ambos con una larga trayectoria científica y académica. Aunque adelantó que será necesario esperar los próximos nombramientos.

Su personalidad es otra diferencia. López Obrador se muestra desenvuelto y es dado a los discursos largos y ambiguos, mientras que Sheinbaum “es más técnica y académica, va sin rodeos y a los datos duros”, opina Mendoza Santillán.

Sheinbaum tiene un estilo directo y cauto con la prensa: cuando los periodistas le insisten en determinados puntos, no suele dar más información y se muestra precavida.

“AMLO es más visceral y ella es mucho más pensativa en las cosas que va a decir o no. Es muy concreta y directa y no es del estilo de López Obrador, que si le insisten puede dar la información que le piden”, detalla.

Mientras el presidente ha encabezado conferencias de más de tres horas, las de Sheinbaum –desde su gobierno en la capital mexicana y como futura presidenta– duran entre 30 y 40 minutos.

Crédito: Getty Images

López Obrador es originario del municipio de Macuspana, Tabasco, en el sureste de México, hijo de trabajadores dedicados al comercio de víveres y otros productos, en una familia humilde con seis hermanos, según un documental sobre su vida en su canal de YouTube.

La próxima presidenta desciende de una familia judía de abuelos que migraron de Europa. Sus padres son científicos y tuvieron tres hijos.

Sheinbaum es una mujer de primeras veces: fue la primera inscrita en el doctorado de Ingeniería Energética de la UNAM, la primera en gobernar la alcaldía Tlalpan, la primera electa para liderar la Ciudad de México y ahora se convertirá en la primera presidenta de México.

Otra disparidad importante entre ambos es su enfoque en materia de medio ambiente. A diferencia de López Obrador, la científica afirma que su gobierno impulsará las energías renovables, la eficiencia energética, así como la construcción de plantas fotovoltaicas eólicas, entre otras.

¿Continuidad o cambio?

Mendoza Santillán, experto en temas de gobernabilidad, señala que aunque Sheinbaum ha afirmado que gobernará con un sello propio, es necesario recordar que tendrá “diques al interior de Morena que le recuerden que el proyecto de la cuarta transformación viene sustentado de un primer piso que se construyó de 2018 a 2024 bajo la política de su mentor”.

En contraste, el periodista Jorge Zepeda y uno de los biógrafos de Sheinbaum, ha especulado que una vez que asuma el cargo, desplegará su propia plataforma gradualmente: primero actuará como “la fiel discípula del líder”, antes de ofrecer “vistazos” de su propio programa, teniendo cuidado de no avivar la inestabilidad en la base del movimiento.

Ya como ganadora de las elecciones presidenciales, Sheinbaum ha comenzado a materializar su promesa de continuar con el camino trazado por AMLO. La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México anunció a inicios de junio que priorizaría cinco reformas que conforman el llamado “plan C” del presidente: la reforma al Poder Judicial, la no reelección, así como los programas sociales para apoyar a mujeres de entre 60 y 64 años, el derecho a las becas de educación, así como la reforma a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

También adelantó que a partir del 1 de octubre buscará consolidar la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, una iniciativa también impulsada por el tabasqueño.

Carlos Illades Aguiar, historiador y profesor titular de la Universidad Autónoma Metropolitana, dijo anteriormente a CNN que es posible un cambio de régimen, pero será necesario esperar tanto los aportes de Sheinbaum por su perfil técnico y científico, así como lo que deja López Obrador, por ejemplo las reformas ya planteadas.

En tanto, con el anuncio progresivo de los secretarios de su Gobierno, Sheinbaum irá perfilando la dirección de su mandato. Y será a partir del 1 de octubre, luego de su investidura, que se verá cuánta distancia toma de su antecesor.