Enagás nombrará a Gonzalo Aizpiri nuevo consejero delegado
El directivo de Repsol al PSOE sustituye en el cargo a Marcelino Oreja. Antonio Llardén volverá a renovar como presidente.
El hasta ahora director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Presidencia, y miembro del Comité Ejecutivo de Repsol, Arturo Gonzalo Aizpiri, será el nuevo consejero delegado de Enagás, en sustitución de Marcelino Oreja, según aseguran a CincoDías fuentes empresariales. El consejo de administración de Enagás que aprobará la próxima semana las cuentas de la compañía de 2021, que se darán a conocer al mercado el martes, 22, tiene previsto acordar este relevo así como la renovación (o sustitución) de otros siete miembros del consejo, entre ellos, el presidente, Antonio Llardén.
Todo apunta a que Gonzalo Aizpiri podría asumir las funciones ejecutivas que mantiene Llardén en Enagás, pese a que la compañía cuenta con la figura de consejero delegado, señalan las mismas fuentes. Miembro del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Antonio Llardén se incorporó a Enagás en abril de 2006, dos años después de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno, por lo que ha sobrevivido a los dos Gobiernos socialistas de este, a los dos del Partido Popular, con Mariano Rajoy, y a las dos legislaturas de Pedro Sánchez.
Ligado al PSOE y a Repsol, compañía a la que se incorporó en 1990 y en la que ha desempeñado distintos cargos directivos, Gonzalo Aizpiri, hizo un paréntesis al ocupar dos cargos políticos: la dirección de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid (entre los años 1993 y 1995) y la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático en el Ministerio de Medio Ambiente (de 2004 a 2008), siendo Cristina Narbona ministra de Medio Ambiente.
Al futuro consejero delegado de Enagás se le atribuye también una estrecha relación con la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien fuera directora de la Oficina de Cambio Climático, siendo aquel secretario general en dicho ministerio. Gonzalo Aizpiri Es doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid y cursó el Programa de Desarrollo Directivo (PDD) del IESE Business School.
El consejo de Enagás de la semana que viene, la compañía regulada, en la que la SEPI tiene un 5% del capital y que goza de una acción de oro, según la cual, ningún inversor puede tener más del 5% del capital o, si se trata de otra energética, ejercer más del 3% de los votos, deberá decidir sobre el futuro de ocho de sus miembros a los que caducan sus mandatos. Además de Antonio Llardén y Marcelino Oreja, hombre ligado al Patido Popular que se incorporó a la compañía en 2012, toca renovar a los políticos y exaltos cargos de los Gobiernos del PP que se incorporaron en tropel al consejo de Enagás en 2014 (Antonio Hernández Mancha, Ana de Palacio, Isabel Tocino y Gonzalo Solana), así como a Ignacio Grangel, también popular, y al consejero dominical de la SEPI, Santiago Ferrer (ambos entraron en 2018). El holding público tiene dos sillones.
Politizado
Se trata del consejo de administración más politizado del Íbex, pese a que la mayoría (hasta 11) figuran como independientes: además de los citados, en él se sientan también dos exministros del PSOE (José Montilla y José Blanco) y un académico afín a Unidas Podemos, Cristóbal Gallego, quien fuera miembro, a propuesta de este partido, de la comisión de expertos para la elaboración de la Ley de Transición Energética del Gobierno de Mariano Rajoy y Del Observatorio Crítico de la Energía.
Para dar entrada a estos consejeros, en 2020, Enagás agotó el número límite de puestos, 16, que permite el reglamento de su consejo, pero que desaconsejan los códigos de buen gobierno de la CNMV. Actualmente, cuenta con 15 consejeros y hay expertos que recomiendan amortizar algunos de ellos aprovechando el elevado número de renovaciones a la vista. O, al menos, optar por un perfil “más profesional”, señalan.
El consejo de Enagás previsto la próxima semana convocará también la junta general para la segunda quincena de marzo, que deberá, entre otras cuestiones, ratificar el nombramiento del nuevo consejero delegado y los relevos y renovaciones que, en su caso, apruebe el máximo órgano de gobierno de la compañía.
Marcos Fraga, director de Comunicación de Repsol
Un comunicado de prensa remitido ayer por Repsol con varios cambios organizativos hizo saltar algunas alarmas en el sector. La compañía anunciaba el relevo del hasta ahora Director General de Comunicación, Relaciones Institucionales y Presidencia, Arturo Gonzalo Aizpiri, por Marcos Fraga, que pasa a ser director de Comunicación y Márketing Corporativo y asume el gabinete de Presidencia.
En un escueto párrafo, Repsol señalaba que Gonzalo Aizpiri “deja la compañía por motivos personales, tras una dilatada carrera profesional” y añadía que, el presidente, Antonio Brufau, “ha agradecido la labor desarrollada” por el directivo. Algunos rumores apuntaban a que podría volver a ocupar algún cargo político, como en el pasado, pero, fuentes solventes confirman que ocupará el puesto de consejero delegado de Enagás, en sustitución de Marcelino Oreja.
Por otra parte, Luis Cabra, director general de Transición Energética, Sostenibilidad y Tecnología, y Adjunto al CEO, incorpora, entre otras, las direcciones de Auditoría, Control y Riesgos. Y el director financiero, Antonio Loenzo asume la dirección de Seguros, hasta ahora, a cargo de Luis Cabra.