La verdadera historia de Navidad
Débora: Llegó el día, ¡es Navidad! Probablemente, muchas esperaban este día, quizá otras de ustedes no. Sin importar tus circunstancias queremos animarte a recordar qué celebramos el día de hoy. Es una fecha que muchos pueden llamar «secular», sin embargo, podemos tomar ventaja de ello y hablar verdad a nuestros corazones sobre la esperanza que tenemos en el Hijo de Dios que vino al mundo y se hizo hombre para habitar entre nosotros y ofrecernos redención.¡Feliz Navidad! En este día, espero que te tomes un tiempo para recordar en qué consiste esta celebración.
Narrador: «Más el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un …
Débora: Llegó el día, ¡es Navidad! Probablemente, muchas esperaban este día, quizá otras de ustedes no. Sin importar tus circunstancias queremos animarte a recordar qué celebramos el día de hoy. Es una fecha que muchos pueden llamar «secular», sin embargo, podemos tomar ventaja de ello y hablar verdad a nuestros corazones sobre la esperanza que tenemos en el Hijo de Dios que vino al mundo y se hizo hombre para habitar entre nosotros y ofrecernos redención.¡Feliz Navidad! En este día, espero que te tomes un tiempo para recordar en qué consiste esta celebración.
Narrador: «Más el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
“Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz entre los hombres
en quienes El Señor se complace”».
Nancy: Cualquier cosa que vayas a hacer en el Día de Navidad, ya sea celebrar con tus familiares y amigos o que estés en una mesa llena de invitados, o sola en momentos del día, espero que tomes tiempo para asombrarte de lo maravillosa que es esta historia del evangelio.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 25 de diciembre de 2024.
Bueno, no sé cómo ha sido tu temporada navideña, pero sé que para muchas de nosotras ha sido un tiempo ocupado y de mucha actividad.
Durante esta temporada de fiestas, compras, regalos, preparación de comidas deliciosas, a veces es bueno detenernos, bajar la velocidad, respirar profundo, y dejar que la Palabra de Dios inunde nuestros corazones.
Es por eso que en este día de Navidad, este día santo, pensamos que sería bueno aquietar nuestros corazones y enfocarnos en las palabras de las Escrituras. Vamos a escuchar la hermosa historia de la Navidad, y espero que la profunda verdad de que Dios se hizo hombre, Emanuel, Dios con nosotros, te impacte de una manera fresca.
Escuchemos el relato de la primera Navidad como fue registrado en el Evangelio de Lucas, leído por Francis Vargas.
Narrador:
El Evangelio según Lucas - Capítulo 1
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo,conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora de la ofrenda del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre. Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios. E irá delante de Él en el espíritu y el poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.
Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada. Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.
Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo. Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo. Y cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.
Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo: Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres.
Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita tú eres entre las mujeres. Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen? Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando oyó Elisabet el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor. Entonces María dijo:
Mi alma engrandece al Señor,y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva,
pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones
me tendrán por bienaventurada.
Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es Su nombre.
Y de generación en generación es su misericordia para los que le temen.
Ha hecho proezas con su brazo;
Ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes;
A los hambrientos ha colmado de bienes
y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia,
tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.
Y María se quedó con Elisabet como tres meses, y después regresó a su casa.
Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella. Y al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.
Pero la madre respondió, y dijo: No, sino que se llamará Juan. Y le dijeron: No hay nadie en tu familia que tenga ese nombre. Entonces preguntaban por señas al padre, cómo lo quería llamar. Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente: Su nombre es Juan. Y todos se maravillaron.
Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar dando alabanzas a Dios. Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa de Judea. Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.
Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
y nos ha levantado un cuerno de salvación
en la casa de David su siervo, tal como lo anunció
por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
salvación de nuestros enemigos de la mano de todos los que nos aborrecen;
para mostrar misericordia a nuestros padres, y para recordar su santo pacto,
El juramento que hizo a nuestro padre Abraham:
concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temoren santidad y justicia delante de Él, todos nuestros días.
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
porque irás delante del Señor para preparar sus caminos;
para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por el perdón de sus pecados,por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pies en el camino de paz.
Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.
Lucas capítulo 2
Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado. Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria. Y todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz entre los hombres
en quienes El Señor se complace.
Y aconteció que cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber. Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno.
Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón que abra la matriz será llamado santo para el Señor y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por el rito de la ley, él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios y dijo:
Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz de revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.
Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio,y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. Y llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.
Nancy: Hemos estado escuchando el relato de la primera Navidad como fue registrada en el Evangelio de Lucas, leída por Francis Vargas.
Cualquier cosa que vayas a hacer en el Día de Navidad, ya sea celebrar con tus familiares y amigos o que estés en una mesa llena de invitados, o sola en momentos del día, espero que tomes tiempo para asombrarte de lo maravillosa que es esta historia del evangelio.
Y, oh Padre, qué regalo tan maravilloso nos has dado en Tu grandioso Hijo Jesucristo. Gracias porque Tú amaste tanto este mundo que Lo enviaste desde los cielos a bajar a esta tierra y a nacer como un bebé, crecer, vivir una vida sin pecado, morir la muerte que nosotras merecíamos, y ser levantado de entre los muertos para que nosotras pudiésemos tener Vida Eterna.
Te amamos, Señor, amamos a Jesús. Te damos gracias, Emanuel, Dios con nosotros, y te pido que la dulzura y la maravilla y la verdad de esta historia, de esta verdadera historia, lave nuestros corazones, y que podamos recibirte por fe y para fe; nosotras confiamos en Ti con todo nuestro corazón.
Y por todo lo que Tú has hecho por nosotras en Cristo Jesús, te damos las gracias, te adoramos en Su precioso y santo nombre. Amén.
Débora: ¡Amén!
La Palabra de Dios es fundamental para nuestro caminar con Dios y crecimiento espiritual. Una oyente nos escribió para compartir con nosotros cómo los recursos de Aviva Nuestros Corazones la animaron a leer la Biblia de manera constante, y esa lectura constante produjo en ella un avivamiento en su vida devocional. Escucha lo que ella nos dijo.
Testimonio: Tengo dos años aproximadamente escuchando Aviva Nuestros Corazones, y le doy gracias a Dios por este ministerio. Soy cristiana desde hace 8 años, pero nunca tenía tiempo, o mejor dicho, no tenía ningún deseo de leer la Biblia de tapa a tapa. A través de las enseñanzas de este ministerio, nació en mí el anhelo de leer la Palabra y conocer más a mi Padre Celestial. Ya he leído la Biblia completa por dos años seguidos junto a mis hermanas de Aviva Nuestros Corazones. Amo la oración que está al inicio de la Biblia Mujer Verdadera: «Abre mis ojos para que vea las maravillas de Tu ley. Dame entendimiento para que guarde Tu ley y la cumpla de todo corazón. Señor, muéstrame Tus caminos; enséñame tus sendas. Guíame en Tu verdad y enséñame. Porque Tú eres el Dios de mi salvación. En Ti espero todo el día» (Salmo 119:18, 34, 25:4-5). Estos versículos me ayudan a seguir perseverando y a levantarme cada día, muy temprano, siendo intencional en alimentarme de la palabra de Dios. Gracias.
Débora: ¡Gracias hermana, por contarnos tu testimonio, y gracias a Dios por lo que ha hecho en tu vida a través de la lectura de la Palabra de Dios! Y hablando de la lectura de la Biblia, queremos animarte a considerar qué plan de lectura bíblica anual harás este próximo 2025. Creemos que la Palabra de Dios es luz que ilumina nuestro camino y nos guía hacia Cristo. Ser intencionales en conocer a nuestro Señor a través de Su Palabra este próximo año es una de las mejores cosas en las que nos podemos invertir.
Aviva Nuestros Corazones cuenta con 2 planes de lectura de la Biblia en un año, «Mujer Verdadera 365 canónico» el cual consiste en leer toda la Biblia en el orden en que está escrito el canon y «Mujer Verdadera 365 cronológico» el cual consiste en leer toda la Biblia según el orden en el que se dieron los hechos históricamente. Y queremos compartir contigo que el plan de lectura MV365 cronológico tendrá una serie de nuevos recursos gratuitos que no te puedes perder.
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Y bueno, mañana Nancy nos llevará al Salmo 28 para concluir el año con una serie titulada, «Promesas, oraciones y perspectiva para el año nuevo». Ese es un título largo para un salmo corto, pero es un Salmo lleno de enseñanza. De hecho, quiero animarte a que saques tu Biblia entre hoy y mañana y leas el Salmo 28. Empieza a meditar en él. Piensa en la perspectiva que ofrece y qué promesas y oraciones ves en ese salmo. Y asegúrate de regresar con nosotras mañana para esta nueva serie, aquí, en Aviva Nuestros Corazones.
Deseándote una feliz y bendecida Navidad, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras fueron tomadas de la Biblia de las Américas a menos que se indique otra fuente.
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