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jueves, 21 de septiembre de 2023

MADERA, ÁRBOLES E INFORMACIÓN ( y IV HERIDAS Y PUDRICIONES)

Heridas en diverso grado de cicatrización: Izquierda pino silvestre, la herida esta limitada por la flechas, el árbol la intenta cerrar desde el cambium cercano. Centro carrasca, después de un incendio, el asterisco rojo señala la única porción de cambium que permanece vivo.
 Derecha almez, la herida ya se encuentra totalmente cicatrizada e integrada en el tronco por el crecimiento secundario. 

      Recordemos el árbol no regenera tejidos, en el caso de una herida con la perdida de la corteza y cambium, el árbol intenta cerrarla enviado nuevos tejidos desde las zonas adyacentes, con una cicatrización parecida a los cuernos de un carnero. Las heridas en la corteza nos ayudan a datar, con los anillos de crecimiento, los eventos que las causaron: en una riada los materiales que arrastran el agua pueden dejar heridas en los troncos, si estos materiales flotaban además tenemos la altura del nivel del agua, en un alud o un desprendimiento de tierra ocurriría algo similar con el impacto de la nieve y las piedras, incluso en un incendio si el fuego no mata el árbol, pero daña una parte del tronco deja heridas que recorren longitudinalmente el tronco. Estas heridas a veces tardan varios años en ser visibles, hasta que la corteza muerta cae y deja al descubierto la cicatriz, y no siempre contienen madera carbonizada, en caso de fuegos de suelo son muy algaradas hasta cerca de dos metros y pueden afectar a la cara inferior de las ramas más bajas. 

Y gracias de nuevo a los anillos podemos datar el momento en que se hizo la herida, y si se han acumulado cicatrices de varios eventos en los árboles de la zona saber los periodos de retorno, la frecuencia de estos eventos.

Diferente grado he infección de la madera por hongos. Izquierda haya, el micelio del hongo penetra siguiendo los radios medulares. Centro olivo, la infección penetra desde el exterior, las lineas negras son las barreras entre este y la madera sana. Derecha abedul, con el cuerpo fructífero de uno de los hongos, pues hay dos uno que se encarga de la lignina y la madera aparece blanca y el otro de la celulosa y la madera aparece parda.

         Como las heridas y las cicatrices pueden ser muy parecidas será la ubicación del árbol, su situación en el territorio y las características de este las que nos permitan saber a que tipo de evento corresponde. Así en una ladera bajo un pared de roca podemos pensar en caída de piedras, en una zona de bosque podría ser de un fuego, pero en la orilla del rio podríamos pensar en una riada o también en un incendio, en este caso la orientación de la herida en el tronco nos pude ayudar a resolver la pregunta, y siempre buscando el mayor numero de árboles con heridas. 

 

         La corteza tiene la misma función que nuestra piel, es la barrera que impide la entrada de infecciones, si hay una rotura en su continuidad, una herida que llega al leño, puede suponer la entrada de esporas de hongos de madera, aunque a veces la herida puede ser mínima como la picadura de un insecto; o simplemente que la herida permita que la humedad de la madera descienda y sea adecuada para la proliferación del micelio de los hongos a partir de las esporas (o de los esclerocios) que ya están en la madera desde hace tiempo.

El efecto de los hongos será al pudrición de la madera, bien sin dañar a los tejidos con vasos conductores (el árbol puede no dar muestras de la infección hasta varios años después cuando el hongo emite hacia el exterior su órgano fructífero) o dañándolos lo que ocasionara el declive del árbol y su muerte. El árbol se defiende por un lado creciendo para evitar que el micelio llegue hasta los vasos conductores en la parte más externa del leño y por otro creando barreras a base de fenoles que aparecen en la madera como líneas oscuras. 

 

Efecto de la pudrición. Izquierda y derecha plátano, se ha producido un ahuecamiento del tronco y aún se aprecia la zona de la herida y como el árbol intento cerrarla. Centro almez con dos médulas, se aprecia un ahuecamiento en la parte inferior y las lineas negras como separación entra la madera sana y las diferentes infecciones, consecuencia de heridas por impacto de maquinaria e incendios, el árbol estaba situado en la linde de un campo de labor

         Al final que los componentes de la madera como al celulosa, lignina,…  se deshagan en sus elementos y puedan ser de nuevo usados en la naturaleza depende de algunas bacterias y de los hongos ayudados por los insectos xilófagos, pues estos no se pueden alimentar de la madera sin la ayuda de hongos y levaduras. Si no hubiera hongos de madera tanto la hojarasca que cae cada año, como ramas y troncos muertos se acumularían sin degradarse durante años y años. Además el ahuecado de los troncos crea nuevos hábitats que son aprovechados por otros organismos como los animales que los usan como refugio. Los hongos parásitos que acaban matando a los árboles consiguen crear claros en el bosque, y como afectan en mayor medida a los árboles viejos que ya tiene poca fertilidad, ayudan a la regeneración y diversificación del bosque, esto claro en su justa medida.

 

Texto y fotografías. Miguel Ortega

viernes, 9 de diciembre de 2022

DE BOSQUES Y SELVAS DEL PIRINEO (y II)

En primer plano ladera de umbría con pino silvestre,  al fondo laderas de solana en la que domina el roble quejigo, en este momento del año con la hoja seca.

        Todos sabemos que no todas las plantas necesitan las misma cantidad de agua ni las mismas temperaturas, así de una forma natural tienden a situarse en las zonas donde el clima les favorece. Igual le ocurre a los árboles y a los bosques que forman, así, podemos representar esta sustitución de unas plantas por otras, según cambian las condiciones climáticas en pisos climáticos o de vegetación, los más bajos son los más secos y cálidos, y según ascendemos pasan ser más húmedos y más fríos. Y, según nos movemos en altura, los pisos vegetación cambian; y de igual forma si nos alejamos a acercamos hacia las costa y al origen de los frentes de nubes, o cambiamos de orientación solana/umbría.

 

         La limitación en altitud de los árboles vendrá dada por el frio, mejor dicho por el tiempo en el que las temperaturas les permita crecer y completar el desarrollo de las hojas; pues si estas llegan al invierno sin la “cubierta” que las protege del frío y la desecación, morirán por las heladas. No ocurre lo mismo con arbustos leñosos rastreos y herbáceas, que quedaran en invierno protegidos por la nieve dada su menor talla, y les permitirá poder vivir a alturas mayores, siempre al amparo de la nieve. En nuestra cordillera la limitación en altitud de los árboles esta en unos 2700 m en ladera de solana y en la zona central de la cordillera, donde hay menor nubosidad, son pinos negros que crecen separados unos de otros, y que según bajamos van creciendo cada vez más juntos hasta formar un bosque, ¿a que altitud? Pues dependerá de la orientación, suelo y de otras muchas cosas; podemos decir una altitud de referencia de unos 2000 metros que como explicaremos raras veces se cumple. Respecto al límite del bosque, como vemos, éste según ascendemos se va aclarando pasando progresivamente a árboles dispersos, por lo que a la hora de situar el límite en altura, también influirá lo que consideramos que es un bosque, desde una definición estricta, donde la luz captada por los árboles limita el desarrollo de la vegetación bajo ellos, a un conjunto de árboles más o menos juntos.

 

Pisos de vegetación, tomado del Atlas de Flora del Pirineo Aragonés, 1997. Zona central,  rio Cinca.

330-999 m Basal: pino carrasco. Montano inferior: carrascal.

1000-1699 m Montano superior: quejigar; en zonas mas secas y pedregosas: pino larício; con más frío: pinar de silvestre y con más humedad: hayedo y bosque mixto.

1700-2299 m Subalpino: pinar de pino negro.

2300-3404 m Piso alpino y subnival: solo arboles aislados.         



        Partimos de una imagen idílica de nuestro Pirineo completamente forestado, salvo en las zonas de cumbres donde el frio no lo permite, o las zonas rocosas donde el suelo, reducido al que se encuentra en grietas y pequeños rellanos solo deja existir a árboles aislados. En el resto cada tipo de bosque ocupa su lugar a veces como franjas altitudinales, en otras son parches dentro de otras masas, que reflejan los cambios de condiciones ambientales, esta sería la llamada vegetación primaria o  clímax. Pero la naturaleza es algo dinámico esta sujeta a continuos cambios y el bosque se va adaptando a ellos, y para ello tiene sus mecanismos.  

         Así, estos bosques primarios sufren pequeñas oscilaciones climáticas que pueden ser absorbidas, mejor cuanto más compleja es la comunidad vegetal, pero perturbaciones como desprendimientos, aludes de nieve o incendios dejan huella. Los aludes hacen bajar la cota superior del bosque pero no de una forma uniforme, los incendios pueden llevar a una perdida de suelo, sobre todo si después de ellos vienen grandes tormentas que arrastran cenizas y suelo. 

         El bosque se puede recuperar, recoloniza el territorio con una sucesión vegetal que empieza por herbáceas, pequeños matorrales y árboles pioneros, la llamada vegetación secundaria, hasta que el suelo no se restituya no volverá el bosque primario; pero si las perturbaciones se repiten demasiado frecuentemente, no volverá nunca. Y será sustituido por ese bosque o solo matorrales con plantas pioneras, acostumbradas a menos humedad en el suelo, y que pueden ser permanentes porque son reflejo de las nuevas condiciones.   

 

         

Pasillo abierto en el bosque por los aludes, si estos se espacian mucho en el tiempo el arbolado tiende a cerrarlos. 

         Y el resto de seres vivos también influye en los árboles y el bosque. Hongos e insectos pueden matar algunos árboles; en especial ejemplares viejos, con una fertilidad ya muy limitada, con la degradación posterior de la madera permiten que los nutrientes del árbol vuelvan al ecosistema y dejan espacio para otro árbol. Un rodal de árboles muertos en nuestros bosque ideal no es perjudicial pues permite la existencia de árboles de diferentes especies (las del bosque primario y la colonizadoras de la vegetación secundaria) y edades, diversificando y creando una mayor complejidad, lo cual es bueno apara el propio bosque. Le ayuda a ser capaz de recuperarse tras una perturbación.

         Pero si la mayoría de los árboles están debilitados, por ejemplo a consecuencia del estrés por sequia, hongos e insectos parásitos pueden extenderse por grandes extensiones, ayudando a un cambio de especie dominante de árbol en ese territorio. 

 

 Texto y fotografias: Miguel Ortega


lunes, 2 de marzo de 2020

ANILLOS QUE NO ANULARES

Troncos rectos con anillos excéntricos:

Izquierda, robinia que crecía junto a un muro, la parte lobulada son los contrafuertes del tocón. 
Centro, álamo temblón la parte mas ancha crecía en dirección a un acequia. 
Derecha, ciprés de Arizona, la excentricidad de este tronco proviene de crecer junto a otro tronco.
          Si bien los anillos de crecimiento de los árboles según su situación y su grosor nos pueden dar información de cómo creció el árbol en un momento determinado, su forma también nos va a dar información.
         Imagino que hasta hora cuando pensamos en un anillo de crecimiento de un árbol, nos los imaginamos de forma anular, es decir circular, concéntrico, etc…, bueno pero esto no es así siempre. Hay especies en las que su crecimiento secundario (en anchura) es irregular, creando un perímetro lobulado que varia rápidamente según nos desplazamos por el tronco, siendo esta un características de sabinas y enebros; en este caso los anillos nos servirán para tener una idea de su edad pero poca más información podremos sacar.
         
Madera de reacción de troncos inclinados, en los dos caso consideramos que la fuerza proviene de la parte superior de la imagen.
Izquierda en un abeto (conifera), la marea de compresión se forma en el lado opuesto a la fuerza aplicada.
Derecha en un quejigo (frondosa) la madera de tensión se forma en el mismo lado donde se aplica la fuerza, (la parte oscura es el duramen)  
       En el resto de la especies con un característico tronco de sección circular, cualquier cambio en esta forma nos servirá para obtener información, siempre que tengamos el cuidado de no considerar la zona del tocón donde los contrafuertes creados por el árbol para aumentar su resistencia nos van a dar un cambio en la forma esperada.  
         El cambio en la forma del perímetro de circular a ovalado, y en los anillos de concéntricos a excéntricos puede deberse a varias causas, y cada una la deberemos explicar con las condiciones del lugar donde viven. 
         Si el suelo no es homogéneo en cuanto a estructura o humedad, las raíces y con ellas el tronco, se desarrollará más hacia el lado más favorable, es el caso de un árbol que crece junto a una pared  junto a otro tronco, o junto a un curso de agua. Si el suelo es homogéneo pero la luz llega de una forma sesgada y domina más en una zona concreta ocurrirá algo parecido, el árbol desarrollara más ramaje hacia la luz y eso quedara reflejado en el tronco.
         En caso de árboles solitarios expuestos a vientos fuertes de dirección constante, el árbol desarrolla más madera, llamada de reacción, en la zona donde se concentran las tensiones, en el caso de la coníferas en el lado del tronco opuesto a la dirección viento y cerca del suelo que es donde mas sufre el tronco.
Madera de compresión en dos pinos, en ambos casos la dirección de la fuerza proveen de la parte superior de la imagen.
Izquierda, pino piñonero, la causa es el viento, no inclino el tronco pero si le hizo desarrollar un contrafuerte.
Derecha, pino negro en este caso el tronco lo inclino un alud. 
         Hasta ahora hemos considerado troncos verticales, pero si el tronco se inclina las tensiones ya no están repartidas deforma homogénea, y hay una que domina de forma constante, el propio peso del árbol. Entonces el árbol desarrolla en las zonas de mayor esfuerzo madera de reacción; en el caso de la coníferas esta actúa como contrafuerte en el lado opuesto, y es denominada madera de compresión y es rica en lignina, más o menos como ocurría con el viento. En las frondosas ocurre al revés la madera de reacción trabaja como un tirante por tensión en el mismo lado donde se produce el esfuerzo depositando más celulosa. De todas formas unos y otros, coníferas y frondosas, forman la madera donde la necesitan y no donde nosotros creemos que debería estar, pues en algunos ejemplares de abeto con el tronco curvado se observa en un corte longitudinal como cambia la excentricidad y la madera de reacción pasa de compresión a tensión. 
         Nosotros con los anillos de crecimiento podemos poner fecha al momento en que los anillos cambian de forma, y esa es al fecha en que el árbol se inclino. 
         La causas pueden ser varias y las tenemos que buscar con las condiciones del lugar. En un rivera fluvial troncos inclinados a favor de la corriente pueden ser debidos a una riada. En una ladera con alta innivación e inclinados a favor de la pendiente puede ser un alud de nieve (más info. ver entradas de este bolg septiembre 2015). En una ladera inestable puede ser por un deslizamiento de tierra. Incluso el viento puede inclinar los troncos y hacer que estos crezcan postrados (más info. ver entradas de este blog diciembre 2019). De todas formas para interpretarlos correctamente tenemos que tener varios árboles con características parecidas para poder extrapolar la información, si solo encontramos un tronco inclinado puede que sea que sea por un hecho aislado y que no afecte al resto de los árboles; os contare un caso, en Benasque, Huesca, tuve la oportunidad de curiosear a gusto entre los pinos negros afectados por un alud, no solo había árboles tumbados sino arrancados por el impacto de la nieve, y alguno habían cortado posteriormente por lo que se podían ver bien los anillos y el momento en el que se inclino, la información era clara pero,… había un árbol inclinado en dirección contraria dentro de la zona de efecto del alud y además estaba junto al camino, cada vez que pasaba no podía evitar el intentar comprender su posición, hasta que un día se lo comente a un vecino que me acompañaba a lo que me dijo: “ese no te preocupes, fue el de la maquina quitanieves, al recular no lo vio y lo dejo así”. 

sábado, 29 de junio de 2019

EL LECTOR DE ÁRBOLES, UN PINO CURIOSO.

       
Aspecto del pino al que hace referencia el texto
        Partimos de base que los “caprichos de la naturaleza”, coletilla que antes usábamos cuando nos encontramos algo en la naturaleza que no sabíamos explicar, es solo eso un reconocimiento de que hay cosas, muchas, que se nos escapan. Ser conscientes de nuestras limitaciones no impide que intentemos explicar la naturaleza, procurando usar un razonamiento más cercano a ella, la naturaleza,  que al humano. Pues hasta no hace mucho las explicaciones tenían más que ver con las creencias, la religión y los mitos, que con los mensajes claros que nos envía la propia naturaleza, a veces solo hay que quererlos escuchar. 
         Por eso vamos a empezar a explicar que les ha pasado a determinados árboles que tienen un porte fuera de lo habitual, y lo haremos con lo que hemos ido aprendiendo de ellos (o con lo que ellos nos van enseñando).
 
1 Supuesto aspecto original, 2 después del primer alud, 3 recuperación sin el tronco principal, 4 después de segundo alud, 5 recuperación y aspecto actual. 
         En este caso partimos de un pino silvestre (sabemos la especie por las partes anaranjadas de las ramas), como en todos los de su especie su forma debía ser más o menos cónica, con un tronco principal vertical, recto y ramas que salen radialmente. Sin embargo este ejemplar no solo tiene un aspecto de “vaso”, (como la poda que realiza en frutales si no están en hileras)sino también esta tumbado.
         A pesar de no estar a gran altitud (unos 1500 metros) está en una zona de aludes de nieve, y esto lo sabemos pues a pocos metros la ladera esta desprovista de árboles y en ella encontramos troncos muertos de pino y en sus laterales ejemplares vivos y con el tronco curvado y rotos, característicos de las zonas de aludes (ver entrada: octubre 2017); En concreto es la zona es donde descargan los aludes que se forman más arriba en la ladera pero sus efectos llegan hasta aquí, ayunque sea de forma ocasional pues aunque hay árboles que reflejan los efectos del alud se hallan mezclados con un incipiente pinar de pinos de troncos rectos. 
         Por lo cual podemos deducir que a nuestro pino, en algún año de fuertes nevadas estaría cubierto por la nieve hasta unos dos metros, que es la altura aproximada a partir de la cual se ramifica. Entonces un alud bajo deslizándose por la nieve que cubría la ladera y corto el tronco principal que sobresalía de la nieve; desde ese momento las ramas secundarias compitieron por convertirse en al guía del árbol, así ya tenemos la forma en “vaso”. Pudieron pasar varios años y estas ramas alcanzar varios metros de altura en vertical, hasta que un segundo alud lo tumbo. Debió perder raíces y muchas ramas,  los primeros años no debió crecer, bastante hacía por recuperarse de los daños ocasionados, pero después las ramas volvieron a crecer ya verticales y es así como lo vemos hoy día.
         Esta es una posible explicación de su aspecto, habría que mirara sus anillos de crecimiento (grosor y tamaño) en diversas partes del tronco y contrastar la información con la de los aludes de la zona si estuviera recogida.