“¡Esto es un asalto hijos de su puta madre y más les vale que no se pongan al brinco porque se los lleva la verga!" Aún está oscuro en Ecatepec, uno de los barrios más violentos del Estado de México y, como cada mañana, tú, Artemisa Beltrán y otros cientos de miles de pasajeros, realizan su trayecto diario de más de dos horas para llegar a sus trabajos. Pero hoy el día inicia con el pie izquierdo y el microbús en el que vas se orilla de forma violenta y entran a asaltar dos hombres.
En este atraco se pondrán a prueba todos y, al igual que los demás pasajeros, tendrás que decidir si aguantar en silencio o confrontar a los ladrones, si armarte de valor o resignarte a la sumisión, echar por tierra las ilusiones y esperar al siguiente pesero, porque hay que llegar al trabajo, pase lo que pase, porque en este país un atraco a mano armada no es motivo para faltar a tus obligaciones. ¿Ser héroe, víctima o villano del cotidiano?
Nadie sabe cómo reaccionará, lo único que sí se sabe es que nadie, ni por casualidad ni por error, acudirá al Ministerio Público a denunciar los hechos para que se levante el acta correspondiente y se inicien las averiguaciones porque a mitad del pasillo yace un cuerpo inerte...
“¡Esto es un asalto hijos de su puta madre y más les vale que no se pongan al brinco porque se los lleva la verga!" Aún está oscuro en Ecatepec, uno de los barrios más violentos del Estado de México y, como cada mañana, tú, Artemisa Beltrán y otros cientos de miles de pasajeros, realizan su trayecto diario de más de dos horas para llegar a sus trabajos. Pero hoy el día inicia con el pie izquierdo y el microbús en el que vas se orilla de forma violenta y entran a asaltar dos hombres.
En este atraco se pondrán a prueba todos y, al igual que los demás pasajeros, tendrás que decidir si aguantar en silencio o confrontar a los ladrones, si armarte de valor o resignarte a la sumisión, echar por tierra las ilusiones y esperar al siguiente pesero, porque hay que llegar al trabajo, pase lo que pase, porque en este país un atraco a mano armada no es motivo para faltar a tus obligaciones. ¿Ser héroe, víctima o villano del cotidiano?
Nadie sabe cómo reaccionará, lo único que sí se sabe es que nadie, ni por casualidad ni por error, acudirá al Ministerio Público a denunciar los hechos para que se levante el acta correspondiente y se inicien las averiguaciones porque a mitad del pasillo yace un cuerpo inerte...
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