Por qué aumentar de peso en el embarazo no es tan malo

La ganancia de peso es uno de los puntos que más preocupa a las embarazadas, pero ganar peso es lo normal. Lo importante es no ganar excesivo peso para evitar complicaciones durante el embarazo, o dificultar la recuperación en el postparto.
Calcula tu peso ideal en el embarazo

¿El médico te está riñendo porque estás aumentando de peso durante el embarazo? ¡No te preocupes demasiado por esos kilos de más! No es buena idea que te estreses más de la cuenta por tu aumento de peso durante el embarazo, y menos si tienes una buena salud y no existe ningún tipo de complicación que te pueda perjudicar de algún modo.

Una báscula digital puede ser un excelente regalo para embarazadas. Y si tiene pensado conectarse a un plan digital de preparación al parto, le vendrá de perlas.

Cuando te miras en el espejo estando en un período de gestación avanzado, verás cómo tus pechos están hinchados, tus piernas, tu trasero y tus brazos mucho más gruesos que antes, tus tobillos ya no parecen tus tobillos… y el vientre, bueno el vientre está precioso porque dentro de él se está formando una persona maravillosa.

Es normal que te sientas sorprendida por el aumento de peso, sobre todo si estás subiendo más peso del que esperabas o del que tu médico te recomendó. Pero no tiene que ser todo negativo, puede ser una experiencia maravillosa.

El aumento de peso en el embarazo

¿Cuánto habrás engordado cuando estés en la semana 40 de embarazo? Esto dependerá principalmente de tu índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo. Para las mujeres con un IMC normal (18’5 a 24’9), se recomienda un aumento de peso de 11 a 15 kilos durante el embarazo.

Las mujeres con bajo peso tienen un poco más de libertad y pueden ganar entre 12 y 18 kilos. Las mujeres con sobrepeso (con un IMC entre 25 y 29’5) deben aumentar de 6 a 11 kilos, y las mujeres que son obesas (aquellas con un IMC de 30 o más) deben ganar solo entre 5 y 9 kilos. Si esperas más de un bebé, entonces el aumento de peso será mayor.

No te sientas mal por aumentar peso

Aumentar de peso puede ser algo muy rápido, sobre todo durante los dos últimos trimestres, pero esos kilos en el embarazo pueden ser una experiencia positiva. Hay 5 razones por las cuales el aumento de peso durante el embarazo no es tan malo como piensas o te hacen creer:

Es conocido que un aumento de peso excesivo durante el embarazo puede influir no solo en la salud de la mamá, sino también en la de su bebé. Pero, ¿cuáles son los riesgos?

Es importante para el bebé. Tu bebé está en crecimiento y necesita esos kilos para desarrollarse bien y crecer fuerte y sano. Las mujeres que no engordan lo suficiente durante el embarazo pueden correr el riesgo de tener un bebé prematuro o que nazca con bajo peso. Esto puede causar problemas de salud para el bebé, incluyendo problemas respiratorios, cardíacos y digestivos, al nacer y más tarde en la vida.

Tienes unos pechos preciosos. A medida que las hormonas del embarazo aumentan, también lo hace el tamaño de su sujetador. Los pechos crecen debido al aumento de líquidos, inflamación de los tejidos y la producción temprana de leche.

Echa la culpa a las hormonas. Cuando estás embarazada, tus hormonas aumentan los antojos, hacen que ciertos alimentos tengan un sabor increíble y tu cuerpo entra en modo de almacenamiento, enviando todas y cada una de las calorías extra a las reservas de grasa para usarlas más tarde para nutrir al bebé .

No es algo permanente. Saber que los cambios corporales que estás experimentando no durarán para siempre puede ayudarte a relajarte un poco y también puedes comenzar a disfrutar de ese cuerpo de embarazo porque después desaparecerá y tendrás que trabajar para volver a tu peso de antes de estar embarazada. Durante los meses de embarazo disfruta de tu peso, ¡que ya bastante tienes con soportar los malestares característicos de la mujer embarazada!

Perderás peso rápidamente después del parto. Si no tienes ningún problema de salud que te lo impida, en cuanto nazca tu bebé perderás algunos kilos rápidamente. Siempre que no hayas ganado demasiado peso durante el embarazo, comas bien y hagas ejercicio moderado, podrás perder peso con relativa rapidez.

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