"Nevenka ganó el juicio, pero perdió el juicio social". Con esta magistral frase resume Juan José Millás la historia de Nevenka Fernández en su novela 'Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad'. Hace ya veinte años de la publicación de ese libro y 23 del estallido del llamado Caso Nevenka en el que se basa 'Soy Nevenka', la nueva película de Icíar Bollaín que ya está en cines tras su paso por el Festival de Cine de San Sebastián.
Después de ese estreno mundial en el festival, donde compite por la Concha de Oro a Mejor Película en la Sección Oficial, ya por fin resto de espectadores pueden disfrutar en la sala de cine de la primera aproximación en la ficción de un caso histórico, de un pequeño horror local que acabó siendo extrapolable a todo el mundo, para mal y para bien. Años antes del #MeToo o del #YoTambién, Nevenka Fernández alzó la voz en un mundo que, muy a nuestro pesar, no estaba todavía preparado para oírla.
Lo que pasó antes del juicio que lo cambió todo
En 1999 Nevenka Fernández tenía 24 años y dejó sus estudios de postgrado en Madrid para unirse a las filas del PP como Concejala en el Ayuntamiento de Ponferrada. El Partido Popular buscaba aumentar la presencia de mujeres en sus filas, y también rejuvenecer la imagen del partido. Nevenka cumplía esas dos cualidades, pero también otras de más mérito que de primeras pasaron desapercibidas en unos medios locales que enaltecían su aspecto. Eran los años 90...
A los pocos meses de empezar su concejalía mantuvo un affaire con el Alcalde Ismael Álvarez, que acababa de quedarse viudo escasos meses antes. El problema llegó cuando la relación acabó para ella pero no para él. Su jefe comenzó entonces a ejercer una presión hacia su subordinada llena de maltrato psicológico y jugarretas que dejaron muy claro, incluso entonces, que Álvarez era culpable de abuso sexual. Una afirmación inédita contra un político en aquellos años.
La dimensión del juicio del caso Nevenka
Antes de la sentencia vino un juicio que convirtió el episodio local en el centro de la atención nacional y donde todas las miradas se posaron en Nevenka, en sus actitudes, en su aspecto, en su pasada relación consentida con su superior viudo... En definitiva, presunciones que lamentablemente seguimos oyendo en cada caso de abuso sexual pero cuya batalla por corregir comenzó ese 26 de marzo de 1999 con esa histórica rueda de prensa de Nevenka Fernández. El resultado fue un juicio histórico donde la víctima, pese a tener en contra a su pueblo, a su familia, a su partido y, en definitiva, a todo el mundo, siguió adelante. Ese juicio histórico y esa resistencia valiente, pero sin alardes, dura y cruel de soportar, es lo que conforma esta película que quiere hacer algo más que rellenar los huecos del relato y recordar uno de esos pocos momentos donde la sociedad cambió, aunque fuese un poquito y con muchos sacrificios, en una mejor dirección.
El equipo y la visión tras 'Soy Nevenka'
Ya conocíamos el caso a través de las noticas, los periódicos y diversos reportajes y documentales. Sin embargo, la película que Icíar Bollaín acaba de estrenar tiene la ventaja, la herramienta de infinitas posibilidades, de la ficción. La directora de 'Maixabel' (ganadora de tres Oscar) o de otra película fundamental del cine español en torno a la mujer como 'Te doy mis ojos', se inspira en el aplaudido libro de Juan José Millas para algo más que contarnos el caso. 'Soy Nevenka' habla desde su título en primera persona, habla de verdad, de meterte en la piel y en la situación de una figura (seguramente muy a su pesar) histórica sobre lo difícil que es alzar la voz contra el poder.
'Soy Nevenka' es una película original de Movistar + producida por Kowalski Films, Feelgood Media, Nva Peli AIE y la producción asociada de Garbo Produzioni (Italia) y cuenta con la distribución en España de Buena Vista International, el sello cinematográfico de The Walt Disney Company que distribuye películas de producción española y algunas adquisiciones. Sin embargo, más allá de la mirada de Bollaín a tan delicada historia, todos nuestros ojos están puestos en Mireia Oriol ('El arte de volver', 'Alma'), que dará vida a la protagonista. La acompañará Urko Olazabal (le vimos ganar el Goya a Mejor Actor de Reparto por 'Maixabel') como Ismael Jiménez en un reparto que también cuenta con Ricardo Gómez ('Cuéntame cómo pasó'), Carlos Serrano ('La ley del mar'), Lucía Veiga ('Rapa'), Mabel del Pozo ('Los Farad', 'Cerdita'), Luis Moreno ('Vergüenza'), Javier Gálego ('El desorden que dejas'), Mercedes del Castillo ('Instinto') y Font García ('Vida Perfecta', 'En los márgenes').
El caso de Nevenka no es solo una posibilidad de oro, una necesidad de estudiar los inicios del #MeToo en España antes incluso de la existencia del término. También es una de esas historias reales cuyo drama, cuyas figuras principales, parecen pedir a gritos una ficción de altura como la que ha creado una de las cineastas más importantes de nuestro cine, Icíar Bollaín. La revisión de un caso que todavía tiene mucho que decir y mucho que descubrir 20 años después, y que seguro crecerá con una mirada, un relato, una propuesta, sobre ese testimonio que recordamos a través de reportajes y opiniones de terceros.
Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática.
Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Incluso tiene su lado erótico, pero limitado, lamentablemente, a seleccionarnos lo mejor de series y películas eróticas. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes.
Tras 5 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.
Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.
Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.