El problema migratorio y los procesos de innovación a escala global confluyen en el fenómeno de la fuga de cerebros. Los países de la periferia intentan implantar políticas de retención del talento.
En 2012, la UE y Colombia firmaron un acuerdo comercial que implicaba también el apoyo europeo al proceso de paz que comenzaba entre el Gobierno colombiano y las FARC. 10 años después, los autores hacen balance.
A pesar de que en los últimos 30 años se han producido grandes transformaciones en el país, Mozambique ha seguido luchando contra diferentes conflictos y es uno de los países con más bajos niveles desarrollo humano.
La economía europea vive un periodo de gran incertidumbre, las medidas del BCE dependen de factores externos (la guerra, las cadenas de valor…) y la credibilidad de la institución y del euro están en juego.
La raplicación de los ODS ha de ser una responsabilidad compartida. Así, tanto el Gobierno municipal como las empresas madrileñas, busca incorporarlos a sus estrategias de trabajo.
Los Gobiernos deben incentivar una innovación menos centrada en la automatización y más en tecnologías compatibles con las personas para generar mejores empleos y, así, una prosperidad económica más compartida.
El derrumbe en 2013 del edificio Rana Plaza (Daca, Bangladés), que albergaba múltiples fábricas textiles, terminó facilitando un acuerdo (que sigue avanzando) sobre las condiciones laborales a nivel transnacional.
La senda de la recuperación y el crecimiento de América Latina pasa por lograr cambios estructurales que aumenten la productividad y reduzcan la desigualdad. Para ello es necesario adoptar decisiones responsables y de consenso.
Marruecos busca un cambio en la posición de España (y de la UE) respecto al conflicto del Sáhara Occidental. Pero España no puede olvidar que tiene una responsabilidad legal (y moral) con los saharauis.
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid