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Ozempic está cambiando la forma de comer y las empresas están atentas

Des boîtes d'Ozempic.

La semaglutida, comercializada bajo la marca Ozempic, es fabricada por Novo Nordisk.

Foto: Getty Images / AFP / SEBASTIEN BOZON

RCI

Raegan Sather afirma que su apetito ha cambiado por completo, al igual que su forma de hacer la compra, desde que empezó a tomar Ozempic para perder peso hace dos años.

Sather, profesional del marketing en Edmonton, compra productos frescos, carne fresca y alimentos ricos en proteínas para complementar la popular medicación. Pero el mayor cambio es que ahora se salta el pasillo de las meriendas y los bocadillos.

El fármaco "eliminó por completo cualquier tentempié", afirma Sather, acabando, por ejemplo, con su anterior hábito nocturno de comer palomitas. "Ceno y ya está".

Ante el creciente número de adultos norteamericanos que utilizan Ozempic y otros medicamentos inyectables populares como Wegovy, Mounjaro y Zepbound para perder peso, las empresas alimentarias observan atentamente el impacto de esta tendencia en sus resultados y preparan formas de comercializar sus productos entre los consumidores de estos fármacos.

Un homme prépare un auto-injecteur.

Los tratamientos como Ozempic y Wegovy requieren inyecciones semanales.

Foto: Getty Images / imyskin

Nestlé, por ejemplo, lanzó una línea de comidas preparadas dirigida a pacientes que toman fármacos GLP-1 (la clase de medicamentos a la que pertenecen Ozempic y Wegovy), mientras que los ejecutivos de la empresa de yogures Danone y el gigante de las bebidas Coca-Cola han promocionado productos ricos en proteínas y bajos en azúcar, también para atraer a los usuarios de GLP-1.

Que la estrategia funcione es otra historia. Incluso si se utiliza un fármaco para perder peso, sigue dependiendo de uno mismo cómo va a gestionar sus respuestas dietéticas", dijo Sather.

Según una encuesta realizada en diciembre por la Universidad Dalhousie, entre 900.000 y 1,4 millones de canadienses utilizan actualmente un fármaco GLP-1. La encuesta contó con un total de 8.662 participantes, con un margen de error del 1,84%.

Por su parte, una encuesta de Gallup reveló que 15,5 millones de adultos estadounidenses habían consumido fármacos inyectables para adelgazar, mientras que otro informe preveía que el 9% de los adultos estadounidenses tomaría un fármaco GLP-1 al 2030.

Ozempic se desarrolló para tratar la diabetes, pero se hizo popular por sus efectos adelgazantes.

Hábitos de consumo cambiantes

Según Robert Carter, analista del sector alimentario y socio gerente de Stratton-Hunter Group, siempre hay un núcleo de entre el 15% y el 20% de la población que se apunta a una nueva moda dietética.

Empresas alimentarias como Nestlé y Coca-Cola "siempre están al tanto de cómo estos cambios afectan a los hábitos de compra de los consumidores en general", afirma. Pero no se trata de una dieta South Beach o Atkins. 

"Estos fármacos suprimen realmente el apetito y las ansias de comer. Así que el resultado es una disminución general del consumo de alimentos", dice.

La moda del Ozempic también se inscribe en la tendencia más general de salud y bienestar que se viene observando en la industria alimentaria desde hace varios años. Las empresas ya se estaban orientando hacia esos productos, pero los medicamentos lo han acelerado, afirma Carter.

En cuanto a si las empresas deben preocuparse, Carter dice que es poco probable. "Creo que es sólo una evolución continua del comportamiento de compra del consumidor en lo que se refiere a los alimentos".

A medida de que aumenta el número de personas que recurren a fármacos como Ozempic y Wegovy para perder peso, las empresas alimentarias prestan mucha atención e intentan adaptarse a los cambios en los hábitos alimentarios.

Une personne en train de se peser.

Ante el creciente número de adultos norteamericanos que utilizan Ozempic y otros medicamentos inyectables populares para perder peso, las empresas alimentarias observan el impacto de esta tendencia.

Foto: Radio-Canada / Shutterstock/VGstockstudio

No sustituye la comida casera

Nestlé, por ejemplo, afirma que la línea de productos que está lanzando en EE.UU. pretende ser un "acompañante" para las personas que toman medicación con GLP-1 o que intentan controlar su peso.

El menú incluye pizzas, sándwiches y bowls de pasta ricos en proteínas, cada uno por 5 dólares.

Sin embargo, Abby Langer, dietista diplomada que vive en Toronto, afirma que ya puede oír las reacciones en contra: que los alimentos ultraprocesados pueden provocar un aumento de peso, y que envasar más alimentos ultraprocesados como "amigos del Ozempic" es contraproducente.

La especialista advierte que las personas que toman este tipo de medicamentos también podrían estar perdiendo proteínas, fibra y micronutrientes importantes porque consumen menos alimentos en general.

"Creo que la gente debería tener algún tipo de elección a la hora de preparar las comidas. Tener estas comidas en un apuro podría ser algo bueno", dice Langer, pero ella siempre recomienda cocinar comidas frescas en casa para la pérdida de peso.

Sather, usuaria de Ozempic, afirma que una alimentación sana siempre influirá en la eficacia del fármaco.

"No es un medicamento mágico, resalta. Sigue siendo sólo una herramienta y todavía tienes que tomar las decisiones correctas para que funcione correctamente".

Fuente: CBC News | Jenna Benchetrit

Adaptación: RCI | M.G. Aguzzi

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