Anhidro
Como término general, se dice que una sustancia es anhidra si no contiene agua.[1] La manera de obtener la forma anhidra difiere entre sustancias.
Solventes
editarLa forma más común para obtener la forma anhidra de un solvente es llevarlos a ebullición en presencia de una sustancia higroscópica. Para ello el metal más comúnmente empleado es el sodio. Otros métodos pueden incluir la adición de tamices moleculares o álcalis como el hidróxido de potasio o el óxido de bario. Recientemente han aparecido en el mercado columnas de purificación de solventes (conocidas como columnas de Grubb), que minimizan los peligros de los métodos clásicos de deshidratación.[2]
Cristales iónicos
editarComo ejemplo de deshidratación de una sal para obtener la forma anhidra se puede emplear el sulfato de cobre (II). Si el agua de cristalización se remueve mediante calentamiento de los cristales azules de sulfato de cobre (II) pentahidratado (CuSO4·5H2O), se obtienen cristales blancos de sulfato de cobre (II) anhidro (CuSO4). La ecuación para la deshidratación de esta sal hidratada es la siguiente:
CuSO4·5H2O + calor → CuSO4 + 5H2O
Otro ejemplo lo constituye el calentamiento del sulfato de magnesio heptahidratado (MgSO4·7H2O). Al calentarlo, sufre la siguiente reacción:
MgSO4·7H2O + calor → MgSO4 + 7H2O
Gases
editarDiversas sustancias que existen como gases en las condiciones normales de presión y temperatura se usan comúnmente como soluciones acuosas concentradas. Para evitar ambigüedades en el caso de que uno quiera referirse a la forma gaseosa, se utiliza el término anhidro después del nombre de la sustancia. Por ejemplo:
- El cloruro de hidrógeno gaseoso se lo llama anhidro para diferenciarlo de la forma comercial más común que consiste en una solución acuosa 37 % m/m.
- El amoníaco anhidro es el gas, a diferencia de la solución acuosa de dicha sustancia que se conoce como hidróxido de amonio.