Castellanismo (política)

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El castellanismo es una ideología que propugna la idea de Castilla como realidad territorial, bien desde una reafirmación de tipo regionalista o pannacionalista, defendiendo en este último caso a su vez bien el acomodo de una «nación castellana» en un modelo federal de España o bien la independencia de esta respecto a España. En la medida de la ambigüedad del significado de Castilla existen diferentes aproximaciones para la delimitación territorial de dicho ente, que implicarían una unión de provincias españolas pertenecientes a diferentes comunidades autónomas. Cuestiona la identificación entre lo español y lo castellano.

Mural castellanista en Villalar de los Comuneros (Valladolid).
Archivo:Castilla nacion belfast.jpg
Desaparecido mural castellanista en Belfast, capital de Irlanda del Norte.

Los movimientos calificados de castellanistas, ya sean de índole regionalista o nacionalista, trazan generalmente sus referentes políticos al Pacto Federal Castellano de 1869,[1]​ firmado por representantes y delegados del Partido Republicano Federal procedentes de 17 provincias españolas durante el Sexenio Democrático.

Territorialidad

 
Mapa político del castellanismo. Extensión máxima del territorio reclamado como integrante de Castilla.

La territorialidad que reivindican los movimientos castellanistas depende del sector al que pertenezcan. Una parte del regionalismo castellano hace una distinción amistosa entre el norte y el sur de Castilla (considerando la separación natural del sistema Central). Por otro lado, las tesis de Anselmo Carretero hacen una lectura mucho más escueta de Castilla, restringiendo ésta a la denominada "Castilla condal" (los territorios del primigenio condado de Castilla). Finalmente, el nacionalismo castellano, considera como una misma entidad el área socio-cultural que se correspondería con el mapa de lenguas, dialectos y hablas de España que definen como de cultura propiamente castellana. Ahí incluyen territorios como las comarcas de Utiel y Requena, que, tras la organización territorial de 1833, quedaron integrados en lo que hoy es la Comunidad Valenciana. Tampoco gran parte del castellanismo, a excepción de Izquierda Castellana y el Movimiento Popular Castellano, renuncia al enclave burgalés de Treviño, que se encuentra rodeado por el territorio de la provincia vasca de Álava.

En cuanto a ordenamiento territorial, el castellanismo defiende la comarcalización de la región, suprimiendo en última instancia las provincias ideadas en 1833.

El castellanismo, en general, se opone a los movimientos regionalistas o nacionalistas leonés, riojano y cántabro.

El leonesismo incluye como su territorio las provincias de León, Zamora y Salamanca; sin embargo, según el Barocyl 2005 (publicado por el grupo de análisis político y electoral de Castilla y León), en ese año únicamente el 42 % de los salmantinos y el 31 % de los zamoranos se sentían leoneses.[2]​ Un objetivo de este nacionalismo es la formación de una Comunidad Autónoma leonesa "independiente" (ni Castilla ni Castilla la Vieja eran independientes a finales de la década de 1970). Es decir, la salida de la Región Leonesa de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. El principal partido leonesista es la Unión del Pueblo Leonés. Según una encuesta hecha entre jóvenes de la exclusiva provincia de León en 1978, la unión de León con Castilla o algunas de las provincias castellanas, singularmente con Valladolid, alcanzaba el 36,6 %. Superaban a los partidarios de León solo (provincia) (12 %) y León triprovincial (23’1 %). Estas tres últimas opciones, no partidarias de la unión con Castilla, sumaban 35’1 %, cifra inferior al 36,6 % partidario a la unión con Castilla; finalmente, un 22 % no contestaba y los partidarios de unir la exclusiva provincia de León con Asturias solo alcazaba el 2’6 %. Los partidarios de la unión simultánea de la exclusiva provincia de León con Galicia y Asturias, sin Castilla, eran 4'2 %.[3]

Se afirma que el nacionalismo cántabro, por su parte, al haber formando la Comunidad Autónoma de Cantabria, uniprovincial, ha logrado "su independencia respecto a Castilla", afirmación incorrecta porque Castilla no es Estado actualmente, ni lo era en 1982, ni antes de esa fecha. No solo eso: Castilla está dividida en varias comunidades autónomas sin un ente común a ellas diferente de España como Estado o diferente al de comunidades no castellanas: en otras palabras, no existe Castilla como ente político-administrativo. El principal partido de ideología "nacionalista cántabra" es el Partido Regionalista Cántabro, cuyo fundador (Revilla), un antiguo sindicalista vertical del tardofranquismo, ha admitido que "En el 76 Cantabria no existía. Parece de siempre pero eso lo patenté yo".[4]​ Según la Asociación para la Integración de Cantabria en Castilla y León, en 2002 solo un 25,5 % de los cántabros se oponía a la integración de Cantabria en una comunidad mayor (que esta asociación interpreta que se refiere a Castilla y León, una de las comunidades explícitamente castellanas), basándose en la encuesta encargada por el Consejo Asesor de RTVE.[5]​ Sobre Cantabria y La Rioja, Xosé Manuel Núñez Seixas ha dicho que son "[identidades] ciertamente inventadas en el sentido clásico del término".[6]

Se dice de La Rioja que "al igual que en Cantabria, tambien se ha logrado dicha separación", si bien hablar de "separación" es totalmente incorrecto porque antes de la aprobación del Estatuto de Autonomía de La Rioja no existía ningún ente político-administrativo diferente de España del que separarse. El máximo representante del regionalismo riojano es el Partido Riojano. (PR). Asimismo, además del mencionado regionalismo, que nunca ha superado los dos diputados (ninguno desde 2015) de un total de 33 del parlamento autonómico riojano y los 25 concejales de un total de 1046, existe el partido Hegoalde-rioja territorio sur, que se presentó a las elecciones estatales de 2016 en coalición con el partido navarro denominado Libertad navarra. Estos partidos buscan la integración de La Rioja en una región vasco-navarra. Dichos partidos obtuvieron resultados modestos.[7]​ No obstante, incluso algunos de los que tuvieron una actividad destacada para la creación de la comunidad riojana (el alavés Domingo Alvarez y Ruiz de Viñaspre y Víctor Fernández Aldama), admitieron la castellanidad neta de varias comarcas al decir que cuenta con "zonas castellanas" o la atracción hacia las áreas comerciales castellanas ("la parte de Cervera tira hacia Soria").[8]​ Luis Javier Rodríguez Monroy, primer presidente del Gobierno autonómico riojano, admitió en 1982 que La Rioja era "difícilmente gobernable" por su escaso peso demográfico.[9]

Historia

 
Pegatina del castellanismo nacionalista de izquierdas.

Históricamente, el castellanismo toma como puntos de referencia la Guerra de las Comunidades de Castilla (1520-1522), la figura de Juan Martín Díez "El Empecinado" (1775-1825) y el proyecto federalista castellano llamado Pacto Federal Castellano (1869), precuela de la Constitución Federal de Toro (1883), entre otros fundamentos. En síntesis, la denominación castellanista denomina a los movimientos que reivindican Castilla y se adscriben a los ideales expuestos en la revolución comunera (1520-1522). A finales del siglo XVIII, la batalla de Villalar, antecedente de la derrota comunera de Toledo, ya fue calificada por León de Arroyal (1755-1813) como "el último suspiro de la libertad castellana".[10]​ Se pueden tomar como referencia los escritos del hispanista francés Joseph Pérez, como medio de estudio de aquellos hechos. Entre otros muchos, los pensadores castellanistas (o precursores, en algunos casos, del castellanismo) más relevantes son:

A principios del siglo XX, la identidad castellana ya fue reivindicada por la revista Castilla moderna (La Habana), de Vidal González (leonés), entre los castellanos emigrados,[17]​ o por el decenario Castilla (Cuba, 1913), fundado por Ramón Ruilópez.[18]

El castellanismo en Madrid, en sus vertientes cultural y política, se ha manifestado desde sus inicios con entidades como la sociedad El Folk-clore Castellano (1884), Confederación de Coros Castellanos (1905), Bloque Regionalista Castellano (1919), la revista madrileña Castilla (1924), Instituto Económico Castellano (1932), Asociación de Escritores Regionalistas Castellanos (1936), etc.

Normalmente existen tres corrientes ideológicas dentro del castellanismo: el regionalismo, el nacionalismo y el independentismo:

  • El nacionalismo, además de lo anterior, pide que Castilla sea reconocida como nacionalidad histórica y que ocupe su lugar como nación en una España federal. Son o han sido de este parecer partidos de centro o centro izquierda como Tierra Comunera (Soria, 1988) o Unidad Comunera Castellana. Una parte significativa del partido desaparecido Unión Castellanista sostenía para la Castilla septentrional las controvertidas tesis carreteristas sobre la territorialidad castellana, no así para la Castilla meridional, cuya territorialidad no cuestionaba.
  • Finalmente, el independentismo busca la plena soberanía de Castilla por medio de su autodeterminación como estado libre y soberano. A esta corriente suelen adscribirse agrupaciones de izquierda, como por ejemplo Izquierda Castellana, Comuner@s, o la organización juvenil Yesca. En la década de 1930, Pedro Simón Llorente (1897-1940) ya fue defensor de avanzadas reformas sociales y de la independencia de Castilla. Pedro Simón y el también castellanista José Antonio González-Santelices fueron fusilados en 1940 y en 1936, respectivamente.

Simbología

El castellanismo en general se identifica con el pendón tradicional carmesí del Reino de Castilla. La bandera sobre campo de gules (rojo/carmesí), un castillo de oro almenado de tres almenas, mamposteado de sable (negro) y clarado de azur (azul). Por el contrario los movimientos de extrema izquierda, en mayor medida que en el tradicional, se han venido identificando con un llamado "pendón comunero", de color morado, actualmente representado de color añil, a pesar del conocido error de su empleo.[19]​ La ultraizquierda castellanista utiliza el pendón morado comunero con una estrella roja comunista detrás del castillo, en ocasiones la estrella es de color negra en representación a los castellanistas libertarios, autónomos o anarcoindependentistas.

Si bien existen otros símbolos como la cruz de Fernán González y el broquel castellano, así como los distintivos propios de cada colectivo.

Celebraciones

 
Banderas en la celebración de Villalar.

La fecha clave de los movimientos reinvidicativos castellanos es el 23 de abril, aniversario de la Batalla de Villalar, reivindicada y celebrada como Día nacional de Castilla. El primer homenaje ante el Monolito a los Comuneros se realizó en 1889, si bien los comuneros ya habían sido homenajeados con anterioridad por personalidades como Juan Martín Díez el Empecinado en 1821. Con anterioridad a 1976, los comuneros fueron homenajeados por Fermín Vidal en 1889 o existieron propuestas de homenaje por parte de las diputaciones castellanas firmantes de las Bases de Segovia en 1919, del Ayuntamiento de Santander en 1920, de la Casa de Palencia en 1923, etc. Se celebra de manera ininterrumpida desde 1976. También existen otras fechas significativas:

Autores de referencia

Diversos escritores han planteado tesis sobre la identidad castellana, las cuales han sido adoptadas como planteamientos de base del castellanismo actual:

Colectivos castellanistas

Archivo:Cartelvillalar.JPG
Cartel de un acto en Villalar de los Comuneros organizado por Izquierda Castellana.

Pueden considerarse movimientos castellanistas los siguientes partidos y asociaciones:

Véase también

Referencias

  1. ECHAZARRA, J. Castellanismo (1975-2012): ¿nacionalismo imposible?. Burgos, 2012. 285 p.
  2. La Opinión de Zamora, 7 de julio de 2005
  3. Revista de Fomento Social, nº 135 (julio-septiembre 1979), p. 312
  4. http://www.larazon.es/historico/6170-miguel-angel-revilla-en-el-76-cantabria-no-existia-parece-de-siempre-pero-eso-lo-patente-yo-KLLA_RAZON_(Consulta: 22-10-2016)
  5. El Confidencial Digital, 21/10/2004: Un movimiento popular en Cantabria propone la integración de la región en Castilla y León por motivos socio-económicos (consultado: 13-4-2016)
  6. NÚÑEZ SEIXAS, Xosé Manuel. "Provincia, región y nación en la España contemporánea: una (re)interpretación global en perspectiva comparativa". En: Provincia y nación: los territorios del liberalismo. Zaragoza: IFC, 2006, p. 312
  7. «Libertad navarra concurre con Hegoalde-Rioja Territorio Sur». Diario La Rioja. 17 de mayo de 2016. Consultado el 20 de octubre de 2016. 
  8. El País, 14 de octubre de 1982. Disponible: <http://elpais.com/diario/1982/10/14/espana/403398007_850215.html> (Consulta: 22-10-2016)
  9. El País, 14 de octubre de 1982. Disponible: <http://elpais.com/diario/1982/10/14/espana/403398007_850215.html> (Consulta: 22-10-2016)
  10. ARROYAL, León de. Cartas económico-políticas (con la segunda parte inédita). Ed. de J. Caso González. Oviedo: Universidad de Oviedo, 1971
  11. PÉREZ, Jesús-Vicente. Tierras esclavas. Palencia: Afrodisio Aguado, 1921, p. 204. La dedicatoria del libro fue para Julio Senador.
  12. FERNÁNDEZ DÍEZ, Gregorio.El Valor de Castilla. Ávila: Senén Martín, 1926, p. 10
  13. RIVAS MORENO, Francisco. El Regionalismo en La Mancha. Ciudad Real: Tip. El Progreso, 1918, p. 5 y 26. El autor usa la forma Castilla, en singular, y no la plural Castillas
  14. RIVAS MORENO, Francisco. Los grandes hombres de mi patria chica. El Escorial: Real Monasterio de El Escorial, 1925, p. 52-57
  15. El Eco del pueblo, 21 de julio de 1917.
  16. "Aspiraciones regionalistas". En: El Liberal arriacense, 17 de junio de 1916, p. 1
  17. DOMINGO, Jorge. Los españoles en las letras cubanas durante el siglo XX. Sevilla: Renacimiento, 2002, p. 85
  18. DOMINGO, Jorge. Los españoles en las letras cubanas durante el siglo XX. Sevilla: Renacimiento, 2002, p. 269
  19. La Tricolor. Breve historia de la bandera republicana

Bibliografía

  • ECHAZARRA, J. Castellanismo (1975-2012): ¿nacionalismo imposible?. Burgos, 2012. 285 p.

Enlaces externos

  • Castilla y su cultura, desde el siglo IX al XXI Real Asociación Española de Cronistas Oficiales en torno a varios libros de Juan Pablo Mañueco, en 2014, sobre la formación y desarrollo de la personalidad histórica, política y cultural de Castilla.
  • Claudio Sánchez-Albornoz y la Generación castellana de los 80 Entrevista a Juan Pablo Mañueco en enero de 2016, en "Alcarreños ilustres", en torno a la figura del historiador, político y ex-presidente de la II República en el exilio, Claudio Sánchez-Albornoz, y del grupo castellanista que se formó en torno a él en los primeros años 80 del siglo XX.